neuropsicología del lenguaje

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1 Neuropsicología del lenguaje Definición: Es un medio de comunicación a través de sonidos o de gestos (Lenguaje de señas) que expresa significados específicos, organizados según reglas específicas para cada lengua. Existe acuerdo general para definir el lenguaje verbal como el instrumento que permite la comunicación entre los seres humanos. La relación funcional entre los dos hemisferios del cerebro ha sido el foco principal de la investigación en neuropsicología y neurología clínica durante más de un siglo. Por algún tiempo se pensó que el hemisferio izquierdo en el control de la mayor parte de las actividades. Hoy se reconoce que cada uno tiene su propio papel y esta mas implicado en la ejecución de algunas actividades y menos en la de otras, y se afirma, por tanto, que uno es el dominante o principal para ciertas funciones mentales. Se conoce como lateralización el desarrollo de estas funciones en uno de los hemisferios. El lenguaje y la preferencia manual han sido desde hace mucho tiempo los dos factores principales en toda discusión sobre la dominancia cerebral. El hemisferio izquierdo es dominante para el lenguaje en la mayoría de las personas diestras. Este hecho se manifiesta de modo más notorio en los casos de afasia, en los que, un daño en el lado izquierdo del cerebro puede causar un problema de lenguaje y una parálisis en el lado derecho. Sin embargo, la relación no es simétrica: no se sigue de modo automático que el hemisferio derecho sea dominante para el lenguaje en los zurdos. Los zurdos no son en modo alguno un grupo homogéneo, y el hemisferio izquierdo es dominante en el lenguaje y esta muy implicado en el. Además, no debe olvidarse que hay varias actividades en las que suelen participar ambos hemisferios, hecho que inspira gran numero de investigaciones debido a que los especialistas se interesan más en las capacidades integradoras del cerebro que en las lateralizadas. Las áreas propuestas para el procesamiento del habla la escucha, la lectura, la escritura y el lenguaje de los signos se localizan de modo principal en las cisuras del Silvio y de rolando o en torno a ellas. Se Han identificado varias áreas específicas. La parte frontal del lóbulo parietal a lo largo de la cisura de rolando participa fundamentalmente en el procesamiento de las sensaciones y puede estar unida con las áreas del habla y auditiva en un nivel más profundo. El área frente a la cisura de rolando participa de modo principal en el funcionamiento motor de esta manera, tiene importancia para el estudio del habla y la escritura. Un área en la parte posterior y superior del lóbulo temporal que se extiende hacia arriba en el lóbulo parietal, desempeña una parte fundamental en la comprensión del habla es el área Wernicke. Cuando esta se daña el lenguaje es constante y gramaticalmente bien estructurado pero contiene muchas palabras sin sentido. El área principal implicada en la recepción auditiva conocida como giro de Heschl se encuentra en la parte superior los lóbulos temporales. La parte posterior e inferir del lóbulo frontal esta implicada de manera primordial en la codificación del habla. Es el área de Broca. Los daños en esta área generan afasia que es un problema de comunicación en el que la persona tiene una buena comprensión pero tiene problemas al articular el lenguaje, es decir, al hablar. Otra área hacia la parte posterior del lóbulo frontal puede estar implicada en el control motor de la escritura. Se conoce como centro de Exner. Parte de la región parietal izquierda, cercana al área de Wernicke, está implicada en el control del lenguaje de signos manual. El área posterior del lóbulo occipital se utiliza principalmente para el procesamiento de las entradas visuales

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Page 1: Neuropsicología del lenguaje

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Neuropsicología del lenguaje

Definición: Es un medio de comunicación a través

de sonidos o de gestos (Lenguaje de señas)

que expresa significados específicos,

organizados según reglas específicas para cada

lengua.

Existe acuerdo general para definir el lenguaje

verbal como el instrumento que permite la

comunicación entre los seres humanos.

La relación funcional entre los dos hemisferios del cerebro ha sido el foco principal de la investigación en neuropsicología y neurología clínica durante más de un siglo. Por algún tiempo se pensó que el hemisferio izquierdo en el control de la mayor parte de las actividades. Hoy se reconoce que cada uno tiene su propio papel y esta mas implicado en la ejecución de algunas actividades y menos en la de otras, y se afirma, por tanto, que uno es el dominante o principal para ciertas funciones mentales. Se conoce como lateralización el desarrollo de estas funciones en uno de los hemisferios.

El lenguaje y la preferencia manual han sido desde hace mucho tiempo los dos factores principales en toda discusión sobre la dominancia cerebral. El hemisferio izquierdo es dominante para el lenguaje en la mayoría de las personas diestras. Este hecho se manifiesta de modo más notorio en los casos de afasia, en los que, un daño en el lado izquierdo del cerebro puede causar un problema de lenguaje y una parálisis en el lado derecho. Sin embargo, la relación no es simétrica: no se sigue de modo automático que el hemisferio derecho sea dominante para el lenguaje en los zurdos. Los zurdos no son en modo alguno un grupo homogéneo, y el hemisferio izquierdo es dominante en el lenguaje y esta muy implicado en el. Además, no debe olvidarse que hay varias actividades en las que suelen participar ambos hemisferios, hecho que inspira gran numero de investigaciones debido a que los especialistas se interesan más en las capacidades integradoras del cerebro que en las lateralizadas.

Las áreas propuestas para el procesamiento del habla la escucha, la lectura, la escritura y el lenguaje de los signos se localizan de modo principal en las cisuras del Silvio y de rolando o

en torno a ellas. Se Han identificado varias áreas específicas.

La parte frontal del lóbulo parietal a lo largo de la cisura de rolando participa fundamentalmente en el procesamiento de las sensaciones y puede estar unida con las áreas del habla y auditiva en un nivel más profundo.

El área frente a la cisura de rolando participa de modo principal en el funcionamiento motor de esta manera, tiene importancia para el estudio del habla y la escritura.

Un área en la parte posterior y superior del lóbulo temporal que se extiende hacia arriba en el lóbulo parietal, desempeña una parte fundamental en la comprensión del habla es el área Wernicke. Cuando esta se daña el lenguaje es constante y gramaticalmente bien estructurado pero contiene muchas palabras sin sentido.

El área principal implicada en la recepción auditiva conocida como giro de Heschl se encuentra en la parte superior los lóbulos temporales.

La parte posterior e inferir del lóbulo frontal esta implicada de manera primordial en la codificación del habla. Es el área de Broca. Los daños en esta área generan afasia que es un problema de comunicación en el que la persona tiene una buena comprensión pero tiene problemas al articular el lenguaje, es decir, al hablar.

Otra área hacia la parte posterior del lóbulo frontal puede estar implicada en el control motor de la escritura. Se conoce como centro de Exner.

Parte de la región parietal izquierda, cercana al área de Wernicke, está implicada en el control del lenguaje de signos manual.

El área posterior del lóbulo occipital se utiliza principalmente para el procesamiento de las entradas visuales

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Anatomía de los órganos del lenguaje.

La anatomía de los órganos del lenguaje estudia la estructura, la forma, la función y las relaciones espaciales de los mismos y resulta imprescindible para comprender el funcionamiento del lenguaje humano y como ha ido evolucionando.

Clasificación : Órganos centrales del lenguaje y Órganos periféricos del lenguaje

Centrales : médula espinal, encéfalo, cerebro y el cerebelo, que en conjunto forman nuestro S.N.C.

De todos ellos el cerebro es el más importante pues para poder comprender y expresar las estructuras lingüísticas humanas la parte externa o corteza cerebral tuvo que aumentar de tamaño y aumentar el número de conexiones.

Dentro del cerebro podemos distinguir dos áreas encargadas de esto :

- Áreas perceptivas cerebrales de la audición y de la visión que posibilitan entender las palabras habladas y escritas.

- Áreas motoras del lenguaje que permiten realizar los movimientos musculares necesarios para emitir las palabras habladas o escritas, así el desarrollo cerebral es el eje sobre el que gira nuestra compleja capacidad de oir, ver, hablar y escribir.

Periféricos : se dividen también en dos grandes grupos, que son : los receptores y los motores o expresivos.

Los receptores fundamentalmente son el ojo y el oído ( sentido de la vista y de la audición ) que tienen en muchas otras especies un mayor desarrollo que nosotros.

Con respecto a los motores o expresivos, dentro de ellos se incluye la laringe, faringe, la boca y las fosas nasales en cuanto a los relacionados con el lenguaje hablado y relacionado con el lenguaje escrito tenemos el miembro superior que ha sufrido un desarrollo evolutivo a lo largo del tiempo para poder producir complicadas señales habladas y escritas sin detrimiento de otras funciones.

Sin la organización anatómica de los órganos centrales y periféricos del lenguaje la fonética, la semántica o la expresión literaria no existirían, así por ejemplo una alteración anatómica periférica ( sordera ) provoca graves alteraciones en el

proceso de la comunicación oral o escrita. Por ello, la anatomía de estos órganos es necesaria para comprender el lenguaje humano y para explicar el enorme desarrollo que ha ido adquiriendo a lo largo de la evolución.

Procesamiento neuro lingüístico

Algunas de las rutas neurales que se consideran implicadas en el procesamiento del lenguaje hablado.

1. Producción del habla. Se piensa que la estructura básica de la emisión se genera en le área de Wernicke y se envía al área de broca para su codificación. El programa motor pasa entonces al área motora adyacente, que rige a los órganos de articulació.

2. Lectura en voz alta. La forma escrita se recibe primero en el cortex visual y luego se transmite vía giro angular al área de Wernicke, donde es asociada con una representación auditiva. La estructura de la emisión se envía después a la área de broca.

3. Comprensión del habla. Las señales llegan al cortex auditivo desde el oído y se transfieren al área adyacente de Wernicke, donde se interpretan.

Los nervios craneales implicados en el lenguaje son:

El vago: es un nervio mixto y se distribuye de manera muy amplia en cabeza cuello, tórax y abdomen. Sus fibras motoras se originan en un núcleo de la médula oblongada y terminan en los músculos de faringe, laringe, vías respiratoria y corazón; esófago, estomago, intestino delgado, intestino grueso y vesícula biliar. Los impulsos que viajan por la fibras motoras generan movimiento de músculos esqueléticos, cardiacos y viscerales. Las fibras sensoriales del vago inervan en esencia las mismas estructuras que las motoras. A semejanza del glosofaríngeo incluyen fibras sensoriales que se originan en los propioceptores de músculos que inervan

El corte de ambos nervios en la porción superior del cuerpo interfiere con la deglución, origina parálisis de las cuerdas bucales e interrumpe la transmisión de sensaciones provenientes de muchos órganos.

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El Hipogloso: también es un nervio mixto. Sus fibras motoras tienen origen en un núcleo de la medula oblongada, atraviesan el hipogloso e inervan los músculos linguales; estas fibras transmiten impulsos relacionados con la articulación del lenguaje y la deglución. La porción sensorial del nervio hipogloso consiste en fibras que tienen origen en propioceptores de los músculos linguales y terminan en la medula; conducen impulsos relacionados con sensaciones musculares.

La lesión del hipogloso da como resultado dificultad para la masticación, articulación del lenguaje y la deglución. Al llevar la lengua hacia delante esta se desvía hacia el lado afectado mismo que experimenta atrofia.

Sistema Funcional del Lenguaje.

El concepto de Sistema Funcional del Lenguaje esta referido no a la localización de funciones cerebrales como los postulados por los modelos localizacionistas, sino a la ubicación de factores que interactúan en una función lingüística. Estos factores son de composición compleja y de funcionamiento variable. Por ejemplo, en la realización de un dibujo, participan áreas prefrontales que programan y que -al final- verifican el rendimiento práxico; áreas motoras que controlan directamente el movimiento de la mano; áreas visuales; áreas parietooccipitales necesarias para un buen manejo de relaciones espaciales y muchas otras.

Luria describe tres unidades cerebrales importantes que intervienen en cualquier forma de actividad superior. Una unidad está relacionada con la regulación, activación y modulación de los impulsos nerviosos; la segunda obtiene, procesa y almacena información del mundo circundante y la tercera unidad está relacionada fundamentalmente con la programación y verificación de las operaciones cognitivas. Cada una de estas unidades de funcionamiento comprende varios órganos o áreas corticales, que en su conjunto constituyen un sistema neuropsicológico.

Primera Unidad Cerebral.

La primera unidad esta constituida por el sistema reticular activador que es un conjunto de fibras nerviosas que se extiende desde la médula espinal hasta el cerebro medio y la corteza cerebral, específicamente el sistema límbico.

Tiene como función la activación, la atención, el control, la memoria y la orientación temporal.

Segunda Unidad Cerebral.

La segunda unidad de elaboración comprende regiones corticales específicas en los hemisferios izquierdo y derecho, incluido el cuerpo calloso (Lóbulos parietal, temporal y occipital). La recepción sensorial y el análisis de datos se realizan en ambos hemisferios con objetivos diferentes. La organización espacial (dibujos y gestos) son función del hemisferio derecho, mientras que la simbolización y el lenguaje son del hemisferio izquierdo.

Tercera Unidad Cerebral.

La tercera unidad cerebral corresponde al funcionamiento cognitivo de orden superior (Planificación y Ejecución). Los lóbulos frontales y la corteza motora son los órganos implicados en la programación. Los lóbulos frontales están relacionados en la formación de ideas, los intentos conscientes y el habla interiorizada. Gran parte del lenguaje oral está controlado por la corteza motora y se modifica mediante un feedback que sirve para verificar y corregir la expresión lingüística. El área prefrontal del cerebro tiene conexiones con los demás sistemas y ejerce un control ejecutivo (programación, regulación y verificación de la información). Las áreas premotoras se ocupan de la melodía kinética del lenguaje.

Modelos de Procesos.

El modelo de Luria es uno de los modelos neurolingüísticos más extensos caracterizado por cuatro rasgos:

El modelo abarca todos los usos del lenguaje, es decir, comprensión, expresión, lectoescritura, denominación y repetición.

Es totalmente modular (ver teoría de la modularidad de la mente). Esto es, cada actividad lingüística está formado por subcomponentes. Además las diferentes actividades lingüísticas comparten estos subcomponentes, debido a ello es que la alteración de un subcomponente produce un trastorno en más de una actividad lingüística.

Los subcomponentes que sostienen las actividades lingüísticas se localizan en distintas áreas del cerebro. Debido a lo anterior es que

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cada función neuropsicológica es producto de la actividad coordinada de varios centros cerebrales.

En la mayoría de los casos cada función lingüística se relaciona con una actividad no lingüística ejecutada por la misma área cerebral.

Procesos de la Producción del Habla.

En la producción del habla participan los lóbulos frontales que elaboran los planes para el habla en general. Las lesiones frontales no alteran los aspectos intrínsecos del lenguaje sino la habilidad para iniciar el habla.

Procesos en la Denominación. En la denominación se requiere de percepción visual y habilidades de reconocimiento. Las áreas involucradas en esta función corresponden a la zona temporo-occipital izquierda. Luego del reconocimiento de la imagen a denominar se produce el acceso al nombre del objeto y la inhibición de palabras irrelevantes. A continuación se produce el análisis fonémico y se accede al sistema articulatorio para la pronunciación final de la palabra.

Procesos en la Repetición. En el proceso de repetición se requiere la discriminación de los rasgos acústicos y las formas fónicas de las palabras. Esta función la lleva a cabo la región temporal izquierda. La articulación está representada en la zona inferior de la corteza poscentral izquierda. Al final la zona inferior de la corteza premotora izquierda se encarga de la melodía cinésica del habla y de acciones motoras que permiten la fluidez del habla.

Procesos en la Comprensión Auditiva. En primer lugar se realiza el análisis fonémico (corteza de asociación secundaria del lóbulo temporal izquierdo). Luego se lleva a cabo el análisis léxico (región temporooccipital izquierda). En relación al análisis sintáctico-semántico, Luria identifica tres subsistemas implicados: la memoria verbal, la disposición lógica y el análisis activo de los elementos significativos. La comprensión de una oración no sólo requiere la retención de sus elementos individuales, sino también la síntesis simultánea de estos elementos en una disposición lógica.

Por último es importante agregar que los lóbulos frontales participan en todos los procesos mencionados, como regulador de la conducta y programador de las acciones.

Por favor señoritas y jóvenes no olviden repasar el resumen de las afasias que se encuentra anexado al presente documento.