Ñe'ery

82
Mauricio Schvartzman ñe’ery

Upload: h2o-amengual

Post on 06-Mar-2016

216 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Ñe'ery de Mauricio Schvartzman

TRANSCRIPT

Page 1: Ñe'ery

1Mauricio Schvartzman

ñe’ery

Page 2: Ñe'ery
Page 3: Ñe'ery

1

Mauricio Schvartzman

ñe’ery

Page 4: Ñe'ery

2

Colección Poesía, 40

© Mauricio Schvartzman

Page 5: Ñe'ery

3

Introdución

Texto simulado. La puesta en valor de los Museos Históri-cos es una forma de intentar volver a escribir sobre los blancos muros con las agujas del tiempo nuestros propios pasos, desde aquella primera Casa-fuerte levantada en la bahía de los Carios, los enfrentamientos comuneros, los levantamientos indígenas, las luchas por la independen-cia, la cruenta Guerra del 70, hasta la turbulenta recon-strucción de la posguerra.(Por Gloria Muñoz Yegros, Directora General de Patrimo-nio Cultural)El sencillo y austero patrimonio histórico y cultural que constituyen las construcciones se condicen con la forma de vida igualmente sencilla y despojada de sus moradores originarios, en ellas no se evidencian grandes diferencias entre los modos y usos del señor o el hacendado y la gente común o los campesinos, no obstante, puede apreciarse en el acervo que conservan algún objeto de refinado lujo, vestigios del aprecio hacia las obras artísticas y elementos que hacían al cotidiano vivir confortable.Esta característica distintiva se explica en la precisa asev-eración de Rafael Eladio Velázquez: “Era la antigua clase directiva colonial, de ascendencia criolla y mestiza, que entroncaban con los conquistadores y las indias guaraníes del siglo XVI y había sido protagonista, por dos centurias, de la insurgencia comunera, en ese proceso histórico que nos singulariza en América y que se identifica con la tem-prana conciencia nacional. Nunca constituyó una oligar-quía: era igualitaria, se hallaba permanentemente abierta al mestizo y al forastero, y en todo el Paraguay colonial no se conocieron apreciables diferencia de fortuna. El ‘sta-

Page 6: Ñe'ery

4

tus’ de español reconocido al mestizo paraguayo, desde la conquista -vale decir- su equiparación con el criollo, se ve ratificado por una Real Cédula del 31 de diciembre de 1662.”Pero esos gruesos muros encalados de rincones umbríos, de adobe y tacuarillas han albergado una historia siempre intensa, de pasiones exacerbadas o excelsas, de glorias y miserias, de triunfos y tragedias. Una historia de pasos implacables, sin reposo ni reparo en la sangre, una histo-ria que demanda incesante a sus protagonistas el sacrificio y es mezquina a la hora de otorgar sus glorias, descripta con certera agudeza en la pluma del escritor Juan Bautista Rivarola Matto “…Nuestra historia es triste, pero no es una triste historia. Es la historia grande de un pueblo acosado por la adversidad”.Los siete museos históricos fueron moradas de la historia, abrigo de su tumultuosa intemperie y desasosiego, desde el período colonial hasta el republicano de posguerra.El Museo Casa Oratorio Cabañas y el Museo Yegros, esce-narios de las luchas comuneras y de los enfrentamientos con los Jesuitas, lo fueron igualmente en la defensa ante la invasión de Belgrano y no se salvaron de la devastación de la Guerra contra la Triple Alianza. En la distante Pilar, el museo de su antiguo Cabildo es un homenaje a una de las instituciones más preciadas e importantes de nuestra na-cionalidad. El Museo Dr. Francia, en la antigua Yaguarón, pueblo de indios y de encomenderos, atestigua los matices de la actividad colonial. El Museo Casa de la Independen-cia, emblema de la Revolución de Mayo, tras sus puertas cerradas de apacible apariencia doméstica, encendía por

Page 7: Ñe'ery

5

las noches la pólvora de la rebelión. Campamento Cerro León, baluarte del poder bélico durante la Guerra Grande y, finalmente, el Museo Bernardino Caballero, la cita obligada de los actores de la política de fin del siglo XIX y principio del XX.La revitalización de los Museos y la conciencia de no-sotros mismos que despierta, es una tarea de destacada relevancia que realiza la Secretaría Nacional de Cultura a través de la Dirección General de Archivos, Bibliotecas y Museos.La puesta en valor de los Museos Históricos es una forma de intentar volver a escribir sobre los blancos muros con las agujas del tiempo nuestros propios pasos, desde aquella primera Casa-fuerte levantada en la bahía de los Carios, los enfrentamientos comuneros, los levantamien-tos indígenas, las luchas por la independencia, la cruenta Guerra del 70, hasta la turbulenta reconstrucción de la posguerra.(Por Gloria Muñoz Yegros, Directora General de Patrimo-nio Cultural)El sencillo y austero patrimonio histórico y cultural que constituyen las construcciones se condicen con la forma de vida igualmente sencilla y despojada de sus moradores originarios, en ellas no se evidencian grandes diferencias entre los modos y usos del señor o el hacendado y la gente común o los campesinos, no obstante, puede apreciarse en el acervo que conservan algún objeto de refinado lujo, vestigios del aprecio hacia las obras artísticas y elementos que hacían al cotidiano vivir confortable.Esta característica distintiva se explica en la precisa asev-

Page 8: Ñe'ery

6

eración de Rafael Eladio Velázquez: “Era la antigua clase directiva colonial, de ascendencia criolla y mestiza, que entroncaban con los conquistadores y las indias guaraníes del siglo XVI y había sido protagonista, por dos centurias, de la insurgencia comunera, en ese proceso histórico que nos singulariza en América y que se identifica con la tem-prana conciencia nacional. Nunca constituyó una oligar-quía: era igualitaria, se hallaba permanentemente abierta al mestizo y al forastero, y en todo el Paraguay colonial no se conocieron apreciables diferencia de fortuna. El ‘sta-tus’ de español reconocido al mestizo paraguayo, desde la conquista -vale decir- su equiparación con el criollo, se ve ratificado por una Real Cédula del 31 de diciembre de 1662.”Pero esos gruesos muros encalados de rincones umbríos, de adobe y tacuarillas han albergado una historia siempre intensa, de pasiones exacerbadas o excelsas, de glorias y miserias, de triunfos y tragedias. Una historia de pasos implacables, sin reposo ni reparo en la sangre, una histo-ria que demanda incesante a sus protagonistas el sacrificio y es mezquina a la hora de otorgar sus glorias, descripta con certera agudeza en la pluma del escritor Juan Bautista Rivarola Matto “…Nuestra historia es triste, pero no es una triste historia. Es la historia grande de un pueblo acosado por la adversidad”.Los siete museos históricos fueron moradas de la historia, abrigo de su tumultuosa intemperie y desasosiego, desde el período colonial hasta el republicano de posguerra.El Museo Casa Oratorio Cabañas y el Museo Yegros, esce-narios de las luchas comuneras y de los enfrentamientos

Page 9: Ñe'ery

7

con los Jesuitas, lo fueron igualmente en la defensa ante la invasión de Belgrano y no se salvaron de la devastación de la Guerra contra la Triple Alianza. En la distante Pilar, el museo de su antiguo Cabildo es un homenaje a una de las instituciones más preciadas e importantes de nuestra na-cionalidad. El Museo Dr. Francia, en la antigua Yaguarón, pueblo de indios y de encomenderos, atestigua los matices de la actividad colonial. El Museo Casa de la Independen-cia, emblema de la Revolución de Mayo, tras sus puertas cerradas de apacible apariencia doméstica, encendía por las noches la pólvora de la rebelión. Campamento Cerro León, baluarte del poder bélico durante la Guerra Grande y, finalmente, el Museo Bernardino Caballero, la cita obligada de los actores de la política de fin del siglo XIX y principio del XX.La revitalización de los Museos y la conciencia de no-sotros mismos que despierta, es una tarea de destacada relevancia que realiza la Secretaría Nacional de Cultura a través de la Dirección General de Archivos, Bibliotecas y Museos.

Page 10: Ñe'ery

8

Page 11: Ñe'ery

9

ñe’ery

Page 12: Ñe'ery

10

hombre al fondo surgiendo del nombre inclusola palabra alarga el alma y se diluyeen el tiempo de él nacido

Page 13: Ñe'ery

11

blanca luz blanca de origen se expande en la oscura esfera del tiempo que fluye el mundo brota del oscuro fondo rebrota abre sus fuentes sus caparazones de tierra se quiebra

Page 14: Ñe'ery

12

gotas de agua en las quebraduras de la tierra el tiempo se desliza por las profundidades húmedas gotas de tiempo suben por mis raíces surcan los tallos más débiles delinean los ríos del follaje brotan del tiempo se desploman

Page 15: Ñe'ery

13

y reposa la vida entre nosotros duerme en la catástrofe del mundo en la inmensidad del corazón del hombre ya todo fluye entre nosotros entre las manos y el cosmos entre el fuego y la muerte ya todo fluye el odio y las blancas plumas de las aves salvajes la alegría y los colmillos atómicos del tigre de barro el pensamiento y la miel que derraman las abejas mi muerte innecesaria antes de haber sido mi muerte inefable porque existo y pienso ñe’ery ñe’ery fluye el alma se hacen las palabras

Page 16: Ñe'ery

14

se hacen de las quebraduras de la dura quiebra del vacío de la siembra del azar en el tiempo se hicieron las largas cuentas de palabras en una noche con estridencias un grillo tres grillos una multitud grillosa que gritaba el temprano olvido de no haber sido nadie en el azar de las palabras solo yo mi propia multitud sabía que estaba

Page 17: Ñe'ery

15

sólo del olvido se hicieron las palabras se doblaron se tomaron se arrojaron contra los violadores de la esperanza se alzaron quedaron albas como el hierro en la fragua se enalbaron contra los culpables de olvidar al hombre que no cesa que apalabrado fluye incesantemente

Page 18: Ñe'ery

16

y que en la fluida traspalabra reposa la lucha entre nosotros late en la catástrofe del mundo sube por las raíces más hondas surca los tallos más débiles libera la palabra del esclavo troza la afluente palabra las multitudes que levantaban sus puños contra el amo allí estaban

Page 19: Ñe'ery

17

mis poetas también estaban guardaron las palabras y por ellas nos reconocimos en el espejo del trabajo de los hombres las venas latientes de la soledad de Manuel Ortiz Guerrerodesordenaron las palabras que tomé del árbol plantado en la tierra del hombre que sueña contra el azar de vivir soñando contra el canto contra el filo contra la ardiente cal del muro de las palabras

Page 20: Ñe'ery

18

en las zonas tórridas de la imagen desde donde parte el tiempo Rubén Bareiro Saguier en los lejanos campos de trigoen el presentido barlovento de los maresen las uvas torrencialesen la contracal de la carta al amigoen la libertad de liberada barda que duele en el amor que estalla se arrumba por la costa estalla contrasiembras

Page 21: Ñe'ery

19

en la libertad que perduele Carlos Villagra Marsal y que se reparte en las voces de la rebeldía en las espadas de los capitanes populares en el reparto altivo tuve la memoria del tiempo del compromiso del día siguiente que habrá de señalar a los culpables de la ardiente muerte del que pelea en donde rota de estanques crece la historia

Page 22: Ñe'ery

20

acaso Elvio Romerode los nervios de la maderahizo la mano del santeroque habrá de tallar la cruz definitiva de John bajo el viento se repartieron mis poetas la voz de las quebraduras del silencio

Page 23: Ñe'ery

21

¿qué rastro silente cierra el puñocuando el tiempo fluyeen la palabra escritaen el papel sorprendido? ¿qué rostro dolido del hombre surge desde el fondode la luz caramelo del fuego hurtado por el amo? ¿qué brotes de sombra de mi mano se enrollan tensas de lucha en mi palabra?

Page 24: Ñe'ery

22

el rastro del tiempo que aquietaen mis estanques tu pelo móvil cuando te desarmo los brotes del espacio que nos envuelveen el encierro y el tormento y una vez la idea envuelta y otra vez más la voz envuelta

Page 25: Ñe'ery

23

los brotes de sombra de mi recuerdo huido a salvo están en mi palabra porque solamente son mis recuerdos y la vida que se desliza la vida se desliza irremediablemente hacia la profundidad del orden de la naturaleza ahora comprendo mi muerte vertiginosamente inmóvil inútilmente ausente alejándome del punto inicial del universo ¿por qué entonces mi atrasada nostalgia?

Page 26: Ñe'ery

24

y por ella comprendo la vida en la cáscara de febreroblanca de sal encontré sus huellas y mi canto la estuvo llamando jugarse por el esclavo se hizo universal necesario inefable se hizo del barro de los alfarerosdel viento de los albañilesdel agua fría que dejan correr las lavanderasde las líneas que dejan los pájaros cuando vuelven de los barcos que llevan el nombre de la mujer amada del alba de los carreteros del dolor del encierro de la herrumbre que desengaña la inmovilidad del tiempo de los muertos de las revoluciones

Page 27: Ñe'ery

25

del tiempo que fluye tomó la contienda su nombre del nombre de las prisiones que estallan del tiempo brota el desnudo el claroscuro las sensaciones la muerte irremediable del amo la libertad inefable de los que empuñan el martillo y el arado y en el tiempo reposan mis manos y la calentura de mis delirios

Page 28: Ñe'ery

26

una gota de mi delirioen el agua del estanque

- las ondas concéntricas se expanden - la tarde se llevó el jamón y el vino - yo me saqué los zapatos - bajo el ventilador nos miramos - al día siguiente corrió mi voz por los alambres del teléfono se delineó el horizonte con carreteras y fundiciones se extendió el océano con el sudor y la saliva y creamos la vida en serio os digo creamos la vida creamos la vida que nunca tuvo comienzo porque Dios estuvo en otra parte ni tendrá final porque creemos en nosotros

Page 29: Ñe'ery

27

del delirio salieron volando los pájaros artes de pájaros el arte de hacer volar las palabras de colgarlas del cielo de llenarlas de arena o de preguntas a la vida de nombrarme pajarero en el silencio y el movimiento en el viento y en el recuerdo que guardo del héroe en el vuelo de cristal de los pájaros del estero como una palabra que huye de mi propia muerte de mi esperanza errante en el puro hombre de mis pájaros de Neruda en mi Pablo mismo el volar errante de mis palabras

Page 30: Ñe'ery

28

de las figuras que dibujan los pájaros con tus retornosyo retengo las palabrasque te nombranapenas oscurecidas por el sol cuando se desmayan en las sábanas de la sombray las retengopara cuando llegues a los espacios de tu casaque guardan las marcas de tus pies descalzos y tomes este papel doblado en dos en cuatro en ocho partes y leas esto mismo que fue escrito para que otros guarden mi alma en sus arcones fantásticos que no dice nada importante y sin embargo es un poema que fluye y se derrama gota a gota sobre las ciudades que duermen y se llenan de palabras

Page 31: Ñe'ery

29

las ciudades que fui abandonandomientras dormían sobre las veredas del ríoy de las que retuvesolamente su viejo puente es el puente el que siempre permanece es uno el que pasa como el agua bajo el puente y se dobla en los remolinos se reparte en las orillas se pierde allá lejos con sus reflejos

Page 32: Ñe'ery

30

el viejo puente siempre queda

ni el tiempo que lo acuarela ni el ruido que no lo despierta podrán conmover sus profundas piedras

el viejo puente es lo que queda el agua pasa quién me espera

Page 33: Ñe'ery

31

quien me espere vendrá de la arena de las grandes piedras del aroma de la sal de la soledad de los mares redonda carnal salida de los huecos de la tierra entre sus rodillas hincadassobre las lenguas del agua encontraré al hombre que quiso ser pez espuma espejo en el mar que la desnuda bajo el viento lleno de salitre yace el hombre que la libertad inventa

Page 34: Ñe'ery

32

el tiempo pasa borrando al tiempo en sus remolinos se alzan mis brazos

a la tarde cuando suenan las cincoel tiempo tiene unos ojos de canela a la noche cuando suenan las horas los remolinos del tiempo llenan de tierra mi cuaderno vacío cuando se arrima el viento fresco de la madrugada se abren mis brazos se multiplican las distancias y me quedo sin nada

Page 35: Ñe'ery

33

y por una vez me siento solo solo de estar contemplandolos caminos de verdes cautivos vegetales los secretos de nada contra todos solo de andar desandando mi camino con su vagabundo inefable

solo de marzo cuando llovizna

solo de soledad cuando llamo

Page 36: Ñe'ery

34

y hablo detrás de los muros de niebla de polvome voy con el tiempo sobrevivo insisto elijo formas equivalentesa lo que fue dicho lo digo libremente borrando demarcaciones llamo a los portones golpeo hago ruido con sus cadenasgolpeo con los puñoste grito que me abras que me dejes entrar que me des vino y reposo que me cantes que me seques la frente con tu mano que tu cuerpo debajo del mío contenga mi cansancio

Page 37: Ñe'ery

35

cierro los ojos y olvido lo que da vueltas alrededor míome instalo en las amplias habitaciones de mis deseo:me dejo arrastrar por las corrientes turbulentas de los ríos que me cruzany apenas percibo los ruidos exteriores el ruido de las hojas el crepitar de los incendios el canto de los pájaros las voces de la gente los motores los pasos que te invaden apenas siento el alientode lo que está fuera míoy siento crecer mis rumores interioresveo partir mis sueños correr mis criaturas

Page 38: Ñe'ery

36

y sin nadie que me diga nada ni me reproche me acerco te tomo la cara te traigo hacia mí intento descifrar tu mirada te acerco más aún aprieto tu tibieza delineo tu boca te acerco más aún y más me acerco y en una sola sombra tu boca abierta a mi locura me cierra los ojos abiertos al olvido

Page 39: Ñe'ery

37

entonces hice del vacío de las sombras de mis manos una figura nueva para las palabras que retornan tus hombros oscuros porque el sol los mira y el viento de las cosechas los quema tus hombros sin nada como la tierra bajo el cielo como el sol bajo el viento como el viento bajo el tiempo

Page 40: Ñe'ery

38

entonces puedo hacerte como un artesano hace sus criaturas desde el silencio de los elementos recortarte hundir mi cortaplumas en las venas de la madera marcar las líneas profundas de tu cuerpo de costado juntarte de la arcilla de los caminos modelar la forma de tus pechos con el calor de mis manos entonces libres pintarte con plumas blancas descubrirte claroscuros tersuras pliegos tonalidades que se pierden cubrirte recogerte lienzos y nylons sobre los vientos fuertes de tus desnudos

contemplarte

Page 41: Ñe'ery

39

salida de mis sueñostu sombra solitariase desliza por los bordes de la camay se extiende por el piso de ladrillo de mi celda oigo tu voz que me llega por la brisa del noreste que se mete por las rendijas de las persianas que cuidan mi sueño

sueño que te oculto con mi cuerpo de las luces que se filtran en la noche y de los ojos del carcelero y siento el dolor de tu encierroen las entrañas de mis palabras de mis palabras que agonizan al borde de tu cama

Page 42: Ñe'ery

40

y si brota de mis manos la palabra del odio del amo brota el brillo del sable y la garganta del niño abierta irremediablemente la muerte llorada desesperadamente la mano del socio del amo sobre las empuñaduras la charretera bien cosida sobre el acrisolado honor las botas que pisan en el derrumbe de la calle la garganta del niño más abierta ahora por el hambre por la propiedad privada el hongo atómico la garganta ya sin niño el oficio de tirar al blanco humano al negro al patriota al poeta de Soweto a las gargantas de los niños a los indios de las estancias de los extranjeros

digo el oficio de tirar al blanco humano

Page 43: Ñe'ery

41

y ahora me voy rompo el violín contra el odio de los hombres y medio vencido me acuerto con la muerte mal parida de las amantes del amo comandante en jefe esta noche me voy y hago míos como mis haberes más íntimos el tormento de la electricidad y del látigo el agua terrible de mi alma ahogada

Page 44: Ñe'ery

42

y me seguiré yendo enfrentando al odio mis puros recuerdos cuando entonces caminante dibujaba ventanas en las alturas de las ciudades o le cantaba al Calpean Star semihundido con sus fantasmas tirando al aire caído solamente gaviotas que nadie las puede inventar el Calpean Star de mis viejos recuerdos en el tormento de la pileta de las manos que interrogan de los enormes labios que cuentan los segundos que restan a la vida oh qué fantástico Calpean Star alguien gritando tu nombre en las piletas adiós habitantes de las celdas del mundo y de cualquier melancolía ya el agua está quieta ya no está sorprendida

Page 45: Ñe'ery

43

adiós tristezas que ya no presienten pero ya no habrá tristezas esta noche quedará girando José Asunción en su disco su Ñemitŷ a todo volumen cubriendo los profundos gritos de los hombres que denuncian los crímenes del amo y cuando el cansancio cotidiano el simple cansancio del látigo se derrume en el vientre de la muerte y me vaya durmiendo una vieja canción judía de la que no puedo olvidarme será el silencio una vieja canción judía será el último silencio

Page 46: Ñe'ery

44

desde el fondo del sueño del hombre naciendo del simple sueño de la agitación y del caos naciendo el simple hombre de la muerte del amo naciendo el hondo hombre naciendo desde la blanca luz la anhelada muerte del amo creo en el movimiento y en sus resultados en lo inevitable en la muerte y en el triunfo en lo posible y en los buenos propósitos en el odio que pasa borrando los labios del amoen la ley del desarrollo de la naturaleza y del hombre en el azar y en el pensamiento en la vida y en los puentecitos solitarios

Page 47: Ñe'ery

45

porque estoy hecho de vuelos de rastros de pisadas del trapo que cosía mi madre proletariay mi alma sólo existe por la organización de mi cuerpo creo en la materia y en las multitudes que hicieron el papel y el lápiz con que escribo mis poemas

Page 48: Ñe'ery

46

y desde el oscuro silencio del sueño vendrás con tu mameluco azul de obreroderribando con tu martillo cruces y santos inútiles

vendrás con los días difíciles que te cruzan con la herrería que golpea y crece con las tuercas girando en la basura y el aceite

vendrás desde el viento de las alturas de los rascacielos cuando suene el despertador a las cuatro de la mañana con tu perro de cara triste

vendrás cruzando el patio de todas las noches que tiene el molde de la ausencia y del hambre con el día atolondrado de tanto ruido y que no te pertenece con la noche cansada de tantos golpes y derribada de los andamios

Page 49: Ñe'ery

47

vendrás con las máquinas que incendian sus almas negras por las chimeneas con la sierra sinfín cortando tu vida siempre igual a mil revoluciones por minuto

vendrás con la dura moral de tu vida con tu inconfundible delirio de hombre normal y cotidiano

yo sé que vendrás a romper las cadenas del mundo estoy seguro que vendrás

por eso debo sobrevivir para defenderte

Page 50: Ñe'ery

48

para defenderte sobrevivo esta noche en el pozo del tormento en el brocal del calabozo tan hondo como el rastro de las vivas serpientes que rasga el látigo

esta noche comienza roturando sus campos

este encuentro cuando mi amor te pienso en el encierro mano contra mano soplo de tu viento contra mis dientes viento de este encuentro siempre nuevo sobre la tierra tendida recuperada cuando te veo y me despiertas

sueño contra tu sueño

Page 51: Ñe'ery

49

sudor nuestro de cada díamojando al silencio con su rectángulo y su almohadatu sudor contra mi manoy la tierra más pura de la nocheen los campos yermos del amo en los que me encierra contra mis elementos de la labranza

lejana aún la siembra de la palabra que aún anida

Page 52: Ñe'ery

50

que desnuda al infinito cuerpo de la noche el toro este viejo toro puntero

con mis patas delanteras raspo la tierrame acerco al corazón que golpearesoplo contra tu presencia hallada gloria de oler y embriagarme del celo ya florecido

tu olor se escapa por las cáscaras quebradas del mundo

Page 53: Ñe'ery

51

tu mano contra mi viento tu sed contra mi encuentrogloria de mi soplo contra tu sueño contra el calor de febrero la noche arrinconadatus pies contra las sábanas del encierro que nos enrolla contra la tierra mojada

contra tu sed calmada por mis aguas contra el vacío colmado por nuestro enredo contra el resoplo apagado contra mi cuerpo que se ha quedado ya casi vacío

gloria a los encierros que hemos vencido

viene amaneciendo

Page 54: Ñe'ery

52

lejos de la celdael tiempo se cae de espaldas se deshuesa

creo que una bandada de pájaros se pierde allá lejosy que la luz naranja ya quemó sus leños

estamos tú y yo y la sombra del cielo fugado

yo y el mundo que rodea al aguacero tú y la puerta de lapacho viejo

y nosotros que nos vamos quedando envueltos con los cuchillos y los panes de la cena y la piel de las frutas cubriendo la tierra que se hace nocturna

Page 55: Ñe'ery

53

mientras degüello el díamientras espero a las primeras sombras llenas de brujerías y encuentrosmientras golpeo golpeo golpeomientras ahuyento de aquí a la muertemientras un pesado portón que contiene a las muchedumbres se abre a las primeras sombrasmientras se va a pagando el cantomientras se van apagando las heridasmientras los incendios diarios se apaganmientras un viento fresco invade a las cosas que se apaganmientras se muere sin falta el día

que se muera el día mientras duermo

Page 56: Ñe'ery

54

y se enciende el sueño en sus inciensos tersos y en el sueño tenso del hastío de José obrero sueño que el trotamundos será mi maestro y saldré a las calles de combate a buscarlo con mis compañeros con la hermosa sombra de los patios que nos lastima con el calor de la siesta

y se nos derrame la iracundia del hambre las lanzas de los esclavos la sangre de Miguel Ángel asesinado bajo el viento el viento el viento el viento

Page 57: Ñe'ery

55

el tercio cruel del viento con Antonio desaparecido

desaparecido desaparecido del siglo del corazón desaparecido de la ventana del universo claro más claro más claro Antonio desaparecido

en el pecho del hombre en el vientre de la madre en la manita del hijo más pequeño

cese cese cese cese el viento cese Antonio tu viento ido

Page 58: Ñe'ery

56

veo pasar un muchacho con su viento de golondrina idabajar las persianas de alegría con la flor y la palomajuntando dolor contra ladrillorompiendo los trapos de no tener nadaescribiendo una protestaasumiendo el peligro de jugarse el peligro de vivir para todos la magnitud de transformar la vida para que la vida compañero de esta cierta celda ya nunca más sea peligrosa

Page 59: Ñe'ery

57

venimos del vientre de esta cierta celda somos del mismo origen de hombre y mujer de los balazos del silencio de la electricidad de las maderas que guardan a los pájaros del fuego que hace al tiempo del carbón que esconde la tierra del metal de la sal del almidón de la caña amarillenta y húmeda de los días que nos reclaman deudas y nostalgias somos del mismo origen de la imaginación que cubre la vieja voz de los vientosy que recorre la tierra con su cruz su estandarte su huracán y su alta lanza

Page 60: Ñe'ery

58

de lo hondo incierto venimosy aquiahora nos aherrojaron en los pasillos en los calabozos en las sillas de los interrogatorios nos arrojaron al hondo ahora

afuera recuperarán la fuerza de la luna caída darán la bienaventuranza al guerrero que se va y unas manos populares tocarán la frente caliente de mi mujer que está pariendo

frente a la sangre deformada porque ha dolido sangrar

aquiahora donde en sus cuencos nos dejaron para arrancarle a la esperanza sus vestidos con la espada desenvainada

¡pedí la palabra hermano!

Page 61: Ñe'ery

59

hermano de aquidentro recuerda cuando el sol se estaba acogotando cuando se hundía cuando quedó en el cielo un gran manchón rojotodos los hombres dejaron de transformar la tierra todo el silencio se vino de golpetodo el cansancio el sudor del trabajo la cabeza atolondrada el apetito sin horarios la mujer que te espera los charcos los hombres habían desaparecido se fueron con los colectivos con el día de las fraguas imbatibles

algunos se perdieron en la noche sin ser vistos en ninguna calleotros se sentaron a la mesa ancha del sindicato o a la mesa dura del partidoy desde allí comenzaron a construir de nuevo el mundo sus madrugadas la libertad y sus cosas

una bandera roja toda desplegada

Page 62: Ñe'ery

60

otros hombres alcanzaron las estrellasel coronel Komarov cosmonauta quebró sus luces que se prenden se apagan se prenden en su muerte al retorno a la tierra abrió los cuartos del sueño hizo pedazos nuestros mapas viejos hundió los pequeños mundos de nuestras islas recibió del corazón planetario su esperanza redonda del metal su crepúsculo del murciélago su altura de la noche cerrada su humedad amanecida del mediodía su cuchillo de la tarde su campana de bronce de los incendios del horizonte los días que rotaron en una sola mañana

el hombre habitó la estrella rompió el cielo del hombre lo dejó morir a Dios en su ignorancia desparramó el este el sur el norte el oeste lejos del viento de los pájaros del tren del océano tranquilo tan tranquilo como siempre

Page 63: Ñe'ery

61

está ardiendo contempla el confín del cosmosarde todo el tiempo el tiempo mínimo arde lo mínimo necesario para ver un rostro en las pausas de los resplandores arde el relámpago el relámpago ardido oh relámpago mío rescatado enaltecido arrancado de las historias oh fuego pequeño fuego fuego lenguas de fuego inocentes que me cerca con sus altas lenguas no ceses de arder enciende mi ruego fuego de marzo fuego de octubre fuego tizón de revoluciones no dejes de arder no ahora fuego de las mesetas de los horizontes cuando atardece quema fuego ardienta las llamaradas lenguas que el viento del fuego se agite y que el huracán del tiempo incendie las praderas

Page 64: Ñe'ery

62

en el patio desolado y triste de mi casa en la desolada casa de mis padres en el campo roturado de nuestras conversaciones en los momentos postreros del día en la ausencia de los que nos nombran en el triunfo de los pueblos que corren por nuestra sangre en nuestras carpetas rojas y azules en los dientes apretados cuando nos asalta la esperanza en el asalto a la libertaden el estampido del fusil de mis hermanos en el recuerdo de mis hijos que están lejos en el trabajo creador y en sus maravillasen los cuentos hermosos que se cuentan a los niños en los días que se espera y se aguanta en los fuegos en los incendios en las ruinas en el dolor en las victorias en las alegrías

en la sombra del almendro de Hernándezy en las tardes de aguacero de Vallejo

hallé los nombres que anidan mis pueblos

Page 65: Ñe'ery

63

los compañeros en sus cuartos selladoscantan en círculos miran sin palabras

sus manos labran corazones de hueso y en la ocurrida paciencia de la artesanía carcelaria los retazos de maderas oscuras se juntan crecen desde los colgajos del cuento y de algo digo así nomás de algo ya que no creo en nada prende la forma

Page 66: Ñe'ery

64

la hora del ocio carcelarioes una cacerola interminable colgada de las paredes sucias penduleando en su vuelo pesado suspendido asido de una mariposa mecánica

¿qué es aquí una hora? ¿la lengua del tiempo? ¿el ojo del minuto? ¿los viejísimos abuelos de cronos?

a veces puede ser el suceso de mirarlos accidentes de mi piernay eso transcurre transcurre transcurre por los rieles insomnes del ferrocarril de los viernes

¿por qué del ferrocarril de los viernes? quita palabra artera el destiempo de tus ideas

Page 67: Ñe'ery

65

también ocurre a vecesque los pesados badajos del ocioson mi propia reflexión colgada de los pantalones rotos de los fantasmas sin tiempo

Page 68: Ñe'ery

66

los oficios carcelarios son vagones chirriados rememunerados cualicuaficados extrañados ofidioficios de sus espectros

ahí pasan tras los barrotes de sus confesos miedos

El Mirador pasa con la cabeza torcida y con un solo ojo cuida diente por diente

El Preguntador pasa en diagonal y al preguntar se atraganta su boca en la quijada

El Acompañador pasa de atrás siempre de atrás olfatea bajo y orina contra los postes

El Llaveador pasa aleteando y olvida su sombra en el aire metálico

El Mandador chorrea sus humores en el cielo oscuro de la noche y pasa volando con los murciélagos del mango

El Flagelador pasa asido a los abismos y lleva colgando sus ojos del ombligo

Page 69: Ñe'ery

67

en el día de la visita carcelariami amor sonríe con permiso de la autoridad

apenas su carne la profundidad de su bocason una presencia aclimatadaque se ubican pegadas a mis costillas

mi pequeñísima hijame mira desde muy lejos pues ese día yo vengo no sé de qué polvorientos países trayendo estancias interminables temporadas de vientos detenidos

mi madre llora a vecespero no hay que perder las esperanzas dice mi padre imaginariamente

y al fin de todo al fin del día como si se estuviera velando a un abuelo un beso mínimo adiós y algo queda aprisionado en el fresco olor de la mañana tan inocente

es cierto que esto ocurrecon permiso de la autoridadde nueve a dieztodos los martes

Page 70: Ñe'ery

68

a la cocinera carcelaria le nombramos Ramacán por puro capricho

Ramacán tienen en la boca gusto a banana

cuando llega a los corredores siempre fregados los guardianes le dicen groserías y Ramacán le dice cosas también como si quisiera o como si no quisiera y se abre paso gira arrastrar los pies y su cuerpo es el pimiento que hace cantar a los deseos de los pobres infelices

Oh Ramacán no eres nada no eres nada no eres completamente nada

Page 71: Ñe'ery

69

quedan figuras de hombres tan palabras rasgadas adentroen los muros sellados

tienen cumpleaños pañuelos de colores y una oscuridad que se come a los ángeles

quedan figuras del tiempoy no se le cuelgan los días uno por uno rasgaron al tiempo

quedan los contenidos del hombreque han venido venciendo a los pequeños mundosy a las piedras de las palabras que ya no se dicen

¿quién puede ocultar el silencio de la respiración o el cansancio de volar adentro?

se cruza el mundo redoblando campanas y pateandoy las horas siempre vuelven al mismo sitio llenas de espacios únicos inalcanzables iluminadas por la luz fluorescente que nunca se apaga

espacio espacio nuestro tan inagotable como la ausencia

cómo lastimas

Page 72: Ñe'ery

70

venir llegandoencontraresperar el ruido la distancia la distancia del cuándola sombra de venir llegandola noticia el color el agua el giro de las cosas las cosas que vienen creciendo amontonando con sus formas sus movimientossus espacios para tan poca cosa sus grandes espaciospara estar para dejarse estar para no dejarse para atarpara no sufrir por lo menos para no estar en silencio y seguirseguir yendo a dóndeporque retorno porque vuelvo porque giro porque gritoporque tampoco gritoporque empiezo a estar dónde empiezo a estara salir por donde nada sale dónde nada salecomienzo a decira tomar a crecera sentirme cómo a sentirmea sentir que algo empieza asítansencillamente

Page 73: Ñe'ery

71

y de prontosoy un animal pura naturalezagruño gimo resoploaraño la tierra y retrocedo para dar el embate finaldefiendo a las hembras al rebañoa la vida y a la muerte a la procreaciónraspo la tierra con mis patas delanteras el aire se alarga se arrugahundo la tierraaraño rasgo voy a saltarmiro a la muerte son puras intuiciones de animal con el cuero cortando golpeado clavado en la mitad del día en la mitad de la medianoche en la mitad de la tortura en la mitad del cansancio de la tortura en el celo en la ausencia miro de lejos me voy arrimando al látigo al garrote a las cadenasabro la boca para morder para clavar mis colmillos y vomitar mi saliva y mis odios desvestidosme van llevando hasta donde termina la vida aquí en el brocal de la pileta comienza la nada vomito y lucho por todo la procreación el rebaño la hembrasoyuntoroacosadouncaballodelsurunjabalíoscuro [losanimalesdeloscuentosherido mortificado olvidadoresoplo y voy a saltarlos muros de las prisiones del mundo

Page 74: Ñe'ery

72

aquí está el campo de batalla la muerte deberá comenzar su tarea al este al norte están las copas de triunfo al sur trago al airehe revisado vereda por vereda si están en su sitio los hierros el algodón y los animales al oeste la soledad está alineada y la inteligencia con sus ampollas y los compañeros ¡viban los compañeros! cierran los puños con sus bolsillos rotos en las primeras horasenfrente unas enormes máquinas consumen voltios brazos abortos resinas ácidos el poroto de la cena buena suerte antes de morir peleando descansa compañerocon todas tus ganas de buen proletariomira como está clareando al oeste donde muere la muertehoy habrás de pelear serás la muchedumbre dejarás tu sangre y tus hijos serás inmensamente libre y te odiarán los borrachos de whisky defiende tu corazón de hombre buenosalva tu derechoa teneruna maravilla

Page 75: Ñe'ery

73

habrá que cruzar el campo extenso esta nocheencender linternas de barcospreparar avíos secarse la frente cruzarquiere decir abandonar un punto de salida puede ser una aldea con su pueblo puede ser una habitación una cama íntima una compañera una hija cruzar esta noche puntualmente quiere decir estar llegando a un punto final un destinopuede ser un puerto con marineros borrachos y música de acordeonespuede ser una mañana bien temprana una esperanza antigua un compañero que viene cruzando el alba

Page 76: Ñe'ery

74

te alejas de tu casa amontonando días sobre otrosy regresas con tu misma figura y tus preocupaciones ¿sirve el tiempo que se mide con tus brazos? ¿sirve el tiempo de las avesque habrás de medir con tus años cubiertos de carbón y con los minutos de tu vida marcados en tarjetas de asistencia? ¿a quién sirve tu pieza con su palangana y su mesita de luz frente a la estación del ferrocarril con su paisaje de madrugadas siemprevivas y su cantito olvidado descuidadamente por algún vagabundo? ¿a quién sirven tus sueños colgados detrás de la puerta en una percha vieja? no bastarán sirenas ni salarios para doblegarteacércate a las comisas del alba y contempla el fuego que avanza mientras huyen los pájarosbaila con tu música estruendosa al compás de las matricesque funden años y años enhebrados de manos y venas de acerorompe y modela y martilla tu embravecida mar de nafta y cemento y contempla tu creación y salvarás tu canto para siempre

Page 77: Ñe'ery

75

el viento vino por la lunay se fueron juntospara armar el panal de las abejas el Dios del jabalípuso los caminitos de barrole echó un poco de sal a los barrerosy mandó a sus hijos arqueros a cazar el chancho y el ciervo la lluvia y el frió juntaron pajas tierra bien pisada y un lugar alto para el tapyî enfrentando al viento

Ñanderuvusu pensó en las hormigas y el oso hormiguero en el aleteo de las alas y en los pájaros en el ykua y en el mandil travieso y creo el ybyguazu al mismo tiempo que a los hombres la siembra y el rozadolos cuentos que rodean las fogatas del inviernola mano con la mano el hijo con la madre el arco y el cestotodos se juntaron y el tekoha floreció como el tajy y el cocotero un día llegó un jaguareté cerveceroy con sus garras de lata de cervezase comió todoel ybyguazuel tekohael tapyîy hasta al oso hormiguero

Page 78: Ñe'ery

76

Page 79: Ñe'ery

77

Page 80: Ñe'ery

78

hombre al fondo,blanca luz,gotas de agua,y reposa la vida entre nosotros,se hacen de las quebraduras,sólo del olvido se hicieron las palabras,y que en la fluida traspalabra,mis poetas también estaban,en las zonas tórridas de la imagen,en la libertad que perduele,acaso Elvio Romero,¿qué rastro silente cierra el puño?el rastro del tiempo que aquieta,los brotes de sombra,y por ella comprendo la vida,del tiempo que fluye tomó la contienda su nombre,una gota de mi delirio,del delirio salieron volando los pájaros,de las figuras que dibujan los pájaros,las ciudades que fui abandonando,el viejo puente siempre queda,quien me espere,el tiempo pasa borrando al tiempo,y por una vez me siento solo,y hablo detrás de los muros,cierro los ojos y olvido lo que da vueltas,y sin nadie que me diga nada ni me reproche,entonces hice del vacío de las sombras de mis manos,entonces puedo hacerte,salida de mis sueños,y si brota de mis manos la palabra,y ahora me voy,

Indice

Page 81: Ñe'ery

79

y me seguiré yendo,adiós tristezas que ya no presienten,desde el fondo del sueño,porque estoy hecho de vuelos,y desde el oscuro silencio del sueño,vendrás con las máquinas que incendian sus almas ne-gras,para defenderte sobrevivo esta noche,sudor nuestro de cada día,que desnuda al infinito cuerpo de la noche,tu mano contra mi viento,lejos de la celda,mientras degüello el día,y se enciende el sueño,el tercio cruel del viento,veo pasar un muchacho con su viento de golondrina ida,venimos del vientre de esta cierta celda,de lo hondo incierto venimos,hermano de aquiadentro,otros hombres alcanzaron las estrellas,está ardiendo,en el patio desolado y triste,los compañeros en sus cuartos sellados,la hora del ocio carcelario,también ocurre a veces,los oficios carcelarios son vagones chirriados,en el día de la visita carcelaria,a la cocinera carcelaria le nombramos,quedan figuras de hombres,venir llegando,y de pronto,aquí está el campo de batalla,habrá que cruzar el campo extenso esta noche,te alejas de tu casa amontonando días sobre otros,el viento vino por la luna,

Page 82: Ñe'ery

80