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ÍNDICES DE LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ NAYARITA DE 0 A 12 AÑOS EN EL CONTEXTO NACIONAL (E INTERNACIONAL)
Texto publicado en La Gaceta de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos para el Estado de Nayarit, Número 8, 2007
INTRODUCCIÓN.
Que todas las mexicanas y todos los mexicanos ejerzan su derecho a vivir una vida digna y
plena desde el comienzo es el sueño o la utopía desde la cual el Observatorio Ciudadano de
Políticas de Niñez, Adolescencia y Familias y UNICEF han elaborado los Índices de los Derechos
de la Niñez Mexicana constituidos por indicadores cuantitativos que permiten medir el grado de
cumplimiento de algunos derechos prioritarios de las niñas, niños y adolescentes reconocidos y
legislados en nuestro país.
El hacer cuantificable y comparable realidades que en primera instancia desbordan la
cuantificación y son inconmensurables constituye un proceso complejo e inevitablemente
reductor que, sin embargo, ha hecho posible lo que hubiera sido prácticamente imposible sin
esa transformación: medir el grado de cumplimiento de derechos de uno de los sectores más
vulnerables de la sociedad que puede servir de termómetro de la eficacia de las acciones
gubernamentales y de la misma sociedad en su conjunto desde un punto de vista altamente
significativo, el de las niñas, niños y adolescentes.
Si consideramos que la legitimidad de un sistema social está estrechamente ligado al
reconocimiento y a la aplicación práctica de los derechos humanos y que éstos constituyen el
parámetro clave del desarrollo civilizatorio de los grupos humanos podremos darnos cuenta de
la importancia de los resultados de los índices de los derechos de la niñez mexicana y de la
niñez nayarita en el marco amplio de la niñez en el mundo.
El objetivo de este artículo consiste precisamente en lo que se acaba de mencionar: en
analizar algunos de los resultados de los índices de los derechos de la niñez mexicana —de los
índices de la niñez mexicana de 0 a 5 años y de los 6 a los 12 años cuyos resultados han sido
ya publicados— centrando la atención en nuestro estado y ubicándolo en el entorno mundial,
con el fin de conocerlo y esbozar algunos aspectos que pueden requerir de una mayor
precisión y profundización, así como algunas pistas de acción posible en el ámbito de la acción
gubernamental, de la sociedad organizada y, en última instancia, de todos los que formamos
parte de ella y que con nuestro cotidiano quehacer sembramos lo que cultivaremos
posteriormente. Así, el avance en los resultados del índice significa la siembra colectiva de
acciones de mayor respeto y promoción de los derechos de la niñez; el retroceso en los
mismos, acciones violatorias de los mismos.
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Si este escrito logra contribuir de alguna manera a que los índices mejoren, habrá cumplido su
cometido vital.
LOS ÍNDICES.
Los índices son “indicadores que permiten medir el grado de cumplimiento de los derechos
humanos prioritarios en cada etapa de la vida de las niñas, niños y adolescentes […] El IDN (0-
5) para la primera infancia que va de 0 a 5 años. El IDN (6-12) para los niños y niñas desde
los 6 hasta los 12 años. El IDN (13-18) para adolescentes de 13 a 18 años”.[1]
Estos indicadores permiten construir medidas sintéticas para poder tener una visión integral de
la situación y un seguimiento de los cambios a lo largo del tiempo y gracias a que se calculan
para cada entidad federativa y se actualizan anualmente, permiten ver el avance del país en su
conjunto y de cada uno de los estados en particular.
El índice IDN (0-5) incluye tres derechos fundamentales: el derecho a vivir, el derecho a crecer
saludable y el derecho a la educación; el índice IDN 6-12, a su vez, analiza el cumplimiento en
relación con el derecho a la vida, el derecho a la educación y el derecho a vivir sin maltrato ni
violencia.
El cumplimiento de los derechos en el índice IDN (0-5) se evalúa a partir del número de
muertes de niños y niñas menores de 5 años, la mortalidad de las mujeres por causa del
embarazo en el caso del derecho vivir; mediante los datos del bajo peso en relación con la
edad y la mortalidad por desnutrición en relación con el derecho a crecer saludables y con la
asistencia al preescolar de niños y niñas de 5 años y el analfabetismo de las mujeres por ser
un factor que incide de manera significativa en la educación de los hijos en cuanto al derecho a
la educación.
Por su parte, el cumplimiento de los derechos en el índice IDN (6-12) se calcula con base en el
indicador de muertes evitables causadas por enfermedades que se pueden evitar, diagnosticar
a tiempo o ser tratadas exitosamente para el rubro del derecho a la vida; el cumplimiento en
cuanto al derecho a la educación se basa en la asistencia a la escuela, en los datos del rezago
y de la eficiencia terminal; el derecho a vivir sin maltrato ni violencia sólo considera la
expresión última que es el homicidio y los accidentes mortales.
La escala de los índices va del 0 al 10. El 0 corresponde al peor dato obtenido en el primer año
evaluado (1998) en cada uno de los rubros y el 10 al cumplimiento pleno en relación con cada
uno de los derechos lo que significaría que no hubiera niños muertos menores de 5 años, que
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no muriera ninguna mujer por causa del embarazo; que no hubiera niños con bajo peso en
relación con su edad; que no hubiera niños de 6 a 12 años que murieran por causa de alguna
enfermedad evitable, por homicidio o por accidentes evitables; que no hubiera mujeres
analfabetas; que todos los niños y niñas ingresaran a la escuela a los cinco años, que no se
rezagaran y que no desertaran antes de concluir su educación primaria.
Las metas del índice, sin embargo, tratan de ser realistas al proponerse alcanzar un 7.45 en
2010 pretendiendo, eso sí, que no haya retroceso al deslizar el 0 en la medida que los
indicadores vayan mejorando.
LOS RESULTADOS A NIVEL NACIONAL.
5.71 fue el resultado nacional del índice IDN (0-5) 2003 y 6.53 el resultado del índice IDN (6-
11) 2003.[2] Como se puede apreciar desde un primer acercamiento, el cumplimiento de los
derechos prioritarios evaluados es mejor en la denominada edad escolar que en la primera
infancia. Sin embargo, la comparación no puede ser tan simple porque los derechos evaluados
no son exactamente los mismos lo que no invalida totalmente la afirmación antes expuesta y
que expresa llanamente los resultados generales de los índices.
De acuerdo con las bases de datos correspondientes, encontramos que los resultados del IDN
(0-5) 2003 provienen de datos de 25 niños de cada 1,000 niños nacidos murieron antes de los
5 años (10 de ellos por desnutrición) y 6.5 mujeres por complicaciones relacionadas con el
embarazo y el parto por cada 10,000 niños nacidos; de porcentaje cercanos al 7% de niños
con bajo peso para su edad; de un 10% de mujeres analfabetas y un 14.2% de niños y niñas
de 5 años que no asistieron a la escuela. En el caso del índice IDN (6-11) 2003 la tasa de
mortalidad por enfermedades evitables o tratables es 6.6 por cada 100,000 y la de mortalidad
por causas externas (accidentes, violencia y otras) de 10 por cada 100,000; la inasistencia
alcanza apenas un 0.5%, la ineficiencia terminal un 11.3% y el rezago un 32.2% que significa
que cerca de 3 de cada diez niños no cursan el grado escolar que les corresponde de acuerdo a
su edad.[3]
Ahora bien, una mirada a través del período cuyos datos se analizan en los índices, permite
constatar un avance desde el 4.98 de 1998 al ya mencionado 5.71 de 2003 en el índice IDN
(0-5) y del 5.06 de 1998 al 6.53 en 2003 para el índice IDN (6-11).
Nuevamente con la ayuda de las bases de datos podemos darnos cuenta que ese avance
significa pasar de 31 niños muertos antes de los 5 años a 25 por cada mil (de 17 a 10 por
desnutrición) de 8.4 a 7 niños de cada cien con bajo peso para su edad; de 22.7 a 14.25 en
cuanto a asistencia a la escuela de niños con 5 años cumplidos y de 10.9 a 10 en relación con
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el analfabetismo materno. Llama la atención, sin embargo, el retroceso en cuanto a las
mujeres muertas por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto que había
descendido hasta 5.9 por cada 100,000 en 2001 y que en 2003 alcanzó a 6.5. En cuanto al
índice IDN (6-11) en relación con las muertes por enfermedades evitables o tratables se pasó
del 7.8 a un 6.6 por cada 100,000 y del 12.6 al 10 en cuanto a muertes por accidente,
violencia y otras; la tasa de inasistencia pasó del 2.7 al 0.5 por cada 100 niños, la ineficiencia
terminal del 14.2 a 11.3% y el rezago del 38.9 al 32.2.
LOS RESULTADOS POR ENTIDADES FEDERATIVAS.
La presentación de los índices por entidades federativas permite obtener una visión más
pormenorizada del cumplimiento de los derechos de la niñez ya que los promedios obtenidos a
nivel nacional provienen de diferenciales que, en la mayoría de los casos, son significativos.
De entrada, el 5.71 obtenido a nivel nacional en el índice IDN (0-5) está muy por debajo de los
niveles alcanzados por cuatro estados del norte del país cuyos niveles son los más altos a nivel
nacional (Nuevo León 8.1, Coahuila 7.9, Sonora 7.4 y Baja California 7.3) y muy por encima
de los niveles alcanzados por los estados con los más bajos promedios que coinciden en el
tener cantidades importantes de población indígena y altos porcentajes de población infantil
indígena (Guerrero 2.9, Chiapas 2.9, Oaxaca 3.7, Hidalgo 4.3, Puebla 4.6). Los más cercanos
al promedio nacional son el Distrito Federal (5.8) y Morelos (5.6).
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En cuanto al índice IDN (6-11) tres de los cuatro estados con mejores niveles en el IDN (0-5)
se mantienen entre los cinco primeros (Nuevo León 8.2, Coahuila 8.0 y Sonora 7.5). El Distrito
Federal ocupa el tercer lugar con un nivel de 7.8. Todos estos resultados están, obviamente,
por encima del promedio nacional de 6.53. Nuevamente, también, Chiapas y Oaxaca aparecen
entre los estados con niveles más bajos a nivel nacional con un 4.4 (el más bajo) aquel y un
4.8 (el tercero más bajo) éste. El segundo nivel más bajo lo ocupa Chihuahua con 4.7. Los
estados más cercanos al promedio nacional son San Luis Potosí (6.6) y Baja California (6.5).
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Si tenemos en cuenta que el promedio que se pretende alcanzar para el año 2010 es 7.45, en
2003 los estados de Nuevo León y Coahuila ya habían alcanzado y superado esos niveles y
Sonora estaba muy cerca de alcanzarlos. Llama la atención que mientras que en el índice IDN
(6-11) cinco estados ya tenían los niveles a los que se propone llegar en 2010 a nivel nacional,
en cuanto al índice IDN (0-5) sólo Nuevo León y Coahuila lo habían alcanzado.
Ahora bien, analizando el desarrollo de los índices de 1998 a 2003 se pueden constatar
avances importantes incluso en aquellos estados en que los niveles siguen siendo bajos o muy
bajos. En esa dirección, el caso de Guerrero es el más preocupante en relación con el índice
IDN (0-5) ya que partiendo de un 2.6 en 1998 en 2003 apenas había alcanzado un 2.9;
Chiapas y Oaxaca, en cambio, a pesar de tener todavía niveles muy bajos en 2003 (2.9 y 3.7)
han alcanzado esos niveles a partir del 1.61 (Oaxaca) y del 1.65 (Chiapas) en 1998 en ambos
casos.
El drama que esas cifras encierran se puede evidenciar al darnos cuenta que ese 1.61 del que
parte Oaxaca en 1998 42 niños muertos antes de alcanzar los 5 años un número sólo superado
por Chiapas con 43 y muy cercano al de Guerrero con 41. Este drama significa también la
muerte de 11 mujeres de cada 10,000 que dan a luz por causas ligadas al embarazo y al
parto. En este caso, los porcentajes de mujeres analfabetas y de inasistencia escolar de niños
y niñas de 5 años son de 25% y 26% para Oaxaca, cifras superadas solamente en el caso de
Chiapas (27% y 32%).
Con la ayuda de las bases de datos se puede apreciar mejor el proceso de los tres estados con
niveles más bajos. El descenso en los rubros de mortalidad infantil en general es significativo
al pasar de 43, 42 y 41 a 34, 33 y 33 por cada 1,000 para Chiapas, Oaxaca y Guerrero; en
cuanto a la mortalidad por desnutrición el descenso es aún más notable, especialmente en el
caso de Guerrero, que pasa de 47 a 14 y en el caso de Guerrero donde se redujo a 7 muy por
7
debajo del 24 del estado de Puebla. Este acercamiento más detallado evidencia que el menor
avance del Estado de Guerrero proviene prioritariamente del aumento en cuanto al rubro de
desnutrición.
Para terminar el acercamiento al IDN (0-5) se señala un dato que parece relevante: Los
porcentajes más altos de inasistencia escolar de niños de 5 años se dan en los estados de
Hidalgo (28%), Estado de México (28%) y Jalisco (23%).[4]
Para el índice IDN (6-11) se puede destacar el avance del estado de Oaxaca (2.61 en 1998,
4.85 en 2003) y, sobre todo el de Chiapas (1.67 en 1998, 4.47 en 2003), así como el
retroceso de Chihuahua (5.07 en 1998 y 4.72 en 2003).
Las bases de datos nos permiten esta vez constatar que el avance de Chiapas se basa en un
alza de nivel en todos los rubros evaluados (tasa de muertes evitables y por otras causas,
asistencia a la escuela, rezago y eficiencia terminal). Este estado logró bajar la tasa de
muertes evitables y por otras causas en 4 puntos (de 16.4 a 12.2 y de 14.2 a 12.2), disminuir
los porcentajes de rezago y de ineficiencia terminal (de 51.7 a 45.1 y de 34 a 22) y erradicar
la inasistencia. En el caso de Oaxaca, el descenso en la tasa de muertes no es muy
significativo pero sí lo es la disminución de los porcentajes de rezago y de ineficiencia terminal
(de 52.2 a 46.3 y de 24.7 a 16.2) y, al igual que Chiapas, la erradicación de la inasistencia
escolar. El retroceso de Chihuahua obedece fundamentalmente a que la inasistencia escolar
pasó de un 2.3 en 1998 a un 6.5 en 2003. Su avance más notable se registró en cuanto a la
disminución en la tasa de muertes por otras causas donde avanzó desde un 17.7 hasta un
12.8.
Como en el caso del IDN (0-5) en las bases de datos aparecen algunos datos que llaman la
atención en algunos de los rubros evaluados. En cuanto a las tasas de muerte destacan los
niveles de Baja California Sur (12.1 para muertes por enfermedades evitables o tratables y
13.7 para muertes por otras causas), por ser niveles sólo superados por Chiapas (12.2) en
cuanto a muertes por enfermedades evitables o tratables y por Zacatecas (20), Aguascalientes
y Tabasco (14.5). En relación con la tasa de inasistencia, destaca Campeche con una tasa de
4.8 (muy alta si se considera que hay estado que la han erradicado). El porcentaje de rezago
es significativo en estados como Aguascalientes (37.7)) y Jalisco (32.8).
El factor de la población indígena ha de ser tenido en cuenta también en los resultados del
índice IDN (6-11).
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De los cinco estados con más de 500,000 indígenas (Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Veracruz,
Puebla e Hidalgo) cuatro (exceptuado Yucatán) están por encima del promedio nacional en
cuanto a la tasa de muertes por enfermedades evitables y tres de ellos entre los cuatro con
una tasa más alta. En cuanto al rezago y a la eficiencia terminal, los cinco están por debajo del
promedio nacional; Oaxaca y Chiapas tienen los niveles más altos de rezago (46.3 y 45.1) y en
cuanto a ineficiencia terminal Chiapas tiene el nivel más alto (22.2).
UN ASOMO AL ENTORNO INTERNACIONAL.
Por supuesto que la comparación entre los resultados de los índices del cumplimiento de los
derechos de la niñez en nuestro país y el cumplimiento de los mismos en otros países no
puede hacerse directamente porque supondría contar con trabajos, por lo menos, semejantes.
Sin embargo, siempre resulta interesante tener comparativos internacionales que permitan
9
ubicar los niveles nacionales con los internacionales, tanto con los países y regiones que tienen
mejores niveles como con los que tienen los más bajos.[5]
En ese sentido, las bases de datos en que se apoyan los resultados de los índices son la fuente
para esa comparación. En cuanto a los datos mundiales, la fuente serán los datos de Excluidos
e invisibles: Estado Mundial de la Infancia 2006 publicado recientemente por UNICEF.[6]
La tasa de mortalidad a nivel mundial para niños menores de 5 años es 79, la nacional 25; en
los países industrializados 6 y en los menos adelantados 155. Sierra Leona es el país que tiene
el primer lugar en este rubro: en 1990 su tasa era de 302 y en 2004 283.
En relación con la desnutrición moderada o grave a partir del indicador del bajo peso, el
porcentaje mundial es 26, el nacional 7; en los países industriales e 0 y en los menos
adelantados 36.
En el terreno educativo, el indicador comparable se refiere a la asistencia a la escuela
primaria: a nivel mundial el porcentaje es de 76 para los niños y 72 para las niñas; a nivel
nacional el porcentaje es 99.5; en los países industrializados el porcentaje es 100 y en los
menos avanzados 60 para los niños y 55 para las niñas.
Basten estos datos comparativos para tener algunos elementos del entorno mundial que nos
permitan comparar los niveles de nuestro país en el contexto mundial. Parece claro que México
es un país cuyos niveles de cumplimiento de derechos parece ubicarse por encima de la media
mundial; en algunos rubros cercano a los niveles de los países industrializados como en el caso
de la cobertura escolar a nivel primario y por encima también de los todavía denominados
países en desarrollo.[7]
LOS RESULTADOS DEL ESTADO DE NAYARIT
Todo lo anterior, por muy interesante que pudiera resultar, no justifica por sí mismo su
publicación en el Órgano de Difusión Oficial de la Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos para el Estado de Nayarit porque su objetivo principal está enfocado en los
resultados que en índices publicados por UNICEF ha obtenido nuestro estado, ámbito en que la
Comisión tiene el mandato de promover y supervisar el cumplimiento de los derechos
humanos en general y de defender a quienes padecen sistemáticamente su violación y los
resultados de los índices, vistos desde esta perspectiva, constituyen una especie de
termómetro capaz de medir, en algunos rubros, el nivel de cumplimiento de los derechos
humanos de la niñez en nuestro país y en nuestro estado.
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Ya se han presentado, someramente, los resultados a nivel nacional, el desglose de los mismos
en el ámbito nacional con el apoyo de las bases de datos y las fichas técnicas, el significado de
esos resultados especialmente en los estados que presentan los niveles más bajos, la
evolución de los niveles en el período evaluado (1998-2003) y la comparación con los niveles
internacionales.
Es momento, ahora, de presentar los resultados que arrojan los índices en relación con el
cumplimiento de los derechos humanos de la niñez.
En relación con el índice IDN (0-5) Nayarit ocupa el 13º lugar con un nivel de 6.46, por encima
del nivel promedio nacional (5.71), muy por encima de los estados con más bajo nivel
(Guerrero 2.90 y Chiapas 2.95) pero bastante por debajo de los estados que tienen un nivel
más alto (Nuevo León 8.10 y Coahuila 7.91).
Los resultados obtenidos por Nayarit en el índice IDN (6-11), sin embargo, son más bajos, no
sólo en términos absolutos —6.17 frente a 6.46— sino también porque están por debajo de la
media nacional (6.53), porque ocupa el 20º lugar (empatado con Sinaloa) y porque, a pesar de
estar muy por encima de los niveles de Chiapas (4.47), Chihuahua (4.72) y Oaxaca (4.85), la
distancia que le separa de los estados con más altos niveles es más amplia que la que le
separa de los estados acabados de mencionar y que son los que tienen los niveles más bajos.
Si tenemos en cuenta que Nuevo León obtuvo un 8.20 y Coahuila 8.03, podremos darnos
cuenta que la distancia es de más de dos puntos.
Para analizar el significado de esos resultados y detectar sus causas habrá que recurrir a las
bases de datos de donde se obtuvieron los resultados, pero antes habrá que constatar el
proceso que nuestro estado ha realizado entre 1998 y 2003.
En el índice IDN (0-5) los niveles en 1998 eran de 5.74 y en 2003 6.46, lo que significa que se
experimentó un avance de 0.72 en seis años. Este avance, sin embargo, no fue constante ya
que se constata avance de 1998 a 2001, año en que se alcanza el nivel más alto de la serie
(6.53), para luego bajar a 6.20 (2002) terminar en el mencionado 6.46. Habrá que buscar,
posteriormente, las causas de esas variaciones.
11
En el índice IDN (6-11) los niveles en 1998 eran de 4.85 y en 2003 6.17, lo que significa que
se experimentó un avance de 1.32 en seis años. La dinámica de ese avance es bastante
irregular (4.85 – 4.21 – 4.90 – 4.26 – 5.16 – 6.17) y con los avances notables en los años más
recientes. Nuevamente, esta constatación, da pie a la búsqueda de sus causas.
Una mirada a las bases de datos permite constatar que la mejora en los niveles del IDN (0-5),
de 5.74 a 6.46, se deben principalmente a los avances experimentados en el rubro de la
mortalidad de niños y niñas menores de cinco años (de 31.65 a 25.13) y en la inasistencia a la
escuela de niños y niñas con 5 años cumplidos (de 17.60 a 5.70). El avance en el rubro de la
desnutrición está presente también pero es menos significativo (de 5.79 a 3.63). En cambio,
en los rubros de mortalidad materna por causas ligadas al embarazo y el parto (de 6.63 a
7.95), de mortalidad por desnutrición (de 5.62 a 6.34) y del analfabetismo de las madres (de
7.60 a 8.91) se constatan retrocesos cuyas causas habría que esclarecer.
12
El abatimiento del rezago escolar (de 38.21 a 25.84) y de las muertes accidentales o violentas
(de 15.86 a 8.66) son las fuentes principales del avance del 4.85 al 6.17 experimentado por el
estado de Nayarit entre 1998 y 2003 en relación con el índice IDN (6-11). Los rubros de
inasistencia a la escuela (de 4.51 a 3.89) y de ineficiencia terminal (de 13.94 a 11.51) —como
se puede constatar— mejoraron pero de una manera menos significativa. El rubro de las
muertes por enfermedades evitables o curables, en cambio, sufrió un retroceso (de 3.78 a
3.94) alcanzando en 1999 un nivel de 7.57 y en 2002 de 6.98.
Ahora bien, antes de proseguir y emitir algunas conclusiones a partir de los resultados de los
índices para el Estado de Nayarit es conveniente esbozar siquiera lo que estos datos significan
para la niñez nayarita.
La tasa de mortalidad de niños menores de 5 años en 2003 era 25.13, lo que significa que 25
de cada 1,000 niños de menos de 5 años mueren lo que por supuesto es un dato positivo si lo
comparamos con los 35 del Estado de Chiapas. Pero si confronta ese dato con la tasa de Nuevo
León (18.34) o con la de los países industrializados (5) nos indica que hay todavía mucho
camino por recorrer para cumplimentar plenamente los derechos de la niñez nayarita, incluso
en los rubros que, como éste, han mejorado de manera significativa.
El que cerca de 95 niños de cada cien que han cumplido los 5 años asistan a la escuela es,
probablemente, el logro más significativo que se muestra en los resultados de los índices para
nuestro Estado, especialmente si tenemos en cuenta que el punto de partida era de 82 en
1998. Asimismo, es una avance notable que en 2003 sólo 3 de cada 100 niños padezca
desnutrición severa y no cerca de 7 como en 1998 aunque este dato contraste,
dramáticamente con el aumento de mortalidad por desnutrición que pasó de 5 a 6 y que en
2000 alcanzó casi a 11.
El haber logrado que cerca de 90 de cada 100 niños y niñas concluyan su educación primaria
es, probablemente uno de los mejores resultados del índice IDN (6-11) para el estado de
Nayarit, especialmente si lo comparamos con estados como Chiapas y Guerrero donde menos
de 80 niños pueden concluir su educación primaria. Algo semejante se puede afirmar de los
porcentajes de asistencia a la escuela que indican que 96 de cada 100 niños y niñas de 6 a 11
años asiste a la escuela. Sin embargo, el que 26 de cada 100 niños y niñas de 6 a 11 años
esté en situación de rezago escolar, es decir, que no esté en el grado que le corresponde de
acuerdo a su edad —y a pesar que en 1998 no eran 26 sino 38— no puede dejar de ser un
dato preocupante. Asimismo, la persistencia de muertes de niños y niñas en la denominada
edad escolar por causa de enfermedades evitables y curables, por accidentes y por violencia es
también digna de notar.
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ALGUNAS CONCLUSIONES Y TAREAS A PARTIR DE LOS RESULTADOS ESTATALES.
Una primera conclusión es, sin duda, que el nivel de cumplimiento de los derechos evaluados
por los índices IDN (0-5) e IDN (6-11) en nuestro estado es bastante desigual y que los
resultados del índice también denominado de la edad escolar llama la atención porque coloca a
Nayarit, en el entorno nacional en un nivel bajo a pesar de no estar muy lejos de la media
nacional (6.17 por 6.51) y de estar por encima de ella en casi todos los rubros. El puesto
ocupado por Nayarit en el entorno nacional en cuanto al índice IDN (0-5), el lugar 12
(empatado con Querétaro) se puede considerar bueno, especialmente porque está por encima
de la media nacional (6.46 por 5.71).
Ahora bien, si uno de los principales objetivos de los índices consiste en el establecimiento de
políticas públicas que posibiliten un avance consistente y el alcance de las metas propuestas (o
incluso su superación) para el año 2010, es importante señalar los aspectos en que se
constatan avances más lentos o retrocesos, pero también aquellos en que se pueden ver los
avances más significativos.
En ese sentido, en relación con el índice IDN (0-5) parece necesario profundizar en los
desfases que se constatan en los tres derechos evaluados —el derecho a la vida, el derecho a
crecer sano y el derecho a la educación— porque si bien han habido avances en el rubro de la
mortalidad de menores de 5 años (de 31.65 a 25.13) en la mortalidad materna perinatal se
constatan retrocesos (de 6.63 a 7.95); porque si hubo avance en relación con la desnutrición
(de 5.79 a 3.63) hubo, a su vez, retroceso en cuanto a la mortalidad por desnutrición (de 5.62
a 6.34)[8] y porque si se constata el mayor avance en el rubro de la asistencia a la escuela de
niños de 5 años (de 83.4 a 94.3) en relación con el rubro de alfabetización materna se
constata un retroceso (de 7.60 a 8.91). Que algo está pasando, parece evidente por lo que
parece necesario profundizar en esos desfases, para poder construir, a partir de esa
profundización.
El retroceso en el rubro de las muertes por enfermedades prevenibles, diagnosticables y
curables de niños y niñas de entre 6 y 11 años aunque parezca leve (de 3.78 a 3.94) parece
necesitado de profundización porque en los años intermedios llegó a alcanzar niveles mucho
más altos (7.57 e 1999 y 6.98 en 2002).[9]
De la comparación de los resultados del estado de Nayarit con los resultados por estados, se
pueden constatar que el nivel de inasistencia a la escuela por parte de los niños y niñas en
edad escolar (6-11), que pasó de 4.51 a 3.89 entre 1998 y 2003, es la causa principal del
lugar que ocupan nuestro estado en el entorno nacional ya que en ese rubro el promedio
nacional es de 0.56 y, además hay 12 estados cuyos niños y niñas en edad escolar asisten a la
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escuela 100 de cada 100. La necesidad de avanzar en ese rubro parece que deberá ser una de
las prioridades estatales para mejorar le nivel de cumplimiento de los derechos de la niñez.
La presentación de los resultados con el desglose por estados y las bases de datos en que se
apoyan los mismos han mostrado su importancia a lo largo de la elaboración de este
documento. Por ello, se considera que sería muy importante contar con un desglose por
municipios que posibilitara un conocimiento más preciso de los niveles de cumplimiento de los
derechos de la niñez en nuestro estado; confirmar las sospechas en cuanto a la existencia de
diferencias regionales y municipales importantes, especialmente por la intervención del factor
indígena que se ha mostrado relevante en los índices nacionales; para la elaboración de
políticas públicas que tengan en cuenta esos criterios indispensables y para la elaboración y
cumplimiento de metas precisas, especialmente en los rubros más relevantes no sólo por sus
niveles absolutos y relativos sino, sobre todo, por sus consecuencias para la vida de la niñez
nayarita.
CONCLUSIÓN
Los resultados de los índices IDN (0-5) e IDN (6-11) a los que se ha hecho referencia a lo
largo de este documento, nos permiten tener ante la vista el nivel que en nuestro país había
alcanzado en 2003 el cumplimiento de algunos derechos prioritarios de la niñez. El derecho a
la vida, a crecer sanos y a la educación para el primer índice y para el segundo índice el
derecho a crecer sanos, a la educación y a vivir sin violencia.
Se ha podido constatar el avance que, en términos generales, se ha dado a nivel nacional; que
los niveles están muy por encima de los niveles de los países menos avanzados y que al
mismo tiempo están bastante lejanos de los niveles de los países industrializados; que las
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diferencias regionales en nuestro país son muy significativas pudiendo encontrarse estados que
están por encima de los niveles que se proponen como meta para 2010, mientras otros están
aún muy lejos de ellos.
En relación con el estado de Nayarit los niveles son aceptables en el primer índice y
preocupantes en el segundo, si bien el bajo nivel alcanzado no está muy por debajo de los
promedios nacionales, salvo en el rubro de la asistencia a la escuela de los niños y niñas de 5
años.
La necesidad de profundizar en esos datos, de contar con datos desglosados por regiones o
municipios y la elaboración de políticas públicas explícitas parecen evidentes.
Como se decía al principio, es bueno contar con herramientas que hagan posible la evaluación
cuantitativa de fenómenos humanos como el cumplimiento de los derechos de la niñez; es
bueno, siempre y cuando no se convierta el cumplimiento de esos derechos en simples
números y se pierda de vista a los sujetos a quienes beneficia o maleficia el cumplimiento o
incumplimiento de los mismos.
Ojalá que el sueño o la utopía desde la que se elaboraron los índices y se presentan los
resultados, ese sueño que consiste en que todas las mexicanas y todos los mexicanos ejerzan
su derecho a vivir una vida digna y plena desde el comienzo pueda verse un día cumplido.
Conviene remarcar que ni siquiera alcanzando el 10 en los niveles de cumplimiento de los
derechos evaluados por los índices, se habrá alcanzado el cumplimiento pleno de los derechos
de la niñez mexicana porque no basta con que las niñas y niños no mueran prematuramente o
que sus madres no mueran por embarazo, parto o situaciones post-partum; no basta que los
niños y niñas no sufran desnutrición moderada o grave; no basta que las madres de esos niños
y niñas esté alfabetizadas y que todos los niños y niñas puedan ingresar a la escuela a los 5
años, no se rezaguen y concluyan, al menos la primaria; no basta que los niños y niñas no
mueran por enfermedades prevenibles, diagnosticables y curables o por accidentes evitables;
no basta, sobre todo que no mueren por violencia en el seno de su propia familia.
No basta porque el cumplimiento pleno de los derechos de la niñez mexicana y nayarita es
mucho más que eso que ya sería mucho. Es mucho más porque tiene que ver con calidad de
vida, de educación y no sólo con el derecho a la no violencia y al respeto sino al cariño y, por
qué no, al amor.
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[1] Consejo Consultivo de UNICEF México, Observatorio Ciudadano de Políticas de Niñez,
Adolescencia y Familia y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Vigía de los
Derechos de la Niñez Mexicana Num. 1, Año 1, Abril de 2005, p. 5.
[2] A diferencia del documento en que se presentaba el índice IDN (0-5) en el que el segundo
índice era el IDN (6-12) en el documento en que se presenta este índice se denomina índice
IDN (6-11).
[3] Se introducen datos específicos de donde provienen los resultados del índice con el fin de
tener elementos para valorar más allá de los números fríos lo que significan desde el punto de
vista humano.
[4] Los porcentajes de Jalisco (25% en 1998, 23% en 2003) y del Estado de México (37.7% en
1998, 28% en 2003) son consistentes entre 1998 y 2003. Los del Estado de Hidalgo sufren
una variación importante a partir del año 2000 (13.1% en 1998, 12.85 en 1999, 13.9% en
2000, 21.2% en 2001, 29.7% en 2001, 30.4 en 2002).
[5] Sólo tomaremos, a manera de ejemplo, algunos de los indicadores que se pueden comparar
con relativa facilidad.
[6] El informe completo puede encontrarse en la siguiente dirección electrónica
http://www.unicef.org/spanish/sowc06/index.php
[7] El comparativo México-países desarrollados en los rubros mencionados es: Mortalidad 25-
87; desnutrición 7-27; cobertura escolar primaria 99.5-74.
[8] El indicador de mortalidad por desnutrición y otras deficiencias nutricionales incluye 17
causas de mortalidad: Kwashiorkor marasmático, desnutrición proteico-calórica severa,
desnutrición proteico-calórica de grado moderado y leve, retardo del desarrollo debido a
desnutrición proteico-calórica, desnutrición proteico-calórica no especificada, deficiencia de
vitamina A, deficiencia de tiamina, deficiencia de niacina, deficiencias de otras vitaminas del
grupo B, deficiencia de vitamina D, otras deficiencias de vitaminas, deficiencia dietética de
calcio, deficiencias de otros elementos nutricionales, otras deficiencias nutricionales, secuelas
de la desnutrición y de otras deficiencias nutricionales. [9] Causas incluidas en el indicador de mortalidad: peatón lesionado en accidente de vehículo
de motor; accidentes de vehículo de motor (tránsito); envenenamiento accidental; caídas
accidentales; exposición al fuego, humo y llamas; Ahogamiento y sumersión accidentales;
otros accidentes; lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidios); agresiones (homicidios);
causas mal definidas; eventos (lesiones) de intención no determinada