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Índice

Editorial 1

SEMIOLOGÍA

Perucho MejíaEl mito del superhéroe 9

DIDÁCTICA

Roberto HernándezDispositivo didáctico para laformación de una cultura integralen la historieta cubana 13

MERCADO

Waldomiro VergueiroHistorieta brasileña actual y susperspectivas 23

PANORÁMICA

Christian GutiérrezHistorieta chilena post dictadura.Renaciendo en la década delochenta 33

Óscar Sierra QuinteroLa tardía evolución del arte de lahistorieta en Costa Rica 43

HISTORIA

Guillermo Saccomanno,Carlos TrilloHéctor Germán Oesterheld:una aventura interior (2) 51

Dirección, redacción y administraciónCalle 11 # 160 e/ K y L - Vedado

La Habana (Cuba)tel.: (537) 832 75 81-3 - fax: (537) 832 22 33

e-mail: [email protected]@mogno.com

Directora generalIrma Armas Fonseca

Directores culturalesDario Mogno, Manuel Pérez Alfaro

RedacciónGladys Armas SánchezFermín Romero Alfau

DiseñoTony Gómez

Ilustración de cubiertaDibujo de 1997 de

Diego Jourdan

La Revista latinoamericana de estudios sobrela historieta es el órgano oficial del Observato-rio permanente sobre la historieta latinoa-mericana. Su periodicidad es trimestral: sale el15 de marzo, el 15 de junio, el 15 de septiembrey el 15 de diciembre de cada año. El precio decada ejemplar es de 10 $MN en Cuba, de 3 US$en los demás países. La suscripción anual indi-vidual cuesta 40 $MN para el envío en Cuba, 12US$ para el envío a los demás países. La sus-cripción anual para las instituciones cuesta 20US$ sea en Cuba sea en los demás países.

©2002-2004 Revista latinoamericana de estu-dios sobre la historieta / Observatorio permanen-te sobre la historieta latinoamericana.

© Las ilustraciones que aparecen en este númeroson propiedad de sus autores.

Fotomecánica e impresión: Departamento técni-co de la Editorial Pablo de la Torriente.

ISSN: 1683-254X

Aprestándonos a presentar este número, que repropone cincode las ponencias dadas en el 7º Encuentro Internacional de His-torietistas, nos damos cuenta que nos incurre el deber de relatara propósito de los trabajos de este evento, que a través de sus su-cesivas ediciones se ha venido calificando como una cita nomarginal para el mundo historietístico latinoamericano.

Con los oportunos ajustes, recorremos a tal fin al informepreparado para Tebeosfera (www.tebeosfera.com), la autori-zada publicación electrónica española dirigida por el teóricoManuel Barrero, amigo y colaborador de nuestra revista, queagradecemos.

10 de febrero

La Habana está en febrero en lo mejor de su climatología (eltermómetro nunca baja más allá de los 20º C por la noche, ni su-pera los 28º C en las horas más calurosas del día; y es de destacarque el higrómetro se halla en los niveles más bajos). Esto es parti-cularmente apreciado por los europeos que acaban de dejar atrásuno de los inviernos más fríos de estos últimos años, y por los su-ramericanos, que padecen un calor sofocante en su hemisferio.Me pregunto lo que diría Cristobal Colón hoy en día, si hace poco

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7º Encuentro Internacional de HistorietistasLa Habana, 11-15 de febrero de 2002

más de quinientos años, al arribar en octubre de 1942, tuvo la im-presión de haber descubierto el paraíso terrenal.

Desde las portadas de los periódicos locales hasta las panta-llas de los televisores nos llegan acá noticias sobre la campañade lucha contra el mosquito Aedes aegypti, vector responsabledel dengue hemorrágico, temible enfermedad de la cual se ha-bían declarado focos epidémicos en los últimos meses en variospaíses centroamericanos. Aparte de lo anterior, y habida cuentade los acontecimientos del 11 de septiembre, el turismo se estárestableciendo con gran dificultad en Cuba. Los turistas, aúnhoy un importante recurso económico del país, son escasos to-davía en febrero en La Habana, como me comentaban los taxis-tas y los porteros de los hoteles a quienes pregunté. Un amigo,que se gana la vida haciendo caricaturas a los turistas en ellobby del hotel Habana Libre, declaró que jamás había visto elatrio tan vacío como en los últimos meses...

Ante este panorama, en la víspera de la apertura de los actosdel 7º Encuentro Internacional de Historietistas las espaldas delos responsables del comité organizador se ven recorridas porescalofríos de ansiedad, presos de la preocupación. Son nume-rosos los participantes de fuera de Cuba que habían aseguradosu presencia y que en los últimos días fueron declinando la invi-tación: algunos, por lo que parece ser el conjuro de un perversosino, la mayoría, por culpa de la gravísima situación económicade muchos países de Latinoamérica. La participación misma delos profesionales y estudiosos cubanos fue también motivo depreocupación, pues ya son demasiados los años en los que no sepublican apenas cómics en Cuba como consecuencia de la mer-ma de ingresos procedentes del Este (desde la implantación delllamado «período especial»).

Los protagonistas de la amplia producción historietística in-centivada durante la década del ochenta por el impulso de la

2 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Editorial Pablo de la Torriente, han tenido que buscar otras sa-lidas profesionales (la ilustración, la pintura, la cerámica, la de-coración de interiores, etc.), con puntuales excepciones, comoes el caso de Orestes Suárez, que trabaja para el editor italianoSergio Bonelli.

Esto no constituye preocupación inédita para los organizado-res de este festival: es una de las cosas que han caracterizado to-das las anteriores vísperas del encuentro bienal en La Habana,salvo quizás la primera, celebrada en 1990, que contó con unarica participación tanto nacional como internacional (incluidoel huésped de honor Alberto Breccia).

11 de febrero

A pocas horas para la inauguración del Encuentro... de nuevose repite el milagro. El programa, modificado tantas veces queresulta difícil recordarlo, se estabilizó por fin en un programarespetuoso, con 35 participantes cubanos y ocho extranjeros.

El festival se abrió con la inauguración de la exposición «Eldía de los lápices», acogida por la sede del Movimiento Cubanopor la Paz. Se trataba de un testimonio dramático a través delcómic de los años de plomo vividos por los argentinos durante ladictadura militar instaurada el 24 de marzo de 1976. Los auto-res, todos de la Unión de Historietistas y de Ilustradores del Tu-cumán (UNHIL), fueron César Carrizo, Fabián Castro,Guillermo y Raúl Escalante, Néstor Martín, Eduardo Rosenz-veig, Juan Emilio Rossello, Arturo y Jorge Soria.

12 de febrero

Los trabajos del congreso se abrieron este día con la interven-ción del ilustrador y dibujante de Chile Christian Gutiérrez,alias Christiano, que lleva el título «La historieta chilena postdictadura» y que hizo un recorrido por la historieta de su país,evocando los años de la dictadura y el renacimiento de las ini-

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ciativas creativas en el período posterior. El conferencianteelaboró su alocución sobre un numeroso muestrario de diapo-sitivas con muestras de cómics de su patria, las cuales iba co-mentando.

Así, aportó una rica base documental pictográfica a la vezque hizo una elogiosa exposición en la que demostró granamor por la historieta. La ponencia se encuentra a la página 33de este número.

El segundo orador del día fue el colombiano Perucho Mejías,quien afrontó la temática «El mito del superhéroe» desde el pun-to de vista semiológico (véaselo a página 9). «A través de estaponencia –afirmó el mismo Perucho– se reafirma, entonces, laimportancia semiótica del objeto del superhéroe; su determi-nante incidencia en la historieta, su hecho cultural y social, ca-racterísticas significativas actuales y fundamentales en nuestromundo, donde el suceso virtual se ha convertido en un aconteci-miento real, emanado de la era hipertecnológica».

El «imprudente» hecho de que Perucho añadiera al panteónde los superhéroes al personaje de origen cubano Elpidio Val-dés, de Juan Padrón, desembocó en un vivo debate en el que in-tervinieron sobre todo los asistentes cubanos, quienessubrayaron las diferencias fundamentales que han de recono-cerse entre el concepto de superhéroe y el concepto de héroe, ytambién reivindicaron el reconocimiento de la humanidad y elcuidado ambiente histórico que puede verse en las historietasdel popular personaje de Padrón, que lo aparta de los estereoti-pos yanquis.

Este primer día de encuentro concluyó con la presencia delministro de Cultura Abel Prieto en la inauguración de la exposi-ción «Juan David: la realidad trascendida», dedicada al grancaricaturista (1911-1981), acto que tuvo lugar en la nueva sededel Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.

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13 de febrero

Quien comenzó hoy con los actos del festival es el brasileñoWaldomiro Vergueiro, profesor de la Universidad de Sâo Paulo.Su intervención, con la puntualidad y pulcritud que le caracteri-zan, estuvo dedicada a «La historieta brasileña actual y susperspectivas» (aquí a la página 23). Le siguió la breve interven-ción del joven e inquieto Eric Samson, francés de escasa resis-tencia al ron cubano, pero de gran fortaleza intelectual queexpuso su «Proyecto de encuentro Europa-América Latina», unprograma ambicioso todavía a la búsqueda de financiación peroque tiene previsto ya para este año 2002 una exposición dedica-da a la historieta en Cuba, México y Francia (desde el 13 de ju-nio al 7 de agosto en París; del 20 de octubre al 4 de noviembreen Ciudad de México). Y prevé análogas iniciativas dedicadas aBélgica-Brasil-Portugal para el año 2004, y a Italia-Argenti-na-España para el 2006.

Tras lo anterior, llegó el turno del emprendedor e incansablehistorietista mexicano Ricardo Peláez quien, junto al joven cole-ga Patricio Betteo, narró «La experiencia del Taller del Perro»,una contribución de gran interés. Aquel que participó en las pre-cedentes ediciones del encuentro en La Habana no podría olvi-dar las vibrantes intervenciones de Ricardo en 1990, 1992 y1994, cuando reivindicó firmemente más espacio para el cómicde autor en una «realidad de mercado comprometida», como éldefine la mexicana, y que a ojos de la mayoría le confirió unaura de visionario algo alocado. Ricardo, sin embargo, no haparado de perseguir su proyecto durante todos estos años y, trasla experiencia del Gallito Inglés (luego Gallito Cómics), terminócreando una casa editorial, el Taller del Perro, que ya dio a luzun considerable número de publicaciones que se caracterizanpor un elevado nivel de calidad. El texto de su ponencia apare-cerá en el próximo número.

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El famoso director cubano Juan Padrón presentó luegouna selección de sus cortometrajes, realizados por el Insti-tuto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).Desde «Filminutos» hasta «Quinoscopio», pasando por«Mafalda» y por el preestreno, muy esperado por algunos,de su esperada última obra de animación: el largometrajeactualmente en fase de postproducción «¡Kommando vampi-ro en La Habana!».

El director Gabriel Ramos Puig, también comprometido en laformación de los futuros especialistas del dibujo animado enCuba, habló entonces de su experiencia en este terreno, y pre-sentó una selección de sus cortometrajes, asimismo los realiza-dos para elInstituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

14 de febrero

El apasionado coleccionista cubano Roberto Hernández abrióla jornada con una intervención sustancial titulada «Dispositivodidáctico para la formación de una cultura general integral enla historieta cubana», a lo que siguió un debate muy participa-do. El texto de su conferencia se encuentra a página 13.

En presencia de las respectivas familias vino luego un «Home-naje post mortem a los artistas Eduardo Muñoz Bachs y Luis Lo-renzo Sosa», fallecidos respectivamente en julio y en diciembredel año pasado. La tarea de recordar su dimensión artística yhumana recayó en el que escribe estas líneas, amigo de amboshombres y artistas. Sus conmovidas palabras fueron seguidaspor el testimonio de los que a lo largo de los últimos cuarentaaños fueron sus amigos y compañeros de trabajo: RobertoAlfonso Cruz, Cecilio Avilés, Francisco Blanco Ávila, PedroGonzález Viera, Gladys Gómez, Manolo Pérez Alfaro.

La tarde fue dedicada a visitar de modo organizado la FeriaInternacional del Libro, dedicada este año a Francia.

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15 de febrero

Manolo Pérez Alfaro procedió a la lectura de la ponencia delcostarricense Óscar Sierra Quintero, quien en el último momen-to se vio impedido de participar en persona. Por problemas ha-bidos con el correo electrónico, el interesante panorama de «Latardía evolución del arte de la historieta en Costa Rica» no pudoapoyarse con documentación iconográfica alguna, así que sóloahora hay la posibilidad de leer esa exposición con completaapoyatura a la página 43 de ese número.

Los actos del 7º Encuentro Internacional de Historietistasconcluyeron tras unas horas dedicadas a un debate suscitadopor el común acuerdo e interés por seguir aportando vida yenergías a nuestra revista, así como por considerar nuevas ini-ciativas para promover esfuerzos editoriales independientes enLatinoamérica. Lastimosamente a ese último propósito no sepudo llegar a ningún acuerdo concreto; el tema será todavía ob-jeto de atención en uno de los próximos números de la revista.

Como resultado del debate, se aprobó el siguiente:

Documento final

Que de las consideraciones e intercambios expuestos en loscuatro días de sesiones se infiere que existen puntos de coinci-dencia en la problemática del género lo que abre las posibili-dades de lograr una unificación de esfuerzos para lograr elespacio que necesita la historieta independiente en los paísesde América Latina.

Los esfuerzos personales y colectivos de cada uno de los inte-grantes al evento pueden dirigirse a acciones de divulgación ha-cia aquellos que no han podido estar en el 7º Encuentro, en elsentido de lograr su participación activa, no sólo desde el puntode vista artístico, sino además divulgativa de la esencia de de-fender las obras nacionales y realizadas por nacionales en forma

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independiente en evitación de la globalización de la imagen na-rrativa, y el estereotipo de modelos y tramas que no son la reali-dad de la vida de cada uno de nuestros países.

Lograr la participación de aquellas organizaciones dispuestasa la colaboración cultural concientizándoles en la importanciade la expresión artística y cultural de la historieta ya sea enobras de ficción o campañas de bien público donde han expresa-do su importante alía y de esta forma lograr su participación ac-tiva en proyectos del género.

Divulgar por todos los medios posibles nacional e internacio-nalmente los valores históricos y culturales de los artistas yobras de los diferentes países.

Considerando que existe la posibilidad de un órgano divulga-tivo con presencia rigurosa en la recuperación de la historia dela historieta en los distintos países, proponemos acordar:

Apoyarnos en el órgano del Observatorio Permanente deLa Historieta Latinoamericana, la Revista Latinoamericanade Estudios sobre la Historieta aunando los esfuerzos de crí-ticos y estudiosos para lograr mantener su estricto caráctercientífico en la divulgación, estudios y conocimiento del gé-nero y lograr acciones de divulgación para la extensión desus suscripciones aportando direcciones de instituciones opersonas interesadas en ella. Sometido a consideración yaprobado por los asistentes al 7º Encuentro Internacional deHistorietistas.

Dado en Ciudad de La Habana, el 15 de febrero de 2002.

La segunda parte de la colaboración de Guillermo Saccoman-no sobre «Héctor Germán Oesterheld: una aventura interior»completa este número 5, mientras tendremos que esperar el pró-ximo para poder leer la conclusión del ensayo de Mario Lucionisobre «La historieta peruana».

8 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

ResumenEste ensayo, examina y argumenta el análisis semiótico del superhéroe; su discurso, su contexto

social y uso de símbolos, así como sus influencias humanas y persuasivas en una cultura determinada.Un superhéroe, representa con sus caracterizaciones diversos roles, y de esta forma se puede anali-zar como mito.

AbstractThis essay, examines and arguments the semiotic analysis of superheroe; his discourse, his so-

cial context and use of symbols as well as his persuasive and human influences in a particular cultu-re. A superheroe, represents with his characterizations different roles, so this way, he can beanalysed like myth.

Las mitologías de la antigüedad nosremiten con todos sus modelos (dio-ses-héroes) al fenómeno discursivode los mitos modernos, pues si bientodos ellos: Zeus, Baco, Juno, Afrodi-ta, Ulises, Narciso y Aquiles se huma-nizan a través de la representación designos en la máxima sede de la ciudaddel Olimpo moderno de los mass me-dia, también realizan junto a Tarzán,Supermán, Batmán, Conan, Flash, LaMujer Maravilla, James Bond, McGyver o Elpidio Valdés, un conti-nuum inmanente de experiencias enrelación al contexto cultural y a este-reotipos recurrentes; esquemas con-vencionales-universales a partir delpoder de los medios de comunicaciónmasiva.

Estos superhéroes, típicos o atípicos(signos de status social), autónomos,inmersos en la cotidianidad, actúan enfunción de símbolo-identidad; forma-ción del ello, permitiéndole al lector laarticulación de sus estructuras evocati-vas para detectar el fenómeno de suidentidad y reconocimiento, disputan-do la inmanencia de su yo; su ascesis 1,a través del intercambio de convencio-nes y elementos estandarizados de larealidad.

Considerando a las tiras cómicas co-mo un lenguaje mixto descifrable, for-mado por la relación sintáctica de ele-mentos icónico-verbales (fonéticos);pictóricos, estéticos e ideológicos querepresentan un espacio metafórico-vir-tual, el monopolio del superhéroe, hago

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SEMIOLOGÍA

7º Encuentro Internacional de Historietistas

El mito del superhéroe

Perucho Mejía G.Semiólogo, investigador, caricaturista y pedagogo universitario, Santiago de Cali, Colombia

una breve síntesis de su significacióndonde el dios-héroe omnipresente, na-rra y realiza a través de la incesantecreación de códigos y símbolos el obje-to de su consumo, seduciendo a las ma-sas a través de los símbolos de su repre-sentación.

Él, el superhéroe, personaje por ex-celencia del cómic, actúa en el ser hu-mano y contra él; es decir, se ocupapermentemente de él, poniendo en eljuego de la comunicación sus diversosatributos y cualidades (función fática),y cuyo contacto con el espectador serealiza a través del oído, el tacto y lavista, sentidos de codificación y lecturade las tiras cómicas, estableciendo asi-mismo, relaciones de tiempo y espacio;el aquí y el ahora (no hay consumo deltiempo), encarnando a la vez sus mis-mos comportamientos, sentimientos onecesidades.

La figura anatómica estilizada y losrasgos fisionómicos ponen al descu-bierto sus virtudes; la capacidad paraseducir a merced de las bondades dela moda, lo mecánico o lo tecnológicoy bajo el plano semántico de su nom-

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Perucho Mejía G.

bre y su indumentaria (esta tiene unarelación de índice), establece su iden-tificación a través de dos funciones:la distintiva; máscara o antifaz, capa,vestido y botas, y la denominativa; ellogotipo que caracteriza su univoci-dad, individualidad y tipicidad, a tra-vés de significantes funcionales muyprecisos: rasgos sicológicos, miradas,poses de superioridad y dominio, y enlos gestos: miedo, sentimientos, mí-mica, etc.

La imagen ideal del yo (el héroe) esel estereotipo, y como portador ideo-lógico, determina en el receptor losmecanismos reductores de la reali-dad, el mito.

Estos superhéroes, habitantes de lacotidianidad, transitan mimetizados einvestidos del contexto social, y ponenen juego el hecho social enmarcados entipologías y características definidas,convenidas y fundadas en estereoti-pos muy precisos; en la tipicidad de loin-vencible e in-destructible, y que, alactuar a través de artificios de enajena-ción y alienación, operan como estimu-lantes imaginarios de diversas situacio-nes cotidianas.

Del ámbito escatológico de las urbes,del poderío del arsenal de la guerra,surge y se erige el superhéroe en laimagen de los nuevos dioses, en losnuevos mitos: bombero, policía, médi-co y socorrista 2, convertidos por sushazañas en estrellas-fórmula viviente;medio liberador, orientador y detenta-dor de tensiones, en símbolos de lasmasas como nuevo pretexto para oficiarcon pasión desmedida ante los ritosideológicos provocados por los dio-ses-villanos del acontecimiento es-pectacular en la catástrofe social delwar-system 3.

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El mito del superhéroe

Es, entonces, el superhéroe, el mito,reflejo y simulacro simultáneo en larealidad de nuestros espejos; imagen ysemejanza de nuestros deseos; realidadsocial y material, el que permite reco-nocernos ahora, como antaño, en eltemplo sagrado, en el olimpo.

Esta relación superhéroe-receptor,inherente a la sociedad de masas, seevidencia en el dominio de losmass-media (medios de comunicaciónde masas), identificación subjetiva, de-terminada en los objetos e imágenes delos sujetos, como proyección de aspira-ciones, tendencias o temores asociadosa crisis, y que permiten romper y des-mitificar todo lo que ha sido conven-cionalizado, convirtiendo esta realidadimaginada en proyección y en objue-go-simulación permanente.

Este objuego reposa en los signos delsuperhéroe, representados en presenciao en ausencia de su mismo objeto, con

la interpretación de su imagen consis-tente (memoria) que de él determinannuestros sentidos.

A través de esta ponencia se reafir-ma entonces la importancia semióticadel objeto del superhéroe; su determi-nante incidencia en la historieta, en elcómic; su hecho cultural y social; ca-racterísticas significativas actuales yfundamentales de nuestro mundo, endonde el suceso virtual se ha converti-do en un acontecimiento real, emana-do de la era hipertecnológica.

Referencias bibliográficasBarbieri, Daniele: «Los lenguajes del cómic»,

Ediciones Paidós, 1991.Baudrillard, Jean: «La sociedad de consumo»,

Plaza & Janés S.A. Editores, 1970.Cárdenas, P. Alberto y Héctor Beltrán M.: «Intro-

ducción a la semiología», Universidad SantoTomás, 1997.

Cirne, Moacy: «Quadrinhos, sedução e paixão»,Editora Vozes, 2001.

Cueto, Juan: «Mitologías de la modernidad», Sal-vat Editores S. A., 1986.

Eco, Umberto: «Apocalípticos e integrados»,Editorial Lumen, 1968.

Lent, John A.: International Journal of ComicArt, 1, 1999.

–: International Journal of Comic Art, 3, 2001.Luiz Cagnin, Antônio: «Os quadrinhos», Editora

Ática. S.A., 1975.Mejía G., Perucho: «De Superman a James

Bond», revista Klan-destinos, 3, 2000.–: «Semiótica del cómic», Ediciones Bellas

Artes, 2001.–: «Por los signos de los signos, amén», en edi-

ción, 2002.Peninou, George: «Semiótica de la publicidad»,

Editorial Gustavo Gili. S.A., 1976.

Notas1. Ascesis:doctrina, elevación.2. Heroes: «The World’s Greatest Super Heroe

Creators Honor the World’s Greatest Heroes,Revista de Comics, 2001.

3. War-system: mecanismo y estructura de gue-rra.

12 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Perucho Mejía G.

ResumenLa utilización de la historieta como un instrumento útil para la divulgación de enseñanzas socia-

les, culturales, científicas o técnicas, es analizada en la ponencia, partiendo desde los orígenes delcambio social revolucionario en Cuba, y sus distintas aplicaciones, no exentas de dificultades, hastael momento actual.

AbstractThe comics as a useful tool to spread the teaching of social, cultural or technical methods and

rights are analyzed, beginning from the origins of the revolutionary social changes in Cuba and thedifferent employments, with its exceptional difficulties, up to the present moments.

Cuba, la mayor de las islas de lasAntillas, desarrolló gracias a la prensaprerevolucionaria una avidez desmesu-rada por la lectura de la historieta.

Con la campaña de alfabetización lamagia de las palabras no fue más unsecreto. Desaparecía el analfabetis-mo dejando atónitos a quienes a partirde ese momento no podrían volver aignorarnos.

En medio de esta situación, Batman,Superman, los hombres X, de goma ode hierro, Spawn y los mangas no ten-drían visas para viajar a La Habana.

Paradójicamente este medio favora-ble, exento de desiguales competen-cias, impenetrable aún para los grandessindicatos distribuidores de tiras cómi-cas, no propició un desarrollo sistemáti-

co, progresivo y de mejoramiento con-tinuo de la historieta cubana. Los inten-tos de producción han sido, lamentabley tristemente esporádicos y efímeros,sin que pueda achacársele siempre unasituación objetiva. Hoy, tal vez sea Cu-ba el país de América Latina con mayordesproporción oferta-demanda.

Sólo resta a los que aman el géneromirar más allá de sus fronteras o ex-cavar en el pasado haciendo trabajosarqueológicos que ayuden a confor-mar la historia de un género aúnno-escrita.

El uso del «arte secuencial», comoprefiere Eisner llamar al cómic, adqui-rirá en Cuba, sin embargo, un carácterdidáctico y en ocasiones de arma ideo-lógica.

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DIDÁCTICA

7º Encuentro Internacional de Historietistas

Dispositivo didáctico para la formación deuna cultura integral en la historieta

cubanaRoberto Hernández

Coleccionista e investigador, Holguín, Cuba

Caminemos, pues, entre viñetas,sorteando onomatopeyas, signos ciné-ticos y globos por la historieta didácti-ca cubana.

En fechas tempranas de la décadadel cuarenta, con especificidad en1944 y desde la clandestinidad, surgíaMella como publicación de la Juven-tud Socialista, con una aparición quin-cenal. En sus páginas nace once añosmás tarde «Pucho», que se convertiríaen un vocero de las ideas de la juven-tud cubana. Su nacimiento con una his-toria muda de cuatro viñetas donde apata levantada demuestra su repulsa altirano Batista, lo lanzaría a protagoni-zar decenas de páginas que se erigencomo panfleto criticando el odioso ré-gimen dictatorial.

Pucho sería hijo de un tándem quemucho daría que hablar en los añosvenideros: Marcos Behmaras y Virgi-lio Martínez. La situación en la isla nosería la única reseñada. La denunciaabarcará a otros países del área comoGuatemala, Santo Domingo, PuertoRico y Venezuela. Los diferentes per-sonajes políticos de la época comoEusebio Mujal, Tabernilla, Río Cha-viano aparecían caricaturizados, y co-mo protagonistas de las historietasque ponían al desnudo su triste com-portamiento.

En julio de 1956 Pucho expresaba:«Para combatir el imperialismo, contraBatista y los demás enemigos de Cubahace falta publicar las verdades que laprensa escrita se calla...».

Tres meses más tarde otra vez a patalevantada «ataca» a los partidos Demó-crata y Republicano, que ofrecen unaimagen de antagonismo cuando en rea-lidad ambos son hijos sumisos de lasgrandes transnacionales. Durante este

período el autor, para evitar la persecu-ción, se vio obligado a firmar sus traba-jos con el seudónimo de Laura.

Pucho será motor impulsor de lapropaganda socialista, sugerirá quépelículas debían o no ser vistas, y esta-rá presente en el primer bastión de labatalla.

En plena Sierra Maestra, en medio dela lucha insurreccional que se libraba enel oriente cubano, un guerrillero querespondía al nombre de Santiago Arma-da (Chago) desarrolló la historieta «Ju-lito 26» para El Cubano Libre, donde senarraban los avatares de la vida en cam-paña de los rebeldes.

Desde el mismo año 1959, unido alas múltiples transformaciones que larevolución iniciaba, la historieta cuba-na asume una actitud militante. Los au-tores, conscientes de los cambios que seacercaban, comienzan un arduo trabajo.

Hasta ese momento, amén de algu-nas excepciones, los lectores de la ma-yor isla de las Antillas devoraron tansólo los cómics que allende los maresllegaban de México y Argentina funda-mentalmente.

Sin embargo, ya en agosto de 1959 eseditada por el Comité Nacional de la Ju-ventud Socialista una historieta de pe-queño formato a raíz del aniversario 34del Partido Socialista Popular, dondesus autores recorren la trayectoria deeste partido desde su fundación, y alcual pertenecieron y dieron sus vidasmúltiples revolucionarios como JulioAntonio Mella, Jesús Menéndez, Ara-celio Iglesias y Paquito Rosales, entreotros.

Por esta misma fecha un personajenacería gracias al fabuloso dúo crea-dor de «Pucho», nos referimos a «Su-pertiñosa», el cual aún hoy causa ad-

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Roberto Hernández

miración a estudiosos que se acercanal género en Cuba o más allá de susfronteras.

Carlos Alberto Scolari en su libro«Historietas para sobrevivientes. Có-

mics y cultura de masas» expresaba:«Si existe un héroe por excelencia esees Superman: el personaje de Shuster ySiegel responde sin excepción a todoslos requisitos narrativos de los héroes

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Para la formación de una cultura integral en la historieta cubana

Figura 1: «Pucho y sus perrerías» di Virgilio Martínez.

mitológicos, que van desde la posesiónde capacidades sobrehumanas hasta elhecho de ser un huérfano salvado de lasaguas».

Por otra parte Josefina Ludmer plan-teó: «Una parodia no es necesariamentecómica, pero toda parodia es un modode entablar combate contra una tradi-ción; en realidad es el golpe de gracia alo ya muerto, su lápida. No debe leersecomo disolución de una estructura enotra, sino como su transformación».

Tal vez estos dos argumentos justifi-quen el surgimiento del «super». Pan-cho Tareco será su personalidad civil,trabajará en El Aerolito, su antiguo ho-gar el planeta Paketón, y su misiónprioritaria destruir el peligro que repre-sentaba la isla roja y todo lo que atenta-se contra el american way of life.

Será en lo adelante la parodia una he-rramienta poderosa que permitiría aguionistas y dibujantes desmontar todoel edificio de mentiras y calumnias que

se había erigido en Cuba en más de cin-co décadas de dominación imperialista.

Merecen la pena citarse dos ejem-plos: «Las salaciones del Reader Indi-gest», parodiando a la conocida revistaSelecciones, que se hacía llenar de ar-tículos que atacaban sin pudor ni moralalguna los cambios que se producían enel ámbito mundial, y la biografía de«John F. Kennedy» aparecida en la re-vista Mella en su número 204 de 1962con textos de Norberto Fuentes y dibu-jos de Virgilio.

Precisamente una historia de este au-tor titulada «Invasores» desató no po-cas polémicas entre los lectores los cua-les no podían comprender cómo unaobra «revolucionaria» fuera compara-ble con las aparecidas en «Titanes pla-netarios» o «Tomás Mañana»; donde elafán de conquista y el temor a una inva-sión alienígena harán los temas de pre-ferencia. Un final inesperado limpiaríade dudas a los inquietos.

16 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Roberto Hernández

Figura 2: «Julito 26» de Santiago Armada (Chago), publicado en El Cubano Libre.

En 1961 con la aparición de Pionerosurgen personajes como Matojo de Ma-nuel Lamar Cuervo. Este singular niñocubano hace reflexionar sobre la impor-tancia del papel de los padres en la for-mación de las nuevas generaciones, lapuntualidad y asistencia a clases, el cui-dado de la propiedad social, el respeto alas leyes del tránsito.

Las historias son sencillas, sin com-plicados fondos, los cuales a veces noexisten. En ocasiones la imaginaria cá-mara colocada en el lápiz del creador nocambia de ángulo solo se acerca o sealeja variando los planos; los persona-jes son los máximos protagonistas. Ma-tojo incursionó en los dibujos animadosy en una producción de títeres con suspersonajes secundarios, una verdaderarareza en el mundo de la historieta cu-bana poco acostumbrada a la produc-ción de artículos de merchadising rela-cionados con el género.

El arte de una manera más o menosdirecta refleja la sociedad donde escreada. «No existe el arte inocente»,expresó el destacado dibujante españolFlorenci Clavé. De esta forma los niñosde la etapa posterior a la revolución novenden periódicos, ni limpian zapatos,ni vagabundean por las calles.

Lillo, como firmaba el autor, era orien-tado por la Unión de Pioneros de Cubay el Ministerio de Educación. Así Ma-tojo se convertiría en un símbolo paralos niños cubanos, en un patrón a se-guir. A los personajes de esta tira, quebien pudiera ser clasificada como unakids strip o tira protagonizada por niños,les estarán vedadas acciones comunes aotros coetáneos suyos en otras latitudescomo «Zipe y Zape», del español JoséEscobar o «Menino Malunquinho» deZiraldo Alves Pinto en Brasil.

Desde Palante, otro órgano nacidopor la misma fecha, el personaje Hol-mos de Alben y Evora desarrolló traba-jos de campaña suministrados por orga-nismos como el Departamento de Trán-sito, Prevención de Incendios y el Mi-nisterio del Interior.

En estas historietas la delincuenciaera representada, entre otros personajespor Pepe el Gato y Joe Photingo. Enellas se alertaban a los ciudadanos a nocometer errores que pudieran provocarque se cometa un delito.

Otras orientaciones aparecían en laesquina superior derecha de esas histo-rias con el título «Recorte y lea», conlos más diversos temas como el cuidadode la flora y la fauna, por solo citar unejemplo.

El colectivo de Palante, integradopor la vanguardia del humorismo gráfi-co del país, además de poner al desnudoa través del chiste los problemas denuestra sociedad, incursionó esporádi-camente en la historieta didáctica.Alguna que otra parodia de personajesdel cómic como «Popeye» o más re-cientemente «Un aporte para ganar»,una historieta de cuatro páginas al ta-maño de la publicación donde IsraelCastellanos Jiménez (Iscajim) y JoséLuis, un maestro que no envejece, ex-plican detalladamente a través de unpersonaje llamado Chipe, la importan-cia de la Declaración Jurada sobre in-gresos personales a la OrganizaciónNacional de Administración Tributaria(ONAT), su base de cálculo, los requisi-tos para el llenado de la planilla, en fin,«un deber social para el bien de todos»,como expresa la última frase.

En 1965 ocurre en Cuba lo que pudellamarse el primer salto de la historietacubana con el surgimiento de Edicio-

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Para la formación de una cultura integral en la historieta cubana

nes en Colores, la cual publicó entreotras revistas una bajo el título Nove-las gráficas. La idea era llevar al len-guaje del cómic algunas de las másimportantes obras de nuestra literatu-ra como «Cecilia Valdés», con Alfre-do Calvo como responsable de la ta-rea, o internacionales como «Sando-kan», de Emilio Salgari con LópezChercoles en el guión y el desapareci-do Domingo García en el dibujo. «Elrío oscuro», la novela del argentinoAlfredo Varela, fue otra de las favore-cidas. A pesar de no proliferar en estaocasión muchas más adaptaciones deobras literarias se volverá a tratar eltema en años venideros.

Es por esta fecha que ocurre una ex-plosión en las historietas didácticas, elpartido quería aumentar la producciónde carne y leche, había probado sin re-sultados satisfactorios el envío de nor-mas técnicas a las diferentes empresasimplicadas, pero digerirlas era una difí-cil tarea, tal vez por su excesivo tecni-cismo; ante esta situación se decide ha-cer lo mismo, pero usando el lenguajegráfico.

Un equipo de Palante liderado porFrancisco Blanco Ávila asume la ta-rea: y entre 1969 y 1970 crean a «Ma-tilde» luego de investigar durante cua-tro meses la ganadería. Tras el inme-diato éxito alcanzado otros títulos nose hicieron esperar, «Los 7 samurai del70», sobre el corte de caña, «Anapito yCafetón», editado por la Empresa Pro-vincial de Café y Cacao de Oriente(INRA) con 40 000 ejemplares en enerode 1967, y «Pol Brix contra el ladróninvisible», esta vez sobre el procesoazucarero y tomando como base a«Dick Tracy» para crear un personajeque investigara las pérdidas en la in-

dustria. La avenida Basculador, el ba-rrio Los Molinos y el reparto Los Hor-nos son algunos de los lugares bajo in-vestigación, los cuales son fácilmentereconocibles para los habitantes deCentralópolis, una ciudad ficticia querepresenta al central azucarero. Curio-samente este ha tenido una interesanteredición por parte del Ministerio delAzúcar y que ha sido distribuido a losDepartamentos de Capacitación de losComplejos Agro Industriales (CAI), yestos a su vez a las bibliotecas munici-pales para socializar tan importante in-formación.

Varias revistas cubanas no especia-lizadas en la historieta acogieron conentusiasmo al género en sus páginas.Tal es el caso de Transporte, Bohemia,Somos Jóvenes, pero ninguna abordóel tema didáctico con tanta exactitud ysistematicidad como Mar y Pesca. Na-cida en octubre de 1965 como órganooficial del Instituto Nacional de Pesca,no es hasta su número 24 cuando in-cursiona la historieta de la mano deDel Toro; Virgilio Martínez ocupa sulugar cuatro números más tarde. Conun estilo asumido, donde se ausentanlas onomatopeyas y los signos cinéti-cos, este autor, con una prolífica carre-ra a sus espaldas simultaneó el trabajocon otros artistas como Felipe García,Vicente Sánchez y Francisco Blancoquienes en su conjunto trabajaron yaún lo hacen entregando datos históri-cos, descubrimientos científicos, ex-pediciones entre otros. El lector podráencontrar aquí desde el fin de la Arma-da Invencible hasta el hallazgo de unalijo de la época de nuestra lucha inde-pendentista.

La revista Zunzún, que hizo correrpor primera vez a los quioscos a quie-

18 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Roberto Hernández

nes en 1980 éramos niños, desarrollóun importante trabajo en lo que a la his-torieta concierne. Aquí encontramos

hoy nuevos personajes como Duendyde MAD, que buscan el fomento de lalectura a través de los «leemucho».

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Para la formación de una cultura integral en la historieta cubana

Figura 3: Una página de «Matojo» de Manuel Lamar Cuervo (Lillo).

Aunque no precisamente historietamerece la pena mencionarse la sección«¿Por qué?», donde es posible encon-trar respuesta a las más disímiles inte-rrogantes y que fue muy bien acogidacomo proyecto multimedia a través dela televisión en animación.

La Editorial Pueblo y Educaciónpuso en circulación en 1984 y bajo elasesoramiento técnico del Departa-mento de Seguridad del Tránsito de laPolicía Nacional Revolucionaria(PNR) el título Tránsito donde AlbertoMirabal Chaple ilustra y lleva al len-

guaje de la historieta una breve histo-ria del transporte desde los inicios dela humanidad.

Según los propios editores, «esnuestro propósito contribuir a que lajuventud cubana, tal y como se expre-sa en la “Tesis sobre política educa-cional”, aprobada en el Primer Con-greso del Partido Comunista Cubano(PCC), sea capaz de desarrollar en to-da su plenitud humana las capacida-des intelectuales, físicas y espiritua-les del individuo, y fomentar en élelevados sentimientos y gustos es-téticos; convertir los principiosideo-políticos y morales comunistasen convicciones personales y hábitosde conducta diaria».

En 1985 surge un segundo intentopor impulsar el cómic cubano cuandose crea la Editorial Pablo de la Torrien-te, que durante cinco años recreó elmundo de las viñetas con los trabajosde viejos consagrados como RobertoAlfonso Cruz, el propio Virgilio, querescató a «Supertiñosa» en historiascortas, así como el desaparecido LuisLorenzo Sosa.

Las publicaciones de la editorialCómicos, Pablo y el tabloide El Mu-ñe acogieron adaptaciones de cuen-tos de Onelio Jorge Cardoso, o deotros autores así como abrieron suspuertas a historietas extranjeras dela talla de «Koolau el leproso», delgenial autor español Carlos Gíme-nez. Contó El Muñe con lo oportuni-dad de acoger en sus páginas la his-toria de la aviación, realizada porAlberto Mirabal Chaple, así como elhonor de contar entre sus colabora-dores a quien es hoy uno de los cincocubanos prisioneros del imperioacusados injustamente por presunto

20 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Roberto Hernández

Figura 4:Una página de «Holmos». Guión deÉvora Tamayo Maillo (Évora), dibujo deAlberto Enrique Rodríguez Espinosa (Alben).

espionaje, Gerardo Hernández Nor-delo desarrolló una tira donde poníaal desnudo algunos de los proble-mas existentes y expresaba en otrassu preocupación sobre la incidenciade los medios de comunicación enel aprendizaje de las nuevas genera-ciones.

La Editorial Oriente, de Santiago deCuba se interesó por la publicación dehistorietas, entre las que caben mencio-narse por su contenido didáctico lasadaptaciones de la «Odisea» de Home-ro, «Ivanhoe» de Walter Scott y «ElMexicano» de Jack London, todas rea-lizadas por Isauro Antonio Salas.

«Ajedrez para niños» fue otro de lostítulos esta vez con Jorge Daubar.Aquí el lector no solo podría encontrarconocer la leyenda sobre el juego cien-cia, sino que a través de una conversa-ción de un profesor con sus alumnosera posible aprender sus rudimentos,algunas aperturas clásicas, la codifica-ción de las jugadas.

Lamentablemente la coyuntura inter-nacional devenida por el desplome delcampo socialista y la inconcebible einesperada desintegración de la UniónSoviética motivó que la historieta lefuera amputada al panorama culturalcubano.

Reinaldo Cuesta Reina, director de laEditorial Oriente en abril de 1991 ex-presaba en una misiva dirigida al autorde estas líneas, entonces estudiante uni-versitario:

«Tenemos en preparación varios tí-tulos en forma de historietas: “La vueltaal mundo en 80 días”, la “Ilíada”,“Béisbol para niños”, “Judo para ni-ños”, “El halcón” y otros, los que la-mentablemente no sabemos cuando po-drán ser publicados, debido a las serias

dificultades que afronta el país con elpapel y otros insumos».

Como puede apreciarse en aquellosmomentos existía la voluntad para pu-blicar historietas. El impedimento eraobjetivo. Hoy de manera triste, la situa-ción no es la misma.

En 1987 Luis Wilson Varela sor-prende a los lectores con «Génesis» através de Ediciones Unión. Un inquietoespermatozoide es el único protagonis-ta del libro donde en tiras de tres cua-dros se tratan los más diversos temas: elsubdesarrollo, la discriminación racial,la libertad burguesa, los derechos hu-

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Para la formación de una cultura integral en la historieta cubana

Figura 5: «José Martí, ése soy yo» de Edmun-do Aray (guión) y Francisco Blanco Hernán-dez (dibujo).

manos en Estados Unidos, la energíanuclear, los guerreristas...

Como opina Joaquín G. Santana,«más que la obra de un humorista, estapuede ser considerada una valiosa re-flexión filosófica. El momento de la fe-cundación le ha inspirado el examen di-verso de todas las opciones posibles.Puede haber muchas, otras. Estas sonlas suyas. Y vale la pena tomarlas encuenta».

Tal vez los últimos indicios de exis-tencia de una historieta didáctica en Cu-ba nos llegan con la revista Pionero ensu segunda etapa, que comienza enabril de 1999 y que rebasa hoy la trein-tena de ediciones.

En el mismo primer número apare-ce una página bajo el título «Tamal,pero hay que hacerlo bien», donde sepide a los lectores que escriban co-municando lo mal hecho en la escue-la, la casa, el barrio; de aquí en loadelante de las diferentes provin-cias llegarán los temas, que son desa-rrollados en viñetas por Jorge Oliver,un artista de reconocida valía, elcual, con una pincelada humorística,critica el sedentarismo, o reflexionasobre los buenos modales, la moda,la asistencia a clases, la autosuficien-cia, el alcoholismo, etc.

La historia

En país con una enorme tradición delucha (aún hoy lo hace), no podían pa-sar inadvertidos para los dibujantes losmomentos cumbres de la historia quecon sangre y sacrificio ha escrito el pue-blo cubano.

Artistas de la talla de RobertoAlfonso Cruz, quien siente una pro-funda pasión por estos temas desple-

gó una importante labor desde 1962cuando debuta en Mella con «ManuelAscunce Doménech». En lo adelantemuchas otras historietas históricasverían la luz gracias a su incalculabletalento: «26 de Julio de 1953», «Emi-liano Zapata», «Dien Bien Phu» y unlargo etc. Otros artistas como OrestesSuárez realizaron sus aportes al temacomo lo constituye «Voluntad fé-rrea», una historieta con Antonio Ma-ceo como protagonista, un líder de lasluchas independentistas del sigloXIX. Las personalidades que han es-crito la historia igualmente han salta-do al mundo de las viñetas como «Ma-nuel Piti Fajardo», realizada por JorgeDaubar y Luis O. Duque, o lo más re-ciente «Martí, ese soy yo» con guiónde Edmundo Aray y dibujos del vir-tuoso Francisco Blanco Hernández,puesto en venta en la undécima edi-ción de la Feria Internacional del Li-bro de La Habana. Esta publicaciónconstituye sin lugar a dudas la máscuidadosa que hasta hoy se había rea-lizado de una historieta en la historiadel género en esta isla.

Mientras Cuba enfrenta una impor-tante batalla de ideas, y a la vez enfrentael reto de convertir a su glorioso puebloen uno de los más cultos del mundo, lahistorieta es la gran ausente. La gloriano está con ella. La producción de his-torietas cubanas no alcanzó ni alcanza asatisfacer la demanda de la poblacióninfantil. Sin embargo no es tenida encuenta en los planes de negocios de lasprincipales editoriales. El futuro es in-cierto; sin embargo, siempre existiránlectores esperando un resurgir, tal vezaquellos mismos que colmaron el localde Ediciones Barcelona para compraren dólares títulos en historieta.

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Roberto Hernández

ResumenCon un estudio actualizado de las publicaciones recientes en Brasil, el autor analiza, cuestiona y

propone en forma pormenorizada sobre el estado actual de las historietas en el país y las posibilida-des de su desarrollo en el futuro próximo. El equilibrio entre las obras nacionales y las importadas,así como las probabilidades para los nuevos talentos están expuestas de acuerdo son los resultadosobtenidos en la investigación del comportamiento de las publicaciones en las distintas casas editoras.

AbstractWith an updated study of recent publications in Brazil, the author analyzes, questions and propo-

ses in detailed form on the present state of comic strips in the country and on the possibilities of its de-velopment in the next future. The balance between national works and the imported ones, as well asthe probabilities for the new talents are exposed in conformity with the results obtained in the investi-gation of the publication policy of the different publishing houses.

Hablar de historieta brasileña actuales una tarea que tiene muchos peligros.Por un lado, existe el peligro de dejar detratar algunos de los participantes en elpanorama de creación, producción ydistribución de historietas del país, tangrandes son sus dimensiones geográfi-cas y tan dinámica es la intensa activi-dad creativa de los artistas. Por otro la-do, uno no se puede tampoco olvidar deque hay siempre la tentación de, en elentusiasmo de hablar sobre los creado-res de su propia tierra, dejarse llevar porel ufanismo y trazar una imagen por de-más optimista, disfrazando de coloresrosados las dificultades, las incertidum-bres y la perversidad de un mercado que

en general da más valor a aspectos fi-nancieros/económicos que a la calidadartistica o cultural de las obras.

Sería imposible abordar todos los as-pectos de la historieta brasileña en unasimple ponencia, o sea, tratar tanto de lahistorieta comercial, producida para con-sumo masivo y distribuida por grandescasas editoras a través de revistas, álbu-mes o periódicos, como también de to-das aquellas historietas que no encuen-tran espacio en los canales formalizadosy buscan otras alternativas de difusión,como los fanzines, las revistas alternati-vas y la significativa produccón de his-torietas que se puede hoy leer por inter-net en sitios brasileños. Brasil es, segu-

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MERCADO

7º Encuentro Internacional de Historietistas

Historieta brasileña actualy sus perspectivas

Waldomiro VergueiroProfesor Asociado, Escola de Comunicações e Artes, Universidade de São Paulo, Brasil

ramente, uno de los paises de AméricaLatina con más grande producción dehistorieta por los canales informales,siendo posible estimarse que cientos derevistas y fanzines son producidos demanera artesanal cada año, con calidad,tematicas y longevidad muy variable. 1

Las publicaciones alternativas y fan-zines, aun que aficionadamente realiza-das, sin duda representan un espacio deperfeccionamiento para los artistas, quehacen una intensa actividad de inter-cambio de su arte. Todavia, solamenteuna pequeña parte de estos artistas tie-nen éxito en abrir para sí las puertas delas editoriales comerciales y alcanzarun publico más amplio. En este sentido,la realidad brasileña es similar a la deotros países en Latinoamérica e igual alos más desarrollados de Europa y Esta-dos Unidos.

En este trabajo se ha optado por abor-dar sólo las historietas elaboradas paradistribucción por los productores co-mercialmente establecidos en el país,sin olvidarse uno que esta representasolamente una parte del iceberg histo-rietistico (y no necesariamente su mejorparte). Para la comprensión de las ca-racterísticas del mercado y de las histo-rietas en Brasil, se ha decidido abordarseparadamente sus principales canaleso formatos de producción, destacandolas revistas de publicación regular o tam-bién irregulares, las historietas disemi-nadas en periódicos de circulación na-cional o regional, y las historietas pu-blicadas en formato de álbum o libro,distribuidas por las librerias.

Las revistas de historietas

Las revistas de historietas se difun-dieron masivamente en Brasil en la dé-

cada del cuarenta del pasado siglo,cuando las casas editoriales EditoraBrasil América Ltda. (EBAL) y RioGrafica y Editora (RGE) pasaron a pu-blicar revistas en formato comic book,normalmente con 33 páginas, incluidaslas portadas. El contenido de las revis-tas era en general de procedencia nor-teamericana, con el predominio de lossuperhéroes como Superman, Batman,Captain Marvel y otros. Con la entradade la Editorial Abril en el mercado bra-sileño, los personajes Disney tambiénhicieron su debut en el país, donde per-manecen hasta hoy.

En los treinta años siguientes, los per-sonajes Disney y los superhéroes, conpocas excepciones, estuvieran al frentede la preferencia de los lectores, repro-duciendo un sistema de producción dehistorietas que se ha globalizado. Sola-mente en la década del setenta esta do-minación empezó a ser puesta en jaque,principalmente en la producción para ni-ños, con el crecimiento de la producciónhistorietística de Maurício de Sousa y suequipo de dibujantes (Vergueiro, 2001).

El ascenso de Maurício de Sousa enel gusto popular ha cambiado el panora-ma de las historietas puramente infanti-les en el pais. Los personajes Disney eigual los superhéroes, aunque más nu-merosos en disponibilidad de titulos enlos kioscos (ver tabla 1 y tabla 2), pier-den la primacía cuando se considera elnúmero de ejemplares producidos, conlas revistas de Maurício respondiendopor más de dos tercios de la producciónnacional (Santos, 1998). Todavía Mau-rício brilla aún casi como una estrellasolitaria en el cielo de la producciónhistorietística brasileña.

Si el panorama de publicación de his-torietas en Brasil se presenta favorable

24 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Waldomiro Vergueiro

para las creaciones nativas cuando sepiensa solamente en el número de revis-tas producidas, la situación se torna unpoco más ambigua cuando se relacionala producción brasileña en cantidad detítulos presentes en los kioscos. Ademásde Maurício, que es responsable de 13 tí-tulos de revistas regulares (tres quince-

nales, cuatro mensuales, cinco bimestra-les y una semestral), seis otros títulos dehistorietas publicados en Brasil –y estosaún de reciente aparición, lo que no per-mite hacer predicciones sobre su conti-nuidad–, hacen disponible historias lo-calmente elaboradas. Para un universode 66 títulos publicados en 2001 e ini-

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Historieta brasileña actual y sus perspectivas

Procedencia de las historietas Número de títulos Porcentaje

Nacional 19 28,8

Norteamericana 26 39,4

Europea 9 13,6

Japonesa (mangas) 12 18,2

Total 66 100,0

Tabla 1: Distribución de revistas de historietas en Brasil.

Figuras 1 y 2: Portadas de dos revistas de la serie Graphic Talents de la Editora Opera Graphica.

26 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Waldomiro Vergueiro

Editora Abril

Almanaque Disney (bimestral)Disney Especial (bimestral)Mickey (mensual)O Pato Donald (quincenal)SpawnSuperalmanaque Disney (mensual)Super-Heróis Premium: Batman (quincenal)Super-Heróis Premium: Superman (quincenal)Tio Patinhas (mensual)Zé Carioca (quincenal)

Editora Animangá

Ranma 1/2 (bimestral)

Editora Atlantis

Bad Kitty (mensual)Chastity (mensual)Lady Death (mensual)Quadrinhos do Pica-Pau (mensual)Xena, A Guerreira (mensual)

Editora Brainstore

Preacher (mensual)Sandman (mensual)

Conrad Editora

Cavaleiros do Zodíaco (mensual)Dragon Ball (quincenal)Dragon Ball Z (quincenal)Dylan Dog (mensual)Néon Gênesis Evangelion (mensual)Vagabond (mensual)

Pandora Books

Almanaque Marvel (mensual)

Trama Editorial

Holy Avenger (mensual)*

JBC Brasil

Combo Rangers (mensual)*Guerreiras Mágicas de Rayearth (mensual)Sakura Card Captors (quincenal)Samurai X (quincenal)Vídeo Girl Ai (mensual)

Editora Globo

Almanacão da Turma da Mônica (semestral)*Almanaque do Cascão (bimestral)*Almanaque do Cebolinha (bimestral)*Almanaque do Chico Bento (bimestral)*Almanaque do Gibizinho Mônica (mensual)*Almanaque da Magali (bimestral)*Almanaque da Mônica (bimestral)*Cascão (quincenal)*Cebolinha (mensual)*Chico Bento (quincenal)*Magali (quincenal)*Mônica (mensual)*Parque da Mônica (mensual)*

Mythos Editora

Almanaque Tex (bimestral)Ken Parker (mensual)Guerreiros Errantes (mensual)Mad (bimestral)Superalmanque Manga (mensual)Tex (mensual)Tex - Edição Gigante (quadrimestral)Tex - Edição Histórica (trimestral)Tex Coleção (mensual)Zagor (mensual)

Editora Opera Graphica

100 Balas (mensual)Daniel, o Anjo da Guarda (mensual)*Fráuzio (mensual)*Graphic Talents (mensual)*Turma do Xaxado (mensual)*Vertigo Inverno (mensual)

Panini Comics

X-Men (mensual)Homem-Aranha (mensual)Paladinos Marvel (mensual)Marvel Millenium (mensual)Marvel 2002 (mensual)X-Men Extra (mensual)

Total 66 títulos

Los títulos con asterisco (*) indican revistascon contenido hecho totalmente em Brasil.

Tabla 2: Historietas publicadas en los principales periódicos brasileños (periodo de 4 a 9 de febre-ro de 2002).

cio del 2002, la producción brasileñarepresenta el 28,8% del total de titulos.

Si uno considera que las revistas deMauricio de Sousa –el gran campeón deventas de historietas en Brasil– son con-sumidas casi solamente por un públicoinfantil, queda la confirmación que todoel resto del público consumidor de histo-rietas se complace básicamente con pro-ductos de procedencia extranjera, divi-didos en los superhéroes yanquis, perso-najes de farwest que vienen de Italia ylos mangás japoneses. Estos últimos só-lo aparecieron con más agresividad en elmercado brasileño en los dos últimosaños, mas su entrada presenta repercu-siones significativas para el consumo yproducción de historietas. Algunos títu-los, por ejemplo, como Dragon Ball, hanalcanzado una producción de 150 000 re-vistas publicadas mensualmente. En elinicio del año 2002, el total de revistas

de procedencia japonesa publicadas re-gularmente en Brasil asciende a 12 títu-los, casi 20 % del total (sin considerardos revistas con historias de autores bra-sileños, Holy Avenger e Combo Ran-gers, elaboradas en estilo manga).

Revistas con contenido de proceden-cia europea alcanzan un índice de 13,6%,algo que podría ser considerado comosatisfatorio. Es importante señalar quelas historietas europeas publicadas enBrasil proceden solamente de un únicopaís y una única casa editora, la SergioBonelli Editore, básicamente con suspersonajes del genero western dirigidospara el mercado de masas.

En cuanto a las temáticas y el públicolector a los que son destinadas las revis-tas de historietas, es fácil verificar quela mayoría tiene a los niños y jóvenescomo sus sectores preferenciales. Pocasson las revistas regulares para el publi-

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Historieta brasileña actual y sus perspectivas

Figuras 3 y 4: Portadas de dos revistas de la serie Graphic Talents de la Editora Opera Graphica.

co adulto (y ninguno de los títulos paraadultos –a excepción, quizás, de uno dedudosa categorización–, son hechos porautores brasileños).

De cierta manera esta descripción noagota el panorama de la historieta brasile-ña en revistas. Las casas editoras que pu-blican revistas regulares también colocanen el mercado publicaciones que se ca-racterizan por un número limitado de fas-cículos o números, las llamadas minisse-ries, y por publicaciones con apenas unaunica aparición en los kioscos, las grap-hic novels. En general estas publicacio-nes tienen una preparación editorial máscuidada y también precios más altos quelas otras. En su mayoría, tienen proce-dencia norteamericana, destinándose a unpúblico más adulto. En 2001 han sidopublicadas en Brasil, entre otras, las mi-ni series As Aventuras da Liga Estraor-

dinária (The League of ExtraordinaryMen, de Alan Moore), Merv Pumpkin-head (de Bill Willingham, John Strokesy Mark Buckingham), Hellblazer: Noç-ões Perversas (de Eddie Campbell ySean Phillips), A Brigada dos Encapota-dos (The Trenchcoat Brigade, de JohnNew Rieber y John Ridgway), Sincity: AGrande Matança (de Frank Miller) y AHora da Magia (The Hour of Magic, deJeph Loeb y Chris Bachalo).

Las historietas en los periódicos

Como ha ocurrido en prácticamentetodos los países, también en Brasil lahistorieta ha perdido espacio en los pe-riodicos, espacio que ha sido reducidoen general a poco más de un cuarto depágina, cuando no suprimido totalmen-te. Dificultades de mantenimiento de laperiodicidad de producción de una tiradiaria también alejan a los historietistasde este tipo de afán artístico. Son pocos,relativamente, los dibujantes brasileñosque mantienen una tira diaria en perió-dicos del país, y se concentran en pocosperiódicos. Los principales diarios delpaís, concentrados en las capitales, pre-sentan un total de 42 tiras (ver tabla 3 ytabla 4). De este total, 42.8% son produ-cidas en Brasil y el resto en otros países,basicamente Estados Unidos (la únicaexcepción identificada es la tira de RegSmithe, «Zé do Boné» («Andy Capp»,originalmente inglesa). Aparte de esto,se nota también la presencia del mismopersonaje en varios periodicos diferen-tes, como «Hagar», o «Horrível» («Ha-gar, the Horrible», de Dik Browne) y«Recruta Zero» («Beetle Bailey», de MortWalker). En general, las tiras extranjerasson de personajes bastante conocidos,con varias decadas de publicación.

28 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Waldomiro Vergueiro

Figura 5: Portada de una revista de la serieGraphic Talents de la Editora Opera Graphica.

Aun cuando los datos no sean exaus-tivos, es de imaginar que el panoramano cambiaría demasiado con el aumen-to de otros periódicos. Es interesantedestacar que, a excepción de dos perió-dicos (Folha de São Paulo, con siete ti-ras brasileñas, y O Dia, com cinco tirasbrasileñas), las tiras de origen brasileñoaparecen siempre en minoria; tambiénen relación con ellas, se nota el predo-

minio de autores y personajes ya consa-grados, como «Turma da Mônica», «Chi-clete con Banana», «Piratas do Tietê» y«Níquel Náusea».

Historietas publicadas enálbumes o en formato de libro

Tradicionalmente algunas publicacio-nes de historietas fueron distribuidas en

vol. 2, no. 5 29

Historieta brasileña actual y sus perspectivas

Procedencia de las historietas Número de tiras Porcentaje

Brasileña 12 40,0

Extranjera 18 60,0

Total 30 100,0

Tabla 3: Distribución de tiras de historietas en periódicos brasileños.

Figura 6: Sección de historieta del periódico O Globo.

Brasil en el circuito de las librerías.Historietas europeas como «Asterix»,«Tintin» y «Lucky Luke», así como lasgrandes obras de artistas franceses e ita-lianos, han sido publicadas en Brasil enformato de álbum y vendidas preferen-temente por las librerías. En general,son álbumes de formato más largo, conportada acartonada y precios más altos,poco accessibles para el lector común,que de ellos solo puede tener contacto

en las colecciones de las bibliotecas pú-blicas o en aquellas especializadas en his-torietas, las lllamadas “gibitecas” (Ver-gueiro, 1994). Hasta hace muy poco losálbumes con historietas brasileñas re-presentaban una parcela poco significa-tiva de la producción, una vez que po-cas casas editoras demostraban interésen publicar historietas. La producciónautóctona disponible en este formatoera básicamente constituida por compi-

30 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Waldomiro Vergueiro

Agora São Paulo

«Os Bichos»«The Born Loser»«O Mago de Id»«Zoé e Zezé»

O Dia

«Chiclete com Banana»*«Striptiras»*Vereda Tropical»*Níquel Náusea»«Os Pescoçudos»*

Diário do Grande ABC

«Calvin»«Chico Bento»*«Peanuts»«Os Souza»*

Diário de S. Paulo

«Ócios do Ofício»* (na seção Trabalho)

Jornal do Brasil

«Aline»*«Garfield»«O Mago de Id»

O Estado de S. Paulo

«O Melhor de Calvin«Recruta Zero»«Turma da Mônica»*

Folha de S. Paulo

«Aline»*«Casal Neuras»*«Chiclete com Banana»*«Garfield»«Hagar, o Horrible»«Níquel Náusea»*«Os Pescoçudos»*«Piratas do Tietê»*«Ribalta»* (na seção de Política)

O Globo

«Os Bichos»«Crock e os Legionarios»«Dilbert (Seção de Informática)»«Dilbert»«Hagar, o Horrible»«Recruta Zero»«Urbano, o Aposentado»*«Zé do Bon黫Zoe & Zezé»

Jornal da Tarde

«A.C«Frank & Ernest«A Legião«Minduim» («Peanuts»)

Total 42 tiras

Los títulos con asterisco (*) indican tiras deautores brasileños.

Tabla 4: Historietas publicadas en los principales periódicos brasileños (periodo de 4 a 9 de febre-ro de 2002)

2001 - AÑO IVOLUMEN 1

II REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

La Revista latinoamericana de estudios sobre la historieta es el órgano oficialdel Observatorio permanente sobre la historieta latinoamericana. Su perio-dicidad es trimestral: sale el 15 de marzo, el 15 de junio, el 15 de septiembre y el15 de diciembre de cada año.

Directora generalIrma Armas Fonseca

Directores culturalesDario Mogno, Manuel Pérez Alfaro

RedacciónGladys Armas SánchezFermín Romero Alfau

DiseñoTony Gómez

Dirección, redacción y administraciónCalle 11 # 160 e/ K y L - Vedado

La Habana (Cuba)tel.: (53) 7 832 75 81-3 - fax: (53) 7 832 22 33

e-mail: [email protected]@mogno.com

©2001 Revista latinoamericana de estudios sobre la historieta / Observatorio per-manente sobre la historieta latinoamericana.© Las ilustraciones que aparecen en este volumen son propiedad de sus autores.

El precio de cada ejemplar es de 10 $MN en Cuba, de 2 US$ en América Latina,de 2,5 euros en Europa, de 2,5 US$ en USA, Canadá y los demás países. La sus-cripción anual cuesta 30 $MN para el envío en Cuba, 8 US$ para el envío a Amé-rica Latina, 10 euros para el envío a Europa, 10 US$ para el envío a USA, Canadáy los demás países.

Fotomecánica e impresiónDepartamento técnico de la Editorial Pablo de la Torriente.

vol. 1 III

Editorial

Número 1 1:1

Número 2 2:65

Número 3 3:137

Número 4 4:201

AUTORES

Manuel Barrero: Jodorowsky: el chileno ecléctico

1. 2:91

2. 3:167

Caridad Blanco de la Cruz: Salomón un mutante perturbador 2:108

Jorge Montealegre Iturra: Pepo, mucho más que un condorito 1:46

ENTREVISTA

Dario Mogno: Casi cinquenta años con el pincel en mano.Charla con Eduardo Muñoz Bachs 3:193

Manuel Pérez Alfaro: La historieta y el cine de animación.Charla con Juan Padrón 2:131

GÉNEROS

Waldomiro C.S. Vergueiro: Historieta pornográfica brasileña.Una visión del erotismo en la cultura latinoamericana en las obrasdel artista Carlos Zéfiro 3:139

ÍNDICE

IV REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

HISTORIA

Armando Bartra: Debut, beneficio y despedida de una narrativa tumultuaria

1. Piel de papel. Los pepines en la educación sentimentaldel mexicano 2:67

2. Fin de fiesta. Gloria y declive de una historieta tumultuaria 3:147

3. Globos globales: 1980-2000 4:225

Caridad Blanco de la Cruz: Cuadros 1:31

Mario Lucioni: La historieta peruana

1. 4:257

Daniel Rabanal: Panorama de la historieta en Colombia 1:15

Guillermo Saccomanno, Carlos Trillo: Héctor Germán Oesterheld:una aventura interior

1. 4:237

Waldomiro C.S. Vergueiro: Desarrollo y perspectivas de la historietabrasileña. Las incógnitas de un nuevo siglo 1:3

JEJENES

Leonardo M. Falaschini: Fuga de lápices 3:187

Camilo Sanín: Impresiones personales sobre el cómic colombiano 3:182

MEMORIAS

Carlos M: Federici: Desventuras en el Páramo. Una visión personal(ista)del cómic en el Uruguay 2:119

PERSONAJES

Jorge Montealegre Iturra: El cóndor pasa 1:51

POLÉMICAS

Ana Merino: Fantomas contra Disney 4:203

TESTIMONIOS

Norberto Buscaglia: Comienza una historia 1:55

laciones de tiras de historietas antes pu-blicadas en periódicos, como las de lospersonajes de Maurício de Sousa, deZiraldo Alves Pinto y de Angeli, entreotros.

El panorama presenta ahora una pe-queña modificación que puede repre-sentar una perspectiva halagüeña paralas historietas en el país. Durante la últi-ma década del pasado siglo, algunas ca-sas editoras brasileñas han decididovolverse para las librerías, como un es-pacio privilegiado para la distribuciónde historietas. Como los propietarios dela gran mayoría de las librerías son tam-bién, en general, bastante exigentes enrelación con los títulos que comerciali-zan, los materiales producidos paraellas se caracterizan por tener un forma-to de libro y precios más altos. Estas ca-sas editoras no publican solamente his-torietas brasileñas, pero tienen abiertoun espacio para los artistas nativos queantes no existia. Las más destacadas en-tre ellas son la Editora Via Lettera y laDevir Livraria.

La Editora Via Lettera, propiedad deun conocido y muy respectado traduc-tor de historietas, con más de veinteaños de experiencia en el trabajo edito-rial del género, cuenta en su catálogocon las obras de algunos de los más im-portantes historietistas de la actualidad,como los títulos «Do Inferno» («FromHell», de Alan Moore y Ed. Campbell),«V de Vingança» («V of Vendetta», deAlan Moore y David Lloyd), «Estran-hos no Paraíso» («Strangers in Paradi-se», de Terry Moore), «Bone» (de JeffSmith.) y «As Aventuras de LutherArkwright» (de Brian Talbot). En losúltimos años la Editora Via Lettera vie-ne también publicando libros de histo-rietas producidos en Brasil, ampliando

su actuación en el mercado. Hasta elmomento, ha publicado los títulos «OsDez Pãezinhos» (de Fabio Moon y Ga-briel Bá), «O Gralha» (compilación depáginas de historietas publicadas en unperiódico de la ciudad de Curitiba, deautores como Antonio Eder, Jose Aguiary otros) y tres volúmenes de la colec-ción Front, con autores variados.

Como su propio nombre indica, LaDevir Livraria es una rama de una em-presa especializada en la venta e impor-tación de revistas de historietas y mate-riales semejantes –como juegos de RPG,de cartas, postales, miniaturas, etc.–,principalmente de Estados Unidos y Eu-ropa. Creada por tres aficionados de lalectura de historietas de superhéroesque, en la segunda mitad de la décadadel noventa, decidieron ampliar su áreade actuación, creando una filial en Por-tugal e iniciando un trabajo en el áreaeditorial. Desde su inicio como editorial,Devir Livraria buscó publicar historietasprincipalmente de autores brasileños.Tiene hoy varios libros publicados, entrelos cuales se destacan los álbumes deAngeli («Os Skrotinhos», «Rê Bordo-sa»), Adão Sturrugarai («Aline»), LaerteCoutinho («Suriá», «A Garota do Cir-co») y Lourenço Mutarelli («Transubs-tanciação», «O dobro de Cinco», «A So-ma de Tudo»). A fines del 2001, Devirfue responsable de la publicación de unaselección de 38 artistas vinculados a laescuela Fabrica de Quadrinhos (Fábricade Historietas), de São Paulo, un magní-fico trabajo editorial en colores y con pa-pel de primera calidad.

Ambas editoras tienen en perspecti-va el público más adulto y con un másalto nivel de exigencia. Se nota un es-mero especial en la producción edito-rial, buscando colocar en el mercado

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Historieta brasileña actual y sus perspectivas

materiales que los lectores sienten ver-güenza de colocar en las estantes de susala. Desafortunadamente, aunque seaincuestionable la calidad de los álbu-mes producidos por Devir Livraria eEditora Via Lettera, sus precios aún sondemasiado altos para la gran mayoríade la población brasileña.

Además de las dos editoras citadas,otras casas editoriales también se estánaventurando, aunque tímidamente, en lapublicación de álbumes en Brasil, comolas editoras Conrad (que ha publicado«Gen», de Keiji Najagima y «Palesti-na», de Joe Sacco) y Opera Graphica(que ha intentado publicar cuadernos aprecios un poco más populares, inclusode autores consagrados del país, comoWatson Portella, Eugenio Collonezzey Mozart Couto). Son aun iniciativasmuy recientes, para se pueda apostar so-bre su continuidad. Otro hecho recienteen el país –y, se espera sea duradero– esla publicación de libros de historietascon la ayuda de administraciones muni-cipales; la prefectura de Belo Horizontecolaboró en el 2001 para la publicacióndel álbum «Estórias Geraes», de We-llington Srbek y Flávio Colin.

Conclusiones

Brasil vive a inicios del año 2002 unmomento de expansión del mercado dehistorietas, por lo menos en lo que res-pecta al número de revistas en circula-ción. Entre los lectores, hay un eviden-te optimismo en cuanto al futuro, perono hay como tener la seguridad de quela tan esperada expansión traerá nue-vas oportunidades para los autores na-tivos. Asimismo, el país presencia unfenómeno similar al de otros paísesmás desarrollados, que es la paulatina

segmentación del mercado de historie-tas, con una mayor variedad de títulosy géneros, pero con un menor númerode ejemplares por título. Esto puede re-presentar una posibilidad concreta pa-ra los miles de historietistas brasileñosque trabajan de manera aislada o engrupos, produciendo fanzines y revis-tas alternativas de corta duración; quese inscriben en escuelas de diseño dehistorietas, buscando en ellas instru-mentos para perfeccionar su arte, y que,en fin, en la soledad de sus revistas dehistorietas y sus cuadernos de dibujossueñan con la posibilidad de colocarsejunto a los autores que tanto admiran.Pues soñar es posible, y a los artistasde la historieta el sueño jamás será laúltima frontera.

ReferenciasQ.I.: Quadrinhos Independentes: Brasópolis,

MG, 45 y 47.Santos, Roberto Elísio dos: «Para reler os qua-

drinhos Disney: linguagem, técnica, evoluçãoe análise de HQs», São Paulo : Escola de Co-municações e Artes da Universidade de SãoPaulo, 1998. [Tese de Doutorado - Escola deComunicações e Artes da Universidade SãoPaulo].

Vergueiro, Waldomiro: «Comic book collectionsin Brazilian public libraries: the Gibitecas»,New Library World, 95, 1117, 1994 (14:18).

Vergueiro, Waldomiro: «Desarrollo y perspecti-vas de la historieta infantil brasileña: las in-cognitas de un nuevo siglo», Revista Latinoa-mericana de Estudios sobre la Historieta, 1, 1,abril 2001 (3:14).

Notas1. La revista QI: Quadrinhos Independentes, es

una publicación producida para divulgar laproducción alternativa brasileña de historie-tas, recoge como promedio cien títulos defanzines o publicaciones alternativas cadados meses. Se estima que esta lista es capazde inventariar solamente una parte de la realproducción en el área.

32 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Waldomiro Vergueiro

ResumenLas últimas dos décadas del siglo pasado, vistas en la recopilación de las revistas de historietas

chilenas. Un recorrido donde la autogestión parece ser el alma protagonista de un grupo de apasio-nados testarudos.

AbstractThe last two decades of the past century, viewed in the compilation of the Chilean comics magazi-

nes. A route where the selfmanagement seems to be the protagonist soul of an enthusiastic stubbornsgroup.

Escasas huellas de una tradición

Aprovechando el impulso y comopequeña introducción es bueno consig-nar la época de oro de las publicacionescriollas, y me refiero precisamente aese momento en que una importanteeditorial estatal llamada Zig Zag prestaatención a las posibilidades didácticas ycomerciales de la historieta.

Frecuente era ver por esa época loskioscos saturados de comics nacionalesy extranjeros con tirajes impensables enla actualidad (cuando digo «la época deoro» me refiero desde principios de ladécada del cincuenta hasta principiosde la del setenta, aproximadamente).Pero de la producción de Zig-Zag, quedespués se llamó Quimantú y luego Ga-briela Mistral se puede hablar en otro

artículo, aunque inevitablemente citarel silencio provocado por el cese de estagran empresa es un referente constantepara los que retomaron, una década mástarde, el nunca bien ponderado caminode la autogestión editorial.

Esos dolorosos pero contestatariosaños de la década del ochenta

Un ambiente enrarecido y fuertesganas de disidencia, salientes de unadécada despiadada, la más perversa,dictatorialmente hablando: así estabaChile a comienzos de esa década. To-davía había silencio pero graciosa-mente surgían voces y nuevos nichosque nadie había visto, grupúsculos queconfeccionaban fanzines, y todo teníaconexión; el rock era una frecuencia

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PANORÁMICA

7º Encuentro Internacional de Historietistas

Historieta chilena post dictaduraRenaciendo en la década del ochenta

Christian Gutiérrez (Christiano)Historietista, Santiago, Chile

obligada, los poetas eran aliados y edi-tores de revistas donde la historieta te-nía lugar protagónico. Desde lo pro-fundo surge La Castaña, de la manodel poeta e investigador de la historietachilena Jorge Montealegre (colabora-dor de esta publicación), quien reunióa escritores y dibujantes para hacer unarevista de pequeño formato, en glorio-so papel kraft. Se agregan nuevosnombres al listado de fanzines: Tiro yRetiro, Sudacas, Gnomon. Un grupode estudiantes de comunicación audio-visual se encaminan con Beso negro,apuesta rockera-teatral-historietísticaque ofrece una nueva hornada de per-sonajes en los comics y en las letras(Kisco el Agudo, Jarry el Urba, El DrMarmaja); uno de sus colaboradores,Carlos Gatica, funda el grupo musicalLos Jorobados, citados inevitablemen-te en libros de historia del rock chileno

y con el apoyo letrístico delirante deltambién Beso Negro Udo Jacobsen.Este experimento, lleno de guitarrasbruscas y prosa desopilante, es en laactualidad considerado banda de cul-to, por los estudiosos del tema y tam-bién por una nueva hornada de mucha-chos punky que ven en ellos un ciertoaspecto fundacional en materia rocan-rolera criolla... Bueno, parece que niGatica, ni Jacobsen pueden corroborara ciencia cierta esa visión tan juvenil ysobre valoradora de las cosas.

Esos veinteañeros aspirantes a au-diovisualistas, inquietos y desenfada-dos son, hoy por hoy, treintones y casicuarentones todavía inquietos y, de unau otra forma, todavía vinculados almundo de la gráfica y el dibujo (me re-fiero específicamente a Gatica y Jacob-sen), algunos de sus trabajos teóricos yprácticos se pueden ver en www.ergo-comics.cl.

Para la segunda mitad de la décadaaquella la oposición al régimen se for-talece vertiginosamente, el rock no secalla lo que todos dicen en los pasillos,aparecen ediciones que pretenden tras-cender el perfil no-comercial de losfanzines: Ácido reúne a la esencia delos nuevos creadores, Matucanaqueera un fanzine se pone pantalón largo ysale a kioscos junto a Bandido queprescinde totalmente de los contenidosirreverentes de sus contemporáneas:Trauko, proyecto dirigido al públicoadulto de dos españoles, AntonioArroyo y Pedro Bueno, más una argen-tina, Inés Bagú, da el espacio a autoresnacionales que entregan desfachatada-mente sus contenidos. Una de las anéc-dotas comiqueras más recordada deTrauko fue el escándalo nacional y lamisa de desagravio para limpiar el

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Christian Gutiérrez

Figura 1: Portada del número 46 de La Firme.

nombre y la imagen de la mismísimavirgen del Carmen, encargada por elentonces almirante en jefe de la arma-da que ante una historia de navidadque mostraba dicharacheramente elnacimiento en un pesebre nada tradi-cional, el entonces ex miembro de lajunta militar (esa misma que todos sa-ben) no encontró mejor solución querecurrir al recogimiento ante posiblesrecriminaciones divinas. También ha-bía viñetas de descontento en El Cue-te, Raff, Catalejo, esta última realiza-da integralmente en el puerto de Val-paraíso.

Es justo consignar que, paralelamen-te, y por la incierta existencia y posibili-dades laborales de y en los magazinesde historietas surgen otros nuevos gru-púsculos, algunos amparados bajo elalero de Trauko, que toman el toro porlas astas y reinician el camino apoyadospor esa noble institución llamada foto-copiadora.

Nombres surgidos de este limbo co-miquero de fin de década son Cloaca,Yo la maté, Slum Comix, Barrio sur,Bazooka Joe, más un largo etcétera queni el espacio ni la síntesis alcanzan a fa-cilitar.

Se libran batallas campales congrupos monopólicos como los kioske-ros y los distribuidores, de a poco semuere la flor para las publicaciones,se mantienen Trauko y Bandido lle-gando a la treintena de números, am-bas cambian un poco el norte y empie-zan a editar álbumes de autores nacio-nales contemporáneos, y así, sin que-rer queriendo, se vinieron los años dela década del noventa con la únicacerteza de que la democracia habíallegado y ya no había que pedir permi-so para hacer revistas.

Individualistas: autores, álbumesy cómo administrar un circopobre sin morir en el intento

Un país demasiado lleno de expecta-tivas ante el nuevo gobierno democráti-co, un sueño compartido por todos loscreadores de la época se centraba en elinmenso horizonte de posibilidades ar-tísticas que, se suponía, la democraciaapoyaría sin problemas, mientras tantolas resistentes Trauko y Bandido conti-nuaban en la lucha, buscando nuevoscaminos de publicación para autoreschilenos. Ya no estaba el dictador comoenemigo reconocido (quién podía ima-ginarse cuantas garras le quedaban to-davía por sacar) y las muchas promesasde país nuevo tendrían que seguir espe-rando en las gavetas de esos funciona-rios oportunistas que decidían muy tor-pemente que era lo cultural y que no.

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Historieta chilena post dictadura

Figura 2: Portada de Rayo Rojo número 3.

Antonio Arroyo, uno de los españo-les de Trauko, crea Trauko fantasíaproyecto paralelo centrado en la publi-cación de álbumes recopilatorios depersonajes y autores de la revista. Asípues, salen al mercado varios libros:«Checho López, una historieta de latransición» de Martín Ramírez, que na-rraba las desventuras de un oficinistasantiaguino con pésima suerte; tambiénaparece «Blondi» de Lautaro Parra, his-toria ciber-punk en un mundo post-apo-calíptico en que Blondi la mujer policíay protagonista reparte golpes y balazospor doquier.

Una mención aparte de lo realizadopor Trauko fantasía es el álbum experi-mental «Historias, planetas, cerebros yátomos» del dibujante Claudio Galle-guillos, más conocido como Clamton, yque reunía las historias cortas apareci-

das hasta la fecha en Trauko. Digomención aparte ya que el carácter inti-mista y surrealista de la obra de este au-tor es un hito jamás repetido en páginasde revistas chilenas.

Claudio Galleguillos, deserta de lamención grabado de la Escuela de Artesde la Universidad de Chile y se dedica acrear todo un microcosmo de seres casivegetales con vidas que polinizan ycuestionan en un estilo gráfico incom-parable. Actualmente, las dificultadespara conseguir este libro (lejos el mayoracierto de esa casa editorial) da cuentade lo frágil que es nuestra memoria depaís que, dolorosamente y como siem-pre, se olvida de este Claudio-Clamtonque leía la escritura de las flores y ha-cía que sus personajes con cabeza depincel se fuesen «elevando, elevando,elevando para terminar en un orgasmode angustia», así tal cual como él, quese tuvo que retirar antes, demasiadopronto, demasiado joven, tal vez ya singanas o sin encontrar coherencia posi-ble al hecho de tomar de nuevo los lápi-ces y empezar, una vez más, la dolorosaviñeta siguiente.

En paralelo, Javier Ferreras, editor ydirector de Bandido publica, con un sis-tema idéntico al de Trauko fantasía, unlibro-resumen de las historias de«Anarko», personaje rockero de disqui-siciones mesiánicas que, eternamente,huye de la policía por los cerros de Val-paraíso. Esta es una creación del dibu-jante porteño Juan Carlos Cabezas(Jucca) quien, ni corto ni perezoso, con-tinúa hasta hoy con la gestión editorialde sus trabajos.

Surge desde el barrio San Miguel,«Pato Lliro, crónicas del barrio sur»,de Christiano y los hermanos Higue-ra. El Pato es el marginal chileno por

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Christian Gutiérrez

Figura 3: Portada de «Hijo de la Montaña».

antonomasia, el llamado pato-malo odelincuente juvenil, quien junto a sufiel comparsa Er Pelao viven susaventuras en un Santiago salvaje queno siempre aparece en el discurso ofi-cial de la época. En el transcurso deloa década del noventa, «Pato Lliro»,ha tenido varios especiales que hanido dando diversos aspectos del prota-gonista y de los personajes secunda-rios que conforman todo este universode marginales y perdedores reconoci-damente santiaguinos.

Otra vez, Javier Ferreras arremetecon dos álbumes: «Lebbeus Rahn», his-toria de ciencia ficción y paradojas tem-porales escrita y dibujada por el muydocumentado Martín Cáceres, y tam-bién «Vampira», de Juan Faúndez, di-bujante abducido casi por completo porla animación y el 3d.

Sigue «Anarko 2», esta vez editadopor su propio autor, quien no deja de es-cuchar a lectores que encaminan porsenderos similares a su personaje con«Pato Lliro», creación del capitalinoChristiano. Ambos dibujantes conver-san una y mil veces de reunir a sus hijosmal criados en una historia única. Pasael tiempo y, como muchos otros, el pro-yecto nunca se concreta.

Llega la mitad de década y la tónicasigue siendo la del álbum de autor soli-tario aunque la idea de la revista colec-tiva nunca se abandona, ejemplos ma-gazinescos son: La Mancha que iba porel lado del rock; Oxígeno que se enca-minaba por la ciencia ficción; Arte Nue-ve que reunió dibujantes de aquí y allá,Banzai Manga primer fanzine inspira-do en la historieta nipona, proyectocreado por Marcos Borcosky, aliasFyto Manga, el primer samurai-manga-ka chileno.

Javier Ferreras, el mismo de Bandi-do, ya instalado con una imprenta y conel nuevo sello editorial Visual, vuelvecon el formato álbum, esta vez no reco-pilatorio si no primera parte de trilogía.El libro se llama «Juan Buscamares: elagua» del joven artista Félix Vega,quien confiesa una temprana llegada almundo del dibujo y el color en un entor-no familiar de papá ilustrador-historie-tista-acuarelista notable, y de mamápintora destacada.

Gracias a contactos conseguidos enun importante salón de cómic europeo,Félix consigue dibujar, desde Chile, lahistorieta erótica de Playboy en su edi-ción española y con los guiones deEnrique Sánchez Abulí (sí, el mismo de«Torpedo»).

Un detalle por recalcar es que el di-bujante que dejaba el cargo en Playboyera nada menos que el argentino Hora-cio Altuna.

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Historieta chilena post dictadura

Figura 4: Portada del número 0 de la fanzineGnomon.

También desde Chile, Félix consi-gue que una importante editorial espa-ñola (Norma) edite en formato tapablanda y dura y en colores su «JuanBuscamares: el agua», que avalado porlas buenas críticas de los especialistasibéricos, convierten a su autor en elprimer dibujante de la nueva hornadachilena publicando en el difícil merca-do europeo.

Asentado en Barcelona desde hacedos años, Félix Vega y su compañeraMónica han visto los frutos de la dedi-cación en el segundo álbum de la trilo-gía «Juan Buscamares: el aire», nueva-mente editado a todo lujo por Norma, ycon la ayuda de la acuarela avanzadade Oscar Vega, papá orgulloso y cole-ga convencido de la viabilidad del pro-yecto.

Pero volvamos a Chile, mitad deldecenio del noventa: a pesar de las edi-ciones que buscan una calidad cercanaal álbum europeo, también se da otravertiente en la realización de revistasexperimentales ligadas a colectivos dearte multi-disciplinarios (o anti-disci-plinarios). Un nombre importante yfundacional de esta variante es Kiltra-za, que más que una revista sus gesto-res la sacralizan en casi religión, concaravanas y cortejos incluidos, obrasde teatro y programas de radio, equi-pos de fútbol y grupos de rock de du-dosa calidad.

Desde un tiempo a esta parte Kiltrazaguarda silencio. Le sigue los pasos,aunque en un tono mucho más de coo-perativa, La Nueva Gráfica Chilenacon el egresado de arte de la u. De ChileRodrigo Salinas (ex Kiltraza) a la cabe-za, y también con el concepto colecti-vista y casi-militante de agrupación quepublica revistas de autor, pero con unaindisimulada búsqueda de calidad edi-torial. Otra agrupación para consignares Sin-Huesos, con producción de re-vistas, videos y efectos especiales enhistorias que calan los idems, con tex-tos desencantados y la devoción sicoa-nalítica de dos tercios de sus integran-tes. Este capítulo, que podría llamarseColectivos de arte y revistas experi-mentales, también da para un artículoaparte, ya que la cantidad de anécdotascasi dadaístas de estas agrupaciones de-ben ser relatadas extensa y detallada-mente, sólo para deleite de entusiastasobsesivos.

Se forma Ergocomics, colectivo quereúne a guionistas, dibujantes y teóri-cos en torno al tema de la historieta, do-ce apasionados, doce como los apósto-les, que apuestan con dos álbumes:

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Christian Gutiérrez

Figura 5: Portada del número 2 de la fanzineTiro & Retiro.

«Horacio y el profesor» de GonzaloMartínez quien , después de publicardurante diez años su tira en el diario ElMercurio de Santiago, lanza este librocompilatorio especialmente pensado eny para el medio informático. El grupose la juega también con «La ruta de losArcanos 1», volumen colectivo quepresenta historias con la premisa de es-tar inspiradas en los arcanos mayoresdel tarot.

Aparece una nueva edición de variosautores, esta vez bajo la dirección guio-nística del hermano mayor Miguel Hi-guera, que crea «Sicario», un joven ase-sino a sueldo que muestra una serie decódigos de honor y muchísimos bala-zos. Esta edición, a cargo de Visual(¡¡Ferreras, una vez más!!), reunió auna serie de autores de estilos distintosque es necesario mencionar: Félix Ve-ga, Martín Cáceres, Jucca, el uruguayoDiego Jourdan, Carlos Laporte, Mauri-cio Herrera, Christiano.

Y a propósito de Mauro Herrera, poresa fecha y con sello –¡como no!– Vi-sual este joven dibujante y diseñadorgráfico irrumpe en kioscos con «Dia-blo», historieta de género con enmasca-rado que vuelve del más allá con super-poderes incluidos, y que fue, así comoque no quiere la cosa, la revista inaugu-radora del uso del color digital. «Dia-blo» lleva hasta ahora más de diez nú-meros por donde han desfilado –siem-pre vigilados por el ojo avizor de Herre-ra– un grupo importante de guionistas ydibujantes.

Christiano gestiona –con el apoyode Ergocómics– «Ojo Bizarro», libroobjeto consistente en una caja de car-tón con una especie de portada en suparte superior, y que en su interior al-berga dos librillos de formatos distin-

tos, el más grande «El bestiario de losperdedores» y el apaisado «Tiras trági-

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Historieta chilena post dictadura

Figura 6: Portada del número 2 de Catalejo,«cómic made en Vaparaíso».

Figura 7: Portada del número 7 de BesoNegro.

cas», que muestran, a través de la poe-sía urbana, el relato melancólico y unabuena dosis de humor negro, el mo-mento íntimo que su autor necesitabaexpiar. El tiempo y la historia se encar-garán de decir si lo logró, o sólo fueuna salida de madre de un historietistapretencioso.

Ricardo Vega, dibujante más cerca-no a la plástica, ya había editado añosantes su libro experimental «Electroen-cefalograma», que era su visión gráficay personal de la epilepsia, entendida co-mo un cerebro sacudido por un sismode proporciones. Era el 98 y Ricardosorprende con «Sólo para uno» que imi-ta el envase de una famosa marca de so-pas en sobre, y en el que hay un aprove-chamiento de las posibilidades gráficasusando elementos o materiales de bajocosto. Esta característica es una cons-tante en el trabajo creativo de RicardoVega que ha influido notoriamente enlas obras de varios de los colectivos dearte antes citados. (Sin lugar a dudas«Ojo Bizarro» debe, conceptualmentehablando, muchísimo a «Electroence-falograma»).

Llegan las noticias de Pinochet presoen Londres. Muchos celebran mientrasel gobierno demócrata-cristiano de en-tonces declara públicamente su rechazoa la detención, aduciendo que la ropasucia se lava en casa, y si alguien debíajuzgar al dictador esa era la justicia chi-lena (un botón de muestra del llamadosurrealismo criollo).

Casi por entonces, un autosuficienteveinteañero hereda una casa en la con-currida comuna de Providencia. El jo-ven, además historietísta, sufre el ata-que megalómano de instalarse con unaeditorial de cómics y, bueno, la casa sevende en una nada despreciable millo-nada de pesos, y permite a Jorge David,el joven dibujante y heredero, formarediciones Dédalos.

En poquísimo tiempo cuelga enkioscos varios títulos, en formato co-mic book y en colores digitales. Apare-cen bajo este sello: «Medianoche»,con guión de Miguel Higuera y dibu-

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Christian Gutiérrez

Figura 8: Portada de «Horacio y el Profesor».

Figura 9: Portada de «Sicario».

jos de Pablo Santander; «Katboxing»,escrita por Francisco Amores y dibuja-da por Dreg; «Pato Lliro, recuerdos decabrochico», con guión y dibujos deChristiano, además de la ayuda en tin-tas de Dreg y la escala de grises deKuanyip Tangol; «Salem», de Francis-co Amores y Mauricio Herrera; «Ra-yén», con guión y dibujos de Jorge Da-vid, quien crea esta historia que mez-cla la mitología mapuche con el géneropoliciaco, todo en una saga que tiene lavirtud de ser historieta premonitoria alcontar en viñetas un conflicto mapu-che, que enfrenta a los hombres de latierra con las fuerzas especiales de Ca-rabineros.

Al poco tiempo de aparecida la revis-ta, los medios, en el tono alarmista queles caracteriza, mostraban las avanza-das indígenas contra la construcción deuna represa que hará desaparecer delmapa miles de kilómetros aún habita-dos por el pueblo mapuche. Un detallepara anotar es que el conflicto continúahasta hoy.

Volviendo a Jorge David, sus ganasy entusiasmo se ven mermados por esefatídico fantasma llamado mercado; re-suelve detener casi todos los títulos,quedándose solo con «Rayén», que lle-gó al número diez (noviembre, 2001), ycuya edición responde al tesón de su au-tor-editor que ha visto cómo el sueño dela editorial y el amor inclaudicable porla historieta dejan también muchos do-lores de cabeza y una cuenta llena dedeudas.

Ergocomics insiste con el tarot y pu-blica «La ruta de los arcanos 2» que re-cibe mejores críticas que el número an-terior y permite que la historia «La rue-da de la fortuna» tenga su versión parala televisión en el premiado programa

«El show de los libros». Tres de los in-tegrantes de este colectivo (el guionistaCarlos Reyes y los dibujantes RicardoVega y Christiano) se lanzan a un pro-yecto que alcanza características deexabrupto gráfico: La Dispersión delAfekto se llama el engendro y es una re-vista con corte diagonal que da cabida ala ilustración y las letras en seccionescomo Actas parenésicas, o el comenta-rio de cine basado en un filme inexis-tente. El bonus-track de La Dispersióndel Afekto es un casete de audio, quecontó con la colaboración de músicosde trayectoria rockera, y que en formatocanciones recreaba los contenidos de larevista. Aún sus gestores discuten sobrela conveniencia de la aparición de unnúmero dos.

Llega el 2000 y el mundo no seacaba, pilla a casi todos sin confesary ante los vicios modernos no quedamás que someterse: Ergocomics sal-

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Historieta chilena post dictadura

Figura 10: Portada del número 1 de La Dis-persión del Afekto.

ta a la red con el sitio misceláneo(repetir el dato no necesariamentees redundar: www.ergocomics.cl),que permite lo que el costo en papelimpide. Todos saben que la edicióntradicional jamás será remplazadapor el digital, pero todos olvidan elromanticismo un rato y con renova-ciones que empezaron semanales, si-guieron mensuales, continuaron in-determinadas, pasando por la exóticavariante de subir material cada lunanueva y quedando hoy en la actuali-zación casi mensual, instancia que hapermitido una cantidad de visitas na-cionales e internacionales en un me-dio cuyo principal punto por destacares la difusión rápida e interconecta-

da, o sea, un gran catálogo de traba-jos para los vítores o abucheos delmundo.

En ese mismo año, Udo Jacobsen,ex Beso Negro, hoy flamante ergocó-mico, inicia un proyecto de proporcio-nes casi épicas: En el instituto profe-sional de artes visuales Arcos –dondeJacobsen hace clases hace mucho, mu-cho tiempo– instaura la nueva carrera«Animación y comics», apoyado porun cuerpo docente que incluye a variosintegrantes de Ergocómics. Un espacionuevo para las nuevas generacionesque, muchas veces decepcionadas porel dogmatismo de las escuelas artísti-cas tradicionales y la constante denos-tación hacia la historieta ejercida porlas artes verdaderas, ven en este nue-vo proyecto un nicho familiar de res-ponsabilidad compartida con sus pro-fesores, en un país que veta y reniega asus creadores.

Termino este, aveces, tendenciosoresumen del camino pedegroso enten-dido como la edición de revistas en Chi-le, poniendo un fin imaginario al co-mienzo del milenio, casi por comodi-dad, imaginando qué puede hacer lahistorieta ante los fatídicos eventos su-cedidos en el mundo posteriormente.

No dejo de soñar el pequeño sueñode seguir haciendo revisiones de la pro-ducción editorial, así como correspon-de al final de cada década, que los ím-petus y las voces de incomprendidosentusiastas continúen, aunque sea en elmodesto formato de las viñetas que,inevitablemente, se convierten en pája-ros emisarios del arte y la cultura, so-brevolando credos e intereses, alivia-nando en pequeñas brisas creativasaquellos combustibles y dolorosamentemodernos vientos de guerra.

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Christian Gutiérrez

Figura 11: Una página de «Juan Buscamares.El agua» de Félix Ve ga (1996).

ResumenEl trabajo hace una breve incursión en la historia del surgimiento de la historieta como expresión

artística de los creadores ticos, y donde se fija la pobre y balbuceante evolución de la historieta na-cional en Costa Rica para permitirnos conocer las limitadas obras y espacios con que ha contado ylas acciones de publicación en que el propio autor ha tenido un papel protagónico.

AbstractThe work makes a brief incursion into the history of the sprouting of the comics as an artistic ex-

pression of the ticos creators, where the poor and stammering evolution of the national comics in Cos-ta Rica is observed to allow us to know the limited works and spaces on which it counted and thepublication actions in which the same author had a protagonist role.

El arte de la historieta gráfica, acer-tadamente denominado por estudio-sos e investigadores como el novenoarte, ha experimentado en Costa Rica,a lo largo de toda su historia, una muypobre y balbuceante evolución artísti-ca, pese a la gran profusión de artistasdel blanco y negro que ha tenido estanación centroamericana desde finalesdel siglo XIX, cuando se instituye elperiodismo escrito y surgen con nota-ble fuerza estilística los primeros ca-ricaturistas e ilustradores que desbor-dan su talento no sólo en los periódi-cos de la época, sino en una gran pro-fusión de revistas y periódicos satíri-cos de vida efímera, muchos de ellospublicados por la iniciativa de losmismos artistas.

Concentrándose la actividad de losdibujantes costarricenses en la caricatu-ra política y el chiste gráfico más quenada, los primeros caricaturistas costa-rricenses, muchos de ellos de gran rele-vancia artística y conceptual tales comoPaco Hernández (de origen español) oNoé Solano (el primer gran caricaturis-ta criollo), recurren a la técnicas prima-rias de la narración visual secuenciada,sólo como un recurso más, destinado adesarrollar determinadas situacionesque, al final, remitirían a la sátira humo-rística, sin avanzar en el cultivo del artede la historieta como tal.

Esta situación persistió por muchasdécadas, podría decirse que hasta fina-les de la década del sesenta y comien-zos del setenta, cuando, influidos por la

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PANORÁMICA

7º Encuentro Internacional de Historietistas

La tardía evolución del arte de lahistorieta en Costa Rica

Óscar Sierra QuinteroHistorietista, San José, Costa Rica

«invasión» de las historietas mexicanasde la Editorial Novaro, que por ese en-tonces inundaban el mercado latinoa-mericano de las revistas ilustradas, y lastiras cómicas distribuidas por los sindi-cates norteamericanos, las cuales se pu-blicaban en los periódicos locales, losgrafistas costarricenses comenzaron adar mayor importancia al cultivo del ar-te de la narrativa de la imagen.

Uno de estos primeros historietis-tas propiamente dichos, de hecho elmás destacado en toda la historia delpaís y el primero en manejar a cabali-dad las técnicas de esta difícil disci-plina artística, lo fue el recientementefallecido caricaturista e ilustrador donHugo Díaz Jiménez quien, en la déca-da del setenta, comenzó la publica-ción en el semanario Pueblo, de unapágina de historietas satíricas en la

que el artista documentó la situaciónpolítica y social no sólo de su país sinodel acontecer internacional. Gran partede este material fue recopilado en el li-bro «El Mundo de Hugo Díaz», publi-cado por la Editorial Costa Rica a fina-les de ese decenio y del que se hicieronvarias ediciones.

Entre otras producciones de este ar-tista en el campo de la historieta que esimportante destacar, citamos una edi-ción historietada de los «Cuentos delTío Conejo» basada en un popular librode la autora costarricense Carmen Lyra,y un meritorio intento de crear la prime-ra historieta nacional, gracias a la ini-ciativa del escritor y dramaturgo Sa-muel Rowinski, con la serie «Las Fis-gonas de Paso Ancho», serie que llegóhasta la tercera edición, a mediados dela década del ochenta.

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Óscar Sierra Quintero

Figura 1: Hugo Díaz fue el primer dibujante costarricense que utilizó, a cabalidad, todas las técni-cas y recursos de la historieta como tal. En la ilustración, una de sus secuencias satíricas publicadaen el semanario Pueblo.

Un importante proyecto editorial so-bre la vida, en historietas, del líder pa-nameño Omar Torrijos, promovida porel desaparecido Centro de Estudios To-rrijistas de Panamá, acaso la única his-torieta de corte no humorístico que pu-do haber realizado Hugo Díaz en suprolífica vida artística, fue truncadotras la invasión a Panamá por el ejércitonorteamericano, en 1989.

Entre otros destacados cultores de lahistorieta nacional, sobresale tambiénel dibujante Fernando Zeledón Guzmán(F. Zele), y su gran labor al realizar, enforma ininterrumpida durante 17 años,la página de sátira política historietada,titulada «La Semana en Serio» y publi-cada en el desaparecido semanario delPartido Comunista Adelante; página enla que, al igual que la realizada por Hu-

go Díaz en el semanario Pueblo, esteesforzado creador, agudo crítico y hábildibujante registró, a través de un humorsarcástico y mordaz, casi irreverente, lasituación política y social de Costa Ricay el mundo, especialmente durante losdifíciles años de la era reaganiana en laque, de alguna forma, Costa Rica reci-bió los embates y estuvo involucrada,por causa de las presiones del Departa-mento de Estado norteamericano, en lallamada guerra sucia promovida porEstados Unidos a través de los llamadoscontras, en su afán por derrocar a lossandinistas y su movimiento revolucio-nario, con el que derrocaron al dictadorAnastasio Somoza, tras una cruenta yprolongada guerra de guerrillas en juliode 1979. Lamentablemente, de todo es-te valioso y abundante material no se ha

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La tardía evolución del arte de la historieta en Costa Rica

Figuras 2 y 3: Fernando Zeledón (F. Zele) marcó un hito en la historieta del cómic tico al publi-car, en forma ininterrumpida durante 17 años, la página de historieta satírica «La Semana en Serio»en la que, de paso, desarrollló los primeros (y hasta ahora los únicos) personajes típicamente costa-rricenses.

publicado, hasta el presente, ningunaantología ni mediana recopilación.

Un mérito especial que tiene Fernan-do Zeledón como uno de los pionerosen el arte de la historieta costarricense,radica en el hecho de que ha sido, hastael presente, el único artista criollo queha creado una serie de simpáticos y di-vertidos personajes, inspirados en laidentidad e idiosincrasia típicamente ti-ca o costarricense, tales como el perritoCutacha (pulguiento zaguate que era elalma y vida de cada lámina de «La Se-mana en Serio»), la abuelita «de armastomar» Auristela, el pachuco Patas-dihule y Matráfula, mujer cincuentonay de vida fácil , con los pechos atiborra-dos de arrugados billetes de alta deno-minación, en la que el caricaturista en-carnaba a la gran prensa capitalista,siempre en defensa de los poderosos yde los intereses del imperio.

Tras de la desaparición del semana-rio Adelante a comienzos de la décadadel noventa, Fernando Zeledón se abo-có a otro proyecto de historietas satíri-cas en la que intentó rescatar a todos lossimpáticos personajes de «La Semanaen Serio». La nueva serie llevaba por tí-tulo «Los Supermaes» (por la típica ex-presión costarricense mae equivalenteal cuate o mano mexicano). Por su fac-tura crítica y agudamente cuestionado-ra de las políticas neoliberales en boga,esta simpática serie sólo tuvo cabida,por un relativo breve período de tiem-po, en el semanario Universidad, el másserio y objetivo periódico nacional, pu-blicado por la Universidad de Costa Ri-ca. Por falta de presupuesto finalmentela historieta dejó de publicarse desdehace varios años.

Como se podrá apreciar, aún en el ca-so de los artistas arriba citados, que se

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Óscar Sierra Quintero

Figura 4: Carlos Alvarado fue, muy seguramente, el primer historietista costarricense que incur-sionó en un género diferente al cómico-satírico. En la ilustración, una muestra de su serie de espio-naje «Carlos Pincel».

ubican como los primeros historietistascostarricenses propiamente dichos, pre-valece en ellos la tendencia original deremitir su trabajo, salvo contadas ex-cepciones en el caso de Hugo Díaz, algénero satírico-humorístico más quenada, sin entrar a experimentar y desa-rrollar en ningún momento los otrosmuy variados géneros de esta disciplinaartística.

Unos de los primeros dibujantes querompió quizás con esta tradición lo fueel joven creador Carlos Alvarado,quien, para mediados de la década delsetenta, lanza en el desaparecido pe-riódico Excelsior lo que sería la prime-ra tira cómica de nacional de aventu-ras, con su personaje Carlos Pincel,una especie de espía a lo James Bond

que resolvía audaces asuntos policíacosy de espionaje, a bordo de un flamanteFerrari, en medio de las aún bucólicascalles de la Costa Rica de entonces.Tras la desaparición del Excelsior, eljoven dibujante no pudo encontrar laoportunidad de continuar publicando suserie en los otros periódicos locales, porlo que archivó para siempre su proyec-to, dedicándose en lo sucesivo al artepublicitario.

Más o menos para la misma época,el editor nacional Carlos Figueroa lan-za la revista ilustrada Tricolor en elcual, además de historietas extranje-ras, se publican las producciones delchileno Víctor Canifrú y el salvadore-ño Edmundo Anchieta, ambos afinca-dos en Costa Rica, con historietas de

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La tardía evolución del arte de la historieta en Costa Rica

Figura 5: A mediados de la década del setenta, Juan Díaz se convirtió en el primer historietista ticoen internacionalizar sus creaciones. Su tira cómica «Glupy» se publicó en periódicos de más decinco países latinoamericanos.

corte «serio», las cuales tocaban, en ca-pítulos aislados, temas sobre el folclorcentroamericano y la historia costarri-cense. Al perder a su principal patroci-nador, Tricolor desapareció del escena-rio de las publicaciones nacionales. Envarias oportunidades, este mismo editorlanzó una historieta con el temas delfútbol, titulada «La historia del Depor-tivo Saprissa», uno de los más grandesequipos del balompié costarricense. Porsu parte, otro dibujante de nombre JuanDíaz, publica su historieta didáctica«Gluppy» en varios periódicos del con-

tinente, a través de una empresa distri-buidora vinculada a la King FeacturesSindicate. Tras unos años de gran auge,la serie «Glupy» deja de publicarse y elartista se dedica a otros menesteres.

A finales de la década del setenta ycomienzos del ochenta y dentro de la yacitada temática del fútbol (una de lasgrandes pasiones del pueblo costarri-cense) el dibujante Franco Céspedesprobó suerte con una serie de historietashumorísticas tituladas «El Fanático»,.La falta de un soporte estable para estaserie, la llevó a una prematura desapari-ción. Inicialmente el dibujante la publi-có esporádicamente en periódicos deescasa circulación, después en una re-vista especializada en temas televisivosy, finalmente, se editó como una peque-ña revista en sí, de modesta financia-ción que, por obvias limitaciones eco-nómicas y de comercialización, no pu-do ir más allá de los tres primeros nú-meros

Para la década del ochenta, el dibu-jante colombiano radicado en Costa ri-ca desde el año de 1979, inicia en el dia-rio La Nación (y posteriormente en elsemanario en idioma inglés The TicoTimes) la serie historietada «Mitos yLeyendas de Costa Rica» la cual setransformó, unos años después de sunacimiento, en «Mitos y Leyendas deLatinoamérica». La serie se publicó enforma ininterrumpida durante sieteaños, de 1984 a 1991. La suspensión dela serie se debió a una imprevista deci-sión de la directiva del periódico de laque el realizador, pese al apoyo del pú-blico lector, nunca obtuvo una explica-ción satisfactoria por parte de los res-ponsables del rotativo. En la misma dé-cada, el mismo autor crea y organiza,con el apoyo entusiasta de varios cole-

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Óscar Sierra Quintero

Figura 6: Desde 1984 y por siete años conse-cutivos, Oscar Sierra publica en los periódicosLa Nación y The Tico Time la serie de histo-rietas «Mitos y leyendas de Latinoamérica».

gas nacionales, el movimiento de LaPluma Sonriente, una organización quenace con el objetivo primordial de pro-mover el desarrollo del humor gráfico yla historieta, y su posterior proyeccióninternacional, a través de la integraciónde esfuerzos entre sus miembros, el tra-bajo colegiado y la retroalimentaciónde ideas y técnicas y conocimientos.Muchos de estos nuevos valores de lacaricatura y la historieta cómica nacio-nal encuentran la oportunidad de dar aconocer su producción a través del Sa-lón Anual del Humor y la Historieta LaPluma Sonriente (cuyas actividades semantienen hasta la fecha, enfatizandola actividad con la historieta, en unanueva división de la organización lla-mada La Pluma Cómic) y de las revistasde humor De Oreja a Oreja y La Cabraen Patines, creadas y dirigidas porOscar Sierra entre los años de 1985 y1990. En octubre del 2001, La PlumaCómic realiza su primera actividad a fa-vor de la promoción y el desarrollo dela historieta costarricense con La Sema-na de la Historieta, en una serie de acti-vidades culturales realizadas en la ciu-dad de Liberia (ubicada cerca de lafrontera con Nicaragua), por iniciativadel miembro Ronald Díaz, que com-prendieron una exposición de historie-tas de los miembros de la organización,charlas, conferencias y talleres para ni-ños, las cuales despertaron un gran inte-rés por parte del público liberiano, enninguna forma acostumbrado a apreciarestas formas de expresión artísticas.

Dentro de la pléyade de estos nue-vos creadores surgidos con La PlumaSonriente, cabe citar al joven historie-tista Omar Valenzuela quien, a media-dos de la década del ochenta, comienzaa publicar, en la revista Tambor, una

historieta con personajes juveniles desu creación original. Más tarde lo hacepara el semanario The Tico Times conuna serie de historietas con temas turís-ticos y para el semanario Eco Católicolo hace con una inusitada historieta quetrata de promover los valores de la fecristiana.

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La tardía evolución del arte de la historieta en Costa Rica

Figura 7: A finales de la década del noventaOscar Sierra publica por dos años en El Heral-do la tira cómica «Galoxi».

Figura 8: «Viví la víbora», tira cómica deVíctor Cartín (Tin-glao) se publica por dosaños (y desde finales de los años 80) en el se-manario Esta Semana.

Figura 9: Omar Valenzuela, joven creadorsurgido con La Pluma Sonriente, incursionacon tiras cómicas juveniles, turísticas y de cor-te religioso.

A comienzos de la década del noven-ta Oscar Sierra publica, por un lapso dedos años, la tira cómica «Ranitica» enel periódico turístico (en idioma inglés)Costa Rica To Day. Más tarde, entre1996 y 1999 el mismo autor publica enun suplemento infantil del periódico ElHeraldo, la tira cómica de temas cientí-ficos «Galoxi» de su creación original,a la par de una sección en la que recrea-ba, en el estilo historietístico, las fábu-las de los escritores clásicos de éste gé-nero, tales como La Fontaine, Esopo,Perrault y Andersen.

En los últimos años de la década delnoventa, la fuerte influencia de los vi-deo juegos y la cultura del géneromanga y el animé japonés, inspira auna nueva generación de jóvenes yentusiastas creadores (no vinculadoscon ningún movimiento en especial) a

publicar sus propias producciones,bajo este particular estilo, en las efí-meras revistas Camaleón, K-Oz yNeozaga, en un material de una meri-toria factura artística pero carente, ensu mayor parte, de un buen contenidoargumental y un perfil todavía muydistante de lo que podría identificarsecomo un «cómic costarricense», ele-mentos que, de todas formas, no des-merecen el valioso aporte que estasiniciativas han dado al desarrollo de lahistorieta nacional.

Otro paso inconcluso pero significa-tivo en la evolución del cómic costarri-cense, lo dan las humoristas Marcia Sa-borío y María Torres al editar, a media-dos del año 1999 y bajo la dirección ar-tística de Oscar Sierra, la historieta«Corazones no sabemos», inspirada enlos guiones de un exitoso programa hu-morístico de televisión por ellas reali-zado, denominado «Caras vemos». Laevidente falta de desarrollo editorial yde apoyo financiero que sigue teniendola historieta costarricense, hace que es-ta iniciativa llegue a su prematuro final,como tantas otras, al arribar al tercernúmero.

Para recibir el nuevo siglo, el diarioLa Nación lanza en el 2001 «Pantys»,la primera tira cómica humorística na-cional, realizada por el joven creadorFrancisco Mungía, la cual lleva el es-pecial mérito de encabezar la seccióndiaria de tiras cómicas de este impor-tante matutino.

Entre un grupo de creadores histo-rietísticos de nueva generación que noencuentran oportunidad de publicarsus creaciones se encuentra el jovenRonald Díaz, miembro recién ingresa-do de La Pluma Cómic. De sus «sagas»de ciencia ficción «Destinanzas» y

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Óscar Sierra Quintero

Figura 10: A finales de la década del noventa,un grupo de jóvenes creadores no afiliados aningún movimiento inicia la publicación deuna serie de revistas dentro del estilo mangalas cuales tienen una vida efímera.

«Rodicab», todavía inéditas, lleva rea-lizadas un nutrido grupo de láminas deapreciable factura artística las cuales,hasta el presente, sólo han sido con-frontadas con el público, en una expo-sición realizada con La Pluma Cómicen su ciudad natal Liberia, en noviem-bre del 2000.

En enero del 2002, el creador deorigen colombiano Nelson Cervera,recientemente radicado en San Joséde Costa Rica y miembro propuestode La Pluma Cómic, edita y lanza, enasociaciàon con el excelente historie-tista barranquillero Sergio González,y en formato de fascículos mensuales,el curso de «Manga Tutor» que tienela original modalidad de asesorar a losestudiantes que adquieren los núme-ros mes a mes, a través del correoelectrónico.

En un mundo dinámico y complejo,dominado por la creciente Tercera Olade la red de comunicación global, con-formada por la informática, la televi-sión, el cine y el video, las cuales, consus inigualables recursos expresivos,han impuesto la manía audiovisual en-tre todos los habitantes del planeta, elfuturo de los géneros artísticos y de co-municación que se le emparientan, ta-les como la historieta, la caricatura sa-tírica y el humor gráfico, resulta no só-lo promisorio, sino insustituíble, en unmundo densamente interconectado, enel que el lenguaje universal de la ima-gen resulta ser, hasta el presente, elúnico capaz de romper las barreras lin-güísticas que impiden todavía una efi-caz comunicación entre todos los veci-nos de la gran barriada planetaria. Porlo mismo, el desarrollo de esta expre-sión artística en Costa Rica tendrá queir, ineludiblemente, al paso de las exi-

gencias de comunicación de los nuevostiempos.

El desarrollo de una historieta de fac-tura y perfil costarricense, basada en es-tilos y contenidos de vanguardia, no ne-cesariamente de manga, como pernicio-samente se estila entre las nuevas gene-raciones de creadores, quienes no tie-nen mayores puntos de referencias quelas que le ofrece el gran mercado masi-vo del cine, el video y las revistas japo-nesas que hoy por hoy inundan el mer-cado, es el gran reto que tiene por de-lante La Pluma Cómic, a través de unprograma de talleres, exposiciones, in-vestigación, publicaciones e intercam-bio con los colegas nacionales y deotras latitudes, en un programa similaral desarrollado, durante veintiún años,en el campo del humor gráfico, por LaPluma Sonriente.

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La tardía evolución del arte de la historieta en Costa Rica

Figura 11: En el 2002 los creadores NelsonCervera y Sergio González inician la publica-ción, en fascículos mensuales, de un curso demangas asesorado por el correo electrónico.

ResumenUna amplia y documentada bibliografía del gran guionista argentino completa la entrevista publi-

cada en el número anterior.

AbstractA wide and documented bibliography of the great Argentine scriptwriter complete the interview

published in the previous issue.

Cronología de Oesterheld

Ahora como epílogo al extensoreportaje, vamos a dar una breve–y necesar iamente incomple ta–cronología de la obra de Oester-held.

Para la realización de esta ficha téc-nica hemos tenido en cuenta solamen-te los personajes de este maestro deguionistas, dejando de lado la enume-ración de sus casi infinitos guionesunitarios.

1950l En este año, Héctor Germán

Oesterheld realiza su primer guiónpara Editorial Abril.

Lo dibuja Eugenio Zoppi y su títu-lo es «Alan y Crazy». Luego creauna his tor ie ta de guerra: «LordCommando».

1951l «Ray Kitt», dibujada por Hugo

Pratt. Una historia de detectives am-bientada en Buenos Aires, apareció enla revista Cinemisterio.

1952l «Bull Rockett», dibujada por

Paul Campani hasta 1955. A partirde esta fecha y hasta 1959 realizó losdibujos Solano López, Oesterheldabandonó la confección de los guionesde su personaje luego de un acuerdorealizado con Editorial Abril al retirarseel guionista a la empresa que había fun-dado con su hermano Jorge, EditorialFrontera, desde ese momento nuncamás salieron firmados los guiones. Elcontinuador de Solano fue Julio Schiaf-fino y hasta 1965, año en que la seriefue discontinuada por Editorial Yago(heredera de los títulos y personajes de

52 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

HISTORIA

Héctor Germán OesterheldUna aventura interior

2

Guillermo Saccomanno, Carlos TrilloGuionistas e investigadores, Buenos Aires, Argentina

Abril), sucedieron varios dibujantesmás. Los guionistas que escribieron«Bull Rockett» después de Oesterheldfueron Muñoz Cabrera, Ray Collins yJorge Claudio Morhain. En 1976 Edi-ciones Récord retomó las aventuras de«Bull Rockett», iniciando la serie conel binomio Oesterheld-Ángel Fernán-dez. Pocos capítulos después comen-zaron los cambios y la guionaronAlbiac y Barreiro y la dibujó OscarGaribaldi.

Editorial Frontera publicó nuevenovelas de «Bull Rockett» de 126 pá-ginas en formato de pocket, escritas en1956 por Oesterheld. Ocho de ellas es-taban basadas en episodios publica-dos en Misterix. La novena y última,«Vuelve Moby Dick», era una historiajamás escrita antes como guión de his-torieta. Como dato curioso consigna-mos que las tapas de estos libros nofueron realizadas por ninguno de losdibujantes de la serie de historietas.Sus autores fueron Carlos Vogt y JuanZanotto.

l «Sargento Kirk», dibujada porHugo Pratt entre 1952 y 1960. Apare-ció originalmente en la revista Miste-rix de la Editorial Abril, donde se pu-blicó hasta mediados de 1957.

En 1958, sirvió de personaje centralpara el lanzamiento de una de las revis-tas de Editorial Frontera, Hora CeroSemanal. Su aparición en esta publica-ción y en Frontera Extra continúa lue-go de la desaparición de Hugo Pratt delequipo de dibujantes de la Editorial.

Entre 1960 y 1962 la dibujaron Jor-ge Moliterni, Porreca y Gisela Dexter.También de «Sargento Kirk», Fronterapublicó nueve novelas de 126 páginas,con el mismo formato de las de «BullRockett». De éstas, las dos últimas,

«Sheriff, Sepulturero, Barman, etc.», y«El Invulnerable», fueron escritas ex-clusivamente para libro.

Las tapas de esta colección fueronrealizadas sucesivamente por JoaoMottini y Hugo Pratt. En 1974, Edito-rial La Isla editó la novela titulada«Sargento Kirk. Muerte en el desier-to», que reúne las dos primeras no-velas originales («Muerte en el de-sierto» y «Hermano de sangre», hilva-nadas por el periodista Oscar Giarde-nelli). Lo que parecía iba a ser una se-rie, se agotó en este primer número. En

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Héctor Germán Oesterheld: una aventura interior

1973, la revista infantil Billiken publi-có una serie de nuevas aventuras de«El Sargento Kirk», dibujadas porGustavo Trigo, siempre sobre guionesde Oesterheld, quien jamás cedió estepersonaje a otros guionistas.

Uno de los personajes principales de«El Sargento Kirk», el Corto, se inde-pendizó una vez de la historieta origi-nal. Fue en la revista Frontera Men-sual, año 1959, en una historieta titula-da: «El Corto cuenta sus historias». Ladibujó Julio Schiaffino y apareció unasola vez.

1953l «Tarpón», historieta de ambien-

te marino, dibujada por Daniel Haupt,en la revista Hazañas, de MuchnikEditores.

l «Uma-Uma», dibujada por Sola-no López y publicada en Rayo Rojo.

l «Indio Suárez», dibujada prime-ro por Carlos Freixas y continuadapor Carlos Cruz, constituía la histo-rieta central de la revista Rayo Rojo,de Editorial Abril.

Para la confección de los dibujos,Césare Civita, dueño de Abril, habíalogrado sacar a Freixas (autor de losdibujos de «Tucho, de canillita acampeón», otra historia de boxeo),de los cuadros de Editorial DanteQuinterno.

1955l «Dragón Blanco», dibujada por

Enrique Cristóbal para la revista Dra-gón Blanco, de Editorial A.P.I. Se trata-ba de una aventura en la que mercena-rios blancos luchaban contra los tuaregsen el desierto. Tanto la historieta comola revista que la cobijaba, fueron efíme-ras (4 números).

l «El Zarpa», western dibujado porIvo Pavone, Quincenario Dragón Blan-co.

1956l «Scout River», dibujada por Luis

Domínguez. Serie de expedicionariosque marchaban a conquistar el Oesteamericano; apareció durante los esca-sos meses que sobrevivió la revistaPancho López, de Códex.

l «Ray Kent», dibujada por Euge-nio Zoppi. Con algunas semejanzas con«Bull Rockett», talentosísimo científi-co aventurero, apareció también enPancho López.

1957l «Burt Zane», dibujada por Ivo Pa-

vone, una historieta policial.l «Star Kenton», dibujada por

Walter Casadei. Historieta de cienciaficción.

l En marzo de este año aparecieronlas dos primeras revistas de EditorialFrontera: Hora Cero Mensual y Fron-tera Mensual. Las seguirían en mesessucesivos: Hora Cero Extra, FronteraExtra y Hora Cero Semanal. Más de unochenta por ciento de los guiones de to-das estas revistas fueron realizados porOesterheld. Los restantes los escribió,en su casi totalidad, su hermano Jorge.

l «Ernie Pike», dibujada por HugoPratt en sus primeros capítulos de HoraCero Mensual. Inmediatamente, alter-naron con Pratt los dibujantes SolanoLópez, Bertolini, Muñoz, Moliterni.Con el tiempo, también la dibujaronBalbi, Durañona, Rubén Sosa, ErnestoGarcía y J. Zanotto. Prácticamente noquedó dibujante de todo el equipo deEditorial Frontera que no diseñara el«Ernie Pike» alguna vez.

54 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Guillermo Saccomanno, Carlos Trillo

El personaje, que tenía el rostro deOesterheld, apareció en todas las revis-tas de la editorial, en algunos casos co-mo narrador en off de la historia, comoen los episodios de «Cuaderno rojo deErnie Pike» y en la revista Top, de Edi-torial Cielosur, en 1970. Estos nuevosepisodios, ambientados en la guerra deVietnam, estuvieron dibujados porNéstor Olivera y Rubén Sosa.

En 1976, por último, Ediciones Ré-cord intentó retomar la serie, pero sólose realizó un episodio que dibujó Sola-no López.

l «Lucky Piedras», dibujada porCarlos Cruz. Historia de marinos en elsur argentino, de corta duración, apare-ció en el Hora Cero Mensual.

l «Tipp Kenya», dibujada por Car-los Roume. Las historias de un cazador,de ambiente africano, aparecidas enFrontera Mensual.

l «Ticonderoga», dibujada inicial-mente por Hugo Pratt, tuvo una versiónde 1960 con dibujos de Gisela Dexter.Era la historieta central de FronteraMensual, y también se publicó en Fron-tera Extra. En ella, un viejo, Caleb Lee,narraba episodios de guerra entre fran-ceses e ingleses en la zona de los gran-des lagos, con un personaje central lla-mado Ticonderoga Flint.

l «Verdugo Ranch», dibujada porIvo Pavone. Otro western excepcional,muy duro, que se publicó en FronteraMensual.

1958l «Patria Vieja», dibujada por

Roume. Historietas unitarias de am-biente argentino, constituyó una mo-dernizada versión de las denominadas«historias gauchescas». La inteligenciaen el tratamiento de «Patria Vieja» no

volvió a ser igualada en este tipo de na-rraciones. En 1960, Juan Arancio conti-nuó con solvencia esta serie iniciadapor Roume.

l «Rolo el marciano adoptivo», di-bujada por Solano López. Esta historie-ta tiene curiosas simetrías con una seriede televisión bastante posterior que enla Argentina se conoció con el título de«Los invasores».

l «Hueso Clavado», dibujada porIvo Pavone. Regocijante western hu-morístico, toda una novedad por enton-ces en el género. La publicó FronteraMensual.

l «Randall», dibujada por Arturodel Castillo. Otro western que aparecióen Hora Cero Semanal y en FronteraExtra con gran éxito entre los lectores.La muerte del protagonista ocurrida enuno de los episodios del semanal, pro-vocó tal avalancha de cartas indigna-das, que el editor tuvo que anunciar suinmediata resurrección.

l «El Eternauta», dibujada por So-lano López. Se trata, seguramente, delmejor relato de ciencia ficción produci-do en la Argentina. Se publicó a lo largode dos años en Hora Cero Semanal, enentregas de tres páginas semanales. Enesta primera versión de «El Eternauta»abundaban los más eficaces e inespera-dos golpes de efecto, que mantuvierona los lectores atrapados por la historiadurante casi cien semanas. Solano Ló-pez supo brindar verosimilitud a la his-toria con su dibujo realista, donde esta-ba permanentemente presente la ciudadde Buenos Aires, una presencia fantas-mal, herida de muerte por los invasoresde otro planeta. Los personajes centra-les de «El Eternauta» eran Juan Salvo,su mujer Elena, su hija Martita, su ami-go Favalli, un muchacho obrero llama-

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do Franco. Intervenían, además, unosmonstruos paquidérmicos llamadosgurbos, unos seres de manos prodigio-sas: los manos. Y por encima, invisi-bles, manejando los hilos de la invasiónestaban los Ellos.

«El Eternauta» tuvo secuencias me-morables, como la muerte del Mano,cantando una extraña canción y elo-giando una humilde cafetera como sise tratara de una maravillosa escultu-ra. O como la de la huida de los prota-gonistas a lo largo de los túneles aban-donados del subterráneo. El final, cir-

cular, anunciando el final del mundopara una fecha próxima (y cercana,por entonces) fue la terminación quemerecía el aliento siempre sostenidode la historieta. «El Eternauta» tuvoun episodio lateral, publicado porHora Cero Extra, en el que un grupode hombres robot invadían la casa deJuan Salvo. Y aquí conviene hacer no-tar un detalle: los personajes de las re-vistas de Editorial Frontera, para re-forzarlas y brindar un interés perma-nente y totalizador.

Al terminar de publicarse «El Eter-nauta», se compiló en tres tomos la his-toria completa con gran éxito de públi-co. Luego, el título El Eternauta sirviópara una revista efímera de la EditorialRamírez empresa que se hizo cargo, en1961, de los títulos de Editorial Fronte-ra. Esta revista, dirigida por Oesterheld,contaba con una muy pobre produccióngráfica y tenía muchas páginas ocupa-das por relatos de su director, entre losque se contó el memorable «El árbol dela buena muerte».

En 1977, Ediciones Récord republi-có en un tomo la aventura completa de«El Eternauta», tal como había salidoen Hora Cero Semanal y reunió a Sola-no López y a Oesterheld para realizar lasegunda parte de la historia, que se pu-blicó en Skorpio.

l «Leonero Brent», dibujada porJorge Moliterni. Curiosa historia del Oes-te, que supo incluir marcianos y hastaepisodios sin una sola línea de texto.Salió en Frontera Mensual.

l «Cayena», dibujada por DanielHaupt. Apareció en Hora Cero Sema-nal y en Hora Cero Extra. Era una his-torieta «dura», con un ex penado de lacárcel del mismo nombre, editada quin-ce años antes de «Papillón».

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l «Rul de la luna», dibujada prime-ro por Solano López y luego por Ho-rianski. Historieta especial con niños,se publicó en Frontera Mensual.

l «Capitán Lázaro», dibujada porEnrique Cristóbal. Espionaje en la Se-gunda guerra mundial, apareció en Ho-ra Cero Mensual.

l «Pichi», dibujada por Roume.Con algunos episodios de Jorge Oester-held (Jorge Mora), narró las peripeciasde un perrito en medio de la pampa amediados del siglo pasado en la Argen-tina. Se podría definir, tal vez, como unSnoopy dramático. Apareció en Fron-tera Extra.

l «Sherlock Time», dibujada porAlberto Breccia. Lo cotidiano y lo fan-tástico con ambiente de suburbio deBuenos Aires. Algunos de los episodiosde esta serie se inscriben entre los mejo-res relatos de ciencia ficción argentina.Se publicó en Hora Cero Extra, y dosepisodios por entregas salieron en laHora Cero Semanal.

l «Nahuel Barros», dibujada porCarlos Roume. Desprendimiento de«Patria Vieja», se publicó en HoraCero Semanal.

l «Tom de la pradera», dibujadapor Ernesto García. Aventuras de un ni-ño en el Oeste americano, publicadaspor Frontera Extra.

l «Lord Crack», dibujada por HugoPratt, y luego por Bertolini, por Moli-terni y por Flores. Apareció en HoraCero Semanal y, en sus primeros episo-dios, la narraba Ernie Pike.

l «Amapola Negra», dibujada porSolano López. Las trece misiones deun bombardero inglés, con las peque-ñas historias de cada uno de sus tripu-lantes. Cada episodio llevaba el núme-ro de la misión y se publicaba en Hora

Cero Mensual, una misión extraordi-naria, sin numerar, apareció en HoraCero Extra, póstumamente, luego dela muerte, en el mensual, de todos lospersonajes.

l «Joe Zonda», dibujada por Sola-no López y por Schiaffino. Un mucha-cho campesino se enrola como copilotode la Last Minute Company para aho-rrar dinero y poder, así, comprarle untractor a su hermano. Joe Zonda sabe detodo, y todo lo que sabe lo ha aprendidoen cursos por correspondencia. Fronte-ra Mensual publicó estas historias so-

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carronas, divertidas, a veces con reso-luciones francamente surrealistas, am-bientadas en inexistentes parajes de losmares del sur.

1959l «Buster Pike», dibujada por Julio

Schiaffino. Apareció en Hora CeroMensual y contaba las historias de unperiodista marginado, hermano deErnie, donde aparecían boxeadores du-ramente golpeados, policías gordos yhambrientos, portuarios borrachos ydandies gangsteriles.

l «Doctor Morgue», dibujada porAlberto Breccia. El relato tenía por pro-tagonista a un extraño médico forense ysu ayudante, un estudiante negro. Sólose publicaron dos episodios de esta se-rie, en Frontera Extra.

l «Capitán Caribe», dibujada porDino Battaglia. La publicó Misterix,sin mención de guionista. Era una his-toria de piratas, obviamente, y habíasido escrita por Oesterheld algunosaños antes.

l «Pereyra, taxista», dibujada porLeopoldo Durañona. Un taxi muy vie-jo, un Buenos Aires penumbroso y unaslindas historias cotidianas.

1960l «Mortimer», dibujada por Rubén

Sosa. Western. Frontera Extra.l «Doc Carson», dibujada por Car-

los Vogt. Un médico del Oeste, publi-cado en Frontera Extra.

1961l «Cachas de Oro», dibujada por

Vogt. Un cowboy desharrapado, chica-no, astuto como una víbora, publicadaen los últimos números de Hora CeroSemanal.

l «Santos Bravo», dibujada porJuan Arancio. Historieta acerca del pa-sado argentino. Apareció en Hora CeroExtra.

l «Historias de la ciudad grande»,dibujada por varios diseñadores (Sesa-rego, Lito Fernández, Ernesto García)narraba breves cuentos ambientadosen Buenos Aires con personajes de to-dos los días, bellamente pensados. Sa-lió en Frontera Mensual y FronteraExtra.

1962l «Mort Cinder», dibujada por

Alberto Breccia. La publicó la revistaMisterix en su segunda época, cuandoya no era propiedad de Editorial Abrilsino de Editorial Yago (empresa a laque Abril había vendido todos sus títu-los de historietas). Con un clima entregótico y borgiano, en esta historia aflo-raron fantasmas muy especiales deOesterheld y de Breccia, un binomioenorme en la historia de nuestra histo-rieta, el dibujante y guionista que, jun-tos, realizaron los momentos más altosdel cómic argentino. Oesterheld incor-poró en sus guiones un juego espa-cio-temporal con el que habían trabaja-do sólo esporádicamente. Breccia in-corporó un alucinante y sórdido liris-mo, obteniendo así, este momento ini-gualado de nuestro género en el mundoentero.

l «Paul Neutrón», dibujado por Ju-lio Schiaffino. Uno de los últimos per-sonajes creados por Oesterheld paraHora Cero, en sus momentos finales,poco antes de que la Editorial EmilioRamírez (que había comprado los títu-los de Editorial Frontera) quebrara, ha-ciendo desaparecer para siempre a lasya decaídas revistas.

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1963l «León loco», dibujada por Ernes-

to García. Adolescentes en un barco ve-lero, en esta historieta publicada porMisterix.

l «Lord Pampa», dibujada por Sola-no López. Otro piloto de guerra, publi-cado por Rayo Rojo, de Editorial Yago.

l «Watami», dibujada por JorgeMoliterni. También en Misterix, estahistoria que recoge uno de los momen-tos del indio americano.

l Se proyecta lo que podría haber si-do un suplemento de historietas, el de larevista femenina Karina, de EditorialAtlántida. Encargado por el director dela publicación, el poeta Rodolfo Alon-so. Lo escribe todo Oesterheld y lo di-bujan Pérez D’Elías («Yemsbón»), Eu-genio Zoppi («Charlena») y AlbertoBreccia (el deslumbrante «RichardLong», la historia de un duro narradacon una economía de recursos digna dela mejor serie negra norteamericana).

Luego de esta época, viene un perío-do oscuro en la producción de Oester-held. Cerrada la empresa que se habíahecho cargo de los títulos de Frontera(Editorial Emilio Ramírez), comenzadala decadencia de Misterix, Rayo Rojo yCinemisterio de Editorial Yago. Oes-terheld trabaja para pequeños editoresmarginales, que publican revistas muymediocres, de duraciones generalmentebreves. En estos años sobresale la acti-vidad del guionista para la Editorial ZigZag de Chile, para la que crea algunospersonajes como «Ronnie Lea, el muer-tero» (suerte de «Sargento Kirk»), «Tor-nado» (un corredor de autos de carrera)entre otros. También merece destacarsela ciclópea tarea de escribir todos losguiones que dibuja un nutrido grupo de

profesionales reunidos en un equipoformado por Eugenio Zoppi; se trata dellenar las revistas que publica EditorialDayca a todo color, con formato «a lamejicana». Algunos de los personajespara esta aventura editorial Birdman,Futureman y el curioso Manolo, inicia-do por Alberto Breccia y continuadopor Pérez D’Elías.

1968l Editorial Jorge Álvarez anuncia una

serie de biografías de importantes hom-bres de «América en historieta». Sale unsolo número, con guión de Oesterheld.

1969l Segunda versión de «El Eternau-

ta», dibujada por Alberto Breccia y pu-blicada por Editorial Atlántida en su re-vista Gente. El guión está muy trabaja-do, en un lenguaje poético y conmove-dor. Los dibujos representan un nuevoagigantarse de Breccia en una búsquedaobsesiva e inquietante. El editor (Car-los Fontanarrosa) no comprende el casihermético lirismo de las imágenes deldibujante y decide levantar la serie, quedebe ser concluida precipitadamente.

1970l «Guerra de los Antartes»: dibujada

por León Napoo. Este seudónimo escon-día al dibujante humorístico Napoleón(Monghiello Ricci), que realizó para es-ta historieta una curiosa mezcla de efec-tos, del tipo de la solarización fotográfi-ca. En esta versión primera, Mateo Ri-bas, sobreviviente de la guerra de losAntartes, narra su tremenda experiencia:como, a principios del año 2001, comen-zó por Antártida una invasión extrate-rrestre. Las grandes potencias acceden alrequerimiento de los invasores, que

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quieren el dominio total sobre Américadel Sur. La historia narra, entonces, laresistencia de la gente a los despiadadosAntartes. Se publicó en la revista 2001,que dirigía Alejandro Vignatti.

l «Artemio, el taxista de BuenosAires», dibujada por Néstor Olivera yluego por Pablo Zahlut. Nuevamente,las historias de la gran ciudad, editadaspor Top, de la editorial Cielosur.

l «Russ Congó»», dibujada porCarlos Clemen. Similar a «Tipp Ken-ya», la publicó también Top.

1970-71l Comienza a trabajar para Editorial

Columba, donde escribe los guiones depersonajes ideados inicialmente por laeditorial: «Argón el justiciero», dibuja-da por Gómez Sierra y publicada en ElTony; «Tres por la ley», dibujada porMarchione, en Fantasía; «Kilroy», di-bujada por Vogt, en El Tony; «BrigadaMadeleine», dibujada por Gómez Sie-rra, en El Tony; «Aakón», dibujada porÁngel Fernández, en El Tony.

1973l «La Guerra de los Antartes», se-

gunda versión, dibujada por GustavoTrigo. Diario Noticias (inconclusa).

A partir de 1975, toda la producciónde Oesterheld se volcó hacia las publica-ciones de Ediciones Récord, para la cualrealizó las siguientes series: «Nekroda-mus», «Loco Sexton», «Watami» (pri-meros episodios de la segunda época, yaque luego hizo los guiones el dibujanteMoliterni), «El Eternauta», segunda par-te, «Shunka», «Wakantanka».

Con respecto a la producción enotros géneros, intentaremos una breví-sima reseña final.

Inauguró la serie Pepe Bolsillitos, deEditorial Abril. Trabajó para la pionerade las revistas de ciencia ficción, MásAllá, de Abril, revista en la que realizósu primer cuento ambientado en el futu-ro; el inquietante «Pequeño Maquiave-lo Reforzado», delirante historia de lacompetencia entre dos fabricantes decorpiños de la era atómica.

Escribió varios episodios de la seriede libros para niñas, El diario de miamiga, intercalando sus trabajos conlos de Alberto Ongaro, Conrado NaléRoxlo y Boris Spivacov.

Creó el personaje Gatito, que dio ori-gen a una de las más exitosas revistas in-fantiles de Editorial Abril en los años ’50.

En 1959, cuando ya llevaba adelantela aventura de la editorial propia editó–y escribió– dos revistas infantiles Ma-mita y Papito, dibujada por Alberto DelCastillo que fue un fracaso comercial yduró pocos números.

Por esta misma época escribió los«Cuentos del Tipí» (Frontera Extra),firmado con el seudónimo OregónTrail, y «El diario de guerra de un sol-dado» (Hora Cero Semanal), especiede cruda reflexión acerca de la guerrasimulando un relato autobiográfico.

Escribió también algunos excelentescuentos en la revista El Eternauta, co-mo el ya citado «El árbol de la buenamuerte». También en esta publicacióncomenzó una inconclusa secuela de «ElEternauta| en forma de novela por en-tregas. Dirigió la efímera revista Gémi-nis (1965), en un intento –frustrado– deemular el éxito de Más Allá.

Colaboró en el libro de ciencia fic-ción «Los argentinos en la Luna» (Edi-ciones de la Flor, 1969), con una seriede bellos y brevísimos relatos que tituló«Sondas».

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