MONASTERIO DE M.M. DOMINICAS de «Nuestra Señora del Rosario» – DAROCA (Zaragoza • España)

Boletín informativo sobre la vida y fama de santidad de Felisa Pérez de Iriarte CasadoNº 54 • Junio 2015 • Zaragoza

Estamos acostumbrados a consi-derar que las grandes gestas de santos las realizan sin grandes

esfuerzos. Es verdad que las virtudes nos facilitan las obras buenas. Por eso se dice que el virtuoso lo realiza con facilidad y con gusto, pero eso no im-pide el que cuando se trata de nuestra dignidad y de nuestro buen nombre no tengamos que seguir esforzán-donos.

Si nos refe-rimos a la Ve-nerable Sor Te-resita y a actos referidos a la fortaleza y ejer-cida en grado heroico por ella, quisiera referir un hecho que en c on t ramos relatado en el hermoso libro de Jesús López Medel y Lorenzo Gal-més titulado Teresita del Niño Jesús. Monja dominica (editorial Edibesa, Ma-drid, 2005), donde en las páginas 170-171 nos dice:

«Pero si tuviéramos que segregar algún hecho plenamente representa-tivo (de la fortaleza) tendríamos que recurrir al gesto que dio ocasión ya en el ocaso de su vida, en plena madurez.

Al verse tildada de sospechosa de una serie de hurtos sin importancia, que menudearon en el convento y de

LA FORTALEZA DE LA VENERABLE SOR TERESITA DEL NIÑO JESÚS

Religiosas Dominicas del Monasterio de Daroca (Zaragoza)

los que se intentó responsabilizar a la Sierva de Dios (Sor Teresita). Enterada casualmente de la sospecha, respon-dió con un admirable silencio, rubri-cado con la decisión de que su secreto iría con ella al sepulcro.

La providencia divina salió en de-fensa de la verdad, y una vez más la fortaleza de Sor Teresita tuvo ocasión

de ser conocida como un gran don del Espíritu Santo.

La fortaleza heroica de Sor Teresita, desde su encantadora adolescenc ia, cuando cola-boraba activa-mente en las pesadas tareas del campo para ayudar a su fa-milia, hasta las

últimas semanas de su vida, destro-zada por un mal incurable, estuvo asis-tida y animada por un mismo espíritu, dispuesto a asumir lo más costoso para gloria de Dios y bien de los demás. No se trata de una piadosa improvisación, sino de un verdadero crecimiento en la virtud cardinal de la fortaleza, paso a paso, hasta escalar la altura del don del Espíritu Santo, que de por sí im-pulsa a actitudes heroicas en el camino de la santidad.

(continúa en pág. 3)

Sor Mª Mercedes de la Trinidad (Utuado – Puerto Rico). Daremos gracias al Señor por tantos años de fi-delidad al amor mutuo. Mucha gloria ha dado a Dios y muchos frutos les ha col-mado al Señor de la Vida y de la Gracia. Por toda su colaboración al proceso de nuestra queridísima Madre Teresita y por haber hecho posible que se la conociera en todo el mundo. Impensable para mí, al vivir junto a ella lo heroico, con tanta sencillez. Repito con frase de Ortega y Gasset: «Me duele España…».

B. de Jesús (Carmelo de San-tiago). Tenía ganas de comentarle una carta que he recibido del Carmelo de Va-lladolid, donde es profesa una amiga de mi madre oriunda de Tafalla. Esta reli-giosa no sabía nada del Proceso de Felisa Pérez de Iriarte, y a un comentario mío respondió lo que le adjunto. Espero que logrará entenderla. Pienso que puede ser interesante. Si me equivoco, rompa el papel y no me riña, ¿vale?

María Dolores Navarro-Rubio Se-rrés (fallecida en este año 2015, como una santica). Este texto forma parte de su intervención en una presentación en la Casa de Aragón de Madrid sobre el libro Sor Teresita del Niño Jesús. Itine-

rario humano-espiritual, en el que parti-cipamos con el académico ilustre Castán Vázquez. Es una primera parte en la que habla de la «bondad» de Sor Teresita. En sucesivos Opinan lo completaremos: «Vamos a hablar de Sor Teresita. Yo no la conocía, pero era Dominica de Daroca. ¡Las tan queridas Madres Dominicas, quienes tanto, tanto han hecho y hacen por mi familia y por todo Daroca! Yo no la conocía, he dicho, pero desde luego mis abuelos, sí. Y mi padre y tantos de la familia. Don Eusebio, mi abuelo, era mé-dico y las atendía. Y son tan agradecidas que aun al cabo de los años me recuer-dan detalles simpáticos de cómo él las quería, atendía y cuidaba. Intervenir en este acto es para mí un pequeño detalle de agradecimiento a las Dominicas de Daroca. Un modo de tenerlas presente. Su clausura no permite que salgan. Quie-nes las conocemos y queremos sentimos que están aquí todas ellas, entre noso-tros. Voy a refrescar algunas ideas para valorar siempre la verdadera santidad. Cuando el Señor en el Evangelio invita a entrar en el Reino de los Cielos, dice: Por que fuiste bueno y fiel, vienes a gozar del banquete de tu Señor…».

(continuará)

INVITACIÓNEsta sección Opinan fue ideada para que quienes conocieron a Sor Teresita, o bien

sus escritos y las obras sobre ella, puedan reflejar y exponer sus opiniones respecto a su vida y virtudes. Gracias.

Lina Ortas • Pilar García y José Antonio Rivera • José Larrayoz • Anónimo (Torre-lodones) • Capilla Iglesia • Begoña C. • Consuelo • Mª Ascensión Natalia Sauras • José Carlos • Honorio Ferreiro • Mª Trinidad Ata Retra • Anónimo (Santander) • Jesús Irastorza • Clotilde Cortés • Anónimo (Daroca) • Marisa (Zaragoza) • Capuchinas Pobres • Anónimo (Ajo, Santander) • P.D. Madrid • Carmen Navarro • Carmen Rico • Dominicas Alcalá la Real • Luis Oliván • Ana Segura • Manuel Alguacil • Blasa Garde • Cofradía de Santa Águeda • Anónimo (Madrid) • Joaquín Segura • Andrés Pallero Barroso • Anónimo (Daroca).

DONATIVOS RECIBIDOS

Oración para pedir la glorificación de Sor Teresita

Oh Dios, que enviaste a tu Hijo al mundo para manifestar a los pobres, pecadores y necesitados la abundancia de tu misericor-dia. Te damos gra cias por los Dones de tu Es-píritu concedidos en su vida a la M. Teresita. Apoyados en tu amor a ella te encomenda-mos nuestras peticiones. Que la generosidad de tu gracia nos conceda lo que te pedimos, sirva para nuestra conversión a Ti y para la glorificación de la M. Teresita, si ésta es tu voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo Nues-tro Señor. Amén. (Pídase la gracia que se de-see). Tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria en honor de la Santísima Trinidad.

Podemos creer serenamente que Madre Teresita protagonizó, dentro de sus coordinadas temperamentales, el impulso ascensional de la fortaleza cristiana, por lo que ante la balanza de seducciones siempre recordará la consigna de Pedro (I Pe 5,9) de resistir fortes fide ante la avalancha de seduc-

ciones con que tiene que enfrentarse el cristiano de hoy. La fortaleza de la Venerable Sor Teresita, forjada en el silencio y la esperanza, sigue prego-nando que la gracia de Dios, que a tantos santos dio lugar en el pasado, sigue dándoles en el presente y se-guirá dándoles en el futuro.

Juan José Gallego Salvadores, O.P.

(viene de pág. 1)

El P. Rubio, Dominico, atendía espiritualmente a Sor Tere- sita cuando estaba de Superiora en Olmedo, y él en Ávila. Luego pasó a la República de Santo Domingo, de misio-nero, en una parroquia, en Lago Llanito. Conversó con L. Medel quien le entregó su libro sobre Sor Teresita. Fue una entrañable y gozosa experiencia espiritual, para

ambos, inolvidable.

Anónimo. Soy de Daroca y recibo regularmente el Boletín Informativo de la Venerable M. Teresita. Paso a relatar lo que me ocurrió el día 27 de noviem-bre de 2014. Tenía cita con el dermató-logo para recoger unos análisis de san-gre. Cuando paso a consulta me dicen si sabía que tenía hepatitis C, respondí que no. Me remitieron al especialista digestivo el día 17 de diciembre. Al despertarme el día de la cita, mi pri-mera pensamiento fue encomendarme a la Venerable M. Teresita, cosa que hice. Cogí el Boletín donde se encuen-tra la fotografía de su primera comu-nión y me lo llevo a la consulta enco-mendándome a ella, luego me dijo el doctor que el dermatólogo había hecho una lectura errónea de los análisis. Us-tedes verán. Para mí fue una gracia del

Señor por intercesión de la Venerable M. Teresita.

Anónimo. En atención a Sor Tere-sita, se invocó a su intercesión ante Dios para hacer posible conseguir un trabajo para una persona necesitada de ello. En diez días se ha conseguido y además con contrato indefinido. Gra-cias, Sor Teresita.

Anónimo. Mi hija tenía que some-terse a una difícil operación por una grave enfermedad, no estaba muy convencida, pues no le habían dado garantía de quedar bien. Se enco-mendó a M. Teresita y salió muy bien de la operación y se encuentra per-fectamente. Gracias, M. Teresita. En-vío donativo agradeciendo esta gracia concedida.

Sr.(ª) D.(ª) ..................................................................................................

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IMPRESOS

Dirección en Internet: http://jesus-lopez-medel.es/Madre_Teresita

Con licencia eclesiásticaD. Legal: Z 1747-1989

COMETA, S.A. — Ctra. Castellón, km 3,400 – 50013 Zaragoza

M. Priora – MM. DominicasPaseo de la Constitución, 24

50360 DAROCA (Zaragoza – España)

NOTICIA URGENTE: Estando para corregir las galeradas de este Boletín, nos llega la noticia del fallecimiento —tras larga enfermedad— de Sor Mª de la Asunción Rubio. Procedía de las vocaciones dominicanas de Plan (Huesca), en la etapa del párroco mosén Jesús López. Es la religiosa, junto a Sor Mª Inés, que acompañó a Sor Teresita al monasterio de Olmedo. Era otra santica. Daremos más noticias en el próximo número. Estará en el cielo. Nos encomendare-mos a ella.

Celda de la Madre Teresita del Niño Jesús en el Monasterio de la Virgen del Rosario de Daroca.

La Capilla donde reposan los restos de Sor TeresitaEstá siendo muy visitada en el Monasterio de

Ntra. Sra. del Rosario, cerca de la Puerta Baja y Pa-seo de la Constitución. No podían estar mejor allí sus restos, trasladados desde el de Olmedo. Allí pueden redactar sus peticiones, oraciones y súplicas para su canonización. Ella los trasladará al Señor. Gracias.

SEMBLANZA DE M. TERESITA DEL NIÑO JESÚS (II)

Después del tiempo de Postulantado vistió el hábito de la Orden dominicana y, cumplido el año de Noviciado canónico, emitió la Profesión

de votos temporales el 2 de julio de 1926 y tres años después rubricó su consagración definitiva con la Pro-fesión Solemne. Y la Profesión religiosa la consagraba con el nombre de Sor Teresita del Niño Jesús para siempre, que ella eligió por la profunda admiración que sentía por la santita de Lisieux, secundando su orientación victimal y siguiendo su espiritualidad, que asimiló plenamente, identificándose con ella.

Los años de monja en Daroca, años de plenitud y rendimiento, se distinguieron por su actitud de ser-vicio constante, asumiendo con excepcional eficien-cia los diversos cargos que la obediencia le confió, ejerciendo, además del de cantora, todos los oficios de la Comunidad, excepto los de Priora, Subpriora y Maestra de Novicias, fundamentalmente el de tor-nera, cargo que exige una gran prudencia y profunda vida interior. Su disponibilidad, siempre a flor de piel para hacer el bien, unida a una voluntad que desco-nocía las concesiones a la mediocridad, constituyeron las cualidades que animaron su espíritu para glorifi-car a Dios y servir al prójimo. Fiel a su ofrecimiento al Señor como víctima por los sacerdotes, mantuvo una tónica tan elevada que alcanzó la categoría de heroica.

Cuando menos podía esperarlo, a Sor Teresita se le abrió una nueva ruta, en la que al poco tiempo pudo demostrar la gran talla que llevaba dentro, bien conocida por Dios pero bastante velada a los hom-bres. En pleno embalse espiritual, como ha subra-

yado L.M., uno de sus biógrafos, surgió la necesidad de la reforma o renovación del Monasterio «Madre de Dios», de Olmedo, que decaía a causa del escaso nú-mero de monjas ya mayores, hechas a un género de vida heredado, en el que era difícil introducir cambios para mejorarlo y mucho más difícil cercenar fallos. Se hicieron gestiones en varios monasterios con resul-tado negativo y a requerimiento del Obispo de Ávila, de cuya jurisdicción dependía entonces Olmedo, la Comunidad de Daroca, fiel a su constante disposi-ción de ayudar en todo tantas veces demostrada, se comprometió en enviar a Olmedo dos monjas con Sor Teresita del Niño Jesús, en función de Priora, y con la competente autorización eclesiástica allí marcharon el 26 de enero de 1953, acompañadas por D. Andrés Estrada, párroco.

(continuará)