muñoz 2009 - los caminos del café

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1 Los caminos del café: Aproximación a los efectos del conflicto armado rural en la producción cafetera Colombiana. Juan Carlos M uñoz M ora Asesora: Ana María Ibáñez Londoño Noviembre , 2009 RESUM EN Los caminos del café busca analizar las implicaciones microeconómicas del conflicto armado rural en la decisión productiva de los campesinos cafeteros colombianos en 2006. La hipótesis asume queel conflicto armado rural creaambientes persistentes y sistemáticos de incertidumbre social, política y económica a los pequeños campesinos cafeteros. Esto genera escenarios de fragilidad, que sumada a las diferentes crisis del sector cafetero, configuran un ambiente desfavorable en el cual el pequeño campesino se ve obligado a cambiar sus decisiones en la producción cafetera.Bajo este contexto, el papel de la Federación Nacional de Cafeteros a través del acompañamiento productivo y financiero y ayuda a menguar dichos efectos. Se propone estimar la función de producción cafetera utilizando OLS y Frontera Estocásticas de Producción, este último permiten tener una estimación consistencia de la función de producción y una aproximación a la eficiencia productiva de los cafeteros. Los resultados sugieren que existe un efecto negativo del número de ataques en la producción de café, haciendo que el incremento en un ataque disminuya en aproximadamente en 0.06 por ciento la producción cafetera. Asimismo, en los municipios donde existe coca la producción de café 1.5 por ciento. En cuanto al soporte institucional, los municipios con menos extensionistas tienen 30 por ciento más ataques y son menos eficientes en untres por ciento. Palabras Claves: conflicto armado, café, modelo de hogar agrícola, Fronteras estocásticas. Clasificación JEL: D74, Q1. Artículo realizado como tesis de Magíster en Economía en la Universidad de los Andes. Agradezco a la Federación Nacional de Cafeteros, en especial, a Dr. Luis Fernando Samper por permitir usar la información y por sus valiosos comentarios. Asimismo, agradezco Andrés Lozano de la misma institución. Al profesor Ramón Rosales por sus comentarios. Finalmente, mi eterno agradecimiento por la paciencia e infinito apoyo de mi asesora Ana María Ibáñez.

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Page 1: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

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Los caminos del café:

Aproximación a los efectos del conflicto armado rural en la producción

cafetera Colombiana. Juan Carlos Muñoz Mora♣

Asesora: Ana María Ibáñez Londoño Noviembre , 2009

RESUMEN

Los caminos del café busca analizar las implicaciones microeconómicas del conflicto armado rural en la decisión productiva de los campesinos cafeteros colombianos en 2006. La hipótesis asume queel conflicto armado rural creaambientes persistentes y sistemáticos de incertidumbre social, política y económica a los pequeños campesinos cafeteros. Esto genera escenarios de fragilidad, que sumada a las diferentes crisis del sector cafetero, configuran un ambiente desfavorable en el cual el pequeño campesino se ve obligado a cambiar sus decisiones en la producción cafetera.Bajo este contexto, el papel de la Federación Nacional de Cafeteros a través del acompañamiento productivo y financiero y ayuda a menguar dichos efectos. Se propone estimar la función de producción cafetera utilizando OLS y Frontera Estocásticas de Producción, este último permiten tener una estimación consistencia de la función de producción y una aproximación a la eficiencia productiva de los cafeteros. Los resultados sugieren que existe un efecto negativo del número de ataques en la producción de café, haciendo que el incremento en un ataque disminuya en aproximadamente en 0.06 por ciento la producción cafetera. Asimismo, en los municipios donde existe coca la producción de café 1.5 por ciento. En cuanto al soporte institucional, los municipios con menos extensionistas tienen 30 por ciento más ataques y son menos eficientes en untres por ciento. Palabras Claves: conflicto armado, café, modelo de hogar agrícola, Fronteras estocásticas. Clasificación JEL: D74, Q1.

♣ Artículo realizado como tesis de Magíster en Economía en la Universidad de los Andes. Agradezco a la Federación Nacional de Cafet eros, en especial, a Dr. Luis Fernando Samper por permitir usar la información y por sus valiosos comentarios. Asimismo, agradezco Andrés Lozano de l a misma institución. Al profesor Ramón Rosales por sus comentarios. Finalmente, mi eterno agradecimiento por la paciencia e infinito apoyo de mi asesora Ana María Ibáñez.

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I. Introducción

“Los camino del café, tierra mojada, tierra cansada de pie desnudo

y el verde, el verde llama. […] el grano verde se viste de piel morena

y el verde, el verde llama.”

Jorge Monsalve, canción popular colombiana.

Los efectos de la violencia sobre la sociedad y, en particular, sobre los hogares han sido un

tema de reciente interés en la literatura económica. El incremento de los hechos violentos

en el mundo y la existencia de canales micro han permitido acercarse a la compresión de las

dinámicas y estrategias de adaptación de las familias en medio del conflicto, abriendo

caminos de solución y reparación(Justino, 2008; Blattman y Miguel, 2009). No obstante,

las consecuencias de la apropiación de activos, el desplazamiento forzado, las masacres, la

destrucción de infraestructura y otros mecanismos de la violencia sobre los hogares es un

tema complejo, puesto que compromete todas las dimensiones sociales e individuales de

cada uno de los integrantes de las familias (Justino, 2008; Korf, 2005).

Este fenómeno se torna aún más complejo en las zonas rurales. En las cuales la tierra como

principal activo se convierte a su vez en el escenario del enfrentamiento y en un bien en

disputa1. En Colombia, por ejemplo, la ocupación territorial y el desalojo de población civil

se constituyen en estrategias de guerra adoptadas por los grupos armados (Ibáñez y

Querubín, 2004); situación que adquiere nuevos matices gracias a la expansión del

narcotráfico (Suárez y Vinha, 2003). Este fenómenos no es el único mecanismo que afecta

al sector rural, las confrontaciones bélicas en el campo crean ambientes de incertidumbre en

las decisiones productivas de largo plazo, deterioran la infraestructura física, destruyen el

capital social, crean distorsiones en los mercados agrícolas, reducen la capacidad y

dinámica de los mercados labores, debilita la credibilidad de las instituciones y crea flujos

1 Esta paradoja se intensi fica en los confli ctos de origen agrarios, cuyo principal móvil son aspectos como la tierra, reforma agraria, entre otros; o como diría Josué de Castro: “ conflictos de tierras sin hombres y hombres sin tierras” (citado por Fajardo (2002)).

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de desplazamiento involuntario, entre otros (Reyes y Bejarano, 1988; Castaño, 1999; Brück

y Schindler, 2008; Collier et al., 2003; Hegre y Sambanis, 2006; Justino, 2008).

Por ende, el sector rural en medio de confrontaciones armadas se enfrenta a ambientes

persistentes y sistemáticos de incertidumbre social, política y económica que

propicianestados de fragilidad2(Binzel y Brück, 2007). Bajo el cual, los hogares modifican

sus decisiones de inversión y producción de largo plazo, incorporando productos de rápida

cosecha y buena rentabilidad o, en algunos casos, las fincas son abandonadas o

reestructuradas a una producción de supervivencia (Brück, 2007; Bundervoet, 2006; Zaur,

2006; Justino, 2008).

Si bien en Colombia, el tema de la violencia y sus diferentes manifestaciones han sido

abordados desde diversas perspectivas3, trabajos donde se estudielos efectos del conflicto

en la producción agrícola son escasos. Aunque existen investigaciones que reconocen estos

efectos a través del abandono de tierras, la informalidad en los derechos de propiedad, los

cultivos ilegales, entre otros (LeGrand, 1988; Reyes, 1994; Castaño, 1999; Fajardo, 2002),

lostrabajos que se aproximan a las decisiones microeconómicas de las familias son pocos

debido, en gran medida, a la ausencia de información.

Estos efectos cobran particular interés para el caso de laproducción cafetera colombiana,

por ser el producto agrícola más relevante en la historia económica del país y por un

aspecto que no solo lo va a distinguir de los demás productos agrícolas colombianos, sino

también de otros países productores con condiciones similares: el soporte institucional

provisto por la Federación Nacional de Cafeteros –FEDECAFE– a través de programas

productivos y de desarrollo rural.

2 El concepto de fragilidad es ampliamente utilizado en las di ferent es ciencias sociales, para el caso del conflicto armado se entiende fragilidad como un conjunto persistente, sistemático y significativo relacionado de incertidumbre social, política y económica (Binzel y Brück, 2007). 3 Existe una prolí fera producción cientí fica en todas las áreas que abordan el confli cto desde sus matices políticas, sociológicas, entre otras (Fajardo, 2002).

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Trabajos para Rwanda y Burundi, a través del uso de información por fincas y análisis e

regresión, han demostrado que la producción cafetera es afectada negativamente por un

aumento en la violencia (Verwimp, 2002, 2003, 2003a). En Colombia, el análisis de esta

relación se ha planteado desde una perspectiva macroeconómica, al mostrarque un choque

negativo en los precios internacionales del café incrementan el conflicto civil en las zonas

productoras (Vargas y Dube, 2006, 2007). A nivel microeconómico, se encuentran

aproximaciones descriptivas en las cuales se destacan, entre otros resultados, el incremento

de la presencia de grupos insurgentes en zonas cafeteras, afectando la realidad de los

municipios y los mercados laborales, entre otros (López, 1999).

En ese sentido, el objetivo del presente artículo es analizar las implicaciones

microeconómicas del conflicto armado rural en la decisión productiva de los campesinos

cafeteros colombianos. La hipótesis a desarrollar se basa en que el conflicto armado rural

ha creadoambientes persistentes y sistemáticos de incertidumbre social, política y

económica a los pequeños campesinos cafeteros, a través de mecanismos tales como la

intimidación, el deterioro de los mercados locales, el desplazamiento forzado, apropiación

de activos,y la destrucción de infraestructura, entre otros. Esta condición de fragilidad,

sumada a las diferentes crisis del sector cafetero, configuran un escenario desfavorable en

el cual el pequeño campesino se ve obligado a cambiar sus decisiones en la producción

cafetera.Bajo este contexto, el papel de la Federación a través de sus diferentes políticas

productivas y de desarrollo ha presumiblemente ayudando a menguar dichos efectos.

Con el fin de probar esta hipótesis, se propone estimar una función de producción cafetera

utilizando métodos tradicionales y Frontera Estocástica de Producción que permiten tener

una estimación consistente de la función de producción, obteniendo además una

aproximación a la eficiencia productiva de los cafeteros. La fuentes de información será la

encuesta “Análisis del mercado laboral cafetero y acceso a crédito para pequeños y grandes

productores de café en Colombia”, realizada en 2006 por la Federación Nacional de

Cafeteros.

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El presente trabajo aporta en la compresión de los canales de la violencia sobre el sector

agropecuario a nivel microeconómico, para el cual no existen trabajos similares que

aborden los efectos del conflicto armado sobre las decisiones productivas de los hogares

campesinos colombianos. Para el sector cafetero, realiza una contribución en determinar los

efectos de la violencia sobre la producción y el papel de la Federación en su mitigación.

Los resultados sugieren que el conflicto armado en Colombia ha afectado la producción

cafetera a través de la reducción de los volúmenes de café producido y la reducción de la

eficiencia técnica de las fincas. Un incremento en un ataque disminuye en

aproximadamente 0.6 por ciento la producción cafetera. Asimismo, en los municipios

donde existe coca la producción de café es menor. En cuanto al soporte institucional, los

municipios con menos extensionistas tienen 30 por ciento más ataques, además, son menos

eficientes en un tres por ciento.

El presente documento está compuesto por cinco secciones, incluyendo la introducción. En

la segunda se presenta una revisión de la literatura sobre la producción cafetera y el

conflicto armado. En la tercera se desarrolla el modelo planteado para probar la hipótesis.

En la cuarta sección se hará una descripción de los datos. En la quinta se discute sobre las

estimaciones y resultados del modelo. La sexta sección concluye.

II. Los caminos del café y el conflicto: una corta historia

El café ha sido el principal producto de la economía colombiana por más de un siglo, lo

cual lo ha convertido en el de mayor incidencia en el desarrollo económico del país

(Junguito y Pizano, 1991). Existe información sobre cultivos de café en el Seminario

Jesuita Menor de Popayán en 1732. A mediados de 1780 algunos escritos relatan sobre la

existenciade café en el interior del país y de cultivos comerciales en la región de Santander

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y el Valle de Aburra, hacia comienzos el siglo XIX4 (Greevey, 1947). Para el Siglo XIX, el

sistema cafetero estaba difundido por todo el territorio nacional.

Varios motivos explican este proceso de expansión cafetera. En primer lugar, la posibilidad

de ampliar las fronteras agrícolas en las zonas de vertiente del Occidente colombiano cuyos

suelos y climas eran propicios para el cultivo. En segundo lugar, la creación de un sistema

rígido de prohibición de importaciones y subsidios impositivos5. En tercer lugar, la

reducción de los costos de transporte debido a la navegabilidad del río Magdalena y, poco

después, los ferrocarriles. Por último, la presencia de factores culturales y religiosos que

inducían a los campesinos a la producción cafetera en el país6 (Fedesarrollo, 1976;

Palacios, 1980).

Paralelo a esta historia de consolidación cafetera, en el país las inconformidades crecían por

las desigualdades sociales lo cual dio pie a la formación de grupos armados. Aunque estas

contradicciones sociales fueron evidentes desde la Colonia, sólo hasta 1850 surgieron los

primeros brotes de violencia. Antes de esta fecha, aunque hubo enfrentamientos, éstos no

culminaron en conflictos gracias a que la estructura de dominación social estaba bien

definida. Las primeras muestras de violencia a causa de los conflictos agrarios aparecieron

a partir del siglo XIX: contrario a lo sucedido durante la Colonia, en esta época la

estructura de dominación social se había debilitado. Colonos, terratenientes y el Estado

tenían objetivos diferentes e irreconciliables, el único objetivo en común era el acceso a la

tierra (LeGrand, 1988; Oquist, 1980).

El siglo XX comenzó con un acelerado crecimiento de la producción cafetera,

4 Existen diferentes creencias sobre el origen del café en Colombia, entre otras, se sostiene que fueron oleadas de migrantes comerciant es que trajeron la semilla desde Europa; no obstante, la tesis de que los jesuitas introdujeron las primeras plantas de café a mediados de XVIII es la más apoyada por la innumerable evidencia encontrada (Fedesarrollo, 1976). 5 Una de las principales políticas fue que se eximió a los predios cafeteros de pagar diezmos en 1824 (Melo, 1980). 6 Por ejemplo, las siembras inducidas por el padre Romero que a sus feligreses les imponía como penitencia de sus pecados la obligación de plantar un número de árboles de café en proporción a la falta cometida (Fedesarrollo, 1976).

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consolidándolo como el primer renglón en las exportaciones colombianas. En 1905, las

exportaciones de café superaron el medio millón de sacos, llegando hacia 1913 a un millón,

cifra que luego se duplicó en los años veinte debido a los altos precios del producto

(Bejarano, 1987). Aunque desde principio del siglo XX los caficultores habían buscado

agruparse, sólo fue en 1927, en el marco del II Congreso Nacional de Cafeteros donde a

través del Acuerdo 2 se creó la Federación Nacional de Cafeteros –FEDECAFE. Las

principales funciones de la FNC eran, entre otras, velar por el interés de la producción

cafetera en el país, a través de la promoción de políticas e investigaciones que

propendieranpor el mejoramiento de la calidad (Fedesarrollo, 1976; Palacios, 1980).

Con la creación de la Federación,nacieron otras instituciones como CENICAFE en 1938,

cuyas principales funciones eran crear una agenda de investigación encaminada a la mejora

de las técnicas de producción y a las variedades de plantas, entre otros. Asimismo, dos años

más tarde, se estableció el Fondo Nacional del Café cuyo objetivo central era estabilizar los

ingresos de los cafeteros a través de políticas de compra que garantizaran controlar las

volatilidades de los mercados internacionales. Este marco institucional propició un soporte

sin igual a la agricultura que llevó a consolidar la economía cafeteracolombiana. Este hecho

mantendría alejadas a la mayoría de las zonas cafeteras de los conflictos políticos y sociales

que se estaban viviendo en el resto de país (Oquist, 1980).

En el entretanto, el contexto nacional e International incrementaban las diferencias políticas

en el país7, alimentandolos conflictos agrarios de antaño dando pie al surgimiento de

guerrillas revolucionarias8. La competencia por los recursos naturales y el control territorial

7 Existe varias razones documentadas por el origen de las guerrillas, entre ellas, el papel que jugó la Revolución Cubana como precedente y la época denominada como “ LA VIOLENCIA” después de la muerte del caudillo Jorge Eliecer Gaitan (Fals, 1977). 8 Las FARC tuvieron su origen en 1964, como forma de autodefensa frente a la persecución desatada contra las formas de organización campesina lideradas entonces por el Partido Comunista. La UC-ELN surgió en 1965 en el departamento de Santander, como un proceso de radi calización de algunos sectores del Movimiento Revolucionario Liberal -MRL- que lideró Al fonso López Michelsen a finales de la década de los cincuentas, planteándose la toma del poder por las armas. El EPL tuvo origen en 1968, localizado en la región occidental de l a Costa Atlántica, expandiendo luego su acción haci a otras regiones, teniendo particul ar incidencia en l a zona bananera de Urabá, donde el auge de las export aciones de l a fruta creó un fuerte conflicto social (Offstein,2000).

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fueron los principales móviles de la lucha. Las motivaciones iníciales, que se basaron en

ideologías políticas, se reflejaron en diferentes conflictos sociales, lo cual encontró eco en

la debilidad del Estado que no pudo detener las primeras muestras de violencia. Esto

agudizó la crisis social y permitió la consolidación y permanencia de los grupos de

oposición (Oquist, 1980).

En la década del setenta, cuando el café vivía uno de sus mejores momentos, una helada

produjo una caída de la producción brasileray permitióa Colombia disfrutar una subida

inusitada de precios. Ello benefició a más de 314.158 caficultores en 1970, de los cuales

218.408 tenía fincas de 10 hectáreas (ha), 43.228 entre 10 y 20 ha y solo 247 fincas eran

mayores a 100 ha. No obstante, la aparición de la broca y la recuperación brasilera

debilitarían la producción colombiana y aceleraría la reestructuración productiva, basada en

el cambio de tipo de cultivo tradicional por tecnificado9.

Este debilitamiento de la producción cafetera y la intensificación del conflicto armado,

debido a la incursión de nuevos actores como el narcotráfico, permitiría que por primera

vez en muchos años de conflicto se crearán situaciones adversas para las zonas cafeteras.

En especial, la introducción del cultivo de la coca marcó una cambio estructural en el

conflicto y sus efectos en el campo colombiano. La coca se convirtió rápidamente en un

medio efectivo de financiación y creación de grupos ilegales, lo cual aumentó la necesidad

de conquistar nuevos territorios e intensificó fenómenos como el desplazamiento forzado

(Reyes, 1994).

Sin embargo, este cambio de la vocación productiva cafetera no se vería intensificado sino

hasta principios de los noventa, momento en el cual la ruptura del pacto de cuotas cafetero

9 El cultivo tradicional se caracteri za por el uso de las variedades arábigo típica y borbón, que se siembran y mantienen bajo un sombrío, en donde se permite la coexistenci a y alternancia con el plátano y otros cultivos. El cultivo tecnificado fue introducido por FEDECAFE donde después de algunos experimentos concluyó que la variedad Caturra y, posteriormente, la variedad Colombia era la más apt a para las condiciones del país y, además, podía cultivarse a cielo abierto (Fedesarrollo, 1976).

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le dio otra dinámica a la producción10. Esto produjo una intensa crisis, llevando a la quiebra

a muchos campesinos que no tuvieron más alternativa que buscar otros productos, cambiar

de actividad productiva o abandonar sus fincas11. De manera paralela, el conflicto armado y

la consolidación de la producción de coca se intensificaban en el país, y el nuevo escenario

de los cafeteros dejaba a las fincas en un estado de vulnerabilidad a choques externos como

la violencia12.En 1985 la guerrilla estaba presente en el 15 por ciento de los municipios no

cafeteros y el 2 por ciento de los cafeteros, para 1995 estaba en 58 por ciento y 53 por

ciento respectivamente (Bejarano, 1992). Además, el terremoto de 1999 en el Eje Cafetero,

la caída en los precios más baja en 180 años en 2001 y la consolidación de Vietman como

productor cafetero, generaron mayor incertidumbre al sector. Dichas condiciones afectaban

una estructura históricamente minifundista,la cual se enfrentaba ante una segunda crisis en

menos de diez años 13(CRECE, 2002).

Bajo este contexto, FEDECAFE jugó un papel determinante como soporte institucional al

sector cafetero. Sin embargo, las continuas crisis de precios y la persistencia en la

prestación de servicios institucionales costosos y desfinanciados llevó a un deterioro

patrimonial del 80 por ciento en términos reales. Ello significó modificaciones estructurales

como la imposibilidad de continuar con el precio piso de compra y la provisión de bienes

públicos, entre otros. Algunas de estas actividades fueron retomadas después de ayudas

gubernamentales que permitió la recuperación de la Federación. Además, se inició un

ambicioso plan de renovación de cultivos a través de asistencias técnicas que representaría

10 Aunque Colombia había firmado pactos con Estados Unidos tales como el “ pacto de caballeros”, el “ convenio de México”, entre otros; el convenio internacional del café integraba a numerosos países cafet eros e imponía cuotas de producción especí fi ca para mantener una estabilidad relativa en los precios que era beneficiosa para productores como Colombia (Fedesarrollo, 1976). 11 Entre estas actividades están, por ejemplo, la creación de sistemas de turismo rural que creó ingresos alternativos a los campesinos en las zonas tradicionalmente cafetera. 12 Crece (2002), afirma que las modificaciones si bien están marcadas por la ruptura del pacto de cuotas no se puede desconocer el nuevo escenario político por la Constitución de 1991 y la denominada apertura económica. 13 El 73,71 por ciento de las fincas cafeteras poseí a una finca de t amaño que varía de 1 a 5 ha y el 37,15 por ciento tenían fincas menores de 1 ha, enfrentaron dificultades (CRECE, 2002).

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una renovación determinante del sector caficultor14 (Comisión de Ajuste de la

Institucionalidad Cafetera, 2002).

De este modo, el incremento de la presencia de hechos violentos y cultivos ilícitos,

acompañado de las crisis del sector,crearon presumiblemente un entorno de incertidumbre

política, económica y social para los productores cafeteros. Esto, presumiblemente,

intensificó los efectos de la violencia, los cultivos ilícitos y la probabilidad de que un

campesino modificara sus decisiones de inversión y participación en el mercado laboral,

entre otros. En este sentido, el café y el conflicto crearían una relación que ha ido en

detrimento no solo de la producción sino también del nivel de vida los productores (Vargas

y Dube, 2006; López, 1999).

III. Café y conflicto armado: una aproximación conceptual y econométrica.

Los efectos del conflicto armado en la sociedad y específicamente en los hogares ha sido

ampliamente abordado en la literatura económica, sociológica y demás ciencias humanas y

sociales 15. Los principales efectos a nivel macroeconómico demuestran que la violencia

aumenta los niveles de pobreza y miseria, disminuye el crecimiento y el desarrollo

económico e incrementa las desigualdades del ingreso. A nivel de los hogares, la violencia

aumenta los niveles de desnutrición, reduce el acceso y la calidad de la salud, aumenta las

tasas de analfabetismo y deserción escolar16, cambia los roles y la composición del hogar,

entre otros (Brück et al., 2005; Justino, 2008 y 2006; Stewart, 2004; Blattman y Miguel,

2009).

14 La política de modernización de la federación estaba fundamentada en el aumento de la productividad de los cafetales a través de di ferentes actividades como la renovación de los cafetos más viejos. Durante la década de los noventa la productividad era de 13 sacos de café por hectárea, mientras en el 2002 y 2003 aumentó de 13.7 a 14 sacos, lo cual se asocia al programa de modernización de la federación (Giovannucci et al, 2002). 15 En el presente trabajo se basa en la defini ción de conflicto propuesta por Brück et al. (2005), lo cuales consideran el conflicto como toda acción violenta realizada a través de la acción colectiva “ mass violence instigated through collective action”, tales como protestas violentas, desplazamiento forzado, disturbios, guerras civiles y genocidios. 16 En el caso colombiano un reciente estudio encuentran que la presencia de ataques armados en los municipios aumenta la probabilidad de deserción escolar (Rodríguez y Sánchez, 2009).

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Aunque estos efectos sobre el bienestar y la producción se presentan en su mayoría sobre

las personas que se encuentran donde sucede el conflicto, también los hogares que están

alrededor se ven afectados por la probabilidad de ser victimas (Kalyvas, 2006). Los

conflictos armados crean altos ambientes de incertidumbre social, económica y política que

hacen que los hogares estén en un estado de “fragilidad” 17 , lo cual modifica sus

decisionespara prevenir o mitigar los efectos del conflicto. Ante la probabilidad de un

hecho violento, los hogares modifican sus decisiones económicas de largo por corto plazo,

aumentan sus tasas ahorro por precaución, e incrementan su posibilidad de desplazamiento,

entre otros (Justino, 2006;Brück, 2007; Blattman y Miguel, 2009). Asimismo, después de

un evento de violencia, los hogares participan más en los mercados informales de crédito,

buscan alternativas eficientes y de diversificación de ingreso, y dedican su producción a

bienes de subsistencia y autoconsumo, entre otros (Binzel y Brück, 2007; Brück, 2007).

Estas estrategias de adaptación de los hogares ante un estado de fragilidad traen efectos en

los hogares en diferentes dimensiones. La muerte de algún miembro del hogar,el

desplazamiento forzado, las amenazas o reclutamiento para los grupos armados y la pérdida

de activos modifica las estructuras familiares, cambia la percepción de seguridad y

aumenta la probabilidad de miseria, entre otros. Estos efectos se concentran principalmente

en los miembros jóvenes, que representan la parte más vulnerable de la composición de los

hogares. De esta manera, el campo en medio de la guerra tiende a quedarse con la

población más vieja y menos productiva, lo que va en detrimento de la producción y el

bienestar (Justino, 2008 y 2006). Además, la presencia de grupos armados afecta a los

hogares a través de la destrucción de infraestructura, deterioro de las redes sociales, pérdida

de capital social, entre otras (Zaur, 2006; Justino, 2008)18.

17 Algunos autores abordan el tema de “ fragilidad” desde una compresión más amplia del concepto de “vulnerabilidad”, no obstante, aunque ambos conceptos contienen un mismo eje estructurante que es el “ riesgo” ante choques externos; el primero trata de entender no solo este factor sino también las estrategias de adaptación de los hogares ex-ante y ex-post del choque (Binzel y Brück, 2007). 18 En la literatura económica existe otra corri ente de trabajos sobre violencia basado en la construcción de modelos matemáticos que tienen como factor común que la definición de los derechos de propiedad es fundamental para encontrar la solución al problema, asimismo, las dotaciones y su efectividad al atacar

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En el caso colombiano, aunque la violencia ha sido un tema recurrente en la literatura

económica, durante mucho tiempo no estaba dentro de las variables capaces de intervenir

decisivamente en los sectores económicos, especialmente el agrícola19(Bejarano, 1992).

Esta tendencia se modificó sustancialmente con la intensificación del conflicto armado en

el campo y la aparición de nuevos actores y móviles que lo hizo más complejo, creando un

entorno de fragilidad en el campo colombiano.

En cuanto a la producción cafetera, aunque las características institucionales y productivas

lo habían mantenido “inmune” a los efectos del conflicto durante casi todo el siglo pasado,

las nuevas condiciones del mercado y el contexto del país provocó que los productores se

vieran afectados por la violencia (Giovannucci et al, 2002). Existen probablemente varios

canales que hicieron que la violencia afectara el nivel de producción de las fincas, uno de

los principales es el mercado laboral, debido al incremento de las restricciones de

movilidad a los municipios cafeteros por el incremento de la violencia atribuida a grupos

insurgentes como la guerrilla y los paramilitares. Si bien en época de cosecha era

tradicional el incremento de hechos violentos en los pueblos cafeteros por la llamada

“violencia cosechera”20, los nuevos móviles y actores pasaron de pequeños abigeatos y

boleteos a grandes extorsiones y secuestros con fines económicos (López, 1999).

Además, la aparición de los cultivos ilícitos en las zonas cafeteras y aledañas creaban

salarios y precios relativos más altos para los trabajadores y productores, provocando una

reducción masiva de la oferta laboral e incluso el abandono de la producción cafetera

(Giovannucci et al, 2002; López, 1999; Vargas y Dube, 2007). Aparecen también determinan si ambos agentes dedican tiempo a la producción o al conflicto (Grossman y Kim, 1995; Hirshlei fer, 1995; Anderton et al, 1999; Kalyvas, 2006;). 19 Aunque en algunos textos se menciona los efectos del conflicto armado en la consolidación de la “ estructura agraria” colombiana y el comport amiento de la productividad de los principales cultivos, esta referencia adolece de una compresión de los mecanismos de t ransmisión y los efectos reales en cada uno de los cultivos (Bejarano, 1978; Kalmanovitz, 1978; Machado, 1981; Departamento Nacional de Planeación DNP, 1990; Jaramillo, 2002; Kalmanovitz y López, 2006). 20 “ Durante la épocas de cosecha era normal que llegaran peones de otros lados a ganarse unos pesos. Con su llegada aumentaban las peleas y a veces muertos ya fuera por el juego, por las mujeres o por mera borrachera”. Entrevista a un pequeño productor cafetero en López (1999).

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modalidades de lavados de dinero con compradores de café que ofrecían de manera

transitoria precios más altos que las cooperativas municipales asociadas a FEDECAFE y

otros compradores privados, debilitando la institución cafetera en los municipios

(Giovannucci et al, 2002). Otro mecanismo importante fue el aumento de la presencia y

número de atentados de los grupos insurgentes en caminos, carreteras y demás medios de

salida de la producción, cobrando en ocasiones “extorsiones” o destruyendo los caminos,

lo cuál incrementa los costos de transporte, introduce sesgos en la distribución del producto

y se convierte en una riesgo adicional para el productor (Giovannucci et al, 2002; López,

1999).

Otros trabajos, abordan estos mecanismos desde una perspectiva macro. Dichos trabajos

argumentan que los cambios en los precios internacionales del café han tenido una

incidencia directa en el incremento de la sustitución por cultivos ilícitos y los ataques de los

grupos armados (Vargas y Dube, 2006 y 2007). Esta perspectiva adolece de una

compresión de los efectos microeconómicos en las decisiones de los hogares y, en especial,

sobre el papel que tiene el soporte institucional sobre los productores, la cual con la política

de “Garantía de compra”21 protege al campesino de los cambios en los precios

internacionales, de este modo, un canal macro entre los precios cafeteros y la producción

presenta falencias.

Experiencias internacionales para Rwanda han encontrado evidencias que cambios en las

precios provocados por políticas o choques externos, modifican las decisiones de consumo

y producción de los hogares campesinos,intensificando el conflicto e incrementando de la

pobreza (Verwimp, 2002, 2003 y 2003a). De este modo, los mecanismos de transmisión

que se encuentran en la literatura están presentes en la economía cafetera colombiana. En

ese sentido, es necesario construir un modelo conceptual donde se logren capturar estos

efectos en la decisión de cultivar café en los hogares.

21 Esta política es quizá la más importante por parte de la Federación, la cual ofrece al cafi cultor la posibilidad de encontrar siempre un comprador para su café, a un precio transparent e, con pago de contado y en los lugares cercanos a los centros de producción (tomado de: www.cafedecolombia.com; visitado el 19 Noviembre de 2009).

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14

a. Modelo conceptual

En las primeras aproximaciones conceptuales sobre las decisiones productivas de los

hogares agrícolas, se pensaba que bajo la premisa “pobres pero eficientes”se podrían

utilizar los modelos de maximización de beneficios tradicionales en las fincas (Schultz,

1964).No obstante, las debilidades de este enfoque al desconocer la importancia de las

estructuras familiares y las condiciones de vida en la toma de decisiones productivas abrió

pasó a los Modelos Agrícolas del Hogar –AHM–22 (Chayanov, 1966;23Taylor y Adelman,

2003; Singh et al, 1986; Bardhan y Udry, 1999). Bajo este enfoque, el hogar campesino

busca maximizar su utilidad sujeto a las restricciones productivas, de consumo y de

mercado, lo cual permite que solucione de manera simultánea las decisiones de consumo y

producción.

Este simultaneidad entre el consumo de los hogares y producción de la finca trae consigo el

supuesto más relevante en este tipo de modelos: la separabilidad. Los hogares en ambientes

competitivos con mercados completos, solucionan de manera simultánea, pero autónoma,

sus decisiones de consumo y producción. De este modo, aspectos como las estructuras

familiares y las decisiones del mercado laboral, entre otros, son completamente

independientes a los niveles de producción de los hogares (Singh et al, 1986; Bardhan y

Udry, 1999).

Las características de la producción agropecuaria asociadas a los desastres naturales,

enfermedades, cambios en el clima, y guerras introducen riesgo e incertidumbre en la

producción de campesinos aversos al riesgo (Taylor y Adelman, 2003; Ellis, 199424). De

este modo, ante choques negativos en el ingreso y el consumo asociados a la incertidumbre,

los hogares campesinos modifican sus decisiones de producción e inversión de largo plazo

22 Por sus siglas en inglés “Agricultural Household Model” 23 Chayanov, A. (1966). The theory of Peasanta economy: American economic association translation series. 1-268. Thorner, D, K & Smith, R. Eds. Citado por Taylor y Adelman (2003) 24 Ellis, F.1992. Peasant Economics. Cambridge: Cambridge University Press. Citado por Medola (2007).

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15

y dedican sus esfuerzos a la producción para el autoconsumo, y el ahorro por precaución,

entre otros (Malchow y Jellesmark, 2000; Rosenzweig y Binswager, 1993; Morduch,

1993).Estos fenómenos implican que el supuesto de separabilidad no es válido y, por tanto,

se deben redefinir las principales predicciones teóricas del modelo tradicional25(Malchow y

Jellesmark, 2000).

Los AHM en la producción cafetera se han sustentado en el supuesto de separabilidad,

basada en que las características del cultivo del café hace que en tiempos de cosechas la

mayoría de la mano de obra sea contratada y toda la producción se destine completamente a

la venta, lo que implica que las familias toman decisiones independientes de consumo y

producción (Lozano, 2007; Leibovich y Barón, 1997; Junguito y Pizano, 1991). Empero,

esta justificación es insuficiente para validar el supuesto de separabilidad en la producción

cafetera.Características del mercado laboral y, en especial, choques externos originados por

la violencia podrían introducir suficientes distorsiones en los mercados como para crear

decisiones no separadas de consumo y producción.

Dado lo anterior, el presente trabajo parte de un modelo tradicional AHM para pequeños

productores de café que permite separar las decisiones de producción y consumo. Se

introduce, además, un factor de incertidumbre originado por la violencia y que causa

choques exógenos a la producción26. Ello supone que los hechos de violencia no afectan de

manera directa a los hogares a través de sus funciones de utilidad sino como un choque de

productividad en la función de producción. Este supuesto se basa en la hipótesis que los

cafeteros no son víctimas directas del conflicto debido a las características otorgadas por el

soporte institucional de FEDECAFE, sino que los efectos se ven reflejados en los cambios

de decisión productiva en los niveles de productividad de la finca. Posteriormente, se

llevarán a cabo pruebas tratando de verificar la validez del supuesto de separabilidad en la

producción cafetera.

25 Para una discusión sobre las implicaciones de la no-separabilidad de los modelos agrícolas véase Sonada (2000). 26 El modelo se basa en los supuestos básicos de Taylor y Adelman (2003). Introduce la incertidumbre siguiendo a Kurkalova y Jensen (1999).

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16

Suponga un hogar que maximiza una función de utilidad estrictamente cuasicóncava

U x,Co;Zh( )27, dondelos hogares cafeteros les produce utilidad los beneficios asociados al

consumo ( x) y el consumo de ocio (Co), dadas unas características del hogar ( Zh ). Los

hogares se enfrentan a una restricción de tiempo ( T ) la cual distribuye entre otras

actividades diferentes a trabajar como el ocio ( Co)28, el trabajo dedicado a la producción de

café en la finca ( l p) y el trabajo ofrecido fuera de la finca ( lc). Por su parte, la restricción

del ingreso está determinada por los beneficios brutos de la producción que dependerá del

precio del café ( pc), por los precios de los insumos (wy r ) y por la función de producción

estrictamente cuasicóncava, Qc = f L,K;A, E(v)( ), la cual está compuesta por trabajo (

L = l p + e(le )) e inversión en capital ( K), dada las condiciones físicas y biológicas de la

finca ( A) y un proceso aleatorio con la siguiente función de distribución,

E v( )= qv + 1− q( )0 → q ∈ 0,1[ ]. La función de distribución refleja la presencia de eventos

de violencia. De este modo, se le asigna una probabilidad ( q) de ocurrencia de hechos

violentos ( v) y se supone que incrementos en la probabilidad de ocurrencia en los hechos

violentos generan un choque exógeno de productividad que reduce los niveles de

producción.

En cuanto al mercado laboral, nótese que se introduce una función e .(), que mantiene la

alta sustitución entre el trabajo doméstico y el contratado, pero introduce un factor

diferencial sustentado en que la presencia de mano de obra de algún miembro de los

hogares rurales modifica los niveles de productividad del hogar contratado, este fenómeno

27Existen diversas maneras de introducir la incertidumbre en un modelo de decisión microeconómica, la más conocida es a través de la aplicación de funciones de utilidad Von Neuman-Morgenstern, la cual cumple el teorema central de los utilidades esperadas (Mas-Collel y Green, 1995). No obst ante, existen alternativas de introducción de incertidumbre a través de mecanismos aleatorios que no afectan las decisiones conjuntas de los individuos sino partes de estas (Bardhan y Udry, 1999; Kurkalova y Jensen, 1999). 28 Otra interpretación a este factor también se ha asociado a las características especí ficas de los integrantes, el porcentaj e de miembros del hogar en edad de trabajar, edad de sus integrantes, nivel de educación, etc. (Lozano, 2007).

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17

es conocido como el efecto “supervisión”29(Feder, 1985; Stiglitz, 1986). Los hogares

cafeteros reciben un remuneración ( w) del trabajo fuera de la finca ( lc). Los hogares

campesinos reciben un ingreso exógeno ( m ) que puede ser interpretado como los subsidios

otorgados por FEDECAFE. Por último, el hogar paga un salario ( w) por el trabajo

dedicado a la producción cafetera de la finca. Se asumen mercados perfectos y, por tanto, la

familia es tomadora de precios en todos los mercados.

Así el problema de los pequeños hogares caficultores será:

MaxC o,x i

U xi ,Co;Z h( ) (I)

sujeto a:

(i) T = Co + lp + lc (iv) E v( )= qv + 1− q( )0 → q ∈ 0,1[ ]

(ii) pxi = pcQc − wle − rlc + m (v) L = l p + e(le )

(iii) Qc = f L,K;A, E(v)( ) (vi) le ≥ 0;lc ≥ 0;lp ≥ 0

Reescribiendo el problema con las restricciones, se puede resumir en:

MaxC o,x i

U xi ,Co;Z h( ) (I’)

sujeto a:

pxi + wCo + wl p = f L,K;A,E (v)( )− wle − rK + wT + m pxi + wCo + wl p = π L,K; E(v)( )+ wT + m

El supuesto de separabilidad permite que el problema se solucione en dos etapas: (i) la

maximización de beneficios y luego el valor de la utilidad. Bajo incertidumbre esta

equivalencia necesita supuestos adicionales (Kurkalova y Jensen, 1999). Se supone que el

campesino tiene certeza sobre los componentes de la producción y el mercado30, pero

desconoce los choques de productividad asociados a los incrementos de la probabilidad de 29 La propuesta de Feder (1985) y Stiglitz (1986) sobre el mercado laboral busca hacer di ferenciación entre los trabajos manteniendo el supuesto de separabilidad. 30 Este supuesto está sustentado en el papel que juega FEDECAFE como soporte institucional.

Page 18: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

18

existencia de hechos violentos31. De este modo, los resultados del modelo sobre mercado

laboral y consumo estarán determinados por este factor de incertidumbre que afectará a la

producción. En este punto, surge el concepto de fragilidad de los hogares los cuales

condicionaran sus decisiones de producción a los diferentes choques de incertidumbre

provistos por un ambiente de violencia. Dadas las propiedades de la función de utilidad y

producción, la función final de maximización será:

MaxC o,x i

L = U xi ,Co;Z h( )+ λ π .()+ wT + m − pxi − wCo − wl p[ ]+ µ1le + µ2l

p + µ3lc

(II)

Donde µ1, µ2 y µ3son los multiplicadores de Lagrange asociados a la no negatividad de los

parámetros laborales, µi = 0 ∀i =1,2,3 si le,lp,lc f 0. Para simplificar el problema se

asume que todos los parámetros son estrictamente positivos y, por lo tanto,µ1 = µ2 = µ3 = 0

Como se observa en el gráfico 1, el equilibrio del hogar rural resuelve los problemas de

producción y consumo de manera simultánea, pero autónoma. En primer lugar, se define el

equilibrio del mercado laboral donde se establece la composición entre el trabajo doméstico

y el contratado, lo cual está condicionado a los choques de productividad asociados a la

violencia. En segundo lugar, está el equilibrio de consumo, el cual determina el tiempo

dedicado al ocio, el tiempo dedicado por fuera de la finca y el nivel de consumo de los

demás productos32:

31 Este supuesto se basa en el hecho de que los pequeños campesinos, si bien se supone que no son víctimas directas de l a violencia, son afectados por ataques agregados a los municipios y a su entorno que modi fiquen los costos de transacción. 32 Para las condiciones de primer orden y estática comparativa ver anexo 1.

Page 19: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

19

Gráfica 1. Equilibrio conjunto de las decisiones del hogar

Así pues, se espera que la violencia afecte el bienestar de los hogares campesinos a través

de dos mecanismos: mercado laboral y los choques negativos de productividad asociados al

incremento en las probabilidad de ataques y otros factores generadores de violencia como

la presencia de cultivos ilícitos. En primer lugar, los efectos sobre los salarios de la

violencia corresponden a un análisis de equilibrio general que se escapa a las intenciones

del presente trabajo. Sin embargo, si se piensa que el campesino cafetero recibe un choque

exógeno del nivel salario, asociado por ejemplo a el incremento del salario relativo de otros

productos ilegales como la coca. De este modo,

∂Co*

∂w= ∂Co

*

∂w∆U = 0

p01 2 4 3 4

+ ∂Co*

∂y *f0

{l p + lc( )− le[ ]

f0 ó p01 2 4 4 3 4 4

. Si el

hogar cafetero es un comprador neto de mano de obra, lp + lc( )− le p 0 , entonces un

choque exógeno en el salario tendrá efectos negativos,

∂Co*

∂wp 0, porque el hogar tendrá que

reducir su consumo de ocio y tendrá que aumentar su participación en las labores de la

finca o el mercado laboral. Si, por el contrario, el hogar es un vendedor neto de mano de

obra, lp + lc( )− le f 0, es decir, el hogar prefiere vender su mano de obra en el mercado

laboral o trabajar por si mismo en su propia finca, el efecto sobre ∂Co*

∂w, será ambiguo.Esto

dependerá de los ingresos que se produzcan en la sustitución entre el trabajo propio y el

sueldo recibido por el trabajo del hogar ofrecido fuera de la finca reflejado en el salario

Page 20: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

20

sombra.

El segundo mecanismo es el incremento de la probabilidad de ataques ( q), el cual tendrá

efectos en los mercados laborales, consumos de bienes y los niveles de producción. Así,

∂Co*

∂q= ∂Co

*

∂y *f0

{

∂y*

∂f *f0

{

∂f *∂qp0

{⇒ ∂Co

*

∂qp 0; es decir, los aumentos en las actividades criminales

aumenta la percepción de inseguridad de los caficultoreshaciendo que modifiquen sus

decisiones de producción lo cual reduce sus ingresos. Esto, podrá ser compensado a través

de cambios en las composiciones laborales, reduciendo la producción, participando en el

mercado de créditos o sustituyendo de producción. Nuevamente no es claro cuál de estos

mecanismos va a primar en el cambio del equilibrio.

En cuanto al consumo de bienes, los efectos son similares,

∂x *∂q

= ∂x *∂y *

f0{

∂y*

∂f *f0

{

∂f *∂qp0

{⇒ ∂x *

∂qp 0.

Los mecanismos son análogos al mercado laboral, no obstante, nótese que estos efectos

pueden ser contrarestados a través de mecanismos comos subsidios o créditos (m). En cada

uno de estos efectos, el principal mecanismo de pérdida de bienestar es la reducción de la

producción agrícola a través del aumento de los hechos violentos,

∂f *∂q

p 0. Por este motivo,

una primera aproximación sobre los efectos de la violencia en el bienestar de los

cafeteroses a través de los niveles de producción de las fincas.

El análisis anterior podría sufrir cambios sustanciales si algunos de los canales de la

violencia rompiesen adicionalmente el supuesto de separabilidad, o si la producción

cafetera no cumpliese con los requisitos básicos de separación entre las decisiones de

consumo y producción33. En este caso no existirían equilibrios únicos y dependerán en su

mayoría del mecanismo que produzca la no-separabilidad del modelo. Los casos más

33 Es decir, los cafeteros podrían tener preferencias por trabaj ar en sus propias fincas, el trabajo contratado y el trabajo propio no son perfectos sustitutos o que exista algún mercado incompleto (Benjamin, 1994).

Page 21: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

21

comunes de no-separabilidad se dan porque existen: límites para conseguir trabajo por fuera

de la finca, escasez en la mano de obra externa y salarios diferenciales entre la mano de

obra interna y externa.

Dado lo anterior, las predicciones teóricas sobre el comportamiento de los hogares

cafeteros en contextos de conflicto armado se concentran en una hipótesis posteriormente

verificable: incrementos en la probabilidad de eventos violentos producenchoques

exógenos de productividad que reducen el nivel de producción de las fincas cafeteras

aumentado el grado de ineficiencia productiva,

∂f *∂q

p 0.

b. Método de estimación.

La manera de aproximarse a la verificación de la hipótesis central del modelo teórico se

hará con dos tipos de estimaciones: mínimos cuadrados ordinarios y Fronteras Estocásticas

de Producción. La estimación de funciones de producción reviste de dificultades que han

sido discutidas ampliamente en la literatura económica. El alto grado de endogeneidad de

cada uno de los componentes, la correlación entre los choques de productividad no

observados con el nivel de los insumos y la estructura de los mercados de factores implican

que la estimación de las funciones de producción por métodos tradicionales esté sesgada

(Griliches y Mareisse, 1998). Para solucionar estos problemas, en la literatura se han

propuesto diferentes alternativas: funciones de costo, variables instrumentales, fronteras

estocástica yfunciones de distancia de insumos y productos.

Entre las alternativas para estimar las funciones de producción, los Modelos de Frontera

Estocástica –MFE- tienen múltiples beneficios. En primer lugar, permite estimar de manera

consistente la función de producción. Además, en sus aproximaciones econométricas separa

la presencia de los errores de medición del modelo y los errores explicados por ineficiencia

logrando una jerarquización de las fincas (Aigner et al, 1977; Coelli et at, 1998). La MFE

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22

asume la existencia de una frontera eficiente34 de producción donde los individuos

minimizan costos y maximizan beneficios. Las imperfecciones del mercado, los cambios de

productividad de los factores y los choques exógenos asociados a la incertidumbre, entre

otros alejan a las empresas de sus fronteras eficientes (Farell, 1957).

Para la estimación de este tipo de Fronteras, la literatura propone dos técnicas alternativas:

no paramétricos y paramétricos. Los primeros métodos son comúnmente conocidos como

Análisis Envolvente de Datos (DEA35), los cuales están basados en programación lineal que

evalua el comportamiento de las firmas y asumen que las firmas poseen la misma función

de producción. Este enfoque mide la ineficiencia a través de la desviación de los valores

observados de la frontera estimada.Pese a la flexibilidad del método, la manera de

aproximación del cálculo de los errores no permite separar entre los errores asociados a la

ineficiencia productiva y los asociados a otros factores, como la incertidumbre (Handerson,

2003; Jaime y Salazar, 2009).

Este tipo de técnicas han sido aplicadas para el estudio del sector cafetero. Para Costa Rica,

África y Vietnam han demostrado que la ineficiencia productiva depende en gran medida

del tamaño de las fincas, en donde las de mayor tamaño tienden a ser más eficientes

(Mosheim, 2002; Binam et al, 2003; Ríos y Shively, 2005). Para Colombia, se han

realizado varias aproximaciones para diferentes tipos de eficiencias desde el análisis DEA.

Entre lo múltiples resultados, se destaca que gran parte de los pequeños y medianos

caficultores son ineficientes técnicamente, mientras los grandes son eficientes en la práctica

(Perdomo, 2006; Perdomo et al, 2007; Perdomo y Mendieta, 2007).

Los métodos paramétricos estiman una función de producción, Y = F(K ,L), con una forma

funcional previamente definida en donde está de manera explícita la relación entre la

producción y los niveles de los insumos. La estimación utilizael método de Máxima

34 La frontera de producción eficiente se define como la cantidad máxima de producto posible de lograr dado un conjunto de insumos. La ineficiencia técni ca será calculada a través de la di ferencia entre ese máximo teórico (por estimar) y lo que realmente haya producido cada firma (Jaime y Salazar, 2009). 35 Por sus siglas en inglés. Data Envelopment Analysis –DEA–.

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23

Verosimilitud. La estimación arroja una función de producción estimada,

) Y = exp(xiβ +Vi − Ui ), en la cual se obtienen estimaciones eficientes de los parámetros de

producción ( xi), y además dos tipos de errores: el tradicional error aleatorio,

Viidd⎯ → ⎯ N 0,σv

2( ), el cual recoge las variaciones aleatorias en la producción debido a

errores en las observaciones y choques no controlados de productividad. El segundo

término de error,Ui , es una variable aleatoria no negativa que captura los choques

asociados a la ineficiencia técnica (Jaime y Salazar, 2009; Coelli y Battese, 1998).

Después de esta estimación, se toman las medidas de ineficiencia técnica obtenidas en la

primera etapa y se realiza una nueva regresión para identificar los determinantes de la

ineficiencia técnica. Este paso implica asumir un proceso generador de datos para la

variable aleatoria de ineficiencia técnica. Los coeficientes estimados pueden ser expresados

como: normal truncada, seminormal, exponencial o distribución gama de dos parámetros.

No existe ningún criterio técnico para la elección de una de las distribuciones, lo cual es

una de las principales críticas porque al asumir una forma funcional y una distribución para

el término de ineficiencia, puede confundir los efectos de una errónea escogencia con los

efectos de ineficiencia (Morales, 2005).

En el presente trabajo, se utilizarán las técnicas paramétricas para la estimación de las

fronteras estocásticas, por dos razones: se puede acceder al efecto de las variables de

violencia sobre la producción y sobre los parámetros de ineficiencia productiva(Jaime y

Salazar, 2009). Se parte de la premisa que una finca es eficiente si no puede obtener un

nivel de producción mayor con los insumos incorporados en la producción36. A modo de

ejemplo, suponga una finca cafetera que utiliza un nivel de capital ( K1) y trabajo ( L1) para

la producción de café, Y1 = f L1,K1( ) . Si el capital permanece constante, suponga que esta

finca podría obtener un nivel mayor de producción con la combinación de estos dos

factores, Y1* f Y1, por tanto es ineficiente técnicamente (ver gráfica 2).

36 Este supuesto es comúnmente conocido como el Medida Orientada a la Producción.

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24

Gráfica 2. Ejemplo de una finca técnicamente ineficiente.

Si los insumos permanecen constantes, se puede obtener la medida de eficiencia técnica

está dado por:

Eficiencia técnica = max φ : φY1 ≤ F K1,L1( ){ }−1=

Y1

Y1*

Donde, φ, es la cantidad en la cual se va aumentar la producción (Morales, 2005). En la

estimación econométrica, este parámetro con el parámetro de componente aleatorio del

método de Máximo Verosimilitud, definido como: σ si2 =σ ui

2 + σv i

2 . En donde, se puede

calcular el parámetro γ i =σui

2

σ si2 , que hace referencia a la porcentaje de la varianza total

asociada por la varianza de las ineficiencias, el cual toma valores entre 0 y 1 (Jaime y

Salazar, 2009).

Este tipo de aproximaciones ha sido ampliamente utilizado para la estimación de las

eficiencias técnicas en la producción agrícola. En términos generales, los resultados

sugieren que la ineficiencia técnica está asociada a los niveles de educación de los

agricultores, acceso a los servicios básicos, entre otros (Coelli y Battese, 1998; Jaime y

Salazar, 2009; Villano y Fleming, 2006). Para el sector cafetero colombiano, son escasos

los trabajos bajo esta metodología. Perdomo (2006) realiza las estimaciones tanto del DEA

y métodos econométricos para una muestra pequeña de cafeteros, obteniendo resultados

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25

similares para ambos métodos.

c. Modelo a estimar.

En la literatura de los modelos AHM, es convencional usar funciones tipo Cobb-Douglas 37.

Así, la producción de café pergamino seco en arrobas en la finca “i”, estará dado por:

Qi = Kβi

i=0

6

∑Lβ 7 A

β ii=8

11

∑E(v)

β ii=12

13

∑ex β14

(III)

Cabe anotar que las variables de violencia se introducen como choques exógenos a la

producción, que podría pensarse de manera análoga a los choques de productividad. En

cuanto al capital, Kβ i

i=0

6

∑, la producción cafetera tendrá diversas características. En primer

lugar, es importante controlar por la variedad de café cultivado ( DVar), en este caso caturra

y variedad Colombia, ya que se ha demostrado su alta productividad para las características

de las zonas del país (CENICAFE,2005). En segundo lugar, la edad de los cafetos (Yc ), la

cual determina la productividad y calidad del producto, en este sentido es necesario

identificar los efectos de la edad y, según criterios técnicos, cuándo un cafeto es viejo o no (

DVejez)38. La densidad de los cultivos ( d), en la literatura no se encuentra un consenso sobre

el tipo de rendimientos que presenta la densidad debido a que esto depende en gran parte de

las características individuales cada cultivo (CENICAFE, 2005); no obstante, con el fin de

identificar los tipos de retorno a escala de la densidad se introduce la densidad de los

cultivos al cuadrado ( d2).

Por último, para capturar la intensidad de producción de la finca, se introduce la proporción

de la finca cultivada en café ( a) (Lozano, 2007;Leibovich y Barón, 1997; Junguito y

Pizano, 1991; CENICAFE, 2005). Así, el capital está dado por:

37 Para una discusión sobre la aplicación de est as funciones en los modelos de decisión agrícol a Medola (2007). 38 Según criterios de FEDECAFE, para cultivos bajo sol la edad de envejecimiento es de 9 años y para los bajo sombra es de 12 años (Lozano, 2007)

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26

Kβ i

i=0

6

∑= eβ 0 +β 1DVar +β 2DVejez Yc

β 3 dβ 4 d2( )β 5 aβ 6 (IV)

A la luz del supuesto de separabilidad, es necesario garantizar que la variable trabajo esté

aislada de las decisiones de consumo. En este sentido, el trabajo ( L ) representa el número

de trabajadores demandados en el cultivo de café, omitiendo la época de cosecha39. La

variable ( A)representa los controles municipales como calidad de la tierra40 ( CUAF ), área

del municipio ( H ), porcentaje de la población en área rurales ( Irural ) y distancia a la capital

( DI ).

La variable E(v)representa los controles de la violencia. Para aproximarse a esta medida,se

introduce la variable intensidad del conflicto ( I)que está medida por los distintos tipos de

ataques por parte de los grupos armados: total ataques y masacres. Asimismo, se introduce

una variable dicótoma para capturar la presencia de cultivos de coca,( Dc ).

Por último, se introduce una aproximación para capturar el apoyo institucional de la

Federación Nacional de Cafeteros a los productores, a través del número de extensionistas (

ex ) en cada uno de los pueblos. Este variable permite aproximarse al grado de

acompañamiento de la Federaciónpues son los extensionistas los que hacen de manera más

eficaz el acompañamiento técnico y social a los productos visitándolos en sus predios.

Así la función de producción podrá escribirse de la siguiente manera:

Qi = eβ 0 +β 1DVar +β 2DVejez Ycβ 3 dβ 4 d2( )β 5 aβ 6 Lβ7 eβ 8CUAF +β 9 H + β10I rural +β 11DI eβ12I + β13 Dcoca ex β14

(V)

39 En la estimación de modelos agrícolas es usual eliminar los efectos de cosecha en los cultivos, porque podrían incluir sesgos de temporales que no reflej an las relaciones estructurales de la producción agrícola. 40 Para obtener una aproximación a la calidad de la tierra se tiene la Unidad Agrícol a Familiar –UAF–, la empresa básica de producción agrícola, pecuari a, acuícola o forestal cuya extensión, conforme a las condiciones agroecológicas de la zona y con tecnología adecuada, permite a la familia remunerar su trabajo y disponer de un excedente capitalizable que coadyuve a la formación de su patrimonio (Ley 160 de 1994).

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27

Tomando logaritmos, se tiene el modelo a estimar:

lnQi = β0 + β1Dvar + β2Dvejez + β3 lnYc + β4 ln d + β 5 ln d2( )+β 6 ln a + β7 ln L + β8 ln CUAF + β9H + β10Irural + β11DI + β12I+β13Dcoca +β14 lnex

(VI)

IV. Descripción de los datos y resultados.

En el sector cafetero colombiano, existe solo una encuesta en la cual se recoge información

sobre producción y mercados laborales: “Análisis del Mercado Laboral Cafetero y Acceso a

Crédito para Pequeños Productores de Café en Colombia” (MLYCC-P), realizada por la

Federación Nacional de Cafeteros en 2006. El principal objetivo de la encuesta era evaluar

las condiciones de los mercados laborales cafeteros y el acceso a crédito en todo el país.

La muestra es representativa a nivel nacional y por regiones cafeteras. Aunque se

encuestaron grandes y pequeños productores, el presente trabajo sólo se concentra en los

pequeños productores que son aquellos que tienen cultivos menores o iguales a cinco

hectáreas, debido a que son ellos los que presentan mayor fragilidad ante escenarios de

violencia. A continuación se muestran las estadísticas descriptivas y los resultados de las

estimaciones de la función de producción cafetera.

a. Estadísticas descriptivas.

La muestra está constituida por 2,613 pequeñas fincas cafeteros en 275 municipios, los

cuales utilizando los factores de expansión reprensentan 495103 hogares en el país41 (ver

Mapa 1). En su mayoría provienen de regiones tradicionalmente cafeteras con un promedio

de 4.55 hectáreas –ha–42, de las cuales en promedio están dedicadas 1.4 ha al cultivo del

41 En total, la encuesta cuenta con 2.692 fincas los cual es fueron filtrados por errores de medición borrando los últimos percentiles de las variables área del finca, área de café, densidad y edad. 42 La información del área de la finca y cultivada en café se pregunta a través de rangos, siguiendo a Lozano(2007) se hace una aproximación de los valores aproximados usando datos del Sistema de Información Cafetera para 2007.

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28

café, y una producciónde 78.2 arrobas de café pergamino seco (ver Mapa 2). En cuanto al

mercado laboral, el 62.71 por ciento de los hogares de la muestra contrató algún trabajador

para el cultivo del café, los demás utilizaron trabajo familiar. El 60.92 por ciento de los

individuos encuestados reconocen haber trabajado en su propia finca, de los cuales el 85.30

por ciento lo hicieron para la producción de café. Por su parte, el 24.14 por ciento de los

miembros de la familias que trabajaron por fuera de la finca adujeron los ingresos

insuficientes como principal razón. Las personas que no lo hicieron estaban en su mayoría

dedicadas totalmente a la producción de sus propias fincas.

Mapa 1: Distribución Fincas. Mapa 2: Área Cafetera.

Fuente: Elaboración propia basado en MLYCC-P, 2006.

En la encuesta, no indaga sobre los efectos de la violencia y el conflicto armado sobre la

producción cafetera. La única referencia sobre los efectos de la violencia, se encuentra

cuando se pregunta sobre las dificultades de encontrar manos de obra: del 16.22 por ciento

que admitieron haber tenido problemas para conseguir personas para trabajar en la finca, el

7 por ciento lo atribuyeron a problemas de inseguridad. Cabe aclarar que esto no significa

la negación de la hipótesis central del presente trabajo puesto que canales de transmisión

de la violencia son a veces imperceptibles para los mismos campesinos, los cuales podrían

atribuir algunos efectos negativos a otras causas (Brück et al., 2005; Justino, 2008). Esto es

evidente en los datos municipales de violencia, los cuales muestran que, en promedio, los

Page 29: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

29

municipios cafeteros desde 1988 han sido víctimas en promedio de 2.73 ataques 43 de los

grupos armandos, mientras los no cafeteros 2.11 (ver gráfica 3).

Gráfica 3: Média de ataques para municipios cafeteros y no cafeteros.

Fuente: Sistema de Información Cafetero (2008). CEDE - Uniandes, 2009.

Para el 2006, los municipios cafeteros tuvieron un comportamiento menos violento que los

no cafeteros con una media de ataques 2.29 contra 2.56. La presencia generalizada de los

actos violentos en los municipios cafeteros no permiten encontrar un patrón determinante

entre los actos violentos y la producción cafetera. No obstante, se puede observar que

aquellos lugares donde se presentan más ataques por parte de cualquier autor existe una

menor presencia de área cultivada de café (ver Mapa 3). En contraste, la presencia de los

cultivos de coca presenta una patrón más definido, los municipios que tienen presencia de

coca en su territorio pertenecen a los cuantíles más bajos de producción (ver Mapa 4). Esto

no implica, en ningún sentido una relación de causalidad entre las variables puesto que la

presencia de cultivos ilícitos y la violencia corresponde a dinámicas sociales, políticas y

económicas que hacen difícil su compresión y su relación con la presencia de cultivos.

43 Se tiende como ataque a cualquier actividad militar en contra de la población civil.

Page 30: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

30

Mapas 3 y 4: Producción cafetera, total ataques y presencia coca. 2006

Fuente: Elaboración propia a partir de MLYCC-P(2006) y CEDE (2009)

Ahora bien, si se compara la presencia de la Federación Nacional de Cafeteros,

representado por el número de extensionistas por municipios y las variables de violencia, se

encuentra que los municipios con mayor presencia de la Federación presenta un número

menor de ataques y presumiblemente tienen menos probabilidad de tener presencia de coca

(ver mapa 5). Nuevamente, este análisis se limita a la comprensión de los datos descriptivos

pero no corresponde a un análisis de causalidad.

Mapa 5: Número de extensionistas, presencia de coca y número de ataques.

Page 31: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

31

Fuente: Elaboración propia MLYCC-P, 2006. CEDE (2009)

A continuación se presentan las principales estadísticas descriptivas a los diferentes niveles

de información: la finca, el hogar e información municipal.Los datos que se utilizan para

los ataques son los acumulados de 2000-2006 con la intención de capturar los rezagos de

los efectos de la violencia sobre las decisiones de los productores.

Tabla 1. Resumen estadísticas descriptivas.

Observaciones Media Mediana Mínimo Máximo Desv.Stándar

Información de producción por fincas

Área de la finca (hectáreas) 2613 4.53 2.3 0.1 49.74 7.345

Área destinada a café (hectáreas) 2613 1.366 1 0.05 5 1.103 Producción total de café (arrobas de

café) 2599 78.405 40 0 1500 112.338

Edad cafetal (años) 2613 8.299 6 0 50 7.444 Densidad (árboles por hectárea

sembrada) 2613 4199.522 4333 0 9500 1602.67

Número de jornales sin recolección 2613 240.976 0 0 9000 597.725

Información Municipal

Número de extensionistas 275 3.014 3 1 10 1.637

Distancia capital (kilómetros) 275 122.391 118.0952 26.16667 230.1304 37.361

UAF 275 19.647 17.51889 10.64308 33.464 5.423 Índice de ruralidad (Población

rural/urbana) 275 62.652 66.86802 1.395001 97.55927 22.656

Área del municipio 275 41043.27 25700 3800 261500 41212.36 Ataques población civil Autor

desconocido 275 48.444 15 0 4176 256.796

Ataques población civil ELN 275 3.418 0 0 72 9.01

Ataques población civil FARC 275 7.873 2 0 85 13.264

Ataques población civil AUC 275 3.24 0 0 53 7.607

Fuente: Elaboración propia MLYCC-P, 2006. CEDE (2009)

b. Los caminos del café y el conflicto: resultados para la producción.

Para la estimación de la función de producción, se utilizaran dos métodos: OLS y Fronteras

de Producción Estocástica –FPE–. Para todas las estimaciones se ponderó por el factor de

expansión. Además, se incluyen efectos fijos municipales y se calculan los errores robustos

controlando por clúster por municipio, capturando así los efectos no observadosinter e intra

municipal para los productores cafeteros. Para la elección de la distribución del parámetro

de ineficiencia, se realizaron pruebas con las principales distribuciones: seminormal,

Page 32: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

32

exponencia y normal-truncada. Cada una de estas distribuciones tiene pros y contra, por

ejemplo, las distribuciones exponencial y seminormal tiene moda cero, lo cual se traduce en

que una alta proporción de las fincas tenderán a ser muy eficientes. La distribución normal-

truncada, por su parte, tiene una moda diferente y mayor que cero, lo cual le proporciona

mayor heterogeneidad a las fincas estudiadas (Pascoe et al., 2003; Morales, 2005). La

forma de la distribución elegida fue la seminormal por dos razones: primero, existe

evidencias de que las pequeñas fincas cafeteras utilizan de manera más eficiente los

insumos aumentando su eficiencia técnica, por tanto, existe un gran porcentaje de estás que

son altamente eficientes (Perdomo, 2006; Perdomo et al, 2007; Perdomo y Mendieta,

2007). En segundo lugar, después de realizar las estimaciones para cada uno de las

distribuciones, se encontraron patrones similares en el comportamiento del índice de

ineficiencia que se resumían de mejor manera bajo la distribución semi-normal.

Los resultados son consistentes y robustos a la inclusión de nuevos controles y diferentes

métodos de estimación. Primero se probó si la parte de los residuales asignada a los

parámetros de ineficiencia son consistentes. Para esto, se contrasta la hipótesis si los

parámetros de ineficiencia son cero, , en el modelo (X). La prueba de razón de

verosimilitud rechaza la hipótesis nula dando evidencia de que existen efectos estocásticos

y, por tanto, las estimaciones por OLS son inconsistentes (Jaime y Salazar, 2009). No

obstante lo anterior, sobresale la robustez de los parámetros estimados tanto por OLS como

por MV, los cuales sufren pequeños cambios de una especificación a otra.

En general, los resultados respaldan las principales hallazgos de Leibovich y Barón (1997)

y Lozano (2007). A excepción de la densidad al cuadrado que, a pesar de obtener el signo

encontrado por Leibovich y Barón (1997), no es significativo en ninguna de las

estimaciones. Esto sugiere la existencia de otro tipo de rendimientos a escala del número de

árboles sembrados por hectárea. Para las variables que componen las características

productivas como: la variedad, la edad del cultivo, los jornales y área de los cultivos; se

encuentran signos y magnitudes de signos similares a anteriores trabajos. La vejez del

cultivo tiene un efecto negativo sobre la producción, mientras las variedades tecnificadas

γ = 0

Page 33: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

33

incrementan la producción. En cuantoa la densidad se encuentra una elasticidad de 0.64. Es

decir, un incremento de uno por ciento en la densidad aumenta la producción en 0.64%.

Asimismo, el número de jornales tiene un efecto estable de 0.0815. Estos son consistentes

tanto para las estimaciones por OLS como por las fronteras estocásticas.

La inclusión de las variables municipales permite observar el efecto de las condiciones

municipales sobre la producción cafetera. En promedio, se encuentra que los municipios

con mayor distancia, peores tierras y con mayor proporción de la población en áreas rurales

tienen menores niveles de producción cafetera. Al igual que las variables de producción,

los parámetros estimados son estables a través de los diferentes métodos de estimación.

Las variables de violencia, que buscan medir la magnitud del conflicto a través del número

de ataques y la presencia de coca, presentan parámetros estables y robustos a la inclusión de

nuevos controles y métodos de estimación. Existe un efecto negativo del número de

ataques en la producción de café, haciendo que el incremento en un ataque disminuya en

aproximadamente 0.06 por ciento la producción cafetera. La presencia de coca tiene un

efecto de una mayor proporción, en los municipios donde existen este tipo de cultivos la

producción es menor que los municipios en un 1.5% . Esto valida la intuición del modelo

teórico sobre los efectos negativos de la presencia de violencia en la función de producción.

Ello podría deberse a choques vía mercado laboral o a incrementos en los costo transacción

asociados a los ataques a nivel agregado. Estos efectos negativos, equivalen a casi el doble

del efecto positivo del tamaño de las fincas dedicadas a café y otros insumos.

En cuanto al soporte institucional por parte de la Federación Nacional de Cafeteros, se

encuentran los efectos positivos que tienen los extensionistas en la producción de los

pequeños caficultores colombianos, haciendo que un incremento del 1 por ciento en el

número de extensionistas aumenta en cerca del 0.27 por ciento la producción. Este

resultado demuestra la importancia que tiene el soporte institucional en la consolidación de

sistemas productivos agrícolas al incrementar los niveles de eficiencia técnica.

Page 34: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

34

Empero, los efectos del soporte de la Federación sobre la producción cafetera no se limita a

los elementos mencionados. Una presencia institucional sólida en medio del conflicto

ayuda a los campesinos a reducir la probabilidad de pérdida y disminuir el tiempo de

recuperación después de un hecho violento (Blattman y Miguel, 2009). Por esta razón, se

incluyó una variable que trata de capturar en qué medida el soporte institucional puede

contrarrestar los efectos de la violencia44. Los resultados demuestran que la presencia de

los extensionistas en zonas violentas reduce los efectos negativos en la producción del

conflicto. Aunque no logra mitigar todos los efectos, reduce el nivel de pérdida de

producción en un 0.6 por ciento.

44 Se realizaron ejercicios interaccionando de manera separada, pero las características de la variable de “ total ataques” no lo hizo posible. Esta variabl e tiene una desviación estándar baja los cual hace que l a interacción no tenga significancia estadística ni mucho menos relevanci a analítica, por tal motivo, se decidió usar una variable conjunta la cual está capturando el efecto del soport e institucional sobre la presencia de ambos fenómenos de violencia. Con esto se tiene una buena aproximación sobre el capacidad de menguar los efectos negativos del conflicto por parte del apoyo de la Federación.

Page 35: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

35

Tabla 2: Estimaciones para la función de producción de café. Estimaciones convencionales (OLS) Fronteras de Producción Estocástica (MV)

(I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (XIX) (X)

Dummy vejez del cultivo. (Viejo=1) -0.178*** -0.110** -0.127** -0.127** -0.127** -0.127** -0.130*** -0.130*** -0.130*** -0.130***

[0.0511] [0.0480] [0.0493] [0.0493] [0.0493] [0.0493] [0.0477] [0.0477] [0.0477] [0.0477]

Dummy variedad del cultivo. (Tecnificado=1) 0.387*** 0.239*** 0.249*** 0.249*** 0.249*** 0.249*** 0.213*** 0.213*** 0.213*** 0.213***

[0.0696] [0.0739] [0.0747] [0.0747] [0.0747] [0.0747] [0.0776] [0.0776] [0.0776] [0.0776]

Log Densidad del cultivo 0.398* 0.605*** 0.624*** 0.624*** 0.624*** 0.624*** 0.634*** 0.634*** 0.634*** 0.634***

[0.206] [0.219] [0.226] [0.226] [0.226] [0.226] [0.244] [0.244] [0.244] [0.244]

Log Densidad del cultivo al cuadrado -0.000652 -0.0138 -0.0148 -0.0148 -0.0148 -0.0148 -0.0136 -0.0136 -0.0136 -0.0136

[0.0149] [0.0154] [0.0159] [0.0159] [0.0159] [0.0159] [0.0170] [0.0170] [0.0170] [0.0170]

Log área dedicada a café 0.598*** 0.534*** 0.531*** 0.531*** 0.531*** 0.531*** 0.533*** 0.533*** 0.533*** 0.533***

[0.0336] [0.0372] [0.0387] [0.0387] [0.0387] [0.0387] [0.0339] [0.0339] [0.0339] [0.0339]

Log jornales sin recolección 0.0794*** 0.0855*** 0.0848*** 0.0848*** 0.0848*** 0.0848*** 0.0815*** 0.0815*** 0.0815*** 0.0815***

[0.00917] [0.00832] [0.00851] [0.00851] [0.00851] [0.00851] [0.00824] [0.00824] [0.00824] [0.00824]

Log UAF municipal 0.201*** 0.0413 -0.269*** -0.269*** 0.0514 -0.123 -0.341*** -0.341***

[0.0405] [0.0808] [0.0599] [0.0599] [0.0442] [0.113] [0.0818] [0.0818]

Log área municipal -0.116*** -0.022 0.377** 0.377** -0.106*** 0.108 0.399* 0.399*

[0.0285] [0.193] [0.153] [0.153] [0.0256] [0.284] [0.226] [0.226]

Log Distancia a la capital 0.547*** 0.537*** 0.668*** 0.668*** 0.496*** 0.544*** 0.636*** 0.636***

[0.0119] [0.0757] [0.0661] [0.0661] [0.0138] [0.112] [0.0981] [0.0981]

Log índice de ruralidad 0.123*** 0.0582 -0.269*** -0.269*** 0.123*** 0.00977 -0.229*** -0.229***

[0.0152] [0.0879] [0.0564] [0.0564] [0.0149] [0.129] [0.0822] [0.0822]

Total Ataques 2000-2006 -0.0432** -0.0635*** -0.0635*** -0.0487 -0.0636** -0.0636**

[0.0209] [0.0190] [0.0190] [0.0311] [0.0283] [0.0283]

Dummy Presencia de coca (Presencia de coca=1) -1.239*** -1.275*** -1.546*** -1.589***

[0.392] [0.401] [0.368] [0.376]

Logaritmo de número de extensionistas 0.391*** 0.391*** 0.279*** 0.279***

[0.0661] [0.0661] [0.0732] [0.0732]

Interacción log extensionistas, Dummy coca y ataques. 0.0515*** 0.0620***

[0.0126] [0.0117]

Observaciones 495103 495103 478778 478778 478778 478778 478778 478778 478778 478778

R-Cuadrado 0.407 0.588 0.589 0.589 0.589 0.589

γ = .4702 (0.1909)

Errores estándar robustos con clúster municipales. Para todas las estimaciones se incluyeron efectos fijos municipales. *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.

Page 36: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

36

Adicionalmente, se realizan dos pruebas de robustez del modelo con la intensión de

verificar la estabilidad de los resultados.En la primera, se hace la estimación de la función

de producción con la demanda de mano de obra total, es decir, conservando la demanda por

recolección. En la segunda, se busca observar los cambios en de los resultado cuando se

realiza el ejercicio análogo para los grandes cafeteros que fueron excluidos inicialmente del

análisis.

La primera prueba, concluye que los efectos de las variables de producción técnica

conservan los signos encontrados en los análisis iniciales, tanto para los variables de

características de la finca como para los controles municipales. En cuanto a las variables de

interés, se encuentra que la violencia tiene un efecto negativo sobre la producción en -0.05

por ciento, la presencia de coca -1.2 por ciento y la existencia de extensionistas no es

significativa. Sin embargo, aunque se conservan los signos, se confirma la intuición teórica

de que la inclusión de la mano de obra en tiempo de recolección subestima las relaciones

estructurales de las funciones de producción (Benjamin, 1992); por esta razón, el total de

los parámetros reducen su tamaño

La segunda prueba sobre los caficultores grandes, manteniendo la demanda de mano de

obra sin recolección, muestra que el efecto de las variables principales de la función de

producción mantienen los signos encontrados en los demás análisis. En cuanto a las

variables de violencia, incrementa los efectos del número de ataques en 0.08 por ciento y se

reduce el efecto de la coca en -1.05 por ciento. Esto podría deberse a la naturaleza misma

de los grandes productores, es decir, incrementos de inseguridad en los municipios

cafeteros incrementa los riesgos de la inversión a través de los canales descritos lo cual

hace que el gran productor decida buscar otras alternativas productivas. Por su parte, el

efecto de los extensionistas se incrementa su efecto positivo sobre la producción y, de la

misma manera, el efecto de interacción.

Page 37: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

37

Tabla 3: Pruebas de robustez.

Resultados iniciales Prueba I:

Demanda de mano de obra total (log jornales con recolección)

Prueba II: Grandes caficultores

Dummy vejez del cultivo. (Viejo=1) -0.130*** -0.127*** -0.618***

[0.0477] [0.0441] [5.53e-11 ]

Dummy variedad del cultivo. (Tecnificado=1) 0.213*** 0.205*** 0.358***

[0.0776] [0.0743] [1.99e-10 ]

Log Densidad del cultivo 0.634*** 0.643*** 0.624***

[0.244] [0.227] [0.234]

Log Densidad del cultivo al cuadrado -0.0136 -0.0177 0.9664

[0.0170] [0.0158] [0.0140]

Log área dedicada a café 0.533*** 0.474*** 0.599***

[0.0339] [0.0361] [2.47e-10 ]

Log jornales sin recolección 0.0815*** 0.0986*** 0.0753***

[0.00824] [0.00675] [0]

Log UAF municipal -0.341*** -0.239*** 0.340***

[0.0818] [0.0659] [9.91e-11 ]

Log área municipal 0.399* 0.375** -0.371***

[0.226] [0.190] [0]

Log Distancia a la capital 0.636*** 0.608*** 0.153***

[0.0981] [0.0817] [8.92e-11 ]

Log índice de ruralidad -0.229*** -0.252*** 0.101***

[0.0822] [0.0693] [9.19e-11 ]

Total Ataques 2000-2006 -0.0636** -0.0579** -0.0888***

[0.0283] [0.0236] [0.2]

Dummy Presencia de coca -1.589*** -1.249*** -1.057***

(Presencia de coca=1)

[0.376] [0.316] [2.26e-10 ]

Logaritmo de número de extensionistas 0.279*** 0.0841 0.450***

[0.0732] [0.0627] [1.08e-10 ]

Interacción log extensionistas, Dummy coca y ataques. 0.0620*** 0.0557*** 0.116***

[0.0117] [0.00987] [0.0117]

Observaciones 478778 478778 31531

Errores estándar robustos con clúster municipales. Para todas las estimaciones se incluyeron efectos fijos municipales. *** p<0.01, **

p<0.05, * p<0.

Para ampliar la comprensión de los efectos negativos del conflicto armado sobre la

producción cafetera y, específicamente, sobre su grado de ineficiencia técnica. A

continuación se analiza los parámetros de ineficiencia técnica obtenidos en la regresión

(X).

Page 38: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

38

c. Los caminos del café y el conflicto: análisis desdela ineficiencia técnica.

Por otro lado, una de las ventajas de realizar las estimaciones de Fronteras Estocásticas de

Producción es obtener parámetros de ineficiencia técnica para cada uno de las fincas

estudiadas. Esto permite realizar una caracterización productiva de las regiones logrando

crear clasificaciones sobre el grado de ineficiencia. Este hecho se torna de particular interés

para el caso de la violencia, la cual fue asumida de manera análoga a choques de

productividad. Esto implica que los efectos negativos encontrados en la sección anterior se

ven reflejados de igual manera en los grados de ineficiencia técnica. Por tanto, incrementos

en los factores de violencia producen choques exógenos sobre la función de producción que

aleja a las fincas de su frontera de producción eficiente. En primer lugar, los caficultores

que están en municipios con presencia de coca son menos eficientes que los que no lo

están. La distribución de los coeficientes de ineficiencia técnica muestran que la presencia

de coca disminuye la eficiencia técnica en 0,2 por ciento (ver gráfico 4). En cuanto al

número de ataques, analizando las medias por deciles, se encuentra que en los municipios

que tienen un número de ataques mayor a 10 son 4 por ciento más ineficientes que los

demás municipios con menos ataques (ver gráfico 5).

Gráficos 4 y 5: Efectos en la ineficiencia técnica de las variables de violencia

Fuente: Elaboración propia.

Page 39: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

39

Ahora bien, para aproximarse a los efectos de la presencia de la Federación de Cafeteros se

obtuvo las medias por deciles del número de extensionistas y se contrastó con la variable de

interacción de violencia (presencia coca por total ataques) y el coeficiente de ineficiencia

técnica. Los resultados muestran que un mayor número de extensionistas reduce la

ineficiencia técnica en casi el 3%. Asimismo, la interacción entre las variables de violencia

se vuelven cero cuando se presenta un número mayor de extensionistas, los municipios con

un promedio de 0.15 ataques y con presencia de coca tienen menos de cuatro

extensionistas, en contraste, municipios sin presencia de coca tiene más de seis

extensionistas. Los municipios con menos extensionistas son menos eficientes en untres por

ciento. Estos resultados demuestran la relevancia del soporte institucional en ambientes de

violencia, proporcionándole no solo mejores capacidades de producción a través de la

mejora de la eficiencia técnica sino también ayudan a los campesinos a superara los hechos

de violencia (ver gráfico 6).

Gráfico 6: Número de extensionistas, variable interacción violencia y coeficiente de

ineficiencia

Fuente: Elaboración propia.

En síntesis, se encuentra que el número de ataques y la presencia de cultivos ilícitos en las

zonas cafeteras reduce los niveles de producción, haciendo que los productores tengan

mayor ineficiencia técnica. Asimismo, la presencia de la Federación a través de los

extensionistas aumenta los niveles de eficiencia y reduce los efectos de la violencia.

Page 40: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

40

Empero, estos hallazgos son solo una pequeña parte de los efectos de la violencia, es

necesario explorar otros canales como el mercado laboral y el acceso a créditos de las

familias que permiten observar otras dimensiones.

IV. Conclusiones.¿El fin del camino?.

Los efectos en los hogares del conflicto armado ha sido un tema de reciente interés para la

literatura económica. Aunque existe evidencia de trabajos sobre los efectos de la violencia

en los hogares a nivel micro, son escasos los desarrollos que se aproximen a la medición de

los efectos en la producción agrícola. Esto está asociado a la limitada información a nivel

de fincas que permita examinar los cambios en las decisiones productivas y sociales ante

escenarios de violencia. En el caso de la producción cafetera colombiana, la Federación ha

construido una base de información a nivel de finca que permite estimar el impacto del

conflicto armado sobre la producción agropecuaria.

La producción cafetera colombiana se mantuvo alejada de los efectos del conflicto durante

gran parte del siglo pasado, empero, el incremento de la presencia de hechos violentos y

cultivos ilícitos en los municipios cafeteros acompañado de las crisis del sector crearon un

entorno de incertidumbre política, económica y social para los productores cafeteros, lo

cual intensificó los efectos de la violencia, los cultivos ilícitos y la probabilidad de que un

campesino modificara sus decisiones de inversión y participación en el mercado laboral,

entre otros. En este contexto, la Federación Nacional de Cafeteros ofreció programas de

soporte técnica y social que ayudaron a los campesinos a mitigar los efectos de la violencia.

Se desarrolla un modelo de decisión del hogar cafetero, donde se asume que las fincas

cafeteras están afectadas por la violencia a través de su función de producción de manera

análoga a choques exógenos de productividad. Las hipótesis teóricas fueron contrastadas a

través de la estimación de la función de producción con métodos tradicionales (OLS) y la

aplicación de Fronteras Estocásticas de Producción (MV). Estas últimas permiten

Page 41: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

41

estimaciones consistentes de los parámetros y obtenerun indicador del coeficiente de

ineficiencia técnica.

Los resultados son consistentes y robustos a la inclusión de nuevos controles y diferentes

métodos de estimación. En cuanto a las variables de violencia, se encuentra un efecto

negativo del número de ataques y de la presencia de cultivos ilícitos. El incremento en un

ataque disminuya en aproximadamente 0.06 por ciento la producción cafetera. La presencia

de coca tiene un efecto de una mayor proporción, en los municipios donde existen este tipo

de cultivos la producción es menor que los municipios en un 1.5% . La tendencia de estos

resultados se mantiene con los cambios de los

En este contexto, la Federación de Cafeteros ha jugado un papel favorable para los

campesinos, propiciando espacios de mitigación y prevención de los efectos de la violencia

sobre la producción. Los municipios con menos extensionistas son menos eficientes en 3

por ciento. Los municipios 0.15 ataques promedio y con presencia de coca tienen menos de

cuatro extensionistas, en contraste, municipios sin presencia de coca tiene más de seis

extensionistas. Estos resultados demuestran la relevancia del soporte institucional en

ambientes de violencia, proporcionándole no solo mejores capacidades de producción a

través de la mejora de la eficiencia técnica sino también ayudan a los campesinos a superar

los hechos de violencia.

Los resultados del presente trabajo se aproxima solo a una parte de los efectos de la

violencia sobre los hogares cafeteros. Trabajos posteriores debería explorar los canales de

la violencia a través de los diferentes canales expuestos como: mercado laboral y costos de

transacción. A través de su compresión se permitirá tener otras dimensiones sobre las

estrategias de prevención y mitigación de los hogares antes, durante y después de un hecho

de violencia abriendo caminos para recomendaciones de política específica.

Page 42: Muñoz 2009 - Los Caminos del Café

42

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ANEXO 1: Condiciones de primer orden y estática comparativa.

El consumo del hogar.

a.

b.

Mercado laboral.

c.

d.

Mercado de capital

e.

λ ∂F∂K

− r⎡ ⎣ ⎢

⎤ ⎦ ⎥ = 0 ⇒ ∂F

∂K= r

Restricción presupuestaria f.

I. Equilibrio.

En salarios reales, , los beneficios de la finca, donde

, de esto modo la restricción presupuestaria estaría dada por,

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II. Estática Comparativa ante cambios de incertidumbre asociados a la violencia.

i) Mercado laboral.

Se sabe que en el óptimo se tiene,

donde,

y* = π * +wT + m Los efectos de los choques de incertidumbre pueden afectar el ocio por dos canales: Un canal indirecto a través de los niveles salario, asociados a una disminución de la oferta laboral debido a incrementos de escenarios de violencia u otros mecanismos sobre la población trabajadora. Y, un canal directo como una modificación de los niveles de incertidumbre en la producción.

a. Cambios externos del nivel de salario.

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∂Co *∂w

= ∂Co *∂w ∆π*= 0

+ ∂Co *∂y *

∂y *∂w *

= ∂Co *∂w ∆π *= 0

+ ∂Co *∂y *

T − le( )

∂Co *∂w

= ∂Co *∂w ∆U = 0

− ∂Co *∂y *

Co + ∂Co *∂y *

T − le( ); recuerde que

∂Co *∂w

= ∂Co *∂w ∆U = 0

<01 2 4 3 4

+ ∂Co *∂y *

>01 2 3

lp + lc( )− le[ ] >0 ò <0

1 2 4 4 3 4 4

Observaciones:

1. Si, , entonces el hogar cafetero es un comprador neto de mano de obra.

Esto hace que ante un cambio en el salario,

∂Co *∂w

p 0 .

2. Si, , entonces el hogar cafetero es un vendedor neto de mano de obra, es

decir, cada hogar prefiere vender su mano de obra en el mercado laboral o trabajar por si mismo en su propia finca.

En este sentido, el efecto sobre , será ambiguo porque esto dependerá de los ingresos

que se produzcan en la sustitución entre el trabajo propio y el sueldo recibido por el trabajo del hogar ofrecido fuera de la finca reflejado en el salario sombra.

Análisis gráfico:

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b. Cambios en los niveles de incertidumbre en la producción.

Los cambios en incertidumbre será por el incremento de la probabilidad de existir eventos violentos en el municipio, o en los alrededores de la finca que involucren la producción.

∂Co *∂q

= ∂Co *∂y *

>01 2 3

∂y *∂F> 0

{

∂F∂q<0

{⇒ ∂Co *

∂qp 0

Observaciones:

‐ Los efectos de los choques de incertidumbre tendrá un efecto negativo sobre la producción a através de diferentes mecanismos: destrucción de infraestructura, cambio en la decisión laboral, entre otros. Así, ante un incremento de las actividades criminales, reducirá las

decisión laborales de los campesinos cafeteros, . El mecanismo es el siguiente:

aumentos en las actividades criminales, disminuye la percepción de seguridad de los caficultores lo cual reduce su producción en su propia finca lo cual reduce sus ingresos, lo cual tendrá que ser compensado a través de dos mecanismos: aumentar la mano de obra ofrecida fuera de la finca o incremental el t iempo de trabajo propio en la finca. Estos mecanismos, reducen el t iempo de ocio. Nuevamente no es claro cuál de estos mecanismos cuál va a primar en el cambio del equilibrio.

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ii) Demanda de bienes. En el óptimo: xi* = f p ,y *( ) Donde y* = π * +wT + m Ahora un choque en violencia cómo afectaría el consumo de las familias.

∂x *∂q

= ∂x *∂y *

>0{

∂y *∂F>0

{

∂F∂q< 0{

⇒ ∂x *∂q

p 0

observaciones:

‐ Claramente el efecto renta sobre el consumo es positivo al igual del efecto de la producción sobre el ingreso.

‐ El signo esperado de , estará determinado nuevamente por la probabilidad de la

existencia de violencia, p. ‐ No obstante, nótese que estos efectos pueden ser contrarestados a través de mecanismos

comos subsidios o créditos (m), en especial, por parte de la Federación.