mundo abisal

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Gastronomía abisal 1

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La posibilidad de sortear abismos, de habitar en la fosa de Las Marianas y llevarnos lo que somos. Evolucionar hacia un ser con branquias, ya inútil para estar en la superficie.

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Page 1: Mundo abisal

Gastronomía abisal

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Page 2: Mundo abisal

Profundizando

El poema ha cambiado las alas. Ya no canta, se congela, se envasa al vacío. Sólo repite que quiere volver al origen para esconderse del mundo.

Agotada de oírle le ofrezco un viaje sin retorno a Las Marianas. La línea de submarinos de bajo coste no garantiza el viaje de vuelta por motivos técnicos. Me susurra que por fin podrá desarrollar su vocación para sortear abismos. Parece contento. Me pregunto por qué no lo escribo. Me lo agradece hondamente. “Ni lo intentes o estarás muerta” me dice telepáticamente. Su nuevo cuerpo tiene branquias, y sus pies se han replegado.

Conozco a este poema como si lo hubiera parido. Y sin embargo, me niego a escribirlo. No sé si sobrevivirá a un mundo sin luz. No me importa. Pero peores tormentas lo han sacudido. Es de una gran ingenuidad pretender que a esa profundidad seguirá siendo poema. Quizás experimente una mutación. Le veo con sus alas cortadas arrastrándose en la nada. Transformado, mutado, metamorfoseado se reconoce en su pálpito. Atribuye tal esfuerzo a su necesidad de volver al origen. Pero qué absurda, y vacua aspiración le mueve. Acaso es que ha hecho el mortal giro, el único desaconsejado para un poema en ciernes; hundirse hasta el fondo. Le conozco de nada. Ha entrado un par de veces en medio del sueño. He tenido que cerrar la ventana para no congelarme

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Page 3: Mundo abisal

Ligera

Tiembla cuando las cosas se rompan solas

cuando nadie las mueva de su sitio y se resquebrajen

entonces habrá ocurrido el milagro de las copas rotas,

de los vasos rotos, de las sábanas rotas, de la ropa ajada.

La cáscara será como la del huevo duro,

podré entonces pelarte, dejarte, pasar a otra cosa,

salir fuera sin nada o con todo.

Sin ninguna palabra que me acompañe,

ni rompa, ni rasgue,

para esa ocasión sabré que ponerme,

algo ligero de cascos como diría mi madre.

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Page 4: Mundo abisal

Verso rebelde

Tengo un libro inédito bajo la cama,

es una de mis mascotas favoritas,

duerme el sueño inacabado de las nubes.

Le gusta ese lugar porque es fresco.

Seguramente no crecerá, ni será un libro de verdad.

Por eso uno de sus versos se aventura a la ausencia,

me abandona, se atreve sin mí.,

Deja de rozarme la oreja,

de ronronear en la ventana, de hacerme el amor.

Algún día quizás llegue a ser un verso póstumo.

Acompañado de una corte de crustáceos ciegos

vivirá del detritus de la superficie.

Una lengua de fuego devorará su mar en una cópula perfecta.

aunque sé de lo que es capaz en solitario,

su rebeldía ocupa más de mí de lo que quisiera.

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Page 5: Mundo abisal

Mascotas

Por las tardes cuando llego del trabajo

paseo dos arañas gigantes

suelen saludarme con un beso a traición

sus patas finísimas ocupan toda la acera.

Por las noches riego la hidra con su polipo,

le gusta la oscuridad total.

Procede de otro planeta que es al fin el nuestro,

está conmigo por casualidad, alguien la abandonó en la orilla.

Le leo a Keats y a Kafka, le gustan los autores con “K”.

Duermo finalmente sobre dos grandes esponjas transparentes rodeadas de lirios marinos.

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Page 6: Mundo abisal

Vida arenosa

Decido convocarte, y al final no apareces,

ríos de arena discurren por mi cuerpo

te escribo arenosamente

no quiero que te enteres de mi desierto,

de mi fondo de cosas muertas,

no quiero que te enteres de que soy mortal

de que soy inmortal como la espuma,

que si vienes hará como si no estuvieras

para que no parpadees,

para parpadear a solas como un pelícano,

Construir en el desvelo, eso quiero sin ti

en este barrio que se comen los perros locos.

Ahí mismo en la acera cogeré los escombros mojados

y los escurriré hasta construir castillos góticos

con sus ventanitas de cristales de colores.

Ya tengo mi propio foso, así que no excavaré alrededor

ni dejaré que ahoguen cocodrilos en tu salsa.

¿Sabes de dónde viene mi afán aunque la arena me mueva?

De estar siempre profundizando como herida en el hueco de la escalera,

de acariciarme cuando sube la marea por debajo del meridiano de Greenwich.

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Page 7: Mundo abisal

Loca de amor, loca de amor

Eso pone mi pasaporte en el lugar de nacimiento.

Nixtranjera,Habitante del mundo abisal Por amor se hacen esas tonterías Y muchas otras como perderse en el aire,Y caer, caer y al final encontrarse Con el cuerpo cubierto de luces de emergencia.

Miro de frente a ese bagre con la caña en la frente,Y me digo ese será mi segundo paso,Esa será mi mutación más deseadaPescar desde el cerebro iluminado, El verso darwiniano más perfecto.

Me acabo de mudar y todavía no sé pescar, Vivo de las dádivas de tu amor, De lo que me quedó de tu olvido, Las sábanas saladas y resecas,Un par de páginas describiendo tu sal diluyendo la mía,Un calcetín vacío, la copa rota y la casa hecha una duna.

Veo a ese bagre y repito no te quiero,Sé que así lograré comer algún día.

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Page 8: Mundo abisal

Todo y nada

La nada es, a veces, todo,la nada es, a veces, algo,la nada es, a veces, casi nadala nada es, a veces, nada.

Todo es, a veces, nada,todo es, a veces, algotodo es, a veces, casi todo.todo es, a veces, todo.

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Page 9: Mundo abisal

Ardiendo

Observo mis llamas azul claro,

una mujer no debe arder así, me dice el camarero.

Lo siento, no puedo hacer otra cosa, le contesto.

Sé que le preocupa que le queme la silla,

pago y me siento en un banco de hormigón.

Le doy de comer a las palomas del parque

la que más se acerca se chamusca.

Me sigue un perro

azul como mis llamas,

no ladra, ni marca los árboles.

No le importa que arda,

el perro que me sigue se ha encontrado a sí mismo.

Lleva tiempo abandonado, sucio, tirado,

es invisible,

me será leal toda la vida,

comerá lo que le dé, dormirá donde le deje,

me enseñará a lamer las heridas.

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Page 10: Mundo abisal

Imitación 1

Ese poeta que tanto me agrada

que no quiero pronunciar su nombre

porque me inunda sin remedio,

ese autor del que huyo para siempre encontrarle,

que no firma libros porque está muerto,

Y que además no tuvo hijos,

y sólo se carteó con su amante durante años,

ella, estaba casada, y murió poco antes que él.

Ese autor que me parece hermoso en los grabados

en los retratos a carboncillo,

que tenía unos labios y brazos besables en todos sus puntos.

Ese autor que no era músico pero escribió música,

no sé por qué me resulta tan desdichadamente perfecto,

tan felizmente maldito.

Ese autor me perturba tanto en su infelicidad,

que no he podido hacer otra cosa que imitarle.

Ningún poeta que se precie debería dejar de imitar a los grandes

aunque sea en el infortunio.

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Page 11: Mundo abisal

Imitación 2

Acomodado bajo su lápida,

perturba aún más si cabe.

Un grupo de turistas visita su tumba

eligiendo el mismo destino que sus horas muertas,

Aún así vive, late,

piensa por encima de las nubes.

Otros poetas muertos bajan a su cripta a discurrir,

el romanticismo hizo que la belleza estallara en pedazos,

y aun así, él resplandece.

Las ciudad naufraga en la tarde vacía,

abro la zanja de soledades e imito al poeta, .

¡Vivo a mi pesar pensando por debajo de las nubes!

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Page 12: Mundo abisal

Vocación en conserva

Rodeada de frascos por todas partes,

me recogieron fresca, muy fresca.

envasada al vacío, presuntuosamente suculenta,

no supe hasta ahora

lo que era enfrascarme para ser devorada,

ni hacer de mi historia algo apetecible.

Eso sí, sin conservantes, ni colorantes,

casera hasta la raíz.

Un poco de sal, muy especiada,

quien me pruebe no podrá delimitar

dónde empiezo a ser la que promete la etiqueta

“Centuri. Alimenta sin dejar huella”.

Conocerme mejor a partir del sabor íntegro de mi alma,

a eso aspiro, en el más absoluto vacío

servir caliente, muy caliente,

a eso aspiro antes de que se venza la fecha de caducidad.

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Page 13: Mundo abisal

El cuervo

Reconocí al cuervo por sus graznidos

no me dejaba leer, ni dormir

el cuervo literario más popular

recitaba de memoria a sus célebres mentores,

Poe, Elliot, Borges.

Su presencia en medio de la frase

resulta premonitoria; “Vendrán y dejarán las migajas”,

o estaba en el menú “Cuervo a la naranja con soufflé de manzana”.

El cuervo asomado al poema,

dentro de él, exigiendo una invocación

un símil a la oscuridad del poeta.

Me mira atento,

posado en el péndulo esperando su ración,

es él quien se come las migajas,

de todos los restos de mi vida.

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Page 14: Mundo abisal

Hojaldre

Quebrada en los bordes,

íntegra,

sujeta a los vértices, hojaldre.

rellena,

cubierta sólo de caramelo sólido

descansando sobre el canapé,

hojaldrada,

líquida, espesa

dulce, postrera

más allá de mí,

otro pastel que cruje

con crema desbordada.

Un golpe de bandeja

reúnen a tu crema y la mía,

tu caramelo y el mío.

Al final del día,

ya en la esquina del plato,

tu hojaldre y mi crema, son uno.

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Page 15: Mundo abisal

Diálogo

En plena oscuridad, oscura.

-¿Eres tú?

- Sí.

- ¿Y qué haces aquí?

- Encontrarte.

En plena claridad, clara.

-¿Eres tú?

- Sí

-¿Qué haces aquí?

- Perderte.

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Page 16: Mundo abisal

Humanidad divina

Nadie mira al otro durante la protesta

cada quien lidia con sus temores,

rumiando la rabia como mejor sabe.

Nadie sabe quién va a pagar este destrozo,

tantos frentes abiertos en esta guerra sorda

entonces llega alguien de otro mundo,

y reparte bocadillos, abre unas botellas de vino

y empieza a repartir otros dones.

Todos adivinan su condición de extranjero,

ya nadie se hace ilusiones

ni pregunta si es dios quien deambula entre los hombres.

comen, callan y el silencio muerde el aire

el extranjero se aleja

mientras la multitud se agolpa en las gradas del parlamento.

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Page 17: Mundo abisal

De profundis

Tenía ganas de escribirte un poema profundo

Tanto que me ahogara en él

Y lograra que tú me salvaras.

Tanto que una vez sumergida

no hiciera otra cosa que bajar, y bajar

sin preocuparme del oxígeno en la sangre,

o de otras nimiedades de los mortales.

Un puñado de versos profundos

que te lanzaría desde un rascacielos

y que doña gravedad no los querría sólo para sí

sino para el universo.

Un poema que fuera capaz de llegar

al núcleo de protones del universo

entonces decidí mantenerme en la superficie,

dejarme llevar por la corriente,

hacerme la muerta y seguir a tu lado.

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Page 18: Mundo abisal

Gorgovia II

Ya no escucho sus nombres eslavos

tan sólo la ciudad estrellarse contra su casco quejumbroso.

Cerrada la cretona de sus travesías

se va cubriendo de escamas,

se pegan a sus flecos moluscos de acero y lava.

Escucho que el Gorgovia ha varado con todos sus vivos

ha entrado en el pantalán con vocación de abandono

colgadas sus fechas gloriosas sobre sus chimeneas roídas.

No hay humo, ni sal conservando nostalgias,

da el barco su último respingo,

mordiendo al muelle como pez injurioso.

Entra cantando su dulce revuelta,

la de sus vivos muriendo de hambre sin su mar a cuestas.

No hay vuelta, ni regreso al lago de sus afectos,.

canta el marinero su canción de boda,

ha devuelto al albatros para que traiga de nuevo su sombra,

duerme como si no existiera

ni él, ni el Gorgovia varado en las tinieblas.

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Page 19: Mundo abisal

Equilibrista

Lo mismo te digo Lo mismo me dices

un silencio estrellándose

un silencio bombardeando.

“La órbita de tu lengua no es curva”

terminaré por destripar tu silencio,

evitando rozar el odio y sus muecas

crudo engranaje el del desamor,

cruda víscera disuelta

cayendo en picado sobre telones.

Tú y yo cayendo, como si fuera la primera vez,

hechos un lío con las manos y los pies

huyendo de la palabra: Estridencia.

cayendo sin contratiempos, ni alas

sobre la que fuera entonces la casa familiar.

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Page 20: Mundo abisal

Lisboa

En la estación Terreiro do Paco

dos gaviotas picotean sobre un plato,

arrasan por fin destellos de agua

el río Tejo les enseña su colmillo

que ellas desafían lanzándose en picado,

una mujer le lanza las migajas del día.

Pequeños restos que cogen al vuelo

bebo del aire dorado y lento,

como si bastara para detener el tiempo,

un clamor de invierno enciende la tarde.

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Page 21: Mundo abisal

Restos y moscas

Vi a ese hombre y a esa mujer

levantando la tapa del contenedor,

sus ojos habían aprendido a mirar en la oscuridad,

¿El hambre es oscura o clara?

¿Me podrían decir qué color tiene la sed?

Sacaron lechugas a medio comer,

papas a medio hacer,

el pescado con su limón en el corazón,

sacaron los restos, mis restos,

para su cena y quizás la de otros.

Vi a ese niño del documental,

correr detrás de la mosca,

salir del encuadre para engullirla

y saborear su sangre,

vi a ese niño aprender a cazarlas,

harto de que las moscas

aplacaran su sed en sus ojos.

Al final volvió al encuadre,

para posar con sus trofeos

con el orgullo de quien domina su oficio.

Vi y de tanto ver, tuve hambre,

Vi de nuevo y de tanto ver, tuve sed

abrí la nevera allí estaba todo,

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Page 22: Mundo abisal

mis futuros restos,

y ningún rastro de los futuros trofeos,

las moscas huyen del frío.

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Page 23: Mundo abisal

Lealtad de amo

El perro le lleva de paseo

nadie diría que es así porque el perro lleva su correa

sin embargo, así es para ellos,

el perro le permite cobijarse bajo su sombra.

El sol arrecia bajo el ánimo de ambos.

El amo sufrió un abandono tras otro,

durmió bajo un puente durante un año,

buscó el amor y sólo encontró sus huesos,

el amo más fiel no volverá a separarse del perro.

Al amo reencontrado no se le ocurre alejarse

por mucho que el olfato le imponga su ley,

siempre al lado del animal ya no tiene miedo,

le sigue sabiendo que irán a la misma esquina de la calle.

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Page 24: Mundo abisal

Silencio

Todo este silencio

acumulándose

Todo este silencio

sedimentándose

todo este silencio

humedeciendo

Todo este silencio

solidificándose

Todo este silencio

resquebrajando

Todo este silencio

entre árboles serenísimos

Todo este silencio

sobre lo sedimentado.

Todo este silencio

corroyendo

Todo este silencio

aconteciendo.

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Page 25: Mundo abisal

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