mujeres en resistencia experiencias y visiones

176

Upload: ciencia-saberes

Post on 04-Nov-2015

13 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

No hay receta, ni voz única, ni mente iluminada que pueda producir una formula mágica de alternativas a la globalización neoliberal. Por el contrario, el desarrollo de estas últimas, ha sido planteado como un proceso amplio y de alcance universal, de factura diversa y de propuestas múltiples. Pero la voz de la mujer es determinante en resistir la depredación.

TRANSCRIPT

  • 1Irene Len Ed.

    Mujeres en resistenciaexperiencias, visiones y propuestas

    Quito, enero de 2005

    En colaboracin con:FEDAEPS, Marcha Mundial de las Mujeres,

    Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economa, REMTE,Articulacin de Mujeres CLOC/Va Campesina,

    Dialogo Sur/Sur LGBT

  • Mujeres en resistencia:experiencias, visiones y propuestasIrene Len, Editora

    Produccin: ALAI, FEDAEPS-Ecuador

    Asistencia de edicin: Vernica Len-BurchTraduccin: ALAICorreccin de textos: Alejandra Adoum, Xochitl Meneses, y

    Soraya EncaladaIlustracin de la portada: Rotmi Enciso,

    "Somos mujeres... somos dignas", acrlico 2004Diseo de portada y diagramacin: Serafn Ilvay, ALAI

    Primera edicin en espaol:Quito, enero 2005ISBN: 9978-44-028-3

    Auspicio: NOVIB

    ALAICasilla 17-12-877, Quito-EcuadorTelfono (593 2) 250 5074 / 252 8716 Fax: (593 2) 250 5073URL: http://alainet.orgE-mail: [email protected]

    Los contenidos de esta publicacin pueden ser reproduci-dos a condicin de que se mencione debidamente la fuen-te y se haga llegar una copia a la Edicin.

    2

  • Indice

    Presentacin 7

    Foro Social Mundial: discursos y gestos de diversidadIrene Len 11

    Culturas, voces y lenguajes: alternativas al modelo excluyenteJuana Vsquez Arcn 29

    Las mujeres frente al feudalismo globalSylvia Borren 37

    Estrategias de las mujeres para la humanidadDiane Matte 45

    Comunicacin y diversidad cultural: luchas convergentesSally Burch 51

    Semillas para el cambioFrancisca Rodrguez 63

    La generacin manipuladaLouise Vandelac 69

    3

  • Globalizacin y Libre Comercio: un acercamiento desde el feminismoMagdalena Len 75

    Polticas de redistribucin y autonoma de las mujeresNal Fara 85

    Economa feminista para ecologizar el mundoLouise Vandelac 89

    La ceguera de gnero de la economaNorma Snchiz 97

    Una revolucin econmica para las mujeresSorayma Martinez 109

    La integralidad de los Derechos Humanos y la globalizacin neoliberalMara Luisa Mendona 115

    La autodeterminacin como alternativaMedha Patkar 121

    La paz mundial es posibleNancy Borrows 127

    La violencia del neoliberalismoNal Fara 135

    Mujeres diversas en la construccin de Otro MundoPhumi Mtetwa 143

    4

  • Dilogos y rupturas en la cultura de igualdadVictoria Tauli-Corpuz 151

    Mujeres indgenas en pos de la participacin igualitariaBlanca Chancosa 155

    La solidaridad es mucho ms que tomarse las manosJaribou Hill 159

    La igualdad desde las mujeres del campoMara Elena Sequeira 163

    La revolucin cubana y sus polticas de igualdad de gneroArelys Santana 169

    5

  • 6

  • Presentacin

    No hay receta, ni voz nica, ni mente iluminada que puedaproducir una formula mgica de alternativas a la globaliza-cin neoliberal. Por el contrario, el desarrollo de estas lti-mas, ha sido planteado como un proceso amplio y de alcanceuniversal, de factura diversa y de propuestas mltiples. Deall que el llamado del Foro Social Mundial para pensarlas hadespertado, en todas partes del globo, la motivacin de gene-rar ideas desde lo propio, de interrelacionar propuestas quejunten lo singular y lo universal, de entrelazar estrategias,siempre en plural.

    Como parte de este proceso, mltiples movimientos, redesy organizaciones han fortalecido espacios de debate e inter-cambio. Adems de las ideas, se ha puesto en comn unaamplia gama de prcticas y estrategias, que son parte de lasenergas de cambio que caracterizan a las luchas sociales dela poca.

    La recopilacin de reflexiones y anlisis que presentamosen esta publicacin, provienen de los espacios que hemos pro-piciado en el Foro Social Mundial. Como tales, son parte deun proceso vivo de creacin de alternativas. Son aportes pro-ducidos por el movimiento de mujeres, con la aspiracin deque el emergente movimiento contra la globalizacin pueda

    7

  • hacer viable la revolucin de mentalidades, necesaria para eldesmoronamiento del pensamiento nico.

    Pero como todos los cambios empiezan en casa, los conte-nidos de estas reflexiones expresan tambin una visin crticade ciertas contradicciones y prcticas patriarcales que se resis-ten a desaparecer, especialmente de aquella que pretende rele-gar las cuestiones de gnero como un asunto solo de mujeres,considerndolo muchas veces como secundario, mientras que,por su parte, el movimiento de mujeres est ms bien afanadoen pensar alternativas para la humanidad.

    Una parte significativa del movimiento de mujeres se hainvolucrado intensivamente en la lucha contra el neoliberalis-mo y la globalizacin. Esta ha generado un proceso de recon-ceptualizaciones, que tiene que ver tanto con el desarrollo deun nuevo enfoque de las problemticas dichas especficas,como con una mirada decidida hacia los problemas que afec-tan a toda la humanidad: el libre comercio, la militarizacin,el mercantilismo y las discriminaciones de diverso orden,entre otros.

    As, est en el orden del da el anlisis de las conjuncionesentre el patriarcado y el neoliberalismo. De su entendimien-to estn surgiendo nuevas prcticas y nuevas estrategias, talescomo la de procurar alianzas con otros movimientos y la deabrazar problemticas -como es el caso de la lucha contra lapobreza-, que por ser consideradas externas a lo especifico noeran parte de las prioridades en dcadas pasadas. El movi-miento de mujeres del siglo XXI parece haber tomado la rutade la apropiacin de la ciudadana plena, colocndose comosujeto del porvenir.

    El Foro Social Mundial es un punto de llegada de expe-riencias, visiones y propuestas de quienes tienen como punto

    8

  • en comn su decisin de luchar contra el neoliberalismo y fra-guar la utopa de un mundo diferente. Casi todas/os estn enun proceso de ruptura con la autoreferencia y de procura deconfluencias y articulaciones innovadoras. En ese sentido, elenfoque de diversidad y pluralismo levantado por las mujereses una contribucin para expandir las perspectivas y hacer quela agenda comn sea al fin viable e inclusiva.

    "Otro Mundo Posible"

    9

  • 10

  • 11

    Foro Social Mundial:discursos y gestos de

    diversidad

    Irene Len*

    El Foro Social Mundial tom cuerpo y espacio justo en unmomento en el cual la globalizacin neoliberal intentaba legi-timarse como el destino irreversible y natural de la humani-dad, a la vez que sus instituciones se ufanaban de ser los ni-cos mecanismos capaces de gestionar los intercambios mun-diales, las relaciones econmicas y tambin las sociales, cul-turales y polticas resultantes de sus dinmicas.

    A inicios del siglo XXI, fecha de nacimiento del ForoSocial Mundial, globalizacin y neoliberalismo se habanacuado no slo como conceptos interreferidos e indisocia-bles, sino como la matriz irrebatible para cualquier iniciativade intercambio o articulacin internacional, colocando al mer-cado total como hilo conductor, fin en s y utopa absoluta. Yaunque en todas partes cientos de movimientos y organiza-ciones sustentaban lo contrario, cunda la versin de que fueradel juego hegemnico de la globalizacin neoliberal nada era

    * Sociloga especializada en asuntos internacionales. Autora de diver-sas publicaciones en ciencias sociales, globalizacin, geopoltica,comunicacin, derechos humanos y de las mujeres.

  • 12

    posible ni pensable. Por eso, la simiente de la propuesta deque "Otro Mundo es Posible"fecund un proceso de interrela-cin policroma, de apertura de vas para el pensamiento pro-pio, y coloc sobre el tapete una multiplicidad de opciones depresente y porvenir.

    Segn Joao Pedro Stedile, lder del Movimiento Sin Tierradel Brasil y miembro del Comit Organizador del Foro, "ElFSM es un puerto. No es una articulacin, su funcin no esorganizar, ni lanzar documentos ni lneas polticas. Pero hasido un espacio importante para debatir ideas y eso ha sidofundamental en la coyuntura internacional de hegemona delneoliberalismo y de la ampliacin del monopolio de las comu-nicaciones. Gracias al FSM, los temas sociales, las causas delpueblo volvieron a tener espacio, y fue posible decir que no esverdad que el neoliberalismo es el fin de la historia. El FSMrompi con la hegemona del "pensamiento nico" que exis-ta en los medios de comunicacin, en las universidades, enlos medios polticos. As, la mayor contribucin del FSM, hasido estimular el debate"1 .

    Pero, adems, ese laboratorio de ideas que se inaugurdesde la primera edicin del Foro -Porto Alegre, Brasil, 1991-pronto gener un proceso descentralizado y heterogneo en elque convergen mltiples actores, acciones y luchas, enfoquestemticos y polticos convocados por la aspiracin comn depensar un mundo inclusivo, diverso, pacfico, igualitario ypluralista.

    1 Magrisso, Larissa: "Joao Pedro Stedile nos marcos da realizao doIII FSM", entrevista realizada en enero 2003, Portal Terra, PortoAlegre-RS, 15 de janeiro 2003.http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3045

  • 13

    Gracias al FSM ahora es cada vez ms visible que las cifrashablan pero no lo dicen todo, pues los pocos 3 mil empresa-rios y otros hombres de poder que se renen en Davos (Suiza),o en cualquier otro lugar exclusivo del planeta, pesan autori-tariamente ms en las definiciones mundiales, pero cualitati-vamente menos en contenidos y propuestas que las decenas demiles de personas que se renen en Porto Alegre para pensaren alternativas ante el mundo desigual que los primeros impo-nen.

    "Cinco pases toman las decisiones en el Fondo MonetarioInternacional. En el Banco Mundial mandan siete. En laOrganizacin Mundial de Comercio todos los pases tienenderecho de voto, pero jams se vota"2 , seala EduardoGaleano. Y los tres mil hombres de poder reunidos definen lasuerte de los 6.314.000.000 de personas que pueblan el pla-neta, detentan en sus manos la casi totalidad de los recursosfinancieros, naturales y hasta humanos, e imponen por cual-quier va, incluso la militar, sus diseos y decisiones.

    El peso de esos pocos hombres, tnicamente definidoscomo blancos y socio-econmicamente identificados comoricos, heterosexuales, ganadores y mayoritariamente delNorte geopoltico, es hegemnicamente mayor y cualitativa-mente menor en trminos de iniciativas futuristas que aquelde las ms de 3.200.000.000 mujeres que, desde su despoder,abogan desde hace siglos por ganar igualdad a parte entera ycrear un mundo sencillamente humano, al igual que lo hacenlos pueblos indgenas, afrodescendientes, personas del campo

    2 Galeano, Eduardo: "Los valores sin precio", palabras pronunciadaspor el escritor en el tercer Foro Social Mundial, Porto Alegre, Brasil,26 de enero de 2003,http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3099

  • 14

    y otras que, suma hecha, son la mayora de la humanidad,pero que sociolgicamente estn an conceptualizadas comominoras.

    La omnipotencia de esos cuantos hombres reposa y radicaen una acumulacin de poder recolectada en siglos de cons-truccin minuciosa de un mundo excluyente, diseado en fun-cin de los intereses de esos pocos y legitimado ahora a tra-vs de la razn unilineal impuesta por el pensamiento tecno-crtico, que se antepone por la fuerza a la policroma expre-sin de la mayora.

    De all que el surgimiento del FSM, como espacio de pen-samiento propio, adems de visibilizar propuestas y alternati-vas a las aberraciones del modelo, ha permitido la apertura deun paraguas que cubre desde a diversas fuerzas sociales deresistencia, de tendencias mltiples, hasta distintas corrientesque, atradas por la potente fuerza de traccin del llamadopragmatismo del discurso neoliberal, continan, en nombredel realismo y la eficiencia, suscribiendo la idea de que loscambios solo podrn ser cosmticos. La gestin de esta con-vivencia es probablemente uno de los mayores retos que elForo Social Mundial deber encarar.

    Las transversalidades del Foro3

    En el corto lapso de su existencia, el carcter abierto y par-ticipativo de la convocatoria al proceso del Foro SocialMundial ha permitido no slo la interaccin entre movimien-tos e iniciativas de distinto corte, sino tambin el surgimiento

    3 Len, Irene: "Las transversalidades del Foro Social Mundial",http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3016, enero, 2003,cuyos contenidos son una primera versin de esta parte del texto.

  • 15

    de nuevas alianzas, propuestas y convocaciones que se expre-san en mltiples escenarios y problemticas, con distintas for-mas y formatos, cuyas interacciones y acciones sientan el ger-men de un nuevo movimiento mundial de alternativas a laglobalizacin neoliberal.

    Para el movimiento feminista su participacin en esteespacio reviste mltiples desafos y oportunidades.Coherente con los nuevos parmetros que l mismo ha esta-blecido, al reavivar la idea de que "Otro Mundo es posible",el Foro Social Mundial ha adoptado los ejes transversales degnero y diversidad en su proceso4, abriendo as todo un uni-verso para el desarrollo de estrategias, propuestas, anlisispolticos y prcticas de largo alcance.

    Las implicaciones de este compromiso revisten en s mis-mas una revolucin, pues estn relacionadas con una refunda-mentacin de todas las perspectivas sociopolticas, culturales,econmicas para visualizarlas desde un enfoque inclusivo,contrario al paradigma dominante, que ha tendido a ubicar enel centro de prcticas y teoras el referente masculino y blan-co, universalizndolo.

    Al colocar estos ejes transversales, el Foro Social Mundialplantea el doble reto de, por un lado, romper con las visionesy prcticas andro y etnocentristas para transitar hacia ticasinclusivas en todos los sentidos y, por otro, llamar a los movi-mientos dichos especficos a ampliar su campo de accin ypropuesta para incluir el conjunto de problemticas socialesen sus enfoques. Un doble reto que, tratndose del principalespacio de articulacin de los movimientos sociales y de desa-

    4 Los ejes transversales de gnero y diversidad se mantuvieron hastael IV FSM en India,el FSM 2005 define cinco ejes transversales.

  • rrollo de alternativas a la globalizacin neoliberal, se traduceen un impulso para que el conjunto de movimientos socialesevolucionen hacia el avance de estas visiones en el tratamien-to de sus problemticas particulares y de todos los temas inhe-rentes al desarrollo de alternativas a la globalizacin neolibe-ral.

    El concepto gnero, acuado por las feministas el pasadosiglo, est relacionado con la puesta en evidencia de relacio-nes de poder y desigualdad estructural entre los sexos, cuyasmanifestaciones alcanzan todas las esferas de la vida social yprivada, a tal punto que su erradicacin es parte de los com-promisos ticos impostergables de las sociedades y, ms an,de los movimientos comprometidos con la articulacin dealternativas.

    Por su parte, la propuesta de diversidad y pluralidad hasido planteada por mltiples sectores involucrados en la luchapor la erradicacin de todas las formas de discriminacin,entre ellos el movimiento indgena, el de afrodescendientes, elLGBT, como una alternativa y una tica para un convivirhumano de paz.

    Pero, hasta aqu, por diversas circunstancias inherentes alas realidades discriminatorias, el enfoque de gnero ha sidopercibido como algo que atae slo a las mujeres y el dediversidad como un asunto que concierne nicamente a losgrupos calificados de minoritarios y, aunque los movimientosdedicados a estas causas han producido anlisis y propuestasde orden integral, stas pocas veces han llegado a ser partenodal de los procesos ms amplios.

    Mientras tanto, en la mayora de los casos las organizacio-nes de discriminados/as han escogido sus propios caminos yestrategias de lucha, muchas veces en condiciones de aisla-

    16

  • 17

    miento en relacin con otros movimientos y actores.Indgenas, afrodescendientes, mujeres, personas discrimina-das por su orientacin sexual, y otras, han construido susmovimientos haciendo de cada causa singular su universo deaccin, en ocasiones con poca interaccin entre ellos mismos.A la vez, quienes dicen reivindicar las causas dichas genera-les han hecho poco caso a estos procesos.

    Por eso, la aplicacin de estos ejes transversales en unespacio de la magnitud del Foro Social Mundial abre un terre-no no solo para el dilogo y la interaccin, sino para la cons-truccin de un nuevo colectivo social que, de hacer concretosestos propsitos, conducir al desarrollo de alternativas realesal mundo excluyente y discriminatorio actual. Esto, porque latransversalidad supone desde la participacin abierta y pluralen los procesos y en la toma de decisiones, hasta la puesta enmarcha de visiones, anlisis y diseos polticos que incluyanlas cosmovisiones y perspectivas de los/as discriminados/as.

    El significado de este proceso en un contexto de incre-mento de la exclusin social, que resulta del afianzamiento dela globalizacin neoliberal, se presenta como uno de coheren-cia y corresponsabilidad para quienes reivindican el cambiosocial pues, a estas alturas, el entendimiento de las causas yefectos de las mltiples formas de discriminacin es ineludi-ble incluso para la comprensin de la geopoltica global, lamacroeconoma, la rearticulacin de lo social y los cambiosculturales.

    Cmo enfocar, por ejemplo, problemticas tales como lasmigraciones o la pobreza sin poner en perspectiva su configu-racin tnica y de gnero? Cmo plantear la vigencia de losderechos humanos y de la ciudadana plena si en las propiasdinmicas sociales subsisten rezagos de racismo, homofobia

  • 18

    o sexismo? Cmo proponer un mundo diferente si este no sevisualiza como inclusivo?

    Por eso el reto planteado al conjunto por el Foro SocialMundial es uno de avances colectivos, que permitir el surgi-miento de nuevas dinmicas sociales y de nuevos plantea-mientos polticos, que coloquen como sujeto de los cambios yde construccin de la igualdad a todas y todos, y que al hacer-lo genere discursos y prcticas inclusivas, al fin portadoras devalores forjadores de humanidad.

    Balances de las mujeres5

    El movimiento feminista, con la ventaja comparativa de suhistorial de movimiento descentralizado y horizontal y de subagaje de propuestas bastante sincrnicas a las del Foro, vienehaciendo sus contribuciones desde los inicios de este proceso.Importantes redes y articulaciones de mujeres, como laMarcha Mundial de Mujeres, la Red de MujeresTransformando la Economa, la Articulacin de Mujeres de laCLOC/Va Campesina, el Dilogo Sur/Sur LGBT, el reaMujeres de ALAI, y otras, han abierto en los tres Foros mun-diales -Porto Alegre 2001, 2002 y 2003- espacios para formu-lar estrategias concretas, orientadas a afianzar el enfoque degnero y de diversidad y procurar, a la vez, sobrepasar laslneas trazadas por las crudezas de la discriminacin -donde loespecfico marcaba territorios y campos de accin delimita-dos- para posicionar sus enfoques en los llamados temasgenerales, es decir los de diseo del futuro colectivo.

    5 Len, Irene: "Miradas de gnero y diversidad en el FSM", ALAI /Minga Informativa, febrero 2003. www.alainet.org Es una primeraversin de esta parte del texto.

  • 19

    En el trasfondo de este ejercicio est, sin duda, la consta-tacin de que los grupos discriminados tienen un acceso dife-renciado al llamado discurso general, a la participacin, a latoma de decisiones y a la visibilidad pblica. Asimismo,dadas las especificidades inherentes a dichas discriminacio-nes, sus procesos organizativos han estado principalmentevolcados hacia s, por lo que la participacin en un espacioabierto no deja de revestir mltiples retos, algunos de ellosnuevos de cara a una iniciativa como la del Foro, que trata deser tambin una innovadora construccin colectiva dondeconfluyen tanto la voluntad poltica para propiciar la igualdadcomo expresiones, acaso inevitables, de una cultura de ladesigualdad an latente.

    As, si bien un paso decisivo ha sido explicitar gnero ydiversidad como ejes transversales del Foro, todava siguenpendientes esfuerzos para que este propsito se haga realidaden las prcticas, metodologas y discursos. Segn la brasileaMiriam Nobre, de la Marcha Mundial de Mujeres, "entre las1.700 actividades que cobij la tercera edicin del Foro en el2003 -paneles, conferencias, seminarios, talleres, mesas decontroversia, testimonios-, el segundo tema ms tratado fuejustamente gnero, luego de desarrollo sustentable"6. Lo quehabla por s mismo del inters que el asunto reviste y de lapresencia de actoras que lo impulsan.

    6 Nobre, Miriam: Presentacin en el Seminario "Gnero, Diversidad yEstrategias Frente a la Globalizacin", organizado por Articulacin deMujeres CLOC/Va Campesina, Agencia Latinoamericana deInformacin -ALAI-Mujeres, Dilogo Sur/Sur GLBT, Marcha Mundialde Mujeres y la Red Latinoamericana de Mujeres Transformando laEconoma -REMTE-, Foro Social Mundial, Porto Alegre, Brasil, enero2003.

  • 20

    Fue notable, seala Nobre, la presencia feminista y la lec-tura feminista en todos los temas y actividades. No obstante,stas aparecen an fragmentadas, con poca interaccin con lasotras posturas, a veces incluso como voces paralelas, que alu-den apenas a un sector y no al conjunto.

    Para la ecuatoriana Magdalena Len T., de la Red deMujeres Transformando la Economa, "esto tiene que ver, enparte, con la relativamente reciente incursin de este movi-miento en la toma de posturas frente a la globalizacin, la eco-noma, la paz mundial, u otros temas de humanidad, pueshabida cuenta de la magnitud de la desigualdad que afecta alas mujeres, parte substancial de las acciones de su movi-miento han sido principalmente autoreferidas. Pero tambin,esto est relacionado con la cultura y posturas de los otrosmovimientos, especialmente de aquellos que tienden a mirarlos cambios exclusivamente como algo que ocurre a nivelmacro, que depende de instancias de poder frente a las cualesse puede presionar pero no decidir, y colocan como secunda-rios los cambios cotidianos que pueden estar en el campo dedecisiones posibles, si los movimientos e individuos que losforman se comprometen con ese cambio. En este sentido,nada impide al conjunto de actores del Foro asumir como pro-pio el asunto de la igualdad entre los gneros y la diversidad,sin esperar a transformaciones estructurales" 7.

    En cuanto a la aplicacin del eje transversal de diversidad,Sally Burch, de ALAI, seala que uno de los aspectos mstrascendentes del Foro, como proceso y evento, es el acerca-miento entre movimientos, la procura de la unidad en la diver-sidad, que supone la interaccin entre variados enfoques, esti-

    7 Len T., Magdalena, en Len, Irene: "Miradas de gnero... (ob.cit.).

  • 21

    los y contenidos. De ah resulta la expectativa de un nuevoliderazgo integrador y no por segmentacin temtica. "Ladiversidad no puede ser vista como una yuxtaposicin deactores y temas sino como dilogo, debate y apropiacin deuna agenda comn por parte de todos y todas. Esto tiene uncorrelato con la comunicacin, porque para ello se requieredemocratizar las voces en sentido contrario al impuesto por lacorporativizacin de fuentes y medios, que predomina hoybajo la lgica de control de mercado"8.

    Victoria Tauli Corpuz, de Iniciativa Indgena por la Paz,agrega por su parte "que ha llegado el momento de que losdiscursos polticos reflejen la diversidad cultural, pues sta esparte constitutiva de todas las sociedades y por tanto tiene quever con el conjunto de temas y posturas, no tan solo con lasmanifestaciones artsticas o los asuntos lingsticos"9.

    Blanca Chancosa, indgena quichua de la CONAIE y delForo Social Amricas, aade que es evidente an una dbilparticipacin de mujeres indgenas en el Foro, y que esta tieneque ver tambin con situaciones locales y a veces vernacula-res, que limitan su presencia y liderazgo poltico, lo que serefleja en este espacio. "El acceso de las mujeres a la decisiny liderazgo es an percibida como de segundo plano, en reem-plazo a la figura masculina"10.

    As, los retos son mltiples y de alcances diferentes, entreellos el sealado por la sudafricana Phumi Mtetwa, delDilogo Sur/Sur LGBT: "es clave que los movimientos demujeres y por la diversidad, debatan e interacten an ms

    8 Burch, Sally, en dem.9 Tauli Corpuz, Victoria, en dem. 10 Chancosa, Blanca, en dem.

  • 22

    con los otros, sin eludir los temas polmicos ni soslayar lasdiferencias"11.

    De all que, luego de constatar la visibilidad y presencia, entrminos cuantitativos y cualitativos, de los asuntos de gne-ro y diversidad, es un reto actual hacer que las visiones e ideasrelacionadas atraviesen de verdad al conjunto de actoras yactores del Foro; que esto sea parte de los procesos regionalesde manera amplia y no ms un debate considerado slo demujeres y de los otros discriminados. Asimismo, desde luegoexiste un reto poltico mayor que es el de articular las diver-sas corrientes del movimiento de mujeres e interactuar, a lavez, con otros movimientos, sin perder la autenticidad.

    Conclusiones

    El surgimiento y el impacto del Foro Social Mundial son lamuestra ms elocuente de que "si bien el siglo naci en mediode una evidente agudizacin de las crisis que genera el neoli-beralismo, es innegable que lo hizo tambin en medio de unaprocura de sinceramiento de mltiples fuerzas sociales, queestn colocando firme y fuerte la necesidad de cambiar elparadigma del capital por uno de humanidad"12.

    Entre los actores de este proceso figura el movimientofeminista, reconocido por una trayectoria de cuestionamientosa las relaciones de poder, los paradigmas dominantes y lasprcticas organizativas verticales. Adems tiene como activouno de los mayores logros humanos de la historia reciente: laobtencin de derechos universales para las mujeres, cuya con-

    11 Mtetwa, Phumi, en dem.12 Len, Irene: "Apuntes para una crtica feminista del neoliberalismo",

    www.alainet.org

  • crecin, sin embargo, est en riesgo por la persistencia delpatriarcado y del carcter excluyente de la globalizacin neo-liberal.

    Ms an: "La visible omisin de la perspectiva de gneroen el delineamiento de la economa neoliberal mundial dacuenta de una regresin potencial. Siendo que su propio dise-o, como lo evidencian los acuerdos como los de libre comer-cio, obvia la situacin de las mujeres. Proponer la inclusin deun agregado de gnero o de una clusula social no basta. Paraque estos tengan enfoque de gnero tendran que ser redise-ados, colocando lo humano y en ello la situacin de lasmujeres al centro de sus preocupaciones. No siendo as, par-ticipar en las resistencias contra los acuerdos de laOrganizacin Mundial de Comercio o los Acuerdos de LibreComercio de las Amricas, es un asunto especfico de muje-res", como lo son todos los relacionados con la economa y,ms an, el conjunto de aspectos inherentes a la globaliza-cin.

    En efecto, si hasta hace poco los posicionamientos sobre laglobalizacin aparecan como alejados de las preocupacionesde las mujeres, ya no lo hacen ms. El avance acelerado deese proceso abarca todos los aspectos de la vida: los cotidia-nos, los macrosociales, los econmicos, los culturales, todosen absoluto, y todos ellos tienen que ver con las mujeres.Entonces, desarrollar enfoques feministas para una globaliza-cin solidaria y diferente no es un asunto retrico, es parte dela propia evolucin de esa propuesta y su ubicacin en el con-texto.

    As, para todas las mujeres y para el movimiento feminis-ta en particular, la participacin directa en los espacios colec-tivos de creacin de modelos que permitan la puesta en prc-

    23

  • 24

    tica de sus derechos -lo que est relacionado con cambiossocietales globales es un punto de agenda ineludible queimplica la transicin hacia una nueva manera de pensar yhacer las cosas, extendiendo lo planteado en los deceniospasados hacia el universo de los llamados temas generales.Hecho todo el balance, es justamente ah donde se ubican loscuellos de botella del ejercicio de derechos y la ciudadana delas mujeres. Con mayor razn si los mecanismos excluyentesde la globalizacin neoliberal se potencian justamente en lacombinacin de las mltiples formas de discriminacin pree-xistentes, entre las cuales la desigualdad entre los gneros esuna de las ms expandidas.

    Por tanto, la inclusin de las propuestas feministas en esce-narios como el del Foro Social Mundial -donde se gestanideas para el diseo de una globalizacin diferente-, la parti-cipacin del movimiento en la configuracin de las alianzas yen la creacin de los discursos crticos y de las propuestasnuevas es un esfuerzo necesario para que la visualizacin deun mundo diferente sea inclusiva y tenga enfoque de gnero.

    A estas alturas, en un momento marcado por el empina-miento de lo econmico como ideologa, donde la cultura, lapoltica, lo cotidiano, lo individual, lo colectivo, todo se per-cibe desde la ptica de una dinmica cada vez ms focalizadaen los xitos del capital y cuando los mrgenes de exclusinque genera el neoliberalismo son de lo ms elocuentes, lassoluciones no pueden ser apenas cosmticas sino que, comolo plantea el Foro Social Mundial, deben encarar alternativasreales. Y en ello el movimiento feminista tiene mucho queaportar.

    Una versin preliminar en portugus fue publicada en la RevistaEstudos Feministas, Volumen 11, No.2, julio-diciembre 2003,Universidad Federal de Santa Catarina, Florianpolis, Brasil.

  • Bibliografa

    ALAI:, "La comunicacin en el Foro Social Mundial", [2003-01-16], www.alainet.org

    Belli, Gioconda:, "Porto Alegre: Una esperanza para lostristes de la tierra?", [2002-02-21], www.alainet.org

    Boff, Leonardo:, "Cul globalizacin?",[2002-02-14],www.alainet.org

    Burch, Sally:, "Nuevas tecnologas e inclusin digital",[2003-01-26] www.movimientos.org/fsm2003/

    Burch, Sally:, "El reto de articular una agenda social encomunicacin" [2003-01-26]www.movimientos.org/fsm2003/

    Coronado, Jos:, "Proponen mujeres dirigentes de CLOC:Oposicin, lucha y resistencia al ALCA" [2003-01-22],www.movimientos.org/fsm2003/

    Curiel, Ochi:, "Reconocer el sujeto de opresin a partir desu diversidad", [2003-01-25],www.movimientos.org/fsm2003/

    Curiel, Ochi:, "Lesbianas debaten sobre estrategias polti-cas en Porto Alegre", [2003-01-25],www.movimientos.org/fsm2003/

    Chomsky, Noam:, "Un mundo sin guerras es posible",[2002-02-05], www.alainet.org

    Dos Santos, Theotonio:, "El forum de la esperanza", [2003-01-28], www.alainet.org

    Faria, Nalu:, "Construir la igualdad: Debates feministas enel Foro Social Mundial", REMTE, Marcha Mundial de lasMujeres, SOF, Brasil, 2003

    Frei, Betto:, "El Foro Social Mundial 2003" [2003-01-14],www.alainet.org

    25

  • Galeano, Eduardo:, "Los valores sin precio", pPalabras pro-nunciadas por el escritor en el tercer Foro SocialMundial, Porto Alegre, Brasil, 26 de enero de 2003,http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3099

    Gil Padilla, Laura:, "FSM: Mujeres repudian el bloqueo aCuba", Minga Informativa, ALAI, 2003-01-27, www.movi-mientos.org/fsm2003/

    Jitsuya, Nelly:, "Gnero, diversidad y pluralismo", MingaInformativa, 27-01-2003, www.movimientos.org/fsm2003/

    Jitsuya, Nelly:, "Combate a la intolerancia y respeto a ladiversidad" [2003-01-26] www.movimientos.org/fsm2003/

    Jitsuya, Nelly:, "Estrategias LGBT para el cambio", [2003-01-26] www.movimientos.org/fsm2003/

    Jubileo Sur:, "No a la Conquista Militar y la Conquista delos Mercados, S a la Paz y la AutodeterminacinEconmica", [2003-01-22],www.movimientos.org/fsm2003/

    Tamayo, Eduardo:, "Porto Alegre: Dos decisiones importan-tes", [2003-01-23], www.alainet.org

    Len, Irene:, "Apuntes para una crtica feminista del neoli-beralismo", www.alainet.org

    Len, Irene:, "Miradas de gnero y diversidad en el FSM",ALAI / Minga Informativa, febrero 2003. www.movimien-tos.org/fsm2003/

    Len, Irene:, "Las transveralidades del Foro SocialMundial",http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3016

    Len, Irene:, "Un mundo diverso es posible", [2002-02-14],www.alainet.org

    Len, Irene y Len, Magdalena:, Mujeres contra el ALCA:

    26

  • Razones y Alternativas, Ecuador, Ed. ALAI, Ecuador,2002.

    Len, Irene:, Pluralizar el mundo, diversificar las voces,Ecuador, Ed. ALAI, Ecuador, 2001.

    Len, Irene y Mtetwa, Phumi:, Globalizacin: AlternativasGLBT, Ecuador, Dialogo Sur/Sur GLBT, Ecuador, 2003-11-01.

    Len, Irene (Ed.) Challenges for Feminism in a GlobalizedWorld, Ecuador, ALAI and NOBIV, Ecuador, 2002.

    Len, Osvaldo:, "El segundo Foro Social Mundial", [2002-02-14], www.alainet.org

    Len, Osvaldo:, "To a social agenda in communication",[2002-01-25], www.alainet.org

    Magrisso, Larissa:, "Joao Pedro Stedile nos marcos da rea-lizao do III FSM", entrevista realizada en enero 2003,Portal Terra, Porto Alegre-RS, 15 de janeiro 2003,http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=3045

    Movimientos Sociales:, "Llamamiento de los MovimientosSociales" [2003-01-27] www.movimientos.org/fsm2003/

    Articulacin de Mujeres CLOC/Va Campesina; AgenciaLatinoamericana de Informacin -ALAI-Mujeres; DilogoSur/Sur GLBT; Marcha Mundial de Mujeres y la RedLatinoamericana de Mujeres Transformando laEconoma -REMTE-, Seminario: "Gnero, Diversidad yEstrategias Frente a la Globalizacin", Foro SocialMundial, Porto Alegre, Brasil, enero 2003

    Sader, Emir:, "Porto Alegre, at logo!" [2003-01-30],www.alainet.org

    Sader, Emir:, "Frum Social Mundial se abre ao som detambores de guerra", [2003-01-19], www.alainet.org

    27

  • Sader, Emir:, "Qu otro mundo es posible?" [2003-01-17],www.alainet.org

    Sader, Emir:, "A esperana em Porto Alegre", [2003-01-17],www.alainet.org

    Sader, Emir:, "Globalizacin solidaria", [2002-02-19],www.alainet.org

    Sader, Emir:, "Porto Alegre e o ps-neoliberalismo", [2002-02-18], www.alainet.org

    Sader, Emir:, "Porto Alegre e o Frum Social Mundial",[2003-01-26], www.alainet.org

    Santos de Sousa, Boaventura:, "Il Forum Sociale Mondiale,Verso una globalizzazione antiegemonica", Italia, CittAperta, Italia, 2003.

    Saramago, Jos:, "Este mundo de la injusticia globalizada",[2002-02-05], www.alainet.org

    Saramago, Jos:, "Da Justia democracia, passandopelos sinos..", [2002-02-05], www.alainet.org

    II Frum Social Pan-Amaznico, Declarao final, [2003-01-19], www.movimientos.org/fsm2003/

    Tamayo, Eduardo:, "Porto Alegre: Dos decisiones importan-tes", [2003-01-23], www.alainet.org

    Whitaker Francisco, "Lies de Porto Alegre", [2002-02-21],www.alainet.org

    WICEJ:, "Voces de las Mujeres desde Porto Alegre #1,(2003-01-25), www.movimientos.org/fsm2003/

    Zibechi, Ral:, "III Foro Social Mundial: La hora de lasestrategias", [2003-01-29], www.alainet.org

    Zibechi, Ral:, "III Foro Social Mundial Cruce de caminos",[2003-01-23], www.alainet.org

    28

  • 29

    Culturas, voces y lenguajesAlternativas al modelo

    excluyente

    Juana Vsquez Arcn*

    El neoliberalismo trata de usar de nuevo el pensamientoque sirvi de base al capitalismo: el individualismo y la liber-tad de empresa. Se le llama "nuevo" porque resurge en losltimos 40 aos, despus de la prctica de otra poltica eco-nmica en la que el Estado intervena en los mbitos de laeconoma.

    Para el neoliberalismo no cuenta la satisfaccin de lasnecesidades sociales, lo que cuenta es el lucro y por eso pre-tende que la empresa privada retome las riendas de la econo-ma. De ah que la globalizacin neoliberal beneficia a gru-pos privilegiados: multinacionales, bancos y clanes familiaresmuy poderosos. Con ello se globalizan la pobreza y la exclu-sin social.

    Nuestro Libro Sagrado el Popol Vuh nos relata al respecto:

    Eran falsos de corazn, negros y blancos a la vez,envidiosos y tiranos, segn contaban; as fue la pr-

    * Directora del Consejo Nacional de Educacin Maya, Guatemala.

  • dida de su grandeza y la decadencia de su imperio.

    Por eso es muy pertinente plantearnos ahora qu alternati-vas nos proponemos para salir de la situacin de miseria,pobreza, exclusin y discriminacin en la que se encuentrannuestros pueblos de Abya Yala y el continente de Amrica.

    Sera positivo si la globalizacin se proyectara como lamundializacin de la tecnologa, las comunicaciones, losderechos humanos, el comercio, la interrelacin de las cultu-ras y de los pueblos en igualdad de condiciones y garanta derecursos que conduzcan a su desarrollo integral, equilibrado yen armona con el entorno para la perduracin de la vida detodos los seres con quienes convivimos en la Madre y MaestraNaturaleza, como lo demuestra la cosmovisin de los pueblosindgenas.

    Al respecto nuestro Libro Sagrado el Popol Vuh nos dice:

    Hgase as! Que se llene el vaco! Que surja la tie-rra y sea firme, que aclare, que amanezca en el espa-cio y en la tierra. Las caas retoaron, entonces laabuela encendi el fuego y quem copal en memo-ria de sus nietos y las llam el Centro de la Casa,caas vivas en la tierra.

    Hemos realizado muchos encuentros, seminarios, paneles,foros, cumbres a nivel nacional, regional y continental conbuenas y grandes conclusiones, recomendaciones, declaracio-nes para los pueblos, las organizaciones campesinas, indge-nas, sindicatos, de mujeres y los Estados. Cmo hemos pues-to en prctica todo eso, en qu nos ha ayudado, en qu hacambiado nuestra situacin personal, familiar, organizacionaly comunitaria o de pueblo o nacin? Parece ser que no llega-mos a concretar en la vida los demasiados discursos, como

    30

  • que se vuelven tericos nada ms y no llegan a la mente, alcorazn, a las manos y los pies para la accin ordenada, arti-culada, coordinada en todos los espacios que tenemos.

    Ojal que esta vez nuestras energas se pongan en sintonacon las energas del cosmos y las energas ancestrales para laarticulacin y coordinacin de esfuerzos que permitan hacer-le frente a la globalizacin neoliberal perversa y productorade miserias, excluyente e insaciable.

    Enfocar las culturas

    Qu es cultura? Cultura es la forma en que el ser huma-no concibe y vive la vida, la manera de relacionarse consigomismo, con los dems, con la naturaleza y con un ser supre-mo o la divinidad.

    Esta forma de concebir y vivir la cultura se proyecta con elentorno en un mundo interrelacionado. La interrelacin esparte de la cosmovisin de los pueblos indgenas. Todos losseres existentes en la Madre Naturaleza vivimos por la inte-rrelacin, por la complementariedad, y por eso hay respeto ala vida en todo lo que ello significa.

    Lamentablemente todo esto ha sido afectado: muchas ymuchos ya no vivimos esta cosmovisin; la usamos para eldiscurso, para gestionar proyectos, defendiendo slo el propioespacio organizacional o intereses particulares. La interrela-cin est lejos y por eso no logramos la articulacin de esfuer-zos en la prctica: el individualismo, los intereses polticos yeconmicos son los males de estos tiempos que no permitenvisualizar la existencia del "otro" que en el papel, all s, lotenemos bien definido. Cmo hacer frente, entonces, a laexclusin a partir de estos males? Solamente a partir de nues-

    31

  • tras culturas ancestrales, slo cuando nos afiancemos en loscimientos de nuestras cosmovisiones, slo cuando vivamos enarmona con la Madre Naturaleza y con los dems sereshumanos.

    Tambin est de moda la interculturalidad, slo que condiferentes enfoques, pero como que slo los indgenas se nosexige ser interculturales. Y eso somos porque en la escuela, enlas iglesias y otros lugares hemos aprendido la cultura occi-dental y hasta nos han sacado de nuestra cultura en algunosaspectos; pero los no indgenas no conocen ni aprenden lonuestro, ms bien lo subestiman y desprecian. No puede haberinterculturalidad si no conocemos y valoramos las culturasexistentes en nuestro medio y fuera de l. Poco podremoshacer los indgenas, las mujeres, los mestizos, los afrodescen-dientes -es decir, todas y todos los que estamos afectadas/ospor la exclusin- si no somos interculturales, si no nos inte-rrelacionamos. Necesitamos aprender del espacio y de lanaturaleza el orden y la coordinacin para el bienestar perso-nal, familiar y comunitario.

    Levantar las voces

    La voz ancestral dice:

    Lleg entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu yQ'uqkumatz, en la oscuridad, en la noche, y habla-ron entre s Tepeu y Q'uqkumatz. Hablaron pues,consultando entre s y meditando se pusieron deacuerdo, juntaron su palabra y su pensamiento.

    Esta es la voz ancestral Maya, semejante a la cosmovisinde los pueblos indgenas de Abya Yala. Una voz dual: feme-nina y masculina. Caractersticas de esta dualidad son la

    32

  • comunicacin, la espiritualidad, el intercambio, la consulta, elconsenso en la toma de decisiones.

    stas sern cosas del pasado o pueden tener vigencia enla actualidad? Cul es mi voz? Cul es la voz de nuestrasorganizaciones, de nuestras federaciones y confederaciones,cul es la voz de las mujeres, de la niez, de las ancianas y delos ancianos, cul es la voz de las lideresas y de los lderes?Qu caractersticas tienen esas voces? Cules son sus dife-rencias? Qu fuerza tienen esas voces? Qu dicen y ququieren esas voces? Cmo estn coordinadas esas voces?Qu logros han tenido esas voces?

    Cul es el lenguaje de esas voces? En qu hablas, cules tu lenguaje? Con quines hablas? Te escuchan, teentienden? Te responden? Cules son los logros? No sloes hablar o comunicar, es indispensable que nuestras vocesestn en sintona y que hablemos el mismo lenguaje.

    "Basta de ahogar mis creencias y cortar mi razBasta de matar mis cantos y callar mi voz...

    No se seca la raz de quien tiene semillasregadas en la tierra para brotar"

    Eliane Potiguara

    Sin duda alguna ha sido arduo, difcil, sacrificado, duro elcaminar de la mujer, de los pueblos indgenas, de los afrodes-cendientes, no slo para salir de la exclusin, sino tambin dela miseria, de la discriminacin y del racismo.

    En la actualidad se hace ms difcil todava porque la glo-balizacin neoliberal nos exige dominio de las tcnicas, com-petitividad, calidad, eficiencia, productividad, alianzas y otrascosas. Es decir, nuestros pasos se quedan muy cortos al ritmode sus requerimientos para satisfacer sus intereses insaciables.

    33

  • La no calificacin nos deja "fuera de", no porque somos inca-paces, sino por la falta de oportunidades, de acceso a la tierra,a la educacin con pertenencia cultural y lingstica, a crdi-tos para la produccin, es decir a todos los servicios para eldesarrollo con equidad.

    Por eso no se escucha nuestra voz, por eso no se entiendenuestro lenguaje, porque la voz y el lenguaje de ellos no sloes diferente sino contrario a lo nuestro. Es ms, nos ven comouna carga pesada, un obstculo para ellos y por eso quierendestruir nuestras culturas. Nuestra voz seala un camino: lainclusin en proceso de desarrollo con identidad, desde la cul-tura y en armona con la naturaleza.

    Fortalecer perspectivas

    Sin duda alguna en las diferentes temticas tocadas a lolargo del Foro Hemisfrico existen propuestas en relacin alseguimiento de la lucha contra la exclusin y la globalizacinneoliberal. Pero qu hacemos para aterrizar, qu hacemospara avanzar, qu hacemos para articular y coordinar esfuer-zos, con quines podemos hacer alianzas?

    Estamos en condiciones personales, grupales y organiza-cionales para asumir compromisos con una conciencia clarade la necesidad de aunar esfuerzos? O bien estamos toca-das/os sentimentalmente, aqu decimos que s y al regresar anuestros lugares de origen nos enfriamos y seguimos con elmismo ritmo con el lo estamos haciendo, olvidando el s, elcompromiso asumido en el evento o las sugerencias quedimos.

    Nuestra cosmovisin indgena es globalizante, pero es unaglobalizacin autntica, interrelacionada, que no deja a nadie

    34

  • afuera. Todo tiene un valor, es incluyente, busca el equilibrioentre las energas positivas y negativas. Por lo tanto, reto-mando esta cosmovisin podramos ver y sugerir algunasestrategias para enfrentar la exclusin, la globalizacin y elneoliberalismo:

    El encuentro de los pueblos indgenas se hace cada vezms urgente y permanente con el fin de intercambiar expe-riencias, unificar o coordinar esfuerzos y agendas para buscaralianzas que nos permitan enfrentar la globalizacin deshu-manizante. Esto lo podemos hacer con identidad y cultura.

    Los gobiernos se muestran incapaces de responder adecua-damente a las necesidades bsicas de la poblacin, por lo quecorresponde organizarse y articularse con mayor solidez a finde formular un conjunto de propuestas polticas y sociales queden soluciones a las grandes problemticas nacionales, regio-nales y mundiales, sin descuidar los enfoques de gnero y dediversidad cultural.

    El conocimiento y apropiacin de los derechos humanosen su integridad constituye tambin una herramienta funda-mental que puede encaminarnos hacia el crecimiento socioe-conmico y poltico de nuestros pueblos.

    Articular acciones y actuar alrededor de los ms diversosderechos como el de contar con un medio ambiente sano, laproteccin de la biodiversidad, la multiculturalidad, comocondiciones bsicas para la plena realizacin del ser humano.

    Valoracin de todo esfuerzo, trabajo y acciones que seimpulsan en relacin con los derechos humanos, los derechoseconmicos y sociales, los derechos a una educacin con per-tenencia, los derechos polticos, los derechos de la prctica dela espiritualidad, los derechos especficos de los pueblos ind-

    35

  • genas y afrodescendientes. Esa sera una estrategia para eli-minar las competencias, las envidias, la subestimacin, lascontradicciones entre lideresas, lderes, grupos, organizacio-nes y pueblos, que no nos permiten hacer un frente comnante la exclusin y el racismo.

    Que a las conclusiones o propuestas de este foro se les dseguimiento ya que en los ltimos aos se han venido dandoprocesos de apertura en foros internacionales donde la parti-cipacin de algunos lderes indgenas ha dejado en claro laspropuestas y hasta la fecha no ha existido mejora en las con-diciones de nuestros pueblos y mucho menos en la situacinde la mujer indgena.

    Esa es nuestra misin: revitalizar nuestra cosmovisin ycultura para enfrentar la exclusin y deshumanizacin delneoliberalismo. Slo as diremos como dijeron nuestras abue-las y abuelos:

    Vamos a emprender el regreso, hemos cumplidonuestra misin, nuestros das estn terminados.Piensen, pues, en nosotros, no nos borren de lamemoria, no nos olviden. Volvern a ver sus hoga-res y sus montaas, establzcanse all, y que assea! Continen su camino y vern de nuevo el lugarde donde venimos.

    36

    Sntesis de la ponencia presentada en la Conferencia "La diversidadcomo tica de las alternativas", I Foro Social Amricas, julio 2004,Quito, Ecuador

  • 37

    Las mujeres frente alfeudalismo global

    Sylvia Borren*

    Aspirar a que todas las personas puedan vivir seguras y sintemor, significa tener voz en los diseos de nuestras propiasvidas y de nuestras comunidades, que todas/os podamos par-ticipar a nivel econmico, social y poltico. Eso implica quelas mujeres y todas las minoras puedan ejercer esos derechosplenos. Nosotras sabemos lo que queremos, conocemos muybien cules son los problemas que estamos enfrentando y poreso estamos cada vez ms involucradas en esta lucha paracambiar este mundo al que llamo de "feudalismo global".

    Cuando vamos a un pueblo y vemos que el terratenientecontrola la situacin econmica, la mano de obra, los sistemasfinancieros y las deudas, la salud y la educacin (si es queexisten); l -y siempre se trata de un hombre- controla, mane-ja al gobierno local, a los jueces, y as sucesivamente, nopodemos dejar de sealar que en ese pueblo hay una situacinfeudal, que puede ser tan cruel o similar al feudalismo pasa-do, en donde no hay democracia porque existe un monopolioincontrolado del poder.

    * Directora de Novib/OXFAM, Pases Bajos, activista del movimiento demujeres y lsbico.

  • Al hacer un anlisis del poder y echar una mirada almundo en este momento, llegamos a la inequvoca conclu-sin de que estamos en una situacin de feudalismo global.

    Los Estados Unidos, con la ayuda de otros pases occiden-tales, controlan la realidad econmica, utilizando a laOrganizacin Mundial de Comercio y permitiendo que exis-tan situaciones de comercio desigual, subsidiando la agricul-tura, haciendo dumping en pases del Tercer Mundo, afectan-do en forma negativa la subsistencia de millones de granjerosa travs del FMI y el Banco Mundial, afectando la reduccinactual de salud y educacin en esos pases. A pesar del acuer-do internacional de los Objetivos del Milenio - al que virtual-mente todos los pases del mundo han suscrito-, se gastamenos en salud y educacin.

    Vemos una creciente inseguridad en el mundo. El comer-cio de armas, las guerras, la explotacin de todo, afecta tantoa nivel macro como micro. La llamada "guerra en contra delterrorismo" afecta nuestras libertades civiles. La violencia yla inseguridad afectan a mujeres y nios en sus hogares, puesla violencia domstica se ha incrementado.

    Sabemos que ese tipo de feudalismos, al igual que cual-quier feudalismo, es destructivo e innecesario. Hay un mono-polio incontrolado del poder que acta en el sector empresa-rial. Hay un monopolio incontrolado de poder por parte delos que tienen las armas. Estamos involucradas, por lo tanto,como cualquier pueblo que trata de luchar por la democracia,en el rompimiento con los sistemas feudales; estamos involu-cradas en una lucha por la democracia local en contra del feu-dalismo global. Y debemos romper estos monopolios desa-rrollando un arco iris de alternativas positivas.

    Para plantear estrategias en este punto, quiero practicar la

    38

  • autocrtica. Creo que hemos hablado mucho, nos hemos reu-nido mucho, hemos investigado mucho, hemos analizadomucho, hemos -con la ayuda de ALAI y otras- tenido muchacomunicacin. Conocemos los problemas, sabemos lo quetenemos que hacer, tenemos que mejorar la organizacin yactuar en forma ms eficiente y efectiva con miras al cambioy la transformacin del mundo.

    Si echamos una mirada a las necesidades, a las accionesque se estn dando y se estn organizando, debemos hablar dediferentes niveles. Existen acciones a nivel del modo de vida-esto es, del cmo vivimos, cmo consumimos o no consumi-mos, cmo viajamos, cmo educamos a nuestros hijos e hijas,cmo mostramos inters en el mundo y la riqueza multicultu-ral, como protestamos al ms pequeo nivel- la accin a nivelde la comunidad; y a nivel global en contra de la violencia ypor democracias alternativas.

    En todos esos niveles hay tantas organizaciones, tantosejemplos positivos de organizaciones, pueblos, comunidades,pases que pueden ser gobernados con ms democracia, endonde se ha roto el poder monoplico y en donde se realizanrendiciones de cuentas, procurando un equilibrio entre elgobierno, el sector empresarial y la sociedad civil.

    Pero, al mismo tiempo, siempre debemos luchar y supervi-sar el equilibrio del poder. En la mayora de pases y situacio-nes, las libertades civiles pueden ser retiradas, reducidas; yeso sucede de hecho en nuestros das, incluyendo en un pascomo los Estados Unidos, en donde existen movimientossociales que estn bajo un creciente ataque por el espaciopoltico que tratan de crear. Eso es el comn denominador delo que ocurre en muchos otros pases alrededor del mundo.

    El Foro Social Mundial es un espacio para reunirnos, para

    39

  • hablar y prepararnos con estrategias y acciones ms slidas,que requerimos para asegurarnos de trabajar con miras a unademocracia local, nacional y global rompiendo los monopo-lios de poder, cualquiera sea su forma y cualquiera sea laforma en que afecta nuestras vidas.

    Ello implica acciones en distintos niveles. Aquel de accinen lo cotidiano es uno, y creo que cualquiera de nosotraspuede hacerlo e inspirar a participar a su entorno, amistades yfamilia. El nivel de accin en la comunidad es otro, sobre elcual existen ya ejemplos positivos. Existe un movimientoconceptual muy interesante, que en gran parte ha comenzadoen la India, es el de pueblos amigos de la infancia, en el cualun pueblo, en su forma local, acuerda asegurar que no existaviolencia en contra de nios y nias, procurar que asistan a laescuela, que exista una participacin democrtica de la infan-cia y juventud en los gobiernos locales, que no exista trabajoinfantil en esos pueblos, etc.

    Algo similar se ha creado en las llamadas ciudades de dere-chos humanos. Una ciudad de derechos humanos se compro-mete a cumplir con los acuerdos de derechos humanos quehemos suscrito a nivel internacional, ya sea la carta de dere-chos de la infancia o las normas de trabajo de la OIT, o decmo manejamos las situaciones de las/os migrantes, delseguro social, etc. La ciudad de derechos humanos es unaciudad que, con todos sus sectores - el empresarial, el gobier-no y la sociedad civil- se compromete a poner en prctica, nosolo en el papel, los derechos humanos.

    Lo ms importante hoy es tratar de ir ms all de la zonade comodidad de nuestros movimientos sociales. El movi-miento de mujeres debe ir ms all; consolidarse y luego ini-ciar debates sobre el libre comercio, la educacin, la salud, y

    40

  • tambin sobre la seguridad. Hay muchas discusiones sobre laseguridad que son llevadas principalmente por la derecha, y siqueremos que sta se desarrolle de una manera democrtica,debemos retomar el asunto y el espacio. Es necesario asegu-rarnos de que las mujeres estn en nuestros espacios polticos,tanto civiles, como de partidos polticos; an es bastante dif-cil, y las que s estn ah, no siempre reciben el apoyo quenecesitan y no siempre se encuentran seguidas por los otrosgrupos diversos.

    Todas nosotras, en nuestros propios movimientos, ya seade desarrollo, o en el movimiento de mujeres, o en el movi-miento de lesbianas y gays -en el que he estado involucradapor muchos aos-, o en el movimiento de derechos humanos,derechos de la infancia, de las personas con discapacidades,en todos los movimientos, tendemos a mantenernos en nues-tra propia ruta y olvidamos de incluir y de conectarnos conotros movimientos. Se nos hace difcil dejar la zona de como-didad de nuestra propia manera de pensar y actuar, y creo queste es el gran reto.

    Si decimos a las empresas: "Ustedes no son confiables","no son transparentes", "No entendemos su democracia""Creemos que no hay democracia", los sectores empresarialesse dan la vuelta y nos dicen en el Foro Social Mundial a todoslos movimientos: "Y qu hay sobre la confianza en ustedes?Qu hay sobre la transparencia de ustedes?, Qu hay sobresu democracia? Y en cierta medida se equivocan, porque creoque hay mucho ms de eso aqu que all, pero en cierta medi-da tienen razn, porque an hay cantidades enormes de traba-jo qu hacer sobre estos temas en nuestros movimientos. Enparticular, quisiera ir ms all de lo que he llamado la zona decomodidad de nuestro pensamiento, accines y nuestro tipoparticular de actividades.

    41

  • 42

    Quisiera que nos unamos al gran ruido, que genera elmovimiento que trata de romper el libre comercio para conec-tar consumidores y productores, que hablemos sobre un niveljusto de remuneracin a los productores de caf, de algodn,de todos los productos agrcolas y dems productos elabora-dos. Asegurarnos de que al comprar algo, como consumido-res, sepamos cunto de ese precio realmente llega al granje-ro/a que lo produce. Unmonos al movimiento de comerciojusto que crece da a da. Unmonos a la campaa de losObjetivos del Milenio: salud y educacin.

    Juntmonos a las dinmicas de movimiento, esto es, des-truyamos el comercio de armas, en especial las armas peque-as. La produccin y comercio de armas pequeas es, proba-blemente, en trminos de violencia contra las mujeres, uno delos mayores artefactos de destruccin masiva hoy en da y queest siendo propagado, motivado y enviado y que est cau-sando tanto sufrimiento y muerte en las calles, en las comuni-dades locales y en los hogares. Porque frente a un arma, qupueden hacer las mujeres que estn siendo golpeadas y viola-das?

    Me gustara que el Foro Social Mundial se convierta en uncolchn de resortes, un trampoln para actividades, no solopara discursos. Para ello debemos involucrarnos en una pla-nificacin mucho ms interactiva, que articulemos nuestrasnuestras actividades con lo que est sucediendo afuera.

    Finalmente quisiera enfatizar en, sea cual fuere su movi-miento, lo que realmente significa la inclusin. Hoy en da, ypermtanme hablar sobre un asunto personal, no debera haberleyes en contra de lesbianas y gays. Los acuerdos internacio-nales estn ah, cualquier pas que fuese llevado ante unacorte internacional por discriminacin contra lesbianas y gays

  • en sus leyes perdera su caso. Pero, quin est trabajando enello, con excepcin de pequesimos grupos de lesbianas ygays? Dnde est el movimiento de mujeres cuando quierenasegurarse de que esto ocurra? Dnde estn los sindicatos?Dnde est el tema de lesbianas y gays en el lugar de traba-jo, en el sistema de educacin? Por qu todava es muy dif-cil hablar de esto y organizar un tema en forma conjunta y noaislada?. As como las lesbianas siempre han salido a lucharpor los derechos de las mujeres a controlar su propio cuerpo,incluyendo el aborto, cmo me encantara que el movimientode mujeres se pronuncie firmemente a favor de la identidadsexual o la transexualidad en sus formas plenas. Es un ejem-plo que uso porque es una lucha que conozco bien, pero lomismo sucede con el mundo del desarrollo, que debe luchar eincluir asuntos de raza, asuntos de identidad sexual, asuntosde mujeres y gnero. En la planificacin de desarrollo y pre-supuesto, el gnero no recibe la importancia que debera.

    Sabemos lo que queremos, conocemos el problema queimponen los poderes monoplicos, entonces debemos pasarde la palabra a la accin, y eso implica tomar el liderazgo anivel personal, comunitario, nacional y global, siendo muchoms generosas e incluyentes entre movimientos y actividades.

    43

    Sntesis de la ponencia presentada en el Panel "Alternativas diver-sas para cambios globales", IV Foro Social Mundial, enero 2004,Mumbai, India.

  • 44

  • 45

    Estrategias de lasmujeres para la

    humanidad

    Diane Matte*

    Como parte del proceso de desarrollo de alternativas a laglobalizacin, necesitamos fortalecer un movimiento demujeres autnomo, transparente, democrtico, diverso, creati-vo, internacional o transnacional. Basado en el respeto a lapluralidad y la diversidad, pues la mayora de mujeres ademsde la opresin de gnero, sufrimos otras formas de discrimi-nacin. Consideramos que esta es una estrategia necesariapara obtener una transformacin social verdadera.

    Las feministas urgimos y necesitamos profundizar nuestrasperspectivas de las alternativas econmicas, polticas, socia-les y culturales que hagan posible ese otro mundo. Es necesa-rio ampliar los espacios de debate e intercambiar nuestrospuntos de vista, acerca de nosotras, de nuestros distintos enfo-ques y posturas. Precisamos tambin aliarnos con otros movi-mientos sociales a nivel local, nacional, regional e internacio-nal, y fortalecer nuestra cooperacin en la accin comn y en

    * Feminista quebequense, Marcha Mundial de las Mujeres

  • el fortalecimiento de los espacios de coordinacin que hemosvenido forjando conjuntamente.

    La Marcha Mundial de las Mujeres tiene una participacinactiva en la lucha contra el neoliberalismo global, entre cuyasestrategias figuran los siguientes puntos, que nos sirven a lavez de hilo conductor para nuestras propias prcticas:

    En primer lugar: la importancia de globalizar la solidari-dad. Crear puentes entre las diferentes realidades que vivenlas mujeres en los cinco continentes, expresando claramentenuestra conviccin de que nadie nace para vivir en la pobre-za, para vivir con el temor o la realidad de la violencia, ya seaen el hogar o en las calles. Globalizar la solidaridad y com-prometernos para no dejar a nadie fuera ni detrs mientrasavanzamosAa la vez creemos, que las mujeres somos parte detodas las dinmicas sociales y, por tanto, nuestra accin debeextenderse hacia y con otros movimientos sociales para ofre-cer nuestro liderazgo y contribuir a la construccin de ese otromundo, con nuestro bagaje como mujeres y feministas.

    En segundo lugar: movilizar la resistencia. Debemos gene-rar procesos participativos y a la vez dar a las mujeres, y atodas las personas, herramientas para que comprendan susderechos y comprendan la interdependencia de nuestras vidas,ya sea que estemos en el Sur o en el Norte del globo. Tambinsignifica globalizar la resistencia, organizando accionescolectivas convocantes e incluyentes. Debemos estar en lascalles y manifestar lo mximo posible para llegar a la pobla-cin y hacerle conocer nuestras alternativas, para generar unavoz colectiva de resistencia a la mercantilizacin del mundo yde las mujeres.

    En tercer lugar: la importancia de fortalecer los vnculosentre lo local y lo global. Esto debe hacerse en doble va. La

    46

  • Marcha Mundial de Mujeres decidi acercarse a las organiza-ciones populares de mujeres en todo el mundo para invitarlasa realizar conjuntamente acciones globales, pero con una basenacional, con la idea y el objetivo de reforzar las organizacio-nes y movimientos nacionales y locales de mujeres, a la vezque desencadenamos un proceso mundial. Debemos buscarresultados concretos en las comunidades que cambien lasvidas de las mujeres. Si esto no sucede, como movimientosocial debemos cuestionarnos. Estos resultados concretos slopueden lograrse interalimentando la accin local y global, yviceversa.

    Debemos globalizar nuestros anlisis. Lo que en el caso denuestra red ha significado el despliegue de un proceso paraunificar las luchas contra la pobreza y la violencia en contrade las mujeres, estableciendo claramente que no podemosseparar esas realidades de la vida de las mujeres.Especialmente en el contexto de la globalizacin, este paso esan ms importante.

    La pobreza est incrementando en proporciones aterrado-ras, la brecha entre ricos y pobres est ahondndose: porejemplo, las ltimas estadsticas indican que 1% del ingresototal de la gente ms rica del mundo equivale a los ingresostotales de 60% de la poblacin ms pobre del mundo. Cuandoaadimos esto al dato de que el 70% de la gente pobre delmundo son mujeres, y de que una de cada tres mujeres en elmundo declara haber sido objeto de violencia -infringida poruna persona cercana-, creemos que tenemos razones suficien-tes para actuar con urgencia.

    Es importante que los dems movimientos sociales se dencuenta que no podemos luchar contra la pobreza sin terminarla violencia contra las mujeres. No podemos luchar contra la

    47

  • pobreza sin luchar contra el racismo; no podemos luchar con-tra el capitalismo o el imperialismo sin luchar contra el racis-mo y el patriarcado. Es por ello que la Marcha Mundial deMujeres es activa en el Foro Social Mundial y es por ello quetambin participamos en la Asamblea y Red Global deMovimientos Sociales.

    Actualmente estamos en un proceso de consultas y redac-cin de la "Carta Global de las Mujeres para la Humanidad",que contempla nuestra utopa feminista de cmo queremosque sea el mundo y cmo lo estamos construyendo. Esta cartaque se basar en valores universales y feministas, pues talcomo su nombre lo indica, el alcance esperado es local, nacio-nal e internacional. En otras palabras es una propuesta femi-nista para la humanidad, que a la vez tiene la vocacin de pro-mover las alternativas de las mujeres y su agenda. Este docu-mento ser obviamente producido tambin en el formato demateriales de educacin popular local y en base a ello espera-mos generar procesos de educacin participativa.

    La Carta Global de las Mujeres para la Humanidad es, msque un documento, un proceso planetario de movilizacin delas mujeres, que iniciar con la activacin de 50 puntos foca-les movilizadores alrededor del planeta. Su lanzamiento pre-visto para el 8 de marzo de 2005, en Brasil, estar pautado pormovilizaciones y marchas en todo el mundo. Luego, la Cartay las movilizaciones e iniciativas recorrern el mundo, pasan-do por cada uno de los continentes, para concluir en frica, el17 de octubre de 2005. Por supuesto, queremos aprovechar laoportunidad para que las mujeres del mundo puedan expresarsus utopas, sus alternativas, desde sus particularidades y con-textos, y darlas a conocer, tanto a nivel local como global.

    De esta manera, las mujeres crearemos una inmensa cade-

    48

  • na global de solidaridad, que nos muestre unidas cambiandoal mundo. El smbolo de esta cadena sern las mantas que lasmujeres elaborarn en cada uno de los pases y que se irnenlazando con aquellas de los pases precedentes y ulteriores.

    Esta es un de las formas antiguas y sencillas que las muje-res han usado para organizarse, es una oportunidad para quelas mujeres se hablen, cuenten sus historias y encuentren vn-culos comunes que nos unan a todas en la accin, que involu-cren a los otros movimientos sociales y a las diferentes comu-nidades para compartir las demandas de las mujeres y susaspiraciones de un nuevo mundo.

    49

    Sntesis de la ponencia presentada en el Panel "Alternativas diver-sas para cambios globales", IV Foro Social Mundial, enero 2004,Mumbai, India

  • 50

  • 51

    Comunicacin ydiversidad cultural:

    luchas convergentes

    Sally Burch*

    Una de las principales fuerzas del movimiento altergloba-lizacin es su capacidad de juntar, bajo las mismas banderas,a sectores y organizaciones que rara vez se haban unido.Organizaciones feministas y campesinas, de afrodescendien-tes y de pobladores, centros de investigacin, artistas ymedios de comunicacin, encuentran all un terreno comn,bajo el paraguas de la propuesta de justicia global, unnimesen su oposicin al modelo econmico excluyente. Estos acer-camientos enriquecen las propuestas y demandas de cada sec-tor; y al allanarse el camino para reconocimientos mutuos, lapropuesta de unidad en la diversidad toma cuerpo.

    Sin duda es ms fcil unirse en la oposicin que en la cons-truccin. Pero no es menos cierto que los procesos de acer-camiento entre sectores y movimientos han inspirado visionesy alternativas que contemplan la sociedad en su conjunto,viendo ms all de las particularidades sectoriales. Como

    * Periodista, Directora Ejecutiva de ALAI.

  • ejemplos: la propuesta de sociedad pluricultural del movi-miento indgena, o la de soberana y seguridad alimentariapara el campo y la ciudad, formulada por movimientos rura-les.

    En cuanto al movimiento de mujeres, uno de sus grandesaciertos ha sido afianzar el reconocimiento de que los dese-quilibrios de poder entre los gneros perjudican a toda lasociedad, y que no son slo "un problema de las mujeres".

    Lo nuevo ahora, es que con el mayor acercamiento de estosmovimientos con otros, se ha desatado un proceso de replan-teo de prioridades, temas y propuestas, donde las visionesfeministas y las perspectivas de la diversidad aportan enfo-ques crticos a una variedad de luchas sociales, a la vez queencuentran nuevas oportunidades de innovar en la generacinde pensamiento y de alternativas. A su vez, esta interaccinabre nuevas perspectivas a sus luchas particulares. Entre lostemas que interpelan respuestas, estn la comunicacin y ladiversidad cultural.

    Tendencias en la comunicacin

    Las tendencias actuales en el mbito de la comunicacintienen implicaciones sociales de un alcance amplsimo. Larpida evolucin de las tecnologas de informacin y comuni-cacin est entre los factores que ms han contribuido a acei-tar y acelerar el proceso de globalizacin econmica, otor-gndole, como nunca antes, un carcter estratgico a la comu-nicacin, lo que explica en gran parte por qu sta se ha con-vertido en sector clave de la economa.

    Entre las expresiones de este proceso, estn la crecienteconcentracin de la propiedad de empresas del sector, y la

    52

  • conversin de la informacin en mercanca. Y si bien apa-rentemente tenemos hoy una gama de opciones comunicacio-nales mucho mayor que en pocas pasadas, lo cierto es questas estn cada vez ms estandarizadas -basta recorrer loscanales de la televisin por cable para darse cuenta-, y con-troladas por un nmero cada vez menor de megacorporacio-nes. Empresas que se identifican ms con los intereses delsector corporativo que con el inters pblico.

    Indudablemente, las nuevas expresiones de la comunica-cin -sea Internet, TV por cable o satlite, telefona celular unotras- tienen una gran utilidad y un lado fuertemente seductor;al punto que se las vende como la "cara atractiva" de la glo-balizacin. En cambio, su lado ms sombro -tecnologa mili-tar ultra secreta, sistemas de vigilancia y espionaje- es prcti-camente invisible y hasta desconocido. Ello quizs explicaporque ha demorado, en relacin a otras luchas, el proceso delevantar la defensa de la democratizacin de la comunicacincomo parte de las agendas sociales.

    Y sin embargo, esta dualidad es lo que permite que este sis-tema se imponga tan sutil y eficazmente. Por un lado, lacomunicacin controlada por grandes empresas est creandolas condiciones para que sin protesta, dejemos subyugar nues-tras mentes y los corazones: bajo un barniz de variedad, seimpone un modelo cultural homogeneizado, que al lmitepuede llegar a colonizar la cultura y el mismo pensamiento.Situacin profundamente preocupante, particularmente paraquienes luchan desde la afirmacin de identidades. Por otrolado, se nos vigila sin que nos demos cuenta. Con esta tena-za, los poderes establecidos aprovechan, no solo para contro-lar el terrorismo como pretenden, sino tambin par contener lalegtima disconformidad social.

    53

  • Pero este es solo parte del panorama, pues, en forma para-lela y en tensin permanente con esta tendencia a la concen-tracin y control de la comunicacin, coexiste otra contraria.Esta segunda reivindica una comunicacin ms democrtica,que garantice la ms amplia diversidad y pluralidad de expre-siones; es orientada hacia mayores oportunidades de partici-pacin social en los procesos de comunicacin y busca devol-ver el control a las comunidades. Tambin aprovecha las faci-lidades de las nuevas tecnologas, que han puesto instrumen-tos mucho ms poderosos en manos de la ciudadana, conoportunidades inditas para comunicarse en red y en formadescentralizada.

    Una de las expresiones de esta segunda tendencia es eldesarrollo ciudadano de Internet. Y uno de los sectores quems lo ha aprovechado es justamente el movimiento alterglo-balizacin, que ha crecido en estrecha simbiosis con la evolu-cin de Internet. Ambos tienen la forma de "red de redes".Internet se ha convertido en el principal mecanismo de inter-comunicacin de estos movimientos, y ellos, -o sus predece-sores- contribuyeron a darle a Internet su caracterstica deespacio libre donde la informacin fluye y se parte abierta ygratuitamente. Sin desconocer las restricciones en el acceso aeste recurso para grandes sectores sociales, sobre todo en elSur, este hecho no le quita su potencial articulador, cuasi uni-versal.

    El movimiento de mujeres fue innovador en este sentido.Desde la primera mitad de los aos 90, al calor del proceso dearticulacin de cara a la IV Conferencia Mundial sobre laMujer (Beijing 1995), adopt el uso de Internet para coordi-narse entre pases y continentes, compartir informacin y tra-bajar propuestas. Tal vez lo ms novedoso fue el mecanismo

    54

  • de comunicacin, -combinando Internet con otros medios,desde la prensa local hasta las cadenas de fax o la casa comu-nitaria-, para que desde Beijing se haga llegar informacindirectamente de las organizaciones presentes hacia las basesen decenas de pases, sin pasar por el filtro de las agencias deprensa internacionales. Esta experiencia, impulsada entreotros por el Programa de Mujeres de la Asociacin para elProgreso de las Comunicaciones y ALAI, se convirti luegoen ejemplo e inspiracin de otras experiencias similares. Hoy,procesos como el Foro Social Mundial, al articular su funcio-namiento en buena parte en torno a Internet, han logrado rit-mos impensables en otras pocas.

    Lo que sera un grave error es presumir que la cualidad deespacio abierto y ciudadano, que caracteriza a una parteimportante de Internet, es algo eterno e inherente a la tecno-loga. El sector empresarial nunca estuvo cmodo en un espa-cio sin dueos, donde la informacin fluye libremente, enton-ces presiona por mayores controles y reas privatizadas. Y envarios pases, el combate al terrorismo ha sido invocado comopretexto para levantar ciertas restricciones al monitoreo deltrfico de mensajes, o incluso obligar a proveedores de servi-cios Internet a entregar informacin sobre sus clientes. Elcaso, el ao pasado, del secuestro temporal de los servidoresde Indymedia en Inglaterra -donde todo indica que hubo unacolusin directa entre gobiernos y una empresa privada- es unantecedente preocupante. En EE.UU. seguramente existenmuchos casos similares que la Ley impide, siquiera develar.

    Espaa, por su parte, introdujo hace pocos aos una legis-lacin que obligaba a registrar la creacin de sitios Web.Como dice el investigador cataln Manuel Castells, "Desdesiempre, el poder se ha basado en el control de la informacin

    55

  • 56

    y de la comunicacin; por tanto, en principio a ningn gobier-no le gusta Internet y la primera obsesin de casi todas lascomisiones gubernamentales creadas sobre la red en las quehe participado es cmo controlar Internet".1

    En estas circunstancias, defender el carcter libre y abiertode Internet se vuelve un imperativo de toda luchadora y todoluchador social.

    Diversidad cultural y libre comercio

    El vnculo entre comunicacin y diversidad cultural fuedestacado, entre otros, en la Declaracin de Sociedad Civil enla Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacin2:

    "La diversidad cultural y lingstica constituye una facetafundamental de las sociedades de la informacin y la comuni-cacin centradas en las personas. Cada cultura tiene una dig-nidad y un valor que han de respetarse y protegerse. La diver-sidad cultural y lingstica se basa, entre otras cosas, en lalibertad de informacin y expresin, y en la libertad que tienetodo el mundo de participar libremente en la vida cultural dela comunidad, en los mbitos local, nacional e internacional.Esta participacin abarca actividades realizadas tanto en cali-dad de usuarios como de productores de contenido cultural. Alas tecnologas de la informacin y la comunicacin, inclui-dos los medios de comunicacin tradicionales, les correspon-de un cometido especialmente importante en el mantenimien-to y el fomento de las culturas e idiomas del mundo".

    1 http://www.rebelion.org/cibercensura/castells070203.htm2 "Construir sociedades de la informacin que atiendan a las necesida-

    des humanas". Declaracin de la Sociedad Civil ante la CMSI,diciembre 2003http://movimientos.org/foro_comunicacion/show_text.php3?key=2346

  • La diversidad cultural se encuentra hoy bajo amenaza,como resultado de los acuerdos de libre comercio, actuales yen negociacin, sobre todo si se imponen medidas que res-tringen la posibilidad de adoptar polticas soberanas en lamateria y se obliga a una apertura sin lmites a la inversin ypenetracin de productos extranjeros. Tal es as que la propiaUNESCO ha emprendido un proceso de elaboracin de unConvencin sobre el tema, destinado a defender el derecho delas naciones y pueblos a proteger y estimular su creacin cul-tural.

    Al respecto, nos debe alertar el hecho que, para la polticanorteamericana, uno de los puntos "no-negociables" en losacuerdos de libre comercio, es la liberalizacin de los pro-ductos mediticos digitales. De hecho EE.UU. ha aflojado lapresin que antes ejerca para desbaratar el proteccionismo desus competidores en el sector meditico y cultural tradicional,debido, entre otros, a la fuerte oposicin de Francia. Pero esinflexible cuando de trata de liberalizar al nuevo sector de ladifusin digital, que es el que est en mayor crecimiento. Esjustamente en este ltimo sector, como la televisin en direc-to por satlite, que se ampla la hegemona de la industria cul-tural transnacionalizada, con implicaciones bastante preocu-pantes para la diversidad cultural.

    La Convencin de la UNESCO, por cierto, es impulsadaprincipalmente por el sector empresarial mediano, que sesiente amenazado por el puado de megaempresas transna-cionales que dominan el sector. A ellos se aaden asociacio-nes de artistas y pequeas productoras, agrupadas en coali-ciones que existen en unos 16 pases. Poca participacin tie-nen los grupos indgenas, afrodescendientes y otros, que sinembargo desarrollaron propuestas relacionadas en el marco de

    57

  • la Conferencia Mundial contra el Racismo (Durban 2001).En todo caso, la Convencin arriesga quedar sin fuerza, sialgunos pases poderosos logran su intento de reducir su man-dato, al negarle un estatus igual o mayor a otros instrumentosinternacionales, como los propios acuerdos de libre comercio.

    Nuevas alianzas

    El emergente movimiento por la democratizacin de lacomunicacin es uno de los sectores que se estn acercando almovimiento alterglobalizacin, y cuyas demandas hancomenzado a permear en l. Uno de los principales espaciosde confluencia mundial en torno al tema es la Campaa porlos Derechos de la Comunicacin en la Sociedad de laInformacin (CRIS, por sus siglas en ingls), que se destacen la coordinacin de las actividades de la sociedad civil, enla Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacin y tieneconvocatoria en materia de comunicacin en el Foro SocialMundial.

    Este movimiento reivindica la necesidad de reforzar losderechos en este mbito, en respuesta a nuevas amenazas,pero tambin para que las nuevas oportunidades se reviertana favor de la ciudadana. Reivindica garantas para la diver-sidad y pluralidad de fuentes informativas, y la democratiza-cin del acceso a los medios de expresin y las nuevas tecno-logas. Apela a una legislacin que limita la concentracin depropiedad de los medios; y lucha por el acceso de los medioscomunitarios a las ondas radiales. Adems, reivindica lainformacin como bien pblico, y defiende la diversidad cul-tural. Impulsa tambin el desarrollo del software libre, entreotros aspectos.

    Algunos escenarios recientes han facilitado nuevas alian-

    58

  • zas en torno a estos temas. Medios comunitarios, defensor@sde derechos humanos, proponentes de una perspectiva degnero en la comunicacin, activistas del software libre, pro-fesionales de la educacin y academia, han encontrado agen-das comunes en escenarios como la Cumbre Mundial de laSociedad de la Informacin (CMSI, Ginebra 2003 y, la segun-da fase en preparacin para noviembre 2005, en Tnez). Enel Foro Social Mundial se busca un acercamiento con losmovimientos en oposicin al llamado "libre comercio" y laguerra, entre otros.

    Entre los temas potenciales para formar alianzas estn losderechos de propiedad intelectual. Las luchas en este campose han concentrado, hasta ahora, sobre todo en aspectos comoel impacto para los farmacuticos, las semillas y los conoci-mientos indgenas milenarios. No obstante, las implicacionesen el mbito de la informacin son cruciales. Pues, la "pro-piedad intelectual" se refiere en gran parte a informacin:datos, programas informticos, ideas, descubrimientos cient-ficos o creaciones culturales, que con la digitalizacin, se pue-den copiar y compartir casi infinitamente. Es uno de los prin-cipales motivos de las presiones de empresas transnacionalesy sus gobiernos aliados para obligar a todos los pases a prohi-bir la copia no autorizada.

    En momentos en que el mundo tiene posibilidades inditasde compartir el conocimiento, y enriquecerlo con el intercam-bio entre culturas, se busca privatizarlo y restringir su circu-lacin, atropellando derechos para el beneficio particular.Esta situacin perjudica principalmente a los pases del Sur ylas culturas minoritarias, que cuentan con menos recursos sis-tematizados de informacin, y cuyos conocimientos estnexpuestos a ser apropiados y patentados por empresas delNorte.

    59

  • El movimiento pro-democratizacin de la comunicacinplantea la nocin de la informacin como bien pblico, quedebe ser protegido como tal. En este sentido, se propone unarevisin del rgimen de propiedad intelectual, para que reco-bre el sentido original de los derechos de auto y patentes, quees garantizar el inters pblico, por sobre las ganancias de lasempresas intermediarias, detentoras actuales de los DPI.

    Aportes desde enfoques de la diversidad y gnero

    En los movimientos que han priorizado el combate a la dis-criminacin y por el reconocimiento a la diversidad, la comu-nicacin fue identificada tempranamente como un rea delucha importante, con un enfoque orientado principalmentehacia los contenidos e imgenes mediticos. Es el caso delmovimiento de mujeres, como tambin de los movimientos deafirmacin tnica o de orientacin sexual.

    Conscientes de la influencia de los medios de comunica-cin en perpetuar o modificar percepciones y actitudes, seemprendi una lucha contra el trato discriminatorio, los este-reotipos e imgenes negativas o denigrantes -especialmenteen la publicidad- y se denunci la "invisibilizacin" de secto-res enteros de la poblacin, en un mundo meditico donde elhombre blanco sigue siendo la figura predominante, sobretodo como sujeto de noticia y opinin.

    Paulatinamente, las presiones ejercidas han logrado modi-ficar las prcticas mediticas, si bien se est lejos an delograr el equilibrio anhelado, como lo atestiguan los resulta-dos de las dos primeras ediciones del Proyecto de MonitoreoMundial de los Medios, liderado por la WACC en 1995 y2000, que demostr la escasa presencia de las mujeres en los

    60

  • medios. La tercera edicin del Monitoreo se realizar enfebrero del 2005.

    La Conferencia de Beijing 95 fue una oportunidad paraampliar propuestas desde las mujeres respecto a la comunica-cin, que se plasmaron en la "seccin J" sobre mujeres ymedios, de la Plataforma de Accin de la ONU. Estas pro-puestas buscaron ir ms all que la sola cuestin de imgenes,para plantear a las mujeres como sujetos y actoras de la comu-nicacin. Apropiacin de las nuevas tecnologas, formacinen comunicacin para las organizaciones de mujeres, presen-cia de las mujeres, con propuestas de gnero, en las instanciasde decisin, fueron algunas de las propuestas destacadas, queapuntan no solo a insertar a las mujeres en el sistema decomunicacin dominante, sino sentar las bases para transfor-mar este sistema y devolver niveles de control a la ciudada-na.

    Las mujeres han realizado importantes aportes tambin enreas como la alfabetizacin meditica, el desarrollo y defen-sa de los medios comunitarios, y las luchas por la defensa dela libertad de expresin. Por ltimo, no podemos olvidar elaporte de medios feministas, que desde enfoques diversos hancontribuido en la prctica a democratizar la comunicacin,incorporando una perspectiva de gnero.

    Los temas topados en las pginas anteriores abordan ape-nas algunos aspectos de la lucha por la democratizacin de lacomunicacin, que ha involucrado a much@s actor@s y sec-tores. Lo destacable ahora son los nuevos puentes que se vanconstruyendo entre estas diferentes reas.

    Desde ALAI, hemos venido abogando por la construccinde una agenda social en comunicacin. Considerando lospoderosos intereses en juego, tenemos la clara conciencia de

    61

  • que muchas de estas luchas sern viables solo en la medida enque movilicen a una gama amplia de actores sociales. Perotambin que el xito de las luchas sociales contra el actualmodelo excluyente depende en buena parte de la democrati-zacin de la comunicacin y su apropiacin social. Ello nosapela a estrechar alianzas, en las cuales el aporte de los enfo-ques de gnero y de diversidad ser fundamental.

    62

    Versin actualizada por la autora de la ponencia presentada en elEncuentro de Mujeres de las Amricas: Hacia Porto Alegre 2003,Cuenca, Ecuador

  • 63

    Semillas para elcambio

    Francisca Rodrguez *

    Las mujeres siempre hemos participado en las luchassociales y en los movimientos, no obstante ese involucra-miento ha sido invisibilizado y minimizado. Por eso es tras-cendente que en la Va Campesina hayamos logrado alcanzarla paridad de gnero, que se transcribe en el cincuenta porciento de participacin en todas las instancias, tanto a nivel delas regiones como a nivel mundial. Esto no es una casualidad,sino que es fruto de una sostenida articulacin de las mujeresy de una presencia cada vez ms visible en los escenarios depropuesta y en la conduccin de acciones.

    Tiene relacin tambin con la concepcin organizativa dela Va Campesina, que es un movimiento mundial creado paraencarar los problemas que genera la globalizacin capitalistaen el campo, con una agenda de luchas que tienen que ver conproblemas muy antiguos, como lo son todos los relacionadoscon el campo, pero con una perspectiva poltica nueva. Enese sentido, la propia articulacin de este movimiento campe-

    * Luchadora histrica y lder del movimiento de Mujeres del Campo,Miembro de la Va Campesina Internacional y de la Campaa por laDefensa de las Semillas como patrimonio de los Pueblos

  • sino mundial, es en s una propuesta alternativa al modelo,pues tanto los contenidos como las prcticas reflejan unavisin del otro mundo posible, no slo para el campo sinopara toda la humanidad y el planeta.

    En los ltimos aos, a pesar de la crudeza de las polticaseconmicas neoliberales, las mujeres hemos logrado guardarun protagonismo bastante importante en la participacin de lavida econmica y social, manteniendo adems la fortalezanecesaria para poder enfrentar situaciones tan graves como laeviccin del campo y su transnacionalizacin; el empobreci-miento y la desposesin del campesinado; el hambre, parad-jicamente, creciente en un mundo que es capaz de generar ali-mentos para toda la poblacin y de crear situaciones de digni-dad para la vida del ser humano y de paso del planeta.

    Hace diez aos, en la I Cumbre Mundial de laAlimentacin, la Va Campesina hizo una propuesta almundo: la soberana alimentaria, que es distinta del conceptode seguridad alimentaria, pues tiene que ver con el derecho delos pueblos a producir sus alimentos, a desarrollar sus siste-mas agrcolas, a tener alimentos sanos y nutritivos para lapoblacin. Este concepto est estrechamente relacionado conaquel de la soberana de las personas y la ciudadana.

    Si somos capaces de lograr nuestra soberana como ciuda-danas/os, podremos lograr la soberana de nuestra comunidad,podremos establecer lazos de amistad, de solidaridad, deentendimiento entre seres humanos y podremos avanzar pararesolver problemas como el Acuerdo de Libre Comercio delas Amricas (ALCA) y construir un mundo ms humano,donde efectivamente las personas tengamos derecho y digni-dad. Es un derecho de las personas acceder a sus propio ali-mentos, pero para poder hacerlo tenemos que ser capaces de

    64

  • volver a mirarnos hacia adentro, de retratar nuestra cultura, dereconocernos a nosotras/os mismas/os, de mirar a la personade frente y saber que el mundo es diverso y que la necesidadpuede ser comn.

    No debemos permitir que las reglas del poder capitalistadirijan los destinos de nuestros pases, conviertan nuestros ali-mentos en mercanca, para a travs de ese argumento dominara los pueblos en el mundo.

    De ah la importancia de movilizarnos contra laOrganizacin Mundial de Comercio, como sucedi enCancn, Mxico, un pas que, como muchos otros, hoy daest sufriendo un atentando mayor: la prdida de su maz ori-ginario, para ser reemplazado por el hbrido que resulta se lassemillas genticamente modificadas que imponen las empre-sas transnacionales. Igual sucede con el arroz, pues las mis-mas empresas estn mutando las 4.000 variedades que hay enAsia y las 1.800 que tenemos en las Amricas, para producirapenas tres variedades, eliminando as las posibilidades delautosustento alimenticio de la poblacin.

    De all la importancia del compromiso de defender el mazde Mxico, el arroz de la India y de los pases asiticos, yotros productos de otras partes, ya que son los granos que nosdan vida y alimento a cada una/o de nosotros. Es por lo tantourgente revertir esta situacin y hacer que los alimentos seanproducidos en funcin de las necesidades humanas, en equili-brio con los ecosistemas, y no en funcin de los beneficiosmercantiles.

    La Campaa de Va Campesina por la soberana alimenta-ria contempla a la vez dos otras. La primera es la de la refor-ma agraria: para recuperar la tierra y poder vivir y trabajar enella. Esto tiene que ver tambin con la defensa y recuperacin

    65

  • de los territorios de los pueblos indgenas, con las identidadesy culturas. Y a la vez es indisociable de la luc