MUERTE EN EL INSTITUTOLa niebla iluminada por la luna acariciaba el tejado del instituto. Allí, el

conserje, desvelado, alargaba el brazo para coger su libro preferido: Viaje al

centro de la Tierra de Julio Verne. Comenzó a leer y, cuando apenas llevaba un

par de líneas, le pareció oír una voz al otro lado de la puerta. Extrañado, se acercó

hasta allí. Siempre había sido bastante curioso, por lo que se puso a escuchar la

conversación que llegaba tenuemente hasta sus oídos. Aguzó el oído para

escuchar, ya que hablaban en voz muy baja.

Por suerte, pudo reconocer una de las voces… era la del director.

-¡No puedo permitir que sigas haciendo esto!- decía una voz desconocida.

-No me importa lo que puedas decirme- repuso el director.

-¡TE DENUNCIARÉ A LA POLICÍA!- REPLICÓ LA OTRA PERSONA.

-¡Te aseguro que no vas a ir a ningún sitio!- gritó el director amenazante.

Seguidamente, se oyó un grito y el conserje, asustado, decidió abrir la

puerta para ver qué había ocurrido. Descubrió a una persona en el suelo, cubierta

de sangre. Había sido apuñalada, pero el director no estaba por ninguna parte. A

la víctima todavía le quedaba un resquicio de vida y dijo:

- ¡Cuidado!

Al oírlo, el conserje se dio la vuelta y vio al director acercándose con el

puñal en la mano. Sin pensárselo dos veces, el conserje echó a correr para salir lo

antes posible del instituto.

- He cerrado todas las puertas, ¡no podrás escapar! - dijo el director con un

extraño brillo en su mirada. Saboreaba anticipadamente su victoria.

El conserje estaba acorralado, pero no perdió la esperanza. Corrió hasta el

servicio y se encerró en él. Mientras el director aporreaba la puerta para entrar, el

conserje abrió la ventana y salió al patio interior del instituto. El director le

perseguía, mientras el conserje intentaba saltar la valla. Estaba tan nervioso y era

tan corpulento que no le resultaba fácil, por lo que el director logró alcanzarlo y le

apuñaló en el brazo. Aun así consiguió escapar y se dirigió a la comisaría de

policía. Corrió lo más rápido que pudo porque el director le seguía de cerca, pero

pudo llegar antes de que le alcanzara.

LE CONTÓ TODO AL PRIMER POLICÍA QUE ENCONTRÓ, EL CUAL SE ALARMÓ MUCHO AL

ESCUCHAR LA HISTORIA Y AL VER LA SANGRE QUE CAÍA DE SU BRAZO. LE AYUDÓ A

SENTARSE JUSTO ANTES DE QUE PERDIERA EL CONOCIMIENTO.

Cuando la policía llegó al instituto para ver la escena del crimen, se encontró unpanorama grotesco: la víctima parecía haber sido apuñalada varias veces. Yacía alfinal del pasillo principal donde la sangre lo cubría todo e incluso se filtraba por lasrendijas de las puertas más cercanas.

Los policías comenzaron a registrar el resto del instituto. Cuando entraron en eldespacho del director, se lo encontraron ahorcado con una cuerda que colgaba delos tubos de la calefacción. Sin duda, tras ver que el testigo había escapado, eldirector decidió acabar con su vida.

En uno de los cajones de su mesa descubrieron unos extraños informes. En ellosse recogían datos de algunos alumnos que habían desaparecido del instituto y alos que, al parecer, se había utilizado para una serie de experimentos sobre cómomanipular la mente humana. Estos informes aparecían firmados por el director ypor otra persona, una tal Cristina Domínguez.

Tras hacer las averiguaciones oportunas, descubrieron la identidad de la víctimadel crimen: se trataba de Ernesto Domínguez, un alto funcionario del Ministerio delInterior. Y la mujer que había colaborado con el director en tan arriesgadoexperimento resultó ser su hija. Ésta, llevada por terribles remordimientos, habíaconfesado todo a su padre antes de huir del país. Fue así como ErnestoDomínguez encontró la muerte al intentar detener el horrible empeño del director.

UNA VEZ RECUPERADO, EL CONSERJE VOLVIÓ AL INSTITUTO PARA REANUDAR SU VIDA

NORMAL. SE DIRIGIÓ AL DESPACHO DEL NUEVO DIRECTOR PARA PRESENTARSE. ÉSTE

ESTABA DE ESPALDAS A LA PUERTA, MIRANDO ABSORTO POR LA VENTANA QUE DABA AL

PATIO. SE VOLVIÓ AL OÍR QUE ALGUIEN ENTRABA Y, CUANDO SU MIRADA SE CRUZÓ CON LA

DEL CONSERJE, ÉSTE CAYÓ FULMINADO. EL INFARTO QUE LE DIAGNOSTICARON TRAS SU

MUERTE DEBÍA DE TENER ALGUNA CAUSA… NUNCA LO SUPIMOS, PERO EN EL INSTITUTO

SIGUIERON DESAPARECIENDO ALUMNOS MISTERIOSAMENTE.