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1 Retrocrónica Franco Méndez Calvillo Centro Cultural Tijuana (CECUT) Mónica Denisse Arreola Casillas Maestría en Historia del Arte Moderno y Contemporáneo Materia Crítica Museal Casa Lamm, 05 junio del 2013

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Retrocrónica

Franco Méndez Calvillo

Centro Cultural Tijuana (CECUT)

Mónica Denisse Arreola Casillas

Maestría en Historia del Arte Moderno y Contemporáneo

Materia Crítica Museal

Casa Lamm, 05 junio del 2013

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Índice

1.- Introducción

2.- Retrocrónica

3.- Bibliografía

4.- Lista de ilustraciones

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Introducción

El ensayo que presento como trabajo final para la materia de Crítica Museal es de tipo

impresionista, en donde la sensibilidad artística del crítico es la intuición y la creatividad a partir

de un lenguaje poético.

El trabajo está enfocado en la exposición que actualmente presenta el Centro Cultural Tijuana

(CECUT), una retrospectiva del artista Franco Méndez Calvillo.

Nacido en San Luis Potosí en 1948, es considerado en la actualidad como un artista Tijuanense,

debido a que cuenta con más de 20 años de residencia en esta ciudad fronteriza.

Franco Méndez Calvillo ha ganado varios premios a nivel internacional, por ejemplo en 2005 se

hizo acreedor al “Premio Especial de la Primera Bienal de Arte Contemporáneo en Arad,

Rumania”, en 1995 obtuvo el “Primer Lugar de Pintura en la V Bienal del Noroeste en Culiacán

Sinaloa” y en 1993 el “Primer Lugar en Pintura y Tercer Lugar en Acuarela de la X Bienal de

Baja California”.

Con el ensayo “Retrocrónica” que presento a continuación, analizo cuatro temas que el artista

Franco Méndez Calvillo a desarrollado durante su trayectoria pictórica: el tiempo, la guerra, el

cuerpo y la deformación, todo ellos han sido abordados en distintas técnicas y formatos, pasando

de la pintura, al collage o de la instalación al objeto.

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“Retrocrónica”

Franco Méndez Calvillo, nace en San Luis Potosí y se graduó de médico en la Escuela de

Medicina de S.L.P.

Desde hace varios años decide cambiar los utensilios médicos por pinceles, la sala de cirugía por

su estudio y los hospitales por museos y galerías; el cambio de profesión de Méndez Calvillo se

da amistosamente, como él mismo declara: “Me he divorciado amigablemente de la práctica

médica”1; en la actualidad Méndez Calvillo se dedica de tiempo completo a las artes plásticas.

A principios del mes de abril, el Centro Cultura Tijuana inauguró en la Sala 3 de exposiciones de

“El Cubo” la exposición “Retrocrónica”. Una revisión que abarca 20 años de trayectoria del

artista.

Con “Retrocrónica” el Centro Cultural de Tijuana y bajo la curaduría de Carlos Ashida

presentan una extensa colección construida a partir de óleos, collages, arte objeto y tinta sobre

papel.

Méndez Calvillo nos introduce en grandes historias pictóricas, sus contenidos son complejos, y

aborda temas como el tiempo, la guerra, el cuerpo y la deformación, los cuales son parte de la

vida de Méndez Calvillo. Del mismo modo, estos temas recurrentes en su obra también figuran

como conceptos que habitan y emergen de su mente y piel de manera cotidiana.

Las selecciones de las obras muestran panoramas coloridos y oscuros, técnicas opuestas; no

existe una línea continua, es pasar del mar al desierto, son polos opuestos.

“Retrocrónica” presenta temas distantes y desiguales, son bitácoras gráficas que narran los

pensamientos y preocupaciones de Méndez Calvillo, recorre lo íntimo y lo social a través de

                                                                                                                         1Carlos Ashida, “Retrocrónica”, hoja de sala, Centro Cultural Tijuana. Fecha de consulta: 20 de mayo del 2013.  

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mensajes que producen desconcierto y tranquilidad. Méndez Calvillo juega con nuestra

percepción a través de sus trazos y colores.

Las primeras tildes cromáticas del artista germinan a partir del concepto del tiempo y es

representado en múltiples calendarios en distintos tamaños y técnicas.

El tiempo para Méndez Calvillo es su motor, a través de él produce contextos y realidades de su

subconsciente. El tiempo establece y fragmenta situaciones, Méndez Calvillo desborda paraísos

mentales en observatorios cromáticos.

Franco Méndez Calvillo establece la concepción del tiempo con horizontes salpicados de color,

con ambientes fragmentados y distorsionados; por ejemplo en 1996 realiza “Estandarte

Calendario Bisiesto” (fig.1), de papel craft, acrílico y collage, una obra conformada por dos

estolas a gran escala, una en fondo negro y otra en fondo blanco.

Méndez Calvillo a partir de trazos gruesos, delgados e inciertos va creando siluetas humanas,

rostros, círculos, líneas, flores, árboles, manchas casuales y números; todos ellos convergen de

forma caótica. Méndez Calvillo mezcla colores brillantes como amarillos, rojos, verdes y

anaranjados. Los números dibujados por el artista producen ansiedad, parecen tener movilidad y

prisa.

En la primera estola con fondo negro un hombre nos introduce entre dos árboles y una mujer da

la bienvenida, en la parte superior de la misma varios rostros en distintos ángulos nos sorprenden,

sus gestos intentan contarnos una historia. Los rostros pintados arriba son los sueños dislocados

del hombre, el cual aparece al centro de la estola con los brazos extendidos, da la impresión que

el hombre intenta comunicarse con su subconsciente. La estola también sugiere la noche.

La segunda estola en fondo blanco es ligera, una figura humana al centro florece y es difícil

definir su sexo, la silueta parece ausente y perdida, da la impresión de no afrontar su destino, su

rostro es incapaz de vernos directamente, un pasaje al centro le da la bienvenida, la figura

humana parece temerosa de seguir su camino por el horizonte.

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También en la pintura observamos un calendario en la parte inferior con números en color blanco

y dividido por meses, el calendario es un elemento que nos ubica y designa un momento. Méndez

Calvillo posiciona al calendario como una cimentación para la silueta, es aquel que intenta

sostener la inestabilidad y el desconcierto del andrógino.

Ambas estolas se complementan, son la noche y el día, lo contenido y lo abierto.

Fig. 1, Franco Méndez Calvillo, “Estandarte Calendario Bisiesto”, 1996. Papel craft, acrílico y collage.

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Un año después, en 1997 realiza el acrílico sobre tela “Todos los días del año” (fig. 2), en esta

obra Méndez Calvillo muestra el interior de una casa, un rincón acogedor y ausente del mundo;

afuera de la habitación no existe nada, todo sucede en la pequeña vivienda. Al centro aparece un

comedor en forma circular en color gris, un florero transparente contiene agua y muestra algunas

flores con vida, debajo de la mesa descansan dos perros sobre un tapete en color rojo.

En la pared encontramos el objetivo principal de Méndez Calvillo: el tiempo, el cual es

representado a partir de un calendario minimalista. Sobre el muro leemos simplemente el mes y

una numeración abreviada.

“Todos los días del año” (fig. 2) produce bienestar doméstico, tranquilla y quietud, pareciera

que Méndez Calvillo nos indica que sus días son de gran serenidad, sin embargo, en medio de la

pintura aparece de manera abrupta y salvaje una fractura, una línea deforme, el dolor y la

intranquilidad son representados a través de una inesperada falla sobre la pared, colores oscuros

intentan ser parte de la habitación, sin permiso la línea burda interrumpe.

Los dos perros sumisos y la falla inestable son contenidos por la habitación que mimetiza el

cuerpo del artista, todo lo que sucede dentro del espacio son las emociones y los desasosiegos de

Franco Méndez Calvillo.

“Todos los días del año” (fig. 2), sugiere la esquina de un ring de boxeo, en donde dos

personalidades opuestas luchan por sobrevivir. Orden y caos se enfrentan, dos ideas provocativas

del artista, lo blanquecino y lo negro intenta hibridarse.

Méndez Calvillo con “Todos los días del año” (fig. 2) vuelve a sorprender al mezclar dos

extremos opuestos, tranquilidad e impaciencia, dos formas de vida que siguen al artista

constantemente y se hacen presente en cada momento, con “Todos los días del año” (fig. 2), el

artista nos deja entrever su intimidad.

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Fig. 2, Franco Méndez Calvillo, “Todos los días del año”, 1997. Acrílico sobre tela.

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Méndez Calvillo es un artista plural, pasa de lo íntimo a lo social al momento de crear un nuevo

perfil en sus manifestaciones cromáticas, por ejemplo con su obra “Juego de Mesa” (fig. 3) del

año 2003 se introduce en un tema distinto, la guerra.

Con “Juego de Mesa” (fig. 3), el artista produce su habitual contraste gráfico, tonos claros

frente a tonos oscuros se enfrentan nuevamente.

En la pintura observamos dos figuras en color verde, ambas se retan, el contorno delineado que

causa Méndez Calvillo para definir las siluetas nos recuerda a las figurillas plásticas de los juegos

infantiles de guerra.

Una mesa es el escenario principal, es el imán que atrae a los dos soldados, íconos comerciales de

la industrial infantil, ambos se desafían, sus sombras sostienen con fuerza su inestabilidad,

alrededor de ellos no existe nada, un vacío observa el enfrentamiento entre ellos. La mesa

cuadrada representa el mundo y sus desequilibrios sociales, políticos, económicos y culturales.

Los trajes de ambos soldados mantienen trazos gruesos, son brochazos de pintura en distintos

tonos de color verde, su diseño es pesado, son un anclaje, ambos soldados no pueden moverse,

han sido situados en dos puntos estratégicos y para moverse necesitan de una tercera persona que

el artista no incluye en la pintura, simplemente lo sugiere y uno como espectador de la pintura

debe imaginar al gobernante de ambas figuras.

Méndez Calvillo con “Juego de Mesa” (fig. 3), define la guerra como un juego estratégico e

inteligente, una operación dirigida por alguien más que no muestra su cara y los soldados son

simples figuras sin autonomía.

En “Juego de Mesa” (fig. 3), no existen balas, ni sangre, ni una escena violenta, en su lugar

observamos dos soldados inertes y de ellos brotan flores con matices de colores suaves y ligeros,

las flores representan alianza y bienestar, dialogan entre sí, son el mensaje principal que Méndez

Calvillo propone: la conciliación entre nosotros mismos.

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Fig. 3, Franco Méndez Calvillo, “Juegos de Mesa”, 2003. Acrílico sobre tela.

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Dos años más tarde en el 2005, Franco Méndez Calvillo experimenta una nueva etapa en su

creación artística. Por ejemplo la paleta de colores es más novedosa, provocadora y fría; su tema

reside a partir de la deformación del rostro humano y su técnica también se extiende, comienza a

experimentar con el collage sin olvidarse también de la pintura.

Su nueva tema es un juego anatómico, Méndez Calvillo genera nuevos rostros sin bisturí. Son

aparentemente ejercicios gráficos que le recuerda su quehacer como médico, una profesión que

abandonó muchos años atrás.

Imágenes de hombres, mujeres y niños se convierten en sus pacientes virtuales y resignados a

recibir un nuevo rostro, son una maqueta en construcción y una posibilidad para crear un nuevo

ensayo científico.

El tema de la deformación le da la posibilidad a Méndez Calvillo de generar una acción y un

nuevo efecto en los rostros, la alteración que genera es una metamorfosis ejercida con cautela.

Ya sea en papel o sobre tela, Méndez Calvillo trabaja como un cirujano experto y sin temor a

equivocarse, extrae e injerta bocas, ojos, brazos, dientes, etcétera.

Por ejemplo con su pintura “Madame Blue” (fig 4), un acrílico sobre tela del año 2005, Méndez

Calvillo da a conocer una de sus descomposiciones más emblemáticas, una mujer de piel blanca,

cabello negro y ojos verdes viste un saco limpio en color blanco, acompañado dramáticamente de

una blusa en azul, “Madame Blue” (fig 4), se convierte en su modelo de experimentación y

transformación cutánea.

El rostro de “Madame Blue” (fig 4), es el primer y único plano que nos muestra el artista en la

pintura, la fisonomía de la mujer es el mapa a contemplar, es un territorio en donde Franco

Méndez Calvillo empieza a excavar y modificar la topografía de sus facciones.

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Una de las alteraciones más evidente en “Madame Blue” (fig 4), es su ojo izquierdo, la mirada

de la mujer es ausente, su doble ojo demuestra la intensidad de su contemplación, no hay indicio

de lo que observa. Es un secreto, no importa.

Su boca deformada nos recuerda a un pez en movimiento y saltando; sus labios son un animal

danzante y contenido. Conocer el pensamiento de la mujer es complejo, su indiferencia nos

limita, su ausencia nos abstrae, produce desconcierto.

Deducir el pensamiento de “Madame Blue” (fig 4) es imposible, toda ella es para Franco

Méndez Calvillo lo insostenible, lo improbable, lo quimérico e irreal.

Fig. 4, Franco Méndez Calvillo, “Madame Blue”, 2005. Acrílico sobre tela.

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Por otro lado, con su obra “Trasplante total de cara (dolor y juventud)” (fig. 5), del año 2006,

el artista se enfrenta a un nuevo proceso de trasplante fisonómico inédito y creativo. A partir del

collage muestra un nuevo significado a la deformación facial, más brutal y fría.

La imagen muestra el dolor mimetizado en vejez, para el artista el dolor es un proceso añejo e

insoportable, niebla la personalidad primaria de lo que somos, el dolor borra la verdad.

Contemplar “Trasplante total de cara (dolor y juventud)” (fig. 5), es entender que ante el

dolor, la juventud se vuelve una ilusión.

Con el collage, Méndez Calvillo muestra la polaridad del ser humano, encontramos nuevamente

un concepto recurrente en su obra, otra vez juega con los polos opuestos, extremos forzados que

son parte de la vida cotidiana del artista.

La imagen postiza que produce Méndez Calvillo contrapone dos texturas distintas de la piel, una

suave y una dura. Quedando de manifiesto la desigualdad estética, la piel sugiere ser un reloj,

designa dos tiempos, dos épocas imposibles de mezclar.

Los brazos de la mujer invisible, la joven oculta, parecen estar tensos, las manos no desean ser

distanciadas una de la otra, semejan un candado y han sido presionadas y cerradas para contender

la inestabilidad emocional que le aqueja.

Con “Retrocrónica”, el Centro Cultural de Tijuana exhibe un oleaje pictórico de gran intensidad

producido por el artista Franco Méndez Calvillo. Durante el recorrido de la exposición se logra

visualizar todo aquello que ha sido parte de la vida del artista, cada pintura es un rosetón

compuesto de matices contrastados, un sube y baja de emociones, una experimentación cautelosa

originada por la mezcla de colores y técnicas desiguales.

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Lo opuesto para Franco Méndez Calvillo produce una línea divisoria invisible en su obra, lo

heterogéneo de sus temas y sus técnicas nos sugiere una frontera, dos geografías distintas.

La obra de Méndez Calvillo nos incita como espectador a sumergirnos en sus texturas intangibles

lentamente, desojar paulatinamente cada capa de color, para después encontrar una crónica íntima

que nace del subconsciente del artista.

Fig. 5, Franco Méndez Calvillo, “Con trasplante total de cara” (dolor y juventud), 2006. Collage.

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Bibliografía 1.- Carlos Ashida, “Retrocrónica”, hoja de sala, Centro Cultural Tijuana. Fecha de consulta: 20 de mayo del 2013. Lista de ilustraciones pág. 1.- Franco Méndez Calvillo, “Estandarte Calendario Bisiesto”, 1996. Papel craft, acrílico y collage……………………………………………………….………6 2.- Franco Méndez Calvillo, “Todos los días del año”, 1997. Acrílico sobre tela………………………………………………………………………...…8 3.- Franco Méndez Calvillo, “Juegos de Mesa”, 2003. Acrílico sobre tela…………………………………………………………………………...10 4.- Franco Méndez Calvillo, “Madame Blue”, 2005. Acrílico sobre tela……………………………………………………………………..……12 5.- Franco Méndez Calvillo, “Con trasplante total de cara” (dolor y juventud), 2006. Collage………………………………………………………………………………………14