finalidad (así consta en la copia de estatutos amablemente remi- tida) de facilitar la repoblación, en las Islas Canarias, de sus es- pecies avícolas típicas, hoy muy mermadas muchas de ellas debido al escaso cuidado y atención que se les ha dispensado; el mismo Centro tendrá también a su cargo el estudio de especies exótica? cuya introducción y aclimatación en las islas se estime íitil, as1 como el de aquellas otras que, por su carácter ornamental, sono- ridad de canto o cualquier otro atractivo, proceda exponer a la admiración del público en el recinto del Centro.

El lugar elegido para la instalación de los aviarios y demás dependencias está situado en la zona volcánica de ((Montañas Ne- gras», monte público de Garachico (Tenerife). El Centro depen- derá de un Patronato, del que será Presidente nato el Gobernador Civil de la provincia y Presidente efectivo el de la Mancomunidad Interinsular de Tenerife. Como Secretario del Patronato actuará un Ayudante de Montes del Distrito, haciendo el propio Director del Centro de Asesor técnico.

MODERSOS hlETODOS DE PROTECCION CONTRA AVES QUE CAUSAN DANOS EN LA AGRICUI-TURA

La gente rural y los propietarios claman contra los perjuicios que ciertos animales causan en las cosechas. No reparan en in- vocar los más destructores medios contra la fauna, sobrepasando el verdadero limite del problema. Se ignora que la agricultura y las actividades agrícolas son perfectamente compatibles con una mejor conservación de la fauna, y no sólo en los montes y serra- nías apartados, sino en la propia campiña. Se olvida que existen muchas especies auxiliares para los cultivos y bosques, y que la tnás duradera política es un relativo control de equilibrios bio- lógicos. En los países subdesarrollados entran también en juego campañas viciosas y desorbitadas movidas, directa o indirectamen- te por ciertas industrias que fabrican pesticidades (hecho éste que, por ejen~plo, se deja sentir exageradamente en los nuevos países independizados del Africa negra). Y, sobre todo, se des- conoce el hecho básico de que la propia agricultura, al imponer nuevos biotopos artificiales destruyendo los viejísimos ambientes natiirales, crea las situaciones propicias para el desarrollo de los animales plaga, que son siempre una minoría y con frecuencia de naturaleza esótica. .

En octubre de 1961, la recién creada Unión Internacional de Ornitología Aplicada celebró una reunión en Versalles. Coinci-

dieiido coi1 ella tiiio lugar u11 coloqiiio sobre medios de protec- ción contra aves daiiiiias, criyos resultados so11 tan interesantes que bien merecen unos conieiitarios. Cientificos y tkciiicos de va- rios países de Europa, América y Asia, preseiitnroii ponencias que fueron objeto de discusión.

Constituye muy Iiala,rrüeíio síiitoma que dentro de tina reunión de esta iiidole haya prevalecido el enfoqiie mesurado y cientifico de las ciiestiones. La postura drástica del Iiombre frente a la na- turaleza -la ol>sesión destructora- no conduce a liada bueno. o sólo sirve para abrir mayores interrogantes. Exterminaciones tru- culentas, como las realizadas recientemente con estorninos ein- pleaiido venenos y dinamita en Túnez, aunque en parte justifica- das, se miran después con tanto recelo como escepticismo, y e11 ciertos países cultos Iiari despertado viva oposición.

He aquí el acuerdo tinái~irne tomado por !a Uiiióii Interiiacioiial de Ornitología A01ic;ida en el reciente coloquio:

<<La U. 1. O. A. llama la atención de las diversas organizacio- nes de todos los paises interesado5 eii el problema de la lucha contra ciertas especies (le aves y en el problema de la protección a las aves en general, sobre la necesidad imperiosa de desarrollar conocimieiitos básicos acerca de la sicologia y fisiología de las especies más cominies o niás importantes. Es iniiy deseable el fomento de la iti\.estigaciÓii fiiiidaiiieiital acerca de las fuiiciones sensoriales de las aves y sil coiiiportamiento, para poder mejor desarrollar después los medios de :irclia y las medidas de pro- tección.))

En el referido coloqiiio se revisar011 los niétodos antiguos y modernos, iisaclos en uiios 11 otros países para ahuyentar aves da- iiinas. Desde hace un par de décadas estos métodos -que no habían rebasado el círculo empirico o popiilar- son sometidos a estiidios y pruebas cietitificameiite enji~iciados, :f las modernas investigaciones han perniitido idear procediii~ientos totalineiite nire- ros de mayor eficacia. A continuación pasaiiios rápida revista a algniios de los iiiievos métodos.

Método fo~roacr;s/ico.-La idea de registrar gritos de teiiior de aves <laiiiiias para emitirlos discontiiiiiainente en el lugar de ata- qiie no es nueua, pero sil aplicación con éxito si lo es, y Iia sido posible desde que los aparatos registradores y emisores alcanzan el necesario grado de perfección y portabilidad. A partir de los pioneros eiisayos de Voii Frings en Peiinsylvaiiia en 3055, este mé- todo se propaga rápidaniente entre los círculos experimentales de varios países: Alemania, Francia, Gran Bretaca, Suiza, Holanda, etcétera. Von Priiigs utilizó el método para ahuyentar estorninos de un dormidero iiireriial emplazado sobre la casa co~isistorial de la ciudad de Filadelfin. Hoy las coiiceiitracioiies de e~toriiiiios son

un serio problema en varios Estados de los EE. UU. En la fa- chada del citado edificio llegaban a reunirse más de 100.000 pá- jaros.

El primer paso consiste en registrar series copiosas de gritos de miedo del ave que se desea ahuyentar. Esto no siempre es fácil. Las ares suelen tener gritos muy diversos, cada uno con su especial significado. Del estornino, por ejemplo, se registró en un principio cierto grito que expresa miedo o angustia, colgando sucesivamente cabeza asbajo una serie de estorninos recién atra- pados delante del magnetofón registrador. Este fue el grito en- sayado en E E U.U., y poco después en Francia y otros países centroeuropeos interesados en defender cereales o viñedos de los ataques de la Estúrnida. Pero, recientemente, experimentos reali- zados por la Estación Ornitológica de Frankfurt, demuestran que el ave posee otro grito con significado de alarma, menos chi- llón, pero bastante más eficaz, el cual se ensaya hoy con éxitos positivos en varios países.

El éxito de la aplicación depende de varias condiciones. Una importante, es que el grito artificialmente emitido se propague en las direcciones convenientes y de modo que alcance con una inten- sidad suficiente el oído del grueso de las aves que se desea espan- tar. Además, el registro debe tener calidad; gritos mezclados o con fondo ruidoso («sucio») pueden producir solo escaso o ningún efecto. Algunos fracasos ocurrieron por utilizar cintas magneto- fónicas copiadas por segunda o tercera vez del original. Otra con- dición muy importante es la dosificación adecuada, para evitar ha- bittiación. Las aves no son máquinas, sino individuos vivos y su sique tiene reacciones elásticas, como la nuestra; llegan a acos- tumbrarse a gritos espantosos cuando son monótona y estúpida- mente insistidos. Como regla general se preconiza la emisión de gritos magnetofónicos por breves intervalos no superiores a 2-3 minutos (en ciertos casos mucho más cortos), separados por si- lencios prolongados, en un principio de 10-15 minutos, y después, al ir dando resultado la aplicación, cada vez mayores, hasta de una hora o más. Si el método se despliega adecuadamente, consi- gue efectos superiores a los de cualquier otro: no se produce ha- bituación en las aves y la huída o conducta espantadiza se prolon- ga por muchos días.

Desde 1958 y 1959, Gross, Schmitt y otros investigadores ale- manes ensayan y recomiendan un método mixto para obtener la máxima persistencia del efecto cuando el problema consiste e n ahuyentar una gran cantidad de aves persistentemente arraigadas en algún dormidero o cultivo. El método mixto combina el proce- dimiento fonoacústico descrito con procedimientos piroacústicos y, si es de noche, también con el uso de focos. Ha dado buenos re- sultados en dormideros de estorninos y Córvidos. Se realiza una aplicación fuerte al cerrar la noche, y otra breve al amanecer, lo

que parece es soficieiite en ciertos casos para que las bandadas no retornen en todo el resto de la temporada.

Para el registro de los gritos se utiliza un micrófono con preaniplificador conectado a 1111 magnetofón portátil. La emisión puede Iiacerse con el mismo magiietofóii u otro mejor, al que se conecta un amplificador de por lo menos 10 W, unido a su vez con altavoz de cámara de compresión. En el campo, cada aparato emisor se conecta con varios a1t:ivoces estratégicamente situados.

E1 método foi~oacGstico Iia dado muy buen resultado con es- torninos, tanto de noche en dormideros de carrizal o edificios, como de dia en viñedos y cerezales. Tuvo sus más serias aplica- ciones eii Alemania, Suiza y EE. UU. Se ha usado también efi- cazmente para ahuyentar Córvidos de arboledas donde duermen, o de cultivos que atacan. En l9Gl habia en Francia 10 aparatos en fuiicionamiento, construidos por encargo del Institut Riatioiial de la Recherclie Aerotiomiaue. Dara esoantar Graias (Cordus frtc- - . . . gilc,~rcs), Cornejas (C. corone), ~ h o v a s (C. mo?trkrrlaj y ~ r r e n d a - jos (G~rrtclccs glondariits). En Arizona el mismo método dió buen resiiltado para espantar Alondras cornudas (Ercmopliila) de las plantaciones de lecliiigas. Más abajo nos referimos a la interesante aplicación que tiene el nirevo método en aeródroinos.

Mhtodo de la robcrt~ra.-Cubrir hortalizas, arbustos y Iiastn árboles frutales con telas metálicas o redes es uii viejo reciirso para rescatar la fruta madura del ataque de los frugivoros. Método eficaz cien por cien, pero caro o impracticable en campos o Iiuer- tos de cierta extensión.

Muy recientemente se Iia empezado a aplicar con éxito un nuevo método de cobertura en Alemaiiia, Suiza y Francia, a base de fibra viscosa, especie de celulosa elástica. Ha dado buen resul- tado en viñedos y árboles friitales. La fibra viene de fábrica en forma de gruesa inecha que fácilmente se desliilacha y estira, Iiasta producir algo parecido a tela de araña qiie queda recubrien- do toda la planta o las sumidades que importe proteger. Un metro de mecha proporciona iina de red de 1,50 x 1 metros de extensión. Las aves reaccionan negativamente frente a estas telas y no in- tentan traspasarlas a pesar de ser relativameiite fáciles de romper y transgredir. No lloviendo ni reinando tiempo ventoso, la tela se conserva intacL1 y activa durante 3 o 4 semanas. Estorninos, mirlos y zorzales son l:is aves Irogivoras impedidas con este pro- cedimiento.

Métodos piroact~sticos.-Detonaciones y colietes son también viejos recursos. Muy propagado está el detonador de acetileno. Eii general, el efecto de estos aparatos no diira más de 4-5 días ; las aves se siguen espantando siempre con cada detonación, pero acaban por liabitiiarse y regresan al momento. Los detonadores

tienen también el inconveniente de ser excesivamente ruidosos para aplicaciones en comarcas habitadas, y han dado lugar a de- nuncias y pleitos.

Actualmente ciertas casas alemanas tienen a la venta modelos de detonadores más eficaces, entre ellos el llamado ((iápiz bolera (Kugelschreiber) y el revólver automático, los cuales lanzan el cartucho alternativamente en una u otra dirección hasta distancias de 50-70 metros, que es donde explota.

Métodos repelentes.-Aprovechando nuevos productos quími- cos de acción repiilsiva especifica, se vienen ensayando reciente- mente métodos para proteger yemas de frutales contra Cama- chuelos, Verderones y (ocasionalmente) contra Carboneros, y tam- bién para proteger el grano y la siembra contra grajas, gorriones y palomas. Numerosas pruebas, en parte positivas, se han reali- zado en Alemania. No se trata de venenos, sino sencillamente de sustancias que producen asco, o quizá malas digestiones, en las aves combatidas. Las sustancias se aplican unas veces por asper- sión, y otras por espolvoreo. Tratándose de sementera, lo que se hace es embadurnar el grano antes de la siembra. Las sustancias utilizadas se conocen por sus nombres de fábrica: Restol, Arikal, M. 1.56, TMTD, Morkita, etc. Algunas, como la última citada, son facilitadas especialmente para ensayos experimentales por casas como la Bayer, Merck, Stahler y otras.

La morkita, por ejemplo, se ha utilizado con aparente resultado frente a gorriones, espolvoreando sembrados a razón de 20-25 ki- los por I~rctárea. En general estas sustancias se van rápidamente con la lluvia, siendo necesarias nuevas aplicaciones en seco. Aunque no se sabe bien cómo actúan en el ave, se cree que algu- nas de ellas deben repeler via olfato. Otra sustancia repelente se ha usado con éxito en Alemania para ahuyentar estorninos del in- terior de extensos carrizales (dormidera), donde olros métodos no podían ser bien aplicados ; el efecto duró 4 semanas y basta- ron dos operarios para su aplicación. Otro curioso efecto repe- lente, tampoco bien explicado, se consigue colgando cierta canti- dad de aTenques en sa!azÓn de las ramas de árboles frutales; asi se mantienen a raya los estorninos.

A diferente tipo de acción (visual) se pueden referir dos senci- llos y al parecer eficaces métodos para ahuyentar aves de rapiña y garzas, respectivamente. El de aves de rapiña consiste en poner una gran bola de cristal refulgente en lo alto de un poste. Ha dado resultado en comarcas avícolas frente a azores y gavilanes, y pa- rece que también repele milanos y arrendajos. En ciertas regiones de Francia se usaba ya desde hacía tiempo el mismo método colo- cando en lo alto de una estaca un garrafón de cristal. En cuanto a las garzas (destacados comedores de peces), recientes ensayos de la Estación Ornitológica Experimental de Neschwitz (Alemania),

han demostrado que es muy fácil y barato mantener a raya la Gar. za real (Ardea cinere') en los estanques piscícolas. Basta colocar en ellos un sencillo espantajo: plancha colgante listada oblicua- mente de colores, muñeco de paja, banderas, o un pigargo arti- ficial. Actiialmente estos recursos se propagan por la región del Oherlaiisitz, donde hay miles de estanques piscicolas, con gran satisfacción de las gentes, pues allí suelen ser también partidarias de conservar tan hermoso ave.

Aves y aer6dromos.-El encuentro entre uii antiguo avióii y un ave, era episodio insólito, pues las aves podían eii general es- quivar a tiempo el aparato. Iloy. con los aviones a reaccióii, las cosas han cambiado. Sabido es que los encuentros entre reactores y aves son hechos relativamente frecuentes, solre todo cii los aeródromos y sus cercanías.

Pero he aquí que el niievo método de aliiiyeiitar aves Iia venido a proporcionar una solucióii bastante satisfactoria. Los primeros ensayos se realizaron en EE. UU., Holanda e Inglaterra. Hoy Iiay bastantes aeródromos que disponen de sil correspoiidieiite servi- cio fonoacústico para ahuyentar aires de las pistas de aterrizaje. Esto es lo qne ocurre en los aeródromos liolaii<leses, donde los propios pilotos, antes de aterrizar o despegar, exigen ya el fun- cionamiento de los altavoces anti-aves. En Holanda y Gran Bre- taña las aves principalmente implicadas son gaviotas (Larirs carrus, L. nrgentatus, L. ridibxndrcs) y Avefrias (Voselliis vaitellus). Oca- sionalmente también Ostreros (Ha.enrntofircs ostrnle.~rcs). LOS alta- voces se disponen jalonados de 100 en 100 metros alrede<lor del campo de aterrizaje. El emisor se pone eii fuiicionamieiito ciiaiido. en lloras de movimiento de aviones. Iiay aves en las pistas o eii sus cercanías. Bastan los consabidos 2-3 miniitos de gritos iiiagiietofó- nicos para ahuyentar las aires. A mentido no es necesario repetir la emisión. En Gran Bretaíia el sistema se piiso en práctica por una orden especial del Ministerio del Aire. Los Ostreros, antes citados, reaccionan de modo inverso ante sus propios gritos magiietofó- iiicos; en lugar de huir acuden. Por ello, los altavoces que emiten sus cliillidos quedan situados en lugares bien apartados de las pistas.

Proble.ntns corfiorntivos e iiite,,rncionalcs.--La más corrieiite objeción que se pone a los métodos para aliuyentar es que, como las aires no son supriniidas, sólo desplazan el problema, es decir,.que quitan aves de iiii sitio para ponerlas en otro. Pero aiiiiqiie a prime- ra vista parezca paradójico, es aquí donde los ncievos métodos eii- cueiitraii tanil>iéii no rara vez iina jiistificacióii que la cxpericiicia misma vino a corroborar.

Uno de los efectos consegiiidos es distraer la atención de las aves ahuyentadas hacia otras fuentes alimenticias indiferentes o hra- vías, cloride no causan daño. Es como un problema de educación.

En general, las ares dañinas son más o menos omnivoras y, por tanto, su capacidad de adaptación es grande. Como, por otra par- te, casi todas las aves, incluso las que calificamos de más perju- diciales, desarrollan acciones compensatorias al destruir constante o temporalmente numerosos animalejos perjudiciales, puede bastar una aplicación relativamente temporal o breve para reducir los perjuicios a! mínimo. Y, precisamente, la temporalidad -no la permaiiencia- de la aplicación del método, es el problema que se le presenta al agricultor. El tiempo critico dura poco en los cul-

. tivos: sólo unos días, o unas semanas, durante la sementera na- ciente, o mientras madura el fruto.

De todos niodos, el problema del desplazamiento es importante y no puede perderse de vista. El caso más penoso se da cuando un propietario rico aplica métodos caros eficientes en su propia finca, desplazando los animales dañinos a otras fincas colindantes donde trabajan agricultores humildes. Pero este y otros casos aná- logos tienen remedio si la accioii se planea cooperativamente, lo qtie ha quedado palpablemente demostrado en regiones vitivini- colas del sur de Alemania, donde una acción coordinada y gcneral en octubre permite espantar las bandadas de estorninos de todo el país para todo el invierno. Estas bandadas, sin embargo, son migradoras, y hay razones para sospechar que sientan sus reales en la vecina Francia o norte de Italia. Así, un país que se abando- ne en la puesta en práctica de métodos de lucha, puede pasar a ser la cenicienta. He aquí, pues, iin nuevo aspecto del problema, con posible repercusión internacional, que tampoco hay que perder de vista.

En realidad el ejemplo del estornino es excepcional y no puede tomarse como prototipo de problemas. La lucha contra el estor- nino requiere la puesta en práctica de otros recursos complemen- tarios con vistas a veces a la merma efectiva de las poblaciones. Esto se ha entendido así ya en Europa central, y hoy se generaliza la proliibición de cajas anideras que ayudan a la reproducción de este pájaro, siendo particularmente estricta la prohibición en co- marcas fructicultoras. La merma de poblaciones practicando ca- zas masivas en dormideros con personal oficial especializado, con- tinúa siendo una alternativa previsible en este particular caso.