modelo educativo y pedagogico
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Construcciones abiertas de las nuevas formas de aprender y enseñar en la sociedad del conocimiento y la información. Mas en www.d10z.comTRANSCRIPT
El Modelo Educativo y Pedagógico Luis Hernando Mutis Ibarra
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LUIS HERNANDO MUTIS IBARRA E-mail: [email protected]
República de Colombia Departamento de Nariño
Municipio de pasto 2009
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EL MODELO EDUCATIVO Y PEDAGÓGICO
C O N T E N I D O
1. De la labor de enseñar
2. La ruta hacia un horizonte posible
3. Es mejor la angustia de la búsqueda y el riesgo que la seguridad de la rutina y la monotonía
4. Escenarios del posible modelo 5. Modelo educativo y pedagógico centrado en la sociedad de la información y
el conocimiento 5.1. Aspectos básicos del modelo
5.1.1. De la contextualización 5.1.2. Principios
5.1.3. Propósitos 5.1.4. Enfoque
5.1.5. Contenido 5.1.6. Método
5.1.7. Recursos 5.1.8. Evaluación
6. Un modelo centrado en principios 6.1. ¿Qué son los principios? 6.2. El aprendizaje de los principios
6.3. Interiorización de principios 6.4. Aspectos básicos de emprendimiento
6.5. Construir el hábito 6.5.1. Interiorizar lo que queremos para crear nuestro propio destino.
6.5.2. las afirmaciones 6.6. Dependencia, independencia, interdependencia
6.7. Seamos honrados con nosotros mismos 6.8. El modelo centrado en principios
6.8.1. Nuestro enunciado de la misión. 6.8.2. Cuando partimos de un paradigma centrado en principios existen
varias diferencias importantes. 6.8.3. Enunciados de la misión institucional
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1. DE LA LABOR DE ENSEÑAR
La enseñanza tiene que ver de manera central con la formación y predisposición del educador para conseguir positivamente los fines sociales
educativos. Esa formación para su papel en la enseñanza se apoya en: El dominio conceptual y teórico de la pedagogía, el conocimiento de los principios y prácticas
de la práctica, los saberes específicos sobre los que se promueve el aprendizaje, una actitud valorativa positiva frente a su profesión, la concepción frente a la
naturaleza del desarrollo y el aprendizaje humanos, y la incorporación creativa de los medios y tecnologías para apoyar la formación y el aprendizaje entre otros
aspectos. En la educación se busca la capacidad del maestro para que creativamente
incida en la calidad del desarrollo humano, con conocimiento de las condiciones
particulares de los alumnos y de las condiciones en las que se forman y educan. Hacer una enseñanza sin orientación conceptual, y sin consideración sobre la
naturaleza y condiciones epistemológicas de los saberes por aprender, corresponde a un modelo arcaico, reproductor de una condición que limita el
aprendizaje y la formación a lo instrumental, a lo aparente, a los saberes ―asimilados‖ de modo mecánico, sin sentido y pasivos.
La enseñanza, como proceso escolar socialmente construido, se apoya en el análisis crítico permanente de teorías, prácticas y construcciones sociales. Su
construcción es siempre creativa, apoyada en los mejores y más actuales desarrollos científicos y tecnológicos, y en la reflexión constante sobre su
pertinencia y validez para una sociedad del aprendizaje basada en la convivencia y el conocimiento, donde se pretende la unidad sentimiento y pensamiento.
2. LA RUTA HACIA UN HORIZONTE POSIBLE
Existe la presión intensa de plasmar en los ―documentos Madre‖ (llamase
PEI, de resignificación, planes de mejoramiento, o de certificación) un aspecto imprescindible que defina y precise la labor educativa, el cual se le denomina
―modelo‖ educativo, pedagógico, estratégico y/o metodológico. ―Aunque, tradicionalmente, la palabra modelo se ha asociado con algo digno de copiar o de
imitar: la democracia griega, el liderazgo de Gandhi, la investigación alemana, la tecnología japonesa, etc.; también se puede definir un modelo en el sentido de
representar, de explicar, de relacionar mediante esquemas o diseños, elementos y factores de un fenómeno, que expresado de esta manera, disminuye su
complejidad ante las personas que intentan comprenderlo‖1. Entonces, desde el
1 BOSHELL Villamaría, María Gaby. “Enfoques y modelos pedagógicos”. Universidad Gran Colombia; Postgrado en
Pedagogía y Docencia Universitaria. Facultad de Ciencias. Pág. 4
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interior de la institución educativa, un modelo pedagógico, podría disminuir la complejidad interpretativa que acompaña el fenómeno educativo, con el fin de
alcanzar mejor articulación y coherencia pedagógica tanto en el PEI como en su implementación. El modelo no puede ser entonces exterior a la comunidad
educativa sino que, de la misma manera y en forma simultánea a la resignificación del PEI, se deben dilucidar los principios y métodos pedagógicos
que lo sustentan. Además, el reconocer y/o conformar un modelo pedagógico en la institución, favorece la cualificación, profundiza y crea modelos pertinentes a
sus comunidades aunque, lógicamente soportados en teorías que valida y enriquece desde su praxis. Lo anterior, conlleva al mejoramiento de la
autoestima del maestro como intelectual de la educación, quien participa
directamente en el avance del conocimiento pedagógico del país. Por otra parte, la vivencia constante alrededor de la construcción y reconstrucción permanente
de un modelo pedagógico propio para la comunidad educativa, fortalece la investigación y las prácticas de convivencia cotidianas, que ante las dificultades,
refuerzan la tolerancia y las prácticas comunicativas de escuchar, hablar, interpretar, proponer, argumentar, acordar, reorientar... Dichas prácticas, al ser
vividas por la comunidad de estudiantes, directivos, docentes y padres de familia, serán prácticas más probables entre los niños, adolescentes y jóvenes.
Un modelo, como representación de una teoría pedagógica, surge en y para responder a las necesidades de un contexto, de una población o comunidad
particular, de una época con unos sujetos, una situación social, económica y política determinada, que favorece unos desarrollos pero necesita superar otras
problemáticas. En éste sentir está la propuesta de la construcción de modelos educativos y pedagógicos según los requerimientos contextuales del país y sus
sujetos, desde las situaciones prácticas y específicas de cada comunidad y desde
los aportes teóricos que actualmente puede suministrar la pedagogía y las áreas de conocimiento institucionalizadas.
3. ES MEJOR LA ANGUSTIA DE LA BÚSQUEDA Y EL
RIESGO QUE LA SEGURIDAD DE LA RUTINA Y LA
MONOTONÍA
Atreverse a equivocarse y cometer errores es mejor, porque son las
evidencias de una inevitable madurez lograda en las experiencias, el error es la
más loable expresión del hacer, puesto que es la mejor señal de un augurado éxito. Obviamente, los riesgos de un modelo pedagógico, parte de la propia
coherencia teórica interna que logre alcanzar el modelo y, desde la validez que éste pueda tener para la realidad que se estudia. Sin duda estos riesgos hay que
correrlos ya que, no es posible pasar la vida teorizando alrededor de
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especializaciones o la lectura de libros sin confrontar con las acciones mismas de las prácticas pedagógicas. De la misma manera no puede ser que, existiendo
estudios serios en el campo de la pedagogía, éstos no se tengan en cuenta para realizar prácticas pedagógicas más efectivas sino que se realicen prácticas
silvestres o espontáneas, que pueden convertirse en mero activismo, lógicamente con pobres resultados educativos.
Es posible que al tratar de construir un modelo pedagógico, una lógica incredulidad nos invada. Pero, para que los cambios sean los que deben ser,
deben estar en correlación, conforme con el país, nuestra cultura, nuestra civilización y saber que sólo los mismos maestros colombianos podemos
respondernos: ¿qué modelo educativo debe emerger, para afrontar los retos de
la nueva sociedad del conocimiento y la información? Aunque para la construcción de un modelo se haga énfasis en lo propio,
esto no implica que retomemos elaboraciones comunes y universales en la búsqueda de una mejor humanidad. Este es el caso de retomar en lo educativo
por ejemplo, los principios o pilares de la educación propuestos por las Naciones Unidas para el siglo XXI: Aprender a ser, aprender a convivir, aprender a conocer
y aprender a hacer. Los esfuerzos mancomunados pueden conducir a acercarnos a lo que ahora consideramos una utopía, dado el estado mundial y nacional de
guerras y de violencia. En este orden de ideas, se entiende que un modelo como construcción
colectiva que, reconoce las necesidades de los contextos, de los entornos, de los sujetos y las posibilidades de los objetos de estudio no se construye de un día
para otro, pues no es un acto mágico. Esto no significa tampoco que se necesiten cantidades indefinidas de tiempo. Como cualquier proyecto investigativo, tendrá
unos tiempos de propuestas, de indagaciones, de argumentación, de elaboración,
organizados en un cronograma pero, lo más importante es comprender que se está en el camino de una búsqueda propia que tenga lo mejor de lo nuestro, con
sensibilidad social, sentido de pertenencia y compromiso. Para la configuración del modelo pedagógico cada sujeto acude entonces a
teorías pedagógicas (subsidiadas por teorías del aprendizaje, del conocimiento, curriculares, económicas, psicológicas y de convivencia); a saberes de diversas
disciplinas, a reflexiones de la praxis..., hasta que en el debate y la argumentación, la comunidad educativa llega a unos acuerdos, dentro de
parámetros flexibles que permitan el pluralismo. Estas reflexiones estarán relacionadas por supuesto con el PEI.
El modelo pedagógico se definiría en consecuencia como, la intermediación que se realiza, entre una realidad educativa y diversas propuestas teóricas para
interpretar, comprender, representar y explicar las relaciones pedagógicas planteadas entre los diversos sujetos y factores del fenómeno educativo escolar.
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4. ESCENARIOS DEL POSIBLE MODELO
Se hace necesario alejarse de la enseñanza que privilegia la transmisión de resultados de la ciencia y de metodologías sólo operativas, que eliminan las
posibilidades de reflexión y de aprender a pensar en los estudiantes. Es innegable que las nuevas tareas representan al inicio un trabajo mayor para el
profesor, que cambia su rol al de facilitador, acompañante y dinamizador de los procesos de los estudiantes pero, que se soluciona mediante reestructuraciones
organizativas en la institución, de tal manera, que metódicamente se vaya aprendiendo e implementando formas de trabajo que reemplacen a los obsoletos,
que ya no son funcionales. Con el objetivo de formar personas competentes; las metodologías
informacionales se preocupan de formar integralmente según las edades y necesidades de los niños, adolescentes y jóvenes, para que se den respuestas en
el terreno de lo individual, social, cultural y científico. En éste último campo, no se pueden descuidar los aprendizajes conceptuales de las diferentes disciplinas, y
aquí hay que actualizarse sobre los nuevos enfoque y las últimas innovaciones,
fruto de la investigación, sobre los aprendizajes significativos de los conocimientos de las diferentes ciencias.
Lograr una mejor forma de educar conforme a las nuevas condiciones sociales, implica crear y utilizar los nuevos escenarios del mundo actual, lo que
requiere inmediatamente una cualificación permanente del educador, tanto a nivel académico y conceptual de su disciplina profesional, como en el ámbito de
la convivencia humana, de su autoconocimiento, manejo y control de sus emociones y sentimientos, que conduzcan simultáneamente a un crecimiento de
su inteligencia emocional y social. La idea es la de construir modelos educativos y pedagógicos renovadores,
pertinentes a las instituciones donde se entretejan los ámbitos local y mundial de la sociedad, que propicien además la articulación de los factores que se deben
considerar para mejores prácticas pedagógicas. La reestructuración deberá ser coherente con los nuevos replanteamientos,
como por ejemplo: el desarrollo de los procesos intelectuales; la tecnología de la
mente; una educación móvil de tal forma que sea difícil saber donde comienza y termina la comunidad; una dirección colegiada; trabajo de equipo institucional
basada en la convivencia; la enseñanza realizada en torno al ciclo vital humano; problemas sociales y tecnológicos; que se pueda entrar y salir a la institución
cuando se desee, pero para ello es necesario la capacidad ambiental afectiva y de retención inteligente; las áreas se cambiarán por campos de formación, centros de
interés y/o líneas de investigación, donde serán de libre elección, y para ello se probarán en cursillos previos de gran variedad donde se pondrá a prueba la
pedagogía como una forma de seducir en el saber; se ofrecerán grandes series de
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materias facultativas fundadas en la previsión lógica de las necesidades del futuro, además de lo conocido inesperado, lo posible; cursos de situación en crisis y
ambientes complejos. ―El hombre educado del futuro será solo aquel que sepa encontrar rápida y
exactamente lo que no sabe‖ (Alberto Galeano); de manera similar, Toffler manifiesta que ―El hombre analfabeto del futuro será el que no ha aprendido la
manera de aprender‖. Tendremos que equilibrar y coordinar la información y la formación, donde se estimulen los nuevos aprendizajes, para reaprender
periódicamente, e incluso para desaprender; los horarios tenderán a la personalización, y la educación será para detectar las potencialidades, las
habilidades y aptitudes para su desarrollo.
Hoy, el futuro invade el presente a distintas velocidades, pues muchas veces solo las exageraciones parecen ser verdad, y las nuevas máquinas hacen algo más
que aconsejar u obligar a hacer cambios en otras máquinas. Todo ello sugiere nuevas soluciones a los problemas sociales, filosóficos e incluso personales,
alteran todo el mundo intelectual del hombre, su manera de pensar y de ver el mundo, reestructura nuestra vida que multiplica el número de papeles que se
deben representar y el número de opciones que nos vemos obligados a hacer, las cosas se mueven más de prisa, y lo hacen a nuestro alrededor y a través nuestro.
Manacorda nos decía que ―Todas las actividades prácticas se tornan tan complejas que la ciencia se inmiscuye en la vida diaria y la práctica se torna teoría y la teoría
se torna práctica‖. Hoy por eso son más importantes las claves para construir y producir conocimiento que la llenura de información, pues se avanza en el
aprender a pensar y en aprender a aprender. Para construir y reconstruir un proyecto humano, ¿porqué no abordar lo
nuevo si es para nuestro propio desarrollo? La verdad es que, el conocimiento aquí
y ahora, necesita autonomía de pensamiento, como un espacio riguroso, que provoca una fuerza desestabilizadora de lo dogmático. Se busca una respuesta
coherente al reto de la modernidad donde el dogmatismo ya no está justificado; existe apertura y tolerancia en la diversidad, hay un avance gradual en la
conformación del futuro gracias a una composición cada vez más rica del pasado en un presente esquivo de ideologías, expuesto a todo riesgo, pero lleno de
potencialidades. La respuesta se va construyendo en las posibilidades de un saber
diferenciado, gestado en las situaciones particulares de cada cultura, pero simultáneamente capaz de abrirse a otras culturas, formas de vida, de
comunicación y de concepciones que buscan darle sentido a la individualidad y al colectivo. Esto nos muestra cómo el desarrollo humano consiste a la vez en el
progreso tecnológico, en el avance de la ciencia y la crítica reflexiva; en la producción material y en la reproducción cultural en la cotidianidad humana.
En términos de los desafíos actuales, se debe superar la reducción al
desnudo conocimiento teoricista y moral funcionalista descarnada; evitar así
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mismo ―La mirada tecnologísta que ve en el computador y en la máquina a los salvadores de las instituciones educativas. Abandonados al mundo de la máquina,
perdemos la disposición hacia la cultura crítica, hacia el conocimiento de las tradiciones culturales, intelectuales y científicas en las cuales se mueven estos
instrumentos‖ (Marco Raúl Mejía). Se busca sanar las cicatrices de la reflexión negada por el positivismo. Por ello retoma el sentido, como una praxis mediada
por intereses vitales de la cotidianidad vista desde la globalidad, y no solamente como una observación mecánica de datos.
La educación desde esta concienciación, es entonces el desarrollo pleno y universal de la naturaleza humana para encontrar su desenvolvimiento propio y
libre en la armonía de su conjunto. Quedan por tanto como tareas de la
modernidad:
La libertad y autonomía del individuo. La formación individual como proyecto colectivo.
Socialización y reconocimiento de la diversidad cultural y sus formas de vida.
Progreso científico y cultural para el desarrollo social. El conocimiento como herramienta crucial del desarrollo humano.
Generalización de los valores para convertirlos en principios. Economía progresiva y cobertura material generalizada.
Normas e instituciones sociales para la convivencia pacífica Crear espacios y tiempos para el desafío espiritual.
No sobra hacer ahora, una especie de dicotomía conceptual en torno a los
rasgos característicos propios de las formas habituales o tradicionales del trabajo
educativo, así como los retos y desafíos que tienen que construirse para apoyar el crecimiento y desarrollo de la sociedad informacional de la cual ya
comenzamos a ser parte.
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DICOTOMÍA CONCEPTUAL DEL TRABAJO EDUCATIVO
EDUCACION HABITUAL
NUEVO MODELO EDUCATIVO
Perpetúa el pasado: se arma al estudiante con información del pasado, obra con lo antiguo
Conquista el futuro: que comienza en el presente, aunque este sea paradójico, obra con la prospectiva, con la proyección
Se prepara para la estabilidad, educa la memoria mecánica
Prepara el cambio de sí y del entorno. Forma buscadores, desarrolla la memoria lógica.
Transmite definiciones y contenidos que rápidamente pierden vigencia y son inútiles
Organiza la inteligencia, estructuras intelectuales, trabajo con procesos para el desarrollo. Es funcional.
El conocimiento es la información que se llena, se atiborran datos quiérase o no, se abarrota la mente hasta ahogar el impulso científico.
El conocimiento es la información y el procesamiento de la misma, que se maneja y se apropia para usarse.
Examen: es una estrategia para la domesticidad y comprobar si el estudiante obedeció lo ordenado por el maestro
Evaluación: es la valoración de los procesos de desarrollo para tomar decisiones inmediatas, tendientes a contribuir al crecimiento humano
La vida se toma como carrera “siempre vive atrasado”, “la meta es ser como......” (imitar, copiar)
La vida es una misión. Se hace un proyecto con metas. Desarrollo de sí mismo en un contexto.
Repite pensamientos de otros, no relaciona.
Produce en su relación conocimientos nuevos aprende a pensar, es creativo.
Educador: pretende vaciar lo que sabe y lo que no sabe. Se impone por el regaño, la fuerza bruta, el grito y la amenaza, no utiliza el saber porque no lo tiene, o no sabe que lo tiene.
Educador: organiza su pensamiento, estimula para la creación, es guía, entrena para el pensamiento autónomo, la agudeza de análisis, el sentido crítico y el pensamiento independiente. Su autoridad es el conocimiento.
Las teorías: son más imperativos que herramientas de pensamiento. No tienen sentido ni significación, por eso es una educación ciega.
Aprende a aprender, la teoría es la materia prima para su experiencia y su práctica. Trata de equilibrar el saber y el ser. Es consciente de lo que sabe.
El error es un rótulo, una deficiencia que se sanciona y se castiga. Es mejor no hacer nada para no
El error es parte de la construcción, cada vez es menor por la proyección y anticipación. Se aprovecha para mejorar, por eso se arriesga
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cometerlos. a cometerlos, porque es indicio de avance. La escuela es el espacio para la respuesta. Es un desierto desencantado y aburridor.
La escuela produce preguntas, generan problemas. Es el mejor laboratorio para el pensamiento y el sentimiento.
El problema y el conflicto se evitan, porque son sinónimos de dolor y sufrimiento
El problema y el conflicto, se aborda y se enfrentan, porque son oportunidades, retos y desafíos
Ausente de significado, sólo tiene sentido para la administración
Es completamente significativa para los estudiantes
La educación es masificada y uniforme para todos.
Cada individuo aprende a su propio ritmo y estilo, es personalizada.
El autoritarismo, la amenaza, el castigo y el miedo son las formas de hacer estudiar a los alumnos.
La forma de hacer estudiar a los alumnos es seducirlos en el saber, darle sentido y placer al conocimiento.
Hoy el 60% del tiempo se dedica en transmitir información, y el 40% a adquirir técnicas para recuperarla.
Se combina entre la formación básica (Conocimientos útiles) e información permanente (Conocimientos adicionales).
La enseñanza con tres referentes: Información (Qué), recetas para hacerlo (Cómo), programas para hacerlo (Cuando).
Se combinan como formas de aprendizaje y enseñanza: conocimientos (Porqué), entendimiento (Qué), habilidades y herramientas conceptuales (Cómo), basado en un plan de trabajo (Cuándo).
La mayor parte de los educadores carecen de preparación o de valor para poner en duda la significación vital de lo que se enseña y de las vías para hacerlo.
El porqué es la ciencia, el saber, el conocimiento. El qué es el entendimiento, el saber hacer, la tecnología. El cómo son las habilidades, el hacer, la técnica.
No hay relación entre la educación y la vida; la educación y la sociedad; la educación y el trabajo.
La educación se realiza para una formación del hombre a través de la vida y con ella.
La función de la enseñanza parece reducirse a formar gente capaz de coleccionar partes de información y repetirla a una señal dada.
Capacita al individuo para aprender periódicamente e incluso para desaprender. Es un índice al desarrollo de las posibilidades potenciales.
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El mundo de hoy se caracteriza por el reinado que tiene la información, la cual es fuente de desarrollo; también, se caracteriza por el proceso de
globalización y los acelerados y permanentes cambios tecnológicos para «elevar las condiciones de competitividad y empleabilidad» en los países. Estas
características empiezan a desafiar en gran escala la enseñanza misma y nos llevan a reflexionar sobre la razón de ser de los contenidos, competencias,
estándares, estrategias didácticas, modelos curriculares, y demás elementos que integran la formación de la nueva ciudadanía. Se puede afirmar que el proceso
de enseñanza básico va por un camino y las demandas de la sociedad van por otro. Hoy se requieren niveles adecuados de formación para la vida y de
formación para el trabajo. La pregunta es si realmente la educación básica y
media lo está logrando, es decir, ¿qué tan competente es la enseñanza de hoy día para suplir las demandas de la sociedad? y ¿qué modelo o modelos de
currículo se deben abordar? La pregunta tiene que llevarnos a determinar qué proporcionan las
instituciones educativas para los desempeños en la vida cotidiana y desde allí definir propuestas curriculares y pedagógicas cada vez más cualificadas. El
ICFES, ha reconocido la necesidad de reconceptualizar el examen de estado enfocado hacia la evaluación de competencias (examen de estado para ingreso a
la educación superior). Todas estas ideas están apoyadas en las diversas investigaciones que se vienen desarrollando en el campo de cada una de las
didácticas específicas. Por un lado los lineamientos curriculares tocan aspectos esenciales que tienen que ver con la acción pedagógica, con los contenidos que
se enseñan, con los planes de estudio, los modelos pedagógicos y didácticos y los sistemas de evaluación, entre otros. Estos lineamientos son de igual forma
señales y orientaciones para que las instituciones ejerzan autonomía en la
medida en que se tomen como referentes para regular el currículo; pero si se toman como contenidos, como finalidades del currículo institucional,
seguramente se va a ver restringida la autonomía. Ahora bien, para empezar a adelantar los procesos curriculares, la misma
institución debe formular sus propios logros (académicos, administrativos, gestión de recursos, convivencia) en función de su Proyecto Educativo
Institucional (PEI). En el desarrollo curricular correspondiente, la definición de logros específicos y de su evaluación compete a la institución y son los
reguladores del currículo. Por lo tanto el concepto de currículo debe ser analizado en la institución educativa.
¿Qué concepción de currículo, de modelo educativo y pedagógico se trabaja? Para responder a este interrogante es válido y de gran importancia
hacer una caracterización sobre el centrado en la creación de una cultura y desarrollo de procesos de para la búsqueda, apropiación, manejo y uso del
conocimiento, así mismo para el clima escolar estimulante, la democracia en la
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diversidad y la multiculturalidad y manejo adecuado del conflicto en la convivencia pacífica.
ASPECTOS BÁSICO DEL MODELO EDUCATIVO ACTUAL
Se propone un plan para la vida humana, proyectado hacia un futuro deseable con acciones desde el presente y se desarrolla en un clima de
libertad y responsabilidad donde se prevee, se activa y se evalúa. La información implica: Buscar, compilar, estudiar, analizar sintetizar,
depurar, organizar, sistematizar, archivar recuperar y usar; todo en un mismo proceso para construir conocimiento. El problema educativo es
más de resta que de suma. Se hace énfasis en el aprendizaje: se enseña a aprender para
reaprender constantemente e incluso para desaprender. Se induce a encontrar rápidamente las carencias y necesidades prioritarias
personales, de grupo y/o de organización. Tiene propósitos, donde se convierten en hábitos nuevas formas de
vivir; compromisos de alcanzar metas donde se requiere voluntad y acción consciente para conquistar lo que se desea.
El currículo es un plan para aprender, integrado, relacionado, coherente,
de estructura lógica y continua; significativo y con sentido. Se lleva a los equipos de conocimiento a la experticia para trabajar proyectos
transversales. Aulas, horarios y clase son flexibles; no se prepara la clase, sino la materia y los conceptos o proyectos. Está centrado en
procesos de desarrollo (competencias y desempeños). La práctica curricular está enmarcada en un proyecto cultural con toda
su problemática para su afirmación, recuperación o transformación. Su diseño es abierto y debe comprenderse como una hipótesis de trabajo
que se pone prueba en el aula. Los contenidos se vuelven instrumentos y herramientas para el
desarrollo procesual para la formulación y la solución de problemas. Pensar es aprender a relacionar. Hay una reestructuración del
pensamiento intencional y llena de sentido, canaliza intereses y líneas de investigación que permite abrir nuevos horizontes para profundizar el
propio cuento, es personalizado.
Se usa la memoria lógica, profundamente reflexiva, desarrolla procesos superiores (memoria a largo plazo, pensamiento en conceptos, atención
voluntaria, afectividad controlada, estimulación autogenerada, proactiva, acción reflexionada).
La evaluación valora los procesos para tomar decisiones. Como desarrollo procesual de los individuos: se trabaja en términos de
comprensión con conceptos, procedimientos y criterios para la
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construcción del conocimiento en actividades totalizantes con dimensiones: simbólica, material y social.
Se labora y se vive en y desde el presente, donde se planea y se ubica históricamente, por eso es todo con proyección. Se educa en la vida y
no para la vida. Se sabe para dónde se va, pero también por dónde se va. No se programa, se planea.
Se trata de seducir en el saber, con plena consciencia para el uso del conocimiento para el desarrollo humano.
Las dificultades nos alientan y nos presionan para avanzar, puesto que los problemas y los conflictos se constituyen en grandes oportunidades.
Ya no se habla de sacrificio sino de esfuerzo; todo es lúdico y agradable.
La desesperación está injustificada en la cultura de la dificultad. Los problemas son retos y desafíos.
Se enseña a hacer lo que se ama y a amar lo que se hace. Se impulsa el pensamiento propositito, el cambio y el mejoramiento, la
competitividad, la diferencia, la convivencia, los acuerdos, la gestión, la cooperación y solidaridad, la excelencia como hábito, la autonomía y
soberanía, puntualidad, respeto, la calidad, la confianza. El cuaderno va del caos al orden, para ordenar el pensamiento, es para
toma de notas que aporten al desarrollo del proceso. Las actividades extraescolares son autogeneradas, que complementan los trabajos
académicos; contribuyen al crecimiento psicológico espiritual y académico. Las tareas son para desarrollar los intereses de los
estudiantes, donde el pensamiento es un ensayo de la acción. Se da una continua expansión de opciones, modelos, tipos, tamaños,
colores e individualizaciones, diversidades reales, valores y estilos de
vida. Es una psicología para el desarrollo. Es el tiempo de la mente, la abstracción, la información y el conocimiento, la teoría, la invención
propia, la creatividad, la tecnología, la inteligencia, la norma para vivir. Las acciones están llenas de teoría y las experiencias tienen un rumbo
conceptual de búsqueda El profesor es un guía, un observador creativo, un orientador eficiente,
un escritor claro. El docente es un investigador de su didáctica. Se pasa del individualismo a la individualidad como proyecto social. Se
genera el trabajo en grupo y en equipo, el trabajo comunitario y la comunidad académica.
La tecnología intelectual se maneja con intencionalidad consciente y donde el conocimiento ilumina y apoya y no eclipsa.
Como modelo holístico, el conocimiento es un tejido interrelacionado que contribuye al mejoramiento individual y colectivo, donde se
potencien las cualidades de los estudiantes; por lo cual se habla
entonces de: Centros de interés, campos de formación, proyectos de
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desarrollo y/o investigación, espacios vitales, proyectos de aula. La estructuración del currículo implicará por tanto nuevas formas de
manejar el tiempo y los espacios. Como modelo para la investigación, establece que en l nuevo contexto
social, la materia prima de la economía mundial es la información y el conocimiento, la herramienta primordial para producirla es entonces la
investigación; aunque por mucho tiempo fue un concepto propio del espacio universitario; en los espacios educativos, sólo hacía o hace
parte únicamente de la retórica académica. En la actualidad se pretende elaborar un currículo que articule y haga
énfasis en los procesos de construcción, reconstrucción y construcción
del conocimiento. Se alienta hacia cultura de la salud y la prevención, con visión planetaria
de la vida, la cultura del opositor y la pluralidad del pensamiento. Los proyectos transversales, tratan de dar cuenta con los espacios
vitales humanos, como una alternativa de formación que apoye el trabajo simultáneo de lo académico y la convivencia.
La selección, organización y desarrollo del currículo con procesos de
acompañamiento está en función de los sujetos, y los componentes del currículo —Estándares, competencias, contenidos, logros, desempeños-, están organizados
y determinados por el Proyecto Educativo Institucional (PEI.) y ahora con los Planes de mejoramiento Institucional, la Resignificación del PEI donde deberán
dar cuenta en los procesos de Certificación. Si bien hace no más de dos décadas el concepto de curriculo se relacionaba
de manera inequívoca con los planes y programas de estudio, ahora se sabe que
aquellos se refieren apenas a una dimensión de la forma particular de organizar el conocimiento. El problema curricular no puede desvincularse de la dimensión
institucional. El currículo es a la vez un proceso social construido por actores concretos —es una hipótesis de trabajo—. Esto implica que para la enseñanza no
sólo se trata de seleccionar y definir ciertos contenidos sino, más bien, propiciar y establecer la interacción adecuada entre distintos elementos institucionales que
dan sentido curricular a la formación que imparten las instituciones educativas. Recordemos que enseñar a aprender es función de la escuela en cuanto proveen de las capacidades necesarias para actuar en distintos dominios de la vida.
El proceso de transición de la cultura tradicional (modelo para llenar y
repetir información, la cultura de la uniformidad, dictar temas y memorizarlos mecánicamente) hacia una cultura nueva (modelo para una cultura de
búsqueda, apropiación y uso del conocimiento; cultura de la diversidad, los procesos de desarrollo y acompañamiento) implican abordar diversos aspectos
que podrían consolidar un tipo de sociedad educativa concomitante con las
exigencias globales:
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Hacer de la planeación (PEI) un hábito de revisión constante. Tener
presente que el sentido de proyección nos ayuda a reconocer las verdaderas necesidades y requerimientos para el crecimiento individual y
colectivo. Trabajar en equipos, con comunidad, en grupos o anillos humanos, nos
hace avanzar de manera más rápida y con menores obstáculos, nos permite compartir bienes materiales y conceptuales para el propio
enriquecimiento y crecimiento. La aventura por la búsqueda, nos hará autogestionarios, donde la
cotidianidad doméstica y laboral se constituyen en un laboratorio que está
en nuestras manos, desde lo cual pueden impulsar nuestros proyectos de vida y profesional.
Reconceptualizar nuestras concepciones, para desatar nuestra mente, creando y expandiendo nuestra conciencia frente al uso del conocimiento,
para construir una cosmovisión más abierta y estar en el mundo de forma más agradable y alegre. Las nuevas convicciones deberán contribuir al
enriquecimiento personal y social. Estas nuevas racionalidades nos ayudará a pensar por sí mismos y ser más empáticos con el entorno humano y
natural. Recordemos que el conocimiento, la democracia, como la autonomía son conquistas personales y colectivas.
Establecer principios, como ideas rectoras que guíen nuestro comportamiento, y las cuales se surten de sistemas valorativos que se
necesitan interiorizar para que funcionen como principios. Sabiendo que teoría y práctica son las dos caras de una misma
moneda, es recomendable siempre en lo posible beber directamente de las
fuentes bibliográficas y documentales, para tener una visión propia de lo propio.
Aprender a manejar, controlar y usar la incertidumbre, para crear resistencias pensadas ante la gran avalancha de información existente.
Desarrollar la reflexión, usar la flexibilidad, la relajación (corporal y mental) y la meditación para mantener el equilibrio, la sensibilidad y la inteligencia.
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5. MODELO EDUCATIVO Y PEDAGÓGICO CENTRADO EN LA
SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO En lo que sigue, se expresarán aspectos, conceptos y/o ideas que son puntos de partida para ponerse en la mesa de la discusión en torno a la
elaboración de un horizonte posible del modelo Educativo y Pedagógico de la Institución Educativa. Basado ante todo para la nueva sociedad de la información
y el conocimiento. La intención es evidenciar algunas caracterizaciones propias de las
exigencias sociales actuales y por vivirse, aunque, de acuerdo con el sociólogo
Manuel Castell, se comparte la categoría de llamar ―sociedad informacional‖2 a lo que actualmente ha recibido variados nombres (tercera ola, tecnetrónica, del
vacío, súper industria, nueva era) para caracterizar el acelerado y rabioso suceso de la sociedad actual.
Los siguientes aspectos, sin embargo, sin ser nuevos, intentan plantear y recoger varias condiciones necesarias en la sobrevivencia de dicha sociedad de la
información y el conocimiento. No se puede aislar ciertos aportes antiguos y hasta milenarios del acumulado cultural de la historia humana y los innumerables
ámbitos de la sabiduría universal; por lo que será un modelo abierto al pulimento y consolidación permanente de cualquier conocimiento (existente, actual o por
producirse) que contribuya a mejorar las condiciones humanas para una vida digna, alegre y plena.
Es importante e interesante hacer énfasis de que no se trata de hacer una colcha de retazos o eclecticismo (de las ideologías, el conocimiento y la
convivencia), sino, de escoger, manejar y utilizar los hilos más finos y sólidos
para hacer un tejido que le de forma significativa y funcional a la frazada llamada ―Modelo‖.
No se trata tampoco de hacer un tratado conceptual del supuesto modelo, sino de iniciar el posible tejido, ensayando y tratando de bordar bocetos posibles,
formas de pensar, sentir y actuar donde sencillamente se viabilice la idea para registrar o, ―escribir lo que hacemos y hacer lo que escribamos‖.
Es un trabajo para llenar de contenido conceptual la práctica pedagógica, es una praxis o reflexión sobre la acción, sobre la cual nos da la oportunidad de
revisar la presencia o existencia de corrientes de pensamiento, escuelas pedagógicas y/o modelos específicos que subyacen al interior de las aulas; es
una tarea difícil, más aún, cuando un mismo profesor pasa de un modelo a otro sin ser muchas veces consciente de los procesos que está haciendo vivir a sus
estudiantes. También, es difícil establecer los dominios exactos de las diferentes ciencias, disciplinas o áreas del conocimiento que en ellos participan, o los
2 CASTELL, Manuel. “La era de la Información”. Tomos I, II y III.
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principios explícitos del campo pedagógico. Pero, sí es posible comprobar que con el movimiento pedagógico de las últimas décadas, se hacen incursiones de las
diferentes propuestas pedagógicas. Recordando que toda clasificación es inexorablemente arbitraria y
peligrosamente estrecha, la idea y la forma esquemática de representar una idea, campo o modelo es bastante restrictiva, vale la pena asumir el riesgo. De
todas maneras, el emprendimiento es un acicate y un estímulo de estar continuamente observando y autoobservándose en la consolidación de la unidad
teoría-práctica y/o experiencia-teoría. Es necesario hacer denotar aquí, que no se trata de retacar en las
consabidas características de modelos precedentes y tradicionales, tampoco
pretende echarle más leña al fuego de la negatividad, el juzgamiento (eso lo hará cada cual según su conciencia o sus intenciones), la culpabilidad y la acusación;
todos bien sabemos que cuando el barco se ha hundido todos somos inteligentes para haber resuelto los problemas. Ahora, tenemos que pensar, sentir y actuar
con las condiciones en las cuales vivimos y también que podemos ver venir. Realmente se intenta poder iniciar el proceso de configuración que dé cuenta con
la ruta de lo que queremos ser y hacer.
5.1. ASPECTOS BÁSICOS DEL MODELO
5.1.1. De la contextualización
Desde las nuevas políticas educativas que hoy demandan una estructura
escolar para la focalización, reorganización y manejo sostenible de la pobreza en los planteles de educación oficial, se ha establecido una nueva forma de
organizar los centros de educación oficial llamada ―Institución‖, con implicaciones
de reorganización que obligan a:
Aumentar la asignación académica de los educadores (22 de 60 minutos). Extender el tiempo laboral de los profesores.
Fijar y precisar la relación estudiantes por maestro. Liberar maestros de acuerdo a estos parámetros para su redistribución.
Disminuir las vacaciones de los educadores y ampliar el calendario escolar (semanas académicas y desarrollo institucional)
Suprimir cargos directivos y recargar las responsabilidades y funciones de los nuevos. (Rector y coordinadores).
Vincular (asociar), fusionar y unificar jornadas y centros educativos. Unificar Fondos docentes, Consejos directivos, Juntas de Padres de Familia,
Inventarios.
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Establecer pagos por percapitación (Calidad -4.3% en pasto-, Equidad -8.6%-, eficiencia -86.1%-)
Establecer plantas globales de educadores (profesor de la Institución X, profesor del municipio)
Ante este fenómeno de pauperización del magisterio de Colombia, es
menester iniciar desde un inventario que potencialice y utilice estas nuevas políticas para realizar un desarrollo pedagógico y educativo que mejore los climas
escolares; por lo cual se recomienda que:
Hagamos del aprender una fiesta permanente, donde se pedagogice la vida
cotidiana y se cotidianice la pedagogía. Se trabajen las zonas y espacios de conflicto, para garantizar pactos de
convivencia pacífica. Se garantice la continuidad del conocimiento del preescolar al 11 grado;
donde se logre la permanencia, las sistematicidad y la relación de los aprendizajes, para que tengan sentido y significación tanto para
estudiantes como para profesores. Se comience la creación de una cultura del trabajo cooperativo y en equipo.
Comencemos a buscar e implementar las formas de uso del conocimiento y la información, empleando la mejor herramienta que es la investigación.
Hacer atractiva la jornada escolar y laboral. Demostrar a la sociedad y el gobierno, la calidad profesional de los
educadores, para que se pague de forma igualmente profesional, elevando así los niveles de vida de los educadores investigadores a su servicio.
Utilizar los lineamientos y estándares curriculares para diseñar y ejecutar
planes de estudio que rompan la vieja concepción de los programas de estudio rígidos, extensivos y sin ninguna articulación con el nuevo orden de
la memoria actual. Hacer de nuestro trabajo profesional y vida personal como el mejor
laboratorio de nuestro propio crecimiento personal y de apoyo a todos aquellos que entren en nuestro contacto.
Tener presente que el educador es el eje central del proceso educativo, por lo cual se requiere una gran capacidad profesional, donde nos demo las
condiciones necesarias de calidad de vida y bienestar. El estudiante es la persona que hay que conocer en todas sus lógicas (niño, adolescente y
joven), para ayudarle, asesorarle y acompañarlo en su proceso de formación.
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5.1.2. Principios
Las siguientes ideas pueden contribuir y dar fuerza a los principios institucionales ya establecidos. Lo importante es los principios sean claros y
precisos, entendibles para todos, ya que se constituirán en líneas que orientan
las actitudes y el comportamiento humano.
El objetivo de todo ser humano es ―Aprender‖ siempre y constantemente.
El aprendizaje será divertido, alegre, lleno de sentido y significación.
Tener conciencia de lo que podemos hacer con lo que sabemos. Hoy tenemos que hacernos muy ―buenos buscadores‖. Sobre todo, aprender a
aprender; poder decidir, seleccionar –datos, saberes, información y
conocimientos- interiorizar, manejar y usar adecuadamente lo que se aprende.
Academia y convivencia son los lados de una misma moneda en los procesos de formación institucional de los estudiantes.
Conocimiento, equilibrio y manejo coherente del mundo emocional y racional.
La prioridad son las personas antes que otras condiciones externas a los propios individuos.
Se respeta la diversidad individual y/o colectiva, la multiculturalidad, validando la persona, como parte de una unidad universal. Tenemos que
aprender a aceptar a las personas como son y no como queremos que sean.
La autoridad está en la seducción del saber y la enseñanza para poner límites. Es necesario primero comprender para luego ser comprendidos
La formación integral -cuerpos físico, emocional e intelectual- tiene que ver
con la función simultánea de las dimensiones humanas, en cualquiera de las actividades; es decir, que en cualquier actividad en la que estemos,
―estemos allí total y conscientemente‖. La norma es un proceso de construcción y acuerdos colectivos, que puede
iniciarse con la discusión y decisión frente a los reglamentos o manuales de convivencia que existan.
.
5.1.3. Propósitos
Construir significados, lo que implica aprender a relacionar y conectar,
puesto que todo está interrelacionado. Buscar continuamente el sentido y el significado tanto de los aprendizajes como de la misma enseñanza.
Búsqueda permanente del equilibrio entre el trabajo académico y la
convivencia pacífica e inteligente.
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Aprender a construir un mundo pensado y sentido para el crecimiento, la alegría y el bienestar humano.
En toda relación humana prima la atención de los sujetos. Se educa al individuo para el colectivo
La meta humana es el aprendizaje constante, el cual será divertido, alegre y significativo, donde se tendrá presente las condiciones humanas internas
y externas, donde toda circunstancia sea una oportunidad para aprender, más aún las de mayor dificultad o conflicto. Recordemos que somos seres
con múltiples inteligencias y capacidades. Atención a la vida física, corporal, la sensibilidad y la estética con especial
cuidado en las relaciones sanas, proactivas y propositivas para el ámbito
colectivo. Cultivar todos los aspectos de la personalidad humana: lo físico, lo
intelectual, lo estético, lo emocional, lo espiritual. Estimular la función social del hombre y las tareas concretas de esta vida,
en libertad individual en lo político y la tolerancia en lo ideológico y religioso.
Tener en cuenta las lógicas del desarrollo natural del niño, el adolescente y el joven, su espontaneidad y autenticidad. El desarrollo de los sujetos y sus
estructuras mentales son cualitativamente diferenciadas. Generar condiciones para el desarrollo pleno del individuo para la
producción social, material y/o cultural, donde se pueda viabilizar el uso adecuado de la información y el conocimiento.
En el desarrollo intelectual y aprendizaje científico-técnico, el educador se constituye en el eje vital tanto en la enseñanza como en el aprendizaje y la
preparación para la vida de los estudiantes.
Se necesita el desarrollo de la memoria lógica, aprender a pensar y aprender a sentir para llegar a la comprensión humana.
En el ámbito de la convivencia, los manuales son puntos de referencia y de partida para poder interiorizarlos y crear una norma colectiva que no
necesite posteriormente dichos manuales. LOS OBJERIVOS DEL APRENDIZAJE: Tradicionalmente tiene un carácter
terminal, porque metafóricamente hace referencia a la fabricación de objetos y cosas estandarizadas e igualmente implica que conseguir
objetivos es haber logrado que los estudiantes se aprendan (memoricen) los temas. Hoy sin embargo, se trata de construir conceptos, es decir:
interiorizar los conocimientos3. Por lo tanto, los llamados objetivos pasan a ser propósitos, en el sentido de hacer habituales nuevas formas de ver la
vida, donde se generan compromisos para alcanzar metas de rendimiento,
3 En términos de Vigotsky la interiorización tiene que ver con la reconstrucción interna de una operación externa, en: “El
desarrollo de los procesos psicológicos superiores”. Barcelona, Crítica, 1.979. Pág. 92.
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que necesitan acciones proyectadas. Es aprender a mirar de otra manera. La versión oficial de objetivos comunes y para cada nivel, están barnizados
de lo tradicional que connotan productos convertidos en objetivos de instrucción. Pero usémoslo como aguijones reflexivos, para estudiar la
forma de los contenidos curriculares que contribuyan al desarrollo de una cultura educativa inmersa en una sociedad que languidece en medio de la
pobreza material y espiritual carente de fines y horizontes, e ignorante de los avances tecnológicos mundiales y dejada al abandono. La Ley General
de Educación (115), propone unos objetivos para todos los niveles, los cuales es necesario estudiar desde la nueva escuela, para articularlos con
los principios de la modernidad. De igual manera se hará con los fines,
jerarquizarlos de acuerdo a las prioridades de la región. Se reseñan así los artículos donde están contemplados:
EDUCACION BASICA: Artículo 20: formación general para el
desarrollo. PREESCOLAR: Artículo 16: aprendizajes básicos. PRIMARIA: Artículo 21: comunicación y deseo de saber.
SECUNDARIA: Artículo 22: comprensión, visión y proyección.
MEDIA ACADEMICA: Artículo 30: profundizar según intereses. MEDIA TECNICA: Artículo 33: producción y trabajo.
Al hablar desde la Ley 115 de Educación Básica, lo que se pretende es hacerla continua y garantizable; puesto que la educación institucionalizada
todo lo parcela, de ahí la existencia de agrestes brechas entre los niveles: preescolar, primaria y secundaria. Entre estos se ha generado una especie
de apartheid (segregación) de todos los intervinientes. La nueva visión
pretende ir acabando con los rótulos segregacionistas, los estudiantes no tendrían que pasar por los espacios abortivos entre niveles. Nuestra
materia prima es el conocimiento, se recomendaría prioritariamente que los maestros de más alto nivel de formación académica y humana trabajen en
los grados iniciales de la institución escolar. La iniciación del saber institucional comienza desde el momento de ingreso del niño, lo cual
implica hablar de educación básica desde el preescolar.
5.1.4. Enfoque
Es una formación en y para la vida, alimentando y estimulando cada día de existencia, planeado pero con el aquí y el ahora.
Las áreas deben dar cuenta desde las nuevas condiciones y avances en sus propias disciplinas en el orden global. Los puntos de partida, son los
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lineamientos curriculares, los estándares básicos de competencias y la diversa producción que cada una cuenta tanto en el ámbito global como
regional y local. Las miradas de las áreas de conocimiento institucionalizado, pueden tener
horizontes:
1. Matemáticas: lógica y pensamiento, resolución problémica. 2. Lenguaje: Significación, comunicación y expresión escrita. Nivel
básico del inglés. 3. Ciencias naturales: construcción del pensamiento científico.
4. Ciencias sociales: Ubicación contextual, pensamiento político y social,
desde situaciones problémicas, en la que muchas veces se requieren las diversas disciplinas o campos del conocimiento de las sociales.
5. Informática y tecnología: Acceso y uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
6. Ética y valores humanos: competencias ciudadanas, relaciones interpersonales, clima escolar y manejo propositivo del conflicto.
7. Educación artística: desarrollo de la sensibilidad estética en la vida cotidiana.
8. Educación física, recreación y deportes: desarrollo motor, hábitos físicos de mantenimiento corporal y /o de competición
9. Educación religiosa: trabajar la espiritualidad humana.
Actualmente, los esfuerzos están direccionados a la formación de buscadores: ya que en las condiciones de la nueva sociedad informacional,
se expande y se consolida un nuevo orden de la memoria, por lo cual es
imperativo poder navegar para buscar –datos, saberes, información y conocimientos- los cuales tendrán que abordarse –estudiar, analizar,
reflexionar- para luego hacer el proceso de interiorización, registro, gestión y uso apropiado de los mismos.
Los contenidos se constituyen en herramientas básicas de los aprendizajes y no en sus fines.
5.1.5. Contenido
Se trabaja el concepto como la línea vital de los contenidos académicos; ya
no se hace énfasis en los temas y las definiciones, ya que no constituyen el fin de la educación actual, por el contrario, los contenidos se vuelven
instrumentos de formación de los individuos. Los contenidos se pueden expresar aludiendo a:
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Conocimientos (conceptos, principios, leyes, teorías, visiones filosóficas, ...)
Competencias (capacidades, aptitudes, saber conocer, saber hacer, saber ser, ...)
Actitudes y valores (Éticos, estéticos, cívicos, culturales, volitivos, afectivos, motivaciones, científicas, hacia las ciencias,
comunicación,...). Comportamientos y desempeños (actuaciones, procederes,...).
Logros Académicos: pretenden operacionalizar la organización curricular y
de contenido del plan de estudios de la Institución. Busca ante todo:
Acceso a la información disponible de lo que se está reflexionando o desarrollando en
el programa.
Búsqueda, reconocimiento y selección de la información.
Capacidad para procesarla y hacerla útil en los problemas académicos y/o cotidianos.
Reconocer y manejar la estructura misma del saber.
Trabajar en grupo, con perspectiva de construir equipo.
Ubicar en los humanos, las prácticas de esos saberes.
Producir de manera cooperada.
Producir información pertinente sobre la disciplina de estudio.
Interactuar con diversas comunidades y/o pares académicos.
Construir cultura opositora, donde el disentir, discutir, debatir y consensuar sean sus
ingredientes cotidianos.
Sembrar, crear, incubar, atrapar, gestar, desarrollar y organizar Ideas, Pensamientos
y sentires.
Desarrollo el espíritu científico
Los estándares pretenden fomentar la capacidad para:
Conocer, producir y enfrentar preguntas y problemas.
Vivenciar procesos de búsqueda e indagación para solucionarlos.
Considerar diversos puntos de vista, tanto propios como ajenos sobre el mismo
problema o la misma pregunta.
Compartir y confrontar experiencias, hallazgos y pensamientos con otras personas,
llegar a consensos y actuar en sociedad de acuerdo con ellos.
Responder por las acciones, hallazgos y conclusiones, y por las aplicaciones que se
hagan de ellos.
Trabajar como científico natural y social, explorar hechos y fenómenos, analizar
problemas, observar, recoger y organizar información relevante, utilizar diferentes
métodos de análisis, evaluar los métodos, Compartir los resultados, ser honesto en
la recolección de datos y su validación, reflexionar sobre el pasado, el presente y el
futuro; prepararse para la incertidumbre y aceptar la naturaleza provisional de las
ciencias, valorar críticamente las consecuencias de los descubrimientos científicos y
tener curiosidad, persistencia y flexibilidad
Los estándares, están diseñados como referentes que indican lo que los estudiantes
deben saber y saber hacer al finalizar cada conjunto de grados.
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Los Proyectos de Áreas: La intencionalidad relevante de su diseño y ejecución
involucra los siguientes aspectos:
• Unificar y articular el trabajo académico institucional.
• Conformar los equipos de área responsables de dirigir y coordinar su desarrollo. De
ser posible, conservarlos y consolidarlos hasta lograr experticia y metacognición en
su interior.
• Lograr procesos del conocimiento ininterrumpido, lógico, continuo, permanente y
sistemático desde el preescolar hasta el grado undécimo.
• Sintonizar, enlazar y relacionar el orden local con el global.
• Configurar una estructura del plan curricular para aprender de manera flexible,
versátil, afectiva y efectiva.
• Trazar una ruta desde la nueva cultura de los usos del conocimiento, la información
y los saberes; estimulando el trabajo académico e investigativo.
• Hacer del espacio escolar un lugar para vivir aquí y ahora de manera pacífica e
inteligente.
• Las vacaciones finales del grado escolar, se constituyen en recesos, no es corte para
hacer borrón y cuenta nueva; sino que, son pausas del proceso planteado en el
proyecto.
• El año escolar es un asunto administrativo, no es ruptura académica.
• Se trabaja desde la lógica del grado escolar (continuo, procesual, sin cortes,
articulados en sus cursos y niveles) y no del año escolar (parcelado y sin relación
con los grados, con cortes adulantes).
• El avance, el desarrollo y la excelencia, dependen del rigor institucional y de la
dedicación y capacidad del estudiante, así como también de la voluntad, la
serenidad y la paciencia del educador profesional.
• Facilita el trabajo del docente, para su planeación, control, evaluación y replaneación
constantes.
• Potenciar las facultades, potencialidades y habilidades humanas por medio y uso de
las tecnologías de la producción cultural y/o material.
• Minimizar y/o desvanecer el aparthei o segregación humana al interior de las
instituciones educativas.
• Diseñar y ejecutar mancomunadamente pactos de convivencia, para consolidar una
sociedad democrática
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• Los proyectos se diligencian desde los siguientes ítems. CAPITULOS CARACTERÍSTICAS
1. PRESENTACION
Hace énfasis en los aspectos de mayor caracterización del área de conocimiento. Enuncia su Naturaleza, su perspectiva teórica, el porque de la enseñanza, su funcionalidad y razón de ser; formula así mismo, los argumentos que justifican y hacen necesaria el área dentro del contexto curricular.
2. DIAGNÓSTICO
Saber en que situación estamos y sobre qué vamos a concentrar los esfuerzos en cada área de conocimiento. Realizar un diagnóstico intuitivo sobre las dificultades centrales del aprendizaje de los estudiantes. Ubicar y confrontar el problema. Caracterizar la lógica de aprendizaje de nuestros estudiantes. Conocer los resultados de las pruebas Saber y del ICFES y sus análisis respectivos; reflexionar sobre las recomendaciones y sugerencias. Comparar el diagnóstico del equipo de área con el realizado por el MEN, para redactar los Objetivos del área y, Establecer las metas que el área pretende realizar hasta el final del trabajo disciplinar y pedagógico de la misma.
3. ENFOQUE
Desde las perspectivas Pedagógica y epistemológica, hacer el planteamiento de las discusiones teóricas desde las cuales se pretende abordar el conocimiento y sus contenidos básicos. Realizar un esquema, mapa o tejido lógico donde se exprese la visión del equipo. Armar la composición escrita o redacción del esquema elaborado. Se recomienda abordar conceptos pertinentes de trabajo según el área y su nueva directriz global.
4. ESTRUCTURA DE
CONTENIDO
Configurar un esquema general, donde pueda establecer el eje vital sobre el cual se manejarán los conceptos claves o relevantes que el área necesita construir para lograr las metas requeridas en su trabajo. Definir luego los Estándares (Lengua castellana, ciencias naturales y sociales, matemáticas) o logros académicos mínimos (Ética y valores, artística, tecnología e informática, religión y educación física) que deben enseñarse a los estudiantes; Luego se escribirán los conceptos básicos que se necesitan para desarrollar dichos estándares y logros. Para efectos de la ejecución se agrega la casilla sobre el tiempo probable de ejecución estipulado en número de semanas.
5. METODOLOGÍA
La ruta está dada por la concepción y enfoque pedagógico direccionado por el área. Para esta parte, se proponen procedimientos emergidos, el o los cuales es necesario precisar su manejo y uso en el aula: Procesamiento de la información, construcción de textos, apropiación conceptual, guías de actividades, mapas conceptuales, heurísticos, guías de estudio y/o módulos, resolución de problemas, proyectos de aula, procesos de investigación.
6. EVALUACION
Para la valoración de los procesos de aprendizaje de los estudiantes es necesario fijar criterios en torno a: manejo del error, formas del seguimiento, apoyo a las dificultades, balances académicos finales, uso de la valoración cualitativa, períodos y promociones, informes académicos, niveles de desempeño. Referenciar las competencias que el estudiante construirá en su desempeño escolar, haciendo énfasis en la temática y sus escenarios o contexto de aplicación.
7. CAMPO DE
MEJORAMIENTO
Después de configurado el Proyecto de Área con los ítems precedentes, se procederá a establecer los siguientes aspectos: -METAS DE CALIDAD, las cuales tienen que ver con los porcentajes ante el rendimiento y las pruebas de estado (Saber e Icffes). - PROYECTOS COMPLEMENTARIOS, que apuntan al desarrollo de proyectos productivos desde contribuirá cada área en su desarrollo. - PROYECTOS ARTICULADORES, para fortalecer el área y para conectarse con las demás.
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Este Ítem lo desarrollaremos en su momento para mayor y mejor operacionalidad del Proyecto de Área y de la Institución.
7. REFERENTES UTILIZADOS
Bibliografía, revistas, folletos, videos, películas, música (discografía), conferencias, folletos, eventos
Aunque aun se trabaje con las áreas de conocimiento y sus nuevas
miradas, la pretensión es ir acercándose a las necesidades de otras condiciones de aprendizajes como: campos de formación, ciclo vital
humano, potencialidad e interés, proyectos e investigaciones, transversalidades, gerencia del conocimiento y la información, campos
virtuales y de simulación. La organización del trabajo académico, va de una secuencia lógica,
continua y sistemática desde el preescolar hasta el grado undécimo. La idea no es solamente administrativa, sino académica y de convivencia.
Los contenidos definidos en la propuesta planteada por el Ministerio de
Educación Nacional de Colombia son los Estándares curriculares de competencias, sobre los cuales se harán prioridades, ajustes, adecuaciones
u otras opciones que las áreas de conocimiento así lo ameriten y estén evidenciados en los proyectos de las áreas diseñados para tal fin. En las
áreas donde no existe propuesta de estándares de competencias, se les llama logros académicos o estándares institucionales.
Así mismo, cada área tendrá a su cargo la coordinación de un proyecto transversal, que estimule y ayude al desarrollo del ciclo vital humano, tanto
a nivel académico como de convivencia simultáneamente.
5.1.6. Método
En la sociedad de la información y el conocimiento, leer y escribir con
niveles altos de desarrollo se constituye en un campo vital y productivo.
Por lo tanto, serán líneas de trabajo transversales, cuya responsabilidad está en cada área de conocimiento, y cada profesor es maestro de lectura y
escritura acorde con su trabajo. Es un proceso continuo, cohesionado y coherente desde el preescolar hasta
el grado once, e inclusive se aspira a que igualmente sea correlacionado con la educación universitaria.
Se recupera la comunicación, conversación y el diálogo. Esto requiere una práctica significativa que consiste en alertar un modo flexible de significar
una actitud activa ante los mensajes sociales y lenguajes no verbales. David Ausubel, manifiesta que: los nuevos conocimientos se vinculan de
una manera clara y estable con los conocimientos previos que disponga el individuo, para ello es importante tomar en cuenta tres condiciones
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simultáneas: El contenido debe ser potencialmente significativo para que exista una buena comprensión; el estudiante debe poseer en su estructura
cognitiva, los conceptos que previamente van hacer utilizados; y, debe poseer una actitud positiva para relacionar los nuevos conocimientos con la
estructura cognitiva que tiene el individuo en forma particular‖4. Se puede concluir así, con la apreciación de Albert Einstein que: ―Si un individuo
domina los fundamentos de su disciplina, y ha aprendido a pensar y trabajar con autonomía, encontrará sin duda su camino y además será
mucho más hábil para adaptarse al progreso y los cambios, que el individuo cuya formación consiste sólo en la adquisición de algunos
conocimientos detallados‖5.
La práctica, la experiencia o la actividad aluden a la necesidad no solo de que objetivos, contenidos y actividades tengan un interés intrínseco por
responder a las necesidades de los participantes en los procesos educativos, sino a la necesidad de la existencia de los escenarios que
proporcionen seguridad para la exploración, y la claridad en la retroalimentación sobre los resultados de cualquier acción.
Las estrategias pedagógicas por su parte, son entendidas como un plan de ideas y de actividades organizadas para resolver una situación
problematizada las cuales pueden ser: resolver un interrogante, crear un objeto, hacer actividades, estudiar situaciones o fenómenos sociales y/o naturales; demostrar, refutar, confirmar o aplicar una proposición. Se deberá tener en cuenta los intereses y las necesidades de quienes están
involucrados: alumnado, profesorado, familia y comunidad. Las ventajas se evidencian en que:
Resuelven y desarrollan situaciones de interés.
Exigen organización, planeación y orden.
Fomentan la creatividad, la autoestima, el razonamiento, el pensamiento
crítico y divergente y otras actitudes necesarias para vivir en una sociedad
que exige el desarrollo científico y tecnológico.
Participan varias personas (grupo, equipo) a la vez.
Se aprende y se enseña investigando.
Para trabajar cualquiera de las formas metodológicas se debe tener
contacto con la situación de interés, identificar la situación problematizada
y definirla; definir unos objetivos; hacer suposiciones sobre dicha situación (hipótesis o ideas previas del alumnado frente a la situación);
operacionalización (estrategias para verificar la hipótesis); definir el marco
4 Citado por: De Subiría Samper Julián, y otro: Modelos Pedagógicos, 1995, Pág. 59.
5 Citado por Morales G. Gonzálo “El Giro Cualitativo de la Educación” Primera edición, editorial XYZ impresores 1996,
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conceptual y establecer la estrategía de trabajo, hacer un análisis de resultados y conclusiones y presentar una comunicación (escrita y verbal).
Debe ser organizado con base a temas de interés para el alumnado. Esta parte del currículo no se puede definir sin antes haber interactuado con los
estudiantes. La experiencia docente debe permitir sugerir algunos proyectos, algunas actividades, algunos recursos, planificar algunos
contenidos, algunas competencias y procesos básicos. Hay que planificarlos con grados de flexibilidad y apertura.
Hoy el conocimiento ya no es concebido como la suma de contenidos que deben ser aprehendidos para su transmisión sino como aquellas reglas de
acción que nos garantizan su manejo. Es plantear desde cada disciplina
situaciones o problemas que puedan ser resueltos a partir de acciones que realiza cada sujeto. Ya no se trata se asegurar «conocimientos» sino de
asegurar competencias. Se funda en la gradualidad, la reiteración del ejercicio práctico y la
ciclicidad. Predominio de la experiencia sensible en la realidad que el hombre vive y funciona efectivamente. Las ideas se consideran como
objeto de conocimiento y se debe verificar el origen , la certidumbre y el alcance del entendimiento humano.. El juego es un factor educativo de
enorme importancia y su mayor atractivo es la libertad. El ambiente pedagógico debe ser el más flexible para que el estudiante
despliegue su interioridad, sus cualidades y habilidades naturales en maduración y se proteja de lo inhibidor e inauténtico que proviene del
exterior, cuando se le inculcan o transmiten conocimientos, ideas y valores estructurados por los demás, a través de presiones programadas violarían
su espontaneidad.
Creación de ambientes y experiencias de afianzamiento en las etapas de desarrollo. Las experiencias faciliten el paso a estructuras superiores de
desarrollo. La intención es orientar al estudiante para que pueda construir sus propios contenidos de aprendizaje. No interesan tanto los contenidos o
tipos de saberes. Las formas, procedimiento y estrategias metodológicas, pedagógicas y
educativas son de múltiples opciones de tipo procesual, ya que la formación de buscadores y la cualificación por competencias implican
continuidad, permanencia y sistematicidad a largo y mediano plazo. La educación y la pedagogía del conocimiento tanto académico como de
convivencia utilizan el mejor laboratorio que es la vida cotidiana tanto institucional, como social y personal. Es importante entender que la
formación va del individuo al colectivo, por ser cada estudiante –niño, adolescente, joven y adulto- un ser único, semejante y diferente al mismo
tiempo.
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Relación maestro-alumno deberá ser anti autoritaria. La autoridad debe recuperar la voz, la palabra y el afecto. Los reglamentos y prohibiciones
mal educan a los estudiantes, pues cohíben su originalidad y libertad. Los ambientes deben ser lo más natural posible; ojalá extraerlos del medio
ambiente de los estudiantes. La investigación aunque no existe en ninguna forma o es incipiente, será en
el futuro (ya lo es en los países desarrollados) la materia prima, o la cantera desde donde se extrae y se produce la nueva información, los
conocimientos; es decir, se constituye en la base de la nueva economía del mundo.
Requiere primero por parte del profesor un manejo profesional del área, de
tal manera que sea seductor del saber; saber manejar varias herramientas procesuales para el desarrollo de competencias.
La experiencia será la herramienta y el ingrediente fundamental del aula. La clase tradicional desaparece como espacio para la llenura de
información, para constituirse ahora en ―momento‖ del proceso de aprendizaje, la cual es parte de… (ya no es unidad, con un inicio y un fin),
porque es un tiempo y un espacio donde se está trabajando un concepto, el cual tiene una duración de varias jornadas (semanas o períodos) de
trabajo, y todo lo que se haga en ella estará articulado, relacionado, enlazado y amarrado a un proceso; nada será aislado y parcelado, todo
tendrá significado. Es posible que sea parte de uno o varios proyectos de enseñanza y aprendizaje.
Se parte de que las lógicas de las preguntas, los problemas, las situaciones, los fenómenos y las necesidades sean las plataformas y los
escenarios que orientan las características de las posibles metodologías a
seguir. Puesto que los métodos sólo se constituyen en caminos o puentes que conectan y relacionan lo teórico con lo real o viceversa –de la
experiencia a lo teórico-. Se recurre a todo el bagaje pedagógico y cultural acumulado en la historia
del hombre, ya que en diversas condiciones se requiere o se necesitará usar lo experimentado o planteado en los trabajos de los pensadores o
autores de cierto tipo de propuestas, Como por ejemplo: La clásica, Humanística, * Instruccional, * La Escuela Nueva y Activa, * El aprendizaje
Significativo, * La Psicología Genética, * La Pedagogía Conceptual, * La Escuela Histórico Cultural, * Pedagogías basadas en la Investigación, *
Pedagogías basadas en la Fenomenología, * La Teoría Crítica
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5.1.7. Recursos
El primer instrumento será el cuaderno, pero bajo la orientación y el
manejo de una lógica del proceso de crecimiento, el cual va desde el caos
(conceptual, pautas de crianza, convivencia) hacia el orden y la organización.
Materiales bibliográficos: virtuales y reales. En este aspecto, se trata de enseñar a construir escuela en las búsquedas, apropiación, organización y
uso de la información y los datos, para que conduzca al conocimiento. Se orientara el acceso y uso ético de diversos y múltiples materiales, como la
biblioteca virtual, periódico y prensa, revistas, audio y video, panfletos, contextos reales orales y escritos, simbólicas.
Por las condiciones económicas y culturales limitadas en los hogares, familias y casas de los estudiantes, se plantearán estrategias diversas para
evitar la exclusión al mundo da las NTICs. Se hará con planes, programas y proyectos para vivir la experiencia del
conocimiento.
5.1.7. Evaluación
El rigor es una condición primaria para la excelencia, en el sentido de hacer
lo que tiene que hacerse, y no en un sentido trasnochado de disciplina de
hacer lo más difícil y por los caminos más tortuosos. La reflexión habitual desde los propios haceres, para revisarse
continuamente en perspectivas constantes de mejoramiento. El error ya no es un concepto peyorativo, las dificultades de cualquier
orden se vuelven un recurso potencial del desarrollo y crecimiento personal.
Todo es susceptible de medición, sólo así se puede mejorar, lo que se concibe como la evaluación, es el mejor instrumento para valorar los
procesos de desarrollo y tomar decisiones de estimulación, potenciación y/o corrección.
Aunque se hace énfasis en los procesos, de ninguna manera se descuidan los resultados. Puesto que todo se evalúa para mejorar, obviamente sin
caer en la directividad ni el autoritarismo, el cual se podría desdibujar en la descalificación, lo cual no es lo propio de este tipo de evaluación.
El proceso de valoración –o calificación como tradicionalmente se conoce-
es un juego inteligente entre lo cualitativo y lo cuantitativo. El problema no es el número y/o la letra, sino la forma de darle uso: el número sólo, es la
forma más pobre de valorar, y la letra o los conceptos solos pueden perderse en la ambigüedad, Tenemos que precisar y tener claro qué es lo
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que enseñamos, para no confundir los conceptos que se enseñan con el comportamiento. Aunque tenemos que trabajar equilibradamente con la
academia y la convivencia, tenemos que ser precisos en su manejo y su combinación.
6. UN MODELO CENTRADO EN PRINCIPIOS
6.1. ¿QUÉ SON LOS PRINCIPIOS?
“Es con el corazón como vemos correctamente; lo esencial es
invisible a los ojos”. ANTOINE SE SAINT-EXUPÉRY, El Principito
Principio viene del latín principium, que significa fundamento, inicio, punto de
partida, idea rectora, regla fundamental de conducta. En sentido lógico, el principio es un concepto central, que constituye una generalización. Por principio
de acción, se sobre entiende, la norma ética que caracteriza las relaciones de los individuos en un colectivo.
Hablar de principios implica interiorización valorativa, como una forma vital del desarrollo individual y social. En nuestra cotidianidad hay muchas ideas y
cosas que valoramos unas más que otras, pero, que en ciertas circunstancias tenemos que priorizarlas; sin embargo el principio se ha tomado como un
abstracto general, como si aquello fuera exógeno a nosotros, que nada tiene que ver con las acciones reales, terminando como parte solo de un discurso
especulativo, como un adorno. Sabemos que con adornos no se puede actuar, la
actitud tiene su motor energético, que son los principios; y estos son básicos en la nueva forma de vida personal y cotidiana que pensamos emprender como
personas en cualquier rol que tengamos que asumir. Lo que hoy existe es una gran dificultad en asumir nuevos valores, sin
desechar valores tradicionales que tendrían que reafirmarse. Hay muchos valores nuevos por concebir, aunque antes se hayan mencionado constantemente, no
tenían la categoría de principios valorativos.
Valores perennes: Para defender, rescatar, darles mayor y nuevo contenido, precisarlos e interiorizarlos nuevamente: Amor, Afecto, Honestidad, Respeto,
Dignidad, Moral, Lealtad, Sinceridad, Civismo, Libertad, Humildad, Ayuda, Apoyo, Honradez, Fidelidad, Compartir, Paciencia, Tranquilidad, Sabiduría, Igualdad,
Servicio, Rectitud.
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Valores modernos. Por asumir, darles contenido, precisarlos, concretarlos, contextualizarlos e interiorizarlos: Ética, Integridad, Conocimiento, Convivencia,
Participación, Cooperación, Solidaridad, Concertación, Autonomía, Equidad, Lúdica, Trabajo, Dificultad, Derechos, Compromisos, Adaptación, Cambio, Cultura,
Planificación, Calidad, Competitividad, Eficiencia, Democracia, Conciliación, Paz, Organización, Previsión, Prospectiva, Auto-dinámica, Contextualizar, Pertenencia,
Gestión.
Hay principios que gobiernan la efectividad humana, leyes naturales de la dimensión humana que son tan reales, tan constantes y que indiscutiblemente
están tan «allí» como las leyes de la gravitación universal en la dimensión física.
Los principios son como faros. Son leyes naturales que no se pueden quebrantar. Ninguno de los principios corresponde a una doctrina, filosofía o religión en
particular. Estos principios son parte de las principales religiones, así como también de órdenes y organizaciones esotéricas y de autoayuda, de las filosofías
sociales duraderas y de los sistemas éticos. Son evidentes por sí mismos y pueden ser comprobados fácilmente por cualquier persona. Es como si tales
principios formaran parte de la condición, conciencia y moral humanas. Parecen existir en todos los seres humanos, independientemente del condicionamiento
social y de la lealtad a ellos, incluso aunque puedan verse sumergidos, adormeci-dos u ocultos por el imperio de condiciones negativas.
Por ejemplo, el principio de la rectitud, a partir del cual se desarrolla todo el concepto de la equidad y la justicia. La rectitud puede definirse y lograrse de
maneras muy diferentes, pero la conciencia que se tiene de ella es casi universal. Otro, es la integridad y la honestidad. Éstas crean los cimientos de la confianza,
que es esencial para la cooperación y el desarrollo personal e interpersonal a
largo plazo. Otro principio es la dignidad humana. El concepto básico de este valor o principio, sostiene que todos los hombres han sido creados iguales y
dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables, contándose entre ellos los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Está también
el principio del servicio o la idea de contribuir. Otro es la calidad o excelencia. Así mismo está el principio del potencial, la idea de que tenemos una capacidad
embrionaria y de que podemos crecer y desarrollarnos, liberando cada vez más potencial, desarrollando cada vez más talentos. Muy relacionado con el potencial está el principio del crecimiento —el proceso de liberar potencial y desarrollar talentos, con la necesidad correlativa de principios tales como la paciencia, la
educación y el estímulo. Los principios no son prácticas. Una práctica es una actividad o acción
específica. Una práctica que da resultado en cierta circunstancia no necesariamente lo dará en otra, como pueden atestiguarlo los padres que han
intentado educar a un segundo hijo exactamente como al primero.
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Mientras que las prácticas son específicas de las situaciones, los principios son verdades profundas, fundamentales, de aplicación universal. Se aplican a los
individuos, las familias, los matrimonios, a las empresas y organizaciones privadas y públicas de todo tipo. Cuando esas verdades se internalizan como
hábitos, otorgan el poder de crear una amplia variedad de prácticas para abordar diferentes situaciones.
Los principios no son valores. Una pandilla de ladrones puede tener valores, pero violan los principios fundamentales de los que estamos hablando. Los
principios son el territorio. Los valores son mapas. Cuando valoramos los principios correctos, tenemos la verdad, un conocimiento de las cosas tal como
son.
Los principios son directrices para la conducta humana que han demostrado tener un valor duradero, permanente. Son fundamentales. Son esencialmente
indiscutibles, porque son evidentes por sí mismos. Para captar rápidamente su naturaleza evidente basta con considerar el absurdo de tratar de vivir una vida
efectiva basada en sus opuestos. Dudo de que alguien pueda seriamente considerar que la mala fe, el engaño, la bajeza, la inutilidad, la mediocridad o la
degeneración sean una base sólida para la felicidad o el éxito duraderos. El principio opera como el volante de un reloj que mantiene el ritmo regular
de su mecanismo, conserva el equilibrio entre pensar y sentir. Se traduce en una vida ordenada; sin ellos, no habría más que desorden y caos. Evitan los
extremos, puesto que el principio representa la armonía de los contrarios, la integración del sentimiento con el pensamiento.
6.2. EL APRENDIZAJE DE LOS PRINCIPIOS
Los principios no son mandatos, sino convicciones. Los verdaderos principios morales no pueden inculcarse a base de discursos, información,
prédicas, amenazas o castigos. La imposición de una fuerza exterior, lo mismo si se trata de una prédica que de una amenaza, perturba la armonía interior y hace
más difícil desarrollar la convicción íntima que se necesita para profesar un principio.
Para crear una convicción, tanto en sentimiento como en pensamiento
tienen que estar combinados. Se va fortaleciendo a medida que aumenta el sentimiento. Es imposible desarrollar principios si no se tiene nada que perder.
Sin buenos sentimientos no hay motivación para proteger la integridad de la personalidad.
Sólo surte efecto cuando la fe de todos es fruto de su convencimiento o entendimiento íntimo. En ese caso es de esperar que todos sigamos nuestros
propios principios con gusto y satisfacción. La ausencia de esta satisfacción y de estos sentimientos saludables en una generación anterior hace que la más joven
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los ponga en tela de juicio. El principio no tiene por objeto conciliar al individuo con su dolor, sino proporcionar armonía interior que hace posible una vida
equilibrada y llena de alegría. Los principios no son técnicas para sobrevivir. Cuando la atención se
concentra principalmente en la supervivencia, los principios salen sobrando. Antes de hablar de principios tenemos que asegurarnos de que nos sintamos bien
en nuestro cuerpo y en el ambiente que nos rodea. Los principios facilitan la protección de los buenos sentimientos, y se desarrollan para ayudar a la gente a sentirse bien y proceder de manera eficiente en una situación cultural determinada, y quedan despojados de todo valor cuando ya no realizan su
función. Por ejemplo, hay muchos principios que los hombres han descubierto
para gobernar su conducta con objeto de sentirse bien: la veracidad, el respeto a la persona y a la propiedad, la honradez, lealtad.
6.3. LA INTERIORIZACIÓN DE PRINCIPIOS
―El afecto traza la ruta cognitiva‖
Juan Pascual Leone
Se trata de utilizar los valores para volverlos principios. El trabajo de
aprendizaje no puede quedarse en una simple técnica, sino que por el contrario, deberá reflejar una manera diferente de ver y representarse el mundo y la vida.
Por lo tanto el sistema valorativo del individuo, se irá construyendo en la medida que lo expresado, lo planteado y priorizado como principios, sean
conceptualmente apropiados, concebidos y manejados por todos. Todos los principios constituyen un tejido significativo para el desarrollo
humano. Tienen que elaborarse e interiorizarse conscientemente y entre todos, con propósitos de largo aliento, como objetivos permanentes y continuos. Deberá
existir continuidad en estos propósitos. Se necesita darles contenido preciso, cuya concreción permitirá una dirección, pues en la medida que se tenga claridad
de ellos, se actuará de conformidad. Un principio como idea rectora de vida,
proviene de un valor interiorizado. Es decir, cuando ya hace parte de cada sujeto. En el trabajo educativo –con los hijos, estudiantes, compañeros, amigos,
vecinos- en todas sus dimensiones no se puede quedar en una simple técnica, sino que por el contrario, reflejará una manera diferente de ver y representarse el
mundo y la vida. Por lo tanto el sistema valorativo del individuo, se irá construyendo en la medida que los principios nuevos planteados en la constitución,
visión-misión, o carta magna de un individuo, de la familia, institución o cualquier organización o empresa sean conceptualmente apropiados, manejados e
interiorizados por los participantes de quienes hacen parte. Tenemos a continuación algunos principios generales, que se consideran
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nucleares en el nuevo desafío de la sociedad actual, y de los cuales se derivan valores, que funcionan en una red significativa moderna. Se necesita darles un
contenido preciso para su correcta asunción y dirección, pues en la medida que se tengan claros los principios, se actuará de conformidad a ellos, recordemos que un
principio es una idea rectora y, que se transforma es principio, cuando el valor se ha interiorizado o, ya hace parte de cada sujeto.
Principios del conocimiento: Aspectos valorativos que se derivan:
democratización de la información. La creatividad como hecho natural, de acuerdo al proyecto vital y profesional construido. La racionalidad, desde el pensar por sí
mismo, ponerse en el lugar del otro y ser consecuente. Desarrollo del
pensamiento como construcción de sentidos y relaciones. Reconocimiento de las propias capacidades y de los individuos de su entorno para hacer equipo e
interrelacionarse con otros. Pensamiento crítico e independiente. La investigación como producción de conocimiento, la cual se toma como pauta direccional en su
construcción. La rigurosidad como elemento primordial del nuevo concepto de ciencia. Reconocimiento de las potencialidades al validarse desde las múltiples
inteligencias. Aprender a aprender para efectos de la innovación y la competitividad. Significación y sentido. Reflexión.
Principios de la vida: La flexibilidad. Actitud lúdica, como el amar y disfrutar
lo que se hace. Búsqueda y/o construcción de ambientes adecuados, nutritivos y estimulantes. Acciones de incidencia para proteger, generar y cultivar la vida.
Acciones permanentes para equilibrar la sensibilidad y la inteligencia. Afrontar serenamente las dificultades, como aspectos que nutren el pensamiento y la
acción. Concebir los problemas como retos y desafíos. Asumir el cambio como una
disposición interiorizada para el compromiso y la adaptación.
Principios de la democracia: Establecimiento de las redes, como una comunicación sin límite, recordando que no se puede hacer democracia en la
ignorancia. Capacidad para hacer debates, concertar y decidir en grupo. Desarrollo de la independencia solidaria. Construcción de los equipos de proyectos.
La convivencia y autogobierno, para el manejo del poder con orden legal, pero orientado por la debida conceptualización. Pensamiento político, para comprender
e intervenir en el contexto del mundo vital. Serenidad, paciencia, sabiduría y voluntad. El conflicto como oportunidad y reto. Aceptar al otro como es. Conocerse
así mismo para conocer al otro. La gratitud. Creer y tener fe en sí mismo. Políticas de la amistad. Crear y expandir confianza.
Principios de la libertad: Detección de espacios de decisión. Orientarse de
acuerdo a los proyectos de vida. Desarrollo de la cultura de la planeación. Detectar
rápidamente las carencias presentadas. Capacidad de gestión. Intersubjetividad.
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Sentido de incidencia y ser contradictor de orden superior. La soberanía implica una conquista de cada individuo, aprovechando el reconocimiento legal, validarla
en un crecimiento auto-dinámico. Exigencia y/o consecución de espacios y elementos para la equidad. Desarrollo de actitudes y acciones autogestionarias.
Oportunidades. Equidad.
Principios del trabajo: La rigurosidad para la calidad. Se hace lo que se ama. La ética, punto crucial para mantener una relación confiable. Los conflictos no se
evaden, se abordan, y se provocan si es necesario, recordemos que los problemas no se castigan ni se sancionan, se resuelven. Se sigue y se mejora
permanentemente el proyecto vital. Sentido del trabajo en equipo, en donde se
labora desde la inter y la transdisciplinariedad. La competitividad es poder ofrecer lo que otros no tienen y no pasar por encima del otro, por eso es mejor hablar de
Cooperación antes que de competencia. Pensamiento operativo, donde se fusiona lo conceptual, la experiencia y la experimentación. Las acciones intencionadas
están llenas de teoría. El interés particular se negocia con el colectivo, para asumir los respectivos compromisos, para su seguimiento y evaluación.
Principios de la cultura: Reconocimiento de las inteligencias múltiples, como
un factor que contribuye en la consolidación de lo diverso del ser humano. Las puestas en común, la socialización y la comunicación del pensamiento constituyen
elementos primordiales para reconocer que el conocimiento y el sentimiento son los órganos maestros de la integración, además que son herramientas para
movilizar las ideas. La cultura deberá ser para el desarrollo humano y no para su decadencia. La cultura hay que conocerla para desarrollarla desde su propio
estado. Para un buen estado colectivo, es necesaria la formación individual. Lo
universal y lo local deben conjugarse para no caer en los extremismos. Las concepciones y las creencias son el sentido que dirigen la vida, contextuarlas y
redefinirlas ayudan a la transformación, o la reafirmación de la misma.
6.4. ASPECTOS BÁSICOS DE EMPRENDIMIENTO
Todos los principios, constituyen un tejido significativo para el desarrollo
humano que se pretende generar en cualquier escenario de la vida humana, llámese organización, empresa, institución, familia o persona. Una intencionalidad
orientada desde los principios tiene que elaborarse conscientemente, entre todos y con diálogos constantes, manteniendo continuidad en los propósitos; solo así en
verdad funcionara. Para dicho recorrido, sería importante tener en cuenta algunos elementos que ayudan a que esto sea posible.
Visión propia de lo propio: Es necesario hacerse un diagnóstico propio del
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escenario, situación, espacio o territorio donde va a tener la posible incidencia del trabajo basado en principios. Es imprescindible sobre todo ubicarse en el ámbito
teórico y práctico de los saberes que intentamos trabajar, entender y comprender las concepciones y creencias con los cuales nos enfrentamos; para buscar datos
que realmente necesitemos, y con ellos, más la ubicación contextual y filosófica que tengamos, construir un nuevo panorama de nuestro sitio de vida.
Establecer rumbos: Saber a dónde dirigir y dirigirnos, por donde hacerlo y
cómo hacerlo, permite ubicarse en la búsqueda de espacios, tiempos, conceptos o materiales de cualquier orden, para superar las carencias encontradas en el
proceso, y establecer acciones racionales que provean un futuro donde se
aproveche el potencial propio y del existente en otros individuos, para no caer en el viejo adagio de que ―las cosas se valoran cuando se las ha perdido‖.
Partir del esfuerzo crítico mínimo: Cambiar un hábito, un concepto y una
actitud, no se puede hacer de un día para otro, o con solo desearlo o promulgarlo. Es necesario realizar unas acciones constantes, conscientes y de total
concentración, hasta lograr interiorizar la intención, de tal manera que se conviertan en reacciones espontáneas intencionadas. Para conseguirlo, se propone
iniciar con el establecimiento de las metas cómodas que se quieran alcanzar, y de acuerdo a estas realizar trabajos significativos que impliquen la utilización de un
tiempo determinado, que inicialmente impliquen un esfuerzo que sea permanente; este se irá ampliando en la medida que haya inmersión en las
actividades, hasta que se haya concebido el propósito planteado y se haya transmutado en hábito. Es decir, comenzar con poco, sin mucho esfuerzo, pero
que haya constancia.
Cambiemos lo que está en nuestras manos: la mayoría de las personas
esperamos a todo momento que cambie nuestro entorno para luego hacerlo nosotros; por lo cual estamos contagiados de la enfermedad de las disculpas;
como una manera de evitar nuestro compromiso con el cambio. Hoy se ha pasado de la protesta a la propuesta, proponiendo de que no seamos infelices y
desgraciados porque otros u otras situaciones no cambian; sino que es preciso cambiar lo que está a nuestro alcance, y la primera condición es hacerlo
inicialmente con nosotros mismos, porque con nuestro cambio se generarán otros cambios y generada la onda, esta se expandirá influyendo en todo lo que alcance.
Profundizar en lo que nos interesa: Al reconocer lo que nos interesa,
permite ir perfeccionando nuestras acciones y conceptos, lo que requiere también un seguimiento evaluativo para corregir los errores, potenciar nuestras fortalezas,
venciendo con ello las dificultades y tropiezos que se tienen en el avance,
midiendo así los estados proximales de la meta propuesta.
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Es mejor la apropiación teórica que la búsqueda de métodos: Uno de los
factores que más ha hecho daño en el espacio educativo es el ansia desmedida de tener métodos, que desgraciadamente se ha confundido con el seguir una simple
técnica (lo mismo le ha sucedido a la investigación), y por ello, se provoca una ansiosa y compulsiva necesidad por conseguir recetarios mágicos. Esa tradición
tecnocrática ha incentivado la aversión u odio por la materia prima que es el ―conocimiento‖, de ahí que sea muy poco el manejo teórico apropiado que debería
tener todo aquel que tenga que ver con la educación y la formación de las personas. Es necesario y urgente hacer un trabajo de apropiación y manejo
conceptual en lo que queremos formar o educar. Lo que se busca es que se pueda
ser gestor de nuestra propia metodología completamente iluminada de teoría, lo cual nos permitirá hacer nuestras propias recetas de enseñanza y aprendizaje.
Juicios de rendimiento y apreciación: El trabajo desde la perspectiva de los
principios, permite organizar los conocimientos, y relacionarlos de tal forma que contribuyan a la formulación, identificación y solución de problemas para la
construcción y producción de nuevos saberes y formas. También es el nuevo espacio para la pregunta; tiene una dirección de trabajo, el que sabe lo que
busca, por lo tanto, sabe lo que pasa. Ese trazado procesual con puntos de mira direccionales lo ubica en la detección y salvamento de obstáculos sean de orden
conceptual o material, en donde se puede descubrir en la sombra que proyecta la luz, aquello que se creía verdadero. Se puede mirar en ese recorrido, el grado de
avance y adquisición o enriquecimiento que se ha alcanzado en el desarrollo del plan propuesto. Igualmente, nos permitirá tomar la evaluación como una
herramienta para transformar los gustos en intereses y canalizarlos, acelerar el
ritmo de aprendizaje, estimular el desarrollo de las habilidades, vencer las limitaciones y superar las dificultades, tomar el conflicto, las equivocaciones y el
error como grandes oportunidades y retos, donde se aprovecha la experiencia para perfeccionar los aciertos.
6.5. CONSTRUIR EL HÁBITO
Aristóteles dice que ―Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito‖. Pues, básicamente, nuestro carácter
está compuesto por nuestros hábitos. Por eso se insiste que si se «siembra un pensamiento, se cosecha una acción; si se siembra una acción, se cosecha un
hábito. Si se siembra un hábito, se cosecha un carácter; y si se siembra un carácter, se cosechara un destino»
Los hábitos tienen también una enorme atracción gravitatoria, más de lo que la mayoría de las personas comprenden o admiten. Para romper tendencias
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habituales profundamente enraizadas tales como la indecisión, la impaciencia, la crítica o el egoísmo, que violan los principios básicos de la efectividad humana,
se necesita algo más que un poco de fuerza de voluntad y algunos cambios menores en nuestras vidas. El «despegue» exige un esfuerzo tremendo, pero en
cuanto nos despegamos de la atracción gravitatoria, nuestra libertad adquiere una dimensión totalmente nueva.
Se define el hábito como una intersección de conocimiento, capacidad y deseo. El conocimiento es el paradigma teórico, el qué hacer y el por qué, la
capacidad es el cómo hacer. Y el deseo es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida, necesitamos esos tres elementos.
Aunque sepa que para interactuar con efectividad con otros tengo que
escucharlos, tal vez me falte capacidad para hacerlo. Podría no saber cómo se escucha real y profundamente a otro ser humano. Pero saber que necesito
escuchar y saber cómo escuchar no basta. A menos que quiera escuchar, a menos que tenga ese deseo, no se convertirá en un hábito de mi vida. Para crear
un hábito hay que trabajar en esas tres dimensiones. El cambio de ser y ver es un proceso progresivo: el ser cambia al ver, que
a su vez cambia al ser, y así sucesivamente en una espiral ascendente de crecimiento. Trabajando sobre el conocimiento, la capacidad y el deseo, podemos
irrumpir en nuevos niveles de efectividad personal e interpersonal cuando rompemos con viejos paradigmas que pueden haber sido para nosotros una
fuente de inseguridad o aparente seguridad durante años.
6.5.1. Interiorizar lo que queremos para crear nuestro propio destino.
La invitación es hacer un recorrido a lo largo de unos ocho pasos que nos
ayudara al proceso de interiorización y concepción de cualquier aspecto que pretendamos fijar en nosotros para darle una nueva configuración a nuestra
forma de ver, ser y actuar en la vida. Los que han hecho el recorrido de estos pasos de manera ciega e
inconsciente son las víctimas, aquellos en la que la vida escasamente les sucede, son los que mantienen atribuyendo sus éxitos o sus fracasos a la buena o a la
mala suerte. El propósito aquí es poder despertar, hacernos cargo de nuestro propio destino, asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, hacernos cargo
de todo lo que nos sucede. La clave es vivir esta experiencia en el pensar y el sentir de manera simultánea, grabémoslo en nuestro pensamiento y en nuestro
corazón, ya que de ello depende la creación de nuestro propio destino. Los pasos funcionan como las fichas del dominó, al parar ocho fichas una a
continuación de la otra, al derribar la primera, una a una se van empujando. Memoricemos e interioricemos estos ocho pasos, simplemente comencemos con
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la primera, empecemos a hablar en forma asertiva, hablemos de lo que queremos en lugar de hablar de lo que no queremos.
1. Desde la palabra. Comienza en nuestra boca, con las palabras y nuestro
lenguaje. Las palabras son el principio de la creación y la anteceden. Nosotros hemos creado la vida que tenemos y llevamos a partir de nuestras propias
palabras. Muchas veces creemos ingenuamente que el emitir palabras (de queja, lamento, de víctima) no implica nada, que se las lleva el viento; no nos damos
cuenta que esas palabras están quedando grabadas en la mente subconsciente y están generando y/o reafirmando un programa negativo.
Es el momento que revisemos nuestras propias palabras y nuestro lenguaje
en todos los momentos de la vida cotidiana, comenzando desde los saludos y las respuestas que damos en cualquier situación que tengamos. Observemos esas
palabras que son con las que estamos construyendo nuestro destino, es el lenguaje con que estamos programando nuestra mente subconsciente, esas son
la materia prima con la que estamos construyendo nuestros pensamientos, con las que estamos construyendo nuestras actitudes, comportamientos, con esas
palabras estamos labrando nuestro propio destino. Cuando las palabras se corrompen y los significados se vuelven inciertos, el
sentido de nuestros actos es también inseguro. Tomemos conciencia de que nuestra mente subconsciente es una grabadora, ella sólo se limita a grabar en
forma fría, ella no distingue entre lo que es bueno o es malo, entre lo que es correcto y es incorrecto, entre lo que es serio o es una broma, ellas simplemente
graba tal y como se ha dicho. Todo lo que pasa en nuestras vidas lo hemos creado nosotros con nuestras palabras.
Comencemos a utilizar el poder creativo de la palabra hablada en nuestro
favor, empecemos a utilizar nuestra mente subconsciente, empecemos a cultivar un nuevo futuro a partir de palabras positivas. No esperemos que el mundo
cambie, somos nosotros los que debemos cambiar y, el primer paso es cambiar la forma de hablar.
2. Hacer programas mentales. Se produce en la mente, en nuestro
pensamiento y el propósito es tomar las palabras que se reciben permanentemente y construir con ellas ideas, sistemas de creencias,
concepciones, programas mentales, paradigmas, o lo que hoy se conoce como programación neurolingüística.
A través de la repetición de nuestras palabras y lenguaje, estamos creando nuestros propios programas mentales, nuestras propias concepciones y/o
cosmovisiones. Ante cualquier estímulo, estos programas de la mente subconsciente nos envían a la mente consciente, al tercer paso. La mente
subconsciente se limita a grabar tal y como se ha dicho y no maneja diferencias
de lo que graba (en serio o en broma, bueno o malo). Por eso grabemos un
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principio tanto en la mente como en nuestro corazón y recordémoslo por siempre, repitámoslo en lo más profundo de nuestro corazón, repitámoslo varias
veces y de forma contundente y fuerte para que lo grabe la mente subconsciente: ―Mi cerebro no funciona con lo que yo quiero, sino con lo que yo
le ordeno‖. El cerebro se encargará de producir lo que se le está diciendo y ordenando.
Tengamos cuidado con lo que estamos diciendo, entre más inciertas y vulgares sean las palabras más vagos serán nuestros programas mentales.
Todo lo que sucede en nuestra vida, son el producto de las palabras y los pensamientos animados por los sentimientos. La vida es como un eco, si no se
está conforme con lo que se está recibiendo, préstese atención de lo que se está
emitiendo. Revisemos nuestras formas de saludar e invitémonos a crear un nuevo
programa a partir de esos mismos saludos: me va excelentemente bien, fantástico, maravilloso por la gracia de Dios, ese es el saludo de un triunfador, de
un ganador. Muchas replicarán, pero yo para qué voy a decir que estoy bien, cuando la realidad es que estoy mal; pero, hay que recordar que hoy está mal,
debido a lo emitido negativamente y de manera constante desde hace tiempo, y si se insiste en repetir ese tipo de lenguaje ese será el único futuro que tendrá en
tiempos posteriores. Si se quiere un cambio, tendremos que iniciar con un cambio del
pensamiento, y no podremos hacerlo cuando en él anidan programas arraigados, viejos y negativos, no se podrán cambiar si se insiste en reincidir en las mismas
palabras negativas.
3. Pensamientos. La mente consciente ubicada en el hemisferio izquierdo
de nuestro cerebro recibe las imágenes y sonidos de esos programas mentales (creencias, paradigmas, ideas) que es lo que conocemos como pensamientos,
pues, pensamos en imágenes, pensamos en sonidos. Recapitulando estos tres pasos, podemos decir que, la repetición de
nuestras palabras forma en la mente subconsciente ideas, creencias y/o programas mentales que ante un estímulo proyectan en nuestra mente
consciente pensamientos y aquellos son las imágenes y los sonidos de nuestros programas mentales, y ellos son nuestras propias construcciones.
No son cosas al azar, los pensamientos no son cosas que caen, que se atraviesen o que se improvisen; nosotros hemos construido nuestros
pensamientos desde nuestras palabras.
4. Sentimientos. Los pensamientos generan sentimientos, y los sentimientos son siempre hijos del pensamiento, son productos de él. Por
ejemplo, si alguien nos dice ―me siento mal‖, podemos decirle con certeza que
está pensando cosas negativas; pues, no hay forma de sentirse bien cuando se
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está pensando negativamente; no hay forma de sentirnos mal cuando hay en nuestra mente consciente pensamientos positivos. Los pensamientos generan
sentimientos. Los pensamientos animados por los sentimientos generan el quinto paso.
Así como se piensa se siente. Una persona que piensa negativamente, así mismo se siente y se motiva en el fracaso, permanentemente es aperezado, sin
propósitos, harto y aburrido; dichos pensamientos animados y alentado por similares sentimientos, conducen obviamente a conductas y hábitos semejantes,
hasta consolidar un destino igualmente nefasto, de fracaso y de víctima. Este tipo de persona espera que todo se resuelva por acto mágico, por un
golpe de suerte, abandonando el sitio donde vive, renunciando y cambiando a lo
que hace o a lo que tiene. Todo lo que hace es como una bola de nieve, hasta convertirse en un hábito permanente de fracaso y ―mala suerte‖ para esa
persona; esos hábitos constituyen el carácter y un destino negativo y catastrófico.
5. Actitudes, comportamientos y conductas. La conducta, la actitud, el
comportamiento, y todos ellos son el producto de los pensamientos animados por los sentimientos. Se puede decir entonces que: la repetición de nuestras palabras
forman nuestra mente subconsciente ideas, concepciones y creencias que ante un estímulo proyectan en la mente consciente pensamientos y estos a su vez
generan sentimientos que ambos (pensamientos animados por los sentimientos) crean conductas y comportamientos, y la repetición de esas conductas llevan al
siguiente paso.
7. Hábitos. Los hábitos, son las conductas repetidas. Todos los seres
humanos somos esclavos de nuestros buenos o malos hábitos, vivimos en función de esos hábitos. Es imprescindible y urgente poner en claro la gran
diferencia en los hábitos mecánicos y cuando se cuenta con la plena consciencia. Ese es el gran peligro del hábito, que nos atrapa y nos deja como estábamos al
inicio: dormidos psicológicamente. Cada acción y pensamiento que se ejecuta, tiene su manera de persistir y
repetirse una y otra vez, porque puede crear un canal en nuestro ser. Empieza a absorber energía de nosotros. Por ejemplo, cuando estamos irritados, se nos
puede pasar el mal humor y sin embargo creemos que ya no estamos irritados. Pero, aunque haya pasado el mal humor, no ha ocurrido nada. Sólo que la ira
estaba en la superficie hace unos minutos; ahora se pasó al subconsciente, a las profundidades del ser. Allí aguardará y esperará que vuelva a llegar su momento.
Si hemos actuado de ese modo, lo hemos reforzado. Le hemos permitido seguir viviendo. Le hemos vuelto a dar poder y energía, porque cooperamos con él. Está
palpitando como una semilla bajo tierra, esperando la oportunidad y la estación
adecuadas, y entonces brotará. Tarde o temprano, se convierte en habitual. Lo
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haremos y ya no seremos nosotros los que actuamos; lo haremos mecánicamente, solo por la fuerza de la costumbre. La gente dice que la costumbre es una segunda
naturaleza y no es una exageración. Al contrario, es quedarse corto. De hecho, la costumbre acaba por convertirse en la primera naturaleza, y la naturaleza pasa a
un plano secundario. La naturaleza se convierte en algo parecido al apéndice de un libro, o a las notas a pie de página, y la costumbre pasa a ser el texto principal del
libro. Generalmente hemos vivido basados en hábitos... eso significa que los
hábitos viven básicamente por medio nuestro. El hábito persiste, tiene una energía propia. Claro que esa energía viene de nosotros, porque cooperamos en
el pasado y seguimos cooperando en el presente. Poco a poco, el hábito se
convirtió en el señor, en el amo, y sólo nos volvimos sirvientes, unas sombras. La costumbre dará las órdenes, será quien mande, y nosotros seremos solo un
sirviente obediente. Tendremos que obedecer. Los hábitos nos obligan a hacer ciertas cosas; prácticamente somos unas
víctimas de ellos. Cada acción que repetimos, o cada pensamiento -porque el pensamiento es también un sutil acto de la mente-, adquiere más y más poder
cada vez. Y entonces estamos en sus garras. Somos prisioneros del hábito. Entonces vivimos como unos presos, como esclavos. Y la prisión es muy sutil; la
prisión está constituida con nuestros hábitos y condicionamientos y con los actos que hemos realizado. Rodea todo el cuerpo y estamos atrapados en él. Pero lo
interesante es que estamos muy seguros y seguimos pensando que somos nosotros quienes actuamos; seguimos engañándonos a sí mismos.
Continuamente uno pasa por cantidad de estados de ánimo. Eso significa que algo sale de dentro, pero siempre se lo achacamos a otro. Nos sentimos bien, nos
sentimos mal, y esas sensaciones burbujean desde nuestro propio subconsciente,
desde nuestro propio pasado –o de las expectativas de un supuesto futuro-. Pero, nadie es responsable, excepto nosotros mismos. Nadie puede ponernos furiosos,
nadie puede aturdirnos y nadie ni nada puede ponernos contentos. Nos ponemos contentos, furiosos o tristes nosotros solos. Si no nos damos cuenta de esto,
seguiremos entonces siendo unos esclavos. El dominio de uno mismo se adquiere cuando uno se da cuenta que «Somos
absolutamente responsables de todo lo que nos ocurre. Ocurra lo que ocurra, sin condiciones, el responsable absoluto somos nosotros y nadie ni nada lo es».
Al principio, esto no nos gusta para nada; porque si podemos cargar a otro con la responsabilidad, obviamente es más cómodo y nos sentiremos bien porque
eso nos exime de actuar. Todo el mundo es responsable, totalmente responsable de su propio ser y su
conducta. Al principio, resultará deprimente ser cada uno el responsable de lo que le suceda, porque siempre hemos pensado que queríamos ser felices, luego
entonces, ¿cómo vamos a ser nosotros los responsables de nuestra infelicidad?
Siempre hemos querido estar en paz, ¿cómo vamos a ponernos furiosos nosotros
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solos? Y por eso les echamos la culpa a otros. Y si seguimos así, seguiremos siempre siendo, esclavos, porque nadie puede cambiar a los demás. ¿Cómo vamos
a cambiar a otro? ¿Alguien ha cambiado alguna vez a otro? Uno de los deseos más incumplidos del mundo es el de cambiar a otro. Nadie lo ha conseguido jamás. Es
imposible, porque el otro tiene su propia existencia y no podemos cambiarlos. Podemos echarle las culpas al otro, pero no podremos cambiarles. Y como les
echamos la culpa al otro, nunca nos daremos cuenta de que la responsabilidad básica es nuestra. El cambio básico que se necesita hay que hacerlo en nuestro
interior. Así es como quedamos atrapados: si empezamos a pensar que somos los
responsables de todas nuestras acciones; de todos nuestros estados de ánimo, al
principio nos sentiremos muy deprimidos. Pero si somos capaces de superar esa depresión, pronto nos sentiremos más ligeros, más livianos, porque nos hemos
liberado de los demás. Ahora podemos actuar por nuestra propia cuenta. Podemos ser libres; ser más felices. Aunque todo el mundo sea desdichado y
no sea libre, para nosotros será igual. Y la primera libertad consiste en dejar de echarles la culpa a otros; la primera libertad consiste en saber que los
responsables somos nosotros. Entonces muchas cosas se hacen posibles de inmediato.
Si nos sentimos tristes, cerremos los ojos y contemplemos nuestra tristeza. Sigamos el camino que indica, profundicemos en ella. Pronto llegaremos a la
causa. Puede que tengamos que hacer un largo recorrido, porque toda nuestra vida ha influido. Encontraremos muchas heridas en nuestro interior, heridas que
duelen, y debido a esas heridas nos sentimos tristes, son tristes; esas heridas no han cicatrizado; están vivas. El método de retroceder hasta el origen, del efecto a
la causa, las curará. Cuando retrocedemos, lo primero que tenemos que hacer es
dejar de echar las culpas a otros, porque iremos hacia fuera. Y entonces todo el proceso saldrá mal; estaremos intentando, encontrar la causa en otro.
Retroceder significa ir conscientemente hasta cosas que hicimos en la inconsciencia. Solo la luz de la conciencia puede curarnos; es una fuerza curativa.
Todo lo que podamos hacer conscientes quedará curado, y ya no dolerá más. Una persona que retrocede se libera del pasado. Y entonces el pasado ya no funciona,
entonces el pasado ya no tiene poder sobre ella y el pasado queda terminado. El pasado ya no tiene sitio en nuestro ser. Y cuando el pasado no tiene sitio en el ser,
quedamos accesibles para el presente, pero no antes. Necesitamos espacio. El pasado ocupa mucho sitio en nuestro interior, es un
basurero lleno de cosas muertas, no hay espacio para que entre el presente. Ese basurero no para de soñar con el futuro, así que la mitad del espacio está lleno de
cosas que ya no existen y la otra mitad está llena de cosas que, aún no existen. ¿Y el presente? Simplemente, está esperando a la puerta. Por eso el presente no es
más que un paso, un paso que va del pasado al futuro, solo un paso momentáneo.
Terminemos con el pasado; si no terminamos con el pasado, viviremos una
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vida fantasma. Nuestra vida no es auténtica, no es existencial. El pasado vive a través nuestro, lo muerto sigue acosándonos. Retrocedamos siempre que
tengamos ocasión cada vez que ocurra algo en nosotros, felicidad, infelicidad, tristeza, ira, celos, cerremos los ojos y retrocedamos. Pronto adquiriremos
eficiencia para viajar hacia atrás. Pronto seremos capaces de retroceder en tiempo y entonces se abrirán muchas heridas. Cuando esas heridas se abran, no nos
pongamos a hacer nada. No hay necesidad de hacer. Limitémonos a mirar, observar, contemplar. La herida está ahí, sólo mirémosla, démosle a la herida
nuestra energía de observación. Miremos sin hacer ningún juicio, porque al juzgar, la herida se volverá a cerrar. Y entonces tendrá que esconderse. Cada vez que
condenamos, la mente intenta ocultar cosas. Así es como se crean el consciente y
el subconsciente.
7. Carácter. Está conformado por el conjunto de esos hábitos, conocido como carácter, que no es otra cosa que la sumatoria de esos hábitos. Si los
hábitos son buenos, el carácter será positivo, si los hábitos son negativos, el carácter será endeble, los cuales no permitirán avanzar en la vida.
8. Destino. Si el carácter es positivo, el destino será promisorio; pero, si el
conjunto de esos hábitos, o el carácter es negativo, el destino será incierto. Recordemos que cada uno –y nadie ni nada más- es responsable de sus actos y
su destino.
Palabras, programas mentales, pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos, carácter y destino. Es el caso de que si las palabras son negativas, los
programas mentales serán negativos, así mismo serán los pensamientos y los
sentimientos, tanto como los comportamientos, los hábitos, el carácter y por lo tanto, también el destino será negativo, recordemos ―dime cómo hablas y te diré
quién eres‖, dime cómo hablas y te diré a dónde irás, a dónde llegarás. Si las palabras son positivas, el recorrido de los pasos siguientes serán igualmente
positivos. Si nosotros grabamos rancheras, no podemos esperar que se reproduzca salsa, o que si grabamos tangos, podamos oír baladas.
6.5.2. Las Afirmaciones
Aprendamos a usar afirmaciones positivas tanto al hablar como al pensar. Cualquier enunciado que formulemos es una afirmación, pero con demasiada
frecuencia para pensar nos valemos de afirmaciones negativas, que sólo sirven para continuar creando aquello que decimos que no queremos. Con afirmar que
nuestro trabajo nos enferma no llegaremos a ninguna parte, pero si declaramos
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que aceptamos un trabajo nuevo y estupendo, abrirá en nuestra conciencia, los canales necesarios para crear esa situación.
―Las afirmaciones son enunciaciones que deliberadamente introducimos en nuestras mentes-ordenadores para reprogramarnos en busca de una mayor
calidad de vida. Si las repetimos con la frecuencia suficiente, arraigan como semillas en lo profundo de nuestro subconsciente y rinden frutos en nuestras
vidas como experiencias positivas. Hacemos uso del mecanismo que, lamentablemente, funciona también en el caso de la propaganda política: repite
un eslogan con suficiente frecuencia y la gente comenzará a actuar como si fuese cierta. Utilicemos afirmaciones toda vez que en las limitaciones de discernimiento
topemos con lo que está limitándonos de algún modo, cuando no saboteando de
manera activa a nosotros y a nuestros proyectos. ―Las afirmaciones deberían repetirse a intervalo durante el día, al menos dos
veces en cada ocasión, cuando estemos lo suficientemente relajados como para permitirles arraigar. El mejor momento para hacerlo es inmediatamente después
de despertarse por la mañana o por la noche antes de quedarse dormido. También podría reforzar el poder reduciéndolas a una o dos palabras y
utilizándonos como un mantra más a menudo. Ejemplos de esta podría ser repetirse: ―abundancia, abundancia‖, o ―prosperidad, prosperidad‖ (tal vez un
poco más elegante que ―dinero, dinero‖) 6. Las afirmaciones son particularmente efectivas para contrarrestar una de las
cosas más perjudiciales que pueden infligirnos nuestras mentes, o sea, decirnos que de algún modo somos deficientes. Por consiguiente, toda vez que nos
sorprendamos rebajándonos, culpabilizándonos o invalidándonos de algún modo, anulemos estas voces y mensajes negativos y potencialmente tóxicos.
Formulemos continuamente enunciados positivos sobre cómo queremos que
sea nuestra vida, pero no olvidemos un punto muy importante: Formulemos siempre los enunciados en tiempo presente. Digamos «soy» o «tengo». Nuestra
parte subconsciente es un servidor tan obediente que si formulamos una declaración en tiempo futuro, diciendo «quiero» o «tendré»... pues ahí será
donde siga estando siempre lo que se desea: ¡En el futuro, fuera de su alcance! Las afirmaciones no funcionan si no son declaraciones de algo que
queremos que sea verdad. Las declaraciones sólo funcionan cuando son declaraciones de algo que ya sabemos que es verdad. La mejor afirmación es
una declaración de gratitud y reconocimiento. ―Gracias Señor, por darme el éxito en mi vida‖. Esa idea, pensada, dicha y realizada, produce resultados
maravillosos cuando proviene de un auténtico conocimiento y sentimiento; no de un intento de producir resultados, sino de la conciencia de que los resultados ya
6 PROTO, Louis. “Aprende a Meditar”. Técnicas sencillas y prácticas para el autodescubrimiento y vencer la angustia, la
ansiedad y la depresión. Intermedio Editores. Ediciones RobinBook, SL. Santafé de Bogotá. 1994. (volumen 9). página 239-240
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se han producido. Si hay algo que decidamos experimentar en nuestra vida, no lo queramos, decidámoslo.
Llega un momento en la evolución de toda alma en que la preocupación principal ya no es la supervivencia o el cuerpo físico, sino el desarrollo del
espíritu; ya no el logro del éxito mundano, sino la realización del Ser. Es mejor hablar en términos asertivos, de lo que sí queremos. Nosotros
podemos cambiar nuestros programas mentales negativos a partir de este momento, y lo podemos cambiar mediante afirmaciones, mediante aserciones,
mediante decretos, mediante órdenes verbales. El cerebro humano se conduce con palabras, nosotros hemos programado
el cerebro con nuestras palabras. Si queremos cambiar la vida, hagámonos ya un
plan de cambio a través de afirmaciones, pero afirmaciones que tienen cinco características y que coincidencialmente implican la letra ―P‖:
Personales. Las afirmaciones deben comenzar diciendo ―Yo‖ o a ―Mí‖. Nadie
cambia a nadie, a nosotros nadie nos cambia. Si decimos mi esposa está cambiando, con toda seguridad estamos perdiendo el tiempo, porque a ella no la
cambia sino ella misma. Pero nosotros si podemos cambiar nuestra vida y comencemos por decir ―Yo estoy cambiando‖, ―a mí me está yendo muy bien‖, ―a mí me está cambiando la vida‖. No hay que perder el tiempo y las energías en querer cambiar a otros.
Presente. Al cerebro hay que darle órdenes precisas. Lo que quiere decir
que si en la primera se dice Yo, en la segunda se dice ―Soy o Estoy‖. Cuando una persona dice ―voy a adelgazar‖, la palabra ―voy‖ es un futuro indeterminado, si
se quiere adelgazar, no importa cuánto. Desde hoy, empiece por decir, ―yo estoy adelgazando, yo soy esbelto‖. ―Yo Soy‖ es la afirmación más poderosa que nosotros podemos pronunciar.
Positivas. Si vamos a cambiar, que sea para bien, y no para mal. Lo
positivo también implica algo adicional, y es que la mente subconsciente rechaza las negaciones. La mente subconsciente rechaza las negaciones, por eso las prohibiciones son causales de apetito. Eliminemos la negación.
Persistentes. Analicemos todo el tiempo que llevamos pensando, sintiendo y expresando cosas negativas; no pretendamos que porque dijo una o dos veces,
o porque leímos esto o porque repetimos hoy dos o tres veces algo positivo ya la vida cambió.
La gota más tenue y débil rompe la roca no por su fuerza sino por su persistencia, si se quiere un cambio radical en la vida, escojamos el área que
necesitamos trabajar, la afirmación que requerimos y comencemos a repetirla
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toda la cantidad de veces diarias que podamos, y todos los días. Repitámosla permanentemente.
La mente humana es como la tierra fértil, sino le siembra cosas buenas se le llena de maleza. Cuando se está en camino a casa, o al trabajo, o en espera en
alguna oficina, tiene dos opciones: o deja su mente suelta para que se llene de cosas negativas o le siembra pensamientos nuevos. O por el contrario, seguimos
pensando lo de siempre, para conseguir lo que se tiene ahora. Es mejor sembrar e implantar en la mente subconsciente nuevos pensamientos a través de nuevas
palabras. Persistencia, no desfallecer. Los resultados no se harán esperar, sólo hay
que tener paciencia y trabajar constantemente, recordemos que de la semilla al
árbol no ocurre como acto mágico, vivamos y disfrutemos el proceso, démosle el tiempo necesario a esa semillita para que pueda germinar, crecer y producir.
Aunque no veamos esa semilla, sabremos que ahí está, por lo tanto, sigamos cultivándola y cuidándola, rociémosla, reguémosle agua con nuestras
afirmaciones y los ocho pasos anteriormente enunciados; y, algún día ese grano se harán mazorcas en una gran cosecha, y recordaremos que todo comenzó con
la lectura paciente, agradable y reflexiva de este texto; que al leerlas no está en sus manos por casualidad, sino porque lo merecemos y es el momento de
comenzar a transformar nuestra vida y construir lo que nosotros nos merecemos, ya estamos listos para emprender ese nuevo camino que tanto queríamos, no
dudemos y a la acción desde aquí y ahora. Ya estamos a las puertas del nuevo camino, seamos persistentes, escuchemos, repitamos, compartamos; la
persistencia es lo que dará el hábito, este formará el carácter y este a su vez dará un nuevo destino.
Poder. Hay que decir palabras de poder, por ejemplo cuando decimos tratar o intentar, son palabras negativas, no indican compromiso, es hacer lo posible.
No tratemos ni intentemos, ¡hagámoslo!, reafirmémonos. Eliminemos de nuestro léxico la palabra imposible, quien sabe; quitemos la i y la m y convenzámonos de
que todo es posible en nuestra vida. La otra connotación de poder en esta afirmación, tiene que ver con que lo
digamos de forma poderosa, visceral, pensándolo y sintiéndolo con toda el alma y la fuerza interna de que somos capaces, repitámoslo con ganas.
Recordemos que el Universo premia a aquellos que creyendo en Dios, piensan en grande, sienten muy hondo y hablan muy claro. Se piensa y se siente
simultáneamente. Hablemos claro, cantémosle al universo lo que nosotros queremos. Cuando gritamos lo que queremos, nos está oyendo la persona más
importante del universo: Nosotros, nuestra mente subconsciente, que es a la vez la conexión directa con la gran inteligencia universal, con Dios.
Si queremos transformar la vida prestemos atención a lo que estamos
emitiendo, comencemos a producir nuevas palabras, comencemos una ecología
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del lenguaje hoy. Comencemos a repetirnos lo que nos merecemos, lo que queremos.
Cuando mueren en la lengua las palabras viejas, brotan en el corazón nuevas melodías; el universo es nuestro. Si no tenemos lo que nos merecemos,
es porque renunciamos a ello con nuestras palabras. El mismo esfuerzo que necesitamos para emitir palabras negativas el
mismo que necesitamos para decir todo lo positivo. Utilicemos las palabras en nuestro favor, utilicemos nuestro subconsciente en nuestro favor, inundémosla
de todo lo positivo, para que nos generen pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos, carácter y un destino positivo. Recordemos que por nuestras palabras
nos salvaremos o nos condenaremos, La opción es completamente nuestra.
Las afirmaciones son enunciaciones que deliberadamente introducimos en nuestras mentes-ordenadores para reprogramarnos en busca de una mayor
calidad de vida. Si las repetimos con la frecuencia suficiente, arraigan como semillas en lo profundo de nuestro subconsciente y rinden frutos en nuestras
vidas como experiencias positivas. Hacemos uso del mecanismo que, lamentablemente, funciona también en el caso de la propaganda política: repite
un eslogan con suficiente frecuencia y la gente comenzará a actuar como si fuese cierta. Utilice afirmaciones toda vez que en sus limitaciones de discernimiento
tope con una cinta magnetofónica que está limitándole de algún modo, cuando no saboteando de manera activa a usted y a sus proyectos.
Las afirmaciones deberían repetirse a intervalo durante el día, al menos dos veces en cada ocasión, cuando estemos lo suficientemente relajados como para
permitirles arraigar. El mejor momento para hacerlo es inmediatamente después de despertarse por la mañana o por la noche antes de quedarse dormido.
También podría reforzar su poder reduciéndolas a una o dos palabras y
utilizándonos como un mantra más a menudo. Ejemplos de esta podría ser repetirse: ―abundancia, abundancia‖, o ―prosperidad, prosperidad‖ (tal vez un
poco más elegante que ―dinero, dinero‖).
Autoimagen y confianza mejoradas: las afirmaciones son particularmente efectivas para contrarrestar una de las cosas más perjudiciales que pueden
infligirnos nuestras mentes, o sea, decirnos que de algún modo somos deficientes. Por consiguiente, toda vez que se sorprenda rebajándose,
culpabilizándose o invalidándose de algún modo, anule estas cintas magnetofónicas negativas y potencialmente tóxicas diciéndose lo contrario. Me
amo y me apruebo totalmente, en todo momento. Las afirmaciones y las visualizaciones son ejemplos de lo que se llama:
"meditación con semilla" (es decir, contenido) como opuesta a "meditación sin semilla", que es una meditación del tipo puramente presidencial. Las
afirmaciones, de hecho, son semejantes a la plegaria en que usted está enviando
mensajes al Universo pidiendo ayuda y confiando en que será oído.
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No hable con nadie ni diga lo que está haciendo. El proceso de pensar creativamente es similar a plantar semillas, y las semillas necesitan estar al
margen de perturbaciones para germinar en la fértil oscuridad de la tierra. No se permita dar rienda suelta al ego cuando los frutos empiecen a manifestarse en su
vida, como harán un seguridad. Éstas son gracias que le son concedidas por un universo benevolente y la respuesta apropiada es la gratitud.
6.6. DEPENDENCIA, INDEPENDENCIA, INTERDEPENDENCIA
Nos movemos progresivamente sobre una continuidad de madurez, desde la dependencia hacia la independencia y hasta la interdependencia. La
dependencia es el paradigma del tú: tú cuidas de mí; tú haces o no haces lo que debes hacer por mí; yo te culpo a ti por los resultados. La independencia es el
paradigma del yo: yo puedo hacerlo, yo soy responsable, yo me basto a mí mismo, yo puedo elegir. La interdependencia es el paradigma del nosotros: nosotros podemos hacerlo, nosotros podemos cooperar, nosotros podemos
combinar nuestros talentos y aptitudes para crear juntos algo más importante. Las personas dependientes necesitan de los otros para conseguir lo que quieren.
Las personas independientes consiguen lo que quieren gracias a su propio esfuerzo. Las personas interdependientes combinan sus esfuerzos con los
esfuerzos de otros para lograr un éxito mayor. Si yo soy físicamente dependiente (paralítico, discapacitado o limitado de
algún modo físico) necesito que tú me ayudes. Si soy emocionalmente dependiente, mi sentido del mérito y la seguridad provienen de la opinión que tú
tienes de mí. Si no te caigo bien puede resultar catastrófico. Si soy intelectualmente dependiente, cuento contigo para que pienses por mí y
resuelvas los problemas de mi vida. Si soy independiente, físicamente puedo desenvolverme por mis propios
medios. Mentalmente, puedo pensar mis propios pensamientos, pasar de un nivel de abstracción a otro. Puedo pensar de modo creativo y analítico, y organizar y
expresar mis pensamientos de manera comprensible. Emocionalmente, mi propio
interior me proporciona las pautas. Soy dirigido desde adentro. Mi sentido del mérito no está en función de que guste a otros o de que me traten bien. Sin
embargo, el paradigma social corriente entroniza la independencia. Es la meta confesada de muchos individuos y movimientos sociales. La mayoría del material
acerca del auto-perfeccionamiento pone la independencia sobre un pedestal, como si la comunicación, el trabajo de equipo y la cooperación fueran valores
inferiores. Pero gran parte del énfasis actual en la independencia es una reacción contra la dependencia (que otros nos controlen, nos definan, nos usen y nos
manipulen). El poco comprendido concepto de independencia tiene en muchos casos un acusado sabor de dependencia, y así encontramos personas que, a
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menudo por razones egoístas, abandonan sus matrimonios y sus hijos, olvidando todo tipo de responsabilidad social, haciéndolo en nombre de la independencia.
El pensamiento independiente por sí solo no se adecua a la realidad interdependiente. Las personas independientes sin madurez para pensar y actuar
interdependientemente pueden ser buenos productores individuales, pero no serán buenos líderes ni buenos miembros de un equipo. No operan a partir del
paradigma de la interdependencia necesario para tener éxito en el matrimonio, la familia o la realidad empresarial.
El concepto de interdependencia es mucho más maduro, más avanzado. Si soy físicamente interdependiente, soy capaz y dependo de mí mismo, pero
también comprendo que tú y yo trabajando juntos podemos lograr mucho más
de lo que puedo lograr yo solo, incluso en el mejor de los casos. Si soy emocionalmente interdependiente, obtengo dentro de mí mismo una gran
sensación de valía, pero también reconozco mi necesidad de amor, de darlo y recibirlo. Si soy intelectualmente interdependiente, comprendo que necesito mis
propios pensamientos con los mejores pensamientos de otras personas. Como persona interdependiente, tengo la oportunidad de compartirme profunda y
significativamente con otros, y logro acceso a los amplios recursos y potenciales de otros seres humanos. La interdependencia es una elección que sólo está al
alcance de las personas independientes. Las personas dependientes no pueden optar por ser interdependientes. No tienen el carácter necesario para hacerlo, no
son lo bastante dueñas de sí mismas. Cuando uno se vuelve verdaderamente independiente, posee ya una base
para la interdependencia efectiva. Posee un carácter de base a partir del cual se puede obrar con más efectividad, más orientadas hacia el trabajo de equipo, la
cooperación y la comunicación.
7.7. SEAMOS HONRADOS CON NOSOTROS MISMOS
Honestidad y honradez son palabras que usamos muchísimo, no siempre con pleno conocimiento de lo que verdaderamente significan. Ser honrado no
tiene nada que ver con la moralidad o con ser «bueno» o «virtuoso». También tiene muy poco que ver con que nos cojan y nos lleven a la cárcel. La honradez
es un acto de amor hacia nosotros mismos.
El principal valor de la honestidad está en que cualquier cosa que demos en la vida la recibiremos de vuelta. La ley de causa y efecto siempre opera a todos
los niveles. Si menospreciamos o juzgamos a otras personas, también nosotros seremos juzgados. Si siempre estamos enfadados, entonces encontraremos
enfado dondequiera que vayamos. El amor que nos tenemos a nosotros mismos nos mantiene en armonía con el amor que la vida nos tiene reservado.
Imaginemos, por ejemplo, que acaban de entrar a la casa. ¿Pensamos inmediatamente que somos unas víctimas? « ¡Han entrado a robar en la casa!
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¿Quiénes nos has hecho esto?» La sensación que tenemos es espantosa y desoladora cuando nos pasa algo así; pero, ¿nos detenemos un momento a
pensar cómo y por qué hemos atraído esa experiencia? Asumir la responsabilidad de crearnos las propias experiencias no es una
idea que estemos dispuestos a aceptar siempre, tal vez sólo algunas veces. Es mucho más fácil echar la culpa a algo que está fuera de nosotros, pero
comprendamos que no puede haber crecimiento espiritual mientras no reconozcamos que fuera de nosotros hay poca cosa de valor, que todo viene de adentro.
Cuando tengamos o experimentemos algún tipo de pérdida, la primera
pregunta que debemos hacernos es: «¿A quién le hemos robado últimamente?".
Si recordamos una ocasión en que cogimos algo y luego pensamos en lo que acabamos de perder, la relación entre las dos experiencias puede servir para
abrirnos los ojos. Cuando cogemos algo que no es nuestro, casi siempre perdemos algo de mayor valor. Podríamos coger dinero o algún objeto y después
perder una amistad. Si le robamos a un amigo, tal vez podríamos perder el empleo. Si robamos sellos o bolígrafos de la oficina, podríamos perder un bus o
faltar a una cita para cenar. Las pérdidas casi siempre nos dañan en un aspecto importante de nuestra vida.
Es lamentable que muchas personas roben cosas a empresas grandes, grandes almacenes, restaurantes u hoteles, etcétera, justificándose con el hecho
de que estas empresas pueden permitírselo. Este tipo de justificación no funciona; la ley de causa y efecto continúa operando para cada uno de nosotros.
Si robamos algo, perdemos algo. Si damos, recibimos. No puede ser de otra forma.
Si en nuestra vida hay muchas pérdidas o muchas cosas que van mal,
podríamos examinar de qué formas robamos nosotros. Algunas personas que jamás soñarían siquiera con robar cosas, se sienten con todo el derecho de robar
tiempo, honor o autoestima a otras personas. Cada vez que hacemos sentir culpable a alguien le estamos robando su sentido de valía personal. Para ser
verdaderamente honrados en todos los aspectos, necesitamos examinamos profundamente con el fin de llegar a conocernos a nosotros mismos.
Cuando cogemos algo que no nos pertenece, lo que hacemos en realidad es decirle al Universo que no nos sentimos dignos de ganarlo, no somos capaces, no
valemos demasiado, o queremos que nos roben, o que no haya suficiente a nuestro alrededor. Creemos que tenemos que robar y arrebatar para obtener
nuestros bienes. Esta creencia se transforma en un verdadero muro que nos aprisiona y nos impide experimentar la abundancia y la alegría en nuestra vida.
Las creencias negativas no son la realidad de nuestro ser. Somos seres magníficos y nos merecemos lo mejor. Hay en abundancia en nuestro planeta.
Nuestro bien siempre nos llega por razón de la conciencia. El trabajo que hacemos en la conciencia es siempre el de refinar lo que decimos, pensamos y
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hacemos. Cuando comprendemos claramente que nuestros pensamientos crean nuestra realidad, entonces usamos nuestra realidad como un mecanismo de
respuesta que nos diga cuál es el próximo cambio que necesitamos hacer. Ser absolutamente honrados, hasta el último alfiler, es una elección que hacemos por
amor a nosotros mismos. La honestidad nos sirve para que nuestra vida transcurra con mayor facilidad y sin baches.
Si vamos a una tienda y no nos cobran algo que hemos comprado y nos damos cuenta, es nuestro deber espiritual decirlo. Si nos damos cuenta en ese
momento, digámoslo. Si no lo advertimos o nos damos cuenta al llegar a casa o dos días después, entonces es diferente, aunque debemos regresar y pagarlo
después.
Si la deshonestidad desarmoniza nuestra vida, imaginemos lo que pueden crear el amor y la honestidad. El bien que hay en nuestra vida, las maravillosas
sorpresas que tenemos, todo eso también lo hemos creado. Cuando miremos dentro de nosotros con honestidad y amor incondicional, descubriremos muchas
más cosas sobre nuestro poder. Lo que podemos aprender a crear con nuestra conciencia tiene muchísimo más valor que cualquier cantidad de dinero que
pudiéramos robar.
7.8. EL MODELO CENTRADO EN PRINCIPIOS
Sin participación no hay compromiso
Debemos examinar el cristal o la lente a través de los cuales vemos el mundo tanto como el mundo que vemos, y que ese cristal da forma a nuestra
interpretación del mundo. Si queremos cambiar una situación, debemos primero cambiar nosotros mismos. Y para poder cambiar nosotros efectivamente,
debemos primero cambiar nuestras percepciones. La comparación social como motivación no está de acuerdo con nuestros
valores más profundos y conduce a un amor condicionado, reduce el sentido de los propios méritos. Es mejor centrar los esfuerzos en nosotros mismos. En lugar
de tratar de cambiar al otro, es mejor procurar apartarse —tomar distancia respecto de él— y esforzarnos por percibir su identidad, su individualidad, su
condición independiente y su valor personal. Ver dentro de ellos su potencialidad
que da sus frutos a su propio ritmo. Decidir relajarse y apartarse de su camino, para que emerja su propia capacidad. Nuestro rol consiste en afirmarlo,
disfrutarlo y valorarlo. Todos tenemos muchos mapas en la cabeza, que pueden clasificarse en dos
categorías principales: mapas del modo en que son las cosas o realidades, y mapas del modo en que deberían ser. Con esos mapas mentales interpretamos
todo lo que experimentamos. Pocas veces cuestionamos su exactitud; por lo
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general ni siquiera tenemos conciencia de que existen. Simplemente damos por sentado que el modo en que vemos las cosas corresponde a lo que realmente son
o a lo que deberían ser. Estos supuestos dan origen a nuestras actitudes y a nuestra conducta. El modo en que vemos las cosas es la fuente del modo en que
pensamos y del modo en que actuamos. Tratar de cambiar nuestras actitudes y conductas es prácticamente inútil a
largo plazo si no examinamos los paradigmas básicos de los que surgen esas actitudes y conductas. Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son,
que somos objetivos. Pero no es así. Vemos el mundo, no como es, sino como somos nosotros o como se nos ha condicionado para que lo veamos. Cuando se
ve de otro modo, se piensa de otra manera, también se siente de otra manera, y
se comporta de otra manera. Para ver de otro modo se tiene que ser diferente. Crear un nuevo paradigma. Ser es ver en la dimensión humana. Y lo que vemos está altamente interrelacionado con lo que somos. No podemos llegar muy lejos en la modificación de nuestro modo de ver sin cambiar simultáneamente nuestro
ser, y viceversa. Una de las formas efectivas de trabajar constantemente nuestra formación
es empezar con el fin en mente consistente en elaborar un enunciado de la visión y misión, filosofía o credo institucional –incluso personal y/o familiar-, el cual se
centra en lo que uno quiere y/o queremos ser y hacer, y en los valores o principios que dan fundamento a ese ser y hacer.
Esto, permitirá que ninguno de nosotros estemos al garete (manipulación, maniobra, manejo, control, mando, dirección) de las circunstancias, las
situaciones, roles y/u otros condicionamientos diversos –coyunturas políticas, autoridades de manipulación, directivos autoritarios, grupos, comunidades,
medios de comunicación, decretos, proyectos o eventos de formalidad,
educadores-. Intentemos hacer un ejercicio de autoconciencia: mirémonos a sí mismos
casi como si fuéramos otra persona; luego, intentemos ahora otra cosa: Pensemos en el estado de ánimo en el que nos encontramos. Autoconciencia es entonces, la aptitud para pensar en los propios procesos de pensamiento. Ésta es la razón de que el hombre posea el dominio de todas las cosas del mundo y de
que pueda realizar progresos significativos. No somos nuestros sentimientos. No somos nuestros estados de ánimo. Ni siquiera somos nuestros pensamientos. La
autoconciencia nos permite distanciarnos y examinar incluso el modo en que nos «vemos»: ver el paradigma de nosotros mismos, que es el más fundamental para
la efectividad. Afecta no sólo a nuestras actitudes y conductas, sino también al modo en que vemos a las otras personas. De hecho, mientras no tengamos en
cuenta cómo nos vemos a nosotros mismos (y cómo vemos a los otros) no seremos capaces de comprender cómo ven los otros y qué sienten acerca de sí
mismos y de su mundo. Sin conciencia, proyectaremos nuestras propias
intenciones sobre su conducta, y al mismo tiempo nos consideraremos objetivos.
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Los principios, estarán enunciados en forma de ideas afirmativas, emergidas del Ser y la Conciencia, cuyas fuentes tienen que ver con la sabiduría
universal. Son cosmovisiones que vienen desde la antigüedad y que confluyen en puntos de vista comunes (psicológico, autoayuda, religioso, esotérico, filosofía…)
que nos pueden ayudar en el Despertar de nuestras conciencias –o como queramos llamarlo.
Antes de consolidarlos, es imprescindible e importante tenerlos claros en su contenido y precisión (aunque esto puede irse logrando en el transcurso de toda
la vida, pues bien se sabe que ellos no están sujetos al cambio de épocas o situaciones, por el contrario, la diversidad y las transformaciones sociales y
temporales e históricas, lo que les dan es madures y claridad); por eso tenemos
que ponerlos sobre la mesa de la tranquilidad –la mesita tiene tres patitas o soportes los cuales debemos articular como una unidad, ellos son: lo que
pensamos y lo que sentimos como personas, en un cuerpo dentro de entornos naturales y sociales-; para eso, se requiere leer y estudiar concienzudamente y
con plena conciencia, muy bien ubicados, es decir que cuando abordemos esta lectura, lo hagamos de forma integrada, con el cuerpo físico, el pensamiento y el
sentimiento. De esta lectura reflexionada, es urgente no dejar pasar nada, por lo cual se
requiere con prioridad expresar todo lo que se piense y se sienta a este respecto: dudas, inquietudes, preguntas, contradicciones, desacuerdos, ambigüedades,
confusiones, precisiones, redacción, afirmaciones, claridades, anexos, vacíos, sentimientos de cualquier orden, solicitudes, aportes, agregar otros, plantear
situaciones… Se solicita que cualquiera de estos aspectos se tengan presentes para manifestarlos en las reuniones y plenarias de la familia, aunque para evitar
que se esfume y se pierda esa sensación o idea que surge en el momento de la
lectura, es recomendable y necesario para bien de todos nosotros que se escriba y se anote o se registre toda conclusión y decisión a la que se llegue.
El enunciado de la misión o «constitución» -también llamado PEI-, en lo fundamental nunca cambia. Es el documento que nos comprometemos a seguir y
que se jura defender y respaldar. Establece el criterio para actuar y es el cimiento y punto de referencia que permite sobrellevar traumas y conflictos
importantes. Es la norma escrita, el criterio clave con referencia al cual todo se evalúa o dirige. Se basa en principios correctos, en verdades evidentes por sí
mismas. Esos principios le otorgan una fuerza intemporal (sin tiempo), incluso en medio de la ambigüedad y el cambio sociales. Es una base para tomar las
decisiones importantes acerca de la orientación de la vida, y también las decisiones cotidianas en medio de las circunstancias y emociones que nos
afectan. Otorga la misma fuerza intemporal en medio del cambio. Las personas no pueden vivir en el cambio si en su interior no persiste un
núcleo invariable. La clave de la capacidad para cambiar es una idea constante
de lo que uno es, de lo que persigue y de lo que valora. Con el enunciado de la
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misión, podemos fluir al ritmo del cambio. No necesitamos preconcepciones o prejuicios. No necesitamos calcularlo todo en la vida, estereotipar o clasificar
todo y a todos para modelar la realidad. Nuestro ambiente personal también está cambiando a ritmo acelerado. Ese
cambio rápido es un clavo ardiendo en las manos de muchas personas que sienten que no pueden manejarlo, que no pueden afrontar con éxito la vida. Se
vuelven reactivas y en lo esencial se rinden, confiando en que las cosas que les sucedan habrán de ser buenas. Pero esto no tiene por qué ser así.
Cuando se ha adquirido ese sentido de misión, se posee la esencia de la propia proactividad. Estamos en posesión de los valores que dirigen nuestra vida,
de la dirección básica en virtud de la cual establecemos nuestras metas a corto y
largo plazo. Contamos con el poder de una constitución escrita basada en principios correctos, que permite evaluar efectivamente todas las decisiones
concernientes al uso más efectivo del tiempo, del propio talento y energía.
Lo que haya en el centro de nuestra vida institucional será nuestra fuente de seguridad, guía, sabiduría y poder.
Seguridad. Representa nuestro sentido de la valía, nuestra identidad,
nuestra base emocional, nuestra autoestima, nuestra fuerza básica. Guía. Es la fuente de dirección, circunscrita por nuestro mapa (nuestro
marco de referencia interno que nos interpreta lo que sucede afuera); están las normas, principios o criterios implícitos que día tras día gobiernan nuestras
decisiones y acciones. Sabiduría. Es nuestra perspectiva de la vida, nuestro sentido del equilibrio,
nuestra comprensión del modo en que se aplican los diversos principios y partes,
y de las relaciones que establecen entre sí. Abarca el juicio, el discernimiento, la comprensión. Es una unidad, un todo integrado.
Poder. Es la capacidad o facultad de actuar, la fuerza y potencia para realizar algo. Es la energía vital para elegir y decidir. Incluye también la
capacidad para superar hábitos profundamente enraizados y cultivar otros superiores, más efectivos; es nuestra voluntad decidida y activa.
Estos cuatro factores (seguridad, guía, sabiduría y poder) son
interdependientes. La seguridad y la guía clara otorgan verdadera sabiduría, y la sabiduría se convierte en la chispa o el catalizador que libera y dirige el poder.
Cuando esos cuatro factores están presentes juntos, armonizándose y vivificándose entre sí, dan origen a la gran fuerza de una personalidad noble, un
carácter equilibrado, un individuo hermosamente integrado. Estos factores de sustentación subyacen en todas las dimensiones de la
vida. Y en ningún caso se trata de cuestiones excluyentes. En el límite inferior,
los cuatro factores son débiles. Básicamente dependemos de las circunstancias o
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de otras personas; cosas sobre las que no tenemos ningún control directo. En el límite superior el control es nuestro. Tenemos una fuerza independiente y la base
para relaciones ricas e interdependientes. Nuestra seguridad está en algún punto entre la inseguridad extrema
(donde nuestra vida se ve azotada por todas las fuerzas volubles que actúan sobre ella) y un sentido profundo de la valía intrínseca y la seguridad personal,
en el otro extremo. La guía varía entre la dependencia del espejo social u otras fuentes fluctuantes e inestables, en un extremo, y la fuerte dirección interior en
el otro. La sabiduría cae en algún punto existente entre un mapa por completo inexacto en el que todo aparece distorsionado y nada armoniza, por un lado, y
por el otro un mapa de la vida completo y exacto en el que todas las partes y
principios están adecuadamente relacionados entre sí. Al poder que uno tiene le corresponde un punto entre la inmovilización o la condición de marioneta movida
por algún otro, y la alta proactividad, la capacidad de actuar en concordancia con los propios valores, sin «ser actuado» por otras personas y por las circunstancias.
7.8.1. Nuestro enunciado de la misión.
Por lo general, al interior de nuestras instituciones nos hemos desenvuelto sobre la base de crisis, exigencias formales y/o gubernamentales, coyunturas,
estados de ánimo, arreglos transitorios y gratificaciones instantáneas, y no en principios sanos y duraderos. Los síntomas suben a la superficie cada vez que
crecen la presión y la tensión: las personas nos volvemos críticos, cínicos o silenciosos, o bien empezamos a vociferar, refunfuñar, gritar o a presentar
reacciones exageradas, violentas y agresivas. Los estudiantes que observan esos tipos de conducta crecen pensando que los únicos modos de resolver los
problemas son la lucha, la agresividad o la evasión. El núcleo de toda institución es lo que no cambia, lo que siempre estará
allí: los valores y principios extraídos, compartidos y redactados en un enunciado en la visión y misión institucional, es dar expresión a esos verdaderos cimientos.
Ese enunciado se convierte en la constitución, su norma, el criterio para la evaluación y la toma de decisiones. Le otorga continuidad y unidad, así como
dirección. Cuando los valores individuales se armonizan con los institucionales,
todos sus miembros trabajaran juntos con fines comunes profundamente sentidos.
El hecho mismo de escribir y redefinir los enunciado de la visión y misión se convierte en un modo clave de mejorar la institución. Al obtener la contribución
de cada uno de los miembros o actores, redactar, recoger comentarios, revisar y utilizar las expresiones de todos, logramos que la institución se comunique y
hablemos sobre lo que nos interesa profundamente a todos. Los mejores enunciados son el resultado de las reuniones de los miembros con espíritu de
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respeto mutuo, con sus diferentes puntos de vista, y un trabajo en común para crear algo más grande que lo que cualquiera de los individuos podría hacer por sí
solo. La revisión periódica para ampliar la perspectiva, cambiar el énfasis o el rumbo, enmendar o dar un nuevo significado a frases desgastadas por el tiempo,
puede mantener a la institución unida en torno a valores y propósitos comunes.
El enunciado constitucional institucional se convierte en el marco de
referencia para pensarla y gobernarla. Cuando llegan los problemas y las crisis, allí está la constitución que recuerda a todos los miembros cuáles son las cosas
más importantes, y orienta la resolución de problemas y la toma de decisiones basadas en principios correctos.
Una vez definida dicha constitución, se buscara el mejor lugar para colgar
el enunciado en la pared, de modo que se pueda echarle una mirada y controlarse entre todos diariamente.
Metas, tareas y/o actividades. Las frases que leemos sobre el respeto, la
pertenencia, el orden, la independencia responsable, la cooperación, la utilidad, la satisfacción de las necesidades, el desarrollo de los talentos, mostrar interés
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por las capacidades de los otros, y servir a los demás, nos proporcionan algunos criterios para saber en qué lugar nos encontramos en lo que se refiere a aquello
que más nos importa como miembro de la comunidad institucional. Cuando planificamos nuestras metas y actividades decimos: «A la luz de
estos principios, ¿cuáles son las metas con las que vamos a trabajar? ¿Cuáles son nuestros planes de acción para alcanzar las metas y actualizar esos
valores?». Tenemos que revisar el enunciado con frecuencia y reelaboraremos metas y
tareas constantemente, y por lo menos una vez por año, para que reflejen la situación en términos reales, para mejorarla y fortalecerla. Ello nos dará nuevas
fuerzas, vuelve a comprometernos con aquello en lo que creemos y que
representamos.
Un nuevo nivel de pensamiento: «de adentro hacia afuera». Significa
empezar por la persona; más fundamentalmente, empezar por la parte más interior de la persona: los paradigmas, el carácter y los motivos.
El enfoque de adentro hacia afuera dice que las victorias privadas preceden a las victorias públicas, que debemos hacernos promesas a nosotros mismos, y
mantenerlas ante nosotros, y sólo después hacer y mantener promesas ante los otros. De adentro hacia afuera es un proceso, un continuo proceso de renovación
basado en las leyes naturales que gobiernan el crecimiento y el progreso humanos. Es una espiral ascendente de crecimiento que conduce a formas
progresivamente superiores de independencia responsable e interdependencia efectiva.
Uno de los aspectos extraordinariamente valiosos de todo principio correcto reside en que es válido y aplicable en una amplia variedad de
circunstancias.
«De adentro hacia afuera» significa para la mayoría de las personas un cambio dramático de paradigma. Muchos de los principios se encuentran profundamente
arraigados en nuestro interior, en nuestra conciencia moral y en nuestro sentido común. Para reconocerlos y desarrollarlos con el fin de dar respuesta a nuestras
preocupaciones más profundas. Tenemos que pensar de otro modo, llevar nuestros paradigmas a un nivel
nuevo, más profundo. Si procuramos sinceramente comprender e integrar estos principios en nuestras vidas, descubriremos y redescubriremos la verdad de esta
observación de T. S. Eliot: No debemos dejar de explorar, porque al final de nuestra exploración llegaremos a nuestro punto de partida y conoceremos el lugar por primera vez. Brinda los máximos beneficios posibles a largo plazo. Se convierten en las
bases de nuestra individualidad, creando un centro potenciador de mapas correctos, a partir de los cuales la persona puede resolver problemas con
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efectividad, maximizar sus oportunidades y aprender e integrar continuamente otros principios en una espiral de desarrollo ascendente.
7.8.2. Cuando partimos de un paradigma centrado en principios existen varias diferencias importantes.
1º. No actúan sobre nosotros otras personas o las circunstancias. Elegimos
proactivamente lo que determinamos como mejor alternativa. Tomamos una
decisión con conciencia e inteligencia. 2º. Sabemos que la decisión es más efectiva porque se basa en principios
con resultados predecibles a largo plazo. 3º. Lo que elegimos hacer fortalece nuestros valores vitales más profundos.
Las experiencias que se sienten cuando se ponen en práctica las propias decisiones adquieren calidad y significado en el contexto de nuestra vida
entendida como un todo. 4º. Como es independiente, puede ser efectivamente interdependiente.
5º. Nos sentiremos cómodos con nuestra decisión. Sea cual fuere, podremos concentrarnos en ella y disfrutarla.
Centrados en principios, vemos las cosas de otro modo, también pensamos
y actuamos de otra manera. Tenemos un alto grado de seguridad, guía, sabiduría y poder, que fluyen de un núcleo sólido y constante; por lo tanto, hemos
fomentado una vida altamente proactiva y efectiva.
Cuando penetramos profundamente en nosotros mismos y reorganizamos
nuestros paradigmas básicos para ponerlos en armonía con principios correctos, creamos al mismo tiempo un centro efectivo que nos da poder y una óptica clara
a través de la cual podemos ver el mundo.
No inventamos sino que detectamos nuestra misión en nuestra profesión de educador y el factor misional de la institución. Todos tenemos un monitor o
sentido interno que nos permite percatarnos de nuestra singularidad y de las contribuciones específicas que podemos realizar. En palabras de Frankl: «Toda
persona tiene su propia misión o vocación específicas en la vida... En ella no puede ser reemplazada, ni su vida puede repetirse. De modo que la tarea de
cada uno es tan única como su oportunidad específica para llevarla a cabo». Nuestro significado viene de adentro. El hombre no debe preguntar cuál es el
significado de su vida, sino reconocer que él mismo es el interrogado. Cada hombre es interrogado por la vida, y sólo puede responder a la vida
respondiendo por su propia vida; a la vida sólo puede responderle siendo responsable».
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7.8.3. Enunciados de la misión institucional
Para ser efectivo, el enunciado tiene que surgir de las entrañas de la
Institución. Todos deben participar de un modo significativo: todo el mundo, y no sólo los planificadores superiores de la estrategia. Una vez más, el proceso de
participación es tan importante como el producto escrito, y constituye la clave para su uso.
Una y otra vez se ve a los líderes de una institución dejarse ver en los grupos y decir que la Institución representa tres cosas: la dignidad del individuo, la excelencia y el servicio. Esas tres cosas son su sistema de creencias. Todo lo demás cambiará, pero esas tres cosas seguirán intactas. Casi por osmosis, ese
sistema de creencias se difunde en toda una organización, proporcionando una enorme base de valores compartidos y seguridad personal para todos los que
trabajan allí. El enunciado de la visión y misión –constitución institucional PEI- es el eje
de una gran rueda. A partir de él proliferaban los enunciados de misión meditados, más especializados, de grupos y equipos particulares empleados. Se
utiliza como criterio para tomar decisiones. Clarifica lo que aquellas personas
quieren conseguir, el modo en que se relacionan con todos los actores y la comunidad en general y entre ellas mismas.
Afecta el estilo de directivos y líderes. Afecta al sistema de estímulos, reconocimientos y remuneraciones. Incide en el personal docente y
administrativo, en su cualificación, participación y desarrollo, en estrechar las relaciones y la participación voluntaria de los padres de familia, en las relaciones
y convenios con el sector productivo e interinstitucional. Esencialmente, cualquier aspecto de aquella organización esta en función
de aquel eje, de aquel enunciado de misión. Uno de los más grandes problemas fundamentales de las organizaciones e instituciones (incluso, entre ellas las
familias) consiste en que las personas no están comprometidas con las determinaciones de otras personas para con sus vidas.