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Nº13 Revista de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria y Desarrollo Humano de ISPA Tránsitos Miryam Costa El Observatorio Alba Torres Entrevista a Mónica Sorín Ver, sentir, vivir Chari Muñoz El rostro del amor Paloma Todd Editorial Sentir la vida y el sentido de la vida Anna Buxaderas D uend e 1€ todas las artes son capaces de duende

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Nº13

Revista de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria y Desarrollo Humano de ISPA

TránsitosMiryam Costa

El ObservatorioAlba Torres

Entrevista a Mónica Sorín

Ver, sentir, vivirChari Muñoz

El rostro del amorPaloma Todd

EditorialSentir la vida y el sentido de la vidaAnna Buxaderas

Duende

1€

todas las artes son capaces de duende

Page 2: Mónica Sorín - iatba.org

Sumario

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El clown... A. P. Le Meur

Entrevista Mónica Sorín

El Observatorio Alba Torres

Tránsitos Miryam Costa

Editorial Sentir la viday el sentido de la vidaA. Buxaderas

El rostro del amorPaloma ToddRecomendaciones

Noticias

Poemas J. Turbau, L. Velasco

Crónica de un viaje hacia el cuerpo vibrátil Hacía ya tiempo que una pregunta rondaba por mi ca-beza, tenía que darle respuesta y actuar en consecuencia, tomar decisiones. Una parte de mí sentía que no había que tener prisas, que caminando por la vida y estando alerta a mi sentir tarde o temprano encontraría la ruta a tomar,

aún así mi cabeza divagaba entre el sí y el no. Mientras esto sucedía, a veces la vida parecía carecer de sentido. Decidí entonces hacer un regalo con sentido a mi madre, un regalo que también me regalaba a mí misma, con todo el buen sentido del dar dándonos. Así que la llevé a visitar la obra “Oráculos”, del Teatro de los Sentidos. Solo sabía que valdría la pena, que sería un viaje íntimo y qué tenía que entrar con una pregunta. Mi pregunta ya estaba lista. La tenía clara, así que, antes de adentrarme en los mágicos escenarios laberínticos de “Oráculos”, cuando en la antesala del viaje una mujer joven con alma de duendecillo me dijo que podía tomarme un tiempo para pensar mi pregunta, yo, toda inquietud, le dije: -“no me hace falta tiempo, ya sé cuál es mi pregunta”. Pero ella me invitó igualmente a tomarme ese tiempo y enseguida entendí por qué. En ese pequeño instante de soledad frente a lo desconocido, mis sentidos se activaron y vi la antesala de mi viaje, sentí el entorno, los olores, los sonidos, me sentí a mí misma y sentí mi pregunta en el cuerpo. Ahí ya se detuvo el tiempo de los relojes con planes y quehaceres, se detuvo el tiempo del control del pensamiento que quiere tener respues-tas antes de tiempo. Llegó el tiempo del sentir y del darse cuenta, el tiempo infinito y eterno. En ese precioso viaje que agradezco de toda alma y corazón a la gente del Teatro de los Sentidos, descubrí entre la oscuridad, el silencio, los tactos tiernos, los bailes a oscuras, los lechos de maíz, las masas de pan y los juegos de un diablo, entre otras muchas sorpresas, que a veces pierdo la vida pensando por el vicio de pensar, que mientras mi mente divaga por altas cumbres inalcanzables, la vida con todos sus colores, sabores y texturas va pasando sin detenerse. La vida que es un regalo y por querer comprenderla, dominarla, alcanzarla, se me cuela entre los pliegues de las sábanas que no huelo, entre las miradas que no escucho, entre el pan que no amaso. Así que hoy quisiera invitarnos a sentir la vida sin decidir su final, ni hacer demasiados planes para su desarrollo, porque sintiendo la vida toma sentido por sí misma, sean cuales sean nuestras decisiones vitales, errores, tropiezos, dolores y placeres, en com-pañía o en soledad.

¡Viva la vida con Arte y con Duende! Anna Buxaderas

Sentir la vida y el sentido de la vida

Anna Buxaderas es Directora de la Revista Duende desde su fundación. Es psicóloga y arteterapeuta graduada de la 2ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona). Actualmente ofrece atención terapéutica y supervisión en dicha Formación. E-mail: [email protected] Ver, sentir, ... Chari Muñoz

Directora Anna Buxaderas Redacción Arturo SolariDiseño Roser Maestu

ISPA- Institut de Sociologia i Psicologia Aplicades. Amigó, 17- 19 1er, 08021 Barcelona. Tel. 93 209 77 46

Contacto: [email protected]

Editorial

“Todas las artes son capaces de duende…

el duende hiere, y en la curación de esta

herida que no se cierra nunca está lo insó-

lito, lo inventado de la obra de un hombre”

Federico García Lorca

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Enero 2013

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http://www.ispa.es http://www.asociacion-ath.org

ISPA

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Qué lejos está mi tierra y, sin embargo, qué cerca o es que existe un territorio donde la sangre se mezcla.Daniel Viglietti

ás de cuarenta horas tardamos en llegar a des-tino. Atravesar calles, pueblos, ciudades, ríos y

mares rumbo al Sur. Dice Gabriel García Márquez que cuando uno viaja, el alma llega después… Desandar el camino en un tiempo político de voracida-des desatadas, de fragilización implacable. Izar velas y alargar el horizonte. Comenzar la travesía, una vez más, la reinvención de la vida, de mi vida. Atrás doce años de enraizamiento en Barcelona, espa-cios de pertenencia profesional y afectiva y la certeza del lazo que me ata para siempre a su vera. Retornados es nuestra condición en este país, Uruguay. Retornados a un espacio geográfico. Dos veces inmigran-te, dos veces retornados. Paradójicamente, retornar a una región a la que el cam-bio climático transformó en tierra de tornados, de mar embravecido y corcoveante, de vientos feroces desata-dos. Árboles añosos fragilizados en un instante, paren paisajes de raíces desnudas, dolorosamente expuestas. Corte abrupto, golpe seco, pájaros sin nido, continuidad rota, silencio. Dos tornados hemos padecido y el paisaje frente a mi ventana me sigue interrogando sobre desnudeces leño-

sas y raíces muertas. Paisaje estático, foto congelada, raíces desenraizadas. Ateridas. Poéticamente hace un tiempo escribí que migrar es: “…cambiar de norte, de sur. De estrellas y olores, anu-darse y desanudarse. Sentir navegando la orilla, la san-gre, el latido…” ¿Retornar? ¿Volver al lugar? ¿A qué lugar? ¿Acaso es soportar el vaciamiento de lo conocido que se escapa vol-viéndose distancia, paisaje estático y lejano? Con qué pa-labras nombrar lo que se siente sin caer en lo letal de la melancolía, obturando el movimiento de lo vivo, lamiendo heridas, resistiendo el cambio. ¿Retornar es ver o es mirar? ¿Con que mirada? ¿Acaso con los ojos de El Principito que decía que lo esencial es

invisible a los ojos? ¿Sólo se ve con el corazón?Poca poesía ven mis ojos. Cautivos de otros mundos, acu-san el impacto de esta realidad. Una sucesión de imáge-nes dan cuenta de los estragos operados por las lógicas del capital: pobreza, marginalidad, suciedad, abandono, drogadicción, delincuencia, soledad. Duro impacto, sor-presa helada. Nuevas lógicas y nuevos sentidos instaurados. Lum-penización social, degradación de los espacios públicos, desinterés, apatía, indiferencia, consumo.

Mis sentidos también me gritan: Acostumbramiento. Resignación. Se percibe, se lee, se respira, se hace pre-sente en todos los espacios de interacción: acostumbra-miento, resignación, apatía, banalización del pensamien-to. Cuerpos y subjetividades apresados y disciplinados en las lógicas neoliberales. Este es mi presente. ¿Y mi presencia? Decía Anna Buxaderas en uno de los números de “El Duende”:

“Presencia: estar presente, en el presente, presintien-do, sintiendo, esencia. Son estos los conceptos que acuden al encuentro cuando me escucho en voz interna decir la palabra ‘presencia’.Estar presente es un estado y un aprendizaje indispen-

sable para la escucha del terapeuta. No solo presente en el momento presente, sino una presencia que acom-paña con el cuerpo, invisible al mismo tiempo que pre-sente, para permitir que emerja lo profundo, silenciado en el ajetreo del día a día, en el ruido continuo de vo-ces, pensamientos, vínculos y quehaceres cotidianos.”

Resuenan en mí estos conceptos. Habitar el presente, mi presente, integrar mis yoes, mis pliegues, mis orillas. Validar el equipaje, la caja de herramientas, las herra-mientas que permitan transformar el sentimiento de par-tir-ruptura en punto de llegada-continuidad, reconocer-me y responsabilizar-me. En el nuevo escenario el desafío es transitar y construir mi lugar. Ocuparlo como espacio para hacer. Para gene-rar movimientos, para estar y hacer desde el arte, desde el arteterapia, aguzando la escucha, abriendo puertas, cerrando heridas. Resignificar el presente, transformado las raíces en rizo-mas que se despliegan multiplicándose. Nuevos naceres aligeran los morires: Arteterapia Transdisciplinaria al Sur. Afuera en el jardín, las flores del manzano se han trans-formando en frutos que acompañan como promesas gus-tosas. La casa está en silencio, estoy serena.

Tránsitos Miryam Costa

Paisaje estático, foto congelada, raíces desenraizadas.

Las flores del manzano se han transformado en frutos que acompañan como promesas gustosas.

“Estar presente es un estado y un aprendizaje indispensable para la escucha del terapeuta”.

“Dice Gabriel García Márquez que cuando uno viaja, el alma llega después…”

Miryam Costa cuenta con una larga experiencia en los campos de la psicología social, las artes plásticas y el diseño. Es arteterapeuta graduada de la 7ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona). Después de varios años de estancia en Barcelona, ha vuelto a su natal Uruguay, donde está por iniciar nuevas intervenciones con arteterapia transdisciplinaria. http://arteterapialsur. Bolg: blogspot.com.es /e-mail: [email protected]

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De laberintosHoy, el grupo del Observatorio de las Artes Expresivas: Esther, Jorge, Mireia, Edmundo y yo, nos encontramos en Tárrega, para el taller que he preparado para profundizar, dialogar y aprender del concepto y método de trabajo arteterapéutico llamado “de-centering” (descentrar).

ace días que he estado leyendo, pensando y expe-rimentando con ello. Imágenes de laberintos me

acompañan. Este año he estado también trabajando con los laberin-tos, dirigiendo visitas guiadas a grupos de estudiantes de Secundaria por los laberintos de Tárrega, entre ellos una instalación hecha por alumnas de la escuela de artes de la ciudad. Y a partir de ello hemos recorrido la historia de los laberintos, paralela a la historia de la humanidad, que ha usado la imagen y la arquitectura de distintos laberintos como imagen del pensamiento y de la existen-cia humana, ya desde el paleolítico. Asimismo, hemos cuestionado nuestra propia existencia. Hay dos tipos principales de laberintos, el univiario, en

Conectando con la lógica de la imaginación Las teorías acerca de la imaginación dicen que la ima-ginación no es totalmente controlable, que lo único que podemos predecir de ella es que es imprevisible.Paolo J. Knill (2005)2 distingue 3 reinos en la imagina-ción: El ámbito de la imaginación menos controlable es el de los sueños y es el único en el que la imaginación de la persona no tiene testimonio. El “soñar despierto” (daydream) y el trance (trance spa-ce) pueden estar más guiados, y la actividad artística tiene características de los dos: los sueños y el “soñar despierto”. Retomando la cuestión de la situación “sin salida”, el camino sin salida es el único conocido, lo que significa que es el más controlado y seguramente el más “seguro”, y habrá que construir un puente para acceder a otras lógicas, que permitan una salida. Es por ello que las semanas previas al taller de “de-centering”, les pedí a mis compañeros del Observatorio, a modo de caldeamiento general para el taller, que tuvie-ran unas hojas y un lápiz al lado de la cama, donde poder anotar o garabatear aquello que de los sueños, el reino de la imaginación incontrolable, pudieran recoger al desper-tar. Era un homenaje a esta fuente de la lógica irracional, a esa posibilidad que reside en cada uno de nosotras.

Entrando en el laberinto Estamos ahora en el inicio del taller. Recojo en una bolsa los escritos y libretas de los sueños de mis compañeros.He pensado que como caldeamiento in situ del taller les presentaré mi barrio, el casco antiguo medieval de Tá-rrega como laberinto. Les propongo elegir las calles por donde pasar y al cabo de pocos minutos se han dirigido sin saber, a un callejón ¡¡¡sin salida!!! Cada uno resonamos con el lugar (sensaciones, so-nidos…) y de ahí les dirijo a la casa donde seguiremos trabajando.Les pido que al entrar en la casa no hablen, y mientras vamos entrando y subiendo escaleras, detrás de una máscara blanca les voy narrando, a modo de relato ima-ginario:“…el camino se estrecha, lo conoces, es un camino seguro, aunque en cada lado hay un precipicio… sigue tu camino… sigue tu camino…”

El Observatorio Cada uno tiene un camino marcado con una cinta que deberá seguir, cruzarán una cortina… y… atrás… el ca-mino llega a un “cul de sac”, un camino sin salida. Ahí les pido registrar sus sensaciones, sus tensiones, su respiración. Cerrar sus ojos… y dejarse asaltar por una situación personal. Y simulando la arquitectura de una sesión de artetera-pia (Paolo Knill, 2005), voy a dar forma al resto del taller.

Centering A cada uno les doy una carta y un sobre, y les pido escribir la situación personal que les ha asaltado. Luego les pido pegarla en la pared sin salida. Es el momento de centrarse en el problema, en el con-flicto, en esa dinámica que se repite y que a uno le atra-pa.

El puente (bridge) Les propongo cerrar los ojos y pongo una música meló-dica tranquila. Les invito a escuchar su cuerpo y dejarse llevar por las sensaciones y los movimientos que puedan surgir. Es el puente para pasar de lo racional a lo sensorial. Del sentido de la lógica a la lógica de los sentidos. Y de lo molar a lo molecular. Cada uno se mueve a su ritmo personal, alguien no se mueve nada y yo observo su respiración.

La creación artística – el de-centering Al final de la música, les invito a pasar a la creación plástica, ofrezco materiales (papeles, ceras, colores, plas-tilina). Y también les devuelvo sus libretas de los sueños, para que al azar o por voluntad se inspiren en alguno de ellos o en alguna parte, una escena/frase/palabra/dibujo. Poco a poco cada uno se organiza su pequeño “atelier” y se lanza a la creación. La mayoría de ellos decidieron plasmar una escena de sus sueños.

La cosecha y el diálogo entre la obra y el problema El proceso creativo termina al cabo de 20 minutos. Al final les pido observar su forma, los colores, su compo-sición a modo de análisis estético, y tener en cuenta sus anécdotas o mensajes, de forma individual, en silencio. Es una toma de consciencia con la obra. La cosecha de este de-centering será aquello que de la obra y del proceso creativo pueda dar una nueva visión al problema y generar un nuevo diálogo con él. Para eso les pido recuperar esa carta inicial donde fue relatado el problema. Leerla de nuevo y dejar que la obra les responda con otra carta. Recuerdo el momento de desconcierto que esto generó a uno de los integrantes, dándome a entender que una cosa y la otra no tenían nada que ver. Ahí sentí que empezaba un reto. El camino bien trazado y seguro del problema se resistía a ser modificado. Pero la obra de arte, el de-centering, seguía al lado de la carta con el problema. La posibilidad de probar, de jugar, de

caminos. Este laberinto propio del Renacimiento es un reflejo de las enseñanzas humanistas antropocéntricas. En el laberinto univiario no hay pérdida, es un camino seguro, previsible, tiene una lógica conocida, uno no se puede perder, tampoco tiene que decidir nada, siempre es el mismo recorrido y siempre llega al mismo lugar, se entra por el mismo lugar por el que se sale. En el laberinto multiviario la persona debe elegir un camino entre varios, puede perderse, puede llegar a un rincón sin salida, puede volver atrás y puede cambiar de camino, hasta llegar a la salida. “By “de-centering” we name the move away from the restricted experience posed by conflict and crisis, which had resulted in rigid reasoning and stressful, of-ten destructive acting, marking the pressure around the “dead end” situations in a conflict. “De-centering” is a move into the opening of the surprising-unpredictable-

unexpected, provided by the artistic experience within the logic of imagination.” (Paolo Knill 2011)1.

Por “descentrar” nos referimos a la salida de una ex-periencia restrictiva planteada por un conflicto o crisis, la cual ha resultado en un razonamiento rígido y estre-sante, en que a menudo se actúa de forma destructi-va, enfatizando la situación “sin salida” del conflicto. “Descentrar” es un movimiento hacia una apertura a lo sorprendente-impredecible-inesperado, provista por la experiencia artística con la lógica de la imaginación. (Traducido por Alba Torres, 2011).

¿Como salir de una estrecha lógica de pensamiento, sentimiento y acción que nos lleva a un camino sin salida?

Alba Torres

El de-centering

H

1 Ellen G. Levine and Stephen K. Levine (2011). Art in Action. Expressi-ve Arts Therapy and Social Change.

2Paollo Knill, Ellen G. Levine and Stephen K. Levine (2005). Principles

and Practice of Expressive Arts Therapy.

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Laberinto univiario

el que hay un solo camino, propio de la época medie-val, que simbolizaba el camino hasta Dios, situado en el centro del laberinto y el multiviario, en el que el laberinto pierde el centro y la persona puede elegir entre varios

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Estoy llegando a la residencia, el latido de mi corazón aumenta, hay un hombre en la entrada, cerca del jardín, sentado. Parece el guardián de la residencia. Me acerco lentamente, con suavidad. Me mira y sonríe con cariño, nos miramos... Un tiempo, una mirada profunda. Me coge las manos... ¡que emoción! Un momento mágico de dulzura y proximidad. Se levanta y me enseña des-de lejos su huerto (que en realidad es del centro, pero que él cultiva)... “¡Impresionante!”, pienso. Lo quiero ver más de cerca. Me coge la mano y nos acercamos al huerto. Me lo enseña todo. Me siento ligera, haciendo un viaje y descubriendo un nuevo paisaje. Paisaje en el cual dos seres que se conocen desde hace 5 minutos están compartiendo un momento de complicidad.

Es fundamental para el encuentro con el otro que el clown se conecte con su presencia y calma interior, a tra-vés de la respiración, lo que permite la circulación de la palabra justa, para ayudar a que esta palabra no sea un poder obtenido sobre el otro sino un vínculo del corazón. El clown puede quedarse callado al lado del otro, estar en el aquí y ahora simplemente.Se da cuenta de lo que provoca en los demás y recibe el estado del otro guardando una distancia justa. Aceptar que entre yo y el otro haya una distancia límite, que no se puede traspasar, la cual es el reino del reco-nocimiento del otro en su diferencia (alteridad), un reino

inventar nuevos diálogos era posible y estaba aparente-mente muy cerca. Estaba provisto un campo de juego que pudiera conectar con el espacio de restricciones del paciente, tal como nos dice Stephen K. Levine.-¿Qué le podría responder la escena de tu sueño a tu carta?, le pregunté. Su respuesta era de incomprensión. -¿Quizás no toda la escena, quizás una parte?, le pre-gunté. Yo observaba sus obras, colores, formas, trazos... Ga-tos, un brazo con heridas, una escena erótica, una cuer-da atada a dos puentes… Todos estos elementos posible-mente eran nuevos en sus problemas, e imaginaba que podrían hablar en otro idioma. Pero confiaba, confiaba en ellos y confiaba en el puente que les llevaría al encuentro. Una colega me miró y se tomó su tiempo. Al cabo de poco se puso a escribir. Otra integrante relataba así su experiencia: “sentí como se iban abriendo puertas, siguiendo una cadena. Sur-gieron nuevas conexiones de cosas inicialmente desco-nectadas.” Así había operado el de-centering, imaginando nuevas salidas, obteniendo nuevas respuestas. Observé como cada uno miraba su obra e iba escribiéndole una carta a su problema. La cosecha del de-centering lleva a la persona a otro lugar desde el cual se puede dialogar con el problema. Es un nuevo lugar en el que la sabiduría del inconsciente y el poder de la imaginación sitúan a la persona. Desde ahí, el nuevo diálogo con el problema es una nueva experien-cia en la que opera una nueva lógica, y una lógica distinta siempre ofrece una respuesta distinta. Este diálogo entre

obra y problema es una experiencia con un alto potencial estético, que es “sentido”, “vivido”, ya que nace de una experiencia sensorial y creativa. O sea que es ya un nue-vo recorrido hecho, un recorrido “ganado” a la repetición del camino sin salida. Es una salida.¿Estará la persona preparada para tomar el nuevo camino cuando sea necesario? ¿Tomará el riesgo de ese camino desconocido? ¿Creerá en el poder de su imaginación para

ver esa salida que estaba escondida, para encontrar la llave de la puerta, para abrirla y seguir creando su labe-rinto? Una sesión de arte terapia es un espacio de desafío para el paciente-aventurero, donde tiene la oportunidad de recorrer un mismo camino con otra mirada y que la nueva mirada le lleve a recorrer un nuevo camino. Es un desafío, se puede sentir el riesgo, pero a la vez es un lugar seguro y el punto de partida es la confianza con el / la arteterapeuta que le acompaña en su laberinto.

Sharing final Al final de esta intensa sesión, compartimos la expe-riencia y fuimos dando cuerpo, connotaciones y signifi-cado al concepto y método del de-centering, según la vivencia de cada uno y aportando nuestras experiencias como arteterapeutas y como pacientes.

Concluimos con una resonancia poética:

Recorridos y movimientos del cuerpo

Descentrar: focalizar hacia otro lugar

LOS SENTIDOSEL IMAGINARIOLO INESPERADO

Un lugar mágico de otras posibilidades, espacios y estares

Desde los sueñosdescentrar

Entre lo conocido y lo desconocido

Sentir

Alba Torres (1981) es una arteterapeuta originaria de Tárrega (Lérida). Es graduada de la 8ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdiscipli-naria en ISPA (Barcelona). Se ha formado y ha trabajado en gran variedad de ámbitos artísticos, educativos y terapéuticos, tanto en Cataluña como en México, Gambia y Estados Unidos. Actualmente, además de participar en varios proyectos, ofrece atención terapéutica para alumnos en formación en ISPA, es la arteterapeuta de una unidad de trastornos alimentarios y tiene consulta privada en Tárrega. Web: http://www.at-albatorres.com/ e-mail: [email protected]

La posibilidad de probar, de jugar, de inventar nuevos diálogos era posible y estaba aparentemente muy cerca.

Un camino colorido de encuentros

Aude Plancke Le MeurEl clown relacional

“¿Estará la persona preparada para tomar el nuevo camino cuando sea necesario?”

E

Aude es arteterapeuta.Audi es la amiga clown de Aude. Nació hace 7 años en Bélgica y desde entonces va y viene en la vida de Aude y su entorno. En la primavera de 2010, Audi hizo una visita a una residencia geriátrica cerca de unas montañas en la pro-vincia de Girona. En las líneas que siguen podréis leer un escrito teóri-co de Aude sobre los fundamentos del clown relacional intercalado con algunas vivencias que Audi tuvo con varios ancianos durante aquella visita a la residencia. Las experiencias de Audi aparecen en letra cursiva.

l clown relacional pertenece a la familia de las “arte-terapias”. Se trata de un arte de la relación, un arte

de lo inesperado. El clown desarrolla un saber ser, más que un saber hacer y busca sus recursos en la espontaneidad y la im-provisación: eso le permite adaptarse de forma creativa, lúdica y sensible a la singularidad de cada uno sin aplicar una técnica sino una apertura del corazón. El clown relacional/terapéutico nos invita a acoger y acompañar al otro en el instante con sensibilidad y dispo-nibilidad dejándose tocar sin ser desestabilizado. El clown permite abrir un campo posible en el entor-no codificado de las instituciones. Permite el placer y la complicidad compartidos.

Foto

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presencia del clown muchas veces crea un clima de con-fianza y de intimidad que puede provocar revelaciones, detalles compartidos muy personales. Tiene también un efecto dinamizante y de conexión con la vida.

Al fondo de la sala común hay una mujer sentada. Me acerco a ella. Por alguna razón extraña al aproximarme a esta mujer me siento arropada, en confianza, tran-quila. Me siento a sus pies y la miro, nos miramos, sus ojos me atraviesan. Me cuenta que conoce muy bien París, que su primer amor era francés pero tuvo que dejarlo y regresar a España por la guerra. Me conmueve su relato. Hay una mezcla de nostalgia y a la vez de alegría al hablar sobre este momento de su vida. Veo una mujer guapa, joven, femenina. Me encuentro be-biendo sus palabras como un niño a quien se le cuenta un cuento...

La posición: el clown suele tener una posición baja, con las rodillas un poco flexionadas. Es una posición que sugiere humildad y humor. Aporta una mirada desdrama-tizante sobre los dramas de la vida. El clown relacional cobra todo su sentido al tratar con personas que no tienen la capacidad de relacionarse de forma convencional o que la tienen alterada o modifica-da. El tipo de personas con quienes es difícil comunicar-se con las palabras.

El clown es el maestro de la comunicación no verbal. Utiliza el lenguaje del cuerpo, de las emociones, de las relaciones lúdicas con la ayuda del juego y del humor. Busca recursos en el tacto, la mirada, la expresión de la cara, la voz... Considera otros niveles de comunicación y se encuentra con este tipo de personas con una mirada diferente, nueva, y simplemente se entrega al placer del encuentro.

Después de una hora de encuentros, siento que el hilo entre Aude y Audi se hace más débil. La cabeza de Aude empieza de nuevo a luchar para obtener el poder sobre el sentir y las emociones de Audi. Toca a la puerta el juicio, la búsqueda de resultados y siento con mucha tristeza que Audi se va alejando... De repente la cocine-ra propone a Audi tomar algo… Unos crepes. “¡Uala!”, piensa Audi, que sale de la cocina después de comer para encontrarse con más ancianos. “¡Que bien!”, el momento de descanso en la cocina me permitió volver a la superficie, descansar y disfrutar debido al cuidado que recibí en la cocina.

Aude Plancke Le Meur se ha formado en diversos campos profesionales, entre ellos la arquitectura, el coaching y la clown-terapia. Ella es graduada de la 8ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona). Como arteterapeuta, ha tra-bajado con diversos tipos de problemáticas y pacientes. Actualmente atiende niños y adultos en terapia individual y también en contex-tos grupales. E-mail: [email protected]

“Interacción sin palabras, sin mirada, pero con un inmenso respeto por lo que ella vive...”

“Me coge el brazo y yo cojo el suyo. Siento el calor de su mano...”

El clown es el maestro de la comunicación no verbal.

en el que no se entra. Más allá de esta distancia, el otro puede retroceder, huir de la relación...

Veo a una mujer sentada, sola, en la mesa del come-dor. Mira sus manos y se queja. No me ve. Yo la veo dentro de su mundo, aislada de su entorno. No quiere mirarme. Me siento a su lado, respiro, espero y nada… Nada... No me mira, se cierra aun más. Empiezo a jugar con una pelotita en la mesa, yo tengo ganas de jugar con ella. No hace nada, pero el llanto de su queja se detiene y va mirando la pelota que hace su baile en la mesa. Estoy viviendo un momento de interacción con esa mujer, interacción sin palabras, sin mirada, pero con un inmenso respeto por lo que ella vive... El estado del clown es un estado paradójico. El clown esun funámbulo entre la espontaneidad, la soltura del niño y la consciencia del adulto. Con el clown es posible re-encontrar los miedos de la infancia, la violencia de la soledad, la rabia de la falta de amor, y ser acompañado con sensibilidad y respeto, más allá de las palabras… El estado del clown… es también escuchar palabras sin sonido.

Me acerco al porche de entrada del edificio. Veo a un hombre salir. Tiene la mirada hacia abajo y se apoya en el brazo de la cuidadora que le acompaña. Se para, me mira y sonreímos. Me toca el brazo y con la ayuda de su acompañante empieza a cantar. ¡Qué alegría siento! Me entran ganas de bailar. Me coge el brazo y yo cojo el suyo. Siento el calor de su mano...

Supe que unos días después del encuentro con el clown algunos ancianos se enfadaron. La intensidad de algunos encuentros con los residentes produjo sellos y despertó quejas. El clown puede ser un revelador de las frustraciones que existen en el fondo. Podemos citar el ejemplo de una mujer que se enfadó porque Audi no le regaló la cajita de música que tuvo entre sus manos un rato. Protestaba porque Audi había hecho regalos a dos residentes (pues era su cumpleaños) y a ella no. El encuentro clown con las personas ancianas desarro-lla una comunicación auténtica cultivando momentos de intensidad y placer compartido, verbal y/o no verbal. La

Sobre la nariz del clown: la nariz es un código cultural que conecta específicamente a las personas ancianas con el mundo de la infancia, la fiesta, la risa y la alegría. Es también un código estructurante que permite dar un encuadre a un principio y un final de un encuentro clown. Es importante subrayar que el clown relacional desarro-lla relaciones basadas en el respeto, excluyendo todo tipo de infantilización. Abre una relación positiva de adulto a adulto compartiendo un nivel de comunicación basado en: la autenticidad emocional, la espontaneidad, la ale-gría compartida y el humor dejando que emerja en cada uno el niño libre que hay en cada adulto.

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Empiezo a jugar con una pelotita en la mesa.

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¿Cómo ves el futuro? Esta es una pregunta que me resulta dura, y me acon-goja. Y ello no es, por supuesto, responsabilidad de quien me hace la entrevista; es la realidad misma, tal como la percibo, la que me dispara una respuesta dolorosa. No me gustan demasiadas cosas del mundo en que vivimos, y no veo venir mejores paisajes. A la vez, tengo el empe-cinado hábito de no darme por vencida, al menos en las cuestiones que vale la pena intentar transformar. Los pro-cesos sociales, tanto en dirección progresiva como regre-siva, son imprevisibles, y a veces emerge lo no esperado

(por dar sólo algunos ejemplos: la Primavera Árabe, Mayo del '68, un presidente negro en los Estados Unidos, el de-rrumbe del campo socialista…). Es posible que el mundo nos sorprenda con un inesperado, múltiple y saludable devenir. Pero mientras esperamos o -mejor dicho- desea-mos que eso ocurra, que la vida no nos coja dormidos, ni resignados, ni fatigados. Y es ahí donde entra, en nuestro caso, el arteterapia como arma de resistencia y de cam-bio, ese tan potente instrumento.

Para terminar, nos gustaría que nos regalaras la descrip-ción de una imagen o un poema, un “algo” en clave de resonancia que nos acompañe, que nos ayude a caminar, a permanecer sensibles y lúcidos en estos momentos his-tóricos... No sé si os puede ayudar o acompañar, en todo caso me ayudó y acompañó a mí, y es lo que amorosamente puedo compartir con vosotros.Cada persona tiene su pequeño (o gran) unicornio que lo alienta a continuar y lo acompaña; unicornios en relación

Vivimos tiempos convulsos, nos aventuramos a decir que en todos los órdenes. En una parte de Europa y en lo que toca a nuestro país, constatamos una degradación de la calidad de vida y de sus expectativas futuras. Erupcionan algunos nacionalismos, hay indignación hacia los poderes económico-políticos... y un largo etcétera. ¿Qué crees que tiene que decir el arteterapia frente a todo esto? ¿Qué pue-de aportar nuestra profesión ante estos escenarios? Sí: son tiempos violentos y muy poco estéticos. Tiempos devastados requieren de cada uno de nosotros más arte, más poesía, más ternura. Ante las perversas estrategias de los poderes políticos, económicos y de todo tipo, la ne-cesidad de crear espacios de resistencia micro política, se convierte en algo tan indispensable como el agua para el sediento. Gracias al enorme poder de la vivencia estética, nuestra profesión posee en eso la ventaja de la sutileza, la posibilidad de caminar por los bordes: abrir espacios de singularidad, allí donde quieren homogeneizarnos; de libertad, allí donde quieren encadenarnos a través del miedo y del disciplinamiento de cuerpos y almas; de be-lleza, allí donde quieren acostumbrarnos a la fealdad; de creación, allí donde convocan a “más de lo mismo” (los collares son diversos, pero los perros son casi idénticos). El arteterapeuta cuenta con una privilegiada caja de he-rramientas para abrir lugar a estos procesos.

Desde hace más de una década el arteterapia se ha ido es-tableciendo en España. En tu opinión, ¿cuál es el momento

específico de nuestra profesión en el país? Como resultado de un trabajo sistemático en Espa-ña durante la última década, hay más consciencia de la utilidad de esta profesión. Para circunscribirme a la experiencia de nuestra Formación: ocurre con cierta fre-cuencia que las instituciones donde nuestros alumnos realizan las prácticas (centros sanitarios, educacionales, sociales: desde un hospital hasta una cárcel, desde un colegio a un centro cívico), se interesen por conocer más, o contraten a nuestros graduados. O simplemente, los dejen hacer, lo cual en determinado tipo de institución ya es de por sí casi “milagroso”. Hay que estar alertas a que, como resultado de ese éxi-to progresivo, no proliferen intervenciones donde se con-funde el arte terapia con prácticas esotéricas, new age y otras variantes, que cada cual tiene derecho a practicar si así lo desea, pero donde se impone una diferenciación y delimitación de los campos. Es importante lograr el reconocimiento laboral y jurí-dico de la profesión en España; que este objetivo pueda ser alentado por las Formaciones y por las Asociaciones Profesionales (en nuestro caso, ATh, como integrante de la FEAPA), requiere un paulatino y complejo proceso de reconocimiento mutuo, de aceptación de nuestras dife-rencias, desde un rigor compartido; pues el rigor y la se-riedad de lo que hacemos, debería constituir el elemento unificador básico entre las distintas Formaciones que existen en España. Que haya ciencia, y haya arte. Que

haya arte, y haya ciencia. Que arte y ciencia dialoguen entre sí, hasta hacerse casi indiscernibles, una de la otra.

En esta aparición y desarrollo del arteterapia en España, se han establecido diversas líneas y formaciones, cada una con su estilo y peculiaridad. ¿Qué es aquello específi-co que aporta el arteterapia transdisciplinaria? Varios aspectos caracterizan nuestra manera de tra-bajar. En particular, lo transdisciplinario permite transitar multiplicidades, abriéndonos a un campo de investiga-ción, exploración y transformación, a través de lenguajes creativos diversos. Cada expresión artística tiene sus se-cretos, sus matices, sus acentos. Y cuando estos lengua-jes son invitados a transitar suavemente de uno a otro, a complementarse y comunicarse, se producen contagios, ramificaciones y descubrimientos: se hace visible lo in-visible, se deshiela y adquiere otra temperatura lo que estaba congelado, hay transformaciones imprevistas e insólitas. Para profundizar en estas ideas, se puede consultar el libro que nuestra Formación publicó en 2011.

En la Formación de Arteterapia Transdisci-plinaria en ISPA (antes denominada Más-ter), se da una interesante peculiaridad que nos gustaría llamar “norte-sur”. En cuanto a sus contenidos, bebemos de dos fuentes principales: una del “norte”, proveniente de países anglosajones y centroeuropeos y otra del “sur” proveniente de la experien-cia latinoamericana. ¿Cómo ves esta com-plementariedad y qué es aquello que a tu juicio aporta la segunda vertiente (dado que en buena parte la has encarnado tú como formadora)? Los alumnos suelen agradecer mucho esta complementación entre el trabajo de Mercedes Gysin y el mío: es como si la ló-gica de los tiempos hubiera confluido para llegar a ese fecundo encuentro de dos maneras de trabajar. Creo que en ello convergen varios factores: el “norte-sur”; la disci-plina desde la que ambas partimos inicialmente: Merce-des como artista plástica, con su experiencia clínica, y yo como psicóloga profundamente atravesada por el arte; más las características personales de cada una. Sobre la segunda parte de tu pregunta, el aporte de la vertiente latinoamericana tal como encarna en mí, para emplear tus palabras, Arturo, creo que está caracterizada por: el intento de transitar permanentemente entre com-prensión intelectual y vivencia, es decir dar lugar y ali-mento a un pensamiento que siente y una emoción que piensa; el valor del cuerpo como lugar de resonancia, de comprensión, de escucha; la mirada múltiple; la poesía en su más amplia acepción; la convocatoria del juego de intensidades y al mismo tiempo de la precisión, a través del encuadre (asocio con lo que el escritor Virgilio Piñera designara “pasión fría”); una insistente confianza en la potencia del trabajo grupal y otra insistente confianza en los procesos y en las producciones subjetivas, singulares y grupales.

Un salto hacia las propias manos

Mónica Sorín

Mónica Sorín posee un extensísimo currículum como psicóloga, psicodramatista, terapeuta, escritora, conferenciante y formadora en una variedad de países. Aparte del ámbito profesio-nal, hoy en “El Duende” queremos presentarla de otra manera. Mónica pertenece al reduci-do grupo de seres humanos que son capaces de formar parte de nuestro “grupo interno”, convirtiéndose así en un fragmento de cons-ciencia que “nos habla” desde dentro. Mónica es un ser humano sensible, potente y único. Su compromiso es el rescate y el manteni-miento de lo utópico posible (sabe de prime-ra mano que hay utopías imposibles). Siendo conocedora de la insondable y contradictoria experiencia humana, desafía los entumeci-mientos, nos abre a la ternura (aunque duela) e incita al cambio desde lo saludable y vital.

Entrevista

“El arteterapia como arma de resistencia y de cambio, ese tan potente instrumento.”

Esta obra tuya, Arturo, tristemente actual, nos recuerda que tiempos

devastados requieren más arte, más poesía.

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Simplemente... NO

Non, Don’t, Ez, No... Palabra que conozco en varios idiomas.Palabra sencilla aparentemente,N-O, NO.

Resulta, sin embargo, excepcionalmentecontundente y solemne.

Quizás sea esta seriedad,la que me abruma y paraliza, disimulando la fuerza del grito ahogadode su esencia en mí...N-O, NO.

Humor al servicio de mi debilidad. Sonrisas, bromas y falsa fuerza, pegados con fragilidadsobre miedos, malestar y dolor.Disfraces que complican lo sencilloy abufonan lo solemne.N-O, NO.

¿Lo oyes?...

Y al revivir los NO por decir, NO, NO y NO.

al amor, a la sociedad, al trabajo, a los seres que ama-mos, a lo que sea. A veces (o casi siempre, si hablamos de toda la existencia), algo acontece, y un brutal insecto gigantesco, como el de “La metamorfosis” de Kafka, se abalanza sobre nuestro unicornio y nos hace trastabillar o nos paraliza de sufrimiento y confusión. Qué importante poder construir internamente, en momentos así, un ave que nos permita volar a otros territorios y no perdernos a nosotros mismos. Necesité expresar esta idea en un breve performance que realicé en el taller coordinado por Brigitte Anor, durante el Simposium de Primavera de la EGS, realizado en Ginebra.Adjunto una fotografía de aquel instante:

Ahora, al observar esta imagen, siento que da cuerpo y resuena con este poema de Roberto Juarroz:

Un salto desde las propias manos,invirtiéndose uno mismo en su propio tobogán,inventándolo como un pájaro muerto inventaría el airesi volviese a su vuelo.No esperar el trote ciego de la caída.Crearla como si fuera un horizonteo quizá el pasto crédulo de un animal invisible,

sabiendo que abajo es cualquier parte,hasta el antiguo sitio donde un hombre sin nadie,hasta sin él,inventó el amor.

Un salto hacia las propias manos.

Si tuvieras algo más que añadir, por favor hazlo. En todo caso gracias por tu atención y por el tiempo empleado para esta entrevista. Más allá del cansancio y del esfuerzo: qué hermosa posibilidad tenemos, juntos, de poner belleza y sentido en la cotidianidad actual, tan poco amable. Agradezco cada día esta tarea que realizo junto a voso-tros, Equipo y colaboradores de la Formación, alumnos y graduados: ella da mucho sentido a mi existencia en este momento de mi vida, a punto de cumplir setenta años (numerito éste que, confieso, da cierto escalofrío). ¡Muchas gracias a “El Duende”, por promover este diá-logo!

PoemasLa levedad del grito ahogado,cobra fuerza en mí.Aflora el enfado,la rabia visceral,de no haberme dado un lugar.N-O, NO.

Fortaleciendo su voz,agujereando mi falsa fortaleza,manifiestan mi debilidad,mi dolor, mi miedo...N-O, NO.

Y aflora entre tanto fuego contenido,la delicada bellezade las frágiles lágrimas que surgen de lo más profundo de mi corazón, de mi esencia profunda, de mi yo...N-O, NO.

Con sencillez y delicadeza,emerge esa sincera voz interior.No puede ser de otra forma. Y darle lugar es, ahora, mi tarea...Non, Don’t, Ez.Simplemente,NO.

Leire Velasco

En la dansa convergènciaexpressiva la presènciaretrobem en la pinturaric enigma que n’és cura.

De les pors en fem teatretenim eines per combatre:la metàfora, l’escriurela tendresa i el riure.

N’és la interdisciplinaqui genera millor climaoferint a la personacerts recursos en l’estona.

Celebrem nostres feridescompartint les veus sentidesens trobem en la memòriade la pròpia certa historia.

Fem poesia en l’estadadel que ha estat en seu passadatransformant-nos en la vidafent del trànsit pell sentida.

Cantem himnes d’alegriade nostàlgia, companyiainspirem en la cantadadigne essència integrada.

L’espai n’és qui delimitacreació que ja palpitael contorn la intel•ligènciaque ens aporta la consciència.

Josep Turbau25 d’octubre del 2012.

Art teràpia

“Es el intento de transitar perma-nentemente entre comprensión intelectual y vivencia.”

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Josep Turbau es un artista plástico y arteterapeuta afincado en Figueres (Girona).

Es graduado de la 8ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria

en ISPA (Barcelona). Blog: http://josepturbau.blogspot.com

Leire Velasco, es educadora social y arteterapeuta graduada de la 7ª Promoción de la

Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona). Actualmente trabaja

con personas con problemas de adicciones en un centro residencial en Barcelona.

Entrevista realizada por Arturo Solari

Barcelona, noviembre-diciembre de 2012.

Un salto hacia las propias manos.

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ace unos años, visitando una exposición de pintu-ra, me llamó la atención un espacio situado al final

de la muestra. Lo llamaban “espacio táctil”, un lugar que convidaba a las personas ciegas o con baja visión a con-sultar algunas de las obras expuestas utilizando repro-ducciones de la obra original. En el caso de la pintura, se utilizaban unas planchas de un material plástico donde se representaba la obra en relieve. En aquella ocasión la obra escogida era un pequeño cuadro donde se veía representado a un joven recostado a la sombra de un árbol. No recuerdo al autor. El caso es que me horroricé al ver la reproducción que habían hecho para las personas invidentes. Mi asombro se debía

a que, a pesar de la simplicidad de líneas y colores de la obra original, la reproducción se limitaba a reconstruir de forma esquemática la anécdota de la obra, eliminando por completo la belleza de las líneas, los ritmos y mo-vimientos que el pintor había descrito. El men-saje emocional quedaba anulado. Los colores se traducían en puntos o rayas, limitándose a una paleta de colores básicos y de lectura simplista: árbol-verde, cielo-azul, camisa-amarilla, etc. En ese momento desconocía la dificultad que podía existir en hacer una reproducción fiel de una pintura para personas con visión limitada. Reconozco que no debe ser nada fácil, pero estoy convencida de que se podría mejorar bastante. Sentí que esa forma de mostrar la obra era indig-na, sobre todo para aquellos que en su ceguera debían confiar plenamente en su traductor. A mi juicio se merecían una lectura más amplia de la obra, más cercana a lo que el pintor quería trans-mitir. Mi condición de pintora, sensible a la idea de hacer llegar esa comprensión a todo aquel que esté interesado en “saber” me hacía responsable de actuar en alguna dirección. Años después llegué al arteterapia. Al iniciar mis prácticas, se abrió una puerta que iba a llevarme al espacio donde podría conocer y formarme para actuar en este tema que me inquietaba. Trabajar junto a personas ciegas o con visión reducida ha sido y sigue siendo una de las experiencias más bellas e interesantes de mi vida. Traspasé aquella puerta esperando encontrar un mun-do de personas tristes, grises y temerosas. “Discapacita-das”. Pero nada más entrar en el centro donde iba a rea-lizar las prácticas descubrí que no sería así. Esperando el ascensor que me llevaría al despacho de la responsable de cultura de aquella institución, me encontré con un jo-ven ciego que tropezó conmigo. Con soltura y ligereza se

disculpó y me dijo: -”Perdona... ahora quedaría muy mal si te dijera que no te he visto, ¿verdad?” Me hizo sonreír. ¡¡Qué mejor inicio!! El humor de ese joven me hizo sentir acogida y pude ver que los miedos y temores que temía encontrar no eran los suyos sino los míos. “... El miedo ciega, dijo la chica de las gafas oscuras. Son palabras ciertas, ya éramos ciegos en el momento en que perdimos la vista, el miedo nos cegó, el miedo nos mantendrá ciegos.” (Ensayo sobre la Ceguera, J. Saramago). He estado construyendo esta experiencia con más de treinta personas que formaban diferentes grupos. Todas son adultas. La mayoría han perdido la vista a causa de una enfermedad o un accidente. El resto nacieron sin visión o la perdieron en los primeros meses de vida. En cualquier caso, el grado más alto de visión debe ser de un 10%, y en la mayoría de los casos esto significa una visión borrosa y desenfocada o simplemente ver luces, sombras o manchas. En uno de nuestros encuentros, se me ocurrió que podríamos ir a visitar el centro de arte CaixaForum. Con-sidero que este es un lugar realmente interesante tanto para indagar en las percepciones que transmiten sus es-

pacios como por las exposiciones y actividades que allí se realizan. Además, nos quedaba bastante cerca y despla-zarnos hasta allí no era complicado. Así es que propuse la visita y la aceptaron encantados. En esos días había una exposición de obras de Dela-croix, un artista muy interesante que se confrontó con los convencionalismos del arte neoclásico del momento y que, utilizando las herramientas que poseía como pintor (la materia, el color, el movimiento y la manera de dis-tribuirlos sobre la tela), llega a relegar la temática a un segundo plano, apostando por los valores plásticos de la obra. Todo un reto en su época.

e quedo con la multiplicación hecha por y con Sil-via. Me viene a buscar y me levanto con el cuerpo

atravesado por la captura y dándome cuenta de lo pro-fundo de lo que se está movilizando en mi interior. Algo está atrapado y congelado en mi cuerpo. Siento la resis-tencia a ser movilizada, la capa más profunda que lucha por no ser visibilizada, se esconde y teje su telaraña. Me levanto y Silvia me dice en el oído “vamos a bailar flamen-co”, -“¿ah, sí?” le contesto, -“sí”, me dice con firmeza. Parece que sabe lo que hace, pienso. No hay margen para la resistencia ya que el tono con que fue propuesta esta multiplicación traía la certeza de quien ofrece un re-medio amargo y que sabe que hace maravillas. Me viene la palabra confianza. Gracias Silvia por tu mirada y por el reconocimiento invisible de que cuando algo está pa-ralizado no hay nada como una buena zapateada para moverlo, para manifestarlo y sentirlo vivo en el calor del cuerpo, en la sangre que circula. Me vino bien. Mi cora-zón late con fuerza, estoy viva, lo letal no puede con el flamenco. Yo bailo flamenco. Lo letal no puede conmigo. Luego, ya en la intimidad, recuerdo una escena de mi infancia. Tengo siete años, estoy vestida con un traje rojo con topos blancos y volantes. Me queda grande. Mis zapatos tienen tacón y el piso es de madera. Pongo el único disco de flamenco de mis padres y zapateo sola por horas. Se acaba el disco y lo vuelvo a poner. Recuer-do ahora que lo hice durante varios meses, entregada y comprometida. Algo de ese momento, de esa niña vital, brota hoy como oxígeno. Mi cuerpo recupera algo que he olvidado de mí. Mi fuerza.

La covisión me violentó. Los desafíos pueden llegar a ser violentos; sin embargo son la voz de una convicción, de una fuerza. La certeza del que nos desafía nos des-pierta. Lo bueno de la metáfora de la batalla es que podemos experimentar la victoria, por más mínima que esta sea, por más que nos cueste entrar en el combate. La terapia y la vida misma es un tejido de pequeñas victorias que se entrelazan con los nudos del camino. Ahora me doy cuenta de cómo mi impaciencia a veces no me permi-te cuidar con más esmero la belleza de desenredar sin romper. También me doy cuenta que hay una parte de mí que es pasiva y esta pasividad es la que, al ser movi-lizada, me hace experimentar el desafío como violencia. Me doy cuenta de cuán violenta puede ser mi pasividad. Pero cuando me adentro más profundo contacto con los nudos en mí, me pregunto, ¿he sido maltratada?

¿Cuánto hay de mí en la novela de mi paciente? Nuevamente mi cuerpo delata la memoria registrada y dormida. Con tristeza me doy cuenta que crecí en un país muy violento, donde la agresión, la matanza, la muer-te gratuita, están tan naturalizadas que no nos damos cuenta que nos definen y nos identifican. Soy memoria viviente de un país en guerra; una guerra prolongada e indefinida, una guerra no declarada, no abierta, donde el arte es una forma constante de resistencia y lucha, una exteriorización del “No, no somos esta violencia, no somos esta muerte. Somos y estamos en la vida”. Vengo de una historia personal y familiar atravesada por esta violencia. Al final los hilos me llevan siempre al mismo lugar. Un solo nudo: un solo duelo. “Aquí estamos otra vez,” me digo… tan familiar y a la vez tan nuevo. Este nudo de hoy, una vez reconocido, se

desamarra solo, amorosamente y con suavidad.Me digo: “qué bueno es tener hilo para poder tejer pun-to a punto, paso a paso, terapia a terapia, el tejido del amor”. Todas son las bellas batallas ya que, aunque per-damos algunas de ellas, siempre nos ofrecen la victoria de no haber claudicado. Este es el rostro del amor en tiempos de guerra.

“El amor debe reafirmar su valor de ruptura, su valor de casi locura, su valor revolucionario como nunca lo hizo antes. No hay que dejar que el amor sea domesticado por la sociedad actual –que siempre busca domesticar-lo-. En otros tiempos, las sociedades clericales y tradi-cionales buscaron domesticarlo por el matrimonio y la familia. Hoy se busca domesticar al amor con una mez-cla de pornografía libre y de contrato financiero. Pero debemos preservar la potencia subversiva del amor y apartarlo de esas amenazas. Y ello es extensivo a otras cosas: el arte debe también apartarse de la potencia del mercado, la ciencia igualmente. Allí donde hay un pensamiento humano activo y desinteresado hay un combate para liberarlo de los intereses”. Alan Badiou

Paloma Todd

El rostro del amor

“Tengo siete años, estoy vestida con un traje rojo con topos blancos y volantes.”

“Hoy se busca domesticar al amor con una mezcla de pornografía libre y de contrato financiero.”

Se me ocurrió que podríamos ir a visitar el centro de arte CaixaForum.

“Ya éramos ciegos en el momento en que perdimos la vista, el miedo nos cegó, el miedo nos mantendrá ciegos.”

M H

Paloma Todd es artista plástica y arteterapeuta graduada de la 6ª Promoción de la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona). Actualmente ofrece atención terapéutica a través de las artes expresivas y supervisión en dicha Formación.E-mail: [email protected]

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Ver, sentir, vivir Chari Muñoz

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Así es que llegamos al centro, iniciando nuestro re-corrido perceptivo en el ascensor: un espacio pequeño y frío que puede causar una cierta inquietud. Llegamos al siguiente espacio, el vestíbulo externo, el cual sugiere una sensación de libertad y frescura. Después el vestíbu-lo principal, el ascensor interno, el patio, etc. Así, al reco-rrer los distintos espacios pusimos la atención en nuestro cuerpo, percibiendo una gama de sensaciones y emocio-nes que nos fue preparando para la visita pictórica. Los rostros se fueron llenando de sonrisas, los integrantes del grupo se movían con creciente libertad y decisión por los espacios. Llegamos pues a la sala donde se exhibían las obras de Delacroix. Esta propuesta significaba un paso adelante, un reto para ellos, el cual aceptaron con decisión. Las salas contenían más oscuridad. Se escuchaban susurros y los pequeños pasos de las personas que visitaban la muestra. La energía cerrada convidaba a llevar la mirada hacia el interior de uno mismo. ¡Fantástico! Los invité a hacerme cuantas preguntas quisieran, acompañándoles y explicándoles algunos de los cua-dros. Nos detuvimos delante de un pequeño cuadro, una marina titulada: “El mar desde las alturas de Dieppe”. Dibujé un pequeño boceto sobre una de las cartulinas

que había traído conmigo. Colocándola sobre un soporte blando y apretando con fuerza el lápiz se pueden crear líneas visibles al tacto. Les explicaba la gama de colores que el autor había escogido para representar ese atarde-cer sobre el mar, la luz creada, la dirección y fuerza de las pinceladas, las texturas y sobre todo, lo que a mí me transmitía esa obra: el lugar de mi cuerpo donde sentía la emoción, como cambiaba mi respiración al contemplarla, etc. – “¿Las barcas son grandes o pequeñas? ¿Se ven montañas en el horizonte? ¿De qué color son las nubes?”, etc. Fui respondiendo a sus preguntas. Continuando con nuestro recorrido, nos detuvimos esta vez delante de un cuadro de gran formato: “Mujeres de Argel en sus habitaciones”. Al igual que con la peque-ña marina, dibujé un boceto y describí las imágenes del cuadro, hablándoles de la luz y la sombra, los colores, las expresiones de las jóvenes del cuadro, etc. Joan (un inte-

grante del grupo) estaba realmente entusiasmado por el simple hecho de estar allí, delante de un cuadro pintado hace más de 170 años por un gran pintor. Joan es ciego de nacimiento. El hecho de visitar una exposición como esta era casi impensable para él. Preguntaba y pregun-taba, quería saber, quería construir en su mente aquél cuadro, sentirlo en su cuerpo, recrearlo en su imagina-ción...

Una de sus preguntas me tocó muy profundamente, no puedo decir realmente por qué. Quizás por su sencillez, por su naturalidad o simplemente porque gracias a esa pregunta pude salir en parte de mi propia ceguera y ver la obra desde su aspecto más humano. Quería que le describiera la piel de las jóvenes, su tersura. Al hacerlo, sentí vibrar todo mi cuerpo. Yo misma me había convertido en un canal sensible que estaba enlazando la obra con su destinatario: aquél que quería ver más... Al igual que Delacroix propuso en su tiempo, una pintu-ra puede ser mucho más que una temática, mucho más que la representación de una historia o una anécdota.“La percepción no es solo física, llega a una parte in-terna conectada con las emociones”. El recorrido a través de la percepción, nos transformó, nos permitió ver, reconocer algunas de esas cosas que se esconden en la oscuridad. Es posible transmitir una obra de arte con la dignidad que merecen la obra mis-ma, su creador y aquél que la contempla. Quien traduce, puede ser capaz de ver-sentir-vivir lo que tiene frente a él y así proporcionarle ojos a quien no ve. Mientras que aquél que no ve con sus ojos físicos puede ser capaz de abrirle puertas perceptivas y sensoriales a quien cuenta con ellos... Y así hacerle ver...

Chari Muñoz es una artista plástica con una abundante experiencia expositiva y docente. Ha trabajado con dibujo, pintura, grabado y dibujos animados, entre otras disciplinas. Ha finalizado la Formación de Arteterapia Transdisciplinaria en ISPA (Barcelona), siendo parte de la 10ª Promoción. Está preparando su tesina para graduarse. Continúa trabajando e investigando con arteterapia en el ámbito de la ceguera y la limitación visual. Web: www.charimunoz.com / e-mail: [email protected]

“La percepción no es solo física, llega a una parte interna conectada con las emociones”.

Mujeres de Argel, Eugène Delacroix

Marina, Eugène Delacroix

Duende recomienda

Recopilación. Alianza Forma, 319 p, ilustrado.Cuando John Berger escribe sobre cubismo, no sólo escribe de Braque, Léger, Picasso y Gris, sino de ese milagroso momento al inicio del siglo XX cuando el mundo convergía alrededor de un prodigioso sentimiento de esperanza. Cuando analiza el trabajo de Modigliani, ve el amor infinito que se revela en las alargadas líneas de la figura pintada.Recreándose desde el Renacimiento hasta la conflagración de Hiroshima; desde el Bósforo hasta Manhattan; desde los tallistas de un pueblo en Francia hasta Goya, Durero y Van Gogh; y desde experiencias personales de amor y pérdida hasta el más importante levantamiento político de nuestros días, este libro nos incita a mirar con la misma tolerancia, coraje y compromiso moral con que mira el autor.

El sentido de la vista John Berger

Exposición “Un viatge de mil dimonis i un parell d’àngels” de OPS/El Roto/Rábago. Centre d’Art Tecla Sala de L’Hospitalet de Llobregat. Hasta el 24 de febrero de 2013. “Pensar, pensar... es muy difícil”. En la tarea del artista, del dibujante, “se requiere silencio y olvido. Silencio para percibir y olvido de lo ya apren-dido, para abrirte a lo nuevo”. “Al entrar en una exposición, sientes casi físicamente si lo que hay allí es verdad o es mentira”. “Las palabras sue-len ser inequívocas; las imágenes pueden ser equívocas” (tener múltiples lecturas). “Si un cuadro se puede hacer en un metro, pues no hacerlo en tres metros, no tiene sentido”. “Para entender las cosas, como mejor se entienden es dibujándolas”. [Yo tengo] “el privilegio y la obligación de dibujar lo que muchos piensan”. [Algunos dicen que] “el lápiz no tiene

futuro; sin embargo el material, el grafito, es casi eterno”. Las palabras entrecomilladas son del artista español Andrés Rábago, extraídas de un audiovisual que se puede ver en la exposición. Al escucharlo hablar sobre su obra y su que-hacer artístico, no podemos evitar trasladarnos al ámbito de la sabiduría. Al mismo tiempo, estas afirmaciones las podríamos trasladar intencionadamente a la teoría y la práctica del arteterapia transdisciplinaria y cobrarían sentidos importantes. Andrés Rábago se multiplica a sí mismo y vive en un edificio de tres plantas. En el sótano reside y dibuja OPS, quien tuvo una actividad prolífica hacia el final del franquismo. Inferimos que esta actividad sería casi “de vida o muerte” para su salud psíquica, una actividad que le ayudaría a liberarse de opresiones internas y externas. OPS es difícil de comprender. Algunas piezas son punzantemente crueles y otras, que muestran escenarios imposibles, son muy personales. Al no contener palabras, aunque sean figurativas, se sitúan en un terreno abstracto e insondable, cerca del mundo de los sueños, del inconsciente. En cambio, su vecino de la planta de arriba, situado a nivel de calle, llamado El Roto, nos da más pistas. De hecho, su lenguaje es conocido por todos nosotros: se trata de la denuncia social que señala lo que sucede “tras bambalinas” en los circuitos del poder y los poderosos. Así, El Roto, artista-heterónimo, desvela y desenmascara. Él nos ayuda a recordar, nos brinda lucidez. Por último, el tercer habitante del edificio, el vecino de la primera planta, mira a la azotea, al cielo. Sin tanto peso existencial, más liberado, imagina mundos, juega, trasciende... Lo hace con pintura y color, sobre grandes telas. Recomendamos a los visitantes reser-varse un mínimo de 2 horas para ver, sentir, entender, dejarse atravesar... por las numerosas obras de esta muestra, cada una de las cuales merece un momento específico de acogida, casi como si de un ritual sagrado se tratara. Si la exposición se aprecia de esta manera, valdrá la pena visitarla. Sin duda no os iréis iguales a como habíais entrado.

Andrés Rábago: el artista de las tres plantas

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El II Congreso Nacional de Arteterapia FEAPA se celebrará los días 3, 4 y 5 de Mayo de 2013 en Madrid, en el Centro Municipal de Las Artes: el Teatro Buero Vallejo y el Centro Cívico 7 Ojos de Alcorcón (Madrid).Os animo a todos los socios de ATh y graduados de la Formación en Arteterapia Transdisciplinaria y Desarrollo Humano a presentar y com-partir vuestro trabajo en el Congreso, sea a través de una comunicación, póster o video. A partir del 18 de diciembre de 2012 estará publicado en la web de la federación (www.feapa.es) el pre-programa y las condiciones de participación. Aprovecho la ocasión del anuncio de este evento para agradecer la co-laboración en la organización del Congreso a las socias de ATh Emilia Oranías, Gema García y Loli Miguel. Silvia Gutiérrez Presidenta de ATh www.asociacion-ath.org

International Expressive Arts Spring Symposium. Magic and myth meet in the wil-derness of Lapland when the winter turns into spring... / Tuesday 2nd - Sunday 7th April 2013 / In Rovaniemi, Lapland, Finland. Simposium Internacional de Artes Expresivas de Primavera. La magia y lo mí-tico se encuentran en la naturaleza de Laponia cuando el invierno se encuentra con la primavera... / Del martes 2 al domingo 7 de abril de 2013 / En Rovaniemi, Laponia, Finlandia.Viajes hacia la magia, el misterio y el mito con las artes del Kalevala finés y otras épicas. El Simposium ofrecerá conexiones entre las capas arcáicas de los mundos interno y externo de la naturaleza mística de Laponia.El evento será organizado por el Instituto Inartes, el Instituto Finés para las Artes Expresivas y el Comité Directivo de la Red de Centros de Terapias Artísticas Ex-presivas. Kirsi Lybeck y Suvi Laine-Karstén (ambos terapeutas en artes expresivas y supervisores) serán los coordinadores del evento. www.symposiumlapland2013.fi/

Noticias

Simposium Internacional de Artes Expresivas de Primavera

II Congreso Nacional de Arteterapia FEAPA

La cueva de los sueños olvidados Guión y dirección Werner HerzogDocumental. Varios países 2010. Duración 90 minutos.Narrada en primera persona por Werner Herzog, es la experiencia úni-ca de su incursión en la cueva de Chauvet-Pont-d’Arc (Francia) con 32.000 años de historia en su interior: un tesoro del arte rupestre del Paleolítico, cerrado durante 20.000 años a los ojos del hombre debido a una avalancha de rocas que preservó su pasado.Definida por Werner Herzog como una auténtica cápsula del tiempo, la cueva fue abierta a un equipo mínimo de rodaje y durante unas horas contadas, a lo largo de pocos días -los únicos en todo el año durante los cuales los investigadores hacen su trabajo de campo. Werner Herzog ha tenido esta oportunidad, que antes no había sido concedida a nadie, y no volverá a repetirse.