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Estimado público abre el telón. Los actores suben

al escenario y toman la voz de los personajes.

Un pintor de dragones ve una garra con

afiladísimas uñas asomarse por su ventana.

Una rana fanfarrona se infla para convencer a sus

hijos de que es el animal más grande del mundo.

Pocho Machaca no puede con siete niños que

quieren ir disfrazados a la escuela.

MIS LIBROS DE TERCERO

¡ESTIMADO PÚBLICO!MIS LIBROS DE TERCERO

9 789504 659860

978-950-46-5986-0

SANTILLANA y los autoresceden los derechos de la reproducción parcial

de la obra en el marco dela cuarentena por el Coronavirus.

ESTE LIBRO PERTENECE A

ILUSTRACIONES DE PAULA SOCOLOVSKY

¡ESTIMADO PÚBLICO! se entrega gratuitamente con El libro de 3.° Lengua. Prácticas del lenguaje y no puede venderse por separado.

¡ESTIMADO PÚBLICO!Obras de teatro

Ye, el pintor de dragones Patricia Suárez ............................................................................................... 3

Derechos torcidos (Escena 1)Hugo Midón ........................................................................................................... 9

La rana fanfarrona y el buey Patricia Suárez ............................................................................................... 13

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YE, EL PINTOR DE DRAGONES

Inspirado en una fábula china

EscEnario

Un pequeño taller con una gran ventana. Dentro, un caballete con papel pintado.

PErsonajEs

Ye, el pintor

la madre

el dragón

EscEna 1

(La madre está sentada en un taburete bajito detrás de su hijo).

madre: –¿Qué estás pintando, Ye? Eso no tiene ni pies ni cabeza.Ye: (Frente al caballete, con acuarelas y un gran pincel). –Un dragón,

madre. madre: (Se acerca al cuadro). –Eso no parece para nada un dragón.

¿Dónde has visto uno para pintarlo así? Parece una lagartija amarilla a la que le duelen las patas y también la barriga.

Ye: –Lo estoy pintando de memoria, madre.madre: –¿Qué memoria, Ye? ¿Cuándo viste un dragón?Ye: –Bueno, me contaron mucho de él.madre: (Extrañada). –¿Quiénes? ¿Quién ha visto dragones en esta aldea? Ye: –Los vieron pintados en otros lienzos. Y una vez vi uno pintado

en un abanico de papel de seda. Y yo una vez soñé…

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madre: (Lo interrumpe). –Sí, sí… Ya me contaste mucho sobre ese sueño…

Ye: –Sí, soñé con un dragón inmenso. (Extiende el brazo y hace un amplio gesto). Era inmenso y dorado y yo montaba sobre él…

madre: –Pero es un sueño, no una realidad.Ye: (Se da vuelta y la mira). –Madre, ¡estás queriendo ponerme

de malhumor! Yo pinto dragones según mi imaginación y por eso me gusta pintar su cuerpo dorado y sus ojos rojos.

madre: –Los dragones dorados no existen.Ye: (Fastidiado). –Basta, madre. Yo los pinto como más me gustan.madre: (Suspira quejosa). –Sí, ya sé que te gustan los dragones

y la pintura. Pero tu padre necesita ayuda en la huerta. Al menos podrías bajar los limones del árbol.

Ye: (Vuelve a pintar su cuadro). –Yo soy un artista y debo dedicarme a mi arte.

madre: –Los limones son de un bonito color amarillo, y perfumados, cosa que los dragones no son, en caso de que existan. Los dragones no son ni bonitos ni perfumados.

Ye: –Está bien. Primero pintaré la boca del dragón escupiendo una llamarada de fuego y luego iré a ayudar a mi padre.

(Llaman a la puerta. La madre sale para atender).

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EscEna 2

(La madre vuelve a entrar).

madre: –Ye, te buscan.Ye: (Concentrado en la pintura). –¿Quién?madre: –Un dragón.Ye: –¿Cómo un dragón? (Se da vuelta y mira a su madre). ¡No puede ser!madre: –Afuera hay un dragón esperándote. (Señala la ventana).dragón: (Asoma el hocico por la ventana).madre: –Dice que quiere darte las gracias por las pinturas. ¿Qué

hago? No pasa por la puerta porque es bastante grande. (Ye trata de mirar disimuladamente hacia la ventana. El dragón asoma

un ojo por la ventana).madre: –Yo no me imaginaba así de grandes a los dragones de la

China. (Señala el cuadro de Ye). Tampoco es dorado, sino verde brillante.

(A Ye le tiembla el pincel en las manos).

madre: –¿Qué hago? ¿Le digo que vas a atenderlo o no vas a atenderlo?

dragón: –¡Señor Ye! ¡Señor Ye!madre: (Le habla en voz baja a su hijo). –Eh, Ye, ¿estás asustado?

El dragón es una criatura de lo más amable. ¿Le digo que no vas a atenderlo?

Ye: (Mueve la cabeza diciendo “no”). –¡Sí, dile! madre: –Ay, Ye. No va a gustarle al dragón que lo desaires

de esa manera. Vino volando desde muy lejos, tiene las alas llenas de polvo.

dragón: (Vuelve a asomar el hocico). –¡Señor Ye! ¿Está ahí el señor Ye?

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madre: (Al dragón). –Sí, dragón, está aquí. Asome su ojo… (A su hijo, en voz baja). Ye, al menos deberías…

dragón: (Asoma su ojo). –Ah, sí. Ahora lo veo. Pero si es un niño…

Ye: (Se le caen los pinceles. Con voz temblorosa). –¡Buenos días, señor dragón!

dragón: –Ese que estás pintando, ¿soy yo? No me veo muy parecido. Si sales a la puerta, podrás verme por completo.

Ye: –No, no. Para mí, esto de pintar dragones es un juego.dragón: –¿Sabes, Ye? Hay gente que dice que le doy pánico

porque tengo unos dientes muy filosos y se asustan de imaginarse que los muerdo. ¿En tu pintura no tengo dientes?

madre: (Mira el cuadro y hace “no” con la cabeza). –No le crea, señor dragón. A mí me dice que es un artista.

Ye: –Espere, señor dragón. Puedo hacerle dientes filosos, si quiere.

dragón: –Es que no me parezco para nada en ese retrato.Ye: –No se puede tomar en serio lo que hago. Digo, no se

ofenda. Yo me lo imaginaba amarillo y no soy artista. Puedo equivocarme.

madre: –Pero si hace un rato me dijiste: “Madre, soy un artista”.

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dragón: (Trata de meter más el ojo por la ventana). –Pero, Ye. En tu cuadro parezco un muñeco de peluche. Me gustaría que salieras y pudieras verme de cuerpo entero. A algunos les parezco horroroso.

Ye: –Pero, no, señor dragón. (Sonríe fingidamente para parecer simpático). ¡Cómo va a parecer horroroso!

dragón: –Ojo, Ye. A mí me gusta ser horroroso. ¿Te gustaría que lance fuego? Así verías cómo soy cuando doy miedo…

madre: (Agita las manos contenta). –Ay, qué lindo. Nos encantaría verlo, señor dragón. Ye adora a los dragones.

Ye: –Pero, no, madre. ¡Con qué necesidad! (Al dragón). Muchas gracias, muchas gracias.

madre: –¿Sabe, dragón? Una noche, Ye soñó que se subía al lomo de un dragón y lo llevaba volando por mil países. ¡Seguro que le gustaría hacer la experiencia de subirse encima de usted, si se lo permite!

dragón: –Pero, claro. ¡Es muy buena idea!Ye: (Tembloroso). –Las alturas me dan vértigo.dragón: (Mete por la ventana su garra con uñas afiladísimas). –Sube

aquí, Ye, y volarás conmigo. (Ye cae desmayado).madre: (Se agacha y apantalla a Ye). (Al dragón). –Creo que será

mejor que vuelva en un rato. Mi hijo no está seguro de querer volar justo ahora.

dragón: (Saluda amablemente con la garra). –Muy bien, señora. Adiós. Dele mis saludos a Ye.

(Sale).

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EscEna 3

(Ye continúa tendido en el suelo).

Ye: (Abre un ojo). –¿Se fue?madre: –¡Sí, sí! Se fue.Ye: –¡Qué alivio! Desde mañana voy a pintar picaflores y otros

pajaritos diminutos. Mariposas voy a pintar…madre: (Un poco enojada). –Mejor sería que ayudaras a tu padre

a cosechar los limones…Ye: –¡Voy a pintar criaturas muy chiquitas que no puedan asustar

a nadie!madre: (Un poco más enojada). –¡Ye!Ye: (Alza un brazo). –Ayúdame a levantarme.(La madre le da la mano).Ye: (Se levanta y se saca el delantal de pintor). –Voy a ayudar a papá en

la huerta. ¡Limones, allá voy! (Sale corriendo).

Patricia Suárez

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DERECHOS TORCIDOS

Obra en diez escenas

Un galpón convertido en casa comunitaria. Las paredes y el techo son de chapa. Hay una mesa triangular en el centro, dos bancos largos, dos sillas en las cabeceras, estanterías semivacías, un aparador, una heladera, catres, colchonetas, mantas, cocina a garrafa, utensilios, estufa, una escalera de dos pies. Todo es austero pero limpio. Allí viven Pocho Machaca y siete chicos que tienen entre 8 y 14 años.

PErsonajEs

la chinchilla laniger, 8 años

el colibrí, 9 años

la pata clara, 9 años

maruca, 10 años

gallito de veleta, 11 años

margarita, 12 años

el cable, 14 años

pocho machaca, 25 años

(Los personajes están vestidos con ropa muy usada, a veces grande, otras chica, pero pulcra y con raras combinaciones).

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EscEna 1Escuela(Se escucha el paso del tren. Pocho despierta a los chicos. Algunos se levantan y se ponen tricotas, se calzan, se desperezan, se ponen gorros, van al baño. Chinchi y Maruca se demoran en la cama).

pocho: –¡Vamos, Maruca! ¡A levantarse!maruca: –¡Termino el sueño que estoy soñando y voy! (Se tapa

y se queda en la cama).pocho: –¡Vamos, Chinchi!chinchilla: –¿Qué hora es?pocho: –¡Ya pasó el tren de las siete menos cuarto!chinchilla: –¡Las siete menos cuarto! ¿Por qué tengo que

levantarme a las siete menos cuarto de la mañana? ¿Qué hice? ¿Por qué esta injusticia? ¿Por qué este maltrato con los niños?

pocho: –¡Porque tienen que ir a la escuela!todos: (Al unísono). –¡No! ¡A la escuela, no!maruca: –¡No queremos ir a la escuela, Pocho!pocho: –¿Por qué? Si la escuela es linda...colibrí: –¡Sí! Es linda, pero no... no... no... Prefiero cualquier otra

cosa, pero escuela, ¡no!pocho: –¿Qué? ¿No quieren aprender?todos: –¡No! ¡Por ahora, no!margarita: –¡Más adelante!chinchi: –¡No me gusta eso de sumar, restar, multiplicar...! ¡Dividir!

¡Es insoportable!margarita: –¡Además hace un frío loco en la escuela y no te dejan

ni correr!

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colibrí: –¡Además, si hablás, cantás, silbás y bailás, te mandan a la dirección! ¡Así! ¡De una!

pata: –¡Y además dan mucha tarea! ¡Y yo no vine a este mundo a hacer las tareas que a la señorita Silvia se le ocurran! ¡Yo no vine a este mundo a hacer tareas!

pocho: –¡Ah, no! ¿Y a qué viniste a este mundo?pata: –¡A disfrazarme!pocho: –¿Y ustedes?todos: –También.pocho: –¡Y bueno! ¡Vayan disfrazados! ¡Pero vayan!todos: –¡¡¡Bien!!! (Se levantan y se disfrazan rápidamente y se sientan

a tomar el desayuno).pocho: (Levanta su taza de mate cocido). –¡Por la escuela!todos: –¡Por la escuela!(Cambia el clima lumínico y se escucha la voz de la Directora de la

Escuela).directora: –¡Escúcheme, Pocho! ¡No me puede mandar los chicos

disfrazados!pocho: –Es que si no, no quieren ir, señora Pintos. ¿Qué le voy a

hacer?directora: –Escúcheme, Pocho... ¿cómo es su apellido?pocho: –¡Machaca!directora: –¿Machaca? Bueno... escúcheme, Machaca. Si los chicos

quieren venir disfrazados, ¡dígales que no! ¡La escuela es un lugar... serio!pocho: –¡Sí! Ya sé, señora Pintos, pero los chicos...directora: –¡Los chicos, nada! ¡Machaca! ¡Los chicos, nada! ¡Si

quieren disfrazarse que esperen el carnaval!

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(Vuelve la luz normal).

cable: –¿Con quién hablás, Pocho?pocho: –Hablaba mentalmente con la Directora de la Escuela.chinchi: –¿Y qué te dijo?pocho: –¡Me dijo que le parece bárbaro que vayan disfrazados! Pero

eso sí... cada día con un disfraz distinto.todos: –¡Esa es mi directora! ¡Vamos todavía con la señora Pintos!

(Entra tema musical “La escuela puede ser”).

la escuela puede ser

La escuela puede ser un lugardonde todo lo puedo encontrar,si me dejanbuscar.

Y puede ser una puerta abierta de par en par.Una fuente para calmar la sed.Un espacio librepara imaginar el porvenir.

Pasen... pasen...que ya comienzan las clases.

Hugo Midón

No.No puede sersolo un lugarpara resolvercuatro más cuatroy tres por tres.

La escuela puede ser un buen lugar para soñar.Y puede ser un largo viaje de placer.Una aventura.Un buen lugar para crecer con los demás.De igual a igual.Y ser feliz.

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LA RANA FANFARRONA Y EL BUEY

Versión de la fábula de Fedro

EscEnario

(Un charco al costado de un surco).

PErsonajEs

el bueY

la rana (tiene un gorro de cascabeles y está todo el tiempo arreglándose las uñitas).

el hijo maYor de la rana (usa una remera de un cuadro de fútbol).el hijo menor de la rana (usa una remera del cuadro de fútbol rival

del de su hermano).mosquito (vestido colorinche, siempre muy alegre).

EscEna 1(En un charco, la Rana y sus dos hijos ven pasar al Buey, que arrastra pesadamente un carro).

bueY: (Saluda parcamente). –Buen día…rana: –Buen día, buen día.mosquito: (Desde encima de la cabeza del Buey). –Buen día, amigo

Rana. ¿Cómo anda usted y los suyos? Nosotros acá con el amigo Buey estamos contentísimos. Porque no hay cosa mejor en el mundo que levantarse temprano y arar los dos juntos la tierra.

rana: –A mí me parece que el que tira del arado es el buey y no usted, señor Mosquito.

mosquito: –Él hace el esfuerzo físico y yo le hago el apoyo logístico. Le digo siempre: “¡Vamos, amigo Buey, que juntos podemos!” y él muge de contento. (Al Buey). –¿No es cierto que está muy contento?

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bueY: –Mmmm, sí. Mmmm, puede ser.mosquito: –¿Vio qué felices somos trabajando juntos? Somos

un equipo perfecto.

(El Buey termina de pasar, cruza el escenario de lado a lado penosamente porque le duelen las patas, mientras el Mosquito salta en su cabeza y levanta los brazos al saludar, como haría un campeón de box. Salen de escena, baja la luz).

rana: (A sus hijos). –Está flaco el Buey, ¿no les parece?hijo maYor: –¿Flaco?rana: –Pequeñito, quiero decir.hijo menor: –No me parece, papá. Para mí es bien grandote.rana: (Ríe con falsedad). –Grandote es papá, hijito. Papá es un

gigantón e inspira miedo a todas las bestias de la chacra. Te voy a demostrar.

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(La Rana empieza a inspirar aire y se infla. Aguanta el aire).

rana: (Pronuncia con dificultad para no soltar el aire). –¿Quién es más grande ahora?

maYor: –El buey.menor: –El buey, sin duda. rana: –Hijo chico, vos estás loco. Papá es el gigante de esta

chacra. Mirame de nuevo.

(La Rana repite la acción de inspirar aire y se hincha un poco más).

rana: –Ahora sí que estoy supergrande. Por supuesto que estoy más grande que ese alfeñique de Buey que pasó hace un momento ante nosotros. Mírenme bien.

(La Rana se infla completamente y sale volando.Suenan los cascabeles de su gorro. Vuela, vuelacomo un globo hasta el cielo).

maYor Y menor: (Mirando el cielo). –¡Papá, papá!¡Vení, papá! ¡Bajá, papá!

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(Vuelve a pasar el Buey en sentido contrario).

bueY: –Buenos días.mosquito: (Saltando feliz encima del Buey). –Buenos días, buenos

días, queridos amigos. ¡Ay, qué cansados estamos el amigo Buey y yo de arar!

los dos hijos: –Buen día. maYor: –Señor Buey, ¿ve allí arriba a mi papá? Está en el cielo.bueY: (Mira el cielo). –¿Aquel puntito pequeñito es tu papá?menor: –Sí, ese puntito negro minúsculo que va volando es mi papá.bueY: –Es tan chiquito que apenas si lo puedo ver. A lo mejor

necesito anteojos…

(El Buey sigue su marcha).

voz desde el cielo de la rana: –¿Estaba muy asustado, verdad? ¿A que el Buey me vio y temblaba de miedo, verdad?

(Los dos hijos se tapan la boca para reír despacito de la fanfarronería de su padre. Mientras cae el telón).

Patricia Suárez

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Estimado público abre el telón. Los actores suben

al escenario y toman la voz de los personajes.

Un pintor de dragones ve una garra con

afiladísimas uñas asomarse por su ventana.

Una rana fanfarrona se infla para convencer a sus

hijos de que es el animal más grande del mundo.

Pocho Machaca no puede con siete niños que

quieren ir disfrazados a la escuela.

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