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LA INTERPRETACIÓN DEL DECÁLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX. SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS MIGUEL LLUCH BAIXAULI SUMARIO: SAN ISIDORO DE SEVILLA (560-636). Israel como figura de la Iglesia. El orden y el enunciado de los preceptos. El comentario de San Isidoro a los preceptos. Sobre la unidad y el significado de las dos tablas de piedra. La influencia del comentario isi- doriano en los escritores carolingios. BEDA EL VENERABLE (672-735). Israel y la Iglesia en la «Explanatio». La exposición de los preceptos y el texto de Orígenes en la «Expla- natio». Significado de las dos tablas y sentido afirmativo de los preceptos. Nuevas inter- pretaciones al decálogo en el «Dialogus». ALCUINO DE YORK (735-804). La diversa comprensión de los judíos: «peccant» y «exspectant». La diversa comprensión de la Igle- sia: pueblo de Dios y pueblos de Dios. RABANO MAURO (780-856). EL DECÁLOGO EN LA GLOSSA ORDINARIA. Conclusión. La importancia que tiene el decálogo para la historia de la moral y para la configuración de las mentalidades y de toda la tradición cul- tural de Occidente es innegable. Los breves versículos de la Biblia que lo contienen en el libro del Éxodo (20, 2-7) y en el Deuteronomio (5, 6-21) son, probablemente, las palabras reveladas que más influencia práctica han tenido universalmente. Primero en el Pueblo de Israel y, después, en la vida de la Iglesia, así como en la conciencia y en la acción de los cristianos, de los judíos y, en última instancia, de todos los hom- bres. A pesar de su enorme importancia está todavía por hacer una sín- tesis que presente de modo ordenado la historia de la doctrina del decá- logo. El primer intento de presentar una historia de la comprensión del decálogo fue la obra de Philippe Delhaye del año 1963, titulada Le 71 SCRIPTA THEOLOGICA 33 (2001/1) 71-102

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  • LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.

    SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

    MIGUEL LLUCH BAIXAULI

    SUMARIO: SAN ISIDORO DE SEVILLA (560-636). Israel como figura de la Iglesia. Elorden y el enunciado de los preceptos. El comentario de San Isidoro a los preceptos. Sobrela unidad y el significado de las dos tablas de piedra. La influencia del comentario isi-doriano en los escritores carolingios. BEDA EL VENERABLE (672-735). Israel y la Iglesiaen la Explanatio. La exposicin de los preceptos y el texto de Orgenes en la Expla-natio. Significado de las dos tablas y sentido afirmativo de los preceptos. Nuevas inter-pretaciones al declogo en el Dialogus. ALCUINO DE YORK (735-804). La diversacomprensin de los judos: peccant y exspectant. La diversa comprensin de la Igle-sia: pueblo de Dios y pueblos de Dios. RABANO MAURO (780-856). EL DECLOGO ENLA GLOSSA ORDINARIA. Conclusin.

    La importancia que tiene el declogo para la historia de la moraly para la configuracin de las mentalidades y de toda la tradicin cul-tural de Occidente es innegable. Los breves versculos de la Biblia quelo contienen en el libro del xodo (20, 2-7) y en el Deuteronomio (5,6-21) son, probablemente, las palabras reveladas que ms influenciaprctica han tenido universalmente. Primero en el Pueblo de Israel y,despus, en la vida de la Iglesia, as como en la conciencia y en la accinde los cristianos, de los judos y, en ltima instancia, de todos los hom-bres.

    A pesar de su enorme importancia est todava por hacer una sn-tesis que presente de modo ordenado la historia de la doctrina del dec-logo. El primer intento de presentar una historia de la comprensin deldeclogo fue la obra de Philippe Delhaye del ao 1963, titulada Le

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  • Dcalogue et sa place dans la morale chrtienne 1. Pero se trataba ms biende un ensayo de teologa moral que reflexionaba sobre la historia doc-trinal para iluminar el panorama de la teologa moral de su tiempo. Del-haye prest atencin sobre todo a San Agustn y dedic al perodomedieval solamente diez pginas centrndose en las doctrinas de PedroLombardo y de Santo Toms de Aquino y el tomismo. Posteriormente,en 1971, Guy Bourgeault realiz una importante aportacin a la histo-ria doctrinal con su obra Dcalogue et morale chrtienne. Enqute patris-tique sur lutilisation et linterprtation chrtiennes du dcalogue de c. 60 c. 220 2. Mucho ms preocupado por los textos y la exactitud histrica elestudio de Bourgeault rellenaba una importante laguna, pero se limital perodo patrstico y solamente hasta el comienzo del siglo III, sinincluir en su estudio a Orgenes, que tuvo una larga posteridad en la lite-ratura medieval y, concretamente, en la doctrina decalogal.

    Por lo que se refiere a los siglos medievales, existen grandes obrasde conjunto sobre exgesis (Ceslas Spicq, Beryl Smalley, Henri de Lubac,Pierre Rich y Guy Lobrichon) y de teologa escolstica (Martin Grab-mann, Odon Lottin, Arthur Michael Landgraff ), pero aunque estasobras clsicas y otras ms recientes, dicen muchas cosas y son muy ti-les para comprender los contextos y las lneas generales, en ninguna deellas se ha tratado el declogo especficamente. Hay estudios monogrfi-cos sobre el declogo en algunos autores y perodos, entre los que sepuede destacar el artculo de Silvana Vecchio sobre la presencia del dec-logo en la predicacin en el siglo XIII 3, y el de James McEvoy sobre eltratado de Roberto Grosseteste 4. Tambin tienen mucho inters algunosartculos de diccionarios como, entre otros, el de Ludwig Hdl en elvalioso Lexikon des Mittelalters 5. Pero puede afirmarse que todava faltauna sntesis histrica de la doctrina del declogo que abarque todo el

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    1. P. DELHAYE, Le Dcalogue et sa place dans lenseignement de la morale chrtienne,Pense catholique, tudes Religieuses 761, Bruxelles 1963.

    2. G. BOURGEAULT, Dcalogue et morale chrtienne. Enqute patristique sur lutilisationet linterprtation chrtiennes du dcalogue de c. 60 c. 220, Recherches 2, Paris-Tournai-Montral 1971.

    3. S. VECCHIO, Il decalogo nella predicazione del XIII secolo, Cristianesimo nella Sto-ria 10, 1989, pp. 41-56.

    4. J. MCEVOY, Robert Grosseteste on the Ten Comandments, Recherches de Thologieancienne et mdivale 58, 1991, pp. 167-212.

    5. L. HDL, Dekalog, Lexikon des Mittelalters 3, 1986, pp. 649-651.

  • perodo antiguo y medieval. En cuanto a las fuentes, la informacin esenorme gracias a los principales repertorios y colecciones de fuentesmedievales, pero se encuentra todava dispersa. En el Bulletin de Phi-losophie Mdivale de la S.I.E.P.M. de 1993 se daba noticia de que Sil-vana Vecchio y Carla Casagrande estaban preparando un Catalogue detextes sur les dix commandements. Manuscrits, ditions, bibliographie. Estetrabajo ser sin duda de una enorme importancia para la elaboracin deuna historia de la doctrina del declogo.

    Este estudio sobre el declogo en San Isidoro y los Carolingios seinserta en una lnea de investigacin personal ms amplia a la que mededico desde hace algunos aos 6 y con el que contino aportando algoa la recopilacin y el orden de los materiales necesarios para elaborar unahistoria de la doctrina del declogo en la tradicin occidental.

    SAN ISIDORO DE SEVILLA (560-636)

    San Isidoro de Sevilla en su Comentario sobre el xodo dedic algu-nas pginas al declogo 7. La fecha de composicin de esta obra se hafijado entre el ao 624 y el 636 8. Segn el catlogo de San Braulio serael ltimo trabajo de San Isidoro antes de las Etimologas. Es su principalobra de exgesis y tiene, adems, como veremos, mucha importancia porsu influencia posterior. La estructura del comentario isidoriano al Anti-guo Testamento es muy sencilla. Desarroll una serie de explicaciones de

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    6. M. LLUCH, Formacin y evolucin del tratado sistemtico sobre el declogo (1115-1230), Bibliothque de la Revue dHistoire Ecclsiastique 80, Peeters, Louvain 1997;El tratado de Filn sobre el declogo, Scripta Theologica 29, 1997, pp. 415-441; La inter-pretacin de Orgenes al declogo, Scripta Theologica 30, 1998, pp. 87-109; Claves de laantropologa y la tica de Ramn Llull en sus sermones sobre el declogo, PensamientoMedieval Hispano. Homenaje a Horacio Santiago-Otero, C.S.I.C., Madrid 1998, pp.1.097-1.115; El declogo en los escritos de San Agustn, Anuario de Historia de la Iglesia8, 1999, pp. 125-144.

    7. SAN ISIDORO DE SEVILLA, Mysticorum expositiones sacramentorum seu Quaestionesin Vetus Testamentum. In Exodum, caps. 29-31, PL 83, 301A-304A. Citar In Exodum.

    8. J.A. DE ALDAMA, Cronologa de las obras isidorianas, en Miscellanea Isidoriana,Roma 1936, pp. 77 y 87-88. Sobre el conjunto de la obra escrita isidoriana y el estadoactual de los conocimientos, Franz BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine dumoyen ge, Tomo I, Vol. 1, Brepols 1990, pp. 78-93 y bibliografa en pp. 257-260.Trata de las Quaestiones in Vetum Testamentum en pp. 85-86. Citar Histoire de la litt-rature latine.

  • algunos pasajes del Pentateuco, Josu, Jueces, Reyes y algunas pginas deEsdras y Macabeos. Con un estilo muy breve fue explicando el signifi-cado profundo de los principales acontecimientos narrados en estoslibros. San Isidoro puso el acento en lo que l llamaba la interpretacinalegrica. Como se sabe el trmino alegrico tiene una significacin tc-nica bien precisa para el obispo hispalense. Como ha mostrado muybien Jacques Fontaine, lo que San Isidoro se propona era presentar demodo sencillo y claro al lector las realidades recubiertas por imgenesbajo el velo de la alegora. Y esto, no como lo hubiera hecho un gram-tico antiguo, sino con una clara orientacin religiosa desde la fe cris-tiana. La de San Isidoro es una exgesis pedaggica que sigue el movi-miento tradicional de la inteligencia cristiana: el impulso que va desdela historia al espritu 9. Buscaba una explicacin cristolgica y eclesiol-gica de los acontecimientos sucedidos entre la muerte de Jos y la salidade Egipto del pueblo de Israel hasta la construccin del tabernculo. Yeligi, lgicamente, aquellos captulos que plena sunt mysticis sacramen-tis, es decir, coment los textos que pueden significar algo en figura delNuevo Testamento.

    Adems de interpretar la letra desde la fe y de querer ensear conclaridad la doctrina cristiana, hay otra nota caracterstica en la obra isi-doriana y es que en ningn momento pretendi ser original sino que que-ra situarse lo ms fielmente posible en la tradicin patrstica. l mismoadvirti al comienzo que haba reunido sentencias de Orgenes, MarioVictorino, San Ambrosio, San Jernimo, San Agustn, San Fulgencio,San Juan Casiano y San Gregorio Magno. Jean Chtillon ha analizadopacientemente el conjunto de esta obra buscando sus fuentes y suinfluencia. La importancia de San Agustn para la historia doctrinal deldeclogo es enorme 10. Pero es importante tener en cuenta que adems delinflujo agustiniano hay que contar con otra lnea maestra que atraviesatambin toda la Edad Media y que sigue la interpretacin de Orgenes 11.

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    9. J. FONTAINE, Grammaire sacre et grammaire profane: Isidore de Sville devant le-xgse biblique, en Tradition et actualit chez Isidore de Sville, Variorum Reprints, Lon-don 1988.

    10. M. LLUCH, El declogo en los escritos de San Agustn, Anuario de Historia de laIglesia, 8, 1999, pp. 125-144.

    11. M. LLUCH, La interpretacin de Orgenes al declogo, Scripta Theologica, 30,1998, pp. 87-109. Citar La interpretacin de Orgenes.

  • Estuvo presente esta otra lnea en el comentario isidoriano deldeclogo? Que San Isidoro conoca la obra de Orgenes est fuera detoda duda; transcribi o resumi numerosos textos origenianos,tomados principalmente de las Homilas sobre el Hexateuco, sobretodo de los libros del xodo, Josu y Jueces. Para el comentario dellibro de Josu, Orgenes es casi su nica fuente 12. Henri de Lubac hasealado a San Isidoro entre los primeros autores occidentales quecitan a Orgenes. No se contenta con admirar, en el libro sexto de lasEtimologas, el trabajo crtico del alejandrino 13. Al comienzo de susQuaestiones in Exodum, San Isidoro reconoci su deuda con la exge-sis de Orgenes 14. Segn Jean Chtillon, en el comentario al xodo,San Isidoro utiliz constantemente las Homilas sobre el xodo de Or-genes.

    Pero, a pesar de la gran influencia origeniana en los escritos de SanIsidoro, puedo afirmar que, curiosamente, todo este conocimiento noinfluy en absoluto en el comentario al declogo. Aqu San Isidoro nose apart de la tradicin agustiniana. Quienes s seguirn a Orgenessern, ms tarde, como veremos Beda el Venerable y despus, RabanoMauro.

    Israel como figura de la Iglesia

    El captulo 14 del Comentario isidoriano lleva por ttulo: Dedecem plagis. Es un comentario espiritual a las diez plagas de Egipto, deindudable dependencia agustiniana, en la lnea del hecho por San

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    12. A. ANSPACH, Das Fortleben Isidors im VII. bis IX. Jahrhundert, en MiscellaneaIsidoriana, Roma 1936, pp. 340-341 y 345. Tambin en Jean CHTILLON, Isidore etOrigne. Recherches sur les sources et linfluence des Quaestiones in Vetus TestamentumdIsidore de Sville, en Mlanges bibliques rdigs en lhonneur dAndr Robert, Tra-vaux de lInstitut Catholique de Paris, 4, Bloud et Gay, Paris 1955, pp. 537-547. H. DELUBAC, Exgse Mdivale. Les quatre sens de lcriture, Aubier Thologie 41, Vol. 1,Paris 1959, p. 238. Citar Exgse Mdivale. D. RAMOS-LISSN, Der Einfluss der sote-riologischen Typologie des Origenes im Werk Isidors von Sevilla unter besonderek Berck-sichtigung der Quaestiones in Vetus Testamentum, en M. SCHMIDT y C.F. GEYER (eds.),Typus, Symbol, Allegorie bei den stlichen Vtern und ihren Parallelen im Mittelalter,Eichsttter Beitrge 4, Regensburg 1982, pp. 108-130.

    13. SAN ISIDORO, Etymologiae, liber VI, c. IV, n. 4, PL 82, 236C.14. H. DE LUBAC, Exgse Mdivale, pp. 237-238.

  • Cesareo de Arls (470-542) 15. Dice San Isidoro: Aquellas cosas queacontecieron a los egipcios corporalmente pueden sucedernos a nosotrosahora espiritualmente. Y a partir de esta perspectiva hermenutica fuepresentando el significado espiritual de cada una de las plagas: el aguaconvertida en sangre es interpretada como figura de las erratica, etlubrica philosophorum sunt dogmata, la plaga de las ranas es figura de loscarmina poetarum, los mosquitos son comparados a las subtilitati hae-reticae, las moscas caninas son figura de la forensem hominum eloquien-tiam, entre otras 16.

    En el captulo 27 San Isidoro se refiri a la subida de Moiss almonte Sina, cuarenta y siete das despus de la salida de Egipto. Moissascenda y Dios descenda para encontrarse 17.

    En el captulo 28, donde se narran las extraordinarias manifesta-ciones que acompaaron la revelacin del declogo en el Sina, San Isi-doro retom el paralelismo figurativo entre la celebracin de la pascuade los hebreos en Egipto y la revelacin del declogo al pueblo de Israel,con la Pasin del Seor y la llegada del Espritu Santo a la Iglesia. Ascomo la ley fue escrita con el dedo de Dios (digito Dei) en el Sina, elParclito, que es el espritu de Dios (spiritus Dei) descendi a los miem-bros de la Iglesia en Pentecosts. Del mismo modo, seala que as como120 eran los aos que tena Moiss cuando recibi el declogo de Dios,el nmero de los discpulos que recibieron el Espritu Santo en Pente-costs era tambin el 120. El estruendo de la montaa y las manifesta-ciones extraordinarias que acompaaron a la revelacin del declogo enel Sina prefiguraban espiritualmente los signos de la Iglesia: el clamor

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    15. SAN CESAREO DE ARLS dedic algunos sermones al declogo en los que ladependencia agustiniana es evidente: Sermo sancti Augustini episcopi de decem verbis legiset decem plagis, Corpus Christianorum 103, pp. 407-413. En l expuso la comparacinagustiniana entre los diez preceptos y las diez plagas de Egipto, hay slo algunas varian-tes y prescinde de las largas digresiones de San Agustn; De convenientia decem plagarumAegypti et decem praeceptorum legis, Corpus Christianorum 103, pp. 413-416. Es msbreve que el anterior y sigue tambin fielmente el texto de San Agustn. Aunque SanCesareo tambin recogi en otro sermn elementos significativos de la tradicin deltexto de la homila origeniana: Sermo XCIX. De decem plagis, Corpus Christianorum103, pp. 403-406.

    16. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 14, PL 83, 292C-294C.17. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 27, De ascensione Moysis in montem, PL 83, 300B:

    Successit post haec populus quadragesima septima die egressionis ex Aegypto ad mon-tem Sina, ibique Moyses ascendit ad Dominum, et Dominus ad eum descendit.

  • de los predicadores, la claridad de los milagros y la predicacin de lossantos que acompa a la Iglesia desde Pentecosts 18.

    Es decir, Israel conducido por Dios en el Sina prefiguraba la Igle-sia, y todos los elementos que acompaaron la revelacin del declogoencuentran su comprensin y realizacin plena en la vida de la Iglesia 19.

    El orden y el enunciado de los preceptos

    Los preceptos del declogo son tratados por San Isidoro en tresbreves captulos de su comentario al xodo: 1. De decem verbis (cap. 29).2. De duabus tabulis (cap. 30) y 3. De lapideis tabulis (cap. 31).

    El orden y el enunciado de los diez preceptos en la obra de San Isi-doro sigui el esquema que se haba generalizado a partir de San Agus-tn. Los tres primeros, en la primera tabla, estn referidos a Dios comoTrinidad; y los otros siete en la segunda tabla, son los referidos al pr-jimo. En efecto, en el prlogo al comentario San Isidoro comenzdiciendo que Dios entreg a Moiss la ley de nuestra inocencia y de suconocimiento (legis innocentiae nostrae et cognitionis suae) constituida endiez palabras (decem verba) escritas por su dedo (digito suo) en tablas depiedra. Y que los preceptos estn divididos en tres que pertenecen alamor de la Trinidad divina (ad dilectionem divinae Trinitatis) y siete al

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    18. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 28, De tonitruis et fulgoribus, PL 83, 300B-C:Jam deinde quinquagesima die post actum pascha data est lex Moysi. Ita et quinqua-gesima die post passionem Domini, quam pascha illud praefigurabat, datus est Spiritussanctus, promissus Paracletus, descendens super apostolos, et cui cum eis erant, in cen-tum viginti Mosaicae aetatis numero constitutos; et divinis linguis credentium, totusevangelica praedicatione mundus impletus est. Dicitur illic lex scripta digito Dei. EtDominus dicit de Spiritu sancto: In digito Dei ejicio daemonia. Aspicit illuc cunctuspopulus voces, et lampades, montemque fumantem, tonitrua et fulgura, clamgoremquebuccinae perstrepentem. In vocibus namque et tonitruis clamor praedicantium intelli-gitur, in lampadibus claritas miraculorum, in sonitu buccinae fortis praedicatio sancto-rum.

    19. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 28, PL 83, 300D-301A: Quae omnia in adventuSpiritus sancti completa sunt, quando omnes discipuli Christi in varietate linguarumpraeceptis et signis intonuerunt. Interpretatur autem Sinai rubus, quod significat Eccle-siam, in que et Dominus loquitur Moysi. Quod autem legem daturus Dominus, in igneet fumo descendit, hoc significat, quia fideles claritatis suae ostensione illuminat, etinfidelium oculus per fumum erroris obscurat.

  • amor fraterno (ad amorem fraternum) para que no se dae la sociedadhumana (quibus societas humana non laeditur) 20.

    El orden de los textos copiados por San Isidoro es el siguiente:

    Primera tabla:

    1 Dominus Deus tuus Deus unus est.

    2 Non assumes nomen Domini Dei tui in vanum.

    3 Memento ut diem Sabbati sanctifices: septimus autemdiem Sabbatum est nomine Dei tui, non facies omne opus.

    Segunda tabla:

    4 Honora patrem tuum et matrem tuam, quod est manda-tum primum.

    5 Non occides.

    6 Non moechaberis.

    7 Non furtum facies.

    8 Non falsum testimonium dices.

    9 Non concupisces uxoris proximi tui.

    10 Non concupisces rem proximi tui.

    El comentario de San Isidoro a los preceptos

    En el captulo 29 es donde el obispo hispalense hizo el comenta-rio breve de los diez preceptos del declogo, que expongo a continua-cin.

    Una primera cuestin importante es la relacin de los tres precep-tos de la primera tabla con las tres Personas de la Trinidad. La atribucinde los tres primeros preceptos a las tres Personas de la Trinidad venatambin de los sermones de San Agustn. Al explicar en sus Quaestionesin Exodum, la divisin de tres preceptos en la primera tabla referidos a

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    20. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 301A-B.

  • Dios, dijo que le pareca ms congruente hacerlo as precisamente por-que Dios es Trinidad. Tambin San Gregorio Magno se referira a la Tri-nidad en la explicacin de los tres primeros preceptos, y San Isidororecogi esta explicacin y la pas a los autores carolingios y despus 21.Esta explicitacin trinitaria de los preceptos que se dirigen directamentea Dios es muy importante para la historia doctrinal. Marcaban una dife-rencia radical entre la interpretacin cristiana y toda interpretacin judao pre-cristiana.

    El primero se refiere a Dios Padre y manda rendir culto (colas) aun solo Dios Padre y no a muchos dioses falsos (fictos deos). Se prohibetambin en l adorar alguna semejanza de Dios en figura de hombre, noporque el hombre no tenga la imagen de Dios sino porque no debe ado-rarse ninguna imagen sino slo a Dios mismo 22.

    El segundo se refiere al Hijo. La criatura es mudable y est some-tida a la vanidad, pero este precepto se dio para que no se piense que elHijo Verbo de Dios, por quien todas las cosas son hechas, es criatura,sino para que se crea que es igual al Padre, Dios de Dios, verdaderoVerbo 23.

    El tercero es el ms desarrollado de los diez. San Isidoro relacionel significado espiritual de las nociones de santificacin y descanso.Comenz por afirmar que este precepto, en el que se insina la ley deobservar el descanso del sbado, se refiere al Espritu Santo, a cuyo donpertenecen tanto la santificacin como el descanso sempiterno que senos promete. Nuestro descanso eterno lo interpreta San Isidoro comoespiritualmente prometido y ste se atribuye a la accin del EsprituSanto. Y adems, literalmente se entiende que Dios santific el sptimoda. En los otros das de la obra de la creacin no se habla de santifica-

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    21. Cfr. M. LLUCH, Formacin y evolucin del tratado escolstico sobre el declogo(1115-1230), Peeters, Louvain, 1997, pp. 77, 128, 150-152, 179, 182. Citar Forma-cin y evolucin.

    22. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 301B: In hoc enim praecepto prohi-betur coli aliqua in figmentis hominum Dei similitudo, non quia non habet imaginemDei, sed quia nulla imago ejus coli debet.

    23. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 301B-C: Ergo, ne quisquam FiliumDei Verbum, per quod facta sunt omnia, putaret esse creaturam... id est, ne aestimescreaturam esse Filium Dei, quoniam omnis creatura vanitati subjecta est; sed credaseum esse aequalem Patri, Deum de Deo, verum Verbum, per quem omnia facta sunt.

  • cin sino en el sbado, donde se dice que Dios descans. Por eso perte-nece al Espritu Santo, porque tanto el nombre de la santificacin comoel descanso eterno se refieren al don del Espritu Santo.

    En segundo lugar, adems de la atribucin de los preceptos a laTrinidad, San Isidoro hizo una interpretacin al significado de los seisdas de la semana, como los seis milenios del tiempo de la historia 24. Enotro lugar haba dicho al hablar del sexto da, que significaba la sextaedad del mundo en la que nosotros estamos 25. Con esto se apuntaba eltema clsico de las siete edades o milenios en los que, segn los antiguos,se divide la historia del mundo 26.

    Segn esta divisin al final de cada edad o milenio se produce unhundimiento, como la noche que sigue al da, y as suceder siempremenos en el ltimo da del mundo que no terminar en noche sino quedespus de l vendr la luz para siempre. Todos los autores cristianos quehaban tratado el gnero de la crnica desde la traduccin de Eusebiopor Rufino, haban visto en los seis das de la creacin, que culminan enel sptimo, una imagen figurada del tiempo histrico del mundo y SanIsidoro comparta esta explicacin, que pasar tambin a los medievales.

    Para Isidoro esta sexta edad, que es la nuestra, ha comenzado con lavenida de Cristo y terminar con el fin de los tiempos en la segunda venidadel Seor. La primera comenz en la Creacin, la segunda en el Diluvio,la tercera en el nacimiento de Abraham, la cuarta en la instauracin delreino de David, la quinta en el exilio de los hebreos en Babilonia. La sextay ltima edad coincide con la llegada al poder de Csar Augusto, bajo elcual naci Cristo, en el ao 42 de su reinado. Se sita, por tanto, despusde los grandes imperios universales, y en el marco del Imperio romano,que ser el ltimo. En concreto, el censo promulgado por Augusto marcel comienzo de la sexta edad del mundo, al disponer la condicin hist-

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    24. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, 6, PL 83, 302A: In sex dierum opere sexmillium annorum operatio continetur.

    25. SAN ISIDORO, In Exodum, PL 83, 298C: Sexta dies ista est sexta aetas mundi, inquo nunc sumus.

    26. A. LUNEAU, Les ges du monde. tat de la question laurore de lre patristique,Studia Patristica 5, 1962, pp. 509-518; ID., Lhistoire du salut chez les Pres de lglise.La doctrine des ges du monde, Beauchesne, Paris 1964. P. CAZIER, Isidore de Sville et lanaissance de lEspagne catholique, Beauchesne, Thologie historique 96, Paris 1994, pp.13-15 y 69-74.

  • rica que hizo ir a Mara y Jos a Beln. Para San Isidoro la historia de lasalvacin y la historia de los hombres, tanto en sus grandes lneas como ensus pequeos acontecimientos, estn ntimamente relacionadas.

    Es tambin interesante el significado escatolgico que San Isidorocomenta del da del descanso, as como la contraposicin que seala res-pecto al sbado celebrado por los judos. En el sptimo da se muestra(ostenditur) el descanso del reino santo y del tiempo, y aadi que losjudos pecan al celebrarlo carnalmente sabindolo. San Isidoro cit aqulas palabras de Isaas (1,13): Neomenias et Sabbata vestra odivit animamea, y se pregunt cmo pueden ser santificados esos sbados odiadospor Dios, y respondi que el sbado es santificado donde, despus de unavida buena, se nos promete el descanso de estas obras y una vida eterna.

    El sentido del descanso es escatolgico y no temporal. El descansofestivo al que han reducido el precepto los judos es rechazado. Por eso,para San Isidoro, con cualquier cosa que hagamos, si la hacemos por eldescanso del siglo futuro, observamos verdaderamente el Sbado, nopara que ya en esta vida entendamos equivocadamente el descanso, sinopara que todas las obras que hagamos no tengan otra intencin que eldescanso sempiterno 27. Se acenta tanto esta separacin entre el sbadoy los dems das de la semana que podra ser causa de una especie de rup-tura entre el valor de los trabajos ordinarios y la santificacin. No cons-cientemente, pero la semana y los trabajos humanos perdan poco apoco su referencia directa a Dios distinguindose, al menos en la men-talidad colectiva, dos mundos separados.

    Al comentar el cuarto precepto seal San Isidoro que es el primermandamiento entre los siete que se refieren al prjimo (septenarius addiligendum proximum) y que lo es porque el hombre tiene su origen, abrelos ojos, a partir de sus padres y la vida del hombre hunde su principioen el amor de stos 28. Al comentar el precepto cit las palabras del Seorde San Mateo 15: Honora patrem tuum et matrem tuam, quod est manda-tum primum. Ya San Agustn se haba planteado el sentido de esta frasedel Seor: por qu dice que es el primero si es el cuarto?, y haba res-

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    27. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 301D-302B.28. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 302B-C: A parentibus enim suis

    homo aperit oculos, et haec vita ab eorum dilectione sumit exordium.

  • pondido que porque es el primero en el nmero septenario de la segundatabla 29, lo que refuerza su divisin en dos tablas con tres y siete preceptosrespectivamente. San Isidoro sigui a San Agustn tambin en esta cues-tin 30. En el texto de San Isidoro la segunda parte de la cita est sealadacomo tomada del Evangelio, mientras que, como veremos, en el texto deBeda el Venerable aparecer como distinta de la cita evanglica.

    Coment que el quinto precepto que prohibe matar no se refiereslo a quien comete un homicidio, sino tambin a quien encontrndoseante alguien necesitado, desnudo o que no puede morir, no le socorre.Ese debe ser tenido tambin por homicida 31. Es contrario al sexto pre-cepto cualquier unin libidinosa fuera del matrimonio. Y especialmentecomete adulterio el que se une con otra que no sea su cnyuge 32. Elcomentario al sptimo precepto es tambin muy breve. San Isidoro slocoment que esta prohibicin incluye el vicio de la rapacidad 33.

    Aqu no hizo ningn comentario ms, pero hay una cuestintpica en la literatura decalogal que era el caso de las riquezas que los is-raelitas tomaron a los egipcios 34. La explicacin que haba dado SanAgustn era muy clara: Los israelitas seran ladrones si no lo hubieranhecho obedeciendo a Dios. Es tan frecuente que los Padres se planteenesta cuestin moral que me extra que San Isidoro no lo hiciera. Perosi que lo hace, aunque no aqu. He encontrado la misma cuestin plan-teada por San Isidoro en otro lugar del Comentario y su respuesta es lamisma: al hacerlo obedeciendo a Dios no hicieron nada injusto 35.

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    29. SAN AGUSTN, De decem chordis, n. 7, p. 121: Et dicit apostolus: Honora patremet matrem, quod est mandatum primum. Cfr. M. LLUCH, El declogo en los escritos deSan Agustn, p. 138.

    30. SAN ISIDORO, In Exodum, PL 83, 302C: Sed quomodo primum quod quartum,nisi quia, ut praedictum est, in septenario numero, qui pertinet ad dilectionem proximi,primum est in altera tabula?.

    31. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 302C.32. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 302D-303A: Non moechaberis, id est,

    ne quisquam praeter matrimonii foedus aliid feminis misceatur ad explendam libidinem.Nam specialiter adulterium facit qui praeter suam conjugem ad alteram accedit.

    33. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303A: Non furtum facies, quod estvitium rapacitatis.

    34. M. LLUCH, El declogo en los escritos de San Agustn, Anuario de Historia de laIglesia 8, 1999, pp. 141-142.

    35. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 16, PL 83, 295B: Sicque Moyses et populus pro-ficiscens, auro et argento spoliavit Aegyptios jussu Domini Dei, nihil injuste jubentis.

  • Solamente aadi al enunciado del octavo precepto que con laprohibicin del falso testimonio se prohibe el crimen de la mentira y lafalsedad 36. El noveno precepto prohibe la intencin de pensamientosadulterinos. Porque una cosa es la obra (facere) y otra el deseo (appe-tere) 37. El dcimo precepto es contrario a la ambicin del mundo yrefrena la concupiscencia de las cosas 38.

    Todas estas breves glosas, que por otro lado, como ya hemos dicho,no son originales, van constituyendo el ncleo del cuerpo doctrinal delo que ser la teologa moral desarrollada a partir de la comprensin deldeclogo especficamente cristiana.

    San Isidoro termin la glosa de los diez mandamientos con unaenumeracin sinttica de los preceptos acompaados del vicio que com-baten:

    Primum prohibet superstitionem,secundum errorem,tertium interficit saeculi amorem,quartum impietatem,quintum crudelitatem,sextum allidit fornicationem,septimum rapacitatem,octavum perimit falsitatem,nonum adulterii cogitationem,decimum mundi cupiditatem 39.

    Esta enumeracin se encontraba ya en el sermn De decem chordisde San Agustn y tambin la haba copiado San Cesareo de Arls, dedonde quiz debi copiarlo San Isidoro 40. Hay algunas pequeas varian-

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    36. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303A: Non falsum testimoniumdices, quod est crimen mendacii et falsitatis.

    37. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303A: In hoc praecepto vetat inten-tionem adulterinae cogitationis. Nam aliud est facere aliquid tale praeter uxorem, aliudnon appetere alienam uxorem. Ideo duo praecepta sunt, non moechaberis, et non concu-pisces uxorem proximi tui.

    38. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303A: In quo praecepto damnatambitionem saeculi, et refrenat concupiscentiam rerum.

    39. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303B.40. Cfr. SAN AGUSTN, De decem chordis, n. 13, Corpus Christianorum 41, pp. 133-

    134. Cfr. M. LLUCH, El declogo en los escritos de San Agustn, p. 144.

  • tes entre ambas versiones. Esta enumeracin pasar ntegramente a laGlossa ordinaria.

    2 Isidoro: prohibet errorem. Agustn: nefandarum haeresum.

    5 Isidoro: prohibet crudelitatem. Agustn (6): crudelitatis.

    6 Isidoro: prohibet fornicationem. Agustn (5): libidinem.

    9 Isidoro: prohibet adulterii cogitationem. Agustn: adulterinaecogitationis.

    Sobre la unidad y el significado de las dos tablas de piedra

    Al final, a modo de conclusin, aadi que de los diez, slo el ter-cero est puesto de un modo figurativo, para que nosotros lo entenda-mos as y tambin para que cumplamos con el descanso corporal. Elresto de los preceptos deben ser observados sin ninguna interpretacinfigurativa (sine ulla figurata significatione observantur). No significannada mstico sino que tienen que ser entendidos como suenan 41. Esto esuna cuestin muy importante para la historia doctrinal. Delimitardnde cabe la interpretacin espiritual y dnde debe seguirse la letra. Enel caso de los diez preceptos del Sina, toda la tradicin cristiana se mues-tra unnime en definir lo que es literal y, por decirlo as, intocable tam-bin despus de Cristo, de lo que es espiritual y ha cambiado con Cristo.

    Aadi tambin que as como las diez plagas golpearon a Egipto,as los diez preceptos fueron grabados en las tablas para que con ellos serijan los pueblos de Dios. Esta referencia a las plagas de Egipto la habadesarrollado ampliamente San Agustn en su Sermo VIII. De decem pla-gis aegyptiorum et decem praecepta legis 42. San Cesareo de Arls copi elsermn agustiniano. Despus de San Isidoro, Beda el Venerable hartambin referencia en su Explanatio y en su Dialogus. Rabano Mauro

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    41. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 29, PL 83, 303B: Inter haec igitur omniadecem praecepta solum ibi quod de Sabbato positum est figurate observandum prae-cipitur. Quam figuram nos intelligendam, non etiam per otium corporale celebran-dam, suscepimus. Reliqua tamen ibi praecepta proprie praecepta sunt, quae sine ullafigurata significatione observantur. Nihil enim mystice significant, sed sic intelligun-tur ut sonant.

    42. Cfr. M. LLUCH, El declogo en los escritos de San Agustn, p. 126.

  • emple tambin la imagen de las plagas en su comentario In Exodum. Eltema reaparece por todas partes, entre otros en San Pedro Damin (1072), Honorio de Autun ( 1150), Guillermo de Auxerre ( 1231) ySan Buenaventura ( 1274) 43.

    En los brevsimos captulos 30 y 31 del comentario de San Isidorohizo dos interpretaciones precisas respecto al significado de las tablas. Enel primero afirm que son dos tablas para significar los dos Testamentos(duo testamenta significanda). Y tambin que las dos tablas significan eldoble mandamiento del amor a Dios y al prjimo (duo praecepta dilectio-nis Dei, et dilectionis proximi), del que pende toda la ley y los profetas 44.

    En el captulo 31 interpret el significado de las tablas de piedracomo un modo de explicar la dureza de corazn de los judos. En efecto,la insensibilidad de la piedra significaba la dureza y la necedad de lamente. Para San Isidoro, por tanto, la Nueva Ley se encuentra original-mente escrita en los corazones de carne y esto no tiene el sentido nega-tivo que la tradicin espiritual dio algunas veces al trmino carnal, sinoque aqu para San Isidoro, siguiendo tambin la tradicin, el corazncarnal significa el valor inteligente y sensible del hombre por contrapo-sicin a la dureza de la piedra que no es inteligente y que no siente 45.

    La influencia del comentario isidoriano en los escritores carolingios

    Como ya he comentado los escritos isidorianos tuvieron una largainfluencia en toda la literatura medieval y puede confirmarse estainfluencia en los comentarios al Antiguo Testamento. Esto ha sido estu-diado, entre otros, por Jacques Fontaine y Jean Chtillon 46. Aunque

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    43. M. LLUCH, Formacin y evolucin, pp. 192-197, 220.44. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 30, PL 83, 303C: Cur autem in duabus tabulis

    scripta est lex, nisi aut propter duo Testamenta significanda, aut propter illa duo prae-cepta dilectionis Dei, et dilectionis proximi, in quibus tota lex pendet et prophetae?.

    45. SAN ISIDORO, In Exodum, cap. 31, PL 83, 303D-304A: Neque enim hoc tabu-lae carnales volunt, ut carnaliter sapiamus, sed quia in comparatione lapidis, qui sinesensu est, caro sentit, idcirco per lapidis duritiem significatum est cor non intelligens,et per carnalem sensibilitatem significatum est cor intelligens.

    46. Cfr. J. FONTAINE, La figure dIsidore de Sville lpoque carolingienne, en J. FON-TAINE y Ch. PELLISTRANDI (eds.), LEurope hritire de lEspagne wisigothique, Colloqueinternational du C.N.R.S., Rencontres de la Casa de Velzquez 35, Madrid 1992,

  • Fontaine no habla de los escritos bblicos y, por tanto no menciona eldeclogo, pero muestra la indudable influencia de San Isidoro enAlcuino, Beda y Rabano Mauro. El estudio de Chtillon se centra en losescritos de Beda el Venerable y Rabano Mauro y no ha tratado el caso deAlcuino ni tampoco estudi la influencia concreta en el tratado del dec-logo. De hecho, lo que San Isidoro haba pretendido hacer en su comen-tario al Antiguo Testamento era ofrecer una especie de manual de fcilutilizacin. Por eso, prescindi de todo desarrollo filosfico y teolgico,as como de sutilezas exegticas, tan frecuentes en Orgenes. San Isidorobuscaba fijarse slo en lo esencial, tomaba algunas frases que pudierancaracterizar todo un pasaje. Le interesaba el misterio profundo que seoculta en el Antiguo Testamento para desvelar el misterio de Cristo y dela Iglesia. Por eso, suele rechazar tambin la interpretacin alegrica parafijarse slo en la tipolgica, y este lmite metodolgico influir tambinmucho en la literatura posterior.

    Las Quaestiones in Vetum Testamentum de San Isidoro tuvieron unxito inmenso. Ya Beda el Venerable les hizo un resumen. Un exgetaannimo, sin duda carolingio, las utiliz con libertad, otro reprodujopartes enteras. Claudio de Turn y Remigio de Auxerre se inspiraron fre-cuentemente en ellas para comentar el Gnesis y San Bruno de Segnipara comentar el conjunto del Pentateuco. Ricardo de San Vctor lasconocer. Rabano Mauro copi en diversos lugares el Orgenes deRufino y el Orgenes de Rufino-Isidoro 47. Como ha sealado De Lubac,Rufino haba traducido el Periarchn en 398; y antes de 404 tradujo lashomilas sobre el Gnesis, el xodo, el Levtico, Josu, los Jueces y nuevehomilas sobre los Salmos, as como la Historia eclesistica de Eusebio.San Isidoro hizo copias o resmenes de las traducciones de Rufino yRabano Mauro reprodujo estos textos de Rufino recibidos a travs delcompilador espaol. De entre los autores carolingios hicieron comenta-rios al xodo solamente Beda, Pseudo-Beda y Rabano Mauro 48.

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    pp. 195-211. J. CHTILLON, Isidore et Origne, o.c., n. 3. Cfr. tambin F. BRUNHLZL,Histoire de la littrature latine, o.c., n. 2, p. 86.

    47. Cfr. H. DE LUBAC, Exgse mdivale. pp. 218 y 238. Cfr. F. BRUNHLZL, His-toire de la littrature latine, p. 86.

    48. Cfr. P. RICH, Instruments de travail et mthodes de lexgse lpoque carolin-gienne, en Le Moyen Age et la Bible, Beauchesne, Paris 1984, p. 154. El cuadro que pre-senta Rich se basa en el Repertorio de F. Stegmller.

  • BEDA EL VENERABLE (672-735)

    Beda el Venerable 49 ha tratado el declogo en su In Pentateuchumcommentarii. Exodus. Explanatio in secundum librum Mosis y tambin ensu Quaestionum super Exodum Dialogus 50. En l se encuentran reunidaspor primera vez la tradicin origeniana y la agustiniana. Pero adems deesto, Beda no se limit a reunir textos sino que hizo aportaciones nue-vas en su comentario.

    Israel y la Iglesia en la Explanatio

    En la Explanatio las primeras referencias al declogo se encuentranen el captulo 19. En l Beda coment la subida de Moiss al monteSina. Casi cada palabra tiene all una explicacin 51. En esta especie dePrlogo al declogo, interpretando las tres secciones en que qued divi-dido el pueblo al pie del monte, Beda distingui las tres etapas de la his-toria de la salvacin que estn representadas por el pueblo de la ley natu-ral (conyugales), el pueblo de la ley escrita (populum de poenitentiae) y elpueblo de la ley nueva (sanctos cum Christo) 52. Esto es un tema impor-tante. Lo que plantea es la cuestin de las tres leyes: natural, escrita y dela gracia. El pensamiento cristiano se lo plantear con intensidad cre-ciente: qu relacin hay entre ellas? son idnticas, se complementan, seanulan? De hecho, la divisin triple de los tipos de hombres y de leyes

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    49. Cfr. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, pp. 201-220 y bibliografaen pp. 289-292. Sobre la influencia de San Isidoro en el rea cultural de Beda cfr. P.HUNTER, The World of Bede, Cambridge University Press, Cambridge 1990, pp. 130-138.

    50. Editadas en PL 91, 285-332 y PL 93, 366-388. Citar Explanatio y Dialogus res-pectivamente. Cfr. adems De psalmorum libros exegesis, PL 93, 481 y ss. Migne loincluy entre las obras de Beda pero parece que no es de l. Y es un texto interesanteque hay que tener en cuenta.

    51. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 316D-318B: et descendit Moyses, idest Christus; in die tertio, id est in lege novi; vel in opere post cogitationem et verbum,vel in fide Trinitatis.

    52. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 317D: tres autem factiones habet:prima factio populus legis naturae, secunda populus legis litterae, quae erat propiorDeo. Tertius populus legis novae, qui adunatus est a Deo in Ecclesia. Hic enim monsEcclesia est prima, quae factio significat conjugales, secunda, populum poenitentiae,tertia sanctos cum Christo.

  • reaparecer en las primeras sistematizaciones teolgicas del siglo XII quetrataron el declogo: la Escuela de Laon, Hugo de San Vctor, la Escuelade Abelardo 53.

    Al final del captulo aparece tambin el paralelismo entre los cin-cuenta das desde la Pascua en Egipto y la ley del Sina y los cincuentadas entre la muerte de Cristo y la llegada del Espritu Santo sobre laIglesia, as como el paralelismo entre los aos de Moiss y el nmero delos que recibieron el Espritu en Pentecosts 54. Esta imagen, que apare-ca en el sermn de San Agustn sobre las diez plagas y en San Isidoro,la utiliz Beda en esta obra y tambin en su Dialogus. Reaparecer exac-tamente igual en Rabano Mauro 55.

    El paralelismo entre los acontecimientos del Sina y la vida de laIglesia, como San Isidoro, lo seal Beda tambin en todos los signosque acompaaron la revelacin al pueblo de los mandamientos. Lasvoces y los truenos son la predicacin, las luces son la claridad de losmilagros, el sonido fuerte de las trompetas es la predicacin de los san-tos. Es decir, y ste es el mensaje fundamental: todo aquello que sucedien el Sina se completara con el advenimiento de Cristo (omnia inadventu Christi completa est). Todava lo desarroll ms Beda, y conti-nu: la presencia del fuego y el humo (in igne et fumo) tienen un signi-ficado, el primero la claridad con que se iluminan los creyentes, elsegundo la oscuridad del error de los infieles. La oscuridad que les envol-vi tiene un significado literal (per caliginem litterae) que los que ven novean, y esto significa la ley antigua en la que los judos no podan alcan-zar a ver su plenitud. El monte Sina, al que no podan acercarse, signi-ficaba la Iglesia, en el sentido de trmino para los impos y de que nadie,a no ser por la fe, puede entrar en ella 56.

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    53. Cfr. M. LLUCH, Formacin y evolucin, pp. 68, 94-95, 116 y otras.54. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, cap. 19, PL 91: Quinquagesima die post

    actum pascha, data est lex Moysi, ita et pro quinquagesima die post passionem Dominidatus est Spiritus sanctus super centum viginti homines in Mosaycae aetatis numeroconstitutos.

    55. SAN AGUSTN, De decem plagis, Corpus Christianorum 41, n. 17, p. 96; BEDA ELVENERABLE, Dialogus, cap. 29, PL 93, 373C; RABANO MAURO, Commentariorum inExodum libri quatuor. Liber secundus, cap. 11, PL 108, 91D-92A.

    56. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, cap 19, PL 91: Mons terribilis, id est Ecclesia,impiis terminus, id est fides erga Ecclesiam, quia nullus in Ecclesiam nisi per fidemintrat.

  • La exposicin de los preceptos y el texto de Orgenes en la Explanatio

    En el captulo 20 hizo Beda la exposicin de los diez preceptos.Es muy breve. Depende claramente del texto de San Isidoro con algu-nas pequeas variantes. Por ejemplo, al comienzo se refiri a la perfec-cin simblica del nmero diez 57. Adems, en el tercer precepto alinterpretar los seis das de la semana como el tiempo del mundo, enlugar de seis mil aos Beda habl de seis edades del mundo. Y en lospreceptos quinto y sexto no sigue el orden isidoriano sino que el 5 esnon moechaberis y el 6 es non occides. Pero, en definitiva, no se apar-taba de la tradicin agustiniana, de la que dependa fundamentalmenteSan Isidoro.

    Sin embargo, Beda introdujo en su Comentario una serie detemas en los que se acogi a la tradicin origeniana. En concreto en doscuestiones: la divisin del primer mandamiento en dos: sit primummandatum non habebis deos alienos; secundum non facies sculptile. Ladistincin entre colere y adorare. Es decir, aada a su Comentario cues-tiones tpicas de la tradicin origeniana 58. Despus el texto se inte-rrumpe, segn Beda, por un motivo de brevedad, para no alargarse encuestiones tan oscuras 59. Esto es muy representativo de lo que Orge-nes signific para los autores medievales. Les gustaba su riqueza espe-culativa y su belleza alegrica, pero les resultaba incmodo o inseguropor su oscuridad.

    Entonces Beda desarroll una explicacin de tipo moral prcticaque debe ser original suya. En ella Beda aadi una serie de ejemplos acada uno de los mandamientos, tiles para la prctica cristiana del dec-logo. Tiene mucho inters porque es la aportacin del comentario per-sonal dentro del comentario tradicional:

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    57. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, cap. 20, PL 91, 318B: Dominus deniquelegem in decem verba constituit. Nullos numerus crescit amplius, nisi usque ad decem:si enim viginti numeraveris, decem habes; si triginta, decem triplicabis; et sic inveniesquantumcumque progressus fueris, ac per hoc in plenitudine numeri plenitudinemmandatorum constituit.

    58. M. LLUCH, La interpretacin de Orgenes, o.c., pp. 99-100 y 104-105.59. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 319A: obscurissimis quaestionibus

    retardati, desideratae brevitatis modum excedimus.

  • Non adorabis deos alienos id est non adorabis vitium vel gastrimar-giam.

    Non facies tibi sculptile de malis cogitationibus dicitur.

    Non assumes nomen...non jurare omnino.

    Diem sabbati nos per Novum Testamentum sanctificavit, et requies-cere a peccatis.

    Honora... Pater etenim Dominus, mater Ecclesia, id est DominusDeus tuus adorabis, et illi soli servies. Et Ecclesia domus Dei, pater etmater omnium justorum in baptismo, et confessione, et poenitentia.

    Non occides, id est, non odies fratrem tuum.

    Non moechaberis, id est, soli Deo adhaerere debes, et id quod estDei non redere diabolo, sed quae sunt Dei Deo, in operibus, et verbis, etcogitationibus.

    Non furtum facies, id est, quod potest homo facere et non facit.

    Non concupisces rem proximi tui, domum et omnia illius. Proximum,mundum intelligimus 60.

    Al trmino del captulo Beda retom el texto origeniano, quehaba abandonado por evitar cuestiones oscuras, para explicar la frase deque Dios castiga en los hijos el pecado de los padres hasta la cuarta gene-racin, y le dio la misma interpretacin de Orgenes: diabolus pater estomnium peccatorum y puso el mismo ejemplo de la muerte del Seorpara explicar las cuatro generaciones: El autor y el padre de ese crimenes el diablo. El primer hijo es Judas, pero l no poda hacerlo solo ybusc a sus cmplices entre los prncipes de Israel. stos agitaron al pue-blo de los judos, y as se estableci la descendencia del diablo 61.

    Significado de las dos tablas y sentido afirmativo de los preceptos

    Al final del captulo retom el texto de San Isidoro para afirmarel significado de las dos tablas como los dos Testamentos y el doble

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    60. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 319B-D. Sigue la enumeracin de lospreceptos de Orgenes. Falta el octavo precepto. Puede ser error de los copistas o de loseditores, pero es un error remarcable.

    61. Cfr. M. LLUCH, La interpretacin de Orgenes, pp. 106-107.

  • mandamiento del amor. Y la piedra como smbolo de la dureza decorazn de los judos 62. En el captulo 25, al explicar el Arca donde seguardaron las dos tablas de la Ley, Beda fue comentando cada figura ypalabra del texto, y al llegar a los dos querubines que la flanqueabancoment que estos significan la plenitud de la ciencia, es decir, el amorde Dios y del prjimo 63. Adems de ser una referencia implcita a losmandamientos es una afirmacin de gran inters sobre el sentido plenode la ciencia.

    En el comentario al libro del Deuteronomio, en el captulo sexto,al llegar al texto del declogo, Beda no se refiri ya a los preceptos, peroen la frase Diliges Dominum Deum tuum dijo que en esta sentencia hayque distinguir un mandato (imperatio) y una prohibicin (prohibitio): elmandato de amar a Dios y la prohibicin de amar a dioses ajenos. Yexplic: no amarlos porque amaste antes (non diliges ut dilexisti ante). Loprimero es el amor, Dios dispuso el amor lo primero para que sea el fun-damento de todos los mandamientos. Es una clara explicacin del sen-tido afirmativo fundamental del declogo. En efecto, aunque varios delos preceptos se enuncian en forma negativa, lo que Beda explicaba esque toda prohibicin se sostiene en la afirmacin previa del amor deDios. De la misma manera que el que construye una casa primero ase-gura los fundamentos, as el fundamento de los preceptos es la afirma-cin del amor 64. sta es la comprensin de las negaciones en la tradicincristiana.

    Nuevas interpretaciones al declogo en el Dialogus

    El Dialogus de Beda el Venerable es una obra breve de 56 peque-os captulos. La edicin de Migne lo incluye entre las obras dubia et

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    62. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 320C: In duabus tabulis scripta est lex,propter duo Testamenta, vel propter amorem Dei et proximi. Lapideae autem tabulaesignificant duritiam cordis Judaeorum.

    63. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, cap. 25, PL 91, 322D: quod est plenitudoscientiae, id est, dilectio Dei et proximi.

    64. BEDA EL VENERABLE, Explanatio, PL 91, 384B-C: Dilectio primum ponitur,quia sit omnium mandatorum fundamentum. Ita enim artifex fundamentum primoponit, et deinde aedificat domum sic et nos decet dilectionem fundamentum primumponere, ac deinde bona opera instituere.

  • spuria. German Morin seal que no es ms que un resumen de las cues-tiones de San Isidoro al Antiguo Testamento 65.

    En el captulo 29 reaparece el paralelismo entre la pascua de losjudos en Egipto y la revelacin del declogo en el Sina con la pasindel Seor y la llegada del Espritu Santo a la Iglesia en Pentecosts 66. Esla interpretacin de San Agustn que ya haban seguido fielmente SanIsidoro y el propio Beda en la Explanatio y que se mantendr en la tra-dicin posterior como se ver en el comentario al xodo de RabanoMauro cuyo texto es exacto al de Beda.

    En el captulo 30 expuso uno detrs de otro los diez mandamien-tos del declogo. La semejanza con el texto de San Isidoro, que he tra-tado al principio, es evidente desde el primer momento. El Prlogo esidntico y el comentario a los mandamientos tambin. Termina, comoSan Isidoro, con la lista agustiniana de preceptos y vicios y con la brevereferencia a las plagas de Egipto. Se trata por tanto, del mismo texto.

    Slo he encontrado cuatro variantes de uno al otro, que pueden serdebidas a errores de los copistas o de los editores. En primer lugar, hayuna diferencia en el orden de los preceptos, tanto en el enunciado gene-ral como en la lista final de los preceptos acompaados del vicio quecombaten, el texto de Beda cambia el quinto por el sexto. Es decir,retoma el orden agustiniano. En segundo lugar, en la lista de preceptosy vicios la nica diferencia est en que en el primero, el texto de Isidorodice que prohibe superstitionem, y en Beda subreptionem 67. Otra diferen-cia est en el cuarto precepto, en el que aparece la misma cita del Evan-gelio de San Mateo, pero Beda distingue correctamente la segunda parte:quod est mandatum primum, del resto del enunciado. Al final, Beda

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    65. G. MORIN, Notes sur plusiers crits attribus Bde le Vnrable, Revue bndic-tine 11, 1894, pp. 289-295.

    66. BEDA EL VENERABLE, Dialogus, cap. 29, PL 93, 373C-374A: Jam deinde quin-quagesima die post passionem Domini, quam Pascha illud praefigurabat, datus est Spi-ritus sanctus, promissus Paracletus, descendens super apostolos, et qui cum eis erant incentum viginti Mosaicae aetatis numero constitutis, et divisis linguis credentium totusevangelica praedicatione mundus impletus est. Dicitur illic scripta lex digito Dei, etDominus dicit de Spiritu sancto: In digito Dei ejicio daemonia (Luc. XI). Y sigue conlos dems signos.

    67. Significa: engao, insidia, tentacin. Se aplicaba al diablo y, con frecuencia a losherejes (A. BLAISE, Dictionnaire latin-franais des auteurs chrtiens, Strasbourg-Paris1954, p. 785).

  • omite la aclaracin isidoriana de que slo el tercero tiene un significadofigurativo para los cristianos. Y aade unas palabras que no estn en eltexto de San Isidoro: ut daemones occidantur. El captulo 31 del Dialoguses la repeticin de los captulos 30 y 31 de San Isidoro y continacopiando el texto isidoriano 68. Ms adelante en el captulo 40, Beda sepregunt sobre el significado de las primeras tablas, que Moiss rompi.Las primeras son el Antiguo Testamento, las segundas son el Nuevo Tes-tamento, que ya no se rompieron, para significar su permanencia.

    Y continu con una explicacin del declogo como figura de laCruz que pienso que es tambin aportacin personal de Beda. Dice queel nmero diez, y lo escribe en nmero romano X, significa la figurade la Cruz. Con lo que se muestra la perfecta continuidad entre los dosTestamentos. La Nueva Ley que nos fue ganada en la pasin de la Cruztena su imagen en las tablas de los diez preceptos 69. Esta interpretacines muy original e iluminadora de la comprensin profunda del declogoen la conciencia cristiana. Hubo una primera liberacin por la ley delSina, y una segunda y definitiva liberacin por la muerte de Cristo enla Cruz. Adems, en el corazn de la Antigua Ley est el declogo, comoen el corazn de la Nueva Ley est la Cruz de Cristo.

    ALCUINO DE YORK (735-804)

    En el breve tratado de Alcuino de York 70 sobre el declogo tituladoSobre las diez palabras de la ley o breve exposicin del declogo 71, es indu-dable la presencia del comentario de San Isidoro. En efecto, su escrito esuna copia casi idntica del captulo 29 de San Isidoro en la que slo

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    68. BEDA EL VENERABLE, Dialogus, cap. 31, PL 93, 375B-D.69. BEDA EL VENERABLE, Dialogus, cap. 40, PL 93, 378B: Unde et merito decem

    verbis legenda signantur, ut per eumdem numerum figura crucis exprimeretur. Hujusenim forma in X littera est. Nam recto uno apice a summo in imum dicitur: rursus alionon dispari per transversa brachiorum componitur. Unde et ipse ait: Non veni legemsolvere, sed implere (Luc. XII). Utique per passionem crucis, cujus imago fuit in tabu-lis.

    70. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, pp. 29-46 y bibliografa en pp.267-272.

    71. A. DE YORK, De decem verbis legis seu brevis expositio decalogi, PL 100, 567-570.Citar De decem verbis.

  • algunas palabras cambian. La tradicin origeniana, que Beda habaincorporado, est de nuevo ausente del texto de Alcuino. Otra diferen-cia de Isidoro y Beda es que no distingui en el enunciado del cuartoprecepto el quod est mandatum primum, y tal vez por eso se siente obli-gado a explicar que es el primero en la tabla que se refiere al prjimo 72.

    En el escrito de Alcuino el orden de los preceptos est alterado res-pecto a Isidoro en el enunciado del quinto y el sexto y tambin en la listafinal de los vicios que destruye cada mandamiento, adems se omitenalgunas frases del escrito de Isidoro y se alteran algunas palabras. Todasestas cosas permiten afirmar que Alcuino depende ms de Beda que deIsidoro, lo que por otro lado es lo ms lgico si tenemos en cuenta susrespectivas reas de influencia.

    Aunque en algunos casos estos cambios debe atribuirse a los copis-tas y editores, hay algunas variantes que pienso que no carecen de inte-rs y que debieron ser intencionadas del autor. Se altera el texto en lassiguientes palabras:

    1 Isidoro: in multos fictos deos fornicationem tuam non effundas.Beda: in multos fictos deos fornicationem tuam non effundas 73. Alcuino: inmultos Deos fornicationem tuam non effundas.

    2 Isidoro: Deum de Deo, verum Verbum. Beda: Deum deorum,Verbum apud Deum. Alcuino: Deum deorum, Verbum apud Deum.Obsrvese que San Agustn comentando el mismo precepto emple estaotra forma: deum de deo, uerbum apud deum, uerbum deum 74.

    3 Isidoro: quod carnaliter Iudaei sapientes et celebrantes peccant.Beda: quod carnaliter Judaei celebrantes peccant. Alcuino: quod carnaliterIudaei celebrantes exspectant.

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    72. A. DE YORK, De decem verbis, PL 100, 569A: Inde hoc mandatum primum est,sicut et Dominus in Evangelio dicit: Honora patrem tuum et matrem tuam, quod estmandatum primum (Matth. 15, 4; Ephes. 6, 2). Sed quomodo primum, nisi sicut pra-edictum est in septenario numero, quia pertinet ad dilectionem proximi, primum est inaltera tabula.

    73. Sobre la cuestin de las imgenes y los dolos en Alcuino, con interesantes expli-caciones de la tradicin medieval sobre todo en los autores carolingios, cfr. E. DEBRUYNE, tudes desthtique mdivale, vol 1, Tempel, Bruge 1946, pp. 261s.

    74. SAN AGUSTN, Sermo 9. De decem chordis, Corpus Christianorum 41, pp. 113-114.

  • 4 Isidoro: contumeliosos illis existere, sed officio pietatis. Beda: con-tumeliosos illis existere, sed officio pietatis. Alcuino: contumeliosos aut pro-tervos illis existere, sed officio pietatis et humanitatis.

    5 Isidoro: sic decem praeceptis conscribuntur tabulae, quibus regan-tur populi Dei. Beda: sic decem praeceptis conscribuntur tabulae, quibusregantur populi Dei, ut daemones occidantur. Alcuino: sic decem praeceptaconscribuntur tabulae, quibus regitur populus Dei, et daemones occiduntur.

    La diversa comprensin de los judos: peccant y exspectant

    Dos de las variantes sealadas, la 3 y la 5, podran tener una espe-cial significacin. En primer lugar, la referencia negativa y condenatoriaal sbado judo por parte de San Isidoro, manifiesta una actitud distintaen la opinin de Alcuino en relacin con los judos. Para Alcuino elsbado judo sera una manifestacin completamente legtima e inocentepara ellos, mientras que para San Isidoro sera la culpable separacin dela religin cristiana y, por lo tanto, sera pecado. Esta diferencia tiene inte-rs porque precisamente los Carolingios favorecieron bastante a losjudos 75. Mientras que, como se sabe, durante el perodo arriano del reinovisigodo espaol la situacin de los judos fue muy buena. Pero a partirde la conversin de Recaredo al catolicismo hubo un cambio evidente enlas relaciones. De hecho San Isidoro es autor de un De fide catholica con-tra Iudaeos, que fue la primera obra importante dedicada a esta cuestin 76.

    La diversa comprensin de la Iglesia: pueblo de Dios y pueblos de Dios

    En segundo lugar, podra tambin ser significativa la afirmacin deun nico pueblo de Dios en el texto de Alcuino, ministro del emperador

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    75. P. RICH, coles et enseignement dans le Haut Moyen Age, Picard, Paris 1989, pp.96-98.

    76. SAN ISIDORO, De fide catholica contra Iudaeos, PL 88, 449-538. Sobre los escri-tos isidorianos que conciernen las discusiones judeo-cristianas, cfr. B. BLUMENKRANTZ,Les auteurs chrtiens latins du Moyen Age sur les juifs et le judasme, tudes juives 4, Paris-La Haye 1963, pp. 88s.; B. S. ALBERT, De fide catholica contra Iudaeos dIsidore de Svi-lle. La polmique anti-judaque dans lEspagne du VIIe sicle, Revue des tudes juives141, 1982, pp. 289-316; F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, pp. 86-87. P.CAZIER, Isidore de Sville et la naissance de lEspagne catholique, Beauchesne, Thologiehistorique 96, Paris 1994, pp. 51-54 y 105-107.

  • Carlomagno, por contraposicin a los pueblos de Dios del obispo his-pano-visigodo. Parece manifestar una diversa comprensin de la Iglesiaen uno y otro. La visin eclesiolgica de Alcuino coincidira con el pro-grama unificador de la Europa cristiana, segn la idea imperial carolin-gia: un Imperio y un solo pueblo. Claudio Leonardi ha estudiado la ideaunitaria de Alcuino 77 y Jean Chlini ha afirmado la identificacin caro-lingia entre la Iglesia de los bautizados y la poblacin del imperium chris-tianum 78. Mientras que en San Isidoro se manifiesta ms bien la realidadpropia de su tiempo, en la que diversos pueblos germnicos, todavamuy diferenciados entre s, haban abrazado sin embargo la misma fe yla nica Iglesia. La realidad que San Isidoro viva y senta era de diver-sos pueblos unidos en la Iglesia de Dios.

    RABANO MAURO (780-856)

    El texto isidoriano del declogo, que es el tema de este estudio,seguir estando presente en el mundo carolingio y despus. En efecto, elabad de Fulda y obispo de Maguncia Rabano Mauro 79, en torno al ao834, en sus Comentarios al xodo, seguir casi literalmente el texto de Isi-doro-Beda-Alcuino, tambin con algunas pequeas variantes 80. Es decir,que en su texto se encuentran presentes las dos tradiciones que se con-solidaron a lo largo de los siglos altomedievales: San Agustn y Orgenes.

    Otro autor contemporneo de Rabano, Jonas de Orleans (780-843) 81 en su De institutione laicali, 1, 19, PL 106, 159, obra compuestahacia el ao 828, y tambin en su De cultu imaginum, 1, PL 106, 321,

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    77. C. LEONARDI, Alcuino e la scuola palatina: le ambizione di una cultura unitaria,Nascita dellEuropa ed Europa carolingia: una equazione da verificare, Settimane di stu-dio del centro italiano di studi sullalto medioevo 27, vol. 1, Spoleto 1981, pp. 459-496.

    78. J. CHLINI, Laube du moyen ge. Naissance de la chrtient occidentale, Picard,Paris 1991, pp. 60-73; 495-508.

    79. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, vol. 2, Brepols 1991, pp. 84-98 ybibliografa en pp. 282-286; A. WILMART, Les allgories sur lcriture attribues RabanMaur, Revue bnedictine 32, 1920, pp. 47-56.

    80. RABANO MAURO, Commentariorum in Exodum libri quattuor, lib. 2, cap. 12, PL108, 98D-100C. Citar In Exodum.

    81. Cfr. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, vol. 2, Brepols 1991, pp. 155-159; y bibliografa en pp. 299-300.

  • obra compuesta hacia el ao 841 y dedicada al rey Carlos el Calvo,retom tambin la distincin origeniana entre colere y adorare 82.

    En su trabajo de exgesis, Rabano Mauro fue el primero en emplearla Clavis sacrae scripturae de Pseudo-Melitn. Se trata de un lxico bblicoque, sobre la base de la exgesis tradicional, explica los trminos bblicosen su sentido especfico (alegrico) aadiendo los pasajes correspondien-tes. Rabano Mauro hizo de esta obra la primera utilizacin verificable.Actualmente se tiene la impresin de que, despus del comentario sobreSan Mateo, el ms importante comentario de Rabano Mauro es el delPentateuco, en particular del Gnesis, realizado hacia el ao 822. Su dis-cpulo Walafrido Strabon (809-849) hizo resmenes de algunos de ellos 83.

    La exposicin decalogal de Rabano Mauro se encuentra en el librosegundo de su Comentario al libro del xodo. En el captulo 11comenta la preparacin (PL 108, 91D-95A). En el captulo 12 la expo-sicin de los diez preceptos (PL 108, 95A-100C). En el captulo 13expuso la comparacin entre los diez preceptos y las diez plagas deEgipto. Ms adelante, hay otras referencias aisladas al declogo, como lacuestin del sbado (PL 108, 220-221) y la explicacin del significadode las nuevas tablas (PL 108, 234-239).

    En el captulo 11 aparece la tradicional imagen que compara la reve-lacin de la Ley en el Sina con la llegada del Espritu Santo a la Iglesia ylas manifestaciones exteriores de esta teofana con el estruendo que acom-pa la Pentecosts 84. A continuacin Rabano copi el texto de Orgenesliteralmente. Toda la bella comparacin entre la liberacin del pueblo deIsrael, la marcha a travs del desierto que le conduce a recibir la ley, los pre-ceptos de libertad, etc., se interpretan como una explicacin espiritual dela liberacin del pecado y la marcha hacia la libertad para el cristiano 85.

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    82. M. LLUCH, La interpretacin de Orgenes, o.c., pp. 104-105.83. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, vol. 2, Brepols 1991, p. 93.84. R. MAURO, In Exodum, cap. 11, PL 108, 91D-92A: Quinquagesima die post

    actum pascha, data est lex Moysi; ita et quinquagesimo die post passionem Domini, quampascha illud praefigurabat, datus est Spiritus sanctus promissus paracletos super apostolos,et qui cum eis erant... Dicitur illic scripta lex digito Dei, Spiritu sancto... Interpretanturautem Sinai rubrus, quod significat Ecclesiam, in qua et Dominus Moysi loquitur.

    85. Sigue todo el esquema origeniano: Aegyptus: Domus est servitutis: Negotia sae-culi et actus carnis. Judaea et Jerusalem: Domus et mater est libertatis: secundum Deumvivere. Cfr. M. LLUCH, La interpretacin de Orgenes, o.c., pp. 97-99.

  • El captulo 12 contiene el Prlogo al declogo y cada uno de lospreceptos. En el Prlogo sigui tambin el texto de la homila de Orge-nes: La explicacin detallada de la diferencia entre hacer un dolo (ido-lum) y una figura (similitudinem), y la explicacin de las palabras de SanPablo de que el dolo nihil est in mundo 86. Tambin sigui a Orgenes enla comparacin entre el amor de la esposa y la meretriz y en la interpre-tacin de las palabras de que Dios es celoso y castiga en los hijos 87.

    Despus, en la exposicin de los preceptos, Rabano sigui casiliteralmente el texto de Isidoro-Beda-Alcuino, tambin con algunaspequeas variantes, como las haba entre ellos. En general, es msbreve que los anteriores 88. Presento a continuacin cuatro de estasvariantes: al hablar de los seis das de la semana en relacin con laduracin del tiempo, habla de seis edades del mundo como Beda en laExplanatio y no de seis milenios como Isidoro y Alcuino 89. Incluy elquod est mandatum primum en el cuarto precepto y coment lo mismoque Alcuino 90. En el orden, el quinto es non moechaberis y el sexto nonoccides, es decir, como San Agustn y Alcuino, no como San Isidoro.En la lista final de vicios que combaten cada uno de los preceptos, enel primero dice que prohibet subreptionem como el texto de Beda (enIsidoro-Alcuino se deca superstitionem). Y al terminar la enumeracinaadi: quibus regnantur populi Dei, et daemones occidantur, es deciren el primer aadido sigue a San Isidoro y en el segundo a Beda-Alcuino.

    La diferencia fundamental es que al terminar la enumeracin delos preceptos, Rabano Mauro continu con la larga comparacin agus-tiniana entre las prohibiciones de los diez preceptos y las diez plagas deEgipto 91.

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    86. R. MAURO, In Exodum, cap. 12, PL 108, 95A-D. Cfr. M. LLUCH, La interpreta-cin de Orgenes, o.c., pp. 102-104.

    87. R. MAURO, In Exodum, cap. 12, PL 108, 97A. Cfr. M. LLUCH, La interpretacinde Orgenes, o.c., pp. 105-107.

    88. R. MAURO, In Exodum, cap. 12, PL 108, 98D-100C.89. R. MAURO, In Exodum, cap. 12, PL 108, 99B: In sex dierum opere sex aetatum

    operatio continetur.90. R. MAURO, In Exodum, cap. 12, PL 108, 99C.91. R. MAURO, In Exodum, cap. 13, PL 108, 100D-105A: Et notandum quia

    decem plagis etc..

  • EL DECLOGO EN LA GLOSSA ORDINARIA

    Durante siglos Walafrido Strabon ( 849), el mejor discpulo deRabano Mauro en Fulda, fue considerado el autor de la Glossa o Glossaordinaria. Esta obra bblica fue la ms utilizada en la Edad Media. For-mada progresivamente por glosas o escolios, interlineales y marginales,tomados palabra por palabra a la literatura exegtica anterior con el finde explicar todo el Antiguo y el Nuevo Testamento. La razn de haberatribuido a Strabon la Glossa ordinaria se debe al hecho de que se pen-saba que los comentarios que l hizo al Pentateuco fueron retomados almenos parcialmente en la Glossa. Actualmente se sabe que Strabon tuvomuy poco que ver en su constitucin. Quizs se limit a introducir algu-nas pequeas glosas al comentario de Rabano Mauro sobre el Penta-teuco 92. Segn las conclusiones de J. de Blic, el monje de Reichenaucoment los cuatro primeros libros del Pentateuco siguiendo de cerca aBeda el Venerable. Solamente sus glosas sobre el Gnesis y el xodo seemplearon en la Glossa ordinaria y slo una docena de citas de cada libro.Sus glosas eran siempre continuas, ni marginales, ni interliniares 93.

    En realidad la Glossa se form mucho ms tarde, con materialesacumulados fundamentalmente en el siglo XII por Anselmo de Laon (1117), Raul de Laon ( 1136) y Gilberto el Universal ( 1134) 94. Segn

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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    92. Sobre W. Strabon cfr. F. BRUNHLZL, Histoire de la littrature latine, vol. 2, Bre-pols 1991, pp. 103-104 y bibliografa pp. 287-290.

    93. J. DE BLIC, Loeuvre exgtique de Walafrid Strabon et la Glossa ordinaria, Recher-ches de thologie ancienne et mdivale 16, 1949, pp. 5-28.

    94. A. M. LANDGRAFF, Introduction lhistoire de la littrature thologique de la scolas-tique naissante, Paris-Montral 1973, pp. 72-74, donde se citan los trabajos que han per-mitido el descubrimiento de los diferentes autores. Sobre la historia de la composicinde la Glosa bblica la bibliografa es muy abundante, cfr. los siguientes trabajos, pororden cronolgico de su aparicin, B. SMALLEY, Gilbertus Universalis, Bishop of London(1128-1134) and the Problem of the Glossa ordinaria, Recherches de thologie ancienneet mdivale 7, 1935, pp. 235-262 y 8, 1936, pp. 24-60; ID., La Glossa ordinaria. Quel-ques prdcesseurs dAnselme de Laon, Recherches de thologie ancienne et mdivale 9,1937, pp. 365-400; ID., The Study of the Bible in the Middle Ages, Oxford 1952, pp. 46-66 y 224-230. D. VAN DEN EYNDE, Literary Note on the Earliest Scholastic Commenta-rii in Psalmos. Complementary Note, Franciscan Studies 14, 1954, 121-154 y 17, 1957,149-172. A. R. NATALE, Marginalia: La scrittura della glossa dal V al IX secolo, en Studiin onore di Carlo Castiglioni, Milano 1957, pp. 613-630. O. LOTTIN, Psychologie etmorale aux XIIe et XIIIe sicle, t. V, Gembloux 1959, pp. 142-188. B. SMALLEY, Les com-mentaires bibliques de lpoque romane: glose ordinaire et gloses primes, Cahiers de

  • De Lubac la Glossa ordinaria depender tambin de Rufino, al menospor tres vas: reproduce el Orgenes de Rufino, las copias o resmenesque San Isidoro le haba hecho o bien los pasajes de Rabano Mauro que,como antes he sealado, prcticamente reproducen a San Isidoro 95. Apartir de todos estos materiales, recopilados en sucesivas sntesis y conposteriores materiales aadidos se compondr definitivamente en Parsuna glosa normalizada, conocida desde entonces con el nombre deGlossa ordinaria, que servir como instrumento de trabajo a los telogosdurante ms de tres siglos.

    La nica edicin de la Glossa ordinaria es la que se encuentra reim-presa en PL 113-114, que est tomada del incunable de Ble de 1498.Debe utilizarse con muchas precauciones porque en ella hay glosas aa-didas posteriormente y refleja un estado del texto de finales de la EdadMedia.

    Para lo que respecta al declogo, que es el tema de mi estudio, enesta importante obra habra que encuadrarlo en el contexto de las escue-las del siglo XII. La glosa sobre el xodo se atribuye con bastante vero-similitud a Gilberto el Universal. En realidad es una secuencia casi inin-terrumpida de citas o adaptaciones de Orgenes. Adems el autor nooculta esta dependencia sino que lo cita explcitamente. Una presenta-cin pormenorizada de la doctrina del declogo en la Glosa ordinariaqueda fuera de este estudio, pero es interesante tener en cuenta, y que-ra sealarlo aqu, que en ella es la tradicin textual origeniana la queestar presente y no la de San Agustn.

    MIGUEL LLUCH BAIXAULI

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    Civilisation Mdivale Xe-XIIe sicles 4, 1961, pp. 15-22. R. WASLYNCK, Linfluence delexgse de S. Grgoire le Grand sur les commentaires bibliques mdivaux (Ve-XIIe s.),Recherches de thologie ancienne et mdivale 32, 1965, pp. 183-192. B. SMALLEY, AnEarly Twelfth Century Commentator on the Literal Sense of Leviticus, Recherches de th-ologie ancienne et mdivale 36, 1969, pp. 78s. E. BERTOLA, La Glossa Ordinariabiblica ed i suoi problemi, Recherches de thologie ancienne et mdivale 45, 1978, pp.34-78. B. SMALLEY, Some Gospel Commentaries of the Early Twelfth Century, Recherchesde thologie ancienne et mdivale 45, 1978, 34-78. R. WIELCOCKX, Autour de laGlossa Ordinaria, Recherches de thologie ancienne et mdivale 48, 1982, pp. 222-228. G. LOBRICHON, Une nouveaut: les gloses de la Bible, en P. RICH y G. LOBRICHON(dirs.), Le moyen ge et la Bible, Beauchesne, Paris 1984, pp. 95-114, sobre la influenciade Anselmo en la glosa pp. 105-107. B. SMALLEY, Glossa Ordinaria, Theologische Rea-lenzyklopdie 13, Berlin 1984, pp. 452-457.

    95. H. DE LUBAC, Exgse Mdivale, p. 238.

  • Conclusin

    Al terminar este estudio podemos concluir que la doctrina deldeclogo que San Agustn haba acuado en sus sermones y comentariosbblicos fue recibida ntegramente y sintetizada por San Isidoro de Sevi-lla en su breve comentario a los diez mandamientos que se encuentra enlas Quaestiones in Vetus Testamentum. Propiamente no hay nada nuevoen su comentario, pero la misma seleccin y sntesis puede considerarsecomo una aportacin puesto que a travs de l, la doctrina decalogal deSan Agustn ser retomada en el mundo anglosajn y carolingio.

    En primer lugar, por Beda el Venerable. En este autor est presentelo que podramos llamar la tradicin decalogal agustiniano-isidoriana,pero l aadir en sus comentarios importantes imgenes y glosas toma-das de la explicacin de la doctrina decalogal de Orgenes. Adems, Bedaintrodujo algunas consideraciones personales que son originales suyas.

    Alcuino de York en un opsculo monogrfico sobre los diez man-damientos transmite la misma tradicin agustiniana. En su tratadoignora la doctrina de Orgenes y no hay aportaciones personales.

    Posteriormente, Rabano Mauro volver, como Beda, a tener encuenta tanto a San Agustn como a Orgenes.

    Este estudio verifica, en una cuestin doctrinal concreta, lo quefue el movimiento de transmisin literaria y doctrinal en los siglos alto-medievales. Para la historia del declogo es interesante comprobar queen un perodo de ms de dos siglos, desde el 624 al 834, se observa unaindudable continuidad textual y doctrinal. Los comentarios a los diezmandamientos se han consolidado en una doctrina comn, en la queslo se encuentran pequeas variantes y, en algunos casos, breves apor-taciones personales de los autores. As ir avanzando la tradicin deldeclogo que desemboc, por un lado, en la gran Glosa bblica, que seconvirti en la Glossa ordinaria a comienzos del siglo XIII, y, por otrolado en el movimiento sistematizador de la primera teologa escolsticadesde mediados del siglo XII.

    Por lo que se refiere al contenido de los comentarios estudiados seencuentran interesantes referencias que ilustran sobre la evolucin de lacultura y de la visin del mundo de estos autores representantes de su

    LA INTERPRETACIN DEL DECLOGO EN LOS SIGLOS VII AL IX.SAN ISIDORO DE SEVILLA, BEDA EL VENERABLE Y LOS ESCRITORES CAROLINGIOS

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  • poca. Adems, se encuentra lo que podra llamarse la comprensin cris-tiana de los mandamientos del Sina. En sus glosas, estos autores fueronenriqueciendo e iluminando la letra de la Escritura con todo lo que larevelacin de Cristo la ha completado: El paralelismo entre el Sina y laIglesia, las referencias a la Trinidad divina, el significado escatolgico deldescanso sabtico, la historia de la salvacin centrada en el nacimientode Cristo, la unidad inseparable de las tablas en el nico mandamientodel amor, etc. Son temas especficamente cristianos con los que la Tra-dicin de la Iglesia reciba el declogo dado por Dios a Israel en el Anti-guo Testamento y reunindolo con la novedad del Nuevo Testamento yde la Persona de Cristo.

    Miguel Lluch BaixauliFacultad de Teologa

    Universidad de NavarraPAMPLONA

    MIGUEL LLUCH BAIXAULI

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