michaela corletta-lugares de la memoria

5/14/2018 Michaela Corletta-lugares de La Memoria - slidepdf.com

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"Lugares de memoria" relación de tensión entre lo público y lo

privado.

Ma. Micaela Corletta, Gabriela Micozzi, Marcela Valdata.

CEIA (Centro de Estudios Interdisciplinarios en Antropología),~.

Facultad de Humanidades y Artes.

UNR

Palabras claves: Centros Clandestinos de Detención-" Lugares de memoria-' J

público/privado

Introducción

binomio

Esta investigación forma parte de un proyecto mayor radicado en el Centro de Estudios

Interdisciplinarios en Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, es llevada

a cabo por alumnos de la carrera de antropología y de Museología y dirigida por la' Lic. Marcela¡~ '

Valdata. El mismo aborda diferentes problemáticas tales como desaparecidos inhumados encementerios como NN, centrando el objetivo en la búsqueda de identidad de las personas; y los

ciudadanos ingresados con nombre y apellido e inhumados por Muerte violenta (MV); así como

también la ubicación y reconstrucción de lugares considerados como Centros Clandestinos de

Detención (CCD) en Rosario y zonas aledañas.

En el siguiente trabajo se expondrá un caso sobre un posible centro clandestino de detención,

situado en una localidad de la provincia de Santa Fe, la cual pertenece al 20

Cuerpo del ejército.

El material recogido hasta el momento fue realizado por medio de trabajo de campo dentro del

predio y zonas aledañas, consulta a periódicos de la época, causas judiciale,~ (Feced) y

entrevistas a lugareños, realizando un registro audiovisual.

, 1

Por las características particulares que hoy presenta el' edificio, como investigadores nos

interrogamos sobre la asignación de valor que se le otorga a estos lugares, abriendo el debate': ~



sobre las concepciones de "lugares de memoria" en tanto espacios privados habitados en la

actualidad.

Lugares de memorias

El entorno que nos habita en 1 0 más cotidiano, está cargado de monumentos, museos, parques,

grafittis, esténcil, que remiten a parte de la historia de nuestra ciudad, de nuestra realidad, o de

nuestra gente. Son marcas o Lugares de Memoria que adquieren significación y mayor presencia

cuando nuestra mirada los vincula a situaciones traumáticas de la historia.

La denominación Lugares de memoria ha sido acuñada por Pierre Nora definiéndola como:

"Los lugares de memoria son, en primer lugar, restos. La forma extrema donde

subsiste una conciencia conmemorativa en una historia que la convoca porque la

ignora ( o o .) Los lugares de la memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay

memoria espontánea, que hay que crear archivos, que hay que mantener los

aniversarios, organizar celebraciones, pronunCiar elogios fúnebres, levantar actas,

porque estas operaciones no son naturales. Es por eso que la defensa de una memoria

refugiada de las minorías sobre hogares privilegiados y celosamerlte"guardados llevan

a la incandescencia la verdad de todos los lugares de memoria. Sin vigilancia

conmemorativa, la historia los barrería rápidamente."

(Pierre Nora, "Between Memory and History", pp. 7-8)

En este sentido, los CCD, los lugares donde se pergeñaron las atrocidades más inhumanas de la

historia, instituciones públicas que ocultaron la cara del horror, fueron siendo reconocidas

paulatinamente por un gran número de ciudadanos, como aquellos lugares desde los cuales se

había implementado el terror. Comenzó a ser necesario que esto quede grabado en la memoria.

La historia ha mostrado que estos espacios fueron transformados, los que otrora eran redüctos

siniestros, en los que se perpetuaron los crímenes más violentos de nuestra cercana historia,

pasaron a ser una serie de instituciones con funciones diferentes a su origen y cuya misión fue

mantener viva esa memoria. Podemos destacar lugares como Auswitch, la ESMA (Escuela de

Mecánica de la Armada), Museo de la Memoria Rosario, etc. Las acciones implementadas para



lograr esta transformación (algunas todavía sin lograrlo) requirieron de la directa participación

del Estado, a través de la generación de políticas públicas en el marco de la defensa ¡'delos

derechos humanos en repudio de crímenes de lesa humanidad, de marcos jurídicos que: 1 "

permitieran imponerlos a la sociedad como "otros" lugares donde se podía palpar el sudor del

horror.

Los espacios públicos en las grandes ciudades posibilitaron construir recordatorios permanentes

de escenas y episodios de la última dictadura. Lugares ele conmemoración, c t e intervención,i f

emplazamientos de monumentos como El Parque de la Memoria en Buenos Aires, el Bosque de

la Memoria en Rosario, o contramonumentos como fue planteado por Horst Hoheisel por la

memoria de "víctimas" con la Fuente Aschrotl.

Ahora bien, también están esos sitios de memoria tangibles que no están enmarcados en

monumentos e intentan hacernos recordar algo o preguntarnos acerca de eso que allí se imprime.

Estos parecen ser "otros" lugares de memoria visitados por un público heterogéneo, pasajero."(!

Daría Ares los define en su audiovisual como

aquellos "sitios" donde la memoria está electivamente encarnada y que poryoluntadli

de los hombres y el transcurrir del tiempo han perdurado como sus símbolos más

destacados( ... ) en los que algo sucedió que no debiera ,olvidarse o que se resiste a ser" fj

olvidado.! 'i

En estos casos la intervención es de manos anónimas, hay una ausencia del Estado, de políticas! !

públicas salvo prohibiciones de fijar carteles. Son proclamas de protestas efímeras, aunque

paradójicamente, muchas perduran en el tiempo.

En función de lo expuesto podemos agrupar a los Lugares de,Memoria en dos categorías:

a- Permanentes: estatales, públicos, enmarcados en norn1as jurídicas {expropiación-

intervención, etc), edificios que remiten a lugares de excesos, de morbosidad, tensión," I i ~

horror, etc. Lugares museables que implican una estructura administrativa, burocrática,

"1 Ares, Daría (2006) Lugares de memoria. Relevamiento fotográfico. Museo de la Memoria. Municipalidad de

Rosaría.



transformando su función, con un público ad boc. Espacios testigos, probatorios en los

juicios de lesa humanidad.

b- Efimeros: instancias de lo callejero, sin enunciación de organización preestablecida

aunque remiten a pequeñas huellas colectivas, sin estructura administrativa, plasmada a

través de diferentes técnicas, con presencia de un público casual, heterogéneo. Espacios

que generan recuerdos individuales, privados.

Esta distinción entre lo permanente/efímero nos recuerda a Pierre Nora cuando establece las

diferencias entre memoria e historia. En una entrevista realizada por Luisa Corradini dice lo

siguiente:

La memoria depende en gran parte de lo mágico y sólo acepta las informaciones que

le convienen. La historia, por el contrario, es una operación puramente intelectual,

laica, que exige un análisis y un discurso críticos. La historia permanece; la memoria

va demasiado rápido. La historia reúne; la memoria divide?

Sintetizando diremos que la primera categoría podríamos remitirla a la historia y la segunda

a la memoria. No obstante, nos queda sin resolver y 'sin otorgarle ninguna clasificación a

los lugares "pasibles de haber sido lugares de memoria (CCD) durante la dictadura, pero

que hoy son viviendas privadas", es decir que entrarían en la categoría a- pero con

componentes de b-. Desarrollaremos en el punto siguiente un caso en particular sobre el

que estamos realizando parte de esta investigación.

Relación de tensión entre lo público y lo privado.

¿ Qué pasa cuando esos espacios son habitados por particulares sin haber sido conscientes de

esos momentos de terror o habiéndolos descubiertos en ese preciso instante de llegada?

1Corradini, Luisa (2006) "No hay que confundir memoria con historia" reportaje a Pierre Nora para Diario La Nación, 25 de

marzo de 2006. Argentina



Retomando uno de los ejes de nuestros trabajos anteriores, ~s necesario hacer algunas reflexiones

sobre las dificultades que se nos presentan en cuanto al estudio y la reconstrucciÓn de los CCD.

En primer lugar es necesario discernir las distintas funciones que cumplía cada centro en la

configuración total del sistema represivo. "Esto, en parte, está ligado a la distin9ión que existía

entre centros que funcionaron en dependencias públicas y aquellos que funcionaron en

propiedades que pertenecían a particulares y que fueron adquiridas por el Estado para estos fines.

De esta manera algunos lugares funcionaban como centros de detención permanente, mientras

que otros funcionaban como centros de paso" 3.

La identificación de los lugares de detención sigue siendo en la actualidad una tarea ardua.G. Aguila expone que

"( ... ) esto es particularmente visible en el caso de las "casas" o "quintas", que

parecen haber funcionado por periodo no demasiados extensos y donde las victimas

no tenían contacto frecuente con otros detenidos o permanecieron poco tiempo en los

sitios." (Aguila, 84)

Otra problemática central en esta tarea es el hecho de que en el periodo postdictatorial los CCD

han sufrido importantes modificaciones y deformaciones fisicas que en la actualidad dificultan

tanto su reconocimiento por aquellas personas que estuvieron allí detenidas, como nuestra

posibilidad de encontrar coincidencias entre los testimonios y las características fisicas del lugar

en la actualidad. Aquellos centros que funcionaron en propiedades privadas, y que han

permanecido durante todos estos años en uso, son los más plausibles de haber ' sufrido

modificaciones.

En el caso que nos ocupa la información nos llegó por un habitante de la localidad~: hoy rpiembro \ 1 ;

de este equipo de trabajo, que relata el arribo de una pareja a su casa en 1986, con el objetivo de!~..

ubicar una casa donde la mujer sostiene que estuvo secuestrada. En una comuni~ación :anterior

planteamos este espacio como un posible CCD. Los testimonios cierran en torno a ,algunos¡ ¡

espacios aún conservados, con muestras de particulares evidencias que determi~aban ,.que ese

3 Corletta, M; et.al (2007) Abriendo puertas: construyendo la memoria pensando en el futuro. )" Jornadas Rosarinas de

Antropología Sociocultural. lSSN 1667-9989



espacio fue un lugar de tránsito ante las detenciones clandestinas. No hay pruebas contundentes al

respecto pero en nuestra reconstrucción podemos atestiguar que ese espacio contiene muchas

marcas evidenciadas por testimonios. Una mujer que estuvo detenida y desconoce el lugar, en su

relato menciona que la edificación poseía dos gallineros en los cuales fue retenida hasta su

posterior traslado a la casa. Tanto los gallineros como las baldosas que recuerda fueron

encontrados en el lugar. Los vecinos como así también los actuales dueños brindan información

que contribuye a definir la función de la casa en la última dictadura. Entre sus relatos comentan

los movimientos de autos por la noche ajenos a la localidad, personas armadas en la casa y la

imposibilidad de la policía local de acercarse al lugar. Por otro lado, una vez adquirida la casa en

1982 el dueño encuentra en el interior camas, colchones, ropa, fotografías y cartas de otros

países. En la actualidad sostiene haber quemado todo luego de tener un encuentro con el antiguo

dueño, exigiendo las cosas.

La lucha por haber obtenido ese espacio fue ardua. La mujer provenía de una familia muy

humilde y para sobrevivir cuidaba los animales que poseía el dueño de la casa como fachada,

mientras que su esposo (que aún no lo era) trabajaba los campos aledaños. La adquisición de la

casa demandó mucho esfuerzo, el cual sigue reproduciéndose en la actualidad para poder llevar

adelante su vida y las de sus hijos.

Frente a esto surge otra situación que marca la vida de los actuales habitantes. Si bien la función

del lugar no es de conocimiento público por todos los habitantes, ni se encuentra declarado como

CCD, recorre la localidad en forma de sospecha, como algo que se dice por lo bajo. Entre los

vecinos del pueblo, esta edificación es "la casa de ... " y solamente interrogando sobre el pasado y

generando una atmósfera de confianza se explicita la memoria que los lugareños poseen del lugar

en el período dictatorial. Esto recae sobre los propietarios como una estigmatización, se evidencia

en los comentarios que recibe la mayor de las hijas en el establecimiento escolar sobre su casa,

para ella su hogar. El estigma en este caso puede presentarse como una forma de rechazo y

exclusión. Las personas estigmatizadas llegan a internalizar el estereotipo que reciben, y a

creerlo.



Lo privado de la vida familiar se contrapone y convive con lo público del conocimiento de la

función pasada de la edifica:ción~ ¿Cómo articula, la familia, esta doble situación? ¿Cómo

apropiarse y transformar un espacio de horror en uno doméstico? Los cambios edilicios llevados

a cabo en la actualidad y la quema de todo lo encontrado en el interior de la vivienda puede ser

entendido como la necesidad de alejar, de separar y de transformar el lugar, para volverlo acorde

a su vida familiar, como una lucha continua contra lo que significó el lugar eniiun pasado, la

función que tuvo y contra los estigmas que recaen sobre la familia por vivir allí. Paradójicamente,

también pareciera que al no poseer una relación directa con lo ocurrido en el lugar contribuye a

resolver esta situación. En diferentes momentos de la narración parece que lo que pasó allí no les

pasó a ellos, llegaron después y nada tienen que ver. Un dato significativo fue que luego de

nuestra segunda visita y habiendo finalizado con el relevamiento audiovisual, uno de los

integrantes del equipo, nativo de la localidad, acompañó a personas que quisieron ir a la

propiedad en nombre del Museo de la Memoria de Rosario. Observó que la displicencia con la

que los trató se distanciaba del trato y predisposición que tuvo con nuestro equipo.

Los diferentes actores que ocuparon y ocupan ese lugar le otorgan diversos significados. MientrasF

que p~a las personas que e'stuvieron allí secuestradas, el lugar puede ser' recordado c¿mo un: 1

lugar del horror, para sus nuevos habitantes el espacio aparece resignificado. En concordancia

con Héctor SchmucIer pensamos que "la pura existencia del lugar, el puro reconocimiento de lo

que aconteció en ese lugar, no impone un recordar común para todos. Así es la memoria4

".

: ¡ , ¡,

Nos interrogamos acerca de ¿Qué posición tomar ante la paradoja que implica, en este caso, el. '

binomio público/privado? ¿cómo actuar como antropólogos investigadores?

Si tenemos en cuenta lo establecido durante el "Primer Encuentro de la Red Federal de Sitios de

.la Memoria"s, se acuerda:

a) Identificar y señalizar todos los CCD que funcionaron en el país.

4 Schmucler, Héctor (2006) "La inquietante relación entre lugares y memorias". En el marco del Taller "Uso' público

de los sitios históricos para la transmisión de la memoria", Buenos Aires.

5 Acta del "Primer Encuentro de la Red Federal de Sitios de la Memoria", Octubre de 2006, Argentina.



b) Verificar la situación en la que se encuentren los CCD ya identificados.

c) Arbitrar las medidas judiciales y administrativas pertinentes a los fines de impedir que los

CCD sufran alteraciones que desvirtúen su valor testimonial.

d) Identificados CCD en dependencias de las Fuerzas Armadas cada jurisdicción deberá

comunicarse con la Secretaría de Derechos Humanos a los efectos de dar cumplimiento a la

Resolución 192/06 del Ministerio de Defensa que declara intangibles los predios en los que

funcionaron dichos CCD.

e) Utilizar un sistema de señalización común en todo el país, para facilitar la identificación de los

CCD.

Por otro lado, frente a la necesidad de hacer público y visibles estos sitios, los Principios de

Responsabilidad Profesional elaborados por la Asociación Americana de Antropología exponen

que,

" ... Los antropólogos deben hacer todo lo que esté de su parte para evitar que su investigación

cause daño a la seguridad, dignidad o privacidad de las personas con quienes trabaja, investiga o

desarrolla actividades profesionales ... "

Aquí se noS presenta una nueva paradoja, hacer pública la información implica la posibilidad de

rotular esta vivienda como CCD, con todos los perjuicios que trae aparejado. Pero también sería

ocultar información lo que podría significar una "traba" en los procesos de reconstrucción de la

memoria y en los juicios, como se han llevado a cabo hasta el momento. ¿Cómo entender este

espacio? ¿Puede tomárselo como un lugar de memoria? ¿Puede denominárselo Centro

Clandestino de Detención? ¿Qué implicaría esto? ¿Qué sería lo ético como antropólogos?

Frente a todas estas preguntas consideramos que recuperar el sitio, no implica la expropiación.

Nos surge una posibilidad: la de re-construir el espacio, documentándolo a través de registros

visuales, escritos y bajo todas las posibles modalidades de registro, con toda la información

recavada que contribuyan a las investigaciones judiciales y además sean supletorias de

intervención en el lugar físico. Una experiencia de trabajo es la llevada a cabo en el Área de

Derechos Humanos de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR. Bajo los

pedidos probatorios para los juicios, este equipo se encarga de reconstruir por medio de

GGGGccCC~~OJOUüUUOUUÚUOuUU00UJOOU0L



maquetas, lo es en la actualidad y cómo fue cuando era CCD. Otro reconoci~o trabajo es el

realizado bajb el' programa Topografia de la-Memoria,ll~vado acabo por Memoria Abierta.

Acordamos con los principios planteados por la Red Federal de Sitios de la Memoria, en 1 0 que

más arriba definimos como "Lugares de memoria permanente", pero tenemos nuestra, reserva

cuando pensamos en el caso que nos convoca, pues consideramos, por todo lo expuesto, que

estigmatizaría aún más a sus habitantes y pondría a esta casa en el centro de aÚmción de esa

pequeña localidad.

Consideraciones Finales

Si bien se toma dificultoso, por lo complejidad de la situación previamente desarrollada, otorgar

una respuesta a estos interrogantes, creemos que es necesario formular uria opción, una

posibilidad que nos permita superar estas circunstancias. Para que ésta resulte operativa, y pueda

cumplir los objetivos para los cuales fue pensada, es necesario que se plantee un debate

interdisciplinario entre los diferentes actores involucrados: investigadores de diferentes ramas de"

la ciencia, poder judicial, con el fin de unificar criterios, llegando así a un acuerdo sobre cómo

conceptualizar y actuar frente a estos "otros" lugares, hoy viviendas privadas.Partiendo de considerar la multiplicidad de intereses, en estos casos y en particular en el

desarroll~do, creemos que la opción de re-construir el espacio, documentándolo d~ forma

fehaciente e involucrando a todos los actores participantes, puede ser una respuesta posible al

binomio público/privado. De esta forma el lugar adquiriría el valor que tiene en el,marco de estos' 1

trabajos y no resultaría damnificada la familia que hoy, vive allí. Para complementar estos

espacios de trabajo es interesante concebirlos como trabajos en red, ya que permitiría que las

diferentes áreas se ocupen de sus propios y específicos saberes. Uno de los aspectos que estamos

tratando de llevar a cabo en nuestra investigación es el de establecer las rutas del horror quecircundarían a ésta y otras localidades sobre las que no tenemos datos precisos. Otro, es la

problematización sobre el recurso audiovisual6, como técnica exclusiva de recoleóció~ de datos,

en espacios, como el trabajado.

6 La paradoja de la imagen sobre presuntos Centros Clandestinos de Detención. Aspectos éticos sobre la mirada

antropológica. María Micaela Corlena, Gabriela Micozzi y Marcela Valdata. CEIA. Facultad de Humanidades y Artes, UNR



Abordar este tipo de dificultades que se nos presentan en nuestra práctica, en espacios como el de

éste congreso se toma primordial para abrir el debate y replantear nuestras acciones como

científicos. El objetivo de esta ponencia no fue proveer de respuestas sino de preguntas y

alternativas para seguir pensando nuestra labor antropológica.

LLLCCC~COCCOCOUOÜÜOüüUUUUüUOQUUU~~~



Bibliografía

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sobre la represión y los comportamientos y actives sociales en dictaduras. Prometeo libros. lera

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antropológica. CElA. Facultad de Humanidades y Artes, UNR (inédito)

michaela corletta-lugares de la memoria

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