mi estilo de organizar el tiempo 1
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MI ESTILO DE ORGANIZAR EL TIEMPO
INTRODUCCIÓN
Desde muy niños no enseñan cómo utilizar nuestro tiempo y para ello
optamos por un horario que debemos respetar.
Para algunas es fácil cumplirlos pero a otros les es muy difícil…
¿Te interesa saber cuál es tu estilo de organizar tu tiempo?
¿QUÉ ES EL TIEMPO?
Del latín “tempus”, la palabra tiempo se
utiliza para nombrar a una magnitud de
carácter físico que se emplea para realizar la
medición de lo que dura algo que es
susceptible de cambio. Cuando una cosa pasa
de un estado a otro, y dicho cambio es
advertido por un observador, ese periodo
puede cuantificarse y medirse como tiempo.
Por ejemplo: “Tendría que pasar por la casa
de Marcos, pero no tengo tiempo”, “¿Quieres
ir a desayunar? Tenemos tiempo de sobra”,
“Ya no hay más tiempo para esperar: dile a Grontter que rechazamos su
propuesta”.
Gracias al tiempo, podemos organizar los hechos de manera secuencial.
Este orden deja establecido un pasado (aquello que ya sucedió), un
presente (lo que está pasando en el momento) y un futuro (aquello que
va a pasar próximamente).
¿MONO Y POLI?
Se refiere a dos formas distintas de pensar el tiempo y
organizarlo.
¿Qué es el tiempo para ti? ¿Te lo has preguntado alguna vez?
Pues muchas personas también se lo han hecho.
La Cultura andina, cultura de un mundo vivo, late al ritmo de
los ciclos de la siembra y la cosecha.
Su estilo de vida está marcado por un sistema de producción
agrícola con una concepción cíclica del tiempo. Para las
culturas agrícolas, los antepasados y las tradiciones son muy
importantes y guían su presente y su futuro.
En el mundo occidental el tiempo se percibe más bien de
manera lineal, es decir, el pasado queda atrás y se cancela por
el ansia de proyectar lo que se va a vivir en el futuro. Es común
que en las ciudades modernas las familias planifiquen sus vidas
pensando principalmente en el futuro, se preocupen por lograr
una mejora económica, tener casa propia, un negocio,
proyectándose sin tomar en cuenta el pasado.
CULTURAS MONOCRÓNICAS Y CULTURAS
POLICRÓNICAS
Edward Hall, antropólogo estadounidense, afirma que hay dos formas de
organización del tiempo: Monocrónico y Policrónico. La palabra mono
significa “uno”; poli significa “varios” y cronos, “tiempo”.
Las culturas son monocrónicas o policrónicas y nosotros, al ser parte de la
cultura, aprendemos a serlo también. Las culturas MONOCRONICAS le dan
mucha importancia a la planificación y a la puntualidad. Por su parte, las
POLICRONICAS se caracterizan porque prestan atención a varias cosas a la
vez. En estas, la participación de los individuos es importante y las
acciones no siempre se hacen según un plan establecido.
El tiempo Policrónico se concentra en el momento; el Monocrónico, en la
planificación y en las consecuencias.
ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO
Alcanzar nuestras metas en la universidad probablemente nos exija un
nivel de aprovechamiento del tiempo que no hemos alcanzado, ni
necesitado, antes. La manera en que empleamos nuestro tiempo es una
cuestión de hábitos. Aquí te sugerimos algunas estrategias básicas que,
con algo de esfuerzo, pueden ayudarte a organizar y aprovechar tu
tiempo.
DIEZ MANERAS DE ORGANIZAR SU TIEMPO
He recopilado diez maneras de organizar su tiempo que quizá le
resulten útiles:
1. Utilizar una herramienta de gestión del tiempo:
Puede ser un sofisticado software o un bolígrafo y un papel. Necesitará
establecer sus tareas diarias y conocer el tiempo del que dispone para
completarlas.
2. Conozca sus prioridades.
Lo mejor es poner las cosas que son más importantes en la parte
superior de su lista y dejar una cantidad adecuada de tiempo para
conseguir que estas tareas se finalicen. Al final del día, estos logros le
ayudarán a sentir que ha hecho un buen trabajo.
Si ciertas cosas no se hacen deberá asegurarse de que son aquellas que
no corren prisa (las que están en la parte inferior de su lista).
3. Establezca una rutina.
Le ayudará a ser más organizado y será más fácil manejar el tiempo.
4. Organización.
Esto significa gestionar los archivos de su ordenador u organizar las
tareas del hogar y de la oficina. Esto le ayudará a ahorrar tiempo en
cosas tales como la búsqueda de elementos que pueda necesitar. Sabrá
donde lo tiene todo y le ahorrará tiempo.
5. Cuente siempre con un plan.
Teniendo un plan siempre sabrá lo que tiene que hacer y organizar el
tiempo que necesita para llevarlo a cabo. Evitarás el problema de no
tener suficiente tiempo para completar una tarea. Establezca metas y
cuánto tiempo necesita para lograr esas metas.
6. No pierda el tiempo.
La baja motivación es nuestro principal enemigo interno. Las
interrupciones, amigos, televisión, comer a deshoras…son nuestros
principales enemigos externos. Lo mejor es mantener la concentración
y tratar de no dejar que estas influencias se interpongan en nuestros
quehaceres.
7. Reserve tiempo extra que necesita para sus cosas.
No importa las tareas que tenga que hacer. Reserve tiempo para sí
mismo. Hay ocasiones durante el día que son buenos para parar,
descansar o disfrutar de una comida. Cuando planee su día asegúrese
de planificar su tiempo libre. Esta es una buena manera de volver a
centrarse y encontrar más energía para el resto del día.
8. Seguimiento de su tiempo.
Existen diversas herramientas de gestión de software que puede utilizar
para rastrear correctamente la cantidad de tiempo que le ocupa hacer
ciertas tareas. Puede haber ocasiones en las que no pase suficiente
tiempo haciendo algo o cuando los objetivos que ha establecido
requieren más tiempo de lo estimado. A continuación, puede reorientar
sus objetivos y tareas para el día siguiente.
9. Utilice los recursos adecuados.
Muchas veces, se pierde tiempo tratando de encontrar la mejor forma
de gestionar su tiempo. Lo mejor es atenerse a un tipo de sistema o
proceso que le funciona mejor. Esto le ayudará con sus rutinas y tareas
diarias. Cuando gasta demasiado tiempo en busca de algo nuevo pierde
tiempo cuando para tratar de lograr su meta.
10. Pida ayuda cuando lo necesite.
Si hay una gran cantidad de metas que tiene que cumplir y no ve la
manera de llegar a todo, pida ayuda a alguien. Hay muchos a su
alrededor que apoyan lo que está tratando de hacer y estarían
dispuestos a ayudar en determinadas tareas si usted lo necesita.
OBSTÁCULOS PARA ORGANIZAR EL TIEMPO
Mal cálculo del tiempo y la consiguiente sobrecarga de tu agenda
· Aunque pueda resultar algo tedioso, intenta observarte y estimar con
precisión el tiempo que te lleva cada una de tus actividades.
· Examina tus prioridades. A veces tendemos a hacer las tareas menos
prioritarias en vez de hacer cosas más importantes (ej. limpiar el cuarto
vs. estudiar).
· Pregúntate con frecuencia “¿Cuál el mejor uso que puedo darle a mi
tiempo?”
Estar demasiado disponible
· Intenta controlar el “tráfico”: no respondas el teléfono, cierra la
puerta, usa un cartel de “no molestar”.
· Revisa tus motivaciones: ¿Estás intentando «darle el gusto» a todos
para ser aceptado? ¿Temes no agradarles? Intenta distinguir qué es lo
más importante.
· Intenta comunicarte asertivamente: “Realmente me gustaría salir
contigo esta noche, pero debo leerme estos capítulos sin falta».
La tiranía de lo urgente
Tanto el examen de mañana como una llamada telefónica requieren
nuestra atención. Ambos son urgentes, pero ¿cuál es más importante?
· Si estás siempre corriendo para completar tareas urgentes,
probablemente significa que estás teniendo problemas para administrar
tu tiempo, para identificar tus prioridades o acostumbrándote a «dejar
las cosas para luego».
· Aprende a delegar, o ignorar, las tareas que son urgentes pero no
prioritarias. Ej. Si un amigo necesita un libro tuyo urgentemente, que
venga él a buscarlo, o que se espere hasta mañana: tu “ahora” no
puedes dejarlo todo para llevárselo.
Distractibilidad
Mantener altos niveles de atención y concentración requiere a veces
mucho esfuerzo.
· Intenta entrenar tu concentración mediante periodos breves e
intensos de atención y esfuerzo. Diez buenos minutos de esfuerzo, con
objetivos a corto plazo, pueden ser muy productivos.
· Observa tu nivel de ansiedad. ¿Sabes por qué estás ansioso?
¿Puedes controlar la ansiedad?
¿Sabes relajarte?
· Vigila tu tolerancia a la frustración. ¿Te estás enfrentando con una
tarea difícil que requiere más tiempo? Si pretendes hacerlo todo de
golpe, es probable que no lo logres. La consecución de objetivos ha de
ser progresiva. Intenta marcarte un ritmo y si lo necesitas, busca la
ayuda de un tutor.
El hábito de la postergación: «Dejarlo para después» con demasiada
frecuencia
Todos postergamos nuestras responsabilidades de vez en cuando. La
clave está en saber qué cosas «dejamos para luego», cómo y por qué.
¿Qué tareas son las que más evitas? ¿Cuál es tu excusa favorita para
postergarlas? ¿La televisión, Internet, las labores domésticas?
· Algunas cosas las posponemos fácilmente porque son relativamente
poco importantes, otras por nuestra inseguridad acerca de cómo
deberíamos hacerlas, otras porque son sumamente importantes o
particularmente difíciles. Revisa tus motivaciones.
· Algunas personas temen fracasar debido a la importancia o dificultad
de la tarea. Algunas temen al éxito, porque hacerlo bien implicaría
nuevas y mayores exigencias. Otras resienten la autoridad y se resisten
a cumplir sus demandas. Algunas personas son perfeccionistas y se
niegan a intentarlo si no están seguros de un resultado perfecto.
Algunos tienen muy baja tolerancia a la frustración y prefieren evitar el
mal rato. ¿Te identificas con alguno?
· Si el hábito de postergar tus tareas se convierte en un problema serio,
deberías buscar la ayuda de un profesional.
Miedo al fracaso
« ¡Si fallo en este examen, mis padres me matarán! ¡No soy un buen
estudiante! ¡No doy la talla! ¡Nunca acabaré la carrera! ¡Nunca
conseguiré un empleo!» ¿Te suena familiar este discurso?
· Nuestras autocríticas o descalificaciones “automáticas”, esa voz crítica
en tu cabeza, aumenta el estrés, puede disminuir la motivación y la
acción, distraer tu atención y concentración, reducir tu eficacia y,
finalmente, brindarte una excusa para un mal resultado.
· Analiza lo que te dices a ti mismo... ¿Te motiva o te pone más ansioso?
¿Te aleja o te acerca de tu objetivo?
· Reemplaza esas críticas automáticas, esas luchas internas de
pensamientos por acciones (¡siéntate y hazlo!). Es la única manera de
avanzar y sentirte bien.
Perfeccionismo
· El perfeccionismo sirve para inhibir la acción, evitar complicaciones,
liberar ansiedad, y finalmente, te brinda una excusa para un mal
rendimiento... (“Realmente no lo he intentado, así que no es un
indicador fiable de mi capacidad.”) Refleja un pensamiento tipo todo-o-
nada: “Cualquier nota por debajo de la Matrícula, sabe a Suspenso, así
que ¿por qué esforzarme?
- Examina la motivación que subyace a tu perfeccionismo: ¿estás
intentando evitar la acción por inseguridad o miedo?
· Examina el valor relativo de lo que estás intentando hacer. Algunas
cosas son suficientemente importantes como para que las hagamos a la
perfección, pero la mayoría se satisfacen con un esfuerzo «bastante
bueno».
ALGUNOS TRUCOS PARA AHORRAR TIEMPO
· Lleva siempre algo que leer en la mochila («trabajo de bolsillo»).
· Protégete de la «Ley de Parkinson»: el trabajo se alarga hasta ocupar
todo el plazo de tiempo disponible.
· Combate la somnolencia. No te eches siestas, sal a caminar.
· Tómate descansos durante el estudio (y no al revés); un receso de 5
minutos es motivador y el material estudiado tiene tiempo de
asentarse. Haz un repaso antes de cada receso.
· Utiliza recordatorios para saber dónde retomar el trabajo la próxima
vez, y para no olvidar las cosas que debes hacer.
RECUERDA
No importa cuáles sean sus metas ni lo que está tratando de lograr día a
día. Utilizando los recursos adecuados y manteniéndose organizado con
lo que tiene que hacer podrá acabar con éxito sus metas.