metáfora y metonimia

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El seminario de Jacques Lacan. Libro 2 “Las Psicosis” Clase XVII. Metáfora y Metonimia (I): “Su gavilla no era avara ni odiosa” Su gavilla no era avara ni odiosa es una metáfora. No es una comparación latente, tampoco es: así como la gavilla se esparcía gustosamente entre los necesitados, así tb Booz no era avaro ni odioso. No hay comparación sino identificación . La metáfora supone que una significación es el dato que domina y desvía, rige el uso del Ste, de tal manera que todo tipo de conexión preestablecida, lexical, queda desanudada. Nada en el uso del diccionario puede sugerir que una gavilla puede ser avara u odiosa. Resulta claro que el uso de la lengua es susceptible de significación sólo a partir del momento en que se puede decir Su gavilla no era avara ni odiosa, vale decir, en que la significación arranca al Ste de sus conexiones lexicales. Esta es la ambigüedad del Ste y el sdo. Sin la estructura Ste, es decir, sin la articulación predicativa, sin la distancia mantenida entre el sujeto y sus atributos, no podría calificarse a la gavilla de avara y odiosa. Porque hay una sintaxis, un orden primordial del Ste, el sujeto es mantenido separado, diferente de sus cualidades. Pero en la medida en que no tiene la articulación, lo discursivo (que no es simplemente la significación, sino alineamiento del Ste), la metáfora es impensable. Esta fase del simbolismo que se expresa en la metáfora supone la similitud , la cual se manifiesta únicamente por la posición . La gavilla puede ser identificada a Booz en su falta de avaricia y en su generosidad, por el hecho de que es el sujeto de avara y odiosa. La gavilla es literalmente idéntica al sujeto Booz por su similitud de posición. Su dimensión de similitud domina hasta tal punto la aprehensión del juego del simbolismo que enmascara la existencia de la otra dimensión, la sintáctica. Sin embargo, esta frase perdería toda especie de sentido si mezcláramos el orden de las palabras. Cuando se habla de simbolismo se descuida la dimensión vinculada a la existencia del Ste, a la organización del Ste. Jakobson propuso una distribución de los trastornos afásicos a la luz de la oposición entre, por una parte, las relaciones de similitud, o de sustitución, o de elección y tb de selección o competencia, en suma, todo lo que es del orden del sinónimo y, por otra, las relaciones de contigüidad, de alineación, de articulación Ste, de coordinación sintáctica. Habitualmente, siempre colocamos el sdo en un 1er plano de nuestro análisis (es lo más seductor). Pero, desconociendo el papel mediador primordial del Ste, desconociendo que el elemento guía es en realidad el Ste, no sólo desequilibramos la comprensión original de los fenómenos neuróticos, la interpretación misma de los sueños, sino que nos volvemos absolutamente incapaces de comprender qué sucede en la psicosis. Si un aspecto, tardío, de la investigación analítica, el concerniente a la identificación y el simbolismo, está del lado de la metáfora, no hay que descuidar el otro, el de la articulación y la contigüidad, con lo que en él se esboza de inicial y de estructurante en la noción de causalidad. La forma retórica que se opone a la metáfora se llama metonimia. Designa la sustitución de algo que se trata de nombrar. Se nombra una cosa mediante otra que es su continente, o una parte de ella, o que esta en conexión con ella . La oposición de la metáfora y la metonimia es fundamental, ya que lo que Freud originalmente colocó en un 1er plano en los mecanismos de la neurosis, al igual que en los fenómenos marginales de la vida normal o el sueño, no es ni la identificación ni la dimensión metafórica. Lo que Freud llama condensación en retórica se llama metáfora; lo que llama desplazamiento, es la metonimia. La estructuración, la existencia lexical del conjunto del aparato Ste son determinantes para los fenómenos presentes en la neurosis, pues el Ste es el instrumento con el que se expresa el significado desaparecido. Por esta razón, al atraer la atención sobre el Ste, no hacemos más que volver al punto de partida del descubrimiento freudiano.

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El seminario de Jacques Lacan

El seminario de Jacques Lacan. Libro 2 Las PsicosisClase XVII. Metfora y Metonimia (I): Su gavilla no era avara ni odiosa

Su gavilla no era avara ni odiosa es una metfora. No es una comparacin latente, tampoco es: as como la gavilla se esparca gustosamente entre los necesitados, as tb Booz no era avaro ni odioso. No hay comparacin sino identificacin.

La metfora supone que una significacin es el dato que domina y desva, rige el uso del Ste, de tal manera que todo tipo de conexin preestablecida, lexical, queda desanudada. Nada en el uso del diccionario puede sugerir que una gavilla puede ser avara u odiosa. Resulta claro que el uso de la lengua es susceptible de significacin slo a partir del momento en que se puede decir Su gavilla no era avara ni odiosa, vale decir, en que la significacin arranca al Ste de sus conexiones lexicales.Esta es la ambigedad del Ste y el sdo. Sin la estructura Ste, es decir, sin la articulacin predicativa, sin la distancia mantenida entre el sujeto y sus atributos, no podra calificarse a la gavilla de avara y odiosa. Porque hay una sintaxis, un orden primordial del Ste, el sujeto es mantenido separado, diferente de sus cualidades. Pero en la medida en que no tiene la articulacin, lo discursivo (que no es simplemente la significacin, sino alineamiento del Ste), la metfora es impensable.

Esta fase del simbolismo que se expresa en la metfora supone la similitud, la cual se manifiesta nicamente por la posicin. La gavilla puede ser identificada a Booz en su falta de avaricia y en su generosidad, por el hecho de que es el sujeto de avara y odiosa. La gavilla es literalmente idntica al sujeto Booz por su similitud de posicin. Su dimensin de similitud domina hasta tal punto la aprehensin del juego del simbolismo que enmascara la existencia de la otra dimensin, la sintctica. Sin embargo, esta frase perdera toda especie de sentido si mezclramos el orden de las palabras.

Cuando se habla de simbolismo se descuida la dimensin vinculada a la existencia del Ste, a la organizacin del Ste.

Jakobson propuso una distribucin de los trastornos afsicos a la luz de la oposicin entre, por una parte, las relaciones de similitud, o de sustitucin, o de eleccin y tb de seleccin o competencia, en suma, todo lo que es del orden del sinnimo y, por otra, las relaciones de contigidad, de alineacin, de articulacin Ste, de coordinacin sintctica.

Habitualmente, siempre colocamos el sdo en un 1er plano de nuestro anlisis (es lo ms seductor). Pero, desconociendo el papel mediador primordial del Ste, desconociendo que el elemento gua es en realidad el Ste, no slo desequilibramos la comprensin original de los fenmenos neurticos, la interpretacin misma de los sueos, sino que nos volvemos absolutamente incapaces de comprender qu sucede en la psicosis.

Si un aspecto, tardo, de la investigacin analtica, el concerniente a la identificacin y el simbolismo, est del lado de la metfora, no hay que descuidar el otro, el de la articulacin y la contigidad, con lo que en l se esboza de inicial y de estructurante en la nocin de causalidad. La forma retrica que se opone a la metfora se llama metonimia. Designa la sustitucin de algo que se trata de nombrar. Se nombra una cosa mediante otra que es su continente, o una parte de ella, o que esta en conexin con ella.

La oposicin de la metfora y la metonimia es fundamental, ya que lo que Freud originalmente coloc en un 1er plano en los mecanismos de la neurosis, al igual que en los fenmenos marginales de la vida normal o el sueo, no es ni la identificacin ni la dimensin metafrica.Lo que Freud llama condensacin en retrica se llama metfora; lo que llama desplazamiento, es la metonimia. La estructuracin, la existencia lexical del conjunto del aparato Ste son determinantes para los fenmenos presentes en la neurosis, pues el Ste es el instrumento con el que se expresa el significado desaparecido. Por esta razn, al atraer la atencin sobre el Ste, no hacemos ms que volver al punto de partida del descubrimiento freudiano.

Clase XVIII. Metfora y Metonimia (II): Articulacin significante y transferencia de significado

Afasia sensorial: Los afsicos sensoriales se expresan admirablemente sobre el tema sin poder decir la palabra, sirvindose de toda una articulacin sintctica extremadamente matizada apuntando a algo, cuyo nombre preciso tienen en la punta de la lengua, pero son incapaces de hacer otra cosa que girar a su alrededor. Cautiva la permanencia de la intencionalidad del sujeto a pesar de esa impotencia verbal localizada.El lenguaje de un afsico sensorial es un lenguaje de parfrasis. Su jerganofasia se caracteriza por la abundancia y la facilidad de la articulacin y despliegue de las frases, por parcelarias que resulten en ltimo trmino. La parfrasis se opone a la metfrasis (traduccin literal). Si le piden que traduzca, de un sinnimo, que repita la misma frase, ser incapaz de hacerlo. Puede encadenar, sobre su discurso o el de otros, pero tiene las mayores dificultades para comentar un discurso.

Hay, en este caso, un trastorno de la similitud, que consiste en que el sujeto es incapaz de la metfrasis, y lo que dir est enteramente en el dominio de la parfrasis.

Afasia motora: comienza con los trastornos del agramatismo y llega a una extrema reduccin del stock verbal. Es del orden de las perturbaciones de la contigidad.

Se degrada esencialmente de manera progresiva la articulacin, la sintaxis del lenguaje, hasta el punto de hacerlos incapaces de articular en una frase compuesta lo que no obstante pueden nombrar correctamente. Conservan la capacidad nominativa, pero pierden la capacidad proposicional. No son capaces de construir la proposicin.La nocion ingenua cree haber dado un gran paso diciendo que el sdo nunca alcanza su meta sino por intermedio de otro sdo, remitiendo a otra significacin. Pero hay que percatarse de que sin la estructuracin del Ste, ninguna transferencia de sentido sera posible. Eso quera decir Lacan al poner el nfasis en el papel del Ste en la metfora.

El dficit, tiene dos vertientes:

La 1ra es la disolucin del vnculo de la significacin intencional con el aparato Ste. El sujeto conserva dicho aspecto globalmente, pero no logra dominarlo en funcin de su intencin.

La 2da es la disolucin del vnculo interno al Ste

Lo importante es la oposicin entre dos clases de vnculos ambos internos del Ste.Vnculo posicional, fundamento del vnculo proposicional. En una determinada lengua, instaura esa dimensin esencial que es el orden de las palabras.

Lo que aparece a nivel gramatical como caracterstico del vnculo posicional, reaparece en todos los niveles para instaurar la coexistencia crnica de los trminos. La locucin verbal es su forma ms elevada. A un nivel ms bajo, est la palabra. En un nivel todava inferior, encuentran las oposiciones o acoplamientos fonemticos.

La funcin de sustitucin slo es concebible sobre el fundamento de la relacin posicional. En el principio de la metfora no est la significacin, supuestamente traspuesta de Booz a la gavilla. Lo que le da a la gavilla su virtud metafrica es su colocacin en posicin de sujeto en la proposicin, en el lugar de Booz. Se trata de un fenmeno de significantes. Una metfora se sostiene ante todo mediante una articulacin posicional.Lo importante no es que la similitud est sostenida por el sdo sino que la transferencia de sdo slo es posible debido a la estructura misma del lenguaje, del Ste.

La metonimia es inicial y hace posible la metfora. Pero la metfora es de grado distinto a la metonimia.

Ej sueo de Anna Freud (grandes fresas, frambuesas, flanes, papillas): parece sdo en estado puro. Y es la forma ms esquemtica, ms fundamental de la metonimia. Desea esas fresas, esas frambuesas. Pero no es obvio que esos objetos estn ah todos juntos. Que estn ah, yuxtapuestos, coordinados en la nominacin articulada, se debe a la funcin posicional que los coloca en posicin de equivalencia. Este es el fenmeno esencial.Slo dentro del marco de la articulacin Ste es posible la transferencia de significacin. Este es el ncleo del pensamiento freudiano. La obra comienza con el sueo, sus mecanismos de condensacin y desplazamiento, de figuracin, todos pertenecen al orden de la articulacin metonmica, y sobre esta base puede intervenir la metfora.

1ro es necesario que la coordinacin Ste sea posible para que las transferencias de sdo puedan producirse. La articulacin formal del Ste es dominante respecto a la transferencia del sdo.

La promocin del Ste en cuanto tal, la puesta en claro de esa sub-estructura siempre oculta que es la metonimia, es la condicin de toda investigacin posible de los trastornos funcionales del lenguaje en la neurosis y la psicosis.