meritocracia vs. inclusión

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La presentación de candidatos por parte de un partido político no me parece nada de otro mundo, siempre que sea un cuoteo meritocrático: presentan sus mejores candidatos que a su vez concursa con otros candidatos. “La compra a tranquera cerrada”, por utilizar una expresión muy conocida en el ámbito del campo, es lo inaceptable. Porque ello implica incluir los más impresentables personajes, -algunos con serias sospechas y denuncias sobre sus personas, por graves hechos ilícitos-, pero que sin embargo servirán dócil y fielmente al amo que lo patrocinó. Ya lo habíamos sostenido en artículos anteriores que la meritocracia no se ha dado en estos cuatro años de ejercicio público de la revolución ciudadana; por tanto, creer que ahora si se procederá en función de los méritos y las competencias de los nuevos miembros de la burocracia, es una falacia que no la podemos recoger. Para muestra ilustremos el caso de la autoridad nominadora en la casa de gobierno de la provincia de Loja. El Ministerio del Interior es el encargado de llevar la política gubernamental del actual régimen, así como coordinar las actividades de la policía, comisaría y las diferentes representaciones del régimen en los cantones de la jurisdicción correspondiente. En el caso de Loja, el tema de la política partidista de Alianza País, ha sido una de las debilidades más preponderante del régimen de Correa, pues, como hemos evidenciado, no ha existido una línea política clara respecto de las acciones conducentes al fortalecimiento de los planes y programas del partido gobernante. Lo que hemos advertido han sido pugnas por captar el poder y disponer de la burocracia como cuotas o premios acorde a la representación que ostentan cada una de las autoridades en sus diferentes escalas de gobierno, es decir, no ha existido una representación política… y menos una competencia clara en la conducción de la Gobernación en Loja. Esto se ratifica con la actual Gobernadora de la provincia de Loja, pues lejos de representar la línea política del gobierno nacional, encarna los intereses más recalcitrantes de la derecha socialcristiana, partido en el que se formó y al cual lo representó como candidata en las elecciones pluripersonales; lo expuesto ratifica nuestros asertos cuando decimos que no se trata de méritos sino de coyuntura política… que nada tiene que ver con la idea que nos vendió Rafael Correa Delgado.

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Una mirada a la meritocracia

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La presentacin de candidatos por parte de un partido poltico no me parece nada de otro mundo, siempre que sea un cuoteo meritocrtico: presentan sus mejores candidatos que a su vez concursa con otros candidatos. La compra a tranquera cerrada, por utilizar una expresin muy conocida en el mbito del campo, es lo inaceptable. Porque ello implica incluir los ms impresentables personajes, -algunos con serias sospechas y denuncias sobre sus personas, por graves hechos ilcitos-, pero que sin embargo servirn dcil y fielmente al amo que lo patrocin.

Ya lo habamos sostenido en artculos anteriores que la meritocracia no se ha dado en estos cuatro aos de ejercicio pblico de la revolucin ciudadana; por tanto, creer que ahora si se proceder en funcin de los mritos y las competencias de los nuevos miembros de la burocracia, es una falacia que no la podemos recoger.Para muestra ilustremos el caso de la autoridad nominadora en la casa de gobierno de la provincia de Loja.El Ministerio del Interior es el encargado de llevar la poltica gubernamental del actual rgimen, as como coordinar las actividades de la polica, comisara y las diferentes representaciones del rgimen en los cantones de la jurisdiccin correspondiente.En el caso de Loja, el tema de la poltica partidista de Alianza Pas, ha sido una de las debilidades ms preponderante del rgimen de Correa, pues, como hemos evidenciado, no ha existido una lnea poltica clara respecto de las acciones conducentes al fortalecimiento de los planes y programas del partido gobernante.Lo que hemos advertido han sido pugnas por captar el poder y disponer de la burocracia como cuotas o premios acorde a la representacin que ostentan cada una de las autoridades en sus diferentes escalas de gobierno, es decir, no ha existido una representacin poltica y menos una competencia clara en la conduccin de la Gobernacin en Loja.Esto se ratifica con la actual Gobernadora de la provincia de Loja, pues lejos de representar la lnea poltica del gobierno nacional, encarna los intereses ms recalcitrantes de la derecha socialcristiana, partido en el que se form y al cual lo represent como candidata en las elecciones pluripersonales; lo expuesto ratifica nuestros asertos cuando decimos que no se trata de mritos sino de coyuntura poltica que nada tiene que ver con la idea que nos vendi Rafael Correa Delgado.Si la cabeza carece de esta lnea conductual en cuanto a mritos y competencias, resulta inaudito escuchar que se actuar en funcin de las habilidades, destrezas y conocimientos de los aspirantes a los cargos que hoy dejan los ex servidores, pues, en el caso de la Gobernadora: ni lo uno ni lo otro, al contrario, hay una evidente contradiccin entre lo que se dice y lo que se hace. Ojal se revea a tiempo y las aguas vuelvan a su curso, caso contrario algo habr que hacer; para que esto suceda les deseamos: buen viento y buena mar.

jueves 14 de marzo de 2013Meritocracia vs. inclusinMientras Laurence Golborne ha tomado como bandera de lucha el mrito y esfuerzo individual, Michelle Bachelet aterrizar en Chile acuando la nueva palabra favorita de la izquierda: la inclusin. ste es el debate ideolgico que se tomar la campaa presidencial. Vicente MartSi la meritocracia se preocupa de que el alumno ms brillante de la clase pueda triunfar, independiente de su condicin social, la inclusin apunta a rescatar a los de la ltima fila, los rezagados, que stos tambin puedan gozar de bienestar. Pero bajo el riesgo de desincentivar el esfuerzo individual.Las intenciones eran buenas. Presentar a Laurence Golborne como un hombre que se ha hecho a s mismo, quien gracias a su mrito haba surgido desde ser el hijo de un ferretero a gerente de retail y ministro de Estado, slo poda cosechar aplausos y admiracin. Sera un buen inicio de campaa, y la frmula estaba en cualquier manual bsico de poltica. Pero algo fall. A Es Posible, su video biogrfico lanzado en enero, le llovieron las crticas y no slo de la oposicin y las redes sociales, sino tambin de sectores del oficialismo. Que estigmatizaba a Maip, que su historia de vida era una excepcin, que no conectaba con la ciudadana, que le faltaba contenido.A raz de esto, en el interior del comando se hizo un mea culpa -el spot fue torpe, poco sutil, un primer intento, dicen-, y aunque lograron el objetivo principal de asociar el nombre del candidato de la UDI a la idea de meritocracia, ahora su discurso es que en Chile existe una meritocracia imperfecta, y su prximo paso ser proponer medidas concretas para mejorar el sistema.Quizs el video podra haber sido un xito hace 10 aos. Pero hay un factor que el equipo de Golborne no contemplaba. Desde hace un tiempo la meritocracia dej de ser un valor social transversal, destacado por todos como un mecanismo eficaz para terminar con las desigualdades, y comenzaron a surgir los primeros cuestionamientos al concepto. En la centroderecha y los sectores liberales empezaron a matizar el trmino, sealando que una sociedad de oportunidades requera necesariamente emparejar la cancha, para que la gente pudiera medirse y competir desde un piso comn. Y en la izquierda y la socialdemocracia renegaron de la palabra. Ahora acuan otra, opuesta, como favorita: inclusin. Ser sa la que repita Michelle Bachelet como idea fuerza en su desembarco en Chile.A grandes rasgos, si la meritocracia se preocupa de que el alumno ms brillante de la clase pueda triunfar, independiente de su condicin social, la inclusin apunta a rescatar a los de la ltima fila, los rezagados, que estos tambin puedan gozar de bienestar. Pero con el riesgo -segn sostienen los defensores del mrito- de desincentivar el esfuerzo individual.El sueo americanoSe trata de un debate mundial. En Estados Unidos la polmica est al rojo vivo. El 2012 en el pas smbolo de la meritocracia -la tierra de las oportunidades, del sueo americano y donde segn la cultura popular un lustrabotas puede ser millonario- se lanz el libro Twilight of the elites: America after meritocracy (El crepsculo de las elites: Amrica despus de la meritocracia), del periodista Christopher Hayes. A partir de la crisis financiera y la prdida de confianza en las instituciones, el autor hace una radiografa a las elites construidas en base al mrito para concluir que stas son cerradas y se reproducen a s mismas, preservando las desigualdades. El texto seala que la meritocracia es una pirmide que no hace ms que reflejar la desigualdad y que los instrumentos para medir el mrito, como las pruebas de acceso a estudios o trabajos, suelen ser imprecisos e injustos.El libro cita el caso de Justin Hudson, un alumno afroamericano de Harlem que en junio de 2010 fue el encargado de dar el discurso de egreso del Hunter College High School, un prestigioso colegio pblico y gratuito de Manhattan, que recibe estudiantes de todos los estratos sociales, quienes para ingresar deben pasar un exigente proceso de seleccin. De los 4.000 postulantes que rinden el examen slo quedan 185. En su intervencin, Justin en vez de mostrar su orgullo por estar en ese colegio, se refiri a la culpa, por un privilegio inmerecido. Que un simple examen no debera definir el futuro de nios de 11 aos y que los menores que venan de familias pudientes tenan profesores particulares para preparar el examen, y que pasaban por meritorios e inteligentes, cuando slo tenan ms dinero.El discurso se pareca sorprendentemente al que dara en Chile, en diciembre de 2012, el estudiante Benjamn Gonzlez en la ceremonia de graduacin del Instituto Nacional, el establecimiento de excelencia, representante del mecanismo meritocrtico en el pas: No puedo sentirme orgulloso de estar en un colegio cuya sola idea implica discriminacin. Si la educacin en Chile fuera buena en todos los establecimientos educacionales qu motivo habra para la existencia del Instituto Nacional? Cmo puedo sentirme orgulloso de haber dejado a 40 ex compaeros pateando piedras en mi ex colegio, para yo venir y salvarme?.Meritocracia es un concepto reciente. Comenz a utilizarse en los aos 50 por el socilogo britnico de izquierda Michael Young, quien curiosamente lo empleaba con un tono satrico en su libro The Rise Of The Meritocracy (1958), donde propona una sociedad distpica en que la gente era separada por pruebas de inteligencia y productividad. En 2001 en una columna de The Guardian y poco antes de fallecer conden que la meritocracia se hubiese transformado en el ideal de sociedad. Era la principal bandera de gobiernos laboristas como el de Tony Blair y de la tercera va, el gobierno de Ricardo Lagos cultiv la idea del mrito, que quedaba patente en la historia personal del ex mandatario y en sus polticas pblicas, por ejemplo, el Sistema de Alta Direccin Pblica.

Michael Young fue implaclable en rechazar este sistema: No, no, no, no, no! No me refera a esto como un modelo, lo dije como una crtica y una visin de lo horrible que sera de una sociedad que no tom en serio nuestro compromiso igualitario, que no tom en serio la democracia, y en su lugar decidi externalizar las decisiones importantes a las personas que fueron seleccionadas, ya sea por su cerebro u otras caractersticas, escribi.En defensa del mritoHasta ahora la Concertacin comparta el modelo meritocrtico -el 2008 cuando Bachelet deca que a los mejores alumnos de los cursos les iba a regalar un computador, eso era meritocracia, premiar el esfuerzo-. Pero dieron un giro y estn tratando de exportar el discurso socialdemcrata europeo, con el estado de bienestar y el tema de la universalidad de los derechos, seala Gonzalo Mller, miembro del comando de Golborne. A su juicio, cometen un error. El pas ha cambiado y la marginalidad va en baja, por lo que todas las polticas de inclusin y de ayuda social no son un discurso acorde con los tiempos.Segn la encuesta CEP de agosto, son ms los partidarios de premiar el esfuerzo individual, aunque se produzcan importantes diferencias de ingresos que los que sostienen que los ingresos deberan hacerse ms iguales, aunque no se premie el esfuerzo individual. Para el analista los nuevos chilenos que han salido de la pobreza valoran la meritocracia y, en ese sentido si Bachelet representaba la historia poltica de Chile, Golborne es un ejemplo de su historia social. Y se es el mensaje que necesitan transmitir.La gestin del presidente norteamericano Barack Obama es una muestra de cmo el debate est dominando la poltica en ese pas. Pese a que, por su trayectoria, el mandatario es el ejemplo ms claro de meritocracia, sus medidas apuntan ms bien en la direccin de reforzar un estado de bienestar a favor de los ms necesitados. As fue con la reforma sanitaria en su momento y ms recientemente con la discusin de un salario mnimo o la universalizacin de la educacin preescolar, anunciada en febrero en el discurso del estado de la Unin. Polticas sociales, que pueden agruparse bajo el concepto de inclusin para quienes estaban quedando marginados del sistema.Sin embargo, la situacin que se vive en EE.UU. no es comparable del todo a la chilena. Por el contrario, son ciclos opuestos. Al menos as lo sostiene el doctor en Economa de la Universidad de Chicago Claudio Sapelli, experto en el tema de la desigualdad en Chile. Norteamrica tiene un sistema educativo estancado y problemas de aumento de la desigualdad y el desempleo en las clases bajas, derivado de los avances tecnolgicos que requieren personal ms calificado y de la irrupcin de China e India, que ofrecen trabajo no calificado barato. Este escenario obliga a una poltica social que compense a los marginados. En cambio, en Chile las cifras indican que se ha mejorado la distribucin del ingreso, segn el coeficiente de Gini global y segn muestra la tendencia de las encuestas Casen 2009 y 2011, seala el acadmico, principalmente en las generaciones ms jvenes: La lgica de la meritocracia en Chile est funcionando para dar generaciones ms igualitarias.Segn Sapelli, la diferencia entre meritocracia e inclusin es el ms tradicional trade off entre eficiencia y equidad de todas las pocas. Esto es la pregunta de cmo ayudar al ms desvalido sin proteger a quienes s tienen como sostenerse. La izquierda tiende a hacer programas sociales ms generosos porque le importa menos que gente que no lo merezca los reciba. Obviamente la realidad est en el medio, es un equilibrio difcil, y los polticos se tienen que ganar el sueldo resolvindolo.Coming Apart: The State of White America, es el polmico libro de Charles Murray lanzado el ao pasado en EE.UU. que rebate la tesis de que la meritocracia est en crisis. Su controvertida postura es que la reciente pobreza en el pas no se debe a que no funcione el sistema, sino a que los blancos de escasos recuros se mantienen bajo la lnea de la pobreza porque no aprovechan adecuadamente las oportunidades.El dato lo entrega Sergio Urza, jefe de estudios del CEP radicado en EE.UU. A su juicio, polticas emblemticas de la inclusin, como la leyes de cuotas o polticas de paridad para incluir mujeres o minoras en cargos de autoridad resultan nocivas y no son el camino. Segn estudios en Norteamrica, ejemplifica, las cuotas que se han dado a afroamericanos para que ingresen a la universidad slo han repercutido en que las personas de color se esfuercen menos en sus estudios. Insiste en que hay que buscar un equilibrio: La meritocracia necesita de un Estado y de polticas pblicas que la acompaen -eso le falt destacar a Golborne en su campaa-, mientras que las polticas de inclusin deben estar bien diseadas para que no desincentiven el esfuerzo.Cita el caso del colegio de sus hijos en Maryland. Su hija est en knder, ya le ensean a leer y en el curso se formaron tres grupos de lectura, el avanzado, el nivel medio y el atrasado. Cada padre sabe en qu nivel estn sus hijos y los nios compiten por superarse, desde pequeos se incentiva el esfuerzo y el mrito, pero tambin la inclusin, atendiendo especialmente a los que se quedaron atrs.EL AUTOR DEL DEBATEPor aos nos hemos visto como un lugar nico de movilidad social, que slo en Amrica alguien puede ascender de limpiador de calles a CEO o que slo aqu Barack Obama puede ser presidente, dice Christopher Hayes, el autor del libro Twilight of the elites, que cuestiona el concepto de meritocracia en Estados Unidos y abri el debate en ese pas. Hayes, quien es el editor at large de The Nation y anfitrin del programa poltico semanal Up with Chris Hayes de MSNBC, afirma que la polmica es global y que tambin se podra dar en Chile.-Cree que el concepto de meritocracia ya no es visto siempre como una palabra positiva?-Una de las intenciones de mi libro es conseguir que la gente no la vea en su pensamiento como positiva, pero todava se invoca como algo positivo. Si t llamas a algo meritocrtico en Amrica, lo ests elogiando, sin dudas.-Estamos hablando sobre una crisis global en el concepto de meritocracia?-No he hecho suficiente reporteo en otros lugares para dar conclusiones, pero hemos visto una crisis de autoridad alrededor del mundo y una desconfianza real hacia las elites. En Espaa, la gente no tiene un concepto muy afectuoso hacia sus lderes polticos y econmicos, y lo mismo es cierto en Grecia. Creo que hay una forma en que la lgica de la meritocracia, as como se desarrolla, se celebra y se exporta desde Estados Unidos, es muy similar y comparte el ADN con la lgica del neoliberalismo.-Piensa que podramos tener en Chile los mismos problemas que ve ahora en EE.UU.?-S, creo que ustedes van a ver ese escenario. Ese modelo, particularmente en la educacin, en que antes que pensar en ella como un bien universal, hecha democrticamente, pblica e igualitaria que todos usan, se ve como algo ms y ms estratificado, va a producir ms crisis y ms rebelin.