Estudio del Medio Bíblico. Vicente M. Frasquet Gadea.

Actividad 1er tema

1. Elabora un atlas, tu propio atlas, que te pueda servir tanto para estudiar el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento: un atlas que se convierta en una herramienta útil para tu estudio

Estimada Mª Claustre al decirme que había plena libertad para confeccionar mi propio atlas y que era mi vademécum para realizar la asignatura yo he seleccionado mapas bíblicos que tienen un claro método de marcar las distintas poblaciones, con divisiones de tribus, mapas físicos de Tierra Santa, el mapa del Éxodo de los israelitas a la salida de Egipto, el Imperio Asirio, el Nuevo Imperio Babilónico, el Imperio Persa y el Imperio Romano, el mundo del Antiguo Testamento y Tierra Santa en el período del Nuevo Testamento.

No sé si usted deseaba que los dibujara yo. Considero que es un gran esfuerzo. No obstante si cree oportuno que los dibuje los haré con disciplina y obediencia. A continuación aparecerán nueve hojas con los mapas reseñados. Un saludo

Este mapa del Imperio Romano es el que corresponde al territorio romano en el momento del nacimiento de Jesucristo.

2.En el aula has podido ver muchos materiales que pueden ayudarte. De todos los lugares que aparecen citados, selecciona diez y relaciónalos con algún texto bíblico. Puede ser del Antiguo o del Nuevo Testamento. Solo tienes que poner el nombre acompañado del texto bíblico correspondiente.

1.Estela de Mesha: es una estela triunfal negra de basalto del rey de Moab, Mesha que proclama su victoria contra Israel; está guerra está mencionada en 2R 3, 4-27: “Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones. 3:5 Pero muerto Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel. 3:6 Salió entonces de Samaria el rey Joram, y pasó revista a todo Israel.  3:7 Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los tuyos. “

2. Ur Tierra natal de Abraham, donde estuvo a punto de ser la víctima de un sacrificio humano, vio al ángel de Jehová y recibió el Urim y Tumim (Gén. 11:28–12:1;  “Y murió Aram antes que su padre Teraj en su país natal, en Ur de los caldeos.”

3. Babilonia, Babel (Sinar) Fue habitada en el principio por Cus, hijo de Cam, y por Nimrod. Zona de origen de los jareditas en la época de la Torre de Babel, en las llanuras de Sinar. Posteriormente fue la capital provincial de Babilonia y residencia de los reyes babilonios, aun de Nabucodonosor, quien llevó a muchos judíos cautivos a dicha ciudad tras la destrucción de Jerusalén (587 a.C.). Los judíos estuvieron cautivos en Babilonia durante setenta años hasta la época del rey Ciro, quien les permitió regresar a Jerusalén para reedificar el templo. Daniel el profeta vivió allí durante el reinado de Nabucodonosor, de Belsasar y de Darío I (Gén. 10:10 ,) “Fue el comienzo de su reino Babel, Ereg, Acad y Calne, en tierra de Asur”

4. Susa .Capital del imperio persa bajo el reinado de Darío I (Darío el Grande), de Jerjes (Asuero) y de Artajerjes. Lugar de residencia de la reina Ester, cuyo valor y fe salvaron a los judíos. Daniel, y posteriormente Nehemías, también sirvieron allí (Neh. 1:1; 2:1; “En el mes de Casleu del año veinte, estando yo en Susa, en la capital, llegaron de Juda Jananí y uno de mis hermanos con algunos otros”

5. Llanura de Dura.Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron echados a un horno de fuego ardiendo cuando se negaron a adorar la imagen de oro de Nabucodonosor; el Hijo de Dios los preservó y salieron del horno sin ningún daño (Dan. 3,1).”Hizo el rey Nabucodonosor una estatua de oro, alta de sesenta codos y seis codos de ancha. Alzola en el llano de Dura, de la provincia de Babilonia”

6. Asiria. Asur fue la primera capital de Asiria, y después lo fue Nínive. Los gobernantes asirios Salmanasar V y Sargón II conquistaron el reino del norte de Israel y se llevaron cautivas a las diez tribus en el año 721 a.C. (2 Rey. 17–19). Asiria fue una amenaza para Judá hasta el año 612 a.C., cuando Asiria fue conquistada por Babilonia. “El copero mayor se retiró y se vió con el rey de Asiria, que estaba atecando A Libna. Diéronle noticias de Taraca, rey de Etiopía, diciendo : “Se ha puesto en marcha para atacarte”

7. Nínive. Capital de Asiria. Asiria atacó la tierra de Judá durante el reinado de Ezequías y el ministerio del profeta Isaías. Jerusalén, capital de Judá, se salvó milagrosamente cuando un ángel mató a 185.000 soldados asirios (2 Rey. 19:32–37). El Señor dijo al profeta Jonás que llamara a esta ciudad al arrepentimiento (Jonás 1:2; 3:1–4). “Llegó a Jonás, hijo de Amitay, palabra de Yahvé, diciendo: Levántate y ve a Nínive, la ciudad grande, y predica contra ella, pues su maldad ha subido ante mí.”

8. Jarán. Abraham se estableció allí por un tiempo antes de dirigirse a Canaán. Su padre y su hermano se quedaron en este lugar. Rebeca (esposa de Isaac), Raquel, Lea, Bilha y Zilpa (esposas de Jacob), procedían de esta zona (Gén. 11:31–32;24:10; 29:4–6 ) “Tomó, pues, Teraj a Abram, su hijo, y a Sarai, su nuera, la mujer de su hijo Abram, y los sacó de Ur Casdim para dirigirse a la tierra de Canán, y llegados a Jarán, se quedaron allí.”

9. Carquemis El faraón Necao fue derrotado por Nabucodonosor en este lugar, con lo que se puso fin al poder de Egipto en Canaán (2 Cró. 35:20–36:6) “Después de todas estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de Jehová, Necao rey de Egipto subió para hacer la guerra en Carquemis junto al Eufrates; y salió Josías contra él.”

10. Sidón Esta ciudad fue fundada por Sidón, nieto de Cam, y es la ciudad cananea situada más al norte (Gén. 10:15–20). Fue residencia de Jezabel, quien introdujo la adoración de Baal en Israel (1 Rey. 16:30–33). “Canán engendró a Sidón, su primogénito, y a Jet, el jebuseo, el amorreo, el guergueseo, al jeveo, el araqueo, al sineo,al semareo y al jamateo, de los que descendieron después las familias del cananeo eran de Sidón.”

3.Imagina que alguien te cuestiona la importancia de la arqueología en el estudio de la Biblia ¿Qué le contarías?

Ante todo intentaría no demostrarle que quiero ser intrusivo y pesado para imponerle algo que aún no ha reflexionado mucho, más aún si no tiene fe y aprecio por la Biblia. Pero empezaría diciéndoles que la arqueología bíblica es la parte de la arqueología que se especializa en el estudio de los restos materiales que tienen relación directa o indirecta con los relatos bíblicos, sean estos del antiguo (Tanaj) o del Nuevo Testamento y lógicamente con la historia y cosmogonía de las religiones judeocristianas.

A partir de este momento, intentaría explicarle que la arqueología como técnica busca los restos materiales de las civilizaciones antiguas y trata de reconstruir en lo posible el ambiente y las organizaciones de una o varias

épocas históricas. Como ciencia moderna tiene apenas 200 años y sin embargo, ha hecho cambiar nuestra idea sobre el pasado.

La razón de ser de la arqueología bíblica es que nos permite un conocimiento científico de los pueblos que habitaron las llamadas tierras bíblicas, su historia, su cultura, su identidad y sus desplazamientos, lo que hace posible una ubicación concreta de los relatos y confrontarlos con su historicidad, no siempre coincidente.

También intentaría explicarle para que no viera una línea continua de intentar demostrar y justificar que la arqueología no pretende probar las afirmaciones de la Bíblia, sino descubrir el mundo histórico en el cual los libros bíblicos tomaron consistencia y significado.

Será a partir de la arqueología bíblica en donde se iluminen los conocimientos que tenemos acerca de algunos datos históricos escritos en los relatos bíblicos como gobernantes, personajes, batallas y ciudades. Y lo que sí que es cierto es que esta arqueología bíblica puede prestar un gran servicio a los estudios exegéticos.

Que gracias a la arqueología bíblica hemos corroborado y confirmado detalles concretos reflejados en los libros bíblicos, como el Túnel de Ezequías, la piscina de Betesda, el Gólgota y otros lugares que son descritos por la Biblia.

Que la arqueología sentaría las bases de la exploración metodológica, dando gran importancia al análisis de la cerámica como pista arqueológica. Por tanto, los hallazgos de objetos o fragmentos servían para datar una cronología con bastante precisión, ya que en cada momento de la historia la cerámica fue elaborada de forma diferente con distintos tintes y componentes químicos, así como materiales, por tanto demuestran unas características propias que sitúan a un pueblo o una civilización.

La muestra que interesa a la población y los estudiantes es que en la actualidad encontramos zonas bíblicas en donde encontramos excavaciones, sitios arqueológicos y museos abiertos al público. Podemos encontrar el Santo Sepulcro en donde hay un espacio con evidencias de tumbas judías, artefactos romanos, construcciones constantinas y en donde se quiere y pretende comprender la tumba de Jesús y el Calvario.

Pero también el Museo de Israel nos puede ilusionar con objetos de un valor universal incuestionable ya no sólo para los estudios bíblicos sino para la historia y prehistoria del llamado Medio Oriente; es uno de los museos más importantes del mundo.

Es importantísimo el valor del Túnel de Ezequías que tenía 533 metros y fue construido para proveer a Jerusalén de agua subterránea en prevención de la invasión asiria de 701 a.C. También es importante el referente de las murallas de Jericó que cuya destrucción está datada aproximadamente 1550 a.C, a causa de un sitio o un terremoto. La importancia de Nínive y Babilonia que fueron reflejadas en la Biblia y demostradas por la arqueología.

La gran cantidad de excavaciones documentadas de Tallas de Laquis, el cilindro de Nabonidus que menciona a Baltasar como hijo del último rey de

Babilonia; el pim de peso (pesas); la inscripción de Poncio Pilatos encontrada en el teatro romano de Cesarea, son prueba irrefutable de una historia y un momento definido de un pueblo. Estas excavaciones que se encuentran en lugares en cuyo encuadre se desarrollaron relatos bíblicos no tienen como objeto tratar de probar la veracidad de las narraciones contenidas en la Escritura, sino el de mostrar el trasfondo histórico, cultural, económico y religioso de los textos, par apodere entender mejor a los pobladores de aquellos tiempos con sus distintas visiones de la vida y su religiosidad.