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1 MEDICIÓN DE LA OPINIÓN CIUDADANA SOBRE PRECANDIDATOS: ELECCIONES INTERMEDIAS Y PRESIDENCIALES EN EL DISTRITO FEDERAL, MÉXICO Ma. de Lourdes Fournier García, Depto. de Política y Cultura. Claudia Ortiz Guerrero, Depto. de Producción Económica. Gonzalo Rosado Briceño, Coord. de Servicios de Cómputo. Universidad Autónoma Metropolitana campus Xochimilco [email protected] TEMA: Métodos de medición de opinión pública INTRODUCCIÓN El objetivo principal de este trabajo es analizar la forma en que el ciudadano común, representado por tres muestras obtenidas a lo largo de 2008 y principios de 2009, valora las habilidades administrativas y de gestión de una lista de 13 políticos del momento. La perspectiva teórica será desde el enfoque sistémico. La metodología utilizada en cada una de las tres encuestas es semejante: se obtuvo una muestra no proporcional por cuotas para las 16 delegaciones o divisiones administrativas del Distrito Federal, con la meta de aplicar una cuota de 30 cuestionarios en cada una. Se identificaron los puntos de afluencia para cada uno de los diferentes sectores delegacionales por nivel socioeconómico, de entre los que se eligieron en forma aleatoria cuatro, en los que a su vez se seleccionó aleatoriamente a las personas que se encuestó, todas ellas ciudadanos mayores de 18 años. En cada sondeo se aplicaron 480 cuestionarios, lo cual corresponde a una confiabilidad del 80% y una precisión de ±3%. El primer sondeo se efectuó del 15 al 21 de mayo de 2008, el segundo del 15 al 21 de octubre de 2008 y el último del 11 al 16 de marzo de 2009. En todas las tomas de opinión se exploró, además de otros temas, lo referente a la preferencia por partidos y personajes políticos, además de hacer que se evaluara a 13 políticos. BREVE REVISIÓN DEL ENFOQUE SISTÉMICO De acuerdo con Easton la realidad social se puede descomponer en cuatro sistemas estrechamente relacionados: económico, social, cultural y político. De manera sintética, el

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MEDICIÓN DE LA OPINIÓN CIUDADANA SOBRE PRECANDIDATO S: ELECCIONES INTERMEDIAS Y PRESIDENCIALES EN EL DISTR ITO

FEDERAL, MÉXICO

Ma. de Lourdes Fournier García, Depto. de Política y Cultura. Claudia Ortiz Guerrero, Depto. de Producción Económica.

Gonzalo Rosado Briceño, Coord. de Servicios de Cómputo. Universidad Autónoma Metropolitana campus Xochimilco

[email protected] TEMA: Métodos de medición de opinión pública

INTRODUCCIÓN

El objetivo principal de este trabajo es analizar la forma en que el ciudadano común,

representado por tres muestras obtenidas a lo largo de 2008 y principios de 2009, valora las

habilidades administrativas y de gestión de una lista de 13 políticos del momento. La

perspectiva teórica será desde el enfoque sistémico.

La metodología utilizada en cada una de las tres encuestas es semejante: se obtuvo una

muestra no proporcional por cuotas para las 16 delegaciones o divisiones administrativas

del Distrito Federal, con la meta de aplicar una cuota de 30 cuestionarios en cada una. Se

identificaron los puntos de afluencia para cada uno de los diferentes sectores delegacionales

por nivel socioeconómico, de entre los que se eligieron en forma aleatoria cuatro, en los

que a su vez se seleccionó aleatoriamente a las personas que se encuestó, todas ellas

ciudadanos mayores de 18 años. En cada sondeo se aplicaron 480 cuestionarios, lo cual

corresponde a una confiabilidad del 80% y una precisión de ±3%.

El primer sondeo se efectuó del 15 al 21 de mayo de 2008, el segundo del 15 al 21 de

octubre de 2008 y el último del 11 al 16 de marzo de 2009. En todas las tomas de opinión

se exploró, además de otros temas, lo referente a la preferencia por partidos y personajes

políticos, además de hacer que se evaluara a 13 políticos.

BREVE REVISIÓN DEL ENFOQUE SISTÉMICO

De acuerdo con Easton la realidad social se puede descomponer en cuatro sistemas

estrechamente relacionados: económico, social, cultural y político. De manera sintética, el

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económico tiene la función de producir y distribuir los bienes y servicios que se demandan;

en el social se atiende todo lo relacionado con los grupos mismos; en el cultural se

reproducen los códigos de valores de cada sociedad, como deber ser, usos y costumbres

aceptados, simbología e incluso la fundamentación de aquellos valores que sirven de

sustento a la cultura política. Para Easton el sistema político es el objeto de estudio de la

ciencia política.

El entorno de un sistema político local está constituido por otros sistemas, los cuales

constituyen sus límites, pero al mismo tiempo está dentro de un sistema global, formado

por la comunidad internacional, constituido a su vez por todos los sistemas políticos

locales. Se trata de un conjunto de sistemas vinculados entre sí, con intercambios dinámicos

y constantes. El estudio de la realidad social, en particular de los sistemas políticos, a partir

de esta óptica permite enfocar cada una de sus partes por separado.

Inicialmente Easton1 definió el concepto de sistema político como la distribución de valores

autorizada dentro de unas relaciones de poder específicas, entendiendo por valores (bienes

tangibles e intangibles) aquello deseable por una comunidad política (Torres 2000, 682),

concepto que posteriormente se consolidó con el esquema de sistema político.

La esquematización tiene ventajas y desventajas para analizar los sistemas políticos:

posibilita el desarrollo de otras corrientes como la de política comparada y el estudio de

diferentes sistemas políticos, además de permitir establecer clasificaciones y tipologías,

pero también resulta claro que su limitación es la simplificación de la realidad por la propia

esquematización, como ocurre al analizar sistemas políticos en crisis.

La parte medular del enfoque sistémico es la transformación de los insumos que se

clasifican en demandas o apoyos, en productos que son las decisiones y políticas públicas.

Esta transformación se lleva a cabo en una caja negra y a partir de la forma en que el

sistema político da respuesta a las demandas de los diferentes grupos de la sociedad es

1 Se considera a Easton como el primero que utiliza el término de sistema político en 1953, en su libro sistema político.

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posible identificar y clasificar tanto el sistema como el régimen político. Es en este sentido

que se aborda el análisis de la estructura del sistema político, lo cual lo hace

particularmente vulnerable a las críticas por la gran cantidad de factores no considerados.

En la década de los noventa Torres señaló otro aspecto en el pensamiento de Easton cuando

retomó el análisis estructural, lo cual permitió que se ampliara el enfoque sistémico que se

había centrado en la explicación de los elementos distintivos del régimen pero perdió la

visión de conjunto, lo que provocó problemas al intentar comparar sistemas que por su

propia naturaleza son diferentes (Torres 2000, 684). La incorporación del estructuralismo

permite extender el análisis al distinguir no sólo la forma en la que los elementos

constitutivos del sistema político se relacionan entre sí, sino al hacer específica esta

relación única, lo que le da su particularidad y lo distingue de otros sistemas políticos.

Estos elementos pueden ser de carácter institucional o prácticas políticas, conformando lo

que llama Easton régimen político (Easton1996, 1997).

El punto nodal del sistema político es el régimen e implica varios niveles, los que a partir

de la perspectiva estructuralista son partes que se interrelacionan entre sí y se superponen.

Analíticamente el régimen se aborda en cuatro niveles de estructura: en el primero se

presentan los elementos o propiedades de la comunidad política (valores entendidos como

sentimientos y principios compartidos y aceptados por una gran parte de la comunidad

política y a partir de los cuales se diseñan las políticas); el segundo nivel es el conjunto de

reglas que definen los derechos y obligaciones (formales e informales) que configuran el

comportamiento político; el tercero aborda la autoridad y la distribución del poder; y

finalmente el cuarto nivel pone de relieve la existencia de actores individuales y colectivos

(Easton 1990). Un elemento a destacar derivado de la incorporación del estructuralismo es

la consideración del individuo como elemento del sistema político.

La estructura de protección originalmente no es parte del enfoque eastoniano, pero se ha

agregado (Torres 2000) dado que los sistemas políticos requieren de una estructura para

asegurar su existencia y una ventaja de este enfoque es que supone la permanencia

cambiante de los sistemas para sobrevivir y no para producir una crisis.

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Desde la perspectiva de Deutsch los individuos y los grupos pequeños tienen un papel

fundamental en el sistema político, ya que son engranes de los principales grupos de interés

o de los gobiernos. Para este autor la estructura está integrada por aspectos que cambian en

forma lenta pero que se pueden modificar o acelerar con costos sociales, políticos y/o

económicos considerables; por el contrario los aspectos que cambian de manera rápida y

fácil se denominan procesos. La relevancia es la interconexión entre los procesos mediante

la retroalimentación para determinar la estructura (Deutsch 1974, 161-163), en este sentido

si un cambio afecta varios procesos puede modificar la estructura, lo que generalmente

ocurre en el mediano o largo plazo. La resistencia puede provenir de varias fuentes que

tienen que ver con usos y costumbres difíciles de modificar; también puede deberse a la

tendencia de ciertos grupos de edad más conservadores o innovadores, o que presentan

resistencia a la autoridad.

Deutsch al igual que Easton considera que el sistema político es un sistema muy particular,

que mantiene coordinadas las expectativas de los individuos y gran parte de su

comportamiento a través de la cooperación y la obediencia que refuerzan los castigos y

recompensas, asimismo se señala que los individuos aprenden más de las recompensas, por

lo que los sistemas políticos deben proporcionar un porcentaje considerable de beneficios a

la sociedad.

El concepto de ciudadanía está estrechamente relacionado con el de sistema político, y es el

conjunto de individuos que adquieren y aceptan, como también sugiere la visión de Easton,

un conjunto de reglas formales e informales, de prácticas o conductas y lealtades. Una

característica relevante de los sistemas políticos es su capacidad de autodirigirse.

Dentro de este paradigma teórico, Almond y Powell consideran que las funciones más

importantes del sistema político son: la articulación de intereses entre los diferentes grupos

sociales e individuos. Esta agregación es una función que supone una capacidad para

conciliar, armonizar y jerarquizar diversas demandas sociales y presentarlas de manera que

constituyan una posibilidad real de acción. La elaboración de reglas y creación de

mecanismos de regulación normativa de las mismas. La solución de conflictos, y la

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comunicación política que refleja el proceso de retroalimentación existente en todos los

sistemas políticos, consiste en la recepción de información (Almond y Powell 1981, 59-70).

La identidad es el reconocimiento y conciencia de nuestra propia memoria y del propio yo,

por lo que la sensación de identidad, de ser parte de un grupo o comunidad es muy cercana

a la afirmación de las preferencias políticas y toma de acciones políticas; este proceso

culmina en demandas de autogobierno. Una decisión debe de mantenerse por un tiempo

considerable para que produzca efectos, sea aceptada y acatada.

El gobierno se refiere a la dirección y el control, y la política pone de relieve las demandas

conflictivas, la asignación de valores, se ocupa del interrogante de Lasswell: “La política se

ocupa del interrogante: ¿Quién obtiene qué, cuándo y cómo?; el gobierno se ocupa del

interrogante: ¿Quién controla qué, cuándo y cómo?” (Deutsch 1974, 190). Política y

gobierno están interrelacionados en un todo y ambos necesitan de las instituciones,

organizaciones, canales y procedimientos específicos; lo más difícil en un sistema político

es la forma de tomar decisiones y en específico en materia de política.

La actuación del gobierno es intertemporal en el sentido de que debe tener como objetivo

alcanzar la mayor cantidad de valores que los ciudadanos desean y mantener esa búsqueda,

por lo que debe preservar y aumentar esa capacidad de búsqueda de nuevos valores y su

compatibilidad con los establecidos. Lo anterior conduce a evaluar la actuación de los

gobiernos y ésta puede ser cuantitativa o cualitativa. En la evaluación cualitativa en el

enfoque de Deutsch se aborda entre otros aspectos la calidad de los líderes políticos y de los

ciudadanos y ambas variables son pruebas de calidad de un sistema político. Todos los

aspectos cualitativos de un sistema político conforman la cultura política del mismo, es

decir es la suma de sus cualidades. Deutsch retoma el concepto de cultura de la

antropología: “La cultura de un pueblo es la colección de todas sus tradiciones y hábitos,

particularmente los que se transmiten de padres a hijos y entre éstos. Incluye su acervo

común de imágenes y percepciones del mundo en que viven. Por lo tanto incluye sus

opiniones de lo práctico y posible y lo que no es; lo bello y lo feo; lo bueno y lo malo; lo

correcto y lo incorrecto. La cultura funciona como un código de tráfico para la conducta; le

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dice a la gente cuándo puede avanzar y cuándo debe detenerse, cuándo y cómo hacer

desviaciones” (Deutsch 1974, 238). Es así que la cultura política se relaciona con la

frecuencia y probabilidad de varias clases de comportamiento político y no con una rígida

determinación de las mismas.

Almond y Verba en The civic culture (1963) definieron la cultura política como la

distribución particular de patrones de las actitudes y los patrones de orientación hacia los

objetos políticos entre los miembros de una nación, enfatizando su preocupación por

comprender las orientaciones psicológicas hacia dichos objetos, de donde se desprenden

tres tipos ideales de cultura política: parroquial, de subordinación y de participación,

entendiendo esta última como cultura cívica. Estos tipos pueden corresponder a diferentes

clases de regímenes y sistemas políticos. Así se pone en el centro del debate la idea de que

la cultura política afecta la conducta de los individuos, quienes responden a sus creencias y

percepciones, las cuales se forman en el largo plazo.

Para la década de los ochenta este paradigma sufre fuertes críticas en la conceptualización

misma de cultura política, por restringir el concepto a un tipo ideal para lograr democracias

estables, por otra parte resulta problemático la medición en el sentido de medir actitudes y

orientaciones subjetivas. Bobes refiere que en México se han desarrollado investigaciones

que siguen esta línea desde la década de los setenta a partir de encuestas de actitudes y

valores políticos sobre procesos y comportamientos electorales (Bobes 2000, 127), entre las

que están los estudios de Roderic Ai Camp, donde se pone de relevancia que los elementos

de mayor peso para la estabilidad de los sistemas políticos son los comportamientos

políticos favorables a la permanencia, funcionamiento y satisfacción con las instituciones lo

cual está muy documentado en la literatura sobre el enfoque sistémico (Collier 2002).

Por lo que respecta al proceso electoral, éste es la condición y expresión práctica de la

democracia, en él se manifiestan las preferencias electorales de los ciudadanos de una

determinada comunidad política que tiene como característica la designación de los

titulares del gobierno y del poder legislativo, es el momento fundamental de participación

política de las democracias modernas. Este proceso no es el único de participación política

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pero sí en el que participan un gran número de ciudadanos siendo incluso la única situación

en la que pueden expresar su participación política. Teóricamente mediante la acción del

voto no sólo se universalizan las preferencias del ciudadano sino las posibilidades de

cambio (Woldenberg y Becerra 2000, 597).

Por mucho tiempo en México predominó en términos de Deutsch un sistema unipartidista

(Deutsch 1976, 58) y la evolución del sistema de partidos en el país está estrechamente

relacionada con la del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Este sistema de partidos

se pluralizó en las dos últimas décadas del siglo XX, en particular a partir de 1988

(Cárdenas 2000, 515). A pesar de la mayor participación de partidos en este sistema, existe

una clara diferenciación en cuanto a peso e importancia, quedando por un lado y con mayor

peso el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el

PRI; por el otro lado los de menor peso son Convergencia (antes Convergencia por la

Democracia), el Partido Verde (PV) antes Partido Ecologista de México (PVEM), el

Partido Nueva Alianza (PANAL), el Partido Socialdemócrata antes Partido Alternativa

Social Demócrata y Campesina (PASDC) y el Partido del Trabajo (PT).

Dadas las consideraciones teóricas anteriores y una vez conocida la lista de los partidos que

actualmente comparten el escenario político mexicano, es decir una vez definido el

escenario, se presentan las semblanzas de algunos de los políticos considerados en la

encuesta, para con esta base llegar a los resultados empíricos que completan este trabajo.

ALGUNOS PERFILES

Para el “elenco” explorado en la encuesta se seleccionaron 13 de los actores más

mencionados por los medios y los ciudadanos interesados en los últimos meses que podrían

desde ahora estar perfilándose para la contienda electoral de 2012 o que son (y han sido)

personajes de peso en el apoyo y descrédito de posibles contendientes (como sería el caso

del ex presidente Salinas o el de la profesora Elba Esther). Para ayudar a entender algunas

de las características de la vida política mexicana a continuación daremos algunos detalles

de la trayectoria de cinco de estas personas, ya que creemos serán de utilidad para resaltar

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muchos vicios y tal vez una que otra bondad del sistema, al mismo tiempo que otros actores

intervendrán esporádicamente como apoyo o descrédito de sus trayectorias.

Enrique Peña Nieto es uno de los políticos más jóvenes del país, nacido en el Estado de

México y miembro del PRI, se postuló como candidato al gobierno del Estado de México

para el periodo 2005-2011 y ganó las elecciones del domingo 3 de julio de 2005.

Desempeña el cargo de gobernador desde el 16 de septiembre de 2005. Antes, entre 1993 y

1998, fue secretario particular del secretario de Desarrollo Económico del gobierno estatal

(durante la gestión de Emilio Chuayffet), entre 2000 y 2002 fue secretario de

Administración del Gobierno, presidente del Consejo Directivo del Instituto de Seguridad

Social del Estado de México y Municipios, Presidente del Consejo Interno del Instituto de

Salud del Estado de México y vicepresidente de la Junta de Gobierno del Sistema para el

Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de su estado. En noviembre de 2001, Peña Nieto

ganó como candidato a diputado local por el distrito XIII, con cabecera en Atlacomulco, en

la LV Legislatura y fue coordinador del grupo parlamentario de su partido, después presidió

la Junta de Coordinación Política del Congreso Local. En 2004 inició formalmente su

campaña para candidato a gobernador de unidad de la Alianza por México, el PRI y el

PVEM, a la edad de 38 años. El clima preelectoral en el Estado de México era enrarecido

por la injerencia en el proceso del gobierno federal y del entonces presidente Vicente Fox

(del PAN) quien estaba interesado en favorecer al candidato de su partido. En una

declaración pública Peña Nieto consideró que todos los actores políticos de la contienda

deberían someterse al juicio político de la autoridad electoral y respetar el veredicto de la

ciudadanía. El día de la jornada electoral se desarrolló sin grandes contratiempos y las

encuestas de salida revelaron un amplio margen de diferencia en el número de votos para

Peña Nieto. Las tendencias fueron confirmadas por el Programa de Resultados Electorales

Preliminares (PREP) esa misma noche y al día siguiente le daban oficialmente el triunfo

con el 45.7% de los votos.

Manlio Fabio Beltrones nació en Sonora y también pertenece al PRI, inició su carrera

política cuando ingresó al servicio público en el Registro Nacional de Electores. A partir de

1976 se desempeñó como asistente del secretario de gobernación, Jesús Reyes Heroles, y

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luego como su secretario particular. Este cargo lo conservó bajo el siguiente titular de

gobernación, Enrique Olivares Santana. En 1982, fue electo diputado federal por el IV

distrito de Sonora, en la LII Legislatura. En 1985 fue presidente de ese partido en su estado

y luego fungió como secretario de gobierno. En 1988 fue electo senador, pero renunció al

ser designado subsecretario de gobierno de la Secretaría de Gobernación. En 1991 fue

candidato del PRI a gobernador de Sonora, cargo que asumió el 22 de octubre de ese

mismo año. Su carrera política está ligada a Fernando Gutiérrez Barrios, de quien fue

secretario particular y ayudante personal cuando se desempeñaba como titular de la

Dirección Federal de Seguridad. En 1994 estuvo involucrado en el traslado de Mario

Aburto, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, quien fue candidato del PRI a la

Presidencia de la República; hay versiones periodísticas que lo señalan como el artífice de

la limpia de evidencias del complot político en contra del político asesinado. En 2002 fue

nombrado secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares

(CNOP) del PRI; en 2003 fue electo nuevamente diputado federal y presidió la Mesa

Directiva de la Cámara de Diputados. En las elecciones del 2 de julio de 2006 resultó electo

senador para el periodo 2006-2012 y a partir del 29 de agosto de ese año es coordinador de

los senadores del PRI. Otro dato interesante es que el 25 de octubre de 2007 Beltrones

acusó, sin pruebas, a los hijos de Martha Sahagún (esposa de Vicente Fox) de estar

relacionados con un accidente ocurrido ese mismo día en una plataforma petrolera

arrendada por Petróleos Mexicanos (PEMEX) ubicada en la Sonda de Campeche, ante estos

hechos Fox lo acusó ante las autoridades norteamericanas, también sin pruebas, de tener un

expediente por narcotráfico.

Elba Esther Gordillo es originaria de Comitán Chiapas. “La profesora” inició su carrera

política en 1970 ingresando al PRI y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación

(SNTE). Ha ocupado cargos de senadora y diputada, llegando a ser coordinadora de la

bancada de diputados del PRI y delegada en el Distrito Federal. El cargo de secretaria

general del sindicato lo asumió en 1989 durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de

Gortari y lo mantiene hasta la fecha. En 2002 asumió la Secretaría General del PRI y

colaboró con Roberto Madrazo siendo él presidente de ese partido. En julio de 2003 logra

su tercera diputación en la LIX Legislatura y se convierte en coordinadora del grupo

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parlamentario del PRI. Ese mismo año, 92 de 112 legisladores exigen la remoción de

Gordillo como coordinadora de la diputación federal priísta, con lo que se inicia una guerra

abierta entre Gordillo y Madrazo que se manifiesta con el retiro del apoyo del magisterio a

este político. En 2004 Gordillo abandona su diputación y se confirma su relación directa

con el PANAL, con lo que resulta claro el cisma entre la corriente hegemónica del SNTE y

el PRI. En 2005 Gordillo renuncia a la Secretaría General del PRI. Para algunos analistas

este conflicto político podría ser una de las causas por las que el PRI pasó a ser la tercera

fuerza política del país en las elecciones de 2006, de lo que es una prueba el hecho de que

el 13 de julio de 2006 se expulsara a “La profesora” del PRI, en medio de declaraciones

entorno a una posible reconstrucción de ese partido. El 7 de julio de 2007, en una sesión

privada del consejo del sindicato, se aprobó nombrarla presidenta por un periodo

"indefinido" y darle el "voto de confianza" para que designe en sus cargos a los secretarios

generales seccionales del SNTE, lo cual le da un poder ilimitado en uno de los sindicatos

más grandes del país.

En 1989 Marcelo Ebrard fue director general del Departamento del Distrito Federal y su

secretario general en 1992; de 1993 a 1994 fue subsecretario en la Secretaría de Relaciones

Exteriores. Todos estos cargos bajo el mando de Manuel Camacho Solís. En 1997 fue

electo diputado por el PVEM, sin pertenecer a ese partido y meses después renunció a esa

institución política asumiéndose como diputado independiente en 1998, durante esa gestión

se caracterizó por estar en contra del Fondo Bancario de Protección al Ahorro

(FOBAPROA) el cual tenía como objetivo el rescate de los bancos en quiebra con cargo al

erario público. Camacho Solís y Ebrard fundaron el Partido de Centro Democrático y

participaron en las elecciones de 2000, el primero como candidato a la presidencia y el

segundo al gobierno del Distrito Federal. Ebrard declinó su candidatura en favor de Andrés

Manuel López Obrador, candidato del PRD y de la llamada Alianza por la Ciudad de

México (PRD/PT/Convergencia por la Democracia/Partido por la Sociedad Nacionalista

(PSN)/Partido Alianza Social (PAS)). De 2000 a 2002 formó parte del consejo de asesores,

durante la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México de López Obrador. En 2002 fue

nombrado secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal y durante su administración

contrató los servicios del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, como asesor en

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materia de seguridad para aplicar un programa en esta materia, el cual fue muy cuestionado.

Para finales de 2004 se presentó un suceso de violencia en Tláhuac donde una turba linchó

a tres policías federales y Ebrard fue removido del cargo por el presidente Fox. López

Obrador lo incorporó entonces como Secretario de Desarrollo Social (SEDESOL-DF) en la

ciudad. El apoyo que López Obrador otorgó a Ebrard levantó opiniones acerca de la

predilección del gobernante de la ciudad por la candidatura del secretario. En 2005 Ebrard

recibió el respaldo de una parte del PRD para lanzarse a la candidatura al gobierno de la

ciudad, por lo cual renunció a su cargo y se afilió a este partido. Algunos militantes del

PRD y aspirantes a ocupar el cargo criticaron esta postulación porque no representaba los

principios ideológicos del partido, posición a la que se adhirió el líder histórico

Cuauhtémoc Cárdenas. López Obrador reconoció abiertamente su preferencia por Ebrard.

En diciembre de 2005 Ebrard ganó la candidatura del PRD al gobierno de la Ciudad de

México. En las elecciones del 2 de julio de 2006 contendió contra Beatriz Paredes del PRI,

Demetrio Sodi, experredista y candidato por el PAN, Alberto Cinta de PNA y Gustavo

Jiménez Pons del PASDC actualmente PSD. La guerra de mensajes en los medios (spots)

entre el PAN y la Coalición Por el Bien de Todos en la elección presidencial de 2006

también se trasladó a la elección para Jefe de Gobierno del Distrito Federal. De acuerdo con

las encuestas de salida y los resultados oficiales, Ebrard fue electo Jefe de Gobierno del

Distrito Federal con 47 % de la votación a su favor, muy por encima de su principal

oponente, Demetrio Sodi del PAN, quien obtuvo 27%. Ebrard asumió ese cargo de

gobierno el 5 de diciembre de 2006 y sus acciones se han caracterizado, en materia social,

por ser una continuación y ampliación de las realizadas en su momento por López Obrador.

Juan Camilo Mouriño nació en Madrid, hijo de español y madre mexicana, y a la edad de

de 18 años de edad eligió la nacionalidad mexicana. A mediados de la década de los

noventa fue secuestrado y posteriormente ingresó a la actividad política como miembro del

PAN, fue diputado en el Congreso de Campeche por el V distrito electoral local, diputado

federal plurinominal en la LVIII Legislatura de 2000 a 2003, candidato a presidente

municipal de Campeche por el PAN en las elecciones de 2003, en las que ganó el priísta

Fernando Ortega Bernés. Para que Mouriño pudiera ser diputado en Campeche tuvo que

demostrar ser mexicano por nacimiento y ciudadano campechano en ejercicio de sus

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derechos, ya que en el caso de ser oriundo de otro estado debería acreditar cinco años de

residencia en el municipio donde se ubica el distrito electoral, de acuerdo con el artículo 33,

fracción I, inciso c de la constitución de la entidad (IFE 2006, 11). Cuando el actual

presidente de México, Felipe Calderón fue secretario de energía, Mouriño fue su asesor y

después pasó a ser subsecretario de electricidad, en 2003 y 2004 respectivamente; el año

siguiente asumió la coordinación general de la campaña presidencial de Calderón, por el

PAN. En marzo de 2005 dejó este lugar a Josefina Vázquez Mota y quedó como

vicecoordinador (hecho que fue visto como parte de una estrategia del PAN). Después de

que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró presidente

electo a Calderón se nombró a Mouriño como coordinador general del equipo de transición

y a partir del 1 de diciembre de 2006 ocupó el cargo de Jefe de la Oficina de la Presidencia.

El 16 de enero de 2008 el presidente Felipe Calderón Hinojosa lo nombró Secretario de

Gobernación en sustitución de Francisco Ramírez Acuña. Un dato curioso en la vida

política de este personaje es que el 13 de febrero de 2008 el vocero del PRD, Gerardo

Fernández Noroña, declaró que había encontrado pruebas en España de que el acta de

nacimiento de la madre era falsa (el acta dice que ella nació el 3 de mayo de 1950 en el

Sanatorio Español de la Ciudad de México y que sus padres era españoles nacionalizados

mexicanos). En la carrera política de Mouriño se mencionó su probable relación con la

empresa Oceanografía, contratista de PEMEX, investigada por accidentes, pero no se le ha

comprobado algún vínculo.

El 24 de febrero de 2008, López Obrador acusó a Mouriño de haber ejercido tráfico de

influencias en beneficio de algunas empresas de su familia por contratos con PEMEX

durante su gestión como asesor y subsecretario de electricidad. Las pruebas se entregaron a

los coordinadores parlamentarios de los partidos integrantes del Frente Amplio Progresista

y Mouriño rechazó estas acusaciones señalando que los contratos fueron hechos dentro del

marco de la ley. En marzo de ese año, López Obrador y el partido Convergencia dieron a

conocer dos contratos más. Sin embargo, ninguno de los partidos o personajes que hicieron

estas denuncias públicas las presentaron formalmente en esos momentos. Por su parte

Mouriño sí presentó documentales relacionadas con dichos contratos ante la Procuraduría

General de la República y la Secretaría de la Función Pública, por lo cual estas dos

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dependencias iniciaron las investigaciones correspondientes. Ante todo esto la Cámara de

Diputados integró una comisión investigadora del caso, de la que se negaron a formar parte

diputados del PRD, PT y Convergencia por no estar de acuerdo con sus objetivos, la

presidencia de la comisión estuvo a cargo del PVEM y en mayo esta comisión exoneró a

Mouriño de tráfico de influencias. El 6 de junio nuevamente diputados del PRD, Aleida

Álvarez Ruiz y Alejandro Sánchez Camacho, presentaron ante la Procuraduría General de

la República una denuncia contra Mouriño, por los delitos de tráfico de influencias y uso

indebido de funciones. Este personaje político falleció en un accidente aéreo con

características que lo hicieron muy sospechoso ante la opinión pública.

Estas semblanzas bastan, por el momento, para poner de relieve algunas de las

particularidades de los políticos del momento: su capacidad camaleónica para cambiar de

cargo, filiación partidista y hasta de nacionalidad; su habilidad para capitalizar al máximo

las posibilidades que les dan los cargos que han ejercido o ejercen y la forma en que

aprovechan los errores y debilidades del contrario.

POLÍTICA A FUTURO

Dado que las campañas para elecciones intermedias y presidenciales parecen haber iniciado

desde mediados de 2008, en esta sección se presentan los resultados comparados de la

exploración sobre la forma en que el ciudadano común, representado por nuestra muestra,

valora las habilidades administrativas y de gestión de una lista de políticos del momento. El

ejercicio de toma de opinión, como ya se anotó al principio de este trabajo, se inició en

mayo de 2008, se continuó en noviembre del mismo año y actualmente abarca hasta marzo

de 2009.

Las tres muestras estuvieron integradas por el mismo número de hombres y mujeres, con

edades promedio de 33, 34 y 35 años, respectivamente. Las ocupaciones de los

respondentes fueron diversas, pero en general los mayores grupos fueron 18% de

estudiantes, 14% amas de casa, 10% empleados de gobierno y 10% empleados en la

iniciativa privada, lo cual junto con la distribución por edades corresponde

aproximadamente al perfil demográfico y económico de la ciudad. La determinación de su

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nivel socioeconómico se efectuó a partir de la localización en un mapa mercadológico

(WILSA, actualización 1998) por medio de la combinación de colonia o barrio y

delegación, según declaración de los encuestados, y se tuvo en general 2% de nivel A y

parte superior del B (más de 80 salarios mínimos), 11% de B y C+ (24 a 79 salarios

mínimos), 30% de C (10 a 23 salarios mínimos) y 57% del D (uno a 9 salarios mínimos

mensuales) que no se alejan de lo determinado por Wilsa (1998).

Pasando a la parte de los resultados que interesan en este trabajo, en las dos tablas (I y II)

que siguen se presentan las evaluaciones dadas a los políticos seleccionados, primero en

capacidad administrativa y después en capacidad de gobierno, ordenadas en forma

descendente a partir del promedio de marzo de 2009, con los valores de noviembre y mayo

de 2008 a la derecha, lo cual permite comparar las puntuaciones de los tres sondeos del

Gabinete de Encuestas por Muestreo (GEM), que abarcan diez meses de la vida política de

la ciudad.

Del número de personas que los evalúan (columna N), se puede deducir que algunos

políticos de peso son poco conocidos, como Beltrones. El caso de Peña Nieto destaca, ya

que en apariencia su actuación como gobernador del Estado de México está teniendo

repercusión en el Distrito Federal; además ha estado desarrollando una campaña en los

medios dedicada a mostrar la forma en que está cumpliendo sus promesas preelectorales y

esto parece tener efecto tanto en el número de encuestados que lo evalúan como en las

puntuaciones que le asignan, aunque la evaluación de su capacidad como administrador

descendió en el último sondeo. López Obrador por primera vez en este tipo de ejercicio

realizado por el GEM apareció en segundo lugar en mayo de 2008, bajó al tercero en

noviembre de ese mismo año y continúa en esa posición en marzo de 2009 con una ligera

recuperación, pero se puede decir que sus evaluaciones se alejan de las que obtuvo en su

época de Jefe de Gobierno.

15

Tabla I Capacidad administrativa

Marzo de 2009 / Octubre y mayo de 2008 Evaluaciones en escala 1 a 10

N Media Mediana Moda Desviación Estándar

Personaje

Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Enrique Peña Nieto (PRI)

460 463 449 6.5

6.0

6.7

7 7 7 8 8 8 2.5 2.9 2.54

Marcelo Ebrard (PRD)

462 473 464 5.9

5.5

5.4

6 6 6 8 8 7 2.4 2.6 2.50

Andrés Manuel López Obrador (PRD)

462 473 467 5.7

5.2

5.5

6 6 6 1 1 1 3.0 3.1 2.99

Beatriz Paredes (PRI)

439 458 436 5.2

4.9

5.2

6 5 6 7 1 1 2.6 2.8 2.58

Felipe Calderón (PAN)

461 469 463 5.1

4.7

4.9

6 5 5 1 1 1 2.6 2.7 2.70

Alejandro Encinas (PRD)

429 445 471 4.9

4.4

4.9

5 5 5 1 1 1 2.6 2.7 3.12

Carlos Salinas (PRI)

461 474 424 4.5

4.7

4.7

5 5 5 1 1 1 2.9 3.2 2.53

Jesús Ortega (PRD)

413 409 382 4.4

3.8

4.2

5 4 5 1 1 1 2.5 2.5 2.53

Josefina Vásquez Mota (PAN)

401 420 376 4.3

3.8

4.3

5 3 5 1 1 1 2.6 2.6 2.67

Juan Camilo Mouriño (PAN)

- 387 340 -

3.6

3.8

- 3 4 - 1 1 - 2.6 2.47

Jorge Castañeda (PAN)

401 398 342 4.2

3.6

4.1

5 3 4 1 1 1 2.6 2.5 2.51

Manlio Fabio Beltrones (PAN)

392 402 315 4.2

3.5

3.9

5 3 4 1 1 1 2.6 2.5 2.69

Elba Esther Gordillo (PANAL)

449 462 436 3.7

3.5

3.7

4 3 4 1 1 1 2.5 2.5 2.52

16

En la tabla I Marcelo Ebrard aparece en segundo lugar en marzo de 2009, igual que en

noviembre de 2008, arriba de López Obrador, con evaluaciones de menor variación y con 8

(muy bueno) como calificación más mencionada para su capacidad administrativa. En

marzo de 2009 sólo Ebrard y Peña Nieto presentan modas “aprobatorias” en capacidad

administrativa, pero en capacidad de gobierno Peña Nieto se mantiene y Ebrard presenta

moda de 6 como gobernante (no tan bueno). Tal vez esto último se deba a la gran cantidad

de obras emprendidas por el gobierno de la ciudad capital, que contribuyen a desquiciar aún

más la ya complicada rutina diaria de sus habitantes.

El caso del presidente Calderón también destaca, ya que a pesar de la difícil situación

económica internacional y de la guerra de baja intensidad que está viviendo la ciudadanía

por la ofensiva que su administración ha declarado al crimen organizado en marzo de 2009

obtiene tanto como administrador como en su capacidad de gobierno evaluaciones más

altas. Será interesante seguir observando en los próximos sondeos como cambian o

mantienen sus posiciones los personajes considerados.

Tabla II Capacidad de gobierno

Marzo de 2009 / Octubre y mayo de 2008 Evaluaciones en escala 1 a 10

N Media Mediana Moda Desviación Estándar

Personaje

Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Mzo Oct Mayo Enrique Peña Nieto (PRI)

460 461 449 6.6

6.0

6.6

7 7 7.0 8 8 8 2.6 2.9 2.62

Marcelo Ebrard (PRD)

462 473 457 5.8

5.4

5.4

6 6 6.0 6 8 5 2.5 2.6 2.53

Andrés Manuel López Obrador (PRD)

462 472 459 5.6

5.2

5.5

6 5 6.0 1 1 1 3.1 3.1 2.98

Felipe Calderón (PAN)

460 462 456 5.1

4.6

4.8

6 5 5.0 1 1 1 2.6 2.7 2.72

Beatriz Paredes (PRI)

438 457 429 5.2

4.9

5.1

6 5 5.0 1 1 1 2.6 2.8 2.58

Alejandro Encinas

428 442 462 4.8

4.4

4.5

5 5 5.0 1 1 1 2.6 2.6 2.97

17

(PRD) Carlos Salinas (PRI)

461 474 415 4.3

4.7

4.6

5 5 5.0 1 1 1 2.9 3.1 2.51

Jesús Ortega (PRD)

415 410 379 4.4

3.7

4.1

5 3 4.0 1 1 1 2.6 2.5 2.51

Josefina Vásquez Mota (PAN)

400 418 374 4.2

3.8

4.2

5 3 4.5 1 1 1 2.6 2.6 2.71

Jorge Castañeda (PAN)

402 397 340 4.1

3.6

4.0

5 3 4.0 1 1 1 2.5 2.6 2.50

Juan Camilo Mouriño (PAN)

- 384 338 -

3.5

3.7

- 3 3.0 - 1 1 - 2.5 2.48

Manlio Fabio Beltrones (PAN)

388 402 319 4.0

3.4

3.9

5 3 4.0 1 1 1 2.6 2.5 2.70

Elba Esther Gordillo (PANAL)

449 461 429 3.7

3.5

3.7

4 3 4.0 1 1 1 2.5 2.5 2.47

PARTIDOS Y POLÍTICA

En octubre de 2008 y marzo de 2009, una vez definidas coaliciones, cambios de

denominación y otras precisiones, se preguntó a la muestra “¿Actualmente tiene usted

preferencia por algún partido político?”, con los resultados comparados de la tabla III que

sigue, donde se presentan los resultados de 2009 en primer lugar. Se observa que una

elevada proporción de la muestra (33.8% y 57.3%, respectivamente) declaró “ninguno” o se

negó a responder, aunque de octubre a marzo en apariencia existe un incremento en el

interés tal vez gracias a la “propaganda” disfrazada que se impulsó en los medios desde

antes del inicio oficial de las campañas (a desarrollarse del 3 de mayo al 1 de julio de

2009). Por otra parte, de entre quienes sí dieron un nombre (318 y 205 personas), la

mayoría (107 casos o 22.3%; 96 o 20%) está con el PRD, seguida por el PAN (75 personas

o 23.6%; 44 o 9.2%) y el PRI (75 o 19.5%; 40 u 8.3%). Estos resultados indican por una

parte que el ciudadano se ha alejado de los partidos y por otra que los tres principales

continúan, a pesar de todo, posicionados en el Distrito Federal en la misma forma que lo

han estado en los últimos años.

18

Tabla III Partido preferido

Marzo de 2009 / Octubre de 2008 Marzo 2009 Octubre 2008 Partido

Conteo Porcentaje Conteo Porcentaje Partido Acción Nacional (PAN)

75

15.6

44 9.2

Partido Revolucionario Institucional (PRI)

62

12.9

40 8.3

Partido de la Revolución Democrática (PRD)

107

22.3

96 20.0

Convergencia 6 1.3 8 1.7 Partido Verde (PV)

7 1.5 4 0.8

Partido Nueva Alianza (PANAL)

13

2.7 2 0.4

Partido Social Demócrata (PSD)

343

9.0 10 2.1

Partido del Trabajo (PT)

5 1.0 1 0.2

Ninguno 55 11.5 166 34.6 No sabe/ no responde

107 22.3 109 22.7

Total: 480 100.0 480 100.0

CONCLUSIONES

Ya que un sistema político es un conjunto de reglas formales e informales, de prácticas o

conductas y lealtades, las evaluaciones dadas por la muestra reflejan desde la óptica

ciudadana el escepticismo con el que el ciudadano común percibe el manejo discrecional y

favorecedor que de las reglas del sistema hacen los actores políticos; en cuanto a lealtad,

dado que los políticos cambian de filiación continuamente, los partidos se agrupan en

coaliciones inverosímiles e incluso de valores contradictorios, el ciudadano tampoco otorga

sus preferencias en forma permanente o continua, ya que suele apoyar al que siente que le

ofrece más y a menor plazo, de ahí la reducción (no medida en este trabajo) del llamado

“voto duro” en especial del PAN y el PRD.

19

Como ya se dijo, de acuerdo con Deutsch “La política se ocupa del interrogante: ¿Quién

obtiene qué, cuándo y cómo?; el gobierno se ocupa de la pregunta ¿Quién controla qué,

cuándo y cómo?” y en el caso mexicano podría decirse que los tres partidos más fuertes

(PAN, PRI y PRD) se ocupan de la política para obtener el máximo de prebendas, lo más

pronto posible y por cualquier medio; de las semblanzas presentadas (para muestra basta un

botón) es evidente que desde las diversas instancias de la administración gubernamental se

da un juego de poder en el que se conserva el control de cargos administrativos que sirven

de trampolín para el premio mayor consistente en un escaño en las cámaras, alguna

gubernatura estatal o cualquier otra posición política. Política y gobierno están

interrelacionados en un todo y ambos necesitan de las instituciones, organizaciones, canales

y procedimientos específicos; al ciudadano, en el sistema que nos ocupa, tiene pocas

oportunidades de actuación y, a pesar de su desconfianza, premia y castiga en las urnas,

siendo esta casi su única oportunidad.

A pesar de que, de acuerdo con la teoría, la actuación del gobierno debiera tener como

objetivo alcanzar la mayor cantidad de valores que los ciudadanos desean y mantener esa

búsqueda, preservando y aumentando su capacidad de búsqueda de nuevos valores y su

compatibilidad con los establecidos, en el sistema político mexicano, al menos desde la

óptica del ciudadano esto no ocurrió en la época del partido único y apenas pasa en la

actualidad. En la evaluación cualitativa (Deutsch) entre otros aspectos se califica la calidad

de los líderes políticos, de lo cual es muestra la sección anterior de resultados. En la opinión

ciudadana apenas si se cumple el objetivo enunciado al inicio, como se ve en las

puntuaciones otorgadas.

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