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Medicina Peruanaf-----------j Apuntes Hlstoricos Los Dioses y la Enfermedad Un episodio interesante en la rela- ci6n existente entre la Corte Imperial y los magos y curanderos independientes es relatado con un cierto tone ir6nico por Juan Santa Cruz Pachacutec. En su enredado discurso, mitad quechua, mi- tad espanol, nos cuenta que cuando Ya- huar Huaccac era aun principe, sufri6 una de las crisis que Ie aquejaban, du- rante las cuales lloraba sangre. Su pa- dre, el Emperador Inca Rocca, decidi6 entonces reunir a los hechiceros, magos y curanderos de todo el Imperio con el objeto de interpretar las verdaderas ra- zones y causas de este fen6meno of tal- mol6gico. Continua diciendo el cronista que el asunto era tan importante que vinieron miles de estos curanderos y brujos des- de todo el Imperio e invadieron el Cuz- . co en tal cantidad que no habia lugar pa- ra ellos en todas las canchas y habita- ciones de la capital. Una concentraci6n tan gigantesca de sabios en la Ciudad Santa, que-evidentemente no estaba pre- parada para este congreso medico tan exitoso, debe haber producido una cier- ta reacci6n desagradable en la Corte, es- pecialmente porque el joven principe no estaba dispuesto a someterse a todos los ritos, pases, interrogatorios y tratamien- tos que proponia la multitud de medi- cos que habia acudido al llamado del Emperador. EI Inca, continua diciendo- I nos el cronista, no qui so prestarse a con- fiar sus secretos y a contestar todas las preguntas de los sabios, pues esto reba- I jaba su dignidad. Por consiguiente, In- II Parte Fernando Cabieses Director del Instituto Nacional de Medicina Tradicional ca Rocca los reuni6 a todos en una enor- me asamblea y declar6 publicamente que el numero era demasiado elevado para poder ser de alguna utilidad. Final- mente, dandoles toda clase de excusas, los despidi6 indicandoles que regresasen a sus lugares de origen, prornetiendoles que de alli en adelante les daria aun ma- yo res libertades para ejercer su profe- si6n. Tambien parece ser cierto que, du- rante el reinado de Mayta Ccapac, el pa- pel de los curanderos y adivinos en los asuntos de gobierno lleg6 a ser muy pro- minente. La personalidad de este Em- perador se encuentra rodeada por un misterio que se ha filtrado a traves del cuidadoso recuento hist6rico que carac- terizaba las tradiciones orales que pos- teriormente sirvieron a los cronistas para reconstruir los 400 anos del regimen In- caico. De acuerdo a Santa Cruz Pachacu- tee, es evidente que el padre de Mayta Ccapac, el Emperador Lloque Yupan- qui, sufria de un cierto trastorno glan- dular que Ie habia impedido engendrar un heredero. Dice el cronista que este In- ca no tenia el menor in teres por el sexo femenino y que adem as era Iampifio en forma total. Su falta de pelo facial era tan marcada y el gobernante debe haber- se sentido tan sefialado por este motivo, que pronto orden6 a todos los nobles que concurrian a la corte que se depila- ran los vellos de la barba y del bigote con objeto de no aparecer diferentes del Inca. EI Padre Murua, otro cronista, nos dice que Lloque Yupanqui se encontra- ba profundamente deprimido porque no habia podido engendrar un heredero y que un dia, estando durmiendo su sies- ta se Ie apareci6 el Dios Sol en forma humana y 10 consol6 diciendole que no entristeciera, pues pronto tend ria un hi- jo que seria el heredero que buscaba. No importaba que estuviera viejo y que no tuviese ningun interes en el sexo femenino. EI hijo vendria ... Al enterarse de esto, continua Mu- rua, los parientes del Inca decidieron buscarle una esposa. Su hermano, un ro- busto joven llamado Manco Sacapa, co- nocedor de la escasa virilidad del Inca, busc6 una mujer que se adaptara alas circunstancias. La encontr6 en una po- blaci6n cercana llamada Oma (actual- mente conocida como San Jer6nimo). EI nombre de la mujer era Mama Caya. En ella, Lloque Yupanqui engendr6 un hi- jo y este fue llamado Mayta Ccapac. Excepto por alguna descripci6n un poco burda de los amores de Lloque y Mama Caya, los historiadores de la epo- ca evitan la falta de delicadeza de expli- car c6mo la recien casada se "adapt6 a las circunstancias" cuando Manco Sa- Didlogo Medico @ 39

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Page 1: Medicina Peruanaf-----------j Apuntes Hlstoricos Los

Medicina Peruanaf-----------j

Apuntes HlstoricosLos Dioses y la Enfermedad

Un episodio interesante en la rela-ci6n existente entre la Corte Imperial ylos magos y curanderos independienteses relatado con un cierto tone ir6nicopor Juan Santa Cruz Pachacutec. En suenredado discurso, mitad quechua, mi-tad espanol, nos cuenta que cuando Ya-huar Huaccac era aun principe, sufri6una de las crisis que Ie aquejaban, du-rante las cuales lloraba sangre. Su pa-dre, el Emperador Inca Rocca, decidi6entonces reunir a los hechiceros, magosy curanderos de todo el Imperio con elobjeto de interpretar las verdaderas ra-zones y causas de este fen6meno of tal-mol6gico.

Continua diciendo el cronista que elasunto era tan importante que vinieronmiles de estos curanderos y brujos des-de todo el Imperio e invadieron el Cuz-

. co en tal cantidad que no habia lugar pa-ra ellos en todas las canchas y habita-ciones de la capital. Una concentraci6ntan gigantesca de sabios en la CiudadSanta, que-evidentemente no estaba pre-parada para este congreso medico tanexitoso, debe haber producido una cier-ta reacci6n desagradable en la Corte, es-pecialmente porque el joven principe noestaba dispuesto a someterse a todos losritos, pases, interrogatorios y tratamien-tos que proponia la multitud de medi-cos que habia acudido al llamado delEmperador. EI Inca, continua diciendo-

Inos el cronista, no qui so prestarse a con-fiar sus secretos y a contestar todas laspreguntas de los sabios, pues esto reba-

I jaba su dignidad. Por consiguiente, In-

II Parte

Fernando CabiesesDirector del Instituto Nacional

de Medicina Tradicional

ca Rocca los reuni6 a todos en una enor-me asamblea y declar6 publicamenteque el numero era demasiado elevadopara poder ser de alguna utilidad. Final-mente, dandoles toda clase de excusas,los despidi6 indicandoles que regresasena sus lugares de origen, prornetiendolesque de alli en adelante les daria aun ma-yo res libertades para ejercer su profe-si6n.

Tambien parece ser cierto que, du-rante el reinado de Mayta Ccapac, el pa-pel de los curanderos y adivinos en losasuntos de gobierno lleg6 a ser muy pro-minente. La personalidad de este Em-perador se encuentra rodeada por unmisterio que se ha filtrado a traves delcuidadoso recuento hist6rico que carac-terizaba las tradiciones orales que pos-teriormente sirvieron a los cronistas parareconstruir los 400 anos del regimen In-caico.

De acuerdo a Santa Cruz Pachacu-tee, es evidente que el padre de MaytaCcapac, el Emperador Lloque Yupan-qui, sufria de un cierto trastorno glan-dular que Ie habia impedido engendrarun heredero. Dice el cronista que este In-ca no tenia el menor in teres por el sexofemenino y que adem as era Iampifio en

forma total. Su falta de pelo facial eratan marcada y el gobernante debe haber-se sentido tan sefialado por este motivo,que pronto orden6 a todos los noblesque concurrian a la corte que se depila-ran los vellos de la barba y del bigotecon objeto de no aparecer diferentes delInca.

EI Padre Murua, otro cronista, nosdice que Lloque Yupanqui se encontra-ba profundamente deprimido porque nohabia podido engendrar un heredero yque un dia, estando durmiendo su sies-ta se Ie apareci6 el Dios Sol en formahumana y 10 consol6 diciendole que noentristeciera, pues pronto tend ria un hi-jo que seria el heredero que buscaba.

No importaba que estuviera viejo yque no tuviese ningun interes en el sexofemenino. EI hijo vendria ...

Al enterarse de esto, continua Mu-rua, los parientes del Inca decidieronbuscarle una esposa. Su hermano, un ro-busto joven llamado Manco Sacapa, co-nocedor de la escasa virilidad del Inca,busc6 una mujer que se adaptara alascircunstancias. La encontr6 en una po-blaci6n cercana llamada Oma (actual-mente conocida como San Jer6nimo). EInombre de la mujer era Mama Caya. Enella, Lloque Yupanqui engendr6 un hi-jo y este fue llamado Mayta Ccapac.

Excepto por alguna descripci6n unpoco burda de los amores de Lloque yMama Caya, los historiadores de la epo-ca evitan la falta de delicadeza de expli-car c6mo la recien casada se "adapt6 alas circunstancias" cuando Manco Sa-

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cap a Ie propuso, ados leguas del Cuz-co, que tuviese un hijo para Lloque Yu-panqui. Pero la diplomacia literaria delos cronistas no termina aqui. TantoSarmiento de Gamboa como Santa Cruzde Pachacutec nos dan mayor informa-cion sobre la ninez temprana de este he-redero tan deseado: Mayta Ccapac, nosdicen, nacio tres meses despues de ha-ber side engendrado por Lloque Yupan-qui y parece ser que, para beneficio delas necesidades politicas del Imperio, eljovencito nacio con dientes; y cuandocumplia un afio de nacido ya tenia laapariencia y la fuerza de un muchachi-to de ocho anos. Apuradamente siguiocreciendo 10 mas rapido que podia y,cuando tenia dos aiios de edad, era unmuchachon fornido que podia derrotaren lucha singular a cualquier adulto quese Ie pusiera por delante.

Este prodigioso joven, lIamado poralgunos historiadores el Hercules Incai-co, desarrollo logicarnente una persona-lidad arrolladora. Como Salinas y Cor-dova nos cuenta, era un hombre muyvaliente en-la guerra y muy rnelancolicoen la vida privada. Era un profundo de-voto de los dioses del Tahuantinsuyo yse constituyo en un severo juez de todoslos que pecaban contra asuntos religio-sos, especialmente algunos hechiceros ybrujos heterodoxos. La mayor parte delas cronicas senalan que Mayta Ccapac"era un hombre muy sabio, que cono-cia mucho de medicina y tenia gran ca-pacidad para adivinar el futuro". Su rei-nado esta especialmente marcado por lainfluencia que en esa epoca tuvieron losmagos y los astrologos. EI mismo era unmago y curandero y dedicaba la mayorparte de su tiempo a la meditacion y arealizar ayunos severos y prolongados.Administrador capaz del alma humana,sabia como obtener ventaja de la in-fluencia que los hombres santos del Im-perio tenian sobre la comunidad, conobjeto de mantener la paz en su Corte.Aun su vida privada fue influenciadapor esta vocacion religiosa y medica,pues caso con Mama Tarpu Cori, delAylly de los Tarpuntaes (la mas puracasta sacerdotal), y Ie dio el nombre deMama Coca en honor del arbol sagrado.

De acuerdo con Santa Cruz Pacha-cutec, Mayta Ccapac se posesiono en talgrade de 5U rol de hombre santo, queorganize en el Cuzco una enorme con-vencion de todos los idolos y dioses delImperio bajo el pretexto de honrarlos yllevar a cabo una solemne y grandes fes-tividades. Pero una vez que los habia reu-

"... Ios Hechecocadivinaban la

enfermedad despuesde ingerir cantidadesdiversas de tabaco y

coca ".

nido les dirigio un discurso incendiariohaciendo mofa de todos los que creian endeidades menores y ordeno de inmediatola destruccion de todos los idolos de me-nor importancia, utilizando los despojosde estas imagenes como cimiento para unnuevo edificio. Se dice que en el momen-to mas algido de su discurso hubo un te-rremoto. Si esto es metaforico 0 no, no10 podemos decir ahora; pero la reaccionde los dioses se hizo sentir casi de inme-diato: Mayta Ccapac fue envenenadopor su cunada, la Mama Cusi Chimbo.

Como decimos arriba, la implanta-cion de la religion del Dios Sol en todaslas areas recien conquistadas nunca selIevaba a cabo excluyendo las religionestradicionales de cad a region. Los tem-plos provincianos y las organizacionessacerdotales que los servian continuabansu labor religiosa protegidos y estimu-lados por los nuevos gobernantes, enuna amalgama local de religiones. Pa-rece que, aunque las deidades conquis-tadas mas importantes (0 sus replicas enminiaturas convenientemente trasporta-bles) eran enviadas al Cuzco como re-henes, rodeadas de honores y venera-cion; y aunque el sacerdocio oficial deestas teologias provincianas era obliga-do a cumplir algunas reglas de su misional Dios Sol, se Ie estimulaba a continuarla realizacion de sus ceremonias de ado-racion en los antiguos santuarios.

Algunas de estas mitologias localesse encontraban tan sobrecargadas de as-

pectos relacionados con la salud y la en-fermedad, que no podemos dejar demencionarlas como centros de desarro-llo de las artes curativas en el AntiguoPeru.

En la parte norte del Imperio, porejemplo, habia el famoso culto de Umi-ita, tambien lIamada la Diosa de laSalud.

La deidad era una gigantesca esme-ralda cuyo valor, segun datos historicos,era igual a la suma de los tesoros detodos los templos del Imperio. Se encon-traba exquisitamente tallada en la for-ma de una cabeza humana. A este san-tuario venian peregrinos de todo el mun-do conocido en busca de salud y eranrecibidos ahi por una amplia gama desacerdotes que administraban cuidadosmedicos y oficiaban cuidados medicosy oficiaban los sacrificios a la diosa.

En L/amoc habia los templos deHuari- Vi/ca y de Haca- Vi/ca cuyos sa-cerdotes eran hombres lisiados. Por es-te hecho, los lisiados del Imperio con-currian alii a realizar sus preces y ora-ciones pidiendo salud.

En la costa central, a 25 kms, al surde Lima, uno puede todavia admirar lasruinas de la ciudad santa de Pac hac a-mac, dedicada a la Deidad Todopode-rosa y Omnipresente que mencionamosantes. Desde el vertice de una enor-me montana fabricada artificialmente,el templo del Sol domina todavia las des-trozadas ruinas de adobe del viejo tem-plo de Pachacamac -el Creador delUniverso y del Tiempo- donde, deacuerdo con las tradiciones, un horro-roso idolo reinaba sobre la salud y el bie-nestar de la humanidad. Cerca de ahi,un poco mas alia de las derruidas terra-zas del templo, todavia puede verse unamplio espacio sembrado de columnasmutiladas que nos hace imaginar lasenormes multitudes de peregrinos que,viajando a traves de montaiias y desier-tos, lIegaban a pedir al dios la curacionde sus enfermos.

Y cerca del Cuzco, en el centro delImperio, podemos ver una serie de pe-quefios templos y oratorios de las anti-guas religiones locales que estaban ma-nejadas por un sacerdocio independienteque recibia el nombre de Huacahuanri-mac. EI Padre Cobo, el Padre Murua yPolo de Ondegardo nos hablan de quealrededor del Cuzco habia mas de 450adoratorios con diferentes nombres.Probablemente habia mas aun. Y cadaindividuo tenia su propia devocion y sa-crificaba y hacia ceremonias a estos dio-

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ses menores cada vez que se encontrabaenfermo.

Por 10 tanto, debemos consideraruna segunda esfera de profesionales or-ganizados que no pertenecian al clerooficial, pero que en muchas ocasionesy en diversas circunstancias se dedica-ban a la practica de las ciencias curati-vas en estrecha conexi6n con sus activi-dades magicas y religiosas.

Finalmente, debemos mencionar a loscuranderos y a los medicos independien-tes, a los brujos, los hechiceros, los adi-vinos y a una serie de otros profesiona-les en conexi6n con problemas de saludy enfermedad. Tras un cuidadoso escru-tinio de las Fuentes hist6ricas a nuestradisposici6n, podriamos lIenar much aspaginas con diferentes nombres y des-cripciones de esta ca6tica multitud decuranderos profesionales cuya premi-nencia en la comunidad parece ahoratan dificil de entender. A los estudiososde la civilizaci6n occidental, esto podriahacer recordar el desorden que existia enlas actividades medicas durante el Im-perio Romano.

La mayor parte de las viejas croni-cas dan datos muy conflictivos sobre lastecnicas, denominaciones y estado socialde los curanderos peruanos, asi comosobre su conocimiento y buena Fe. Porconsiguiente, la presente relaci6n sola-mente debe ser interpretada como un es-fuerzo de poner un poco de orden en elconfuso panorama de la medicina fol-kl6rica del Antiguo Peru. Esperamosque esto pueda servir como base parauna mejor comprensi6n de los proble-mas que de este estudio surgen:

Existian, por ejemplo, los Ccamas-cas (curanderos) y los Soneeoyoe (ins-pirados, los que curan con el coraz6n),que adquiririan sus conocimientos me-diante metodos secretos y sobrenatura-les impartidos par miembros de la mis-ma familia, practicando sus artes cura-tivas en los ciudadanos comunes. Eranhombres 0 mujeres que nunca intenta-ban curar sin hacer ofrecimientos y sa-crificios a los dioses, ejerciendo asi untipieo acto de medicina magica. Muchosde ellos alegaban haber sido investidoscon el poder para curar mediante visio-nes 0 suefios de pacientes que habian te-nido la misma enfermedad que ellos tra-taban de curar y, por consiguiente, seconsideraban algo asi como especialis-tas en determinada dolencia.

Era natural, por 10 tanto, que la ma-yor parte de las ofrendas y oraciones querealizaban en conexi6n con cualquier ac-

Medicina Peruana -

"Por humoristicacoincidencia, pareceser que los antiguos

peruanosintrodujeron elcobayo comometoda de

investigacion enmedicina ' '.

to magico, estuvieran dedicados al es-piritu 0 al dios que se les habia apareci-do en sus momentos alucinatorios.

Otros profesionales de este grupohabian sido iniciados en el arte de la me-dicina a traves de su propia experienciacon una enfermedad determinada. Lascr6nicas dicen que era frecuente quecualquiera que hubiese tenido la expe-riencia de romperse un brazo 0 una pier-na y hubiese curado 0 cicatrizado en unperiodo mas corto del que aparentemen-te era necesario, se hiciera especialistaen curar una enfermedad semejante; yno eran pocos los que, habiendo real-mente fingido tal enfermedad, alegabanhaber sido objeto de una cura milagro-sa y espontanea por intermedio de algu-na visi6n 0 de algun dios. Desde enton-ces se convertian en objeto de atracci6npara sujetos que tenian dolencias sirni-lares, quienes acudian hacia ellos con-virtiendolos autornaticamente en curan-deros.

Otros recibian el nombre de Alleos*y eran considerados como sacerdotes.En presencia de un paciente, consulta-ban a uno de los dioses menores, unadeidad particular, muchas veces el diospersonal 0 eonopa del enfermo. Llama-ban al dios 0 al espiritu redoblando conlos dedos sobre tamborines manchadoscon sangre de cuyes, 0 haciendo ruido

• Nora.-EI termino Allco significa perro. Esro puedetener origen iotemico.

Did/ORO Medico @

con redes llenas de cascabeles 0 congrandes campanas de cobre. Y cuando,despues de estos ruidos magicos, consi-deraban que el dios habia lIegado a laescena, Ie hacian preguntas y recibian enlengua criptica las respuestas sobre la sa-Iud del enfermo.

Tarnbien habia otros que se llama-ban Moseos (sonadores). Estos adivina-ban a traves de la interpretaci6n de lossuefios. Los pacientes venian hacia ellospara preguntarles sobre el pron6stico desu enfermedad. Si era un hombre el quelos consultaba, Ie pedian su honda 0 subolsa de coca, 0 su poncho 0 cualquierotra prenda de vestir. Si era una mujer,Ie pedian su cintur6n 0 su Iliella. Conestas prendas se iban a su santuario ydormian sobre elias, dependiendo delsuefio que tuvieran, contestaban al diasiguiente.

Algunas de las interpretaciones da-das al contenido de estos suefios nos hanllegado a traves de in formaciones reco-gidas por los misioneros de la Conquis-ta, y pueden ayudarnos ahora a pene-trar un poco en el pensamiento magicode entonces: EI haber sofiado en cami-nar a traves de las aguas de un rio, porejemplo, significaba la muerte 0 un viajemuy prolongado; una pesadilla tragica,tarnbien podia significar la muerte; y so-nar con haber sido mordido por un pe-rro 0 por una serpiente significaba queel paciente en cuesti6n habia sido enve-nenado 0 embrujado. Sonar con fuegosignificaba una enfermedad grave; so-nar con un aguila 0 con un halc6n sig-nificaba que el feto de una mujerembarazada era nino. Una nifia estabarepresentada por una rana. Sonar conperros siempre significaba desgracia ysonar con lana 0 con redes significabatristeza. Sonar con una persona sin ca-beza 0 sin manos significaba que 10 queel hombre estaba deseando cuando con-cili6 el suefio no seria realidad mas ade-lante. Cruzar un puente significaba unaseparacion prolongada de la familia, ysonar con que se habia comido pescadoera evidencia de que en un futuro pro-ximo el sujeto de la investigaci6n esta-ria en una borrachera.

Los hechiceros lIamados Cuyrieueprecedian todas sus curaciones con el sa-crificio del cuy. EI curandero matabaprimero el cuy ahogandolo 0 estrangu-

* NOlG.-Por humoristica coincidencia, parece ser quelos antiguos peruanas introdujeron el cobayo como me-todo de investigocion en medicina. Cuyricuc significabaliteraltnente mirar a/ cuy.

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landolo, y despues, utilizando la ufia delpulgar, que la llevaba gigantesca y afi-lada, abria el abdomen del animal y mi-raba las visceras tratando de interpretarla forma en la cual circulaba la sangreo se movian los intestinos.

Ceremonias similares eran llevadas acabo por los Paehaeue que colocabanuna gran arafia en un recipiente cerami-co de boca ancha 0 sobre un am pliomanto de lana. Despues perseguian alanimal con la punta de un palilIo, hastalesionar a la arafia en una de sus patas.Una vez que lograban esto, miraban a laarafia mutilada y determinaban, median-te sus movimientos, la localizacion yex-tension de la enfermedad del paciente.

Los Ayatapue se encargaban de ha-blar directamente con los muertos, y losHeeheeoe adivinaban la enfermedaddespues de ingerir cantidades diversas detabaco y coca. Otros, como los Cavia-eoe, recurrian simplemente a la ingestionde bebidas alcoholicas para entrar en untrance que les permitia diagnosticar laenfermedad, mientras los Haehus ha-cian diversos pases magicos con granosde maiz y con excrementos de animales.

Existian tam bien los Virapiricos queobtenian su informacion magica me-diante el estudio del humo producidopor la incineracion de grasa de llama; ylos Calparicuc que adivinaban por lasuerte de la ea/pa, que no era otra cosaque mirar las entrafias de cualquier ani-mal sacrificado; no necesariamente elcuy.

Habia tarnbien otros como los Wis-has, los Layeas, los Rapiac, los Asuae,los Yanpae, los Maesas, los P/aehes,y una serie interminable de otras deno-minaciones que incluian toda cIase depersonalidades que no seran descritasen detalle, excepto por los Ichuris y losGuaeaues que merecen unos parraf'osespecificos.

El terrnino Ichuri es derivado deIehu, un tipo especial de grama que ere-ce en las aItas y frias punas de los Andes(Stipa ichu). Esta planta tiene significa-do mitologico oscuro y el Ichuri siem-pre utilizaba un manojo de esta gramapara llevar a cabo sus tareas, tal comodescribiremos mas abajo. El rol de es-tos profesionales en la comunidad eraconsiderado muy elevado y eran vene-rados por todo el pueblo como perso-

Medicina Peruanara que fiotase aguas abajo. Con el ichuse iban todos los pecados y sus efectosadversos. Y con el ichu y con las aguastam bien se alejaba la memoria de 10 su-cedido, simbolizando el completo secre-to de la confesion.

Cuando el confesor juzgaba que elpenitente era un pecador inveterado 0peligroso, podia, a su criterio, estable-cer las penas mayores. Una de estas pe-nas consistia en traer con el a un joro-bado, algun Iisiado congenito que ibacon el penitente hasta la orilla del rio.Con las aguas bafiaba todo el cuerpodel penitente y entonces el lisiado, quese convertia asi en verdugo, azotaba alpecador con ramas de ortiga. Para esteproposito existia en el Cuzco una pe-quefia hueste de lisiados congenitos, es-pecialmente encargados de estos menes-teres.

Los Ichuris juraban absoluto secre-to de sus actividades antes de que seles permitiera trabajar en la comuni-dad. De acuerdo con la informacion anuestro alcance, el Ichuri no era juezni espia. Su santo ministerio consistiaespecificamente en Iiberar el alma hu-mana de la contaminacion maligna delpecado. Una vez que esto era realizadoen completo secreto, el pecado era olvi-dado por los dioses, y sus peligros ocul-tos quedaban controlados.

Es de suponer que esta confesionno era curativa, excepto cuando los sin-tomas del paciente eran psicogenicos.La mayor parte de las veces era unaespecie de ceremonia profilactica a laque los individuos se prestaban periodi-camente, 0 como un paso preliminarhacia un evento importante de su vida,tal como un viaje prolongado 0 una ba-talla. Pero en epocas de epidemia, ham-brunas, sequias 0 cualquier otra catas-trofe publica, se dice que los lchuriseran los hombres mas ocupados de lacomunidad.

Para el individuo que requeria losservicios del Ichuri, el acto de la can fe-sion debe haber servidolos mismos propositossubjetivos que ahora seobtienen en el confe-sionario catolico 0 enel divan del psiquiatra.Una especie de catar-sis mental que probablemente evitabamuchos sintomas psicosornaticos.

42 Didlogo Medico ®

"... Ia enfermedadera interpretadacomo un castigoo una venganzade los dioses

por algun crimensecreto, la salud

se asociabadirectamente con unestado de gracia ... "

nas santas, muy esenciales para el bie-nestar de los individuos y del grupo co-munitario. La razon para este prestigioera que ellos eran los unicos que podianperdonar los pecados.

Como la enfermedad era interpret a-da como un castigo 0 una venganza delos dioses por algun crimen secreto, lasalud se asociaba directamente can unestado de gracia obtenido mediante laconfesion ante el Ichuri. Era una confe-sion extrafiamente parecida al acto dela penitencia catolica. El pecador acom-pafiaba al Ichuri hacia un lugar secretay aislado y, despues de postrarse anteel, recitaba uno por uno todos sus cri-menes, vicios y travesuras. Los malospensamientos no eran considerados pe-cado. Solamente 10 eran las accionesconsumadas contra las leyes de la co-munidad. Realizada la conf'esion el lchu-ri, que probablemente conocia a sus fe-ligreses mucho mejor que nadie, se ase-guraba de que ningun pecado ni of ens aquedasen ocultos en este acto confesio-nal. Si no estaba satisfecho, castigabafisicamente y aun torturaba al pecadorhasta que todo hubiera sido dicho. Des-pues realizaba unos cuantos pases ma-gicos sobre el penitente y, tomando unmanojo de ichu, la grama sagrada, 10lanzaba hacia la corriente de un rio pa-