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MATERIAL PARA LA MONOGRAFIA
Las tres funciones Universitarias: Docencia, Investigación y Extensión
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http://servicio.bc.uc.edu.ve/ingenieria/revista/IngenieriaySociedad/a6n1/art5.pdf
http://www2.scielo.org.ve/pdf/sp/v10n2/art07.pdf
http://www.cies2007.eventos.usb.ve/ponencias/152.pdf
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http://www.unl.edu.ar/iberoextension/dvd/archivos/ponencias/mesa3/rol-de-las-universidades-doc.pdf
INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA EN EDUCACIÓN SUPERIOR
RESUMEN La universidad venezolana, desde su concepción actual, debe cumplir
funciones básicas de docencia, investigación, extensión y gestión. La investigación
se lleva a cabo para producir conocimiento nuevo y la docencia para diseminarlo.
En nuestro país a lo largo de los años muchas han sido las instituciones que se
han ocupado de llevar a cabo distintos proyectos de investigación, pero hay que
tomar en cuenta que existen desafíos afectan tanto a los modos de producción
científica como a los contenidos de dicha producción, pero no debemos nunca
olvidar que la razón de ser de la universidad supone promover una formación
profesional con una marcada actitud investigativa.
Palabras Claves: investigación, docencia, educación superior, universidad.
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR.INSTITUTO PEDAGÓGICO “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
SUBDIRECCION DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO MAESTRIA EN EDUCACIÓN SUPERIOR
TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE
INTRODUCCIÓN
La investigación en la universidad, es un tema de especial relevancia, por
cuanto está ligada a la posibilidad de producir soluciones para el país, de igual
manera es imperante la necesidad de mantener la capacidad “productivo –
organizativo de la universidad. La razón de ser de la Universidad supone promover
una formaciónprofesional con una marcada actitud investigativa.
La razón de ser de la Universidad supone promover una formación
profesional con una marcada actitud investigativa, en tal sentido, en el presente
estudio se aborda el proceso de generación de las Líneas de Investigación y se
propone recomendaciones para la consolidación de ellas, de acuerdo con los
hallazgos encontrados en el desarrollo de dicho estudio. La razón de ser de la
Universidad supone promover una formación profesional con una marcada actitud
investigativa, en tal sentido, en el presente estudio se aborda el proceso de
generación de las Líneas de Investigación y se propone recomendaciones para la
consolidación de ellas, de acuerdo con los hallazgos encontrados en el desarrollo
de dicho estudio.
La docencia y la investigación aparecen en todas las definiciones que se
dan sobre las funciones básicas de la institución universitaria. La investigación
para la creación del conocimiento y la docencia para su diseminación. Estas dos
funciones tienen su razón de ser en el aprendizaje de los estudiantes. Del mismo
modo se señala que la misión de la universidad es la búsqueda, desarrollo y
difusión del conocimiento en todos los campos del saber, convirtiéndose de este
modo en referencia del conocimiento y del desarrollo tecnológico.
La docencia y la investigación han sido centro de interés tanto para los
responsables en política universitaria como para investigadores. A lo largo de las
últimas décadas se ha realizado un considerable esfuerzo en tratar de establecer
la naturaleza de la relación entre la docencia y la investigación como lo atestiguan
las publicaciones aparecidas en las revistas más prestigiosas.
Uno de los principios básicos sostenidos por gran número de profesores
universitarios es que entre docencia e investigación existe una estrecha relación.
Asegurar la calidad de estas dos funciones es una de las preocupaciones de los
gobiernos y de la propia institución universitaria: de los gobiernos para proponer
programas de calidad y de las instituciones universitarias para implementar dichos
programas y promover la innovación en su profesorado.
I. INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN VENEZUELA.
Hablar de la investigación científica en Venezuela es hablar de sus
universidades, puesto que en ellas, como en todos o casi todos los países de
Latinoamérica, se realiza el mayor porcentaje y se tiene la mayor responsabilidad
con respecto a esa actividad científica. Los profesores y estudiantes universitarios
practican en alguna forma esa actividad por el valor que ella tiene como apoyo a
los procesos pedagógicos y por la retribución, material o espiritual, que puede
significar.
Conviene expresar que, como sucede en otras partes del mundo, la
investigación científica no es la única actividad intelectual (además de la docencia
y la extensión) que realizan las universidades y otras instituciones de educación
superior. En efecto, cada vez más las universidades se vinculan a la creación
tecnológica y artística, las cuales son también importantes para el desarrollo social
y del ser humano. Sin embargo, la tradición de origen germano ha impuesto la
práctica de dar mayor importancia a la investigación científica, la cual no es más
que una de las formas, quizás la más sencilla, de hacer ciencia, la cual, a su vez
no es más que una, entre un conjunto variado de actividades de producción
intelectual (Morles, 2002).
En la Venezuela anterior al siglo XX se desarrolló muy poco la producción
científica y era lógico, puesto que en esos tiempos no había demanda social de
ciencia y tecnología. Lo cierto era que la práctica científica no pasaba de ser
pasatiempo de algunos privilegiados de la fortuna o de la inteligencia.
Entre 1958 y 1983 la actividad científica y tecnológica tuvo un crecimiento
significativo en las universidades, lo cual se notaba en el creciente número de
ponencias que se presentaban en la Convención Anual de Asovac: de unos pocos
cientos de participantes en los años 60 se llegó a los 2.000 y más en los 70.
Lamentablemente, este crecimiento comenzó a decaer en la década de los 80 a
causa de la crisis económica que vivió el país con el derrumbe de los precios
petroleros. Pero otros factores también intervinieron no sólo en el decrecimiento
del volumen sino también en la calidad de la actividad investigativa y, por tanto, en
la participación en dicha Convención.
Aparte de la actividad científica universitaria, en la actualidad existe un
conjunto importante de centros de investigación y de desarrollo tecnológico que
han realizado contribuciones significativas, entre los que destacan el IVIC (el
principal instituto de investigación en ciencias duras), el INTEVET (centro de
investigación en el área de hidrocarburos, creado por la empresa estatal Petróleos
de Venezuela, en el cual laboran unos 300 investigadores y técnicos), el Instituto
Nacional de Agricultura (antes FONAIAP), el CICASI (Centro de Investigaciones
Carboníferas y Siderúrgicas) y el CITO (Centro de Investigaciones Tecnológicas
de Oriente), estos últimos financiados por corporaciones regionales en las cuales
participan los sectores público y privado.
Si se mide el esfuerzo de investigación en Venezuela empleando el número
de citas que aparecen en el ScienceCitationIndex se encuentra que, en
comparación con el resto de América Latina, Venezuela está en el quinto lugar,
después de Brasil, Argentina, México y Chile pero muy lejos de los llamados
países avanzados.
El número de investigadores activos es muy inferior a lo recomendado en
función de la población. Según organismos internacionales deberíamos contar con
unos 20 mil investigadores y apenas su número se ubica alrededor de tres mil.
II. DESAFÍOS EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA.
Estos desafíos afectan tanto a los modos de producción científica como a
los contenidos de dicha producción. Si bien el análisis de los modos de producción
científica excede los marcos de esta exposición, destaco algunos de sus rasgos
fundamentales. En primer lugar, es importante observar los cambios en los lugares
donde se produce el conocimiento y apreciar dos fenómenos importantes: El
primero se caracteriza por la tendencia a privatizar la producción de
conocimientos. En este sentido, deberíamos ser capaces de diagnosticar la
participación creciente de los laboratorios de las empresas productoras de
tecnología en la investigación educativa. Si bien este fenómeno no se aprecia en
nuestros países, porque la concentración de la producción científica en los países
capitalistas avanzados es muy significativa, no por ello dejan de ser importantes
sus consecuencias sobre la producción de conocimientos y, más importante aun,
sobre las prácticas pedagógicas de las escuelas. Una tendencia de este tipo
plantea serios riesgos de orientar la producción científica en función de los
requerimientos del mercado.
El segundo fenómeno se refiere al cambio en el papel de las
administraciones educativas que ya no pueden limitarse a aplicar conocimientos,
sino que comienzan a actuar como espacios de producción de conocimientos.
Este cambio también tiene consecuencias sobre la investigación educativa. La
idea clásica de la innovación “piloto” que luego se extendía al resto del sistema ha
perdido vigencia. Hoy se supone que todo el sistema funciona o debe funcionar
como una experiencia innovadora. Esto plantea a las políticas públicas la
exigencia de la experimentación, lo cual obliga a introducir en las decisiones
políticas mayor nivel de responsabilidad y exigencias de control sobre el desarrollo
de los procesos.
III. DOCENCIA, INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN EN EDUCACIÓN SUPERIOR.
Las funciones de la Universidad, como institución social, son: la docencia,
la investigación y la extensión, cada una de ellas con un propósito específico.
El propósito de la docencia universitaria es educar hombres y mujeres
integralmente, para que en su labor como profesionales intervengan en el
desarrollo social y humano, y que garanticen, en lo fundamental, el mantenimiento
de la cultura. Las disciplinas que se ocupan de la docencia universitaria son la
pedagogía, que estudia los procesos de formación de los futuros egresados; la
didáctica, que se encarga del proceso docente-educativo que guía dicha
formación, y el currículo, en tanto la selección de los saberes con los cuales han
de prepararse los profesionales para desarrollar sus actividades laborales,
saberes que circulan desde las ciencias hasta la academia y desde la academia
hasta el ámbito laboral.
La investigación tiene como propósito descubrir nuevos conocimientos
científicos, artísticos, técnicos y tecnológicos, para garantizar el desarrollo de la
sociedad. La investigación "es hacerse una pregunta inteligente y seguir un
método de respuestas inteligentes [...] es un proyecto de saber" (Jaramillo y
Gómez, 1997).
El propósito de la extensión es establecer los nexos de la universidad con
su entorno y de éste con aquella, y garantizar la proyección de la universidad en la
sociedad, a nivel nacional e internacional.
La extensión permite que se den diferentes tipos de interacciones sociales a
través de programas de difusión, consultoría, asesoría e interventorías, que se
expresan en actividades artísticas, científicas, técnicas y tecnológicas (Universidad
de Antioquia, 1994: Artículo 15).
Las funciones de docencia, investigación y extensión necesitan
interrelacionarse desde la perspectiva de los procesos de investigación.
La investigación formativa es una posibilidad para generar un modelo
didáctico que parte de la enunciación y la solución de problemas. Los problemas
reales que habitan en la sociedad en su generalidad, en las sociedades del
conocimiento en su particularidad y en las organizaciones inteligentes en su
singularidad, son el punto de partida para enseñar a investigar a los estudiantes
en la universidad. Los problemas reales generan los objetivos como ideales que la
universidad estipula en tanto guías de aprendizaje; en ellos enuncian las
competencias, las facultades intelectuales que necesitan desarrollar los futuros
egresados, quienes trabajarán en las organizaciones inteligentes cuya finalidad es
producir conocimientos. Entonces, las competencias, más que desprenderse de
esferas de actuación preestablecidas por las empresas, necesitan derivarse de los
métodos de las ciencias para desarrollar la alta inteligencia y repercutir en el
progreso de las sociedades del conocimiento.
IV. INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD.
La razón de ser de la universidad supone promover una formación
profesional con una marcada actitud investigativa. El proceso de transformación
acelerada y contínua que vive el planeta desde el punto de vista social, económico
y organizativo no es excluyente, en consecuencia todos los sectores están
involucrados, entre ellos, la universidad.
De acuerdo con lo expuesto, el desarrollo de la sociedad en general y del
ser humano, de manera específica, se relaciona con la potencialidad que desde el
punto de vista intelectual posea y trabaje. De esta manera, los recursos de los
pueblos abarcarán más allá de los naturales o los materiales, es decir, se tomarán
especialmente en cuenta los recursos intelectuales y la capacidad para crear,
innovar, investigar y aplicar los productos obtenidos.
Esta circunstancia, permite afirmar el papel fundamental que juega la
investigación, pues de ello dependerá no sólo el avance de las naciones, sino
también la tecnología orientada a mejorar la calidad de vida de los individuos,
debido a que cada vez más, el devenir de los pueblos, dependerá de la formación
de sus ciudadanos, así como de los conocimientos que le permitan asegurar el
desarrollo social. En tal sentido, se considera a la educación como la vía ideal
para promover la investigación, fuente de conocimiento, generadora de tecnología.
Aunque en América Latina y en Venezuela aún la problemática de la
Educación Superior no ha logrado resolverse, las exigencias en investigación y el
desafío de generar una estructura para vincularse con las oportunidades de la
globalización, sin perder de vista las metas del desarrollo nacional, son inminentes
y necesarias. La investigación es tarea fundamental para lograr el desarrollo
económico y social de cualquier país. No sólo es propio fomentar la investigación,
sino adicionalmente escoger de forma adecuada, la dirección, las líneas
prioritarias para el desarrollo de las mismas, contribuyendo activamente con las
necesidades apremiantes de la región.
Tünnerman (2000), identifica la debilidad de la ciencia en América Latina y
particularmente en Venezuela, con las siguientes características: escaso tamaño
de la comunidad dedicada a tareas de investigación y desarrollo, escasa
contribución de la producción científica latinoamericana en comparación con la
producción mundial, limitada efectividad para transformar la realidad, fuga de
talentos y poco aprovechamiento de los productos de las investigaciones.
V. INVESTIGACIÓN COMO INSTRUMENTO DE FORMACIÓN DOCENTE.
En la actualidad y dada la complejidad de la sociedad, la cual sufre momentos
de crisis y de transformaciones profundas, en materia educativa, replantear la
formación que reciben los docentes universitarios en el área de investigación, se
hace cada vez más necesario, dado que cada vez son más, los profesionales que
ingresan al sector universitario sin haber recibido, bien sea por parte institucional,
curricular o de manera personal, la requerida formación para cumplir con la
referida función. La formación del personal docente actualmente requiere de un
análisis cuidadoso por parte de las instituciones de Educación Superior, debido a
la necesidad que existe en su formación, en el área de investigación, de manera
tal, que este personal pueda lograr la interrelación entre ambas funciones
universitarias: docencia e investigación.
El docente universitario debe recibir una formación académica de calidad,
fundamentada en la Investigación, dado que, en la medida que la docencia se
nutra del producto de las investigaciones, en esa misma medida los nuevos
profesionales que se forjan en las aulas universitarias, recibirán los beneficios de
una educación más crítica, analítica y a tono con las exigencias contemporáneas.
La investigación presentada como modelo de formación docente,
desplazaría en parte la rigidez de los textos, el totalitarismo de los programas,
haciendo que los estudiantes entren en contacto directo con los escenarios que se
relacionan directamente con su formación. La investigación como instrumento para
la formación docente genera un cambio en el tipo de actividad que este realiza, al
pasar de un informador de clase a un investigador del conocimiento que requieren
sus estudiantes.
Una institución de Educación Superior en donde los docentes y estudiantes
no investiguen carece del principio vital que es la creatividad científica, esencial e
indispensable en los docentes, quienes son los responsables de hacer y fomentar
la investigación integrada a la docencia.
CONCLUSIONES
Investigar significa para la universidad vincularse con la sociedad de una
manera diferente a la que generaba su vínculo a través de una docencia meritoria
pero aislada, y de una extensión mas asistencialista que académica. Para la
sociedad la consolidación de la Investigación en la universidad significa
profundizar en la capacidad nacional de producir conocimiento sobre los propios
problemas sociales, culturales, políticos, económicos. Producir conocimientos
significa para la universidad colombiana plantearse como un órgano de la
sociedad con mayoría de edad, que le permite tener voz y voto en el contexto
nacional y mundial tanto político como académico.
Para los docentes, la intensificación de la actividad investigación significa
capacidad para indagar en los problemas de sus disciplinas y de sus profesiones,
descubrir los modos como transita la ciencia por sus propios laberintos. Renovar
los espacios de construcción y apropiación del conocimiento, articularse a las
redes de conocimiento, hacer parte de una comunidad científica. Investigar para
producir conocimientos, adquiere para éstos un nuevos sentido, es una forma de
pensar en la importancia de generar un bien común, de conquistar otro interés
general, que nace y se reproduce en la universidad, como parte de su ética de
responsabilidad social.
Investigación, Docencia y Extensión en tiempos de cambio
De las funciones fundamentales y obligatorias de la institución universitaria, la investigación es una de las actividades que mayor importancia tiene el quehacer académico de las Universidades en los últimos años.
Lamentablemente no podemos decir lo mismo de la docencia de pregrado, otra de las funciones básicas de la universidad, cuyo desarrollo se mantiene a la detrás de la investigación y el postgrado. Son numerosos los hechos indicadores de esta situación,
bastaría mencionar la obsolescencia de los planes de estudio de la mayoría de las carreras universitarias. Esto debe corregirse. El Pregrado es la esencia vital de la institución universitaria y de su calidad y fortaleza depende que el status exitoso de las otras áreas académicas pueda mantenerse en el tiempo. De modo que si queremos tener una universidad de excelencia que cumpla con la función que le corresponde dentro de la sociedad venezolana, es urgente que todos los universitarios nos involucremos activamente en el mejoramiento del Pregrado.En la búsqueda de respuestas que nos lleven a mejorar la función docente, es imperativa la identificación de las causas determinantes del desequilibrio existente entre la investigación y la docencia de pregrado.La investigación es una función esencialmente personal y realizada en forma libre; los artículos publicados que resultan del proceso de investigación son productos tangibles fácilmente identificables.Aunque no hay una política institucional para su evaluación si hay una valoración externa y obligada hecha por los pares de los investigadores. La excelencia es reconocida y premiada por la propia institución o por entes externos y por tanto proporciona prestigio. Siendo una actividad básica y obligatoria, sólo la hace quien tiene vocación. No hay sanción para aquellos que no la practican. Existe una sólida conciencia institucional acerca de la importancia de la investigación que se ha traducido en el establecimiento y desarrollo de políticas para la formación de investigadores.En contraste, la docencia es la única labor que el profesor asume como obligatoria, de hecho su no cumplimiento es penalizado, por lo que la vocación no parece un factor determinante en la función docente, y aunque controlada, no es evaluada institucionalmente. El producto tangible más importante del proceso docente son los egresados, en cuya formación interactúa un colectivo disgregado e inconexo de profesores y estudiantes. La labor docente no es estimulada, reconocida y premiada por la institución como sí lo es investigación. Salvo los recientes esfuerzos hechos con el programa de actualización docente, éste no se ha podido consolidar como política institucional.Al contrario de lo que pasa en la investigación, los profesores en su papel de docentes no han desarrollado mecanismos de agrupación para la defensa de la docencia. Pareciera que como docentes nuestra responsabilidad se limita a los cursos o asignaturas que atendemos y no a la de asumir compromisos colectivos que permitan integrar y afianzar la estructura y función docente.Con el análisis comparativo anterior no se pretende demostrar que mejorar la enseñanza de pregrado suponga repetir las acciones que hacen a la investigación exitosa, sino más bien evidenciar la existencia de una actitud y conducta tanto individual como institucional que subvalora en extremo la función docente.Se avecinan tiempos de cambio para la universidad y debemos estar preparados. Nada justificaría, al momento de dar cuenta de la labor realizada, que quienes actuamos como profesores universitarios no hayamos cumplido con la misión rectora que la Nación nos encomendó.Los profesores universitarios somos una sola unidad, no podemos separarnos en investigadores, docentes y orientadores. Estas funciones fundamentales son inseparables y en consecuencia la labor del profesor debe repartirse en forma equilibrada entre ellas. Por lo tanto debemos esforzarnos para lograr transformar la docencia de pregrado en una actividad que además de enorgullecernos sea dignificante y esperanzadora para nosotros y
nuestros estudiantes. No puede haber una investigación de excelencia, pertinente y comprometida, sin una docencia igualmente excelente, pertinente y comprometida.