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Por Catalina Millé MasterChef: un concurso global 'MasterChef' es el primer reality de cocina que desembarca en Argentina, es un espacio de superación, donde el objetivo último de sus participantes es conseguir el sueño de su vida: ser Chef. El Ganador obtendrá una beca de un año en la escuela de cocina de Mausi Sebess. Es un programa de competición, pero también está en juego la ilusión y la pasión por la cocina de muchas personas. Este reality ha triunfado en todo el mundo, con una audiencia de más de 200 millones de espectadores en los 145 países en los que se ha emitido.” Esa es la presentación que da la página web de Telefe a MasterChef Argentina, emitido por ese canal los domingos a las 22 hs. Este formato de competencia de cocina es realmente un éxito mundial: emitido en 140 países, con 47 diferentes versiones internacionales. Fue concebido en 1983 por Franc Roddam, un director y productor inglés y comenzó a emitirse en Reino Unido en 1990. Según cuenta Roddam: “Nos gusta pensar que fuimos posiblemente el primer reality show de la época moderna”. El programa se emitió desde 1990 hasta 2001 en Reino Unido. En 2005, fue revivido por la BBC y su distribuidor Shine Group, con Roddam como coproductor. De ahí en adelante, el formato fue adaptado y emitido en cientos de países, y cuatro distintos formatos de programas surgieron a partir de él: MasterChefs: The Professionals, para chefs profesionales; Celebrity MasterChef, con renombrados chefs como concursantes; Junior MasterChef, una versión creada para chefs amateurs menores de 12 años; y MasterChef All-Stars, para concursantes previos con el objetivo de recaudar fondos para fundaciones. Es realmente sorprendente el éxito mundial que consiguió el formato de cocina, un programa con una temática muy específica, que sin embargo logró abarcar a gran parte de la audiencia argentina con la adaptación, con un promedio de rating en el mes de junio de 2014 de 14,7. Por la reciente emisión de la adaptación argentina del programa en el país y el éxito que rodea al formato mundial me parece interesante reflexionar sobre la notoriedad del programa en el mundo y la decisón de traer el formato a la Argentina. Al profundizar en los distintas adaptaciones de MasterChef, surgen dos preguntas: ¿Es MasterChef un reality show puro? Si no lo es, ¿qué es?; y al transladar el programa a otros países ¿qué tanto cambia el formato?

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Por Catalina Millé

MasterChef: un concurso global

“ 'MasterChef' es el primer reality de cocina que desembarca en Argentina, es un espacio

de superación, donde el objetivo último de sus participantes es conseguir el sueño de su vida: ser

Chef. El Ganador obtendrá una beca de un año en la escuela de cocina de Mausi Sebess. Es un

programa de competición, pero también está en juego la ilusión y la pasión por la cocina de

muchas personas. Este reality ha triunfado en todo el mundo, con una audiencia de más de 200

millones de espectadores en los 145 países en los que se ha emitido.”

Esa es la presentación que da la página web de Telefe a MasterChef Argentina, emitido

por ese canal los domingos a las 22 hs. Este formato de competencia de cocina es realmente un

éxito mundial: emitido en 140 países, con 47 diferentes versiones internacionales. Fue

concebido en 1983 por Franc Roddam, un director y productor inglés y comenzó a emitirse en

Reino Unido en 1990. Según cuenta Roddam: “Nos gusta pensar que fuimos posiblemente el

primer reality show de la época moderna”. El programa se emitió desde 1990 hasta 2001 en

Reino Unido. En 2005, fue revivido por la BBC y su distribuidor Shine Group, con Roddam

como coproductor. De ahí en adelante, el formato fue adaptado y emitido en cientos de países, y

cuatro distintos formatos de programas surgieron a partir de él: MasterChefs: The Professionals,

para chefs profesionales; Celebrity MasterChef, con renombrados chefs como concursantes;

Junior MasterChef, una versión creada para chefs amateurs menores de 12 años; y MasterChef

All-Stars, para concursantes previos con el objetivo de recaudar fondos para fundaciones.

Es realmente sorprendente el éxito mundial que consiguió el formato de cocina, un

programa con una temática muy específica, que sin embargo logró abarcar a gran parte de la

audiencia argentina con la adaptación, con un promedio de rating en el mes de junio de 2014 de

14,7.

Por la reciente emisión de la adaptación argentina del programa en el país y el éxito que

rodea al formato mundial me parece interesante reflexionar sobre la notoriedad del programa en

el mundo y la decisón de traer el formato a la Argentina. Al profundizar en los distintas

adaptaciones de MasterChef, surgen dos preguntas: ¿Es MasterChef un reality show puro? Si no

lo es, ¿qué es?; y al transladar el programa a otros países ¿qué tanto cambia el formato?

Mis hipótesis iniciales son que el formato de MasterChef, más allá de los cambios que

puedan o no hacer las adaptaciones, es un programa de concursos, y no es un reality show puro;

y que las adaptaciones a los distintos paises en el formato son las mínimas necesarias para que el

programa tenga un anclaje local, como son el jurado, los concursantes, el presentador, los

invitados especiales y las recetas.

MasterChef: ¿reality show o programa de concursos?

Según Gustavo Orza, las clasificaciones de reality show o programa de concursos ambas

pertenecen al macro género híbrido1: son los géneros que operan sobre los límites de la realidad

externa y el discurso de la ficción. Orza indica que este género está creciendo en seguidores y

aumentando su cuota en pantalla. Claramente, podemos clasificar el formato de MasterChef

como parte de un macro género híbrido. Pero surge la pregunta: ¿es MasterChef un reality show

o un programa de concurso? Tanto el creador de MasterChef, Franc Roddam, como la jefa de

prensa de Eyeworks-Cuatro Cabezas indican que es un reality show, pero ¿a qué se refieren con

reality show?

Orza describe que el reality show se define “por hacer coincidir la producción televisiva

de un acontecimiento real caracterizado por su representatividad violenta, con la producción real

de ese acontecimiento en su campo de acción natural”2. En cambio, el programa de concurso es

descripto como una competencia en la cual cada concursante atraviesa pruebas televisivas con la

intención de obtener un premio. Pueden ser pruebas de destreza física o mental, y cada concurso

tiene un modelo, una estructura narrativa propia que se despliega a través de la evolución a la

competencia, y un establecimiento de roles y leyes internas.

Por esas definiciones, se podría ver en claro que MasterChef es en efecto un programa de

concursos, y no un reality show. Sin embargo, hay ciertos elementos que nos podrían hacer

cuestionar esta afirmación, como la presencia de un conductor, en este caso Mariano Peluffo

1

Orza, G., Programación televisiva. Un modelo de análisis instrumental, La Crujía, Buenos Aires, 2002

2 Orza, Ob. Cit. Pág 1

(ver Tudor 1, Anexo). Este presentador no cumple, sin embargo, la misma función que los

conductores de los reality shows puros. Como Gérard Imbert describía sobre los reality shows:

“En la conversación del debate en circo televisivo, la figura del presentador es clave, con

cambios sustanciales en su estatus y papel narrativo. Los presentadores son amenos, morbosos,

provocadores, hermanos, payasos, 'cachondos' (...)”3. En MasterChef el presentador es

simplemente un narrador, un mero elemento más del formato que sirve para encausar las

situaciones, y de hecho hay adaptaciones que lo omitieron completamente, como MasterChef

Australia. El presentador de MasterChef no es un transmisor de la corporalidad del reality show,

ni un fomentador del código circense del mismo.

Otro elemento clave en MasterChef son los concursantes. Estos concursantes se

desarrollan en el concurso, evolucionando, o no, y son dotados del estatuto de 'personaje'4. Los

participantes no son objeto5 en el programa, sino participantes, concursantes, forman parte y

empujan el desarrollo del programa. Aunque claramente tienen un tratamiento de estereotipos, de

formas de ser y distintas personalidades, no son el centro ni el motor del programa, sus

habilidades lo son. Enrique Guerrero destaca los concursos por sobre los otros géneros híbridos:

“En un panorama televisivo dominado por la «guerra de las audiencias» y en el

que cualquier estrategia resulta válida para seducir al telespectador, el concurso destaca por

ser el más noble de los géneros del entretenimiento, escapando así -salvo en contadas

ocasiones- de las garras de la llamada «telebasura».”6

MasterChef resalta los valores positivos que transmiten los concursos, ya que buscan

desarrollar destrezas, premiar a los ganadores y fomentar el aprendizaje, con un constante

espíritu de superación. Esto no significa que las críticas no sean duras, porque lo son y mucho,

pero como indica el creador del formato, Franc Roddam:

“La humillación de los participantes en la mayoría de los reality shows es rigor, y

se cree que añade a la diversión. Una de las razones por las que MasterChef ha durado

tanto tiempo es que nunca busca las tomas baratas. Hay una alegría y creatividad en la

3 Imbert, G., El zoo audiovisual: de la televisión espectacular a la televisión especular, Gedisa, Barcelona, 2003

4 Orza, Ob. Cit. Pág 1

5 Imbert, Ob. Cit. Pág 1. Imbert indica: “Se trata de moldear tanto a los hombres como a los animales de acuerdo

con la imagen que se quiere dar de los mismos”.

6 Guerrero, E., http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/16122/1/EGuerrero%20Comunicar.pdf Consultado

el 22/06/14

comida que son en sí mismas suficiente para mantener a las audiencias de todo el mundo

comprometidas.” (ver Anexo)

Además, hay una clara diferencia con la mayoría de los reality shows: en MasterChef, los

concursantes no muestran su vida a las cámaras, no tienen esa “extimidad”7, esa ostentación de

su vida íntima, sino que muestran sus habilidades, sus gustos, comparten sus historias de vida en

función a sus intereses culinarios y al desarrollo de la competencia. En Eyeworks-Cuatro

Cabezas mencionan que: “A diferencia de otros realitys que estamos acostumbrados a ver acá,

esto es un reality de cocina, no de vida” (ver Anexo). Es una diferenciación que no estamos

acostumbrados a hacer, pero que en este programa está. Se ve en una crítica al programa de La

Nacion Online, donde se repara: “La segunda objeción es que las historias de vida de la mayoría

de los concursantes quedan muy diluidas. De casi todos ellos, el público solamente conoce lo que

es capaz de hacer frente a las hornallas” (ver Anexo). Sin embargo, esta crítica no hace más que

apoyar a la diferenciación de MasterChef como programa de concurso y no como el tradicional

reality show que conocemos y estamos acostumbrados a recibir.

Es por todos estos argumentos que creo que MasterChef es no solamente un programa de

concurso, y no un reality show, sino que además es un perfecto ejemplo de un programa de

concurso. Tiene leyes internas y roles determinados (jurado, concursantes, presentador, desafíos,

eliminaciones y un premio), un espíritu de superación y de competencia constantes.

Cambios dentro del formato: ¿mínimos necesarios o claves en la adaptación?

Un rasgo distintivo del formato MasterChef es que fue exportado a más de 40 países, con

un éxito formidable en cada uno de ellos y una audiencia acumulada de 200 millones de personas

en el mundo. Ante semejante éxito, y casi 10 años de emisión corridos (más de 15 años en total),

surge preguntarse ¿qué hace que MasterChef sea un éxito global? ¿Qué formula, si la hay,

asegura la notoriedad del programa de concursos?

Franc Roddam asegura que los cambios son mínimos entre las adaptaciones de los

distintos formatos. Ejemplifica que las cocinas, los desafíos y la evolucion de los distintos

programas sigue lo que él llama ‘Style Guide’, y lo que Eyeworks-Cuatro Cabezas llama 'La

Biblia del Formato'. Ambos productores coincidieron que los cambios en el formato por las

7 Imbert, Ob. Cit. Pág 1

adaptaciones no pasan más allá de los mínimos necesarios: el conductor, el jurado, los

concursantes, los ingredientes y por lo tanto, las recetas, algunos desafíos y los jueces invitados.

Franc Roddam explica:

“La comida cambia dependiendo del país. Esto afecta la presentación. Las

cocinas tienen una variación mínima y la decoración tiene afiliación con el país que

lo produce. A veces surgen matices en un país que luego son adaptados por otro.

Los jueces son distintos en cada país pero ahora empezaron a ser jueces invitados

en territorios cruzados.” (ver Anexo)

También un motor esencial de los programas, la publicidad, cambia en cada país. En

Argentina, por ejemplo, el mercado de MasterChef está patrocinado por Jumbo. En MasterChef

España, el mercado de la cocina está patrocinado por El Corte Inglés. En MasterChef USA, el

patrocinador del mercado es Walmart.

Sin embargo, hay muchas cosas que se mantienen a pesar de las diferentes adaptaciones.

Una de ellas es la clásica prueba de 'la caja misteriosa', presente en las adaptaciones de España,

Estados Unidos, Argentina y Australia para mencionar algunos. Otro rasgo bien distintivo y

particular del formato es el decorado de la cocina. Más allá incluso de las adaptaciones locales

del formato, las distintas ramificaciones del formato, como Junior MasterChef, respetaron el

decorado de la cocina (ver fotos en Anexo). Roddam comenta que una de las primeras y más

obvias cosas que tuvieron que decidir al exportar el formato fue el símbolo de MasterChef, que

sería el mismo para todas las ediciones, y que “las cocinas tendrían que ser parecidas entre

ellas”.

Un rasgo destacable que también comparten las diferentes adaptaciones de MasterChef es

la conciencia social del programa. La mayoría de los programas, si no todos, tienen

diferenciación de residuos, lo que permite el reciclaje; además los alimentos que no se usaron o

sobraron en cada capítulo son donados a distintas fundaciones a través del mundo (ver Anexo

Tudor). No solo eso, sino que en varios capítulos se tratan problemáticas sociales. Por ejemplo,

un desafío de MasterChef Argentina fue alimentar a 100 chicos de la fundación Pupi Zanetti, en

un comedor social.

Más allá de los rasgos que cambian o comparten las adaptaciones del formato de

MasterChef, hay un espíritu que comparten todos los programas de MasterChef. Ese espíritu de

superación de parte de los participantes, y la exigencia de parte del jurado para sacar lo mejor de

ellos, aunque a veces sea por criticar sus platos o métodos de cocina con dureza (por ejemplo la

crítica que se le hace a Oscar en el desafío de las empanadas, de su forma demasiado tranquila de

cocinar). Desde Eyeworks justifican la dureza del jurado:

“El programa también busca demostrar que cocinar es muy difícil y que

es un ambiente muy hostil, muy difícil. Muchas veces dicen que el reality es muy

cruel, o que los jueces son muy exigentes, pero se vive esa tensión y eso es lo que el

jurado también quiere transmitirles, porque si se quieren dedicar a eso también van a

pasar por momentos duros” (ver Anexo)

Al mismo tiempo hay un espíritu de camadería entre los participantes, más allá de las

rivalidades inevitables entre las distintas personalidades, que no se encuentra fácilmente en los

programas de competencia.

Por todos estos aspectos analizados, ratifico la hipótesis inicial de que las diferencias en

la adaptación son las mínimas inevitables para que el formato tenga un anclaje local y no sea

simplemente una reproducción de MasterChef, sino un formato propio y a la misma vez, global.

Anexo

◦ Entrevista a Franc Roddam, creador del formato MasterChef:

Is MasterChef a reality show? If so, why? If not so, what is it and why?

In broad terms, it is a reality show in that we are trying to find the best amateur chef in the

country, therefore the contestants are revealing not only their ability as chefs but also aspects of

their personality, strengths and weaknesses, etc. And they are competing with other participants.

We like to think that we were possibly the first reality show of the modern era. I conceived the

format in 1983.

What things within the MasterChef format cannot change despite the adaptations?

As we expanded internationally, it became important to have some consistency within the

different versions around the world. One of the first and most obvious things that we decided

was that the MasterChef symbol would be common to all the shows and the kitchens would have

a similar look to them. We therefore created a ‘Style Guide’ which was distributed amongst the

makers of the programme worldwide. Shine, my production partners, always send a team in the

early stages of the new productions to guide them on MasterChef’s content style and behaviour.

We have developed a number of very effective, useful and entertaining challenges that most of

the international teams are happy to use. In Australia they call it ‘the MasterChef Family’, I

think that’s a concept that’s growing. In other words, there is a MasterChef alumni from the

three different versions of the programme: MasterChef, MasterChef the Professionals and

Celebrity MasterChef. In England, we can see these alumni becoming the chefs and critics and

cookery writers of the future.

What things do change?

The food changes, depending on the country. This affects the presentation. The kitchens have

slight variations and the décor has an affiliation with the producing country. Sometimes nuances

emerge in one country that can then be adapted by another country. The judges are different in

each country but have now started ‘guesting’ in each others’ territories. We also have guest

judges such as Nigella Lawson, Heston Blumenthal, Jamie Oliver and many others that grace our

programmes.

You once said: "Modern reality shows are all about humilliation". Why is MasterChef

different?

Humiliation of participants in most reality shows is de rigeur and is thought to add to the

entertainment. One of the reasons that MasterChef has lasted so long is that it never goes after

cheap shots. There is a joy and creativity about food that is in itself enough to keep audiences all

over the world engaged.

◦ Entrevista a Laura, jefa de prensa de Eyeworks-Cuatro Cabezas:

¿Es MasterChef un reality show? Si lo es, ¿por qué? Si no lo es, ¿qué es?

Nosotros lo tenemos nominado como reality show.

¿Por qué se eligió MasterChef y no otro formato, o uno nuevo, para introducir las

competencias de cocina en Argentina?

Por su éxito mundial, y quisimos probar cómo funcionaba acá. No quita que no se estén haciendo

pilotos y trailers de programas de cocina nuevos y que estén en desarrollo. Pero este era un éxito

en todo el mundo y se quiso probar. Telefe también tuvo mucho que ver con la elección.

MasterChef es un formato mundial. ¿Qué tanto se modifica para que tenga un anclaje

local?

¿Qué elementos que se cambiaron fueron los más importantes para adaptar el formato a la

Argentina? ¿Algo se dejó de lado o se agregó?

Nada. No se lo modificó nada. Incluso la escenografía es idéntica a la de Inglaterra o Australia,

no se lo modificó. Es una biblia que se respeta al pie de la letra.

¿Hubo algún tipo de preferencia sobre estereotipos a la hora de seleccionar los

concursantes o fue meramente por su forma de cocinar?

Más allá de que se presentaron un montón, y que se probó un montón, de muchos que se

presentaron, que no son necesariamente los 16 que quedaron, sí hubo investigaciones, perfiles de

los concursantes para ver si realmente eran chefs amateurs, y nunca habían trabajado

profesionalmente. Porque pueden decirte que nunca fueron a una escuela de cocina pero vos no

sabés hasta que no lo investigás.

Pero también hay algo importante, esto no es un programa de producción meramente televisiva,

se contó con una asesoría gastronómica que ayudó un montón en la selección y el armado de

todo. No hubo ningún tipo de arreglo. Obviamente sí importa más, no tanto cómo cocinaba uno

sino las ganas, lo dicen muy seguido los jueces. A veces no importa tanto lo que vos estás

probando sino cómo lo ves moverse, el tipo de plato que se elige... a veces no pasa solamente por

el sabor. A veces muy sofisticado es peor... a veces el que viajó por todo el mundo termina

convenciendo más uno que tenga más ganas de desarrollarse y dedicarse a esto... son distintos

factores que ayudan a la elección. A veces la historia de vida... Germán siempre dice que a él le

copaban las amas de casa porque le recordaba mucho a la pasión que se le ponía a la comida en

las casas. Sí hubo que hacer perfiles de investigación de la gente, porque no podías arriesgarte

que al final hubieran cocinado en tal escuela... en la preselección sí participó Mausi Sebess, que

tiene registrado hace mucho el nombre MasterChef y hubo que negociar el nombre con ella.

Telefe tuvo que comprar todos esos derechos y Eyeworks las produjo.

Hubo un montón de críticas, pero a diferencia de otros realitys que estamos acostumbrados a ver

acá, esto es un reality de cocina, no de vida. Lo que significa es que está pasando a tiempo real y

hay una cámara que registra lo que está pasando. Pero los chefs cuentan, que hay cosas que la

gente se queja como el tiempo en que se prueban los distintos platos... pero es un juego de

edición en realidad, porque ellos prueban los platos apenas están terminados. No es lo mismo

tenerlo recién hecho que 10 minutos después. Hay muchas cosas de edición que tienen que jugar

a favor para que la competencia sea legal. Se habló un montón también de por qué se eligió este

jurado, pero la verdad es que nuestra comida es una mezcla entre comida francesa, española e

italiana, es una mezcla. Así que bueno, es un buen trío por eso. Y lo que ellos te cuentan es que

en el proceso de selección, lo que van teniendo en cuenta a veces es la pasión que le pone

alguien a la cocina. Lo que el programa quiere mostrar, y por eso hay muchos medios

gastronómicos contentos con el programa, es que la cocina no es fácil, y necesita su tiempo. El

programa también busca demostrar que cocinar es muy difícil y que es un ambiente muy hostil,

muy difícil. Muchas veces dicen que el reality es muy cruel, o que los jueces son muy exigentes,

pero se vive esa tensión y eso es lo que el jurado también quiere transmitirles, porque si se

quieren dedicar a eso también van a pasar por momentos duros.

◦ Artículo crítica a MasterChef en La Nacion Online:

Para mirar con la panza llena

Por Ricardo Marín | LA NACION

Masterchef, reality producido por eyeworks cuatro cabezas / Nuestra opinión: muy bueno

/ Conducción:Mariano Peluffo / Jurados: Donato De Santis, Christophe Krywonis, Germán

Martitegui /Producción ejecutiva: Ignacio Maccione /Dirección: Julio Hormaeche y Jacobo Ovalle

/Emisiones: los domingos, a las 22.15, por Telefé.

No debe ser fácil, ni estar exento de presiones, el hecho de ponerse al frente de la versión local de un

programa que ya tiene decenas de versiones exitosas en otros países y una audiencia acumulada de

200 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, el resultado de MasterChef Argentina no

deja entrever el peso de esa insoslayable mochila heredada. Tanto su conductor, como los jurados,

como el trabajo de todo el equipo técnico consiguieron un programa que está a las alturas de los

ciclos originales de esta franquicia.

La instancia de partida del reality, que implica mostrar el proceso de elección de los participantes -un

trámite difícil de convertir en algo entretenido-, fue sometido en esta oportunidad a un trabajo de

edición muy bien logrado, en el que se muestra cada etapa del procedimiento, desde la convocatoria

masiva hasta los instantes en que se definen los participantes que competirán en el certamen con un

ritmo y en proporciones de lo más acertadas. Todo esto en una suerte deincrescendo dramático que

nace con situaciones sueltas en las que los postulantes y sus amigos o familiares aportan testimonios

sobre sus expectativas y culmina en un clímax cargado de emoción, cuando los jurados reparten entre

el grupo de aspirantes las cucharas de madera que confirman su incorporación al concurso.

A partir de aquí viene la parte jugosa, en la que quienes fueron elegidos despliegan sus habilidades

para convencer al jurado que merecen estar y mantenerse en el lugar en que los pusieron. Cada uno

de los enfrentamientos entre los participantes y los tres afamados profesionales de la cocina que

deben evaluarlos funciona como una escena culminante de una película de suspenso. Resulta

imposible no quedar atrapado en las redes del duelo que se despliega en cada una de estas instancias,

aunque a esta parte de la propuesta le caben dos objeciones.

La primera de ellas es la homogeneidad que muestran los jurados en sus actuaciones. No existe en

este trío el clásico juego de personajes malos y personajes buenos que suele aportar más interés a

estas situaciones. En este caso, todos actúan con mucha dureza -excesiva, en algunos casos- o

absoluta simpatía, de acuerdo con la impresión que les haya generado la labor del participante.

La segunda objeción es que las historias de vida de la mayoría de los concursantes quedan muy

diluidas. De casi todos ellos, el público solamente conoce lo que es capaz de hacer frente a las

hornallas. Salvo excepciones, como la de Oscar "Toto" Fernández, un promotor social en barrios de

emergencia de extracción villera que ganó su permanencia en el programa elaborando un guiso

carrero al parecer con todas las virtudes que debe tener la buena cocina. Y que con sólo verlo en

pantalla sin dudas hizo sufrir a los estómagos de aquellos televidentes que no tomaron la previsión de

cenar antes de ver el programa.

Algo muy poco recomendable de hacer ante cualquiera de las emisiones del ciclo.

11,2

Puntos de rating hizo de promedio en el segundo programa. Subió con respecto al debut (10,7

puntos), según Ibope..

◦ Fotografías

Cocina de Junior MasterChef Australia

Cocina de MasterChef Argentina. Ambas cocinas son prácticamente

iguales.

Jurado de MasterChef España, con el símbolo de

MasterChef atrás.

Jurado de MasterChef Argentina, con el símbolo de MasterChef atrás

Bibliografía

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http://en.wikipedia.org/wiki/Franc_Roddam Consultado el 18 de junio de 2014

http://en.wikipedia.org/wiki/Junior_MasterChef Consultado el 22 de junio de 2014

http://es.wikipedia.org/wiki/MasterChef_(Argentina) Consultado el 17 de junio de 2014

Guerrero, Enrique, El concurso como género de calidad en la televisión española en línea en http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/16122/1/EGuerrero%20Comunicar.pdf

Consultado el 20 de junio de 2014

Imbert, Gérard, El zoo audiovisual: de la televisión espectacular a la televisión especular,

Editorial Gedisa, Barcelona, 2003

http://www.lanacion.com.ar/1682410-para-mirar-con-la-panza-llena Consultado el 22 de junio de 2014

Orza, Gustavo, Programación televisiva. Un modelo de análisis instrumental, Editorial La Crujía, Buenos Aires, 2002. Cap. 5: Tipologías discursivas.

http://telefe.com/masterchef/# Consultado el 18 de junio de 2014

http://tn.com.ar/tnylagente/casting-enganoso-de-masterchef-argentina_451045 Consultado el 22 de junio de 2014

http://television.com.ar/ratings/?rdate=2014-06-08 Consultado el 22 de junio de 2014

http://www.theage.com.au/entertainment/tv-and-radio/masterchef-unveils-its-newest-ingredient-kids-20100710-104st.html Consultado el 22 de junio de 2014

http://tvbythenumbers.zap2it.com/2012/06/26/fox-and-shine-america-announce-walmart-as-an-official-sponsor-of-culinary-smash-hit-masterchef/139333/ Consultado el 22 de junio de 2014

Tudor, A., cuadro taxonómico