marxismo y ciencia

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Los marxistas tienen más de una razón para interesarse en la ciencia. Pero el marxismo, también es importante para la ciencia. Desde La Izquierda Diario, comenzamos con la publicación de una serie de artículos teóricos sobre Ciencia y Tecnología, de autores reconocidos abordados desde una perspectiva marxista. A continuación publicamos un artículo originalmente publicado en International Socialism N° 79 (revista teórica del Socialist Workers Party de Inglaterra), traducido y publicado posteriormente por la revista En Clave ROJA.Phill GasperProfesor de Filosofía de la Universidad de Notre Dame, Californiahttp://www.laizquierdadiario.com/Marxismo-y-ciencia

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  • Marxismo y ciencia

    Los marxistas tienen ms de una razn para interesarse en la ciencia. Pero el marxismo, tambin es importante para la ciencia. Desde La Izquierda Diario, comenzamos con la publicacin de una serie de artculos tericos sobre Ciencia y Tecnologa, de autores reconocidos abordados desde una perspectiva marxista. A continuacin publicamos un artculo originalmente publicado en International Socialism N 79 (revista terica del Socialist Workers Party de Inglaterra), traducido ypublicado posteriormente por la revista En Clave ROJA.Phill GasperProfesor de Filosofa de la Universidad de Notre Dame, CaliforniaLos marxistas tienen ms de una razn para interesarse en la ciencia. Desde un punto de vista sencillamente prctico, es muy difcil ser un activista poltico sin referirse a las distintas formas en que la ciencia y la tecnologa tienen un impacto en la sociedad moderna. Desde el desarrollo de las computadoras, al recalentamiento global, al uso de argumentos biolgicos deterministas para defender el statu quo. Por lo tanto slo desde esta perspectiva, hay obviamente buenas razones para tener al menos una comprensin de la ciencia y de las formas en que es usada y mal usada. Pero la ciencia no slo es importante para los marxistas, el marxismo es importante para la ciencia. El marxismo intenta ofrecer un marco abarcativo para comprender la sociedad humana y ms all de cualquier otra cosa que pueda ser, la ciencia es obviamente un producto de la sociedad humana. Los marxistas rechazan as la visin de que la ciencia puede ser comprendida adecuadamente haciendo abstraccin de las circunstancias sociales e histricas en las cuales se desarrolla. Al mismo tiempo, sin embargo, los marxistas (al menos aquellos quegenuinamente intentan continuar la tradicin iniciada por Karl Marx y Friedrich Engels) rechazan la actual posicin de moda de que la ciencia es meramente una construccin social, simplemente un punto de vista entre muchos, que carece de cualquier validez objetiva.

    Esto significa que los marxistas son tanto crticos como defensores de la ciencia. Somos crticos de la forma en la que las prioridades capitalistas distorsionan el desarrollo de la ciencia. No es simplemente que los descubrimientos cientficos son mal usados en la sociedad capitalista, aunque ciertamente es verdad que, por ejemplo, la tecnologa que podra hacer ms fcil el trabajo para todos, en lugar de esto implican una aceleracin de los ritmos de trabajo para algunos y desempleo para otros. De forma ms fundamental, sin embargo, las teoras cientficas mismas reflejan frecuentemente, implcita o explcitamente, suposiciones que estn arraigadas en la ideologa capitalista. Un ejemplo central de este fenmeno es la suposicin reduccionista de que los sistemas complejos pueden ser siempre

  • explicados adecuadamente en trminos de la interaccin de sus partes, una suposicin que refleja el individualismo de la sociedad capitalista misma, y que se ha demostrado totalmente inadecuado como base para una comprensin cientfica satisfactoria del mundo.

    Pero los marxistas tambin son defensores de la ciencia y sus logros; y de hecho incluso entusiastas de la investigacin cientfica y sus descubrimientos. Es un supuesto bsico de la teora marxista que los seres humanos tienen la capacidad de expandir su comprensin, y su control, del mundo en el que viven. El desarrollo de las ciencias naturales representa as, aunque de una forma distorsionada, un triunfo de la razn humana. La admiracin de Marx y Engels por la ciencia es clara a partir del hecho de que ellos describen su propia concepcin materialista de la historia como como un instrumento que brinda una comprensin cientfica del mundo social, y no simplemente la visinde una sola clase o de un perodo histrico. A pesar de las distorsiones de la ciencia que resultan frecuentemente de la influencia de la ideologa de la clase dominante, las ciencias naturales bajo el capitalismo han logrado un alto gradode objetividad. Efectivamente, la implacable competencia de la sociedad capitalista y la necesidad constante del sistema de expandirse, promueven las innovaciones tericas y tecnolgicas que luego son probadas rigurosamente entrminos de sus consecuencias prcticas. As los defectos de nuestra comprensin del mundo natural son a menudo expuestas implacablemente, y nos vemos obligados a proponer ideas que describen el mundo que nos rodea ms adecuadamente. Como el filsofo de la ciencia Peter Railton plante:

    En contraste con el ideal contemplativo o especulativo de las elites intelectuales precapitalistas y las posibilidades duramente restringidas para la competencia y la innovacin bajo los modos de produccin feudales o dentro de las instituciones feudales como las primeras universidades, el surgimiento del capitalismo le da un mpetu y una perspectiva enormes a la continuacin de la investigacin en formas que aumenta la posibilidad de recibir y respondera la retroalimentacin causal a partir de los fenmenos naturales. (1)

    La comprensin marxista de la ciencia ofrece as una tercera va entre la oposicin cada vez ms estril entre los racionalistas internalistas (que intentan explicar el desarrollo de la ciencia internamente, sin referencia a su

  • contexto social) y los relativistas externalistas (que argumentan implcita o explcitamente que la ciencia se desarrolla como resultado de fuerzas sociales externas y no racionales) que domina la historia, la sociologa y la filosofa de laciencia(2). A diferencia de los internalistas que creen que la ciencia puede ser comprendida como un cuerpo de ideas autocontenidas, con un mtodo fijo que garantiza su racionalidad y objetividad, los marxistas argumentan que la ciencia es una prctica insertada socialmente y que sus conceptos bsicos y sus mtodos han cambiado significativamente a lo largo del tiempo. A diferencia de los externalistas que concluyen que, porque la ciencia es una prctica social sin ningn canon fijo de principios metodolgicos, sus descubrimientos no tienen validez objetiva, los marxistas declaran que la ciencia es una forma de descubrir la estructura causal oculta del mundo, y que el desarrollo de la ciencia puede ayudar a socavar los supuestos que reflejan la ideologa dominante.

    Este artculo revisar brevemente lo que dijeron sobre la ciencia algunas de las principales figuras en la tradicin marxista (para aquellos que quieran examinar esta tradicin con ms detalle, se puede recomendar como confiable una volumen gua del libro El marxismo y la filosofa de la ciencia de Helena Sheehan(3) ) y despus continuamos haciendo algunas sugerencias sobre dnde comenzar a leer sobre la historia y el estado actual de las ciencias naturales. Comienzo con Marx mismo, en parte por la obvia razn de que l es el fundador de nuestra tradicin, y en parte porque a menudo se dice falsamente que la admiracin por la ciencia, y la creencia en que el marxismo ech luz sobre la ciencias naturales, representa una distorsin de las posiciones de Marx, iniciada por Engels despus de su muerte. Esta posicin, como veremos, es equivocada.

    La tradicin marxista

    Marx no escribi un tratado sistemtico sobre ciencia, pero a travs de todos sus escritos hay numerosos pasajes dispersos en los cuales hace comentarios sobre la naturaleza de la ciencia y sobre cuestiones generales de metodologa. Hay tambin varios lugares en los que Marx compara sus propios estudios histricos, econmicos y polticos con el tipo de investigacin llevada adelante por los cientficos naturales. En El Capital, por ejemplo, compara su anlisis cientfico de la competencia, basado en una descripcin de la naturaleza

  • interna del capital, con la forma en que los astrnomos explicaron los movimientos aparentes de los cuerpos celestes desarrollando la teora de sus movimientos reales ... que no son perceptibles directamente por los sentidos.(4)

    Hay pocas discusiones de las posiciones de Marx sobre la ciencia, y aquellas que existen (como Marxismo y Materialismo de David-Hillel Ruben(5) o La teora del conocimiento cientfico de Marx de Patrick Murray(6) ) tienden a ser altamente acadmicas, por lo que hay muy pocas alternativas ms que sumergirse en los escritos mismos de Marx. La mayora de los comentarios explcitos de Marx sobre metodologa y ciencia estn dispersos en trabajos como La Sagrada Familia, Manuscritos Econmicos y Filosficos, las Tesis sobre Feuerbach, La Ideologa Alemana, los Grundrisse, El Capital, y en su correspondencia(7). Pero dos de las discusiones ms extensas -la Introduccin a los Grundrisse y las notas escritas por Marx en un libro de Adolph Wagner- estn disponibles en un volumen nico, Textos sobre el Mtodo, editado por Terrell Carver. (8)

    A partir de los sealamientos directos de Marx y de su propia prctica, surge una estimacin relativamente sistemtica de la ciencia. En primer lugar, mientras reconoce que la experiencia sensorial debe ser la base de toda ciencia (9), Marx es consciente que esa experiencia sensorial no puede ser tomada siempre por lo que aparenta ser (para tomar un ejemplo simple, no parece que la tierra se mueva) y rechaza enrgicamente la posicin empirista de que la ciencia se preocupa en gran medida de sistematizar lo que es directamente observable ms que en descubrir las causas subyacentes. El empirismo es un mtodo restringido de pensamiento que ve al mundo como una serie de hechos muertos.

    Como seala el filsofo Allen Wood, Marx critica a los empiristas por enfatizar la observacin a expensas de la teora, y por tratar los conceptos cientficos y las teoras slo como mecanismos convenientes para relacionar hechos aislados ms que como intentos de capturar la estructura de la realidad (10)

    En la jerga filosfica contempornea, Marx es un cientfico realista que sostiene

  • que la ciencia est orientada a darnos el conocimiento de la estructura subyacente de un mundo material que existe independientemente(11). Seala que toda ciencia sera superflua si la apariencia externa y la esencia de las cosas coincidiera directamente (12). Toma como obvio que hay objetos sensoriales, distintos realmente de los objetos del pensamiento (13) de modo que la prioridad de la naturaleza externa sigue siendo irrebatible (14), y se burla de las posiciones de los jvenes hegelianos en 1840 comparndolas con lo que l obviamente considera como una posicin absurda de que el mundo est construido por la conciencia:

    Haba una vez un valiente compaero que tena la idea de que los hombres se ahogaban en el agua slo porque estaban posedos por la idea de la gravedad. Si pudieran sacarse esta idea de sus cabezas, planteando que es una supersticin, un concepto religioso, estaran sublimemente a salvo contra cualquier peligro del agua. Durante toda su vida pele contra la ilusin de la gravedad, de cuyos dainos resultados todas las estadsticas le daban nuevas y mltiples evidencias. Este honesto compaero era del tipo de los nuevos filsofos revolucionarios en Alemania... (15)

    Esto debera ser elemental. Pero sorprendentemente, muchos comentaristas influyentes han argumentado que Marx no era un realista, y que no crea que elmundo natural exista independientemente de nuestro conocimiento de l. Probablemente el primero en llegar a esta conclusin fue el marxista hngaro del siglo XX Georg Lukcs, que deca en los 20 que distinguir entre pensamiento y existencia es aceptar una dualidad rgida (16). Lukcs abandon esta posicin en los 30 despus de leer los Manuscritos Econmicos y Filosficos de Marx, que los convencieron de la importancia de reconcer la objetividad ontolgica de la naturaleza (17), pero muchos otros (incluyendo al filsofo polaco Leszek Kolakowski(18) ) han sido partidarios de posiciones similares desde entonces. Frecuentemente se toma la Segunda Tesis sobre Feuerbach de Marx para apoyar esta interpretacin:

    La cuestin de si la verdad objetiva pertenece al pensamiento humano no es una cuestin terica sino prctica. Es en la prctica donde el hombre debe probar la verdad, es decir, la realidad y el podero, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa sobre la realidad o no realidad del pensamiento

  • aislado de la prctica es una cuestin puramente escolstica (19)

    Los comentaristas que niegan que Marx era un realista sostienen que este pasaje muestra que l defino la verdad en trminos del xito prctico, no en trminos de alguna clase de correspondencia con la realidad independiente, y que rechazaba como escolsticos los argumentos sobre si el pensamiento realmente se corresponde con la realidad. Pero esto es leer incorrectamente la formulacin de Marx (que se admite es algo oscura). l plantea que el xito prctico es una gua para la verdad, no que la verdad literalmente no es ms que el xito prctico, y lo que l rechaza como escolstico no es la cuestin sobre si el pensamiento se corresponde con la realidad, sino el intento de responder a este problema de forma puramente terica, sin referencia a la prctica. De hecho hay numerosos pasajes donde Marx acepta explcitamente una visin de correspondencia de la verdad. En el eplogo de la segunda edicin alemana de El Capital, por ejemplo, Marx dice que una descripcin adecuada es una en la que la vida del tema-problema es reflejada idealmente como en un espejo, y agrega que lo ideal no es nada ms que el mundo material reflejado por la mente humana, y traducido a formas del pensamiento (20).

    A lo que todo esto equivale es a que nuestras creencias y teora son correctas s y slo s ellas copian, se corresponden o reflejan algunos aspectos de una realidad distinta, de la misma forma que un mapa representa algunos aspectosde un rea geogrfica (obviamente distinta). Sin embargo, Marx es bastante claro sobre que de esto no se sigue que la verdad puede ser obtenida simplemente, para decirlo de algn modo, sosteniendo un espejo sobre la naturaleza. Ese, l piensa, fue el error de los empiristas que pensaban que el mundo simplemente imprima el conocimiento sobre nuestras mentes pasivas. Pero el conocimiento slo puede ser obtenido por una combinacin de la construccin activa de teoras que intentan comprender lo que ocurre ms all de la superficie de las apariencias, y de la intervencin activa en el mundo paraver si esas ideas pueden sobrevivir la prueba de la prctica. Una teore de lo que se requiere para que una afirmacin sea verdad es una cosa. Una teora del conocimiento (que nos dir cmo obtener la verdad) es otra bastante distinta. Nuestras ideas son correctas cundo se corresponden con una realidadindependiente, pero generalmente no es una cuestin simple establecer que esa correspondencia realmente se sostiene.

  • Ms importante an, Marx es consciente de que no hay un conjunto de conceptos ahistricos y atemporales a partir de los cuales se construyen las teoras cientficas, ni un mtodo cientfico atemporal y ahistrico por el cual esas teoras pueden ser probadas. En la medida en que nuestro conocimiento del mundo material se desarrolla, nuestra comprensin de los mtodos apropiados a usar para descubrir ms sobre el mundo, y nuestra comprensin de los conceptos apropiados para describirlo, tambin se desarrollan. Ms an, los mtodos y los conceptos bien pueden ser esoecficos al problema que tratan -lo que es apropiado en un rea probablemente no lo ser en otra. Comoseala un comentador, Marx insiste que hay una dialctica del concepto y el hecho, porque las categoras que usamos para describir la experiencia deben ser cuidadosamente examinadas y fundamentadas en el tema particular bajo examen. (21). Los distintos conceptos en la fsica -como masa, velocidad y energa, por ejemplo- no surgieron automticamente de la experiencia, sino que se desarrollaron por un proceso de abstraccin largo y complejo, y lo mismo es verdad para los distintos conceptos empleados en la biologa de la clula o en la meteorologa o en cualquiera de las otras reas de la ciencia.

    Marx as ve a la ciencia como un proceso dialctico en el sentido en que sus mtodos y sus conceptos, as como sus teoras, se desarrollan todo el tiempo en una interaccin dinmica entre s y con el mundo material, permitiendo que emerjan progresivamente descripciones ms adecuadas de la realidad. Pero la ciencia para Marx es dialctica tambin en otros dos sentidos. Primero, la investigacin cientfica emprica revela un mundo de procesos dinmicos, interconectados, procesos que frecuentemente involucran elementos que no slo interactan sino que estn en conflicto unos con otros, y que as le dan al sistema al cual pertenecen una tendencia inherente al desarrollo. A lo largo del tiempo esos desarrollos pueden llevar a cambios repentinos radicales en el sistema de conjunto. La dialctica, segn Marx, incluye en su comprehensin y en su reconocimiento afirmativo del estado de cosas existente, al mismo tiempo, el reconocimiento de la negacin de ese estado, de su estallido inevitable, porque considera cada forma social histricamente desarrollada como un movimiento fluido, y por lo tanto toma en cuenta su naturaleza transitoria no menos que su existencia momentnea (22). Marx aqu est hablando especficamente de la sociedad, pero est claro a partir de otros comentarios que hizo -por ejemplo, sus observaciones sobre la teora de la evolucin de Darwin discutida ms abajo, y su sealamiento de que el descubrimiento de Hegel en relacin a la ley de que los cambios meramente

  • cuantitativos se vuelven cambios cualitativos.... se sostiene igualmente bien enla historia como en la ciencia natural (23) - que l pensaba que la misma descripcin general se aplicaba tambin al mundo natural. La naturaleza, en otras palabras, es ella misma dialctica, de modo que las teoras adecuadas enlas ciencias naturales tendrn una estructura dialctica.

    En segundo lugar, porque el mundo natural tiene una estructura compleja, dialctica, la mejor forma de presentar una explicacin cientfica de algn aspecto de ese mundo puede ser comenzar con un modelo relativamente abstracto que intenta aislar las tendencias subyacentes del sistema, y despus mostrar cmo los modelos ms complejos, que capturan ms y ms de los fenmenos concretos, pueden ser desarrollados dialcticamente a partir de la abstraccin original. La propia presentacin de Marx de la teora econmica exhibe esta estructura dialctica. En El Capital presenta una jerarqua de modelos tericos, ascendiendo por aproximaciones sucesivas desde los modelos abstractos que representan las formas sociales bsicas actuales en la moderna sociedad burguesa hasta los modelos ms completos y detallados de esta sociedad(24). Si Marx tiene razn, entonces esencialmente el mismo proceso se debe seguir en otras reas exitosas de la ciencia, como efectivamente es.(25)

    Adems de ser partidario de una concepcin realista y dialctica de la ciencia, Marx enfatiza que la ciencia slo puede ser plenamente comprendida en su contexto social ms amplio. Dnde, se pregunta en La Ideologa Alemana, existira la ciencia natural sin la industria y el comercio? Incluso a esta ciencia natural pura se le da un objetivo, as como sus materiales, slo a travs del comercio y la industria(26). O como plantea en El Capital, la industria moderna... hace de la ciencia una fuerza productiva distinta del trabajo y la usaal servicio del capital.(27) As, por ejemplo, la revolucin cientfica y el surgimiento de la fsica moderna en el siglo 17 slo pueden ser comprendidos apropiadamente en el contexto del desarrollo del capitalismo. Dicho francamente, la nueva ciencia emergi porque respondi a los intereses materiales de la burguesa.

    No se sigue de aqu, sin embargo, que la ciencia no es ms que ideologa burguesa. Es verdad que el capitalismo puede establecer la agenda para la

  • investigacin cientfica, y que la ideologa capitalista puede tener una influencia significativa sobre el desarrollo de las teoras cientficas. As por ejemplo, Marx seala que Descartes, al definir a los animales como meras mquinas, vea con los ojos del perodo manufacturero(28). Pero al mismo tiempo, la competencia econmica, la expansin de la produccin y la necesidad de encontrar modos ms eficientes de generar ganancias le da a la burguesa un inters en adquirir un conocimiento objetivo del mundo natural, ya que sin es conocimiento ella fracasara en lograr sus objetivos. As mientras la ideologa capitalista puede limitar frecuentemente el desarrollo cientfico, la necesidad de construir teoras prcticamente exitosas permite a la ciencia natural bajo el capitalismo lograr un grado considerable de objetividad. Para plantear esta cuestin de modo apenas diferente, Marx reconoce que la objetividad de los resultados cientficos no requieren motivaciones imparciales o libres de valores para emprender una investigacin cientfica, sino que slo requiere que los valores que empujan a la ciencia son aquellos que probablemente con mayor frecuencia lleven a teoras ms precisas del mundo(29).

    Ms an, una vez que el proceso de la investigacin cientfica se est desarrollando, puede producir resultados opuestos a sus supuestos iniciales resultados que contradicen la ideologa burguesa y que se ajustan ms satisfactoriamente en una visin marxista del mundo. As, por ejemplo, a mediados del siglo XIX ya se estaba haciendo evidente que los modelos puramente mecnicos que intentan explicar todos los fenmenos naturales en trminos de fuerzas simples que actan sobre elementos inmutables de un sistema(30) eran inadecuados en la fsica (para no hablar de la biologa), y gran parte del trabajo del siglo 20 en la fsica y la biologa ha llevado a cuestionar los supuestos reduccionistas, que sostienen que las totalidades complejas pueden ser siempre plenamente comprendidas descomponindolas en sus partes constitutivas.

    Todos esos temas en los escritos de Marx son desarrollados con una mayor extensin en los trabajos de Engels, particularmente en su Anti-Dhring (1878),Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana (1888) y La Dialctica de la Naturaleza (no publicado durante la vida de Engels). Esos libros presentan los intentos de Engels de formular un versin sofisticada, no reduccionista, dialctica, del materialismo, de desarrollar una visin del mundo

  • comprehensiva y cientfica que ve una unidad fundamental entre los mundos natural y social, y de articular una explicacin dialctica del mtodo cientfico. Desafortunadamente, durante gran parte del siglo XX las discusiones de Engelssobre esas cuestiones sufrieron un doble destino. En el bloque sovitico, al menos a partir de los 30, una versin caricaturizada de las posiciones de Engels fue tratada como una sagrada escritura, y virtualmente no existi ninguna discusin seria. Por el contrario, en occidente el trabajo de Engels fue totalmente ignorado o rechazado como intil, incluso por autores que por otro lado simpatizaban relativamente con la tradicin marxista. David McLellan, por ejemplo, afirma que es difcil creer que las visiones de Engels contengan un valor duradero para la ciencia o la filosofa(31). Estos juicios despreciativos van acompaados tpicamente con la afirmacin de que las visiones de Engels sobre esas cuestiones marcaban una aguda ruptura con las propias ideas de Marx.

    Ya he indicado cun seriamente equivocada es esta ltima posicin, y estudios recientes han confirmado que no hay ninguna evidencia de desacuerdos fundamentales entre las ideas de Marx y las de Engels sobre la ciencia.(32) Lo que es verdad es que Engels tena una comprensin mucho ms detallada que Marx de los desarrollos cientficos contemporneos. De hecho, el bilogo del siglo 20 JBS Haldane consideraba a Engels como probablemente el hombre ms ampliamente educado de su poca(33), y el filsofo contemporneo de laciencia Hilary Putnam lo describe como uno de los hombres ms instruidos cientficamente de su siglo(34). Particularmente en la Dialctica de la Naturaleza (que, se debera sealar, era un trabajo todava en elaboracin al momento de su muerte), Engels usa su amplia gama de conocimiento cientficopara ilustrar la afirmacin de que la ciencia revela un mundo de procesos complejos interactuantes que slo pueden ser comprendidos adecuadamente desde una perspectiva dialctica. Algunos de los ejemplos de Engels no son muy convincentes, y otros dependen de las posiciones cientficas que desde entonces han sido superadas, pero en general, las ideas que desarrolla Engels -y en particular su rechazo a la visin mecanicista que intento comprender las totalidades como no mas que la suma de sus partes pasivas e invariables- han pasado notablemente bien la prueba del tiempo. Hay mucho ms para decir sobre las posiciones de Engels, pero no las seguir explorando aqu, ya que hansido extensamente discutidas en dos ensayos excelentes de esta revista -el artculo de John Rees El marxismo de Engels y el de Paul McGarr "Engels y la ciencia natural (ambos en International Socialism 65).

  • Despus de la muerte de Engels en 1895, las principales figuras intelectuales de la Segunda Internacional produjeron muy poco de inters sobre la naturaleza de la ciencia. Esto puede ser un reflejo del hecho general de que lospensadores como Karl Kautsky tenan una comprensin profundamente antidialctica de la teora marxista, as como del hecho especfico de que ninguno de los tericos marxistas de la siguiente generacin se acerc a igualar el conocimiento cientfico de Engels. Adems, la discusin ms detallada de la ciencia, en Dialctica de la Naturaleza, permaneci indita hasta los 20. Si esta obra hubiera estado disponible en el momento de la muerte de Engels, podra haber estimulado ms pensamientos sobre esas cuestiones.

    Fue principalmente entre los marxistas rusos que la ciencia se volvi un tema central de discusin, despus de la derrota de la revolucin de 1905.(35) En este perodo un nmero de intelectuales marxistas se vio altamente influenciado por las ideas filosficas sobre la ciencia que haban emergido en Europa occidental en las dos dcadas anteriores. Desde fines del siglo XIX en adelante, un estado de nimo general de pesimismo comenz a caracterizar a sectores influyentes de la intelligentsia burguesa en Europa occidental, en la medida en que se haca cada vez ms consciente de los efectos disruptivos y deshumanizantes del desarrollo capitalista, y este pesimismo abon el terreno intelectual en el que podan florecer ideas religiosas, idealistas, irracionalistas eincluso msticas. Este estado de nimo coincidi con una importante crisis en laciencias naturales, donde se haca cada vez ms evidente que las ideas bsicasde la fsica clsica no suministraban una base adecuada para comprender nuevos fenmenos como el electromagnetismo y la radioactividad. Contra este trasfondo, varios cientficos y filsofos europeos, como el fsico austraco Ernst Mach, y Henri Poincar y Pierre Duhem en Francia, en efecto ofrecan un compromiso. Intentaron reinterpretar la ciencia de tal forma que su racionalidad fuera preservada y la crisis en la fsica resuelta, negando al mismotiempo que la ciencia tena implicaciones metafsicas (y en particular materialistas) ms amplias. Esto abri la puerta a aquellos (como el Duhem catlico) que queran abrazar la ciencia con la metafsica anti-materialista de su eleccin.

    Fue de hecho el empirismo extremo de March(36), que l llam empirio-criticismo, el que tuvo el impacto mayor sobre un grupo de marxistas rusos

  • que incluan activistas bolcheviques prominentes e intelectuales como Alexander Bogdanov, Anatoly Lunacharsky y Mximo Gorki. Mach no tena tiempo para la religin o el irracionalismo, pero lleg a ver a la ciencia simplemente como una forma de sistematizar patrones en la experiencia sensorial de los observadores. Segn Mach, aquello de lo que tomamos conciencia directamente son nuestras sensaciones, y todo lo que nos dicen las leyes cientficas es que en un conjunto particular de circunstancias un conjuntode sensaciones ser seguido por otro. Los problemas en la fsica son esquivados negando resueltamente interpretar una maquinaria matemtica y conceptual de una teora como refirindose a cualquier cosa que no pueda ser observada directamente por los sentidos -todo lo que importa, en esta posicin, es que la teora sea capaz de predecir los fenmenos observables. Sinembargo, como Mach sostiene que los nicos fenmenos directamente observables son nuestras propias experiencias sensoriales, sus ideas equivalena algo ms que un reavivamiento sofisticado del idealismo subjetivo del obispo Berkeley (el filsofo irlands del siglo XVIII que argumentaba que slo existan las mentes y sus ideas). Sin embargo, la filosofa de Mach se prob altamente influyente. Einstein, por ejemplo, declar estar influenciado por Mach cuando rechaz la idea de una simultaneidad absoluta en su teora especial de la relatividad, sobre la base de que esta relacin no poda ser medida (ver ms abajo) (37). Por supuesto, el hecho de que las posiciones de Mach ayudaron a Einstein a alcanzar algunas conclusiones creativas no significa que fueran correctas. Independientemente de lo que Einstein pudo haber credo en ese momento, la teora de la relatividad es lgicamente bastante independiente de la epistemologa de Mach.(38)

    Entre los marxistas rusos, fue Bogdanov que le dio ms entusiastamente la bienvenida a las ideas de Mach, y quien intent integrarlas con el marxismo en su estudio de varios volmenes Empirio-Monismo (1904-1906). Bogdanov intent tender un puente sobre el abismo entre idealismo y materialismo argumentando que ni la mente ni los hechos son fundamentales, sino que ambos son construcciones de la experiencia, y que su versin del monismo queenfatizaba la intervencin activa del sujeto, capturaba el espritu, si no la letra, de lo que Marx haba querido decir por materialismo(39). Las posiciones de Bogdanov cayeron bajo el ataque del fundador del marxismo ruso, Georgi Plejanov (en ese momento un menchevique), y el protegido de Plejanov LyubovAxelrod, pero la refutacin definitiva fue producida por Lenin en su Materialismo y empirio criticismo (1909), que (a pesar de ser repetitivo a

  • veces) es un argumento poderoso contra todas las versiones del empirismo, y un anlisis de las circunstancias sociales que dieron lugar a estas posiciones. Como Berkeley antes de ellos, Mach y sus colaboradores reclamaban que sus posiciones eran compatibles con la creencia del sentido comn de que hay un mundo fsico, ya que la creencia del sentido comn puede ser traducida supuestamente en una afirmacin sobre las sensaciones. Lenin seala lo absurdo de esta propuesta:

    "El realismo ingenuo de cualquier persona sana que no ha sido un internado en un asilo para lunticos o un pupilo de los filsofos idealistas consiste en la visin de que las cosas, el medio ambiente, el mundo, existe independientemente de nuestra sensacin, de nuestra conciencia, de nuestro ser y del hombre en general. La misma experiencia....que ha producido en nosotros la firme conviccin de que independientemente de nosotros existe otra gente, y no meramente complejos de mis sensaciones de alto, corto, amarillo, duro, etc. Esta misma experiencia produce en nosotros la conviccin de que las cosas, el mundo, el medio ambiente, existen independientemente de nosotros. Nuestra sensacin, nuestra conciencia es slo una imagen del mundo externo... El materialismo hace deliberadamente de la creencia nave de la humanidad la base de su teora del conocimiento.

    Un poco despus Lenin plantea otra incmoda pregunta para los defensores delempirio criticismo: Exista la naturaleza antes que el hombre? -y despus procede a disecar las contorsiones en las cuales caen en un esfuerzo por evitarlas contradicciones evidentes de su posicin:

    Ningn hombre mnimamente educado o saludable duda de que la tierra existaen el momento en que no poda haber habido vida en ella, ninguna sensacin...y consecuentemente toda la teora de Mach y Avenarius, de la cual se sigue que la tierra es un complejo de sensaciones... o complejos de elementos en los que lo psquico y lo fsico son idnticos...es un oscurantismo filosfico, la reduccin del idealismo subjetivo al absurdo.(40)

    Sin embargo, Lenin no se limita a la entretenida tarea de encontrar los defectosfilosficos en las posiciones de sus oponentes. En un captulo importante de

  • La revolucin reciente de la ciencia natural y el idealismo filosfico toma la crisis en la fsica (aunque no la resolucin a los problemas propuesta por Einstein) y en particular la afirmacin de que los hechos han desaparecido, argumentando que mientras los nuevos desarrollos en reas como la electrodinmica refuta el materialismo mecanicista, estos apoyan un materialismo dialctico que concibe a los elementos del mundo fsico como dinmicos e interactivos, ms que pasivos e invariables.

    La nica debilidad seria de la discusin de Lenin es que, en su ansia de refutar al idealismo, a veces dobla demasiado la vara y termina aparentemente defendiendo una teora del conocimiento de la copia cruda, segn la cual el conocimiento de lo que nos rodea no es el resultado de nuestra intervencin activa en el mundo, sino que simplemente es impreso directamente en nuestras mentes pasivas en una forma en que nos permite inmediatamente comprender que nuestras ideas son correctas. La afirmacin de que Lenin est comprometido con esta posicin insostenible fue hecho primero por Axelrod y despus repetido por el comunista holands Anton Pannekoek, el filsofo alemnes Karl Korsh y otros. Si Lenin sostena esta posicin en 1909, l la abandon ms tarde -ciertamente en el momento en que compuso sus Cuadernos Filosficos (1916), que discuten la lgica de Hegel. Pero tambin es verdad que en algunos pasajes de Materialismo y empirio criticismo parece cometer el error de confundir lo que implica para una afirmacin ser verdadera (una teora de la verdad) con una explicacin de cmo se puede establecer la verdad de una afirmacin (una teora del conocimiento), y es as llevado de unateora de la verdad de la correspondencia perfectamente sensible a una inaceptable teora del conocimiento de la copia.(41)

    Sin embargo, hay otros pasajes en Materialismo y empiriocriticismo que dejan en claro que no es la posicin considerada de Lenin que establecer la verdad de una afirmacin cientfica es una cuestin simple. Efectivamente l es consciente de que nuestras posiciones cientficas son generalmente verdaderas slo parcialmente, relativamente o aproximadamente, y que el progreso cientfico no resulta en el conocimiento absoluto, sino slo en una aproximacin cada vez ms cercana a la verdad:

    En la teora del conocimiento, como en toda otra rama de la ciencia, debemos

  • pensar dialcticamente, es decir, no debemos considerar a nuestro conocimiento como ya hecho e inalterable, sino que debemos determinar cmoel conocimiento emerge de la ignorancia, cmo el conocimiento incompleto, inexacto se vuelve ms completo y ms exacto.

    Adems, para el materialismo dialctico no hay una frontera infranqueable entre la verdad relativa y absoluta, incluso si todo conocimiento est histricamente condicionado.

    "Desde el punto de vista del materialismo moderno, es decir el marxismo, los lmites de la aproximacin de nuestro conocimiento a la verdad objetiva y absoluta estn histricamente condicionados, pero la existencia de dicha verdad es incondicional, y el hecho de que nos estemos acercando ms tambin es incondicional (42)

    Lenin trata estas ideas con mayor sutileza y sofisticacin en los Cuadernos Filosficos, pero si leemos Materialismo y Empiriocriticismo benvolamente, no hay una incompatibilidad fundamental entre esos trabajos. Materialismo y Empiriocriticismo defiende la existencia de un mundo material existente independientemente. Los Cuadernos exploran las formas complejas en las que se puede obtener el conocimiento de ese mundo. Para mayores reflexiones sobre las posiciones de Lenin, ver Sobre Materialismo de Sebastiano Timpanaro(43), que tambin contiene discusiones interesantes de otras varias cuestiones examinadas en este artculo.

    A pesar de las polmicas de Lenin, Bogdanov, Lunacharsky y otros no renunciaron a la filosofa de Mach y continuaron jugando roles prominentes en el Partido Bolchevique. Efectivamente, despus de la revolucin de 1917, en la medida en que floreci la vida intelectual, se les dio a muchos de ellos posiciones polticas y acadmicas prominentes. Lunacharsky se transform en Comisario de Educacin. Bogdanov fue nombrado para la Academia Comunista donde rpidamente se volvi partidario de la cultura proletaria y ayud a lanzar el movimiento Proletkult, que buscaba remplazar la ciencia, el arte y lacultura burgueses con nuevas ideas proletarias. Este movimiento rpidamente cay bajo el ataque de Lenin y Trotsky, que criticaron sus presuposiciones

  • filosficas como su programa poltico. En un ensayo sobre Cultura y Arte Proletarios en Literatura y Revolucin (1923) Trotsky argumenta que a pesar de su unilateralidad la ciencia bajo el capitalismo ha producido conocimiento genuino que sera una locura rechazar:

    Toda ciencia, en mayor o menor grado, refleja incuestionablemente las tendencias de la clase dominante. Cuanto ms estrechamente una ciencia se adhiere a las tareas prcticas de conquistar la naturaleza (fsica, qumica, ciencia natural en general), mayor es su contribucin humana, no clasista. Cuanto ms profundamente una ciencia est conectada con el mecanismo social de explotacin (economa poltica), o cuanto ms abstractamente generaliza toda la experiencia de la humanidad (psicologa, no en su sentido experimental, fisiolgico, sino es su as llamado sentido filosfico), ms obedece al egosmo de clase de la burguesa y menos significativa es su contribucin a la suma general del conocimiento humano. En el dominio de las ciencias experimentales, hay distintos grados de integridad y objetividad cientficas, dependiendo del alcance de las generalizaciones realizadas. Como regla general, las tendencias burguesas han descubierto un lugar mucho ms libre para ellas en las altas esferas de la filosofa metodolgica... Pero sera ingenua pensar que el proletariado debe renovar crticamente toda la ciencia heredada de la burguesa, antes de aplicarla a la reconstruccin socialista. Estoes la mismo que decir con los moralistas utopistas: antes de construir una nueva sociedad, el proletariado debe elevarse a las alturas de la tica comunista. De hecho, el proletariado reconstruir la tica as como la ciencia radicalmente, pero lo har despus de que haya reconstruido una nueva sociedad, aunque sea en bruto.

    Los simpatizantes de Proletkult crean que la nueva sociedad no poda ser construida usando las herramientas heredadas de la vieja. Trotsky argumenta en respuesta que lo que ignora esta crtica es la naturaleza dialctica de la transformacin social prevista:

    "El proletariado rechaza lo que es claramente innecesario, falso y reaccionario, y en los distintos campos de esta reconstruccin hace uso de las mtodos y conclusiones de la ciencia actual, tomndola necesariamente con el porcentaje de aleacin de clase que est contenida en ella. El resultado prctico se

  • justificar generalmente y de conjunto, porque este uso cuando es controlado por un objetivo socialista administrar y seleccionar gradualmente los mtodos y las conclusiones de la teora. Y en ese momento habrn crecido cientficos educados bajo nuevas condiciones. De cualquier modo el proletariado tendr que llevar su reconstruccin socialista hasta un alto grado, es decir, proporcionar la seguridad material real y la satisfaccin de la sociedadculturalmente antes de que sea capaz de llevar adelante una purificacin de la ciencia de arriba hacia abajo.(44)

    A mediados de los 20 Trotsky dio un nmero de discursos y escribi varios artculos cortos elaborando esos temas, enfatizando tanto la unidad de conjunto de las ciencias como la especificidad de mtodos y teoras dentro de los dominios particulares. Los problemas cientficos no pueden ser resueltos simplemente dominando los principios generales de la teora marxista. Por otrolado, dominar un campo particular de la ciencia no es sustituible por la teora marxista. El comunismo, escribi, no es un sustituto de la qumica. Pero el teorema de la conversin tambin es verdadero(45) Algunos de los artculos de Trotsky sobre la ciencia pueden encontrarse en Problemas de la vida cotidiana (46). A pesar de sus otras preocupaciones, Trotsky encontr tiempo para escribir sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la ciencia mientras estuvo en el exilio en los 30. Los ltimos escritos estn disponibles como Apuntes de Trotsky 1933-35: Escritos sobre Lenin, Dialctica y evolucionismo. (47) Hay un revisin auspiciosa de esas notas en el captulo 5 de El Algebra de la revolucin de John Rees. (48)

    Durante gran parte de la dcada del 20 hubo en la Unin Sovitica un debate vivo entre varias escuelas de pensamiento sobre cuestiones cientficas, pero esto lentamente termin en la medida en que Stalin ascenda al poder y consolidaba su contrarrevolucin. Sin embargo, algunos de los trabajos hechos durante este perodo tuvieron una gran audiencia en 1931 cuando Stalin decidi a ltimo momento enviar una delegacin sovitica encabezada por Bujarin al Congreso de Historia de la Ciencia y la Tecnologa de la Segunda Internacional en Londres. Los distintos miembros de la delegacin tenan desacuerdos entre ellos sobre muchas cuestiones, pero el grupo de conjunto tuvo un efecto electrizantes -y polarizante- sobre la conferencia. Se agreg unasesin extra para que pudieran ser discutidos todos los trabajos, y se publicaron tan pronto termin el Congreso, en volumen titulado La Ciencia en

  • la encrucijada (49), que contiene algunas de las ms importantes discusiones marxistas de la ciencia desde la Dialctica de la Naturaleza de Engels.

    La ms famosa de las contribuciones a La Ciencia en la encrucijada es el trabajo de Boris Hessen Las races econmicas y sociales del principio de Newton, que suministra un anlisis detallado y brillante de la forma en la que la fsica clsica estaba arraigada en los desarrollos econmicos y tecnolgicos del siglo XVII, refutando decisivamente la posicin de genio individual de la historia de la ciencia. Hessen se centra en el perodo de la revolucin inglesa de 1640, y examina el impacto sobre la fsica terica de los factores como comunicaciones, transporte de agua, minera, armamento y balstica:

    Hemos comparado los principales problemas tcnicos y fsicos del perodo con el esquema de investigaciones que gobernaban la fsica durante el perodo queestamos investigando, y llegamos a la conclusin de que el esquema de la fsica estaba principalmente determinado por las tareas econmicas y tcnicas que ponan en primer plano la burguesa en ascenso.

    Pero Hessen no ofrece una visin crudamente reduccionista. Si bien los factoreseconmicos y tcnicos juegan un rol crucial en moldear el desarrollo de la ciencia, no son toda la historia, y Hesen tambin discute la influencia de las ideas filosficas y polticas, argumentando que es necesario analizar ms completamente la poca de Newton, la lucha de clases durante la revolucin inglesa, y las teoras polticas, filosficas y religiosas...reflejadas en las mentes de los contemporneos de esas luchas.

    El sobresaliente ensayo de Hessen sigue siendo hasta el da de hoy el punto ms alto del anlisis marxista de la ciencia del siglo XX, trazando el camino en el cual emergi una teora cientfica superior a partir del interjuego de factores materiales e ideolgicos. Trgicamente, sin embargo, el perodo de vitalidad y debate intelectual que haba comenzado con la revolucin de 1917, y que haba producido eventualmente La Ciencia en la encrucijada, estaba casi terminado. Dos aos ms tarde, en el 50 aniversario de la muerte de Marx, Bujarin todava fue capaz de editor otra importante coleccin, Marxismo y Pensamiento moderno (50), que contiene importantes discusiones de

  • Marxismo y Ciencia Natural (YM Uranovsky), La vieja y la nueva fsica (SI Vavilov) y Marx y Engels sobre biologa (VL Komarov). Pero pronto muchos de los que contribuyeron en esos dos volmenes (incluido Bujarin y Hessen) iban aser vctimas de las purgas de Stalin. La destruccin stalinista del pensamiento cientfico crtico (y de hecho el pensamiento crtico de todo tipo) sent las bases para la gran debacle de Lysenkismo, el movimiento sigui al agrnomoTrofim Lysenko que subi a una posicin de ascendencia en la biologa soviticadenunciando la gentica moderna como incompatible con la dialctica materialista. Las posiciones de Lysenko no eran slo un travestismo del pensamiento marxista (ya que Marx y Engels rechazaban la idea de que uno poda refutar o establecer cualquier posicin cientfica sobre la base de categoras filosficas abstractas), tambin iban a resultar eventualmente en undao importante a la agricultura sovitica.

    Mientras que en la Unin Sovitica el anlisis marxista serio de la ciencia termin en los 30, el trabajo de Bujarin, Hessen y otros tuvieron un gran impacto en otras partes, particularmente en Gran Bretaa, donde una generacin de cientficos radicales -incluyendo al fsico JD Bernal y al genetista JBS Haldane que se transformaron en miembros o compaeros de ruta del Partido Comunista y frecuentemente popularizaron brillantemente la ciencia moderna (51). Haldane escriba una columna regular para el Daily Worker en los 30, algunas de las cuales se pueden encontrar en Del tamao correcto(52),una coleccin contempornea de sus ensayos editados por el bilogo evolucionista John Maynard Smith. El prolfico Bernal escribi numerosos libros ofreciendo una perspectiva marxista sobre la ciencia. Antes de la guerra el msimportante fue La funcin social de la ciencia (53), un largo trabajo que contiene muchas discusiones interesantes, pero que tambin, desafortunadamente, est imbuido con el espritu del socialismo desde arriba.

    Historia de la ciencia

    Despus de la segunda guerra mundial muchos marxistas britnicos siguieron con el tipo de anlisis materialista detallados de la historia de la ciencia de los cuales Hessen fue un pionero. Joseph Needham trabaj varios aos en su Ciencia y Civilizacin en la antigua China, un estudio de varios volmenes. (54)Bernal escribi un estudio abarcativo de cuatro volmenes llamado La ciencia

  • en la historia (55) (originalmente publicado en 1954 y que todava se imprime).Stephen Mason cubrieron el mismo campo ms brevemente en Principales tendencias del pensamiento cientfico(56) (tambin publicado bajo el ttulo de Una historia de las ciencias). No obstante, el clima de la guerra fra volvi difcilproseguir este trabajo. Por ejemplo, segn el historiador de la ciencia Robert M.Young, Mason, tuvo que retornar a la qumica porque no poda hallar trabajo como historiador de la ciencia.(57) Como resultado de esto, hay poca historia de la ciencia lamentablemente disponible desde el punto de vista marxista, porfuera de lo que ahora son los clsicos de los 40 y los 50.

    Los libros de Bernal y Mason mencionados arriba son todava los mejores estudios de conjunto. Bernal tambin escribi una historia de la fsica antes del siglo XX llamada La extensin del hombre.(58) Los orgenes de la ciencia son brevemente discutidos en Qu sucedi en la historia? de Gordon Childe.(59) Sobre la ciencia en el mundo antiguo ver La ciencia griega(60) de Benjamin Farrington y los Orgenes del materialismo del trotskista norteamericano George Novack(61). Gran parte de la ciencia griega qued perdida luego del colapso del Imperio Romano, pero las ideas importantes fueron preservadas y desarrolladas en el mundo rabe y eventualmente pasaron a Europa occidental. Un breve estudio de los acontecimientos desde el siglo 12 en adelante puede ser hallado en La ciencia fsica en la Edad Media de Edward Grant.(62)

    Los trabajos estndar sobre la revolucin cientfica de los siglos XVI y XVII incluyen el libro de Thomas Kuhn sobre La revolucin copernicana (63) y El nacimiento de una nueva fsica de Bernard Cohen (64), pero este ltimo en particular debe ser complementado con el ensayo clsico de Hessen. Otro estudio breve y legible, que cubre la qumica y la biologa as como tambin la fsica, es La construccin de la ciencia moderna, de Richard Westfall. (65) Los que llegan hasta el 1800 son La ciencia y la industria en el siglo XIX (otro libro escrito por Bernal). (66) La mayora de los libros mencionados aqu tratan centralmente acerca de fsica. Para una historia de la qumica, ver La evolucinqumica de Mason (67), y para una corta historia de la geologa hay que leer el excelente libro de Stephen Jay Gould, La flecha del tiempo, el ciclo del tiempo. (68) Algunos libros sobre la historia de la biologa son mencionados ms abajo.

  • Las ciencias fisicas

    La fsica en el siglo 20 ha experimentado dos grandes revoluciones intelectuales que Marx y Engels obviamente no podran haber anticipado, pero que no obstante se ajustan bien con sus puntos de vista generales sobre la dinmica del desarrollo cientfico. La primera revolucin fue el derrocamiento de la mecnica clsica de Newton por las teoras especiales, y ms tardes generales, de la relatividad de Einstein. Contrario a la interpretacin popular errnea de ella, la teora de la relatividad no sostiene que todo es relativo. Loque Einstein s sostuvo es que las diferentes propiedades fsicas y las relaciones que la mecnica newtoniana supone como independientes de cualquier marco particular de referencia, de aqu que sean absolutas, son de hecho relativas a los marcos particulares de referencia (as como si un objeto est a la izquierda de otro o la derecha de otro, para usar una analoga aproximada, depende del marco de referencia). Estas propiedades y relaciones incluyen, contra lo que sostiene el sentido comn, distancias espaciales, intervalos de tiempo, y masa. As, por ejemplo, segn Einstein, si dos eventos se producen o no simultneamente vara de una marco de referencia al otro (o,ms precisamente, de un sistema inercial al otro). Desde mi marco de referencia, dos eventos pueden ser medidos como que se producen al mismo tiempo, pero si usted se est moviendo con respecto a m, usted podra medirlos como que se producen en tiempos diferentes. Si Einstein tiene razn, ninguna de las mediciones es incorrecta. Los eventos son simultneos en relacin al primer marco de referencia, pero no simultneos en relacin al segundo.

    Einstein fue llevado a esta extraordinaria conclusin a partir de su compromiso con el principio de la relatividad, que mantiene que las leyes fundamentales dela fsica se mantienen en todo los marcos de referencia y que ninguna medicinposible puede ser realizada, como para poder distinguir un sistema de referencia que se mueve uniformemente de otro. As, un pasajero en un tren sellado que se mueve a una velocidad uniforme con respecto a su entorno experimentara las mismas leyes de la fsica que si el tren permaneciera inmvil. El principio de la relatividad haba sido aceptado por muchos fsicos desde el siglo XVII, pero Einstein reconoci que, si esto es verdad, entonces es imposible reconciliar la mecnica newtoniana con la teora del electromagnetismo desarrollada por Faraday, Maxwell, y otros en el siglo XIX.

  • Segn Newton, un cuerpo que acelerara la suficiente cantidad de tiempo puedealcanzar cualquier velocidad, incluyendo la velocidad de la luz. Pero si esto fuera posible, entonces las ecuaciones de Maxwell no describiran correctamente el comportamiento de los fenmenos electromagnticos (los cuales, por supuesto, incluyen las ondas de luz) en todos los marcos de referencia. Para tomar una de los ejemplos del propio Eisntein, imaginemos un observador iluminado por una fuente de luz que tiene un espejo enfrente de l.Si el observador y el espejo se movieran a la velocidad de la luz, el observador no vera su propio reflejo, ya que la luz de la fuente nunca alcanzara el espejo. Einstein concluy que la velocidad de la luz debe ser constante en todo los marcos de referencia (de modo tal que la velocidad de la luz es independiente de la velocidad de su fuente), y que nada puede moverse ms rpido que la velocidad de la luz. Si el tiempo es simplemente un sistema de relaciones entreeventos fsicos y objetos, entonces la relatividad de la simultaneidad se sigue de esto. Ms en general, Einstein preserv el principio de la relatividad diciendoque las mediciones del espacio, del tiempo y de la masa dependen de la velocidad relativa del que realiza la medicin, modificando as nuestras nociones de los tres en su conjunto.

    Varias consecuencias sorprendentes se desprenden de la teora de Eisntein. Una es la afirmacin de que la velocidad de los relojes en movimiento es ms lenta que la de los relojes en reposo. Otra es la afirmacin de que a medida que un cuerpo acelera su masa aumenta, pudiendo as ste superar la velocidad de la luz. Otra ms es la ms famosa ecuacin de Einstein, E = mc2, que sostiene la equivalencia de la energa y la materia y es la base terica de la fisin nuclear. La masa de un objeto es, por as decir, energa concentrada, de modo tal que lo que eran antes dos conceptos separados resultan estar inextricablemente ligados. La teora de la relatividad tambin conduce a la unificacin del espacio y del tiempo en una nica nocin de espacio-tiempo, una idea que fue propuesta por primera vez por Hermann Minkowski en 1908. De aqu en ms, escribi Minkowski, el espacio y el tiempo en s mismos, estn destinados a desaparecer transformndose en meras sombras, y slo una especie de unin de los dos preservar la realidad independiente. (69) La teora especial de la relatividad, inicialmente planteada por Einstein en una seria de escritos publicados en 1905, desarrolla estas ideas en el contexto de marcos de referencia que se mueven de manera uniforme uno en relacin al otro. La teora general, que llev una dcada desarrollar, toma en cuenta los marcos de referencia en aceleracin e incorpora los fenmenos gravitacionales.

  • La inicial conviccin de Einstein de que sus teoras eran correctas estaba basada tanto en la intuicin (en otras palabras, una pegada) como en datos empricos, pero la evidencia emprica y observacional pronto demostraron que sus ideas eran correctas. Varias cosas que conciernen a su xito son interesantes desde una perspectiva marxista, incluyendo cmo la fsica newtoniana, un conjunto de ideas que haba dominado a la ciencia por ms de dos siglos, y que pareca invencible, eventualmente entr en insuperables contradicciones, y se vino abajo. Al mismo tiempo, no obstante, la nueva sntesis einsteiniana preserva los elementos de verdad que hay en la mecnica clsica, demostrando cmo las leyes de Newton son aproximaciones a la verdad para sistemas en los cuales las velocidades son bajas en relacin a la velocidad de la luz. Adems, la teora de Einstein demostr que los conceptos bsicos de la fsica clsica -no slo las leyes que haba formulado usando stos-necesitaban ser modificados, y que rasgos aparentemente distintos del mundo estn de hecho profundamente interrelacionados.

    Mi exposicin de estas ideas ha sido por necesidad altamente concentrada, pero espero que su apetito para leer ms acerca de ellas haya sido estimulado.Einstein escribi muchas introducciones populares a sus propios puntos de vista, incluyendo uno simplemente titulado La relatividad. (70) Mi favorito, sin embargo, es La evolucin de la fsica. (71), que redact junto a su estudiante Leopold Infeld en los 30, y que tambin da un panorama histrico de la fsica desde Galileo hasta mediados del siglo XX. El legado de Einstein, (72) del Premio Nobel Julian Schwinger, es una presentacin clara y actualizada . Sobre la teora general en particular, ver Clifford Will, Tuvo razn Einstein? (73), una explicacin sistemtica de la evidencia que apoya la teora de Einstein y la forma en la cual los pensadores que le siguieron han avanzado apoyndose en sus ideas. Para la discusin sobre la evolucin de los puntos de vista de Einstein, los ensayos contenidos en Los orgenes temticos del pensamiento cientfico (74) de Gerald Holton, son de mucha ayuda. La biografa ms abarcativa es Einstein: la vida y la poca de Ronald Clark (75), la cual, adems del temprano trabajo cientfico de Einstein, tambin discute su poltica pacifista-socialista, su tibio sionismo y su rol en el desarrollo de la bomba atmica.

    La segunda gran revolucin en la fsica del siglo XX vino con el surgimiento de la mecnica cuntica en los 20. La teora de la relatividad propone

  • concepciones radicalmente nuevas del espacio y del tiempo. La fsica cuntica rompe con la idea del universo determinista en el cual cada evento tiene alguna causa previa, y propone en cambio que a nivel subatmico algunos eventos son cuestiones de puro azar o, ms precisamente, tienen lugar con leyes probalilsticas ms que deterministas. Irnicamente, si bien la mecnica cuntica se desarroll a partir del trabajo hecho por Einstein y otro gran fsico alemn, Max Planck, a principios del siglo XX, Einstein mismo se neg a reconciliarse con esta idea, sosteniendo hasta su muerte que Dios no juega a los dados con el universo y as que debe haber algo incorrecto en la teora. Aun as la teora cuntica es enormemente exitosa. Permite a los fsicos decribir con gran precisin el comportamiento de los fenmenos subatmicos, las propiedades del ncleo atmico y la estructura y las propiedades de las molculas y los slidos. La mecnica cuntica tambin brinda la base para las innovaciones tecnolgicas que van desde los lseres hasta los chips de siliconas.

    Al mismo tiempo, no obstante, no hay una clara comprensin de por qu la teora funciona tan bien, o alguna solucin acordada a los problemas conceptuales y filosficos que sta plantea. Por ejemplo, la fsica cuntica no nos dice simplemente que hay una radical indeterminacin en el mundo, tambin parece exigir que los fenmenos subatmicos se comporten tanto como partculas y como ondas, lo que el sentido comn nos dice que es imposible, y que en algunas circunstancias las partculas fsicas pueden influenciarse entre s, si bien la interaccin fsica entre ellas es imposible. Los fsicos David Bohm y B. J. Hiley interpretan la interconectividad cuntica de lossistemas distantes en trminos que Marx y Engels hubieran festejado:

    Un sistema cuntico de muchos cuerpos no puede ser analizado adecuadamente como partes que existen de modo independiente, con relaciones dinmicas fijas y determinadas entre cada una de las partes. Ms bien, las partes deben ser vistas en una conexin inmediata, en la cual sus relaciones dinmicas dependen, de un modo irreductible, del estado del sistema en su conjunto (y en verdad del estado de los sistemas ms amplios enlos cuales ellas estn contenidas, lo que se extiende en ltima instancia y en principio a todo el universo). De este modo uno se ve llevado a la nueva nocinde totalidad irrompible que niega la idea clsica de la analizabilidad del mundo en partes que existen separada e independientemente. (76)

  • Los puntos de vista de Bohm y Hiley, no obstante, son aceptados slo por una minora. Segn la visin estndar de la teora cuntica (conocida como la interpretacin de Copenhague), las partculas subatmicas no tienen propiedades determinadas antes de un acto de medicin. En cambio, los variosestados posibles en los que cuales se puede hallar el sistema son definidas por una onda de probabilidad que slo colapsa cuando se realiza una observacin. Esto da lugar a la a esta altura bien conocida paradoja del gato deSchrodinger. Se nos pide que imaginemos al animal encerrado en una caja con un recipiente que contiene gas venenoso que se abrir slo si un tomo radioactivo se desintegra dentro de un cierto tiempo. Pero si el tomo no tiene un estado determinado hasta que la medida se haga, significa esto que el gato es mantenido en un estado indeterminado, ni muerto ni vivo, hasta que el aparato sea observado? Acertijos como ste han llevado a algunos fsicos a adoptar ridculos puntos de vista idealistas, en la cual la conciencia humana determina la naturaleza del mundo fsico (a pesar del hecho que la conciencia humana slo evolucion en un tiempo comparativamente reciente). Otros han sugerido que cada vez que un evento cuntico indeterminado tiene lugar, el universo se escinde de modo tal que para cada resultado posible hay una realidad separada en la cual ste tiene lugar.

    Los problemas genuinos asociados con la fsica cuntica dan muchas oportunidades a los msticos y a los crneos de todo tipo de sostener que la teora apoya sus propios puntos de vista, as que se requiere cuidado para navegar por los grandes nmeros de popularizaciones que han sido publicadas.Una de las mejores guas es el libro La realidad cuntica de Nick Herbert (77), que da una clara exposicin de la teora bsica, y explica cuidadosamente las diferentes interpretaciones de la teora que han sido propuestas y por qu ninguna de ellas es completamente satisfactoria. A la bsqueda del gato de Schrodinger (78), un libro escrito por el prolfico escritor de ciencia John Gribbines tambin una buena introduccin. Gribbin ha publicado recientemente una continuacin llamada Los mininos de Schrodinger y la bsqueda de la realidad cuntica. (79) Una discusin ms avanzada es brindada por David Albert en La mecnica cuntica y la experiencia. (80) A principios de los 80 la BBC puso al aire una serie de entrevistas radiales con fsicos cunticos lderes que ahora fueron publicadas como El fantasma en el tomo (81), un libro editado por Davies y Brown. El primer captulo de este libro es otra buena breve introduccin a la mecnica cuntica.

  • Una introduccin un poco ms avanzada pero todava razonablemente accesible es el libro corto de Alastair Rae, La fsica cuntica: ilusin o realidad? (82). Rae concluye con una simptica discusin sobre cmo las ideas anti-reduccionistas del ganador del Premio Nobel de fsica Ilya Prigogine pueden ofrecer una solucin a los problemas de la teora cuntica. Prigogine, cuyo trabajo central ha sido en el campo de la termodinmica, rechaza la idea de que podamos comprender los cambios que tienen lugar, digamos, en un gas, en trminos de sus micro-constituyentes, y sostiene que debemos explicar en cambio el mundo micro en trminos de los cambios a nivel de lo macro. En trminos que Engels hubiera aprobado, Prigogine describe esto como un desplazamiento desde el ser al devenir. Exactamente cmo esto se relaciona a los problemas de la mecnica cuntica es demasiado complicado para explicarlo aqu, pero si usted se queda con la intriga, lea el libro de Rae o la introduccin popular a estas ideas hecha por el propio Prigogine, en su libro El orden en el caos (83) (escrito en colaboracin con Isabelle Stengers).

    El desarrollo de la teora de la relatividad y de la fsica cuntica, junto a los desarrollos tecnolgicos, han permitido a los cosmolgos desarrollar modelos detallados de la historia y la estructura del universo. La introduccin ms conocida a este campo es el libro de Stephen Hawking Breve historia del tiempo (84). El artculo de Duncan Blackie que comenta este libro, La revolucin en la ciencia (en International Socialism 42) discute el libro de Hawking desde la perspectiva marxista y seala algunas de sus debilidades. Simetra perfecta (85) de Heinz Pagels cubre el mismo terreno que el libro de Hawking pero con mayor detalle. La discusin de Steven Weinberg sobre la teora del big bang, Los primeros tres minutos, (86) ha quedado ahora un poco anticuado pero aun vale la pena leerlo. En busca del big bang (87) es una discusin un poco ms reciente.

    Hoy en da Weinberg es uno entre varios fsicos que creen que una teora del todo, que unifique la teora de la relatividad y la mecnica cuntica, puede estar pronto al alcance de la mano. El seala esto en su libro Sueos de una teora final. (88) Otra introduccin a estas ideas controvertidas se puede hallar en Davies y Brown, Supercuerdas: una teora del todo? (89) que, como su libro sobre fsica cuntica, es una coleccin de entrevistas de la BBC. Vale la pena recordar, sin embargo, que a fines del siglo XIX los fsicos tenan esperanzas similares de que su disciplina estaba casi completa. Dadas las serias

  • dificultades que siguen existiendo con la teora cuntica, y el hecho que los modelos actuales de la estructura del universo todos enfrentan problemas, los cientficos del siglo XX que suean con el fin de la fsica es probable que se demuestre que estn tan lejos de la meta como lo estuvieron sus precursores 100 aos atrs.

    Otra rea de la fsica (o ms exactamente de las matemticas aplicadas) - la teora del caos - merece por lo menos una breve mencin aqu, aunque sea solamente por haber sido mal representada con tanta frecuencia por los postmodernistas y aquellos que proclaman que el mundo est ms all de la comprensin racional. De hecho, la teora del caos no sostiene que el mundo esesencialmente ininteligible o incomprensible, sino que ms bien procura utilizartcnicas matemticas sofisticadas para demostrar que incluso un comportamiento aparentemente arbitrario en los sistemas dinmicos puede seranalizado y entendido. La mejor introduccin en este campo de conocimiento sigue siendo es Caos (90) el libro de James Gleick. Una exposicin ms avanzada es Juega Dios a los Dados? (91) de Ian Stewart quien tambin escribi una breve introduccin de la teora del caos (llamada Los dados juegan a Dios?) en su ms reciente libro Nmeros de la Naturaleza, (92) el cual es una buena introduccin no matemtica a algunas ideas bsicas de las matemticas. Hay tambin una breve descripcin que es excelente en el artculo El Orden del Caos publicada en el International Socialism.48.

    Las ciencias biolgicas

    El bilogo ruso Theodosius Dobzhansky (uno de los fundadores de la sntesis moderna de la biologa evolutiva y gentica de los aos 30) coment una vez: Nada en biologa tiene sentido, excepto a la luz de la evolucin (93). El desarrollo de la teora de la evolucin marca el comienzo de la biologa moderna y para aquel que disponga de tiempo, el mejor punto de partida es el trabajo del mismo Charles Darwin, El Origen de las especies (94), publicado originalmente en 1859. Este es quizs el ltimo gran trabajo cientfico escrito para la audiencia en general y accesible a ella. La principal dificultad a que se enfrenta el lector contemporneo no es tanto la prosa de Darwin sino el captar la estructura total de su libro ms famoso. Darwin nos dice en el captulo final que todo el volumen es un largo razonamiento; pero el Origen est tan densamente equipado con discusiones de casos especficos que los rboles

  • hacen difcil ver el bosque. Sin embargo, a medida que el libro transcurre, Darwin rene cuidadosamente abrumadoras evidencias de la evolucin por seleccin natural, presentando cuidadosamente las evidencias detalladas que l haba acumulado durante ms de 20 aos.

    Darwin comienza el Origen atrayendo nuestra atencin hacia la habilidad de los productores de animales y plantas para alterar drsticamente las caractersticas de un grupo de organismos a travs de una serie de generaciones permitiendo as que solamente los individuos con los rasgos deseados se reproduzcan. Trata entonces (en los captulos 2 y 3) sobre un proceso anlogo que ocurre en la naturaleza sin intervencin consciente del serhumano (95). Los organismos de una poblacin dada tienen entre s particularidades que les son propias, y algunas de estas diferencias particulares pueden ser trasmitidas a su descendencia. Si hay demasiados organismos para ser sustentados en un medio ambiente dado, aquellos que fortuitamente fueran ms aptos para sobrevivir y reproducirse tendern a tenerms descendencia, de esta manera los de caractersticas ms favorables tendern a proliferar de generacin en generacin. As resulta que el cambio evolutivo es el resultado de una lucha por la existencia la cul:

    ... inevitablemente proviene de la gran celeridad con la cual todos los seres orgnicos tienden a reproducirse. Cada ser, que durante el curso natural de su vida produce varios huevos o semillas, debe padecer destruccin durante un cierto perodo de su vida, de lo contrario, segn el principio de la progrecin geomtrica, su nmero llegara a ser tan desmedidamente grande que ningn pas podra sustentar el producto. Por lo tanto, cuantos ms individuos con posibilidad de sobrevivir aparezcan , inevitablemente existir siempre una lucha por la existencia, ya sea, entre individuos de la misma especie, entre individuos de distintas especies o con las condiciones fsicas para la vida (96).

    Con el tiempo, una poblacin de organismos puede mejorar progresivamente su adaptacin al medio ambiente, y las caractersticas de sus miembros al finalde este proceso pueden ser muy diferentes a las de sus antepasados. Darwin afirm ms tarde que la idea bsica de la seleccin natural le fue sugerida por el trabajo reaccionario de Thomas Malthus, Ensayo sobre el principio de poblacin. ste sostiene (sin fundamento que lo evidencie) que las poblacioneshumanas sobrepasarn siempre el suministro de alimentos disponible. Los conocimientos cientficos recientes han demostrado que la exposicin de

  • Darwin esta algo simplificada (97) y que Malthus lo influy al igual que la teoraeconmica de Adn Smith. Como destaca al respecto el bilogo evolutivo contemporneo Stephen Jay Gould que...si bien la fuente de una idea es una cosa, la verdad que encierra o lo fructfera que resulte es otra, y agrega: En este caso, es irnico que el sistema de laissez faire de Adn Smith no funcione dentro de su propio pensamiento econmico, porque conduce al oligopolio y a la revolucin, en vez de tender al orden y la armona. La lucha entre individuos parece ser ley de la naturaleza (98).

    Habiendo establecido la veracidad de la seleccin natural, Darwin prosigue para argumentar (en los captulos 4 y 5) que este proceso es no simplemente capaz de originar nuevas variedades sino otras nuevas si contina durante el tiempo suficiente. En los captulos siguientes (6 a 8), desarrolla objeciones a la idea que la seleccin natural - o descendencia con modificaciones - puede explicar las caractersticas de todas las especies existentes (incluso rganos deextrema perfeccin, como el ojo humano, y la esterilidad de ciertas clases de insecto).

    De esta manera los dos primeros tercios de Origen demuestran que la seleccin natural es un fenmeno genuino y que es capaz de explicar de dondevinieron las especies existentes y porqu ellas estn tan peculiarmente bien adaptadas a su ambiente. Para terminar Darwin presenta la evidencia de que laseleccin natural no es solamente una explicacin posible del Origen de las Especies, sino que es la nica razonable disponible (captulos 9 a 13). La evidencia se extiende desde el patrn de desarrollo revelado en el registro de los fsiles, a los hechos sobre la distribucin geogrfica de los organismos y lassemejanzas estructurales y de desarrollo entre seres vivos los que de otra manera seran muy diferentes. Darwin demuestra que su opinin puede proporcionar explicaciones satisfactorias en la materia, mientras que desde el punto de vista de los que creen en la creacin divina (por lejos la opinin de la mayora de los naturalistas antes de la publicacin de Origen) sigue siendo un enigma inexplicable. En su captulo final Darwin resume su argumentacin central y espera encontrar la revolucin en la historia natural la cul con razn crey que sus teoras le brindaran.

    Por supuesto que las opiniones de Darwin no slo tuvieron implicaciones

  • revolucionarias para el estudio de la biologa. La teora de la evolucin por seleccin natural sugiere una exhaustiva imagen materialista del mundo que emanan de las fuerzas vitales y los propsitos prescritos por la naturaleza, y que implica que los fenmenos mentales emergen cuando la materia est dispuesta de una manera compleja (99). Tales opiniones no solamente minan eltradicional punto de vista religioso de la creacin divina sino tambin las versiones ms sofisticadas del tesmo el cul asevera que Dios trabaja por medio de la evolucin, y ellas eran un desafo directo a la ideologa Victoriana dominante en Inglaterra. Uno de los primeros revisionistas del libro de Darwin, el gran gelogo Adn Sedgwick, habl en nombre de muchos: No puedo concluir sin expresar mi aborrecimiento a la teora debido a su estremecedor materialismo (100). Darwin era muy consciente del peso materialista de sus opiniones, y como respetable caballero burgus que era, esto lo pona extremadamente nervioso (nunca se sinti listo para acogerse al atesmo). Estoexplica probablemente por qu demor tanto en publicar sus ideas; finalmente lo hizo cuando supo que el joven naturalista gals Alfred Wallace haba alcanzado conclusiones similares y estaba a punto de publicarlas (101).

    Esto explica tambin porqu Marx y Engels eran tan entusiastas respecto a la teora de Darwin. A menos de un mes de la publicacin de Origen, Engels destac en una carta a Marx: Darwin, a quien ahora estoy leyendo, es esplndido. El mismo Marx ley Origen al ao siguiente y coment a Engels que: aunque se desarrolla en un burdo estilo ingls, este es el libro que contiene las bases de la historia natural desde nuestro propio punto de vista (102). Marx seal que el aceptar la evolucin por seleccin natural no implica aceptar automticamente la verdad del materialismo histrico -no hay ningunacontradiccin en el aceptar a Darwin y rechazar a Marx. Pero Darwin al apoyar una perspectiva universal materialista y demostrar el patrn del cambio histrico en el mundo biolgico, ciertamente destaca su credibilidad en el mtodo materialista aplicado tambin a la sociedad.

    Si desea leer ms trabajos de Darwin yo le recomendara en primer lugar su corta Autobiografa, luego, El viaje por el Beagle ( The Voyage of the Beagle), en el que cuenta sobre su viaje de cinco aos alrededor del mundo durante el que recolect gran parte de la evidencia que present ms tarde en Origen y cuando por primera vez comenz a dudar del relato bblico de la creacin, en tercer lugar, La descendencia del hombre (The Descent of Man), su trabajo ms

  • importante despus de Origen, el cual trata sobre la evolucin del hombre (103). Todo lo que Darwin tuvo que decir sobre este tema en Origen fue que: cuando la teora de la seleccin natural gane la aceptacin general, aflorar laluz sobre el origen del hombre y de su historia, sin embargo le llev ms de una dcada el estar preparado para publicar su obra. La Descendencia de Darwin tambin contiene un avance terico importante con respecto a Origin - la identificacin de la seleccin sexual como una categora especial dentro de la seleccin natural. En algunos casos de la seleccin sexual, ciertas caractersticas (tales como la ostentosa cola del pavo real) se desarrollan en unsexo, no para que los individuos que las poseen se adapten mejor a su ambiente, sino porque ello les permite atraer a sus parejas con mayor eficacia. Finalmente, los primeros cuadernos de Darwin sobre evolucin han sido publicados nuevamente con el ttulo de Metafsica, Materialismo, y La evolucinde la mente, y constituyen una fascinante lectura (104).

    Los problemas de la evolucin (105), de Marck Ridley, es una corta introduccincontempornea de la teora evolutiva. La mejor biografa de Darwin, la cual sienta firmemente sus ideas en el contexto social y poltico en el cual se desarrollaron, es Darwin(106) de Adrian Desmond y James Moore. Bien vale la pena leer tambin uno de los primeros estudios de Desmond, La poltica de la evolucin (107), el cual examina el desarrollo de ideas evolutivas en una generacin anterior a Darwin, y los dos volmenes bibliogrficos de Thomas Huxley (Huxley: El discpulo del deminio -The Devils Disciple- y Huxley: La evolucin del alto sacerdote (108) (Evolutions High Priest), Thomas Huxley rpidamente se volvi el mayor defensor de la teora evolutiva despus de la publicacin de Origen con lo cual gan el apodo de Darwins bulldog. La biografa de Ronald Clark, El sobrevivir de Charles Darwin (109) (The Survival ofCharles Darwin) es tambin digna de una hojeada, sobre todo porque la segunda mitad del libro es un examen til del desarrollo de la biologa desde la muerte de Darwin en 1882 hasta nuestros das. Una historia ms arrebatadora y ms detallada de la biologa se puede encontrar en El crecimiento del pensamiento biolgico (The Growth of Biological Thought ) (110) de Ernst Mayr,quizs el ms distinguido bilogo evolutivo con vida. A pesar de que Mayr en laintroduccin tira al aire indirectas insinuando que el modo marxista de analizar la historia es vulgar, tambin admite que comparto algunas ideas antirreduccionistas de Engels tal como la establecida en su Anti-Dring y estoy muy atrado por el esquema de la tesis-anttesis-sntesis de Hegel... estas ideashan dominado mi presentacin.

  • Como mencion antes, la disquisicin de Darwin en Origen proporciona una crtica detallada y devastadora del creacionismo. Consecuente y particularmente en los Estados Unidos, la teora evolutiva ha estado bajo un diluvio de ataques por la derecha religiosa durante los ltimos 20 aos la que exige igual cantidad de horas ctedra para los cientficos creacionistas en las escuelas. Mientras que han fracasado en esta demanda, han podido con eficacia excluir biologa evolutiva del plan de estudios en muchas escuelas secundarias. Los sondeos de opinin en los E.E.U.U. demuestran hoy que solamente cerca del 10 por ciento de la poblacin acepta la veracidad de la evolucin Darwinista, mientras que casi el 50 por ciento cree que el hombre fue creado por Dios en los ltimos 10.000 aos (111). Hay buenos libros que por un lado demuelen las teoras del creacionismo cientfico y adems proporcionan un resumen til sobre la evidencia a favor de la evolucin. Ciencia ofensiva: El caso contra el Creacionismo (112) del filsofo cientfico Philip Kitcher es uno de los mejores, excepto por el captulo final donde procureconciliar la evolucin con la teologa liberal. Evolucin y mito del creacionismo (113) son buenos trabajos del bilogo Tim Berra. El socilogo cientfico DorothyNelkin presenta una historia social del conflicto en La controversia de la creacin (114) (The Creation Controversy).

    Este es probablemente un buen lugar para mencionar el trabajo de Stephen JayGould (antes mencionado), cuyos libros ya le son sin ninguna duda conocidos. Gould, quien fue bilogo evolutivo y paleontlogo en Harvard, fue quizs el mejor difusor popular contemporneo de ideas cientficas. Recomiendo particularmente sus dos primeras colecciones de ensayos, Siempre desde Darwin (115) (Ever Since Darwin) y El pulgar de Panda (116) ( The Pandas Thumb), ambas contienen captulos que fijan las ideas de Darwin en su contexto histrico, son ediciones contemporneas de la teora evolutiva, crticas del determinismo biolgico, y mucho mas. Ms recientemente, en libroscomo La Vida Maravillosa (117) (Wonderful Life) y Majestuosidad de la vida (118) (Lifes Grandeur) (publicados en los E.E.U.U. como Casa llena - Full House), Gould opina en contra de un falso concepto que es muy comn y sostiene que la vida debi desarrollarse solamente dentro de una va nica y que los seres humanos de alguna manera debieron emerger como resultado inevitable de ese proceso. Pero mientras que esto es correcto, algunas otras veces Gould parece arrojar al beb con baera y todo, negando al parecer cualquier patrn evolutivo perceptible, e implicando que la historia evolutiva noes nada ms que una serie de accidentes. Esto es una equivocacin importante

  • porque -as como en la historia de la humanidad el determinismo y la aleatoriedad no agotan las posibilidades. Puede haber tendencias reconocibles en un proceso histrico, incluso si es inevitable el no poder arribar a un resultado en particular (119). Sin embargo, aun cuando Gould est cometiendo errores, bien vale la pena leerlo.

    Una coleccin de ensayos realizada por dos de los colegas de Gould en Harvard, Richard Levins y Richard Lewontin, El Bilogo Dialctico (120) (The Dialectical Biologist) es el mejor anlisis de las ideas evolutivas desde una perspectiva explcitamente marxista. Levins y Lewontin dedicaron su libro a Engels, quien siempre estuvo en lo justo donde import (121). El volumen incluye la discusin del contexto histrico y social del Darwinismo, disquisiciones contra la anti-ideologa, de la ideologa tecncrata (122) dominante en la sociedad capitalista, reflexiones sobre la naturaleza de la dialctica, y ejemplos concretos de cmo un mtodo dialctico puede conducir a nuevos conocimientos en la biologa evolutiva (particularmente en el captuloEl organismo como sujeto y objeto de la evolucin). sta es una lectura esencial para cualquier persona que tenga un serio inters en el Marxismo y la ciencia.

    Quizs el punto ms dbil del trabajo de Darwin sobre la evolucin fue el hechode que careca de una teora adecuada sobre los mecanismos de la herencia. Cmo es que existen caractersticas que se transmiten de padres a hijos, y por qu los rasgos caractersticos favorables no son disueltos por otros menos favorables a travs de sucesivas generaciones? El trabajo del monje checoslovaco Gregor Mendel en la dcada de 1860 marc el principio de una satisfactoria teora de la herencia, pero Darwin desconoca el trabajo de Mendelsobre la distribucin de rasgos de generaciones sucesivas en plantas de arvejas, y no fue descubierto hasta el cambio de siglo en que una nueva generacin de bilogos volvieron a descubrir los resultados por su cuenta. Mendel not que algunos rasgos parecen ser dominantes y otros recesivos, y especul con que haba factores causales en las plantas que de alguna manera gobernaban caractersticas tales como altura y color de la semilla. A comienzo del siglo XX los bilogos dieron a estos factores el nombre de genes.

  • El libro que he mencionado de Mayr incluye una historia excelente sobre Variacin y su Herencia (Variation and Its Inheritance), la que va a travs de la aparicin de la gentica Mendeliana hasta el trabajo de T H Morgan sobre moscas de fruta en la universidad de Colombia a comienzos del siglo y condujo a los primeros mapas del genoma y el desarrollo de la biologa molecular moderna. La biografa de Darwin escrita por Clark cubre mucho de lo mismo, incluyendo el desarrollo de la teora matemtica de la gentica de la poblacin en los aos 30 de R A Fisher, Haldane y Sewall Wright, y la construccin subsiguiente de la sntesis moderna de la gentica y de la evolucin Darwiniana.

    Francisco Jacob, genetista francs ganador del Premio Nobel tambin ha escritouna historia leble sobre nociones de la herencia llamada La lgica de la vida (123) (The Logic of Life). Se debe tener en cuenta que Jacob escribe desde una posicin reduccionista que puede volverse irritante.

    El mayor adelanto para entender por qu existe la variacin y cmo ocurre la herencia fue en 1953 con el descubrimiento de Francis Crick y James Watson de la doble estructura helicoidal del ADN (cido deoxyribonucleico), la sustancia en el ncleo de las clulas que lleva la informacin gentica de padres a hijos. La historia del descubrimiento y subsecuente desarrollo de la biologa molecular est en El octavo da de la creacin (124) (The Eight Day of Creation) de Horace Freeland Judson un libro que podra haber andado con una buena redaccin. El relato del descubrimiento de Watson puede encontrarse en sus infames memorias La doble hlice (125) (The Double Helix), que demuestra que su desagradable reputacin de sexista egomanaco fue bien ganada. Por otra parte, el libro de Watson demuele con eficacia el mitodel cientfico imparcial cuya nica preocupacin es descubrir la verdad. Otro bilogo molecular, Gunther Stent, ha editado una crtica del libro de Watson que incluye revisiones, un interesante comentario y tambin los textos originales de muchos tratados cientficos claves (126). La persona ms discriminada en el relato de Watson es la brillante investigadora de la Universidad de Londres, Rosalind Franklin, cuyas fotografas de difraccin con rayos X del ADN fueron cruciales para determinar su estructura. Franklin muri de cncer en 1958 y no pudo participar en el premio Nobel concedido a Crick, Watson y su colega Maurice Wilkins en 1962. Su papel en el descubrimiento est relatado en el libro de Ann Sayre, Rosalind Franklin y el ADN (127), el cul,

  • tal como lo dijo un revisionista, su lectura debera ser un requisito para todos los cientficos afanados, especialmente mujeres (128).

    En la bsqueda de la doble hlice (129) (In the Search of the Doble Helix) de John Gribbin es mucho ms que una relato de cmo la estructura de ADN fue apareciendo. Gribbin comienza con Darwin, Mendel y el desarrollo de la gentica, articula la biologa molecular con la teora cuntica, y traza la historiade la biologa molecular desde el descubrimiento de Crick y Watson. Otra descripcin en general confiable del estado de la gentica moderna es proporcionada por El lenguaje de los Genes (130) (The Language of the Genes) de Steve Jones. Pero quizs lo ms til para los socialistas, frente al impacto cada vez mayor de objeciones que sostienen que virtualmente cada aspecto del comportamiento humano puede ser explicado genticamente, es un nmero de libros recientes que montan sendas crticas del determinismo gentico. El ms corto y accesible es La doctrina del ADN: Biologa como Ideologa (131) (Doctrine of DNA: Biology as Ideology) de Lewontin. Ms largo es Explotando el mito del gen (132) (Exploding the Gene Mith) por Ruth Hubbard (otra biloga de Harvard) y Elijah Wald. La respuesta ms sofisticada es el ltimo libro del bilogo marxista Steven Rose (133), Lneas de la vida: Biologa, Libertad, Determinismo (Lifelines: Biology, Freedom, Determinism).

    El determinismo gentico (la idea que nuestro comportamiento es determinadopor nuestros genes) y el reduccionismo gentico, doctrina estrechamente relacionada (la creencia de que todas las explicaciones biolgicas pueden ser substituidas en ltima instancia por explicaciones genticas), son apenas dos ejemplos de cmo han sido distorsionadas las ideas biolgicas para apuntalar la ideologa de la clase dominante. Las ideas de Darwin fueron consideradas inicialmente como una amenaza para el status quo, pero pronto estaban siendoutilizadas por los Darwinistas sociales como base para los engaosos argumentos que apoyaban al capitalismo liberal, la jerarqua social, el racismo y la opresin de la mujer. Argumentos similares fueron utilizados a comienzos del siglo XX por el movimiento eugnico cuyo propsito era resolver problemas sociales impidiendo que se reprodujeran aquellos a quienes consideraban biolgicamente defectuosos y en su momento allanaron el camino del holocausto nazi.

  • A pesar del hecho de que se ha demostrado que tales aseveraciones no estn cientficamente justificadas, han reaparecido cada vez que fue necesario desviar las crticas al mismsimo sistema capitalista. Por ello, no es nada sorprendente que el determinismo biolgico haya reaparecido de diversas maneras durante los ltimos 25 aos mientras que las economas capitalistas se tambaleaban de crisis en crisis. Algunos sociobilogos (como E O Wilson y Richard Dawkins) han sostenido que los seres humanos son naturalmente egostas, agresivos y xenfobos, y que la desigualdad social es en ltima instancia una consecuencia de las exigencias biolgicas. Esas ideas han sido actualizadas recientemente por muchos que trabajaban en el nuevo campo de la psicologa evolutiva (134). Los reduccionistas genticos han aseverado que hay genes especficos para todo, desde el alcoholismo hasta la criminalidad. Racistas, como Richard Herrnstein y Charles Murray en su odioso libro La curva de campana (135) (The Bell Curve), han tomado estas aseveraciones para resucitar la idea de que la inteligencia est basada en lo gentico y que la gente blanca tiende a ser ms lista que la negra. Varios libros ya mencionados, particularmente los escritos por Gould, Lewontin y Rose, abordan y demuelen muchas de estas aseveraciones. No en nuestros genes (136) (Not in Our Genes) de Lewontin, Rose y Leon Kamin es un volumen de crtica comprensiva. Otra buena descripcin de muchas de estas discusiones es De Gnesis al genocidio (From Genesis to Gonocide)de Stephan Chorover (137). Un tercero esEl Nuevo Racismo (138) (The New Racism) de Martin Barker. Todos estos libros proveen un excelente tratado del trasfondo poltico y social que favorece el resurgimiento del determinismo biolgico en su rumbo hacia la explotacin de sus pretensiones cientficas. Probablemente las pruebas en contra ms comprensivas de los argumentos cientficos de la sociobiologa estn en Vaulting Ambition de Philip Kitcher (139). La larga y srdida historia del racismocientfico desde comienzo del siglo XIX a los aos 70 est narrada en el magistral anlisis de Allan Chase, El legado de Malthus (140) (The Legacy of Malthus). Stephen Jay Gould cubre tambin este terreno en La falsa medida delhombre (141) (The Mismeasure of Man ), un estudio cientfico de primer nivel dentro del contexto social. Gould incluye en su nueva edicin una rplica a La curva de la campana (The Bell Curve). En el nombre de los Eugnicos (In the Name of Eugenics) escrito por Daniel Kelves cuenta la historia del movimiento eugnico, mientras que Troy Duster en La puerta trasera para los eugnicos (Backdoor to Eugenics) demuestra cmo el mal uso de la nueva tecnologa gentica revive viejas ideas.

  • Conclusin

    Hay una excelente tradicin del pensamiento marxista sobre la ciencia, desde las escrituras de Marx y Engels, a las contribuciones de Lenin, Trotsky, Bukhariny Hessen, o a los trabajos de escritores contemporneos tales como Richard Lewontin y Steven Rose. El marxismo proporciona conocimientos esenciales de la naturaleza, de la ciencia moderna inasequibles desde cualquier otra perspectiva, y proporciona la base para apreciar sus xitos o analizar crticamente sus debi