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Page 1: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

ANTONIO TOVAR La science ne vit pas de venté, MAGISTRO ATQVE AMICO elle vit de preme. INMEMORIAM A . MEILLET

Con la misma dedicatoria —esta vez a su memoria— y bajo el mis­mo lema que figuraban en la primera edición de 1934, la Fundación Pastor cree prestar un servicio a los estudiosos al poner a su disposición esta reimpresión de una obra hace tiempo agotada y que muchos consi­deran un clásico en la bibliografía de la lingüística estructural. A conti­nuación reproducimos parte de los prólogos de la primera edición y de la traducción francesa de 1982. La Fundación Pastor hace constar expresa­mente su agradecimiento al Consejo Superior de Investigaciones Científi­cas, que ha autorizado esta reproducción.

DEL PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN ESPAÑOLA

«.Entre las dos partes que componen la presente monografía existe una íntima compenetración. La interpretación de los tiempos y aspectos del verbo griego antiguo —que es el objetivo primero y principal que nos propusimos y que constituye el cuerpo de la obra— resulta de una aplicación de la teoría desarrollada en los capítulos I y II. Creemos, por ello, que nuestro estudio tiene un interés doble.

Para la lingüística funcional (o estructural, que para nosotros es tér­mino equivalente) presentamos una teoría de las oposiciones morfológi­cas significativas (fundamentalmente idéntica a la de R. Jakobson y estre­chamente vinculada a la doctrina fonológica de N. S. Trubetzkoy, de A. Martinet, del mismo Jakobson y de otros) y un método de análisis pensa­do en función de la teoría y del objeto a analizar. Desde este punto de vista, el estudio de los aspectos y tiempos del verbo griego antiguo (hasta ca. siglo III a. C.) puede ser considerado como comprobación de esa teo­ría, especialmente valiosa por verificarse en una lengua que cuenta con descripciones minuciosas y abundantes. Esta aplicación que sirve de com­probación es de absoluta necesidad. Con frecuencia, en efecto, la nueva lingüística funcional o estructural ha adoptado un tono dogmático y un

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método casi exclusivamente deductivo (que son causa de que otros lin­güistas adopten una postura de reserva o de decidida hostilidad frente a ella), olvidando que sus doctrinas no son sino teorías, esto es, conjuntos orgánicos de hipótesis destinados a explicar unos hechos. Es cierto que esta teoría funcional o estructural del lenguaje, en sus distintas modali­dades, se basa generalmente en el conocimiento más profundo de la na­turaleza del lenguaje humano que surgió de las enseñanzas de P. de Saussure. Pero también es cierto que la concepción de la lengua como sistema orgánico es, en último término, una hipótesis de trabajo y que, en todo caso, en cualquier teoría es ineludible cumplir la exigencia me­todológica de la comprobación: será preferible aquella teoría que permi­ta explicar más hechos, si es posible, todos sin excepción. En esta inter­pretación funcional exhaustiva de un sistema gramatical repetidamente estudiado creemos que reside el principal interés de nuestra monografía para el lingüista estructuralista.

A helenistas e indoeuropeístas creemos ofrecer una interpretación más científica y comprensiva de los aspectos y tiempos del verbo griego anti­guo, que da forma a una descripción minuciosa y detallada, en constante contacto con los textos, conforme a la tradición filológica de la gramática tradicional y de la lingüística histórica. Si bien la interpretación que se da es estática, ahistórica, conviene proclamar aquí mismo que nuestro trabajo hubiera sido imposible sin la ingente labor de compilación, clasi­ficación e interpretación de fenómenos gramaticales llevada a cabo por la lingüística histórica.

Independientemente del orden en que aparecen expuestas, ambas partes —teoría y praxis— han crecido paralelamente en mutua compene­tración. La teoría ha surgido unas veces del estudio de los hechos; pero otras veces se ha desarrollado por sí misma para pasar a ser comprobada y ampliada a la vista de los textos. Hasta una fase avanzada de su elabo­ración, este estudio no se liberó de consideraciones históricas para con­vertirse, por razones metodológicas, en un análisis puramente sincrónico, que debe necesariamente ser previo a toda construcción genética o evo­lutiva.

Aunque los dos primeros capítulos sientan las bases para la interpre­tación que se lleva a cabo en los demás, quien no se interese en princi­pio por cuestiones teóricas puede empezar la lectura, sin grave inconve­niente, por el capítulo III».

DEL PRÓLOGO A LA TRADUCCIÓN FRANCESA

«No resulta fácil escribir, a ruego de los traductores, el prólogo de la edición francesa de una obra que, veinticinco años después de su publi-

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cación en español, no ha perdido, según ellos, su interés ni para los he­lenistas ni para los especialistas en lingüística general.

En efecto, nadie mejor que el propio autor tiene conciencia de que sería deseable introducir modificaciones que, aunque no afectasen sensi­blemente a los resultados del estudio, obligarían en buena parte a escri­bir un libro nuevo. Sobre todo hoy utilizaría materiales tomados de un corpus cerrado, analizado exhaustivamente, y procedería a una serie de innovaciones terminológicas: por ejemplo, hablaría de lexemas y no de semantemas, precisaría que la neutralización morfológica de la que trata es paradigmática y no sintagmática y, en lugar de los términos saussuria-nos 'langue' y parole', hablaría de 'valor en el sistema' y de 'realiza­ción'. No obstante, los traductores han considerado preferible presentar una versión francesa que refleje fielmente el texto español original de 1934, que, en su concepción y en su terminología, corresponde a un mo­mento determinado de la historia de los estudios de lingüística funcional y estructural.

No puedo menos de hacer constar la satisfacción que me produce el que, fuera de este valor histórico y documental, los traductores y el edi­tor hayan considerado que la doctrina desarrollada en este libro conserva todavía suficiente interés para hacerla accesible a un público que tal vez no ha conocido la edición española original o que ha encontrado dificul­tades para consultarlayí.

M . S. R.

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C A P I T U L O I

B A S E S T E Ó R I C A S

§ 1 . — L a aspirac ión m á x i m a del c o n o c i m i e n t o c ient í f ico es de jar que los h e c h o s h a b l e n por sí m i s m o s . D e s g r a c i a d a m e n t e , el e m p i ­r i smo puro es u n idea l impos ib l e d e realizar, porque los h e c h o s n o se ofrecen al e s t u d i o s o por sí so los y e n t o d a s u pureza , s i n o q u e se l e presentan en func ión del p u n t o de v i s t a c o n q u e los e x a m i n a . U n a descr ipción e s y a e n b u e n a parte u n a in terpre tac ión .

L o que i m p o r t a , por cons igu iente , e s q u e el p u n t o de v i s t a q u e se a d o p t e no sea el d e u n m é t o d o e l eg ido al azar, s ino e l d e u n m é ­t o d o lo m á s p e r f e c t a m e n t e a d e c u a d o a l o b j e t o de e s t u d i o .

D e ahí la n e c e s i d a d a b s o l u t a de u n a s cons iderac iones teór icas prev ias para de terminar el m é t o d o c o n q u e h e m o s de abordar el e s ­t u d i o de los a s p e c t o s y t i e m p o s de l v e r b o gr iego a n t i g u o .

* • *

§ 2 . — L a l i n g ü í s t i c a creada e n el s ig lo X I X t o m ó la o r d e n a c i ó n y los e s q u e m a s de la g r a m á t i c a tradic ional , s u antecesora , ap l i ­c a n d o a s u e s t u d i o u n p u n t o de v i s t a h i s t ó r i c o - e v o l u t i v o .

E s t a p o s t u r a h is tor ic i s ta es , s in d u d a a lguna , u n a d e las n o t a s q u e mejor caracter izan d e u n m o d o genera l las d i s t i n t a s m o d a l i d a d e s de cons iderac ión l ingü í s t i ca q u e c o m p r e n d i ó ese gran m o v i m i e n t o c ient í f ico . Generac iones de e s t u d i o s o s h a n i n v e s t i g a d o lo s c a m b i o s l ingü í s t i cos en l a c o n v i c c i ó n de q u e ése era el ún ico m o d o v e r d a ­d e r a m e n t e c ient í f ico de enfrentarse c o n los p r o b l e m a s de l a l e n g u a .

Pero la caracter í s t ica f u n d a m e n t a l de e s t a l i n g ü í s t i c a e s e l h a b e r cons iderado , a u n q u e s in formulac ión e x p l í c i t a d e e s te pr inc ip io , l o s dos p l a n o s d e la l e n g u a — s o n i d o s y s i g n i f i c a d o s — c o m o si fueran i n d e p e n d i e n t e s entre sí.

E n e l p l a n o de l s igni f icado c o n c r e t a m e n t e , la s i n t a x i s — e n t e n ­d ida e n s e n t i d o a m p l i o , i n c l u y e n d o el e s t u d i o de l s igni f icado de l a s formas de las p a l a b r a s — t o m ó d e la g r a m á t i c a t rad ic iona l u n m é ­t o d o f i lológico c o n s i s t e n t e e n la recog ida d e f e n ó m e n o s s i n t á c t i c o s y e n s u c las i f icación s e g ú n criterios var iab les . A la s t e n d e n c i a s l ó ­gico-f i losóficas q u e d o m i n a r o n e l e s t u d i o d e la l e n g u a e n l a pr imera

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mitad del siglo X I X , buscando un sentido general y unitario de las formas gramaticales, sucedió, con la entrada del positivismo en la lingüística, una orientación radicalmente opuesta. Las conclusiones basadas en un número limitado de datos se habían revelado prema­turas, por insuficientes, para comprender el gran número de fenó­menos que se ofrecen a la experiencia. El positivismor prescribió lá observación minuciosa de la realidad, la recogida ilimitada de datos. Se vio con desconfianza todo intento de síntesis. Lo mismo que la naciente fonética se propuso como objetivo registrar todos los sonidos del habla de todos los individuos con todos sus detalles articulatorios, para abstraer por una especie de media aritmética los diferentes sonidos tipos, la sintaxis se ocupó, primero que nada, de la recogida empírica de significados y, huyendo de toda gene­ralización, sustituyó el significado general por la enumeración de los sentidos particulares y concretos de cada forma o de cada cons­trucción gramatical ("Augenphilologie" o formalismo filológico) ». Se introdujo, con valiosos resultados, la consideración psicológica. Pero cuando esta lingüística intentaba la definición de un signifi­cado, o lo hacía mecánicamente sobre la base de la inducción ope­rando con criterios lógicos o, si no, con puntos de vista filológicos meramente formales, o adoptaba una postura genética derivando de uno de los sentidos todos los demás.

§ 3.—Pero esta hngüística—que ya se puede calificar de tradi­cional—ha carecido de un punto de vista auténticamente lingüístico, que no debí ser confundido con el logicístico, ni con el psicológico, ni con el filológico, ni con el naturalístico de la anatomía o de la fisiología, los cuales someten a un estudio atomizante los fenó­menos de cada uno de los dos planos de lá lengua considerados como independientes.

§ 4.—La gran aportación de nuestro si|lo a la lingüística, por obra de Ferdinand de Saussure (cuyo Cours de linguistique genérale aparece en 1916, redactado y publicado, después de la muerte del maestro, por dos discípulos: Ch. Bally y A. Sechehaye), es el haber establecido que una lengua es un sistema de signos y que cada signo es una unidad provista de dos caras: significante (o forma fónica) y significado. Lo que define el método lingüístico es precisamente la consideración de esa unidad entre significante y significado que constituye el signo. Ni la fonética, que analiza la forma fónica aisladamente, ni la lógica o la psicología, que se ocu­pan de las nociones en sí, no como partes constitutivas de signos, son modos verdaderamente Hngüísticos de estudiar la lengua. Una lengua, pues, ha de ser considerada como un sistema de signos, cuya realidad es de orden estático.

En la nueva lingüística, fruto del desarrollo ulterior de las ense­ñanzas de Saussure, la consideración aislada y empírica de los ele-

(') SOBRE LAS DOS ORIENTACIONES EN SINTAXIS, CÍ. R. JAKOBSON, "BEITRAG ZUR ALLGEMEINEN KASUSLEHRE" TCLP 6, 1936, P. 240. SOBRE POSITIVISMO Y FONÉTICA, CF. H. J . POS, "PERSPECTIVES DU STRUCTURALISME" TCLP 8, 1939, P. 7 1 .

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mentos de la lengua ha sido sustituida por una consideración sis­temática de los mismos que tiene en cuenta las dos caras del signo en relación y la estructuración del conjunto de los signos en un sis­tema. En un sonido, por ejemplo, lo que por de pronto interesa al lingüista es lo que hace que ese sonido sea un signo, es decir, lo que es susceptible de modificar un significado y sirve para diferenciarle de los demás signos del sistema de la lengua en cuestión. Así, pues, un elemento lingüístico se define no en sí, sino en su relación con los demás, por su función dentro del sistema.

De aquí se deduce la insuficiencia del puro empirismo, profesado en lingüística desde el positivismo, y la ilicitud de identificar pre­maturamente una unidad de una lengua con otra unidad, aparen­temente igual, de otra lengua, cuya estructura es forzosamente di­ferente, puesto que son lenguas distintas.

§ 5.—La importancia que atribuímos al estudio sistemático de un estado de lengua dado ( s i n c r o n í a ) no significa que el estudio de la evolución lingüística ( d i a c r o n i a ) haya de ser abandonado. Por el contrario, opinamos, con A. Martinet , que al exclusivismo de los genetistas no debe suceder el de los sincronistas.

Superando el punto de vista de la lingüística tradicional, que considera la evolución lingüística como el conjunto de transforma­ciones aisladas e independientes de los elementos de una lengua a través del tiempo, hay que concebir la realidad evolutiva de la lengua como una sucesión de estados de lengua. La perspectiva histórica, por consiguiente, presupone el estudio exhaustivo de los estados de lengua entre los cuales se establece la evolución. A los fonólogos de Praga corresponde el mérito de haber sido los prime­ros en formular y realizar en fonología este nuevo tipo de conside­ración diacrònica.

Con admirable claridad y precisión, W. von Wartburg ' ha se­ñalado ese fallo de la lingüística tradicional y formulado el programa de lo que debe ser la nueva lingüística en el sentido mencionado. "Como en los primeros decenios del siglo X I X , la lingüística se en­cuentra hoy de nuevo en el comienzo de una nueva y grandiosa transformación, que tiene su punto de partida en Saussure... Su porvenir está en la combinación de la nueva orientación estructural-funcional con las perspectivas y resultados que se desprenden de la investigación histórica." Similarmente, dos indoeuropeístas, H. Am­man y E. Hermann ven en la combinación del análisis estuctural sincrónico con la consideración diacrònica el medio de superar la "crisis actual" por la que atraviesa la lingüística,

e) BSL 42, 1946, p. 36. (·) "Betrachtungen über das Verhältnis von historischer und descriptiver

Sprachwissenschaft" Melanges Bally, 1939, p. 3 ss. (") H. Amman, IF 32, 1934, p. 281, y E. Hermann, Neue Jahrbücher, 1942,

p. 122 ss. Sobre el modo especial como Hermann entiende el anáhsis estructural, vid § 76. Interesante la discusión teórica de G. Devoto, "Una opposizione quan­titativa: sincronia e diacronia", cap. V de su obra / fondamenti della storia lin­guistica, 1951, p. 55 ss.

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§ 6.—La nueva lingüística no viene, naturalmente, a suplantar violentamente a la lingüística histórica, cuyos grandes méritos serla insensato desconocer. Viene a perfeccionarla. Tan cierto es que el estudio de la evolución lingüística es digno de todo interés científico, como el que ni la nueva fonología ni el estudio de estruc­turas morfológicas y sintácticas serían hoy posibles sin la ingente labor descriptiva e interpretativa realizadas por la gramática tradi­cional, primero, y por la lingüística histórica, después. Ello no es obstáculo para considerar que el estudio sincrónico debe necesa­riamente preceder siempre a toda interpretación diacrònica.

§ 7.—Las b a s e s c i e n t í f i c a s p a r a l a c o n s i d e r a ­c i ó n s i n c r ó n i c a fueron sentadas por Saussure con su aná­lisis penetrante de la naturaleza del signo lingüístico y su distin­ción entre "langue" y "parole".

Todo signo lingüístico consiste en la correspondencia de una forma fónica ( s i g n i f i c a n t e ) con una noción ( s i g n i f i ­c a d o ) . Esta correspondencia es arbitraria, posee un carácter convencional. No hay una necesidad natural que en el lenguaje humano ligue, por ejemplo, la noción de 'mesa' a la forma fónica esp. mesa, como queda demostrado por el hecho de que es dife­rente en otras lenguas (fr. table, ingl. table, con pronunciación dis­tinta de la francesa, al. Tisch, it. mensa) ».

Una lengua, como sistema de signos, que para ser signos han de ser diferentes entre sí, es una serie de diferencias de formas fónicas asociada a una serie de diferencias de nociones.

§ 8.—El sistema de signos, que existe sólo en el cerebro de los individuos de una comunidad lingüistica como código que sirve para la comunicación entre ellos, se realiza en el acto de la palabra por medio del mecanismo psico-físico.

La distinción saussuriana entre "langue" y "parole" ' pa­rece corresponderse con esa diferencia entre el sistema de signos, esto es, la forma lingüística (que sería la "langue") y la forma rea­lizada tal como se presenta materialmente (que sería la "parole"). Así, al menos, lo han entendido los fonólogos de Praga, que han atribuido a la "langue" todo lo que es funcional como pertene­ciente al sistema de signos

Claro es que el mismo Saussure, al considerar esa distinción

(') Sobre las recientes polémicas acerca de cómo precisar la arbitrariedad del signo vid. en último lugar Nils Ege, "Le signe linguistique est arbitraire", TCLC 5, 1949, p. 11 ss.

( 2 ) La versión española del Cours de linguistique générale, debida a Amado Alonso (Buenos Aires 1945), traduce acertadamente "langue" por "lengua" y "parole" por "habla".

(') N. S. Trubetzkoy, Grundzüge der Phonologie (= TCLP 7, 1939), p. 11 s. de la traducción francesa de J. Cantineau, Principes de Phonologie, 1949, por la que citaremos en adelante.

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desde un punto de vista social, dio a esos términos un contenido conceptual que hoy se considera distinto: la "langue" representarla la lengua colectiva obtenida por abstracción a partir de las diver­sas hablas individuales, que son fenómenos de "parole" ^ Pues a la lengua colectiva pertenece no sólo lo que es propio del sistema de signos, sino también gran número de reaUzaciones de esos sig­nos, las cuales tienen ya un carácter constante (así, en fonología, la realización de un fonema suele contener elementos fonéticos accesorios que se dan en todos los individuos de la comunidad lingüística) ».

Por ello conviene precisar que usamos la distinción "langue''/"pa­role" como equivalente a "lo perteneciente al sistema de signos de la lengua"/"el producto de la realización de los signos de ese sistema".

§ 9.—La determinación de la estructura del sistema de signos de una lengua en el plano sincrónico puro es el objeto primario de la investigación lingüística.

Por s i s t e m a entendemos un conjunto de u n i d a d e s lin­güísticas (signos) sometidas a cierta ordenación. Como estas uni­dades o términos definen mutuamente su función por las relacio-, nes existentes entre ellos, el conjunto de estas relaciones consti­tuye el plano o e s t r u c t u r a f u n c i o n a l d e l s i s t e m a *

No hay contradicción ni divergencia ninguna entre estructu-ralismo y funcionalismo, pues "la consideración de la lengua como una estructura o, mejor, como un complejo de estructuras, resulta directamente de una clasificación de los hechos lingüísticos rea­lizada sobre la base de su función" *.

Roman Jakobson, incidentalmente, y E. A. Cassirer, en una memoria especial han llamado la atención sobre el hecho de que esta orientación estructuralista no es exclusiva hoy de la lingüís­tica. En el estado actual de la ciencia, incluida la historia natural, no se siente ya el interés de antes por los problemas y soluciones genéticas. A la atomización de los hechos se opone ahora la con­cepción estructural del conjunto que determina todas y cada una de las partes.

* * *

§ 10.—De las partes integrantes del estudio funcional de la lengua, la más cultivada hasta ahora y la primera en llegar a una

{·) Una puntualización clara de los dos conceptos saussurianos de "lan­gue" y "parole" en Kr. Moller, "Contribution to the discussion concerning 'langue' and 'parole'" TCLC 5, 1949, p. 87 ss. (») Cf. A. Martinet, BSL 42, 1946, fase. 2, p. 24 s. (reseña de los Grund­

züge de Trubetzkoy). ( ) El término "estructura" no es tomado en un sentido vago e indeter-

min;i<Io, sino en su acepción más precisa. Para J. Cantineau, Cahiers Saussure 10, 1952, p. 39, es "le plan selon lequel la langue est construite". (*) A. Martinet, BSL 42, 1946, p. 20. (') R. Jakobson, "Sur la théorie des affinités phonologiques des langues",

Acies IV' Conpès Internat. de Linguistes, Copenhague 1938, p. 49.—E. A. Cas­sirer, "Structuralism in modern Linguistics", Word 1, 1945, p. 99 ss.

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s a z o n a d a m a d u r e z ha s ido la f o n o l o g í a , creada por la e scue la de Praga , y q u e p r o n t o a tra jo hac ia sí el in terés de l i n g ü i s t a s de o t r a s nac iones . L a pubUcac ión e n 1 9 3 9 de los Grundzüge der Phonologic del conde N . S. T r u b e t z k o y » s igni f ica la c u l m i n a c i ó n de u n a pri­mera e t a p a de c o n s t i t u c i ó n de la n u e v a c ienc ia , q u e p u e d e c o n ­siderarse c o m o d e f i n i t i v a m e n t e e s t a b l e c i d a , a u n q u e , c o m o e s n a ­tural , s ea suscept ib l e de ul ter iores p e r f e c c i o n a m i e n t o s . E s por e l lo comprens ib l e q u e se h a y a i n t e n t a d o apl icar a las o t r a s p a r t e s d e la l ingü í s t i ca el m é t o d o c o n s i s t e n t e e n el e s t u d i o de las o p o s i c i o n e s q u e t a n b u e n o s resu l tados h a d a d o e n fonolog ía .

§ 1 1 . — E l pr imero y m á s i m p o r t a n t e i n t e n t o de apl icar e s t e m é t o d o de las o p o s i c i o n e s u s a d o e n fono log ía al p l a n o del s ignif i ­c a d o para e l e s t u d i o de l v a l o r de las formas gramat i ca l e s , fué e fec ­t u a d o e n 1 9 3 2 p o r R. J a k o b s o n e n u n ráp ido b o s q u e j o de anál i s i s e s tructura l de l v e r b o ruso, rea l i zado m e d i a n t e el e s t a b l e c i m i e n t o de opos i c iones entre u n t é r m i n o carac ter izado ("merkmalhaf t") y u n t é r m i n o n o caracter izado ("merkmallos") ». S e g ú n A . W . d e Groot» , e l m i s m o m é t o d o de opos i c iones entre u n t é r m i n o carac ­ter izado y u n o n o carac ter izado e s tab l ec ido por J a k o b s o n , t i e n e apl icac ión e n l a s i n t a x i s o e s t u d i o de la frase *.

§ 1 2 . — E n e l p l a n o de l s ign i f i cante , s in cons iderac ión f u n c i o n a l del s ignif icado, c o m o u n a r a m a d e la fono log ía , e s t á la "Morpho-no log ie" de T r u b e t z k o y », que le a s igna 3 o l y e t o s de e s t u d i o : 1.°, la e s t ruc tura fonológ ica de los morfemas; 2°, las mod i f i cac iones fóni ­cas c o m b i n a t o r i a s q u e e x p e r i m e n t a n los m o r f e m a s e n los g r u p o s de m o r f e m a s , y 3 . ° , las series de m u t a c i o n e s fón icas q u e c u m p l e n u n a func ión morfo lóg ica .

L a m i s m a l i m i t a c i ó n a l puro p l a n o del s ign i f i cante p a d e c e la n u e v a " M o r p h o p h o n e m i c s " d e l o s l i n g ü i s t a s n o r t e a m e r i c a n o s , q u e se p u e d e caracterizar b r e v e m e n t e , c o n l a def in ic ión q u e de e l la d a B . B l o c h · , c o m o "estudio de la a l t ernanc ia entre f o n e m a s corres­p o n d i e n t e s e n el inter ior de las f o r m a s a l t e r n a n t e s d e u n m i s m o morfema".

§ 1 3 . — J . C a n t i n e a u ' h a t r a z a d o ú l t i m a m e n t e u n p l a n para la apl icac ión d e los pr inc ip ios fono lóg icos dé c las i f icac ión a las o tras partes de la l ingü í s t i ca , a saber: morfo log ía , s i n t a x i s y v o c a b u l a -

(*) Cf. § 8 n. 3. Un cómodo resumen en español de la doctrina fonológica praguense puede encontrarse en E. Alarcos Llorach, Fonologia española, 1950.

(») "Zur Struktur des russischen Verbums", Charisteria G. Mathesio quin­quagenario oblata, 1932, p. 74 ss. (citado en adelante sólo por el título del ar­tículo).

(·) "Les oppositions dans les systèmes de la syntaxe et des cas" Melanges Bally, 1939, p. 107 ss., especialmente p. 111.

(·) Dicho principio está, efectivamente, en la base del tratado del mismo A. W. de Groot, Strukturele syntaxis. 1949.

(·) "Gedanken über Morphonologie" TCLP 4, 1931, p. 160 ss. (·) Language 23, 1947, p. 399 s. Sobre ideas similares de L. Bloomíield,

H. Hoijer, Ch. F. Hockett, R. S. Wells, R. A. Hall, vid J. Cantineau, Cahiers Saussure 10, 1952, p. 13 s.

(') "Les oppositions significatives" Cahiers Saussure 10, 1952, p. 11-40.

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rio, mutatis mutandis. P a r a Cant ineau e s e v i d e n t e q u e y a n o s e trata , e n es tos o tros terrenos , d e e s tab lecer di ferencias o s e m e j a n ­zas entre part icular idades fónicas , c o m o se h a c e e n fono log ía , s i n o entre s ignos de la " langue" y , m á s c o n c r e t a m e n t e , en tre s ignif i ­cantes , y a q u e casi t o d o s los l i n g ü i s t a s son de o p i n i ó n q u e el p u n t o de part ida de la g r a m á t i c a d e b e ser formal . Así , C a n t i n e a u l l a m a "oposic ión s igni f icat iva" la q u e f o r m a n d o s s i g n o s de la " langue" c u y o s s igni f icantes s o n di ferentes ». D e acuerdo c o n e s t o , "la defi­nic ión del e l e m e n t o d i s t i n t i v o ("marque", "Merkmal") d e b e ser p u r a m e n t e formal y realizarse e n e l p l a n o del s ign i f i cante . S e re­chazará , c o m o contrar ia al m é t o d o , t o d a def in ic ión s e m á n t i c a e n la cua l el e l e m e n t o d i s t i n t i v o s ea b u s c a d o e n e l p l a n o del s ignif i ­c a d o . N a t u r a l m e n t e , e l e l e m e n t o d i s t i n t i v o formal s e refleja e n e l s ignif icado: és te es u n c o n t e n i d o q u é a d o p t a la forma d e s u c o n t i ­nente , e l s igni f icante . L a s re lac iones formales c o n d i c i o n a n e n u n a a m p l i a m e d i d a las re lac iones d e s igni f icac ión. N i n g ú n anál i s i s s e ­m á n t i c o o lóg ico del s igni f icado p u e d e — s i e m p r e s e g ú n C a n t i n e a u — prevalecer sobre el anál is is formal de l s igni f icante y de s u s re lac io­nes c o n los o tros s ign i f i cantes" *.

§ 1 4 . — A c e p t a n d o desde l u e g o e l pr inc ip io b á s i c o de q u e e l p u n t o de par t ida d e t o d o anál is is g r a m a t i c a l d e b e ser la forma, es decir, el s igni f icante (o mejor: e n t o d o anál i s i s g r a m a t i c a l d e b e ser t e n i d a c u e n t a de la forma) , e l m é t o d o p r e c o n i z a d o e n e l i m ­p o r t a n t e t rabajo d e Cant ineau p r e s e n t a var ios f lancos a objec iones sustanc ia les :

1.° C a n t i n e a u o b s e r v a c o n razón que , a u n q u e e n pr inc ip io el e l e m e n t o d i s t i n t i v o de u n a opos ic ión p r i v a t i v a e s p o s i t i v o y con­s is te en algo q u e se agrega al t é r m i n o n o caracter izado , p u e d e h a b e r casos e n q u e el e l e m e n t o d i s t i n t i v o es n e g a t i v o , e s decir , c o n s i s t e e n a lgo q u e se sus trae del t é r m i n o n o caracter izado . As í e n ruso e l g e n i t i v o plural (que es , s in d u d a , u n t é r m i n o caracter izado) d e m u c h o s n o m b r e s f e m e n i n o s e n -a y n e u t r o s e n -o p r e s e n t a d e s i n e n ­c ia cero, es decir, c o n t i e n e u n e l e m e n t o d i s t i n t i v o d e n a t u r a l e z a nega t iva : roza 'rosa' / gen . pl . roz, slavo 'pa labra' / g e n . p l . slov. Ahora bien; de e s te h e c h o resu l ta l a i m p o s i b i l i d a d a b ­s o l u t a d e i d e n t i f i c a r e l t é r m i n o c a r a c t e r i ­z a d o e n e l p l a n o d e l s i g n i f i c a n t e . N a d a , e n e f e c t o , permite decidir por la f o r m a c u á l e s e l t é r m i n o carac ter i zado e n la opos ic ión gr iega n o m . ÍTCTCO? / acus . ÌTITTOV O e n la l a t i n a equus / equa. E n la m i s m a opos ic ión pres . XSÍTOIV / aor. XITOIV, e n la q u e Cant i ­n e a u c o n c i b e e l v o c a l i s m o radical s c o m o e l e m e n t o d i s t i n t i v o p o ­s i t i vo , e l anál is is contrar io es tar ía i g u a l m e n t e jus t i f i cado , cons i ­derando la fa l ta d e s c o m o e l e m e n t o d i s t i n t i v o d e n a t u r a l e z a pos i ­t i v a . Cant ineau adv ier te e s t a d i f i cu l tad y e n c o m i e n d a l a s o l u c i ó n de la d u d a a la es tad ís t i ca , p o s t u l a n d o u n a va l idez g e n e r a l d e l a l e y

(») Ibidem p. 16. (») Ibidem p. 29 s.

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de Zipf, que T r u b e t z k o y a d a p t ó a la fono log ía » y s e g ú n la cua l "de los d o s t é r m i n o s de u n a opos ic ión p r i v a t i v a e l t é r m i n o n o ca­racter izado aparece m á s f r e c u e n t e m e n t e en la c a d e n a h a b l a d a q u e el t é r m i n o caracter izado". P e r o l o c ierto es q u e habr ía q u e c o m ­probar p r e v i a m e n t e la va l idez de la l e y de Zipf para las opos ic iones s igni f icat ivas E n t o d o caso , c o m o el e m p l e o d e las formas ca ­racter izadas o n o caracter izadas d e p e n d e del s igni f icado que p o s e e n , la e s tad í s t i ca reve la u n h e c h o de s igni f icado, n o de s igni f icante , y c o n s t i t u y e , por cons igu iente , u n p u n t o de par t ida contrar io al p o s ­t u l a d o m e t o d o l ó g i c a m e n t e por Cant ineau .

2° E n ing lés pres . / love ' y o a m o ' / prêt . / loved o sg . pendí ' lápiz' / pl, pencüs e x i s t e u n a opos ic ión p r i v a t i v a de s igni f icantes c u y o e l e m e n t o d i s t i n t i v o es , r e s p e c t i v a m e n t e , -d y -s, s e g ú n v e Cant ineau m i s m o » . P o r el contrar io e n pres. / take 'yo t o m o ' / prêt . / look o sg . man ' h o m b r e ' / pl. men, sg , foot 'p ie ' / pl. feet la opos ic ión de s ign i f i cantes e s e q u i p o l e n t e , s e g ú n Cant ineau , y a q u e n i n g u n o de los d o s t é r m i n o s p u e d e ser cons iderado c o m o t é r m i n o cero. P u e s t o q u e e l e l e m e n t o d i s t i n t i v o formal de l s igni f icante , c o n ­forme a lo p o s t u l a d o , se refleja e n el s igni f icado, se l l ega al a b -s u r d o de que u n a m i s m a opos ic ión e n el p l a n o del s igni f icado (la de pres . /pret . o la de sg . /p l . , a m b a s b ien def inidas) se corresponde c o n opos ic iones d e n a t u r a l e z a d i s t i n t a e n e l p l a n o del s igni f icante .

3 . ° U n a v e r d a d de exper ienc ia es q u e u n a m i s m a ca tegor ía gramat ica l , b ien def in ida en el p l a n o del s igni f icado, t i ene c o n frecuencia var ios e l e m e n t o s d i s t i n t i v o s en e l p l a n o del s igni f icante . P o r e j emplo , la opos ic ión sg . /pl . e n e l n o m b r e s u s t a n t i v o a l e m á n c o m p r e n d e 6 opos ic iones formales gramat i ca l e s d i s t i n t a s (1 Frauf Frauen, Knabe/Knaben, OhrlOhren, 2 Bild/Bilder, 3 Tag/Tage, Hund/ Hunde, 4 MannfMänner, Dorf/Dörfer, 5 Hand/Hände, Sohn/Söhne,

(») Grundzüge, p. 282 s. de la trad. fr. (») En efecto, prácticamente se demuestra que n o e s a p l i c a b l e l a

l e y d e Z i p f - T r u b e t z k o y e n l a s o p o s i c i o n e s s i g n i f i c a ­t i v a s . Tomando las cifras de formas de presentes y de aoristos en el Aiax de Sófocles, que registra J. Brunei, L'aspect verbal et l'emploi des préverbes en grec, 1939, p. 266, 273, y teniendo en cuenta las definiciones funcionales del aspecto de tema de presente como término caracterizado y de tema de aoristo como término no caracterizado (cap. IV) y, por otra parte, del tiempo presente como caracterizado frente al tiempo pretérito como no caracterizado (cap. VI), resulta que el término no caracterizado es más frecuente sólo en la oposición de imperfecto (54 ejemplos) / aoristo de indicativo (135); presente de subjun­tivo (20) / aoristo de subjuntivo (44) y presente de optativo (18) / aoristo de optativo (43).—Por el contrarrlo, el término caracterizado es más frecuente en las oposiciones aspectuales participio presente (138) / participio aoristo (130), imperativo presente (76) / imperativo aoristo (26). infinitivo presente (128) / in­finitivo aoristo (54) y en la oposición temporal presente de indicativo (308) / pre­térito de indicativo (189, en total, de imperfectos y aoristos). Es cierto que la gran proporción de formas de presente de indicativo respecto a las de pretérito es producto de las variadas y frecuentes realizaciones psicológicas del pre­sente (§§ 157-162). Pero ello sirve también para demostrar la no existencia de la ley, que, además, tampoco es observada en otras posiciones para las que no se puede dar una explicación semejante de la dada para el presente de indicativo.

(') Art. cit. p. ^í.

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6 Mutter I Mütter, Vogel/Vögel, Kloster/Klöster), a las q u e h a y que sumar u n 7.° t ipo cons i s t en te en la ausenc ia de opos i c ión formal (Lehrer/Lehrer, Mädchen/Mädchen). C a n t i n e a u » adv ier t e lo pertur­bador de e s t a comple j idad , que a t e n t a — p o r la p lura l idad y , sobre todo , por la natura leza d iversa , p r i v a t i v a o equ ipo l en te , de las o p o ­s ic iones de s i gn i f i cante s—contra la correspondenc ia p o s t u l a d a entre los dos p lanos del s igno l ingü í s t i co , lo cua l "puede induc ir a p e n s a r que la g r a m á t i c a formal no a g o t a t o d a s las tareas d e la g r a m á t i c a " . E n este p u n t o , Cant ineau cree reso lver la d i f i cu l tad c o n s i d e r a n d o que lo que ord inar iamente l l a m a m o s ca tegor ías g r a m a t i c a l e s s o n en real idad las "clases de d i s tr ibuc ión" de los l i n g ü i s t a s a m e r i c a n o s y aduce c o m o e j e m p l o la ca tegor ía de l género e n los a d j e t i v o s fran­ceses . C o m o es sab ido , en m u c h o s de e l los e l f e m e n i n o e s e x p r e ­sado regularmente por la presenc ia de u n a c o n s o n a n t e radical , a u ­sen te del m a s c u l i n o (grand/grande [ f o n é t i c a m e n t e grä/gräd], long/ longue, e tc . ) ; en sec/sèche h a y u n a opos ic ión t o t a l m e n t e a i s l a d a , y en jaune, q u e va l e para el m a s c u l i n o y f e m e n i n o , n o h a y ni s i ­quiera opos ic ión formal . Seo y jaune son m a s c u l i n o s c u a n d o se refieren a s u s t a n t i v o s m a s c u l i n o s {le pied seo, le dahlia jaune), pero son f emeninos c u a n d o se refieren a s u s t a n t i v o s f e m e n i n o s la main sèche, la-pensée jaune). S e g ú n C a n t i n e a u , e s t a s re lac iones s i n t a g ­m á t i c a s y las opos ic iones formales de los s ign i f icantes s u m i n i s ­tran p u n t o s de par t ida q u e p e r m i t e n in terpretar g r a m a t i c a l m e n t e en el p lano s i n t a g m á t i c o , es decir, s i empre e n e l p l a n o de l s ignif i ­cante , las opos ic iones a i s ladas y las opos ic iones cero q u e t i e n e n la m i s m a dis tr ibución q u e las opos ic iones formales e n c u e s t i ó n . E n real idad, el c a s o de los a d j e t i v o s o c u p a u n lugar a p a r t e e n la cues t ión que n o s o c u p a , y a que , s i endo la func ión prop ia de l ad je ­t i v o el expresar u n a cua l idad , la expres ión de ca tegor ías g r a m a t i ­ca les c o m o el género o e l n ú m e r o c u m p l e u n a func ión m e r a m e n t e c lasi f icadora (una cua l idad , en e fec to , n o t i ene género ni n ú m e r o ) . E n t o d o caso , el definir el género de l a d j e t i v o por e l de l s u s t a n t i v o con el cual e s tá en re lación s i n t a g m á t i c a , n o resue lve el p r o b l e m a p lan teado , s ino q u e lo transfiere al s u s t a n t i v o . P u e s e n los s u s t a n ­t ivos en la opos ic ión g r a m a t i c a l de género chat/chatte, chien/chienne, áne/ánesse, el m a s c u l i n o o el f e m e n i n o n o t i e n e n u n a jus t i f i cac ión s in tagmát i ca , s ino q u e en principio rad ican ú n i c a m e n t e en e l s i g ­ni f icado. Igual podr ía afirmarse de la opos i c ión a s p e c t u a l gr i ega pres. XsÍTOiv/aor. Xiirstv, pres . Xúsiv/aor. XCtrai: la u n i d a d de l a c a t e ­goría de aoris to n o es exp l i cab le por re lac iones s i n t a g m á t i c a s , por­que las noc iones a s p e c t u a l e s se refieren, descr ib iéndolas , a carac ­teríst icas intr ínsecas de la acc ión verbal .

* * * § 1 5 . — D e s p u é s de la crí t ica c o n t e n i d a en §§ 12-14 , que n o s

ha permit ido aclarar a l g u n o s c o n c e p t o s f u n d a m e n t a l e s , v a m o s a

(') Art. cit. p. 36 s.

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exponer sistemáticamente una serie de principios y de definiciones qii.e constituirája la base teórica de nuestro análisis estructural-f unción al.

§ 16.—El sistema de signos que es la "langue" supone una or­denación de los sonidos del plano del significante y de las nociones del plano del significado. Para que un signo exista, es necesario no sólo que una forma fónica esté asociada a una noción determi­nada, sino además que esa forma fónica sea distinta de las demás formas fónicas, para que no se confunda, y que la noción del signi­ficado sea distinta de las demás nociones del sistema. En la "lan­gue", como en todo sistema semiológico, lo que distingue al signo es lo que le constituye" ».

En el plano del significante, la fonología trata de los fonemas, unidades fónicas cuya función no es constitiuir sgnificantes, sino diferenciar o identificar significantes De fonemas se componen los significantes (morfemas, sintagmas y semantemas).

§ 17.—En el plano del significado, los significados de los signos también se diferencian. Si es lícito aplicar a estas diferencias el mismo método fonológico de las oposiciones, es porque es un mé­todo clasificador de validez general, que no tiene en sí nada de específicamente fonológico» ni siquiera de l ingüístico. ,Efectiva­mente, dos cosas cualesquiera, si no son iguales, se distinguen res­pecto a una o más cualidades. Si la diferencia no afecta más que a una sola cualidad, la distinción se basa o en que una cosa posee esa cualidad, en tanto que la otra carece de ella, o en que ambas poseen la misma cualidad, pero cada una en distinto grado o en distinta forma.

Aplicando este procedimiento a los signos de un sistema de lengua y tomando en consideración la naturaleza especial del signo lingüístico, se establecen las siguientes definiciones y principios.

§ 18.— O p o s i c i ó n s i g n i f i c a t i v a es la formada por dos signos de la lengua cuyos significados son diferentes. Así lat. equus/equís, dominus¡equus

Al tratarse de dos signos va implícito en la definición que los significantes han de ser también diferentes. Pero exigir en la defi­nición únicamente que los significantes sean diferentes es insu­ficiente, ya que una diferencia de significantes puede no correspon­der a una diferencia de significados. Así, la noción de plural es la misma en equi que en principes, a pesar de que los morfemas que la expresan son diferentes, sin que pueda admitirse que esa diferencia de morfemas se reduzca a una variedad de variantes

(») F. de Saussure, Cours g p. 168. ' (») Cf. E. Buyssens, "Mise au point de quelques notions fondamentales

de la phonplogie" Cahiers Saussure 8, 1949, p. 60. Buyssens ha llamado opor­tunamente la atención sobre algo que estaba implicito en la doctrina de Saus­sure: que en la "langue" no sólo hay diferencias, sino que también las seme­janzas e identidades desempeñan una función.

(») Así lo dice explícitamente Trubetzkoy, Grundzüge, p. 94 de la trad. fr.

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combinatorias de un mismo morfema. Los ejemplos podrían mul­tiplicarse. Añadamos lat. 3.° pl. perf. amauírunt/amauire, al. ich wurde/ich ward.

§ 19.—Lo dicho en el § 18 es base suficiente para formular el siguiente principio:

En el sistema de signos de la lengua, n o p u e d e h a b e r u n a o p o s i c i ó n d e s i g n i f i c a d o s s i n l a c o r r e s ­p o n d i e n t e o p o s i c i ó n d e s i g n i f i c a n t e s . Por el contrario, p u e d e h a b e r u n a d i f e r e n c i a d e s i g n i f i ­c a n t e s s i n l a c o r r e s p o n d i e n t e o p o s i c i ó n , d e s i g n i f i c a d o s .

La primera parte de este principio es evidente y se deriva del hecho de que en la función significativa o señaladora, el contenido conceptual, que es el fin, necesita de la expresión material, que es un medio, para su transmisión. No hay, pues, diferencia de signi­ficados si no hay diferencia de significantes. En este sentido hay que entender el principio metodológico según el cual la base de partida de la gramática ha de ser formal ». En lat. equJ, gen. sg. y nom. pl., el contenido casual es determinado por la relación sin­tagmática: equJ currunt, caput equi (cf. ,§ 57 sobre la neutraliza­ción y la coincidencia).

La 2.* parte refleja un hecho de experiencia que tratamos al final del § 18.

§ 20.—Cada una de las características con valor diferencial que definen un término de una oposición significativa en el plano del significado recibe el nombre de n o c i ó n p e r t i n e n t e .

§ 21.—Cada una de las nociones pertinentes que componen el significado de un término es llamada v a l o r de ese término, como opuesto a s e n t i d o , entendido como resultado de la realiza­ción de un valor en las diversas circunstancias de la "parole".

§ 22.—Fundamental es para todo anáhsis gramatical la delimi­tación entre lo que propiamente pertenece a la gramática y lo que ha de considerarse fenómeno de vocabulario.

Cantineau " ha dado una solución definitiva a este problema estableciendo que

Las o p o s i c i o n e s g r a m a t i c a l e s son oposiciones sig­nificativas proporcionales. Las o p o s i c i o n e s d e v o c a b u ­l a r l o son oposiciones significativas aisladas.

Como es sabido, o p o s i c i ó n p r o p o r c i o n a l es toda oposición tal que la relación existente entre sus términos se re­pite, al menos, en otra oposición. Una o p o s i c i ó n a i s l a d a es una oposición no proporcional. Por ejemplo, en fonología la oposición esp. p/b es proporcional, porque se puede establecer p/b = t/d = k/g. Una oposición significativa como lat. equus/equa es proporcional, porque equus/equa = dominus ¡domina = seruus¡serua.

(») Cí.,' por ejemplo, J. Wackernagel, Vorlesiingcti über Syntax ¡ (en ade­lante citado sólo Vorlesiin(;fn) 1 p. íi.

(2) Art. cit. p. 27 s.

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Por el contrario, la oposición homo/mulier es aislada, porque no se repite entre otras dos unidades de la lengua: constituye, pues, un hecho de vocabulario.

La delimitación de gramática y vocabulario preconizada por Cantineau es clara. La gramática es el estudio de todo lo que está organizado en la lengua, y esta organización se basa en un principio de simetría, representado por las oposiciones proporcionales, que permite al hablante retener y emplear fácilmente el mecanismo gramatical.

§ 23.—Una unidad que es término de una oposición significa­

tiva de vocabulario recibe el nombre de s e m a n t e m a . Esta denominación hace referencia al plano del significante y al plano del significado »: en lat.. lego legis legam se habla de un seman­

tema leg entendiendo por tal la forma fónica y su significado. § 24.—Una unidad que es término de una oposición significa­

tiva gramatical es lo que ordinariamente se denomina c a t e g o ­

r í a g r a m a t i c a l . § 25.—Dentro de una palabra, m o r f e m a es el significante

de una categoría gramatical. El morfema está, pues, dotado tam­

bién de un significado. Así, en lat. lego ¡legis uoluo¡uoluis, ­o es un morfema, ­is es otro morfema. Al incluir en la definición "dentro de una palabra" se excluyen los elementos sintácticos significativos.

§ 26.—Una oposición gramatical que, en el plano del signifi­

cante, se establece por medio de morfemas es una o p o s i c i ó n m o r f o l ó g i c a .

§ 27.—De las oposiciones significativas nos interesa estudiar la relación lógica entre los términos, ya que de esta relación depende el significado de cada término, que tratamos de determinar.

Es evidente que desde este punto de vista no nos interesa la oposición entre términos cualesquiera del sistema (v. gr., entre gen. sg. urbis y dat. pl. uiridibus o, en una oposición morfoló­

gica, entre pres. ind. 2.» sg. λείπεις y part. fut. gen. pl. m. λειψόντων), sino solamente la oposición directa de términos basada en un mí­

nimo de contraste ( o p o s i c i ó n s i m p l e ) , esto es, cuando las unidades poseen en común un conjunto de nociones pertinentes (base de comparación) tal que la oposición se establece en torno a tma sola noción ( n o c i ó n b á s i c a ) ' : así lat. amo¡amamus amo¡

{») Cantineau, art. cit. p. 17, prefiere el término "lexema" (fr. "lexeme"), propuesto por Boris, evitando "semantema", "qui éveille trop l'idée de signi­fication". Nosotros preferimos "semantema", precisamente porque considera­mos que la oposición significativa se establece en los dos planos del signo lin­güístico .

{') Este concepto de oposición simple con que aquí operamos no es idén­tico al concepto de "oposición bilateral" (al. "eindimensionale Opposition") con que opera Trubetzkoy, Grundzüge, p. 70 de la trad. ir., y los que le siguen (definida como la oposición cuyos dos términos tienen en común una base de comparación que les es exclusiva, es decir, que no aparece en ninguna otra unidad del sistema; v. gr., fr. í/d, que tienen como base de comparación las

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amor, gr. XeÍTtetv/XiTreiv/XeXoiTiévaí (provisionalmente '). La oposi­ción c o m p l e j a no es directa: los términos difieren con respecto a más de una noción básica. Las oposiciones fonológicas pueden igualmente clasificarse en simples y complejas.

§ 28.—Por la relación lógica existente entre los términos de una oposición fonológica simple se distinguen »:

O p o s i c i o n e s p r i v a t i v a s : son aquellas en las que uno de los términos está caracterizado por la presencia de una cualidad distintiva, y el otro por la ausencia de esta cualidad dis­tintiva. Ejemplo: en francés, los fonemas b/p (con sonoridad/sin so­noridad) .

O p o s i c i o n e s g r a d u a l e s : son aquellas en las que los términos están caracterizados por el grado diferente de la misma cualidad. Ejemplo: en español, los fonemas e/i, diferenciados por el grado de abertura.

O p o s i c i o n e s e q u i p o l e n t e s : son aquellas cuyos tér­minos, diferenciándose sólo en una cualidad, presentan cada uno un elemento distintivo diferente que no puede considerarse ni como afirmación o negación ni como dos grados diferentes de una cualidad. Ejemplo: entre los fonemas españoles p/t hay una oposición equi­polente que se refiere sólo a su locaHzación labial o dental».

cualidades distintivas de oclusivas, orales, dentales, que sólo se dan en esos dos fonemas). En efecto, en francés la oposición de localización p/k no sería bilateral, puesto que la base de comparación también aparece en otro fonema t. Sin embargo, p/t/k entra dentro del concepto de oposición simple. El término de " o p o s i c i ó n s i m p l e " lo tomamos de J. Vachek, "Phonemes and phonological units" TCLP 6, 1936, p. 235 ss., que señala con razón, p. 236, que la unidad fonológica "is not a term of any phonological opposition. This, again, should be defined as a minimum phonic difference responsible for the difference of intellectual meanings". De la oposición simple se distingue la oposición " c o m p l e j a " ("complex opposition"), consistente en la dife­rencia basada en más de un elemento distintivo. Señalemos, por lo demás, que el fundamento real de la clasificación en oposiciones bilaterales y multi­laterales, en que se basa Trubetzkoy para representar los sistemas fonológicos, ha sido gravemente quebrantado al advertir A. Martinet, BSL 42, 1946, fase. 2, página 27, que en ir. d/n no se puede ver una oposición bilateral, puesto que la sonoridad de la pretendida base de comparación no es cualidad distintiva del fonema n (ya que no hay oposición n sorda / « sonora); la realidad fono­lógica es « (oclusiva apical nasal), opuesta al archifonema de i-d (oclusiva api­cal oral), y dentro de este término opuesto se establece la oposición sonora d I sorda t.

(1) Más adelante (cap. I l l ) , veremos, en efecto, que en realidad perf. XeXot--.ívat se opone al bloque pres. XeÍtceiv -aor. Xitieív, dentro del cual se establece a. su vez una oposición de los términos. El caso es, pues, paralelo al de p/t/k (cf. nota precedente), donde la oposición de localización ha sido disuelta en dos oposiciones binarias anterior/posterior y aguda/grave por R. Jakobson, "Obser­vations sur le classement phonologique des consonnes" Proceedings of the 3d. intern. Congress of Phonetic Sciences, Gante 1938, p. 34 ss.

(2) Cf. Trubetzkoy, Grundzüge p. 76 ss. de la trad, fr., si bien no utiliza, el concepto de oposición simple.

(») Se comprende bien que, al limitarnos a las oposiciones simples, el con­cepto de cposición equipolente pierde extensión; así, el ejemplo de f/k del ale­mán, que cita Trubetzkoy, no entra en nuestro concepto de oposición simple equipolente, ya que se diferencia en más de una cualidad distintiva.

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§ 29.—El concepto de oposición simple no excluye la oposición de más de dos términos entre sí. En una oposición gradual, el nú­mero de grados posibles es teóricamente ilimitado. En una oposi­ción equipolente, el número de términos posibles es también supe­rior a 2 (cf. esp. p/t/k).

§ 30.—Puesto que, por definición, en una oposición gradual los términos poseen—ciertamente, en grado distinto—la cualidad dis­tintiva, es evidente que sus términos constituyen un bloque que se opone privativamente a otro término del que está ausente la cua­lidad distintiva en cuestión. Dicho de otro modo: u n a o p o s i ­c i ó n g r a d u a l s e i n t e g r a e n e l t é r m i n o c a r a c ­t e r i z a d o d e u n a o p o s i c i ó n p r i v a t i v a . Por ejem­plo, en el sistema vocálico lineal del circásico, el bloque a/e/9, con el grado de abertura como única cualidad distintiva, se puede opo­ner, como término caracterizado, a un término no caracterizado, sin abertura, constituido por varios fonemas.

§ 31.—Esta clasificación lógica de las oposiciones de fonemas no puede aplicarse sin más a las oposiciones morfológicas. Para las oposiciones fonológicas, la clasificación opera en el plano del sig­nificante, teniendo sólo en cuenta el valor diferencial de los fone­mas en el plano del significado. Por el contrario, para las oposi­ciones morfológicas, la clasificación opera en el plano del signifi­cado, teniendo en cuenta la existencia de diferencias formales en el plaro del significante. La aplicación, pues, de esta clasificación requiere algunas consideraciones especiales

§ 32.—Roman Jakobson » ha postulado el carácter privativo de todas las oposiciones gramaticales y há tratado de verificar este principio con un análisis de la estructura del verbo ruso, por el cual el sistema verbal de dicha lengua se resuelve en su totalidad

O Cantineau, art. cit., moviéndose en el plano del significante de acuerdo con su definición de la oposición significativa, establece, p. 28 s., la existencia de oposiciones privativas, en las cuales "le signifiant d'un des termes est caracté­risé par la présence d'un élément significatif (ou marque formelle) qui manque au signifiant de l'autre": así, en ei imperativo fr. mangelmangeons (sobre la difi­cultad de establecer estas oposiciones en los significantes vid. § 14, 1.°). Canti­neau admite también, p. 31, la existencia de oposiciones equipolentes, "dont les signifiants des deux termes sont équivalents, c'est-à-dire caractérisés tous deux d'une façon positive, et ne comportent ni l'absence ni la présence d'une marque formelle": así, ingl. foot/feet, I take/I took, al. bergen/sie baygen (nuestra crítica en § 14. 2.°). Por el contrario, las oposiciones graduales, p. 30 s., "ne paraissent pas avoir de correspondants significatifs".

(«) R. Jakobson, "Zur Struktur des russ. Verb." p. 74 ss. El mismo mé­todo es aplicado también en su análisis del sistema casual ruso "Beitrag zur allgemeinen Kasuslehre" TCLP 6, 1936, p. 240 ss. Sobre estas oposiciones, cf. del mismo autor "Signe zéro". Mélanges Bally, 1939, p. 143 ss., especial­mente p. 147 s. En "Zur Struktur..." p. 76, Jakobson señala el precedente de S. Karcevskij, que, en su Système du verbe russe, 1927, opera con valores cero ("NuUwerte oder negative Werte") y establece, p. 18, 22 s., que las opo­siciones de las categorías gramaticales son binarias; pero Jakobson señala que, a pesar de haber sido descubiertas, las oposiciones binarias morfológicas no fueron en las descripciones gramaticales concretas más que un concepto acce­sorio de carácter episódico ("episodischer Nebenbegriff").

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("restlos") en un complejo de oposiciones binarias privativas. Jakobson razona así dicho principio: "Cuando el investigador con­sidera dos categorías gramaticales opuestas entre sí, parte frecuen­temente del presupuesto de que dichas dos categorías son igual­mente justificadas y que cada una posee su valor propio: la catego­ría I designaría A, la categoría II designaría B. O por lo menos: I designaría A, II designaría la ausencia, la negación de A.— En realidad, los valores generales de las categorías correlativas se distribuyen de otro modo: si la categoría I nota la presencia de A, entonces la categoría II no nota la presencia de A, esto es, no dice si A está presente o no. El valor general de la categoría II en com­paración con la categoría I se limita a la falta de la caracterización con A ('A-Signalisierung')".

§ 33.—Por nuestra parte, estimamos que hay o p o s i c i o ­n e s m o r f o l ó g i c a s p r i v a t i v a s y g r a d u a l e s . En las g r a d u a l e s , los términos opuestos se diferencian sólo por el grado de intensidad con que posee cada uno la noción básica, lo cual teóricamente es perfectamente posible. En efecto, en griego antiguo (que en este punto es la continuación del estado de lengua indoeuropeo), el modo subjuntivo y el modo optativo no son más que dos grados distintos en la posesión de la noción básica de modo Y ambos en bloque, de acuerdo con el principio formulado en el § 30, se oponen al indicativo, que, como término no caracterizado, no ex­presa la noción de modo ».

Pero, frente a lo que es posible en fonología (donde una oposi­ción gradual M / O puede, según la estructura del sistema, ser con­cebida como privativa con la interpretación de vocal "cerrada/no cerrada" o "no abierta/abierta", esto es, reduciendo a cero uno de sus dos términos »), una oposición morfológica gradual de dos tér-

(') Vid. mi articulo "Desinencias medias primarias indoeuropeas" Eme-rita 20, 1952, p. 8 ss., donde en la p. 20 digo: "La causa de esta repartición [de desinencias primarias y secundarias en los modos] está sin duda en la excelente definición que ha dado Wackernagel, Vorlesungen über Syntax 1 p . 232, de la diferencia de valor entre el subjuntivo volitivo y el optativo de deseo: en ambos se trata de una volición, pero en el subjuntivo lo que quiere el que habla, cree que el sujeto mismo puede efectuarlo; en el optativo, la realización del deseo expresado está fuera de las fuerzas propias del sujeto, depende de otros. Paralelamente podemos decir—extendiendo la definición de Wacker­nagel—que el subjuntivo prospectivo indica una proximidad (se espera que se realice el proceso verbal), el optativo potencial indica un distanciamiento mayor de la realidad (el proceso verbal es sólo una posibilidad). E n t r e e l s u b ­j u n t i v o y e l o p t a t i v o h a y s o l a m e n t e u n a d i f e r e n c i a d e i n t e n s i d a d e n l a e x p r e s i ó n d e l a n o c i ó n d e m o d o . "

(») Sobre este valor de indiferencia respecto al modo y a la realidad que posee el indicativo, cf., v. gr., Wackernagel, Vorlesungen 1, p. 224. En el plano del significante nótese la falta en indicativo de un morfema caracterizador, frente al subjuntivo y al optativo:

tipo atemático: ind. cero — subj. -e/o- — opt.-i7i/T-tipo temático: ind. -e/o- — subj. -Tj/w- —.opt . -ot-

Por su parte, también Jakobson, "Zur Struktur des russ. Verbum" p. 78, define en ruso el indicativo como término no caracterizado.

(») Vid. Trubetzkoy, Grundzüge, p. 79 de la trad. fr.

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minos no es susceptible de ser concebida como privativa, pues para ser privativa, uno de los dos términos habría de ser igualado a cero y considerado como término no caracterizado con la doble función propia de este término, que estudiamos en §35 , descono­cida en realidad en las oposiciones graduales ^

§ 34.—Por el contrario, n o p a r e c e n e x i s t i r o p o s i ­c i o n e s m o r f o l ó g i c a s s i m p l e s e q u i p o l e n t e s . Al menos, no conozco ninguna ». Esta presunción resulta perfecta­mente verosímil si se tienen en cuenta una serie de consideracio­nes. En fonología, todo fonema tiene una sustancia fonética y, por consiguiente, la fonética puede aportar una base material para la constitución de una oposición equipolente como español pltjk, lo cual no es ciertamente incurrir en el vicio del "fonetismo". En el plano de la sustancia semántica, donde se establecen las oposi­ciones morfológicas, el significado de un término es dado única­mente por la relación lógica en que está el término en cuestión con la noción básica. Por ello, en una hipotética oposición morfo­lógica equipolente, las nociones expresadas por cada uno de los términos, no siendo ni grados distintos ni la afirmación o negación de una misma noción, serían valores independientes unos de otros, de tal modo que, dado uno, sería imposible conocer cuál es el otro o cuáles son los otros, contradiciendo así ei carácter que debe tener toda oposición gramatical significativa ». Notemos a este respecto, como ya lo hicimos (p. 13 n. 1), que R. Jakobson ha resuelto la pre­tendida oposición fonológica equipolente del tipo fHlk, basada en las "propiedades de localización", en dos oposiciones privativas que se interfieren: anterior/posterior y aguda/grave.

§ 35.—Las o p o s i c i o n e s m o r f o l ó g i c a s p r i v a t i ­v a s requieren un estudio detenido.

Por el hecho de que sean significados—y no sólo significantes—los que se oponen, la función de cada uno de los dos términos presenta aquí un carácter especial, que no tiene en las oposiciones fonológicas.

(1) En nuestro ejemplo, subjuntivo y optativo tienen cada unq un valor positivo, que no se justifica negativamente por oposición con el del otro.

{») Los sistemas de hasta seis términos dentro de una sola dimensión con que operan los lingüistas de Copenhague (cf. § 43) no tienen nada que ver con esto, ya que los seis términos, según la teoría de Hjelmslev, se ordenan inten­siva y extensivamente con referencia a una noción única.

(») Notemos a este respecto lo que sobre oposiciones dice H. J. Pos, "Pers­pectives du structuralisme" TCLP 8, 1939, p. 75: "L'opposition en elle-même et dégagée de tout facteur matériel, est de nature éminemment logique: c'est une relation qui ne se constate pas, mais qui se pense. Les opposés sont deux, mais d'une façon particulière: leur dualité n'a pas le caractère indéterminé et contingent de deux objets arbitrairement réunis par la pensée. La particularité consiste à ce qu'étant donné l'un, la pensée déduit l'autre, ce qui n'est pas le cas de la dualité contingente. Dans celle-ci, c'est l'énumération qui rattache les éléments. Le contenu reste entièrement en dehors de la synthèse. Aussi, le pre­mier élément d'une dualité contingente ne laisse aucunement prévoir quel sera le second." Por consiguiente, si en la definición de fonema no hubiera de entrar ningún dato fonético (pertinente, claro es), como pretende Hjelmslev, habría que negar la existencia de oposiciones simples equipolentes.

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Dado un semantema .4 y un morfema χ (morfema de natura­

leza positiva o negativa), una oposición simple privativa está re­

presentada por la fórmula AxiA

El término caracterizado Αχ expresa positivamente la noción básica de la oposición ( v a l o r p o s i t i v o ) , de la cual es por­

tador el morfema. El término no caracterizado A posee una doble función. En cuanto no caracterizado, A es indiferente a la nota­

ción de la noción distintiva ( v a l o r n e u t r o ) . Pero también en cuanto término opuesto a Ax, el término A significa la ausencia o negación de la noción expresada por χ ( v a l o r n e g a t i v o ) .

Según esto, la forma del llamado género inanimado o neutro, como término no caracterizado, designa no sólo lo que es inani­

mado (o es concebido como tal), sino que también puede ser em­

pleada referida a seres que en la realidad objetiva son animados (o son concebidos como tales), pero que no existe interés en notar expresamente como animados. Así, lat. scortum 'prostituta' (aun­

que surgido por metonimia). En griego, donde la estructura de la oposición es la misma, los ejemplos abundan: το άνδράποδον 'escla­

vo', το βρέφος 'bebé', το τέκνον 'hijo'; los diminutivos en ­lov (το παιδίον 'niñito', το γύναιον 'mujercita', Σωκρατίδιον), το κήτος 'mons­

truo marino', το ορνεον 'ave'. § 36.—Lo mismo se ha de decir de las oposiciones privativas

cuyo término caracterizado está constituido por una oposición gradual (§ 30). Esto es, los iérvcanos AxjAxjAx^..., caracterizados positivamente por morfemas que expresan distintos grados en la posesión de una misma noción, suponen un término no caracteri­

zado A , del que es propio significar la indiferencia a la noción bá­

sica (valor neutro) y la noción opuesta a ésa (valor negativo). Ejem­

plo: el indicativo, como término no caracterizado de la oposición de modo, significa la indiferencia modal y la realidad (opuesta a la subjetividad del modo).

§ 37.—Contra lo expuesto en § 36 está la teoría de R. Jakob­

son Este lingüista considera que el único valor propio del tér­

mino no caracterizado es el que nosotros denominamos "valor neu­

tro" y que cuando el término no caracterizado indica la ausencia o negación de la noción básica, se trata de una realización de la ca­

tegoría: el sentido está determinado por la situación y, aunque sea la función más frecuente de esta categoría, no es lícito que el in­

vestigador identifique el sentido estadísticamente predominante de la categoría con su "valor general".

La postura teórica de Jakobson deriva, en realidad, de su pos­

tulado " de que una categoría gramatical tiene una "significación

(1) "Zur Struktur des russ. Verbums" p. 74. (·) Formulado explícitamente en "Beitrag zur allgemeinen Kasuslehre",

TCLP 6, 1936, p. 243 s. Jakobson distingue la "Gesamtbedeutung" ( = "sig­nification genérale", que no contiene más de lo que hay en el conjunto de sen­

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general" y nada más que una. Pero tal postulado, exacto en prin­

cipio, no tiene en cuenta todas las consecuencias derivadas del prin­

cipio de que el signo lingüístico no se define en sí, sino por su fun­

ción en el sistema a que pertenece, por sus relaciones con los demás signos. Por ello, no se puede postular a priori una definición única para una unidad de significado, cuando ésta resulta ser un tér­

mino con función propia doble, como es el caso del término no caracterizado de las oposiciones morfológicas privativas.

§ 38.—El problema de si el término no caracterizado de una oposición privativa posee un valor único (neutro), según Jakobson, o si, por el contrario, según nosotros, tiene una duplicidad de va­

lores, resultante de una duplicidad de funciones (valor neutro y valor negativo), sólo puede ser resuelto mediante la verificación práctica de ambos postulados teóricos, utilizados como hipótesis de trabajo.

Ahora bien, anticipando los resultados de nuestro análisis del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego—que es el campo concreto de nuestra competencia—, estamos en condiciones de es­

tablecer como tesis comprobada que En el t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o d e u n a o p o ­

s i c i ó n m o r f o l ó g i c a p r i v a t i v a , j u n t o a l v a l o r n e u t r o o d e i n d i f e r e n c i a a l a n o c i ó n d i s t i n t i v a , e l s i g n o p o s e e e l v a l o r n e g a t i v o , c o n s i s t e n t e e n l a i n d i c a c i ó n d e l a a u s e n c i a o n e g a c i ó n d e l a n o c i ó n b á s i c a .

En efecto, utilizando sólo el ejemplo más claro y decisivo, la oposición aspectual presente/aoristo se establece en torno a la noción básica de "consideración del contenido verbal en su duración", la cual es expresada por el tema de presente, como término carac­

terizado. El tema de aoristo, como término no caracterizado, sig­

nifica la indiferencia a la consideración de la duración (valor neu­

tro: tipo έβασίλευσε τριάκοντα έτη) y la noción opuesta a la de du­

ración, es decir, la momentaneidad o puntualidad (valor negativo: sobre la estructura de esta oposición, vid. especialmente §§ 125­133). Ahora bien, este valor puntual es preciso que pertenezca al signo lin­

güístico, pues, de no ser así, no se explicaría: 1.°, la realización del aoristo puntual como "ingresivo" o como "egresivo" (el punto inicial y el punto final son los dos únicos puntos de un segmento lineal a los que se puede hacer una referencia); 2.°, la incompatibilidad del aoris­

to con el tiempo presente, debida al valor puntual de aquél y que

tidos particulares, si bien no es considerada como una suma mecánica de los mismos) de la "Grundbedeutung" ( = "signification fondamentale"), con que opera L. Hjelmslev, La catégorie des cas II, 1937, p. 45. Sobre ambos concep­tos, cf. H. Chr. SOrensen, "Contribution à la discussion sur la théorie des cas" TCLC 5, 1949, p. 127. Sobre el postulado de la significación única de cada categoría gramatical, cf. también A. W. de Groot, Strukturele syntaxis, 1949, p. 68 (remitiendo a Jakobson): "Naar een bekende, nog niet onjuist gebleken, werk­hjrpothese, heeft elke grammaticale kategorie één en niet meer dan één be­tekenis."

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provoca la neutralización de la oposición aspectual presente/aoristo en el presente de indicativo (§§ 181-182); 3.°, la incompatibilidad del aoristo, debida también a su valor puntual, con los semantemas "no transformativos" de carácter durativo, que es la causa de que en la posición de neutralización de modo aparezca la forma del tema de presente de esos verbos como "archimorfema" de la oposición (§174). Estas incompatibilidades presuponen que la puntualidad del aoristo es un valor del signo en el sistema de la "langue", no una rea­lización del valor neutro en determinadas situaciones de la "parole".

§ 39.—De la naturaleza privativa (o gradual-privativa) de las oposiciones morfológicas se deriva, como consecuencia, lo que po­demos denominar l e y d e l a n o r e v e r s i b i l i d a d d e l o s t é r m i n o s . A diferencia de ló que ocurre en las oposiciones pri­vativas fonológicas, algunas de las cuales permiten la inversión de la interpretación de la relación lógica existente entre sus dos términos, de tal modo que el no caracterizado puede ser conside­rado como caracterizado y viceversa (así la oposición «/o, con­cebida como privativa, puede ser interpretada o como "cerrada/ no cerrada" o como "no abierta/abierta" *), tal inversión es im­posible en las oposiciones privativas morfológicas, ya que la noción básica no es introducida subjetivamente en el signo que funciona como término caracterizado, sino que realmente existe en él como una noción positiva, que determina, además, la doble función del término no caracterizado. En AxjA, el término A puede, en virtud de su valor neutro, ser usado en un contexto donde el valor posi­tivo de Ax estaría positivamente justificado; pero el término Ax no puede ser usado en un contexto donde el valor negativo de A estaría bien en su lugar, porque Ax no posee valor neutro. Así, la d o b l e f u n c i ó n d e l t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o c o n s t i t u y e u n c r i t e r i o s e g u r o p a r a l a i d e n t i ­f i c a c i ó n d e l o s t é r m i n o s d e u n a o p o s i c i ó n m o r ­f o l ó g i c a . El establecimiento de oposiciones opera con una realidad lingüística; no es un puro método de clasificación (cf. § 48). Por consiguiente, E. Seidel » incurre en un absurdo cuando con­sidera que el "imperfectivo" eslavo (del checo concretamente) fun­ciona unas veces como caracterizado y otras veces como no carac­terizado y que, consecuentemente, el "perfectivo" funciona también como no caracterizado y como caracterizado.

§ 40.—Otra consecuencia que se deriva de la naturaleza priva­tiva de las oposiciones morfológicas es la que podemos llamar l e y d e l a n o i d e n t i d a d d e l a s o p o s i c i o n e s m o r f o l ó ­g i c a s q u e s e i n t e r f i e r e n y que podemos formular así: cuando en un término o simultáneamente en los términos de una oposición se establece otra oposición, las nociones básicas respecti­vas son diferentes.

( 1 ) Cf. Trubetzkoy, Grundzüge. p. 79 de la trad. fr. ( 2 ) "Zu den Funktionen des Verbalaspekts" TCLP 6, 1936, p. 111 ss.,

especialmente p. 118 s. Sobre un proceder similar de Hermann cf. § 76.

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Supongamos, en efecto, una oposición Ax¡A. Si en el término caracterizado Ax se estableciera una oposición

con un morfema y tal que noción de Λ; = noción de y, tal opo­

sición no existiría en el plano del significado, pues el término ca­

racterizado {Ax)y significaría la misma noción de Ax (la hiperca­

racterización sólo sería formal) y el término no caracterizado sería igualmente [Ax). O, si se admite que el término no caracterizado [Ax) habría de poseer los valores que le corresponden como tal, re­

sultaría que Ax, que es un término caracterizado, presentaría los mismos valores de A, que es un término no caracterizado, lo cual es un absurdo.

Si en el término no caracterizado A se estableciera una oposi­

ción con un morfema y tal que la noción de Λ: = noción de y, re­

sultaría que en AylA el término caracterizado Ay tendría el mismo valor de Ax. En este caso estaríamos en presencia no de dos opo­

siciones diferentes, sino de dos expresiones formales distintas de una misma oposición morfológica, que, como vimos (§§ 19, 26), se establece en el plano del significado y puede estar asociada a varias diferencias de significantes.

Así, de la interferencia de la oposición impf. ελυες/aor. ελυσας con la oposición modal opt. λύοις λύσαις/su'bj. λύης λύσνις/ind. έλυες έλυσας y con la de nùmero sg. έλυες έλυσας/ρ1. έλύετε έλύσατε se de­

duce que la noción básica de la oposición aspectual presente/aoristo es de naturaleza distinta de las nociones distintivas de modo y número.

§ 41.—El que todas las oposiciones morfológicas sean de natu­

raleza privativa (las oposiciones graduales se integran, según vimos, en el término caracterizado de las oposiciones privativas), binarias por lo tanto, significa que todo análisis del sistema morfológico de una lengua (o de una fracción del sistema) consistirá en una serie de d i c o t o m í a s (hecha la pequeña salvedad de que las opo­

siciones graduales pueden comprender más, de 2 términos, al menos teóricamente). Estas dicotomías a veces son sucesivas, de tal modo que en el interior de un término de una oposición privativa puede establecerse otra oposición. De ahí la conveniencia de distinguir entre u n i d a d del sistema y t é r m i n o de una oposición: una unidad del sistema es siempre un término de una oposición; pero en un término se establece otra oposición. (Vid los ejemplos gráficos dados en el § 45).

Este proceder, aplicado por R. Jakobson, tras la correspondiente formulación teórica del principio (aunque sin admitir la existencia de oposiciones graduales), por E. Benveniste que no adopta nin­

guna postura teórica previa, sino que deja hablar a los hechos por sí mismos, y por F. R. Adrados », recibe una confirmación en la

( 1 ) "Structure des relations de personne dans le verbe" BSL 43, 1976, página 1 ss.

(«) Estudios Clásicos I, 1951, p. 1Í ss.

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presente monografía, ya que en el proceso de su elaboración la for­mulación teórica del mencionado principio ha sido precedida por la demostración práctica de que en el sistema de aspectos y tiempos todas las oposiciones son privativas.

§ 42.—Sin embargo, J. Holt » considera inadecuado este proce­dimiento por varias razones: 1.*, porque es necesario introducir no­ciones de significación ("sustancia de contenido") antes de que esté establecida en su conjunto la relación "extensional" entre los tér­minos de la "categoría" » en cuestión; 2.», porque en una "categoría" de más de dos términos no se puede indicar la relación inmediata en que están dos de ellos cualesquiera y porque no hay razón para afirmar que, v. gr., el término A esté más próximo de B que de C o de D; 3.*, porque la creación de una oposición II dentro de un término de otra I significa el establecimiento de una unidad (el término de I dentro del cual se establece la oposición II) inexistente en la lengua, porque no posee la expresión correspondiente.

§ 43.^—A esta dicotomía prefiere Holt el método elaborado por L. Hjelmslev», consistente en establecer oposiciones de 2 a 6 tér­minos basadas en una sola "dimensión" ( ~ "noción básica" de nuestra terminología) y presididas por la llamada "ley de la parti­cipación", patente especialmente en las oposiciones de dos térmi­nos: en AjE, B = A + no-A. En estas oposiciones binarias, la teo­ría de Copenhague coincide sustancialmente con la nuestra: el valor neutro de B (término no caracterizado) es lo que hace que en de­terminadas circunstancias sea empleado en lugar de A (hecho de "parole"!!). Pero en vez de ver en ello una realización de la indife­rencia en la "parole", Hjelmslev ve una extensión de significado y opina que una oposición binaria se compone de un término "in­tensivo" ^ y de otro "extensivo" B. Combinando por medio de complicadas relaciones estos valores intensivo y extensivo con los contrarios y contradictorios, Hjelmslev delimita teóricamente los valores de los términos que, en número de hasta 6, pueden caber en un sistema de una sola dimensión.

§ 44.—Un postulado metodológico de la teoría hjelmsleviana es que la delimitación de los valores de los términos debe hacerse sin tener en cuenta la significación, es decir, prescindiendo de cuál es la noción en torno a la cual se ordenan los valores de los tér-

(1) Jens Holt, Études d'aspect, 1943 (citado en adelante sólo Études), p. 24 s. No obstante, más recientemente se advierte entre los lingüistas de Copenhague y sus seguidores una tendencia a reconciliar, por ejemplo, el análisis de los casos de Jakobson (citado § 32 n. 37) con el de Hjelmslev (citado § 37 n. 45), cuya teoría ellos siguen. Así H. Vogt, "L'étude des systèmes de cas", TCLC 5, 1949, p. 112 ss., y H. Chr. Sôrensen, "Contribution à la discussion sur la théo­rie des cas", ibidem, p. 122 ss. Cf. nuestra importante observación § 45 n. 1.

(») Sobre este sentido especial del término "categoría" en la teoría de Hjelmslev cf. § 44 n. 2.

(») Vid. La catégorie des cas I, 1937, p. 112 ss. Cf. "Essai d'une théorie des morphèmes" Actes du IV' Congr. Intern. de Ling., 1938, p. 140 ss., especial­mente p. 150. Cf. también H. Chr. Sorensen, TCLC 5, 1949. p. 124.

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minos de la oposición ' (y a ello se refiere la 1.» objeción de Holt). En vez de analizar el valor de un término para poder identificar el otro término al cual se opone (como hace Jakobson y hacemos nosotros), Hjelmslev y sus seguidores aceptan de la gramática empírica tradicional el número de términos que ha de comprender el sistema que se va a establecer *. Por ejemplo, partiendo de la descripción tradicional de los aspectos (perfecto, presente, aoristo), Holt establece en el griego antiguo un sistema de 3 términos (posi­tivo, negativo y cero), en cuyas casillas va luego colocando los va­lores de las formas. Otro ejemplo del mismo griego antiguo: acep­tando también la clasificación tradicional de los tiempos (futuro, pretérito, presente), Holt establece otro sistema de 3 términos y procede después de la misma manera.

Pero es importante llamar la atención sobre el hecho de que no es lícito fiarse de la descripción empírica (que precisamente se in­tenta superar !!) de los aspectos para fijar que se estructuran en ima sola "categoría" de 3 términos, porque no nos consta que la oposición entre ellos se basa en una sola dimensión o noción básica. En lo referente a los tiempos, hay que tener en cuenta que el con­siderar los 3 en una misma línea descansa sobre la concepción ló­gica del tiempo, y noción lógica o noción psicológica no han de ser confundidas con significado lingüístico, «según advierten insis­tentemente estos mismos lingüistas (cf. también § 4): ¿cómo po­demos estar seguros a priori de que los valores de presente, pasado y futuro guarden relación con una misma noción?

Es decir, la teoría hjelmsleviana, rehusándose a tomar como base de partida las nociones de significación de las formas—que son nociones lingüísticas—, se apoya en las clasificaciones empíri­cas de la gramática tradicional, realizadas con criterios formales, lógicos o psicológicos, mas no lingüísticos. Por consiguiente, es i n s o s t e n i b l e e l p o s t u l a d o q u e e x i g e q u e e n l a d e l i m i t a c i ó n d e l o s v a l o r e s d e l o s t é r m i n o s d e u n a " c a t e g o r í a " n o s e i n t r o d u z c a n l a s n o c i o ­n e s d e s i g n i f i c a c i ó n (esto es, la " s u s t a n c i a del con­tenido" en la terminología de Hjelmslev).

Si es cierto que cada unidad del sistema, en el plano del signi-

(1) Tal postulado deriva de las ideas que profesa Hjelmslev sobre la lingüís­tica como ciencia de relaciones puras entre signos sin consideración de la "sus­tancia" ("sustancia" fónica o de "expresión", "sustancia" conceptual o de "con­tenido"), sino teniendo sólo en cuenta la "forma" en que se organiza cada "sus­tancia" para formar cada uno de los dos planos del signo. Se encuentran expues­tas en su Omkring sprogteoriens grundlaegelse, 1943, accesible en el resumen crítico de A. Martinet, "Xn sujet des Fondements de la théorie linguistique de Louis Hjelmslev" BSL 42, 1946, p. 19 ss. Cf. también L. Hjelmslev, "Structu­ral analysis of language" Studia linguistica 1, 1947, p. 69 ss.

(») La denominación "categoría" es usada por estos lingüistas en una acepción distinta de la ordinaria. El aoristo, el presente y el perfecto, por ejem­plo, no son considerados tres categorías, sino términos de una sola "categoría". Similarmente hablan de la "categoría de los casos", la "categoría del tiempo", etcétera.

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ficante y en el del significado, se define sólo por oposición a las demás unidades, también es cierto que las cualidades distintivas que forman parte de la definición son entidades reales: en fonolo­gía, las cualidades distintivas tienen una realidad fonética; en las oposiciones significativas las cualidades distintivas tienen también su realidad—realidad conceptual—: son nociones. Del mismo modo que no tendría sentido intentar definir los términos de la oposición esp. pih sin recurrir al concepto fonético de sonoridad, no es posible definir los términos de una oposición significativa sin tener en <:uenta la noción básica

Con esto queda contestada la 1.» de las 3 objec iones de Holt.

§ 45.—El procedimiento de las dicotomías sucesivas, consis­tente en el establecimiento de una oposición binaria en un término o en los dos términos de otra oposición binaria, se justifica por la comprobación de que tales estructuras existen en fonología, esto es, constituyen una realidad de experiencia irrefutable.

En efecto, en su crítica de los Grundzüge de Trubetzkoy, A. Mar­tinet » ha establecido que en el sistema fonológico del francés, por ejemplo (y lo mismo en el de otras muchas lenguas), no existe una oposición bilateral njd (con nasalidad/sin nasalidad), porque en •el fonema n la sonoridad no es una propiedad pertinente. La oposi­ción, en realidad, es de n frente al archifonema de t-d, indiferente a la distinción entre sorda y sonora. Es decir, la oposición priva­tiva es de n frente al conjunto t-d o, dicho de otro modo, en el tér­mino no caracterizado (sin nasahdad) opuesto a » se establece una «posición dit (con sonoridad/sin sonoridad). Gráficamente:

dit

(*) Este es el lugar oportuno de recordar el luminoso pasaje de los Grund-xüge, p. 96 s. de la trad. fr., donde Trubetzkoy demuestra, mediante la verifi­cación práctica, lo insostenible y absurdo de la definición de vocal y conso­nante intentada por Hjelmslev sin recurrir a ninguna noción fonética, esto es, sin operar con la "sustancia" fónica, según la terminología hjelmsleviana (L. Hjelmslev, "On the principles of Phonematics" Proceedings of the 2d. Intern. Congress of Phonetic Sciences, 1935, p. 52). "El carácter insostenible de la defi­nición dada por Hjelmslev—concluye Trubetzkoy—no es debido a la casuali­dad. 'Vocal' y 'consonante' son conceptos fónicos, es decir, acústicos, y no pueden ser definidos más que en cuanto tales. Todo intento de darlos de lado o de evitar los conceptos acústicos articulatorios al definir las vocales y las consonantes debe fracasar necesariamente." Igualmente A. Martinet, en su art. cit. de BSL li2, 1942/5, p. 19 ss., no se siente convencido, p. 37 ss., de que sea posible analizar las unidades del plano del significante sin recurrir a la "sus­tancia" fónica {p y k, en danés, v. gr., tienen "funciones" idénticas y deberían recibir idénticas definiciones; en birmano, todas las consonantes habrían de recibir la misma definición). En cuanto a aplicar el mismo procedimiento al plano del significado, si bien aquí las posibilidades combinatorias son mayores y pueden permitir avanzar algo más, Martinet confiesa no comprender el ca­rácter científico de algunas de esas operaciones.

(«) BSL 42, 1946, fase. 2, p. 17.

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La estructura de esta oposición fonológica es exactamente com­parable a la que, en los capítulos III y IV, establecemos entre los términos o categorías aspectuales de presente, aoristo y perfecto:

Perfecto Presente ¡Aoristo

§ 46.—Contra Holt (3.* objeción) hay que sostener que el tér­mino de una oposición en cuyo interior hay otra oposición posee una existencia innegable en la lengua. El término t-d está negati­vamente caracterizado por la ausencia de la nasalidad, que es la cualidad distintiva. El término presente-aoristo tiene una caracte­rización negativa de su significado por no significar la noción de perfecto ("contenido verbal después de su término") y una carac­terización de su significante, porque el presente y el aoristo presen­tan en común un tipo de desinencias (aparte de otras característi­cas) diferentes de las del perfecto.

§ 47.—En cuanto a la 2.* objeción de Holt, notemos que no tiene en cuenta la distinción fundamental entre oposiciones sim­ples y oposiciones complejas (§ 27). El examen de las cualidades distintivas demuestra que hay razones para afirmar que las uni­dades t y d están más próximas entre sí que í y m o á y «, ya que entre t y n, por ejemplo, la diferencia afecta a la nasalidad y al hecho de que t ha tomado posición (negativa) en la correlación de sonoridad y « no la ha tomado (es indiferente), mientras que entre t y d IdL diferencia sólo afecta a la sonoridad. Del mismo modo, los aspectos de aoristo y de presente están más próximos entre sí que cada uno de ellos de por sí respecto del perfecto. Por consiguiente, t y n, aoristo y perfecto, no se oponen directamente (es decir, no constituyen una oposición simple), y siendo así, no se comprende la exigencia de establecer una relación directa entre ellos.

* * *

§ 48.— L a s o p o s i c i o n e s , cuya teoría hemos esbozado en los §§ precedentes, s o n u n a r e a l i d a d l i n g ü í s t i c a ,

O Es interesante observar que entre esta estructura dicotòmica del sis­tema griego de aspectos, que nosotros establecemos, y el sistema de tres tér­minos (positivo: perfecto—negativo: presente—neutro: aoristo) que establece Holt, los valores "extensionales" de los términos son idénticos. En nuestro sis­tema, presente y aoristo, como término no caracterizado frente al perfecto, pueden emplearse en lugar de éste; el aoristo, como término no caracterizado frente al presente, puede también emplearse en su lugar. En el sistema de Holt, el perfecto es término "intensivo", cuyo valor está perfectamente delimitado; el presente es ya "extensivo" con respecto al perfecto, en cuyo lugar puede ser usado; el aoristo es "extensivo" con respecto-a los otros dos. Pero, aparte de lo observado en § 43, h a y u n a d i f e r e n c i a s u s t a n c i a l entre ambos sistemas: el de Holt se basa en una sola "dimensión" o noción básica; en el nues­tro, cada una de las dos oposiciones se establece en torno a una noción básica distinta. Además, la naturaleza de estas dos nociones básicas es sustancialmente distinta de la de la noción básica única admitida por Holt (cf. §§84 y 111).

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no un simple método de clasificación. "La oposición en los hechos lingüísticos no es un esquema que introduce la ciencia para en­cuadrar los hechos y que quedaría exterior a ellos. Su importancia sobrepasa el orden epistemológico: cuando el pensamiento Ungüís-tico ordena los hechos conforme al principio de oposiciones y de sistema, se encuentra con un pensamiento que crea esos mismos hechos" De la materia prima de los sonidos y de la masa de las ideas el pensamiento humano extrae oposiciones

Nadie debe poner en duda esa realidad ni extrañarse del grado de abstracción que en ocasiones hay que atribuir a esa labor orde­nadora del pensamiento humano. El establecimiento de una opo­sición (una oposición fonológica, por ejemplo, que opera con sonidos materiales) supone ya un alto grado de abstracción. Por lo demás, hay que tener presente que " e l p e n s a m i e n t o — - c o n s ­c i e n t e , s u b c o n s c i e n t e o i n c o n s c i e n t e — p e r m a ­n e c e i d é n t i c o , e x c e p t o e n e l d i f e r e n t e g r a d o d e c l a r i d a d e n l a r e p r e s e n t a c i ó n " ' .

* * *

§ 49.—De primordial interés en el estudio de todo sistema lin­güístico es la llamada n e u t r a l i z a c i ó n d e o p o s i c i o n e s .

Este fenómeno es bien conocido en fonología *. En español, por ejemplo, la oposición fonológica r/r (caro/carro) no se realiza fuera de posición intervocálica; en otras posiciones sólo se da r (rueda, amar, enredo). Tal oposición recibe el nombre de o p o s i ­c i ó n n e u t r a l i z a b l e . Todo lugar en que se produce este fenómeno es una p o s i c i ó n d e n e u t r a l i z a c i ó n .

En las posiciones donde la oposición neutrahzable está neutra­lizada, sólo son pertinentes. ( = sólo pertenecen al signo) las carac­terísticas que tienen en común los dos fonemas que son términos de la oposición neutralizada. Este conjunto de cualidades distin­tivas constituye el archifonema. Por ello, la neutralización sólo se produce, según la teoría fonológica, en las oposiciones bilatera­les o, mejor, en las oposiciones simples (tal como han sido definidas en § 27). En fonología, el problema que plantea la neutralización es el de saber cuál es el representante del archifonema (uno de los fonemas de la oposición neutralizada u otro independiente) y qué causas determinan la neutralización.

§ 50.—La n e u t r a l i z a c i ó n t a m b i é n e x i s t e e n l a s o p o s i c i o n e s m o r f o l ó g i c a s y, sin duda, también en

( 1 ) H. J. Pos, "La notion d'opposition en linguistique", XI' Congrès Intern. de Psychologie, 1938, p. 245.

{") R. Jakobson, TCLC 5, 1949, p. 210, refiriéndose sólo a la "gross sound matter".

(') Es la tesis central de Ribot, citada por R. Jakobson, ibidem p. 212. (*) Trubetzkoy, Grundzüge, p. 80 ss. de la trad. fr. También se usa el

término "supresión" (al. "Aufhebung").

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las oposiciones significativas en general, si bien falta un estudio completo y sistemático sobre ellas Los §§ 51-57 constituyen un bosquejo de una teoría de la neutralización de las oposiciones mor­fológicas.

§ 51.—Una o p o s i c i ó n m o r f o l ó g i c a e s n e u t r a l i ­z a b l e cuando en ciertas condiciones se anula la diferencia de significados existente entre sus términos.

Lo esencial de la oposición y de su neutralización radica en el plano del significado, sin perder de vista que el significado no tiene existencia si no es vinculado al significante con el cual constituye el signo.

§ 52.—Lo mismo que en fonología (cf. § 49) *—porque este principio deriva de la esencia misma de la neutralización—, son neutralizables las oposiciones morfológicas simples. Los valores positivo y negativo de la noción básica no existen en la posición de neutralización y sólo son pertinentes las características de sig­nificado que son comunes a los términos de la oposición neutra­lizada. Dicho de otro modo: el valor de la unidad que aparece en la posición de neutralización ( a r c h i v a l o r ' ) es n e u t r o , indiferenciado en cuanto a la noción distintiva de la oposición neutralizada.

§ 53.—En el plano del significante, la neutralización tiene una repercusión natural, como consecuencia del hecho, ya señalado (§ 51), de que oposición y neutralización afectan a la entidad total del signo, no sólo al significado, que no tiene existencia propia des­vinculado del significante.

Se comprende, pues, que el archivalor de una oposición neutra-hzada haya de tener su significante propio ( " a r c h i m o r f e m a " ) . Teóricamente caben dos posibilidades de conjunto sobre la forma del archimorfema: o, 1.°, es el morfema de uno de los términos de la oposición o, 2.°, es un morfema independiente de los de los dos términos de la oposición *.

En el primero de los casos se comprende que el archimorfema sea único. En una oposición privativa, o bien es el morfema del término caracterizado, o bien es el del término no caracterizado, o bien es en unos semantemas el del término caracterizado y en

(') El trabajo de C. E. Bazell, "On the neutralisation of syntactic oppo­sitions" TCLC 5, 1949, p. 77 ss., se refiere a la sintaxis entendida como estu­dio de la frase. R. Jakobson no opera con neutralizaciones en su "Zur Struktur des russ. Verbums"; en su "Beitrag zur allgem. Kasuslehre", p. 283 ss. ("Ka-sussynkretismus") se limita Jakobson a registrar las diversas fusiones de for­mas casuales en los diversos paradigmas flexionales del ruso. Sobre el "sin­cretismo" y la "implicación" de L. Hjelmslev cf. § 59. Sobre el concepto de neu­tralización de J. Cantineau cf. § 58. Preciso mi teoría en Word g, 1953, P- 241 ss.

{') Trubetzkoy, Grundzüge, p. 81 de la trad. fr. (") El término "archivalor" que proponemos es, ciertamente, un híbrido

grecolatino. No obstante, es recomendable por su paralelismo con "archifo­nema" y "archimorfema" (:: "valor" : "fonema" : "morfema").

(*) Cf., para la misma alternativa en fonología, Trubetzkoy, Grundzüge, página 82 ss. de la trad. fr.

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otros el del no caracterizado. En una oposición graducd puede ser uno cualquiera de los términos. En ningún caso el archimorfema puede estar representado simultáneamente por los morfemas de dos o más términos de la oposición; ello implicaría la vigencia de la oposición, lo cual es contradictorio con la neutraUzación.

En el caso segundo, teóricamente al menos, varios morfemas diferentes pueden aparecer como archimorfema. Dichos morfemas, aunque diferentes en su forma fónica, son portadores de un mismo significado: el archivalor de la oposición neutralizada. Esto deriva del principio, formulado en § 19, según el cual puede haber una diferencia en el plano del significante sin una diferencia correspon­diente en el plano del significado.

El reverso de éste principio permite llegar a una conclusión im­portante. De que no pueda existir una oposición de significado sin la correspondiente oposición en el plano del significante se deduce que, cuando al reahzarse una oposición morfológica simple en una determinada posición, sólo aparece un morfema, puede afirmarse que dicha oposición está neutralizada. Es el caso, frecuentemente citado, de la neutralización de la oposición nominativo/acusativo en la posición de género neutro en latín:

nom. acus.

m. ctms ctuem i. urbis urbetn

n. mare

§ 54.—La neutralización de una oposición morfológica, que ra­dica en el plano del significado, sólo e s t á c o n d i c i o n a d a p o r c a u s a s i n h e r e n t e s a l s i g n i f i c a d o . Pueden dis­tinguirse 4 t i p o s d e n e u t r a l i z a c i ó n de oposiciones pri­vativas:

Tipo 1. Cuando el archimorfema es independiente de los morfemas de los términos de la oposición (caso de la oposición aspectual presente/aoristo en la posición de futuro: X'íjaofxat, pero impf. eXáv6avov/aor. iXaOov) puede decirse que la oposición no existe en absoluto. La causa de esta neutralización es una incompatibi­lidad (absoluta o relativa, según los casos) entre el término que constituye la posición de neutralización (futuro en el ejemplo puesto) y los valores todos de la oposición neutralizada.

Tipo 2. Cuando el archimorfema está representado por el tér­mino no caracterizado de la oposición, puede decirse que el archi­morfema está condicionado interiormente por la estructura misma de la oposición: el archivalor, indeferenciado respecto a los valo­res de los términos, es expresado por el morfema del término no caracterizado en virtud del valor neutro de éste (ejemplo del pre­dominio global del aoristo en los modos; cf., no obstante, § 174, donde se precisa). La causa determinante de la neutralización es una incompatibilidad semejante a la del tipo 1.

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Tipo 3. Cuando el archimorfema está representado por el mor­fema del término caracterizado, su determinación obedece a la misma causa determinante de la neutralización: la incompatibili­dad absoluta entre el valor de la posición de neutralización y el valor negativo del término no caracterizado de la oposición neu­tralizada; el valor neutro de este término no puede, en efecto, por su misma indiferencia, producir incompatibilidad de ninguna clase (ejemplo del presente de indicativo, donde está neutralizada la oposición presente/aoristo).

Tipo 4. Finalmente, puede haber un tipo de neutralización mixta de los tipos 2 y 3 , siendo la causa determinante la misma de 2: en un tipo de semantemas, el archimorfema es el del término no caracterizado, pero en otro tipo de semantemas es el del tér­mino caracterizado, cuando, debido a la naturaleza del seman­tema, afín al valor positivo del término caracterizado, destaca es­pecialmente el valor negativo del término no caracterizado y se tiende a evitar—es la causa determinante de la oposición—la no­tación de toda clase de valores, positivos o negativos, relacionados con la noción básica de la oposición neutraUzada (ejemplo de la neutralización de la oposición de presente/aoristo en los modos § 174).

§ 55.—Junto a neutralizaciones p e r f e c t a s , sin excep­ción, hay tendencias a la neutralización, qhe provocan neutraliza­ciones i m p e r f e c t a s ' . En este caso, la neutralización es un hecho estadístico. Este tipo de neutralización imperfecta sólo es posible en los tipos 2 y 4 de neutrahzación estudiados en el § 54, en los cuales la incompatibilidad de significados que provoca la neutralización puede no ser absoluta. En el tipo 1 no existe la opo­sición y, por consiguiente, la neutralización es perfecta. En el tipo 3 , la incompatibilidad de significados que actúa como causa determi­nante es absoluta y exige que la neutralización sea perfecta.

§ 56.—Conviene insistir sobre el hecho de que, cualquiera que sea el archimorfema y la causa determinante de éste y de la neu­traUzación, siempre el archivalor es neutrq (cf. § 52; comprobación en §§ 183-187).

Hay que rechazar, en efecto, la idea inexacta de que es el valor (o los valores) de la forma ausente el único que falta. Como ya ad­vertimos, en la lengua una categoría gramatical no tiene una jus­tificación propia e independiente, sino que la tiene en tanto en cuanto pertenece a una oposición. En la neutralización (tipos 2, 3 y 4, naturalmente) no es un término el que falta, es toda la oposi­ción la que no existe. Y si no existe oposición, hay indiferencia a la noción distintiva de la misma: el archivalor del archimorfema es, por consiguiente, neutro.

A la misma conclusión conduce otro razonamiento. En una opo-

(') Estas tendencias a la neutralización "qui n'ont pas abouti" son señaladas en las oposiciones fonológicas por A. Martinet, TCLP 6, 1936, p. 55.

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sición privativa gramatical son 3 los valores que están en juego: a) valor positivo, igual a la noción básica, expresada por el término caracterizado; b) el valor negativo, resultante de la negación de la noción básica, expresado por el término no caracterizado, y c) la indiferencia a la notación de valores positivos o negativos refe­rentes a la noción básica: valor neutro, expresado también por el término no caracterizado. De los 3, en virtud del carácter subje­tivo de la expresión lingüística (§ 71), el único que no puede faltar es c, que permite no expresar ni positiva ni negativamente la noción básica, porque el hablante no tiene interés en esa noción. Por otra parte, « y i» se exigen mutuamente, como valores opuestos que son, de modo que no puede existir el uno sin el otro. Pues bien, en el tipo 1, la forma que aparece en la posición de neutraUzación tiene un valor evidentemente neutro. Si el archimorfema es el morfema del término no caracterizado (tipo 2 y parte del tipo 4), su valor es el neutro c; prescinde, pues, de b, ya que b no puede existir en una posición donde no existe a. Por último, si el archimorfema es el morfema del término caracterizado (tipo 3 y parte del tipo 4), su valor es también el neutro c, ya que, siendo b irreaUzable en la posición de neutralización, a no puede existir por sí solo e inde­pendiente.

§ 57.—El concepto de neutralización de una oposición morfo­lógica es susceptible de ser precisado.

La presencia de un morfema común a dos unidades morfológicas distintas no significa necesariamente la existencia de una neutrali­zación. En efecto:

1.° Para que exista neutralización es preciso que las dos uni­dades en cuestión constituyan una oposición simple (§ 52). Así, en latín clásico gen. seg.-nom. pl. feminae, equi no es un caso de neutralización, puesto que nominativo plural y genitivo singular forman una oposición compleja, basada, por lo menos, en 2 nocio­nes distintivas (número y caso; dentro de los números habría que precisar, además, si singular y plural son términos de una oposi­ción simple; dentro de los casos habría que determinar lo mismo a propósito del nominativo y del genitivo).

2° No existe neutralización en aquellos casos de identidad formal de dos unidades, cuando ésta está condicionada fónicamente. Este fenómeno puede ser denominado c o i n c i d e n c i a , para diferenciarlo de la neutralización. La causa determinante es inde­pendiente de los significados y no repercute en ellos. En francés, la oposición simple entre 3.* sg. y 3.» pl. il finit/ils finissent, il sent/ils sententi H sera/ils seront presenta identidad formal fónica de sus dos términos en il mange/ils mangent, il voit/ils voient, il mangeait/ ils mangeaient, il mangerait/ils mangeraient. La causa determi­nante de la coincidencia es puramente fónica y no afecta a los significados, los cuales no contienen incompatibilidad ninguna con las nociones de las posiciones en que se realizan, como se demuestra por la existencia de la oposición en los demás ejem-

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píos. Un caso también de coincidencia es el de gr. λέγω 1.* sg. indi­

cativo­!.» sg. subjuntivo. La identidad formal está fónicamente condicionada: en subj. λέγω, ­ω representa ind. ­ω + alargamiento de la vocal, el cual funciona como morfema del subjuntivo (cf. ind. λέ­

γομεν/subj. λέγωμεν, ind. λέγομαι/subj. λέγωμαι); teóricamente, el subj. λέγω debería contener ­ω = 3 moras: si ello no es así, es por­

que el sistema fonológico del griego sólo conoce la oposición cuan­

titativa vocal breve ( = 1 mora)/vocal larga ( = 2 moras). Por el contrario, en latín, en el género neutro nom. sg.­acus. sg. mare, hay una auténtica neutraUzación, porque no hay pura coincidencia formal. En ningún caso mare puede resultar de una realización de **mare­m {­m morfema de acusativo, como en ciuem, urbem). Preci­

samente es este tipo mare, cornu el que permite decidir en favor de la neutralización: templum podría ser una coincidencia formal y por eUo no decide.

3.° Cuando la identidad formal no es constante, sino que den­

tro de la misma posición en el sistema morfológico la oposición formal se realiza a veces, los significados subsisten siempre distin­

tos y bien diferenciados. Este fenómeno de coincidencia imper­

fecta se da, V. gr., en lat. gen. seg.­nom. pl. equz frente a gen. sg. consults/nom. pl. cónsules; nom. pl.­acus. pl. cónsules frente a nom. pl. equí/a­cus. pl. equds; fr. il{s) mange(nt) frente a il finit/ils finissent. La separación de los significados, que no están neu­

tralizados, sino que están potencialmente distintos, es realizada por factores sintagmáticos, los cuales han de ser considerados como parte del significante. Así sucede en equi [equi currunt, equi álacres/ caput equi, memini equi) en cónsules (cónsules creantur, boni cónsules/ cupit cónsules uidere, bonos cónsules) il mange(nt) (donde el sujeto decide sobre el valor singular o plural de la forma), en gr. λίγω (donde el subjuntivo en las oraciones principales aparece siempre con partículas άγε, φέρε, δεϋρο y en las subordinadas está regidos intag­

máticamente). 4.° Para ser admitida una neutralización, ha de contar con una

explicación en el plano del significado. En latín clásico dat. pl.­

ablat. pl. femints, equis (de equus), ciuibus, exercitibus, diebus presen­

tan identidad formal constante en la posición de número plural. Aun admitiendo que dativo y ablativo constituyan una oposición aspectual simple (lo que no creo seguro), es inadmisible la existen­

cia de una neutralización (del tipo 1, § 54), pues no se explica que haya incompatibilidad ninguna entre la noción de plural y la noción básica que diferencia dativo y ablativo: la noción de plural es de carácter semántico, mientras que las nociones casuales son­ nocio­

nes de relación sintagmática, de naturaleza puramente funcional. Se trata, pues, de una coincidencia perfecta en la posición de plu­

ral sin causa determinante precisable en el plano sincrónico. La dis­

tinción formal de uno y otro caso en el singular (dat. feminae, dui, exercitui, diei/femina, due, exerdtñ, die) ha establecido unas re­

laciones sintagmáticas, las cuales han mantenido ambos casos bien

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diferenciados en el plural (v. gr. nocere feminae. egere femins; nocere feminis dat. , egere femints ablat.). Precisamente esta posi­bilidad de determinación sintagmática de la noción casual es la condición previa necesaria para este sincretismo de casos. Tal sin­cretismo no puede existir en el sistema de aspectos, v. gr., pues las nociones aspectuales son semánticas, contienen una descripción del modo de producirse la acción verbal, son independientes de toda relación sintagmática. El cuadro de la flexión nominal del sáns­crito muestra bien cómo en el sistema casual la independencia de un caso a veces se basa, sobre todo, en una serie de coincidencias formales que se producen de modo diferente en cada posición o en cada tipo de flexión. Por ejemplo, el ablativo y el genitivo presen­tan en el singular coincidencia formal, excepto en los temas en -a (gen. ásVasya/ablat. ásvad)); en plural, el ablativo coincide siem­pre con el dativo (-bhyas), pero se separa del genitivo, que aparece independiente {-am); en dual, el ablativo se funde con el dativo y con el instrumental {-bhyam), pero el genitivo coincide con el loca­tivo (-os). Ello no permite dudar de que son dos unidades distintas en el sistema casual del sánscrito el genitivo y el ablativo, cuya diferencia de significantes se presenta directamente {ásvasya/ásvad) o indirectamente (por su independencia como elemento combinato­rio). Por consiguiente, este sincretismo de casos de algunas lenguas indoeuropeas (sincretismo sincrónico, no sincretismo genético como el del dativo y el instrumental indoeuropeo al pasar al griego) no invalida el principio fundamental de que toda oposición de signi­ficados no existe sin la correspondiente oposición de significantes.

§ 58.—J. Cantineau, de acuerdo con su definición de las oposi­ciones significativas (§ 13), atiende a la coincidencia formal para su concepto de neutralización. Según él ', son "oposiciones neutrali­zables las oposiciones de significados que no tienen siempre signifi­cantes diferentes, de modo que los dos términos pueden ser a veces idénticos desde el punto de vista formal".

Cantineau, pues, se limita a considerar el fenómeno únicamente en el plano del significante, lo que le proporciona una visión im­completa é inexacta, ya que las oposiciones significativas han de definirse en el plano del significado y la neutralización radica en el mismo plano de la oposición. Consecuente con su concepcióii pu­ramente formal del fenómeno, Cantineau considera también que sólo la forma fónica puede condicionar una "neutralización" y dis­tingue tres tipos distintos de factores condicionantes: 1.°, "sintaxis" (posición en final de frase, unión estrecha con la palabra siguiente); 2.°, "léxico" (en ciertos verbos franceses, v. gr., hay "neutralización" de la oposición 3.» sg./3.» pl.), y 3.°, "morfología" (la "neutralización" aparece en la vecindad de determinado morfema; v. gr., en fran­cés, 3.» sg. y 3.» pl. se "neutralizan" después de los morfemas de imperfecto y de condicional: il mangeait/ils mangeaient, il mangerait/

1 ) En su art. cit. de Cahiers Saussure 10, 1952, p. 32 s.

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ih mangeraient). Por otra parte, Cantineau, al desechar la validez del concepto de oposición "bilateral" sin sustituirlo por otro válido, pierde un criterio decisivo para la determinación de las neutrali­zaciones, las cuales, como hemos visto, sólo se dan en las oposi­ciones simples.

El concepto de "neutralización" en Cantineau es, como se ve, totalmente diferente del nuestro, como resultado de las bases de partida diferentes con que opera.

§ 59.—L. Hjelmslev ' estudia dentro de su teoría lingüística el fenómeno de la neutralización, el cual se da en los dos planos (plano de la "expresión" o del significante y plano del "contenido" o del significado), tratando de confirmar su principio teórico del estre­cho paralelismo existente entre ambos. En uno y otro distingue Hjelmslev entre el "sincretismo" y la "implicación". El "sincre­tismo", definido como "fusión total de las dos unidades", existi­ría, V . gr., en el lat. nom. y acus. -um. La "implicación" consiste, no en la fusión total de las dos unidades, sino en la sustitución de una por otra: así, en francés, que distingue dos grados de énfa­sis en las formas pronominales me (grado débil) y moi (grado fuerte), después de una preposición siempre aparece la forma de énfasis fuerte; entonces "l'emphase faible est impliquée dans l'emphase forte".

Nuestro desarrollo del problema de la neutralización (§§ 50-57) es suficiente para mostrar que Hjelmslev permanece en la super­ficie, sin penetrar en absoluto en la esencia del fenómeno. Cabe preguntarse qué es lo que significa concretamente "fusión" en Hjems-lev: efectiva neutralización de significados o simple fusión de sig­nificantes, manteniéndose distintos los significados. La "implica­ción" equivaldría en nuestro sistema a una neutralización cuyo archimorfema es el morfema de uno de los términos de la oposi­ción. Por otra parte, nada tienen que ver con el fenómeno de la neutralización, ni là fusión de dos significantes distintos sin reper­cusión en los significados (rus. rot 'raza' y rod 'boca' se "neutra­lizan" en ciertas condiciones fónicas en rot/d), ni el caso inverso de fusión de significados, permaneciendo distintos los significantes (al. längs des Strandes = längs dem Strande 'a lo largo de la playa'). En el primer caso, la neutralización es puramente fonológica, con­dicionada por la fonética sintáctica. El segundo caso es un ejemplo de la frecuente sinonimia: un mismo significado es expresado por dos significantes distintos.

Faltaba, pues, un estudio detenido de la neutrahzación de las oposiciones significativas.

(·) Cf. sobre todo su "Note sur les oppositions supprimables" TCLP 8, 1939, p. 51 ss., cuya doctrina es la misma que la expuesta en Omkring... (cf. A. Martinet, BSL 42, 1946, p. 31).

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CAPITULO II

METODO DE ANÁLISIS

§ 60.—El análisis estructural de un sistema morfológico dado, según se desprende de lo expuesto en el cap. I, tiene por objetivo la determinación de la estructura funcional del sistema. O lo qué es lo mismo: todo análisis lingüístico tiene por objeto llevar al plano" del pensamiento consciente las relaciones que establece el pensamiento lingüístico, más o menos inconsciente, entre las dis­

tintas unidades del sistema, estructurándolas en oposiciones (cf. § 48). En español, los verbos ser y estar, el imperfecto amaba y el preté­

rito indefinido amé han sido y son usados sin que hasta ahora se haya dado una formulación clara—consciente—de. su diferencia de valor, que, no obstante, existe en nuestro pensamiento incons­

ciente. La determinación de la estructura funcional del sistema debe

ser completada y comprobada con la interpretación, a partir de esa estructiu­a, de t o d a s las realizaciones de las unidades en la "parole".

Esta determinación de la estructura funcional del sistema com­

prende 3 etapas. 1.» I d e n t i f i c a c i ó n d e l a s u n i d a d e s d e l s i s ­

t e m a , cuyo objeto es: a) establecer las diferencias de significante que corresponden a diferencias de significado, y h) reunir las dife­

rencias de significante que corresponden a la misma diferencia de significado, ya que habrá tantas unidades en el sistema como uni­

dades puedan establecerse en el plano del significado (conforme a la definición de oposiciones significativas § 18). Para a tiene apli­

cación el llamado método de la c o n m u t a c i ó n , practicado tanto por los fonólogos como por los gramáticos estructuralistas: si se sustituye λείπω por λείψω, no sólo se ha alterado el significante, se ha alterado también el significado; por consiguiente, ­σ­ es un morfema (constituido por un solo fonema) y entre λείπω y λείψω hay una oposición significativa. En la práctica, toda esta primera etapa está ya realizada por la gramática y la lingüística tradicio­

nales, que establecen diferencias como la existente entre λείπω, λείψω, ΐλιπον y que además equiparan la diferencia existente en

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XetTtco/SXtTtov a la existente en Xów/sXvxra y en YÍYvo(i.at/eYevó¡xyiv. En algún caso será preciso abordar directamente este problema de la identificación para decidir si se trata de dos unidades significa­tivas o sólo de una (v. gr., en la pretendida oposición de los aoris­tos en -7)v y en -67¡v, estudiada en el cap. IX) . Pero en p r i n ­c i p i o a c e p t a m o s c o m o b a s e l a s e p a r a c i ó n d e c a t e g o r í a s g r a m a t i c a l e s e s t a b l e c i d a p o r l a s d e s c r i p c i o n e s e m p í r i c a s d e l a g r a m á t i c a y l a l i n g ü í s t i c a t r a d i c i o n a l e s .

2.* D e t e r m i n a c i ó n d e l s i g n i f i c a d o d e c a d a u n i d a d . Pero ocurre que el valor o los valores de una unidad no son entidades conceptuales autónomas, sino que dependen de los valores de las otras unidades del sistema y, más directamente, del término o términos a los que se opone directamente, consti­tuyendo una oposición simple (cf. § 27). Por ello, esta etapa es inseparable de la siguiente.

3 . ' D e t e r m i n a c i ó n d e l a s o p o s i c i o n e s s i m ­p l e s existentes entre las unidades, identificando los términos de cada una de ellas, y con ello d e t e r m i n a c i ó n d e l a e s ­t r u c t u r a f u n c i o n a l d e t o d o e l s i s t e m a . La es­tructura resulta directamente de la clasificación de las unidades sobre la base de su función y ésta se determina a su vez dentro de la estructura del sistema. Ahora bien, en una oposición simple, los valores de los términos que la integran están en relación de dependencia directa de la noción básica. Se comprende, pues, que la determinación de una oposición equivale a la determinación de su noción básica y a la identificación de sus términos.

Puesto que, como hemos visto, las descripciones empíricas exis­tentes nos dispensan de realizar la primera parte del análisis, nues­tra labor se centra en las etapas 2.» y 3.», que constituyen un todo inseparable.

§ 61.—En la determinación del valor de las unidades hay que e v i t a r t o d a i d e n t i f i c a c i ó n c o n u n i d a d e s d e o t r a s l e n g u a s , basada en especulaciones de lingüística comparada sobre la comunidad de origen de los significantes en cuestión. En ningún caso es lícita una tal identificación a priori. Dos lenguas, por el hecho de no ser una, son dos sistemas diferen­tes de signos. Como el valor de un signo está determinado por el s istema, es contrario al buen método el extraer un signo del con­junto orgánico de una lengua para ser identificado con otro signo de otra. Sólo puede ser lícito comparar estructuras después de es­tablecidas independientemente.

Por ejemplo, desde G. Curtius se ha identificado el significado aspectual del aonsto griego con el del perfectivo eslavo. Es cierto que en un principio éste fué el estímulo decisivo para el descubri­miento de la existencia de categorías aspectuales en griego; pero tal proceder ha sido después motivo principal de perturbación en la ta­rea de interpretar esas categorías gramaticales en una y otra lengua.

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En lingüística sincrónica (y conviene tener presente que la de­terminación del significado de una categoría gramatical siempre pertenece a la consideración sincrónica, aunque no se haya dado de ello una formulación explícita) sólo es permisible la compara­ción de aquellos elementos que no afectan directamente a la enti­dad concreta del signo en cuestión entendida como correspondencia entre un significante y un significado determinados: estructura lin­güística en general, contenido lógico o psicológico de la noción expresada; intervención del factor psicológico en la realización ma­terial del signo, etc. Con esta comparación, basada en la vahdez general de las leyes que rigen la vida psíquica del hombre en cual­quier tiempo y en cualquier lugar (lo que H. Schuchardt y J. Wac­kernagel' llaman "elementare Verwandtschaft" o parentesco ele­mental), se pretende únicamente obtener puntos de vista nuevos, al dejar de considerar naturales los hechos lingüísticos que nos son más familiares (v. gr., los de la lengua materna, los de las lenguas aprendidas en la escuela). En lingüística, como en etnología (ba­sada también en el principio del parentesco elemental), los para­lelos no expUcan, sólo sirven para aclarar.

§ 62.—Los textos—hablados o escritos—son los únicos d a t o s de que es lícito partir para la determinación de la estructura fun­cional de un sistema Ungüístico.

Son textos exclusivamente escritos en nuestro caso concreto, por considerar un estado de lengua pretérito y por las condiciones materiales en que se nos ha transmitido el griego antiguo.

§ 63.—El e s t a d o d e l e n g u a del griego antiguo, cuyo sis tema de aspectos y tiempos verbales intentamos analizar, está repre­sentado por los textos escritos compuestos en una época que se ex­tiende d e s d e l o s p o e m a s h o m é r i c o s h a s t a ca. s. I l l antes de C. Unicamente, tratando de los valores aspectuales del tema de presente y del de aoristo (que, según se reconoce por todos, permanecen inalterados durante toda la Antigüedad), nos permi­timos, siempre de un modo esporádico, pasar el límite inferior propuesto.

§ 64.—Pero los textos, hablados o escritos, son datos de "pa­role", no presentan en su pureza los valores de los signos hngüís­ticos utilizados, sino que son producto de la realización de esos valores de "langue" en las condiciones particulares y concretas del contexto, de la situación, del momento psicológico del que habla o escribe. El sentido de un texto aparece como una totalidad con referencia directa a una realidad objetiva u objetivada (cf. § 68). De esa masa de sentido hay que obtener el valor de cada signo, el cual habrá recibido, a modo de adherencias, sentidos accesorios no pertenecientes a su significado. Hay, por consiguiente, que separar las nociones pertinentes, propias del significado de los signos, de las nociones no pertinentes producidas en la reahzación.

(') Vorlesungen I p. 5.

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§ 65.—La i n s u f i c i e n c i a d e l m é t o d o e m p í r i c o es manifiesta. Este método consiste en la confección de un inven­

tario de los diversos sentidos de cada forma gramatical, de los cuales se extrae por abstracción una definición general de su valor.

Sin descender a.la complejidad de las realizaciones, la natura­

leza privativa (o gradual­privativa) de las oposiciones morfológicas es incompatible con tal proceder, pues e l d o b l e v a l o r d e t o d o t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o n o p u e d e s e r c o m p r e n d i d o d e n t r o d e u n a d e f i n i c i ó n ú n i c a l o g r a d a p o r v í a e m p í r i c a . El ejemplo del aoristo ilus­

tra bien esta imposibilidad: ¿cómo armonizar el aoristo puntual έβασίλευσε 'llegó a ser rey', que es la negación de la duración, con el aoristo neutro έβασίλευσε τριάκοντα err¡ 'fué rey durante 30 años', que puede llevar un complemento de duración?

Por otra parte, en algunas posiciones de neutralización, sólo deductivamente puede establecerse el valor neutro o archivalor del archimorfema (cf. §§ 52­53), cuando se considera la estructura del sistema. Tal es el caso del presente de indicativo, cuyo valor aspectual neutro no ha sido nunca establecido por vía empírica.

Finalmente, notemos que la recogida empírica de los sentidos de las formas gramaticales, como no distingue entre nociones per­

tinentes y nociones no pertinentes (cuando se intenta esta distin­

ción, el criterio depende del arbitrio del investigador), no puede conducir a una definición exacta de los valores de dichas formas. Esto es, se opera con sentidos globales de "parole"; los valores de "langue" no se pueden captar inmediatamente. Como en cierta ocasión dice el mismo Meillet, en el examen de los textos "l'inter­

prétation prête à trop d'arbitraire" '. § 66.—El único método adecuado al objeto está, en realidad,

ya determinado por lo expuesto en el § 60: ha de ser e n p a r t e i n d u c t i v o y e n p a r t e d e d u c t i v o .

Por vía inductiva hay que analizar los sentidos de la "parole" tratando de separar cuantas nociones nO' pertinentes sea posible. De este modo se obtendrá un cierto­ número de nociones no suscep­

tibles de ulterior análisis. Utihzando esas nociones, se tratará de establecer la oposición

simple a la que pertenecen, cuyas leyes ya han sido deductivamente establecidas (§§ 33­47). El término caracterizado será aquella uni­

dad cuya significación es única. El término no caracterizado pre­

sentará un valor doble, que habrá necesariamente de explicarse en función del valor atribuido al término caracterizado, el cual cons­

tituye la noción básica de la oposición. Si las nociones aisladas por el procedimiento mencionado pre­

sentan todavía cierta complejidad, intuitivamente se fijará, a título de hipótesis, una estructura de relaciones entre los términos. La hi­

pótesis será tesis segura cuando dicha estructura permita explicar

( 1 ) MSL 23, 1929, p. 253.

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todas ]as nociones bien como valores propios de los signos (nocio­nes pertinentes), bien como realizaciones de esos valores (nociones no pertinentes) en la "parole".

Por otra parte, como ya señalamos en el § 65, sólo la estructura del sistema permitirá descubrir el valor neutro de las unidades del sistema que aparezcan en las posiciones de neutralización. La defi­nición empírica de este valor es imposible, ya que, precisamente por su carácter neutro, puede aparecer en la "parole" realizado con sentidos propios de todos los términos de la oposición.

En todo caso, el establecimiento de una estructura de oposi­ciones que explique todos los sentidos de las formas, bien como nociones pertinentes, bien como nociones no pertinentes, es el fin al que necesariamente debe llegar todo análisis auténticamente lingüístico del valor de las formas gramaticales.

§ 67.—La separación de las nociones no pertinentes puede, en efecto, realizarse inductivamente hasta un grado bastante avan­zado (§§ 67-70).

Una categoría morfológica se reaHza necesariamente, por defi­nición (§§ 25-26), en semantemas. L a s e p a r a c i ó n d e l a n o c i ó n p r o p i a d e l s e m a n t e m a del significado expre­sado por la categoría morfológica es absolutamente necesaria. Puesto que el valor del semantema permanece idéntico en todos los términos de una oposición o de un sistema de oposiciones, su análisis no es labor difícil. En pres. UvetaGat/aor. íxéoGat la noción de término final que aparece en los dos términos de la oposición es propia del semantema, que significa 'llegar' y es, por tanto, una noción no pertinente de la oposición aspectual. Similarmente en la oposición gradual-privativa de modo (cf. § 33) opt. Suvaí[A7)v/ subj. 8úvw(xai/ind. Sóva(jiai la noción de 'poder', que aparece en todos los términos, pertenece al semantema y no autoriza a atri­buir al subjuntivo, por ejemplo, un valor potencial.

§ 68.—La s i t u a c i ó n está constituida por el sentido global de la reaUdad objetiva a la que se refiere el contexto hngüístico. Ciertamente, el significado del signo lingüístico no es la realidad objetiva, sino la representación subjetiva de esa realidad, como claramente expuso Saussure. Pero ello no obsta para que sea cierto que el significado lingüístico se refiere siempre intencionalmente a una realidad externa (incluso en frases como tengo dolor de muelas o tengo mala memoria el contenido está objetivado ').

En esa masa de sentido global, amorfa, el hablante ordena, ar­ticula, selecciona nociones conforme a las posibilidades expresivas del sistema de lengua ' y conforme también a su interés, consciente

(') Vid. la plástica exposición de \V. Porzig, Das Wunde/ der Sprache, 1950, página 98 ss., 155 s.

O En la terminología de Hjelmslev, esa amorfa masa de sentido global es la "sustancia del contenido"; las nociones seleccionadas que cuentan con una expresión lingüística son ya "forma del contenido" (cf. § 44 n. 1). Natu­ralmente, esta conformación del significado depende del sistema de signos y,

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o inconsciente, por destacar determinadas facetas de esa realidad objetiva. Por ello, la misma situación objetiva encuentra expre­

siones lingüísticas diferentes, bien en lenguas diversas, bien en una misma lengua por obra de distintos individuos o incluso de un solo individuo.

En las concordancias de los Evangelios sinópticos pueden en­

contrarse abundantes ejemplos de este fenómeno a que nos refe­

rimos: una misma situación objetiva es expresada diversamente. Así NT Marcos 1,14 μετά δε το παραδοθηναι τόν Ίωάννην ήλθεν ó Ίησοϋς εις τήν Γαλιλαίαν Mateo 4, 12 άκουσας δέ δτι Ιωάννης παρεδόθη, άνεχώρησεν εις τήν Γαλιλαίαν. Con referencia al aspecto es intere­

sante Marcos 5, 12 καΐ παρεκάλεσαν (aor.) αυτόν λέγοντες · ττέμψον ήμας εις τούς χοίρους ~ Mateo 8, 31 oí δέ δαίμονες παρεκάλουν (impf.) αυτόν λέγοντες ' εί έκβάλλεις ή μας, απόστειλαν ήμδίς είς τήν άγέλην των χοίρων ~ Lucas 8, 32 καΐ παρεκάλεσαν (aor.) αυτόν ίνα έπιτρέψη αύτοϊς είς εκείνους είσελθεϊν. Interesante también es Marcos 11, 33 y Mateo 21, 27 καΐ άποκριθέντες τω Ίησοϋ λέγουσιν (εϊπαν Mateo) · ουκ οϊδαμεν ~ Lucas 20, 7 καΐ άπεκρίθησαν μή εΐδέναι πόθεν.

En esta selección que supone toda expresión lingüística, varias facetas del sentido global quedan fuera del significado de los sig­

nos utilizados, pero siguen perteneciendo a la masa global de sen­

tido de la situación, a la que intencionadamente se refiere la ex­

presión lingüística. Así es explicable la tendencia a atribuir al significado, lo que en realidad pertenece sólo a la realidad objetiva a la que se refiere el texto.

Un buen ejemplo de este peligro que señalamos nos lo ofrece A. Prévôt cuando atribuye al aoristo en ­ην un supuesto "valor de estado", que en realidad es un sentido procedente de la situación.

§ 69.—De este modo llegamos a comprender el fallo metodoló­

gico de F. Hartmann ', cuando intenta precisar los valores del ao­

risto y del imperfecto griegos mediante el cotejo de textos griegos con sus traducciones a otras lenguas (eslavas y griego moderno), que conocen oposiciones aspectuales en apariencia semejantes. En pri­

mer lugar, es ilícita la identificación aislada y aprioristica de cua­

lesquiera categorías gramaticales de dos lenguas distintas (§ 61). En segundo lugar, raras veces posee el traductor un sentido vivo de la lengua del original; lo común es que interprete las formas según teorías gramaticales aprendidas, que precisamente se trata de com­

probar. Por último—y esta razón es decisiva—, lo que el oyente o lector percibe en un texto dado es el sentido global de la realidad

por ello, es distinta en cada lengua. Vid. una cómoda exposición de estas ideas, en E. Alarcos Llorach, Gramática estructural (según la escuela de Copenhague), 1951, p. 19 ss. Una amplia exposición de la importancia de la lengua materna en la conformación misma de la representación subjetiva del mundo de la rea­lidad objetiva puede hallarse en J. L. Weisgerber, Das Gesetz der Sprache, 1951, pp. 20­76. Vid. sobre esta cuestión las interesantes experiencias en en­fermos afásicos parciales que refiere St. UUman, Words and their use, 1951, página 88 ss.

(·) KZ 19, 1920, p. 1 ss.

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objetiva a que se refiere. La articulación lingüística del sentido global es realizada dos veces: una por el autor del original, la otra por el traductor. Como son dos personas distintas y dos sistemas lingüísticos distintos, no pueden considerarse en principio idénti­cos ni los factores personales subjetivos ni los factores lingüísticos que, según vimos en el § 68, condicionan la conformación o articu­lación lingüística del sentido global de la situación. Siendo éste el mismo, el valor de las formas gramaticales empleadas puede ser—y es prácticamente—distinto.

Las traducciones empleadas por Hartmann no son excepción del principio metodológico de que una traducción no es guía seguro para establecer el valor de las formas. La admisión errónea por Hartmann ' de un imperfecto incoativo (cf. la discusión en § 124, 7.°) es una buena muestra de la ilegitimidad de este procedimiento.

§ 70.—La acción del f a c t o r p s i c o l ó g i c o reviste extra­ordinaria importancia en la realización de las categorías gramatica­les ' y debe ser considerada noción no pertinente la que resulte de la intervención de este factor.

Es importante subrayar que el factor psicológico que tomamos aquí en consideración afecta al contenido del signo, que, en cuanto noción que es, está sometido a las leyes lógico-psicológicas que rigen los conceptos en general.

El ejemplo más claro y a la vez más importante de acción de lo psicológico en la realización de los valores de "langue", lo tenemos en el caso del, tiempo presente: presente es no sólo lo realmente presente en el acto de la palabra, sino lo psicológicamente repre­sentado al "yo" como presente, aunque en la realidad externa sea futuro o pretérito. Este uso amplio del presente no refleja, por con­siguiente, nociones pertinentes del presente en el sistema de la "langue". Otro ejemplo: en época prehistórica, por una concepción animista de la Naturaleza, el hombre de lengua indoeuropea consi­deró subjetivamente como animados objetos que no lo eran y, en consecuencia, aplicó el género gramatical animado a ese tipo de objetos' .

( 1 ) Ibidem p. 7. {') La influencia del factor psicológico ha sido, sobre todo, considerada

hasta ahora en su plano formal y mecánico para explicar, v. gr., la asimilación, la atracción, la contaminación.

(') La falta de la debida distinción entre sistema de la "langue" y acción del factor psicológico ha sido la causa de una importante discusión, mal plan­teada. K. Brugmann y otros rechazan esta explicación animista de J. Grimm del uso del género animado para designar objetos realmente inanimados, invo­cando el principio neogramático de que el lenguaje ha estado desde antiguo sometido a las mismas leyes que hoy le rigen; de modo que, según esto, es lícito partir de lo actual conocido para explicar o aclarar lo pasado desconocido. Como, según Brugmann, este fenómeno de la animación no se da en nues­tros días, la explicación de Grimm es inadmisible. Wackernagel, Vorlesungen II p. 41, que defiende la interpretación de Grimm, considera falso el principio neogramático. En realidad, ambas posiciones son falsas. El fenómeno lingüís­tico disentido no afecta a la "langue" en cuanto tal, sino que resulta de su rea-

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§ 71.—Insistiendo en las ideas que terminamos de exponer y aportando alguna más, es oportuno presentar aquí sistemáticamente l a s u b j e t i v i d a d e s e n c i a l d e l a e x p r e s i ó n l i n ­g ü i s t i c a , que se olvida frecuentemente en la interpretación gramatical de un texto.

Hay que considerar una escala de 4 grados: 1 ." grado; Realidad objetiva (externa u objetivada). 2.° grado. Representación subjetiva de esa realidad objetiva.

En ese grado la realidad puede haber sido ya deformada (factor psicológico § 70). Esta representación subjetiva posee la "intencio-naUdad hacia el objeto" ("gegenstandhche Gerichtetheit") propia de toda vivencia psíquica (cf. § 68).

3 . " grado. Selección, subjetiva también, de los elementos de ese conjunto informe de sentido cuya expresión interesa, de acuerdo con las posibilidades expresivas de la lengua (ejemplo: de una acción que posee una duración sensible en el grado 2.°, interesa sólo la no­tación del punto final o del inicial).

4.° grado. Incluso características de la realidad objetiva refle­jadas en la representación subjetiva y para las que existe una ex­presión lingüística, no son notadas cuando, su notación expresa no interesa al hablante por razones subjetivas conscientes o incons­cientes (caso general del valor neutro del término no caracterizado de una oposición privativa) '.

§ 72.—Las consideraciones expuestas nos permiten enjuiciar los puntos de vista de otros autores sobre el debatido problema del as­pecto y del tiempo en griego antiguo.

Puesto que el significado del signo lingüístico es siempre de na­turaleza subjetiva (§§ 68, 71), c a r e c e d e i n t e r é s l a c u e s ­t i ó n d e l m a y o r o m e n o r g r a d o d e s u b j e t i v i d a d d e l a n o c i ó n b á s i c a d e u n a o p o s i c i ó n m o r f o l ó ­g i c a .

Generalmente se considera que la noción del tiempo gramatical es de índole eminentemente subjetiva, porque expresa, no caracte­rísticas de la acción verbal, sino la posición del "yo" con respecto a la acción verbal en la línea del continuo fluir de los fenómenos: la noción del tiempo nace de la memoria y de la reflexión. Por el con­trario, el aspecto sería de naturaleza objetiva, ya que describe el

lización psicológica. El postulado neogramático es perfectamente sostenible en el terreno estrictamente lingüístico, esto es, en las leyes que regulan la estruc­tura interna del sistema de signos de la "langue". Las condiciones psicológicas concretas en que se realiza el significado de un signo son un hecho de "pa­role", que puede ser un factor psicológico con validez general para toda la es­pecie humana o susceptible de variar según las épocas, los grupos sociales y los individuos.

(») Cf. ya A. Debrunner, Gioita 11, 1921, p. 16 s.: "eine Form drückt nicht aus, was ist, sondern was der Sprechende will". Nuestra escala es más mati­zada: entre la realidad externa ( = "was ist") y lo que quiere expresar el que habla o escribe (3.° y 4.° grados) está la representación subjetiva de la reali­dad (2.° grado).

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proceso verbal en sí (?), sin fijar la posición del hablante respecto a é P .

§ 73.—No obstante, H. Jacobsohn ' ha creído necesario distin­

guir entre valores verbales "objetivos", como el iterativo, el inten­

sivo, el causativo, designados con el término de "Aktionsarten", que expresarían características reales de la acción verbal, y valores "subjetivos", como el "perfectivo" (tema de aoristo) y el "imper­

fectivo" o durativo (tema de presente), designados con el término de "Aspekte", donde se expresa cómo el hablante considera el des­

arrollo de la acción. En realidad, en la oposición que establece Jacobsohn se trata sólo de una diferencia en el grado de subjetivi­

dad, ya que la expresión de la "Aktionsart", o manera de desarro­

llarse un proceso, depende de la visión subjetiva de ese proceso; por ejemplo, el iterativo (que es una "Aktionsart") no es sino una modahdad del durativo (que es un "Aspekt"), como veremos § 143. Así se comprende que el intento de J. Brunei" de establecer, des­

arrollando ideas de Jacobsohn, el carácter objetivo o subjetivo de las categorías aspectuales griegas, está desviado por principio del verdadero objeto de la investigación gramatical, lo que no es obs­

táculo para que contenga en el detalle ideas dignas de atención. § 74.—La distinción entre valores "objetivos" y "subjetivos"

se comphca frecuentemente por la intervención de otros factores de perturbación.

J. Humbert *, desorientado por lo que es el empleo subjetivo de toda oposición gramatical con noción básica de naturaleza semán­

tica (se nota una característica real cuando hay interés en ello), piensa que el aspecto es de naturaleza subjetiva y en contraposi­

ción afirma el carácter objetivo del tiempo gramatical. Incluso en el aspecto, Humbert opone la subjetividad mayor de los temas de perfecto y de presente a la objetividad relativa del tema de aoristo (que, como veremos, en cuanto término no caracterizado nota la acción en sí, sin interesarse subjetivamente en su desarrollo).

En cierto sentido, Humbert tiene un precedente en E. Her­

mann que, desconociendo la doble función de todo término no caracterizado, llega a establecer dos tipos de oposición de valores dentro de una sola oposición formal ·. En el contraste impf. έβασί­

λευε 'reinaba'/aor. έβασίλευσε δώδεκα έτη 'reinó 12 años', el aoristo,

( 1 ) Cf., V . gr., j . Vendryes, BSL 42, 1946, fase. 2, p. 85. (*) Gnomon 2, 1926, p. 379 s. (recensión de las Vorlesungen de Wacker­

nagel). La distinción de Jacobsohn es seguida por W. Porzig, IF 45,1927, p. 152 ss., y a propósito del verbo checo, por E. Seidel, TCLP 6, 1936, p. 111 ss.

(») "L'aspect et l'ordre de procès en grec" BSL 42, 1946, p. 43 ss. Brunei traduce "Aktionsart" por "ordre de procès".

(*) Syntaxe grecque, 1945, p. 109 s. (') IF 45, 1927, p. 207 ss. Esta misma distinción había sido ya hecha en

1908 por el lingüista sueco S. Agrell en un estudio del verbo polaco (cf. E. Ko­schmieder KZ 55, 1928, p. 280 s.).

(·) Lo cual es ya un error metódico; según establecimos § 19, no pueden corresponder a una misma oposición en el plano del significante dos o más oposiciones en el plano del significado.

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según Hermann, insiste en que la acción está concluida, es "com­

plexiva" (cf. nuestra crítica en § 112, 2.°), en tanto que el imper­

fecto presenta la acción en su desarrollo como "cursiva": esta dis­

tinción es para Hermann "subjetiva", puesto que no depende de la realidad externa, que es una misma, sino de la concepción del que habla. Por el contrario, en impf. έβασίλευε 'reinaba' aor. έβίχσί­

λευσε δ.ετη 'reinó etc.'/aor. έβασίλευσε 'comenzó a reinar', 'llegó a ser rey' ("nichtdurative Aktionsart"), la distinción es "objetiva", por­

que se basa en una diferencia real de la acción. § 75.—En resumen, hay discrepancia manifiesta en cuanto a

definir el aspecto como subjetivo o como objetivo. Además, den­

tro del aspecto, que Jacobsohn califica de "subjetivo", Humbert y Hermann distinguen entre valores "objetivos" y "subjetivos" pero de tal modo que lo que para uno es "objetivo", para otro es "subjetivo". Este desacuerdo procede de la naturaleza subjetiva, sin valor científico, de estas distinciones. La noción básica de na­

turaleza semántica de una oposición gramatical es s i e m p r e s u b j e t i v a : su estudio interesa no en sí, sino en cuanto que esa noción va asociada a un significante para formar un signo *.

* * *

§ 76.—Lo que en una monografía más reciente entiende Her­

m a n ' por análisis estructural es algo totalmente diferente de lo que nosotros hemos esbozado. Como se puede ver a lo largo de toda ella y especialmente en la formulación explícita *, para Her­

mann el análisis estructural es una parte de la lingüística sincró­

nica, cuyo objeto es separar las categorías lingüísticas de los fenó­

menos lingüísticos que no forman categorías ("nichtkategoriale Spracherscheinungen"). Precisando más: Hermann distingue lo con­

dicionado por el factor psicológico y por el contexto ("syntaktisch")

( ) Por lo dicho está claro que las distinciones de Jacobsohn y de Hermann no son equivalentes. De ahí que no se comprenda por qué Hermann, Nachrichten Göttingen, phil.­hist Kl., 1933, p. 470 n. 1, se adhiera a Jacobsohn y sustituya su propia terminología por la de éste.

(') Venimos así a coincidir con J. L. Weisgerber, Das Gesetz der Sprache, 1951, p. 67, que subraya el carácter siempre subjetivo de tiempos y aspectos. F. R. Adrados, Estudios Clásicos 1, 1950, p. 16, señala también la inutilidad de estas distinciones. Opina que el aoristo es objetivo, aunque no siempre, dentro del "Aspekt" subjetivo de Jacobsohn, y que en las "Aktionsarten" "matices como los estudiados por Meillet, etc., son a veces claramente subjeti­vos".. J. Holt, Études, p. 34, prefiere hablar de "aspect flexionnel" (presente, aoristo, perfecto) y de "aspect dérivatif" {ta/a, pií[i\(a, ­oxtû): "Ce sera plus prudent que d'employer les termes de M. E. Hermann, à savoir aspect sub­jectif = aspect flexionnel, et aspect objectif = aspect dérivatif; car ces termes ont l'inconvénient d'indiquer des significations, tandis que nos termes relèvent de la forme seulement." Señalemos que, en realidad, la distinción formal de Holt se corresponde, no con la de Hermann, sino con la de Jacobsohn.

(') "Die altgriechischen Tempora. Ein strukturanalytischer Versuch" Nach­richten Göttingen, phil.­hist. Kl., 1943, p. 583­649.

{*) P. 648.

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de lo que propiamente pertenece al valor de la categoria ("katego-rial"). Realizada esta distinción, Hermann, en un plano abstracto, casi lógico, y apoyándose en el significado de semantemas del alemán, establece sutilmente unas categorías con validez general por encima de la diversidad lingüística, clasificadas según 6 puntos de vista: 1 modo de relación o "Verhaltnisart" (que comprende las categorías de acción-proceso-estado), 2 tiempo o "Zeit" (presente-pretérito-futuro), 3 tiempo relativo o "relative Zeitangabe" (simultaneidad-anterioridad-posterioridad), 4 aspecto o "Zeitdauerart" ("durativum-terminativum - zirkuitivum - momentativum - punktativum - koinzidi-vum"), 5 representación o "Schau" (completa-en desarrollo-en vi­vencia), 6 modo de acontecer o "Geschehnisart" (caso concreto-caso absoluto: repetido, posible, general). Sobre este esquema aprioristico trata Hermann de interpretar los valores de los temas "temporales" del verbo griego, asignando cada semantema y cada forma grama­tical a una categoría y admitiendo, por causa de su empleo, el paso de una categoría a otra. Finalmente da Hermann una interesante interpretación histórica del presente histórico y del aoristo gnómico.

Falta, por consiguiente; al estudio de Hermann el concepto bá­sico de todo análisis estructural: la concepción de la estructura de una lengua determinada como un sistema de oposiciones. Las cate­gorías de Hermann son categorías lógicas o psicológicas, justifica­das en sí mismas, de validez universal y establecidas sin considera­ción de la forma gramatical. Hermann no separa tampoco el signifi­cado del semantema, que es un fenómeno de vocabulario, no gra­matical, perteneciente a la "parole", por cuanto que interviene sólo en la realización concreta de las categorías gramaticales. La "pa­role", en efecto, como realización de la "langue", no puede redu­cirse al contexto ni a la intervención del factor psicológico. Seña­lemos también que Hermann trata de encajar los hechos de una lengua, el griego, en un esquema de definiciones establecido por medio de consideraciones lógicopsicológicas en el estudio de la gra­mática y, sobre todo, del vocabulario de otra, el alemán, a pesar de que en algunas ocasiones pretende no tener olvidado el princi­pio metódico que lo prohibe . Es inadmisible, además, que cada forma verbal pertenezca simultáneamente a varias categorías de una misma serie y que, en el plano sincrónico, las categorías esta­blecidas confundan sus valores: si tal confusión existe, las catego­rías no tienen existencia real en la lengua.

§ 77.—Aún más difiere de nuestro concepto de análisis estruc­tural el método ideado por G. Guillaume para el estudio del sis­tema verbal del griego y del latín ». Guillaume hace de su estudio

O El método de Hermann en este punto está bien caracterizado, p. 606: "Bei der Ähnlichkeit des Nhd. mit dem Agr. haben wir zu erwarten, dass wir auch hier die 6 Zeitdauerklassen antreffen mit dem Wechsel der Zeitdauerart in syntaktischen Verbindungen."

(') G. Guillaume, L'architecture du temps dans les langues classiques, 1945, que es un desarrollo de las páginas consagradas al sistema verbal del griego y

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estructural un análisis psicológico introspectivo de las nociones hasta llegar a las capas profundas del pensamiento ("la pensée pen­sante"), donde, según este autor, el lingüista habrá de descubrir el sistema lingüístico, concebido por Guillaume como un complicado y abstracto sistema de relaciones lógicas y psicológicas. Este aná­lisis introspectivo de estructuras psicológicas es acaso posible en una lengua viva o, mejor, en la lengua materna. Pero su justifi­cación es muy dudosa cuando se opera con una lengua muerta. Por lo demás, un sistema lógico o psicológico de nociones no es un sistema lingüístico, que tiene sus leyes propias.

Esto no quiere decir que consideremos inútil el análisis lógico o psicológico de una noción lingüística (vid., v. gr., §§ 156, 180 sobre la noción de tiempo presente). Pero la lingüística no se puede re­ducir a lógica ni a psicología (que no son ciencias semiológicas). Este es el error básico de los trabajos de Guillaume y también el de un conocido estudio de E. Koschmieder basado en la "Denkpsy-chologie" de Honigswald.

del latín en su monografía anterior, Temps et verbe, 1929. Una breve exposición de conjunto de lo que Guillaume entiende por análisis estructural puede verse en su opúsculo redente La langue est-elle ou n'est-elle pas un système?= Cahiers de linguistique structurale n° 1, Université de Lavai, Quebec 1952.

(') E. Koschmieder, Zeitbezug und Sprache. Ein Beitrag zur Aspekt- und Tempusfrage, 1929. Cf. la excelente reseña de A. Debrunner, / F 48, 1930, p. 89 ss.

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CAPITULO III

LA OPOSICIÓN A S P E C T U A L P E R F E C T O / P R E S E N T E - A O R I S T O

§ 78.—De entre los temas de perfecto, presente y aoristo, sólo el significado del primero parece no ofrecer duda a los tratadistas, que están de acuerdo en su definición: el perfecto expresaría el estado resultante de una acción anterior. Así TéGvy¡xe 'está muerto', StTTif¡xa 'estoy de pie', TO7toÍ7¡xa 'tengo hecho' (y está hecho), xéxTVjfiai

'tengo adquirido' ( = 'poseo'). Esta nitidez del sentido del perfecto invita a operar con la hipó­

tesis de que dicho sentido de estado resultante, que le es atribuido empíricamente, es en reaUdad el valor propio del tema de perfecto en el sistema de la "langue" y de que, por otra parte, en virtud de su unidad de sentido, el perfecto es el término caracterizado de una oposición que precisamente tratamos de establecer.

§ 79.—Utilizando la representación gráfica lineal del tiempo real (que avanza de izquierda a derecha en el sentido de la flecha)

A > B

se considera que el perfecto "normal" (cf. § 86) expresa el estado c resultante de la acción AB o, dicho de otro modo, el estado c pos­terior al punto B (final) de la acción AB.

Si el perfecto es un término caracterizado, el término no carac­terizado expresará la acción AB en sí, no el estado resultante de dicha acción, sin que en esta oposición se considere la continuidad del desarrollo o sólo un momento de djcha acción. Resulta que a l p e r f e c t o , c o m o t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o , s e o p o n e e l b l o q u e p r e s e n t e - a o r i s t o , c o m o t é r ­m i n o n o c a r a c t e r i z a d o . El tema de presente y el de aoristo expresan ambos, en efecto, la acción en sí. A perf. TeOvávaí

'estar muerto' se oponen juntamente pres. 6v^axeiv y aor. Oocveív 'mo­rir'; a perf. écTTávaí 'estar de pie' se oponen pres. faTaoOat y aor. «rt^vaí

'ponerse de pie'; a perf. TtsTcoiiQxévat 'tener hecho' se oponen pres. ucisív y aor. -¡lovffM 'hacer'; a perf. xexTY)ceai 'tener adqui­rido' ( = 'poseer') se oponen pres. XTÓcaGai y aor. xTrjaaoGai 'adquirir'.

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Coincidimos, pues, con Meillet ·, que, seguido por toda la escuela francesa, opone el perfecto al conjunto presente­aoristo.

§ 80.—Si esta interpretación funcional es exacta, el término no caracterizado presente­aoristo debe presentar también el valor neu­

tro, que, por expresar la indiferencia a la noción de perfecto, per­

mite que presente y aoristo sean empleados donde objetivamente el uso del perfecto tendría una justificación positiva.

Existe, efectivamente, un empleo de praesens pro perfecto Muy claro es el sentido de perfecto en E 472 "Βκτορ, πη δή τοι μένος ο ϊ χ ε τ α ι ('se te ha ido, está ausente'), δ πρίν έχεσκες; (téngase en cuenta que en Homero no existe el presente histórico), Heró­

doto IV 190 θάπτουσι τούς α π ο θ ν ή σ κ ο ν τ α ς ('a los muer­

tos') oí νομάδες κατάπερ οί "Ελληνες, Jenofonte Mem. I l i 5,26 τί δέ; εκείνο άκήκοας δτι κτλ. :: τοϋτό γ',Ιφη, α κ ο ύ ω ( ~ άκήκοα Ίο tengo oído'), Hell. ι 1,27 ήγγέλθη . . . δτι φεύγοιεν ('estaban desterrados') υπό δήμου, Eurípides Heracl. 381 s. ώ παϊ, τί μοι σύννοιαν δμμασιν φέρων ήκεις; νέον τι πολεμίων λέξεις τιέρι; μέλλουσιν ή πάρεισιν ή τί π υ ν θ ά ν η ('sabes' por haberte informado). Lo mismo en el impf. de Jenofonte Anab. V 3,7 έπει δ'Ιφευγεν ('estaba desterrado') ó Ξενοφών. Muy elocuente es la frase final de Jenofonte Hell. έμοί μέν δή μέχρι τούτου γ ρ α φ έ σ θ ω ' τα δέ μετά ταϋτα ίσως άλλω μελήσει, donde se ha propuesto innecesariamente la enmie"hda γεγράφθω ».

Empleos de aor. pro perfecto son mucho más difíciles de iden­

tificar con seguridad, debido a que, por expresar el aoristo de in­

dicativo una acción pretérita, la noción de estado resultante puede proceder muchas veces de la situación, sin ser expresada por la forma. Esta es la razón por la cual no pueden admitirse como aoris­

tos de este tipo ni Tucídides I 1,1 Θουκυδίδης ξυνέγραψε τον τιόλεμον κτλ., ni Carmina popularía 32,1 DiehU ήλθ', ήλθε χελιδών *, como tampoco es un ejemplo seguro, a pesar del paralehsmo, γ 93 ss. εϊ που δπωπας (perf. de estado resultante: 'tienes visto') όφθαλμοϊσι τεοϊσιν ή άλλου μϋθον άκουσας πλαζομένου ('oíste' como aoristo). Por consi­

guiente, ningún aoristo de indicativo indicando una acción pretérita de la que por la situación pueda inferirse un estado resultante pre­

sente, puede ser considerado ejemplo admisible de aor. pro perfecto Ejemplo seguro de aoristo empleado como perfecto en indicativo es Tucídides V 5,1 έγένετο Μεσσήνη Λοκρών τινα χρόνον 'Mesina fué de los locros durante algún tiempo', donde el complemento de du­

(·) A. Meillet, Aperçu d'une histoire de la langue grecque , (citado en ade­lante Aperçu) p. 37. Ci. también F. R. Adrados, Estudios Clásicos 1, 1950, p. 22.

(') Una amplia descripción de este uso en E. Schwyzer, Griechische Gram­matik (citado en adelante Gr. Gram.) II, 1950, p. 275 s.

(') Algunos de los ejemplos citados en Schwyzer, loe. cit., son inadmisibles: άδιχέω 'soy injusto' ('bin in Unrecht') es un denominativo de άδικος (άδιχέω : 'Αδικός είμι' ;: φιλέω :' 'φίλος «ΙμΙ'); Sófocles El. 347 ήτις λέγες μέν άρτίως ώς κτλ. es una especie de presente histórico, como demuestra άρτιως. Es decir, sólo son seguros aquellos ejemplos en los cuales está excluida la noción de pre­térito, de la cual, por la situación, pueda inferirse un estado resultante presente.

(«) Dados por J. Holt, Études p. 33 s.

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ración no se aplica a la acción γενέσθαι 'llegar a ser, devenir', sino al estado resultante γεγονέναι 'ser': este estado resultante no per­

tenece al presente, sino al pretérito. En participio, δ 552 s. ζωος . . . ήέ θανών' vivo o muerto' (cf. Heródoto IV 14,3 οδτε τεθνεώτα οΰτε ζώντα).

§ 81.—Es importante subrayar que el perfecto no significa el cese de la acción, sino la acción verbal después de su término. Esto es, mientras el perfecto conserva su valor aspectual, τέθνηκε no significa 'ya no muere, ha cesado de morir', sino 'está muerto', κέκτηται no 'ya no adquiere, ha cesado de adquirir', sino 'tiene adquirido, posee'.

§ 82.—Son nociones no pertinentes el que el estado resultante sea inherente al sujeto o al objeto ("Subjektsresultativum" y "Objektsresultativum", respectivamente, en la precisa terminología de Debrunner'). En época posthomérica, tanto κέκτημαι 'tengo ad­

quirido, poseo', τετοκυϊα 'la que ha parido y está en el lecho, es ma­

dre', como πέποίηκα άσκόν 'tengo hecho un odre' ( ~ ασκός πεποίηται) tienen un mismo valor aspectual de estado resultante.

§ 83.—Algunos autores ' asignan al perfecto un valor durativo, considerando que el estado resultante expresado por el perfecto es un estado que dura. En reaUdad, ese sentido de duración procede de la situación (el resultado de una acción, incluso momentánea, generalmente tiene una duración real): es una noción no pertinente del valor aspectual del perfecto. Una cosa es que el estado expresado por el perfecto tenga de ordinario una duración en la realidad obje­

tiva e incluso en la representación subjetiva de esa realidad (gra­

dos 1.° y 2.°, § 71) y otra cosa es que la forma insista en la dura­

ción de ese estado. Si el valor del perfecto fuera la notación del estado resultante en su duración, sería necesario que existiese otra unidad en el sistema cuyo significado fuese la expresión del estado resultante sin duración, momentáneo, ya que en la lengua no exis­

ten categorías independientes, sino solamente oposiciones. Es ima­

ginable, en efecto, la existencia de una forma para expresar, verbi­

gracia, que el resultado de la acción de ϊστασθαι στηναι 'ponerse de pie' sólo duró un momento: 'estar un momento de pie'. Ahora bien, tal forma no existe en el sistema del verbo griego. E l p e r f e c t o e s i n d i f e r e n t e a l a e x p r e s i ó n d e l a d u r a c i ó n . En la oposición aspectual perfecto/presente­aoristo no hay consi­

deración ninguna de la duración ni en el estado resultante », ni en la acción de la que resulta ese estado *. Ello confirma la estruc­

tura de la oposición que hemos postulado: al perfecto se opone el archivalor de la oposición presente­aoristo, neutro (como todo ar­

chivalor) respecto a la consideración de la duración o de la mo­

mentaneidad (cf. § 45).

( 1 ) A. Debrunnei, IF 46, 1928, p. 290. (») G. Herbig, IF 6, 1896, p. 174, E. Hermann, Nachrichten Göttingen,

phil.­hist. Kl., 1943, p. 590, Schwyzer, Gr. Grant. II p. 252. (») Cf. J. Holt, Etudes p. 28. (•) Cf. J. Brunei, BSL 45, 1946, p. 56.

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§ 84.—J. Holt / , operando con el valor de estado resultante atri­

buido comúnmen^íe al perfecto y considerando los valores exten­

sionales de los tres temas de perfecto, presente y aoristo (cf. p. 24, η. 1), llega a la conclusión de que el perfecto es el término positivo del sistema ternario que establece a priori y cuyos términos trata de identificar.

Pero Holt se equivoca en la interpretación de la noción básica del sistema, expresada positivamente por el perfecto. Por un saüus mortalis e introduciendo como elemento de juicio la definición del perfecto como συντελικός "avec achèvement", procedente de la Antigüedad, Holt se contradice al definir que "la notion de l'aspect est l'indication du terme et du non terme d'un procès", pues el perfecto no indica el término del proceso, sino, como el mismo Holt ha definido antes, el estado resultante de un proceso anterior. El salto es bien visible en este pasaje "par l'aspect du parfait le procès est regardé après son terme, par celui du présent [que Holt hace término negativo] il est considéré avant son terme, ou plus précisément: l'aspect du parfait désigne le procès avec son terme celui du présent sans son terme *". H a y que objetar a Holt que "après son terme" no es equivalente a "avec son terme" y que "avant son terme", que supone la existencia de un término, no es tampoco equivalente a "sans son terme". Una acción verbal puede ser considerada antes de terminada en su mismo término final (caso del aoristo finitivo, § 129). Por otra parte, no siempre el término de un contenido verbal se sitúa al final: hay también términos ini­

ciales (§ 102). Holt, por consiguiente, al precisar su definición, la transforma por completo.

§ 85.—El llamado uso "enfático" o "pregnante" del pluscuam­

perfecto », que presenta un acontecimiento del pretérito como ya terminado en el mismo pretérito, considerándolo en su resultado, es un empleo no pertinente del tema de perfecto, producto de una realización psicológica en la "parole" del valor aspectual de estado resultante: por necesidades expresivas de orden estilístico se con­

cibe una acción verbal como ya acabada. Así Tucídides IV 47,1 ώς Sé . . . ελήφθησαν, έ λ έ λ υ ν τ ό τε αί σπονδαΐ ('en seguida estuvo rota la tregua') καΐ τοϊς Κερκυραίοις παρεδίδοντο oí πάντες, Jeno­

fonte Hell. VII 2,9 έπεί δ'άπαξ ήρξαντο ύπείκειν, ταχύ δή πασα ή ακρό­

πολις Ιρημος των πολεμίων έ γ ε γ έ ν η τ ο 'una vez que iniciaron la retirada, rápidamente la acrópolis entera quedó desierta de enemigos', Κ 188 s. πεδίονδε γαρ αίεί τ ε τ ρ ά φ α θ ' όππότ'έπΐ Τρώων άΐοιεν ιόντων 'pues en cuanto oían pasos de troyanos, ya estaban vueltos hacia la llanura'.

Este empleo no es, sin embargo, exclusivo del pluscuamperfecto.

( 1 ) Études p. 28 ss. ( ) P. 31. ( ) Hasta aquí subrayado por mí. (·) Subrayado por Holt. (') Material en Schwyzer, Gr. Gram. II p. 288 s.

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Un ejemplo muy claro de infinitivo perfecto enfático es Platón Apol. 30 B­C ή άφίετέ με ή μή, ώς έμοϋ ουκ αν ποιήσαντος αλλα, ούδ'εί μέλλω πολλάκις τ ε θ ν ά ν α ι 'aunque yo haya de morir muchas veces' (hteralmente 'aunque yo haya de estar muerto muchas veces'). También Β 257 άλλ' έ'κ τοι έρέω, τό δε και τετελεσμένον ίσται 'y esto se cumplirá' (hteralmente 'y esto quedará cumplido').

En el indicativo perfecto el uso existe igualmente: O 128 μαι­

νόμενε φρένας ήλέ, διέφθορας 'muerto estás', Aristófanes Lys. 859 εϊρηκ'εύθέως 'al punto mi discurso está terminado'. Se trata de acciones que, expresivamente, son presentadas como terminadas en el tiempo presente. No es una realización del perfecto en la línea del tiempo ', sino en el aspecto ».

§ 86.—La noción de "consideración de la acción verbal después de su término" que hemos considerado como valor aspectual del perfecto es solamente provisional en tanto que no exaniinemos los perfectos del tipo δέδορκα, γέγηθα, cuyo sentido en nada parece diferir del de los respectivos presentes δέρκομαι 'yo miro, tengo tal o cual mirada", γηθέω 'estoy alegre'.

Hasta ahora se han considerado como tipo "normal" los perfectos como τέθνηκε 'está muerto', κέκτηται 'tiene adquirido, posee', que de­

signan un estado resultante de una acción ( = acción después de su término final). En cuanto a los perfectos del tipo δέδορκα, γέγηθα, o se ha dado de ellos una interpretación que tiende a reducirlos al tipo "normal", o han sido considerados como un tipo "anómalo".

De estos perfectos "con sentido de presente" la mayoría de los ejemplos aparecen en el perfecto de indicativo. El fenómeno afecta no al tiempo, sino al aspecto. Situándonos fuera del tiempo, esto es, en formas que no expresan el tiempo gramatical, como el infinitivo o el participio (δεδορκώς, κεκριγώς, λεληκώς), la correspon­

dencia de sentido con el tema de presente subsiste. Pero no hay entre ambos una equivalencia completa, ya que las formas en cuestión del tema de presente significan precisamente la acción verbal considerada en su duración, noción ésta a la que es indife­

rente el tema de perfecto, según vimos § 83 y ha de ser considerado válido para todos los perfectos.

Por ello es más exacto hablar de un tipo especial de perfecto^ que no expresan el estado resultante de una acción, sino la acción misma o, mejor, el contenido verbal del semantema considerado en sí. Por comodidad, llamamos a este tipo "anómalo".

§ 87.—Las explicaciones que han tendido a reducir este tipo "anómalo" al tipo "normal" de estado resultante no son, en nin­

gún modo, satisfactorias.

(») "Futurisch" en Schwyzer, Gr. Gram. 11 p. 207. (") Wackernagel. Vorlesungen I p. 170. (») Estos perfectos "con sentido de presente" constituyen el primer grupo

de los cinco establecidos en el perfecto por J. Wackernagel, Studien zum grie­chischen Perfektum, 1904, p. 4. Seguimos la descripción de sus Vorlesungen, I p. 166 ss.

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Brugmann­Thumb S que citan ejemplos como οΐδα (un perfecto claro del tipo "normal"), sólo tratan, en realidad, de δέδοικα, γέγηθα y άλάλημαι. Γέγηθα es interpretado 'he entrado en alegría y ahora estoy alegre' lo que ciertamente es artificioso, pues γηθεϊν no sig­

nifica 'ponerse alegre', sino 'estar alegre'. Pero es el caso que άλά­

λημαι se resiste a ana interpretación semejante, por lo cual Brug­

mann­Thumb se ven obUgados a conceder que puede quedar sólo el sentido de estado», en cuyo caso resulta que el perfecto "anó­

malo'' no se reduce totalmente al tipo "normal". P. Chantraine * niega que estos perfectos tengan nada de espe­

cial, porque, al igual que todos, indican el estado, teáis que cierta­

mente puede ponerse en duda (βεβηκώς, άλάλημαι, cf. § 100) y que en todo caso no elimina la diferencia existente entre uno y otro tipo, pues el estado es posterior al término final de la acción en el tipo "normal" y anterior a ese término en el tipo "anómalo".

Holt » utihza material de diverso valor: v. gr., δττηκα y οΐδα son perfectos del tipo "normal". Para el tipo "anómalo", representado en la exposición de Holt por βέβρυχε, κέκραγε, δδωδε, γέγηθε, la interpre­

tación de este autor es similar a la de Brugmann­Thumb, si bien operando con algún elemento nuevo: "Ces verbes ont un sens mo­

mentané; c'est pourquoi leur thème de présent est assez rarement employé, tandis que l'aoriste se trouve plus fréquemment. Au pré­

sent le procès de faire un cri ou un mugissement désigne qu'on fait un seul cri ou un seul mugissement, mais pour indiquer le cri ou le mugissement continu il faut s'exprimer par une forme désignant qu'on s'est mis à crier ou à mugir et qu'on reste dans cet état; c'est précisément le thème de parfait qui présente cette indication." Contra Holt puede formularse la misma objeción que hicimos a Brugmann­Thumb: estos semantemas verbales no significan 'po­

nerse a gritar', etc. ("se mettre à crier, etc."), sino simplemente 'gritar', etc. Por otra parte, ni los textos permiten admitir un sen­

tido puntual para βρυχάομαι, δζω, γηθέω, ni dicho sentido es posible como valor del presente de indicativo (cf. §'180) ni de ninguna otra forma del tema de presente, cuyo valor durativo excluye precisa­

mente el valor puntual que le atribuye Holt ·.

(>) Griechische Grammatik^ 1913 (en adelante citada Gr. Gram.), p, 550 s., siguiendo con B. Delbrück, Vergleichende Syntax der indogermanischen Spra­chen, 1893­1900 (citada en adelante Vergi. Synt.), II, 172 s., a Kohlmann.

(») "Ich bin in freudige Erregung geraten und freue mich nun." (») "Dass schliesslich das Zuständliche allein übrig bleiben kann, zeigt

hom. aXáXiQ¡ii.ai 'ich treibe mich umher, bin auf der' Walze'." (•) Histoire du parfait grec, 1927 (citado en adelante Parfait) p. 16 s.,

cf. p. 11, 146. (») Études p. 29. (8) E. Hermann, Nachrichten Göttingen, phil.­hist. Kl., 1943, p. 619 ss.,

aceptando la explicación histórica a que aludimos § 88, da una interpretación estática que tiende a reducir todos a perfectos "normales" de estado resultante. Basándose en que la mayoría de los perfectos de este tipo carecen de tema de presente, como ­RÉÔRJTIA, o de tema de aoristo, como ÍOXTZCÍ. Hermann cree que en el primer caso es expresado el estado resultante de un aoristo ingre­

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La conclusión de este examen crítico es que e l p e r f e c t o " a n ó m a l o " es i r r e d u c t i b l e a l p e r f e c t o " n o r m a l " .

§ 88.—Los lingüistas que admiten la existencia aparte del tipo "anómalo" de perfectos le asignan un valor intensivo o iterativo, según los casos, y buscan una justificación histórica de ese valor, que sería el valor originario de la reduphcación \

En el plano puramente sincrónico en que nos movemos, hemos de notar que el sentido "intensivo" es siempre una apreciación totalmente subjetiva, no determinable por vía empírica a causa del alto grado de subjetividad que posee dicha noción, admisible únicamente en última instancia a falta de otra interpretación mejor. El valor iterativo postulado, v. gr., por Wackernagel para ns­

TrXrjyci?, xexoTtt!)?, TreTTo­njaTai carece de base firme, pues hom. TOTTXYJ­

Y<ú<; resulta ser un aoristo reduplicado (è7ré7tX7]Yov, TceTíXyjyeTo) falsa­

mente interpretado como part. perf. eolio en el participio 7ts7tX7¡Ytúv {varia lectio en B 2 6 4 ) » y en las mismas condiciones está XEXOTTCÓí;

(con el mismo sentido iterativo, procedente, si es que existe, de la situación, no expresado por la forma de aoristo: "golpeando"). En cuanto a 7tsTcoTy¡aTat, el sentido iterativo no es exclusivo del per­

fecto, sino propio del semantema verbal TcoxaoGai 'revolotear': no es, pues, pertinente del valor aspectual del perfecto.

En nuestra interpretación sincrónica de la estructura funcional del sistema de aspectos del verbo griego antiguo, no tiene cabida ninguna explicación genética, a pesar de las garantías que ésta pueda ofrecer. El objetivo que perseguimos, en lo que respecta al tipo de perfecto "anómalo", es determinar el valor de "langue" que permite explicar ambos tipos de perfectos o, si esto no es posi­

ble, considerar el tipo "anómalo" como una unidad más en el sistema de aspectos y establecer la oposición a la que pertenece como término.

No obstante, podemos permitirnos señalar que, en la perspectiva

sivo (έταφον), mientras que en el segundo el "estado" tiene valor intensivo frente al presente (ϊλπομαι). Según Hermann, en verbos de estado, como θάλλει, el presente indica el estado, mientras que el perfecto indica el estado alcanzado, generalmente con un sentido intensivo. Esta interpretación de Hermann es insostenible. Son numerosos los perfectos del tipo δέδορκα que tienen junto a sí un presente y un aoristo (δέρκομαι έδρακον), y no hay razón para interpretar el perfecto unas veces por oposición al presente y Otras veces por oposición al aoristo: como quedó bien demostrado §§ 78­80, el perfecto se opone al bloque presente­aoristo, no independientemente a cada uno de ellos. Y cuando sólo se atestigua el presente, que precisamente en estos ejemplos expresa el estado, no el cambio de estado, no se comprende cómo el perfecto puede expresar el estado alcanzado ("erreichter Zustand"), sea o no intensivo, que esto es una cuestión aparte.

(») Así, siguiendo a H. Meitzer, IF 25, 1909, p. 338 ss.; Brugmann, Grund­riss , II 3 p. 722; J. Wackernagel, Vorlesungen, I, p. 167, Schwyzer, Gr. Gram., II, ρ. 263, F. R. Adrados, Estudios Clásicos 1, 1950, p. 19. Esta interpretación está ya insinuada en Brugmann­Thumb, loe. cit., y Holt, loc. cit. (cf. Brugmann, GrundrissII 3 p. 769: "der Begriff des erreichten Zustandes durch sich sel­ber leicht die Vorstellung einer gewissen Fülle hervorruft").

(*) Así Harry en Chantraine, Parfait, p. 14 s., seguido por Schwyzer, Gr. Gram. II p. 264 n. 1.

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diacrònica tradicional, intentar dar a un problema del griego una explicación genética que es en realidad una hipótesis indemos­trada e incluso inverosímil S equivale a sustituir una incógni­ta por otra, sin duda más difícil de determinar. Además, la gran frecuencia e incluso la proliferación del tipo "anómalo" en griego depone más bien contra la teoría que ve en él una anomalía arcaica.

§ 89.—Si se tiene en cuenta que el tipo de perfecto "anómalo" no constituye en el plano del significante un tipo morfológico espe­cial, sino que presenta las mismas formaciones que el tipo "nor­mal", en virtud del principio de que no puede haber una oposición en el plano del significado sin la oposición correspondiente en el piano del significante (§ 19), se llega a la conclusión de que p e r ­f e c t o " n o r m a l " y p e r f e c t o " a n ó m a l o " c o n s t i ­t u y e n u n a u n i d a d s i g n i f i c a t i v a e n e l s i s t e m a d e l a " l a n g u e " . Esta conclusión es corroborada por el hecho de que en un mismo semantema sólo se da un tipo de perfecto, no los dos tipos simultáneamente ». No hay, por consiguiente, una oposición entre perfecto "normal" y perfecto "anómalo" que se realice en un mismo semantema (como la hay entre perfecto, presen­te y aoristo). P e r f e c t o " n o r m a l " y p e r f e c t o " a n ó ­m a l o " h a n d e s e r d o s r e a l i z a c i o n e s d i s t i n t a s d e u n m i s m o v a l o r a s p e c t u a l d e p e r f e c t o e n d o s t i p o s d i s t i n t o s d e s e m a n t e m a s .

El problema, por tanto, es doble: 1.° ¿Cuál es el verdadero valor aspectual del tema de perfecto en la "langue"? 2.° ¿En qué tipo de semantemas se realiza ese valor de "langue" con el sentido del perfecto "normal" y en qué otro tipo de semantemas se realiza con el sentido del perfecto "anómalo"?

§ 90.—Si ahora examinamos de cerca la noción de estado re­sultante propia del perfecto "normal", se comprende que para que el valor de perfecto—cualquiera que pueda ser—se realice con el sentido de estado resultante de una acción, es preciso que el sig­nificado del semantema exprese o implique cierta transformación o modificación, bien en el sujeto, bien en el objeto, de tal modo que

O Contra esta hipótesis se puede objetar: 1.° que en el mismo griego hay-ejemplos de perfectos sin reduplicación (cf. Schwyzer, Gr. Gram. I p. 766 s.); 2." que hay lenguas indoeuropeas en las cuales coexisten tipos de perfectos con y sin reduplicación, como el itálico, el celta y el germánico; 3.° que hay otras lenguas indoeupeas que desconocen por completo la reduplicación en el perfecto, lo que es atribuíble a la pérdida del valor primitivo del perfecto indo­europeo, que se considera ser el que se conservó en védico y en griego antiguo; 4,° que en griego y en indoeuropeo la reduplicación con timbre e no es exclu­siva del perfecto: hay aoristos reduplicados, como éa:tó¡i.7¡v, its9vsiv, elitelv, ai. avocai 'dijo', y también presentes, como ai. sáscati 'sigue' dádliáti 'coloca', por no citar los presentes con vocal i en la reduplicación, como ai. sisakti, 'sigue', ai. iisthaii 'pone de pie', gr. Ífsvf[\t.i, yiyvoiiat, aunque la cita estaría justificada por la existencia de otros timbres vocálicos en la reduplicación en el perfecto: ai. bubhóda 'ha observado', riréca 'ha dejado' lat. iuiudi.

(») Cf. § 92, donde se precisa.

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el estado consecuente a la acción verbal sea diferente del estado anterior a. la misma.

De ahí se deriva la necesidad de hacer una clasificación de los semantemas verbales según ese criterio. Distinguimos dos tipos;

1.° S e m a n t e m a s t r a n s f o r m a t i v o s son aquellos que expresan una transformación, una modificación del estado. Es indiferente que esta transformación afecte al sujeto, cuyo estado resulta modificado (v. gr., θνήίτκειν 'morir', χαίρειν 'ponerse alegre', φεύγειν 'huir', κτασθαι 'adquirir', verba sentiendi, como ίδεϊν 'ver', άκούειν 'oír', que implican una transformación en el sujeto, el cual mediante la percepción entra en posesión de un conocimiento) o al objeto. En este último caso, puede tratarse bien de una modi­

ficación del objeto externo preexistente {verba afficiendi, como ττείθειν 'persuadir', τείνειν 'tensar'), bien de una producción del objeto (verbos con acusativo de resultado, como ποιεϊν 'hacer', γράφειν 'escribir', λέγειν 'decir'). No todo verbo transitivo es trans­

formativo: verbos como βούλεσθαι 'querer algo', πϋρ δεδορκέναι 'tener mirada de fuego', pertenecen al tipo siguiente.

1° S e m a n t e m a s n o ­ t r a n s f o r m a t i v o s son aquellos cuyo significado excluye toda idea de modificación tanto en el sujeto como en el objeto. Así είναι 'ser', κεϊσθαι 'yacer', νοσεϊν 'estar enfermo', βασιλεύειν 'ser rey', πείθεσθαι 'confiar en', γηθεϊν 'estar alegre'. Pertenecen a este tipo aquellos verbos de movimiento como τρέχειν 'correr', άλασθαι 'andar errante', πέτεσθαι 'volar', ποτασθαι 'revolotear', siempre que contengan la idea de movimiento pura y simple sin implicar un traslado. Una formación causativa convierte un semantema no transformativo en transformativo: πείθεσθαι 'confiar, creer en'/πείθειν 'hacer creer, persuadir'; θάλλειν 'estar en flor'/Pindaro 01. III 24 s. ού... δένδρε' έ'θαλλεν χώρος 'el lugar no hacía florecer los árboles'

§ 91.—Ahora hemos de resolver una cuestión de orden técnico: la de cómo determinar el carácter transformativo o no­transfor­

mativo de un semantema dado. Puesto que, como resultó con toda claridad en el examen del

perfecto "normal" § 79 y como se confirmará más adelante § 108, el perfecto se opone como término caracterizado a un término no caracterizado, es evidente que el significado del semantema apare­

cerá en su pureza en el valor neutro de este término no caracteri­

zado, que presenta la indiferencia a la noción básica expresada positivamente por el perfecto y no habrá deformado el significado propio del semantema transformativo o no­transformativo en que se realiza. Ahora bien, sucede que ese término no caracterizado no es una unidad en el sistema, sino un término que se estruc­

( 1 ) Encuentro una distinción bastante semejante, no idéntica, a esta nues­tra en la que entre "aspect processif" y "aspect statique" establece R. Godei, "Verbes d'état et verbes d'événement" Cahiers Saussure 9, 1950, p. 33 ss. Godei atribuye cierta importancia a esta distinción para la génesis de los as­pectos.

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tura en una oposición presente/aoristo. Al perfecto se opone, en realidad, el bloque presente­aoristo o, precisando más, el archi­

valor de esta oposición, como ya indicamos § 83 sub fine. Como en la posición de tiempo presente, no aparece más que el tema de presente, podemos desde ahora afirmar que en ésa posición de tiempo presente hay neutralización de la oposición presente/aoristo, en virtud de lo expuesto en § 53 y según se confirmará en §§ 177­187. El presente de indicativo es, por consiguiente, neutro respecto a la oposición presente/aoristo, cualquiera que sea la interpretación funcional que se dé para esta oposición. De aquí se deduce que la determinación del carácter transformativo o no­transformativo del semantema ha de efectuarse en el presente de indicativo.

En caso de necesidad, puede recurrirse evidentemente a las demás formas del tema de presente. Su valor durativo, según hoy generalmente se admite y demostramos § 125, no implica una mo­

dificación en el sentido transformativo o no­transformativo del semantema, ya que tanto la transformación como la no­transfor­

mación pueden ser concebidas como durativas o como no durati vas. Unicamente la realización del tema de presente puede convertir en iterativo un semantema cuyo sentido propio es momentáneo: tal es el caso de pres. άστράπτειν 'relampaguear' ^ Pero la noción de iteración es de orden independiente de la noción de transformación o de no­transformación.

El aoristo es, desde luego, inutilizable para la determinación del tipo del semantema. Cualquiera que sea la interpretación fun­

cional que se dé, la observación empírica de que de un presente no­

transformativo (βίχσιλεύει 'es rey') el aoristo tiene un sentido ingre­

sico (tipo έβασίλευσε 'llegó a ser rey'), nos pone ante el hecho de que en el aoristo puede aparecer como transformativo un semantema que en realidad es no­transformativo (visible también en el lla­

mado aoristo "complexivo" έβασίλευσε 'fué rey'). § 92.—El problema tiene cierta complejidad cuando un mismo

verbo presenta significados diferentes' pertenecientes a uno y otro tipo. Como lo que importa para la reahzación no es la forma fónica del semantema, sino su contenido conceptual, cada uno de los sig­

nificados equivale a un semantema distinto. El ejemplo de βέβηκα es ilustrativo por sus tres significados: 1.° perfecto "normal" de

(') La necesidad de tener en cuenta esta realización del presente durativo como iterativo en los semantemas momentáneos resulta evidente en el perfecto βέβηκα, cuyo significado es 'estoy con un pie adelantado': A 37 δς Χρύσην άμφιβέβηκας 'tú que proteges a C (literalmente 'tú que estás con un pie adelantado en torno a C , como un κούρος de la escultura arcaica), Arquíloco fr. 60, 4 Diehl i άσψαλέως βεβ·ηκώς ποσσί 'bien afianzado con los pies', Heró­doto VII 164,1 τυραννίδα εδ βεβηκυϊαν 'poder bien afianzado, firme'. Este sentido es en realidad el resultado de la acción de 'dar un paso' significada por el semantema, y presentada en su pureza por el aoristo momentáneo έβ·η 'dio un paso', v. gr. en la fórmula homérica E 167 βή δ'ίμεν (Schwyzer, Gr. Gram. II p. 264 n. 2) y exigida por la determinación adverbial del pre­sente (iterativo por tanto) en la frase formularia homérica Η 213 ήϊε μακρΑ βιβάς 'iba dando grandes pasos' y en Ν 371 δψι βιβάντα 'dando altos pasos'.

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estado resultante: Arquíloco fr. 60,4 Diehla άσφαλέως βεβηκώς ποσσί 'ha dado un paso y tiene un pie adelantado = está bien asentado' procede del semantema transformativo momentáneo 'dar un paso' (vid. § 91 n. 1). 2.° perfecto "normal" de estado resultante: O 90 "Ηρη, τίπτε βέβηκας; 'estás aquí (porque has venido)', Sófocles OR. 959 θανάσιμον βεβηκότα 'está ausente (porque se ha ido)', Eurípides /Γ1289 βεβασιν φρούδοι procede del semantema transformativo momentá­

neo 'venir' (sin precisar si se viene o si se va) '. 3.° perfecto "anó­

malo": Ζ 495 άλοχος δέ φίλη οίκόνδε βεβήκει ('caminaba') έντροπαλι­

ζομένη, ...κατά δάκρυ χέουσα. αΐψα δ'έπειθ'ϊκανε κτλ. procede del semantema no­transformativo 'dar pasos, andar' ».

§ 93.—Por ser imposible la determinación del carácter del se­

mantema, quedan fuera de nuestro estudio aquellos perfectos que o se atestiguan solos, sin tema de presente ni de aoristo a su lado (caso de los pretendidos perfectos "anómalos" μέμονα, Ιοικα, λελίημαι, τετίημαι), o sólo poseen tema de aoristo, además del de perfecto (caso de los también pretendidos perfectos anómalos δέδοικα, δέδια, aor. έδεισα; τέθηπα, aor. έταφον).

§ 94.—Efectivamente, no sólo los perfectos "normales" de estado resultante están formados sobre semantemas transformativos, sino que se puede comprobar que los perfectos "anómalos", que expresan no el estado resultante de la acción verbal, sino el contenido verbal mismo, están formados sobre semantemas no­transformativos.

Ehminando de la hsta de Wackernagel» los que deben ser ex­

cluidos según § 93 y los que en realidad son perfectos "normales" u ofrecen dudas en cuanto a su clasificación *, he aquí los que son "anómalos": — ά λ ά λ η μ α ι 'ando errante': o 10 Τηλέμαχ', ούκέτι καλά δόμων άπο

τηλ' άλάλησαι 'no está bien que andes errante lejos de tu casa'.

( 1 ) Para el sentido transformativo cf. Sófocles OR 80 εΐ γαρ έν τύχη γέ τφ σωτηρι βαίη 'llegue'.

(») Para el sentido no­transformativo, con idea pura y simple de movi­miento, cf. τρέχειν, πέτεσθαι § 90, 2.°, e hymn. hom. Herm. 28 (una tortuga) σαΰλα ποσΙν βαίνουσα 'andando lentamente', Eurípides Med. 1163 s. άναστόκι' έκ θρόνων διέρχεται στέγας άβρόν βαίνουσα παλλεύκφ ποδί, 'andando con gracia'.

(») Vorlesungen I ρ. 166 ss. (*) En el material dado por Schviryzer, Gr. Gram. II p. 263, y por Wacker­

nagel, loe. cit., hay perfectos que se explican bien por el tipo "normal" de estado resultante. Así Ιστηκα 'estoy de pie'; que ίστασθαι significa 'ponerse en pie* 'levantarse', como transformativo, resulta claro por Β 150 s. ποδών δ'ύπένερθε κονίη ϊστατ' άειρομένη. Que δπωπα no significa 'veo' (Wackernagel, ρ. 167: "ich sehe"), sino que es un perfecto de estado resultante, lo demuestra φ 94 ss. έγώ δέ μιν αυτός δπωπα. καΐ γαρ μνήμων εΙμί 'yo mismo lo he visto, pues ade­más me acuerdo'; por consiguiente, δπωπα significa 'he visto y lo tengo en la memoria', cf. E. Hermann, Nachrichten Gottingen, phil.­hist. Kl., 1943, p. 622. Κεχαρηώς 'estando alegre' se opone claramente como perfecto de estado resul­tante al sentido transformativo de 'alegrarse, ponerse alegre' del presente en Η 189 ss. γ\ώ δέ κλήρου οήμα ίδών, γήθηοε δέ θυμφ. τον μέν παρ πόδ'έόν χαμάδις βάλε φώνηοέν τε ' « ώ φίλοι, ήτοι κλήρος έμός, χαίρω δέ καΐ αυτός, donde el paralelismo aoristo ingresivo γήθησεν ~ χαίρω ilustra el sentido transformativo de este último semantema.

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Cf. ζ 206 άλλ'οδε τις δύστηνος άλώμενος ένθάδ' 'ικχχνει 'errando (no-transformativo) llega aquí'.

— β έ β η κ α 'ando, doy pasos': Ζ 495, pasaje citado § 92; para el semantema no-transformativo vid. § 92 n. 2.

— π ρ ο - β έ β ο υ λ α 'prefiero': hapax en A 111 ss. οΰνεκ'έγώ κούρης Χρυσηΐδος άγλά' άποινα ουκ έθελον δέξασθαι, έπεί πολύ βούλομαι ('quiero' no-transformativo) αυτήν οϊκοι έχειν. καΐ γάρ ρα Κλυται-

μήστρης προβέβουλα κουριδίης άλόχου, έπεί οδ έθέν έστι χερείων. ΕΙ sentido de 'preferir' es debido al preverbio προ-.

— γ έ γ η θ α 'estoy alegre': ζ 106 γέγηθε δέ τε φρένα Αητώ en el conocido símil de Artemis y las Ninfas, Sófocles Ph. 1021 σύ μέν γέγηθας ζών. Cf. Η 127 s. (Πηλεύς) δς ποτέ μ'ε'ιρόμενος μεγ'έγήθεεν ('gozaba' no-transformativo) φ ένΙ οϊκφ πάντων Άργείων έρέων γενεήν τε τόκον τε.

— δ έ δ ο ρ κ α 'miro, tengo vista, tengo tal o cual mirada': τ 446 πϋρ δ'όφθαλμοϊσι δεδορκώς, Χ 95 σμερδαλέον δέ δέδορκεν έλισσό­

μενος περί χειη. Cf. Γ 340 ss. οΊ δ' . . . ές μέσσον Τρώων καί Αχαιών έστιχόωντο δεινον δερκόμενοι 'teniendo mirada feroz' (no­transfor­

mativo). Cf. también las contraposiciones Esquilo Eum.. 322 άλαοϊσικαΙ δεδορκόσιν, Sófocles OR 454 τυφλός γ α ρ έκ δεδορκότος, donde el sentido de 'tener vista' es claramente no­transformativo.

— ε o λ π α 'tengo esperanza': Χ 216 s. νυν δή νώι εολπα, Διί φίλε φαί­

διμ' Άχιλλεϋ, οϊσεσθαι μέγα κίΐδος, β 275 ου σέ γ' έπειτα έολπα τελευτήσειν ά μενοιν^ς. Cf. I 371 εΐ τινά που Δαναών έτι έλπεται ('espera, tiene esperanza' no­transformativo) έξαπατήσειν.

— κ έ κ λ α γ γ ε 'produce ruido': A 168 κεκληγώς Ιπετ'αίεΙ Άτρεί­

δης, Jenofonte Cyn. I l i 9 αί δ' (se. κύνες) έκ τών ιχνών κεκλαγ­

γυϊαι έξαπαταν πειρώνται. Cf. Π 429 s. ώς τ' α ι γ υ π ι ο ί . . . κλάζοντε ('chillando') μάχωνται.

— κ έ κ ρ α γ ε 'chilla': Aristófanes Nub. 1386 βοώντα καΐ κεκρα­

γόθ', Pluf. 722 ó δέ κεκραγώς καί βοών έφευγε. Cf. Eq. 287 κατακε­

κράξομαί σε κράζων ('chillando' no­transformativo). — κ έ κ ρ ι γ ε 'chirría': Aristófanes ^f. 1520 SÍ oí δέ βάρβαροι θεοί πει­

νώντες ώσπερ Ιλλυριοί κεκριγότες'. Cf. Menandro fr. 879 Kock χαμαιτύτιη κρίζει τις ('chilla' no­transformativo).

— λ έ λ α μ π ε 'brilla, lanza destellos': sólo en Eurípides Andr. 1022 ss. άπό δέ φθίμενοι βεβασιν 'Ιλιάδαι βασιλήες, ούδ'έτι τιΰρ έπιβώμιον έν Τροία θεοϊσιν λέλαμπεν καττνφ θυώδει. Tro. 1291 ss. δέδορκεν (se. Κρόνιος), ά δέ μεγαλόπολις άπολιςδ λωλεν ούδ'έτ' έστι Τροία. — όττοτοτοτοτοϊ λέλαμπεν "Ιλιος, Περγάμων τε ττυρι καταίθεται τέραμνα. Cf. λάμπειν 'brillar' no­transformativo passim ·.

(}) En ambos pasajes, que son líricos, el perfecto λέλαμπε parece ser una formación ocasional, provocada por la presencia (de efectos asimilatorios) de Otros perfectos en el contexto inmediato. Puede, por ello, compararse este fenó­meno con el de χαίρομαι por χαίρω en Aristófanes Pax 291 ώς ήδομαι καΐ χαίρομαι κεύφραίνομαι y a χέσαιτο por χέσαι en Eq. 1057 μαχέσαιτο . . . χέσαιτο. Sobre estas asimilaciones vid. Wackernagel, Vorlesungen I p. 124. El perfecto λέλαμττε sólo pudo crearse porque el tipo de perfectos "anómalos" estaba entonces vivo.

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— λ έ λ η κ ε 'resuena': μ 85 ένθα δ'ένΙ Σκύλλη ναίει δεινον λελακυϊα, Χ 142 ó δ' (se. κίρκος) έγγύθεν οξύ λεληκώς ταρφέ'έπαΐσσει. Cf. Aris­

tófanes Eq. 1017 ss. κύνα καρχαρόδοντα, δς προ σέθεν λάσκων ('la­

drando' no­transformativo) καΐ υπέρ σου δεινά κεκραγώς σοι μισθον ποριεϊ.

— ν ε ν ό μ ι κ α 'considero': Platón Soph. 228 A νόσον ϊσως καΐ στάσιν ού ταύτόν νενόμικας; ('consideras'). Cf. νομίζειν 'pensar, considerar' no­transformativo.

— δ δ ω δ ε 'huele, tiene olor a': ε 60 κέδρου τ' . . . θύου τ ' άνα νησον όδώδει ('había olor') δαιομένων, ι 210 χεϋ', δδμή δ'ήδεϊα άποκρητη­

ρος όδώδει. Cf. Esquilo Ag. 1310 τόδ' δζει θυμάτων, Aristófa­

nes Eq. 892 βύρσης κάκιστον δζων ('teniendo olor de'). — π ε π ό τ η μ α ι 'revoloteo': Β 90 (μελίσσαι) αί μέν τ'Ινθα άλις

πεποτήαται, αί δέ τε Ινθα, λ 222 ψυχή δ'ήΟτ' δνειρος άποτιταμένη πεπότηται. Cf. Β 462 (ορνίθων έθνεα) ένθα καΐ ένθα ποτώνται ('revolotean' no­transformativo) άγαλλόμενα τττερύγεσσι, ω 6 s. ώς δ'δτε νυχτερίδες μυχφ άντρου θεσπεσίοιο τρίζουσαι ποτέονται ('idem').

— τ έ θ η λ ε 'está en flor': ε 69 τεθήλει δε σταφυλησι, μ 103 έρινεός . . , φύλλοισι τεθηλώς, Sófocles Ph. 258 s. ή δ'έμή νόσος άεΙτέθηλε κάπΐ μείζον έρχεται. Cf. OC. 681 θάλλει κατ'ήμαρ άεΐ νάρκισσος'durante el día siempre esta en flor el narciso' no­transformativo. § 95.—La Usta de perfectos "anómalos" dada en el § anterior

puede ser fácilmente incrementada. He aquí otra serie de ejemplos, no recogidos sistemáticamente: — δ ε δ ά κ ρ υ μ α ι 'lloro': Π 7 τίπτε δεδάκρυσαι (cf. ν . 2­3 Πάτρο­

κλος . . . δάκρυα θερμά χέων). Cf. Jenofonte Hell. VII 2,9 τάς δέ γυναίκας πιεϊν τε φέρουσας χαΐ άμα χαpqi δακρυούσας ('llorando de ale­

gría' no­transformativo). — έ ρ ρ ι γ α 'temo, tiemblo': Ρ 175 ου . . . έρριγα μάχην ουδέ

κτύπον ΐττπων, Η 113 s. καΐ δ'Αχιλεύς τούτφ γε μάχη ένι κυδιανείρη έρριγ' άντιβολήσαι. Cf. Pindaro Nem. V 50 εί δέ Θεμίστιον ίκεις ώστ' άείδειν, μηκέτι ^ίγει 'ya no temas' no­transformativo.

— ή γ η μ α ι 'considero, pienso': Heródoto I 126,6 ύμέας ήγημαι άνδρας Μήδων είναι ού φαυλότερους. Cf. ήγεϊσθαι 'considerar, pen­

sar' passim. Ci. también el sinónimo νενόμικα § 94. — κ έ κ λ α υ μ α ι 'lloro': Sófocles OR. 1489 ss. ποίας γάρ αστών

ήξετ'εΐς ομιλίας, ποίας δ'έορτάς, ένθεν ού κεκλαυμέναι ( ~ κλαίου­

σαι) προς οίκον ίξεσθε άντί της θεωρίας; Cf. κ 201 κλαϊον δέ λιγέως 'lloraban' no­transformativo.

— μ έ μ η λ ε 'importa': Β 614 έπεί οΰ σφι θαλάσσια έργα μέμηλε. Cf. μέλει 'importa' no­transformativo passim. Sobre el perfecto nuevo μεμήλεκε vid. § 96 n. 2.)

— Ò ρ ώ ρ ε i 'contemplaba', 'vigilaba': sólo plperf. en Ψ 110 s. άτάρ κρείων Αγαμέμνων ούρήάς τ'δτρυνε και ανέρας άξέμεν ΰλην πάντοθεν έκ κλισιών. έπΙ δ'άνήρ έσθλός όρώρει Μηριόνης. Cf. γ 471 έπΙ δ'άνέρες έσθλοί δροντο, ξ 104 έπΙ δ'άνέρες έσθλοί δρονται, donde la identidad de la fòrmula garantiza la pertenencia de

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όρώρει a δρομαι όράω, no­transformativo cuando significa 'mirar, vigilar', pero transformativo cuando significa 'ver' (cf. § 90, 1.°).

— π έ π 0 t θ α 'confío en, me fío de, hago caso de': π 71 s. οδ πω χερσί τιέποιθα άνδρ'άπαμύνίχσθαι, Δ 324 s. οϊπερ έμεϊο όπλότεροι γεγάοισι πεποίθασίν τε βίηφιν. Cf. Μ 237 s. τύνι δ'οίωνοϊσι τανυπ­

τερύγεσσι κελεύεις πείθεσθαι 'confiar en, hacer caso de' no trans­

formativo, υ 45 καΐ μέν τίς τε χερείονι πείθεθ' έταίρφ 'idem'. — τ ε θ ά μ β η κ α 'admiro, estoy estupefacto': Sófocles Ant. 1246

καυτός τεθάμβηκ', έλπίσιν δέ βόσκομαι. Cf. Esquilo Supfl. 570 τέρας δ'έθάμβουν 'estaban atónitos ante el prodigio'.

— ^ ί κ η κ α 'habito': Sófocles El. 1101 (Orestes): Αίγισθον ενθ'φ­

κηκεν ιστορώ πάλαι, Heródoto I 27,5 τοϊσι τάς νήσους οίκημένοισι (perf. med.) "Ιωσι. Cf. οΊκεϊν 'habitar' no­transformativo passim. § 96.—Finalmente, hay un cierto número de perfectos forma­

dos sobre semantemas no­transformativos que, atestiguados por primera vez en textos del siglo IV a. C. (desde ca. 400), pertenecen por su significado al tipo "anómalo" que es de esperar, pero que otras veces expresan claramente la anterioridad pura y simple (no el estado resultante), en lo cual se advierte ya la evolución de sen­

tido del perfecto que se está produciendo por esta época ·. He aquí una serie de perfectos "anómalos" pertenecientes al

s. IV a. C. no recogidos sistemáticamente: — I σ χ η κ α : Platón Leg. 765 A τόν δή χορών άρχοντα καί διαθετήρα

α'ιρεϊσθαι χρή τοιόνδε τινά τρόπον, δσοι μέν φιλοφρόνως έσχήκασι ('~ έχουσι) περί τα τοιαύτα, είς τον σύλλογον ϊτωσαν . . . τοις δ'άλ­

λοις, έάν μή βούλωνται, μηδέν έπάνεγκες έστω. Cf. έχειν no­trans­

formativo en sus dos acepciones de 'tener' y 'ser, estar'. — μ ε μ έ ν η κ α 'permanezco': sólo en Demóstenes XVIII 321

δύο δ' . . . τόν φύσει μέτριον πολίτην έχειν δει . . . έν μέν ταις έξουσίαις τήν του γενναίου καΐ του πρωτείου τή πόλει προαίρεσιν διαφυλάττειν, έν παντί δέ καιρώ καΐ πράξει τήν εΰνοιαν . . . ταύτην τοίνυν παρ'έμοί μεμενηκυϊαν εύρήσεθ' απλώς 'dos cosas debe tener el ciudadano honrado por naturaleza: conservar en las ocasiones de libertad de acción el principio del honor y de la primacía de la ciudad y en todo momento y acción la devoción a ella... Pues bien, hallaréis que ésta permanece en mí (μεμενηκυϊαν. ~ μένουσαν) sin segunda intención'. Nótese la correspondencia con διαφυλάττειν. Cf. μένειν 'permanecer' no­transformativo.

— ν ε ν ό μ ι κ α 'considero', citado en § 94. — ν ε ν ό σ η κ α 'estoy enfermo': Ariístóteles H í s í . .i4m'»n. 521 A 28

νενοσηκός δέ τοϋτο το αίμα καλείται ρους ( ~ αίμα δ νοσεϊ). Cf. Me­

nandro Γνώμαι μονόστιχοι (FCG Meineke IV ρ. 340 ss.) 550 ψυχής νοσούσης ('que está enferma' no transformativo) έστί φάρμακον λόγος '.

(') Sobre esta evolución vid. Chantraine, Parfait p. 183 s. (*) El sentido de anterioridad existe, no obstante, ya en Tucídides II 31,2

άκμαζούσης 8τι της πόλεως καΐ οίίπω νενοσηκυίας, 'no habiendo estado antes enferma'. También en μεμέληκεν (μέλειν, 'importar'; cf. μέμηλε § 95) de

­ 58 ­

Page 62: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

§ 97.—Lo investigado en los §§ 90­96 ha servido para suminis­

trarnos la solución de la 2.» parte del problema planteado: El valor aspectual del perfecto—que todavía no hemos deter­

minado—se realiza con dos sentidos distintos según el tipo de se­

mantema verbal. En un semantema verbal transformativo, el perfecto indica el

estado resultante de la acción (τέθνηκε, κέκτημαι, πέποίηκα): es el llamado perfecto "normal".

En un semantema verbal no­transformativo, el perfecto indica la "acción" misma (δέδορκα, γέγηθα, βεβήκει): es el que l lamamos perfecto "anómalo".

Resta por resolver la 1.» parte del problema: ¿cuál es el valor aspectual del tema de perfecto en la "langue"?

§ 98.—En el § 87 un rápido examen crítico de los argumentos aducidos en pro de un valor de estado resultante como único" "V álor de todos los perfectos, nos permitió adelantar que el perfecto "anó­

malo" es irreductible al tipo "normal". Ahora tratamos de funda­

mentar mejor dicha conclusión. Contra Brugmann­Thumb y E. Hermann (§ 87 η. 6), hay que

sostener que el sentido especial del tipo δέδορκα, γέγηθα es in­

dependiente del valor ingresivo del aoristo, a partir del cual dichos autores pretenden justificar estos perfectos "anómalos" como per­

fectos "normales" de estado resultante (v. gr., aor. γηθήσαι 'ponerse alegre'/perf. γεγηθέναι 'estar alegre'):

1.° Varios perfectos "anómalos" no tienen junto a sí aoristo ninguno (hom. έολπα, όρώρει) o, si lo tienen, aparece en condiciones tan especiales que podemos estar seguros de que el perfecto no se opuso al aoristo (βέβρυχε Homero: βρυχηθείς Sófocles OR 1265, βρυχησάμην Apolonio de Rodas IV 19; μέμηλε Homero: έμήλεσε ático; δδωδε Homero: ώζησα Aristófanes fr. 635 Koch, perteneciente ade­

más a otro radical; πεπότημαι Homero: sólo el compuesto άμποτάθην Sófocles fr. 476 Pearson, que por su sentido transformativo no per­

mite considerar que πεπότημαι posea un aoristo; τέθηλε Homero: θάλε hymn. hom. Pan. 33, ático, entre s. V y s. III a. C. ').

2.° La formación de estos perfectos es en muchos de ellos

Platón Apol. 24 D ópqi?, ώ Μέλητε, δτι σιγςίς καΐ ούκ έχεις ειπείν; καίτοι ούκ αίσχρόν σοι δοκεϊ είναι καΐ ίκανόν τεκμήριον ο5 δή έγώ λέγω, 6τι σοι ουδέν μεμέληκεν 'nada te ha importado' antes de este proceso. Similar es ήθεληκέναι (έθέλειν 'querer'; cf. βούλεσθαι § 94) en Jenofonte Cyr. V, 2,9 δια δέ τό μηδένα αύτοϊς ήθεληκέναι ("por no haber querido', en vida, antes de morir) προέσθαι μήτε χρήματα πολλά μήτε τυραννίδα μήτε τείχη έρυμνά μήτε τέκνα άξιέραστα, άποθνήσκουσι πρότερον πρίν δήλοι γενέσθαι οίοι ήσαν. Ya en los dos primeros testimonios δεδύνημαι (δύνασθαι 'ser capaz, tener pod'ir' no­transformativo) presenta el valor de anterioridad: Demóstenes IV 30 á μέν ήμεϊς, ώ άνδρες "Αθηναίοι, δεδυνήμεθ' εύρεϊν (Ίο que pudimos hallar*) ταΟτ' εστίν y también Dinarco II 14. Notemos de paso la importancia de estos perfectos de verbos no transformativos para determinar el paso del perfecto a expresar simplemente el tiempo pasado: este tipo no expresa nunca el estado resultante y por ello la noción de pasado no es inferida de la situación.

( 1 ) Cf. W. Schmid, Griechische Literaturgeschichte I, 1929, p. 243, 245.

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independiente de la del aoristo (λέληκα : έλακον, δέδορκα : έδρακον y τιέποιθα : έπιθόμην presentan el grado vocálico o independiente del tema de presente y del de aoristo). Por el contrario, en algunos pasajes se puede asistir a la formación de un perfecto "anómalo" sobre el tema de presente (προ­βέβουλα sobre βούλομαι, que precede, en A 113; λέλαμπε sobre λάμπει, que sin duda concurrió con λέλαμπε en la mente de Eurípides, Andr. 1022 y Tro. 1291, cf. § 94.

3.° Como quedó demostrado §§ 79, 83, el perfecto no se opone sólo al aoristo, ni sólo al presente, sino al conjunto indiferenciado de los dos, esto es, a su archivalor neutro. Ahora bien, el aoristo ingresivo no es un valor neutro, sino un valor negativo, diferenciado por consiguiente. No puede haber, pues, oposición simple perfecto/ aoristo ingresivo.

4.° Hay perfectos "anómalos" que no indican un estado, sino una actividad (άλάλημαι, βεβήκει, κεκληγώς, κέκραγα, νενόμικα, όρώρει, κτλ.). Esta noción de actividad es incompatible con la noción de estado resultante de una acción, el cual es forzosamente inactivo, excluye toda actividad.

§ 99.—Si la "consideración del estado resultante" fuese el valor de "langue" del perfecto, el perfecto no podría por incompatibili­

dad realizarse en los semantemas no­transformativos. De la exis­

tencia de perfectos "anómalos" formados sobre este tipo de seman­

temas y de los argumentos aducidos §§ 87 y 98, 4.°, se deduce con seguridad que e l v a l o r d e l p e r f e c t o n o e s l a c o n s i ­

d e r a c i ó n d e l e s t a d o r e s u l t a n t e . § 100.—No es tampoco adecuado definir el valor del perfecto

como la expresión del estado · y considerar que el sentido de es­

tado resultante es derivado de la noción simple de estado Preci­

samente la mayoría de los perfectos "anómalos" indican una acti­

vidad, bien anímica (προβέβουλα, ήγημαι, νενόμικα, πέποιθα, εολπα), bien de los sentidos (δέδορκα, όρώρει), bien vocal (tipo κέκραγε) o similar (δεδάκρυμαι), incluso un movimiento (άλάλημαι, πεπότημαι, βεβήκει)».

No se puede hablar, en verdad, de un "estado de gritar", ya que ello sería un empleo abusivo del concepto de "estado" *. Decir "estado de volar o revolotear" (πεπότημαι) o "estado de marchar" (βεβήκει) implicaría una contradictio in adiecto.

Así, pues, e l v a l o r d e l p e r f e c t o n o e s l a e x p r e ­

s i ó n d e l e s t a d o . Vid. una confirmación § 256.

(') Chantraine, Parfait, p. 4; cf. p. 146 s., donde junto a perfectos del tipo "anómalo" como κέκραγα, βδωδα, γέγηθα incluye otros del tipo "normal" como άπόλωλα, προδέδομαι, por la razón de que todos estos perfectos "s'emploient comme des présents exprimant l'état". Cf. también J. Brunei, BSL 42, 1946, página 53 ss.

{ ) Chantraine, ibidem p. 19: "un état actuel peut résulter d'actions pas­sées". Cf. Brunei, art. cit. p. 55 ss.

(») Estos tres faltan en Chantraine, op. cit. (·) El contenido real de expresiones como 'estado de gritar' y similares

no parece ser otra que 'acción de gritar que dura', etc.

— 6o —

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§ 101.—En el comienzo de este cap. III hemos dado una defi­

nición provisional del valor aspectual del perfecto ("expresa el estado c resultante de la acción AB o, dicho de otro modo, el es­

tado c posterior al punto Β final de la acción A B" § 79 y "el per­

fecto significa . . . la acción verbal después de su término" § 81) que se presta a un anáUsis más apurado.

En efecto, hemos de observar que el considerar la noción de estado resultante o de estado posterior al punto final de la acción como equivalente o intercambiable con la noción de consideración de la acción después de su término, solamente puede ser admisible sobre el supuesto de que el término de referencia sea siempre el punto final de la acción.

§ 102.—Pero suponer que el término de referencia es siempre el término final deriva de una confusión ilícita de la realidad obje­

tiva (grado 1.° § 71) con la representación subjetiva de esa realidad (grado 2.°) y con la selección subjetiva de elementos de esa repre­

sentación (grado 3.°). Evidentemente, todo fenómeno real susceptible de ser expre­

sado lingüísticamente por un verbo se desarrolla en el tiempo fí­

sico: tiene un comienzo, una duración (por pequeña que sea), un fin; comprende, por consiguiente, dos términos, el inicial y el final.

Sin embargo, probablemente en el grado 2.° y, si no, en todo caso en el grado 3.°, se ha operado una selección por concentración de la atención psicológica.

En la representación subjetiva—que no hay inconveniente en suponer perfectamente fiel—de una acción transformativa, el tér­

mino final atrae hacia sí toda la atención psicológica: es el mo­

mento en que se efectúa la transformación, el cambio de estado, hacia el cual ha tendido la acción toda. El punto inicial carece de interés y es indeterminable. En 'morir', 'adquirir', 'hacer' sólo destaca el término final, cuando se produce la muerte, se pasa a poseer o se produce el objeto. Se comprende bien que cuando en un semantema transformativo se realiza una categoría morfológica cuya noción hace referencia a un término, este término sea el tér­

mino final ^ Por el contrario, en la representación subjetiva de un contenido

verbal no­transformativo (tipo 'estar enfermo', 'volar, revolotear') ninguno de los dos términos reales (el término final puede faltar todavía en la realidad objetiva en el tiempo presente simultáneo) atrae en principio la atención psicológica, porque la noción de du­

ración sin transformación no necesita de la noción de término. No obstante, cuando en un semantema no­transformativo se rea­

liza una categoría morfológica cuya noción hace referencia a un término, es natural que este término sea el inicial. El término final

(') Una clarísima confirmación de esto es el valor finitivo (punto final) del aoristo en estos semantemas, estudiado § 131.

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o no existe en la realidad externa (presentes simultáneos VOCTEI,

•fifizi) o, si existe (por pertenecer toda la acción verbal al pretérito: tvóaei, tfrfisi, o por ser concebida de un modo general como una totalidad), no atrae la atención, pues lo que el semantema verbal expresa no tiende a transformarse, no se dirige al término final. El único término definible, al que es posible hacer una referencia, es el inicial, ya que sólo se presupone en un verbo no­transformativo como voCTStv, YY¡eeív, que el estado o la actividad han tenido un co­

mienzo ·. Si la duración real de la acción es tan breve que en la represen­

tación subjetiva aparece como un momento, el término inicial y el final coinciden. La noción de término de una categoría morfológica ha de realizarse en estos semantemas momentáneos (transformati­

vos o no) con referencia a ese único punto de la acción. Estas consideraciones nos permiten establecer que: 1.° E n u n s e m a n t e m a t r a n s f o r m a t i v o l a n o ­

c i ó n d e t é r m i n o o p e r a c o n e l t é r m i n o f i n a l d e l c o n t e n i d o v e r b a l .

2.° E n u n s e m a n t e m a n o ­ t r a n s f o r m a t i v o l a n o c i ó n d e t é r m i n o o p e r a ­ c o n e l t é r m i n o i n i c i a l d e l c o n t e n i d o v e r b a l .

§ 103.—Sobre esta base la definición del valor aspectual del perfecto es evidente:

E l v a l o r d e l t e m a d e p e r f e c t o e s e x p r e s a r e i c o n t e n i d o v e r b a l d e s p u é s d e s u t é r m i n o . ·

§ 104.—En el tipo "normal" TéOviQxe, xéxT7¡[iai, TtsTTOÍYjxa este valor se realiza con el sentido de estado resultante de la acción transformativa después del término (final) de ésta, o, si és mo­

mentánea, después de su único punto (tipo psp7¡xcb? noam estudiado § 92, 1.°).

§ 105.—En el tipo, "anómalo" SéSopxa, ytff¡Qa. la noción de con­

tenido verbal después de su término (inicial) se realiza como noción del contenido verbal mismo, pero con la particularidad de conside­

rar también el término inicial. El perfecto, pues, considera el contenido verbal de un modo que

gráficamente puede representarse.

A

Así, yéyyiGa contiene la noción de 'ponerse alegre y seguir es­

tando alegre', SoXTta la de 'concebir esperanzas y conservarlas', opápeí la de 'dirigir la mirada y mantenerla', vsvócriQxa la de 'caer

O Con esto concuerda el valor ingresivo del aoristo én estos semantemas y el pretendido valor ingresivo—en realidad un sentido procedente de la si­tuación como fenómeno de "parole"—en imperfectos como διηκόνει, βκειντο, βοή ήν, estudiado § 124, 7.°.

— 62 —

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enfermo y seguir enfermo', πέποιθα la de 'comenzar a fiarse de χ y seguir fiándose de x' .

§ 106.—Cuando el semantema no­transformativo es momentá­

neo y, por consiguiente, el término inicial se confunde con el final, el perfecto considera la acción después del momento que ocupa. Gráficamente

A-B • •

Pero como de la acción no­transformativa no resulta ningún estado nuevo y como el perfecto no expresa la acción en su tér­

mino (§ 108) ni el cese de la acción (§ 81), el perfecto de un seman­

tema no­transformativo momentáneo expresa la continuación de la acción en forma de repetición. Así βεβήκει 'andaba', si se opera con un semantema no­transformativo 'dar un paso'. Así también el tipo κέκραγε, si se admite que el semantema es momentáneo 'dar un grito'.

E l s e n t i d o i t e r a t i v o d e a l g u n o s p e r f e c t o s a n ó m a l o s e s p r o d u c t o d e l a r e a l i z a c i ó n d e l p e r f e c t o e n s e m a n t e m a s η o ­ 1 r a η s f o r m a t i ν o s m o m e n t á n e o s .

§ 107.—Sea iterativo o no, un perfecto "anómalo" contiene siempre un énfasis evidente por su valor de "langue".

Frente a pres. γηθεϊν 'estar alegre', perf. γεγηθέναι es 'ponerse alegre y seguir estando alegre'. Frente a pres. πείθεσθαι 'fiarse de x', perf. πεποιθέναι es 'comenzar a fiarse de χ y seguir fiándose de x'. Frente a pres. κράζειν 'gritar' (iterativo si cada acción es un grito momentáneo), perf. κεκραγέναι es 'comenzar a gritar y seguir gritando'.

Este énfasis o insistencia, que distingue al perfecto "anómalo" del bloque presente­aoristo, es lo que presta a este perfecto la in­

tensidad que se le ha atribuido por algunos lingüistas. Se com­

prende bien, V. gr., que γεγηθέναι signifique 'estar muy alegre' etc." Este sentido intensivo o enfático, que puede admitirse en casi

todos los perfectos "anómalos" estudiados §§ 94­96, es especial­

mente visible en el pasaje ya citado de A 111 ss. en el contraste βούλομαι/προβέβουλα (§ 94).

A este respecto es interesante observar que precisamente po­

seen perfecto aquellos semantemas no­transformativos cuyo sig­

(*) Conviene subrayar que esta interpretación que damos del perfecto "anómalo" difiere sustancialmente de la que hemos refutado §§ 87, 98­100. En efecto: 1.° No es precisa para nuestra interpretación la existencia de un aoristo ingresivo (caso de 8oX7ca) de cuya noción el perfecto expresaría el estado resultante: el perfecto, insistimos, no se opone directamente al aoristo. 2." Nega­mos que el perfecto note el estado siguiente al punto inicial, pues a) no admitimos la noción de estado y b) el perfecto nota lo que sigue al punto inicial; pero—y esto es importante—considerando también de algún modo ese punto inicial.

(2) Cf. el mismo fenómeno en los presentes íoxo), [itfjivto (§ 205).

­ 63 ­

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n i ñ e a d o e s s u s c e p t i b l e d e s e r e x p r e s a d o d e u n m o d o i n t e n s i v o ,

p o r i n d i c a r b i e n u n a a c t i v i d a d a n í m i c a o d e los s e n t i d o s (^oúXeoOai, Y 7 ) 8 e T v , SépxeoSat, i X T r s o O a i , vo{iííeiv, f j Y e w i G a i , ¡xéXeiv, 6pea6ai, 6a(iPeív) o c o r p o r a l o c a s i c o r p o r a l ( a X S t o G a i , Paívstv, x p á ^ e i v , T r o T o a O a i , Saxpúew, xXaíetv), b i e n u n e s t a d o q u e n o e x c l u y e la n o c i ó n d e i n t e n s i d a d

(6áXXeiv, ( t é v e i v , v o a e í v ) . V e r b o s c o m o s í v a t ' s e r ' , 'estar s e n t a d o ' ,

xsiorOai ' y a c e r ' , q u e expresan nociones de estado puro y s i m p l e ,

carecen d e p e r f e c t o ·.

Así, pues, e l s e n t i d o i n t e n s i v o d e l o s p e r f e c t o s

" a n ó m a l o s " e s u n a r e a l i z a c i ó n d e l v a l o r a s ­

p e c t u a l d e l p e r f e c t o c o m o e x p r e s i ó n d e l c o n ­

t e n i d o v e r b a l d e s p u é s d e s u t é r m i n o .

Notemos que este sentido intensivo sería inexplicable si el valor aspectual del perfecto fuera expresar el estado simple o el estado resultante.

§ 108.—Nuestro análisis del significado aspectual del perfecto nos permite ya establecer sobre bases seguras la estructura de la oposición a la que pertenece.

El perfecto es un término caracterizado, puesto que presenta un valor de "langue" único. El valor del perfecto es entonces una expresión positiva de la noción básica de la oposición.

El término no caracterizado ha de presentar una duplicidad de valores. El valor negativo consistirá en la expresión del contenido verbal "no después de su término" ^ esto es, el contenido v e r b a l

considerado en sí (en su término o en el curso de su desarrollo, mar­

cando la duración o haciendo abstracción de ella). El valor neutro

( 1 ) Esta explicación, que puede ser exacta para είναι, ήσθαι, κεϊσθαι, no tiene, sin embargo, validez absoluta. Por una parte, οίκεΐν 'habitar* y £χειν intransitivo 'ser, estar' poseen perfecto (si bien, cosa curiosa, atestiguado en fecha moderna: los de οίκεϊν poco antes de 400 a. C , έσχηκα es posterior a esa fecha). Por' otra parte, son varios los verbos no transformativos de diversos sentidos que carecen de perfecto o que, si lo tienen, no poseen ya el valor as­pectual, sino el temporal de pretérito por la época en que se atestiguan, lo cual equivale a admitir la carencia de perfecto. Así άμελεϊν (ήμεληκέναι con valor de anterioridad en Platón Apol 31 B), βασιλεύειν, βλέπειν (cf. δρεσθαι; per­fecto helenístico en compuestos άποβέβλεφα, έμβέβλοφα s. II a. C ; del simple sólo βέβλεμμαι Ateneo 409 C, fuera de todo contexto como forma paralela a κέκλεμμαι y otras, probablemente inventada), γελάν (cf. δακρύειν; perf. pas. κατα­γεγέλασται Luciano Dial. mart. I 1, del compuesto καταγελάω, que es de sentido transformativo, aparte de que por su época no es probativo de nada), δύνασθαι (δεδύνημαι oradores del s. IV a. C , con valor de anterioridad § 96 n. 2) έθέλειν (ήθέληκα con valor de anterioridad, s. IV a. C , cf. ibidem), θεασθαι ('contem­plar' no­transformativo cf. βρεσθαι; perf. τεθέαμαι en Platón Lack. 178 como resultativo operando con el sentido de' ver'), ναίειν, οίεσθαι, πέτεσθαι (πέπτηκα es forma inventada por Querobosco In Theodosium II 79, s. IV p. C), πιστεύειν (pi. pef. πεπιστεύκειν en NT Acta Apost. 14, 23), τρέχειν (sin perfecto en el simple).

(») Contra lo que cree Holt (cf. § 84) y a primera vista puede parecer na­tural, el valor negativo de la noción "después de término" no es "antes de su término". Efectivamente, "no después de su término" puede expresar el término mismo. A "después de las 12" puede oponerse pura y simplemente la noción de "a las 12 en punto"

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expresará la indiferencia a toda distinción que tenga relación con la noción básica de la oposición.

Estas características significativas corresponden precisamente a las del bloque presente­aoristo:

En un semantema transformativo, a perf. τεθνάναι 'estar muer­

to' se oponen pres. θνήσκειν y aoristo (neutro o "factivo") θανεϊν 'morir' y (puntual) 'terminar de morir' (que presenta el proceso de 'morir' en el mismo término final). El valor neutro de presentes y aoristos en este tipo de semantemas ya ha sido suficientemente ilustrado § 80.

En un semantema no­transformativo, a perf. γεγηθέναι 'ponerse alegre y continuar alegre' (realizado como intensivo 'estar muy ale­

gre') se oponen pres. γηθεϊν y aoristo (neutro o "factivo") γηθησαι 'estar alegre' y (puntual) 'ponerse alegre' (que presenta el proceso de 'estar alegre' en el mismo término inicial). El valor neutro tam­

bién existe en estos semantemas: frente al perfecto, realizado como intensivo, el presente y el aoristo expresan la indiferencia a toda distinción hecha con referencia a la noción básica, de tal suerte que en determinadas situaciones el presente y el aoristo son aph­

cados a acciones realmente intensivas, que podrían ser expresadas positivamente por un perfecto "anómalo", cuando esa intensidad o no es expresada por procedimientos gramaticales o no interesa al hablante su expresión. Por ejemplo, en el pasaje de Jenofonte Hell. VII 2,9 τάς δέ γυναίκας πιεϊν τε φέρουσας καΐ αμα χαρα δακρυούσας la emoción de las mujeres de Fliunte que lloraban de alegría al ver a su patria Hbre de arcadios, tebanos y eleos, que habían penetrado hasta la acrópolis de la ciudad, no era sin duda menor que la de Patroclo en Π 7 cuando lloraba apenado por la derrota de los aqueos. Pero mientras que aquí aparece usada una forma gramatical que expresa positivamente la intensidad, en el pasaje de Jenofonte esta noción se desprende únicamente del contexto.

§ 109.—Los resultados obtenidos en este capítulo pueden resu­

mirse así: E l t e m a d e p e r f e c t o p o s e e u n v a l o r ú n i c o e n

e l s i s t e m a d e l a " l a n g u e " , d e f i n i d o c o m o c o n ­

s i d e r a c i ó n d e l c o n t e n i d o v e r b a l d e s p u é s d e s u t é r m i n o , a partir del cual se expUcan todos los tipos y empleos del perfecto como realizaciones de la "parole".

E l t e m a d e p e r f e c t o s e e s t r u c t u r a e n u n a o p o s i c i ó n s i m p l e q u e g r á f i c a m e n t e s e r e p r e ­

s e n t a : Término caracterizado: P e r f e c t o Término no carácter. : P r e s e n t e / A o r i s t o

La determinación de la estructura de la oposición presente/ aoristo es el objeto del capítulo siguiente.

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CAPITULO IV

LA OPOSICIÓN ASPECTUAL PRESENTE / AORISTO

§ 110.—El término no caracterizado que se opone al perfecto en la oposición privativa simple estudiada en el cap. III, está cons­

tituido por dos unidades, tema de presente y tema de aoristo, bien definidas en cuanto talés unidades significativas: no obstante la diversidad de formaciones, constituyen dos unidades en el plano del significado, que es donde se establecen las oposiciones y, por consiguiente, las unidades significativas

Existe, sin embargo, un profundo desacuerdo en las definiciones propuestas para cada una de esas dos categorías. Por ello, nuestra labor interpretativa exige un detenido examen crítico de las diver­

sas teorías (§§ 111­122). § 111.—Ya hemos visto § 84 cómo J. Holt, al definir el aspecto

de perfecto como la indicación del proceso verbal "après son ter­

me" = "avec son terme", había sido llevado a considerar que el término opuesto al perfecto es el presente, el cual indicaría el pro­

ceso verbal "avant son terme" = "sans son terme". La consecuen­

cia obligada para Holt » es que el aoristo, que es el término res­

tante, es identificado como término cero o neutro del sistema ter­

nario establecido a ­priori: "Il s'en suit que l'aoriste, qui est indiffé­

rent quant à cette distinction, indique un procès qui n'est pas con­

sidéré ni avant ni après le terme. C'est pourquoi cette valeur peut être employée tantôt avec un sens 'terminatif, par exemple Θουκυ­

δίδης Αθηναίος ξυνέγραψε τον πόλεμον τών Πελοποννησίων καΐ Α θ η ­

ναίων, ώς έπολέμησαν προς αλλήλους ' . . . a écrit . . . ils se sont battus' (Thuc. I 1), tantôt avec un sens 'ingressif: ένόσησε 'il tomba malade',

( 1 ) Sobre la pretendida diversidad del tema de presente, vid. § 113, 1.°. Sobre la unidad del tema de aoristo, cf. J. Wackernagel, Vorhsvingen I p. 171. Sobre los aoristos en ­ην/­θην, donde algunos quieren ver una oposición aspec­tual, vid. cap. IX. Recientemente K. von Fritz, Word 5, 1949, p. 192, sostiene que el aoristo sigmático y el radical tienen valores distintos en plena época his­tórica hasta el s. IV a. C. Desde luego, el aoristo en ­σα presentaba con frecuen­cia el sentido "ingresivo" (tipo ένόσησα 'me puse enfermo'); pero no excluía ni el "perfectivo" (tipo έπεισα 'logré convencer'), ni el momentáneo (tipo ήστραψε 'se produjo un relámpago'), ni el neutro (έβασίλευσε τριάκοντα ϊτη).

(») Études p. 33.

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tantôt avec un sens 'complexif: έβασίλευσε τριάκοντα ίτη 'il regna trente ans'". Aparte de que el ejemplo de aoristo "terminativo" dado por Holt es inaceptable (los dos aoristos del pasaje de Tucídi­

des son evidentemente del tipo "complexivo": dejan constancia del hecho en sí, sin considerar especialmente su término final), la ar­

gumentación de Holt suscita una serie de objeciones importantes; 1.° A "après son terme" no se opone negativamente sólo "avant

son terme", sino también "dans son terme", como resultó claro en § 108 n. 2. Es decir, tanto el presente como el aoristo podrían ser considerados términos negativos de la oposición. Se comprende bien el error de las equivalencias "après son terme" = "avec son terme" y "avant son terme" = "sans son terme", que ya discutimos § 84;

2.° No se comprende que, si el aoristo es neutro en cuanto a la noción de término, que Holt coloca en la base de su sistema ter­

nario, los valores de término inicial (aoristo "ingresivo") y de tér­

mino final (aoristo "terminativo") resulten precisamente de esa neutralidad o indiferencia.

3.° Mientras que hasta este momento Holt ha operado exclu­

sivamente con el término final, ignorando el término inicial, sor­

prende cuando dice : "ce terme se trouve, en ce qui concerne l'aspect de l'aoriste, soit au début, soit à la fin, soit aux deux côtés à la fois (έβασίλευσε τριάκοντα έτη)". Así, pues, sin demostrar por qué el aoristo no expresa, como el presente, el contenido verbal "avant son terme". Holt opera para definirlo no sólo con el término final, sino también con el inicial e incluso con los dos simultáneamente (!).

El error del análisis estructural de Holt proviene de haber tra­

tado de definir las tres unidades en función de una sola noción bá­

sica: deriva, por consiguiente, de la falsedad del postulado hjelmsle­

viano que quedó demostrada § 44. § 112.—Es tarea no fácil la de dar una visión clara de las defi­

niciones propuestas por la lingüística tradicional para el signifi­

cado aspectual de los temas de aoristo y de presente. Conviene advertir que, contra el buen método, casi siempre ha influido la interpretación del perfectivo y del imperfectivo de las lenguas eslavas.

Por lo que hace al aoristo, podemos encuadrar todas las teorías en 3 grandes grupos:

1.° El aoristo es "puntual". Esta puntualidad es referida bien a una acción momentánea (βήναι), bien al punto inicial (δακρϋσαι 'co­

menzar a llorar': aoristo "ingresivo", "inceptivo") o al final (πεϊ­

σαι 'lograr persuadir'; aoristo "efectivo", "terminativo", "perfec­

tivo"). Junto a este aoristo "puntual" se reconoció la existencia de un

aoristo que no expresa la puntualidad (έβασίλευσε τριάκοντα έτη 'reinó treinta años'; aoristo "complexivo", "constantivo", "factivo", "konzentrierend", "totalitär").

( 1 ) Ibidem p. 45.

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B. Delbrück y K. Brugmann S entre otros, reducen el aoristo "complexivo" al puntual, suponiendo que la acción en su totalidad es como concentrada en un punto (?). Por el contrario, J. M. Stahl · señala con razón la imposibilidad de reducir un tipo a otro. E. Her­mann ' considera también irreconcihables estos dos tipos, hasta el punto de que establece entre ellos una oposición. Por fin J. Wacker­nagel *, aunque piensa en principio que la "efectuación" es lo espe­cífico del valor del aoristo (sobre este concepto cf. 2.°), se limita, en realidad, a dar una descripción empírica de los sentidos del ao­risto, que se reducen al aoristo "ingresivo", al "efectivo", al que expresa "etwas einmaliges" (esto es, algo que sucede una sola vez) y al aoristo del hecho escueto ("das nackte Factum").

2.° El aoristo es simplemente "confectivo" ( = "perfectivo", "terminativo", "efectivo"): expresa la realización o efectuación de la acción ' o, dicho con otras palabras, considera la acción verbal como simplemente sucedida, como acabada ("ais schlechthin ge­schehen, vollendet") '.

Esta definición del aoristo como únicamente "confectivo" es consecuencia de la tendencia, ya observada en el grupo 1.°, a re­ducir a uno solo los diferentes tipos de aoristos existentes. Incluso el aoristo "ingresivo" del tipo Saxpuaai es para Schwyzer (que lo denomina "metaptotisch") "confectivo", ya que (siguiendo a Her­big, Hartmann y Svensson) considera que expresa la conclusión de un cambio de estado ("Zustandänderung"). El tipo "factivo" eßowriXeuas T P . S-n¡ es considerado por Schwyzer también como "con­fectivo", advirtiendo que "no subraya tanto el momento de la ter­minación como sencillamente la total realización de una acción o proceso", lo cual implica cierta ambigüedad en el concepto de "con­fectivo". Significativa es la observación de Schwyzer ' de que el infinitivo aoristo puede ser usado como expresión absoluta de la idea verbal en sí: áTroOavsív ¡jie Sei. En efecto, esto nos revela que Schwyzer, al definir el valor del aoristo "factivo" igual que el del auténtico "confectivo" como la expresión de la total realización de una acción o proceso, opera, en realidad, con la noción de tiempo pretérito existente en el aoristo de indicativo: si la acción o proceso verbal pertenecen al pasado, es que, evidentemente, han sido rea­lizados. Pero fuera de la noción del tiempo, en el infinitivo, por ejemplo, no se encuentra naturalmente esa "total realización".

(>) B. Delbrück, Vergi. Synt. II p. 230 ss. (siguiendo a Mutzbauer, Grund­lagen der gr. Tempuslehre II, 1909, p. 11); K. Brugmann, Kurze vergi. Gram. p. 562; Brugmann-Thumb, Gr. Gram. 4 p. 546.

{') Kritisch-historische Syntax des gr. Verbums in der Mass. Zeit, p. 76 ss. (») IF 45, 1927, p. 207 ss. (*) Vorlesungen I p. 172 ss. (') Cf. Wackernagel, ibidem. (·) Schwyzer, Gr. Gram. II p. 252 y 260 ss. Similarmente H. Jacobsohn,

Gnomon 2, 1926, p. 379 s., y F. R. Adrados, Estudios Clásicos I, 1950, p. 13: el aoristo indica "el término del proceso".

(') Gr. Gram. II p. 262.

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Y, sin embargo, no hay justificación para separar aspectualmente el indicativo έβασίλευσε τρ. ίτη 'reinó treinta años' del inf. βασι­

λεϋσαι τρ. έτη 'reinar treinta años'. El mismo Schwyzer ^ al consi­

derar los usos del imperfecto y del aoristo fuera de toda construc­

ción teórica sobre el aspecto, observa atinadamente que "Vergan­

genes wird . . . durch den Indikativ des Aorists in sachhcher Kürze ohne Rücksicht auf den Verlauf mitgeteilt".

No obstante estos intentos de identificación, estos lingüistas sienten que el aoristo "factivo" o "complexivo", no es susceptible de ser completamente reducido al tipo "confectivo", e intentan una exphcación especial de esa diferencia apUcando un punto de vista histórico. Según Schwyzer, el "factivo" sería una debilitación del "confectivo". Según F. R. Adrados el "confectivo" podría ser "una precisión de un uso anterior puramente preterital" (lo cual es aplicable sólo al aoristo de indicativo, mas no a las demás for­

maciones del tema de aoristo). Estos intentos de justificación his­

tórica, que en el mejor de los casos son hipótesis absolutamente indemostrables, no afectan a la descripción del estado de lengua bajo la perspectiva sincrónica; el aoristo "factivo" y el "com­

plexivo" no parecen ser reconciliables dentro de una definición única.

3.° Una opinión en cierto modo opuesta es la sustentada por Meillet según la cual el aoristo griego indica pura y simplemente el proceso sin indicar su desarrollo. No obstante, en otro lugar el mismo Meillet * hace alguna concesión al "confectivo".

§ 113.—Las definiciones dadas del valor aspectual del tema de presente pueden reunirse en dos grupos:

1.° El presente posee una gran complejidad de valores. Del­

brück ' estableció en el tema de presente una gran diversidad de valores aspectuales (presentes, puntuales, no puntuales, mixtos, ite­

rativos, cursivos, terminativos), muchos de ellos propios de deter­

minados tipos morfológicos. Stahl* se muestra escéptico en cuanto a tales distinciones, no sólo porque éstas no se pueden establecer en todos los sufijos y porque en un mismo sufijo el supuesto valor no aparece en todos los verbos formados con él (γηράσκω 'enveje­

cer' es "incoativo", perp πάσχω, ευρίσκω, βόσκω no lo son), sino, además, porque muchas veces el valor atribuido al tipo morfológico es una noción perteneciente a la misma significación de la raíz. En todo caso, esa clasificación de valores aspectuales carece de validez funcional, ya que está hecha con criterios variables para

( 1 ) Ibidem p. 275. {') Loc. cit. p. 14. (') Introduction à l'étude comparative des langues indoeuropéennes, p. 250. (*) Aperçu , p. 38. Cf. también Meillet­Vendryes, Traité de gram, comparée

des langues classiques,, 1948, p. 174 ss.; J. Humbert, Syntaxe grecque, 1945 (ci­tado en adelante Synt. gr.), p. 111; P. Chantraine, Morphologie historique du grec, 1945, p. 167.

(») Vergi. Syntax II p. 16 ss., 64 ss. (·) Op. cit. p. 75.

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cada una de las clases, es decir, lingüísticamente no pueden ser considerados como términos cuyos valores se definen en relación a una noción básica única. Tales definiciones de aspectos del tema de presente son inutilizables. Sin embargo, esta misma descripción es la que da Brugmann que subraya la complejidad de significa­dos del tema de presente frente a la pretendida unidad del tema de aoristo con su valor puntual, lo cual en una interpretación es­tructural del sistema llevaría a hacer del presente un término no caracterizado.

2.° El tema de presente es durativo. Tal es la definición que se encuentra en Stahl y Wackernagel · y es, en suma, la sustentada por Meillet y la escuela francesa ' y por E. Hermann ·.

Otras veces la definición del tema de presente como durativo procede de su contraposición con el aoristo, considerado de signifi­cación unitaria. Así, frente a la puntuahdad del aoristo, el presente es definido por Brugmann-Thumb » como "no puntual", de donde procede su valor durativo ("kursiv", "linear"). Para H. Jacob­sohn ·, frente al valor "perfectivo" del aoristo, el presente es "im­perfectivo o durativo", e igualmente Schwyzer' opone al aoristo "confectivo" el presente como "infectivo", el cual indicaría la acción sin su término, en su desarrollo. Junto a este valor "infectivo", Schwyzer admite presentes "confectivos" en el presente histó­rico (cf. § 250) y un empleo "confectivo" de algunos otros presen­tes (§ 119). Otros, como F. Hartmann y H. Koller », admiten la existencia de imperfectos "ingresivos" *.

§ 114.—Antes de proseguir nuestro análisis para establecer la estructura de la oposición existente entre presente y aoristo y con ello determinar el significado propio de cada categoría, es necesa­rio que consideremos sumariamente la estructura externa visible del sistema de aspectos y tiempos, para dar, a modo de anticipa­ción, el resultado que confirmamos en el cap. VII sobre la po­sición especial que ocupa el presente de indicativo en dicho sis­tema.

En el sistema del verbo griego, la oposición tema de presente/ tema de aoristo se realiza en las posiciones de los distintos tiempos y modos, así como en las formas nominales (infinitivos y partici­pios), y ello, claro es, tanto en la voz activa como en la medio-pasiva.

O Kurze vergi. Gram. p. 560. (') Stahl, op. cit. p. 74; Wackernagel, Vorlesungen I p. 173 s. (») Vid. § 112, 3.° n. 3 y 4. (·) IF 45, 1927, p. 207 ss. C) Gr. Gram.t p. 542. (·) Gnomon 2, 1926, p. 379 s. (') Gr. Gram. II p. 257, 258 s. («) F. Hartmann, KZ 49, 1920, p. 2 ss., y H. Koller, Museum Helveticum 8,

1951, p. 88 ss. (·) F. R. Adrados, Estudios Clásicos I, 1950, p. 13, 21 ss., sigue a Schwy­

zer en la definición del presente como infectivo.

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Prescindiendo de esta oposición de voz y también de la posición de tiempo futuro (sobre la cual vid. §§ 147-153), la representación gráfica del sistema

FORMAS P E R S O N A L E S F. NOMINALES

TIEMPOS (InA) MODOS Inf. Part.

Pres. iPret. Subj. Opt. Impar.

Xiktv XÚCiJV ASPECTOS

Tema pres. XtJ<0 ÏXuov XlJti) Xóoi¡i.i Xüe Xiktv XÚCiJV ASPECTOS

Tema aor.

XtJ<0

Xüoov Xüoai Xúaac

muestra claramente que la oposición tema de presente/tema de aoristo no se da en el tiempo de presente. Según el principio formu­lado § 53, podemos afirmar ya que la oposición está neutralizada en esa posición. La verificación se hallará en el cap. VII. Aquí sólo nos interesa extraer una consecuencia metodológica importante: p a r a e s t a b l e c e r e l v a l o r a s p e c t u a l d e l t e m a d e p r e s e n t e , e l p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o e s i n u t i 1 i z a b 1 e , p o r s e r n e u t r o e n c u a n t o a l a d i s t i n c i ó n e n t r e p r e s e n t e y a o r i s t o .

Con esto señalamos el vicio capital de la mayoría de las inves­tigaciones realizadas hasta hoy. Aunque algunos autores han tra­tado, sobre todo, de la oposición de imperfecto y aoristo de indi­cativo (así Wackernagel, Hermann), se ha operado preferente­mente con el presente de indicativo o, cuando se han aducido sen­tidos del tema de presente en varias de sus formaciones, siempre han predominado los ejemplos del presente de indicativo, porque ésta es con mucho la más frecuente de todas. En el Aiax de Sófo­cles, por ejemplo, hay 308 presentes de indicativo frente a sólo 54 imperfectos, 20 presentes de subjuntivo, 18 presentes de opta­tivo y 76 presentes de imperativo; los participios y los infinitivos de presente son, respectivamente, 138 y 128. El presente de indi­cativo resulta ser la más frecuente de las formas personales e in­cluso cuenta con casi el doble número de ejemplos que todas las demás formas personales del mismo tema juntas (308: 168)^.

Siendo neutro en cuanto a la oposición significativa tema de presente/tema de aoristo, las nociones aspectuales que destacan proceden del semantema o de la situación o del factor psicológico, son realizaciones de la "parole".

De este modo se comprende de antemano la disparidad de los resultados obtenidos por los lingüistas al tratar de determinar el valor aspectual del presente Por lo general, se han asignado a

(») Tomo las cifras de J. Brunei, L'aspect..., p. 266, 273. (·) Este vicio que señalamos hace que tenga en cierto modo razón

F. R. Adrados, art. cit. p. 21: "Una cosa es decir en las gramáticas que el pre­sente es un durativo o cursivo y otra justificar en un texto ese valor en todos los presentes uno a uno."

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la forma sentidos que son ajenos a ella en el sistema de la "lan­

gue". La admisión por Schwyzer de sentido "confectivo" en algu­

nos ejemplos de presentes ' y en el presente histórico ·, que no sólo es distinto, sino además contradictorio con el valor "infectivo" que asigna a este tema, puede servir de ejemplo de la. desorienta­

ción reinante. § 115.—Una de las primeras tareas con que se enfrenta nues­

tro análisis es la separación de las nociones pertenecientes al se­

mantema en que se reahzan las categorías gramaticales que estu­

diamos. Pero para realizar bien esa labor consideramos necesario r e v i s a r j o s c o n c e p t o s d e " i n g r e s i v o " ( = "incoa­

tivo", "inceptivo") y de " p e r f e c t i v o " ( = "confectivo", "efec­

tivo", "terminativo") que frecuentemente se aplican a los seman­

temas verbales. Al hacer esta clasificación, se comete generalmente el error de

tomar un punto de vista externo al contenido verbal expresado por el semantema. Así se ha considerado, v. gr., esp. encontrar, fr. trouver, al. finden, ingl. to find como "confectivo" conside­

rándolo desde el "infectivo" o "durativo" buscar, chercher, suchen, to seek como últimamente hace Schwyzer' . Pero en reaUdad nada impide que el contenido verbal de "encontrar" sea considerado como durativo, como se demuestra por las perífrasis esp. estoy encontrando, ingl. / am finding. Brugmann­Thumb*, v. gr., atri­

buyen a δρνυσθαι 'ponerse en movimiento' sentido "ingresivo", con referencia a 'estar en movimiento'; pero asignan a άγνύναι 'romper' sentido "perfectivo", con referencia sin duda a 'estar roto'. Igual­

mente en una forma gramatical como aor. χαρήναι 'alegrarse' se habla de un sentido "ingresivo", considerándola desde el punto de vista de 'estar alegre', significado que no es ciertamente el ex­

presado por el pres. χαίρειν 'alegrarse'. A decir verdad, igualmente justificado estaría tomar el punto

de referencia opuesto y considerar "perfectivo" a δρνυσθαι, conside­

rándolo desde el estado de reposo anterior, e "ingresivo" a άγνύναι, con referencia al nuevo estado de 'estar roto' en que entra el ob­

jeto. De este modo se comprende que las opiniones puedan variar. Para unos, el semantema de γίγνεσθαι, γενέσθαι es "ingresivo", con relación a 'ser'; para otros, es "perfectivo", por considerar el final de la acción de 'llegar a ser, producirse'. Similarmente, θνήσκειν θανεϊν 'morir' puede ser considerado como "ingresivo" con referen­

cia a 'ser un muerto' o como "perfectivo" (así Schwyzer ») con re­

lación a νοσεϊν 'estar enfermo'. § 116.—Es evidente que una clasificación científica de los se­

mantemas no puede permitir ese grado de arbitrariedad: su punto

(') Gr. Gram. II p. 259. (') Ibidem p. 271. (·) Ibidem p. 249 s. (*) Gr. Gram., p. 542. (») Gr. Gram. II p. 260.

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de vista no ha de ser externo—susceptible de variar—, sino in­

terno, que defina la naturaleza del contenido verbal en sí. Considerando atentamente los hechos, se observa que tanto los

semantemas "ingresivos" como los "perfectivos" forman perfectos del tipo "normal" que expresa el estado resultante: βρωρε, Ιαγε, γέγονε, τέθνηκε, κεχάρημαι. Si ello es así, es porque unos y otros son semantemas transformativos en la tipología que establecimos § 90, y en caso de que una categoría verbal haga resaltar un tér­

mino, este término no puede ser otro que el término final. Es decir, no hay tales semantemas "ingresivos" y, por consiguiente, no hay por qué distinguir entre "ingresivos" y "perfectivos". Todos ex­

presan simplemente un cambio de estado, el paso de un estado a otro, sin que haya motivo que justifique tomar ni el estado ante­

rior ni el posterior para definir el semantema verbal. Como ya vimos, a este tipo de semantemas transformativos se opone el de los no­transformativos (δακρύειν, νοσεΐν, είναι, ήσθαι). Por otra parte, el semantema no indica de por sí el punto final de la transforma­

ción, sino la transformación misma, que, naturalmente, tiende hacia ese fin. Por esto consideramos también poco afortunada toda denominación que aluda al término final de la acción verbal.

Desde este punto de vista, s ó l o e s a d e c u a d o h a b l a r d e s e m a n t e m a s t r a n s f o r m a t i v o s y n o ­ t r a n s ­

f o r m a t i v o s . § 117.—De los diversos valores de momentaneidad o duración

que encontramos asignados por los diversos autores a uno y otro tema se deriva la necesidad de un estudio de los semantemas con este criterio.

Un fenómeno de la realidad externa susceptible de sei expre­

sado por un verbo dura siempre en esa realidad externa una cierta cantidad de tiempo, por pequeña que sea. En la representación subjetiva de la realidad externa, un fenómeno que se desarrolla en muy poco tiempo aparece como desprovisto de duración, como un punto, como un momento. Así άστράψαί 'relampaguear', cuando se refiere a un solo relámpago, y βηναι cuando significa 'dar un paso' (cf. § 92).

Conviene, pues, distinguir desde este otro punto de vista 2 tipos: s e m a n t e m a s m o m e n t á n e o s y d u r a t i v o s .

Un semantema no­transformativo es o momentáneo (άστράψαι <;uando se refiere a una sola άστρατιή) o durativo (νοσεΐν 'estar en­

fermo'). Por el contrario, un semantema transformativo o es momen­

táneo (βήναι 'dar un paso') o es indiferente a esta clasificación, de suerte que unas veces puede aparecer como momentáneo (cuando la transformación es rápida) y otras como durativo (cuando la transformación se produce durante una cantidad de tiempo per­

ceptible). Después de las dos digresiones contenidas en §§ 114­117, esta­

mos en condiciones de reanudar la marcha de nuestro análisis.

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§ 118.—La definición del aoristo como "confectivo" y del pre­

sente como "infectivo" equivale a considerar que la noción básica de la oposición es la noción de término final de la acción. Ahora bien, la admisión de una noción básica de esa naturaleza choca coh difi­

cultades insoslayables {§§ 118­122): En cuanto se opone a la noción de "confectivo" = "con tér­

mino", la noción de "infectivo" no contiene más que la idea de "sin término". El tema de presente consideraría, pues, la acción en sí, sin su término. Esta noción de "sin término" no es equiva­

lente a la de "expresión de la duración" o "consideración de la acción verbal en su duración o desarrollo". La duración puede exis­

tir en la reahdad externa e incluso en la reahdad psicológica (se­

mantemas durativos), pero no ser expresada por la forma (caso del aor. έβασίλευσε τρ. έτη). Entonces ¿cómo explicar el valor de duración del tema de presente, que el mismo Schwyzer considera fundamental?

§ 119.—Esta inconsecuencia de Schwyzer al establecer el valor del "infectivo" le conduce al absurdo de admitir ^ la coexistencia de los dos valores "confectivo" e "infectivo" en una misma forma verbal: πείθειν 'persuadir', ίστασθαι 'ponerse en pie', que conside­

rarían el término final, serían "infektiv­konfektiv"; φεύγειν 'ha­

cerse a la huida" que consideraría el término inicial, sería "kon­

fektiv­infektiv" Esta coexistencia sería imposible si los dos tér­

minos hubieran sido bien definidos, ya que el valor negativo del término no caracterizado es la negación del valor del término ca­

racterizado, de suerte que son contradictorios y se excluyen mu­

tuamente: una cosa no puede ser blanca y negra a la vez, una acción no puede tener término y no tener término al mismo tiempo.

La verdad es que, como señalamos § 118, la noción de "infec­

tivo" no puede ser identificada con la de "durativo", como hace Schwyzer. La noción de término inicial o final que se cree descu­

brir en estos presentes es, en reahdad, un fenómeno de "parole": o pertenece al semantema (caso de δρνυσθαι, ϊστασθαι, πείθειν, que nosotros clasificamos dentro del tipo transformativo) o procede de la situación (B 139 s. άλλ' άγεθ', ώς αν έγώ εϊπω πειθώμεθα πάντες· φεύγωμεν σύν νηυσΙ κτλ. 'mas ¡ea!, tal como yo diga, obedezcamos todos: huyamos con las naves, etc.': la acción de πείθεσθαι 'obedecer' y la de φεύγειν 'huir' tienen en la reaUdad externa un comienzo, pero este comienzo no es expresado por la forma, pertenece a la situación. La pretendida (y falsa, cf. § 116) noción de término ini­

cial o final aparece tanto en el tema de presente δρνυτο, ϊστατο como en el de aoristo ώρτο, έστη. Por ello ,admitiendo su existencia, tal

O Gr. Gram. IL p. 259. (') Schwyzer traduce de este modo a su sistema los conceptos de término

inicial y duración y de duración y término final utilizados por E, Rodenbusch, IF 21, 1907, p. 116 ss., 124 ss.; 22, 1907, p. 402 ss., y Brugmann­Thumb, Gr. Gram., p. 542.

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noción sería una noción no pertinente de la oposición: no puede, por tanto, ser su noción básica.

§ 120.—En el interior del tema de presente existe en griego una oposición gramatical (proporcional, por tanto) del tipo μίμνω/ μένω equivalente a "acción con su término"/"acción sin su tér­

mino" (§ 209). Por la ley de la no interferencia de oposiciones mor­

fológicas idénticas, establecida § 40, se llega a la conclusión de que la noción básica de la oposición presente/aoristo, que se inter­

fiere con la del tipo μίμνω/μένω no puede ser la consideración del término de la acción.

§ 121.—Si por valor "confectivo" se entiende la consideración de la acción verbal como sucedida, como acabada (cf. § 112, 2.°), ya observamos que esta definición del aoristo operaba subrepticia­

mente con la noción de tiempo pretérito y que era insostenible en las posiciones indiferentes a dicha noción, como los modos y las formas nominales.

§ 122.—La interpretación del presente como "infectivo" y del aoristo como "confectivo" significa en términos estructurales que el aoristo es un término positivamente caracterizado. Para ser tal, sin embargo, el aoristo debería poseer un significado unitario, lo que exigiría reducir a "confectivo" el llamado aoristo "ingresivo" y el "complexivo" o "factivo".

En cuanto a la interpretación del "ingresivo" δακρϋσαι 'echar a llorar', νοσησαι 'caer enfermo', βασιλευσαι 'subir al trono' 'llegar a ser rey' como "confectivo" puro, Schwyzer ' la justifica argumen­

tando que expresan la conclusión de un cambio de estado ("abgesch­

lossene Zustandanderung"). Tal interpretación es, sin embargo, completamente artificiosa, ya que estos aoristos pertenecen a se­

mantemas no­transformativos, que no expresan cambio de estado alguno: βασιλεύειν 'reinar', νοσεΐν 'estar enfermo', δακρύειν 'llorar', etc. Y prueba de ello es que ese sentido no­transformativo aparece tanto en el presente como en el aoristo del tipo "complexivo" (έβασίλευσε τρ. έ'τη), lo que indica que es propio del archivalor de la oposición y que, por tanto, pertenece realmente al semantema.

Sobre el intento de reducir a un mismo tipo el "complexivo" y el pretendido "confectivo", vid. § 112, 2.° \

( 1 ) Gy. Gram. II p. 261. (*) F. R. Adrados, art. cit., que comparte las ideas de Schwyzer en cuanto

al valor aspectual de los temas de presente y de aoristo y que hace, consecuen­temente (p. 21), del presente un término no caracterizado ("negativo" en su terminología), se basa para ello, además de en la pretendida unidad del tema de aoristo, en una aparente complejidad del tema de presente, en el cual cree deber distinguir: 1.°, un "durativo" o "cursivo"; 2.°, un "terminativo", y 3.", "lo que Schwyzer llama 'estativo' (ειμί, θάλλει)". Si dejamos a un lado el pretendido "terminativo", cuya no existencia ya hemos demostrado suficiente­mente, notemos que no hay razón para separar el llamado "estativo" del "du­rativo" o "cursivo" (que Adrados parece entender como el "íientiv" de Schwy­zer y que nosotros más bien denominamos "transformativo"), pues la natura­leza transformativa o no­transformativa del semantema no afecta en ningún modo a la noción de duración, que puede realizarse en uno y otro tipo de verbos.

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Sacando la conclusión de lo expuesto §§ 118­122, podemos afir­

mar que l a n o c i ó n d e " c o n s u t é r m i n o ( f i n a l ) " n o e s l a n o c i ó n b á s i c a d e l a o p o s i c i ó n a s p e c ­

t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o . § 123.—La doble circunstancia de que el aoristo no pueda re­

ducirse a un valor puntual unitario (por las razones expuestas en § 112, 2.°) y de que (fuera del presente de indicativo, que es as­

pectualmente neutro) no aparezcan temas de presente usados en sentido puntual, nos asegura que el aoristo, definido como pun­

tual, no puede ser el término positivo de la oposición. Por consiguiente, l a n o c i ó n d e p u n t u a l i d a d n o e s

l a n o c i ó n b á s i c a d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o .

§ 124.—Resumiendo los datos irreductibles para nuestro aná­

lisis, tenemos: 1.° El que un semantema momentáneo pueda realizarse como

tal en el aoristo (έβη § 91 η. 1; άστράψαι 'producirse un relámpago' en Sófocles fr. 578 Pearson ούρανοϋ δ'άπο ήστραψε, βροντή δ'έρράγη δι'άστρατιης: se trata de un solo relámpago, a juzgar por los singu­

lares βροντή y άστρατΐή) sólo se explica si el valor de "langue" del tema de aoristo es puntual o indiferente a la noción de puntuali­

dad, de suerte que no repugna a la realización como puntual en este tipo de semantemas.

2.° La diferencia entre impf. έβασίλευε 'era rey'/aor. έβασίλευσε 'llegó a ser rey' no es producto de la realización, ya que es una al­

teración de un semantema no­transformativo en transformativo. 3.° La diferencia entre aor. "ingresivo" έßo«τíλευσε/aor. "com­

plexivo" έβασίλευσε τρ. έτη, que es irreductible y que implica tam­

bién una oposición entre un valor transformativo y otro no­

transformativo, ha de ser considerada como pertinente de la oposición.

4.° La diferencia entre impf. έπειθον 'yo persuadía'/aor. "per­

fectivo" έπεισα 'yo logré persuadir' (así Jenofonte Cyr. V 5,22 έλθών έπειθον αυτούς και οδς έπεισα τούτους έχων έπορευόμην), que implica una oposición entre no­consideración y consideración del término final de un mismo semantema transformativo, ha de ser igual­

mente considerada pertinente de la oposición. 5.° El sentido "conativo" de impf. έπειθον 'intentaba persua­

dir' se basa, en reahdad, en la traducción del valor "durativo" uná­

nimemente reconocido en el tema de presente (del que hemos de excluir al presente de indicativo). Simplemente se trata de que la acción transformativa de πείθειν es considerada como durativa, es decir, se fija la atención en su desarrollo: 'yo estaba persua­

diendo' = 'yo estaba intentando llegar al término final, aJ logro del convencimiento'. Este sentido "durativo" del tema de presente, que supone la adición de una noción nueva al sentido puramente transíorniativo del semantema, ha de ser también una noción per­

tinente del tema de presente.

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6.° Por el contrario, el sentido "iterativo" no es noción perti­

nente, ya que se puede demostrar que surge de realizaciones de la "parole". Así, en un semantema momentáneo se realiza el "du­

rativo" como "iterativo": βήναι 'dar un paso7ßαívειv 'dar pasos, andar' (§ 92); άστράψαι 'producirse un relámpago' (vid. 1.°)/ άστράπτειν 'relampaguear', 'producirse varios relámpagos' (B 353 [se. Ζεύς] άστράπτων, έπιδέξι' έναίσιμα σήματα φαίνων; nótese el plu­

ral σήματα: cada άστραττή es un σήμα; cf. schol. άστραπάς ποιών, recogido en Ebeling, Lexicon homericum I p. 185). En realidad, basta que la forma no sea de valor puntual para que surja de la situa­

ción o del contexto el sentido iterativo: así en el aoristo "com­

plexivo" (A 396 s. πολλάκι γαρ σέο ένΙ μεγάροισιν άκουσα ευχόμενης) Ιο mismo que en el imperfecto (Κ 77 s. παρ 8έ ζωστήρ κεϊτο παναίολος, φ ^'ό γεραώς ζώννυθ' δτ'ές πόλεμον φθεισήνορα θωρήσσοιτο). Más sobre el "iterativo" en §§ 143­144.

7.° No es noción pertinente del tema de presente el preten­

dido valor "incoativo" que F. Hartmann * ha intentado establecer para el imperfecto (además del "durativo" y del "iterativo"), ba­

sándose en pasajes del tipo NT Marcos 1,31 καΐ προσελθών ήγειρεν αυτήν κρατήσας της χειρός, καΐ άφήκεν αυτήν ó ττυρετος καΐ δ ι η ­

κ ό ν ε ι αύτοϊς ( ~ Mateo 8,15 ss. διηκόνει αύτφ, Lucas 4,39 ss. διη­

κόνει αύτοϊς), que Hartmann interpreta 'comenzó a servirles'. Ahora bien, διακονεϊν significa simplemente 'ser διάκονος, servir', como no­transformativo. El sentido ingresivo que Hartmann atribuye al valor del imperfecto deriva, en realidad, de la situación: puesto que esa mujer estaba antes muerta, la acción de διακονεϊν ha te­

nido que tener un comienzo. Tenía razón H. Meltzer' al negar todo valor incoativo al imperfecto citando, por ejemplo, Jeno­

fonte Anab. I 8,27 αυτός τε απέθανε και οκτώ έ κ ε ι ν τ ο έπ'αύτφ. Schwyzer », que tampoco admite este pretendido valor incoa­

tivo del imperfecto, compara acertadamente ν 281 άλλ' αδτως άποβάντες έκείμεθα νηος άπαντες y Tucídides III 22,5 καΐ αύτίκα βοή ή ν con durativos muy claros del tipo no­transformativo sin idea de comienzo. La situación destaca el término inicial, que es el único posible en un semantema no­transformativo (cf. § 106). Ultimamente Η. Koller * admite también un imperfecto "incep­

tivo", interpretando erróneamente la perspectiva de la duración, que estudiamos en § 139, o imperfectos en los que la noción de comienzo resulta sólo de la situación. De la situación procede tam BIEN la noción de comienzo que aparece en otras formas del tema de presente, como los subjuntivos citados § 119.

§ 125.—El hecho de que el aoristo "factivo" expre.se, según, se reconoce por casi todos los lingüistas (cf. § 112), la acción verbal en sí, desnuda de calificaciones aspectuales, es base suficiente para

( 1 ) KZ 49. 1920, p. 2 ss., 7. (») IF 12, 1901, p. 356. (») Gr. Gram. II p. 277. (*) Museum Helveticum 8, 1951, p. 88 ss.

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sostener que este tipo de aoristo constituye el valor neutro del término no caracterizado. Con esto está de acuerdo la complejidad de valores del tema de aoristo, irreducible a una definición única: el valor negativo y el neutro de todo término no caracterizado, en efecto, no pueden ser comprendidos dentro de una definición única lograda por vía empírica, según expusimos § 65. Por otra parte, el tema de presente posee una clara unidad aspectual, re­

ducible toda ella a un único valor durativo (ya que, según hemos visto § 124, los sentidos "iterativo" e "incoativo", así como el pretendido "confectivo" de algunos presentes son fenómenos de "parole", lo cual armoniza bien con el valor único—valor posi­

tivo—que ha de presentar todo término caracterizado. Podemos, pues, considerar que e l t e m a d e p r e s e n t e , ,

d e f i n i d o c o m o d u r a t i v o , c o n s t i t u y e e l t é r ­

m i n o c a r a c t e r i z a d o d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o .

§ 126.—Tratemos ahora de c o m p r o b a r si esta interpre­

tación funcional es exacta. Para ello habremos de demostrar que el término no caracterizado, el tema de aoristo, presenta un valor neutro de indiferencia (ya mencionado; vid. además § 132) y un valor negativo que habrá de deducirse lógicamente del valor posi­

tivo ( = noción básica de la oposición) del término caracterizado, tema de presente.

§ 127.—Ahora bien, la no duración, la negación o ausencia de la duración es precisamente el punto, el momento desprovisto de duración (en la realidad subjetiva, naturalmente).

En el sistema de la "langue" un valor del aoristo es el puntual 0 momentáneo. Estudiemos ahoya las diversas realizaciones de este valor puntual.

En un semantema momentáneo, el aoristo puntual expresa la realización de la acción verbal momentánea una sola vez: es el caso ya citado de la fórmula homérica βή δ'ϊμεναι 'DIO un paso para ir' y de Sófocles fr. 578 Pearson ούρανοϋ δ'άπο ήστραψε, βροντή δ'έρράγη δι' άστραττης. Además Ε 366 μάστιξεν δ'έλάαν, τώ δ'ούκ άέκοντε πετέσθην "DIO un latigazo' .

§ 128.—Una acción transformativa, como γίγνεσθαι, γενέσθαι 'nacer, producirse' o como θνήσκειν, θανεϊν 'morir' puede ser conce­

bida tanto como dotada de duración (el cambio de estado dura un tiempo perceptible) cuanto como momentánea (la transformación es repentina), según ya expusimos § 117.

l') Los ejemplos seguros no abundan. No obstante, está demasiado gene­raliíada la tendencia a admitir raíces momentáneas. Por ejemplo, Delbrück, Vergi. Synt. II p, 14, admite que la gran mayoría de las raíces son puntuales. Ai í, ( ά π - ) £ θ α υ ε ο 4 clasificado (ibidem ρ. 107) como puntual momentáneo, lo cual €i errúneo, porque el tema de presente durativo (άπο­)θνήσκειν habría de rea­ü.^arse como iterativo, cosa que no sucede en la realidad, pues, v. gr., θνήσκων es 'íí.stando en el lecho de muerte' en Β 106 Άτρεύς δέ θνήσκων Ελιπεν [σκήπτρον] 1 Ί;·λ!)(χρνι βυέττ^, Por el'o, tiene toda ¡a razón Wackernagel, Vorlesungen I p. 173, cii . indo interpreta el durativo (άπο­)θνήσκειν 'im Sterben liegen'.

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En un semantema transformativo momentáneo el aoristo pun­

tual expresa la momentaneidad de la transformación ( a o r i s t o p u n t u a l m o m e n t á n e o ) . Así, en el ejemplo de Heró­

doto VIII 64,1 ήμερη τε έγίνετο (impf. "durativo": 'amanecía poco a poco, lentamente') καΐ άμα τζ> ήλίω άνιόντι σεισμός έγένετο (aor. pun­

tual momentáneo: 'se produjo un terremoto en un momento'). Puntual momentáneo es también ήστραψε en el ejemplo citado de Sófocles fr. 578 Pearson. Cf. también § 132.

§ 129.—Cuando el contenido verbal está provisto de duración en la representación psicológica de la realidad externa, el punto de la acción designado por el aoristo puntual ha de ser un punto definible, no uno cualquiera de los infinitos puntos de que se com­

pone la duración real

A Β

a los que no puede hacerse referencia concreta. Ese punto expresado por el aoristo sólo puede ser el punto ini­

cial A ( a o r i s t o i n i t i v o ) o el punto final Β ( a o r i s t o f i η i t i V o ) ^

§ 130.—En un semantema verbal transformativo provisto de duración el aoristo puntual sólo puede referirse al punto final, ya que, según expusimos § 106, el término final es el único que existe en la representación psicológica de este tipo de acciones verbales. Los ejemplos claros no abundan porque el aoristo pun­

tual momentáneo se distingue mal del finitivo (ya que la trans­

formación podía concebirse como momentánea; cf. § 128) y por­

que es también difícil de separar el aoristo neutro del finitivo por las razones que expondremos § 133.

No ofrecen duda aquellos ejemplos en que a un tema de pre­

sente que expresa la acción en su desarrollo sigue un aoristo del mismo verbo que expresa la terminación de esa acción: Jeno­

fonte Cyr. V 5, 22 έλθών επειθον αυτούς και ούς έπεισα ('logré per­

suadir') τούτους έχων έπορευόμην. IG 2 ΙΙ/ΙΙΙ 1612, 206 ss. (año 356/355 a. C.) αρχιτέκτων 'Αμύντης έπεσκεύαζεν ('estaba ocupado en la construcción'), δσα δε ένελείφθη καΐ τότε μή έπετελέσθη, ΰστερον Εύφράνωρ αρχιτέκτωνέπεσκεύασεν ('logró terminar'). Platón Prot. 317 A το οδν άποδιδράσκοντα μή δύνασθαι άποδραναι.

Por tanto, e n u n s e m a n t e m a v e r b a l t r a n s f o r ­

m a t i v o p r o v i s t o d e d u r a c i ó n e l a o r i s t o p u n ­

t u a l s e r e a l i z a c o m o f i n i t i v o . § 131.—En un semantema no­transformativo provisto de du­

(') Introducimos los términos nuevos "initivo" y "finitivo" para liberar nuestra terminología del lastre que pesa sobre los usados hasta ahora por efecto de interpretaciones erróneas. Por lo demás, "perfectivo" suena demasiado a perfecto, que es una noción de orden diferente; "efectivo" fácilmente puede evocar la noción de efecto o consecuencia afín a la de perfecto; "terminativo" hace referencia a la noción de "término" (final), siendo así que el aoristo no expresa el término.

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ración el aoristo puntual sólo puede referirse al punto inicial, ya que, según expusimos § 106, el término inicial es el único al que es posible hacer una referencia en esta clase de semantemas.

Un ejemplo especialmente favorable es el de Heródoto I 1,1 y.«l οΐκήσαντας ('habiendo comenzado a habitar') τούτον τόν χώρον τον και νυν οίκέουσι ('habitan', presente)*, por seguir al aoristo ini­

tivo la expresión del desarrollo de la acción comenzada. No menos claros son: Heródoto II 137,1 μετά δέ τοϋτον βασιλείχται

('comenzó a reinar') άνδρα τυφλόν . . . έπΙ τούτου βασιλεύοντος ('du­

rante su reinado') έλάσαι έπ' Αϊγυτιτον . . . τον Αιθιόπων βασιλέα. I 19,2 μετά δέ της στρατιής άπικομένης ές Σάρδις ένόσησε ('se puso enfermo') ó Άλυάττης. μακροτέρης δέ οΊ γινομένης της νόσου ('y como se agra­

vara la enfermedad') κτλ. I 12,2 και άποκτείνας αυτόν ίσχζ ('comenzó a tener' = 'obtuvo') καί τήν γυναίκα καί τήν βασιληίην Γύγης. Pla­

tón Phaedr. 231 D όμολογοϋσι νοσεϊν μάλλον ή σωφρονεϊν και είδέναι δτι κακώς φρονοΰσιν ('ηο son sensatos ' ) , . . . ώστε πώς αν εδ φρονήσαντες ('llegando a tener sensatez') ταϊίτα καλώς έχειν ήγήσαιντο; Γ 439 νυν μέν γ α ρ Μενέλαος ένίκησεν σύν 'Αθήνη ('ha obtenido la victoria', 'ha comenzado a ser vencedor' de νικαν 'ser vencedor' no­transforma­

tivo). X 362 ψυχή δ' έκ ρεθέων πταμένη ('echando a volar' de ττέτεσθαι no­transformativo) "Αιδόσδε βεβήκει ».

Por tanto, e n u n s e m a n t e m a v e r b a l n o ­ t r a n s ­

f o r m a t i v o p r o v i s t o d e d u r a c i ó n e l a o r i s t o p u n ­

t u a l s e r e a l i z a c o m o i n i t i v o ' . § 132.—El tema de aoristo como término caracterizado posee

también el valor neutro ( a o r i s t o n e u t r o ) que expresa la indiferencia a la noción de la duración, básica de la oposición. Se trata del llamado "factivo", "complexivo", "constativo" ("kon­

statierend"), del hecho escueto ("naktes Factum"). Este valor neutro del aoristo es especialmente visible en los se­

mantemas no­transformativos provistos de duración. Así Ana­

creonte fr. 8 Diehl, έτεα πεντήκοντα τε κάκατόν ΤαρτησσοΟ βασιλεϋσαι 'reinar durante ciento cincuenta años'. Heródoto V 28,1 (ή Μίλητος)

(') Οίκέουσι tiene sentido durativo, como realización del valor neutro del presente de indicativo en el tiempo presente actual (cf. § 184), del cual está excluido el puntual (§181).

{') Wackernagel, Vorlesungen I p. 172, pretende que verbos como κεϊσθαι 'yacer', ήσθαι 'estar sentado', que expresan un estado ("ruhiger Zustand"), carecen de aoristo porque "lo específico del valor de aoristo, la efectuación, no puede ser expresada en estos verbos". Wackernagel entiende por efectuación, el 'acostarse' (κοιμήσασθαι ­ηθήναι) y el 'sentarse' (Ιζεσθαι), respectivamente. Tal afirmación de Wackernagel carece de base sólida, ya que, como prueban los ejemplos citados en este § 131, un presente de "estado" tiene a su lado un aoristo "ingresivo".

(') Es interesante observar que la realización del aoristo puntual como initivo y como finitivo en los semantemas no­transformativos y transformati­vos, respectivamente, tiene un paralelo completo en construcciones como esp. lograr ser rey, fr. réussir à être roi (que se refiere al punto inicial del conte­nido verbal no­transformativo 'ser rey', 'être roi') y esp. lograr hacer algo, fr. réussir à faire quelque chose (que se refiere al punto final de la acción trans­formativa 'hacer', 'faire').

— 8 τ —

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επί δύο γενεάς ανδρών νοσήσασα ('estando eníerma durante dos gene­

raciones') ές τα μάλιστα στάσι. α 334 (Penèlope se presenta ante los pretendientes) άντα παρειάων σχομένη λιπαρά κρήδεμνα ('teniendo un velo'). Por ser neutro este aoristo po modifica el valor del se­

mantema con ninguna noción aspectual. Interesa el hecho desnudo. La duración, que es inherente al valor del semantema y que existe en la realidad, no es expresada por la forma gramatical.

Cuando el semantema es momentáneo, bien transformativo, bien no­transformativo, el aoristo neutro se confunde con el pun­

tual, ya que en toda forma neutra, por no modificar el valor del semantema con ninguna noción aspectual, lo que destaca son las nociones propias del semantema en cuestión, en este caso la mo­

mentaneidad. Por ello es imposible en rigor clasificar βή y ήστραψε (§ 128) como puntuales o como neutros: ambos valores convienen al sentido de momentaneidad que presentan.

Cuando el semantema es transformativo no momentáneo exis­

ten dificultades para distinguir el aoristo neutro del puntual. En el neutro interesa sólo la acción verbal en sí, prescindiendo de su duración o momentaneidad. Pueden considerarse como neutros: Epicteto Dissert. I 1,31 άποθανεϊν με δει 'es forzoso que yo muera'. A 2 s. άλγε' εθηκε . . . ψυχάς προΐαψε. Tucídides I 1,1 Θουκυδίδης Αθηναίος ξυνέγραψε τον πίόλεμον ('escribió' simplemente; no 'terminó de escribir', como pretende Holt, cf. § 111).

§ 133.—La dificultad a que aludimos en el § anterior para decidir en los semantemas transformativos entre el carácter neu­

tro y el puntual (momentáneo o terminativo) es fácilmente com­

prensible. Como ya hemos indicado, en un semantema transfor­

mativo la atención psicológica se dirige hacia el término final, que es el punto en que se logra el nuevo estado hacia el cual ha tendido el esfuerzo de la acción verbal. Cuando el aoristo es pun­

tual, ese punto final es el expresado por la forma; cuando el aoristo es neutro, el punto final se muestra por sí solo, ya que no expre­

sándose ninguna noción aspectual propia de la oposición, lo que destaca son las nociones propias del valor del semantema. Esta es, en efecto, la causa de que sea casi imposible decidir por nuestra parte si son neutros o puntuales ejemplos como los siguientes: A 317 κνίση δ'ούρανόν ΐκεν . δ 585 ταΰτα τελευτήσας νεόμην, έδοσαν δέ μοι ούρον αθάνατοι (¿neutro?), κ 27 αυτών γαρ άπωλόμεθ'άφραδίησιν. Fórmula épica παθών δέ τε νήπιος εγνω. Eurípides Med. 245 έξω μολών έπαυσε καρδίαν άσης. Platón Phaedo 113 D έπειδάν άφίκωνται. oí τετελευτηκότες εις τον τόπον. Iseo I, 1 εκείνος ζών μεν ήμϊν κατέ­

λιπε τήν ούσίαν. Platón Resp. 566 E (τύραννος) χρεών τε ήλευθέρωσε J i a ì γήν διένειμε.

Es probable que la mayoría de los ejemplos sean aoristos neu­

tros. Pero al mismo tiempo resalta en ellos la noción del término final del semantema. A ello coadyuva en los transitivos la adición del acusativo externo, que resulta creado o transformado: δοϋναι. οδρον, καταλιπεϊν τήν ούσίαν, γήν διανεϊμαι, para lo que se puede

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comparar la diferencia observada por Vendryes '• entre fr. bois, sin término, y voici un verre, bois­le 'bébelo completamente, hasta el final'.

Esta dificultad exphca en parte que algunos tratadistas hayan podido pensar en un valor "confectivo" único del aoristo (que, en todo caso, no explica ni el neutro ni el initivo, como ya hemos demostrado).

§ 134.—De lo expuesto se desprende que de un semantema transformativo no se forman aoristos puntuales initivos.

Para pretendidos aoristos "ingresivos" como ώρτο 'se lanzó', έχάρη 'se alegró' (que en realidad son neutros o finitivos de seman­

temas transformativos), remitimos a la crítica contenida en §§ 115­6. En semantemas transformativos como Ιδεΐν 'ver', 'hallar con

la vista', τϊέμπειν 'enviar', φεύγειν 'huir', βαλεϊν 'lanzar' el aoristo, puntual o neutro, destaca la acción en sí como transformativa, dotada de un término final. No tiene sentido hablar de valor "in­

gresivo" o "perfectivo" de estos aoristos según el contexto en que aparecen

El aoristo φυγείν es simplemente un transformativo puntual o neutro, con la noción imphcita o exphcita de término final, lo mismo en Demóstenes XVIII 259 (fórmula ritual de los μύσται) έφυγόν κακόν y en Η 118 s. αϊ κε φύγησι δηΐου έκ πολέμοιο, que en Sófocles Aiax 403 ποϊ τις οδν φύγη;. Siempre se trata de la realiza­

ción de la acción transformativa de 'huir', 'escapar'. Cf. perf. πέφευγα 'estoy a salvo', que demuestra la existencia del término final.

El caso típico frecuentemente citado» de βαλεϊν βέλος 'lanzar un proyectil', como "ingresivo", frente a βαλεϊν άνδρα 'hacer im­

pacto en un hombre', como "perfectivo", es un buen ejemplo del error interpretativo a que nos referimos. En lugar de considerar la acción de βαλεϊν 'lanzar' en sí, se definen los sentidos de esas dos construcciones con referencia a la trayectoria espacial del pro­

yectil:

acción de βαλεϊν A movimiento del βέλος Β Objetivo: άνήρ

Por eso se define como "ingresivo" βαλεϊν βέλος (acción en el pun­

to A, inicial de la trayectoria) y como "perfectivo" βαλεϊν άνδρα (punto Β, final de la trayectoria en que el βέλος incide en el obje­

tivo). En reaUdad, la acción transformativa de βαλεϊν termina en A, en el momento de βαλεϊν βέλος. En βαλεϊν άνδρα el acusativo άνδρα es un acusativo de dirección, comparable a ποϊ en ποϊ τις οδν φύγη; citado supra (la construcción pasiva άνήρ ßέßληται'ha sido alcanzado, herido', mas no 'ha sido lanzado', supone un cambio en el verbo, al interpretar άνδρα como objeto afectado; cf. la pasiva τήν θάλατταν

( 1 ) BSL 43, 1946, lase. 2 p. 86. (·) Así últimamente Schwyzer, Gr. Gram. II p. 261. (*) En último lugar en Schwyzer, ibidem.

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πλεομένην en Luciano Prom. 14, respondiendo a πλεϊν θάλατταν con acusativo de extensión). Sumamente interesante es la comparación con E 290 s. υ>ζ φάμενος προέηκε {'^ έβαλε)" βέλος δ'ϊθυνεν Άθήνη ρίνα '(Diomedes) tras estas palabras lanzó el proyectil. Atena guiaba el proyectil hacia la nariz de Pándaro)'.

§ .135.—Hemos llegado a un resultado importante: e n e l t e m a d e a o r i s t o e l v a l o r p u n t u a l (momentáneo, ini­

tivo, finitivo") y e l v a l o r n e u t r o (llamado "complexivo", "factivo", etc.) s o n v a l o r e s p r o p i o s d e e s a f o r m a v e r b a l e n e l s i s t e m a d e l a " l a n g u e " .

Son, pues, dos valores distintos (frente a las dudas de Meillet, § 112, 3.° n. 14), que no deben ser reducidos a unidad (frente a los intentos de confundirlos).

§ 136.—La interpretación funcional de la estructura de la opo­

sición tema de presente/tema de aoristo que acabamos de dar, nos permite ya enjuiciar el intento de E. Hermann * (cf. § 74) de esta­

blecer dos oposiciones aspectuales distintas. Para Hermann, en impf. έβασίλευον/aor. έβασίλευσα έτη δυώδεκα hay una distinción sub­

jetiva ("subjektive Aktionsart"), esto es, una diferencia de pun­

tos de vista ante una misma acción de la realidad externa: el aoristo insiste, según Hermann, en que la acción está terminada, el im­

perfecto presenta la acción en su desarrollo. Por el contrario, en impf. έβασίλευον, aor. έβασίλευσα δ. έτη/έβασίλευσα 'llegué a ser rey' la diferencia es objetiva ("objektive, nichtdurative Aktionsart"), puesto que expresa dos acciones distintas.

Examinando estas ideas de Hermann a la luz de nuestros re­

sultados, resulta que la parte de verdad descubierta por Hermann consiste en el doble valor del aoristo como término no caracteri­

zado para expresar la noción contraria a la del término caracte­

rizado (aoristo puntual = aspecto "objetivo" de H.) y la indife­

rencia a la noción de la duración propia de la oposición (aoristo neutro = aspecto "subjetivo" de H.). No se trata, pues, de dos oposiciones distintas (¡sólo hay una oposición de significantes!), sino de una sola oposición de significados. Por lo deriiás, hay que rechazar enérgicamente la idea de que el aoristo "complexivo" (neutro, en nuestra terminología) insista en que la acción está ter­

minada, en que es un hecho. Este tipo de noción no corresponde al aspecto, sino al tiempo pretérito, y, como es de esperar, sólo se encuentra en indicativo, según demostramos § 112, 2."

Posteriormente Hermann * sostiene opiniones totalmente distin­

tas: a έβασίλευσα τριάκοντα έτη atribuye Η. un valor de "langue" ("kategorial" en su terminologia) "durativo" (!); el valor "ingre­

sivo" έβασίλευσε 'llegó a ser rey' sería debido al contexto' . Además

(!) IF 45, 1927, p. 207 ss. («) Nachrichten Göttingen, phil.­hist. Kl., 1943, p. 625. (·) Esta teoría de Hermann equivale en cierto modo a la de Jakobson,

que considera que el valor negativo del término no caracterizado es una reali­zación del valor neutro (cf. § 37). Pero entre ambos lingüistas hay una diferen­

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de la demostración funcional que hemos dado (cf. también §§ 37­38), un pasaje de Aristóteles Eth. Nicom. 1173 A 34­1173 Β 4 no deja lu­

gar a dudas sobre el hecho de que un griego tenía conciencia del sentido ingresivo como valor propio del aoristo ήσθηναι μέν γαρ έστι ταχέως ώσπερ οργισθηναι, ήΧεσθαι δ'οδ. Α continuación define ήσβηναι como μεταβάλλειν εις τήν ήδονήν y añade ένεργεϊν δέ κατ'αύτήν ούκ έστι ταχέως, λέγω δέ ήδεσθαι (así, pues, ήδεσθαι es un no­trans­

formativo). § 137.—Para completar nuestro estudio de la oposición aspec­

tual presente/aoristo, a continuación tratamos de los sentidos re­

sultantes de las diversas realizaciones de los valores de "langue" respectivos (§§ 138­144).

§ 138.—En general, la noción de "durativo" no implica la ac­

ción verbal dure mucho tiempo, como lo prueba Β 785 μάλα δ'ώκα διέπρησσον πεδίοιο 'muy rápidamente atravesaban la llanura' *. Más bien la noción de "durativo" expresa la acción verbal conside­

rándola en lo que dura, presentándola y fijando la atención en su desarrollo.

Aquí tocamos ya la naturaleza subjetiva de todo significado lingüístico (§ 71). Por razones puramente subjetivas puede ser usado el tema de presente en lugar del de aoristo (en su valor neu­

tro) cuando al escritor le interesa subjetivamente contemplar mo­

rosamente el desarrollo de una acción verbal. Y estas razones, que son subjetivas y, por ello, de índole personal, se nos ocultan. Así, en el pasaje frecuentemente citado E 364 ss. ή δ' (se. Αφροδίτη) ές δί­

φρον έβαινεν άκηχεμένη φίλον ήτορ, παρ δέ οΊ "Ιρις έβαινε καΐ ηνία λάζετο χερσί, μάστιξεν (aor, momentáneo) δ'έλάαν, τώ δ'ούκ άέκοντε πετέσθην . . . Εκοντο (aor. neutro) θεών έδος . . . ίππους έστησε (aor. neu­

tro) . . . βάλεν (aor. neutro) εϊδαρ. ή δ'έν γούνασι πϊπτε Διώνης δϊ' "Αφροδίτη. Schywzer ' interpreta los imperfectos ή δ'ές δίφρον έβαινε y πϊπτε como la expresión de la dificultad con que se mueve Afro­

dita, que está herida. En todo caso, tal explicación no vale para Ίρις έβαινε (prescindiendo de la fórmula ηνία λάζετο χερσί): ¿acaso Homero quiere presentarnos también la dificultad de Iris, como mujer, para subir al carro?

En otros casos la motivación psicológico­estilística del tema de presente es más obvia. En Lisias X I I 4 ούμός πατήρ Κέφαλος . . . έτη δέ τριάκοντα ^κησε (aor. neutro: 'vivió treinta años'; interesa sólo el hecho en sí) καί ούδενΙ πώποτε οΰτε ήμεϊς ο{)τε έκεϊνος δίκην ο8τε έδικασάμεθα οΰτε έφύγομεν (aor. neutros), άλλ'οδτως φκοϋμεν (impf. descriptivo, de contemplación morosa y detenida de la acción) δημοκρατούμενοι ώστε μήτε είς τούς άλλους έξαμαρτάνειν μήτε ύπο τών άλλων άδικεϊσθαι (presentes descriptivos).

eia fundamental: Hermann define los términos aprioristicamente sin establecer las oposiciones que determinan su función.

P) Aducido por J. Brunei, BSL 42, 1946, p. 52, para otro fin. C) En Schwyzer, Gr. Gram. II p. 276. (S) Ibidem p. 277.

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J. Brunel ' cita Aristófanes Ach. 1222 ss. (Lámaco, herido:) θύραζέ μ'έξενέγκατ' ές τοϋ Πιττάλου παιωνίαισι χερσίν (Diceópolis, triunfante:) Ώ ς τούς κριτάς με φέρετε y observa que DiceópoHs se complace en la idea de ser llevado en triunfo y por ello emplea el imperativo presente, en tanto que a Lámaco, herido, le interesa sólo la acción de que le saquen, sin posar su atención en el des­

arrollo: por eso emplea el aoristo (neutro). § 139.—La contemplación detenida del desarrollo de la acción,

propia de la noción de "durativo", supone una riqueza de perspec­

tivas de las que carece el aoristo neutro. Frente a Wackernagel » sostiene H. Koller ' que en pasajes

como Β 100 ss. άνα δέ κρείων Αγαμέμνων εστη σκήπτρον εχων, τό μέν Ήφαιστος κάμε . . . δώκε Διί . . . Ζεύς δώκε διακτόρω 'Αργειφόντη. Ερμείας . . . δό5κεν Πέλοπι . . . Πέλοψ δώκ' Άτρέϊ . . . Άτρεύς . . . ϊλιπεν . . . Θυέστη, αύταρ ó αύτε Θυέστ' Άγαμέμνονι λείπε φορήναι el imperfecto λείπε es usado porque los efectos de la acción duran aún en Agamenón. Idéntico es el pasaje Ζ 196 ss. ή δ'Ιτεκε τρία τέκνα δαΐφρονι Βελλεροφόντη, "Ισανδρόν τε και ΊτΓττόλοχον καΐ Λαοδά­

μειαν . . . Ίππόλοχος δέ μ' έτικτε και έκ τοϋ φημι γενέσθαι. No hay base para interpretar estos imperfectos como "inceptivos", como pretende Koller, ya que no indican el punto inicial de la acción de λείπειν 'dejar' ni de τίκτειν 'parir' ('comenzó a dejar', 'comenzó a parir'). Tanto λείπε como έτικτε sitúan en el pasado los contenidos verbales respectivos, no sólo los términos iniciales de los mismos. Unicamente puede decirse que l a m i r a d a q u e s e d i r i g e a l a c o n t e m p l a c i ó n d e e s a s a c c i o n e s d u r a t i v a s p r e t é r i t a s , l a s s o b r e p a s a d e s u e r t e q u e c o n ­

s i d e r a e n c i e r t o m o d o s u s c o n s e c u e n c i a s e n e l t i e m p o p r e s e n t e . Esta interpretación, que es la que da J. Humbert para los imperfectos que estudiamos en § 140, es sin duda segura y descarta la muy problemática de Schwyzer * (a pro­

pósito de Ν 450 ss. δς πρώτον Μίνωα τέκε . . . Μίνως δ'αύ τέκεθ'υΙόν . . . Δευκαλίων δ'έμέ τίκτε, ejemplo semejante a los que acabamos de tratar, y de Η 303 ss. ['Έκτωρ] δώκε ξίφος . . . Αϊας δέ ζοκττηρα δίδου, que es un uso subjetivo de aoristo e imperfecto como los tratados § 138), según la cual el imperfecto expresaría que la acción aorís­

tica anterior es repetida por la misma o por otra persona. A decir verdad, no se trata de un tema de presente iterativo, y esta noción de acción que se realiza por segunda o tercera vez es difícilmente compatible con la de "durativo".

§ 140.—A la misma contemplación de las perspectivas de una acción obedece el hecho, ya observado, de que verbos como λέγειν, κελεύειν, έρωταν, πέμπειν se empleen frecuentemente en imperfecto. Así, el pasaje Ζ 196 ss., citado | 139, continúa: πέμπε δέ μ'ές Τροίην

( 1 ) Art. cit. ρ. 48. {') Vorlesungen I ρ. 182. (') Museum Helveticum 8, 1951, ρ. 92. («) Gr. Gram. II ρ. 278.

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χαί μοι μάλα πόλλ' έτϊέτελλεν . Ψ 539 ώς Ιφαθ', οι δ'άρα πάντες έπήνεον ώς έκέλευε . Tucídides III 49,2 και τριήρη ευθύς άλλην απέστελλαν κατά σπουδήν. Esta es la interpretación de J. Humbert \ eviden­

temente acertada. § 141.—En un semantema transformativo, el aspecto durativo

del tema de presente considera la acción transformativa en su des­

arrollo, de modo que el término final, implicado en toda acción de este tipo, no ocupa el primer plano de la atención. La forma gra­

matical del tema de presente no expresa sino el desarrollo de la acción antes de llegar a su término final, es decir, antes de su com­

pleta realización. Así, en el ejemplo citado ya de Heródoto VIII 64,1 ήμερη τε έγίνετο καΐ άμα τ φ ήλίφ άνιόντι σεισμός έγένετο el imper­

fecto presenta el proceso de amanecer en su desarrollo; el término final, implícito en el semantema, interesa menos que el desarrollo de la acción.

Por eso puede ocurrir que la acción transformativa no llegue a su término: λ 322 ss. (Αριάδνη) ην ποτε Θησεύς έκ Κρήτης ές γουνον Άθηνάων ίεράων ήγε ('conducía') μέν ούδ' άττόνητο' πάρος δέ μιν "Αρτεμις έκτα ('pero antes la mató Artemis'). Cf., por el contrario, el aoristo en Ω 547 ττημα τόδ' ήγαγον Ούρανίωνες 'los dioses nos tra­

jeron este sufrimiento'. La noción de consideración del desarrollo de la acción es clara:

I 448 λίπον Ελλάδα καλλιγύναικα φεύγων ('huyendo, tratando de li­brarme') νείκεα πατρός, en π 424 δτε δεϋρο πατήρ τεος ίκετο φεύγων «1 participio de presente φεύγων presenta el desarrollo de la huida, el aor. 'ίκετο indica el término del mismo proceso de la huida. Ω 743 ού γάρ μοι θνήσκων λεχέων έκ χείρας βρεξας 'pues no me extendiste tus brazos desde el lecho cuando estabas muriendo'.

§ 142.—El sentido c o n a t i v o , que aparece en las formas del tema de presente, procede en realidad de la traducción, según ya anticipamos § 124, 5.° Cuando el valor durativo se realiza en un semantema transformativo, en el cual la total realización de la acción verbal es buscada por la voluntad del sujeto, la acción en su desarrollo antes de llegar a su término final, expresada por el tema de presente, es entendida como un esfuerzo para el logro de ese término. Así, en el ya citado pasaje de Jenofonte Cyr. V 5,22 έλθών έπειθον αυτούς 'estaba persuadiéndoles' = 'intentaba con­

vencerles'; en Platón Apol. 30 A ουδέν γάρ άλλο πράττων έγώ περιέρχο­

μαι ή πείθων ('tratando de persuadir') υμών και νεωτέρους και πρεσ­

βυτέρους. Tucídides II 5,7 ήσαν δέ όγδοήκοντα καΐ εκατόν οΊ ληφθέν­

τες καί Εύρύμαχος εις αυτών ήν πρός δν έπραξαν οί προδιδόντες (se. los plateenses 'que estuvieron entregando', 'que intentaron entregar' la ciudad a los tebanos sin lograrlo). Lo mismo se podría traducir ­ήγε de λ 324 por 'intentaba llevar', έφευγε por 'intentaba Uegar al término de la huida'.

En efecto, este sentido conativo no aparece en los semantemas

(*) Synt. gr. p. 111 s.

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no­transformativos (έβασίλευε, έκειτο), porque excluyen la idea de un término final, ni en los transformativos en los cuales la trans­

formación es involuntaria y, por tanto, está excluida la idea de un esfuerzo: έγίγνετο 'nacía', έτικτε 'paría', έθνηοτκε 'moría'.

§ 143.—El sentido i t e r a t i v o es asimismo una realización del valor durativo en determinados semantemas.

En un semantema momentáneo como 'relampaguear' la dura­

ción expresada por el tema de presente consiste necesariamente en la repetición de acciones momentáneas: así άστράπτων 'produciendo relámpagos' (§ 124, 6.°) frente a aor. ήστραψε 'se produjo un relám­

pago' (§ 124, 1.°), puntual o neutro. En un semantema transformativo, cuya acción puede ser conce­

bida en su término final por atraer éste toda la atención (§ 128), el valor durativo del tema de presente se realiza como una repeti­

ción de acciones transformativas que alcanzan el punto final. Así Κ 77s. παρ δέ ζωστήρ κεϊτο παναίολος, φ ρ' ó γεραιος ζώννυθ' δτ'ές πόλε­

μον φθεισήνορα θωρήσσοιτο. La iteración puede consistir: a) en que el mismo sujeto repite la misma acción, b) en que la misma acción es realizada por varios sujetos, sucesiva o simultáneamente. En el caso a está el pasaje citado de Κ 77 s. y Jenofonte Mem. I 2, 61 Λίχας μέν γαρ ταϊς γυμνοπαιδίαις τούς έπιδημοϋντας έν Λακεδαίμονι ξένους έδείπνιζε. Εη el caso b están: O 315 άλλα μέν (δοϋρα) έν χροΐ ττήγνυτ' άρηϊθόων αίζηών. Α 437 ss. έκ δέ καί αύτοί βαϊνον . . . έκ δέ Χρυσηΐς νηος βή (se trata del semantema transformativo 'marcharse': el aoristo, neutro, indica la acción sin modificación aspectual, tal como es significada por el semantema,, esto es, como única). En las actas deificas de manumisión oí παρατυγχάνοντες κύριοι έστωσαν con part. pres. en plural frente a ó παρατυχών κύριος έστω con el part. de aoristo en singular. Los dos tipos a y b—repetición varias veces y por varios sujetos—aparecen combinados en Tucídi­

des III 51, 2 δπως μή ποιώνται έκπλους αύτόθεν λανθάνοντες frente a I 65, 1 έκπλουν ποιείται (presente neutro de ind.) λαθών τήν φυλα­

κήν. Igualmente el sentido iterativo aparece en NT Lucas 1 1 , 3 τον άρτον ημών τον έπιούσιον δίδου ήμΐν το καθ' ήμέραν 'dánoslo cada día' frente a Mateo 6 ,11 τον άρτον ημών τον έπιούσιον δος ήμϊν σήμερον 'dánoslo hoy'. El sentido semelfactivo del presente de in­

dicativo, neutro en cuanto al aspecto, ποιείται de Tucídides I 6 5 , 1 muestra que el aoristo semelfactivo puede ser el neutro.

§ 144.—El sentido iterativo atribuido al aoristo es de índole diferente al que hemos estudiado en el tema de presente: procede pura y simplemente del contexto, no es producto de la realización de ningún valor durativo. En el ejemplo más frecuentemente ci­

tado Φ 263 s. ως αΐεΐ Άχιλήα κιχήσατο κΰμα ρόοιο και λαιψηρον έόντα la iteración no es expresada por el verbo sino dada por el adverbio αίεί. Similarmente dan el sentido iterativo πολλάκι en A 396 πολλάκι γαρ σέο πατρός ένΙ μεγάροισιν άκουσα ευχόμενης y όποσάκις en Ps.­Je­

nofonte Ath. Resp. Ili 11 όποσάκις 8' επεχείρησαν α'ιρεϊσθαι τούς βελ­

τίστους . . . Εη estos semantemas transformativos cabe dudar entre

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la interpretación de estos aoristos como puntuales o como neutros. En un semantema no­transformativo, v. gr., en πολλάκις ένόσησα, subsiste la misma doble posibilidad: 'estuve enfermo muchas veces' o 'caí enfermo muchas veces': claramente initivo en Platón Apol. 18 C έν ταύτη τη ήλικί<>: λέγοντες προς ύμας, έν ή άν μάλιστα έπιστεύσατε ('dabais crédito') παίδες βντες.

§ 145.—Una importante confirmación de la estructura de la opo­

sición aspectual tema de presente/tema de aoristo que hemos estable­

cido, nos es suministrada por el predominio del tema de aoristo en el optativo y en el subjuntivo en la lengua homérica y en la koiné, es­

tudiado por P. Chantraine * y que consideramos como un fenómeno de neutraUzación en § 172, donde se encontrarán los datos.

Chantraine da de este fenómeno una explicación histórica—la anterioridad de la formación del tema de aoristo en gran número de verbos—, que no nos interesa desde nuestro punto de vista es­

trictamente sincrónico, y una justificacióii estática: cuando se con­

sidera en el futuro un contenido verbal cuya realización se quiere o se desea, es natural que la noción verbal sea considerada en sí misma, sin calificaciones aspectuales, esto es, sin tener en cuenta cómo va a ser el desarrollo de la acción. Se evita, pues, la notación de valores aspectuales. Por consiguiente, el empleo preponderante del aoristo sólo es explicable si el aoristo tiene un valor aspectual neutro, de indiferencia a la notación de valores durativos y pun­

tuales. Tal valor neutro sólo se da en el término no caracterizado. § 146.—Los resultados obtenidos en este capítulo pueden resu­

mirse como sigue: T e m a d e p r e s e n t e y t e m a d e a o r i s t o s o n t é r ­

m i n o s d e u n a o p o s i c i ó n s i m p l e p r i v a t i v a , c u y a n o c i ó n b á s i c a e s l a c o n s i d e r a c i ó n d e l c o n t e ­

n i d o v e r b a l e n s u d u r a c i ó n . E l t e m a d e p r e s e n t e , c o m o t é r m i n o c a r a c t e ­

r i z a d o , e x p r e s a p o s i t i v a m e n t e l a n o c i ó n b á s i c a . E l t e m a d e a o r i s t o , c o m o t é r m i n o n o ­ c a r a c ­

t e r i z a d o , e x p r e s a l a p u n t u a l i d a d (valor negativo) y l a i n d i f e r e n c i a a l a s n o c i o n e s d e d u r a c i ó n y d e p u n t u a l i d a d (valor neutro).

(') "Remarques sur les rapports entre les modes et les aspects en grec" BSL 40, 1939, p. 68 ss.

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CAPITULO V

LA OPOSICIÓN TEMPORAL FUTURO / PRESENTE - PRETERITO

§ 147.—De las tres categorías temporales que establece la gra­mática tradicional en el verbo griego (presente, pretérito y futuro), la del futuro se diferencia de las otras dos tanto en la naturaleza del significante como en la del significado.

Si prescindimos del aumento, que en Homero es de uso facul­tativo y que, por consiguiente, no establece oposición de significan­tes (aunque en la lengua posthomérica sí tiene función significante como marca del pretérito), la oposición significativa presente/preté­rito es expresada en principio por la oposición entre desinencias personales primarias y secundarias: tipo <PÉPOUARI/Á-CPEPOV.

En el futuro, por el contrario, las desinencias personales no tie­nen función distintiva, ya que las primarias son de uso general ^ Considerado estáticamente el futuro, que es una unidad significa­tiva en el plano del significado, tiene dos morfemas: uno es la -a-colocada inmediatamente antes de las desinencias personales con vocal temática: tipo Xixrofxsv pxái^ojjiev; otro es el vocalismo con acentuación especial de los llamados futuros "contractos": tipo (j.evoü[j,ev, sXqíi;, <p6speí.

§ 148.—En cuanto al significado, hay que notar que la noción de futuro es de orden distinto de las de presente y de pretérito. Esta.5, en efecto, nacen de la memoria y de la reflexión acerca de un acontecimiento real. En la noción de futuro, el contenido verbal no es real, puesto que no se verifica ni se ha verificado en el mo­mento en que se habla; no intervienen, pues, ni la memoria ni la reflexión. La noción de futuro resulta de un movimiento de la vo-

( 1 ) En pura consideración estática, el tipo épico Siiaero, P t Í j o s t o no da base para admitir un futuro con desinencias secundarias, ya que ningún ejemplo permite ver otra cosa que un imperfecto o un aoristo en el plano del significado. Si, como parece probable, son antiguos pretéritos de desiderativos, la facultad del futuro de formar presentes y pretéritos (o más precisamente: desiderativos presentes y pretéritos) en una época prehistórica del griego probaría para esa misma época la índole especial del futuro frente al grupo presente y pretérito, en virtud de la ley de la no identidad de las oposiciones morfológicas que se interfieren. Sobre este tipo morfológico vid. Schwyzer, Gr. Gram. I p. 788, con bibliografía, y Chantraine, Grammaire homérique I, 1942, p. 417.

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luntad: hay deseo o esperanza—más o menos segura—de que se produzca la acción verbal. La noción de futuro tiene, por tanto, un cierto carácter modal. Junto al llamado futuro "voluntativo" o "desiderativo" (tipo Η 290 s. vüv μέν παυσώμεσθα μάχης καί δηιοτητος σήμερον, ΰστερον αδτε μαχησόμεθα, Eurípides Andr. 1076 ά ά, τί δράσεις, ώ γεραιέ;), al llamado "imperativo" (tipo Platón Ρί­οΛ 338 A ας οδν ποιήσετε καί πείθεσβέ μοι) y al futuro "prospectivo" (tipo ξ 512 s. ήώθέν γε τα σα ράκεα δνοπαλίξεις. ού γαρ πολλαί χλαϊναι), los preten­

didos futuros "puramente temporales" (tipo Safo fr. 1,22 Diehl, ai δέ δώρα μή δέκεται, άλλα δώσει. Lisias X X I V 6 παίδες . . . οδπω είσΐν οί με θεραπεύσουσι) ' difieren únicamente por el mayor o menor grado de seguridad en cuanto a la realización de la acción verbal. Como esta gradación no tiene expresión hngüística, es ajena al futuro, el carác­

ter fundamentalmente modal de la noción de futuro resulta evidente (sin ser exactamente igual a las nociones de subjuntivo y optativo).

§ 149.—La función del futuro con relación a los otros dos tér­

minos del sistema de tiempos está bien definida: nunca un futuro expresa, por su valor de "langue", indiferencia en cuanto a la noción de futuro, de presente o de pretérito.

El tipo de fut. pro praet. de Eliano De natura animalium XVI 11 βάλλει (pres. hist.) γάρ τις αυτό βέλει πεφαρμαγμένφ καΐ άποκτείνας αποκόψει τήν ούράν es una apHcación del futuro en la "parole", condicionada psicológicamente por el contexto: desde el punto de vista de la acción pretérita de βάλλει, la acción, también pretérita, de αποκόψει es posterior, futura Exactamente la misma interpre­

tación psicológica tiene el futuro usado en lugar de un presente general: Heródoto I 173, 5 ε'ιρομένου δέ ετέρου τόν πλησίον τίς εϊη, καταλέξει έωυτόν μητρόθεν καί της μητρός άνανεμέεται τάς μητέρας (vistas desde el tiempo de εϊρεσθαι, las acciones de καταλέγειν y άνα­

νέμεσθαι pertenecen al futuro) En el llamado futuro "gnómico" el valor puramente futuro de la forma parece claro: Aristóteles Eth. Nicom. 1123 A 27 ó δέ μικροπρεπής περί πάντα ελλείψει καΐ τα μέγιστα άναλώσας έν μικρφ τό καλόν άπoλεï:'en la definición del tipo moral del μικροπρεττής la observación hecha se cumplirá también en el futuro, tiene vahdez general*.

§ 150.—Esta unidad de valor del futuro invita a ver en él un término caracterizado frente al presente y al pretérito.

El presente, ciertamente, aparece en ocasiones con sentido de futuro, pero no siempre son las mismas las condiciones lingüísticas de este empleo.

( 1 ) Tomo el material y la clasificación de Schwyzer, Gr. Gram. II p. 290 ss. {ή Schwyzer, Gr. Gram. II p. 293, con bibliografía. Cf. fr. Clovis se fit bap­

liser à Reims. Des ce moment une alliance va e χ i s t e r entre les rois de France et les ¿vSques; ils se soutiendront en toutes circonstances, citado, sin in­terpretación, por M. Regula, Grundlegung und Grundprobleme der Syntax, 1951, p. 130.

(') J. Wackernagel, Vorlesungen I p. 206 s. (*) El pasaje fué señalado por Pohlenz a Wackernagel, ibidem, que cita

Plauto Mostellaria 1041 qui homo timidus erit in rebus dubiis, nauci non erit.

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El llamado presente "profético" (tipo Esquilo Ag. 126 άγρεϊ Πριάμου πόλιν &8ε κέλευθος) resulta de una realización psicológica del valor propio del presente: la imaginación presenta como actual un contenido verbal aún perteneciente al futuro. Es, pues, un fenó­

meno de la "parole". El praes. pro fut. del tipo de Tucídides VI 9 1 , 3 και εΐ αδτη ή ΐΐόλις

ληφθήσεται, έχεται κκΐ ή πασα Σικελία está psicológicamente determi­

nado por el contexto, en el cual la condicional remite claramente a un momento del futuro. Es, pues, también un fenómeno de "parole".

Los numerosos presentes usados como futuros (tipo ειμι, νέομαι, δήω) no pueden ser explicados como realizaciones del valor de pre­

sente. Se ha pretendido que el sentido de futuro resulta en estos presentes (como en eslavo) de su aspecto "confectivo" Pero esta explicación tropieza con dificultades: el fenómeno no tiene en griego la validez general que tiene en eslavo, ya que muchos pre­

sentes con las mismas características aspectuales que éstos siguen siendo sólo presentes; deja sin explicar el valor futuro de εσται y cret. τένται (si bien es un hecho diacrònico); el término final de la acción, implícito en estos presentes transformativos, no se sitúa en el futuro, sino en el mismo presente, como se ve en Γ 97 s. μάλιστα γαρ άλγος ίκάνει θυμόν έμόν (cf. § 184 donde se precisa); quedaría por resolver el problema de por qué el aoristo puntual quedó relegado al pasado, mientras que estos presentes "confectivos" pasaron al futuro ». A los ejemplos corrientemente citados podemos añadir: Teocrito V 78 εΐα λέγ' εϊ τι λέγεις, Herondas VII 47 φέρ' εί φέρεις τι (cf. Eurípides ΙΑ 817 δρςίγ'εϊτι δράσεις), Teocrito V 106 s. χάμίν έστι κύων . . . δν τ φ παιδί δίδωμι ('daré').

§ 151.—En lo referente al pretérito, el tipo de aor. pro fut. de Heródoto V i l i 102, 2 ήν καταστρέψηται . . . , σον το έργον, ώ δέσποτα, γίνεται {praes. pro fut. condicionado por el contexto)* oí γαρ noi δοϋλοι κατεργάσαντο 'la acción te será atribuida a ti, pues la habrán reahzado (realizaron) tus siervos', está condicionado psicológicamente por el contexto: se trata de una acción verbal futura, pero que resul­

ta pretérita en el momento del futuro desde el cual se la considera. Una explicación semejante no es válida para el tipo Δ 160 ss. εϊ

περ γάρ τε καί αύτίκ' 'Ολύμπιος ούκ έτέλεσσεν έ'κ τε και οψέ τέλει, σύν τε μεγάλω άπέτεισαν, donde no es apropiado traducir 'habrán pa­

gado' (como aoristo de anterioridad), sino sencillamente 'pagarán' ». Este aor. pro fut. resulta, pues, de un valor de "langue" *.

(') Vid. bibliografía en Schwyzer, Gr. Gram. II p. 265, y, además, K. voa Fritz, Word 5, 1949, p. 194.

{») Esta dificultad es reconocida por K. von Fritz, loe. cit. (») Vid. J. Wackernagel, Vorlesungen 1 p. 177, que niega, con razón, que

en este último se trate de un aoristo de anterioridad. Schwyzer, Gr. Gram. II páginas 282, 5, deriva este aoristo de un pretendido valor de anterioridad, del que también procederían todos los usos intemporales del aoristo (en contra vid. § 165).

(*) Es interesante observar que no se citan ejemplos semejantes de imper­fecto en función de futuro, que serían de esperar dentro de la estructura del sis­

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§ 152.—Nuestro análisis nos há permitido determinar un valor único para el futuro y una duplicidad de valores para el bloque de presente-pretérito, siendo uno de ellos el neutro característico de todo término no caracterizado, que puede ser empleado donde se esperaría el término caracterizado.

Podemos, por consiguiente, establecer que e l f u t u r o s e o p o n e , c o m o t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o , a l b l o ­q u e p r e s e n t e - p r e t é r i t o , q u e e s e l t é r m i n o n o -c a r a c t e r i z a d o ^

§ 153.—J. Holt partiendo de la clasificación tradicional de los "tiempos" (presente, pretérito y futuro), establece a priori un sis­tema de 3 términos, en cuya base supone una sola noción ("di­mensión"): la expresión de los puntos de vista de que habla con respecto a la acción verbal. Considerando los valores extensionales, Holt identifica el futuro como término positivo, el pretérito como negativo y el presente como neutro. Como ya señalamos § 44, Holt comete un error de principio: en lugar de analizar los valores de significación de las 3 unidades dadas por la gramática tradicional, para ver si las 3 guardan relación con una misma noción básica, acepta, sin más; que los 3 términos se integran en una misma opo­sición o sistema temario. En todo caso, justo es advertir que su de­finición del futuro como término positivo de ese sistema ternario es un resultado idéntico al logrado por nosotros.

tema. Sin duda, esta peculiaridad está en relación con la neutralización per­fecta de la oposición aspectual presente/aoristo en la posición de futuro, en la cual se evita la notación de valores aspectuales (§ 171). El presente de indica­tivo, por su valor neutro, y el aoristo, usado en su valor neutro, no repugnan a su empleo en función de futuros, ya que no notan nociones durativas ni pun­tuales. Por el contrario, el imperfecto, por notar el valor durativo, repugnaba al carácter aspectual neutro del futuro.

{*) También F. R. Adrados, Estudios Clásicos I, 1950, p. 25, sugiere de pasada que el futuro se opone, como término positivo, a los demás temas.

(·) Ettides p. 40 ss.

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CAPITULO VI

LA OPOSICIÓN TEMPORAL PRESENTE / PRETERITO

§ 154.—La determinación de la estructura de la oposición tem­poral presente/pretérito es sumamente difícil por la complicación con que se presentan los datos del problema. En la realización de la "parole", cuyos datos clasifica la lingüística tradicional, se encuen­tran tantos presentes con sentido de pretéritos o con sentido gene­ral como pretéritos con sentido de presentes o también de tiempo general. El análisis de estos datos puede depurar nuestros elemen­tos de juicio y con ello permitirnos establecer la estructura de la oposición en el sistema de la "langue".

§ 155.—J. Holt ' en su sistema temporal ternario hace del pre­sente el término neutro: "II semble que la position naturelle du su­jet parlant soit celle où il se trouve vis-à-vis des événements, de sorte que ceux-ci et le sujet parlant sont simultanés; car dans cette position on n'a aucun besoin d'un signal". Si aceptáramos la argu­mentación de Holt, nos veríamos obligados a colocar el tiempo presente en el término no marcado y el pretérito en el término marcado de la oposición, como hace F. R. Adrados en su bosquejo provisional del sistema de tiempos ».

Ahora bien, esta interpretación estructural descansa sobre una base psicológica, no sobre el estudio de la significación de las cate­gorías en cuestión, que es el único método susceptible de propor­cionar datos auténtica y concretamente lingüísticos. Es bien sa­bido—el mismo Holt insiste frecuentemente sobre ello—que hay que evitar toda indentificación aprioristica de una categoría lógica o psicológica con una categoría lingüística.

§ 156.—El valor propio del p r e s e n t e , según la definición tradicional admitida por todos, es expresar contenidos verbales presentes al "yo" cuando tiene lugar el acto de la palabra.

Esta presencia es, en el caso más simple, una presencia real y objetiva, dada por la simultaneidad de los acontecimientos con el acto de hablar o de escribir que les da expresión lingüística ( p r e s e n t e a c t u a l ) : así Z, 149 rouvoü[iaí ae, ávaocra, Teó-

( 1 ) Études p. 4íj. (») Estudios Clásicos 1, 1950, p. 25.

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crito I 135 (habla el mismo Dafnis) Δάφνις επεί θν^σκει, en defi­

xiones καταδέω 'yo hechizo'. Parva litas fr. 1,1 Kinkel "Ιλιον άείδω. Del tema de perfecto: Ρ 264 βέβρυχεν μέγα κΰμα, Tucídides I 1 4 4 , 1 μάλλον πεφόβημαι τάς οικείας ημών αμαρτίας ή τάς τών πολεμίων διανοίας. ΕΙ tipo Πλάτων λέγει en citas no puede ser considerado presente real ' ni praes. pro perf. », sino que es, sin duda, un presente intemporal (§ 157).

El presente no es un punto que separa el futuro del pasado: gr. νυν, lat. nunc, esp. ahora se refieren a una porción de tiempo. La razón de ello es psicológica. En psicología experimental se llama "presencia psíquica" ("psychische Prasenszeit") a la extensión de tiempo que se percibe como actualmente presente a nuestra con­

ciencia psíquica: al oír las campanadas de un reloj, 3 ó 4 se nos presentan como todas presentes a un mismo tiempo a nuestra conciencia; pero 12 campanadas exceden la duración de la presen­

cia psíquica y, para representárnoslas, hemos de recurrir a la me­

moria ». O también: el "yo" se presenta a la conciencia en cada momento como algo que ha sido poco antes y que ha de continuar siendo*. Naturalmente, la duración real de la acción verbal no ha de coincidir necesariamente con el tiempo de presencia psíquica, sino que puede sobrepasarla, sin dejar por ello de ser considerado como presente (así en el tipo Sófocles Ai. 20 κεϊνον γαρ, ούδέν' άλλον, ίχνεύω πάλαι 'estoy buscando desde hace tiempo las huellas de aquél'), lo que explica bien el p r e s e n t e h a b i t u a l (tipo Semónides 7, 65 Diehlj αίεί δέ χαίτην έκτενισμένην φορεί).

§ 157.—Pero hay que tener en cuenta que el significado del signo lingüístico no es la realidad objetiva, sino la representación subjetiva de esa realidad. Es decir, son expresados como presentes no sólo aquellos contenidos verbales que son real y objetivamente presentes (esto es, que son expresados lingüísticamente al mismo tiempo que son percibidos por el "yo"), sino también aquellos con­

tenidos verbales que psicológicamente aparecen come presentes al "yo" en el momento de hablar, aunque en la realidad externa no exista esa simultaneidad. De aquí se derivan varias realizaciones psicológicas del presente (§§ 158­161), todas las cuales se basan en el hecho de que la posición natural, ingenua, del hablante es la de situarse psicológicamente de cara a los acontecimientos, desinte­

resándose de su situación en la línea del tiempo. § 158.—En virtud de ese fenómeno psicológico, el presente es

usado para expresar contenidos verbales de carácter general que

( 1 ) Contra Schwyzer, Gr. Gram. II p. 270. (») Contra Brugmann­Thumb, Gr. Gram. ^ p. 557. (») Stern en J. FrCbes, Tratado de Psicologia empirica y experimental,

trad. esp. j I, 1950, p. 394. (*) Así E. Koschmieder, Zeitbezug und Sprache, 1929, p, 4: la continuidad

de la conciencia "wird erreicht dadurch, dass das Ich sich in jedem AugenbUck ais den eben­gewesen und den sofort­sein­werdenden setzt . . . 'Ich bin' meint eben stets: ich war eben und werde weiter sein". El tiempo presente es psicoló­gicamente un puente extenso—^no un punto—entre el pretérito y el futuro.

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no están ligados a situaciones de un tiempo determinado, como ocurre en las máximas y sentencias ( p r e s e n t e g e n e r a l ) : Hesíodo fr. 272 Rzach δώρα θεούς πείθει, δώρα αίδοίους βασιλήας, Menandro Γνώμαι μονόστιχοι (FCG Meineke IV ρ. 340 ss.) 422 ó μή δαρείς άνθρωπος ού παιδεύεται. Εη el perfecto; επιχώριοι οδρον ϊσασιν, Π 384 S . ώς δ' ύπο λαίλαπι πάσα κελαινή βέβριθε χθων ήματ' όπωρινίρ

§ 159.—También pueden ser expresados como presentes conte­

nidos verbales que, no habiendo tenido aún lugar, son presentados al "yo" por la imaginación. Así se explica el presente "profético": tipo Esquilo Ag. 125 ss. είπε τερί^ζων χρόνω μέν άγρεϊ Πριάμου πόλιν άδε κέλευθος, NT Marcos 9 , 3 1 έλεγεν αύτοϊς δτι ó υιός τοϋ άνθρωπου παραδίδοται είς χεϊρας ανθρώπων και άποκτενοϋσιν αυτόν.

Un fundamento psicológico similar tiene el presente llamado "retórico": Eurípides Andr. 381 ώς, ήν θάνης σύ, παϊς δδ' έκφεύγει μόρον, Tucídides VI 9 1 , 3 εί αυτη ή πόλις ληφθήσεται, έχεται καί ή πασα Σικελία. La condicional remite a un tiempo futuro que psicológica­

mente es tomado como presente. Lo mismo Sucede en el perfecto, el cual, por indicar la acción ya terminada, posee mayor expresi­

vidad: O 128 μαινόμενε, φρένας ήλέ, διέφθορας, Eurípides Or. 941 et δέ δή κατακτενεϊτ' έμέ, è νόμος άνεϊται.

§ 160.—La denominación de "presente histórico" opera con un concepto puramente empirico. Las interpretaciones dadas coinciden todas » en admitir la intervención de un factor psicológico. En rea­

lidad, el presente histórico no es sino una de las realizaciones intem­

porales del presente, en la cual el tiempo pretérito a que ha de refe­

rirse el contenido verbal es dado por la situación o por el contexto pretérito. Más adelante (§ 260) trataremos el problema de si en el presente histórico hay una vivencia intensa de los acontecimientos narrados o solamente una representación de conjunto de los mis­

mos. Notemos que, si bien raramente, existe un tipo de perfecto enteramente paralelo al presente histórico (§ 256).

§ 161.—Prescindiendo de la clasificación empírica del presente histórico en "expresivo" e "inexpresivo" (sobre la cual vid. §§ 247­

248), puede afirmarse que, en general, el uso del presente histórico implica un desentenderse de lá distancia temporal entre el momento presente y el acontecimiento narrado, al adoptar el "yo" la postura natural de estar de cara a los contenidos verbales que expresa lin­

güísticamente. Si en Homero, en la fábula y también en el Monu­

mentum Ancyranum (tanto en el texto griego como en el latino) falta el presente histórico, la causa está en que existe un interés por recalcar la distancia temporal, por evitar cuidadosamente toda re­

( 1 ) El llamado presente "potencial" (así Schwyzer, Gr. Gram. II p. 2" I. siguiendo a Rodenbusch, IF 21, 1907, p. 119 s. y 22, 1907, p. 407 s.) del tipo Sófocles Philoctetes 121 μνημονεύεις οδν ά σοι παρήνεσα; es un empleo de­terminado no por el tiempo presente, sino por la estructura del sistema de modos (el indicativo expresa una indiferencia modal, cf. § 33 n.).

(·) Véase, por ejemplo, bibliografía en K. Eriksson, Das Präsens historicum in der nachklass. griech. Historiographie, 1943, ρ. 1. ss.

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lación con la actualidad del oyente o del lector. El epos homérico quiere narrar hechos pertenecientes al pasado lejano. Este distan­

ciamiento de lo actual es, sin duda, también buscado en el testa­

mento de Augusto. En cuanto a la fábula, es explicable la inten­

ción estilística de alejar de la realidad de lo presente el mundo maravilloso e irrreal que describe

§ 162.—Así, pues, t o d o s l o s s e n t i d o s t e m p o r a l e s d e l p r e s e n t e s o n r e a l i z a c i o n e s p s i c o l ó g i c a s e n l a " p a r o l e " d e u n ú n i c o v a l o r d e p r e s e n t e e n e l s i s t e m a d e l a " l a n g u e " .

La existencia del presente histórico no resulta de un determi­

nado sistema lingüístico en el cual sea un valor de "langue", sino que, como fenómeno psicológico, es posible a priori en cualquier época y en cualquier lengua que disponga de una forma gramatical para la expresión del tiempo presenté. En efecto, se atestigua en las distintas lenguas indoeuropeas y nada impide admitir su exis­

tencia en el mismo indoeuropeo en la época en que disponía de un presente como forma diferenciada del pretérito.

§ 163.—Propia del p r e t é r i t o (imperfecto, aoristo, plus­

cuamperfecto) es, según la definición tradicional, la expresión de contenidos verbales pertenecientes al pasado.

Existen, no obstante, casos de imperfecto y de aoristo con sen­

tido de presente. Nos interesa determinar si este sentido de pre­

sente es solamente una realización en la "parole" del valor del pretérito o si, por el contrario, ha de ser atribuido al sistema de la "langue".

§ 164.—Los casos de imperfectos usados en lugar de presentes no pueden ser aducidos como fenómenos de "langue". El tipo fre­

cuente γ 291 s. τάς μέν (se. νηας) Κρήτη έπέλασσεν, ήχι Κύδωνες έ'ναιον ο Tucídides II 13, 7 τοϋ Φαληρικοϋ τείχους στάδιοι ήσαν πέντε καΐ τριάκοντα πρός τον κύκλον τοϋ άστεως. Εη estos ejemplos, el que habla o escribe piensa en el tiempo pretérito de la narración y no tiene en cuenta que lo dicho vale para el presente Es, pues, una realización psicológica en la "parole" de un auténtico pretérito de la "langue".

El otro tipo de imperfecto usado como presente, Hesíodo Op. 11 ούκ άρα μοΰνον έην Ερίδων γένος es igualmente una realización psi­

cológica en la "parole". Como justamente observa J. Wackernagel », ούκ άρα μοΰνον έην está por ούχ, ώσπερ πρότερον φόμην, μοϋνόν έστι. Έ . γ. Como el que habla piensa en su opinión falsa anterior, por una

(>) Así H. Koller, Museum Helveticum 8, 1951, p. 88, para Homero y el Monumentum Ancyranum. En lo referente al epos, se ha hecho notar que la amplitud épica y la calma objetiva de la narración se oponen al empleo exci­tado ("auferregt") del presente histórico (F. Sommer, Vergleichende Gramma­txk der Schulsprachen, p. 61). El epos homérico no está escrito desde ningún punto de vista particular (Eriksson, op. cit. p. 21). Sobre esta cuestión vid. tam­bién § 263.

(») Wackernagel, Vorlesungen I p. 184 s.; Schwyzer, Gr. Gram. II p. 279 s_ («) Ibidem ρ. 185.

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atracción psicológica emplea el imperfecto. Similar es Sófocles OC 117 (Coro) δρα. τίς άρ'ήν; ποϋ ναίει; donde el pretérito se justi­

fica psicológicamente porque el ξένος ha informado antes sobre Edipo: '¿quién era el que decía nuestro explorador?'. No obstante ήεν tiene un valor intemporal, no explicable como realización de "parole" en el símil homérico de O 271 ss., en el que coexiste con aoristos intemporales (§ 165; cf. §§ 193 y 277).

§ 165.—El aoristo general (gnómico en sentido ampho) pre­

senta dos problemas, uno temporal y otro aspectual, de los que ahora sólo tratamos el primero.

Descartando la exphcación tradicional del aoristo general (Franc­

ke) como resultado de una generalización (tipo Hesíodo Op. 240 πολλάκι καΐ ξύμπασα πόλις κακοϋ ανδρός άττηϋρα), ya que lo más co­

rriente es que falte toda palabra generahzadora (como 'muchos', 'muchas veces', 'cualquiera', negaciones *), la discusión se centra en torno al problema de si el aoristo general es resultado de un valor puramente preterital o, por el contrario, de un valor neutro de in­

diferencia al tiempo. Delbrück ' sostiene que el aoristo general es, en reahdad, un

pretérito, con la única particularidad de que es pretérito con refe­

rencia a un presente que no es el del hablante, sino a un presente supuesto. Así en el símil de Δ 141 ss. κείται δ'έν θαλάμ<ρ, πολέες τέ μιν ήρήσαντο Ιτιπηες φορέειν, βασιλήϊ δέ κείται άγαλμα '(la obra de arte) está en la alcoba; muchos desean llevarla; pero está como ornato para el rey', el aoristo ήρήσαντο sería un pretérito con res­

pecto al presente βασιλήϊ δέ κείται: antes de que estuviese como honor para el rey, muchos caballeros lo habían deseado. Esta ex­

phcación, inadmisible en otros símiles y que supone la existencia de categorías gramaticales del tiempo relativo inexistentes en rea­

Udad en griego, es, como observa Wackernagel', totalmente in­

adecuada para el aoristo de las sentencias (tipo Hesíodo Op. 218 παθών δέ τε νήπιος Ιγνω) *.

La única solución viable es considerar que el aoristo general representa un valor intemporal del aoristo, tanto en las γνώμαι como en los símiles y en su uso para describir hechos o situaciones típicas (Heródoto II 47,1 ήν τις ψαύση αυτών παριών ύός, αύτοϊσι τοϊσι Ιματίοισι άπ'ών έβαψε έωυτόν βάς ές τόν ποταμόν). Hay que hacer constar, con Wackernagel », que el aoristo coexiste con el presente en estos empleos (Γ 23 s. ώστε λέων έχάρη μεγάλφ έπΙ σώματι κύρσας

( 1 ) Cf. Wackernagel, ibidem p. 179. («) Vergi. Synt. II p. 302. (») Vorlesungen I p. 180. (*) Schwyzer, Gr. Gram. I p. 285, es un tanto ecléctico. Sigue sustancial­

mente a Delbrück al derivar los diferentes tipos de aoristo "general" del aoristo que expresa un pasado inmediato, el cual aparecería en su pureza en el tipo έγέλασα (§ 181). Pero este tipo, por su parte, resultaría de un valor originaria­mente intemporal del aoristo. Por el contrario, en § 181 veremos cómo el tipo έγέλασα es un pretérito sin nada de especial en cuanto al tiempo.

(») Vorlesungen 1 p. 180 s.

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. . . πεινάων" μάλα γάρ τε κατεσθίει . . . , Α 218 δς κε θεοϊς έπιπείθηται, μάλα τ'έκλυον αύτοΰ junto a έλέφας μυός ούκ άλεγίζει), Ιο que delata la equivalencia temporal del aoristo con el presente, que aquí es intemporal.

Así, pues, hemos de concluir: l a i n d i f e r e n c i a a l t i e m ­

p o e x p r e s a d a p o r e l a o r i s t o g e n e r a l e s p r o p i a d e l v a l o r d e l p r e t é r i t o e n e l s i s t e m a d e l a " l a n ­

g u e " y n o u n a m e r a r e a l i z a c i ó n d e s u v a l o r p r e t é r i t o .

§ 165.—También en el tema de presente, el uso de desinencias secundarias en función de primarias (2.* sg. pres. ind. δίδως δάμνας δμνυς φης junto a 1.» sg. δίδωμι, 3.» sg. δίδωσι, etc.; 2.» sg. pres. ind. dorio άγες συρίσδες, chipriota Ιρπες; 3.» sg. lesbio τίθη ζεύγνυ, épico δάμνα πίλνα δείκνυ ) resulta de la indiferencia temporal de las formas de pretérito.

§ 166.—Sobre la base del precedente análisis inductivo la in­

terpretación funcional de la oposición temporal/pretérito es clara. E l p r e s e n t e , c o n v a l o r d e " l a n g u e " b i e n d e ­

f i n i d o , e s e l t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o d e l a o p o ­

s i c i ó n . E l p r e t é r i t o , q u e r e s u l t a s e r e l t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o , e x p r e s a e l t i e m p o p a s a d o c o m o n e g a c i ó n d e l p r e s e n t e (valor negativo) y e x ­

p r e s a t a m b i é n l a i n d i f e r e n c i a a e s t a d i s t i n ­

c i ó n (valor neutro) ^ La realización de estos valores está presidida por una a n t i ­

n o m i a : presente y pretérito pueden ser usados como indiferen­

tes a la expresión del tiempo. Pero es necesario precisar. La indi­

ferencia del pretérito radica en el mismo sistema lingüístico, es decir, en la estructura de la oposición de la cual es el término no caracterizado: es, pues, un hecho de "langue". La indiferencia del presenté es psicológica, radica en la naturaleza psicológica de la noción de tiempo presente: es un hecho de "parole".

(>) Material en Schwyzer, Gr. Gram. I p. 659. (») Es interesante llamar la atención sobre la perfecta coincidencia de este

análisis funcional sincrónico de la oposición temporal presente/pretérito con los resultados del análisis genético de las desinencias personales "primarias" y "secundarias" correspondientes. Las primarias ­ T I ­Tai (arcadio ­TOI), etc., han sido formadas sobre las secundarias respectivas mediante la adición de un elemento caracterizado ­i, de valor deíctico 'hic, nunc*. El presente está,­pues, positivamente caracterizado para expresar la presencia del contenido yerbal al "yo" de la conciencia psicológica. Tal es el análisis de las desinencias activas de R. Thurneysen, KZ 27, 1885, p. 173 ss. (secundado por otros), que es exten­dido a las desinencias medias en mi artículo "Desinencias medias primarias indoeuropeas sg. 1.» ­(m)ai, 2.» ­soi, 3.» ­(t)oi, pl. 3.* ­ntoi". Emerita 20, 1952, páginas 8 ss., donde se da bibliografía y se tratan los problemas de detalle.

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Page 102: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

CAPITULO VII

NEUTRALIZACIÓN DE LA OPOSICIÓN ASPECTUAL PRESENTE / AORISTO: VALOR ASPECTUAL NEUTRO

DEL PRESENTE DE INDICATIVO

§ 167.—La teoría de la neutralización de oposiciones morfoló­gicas expuesta §§ 49-59 es de suma importancia para la determi­nación del valor aspectual de algunas unidades del sistema verbal del griego antiguo implicadas en la oposición aspectual presente/ aoristo. Examinamos en primer lugar la neutralización en las po­siciones de tiempo futuro y de modo para abordar después un pro­blema de capital importancia: la determinación del valor aspectual del presente de indicativo. Tratamos de dar una aplicación y al mismo tiempo una verificación de la teoría.

§ 168.—La realización de la oposición presente/aoristo en las distintas posiciones de tiempos y de modos (prescindimos de las formas nominales, indiferentes al tiempo y al modo, en las que, por lo demás, nada anómalo ocurre) es bien visible en el gráfico adjunto, confeccionado sobre la base puramente formal de los sig­nificantes y de acuerdo con los resultados funcionales obtenidos hasta ahora. El signo -\ indica el término caracterizado; el signo 0 es la indicación del término no caracterizado.

+ MODO

t-» NO MODO

1. S U B J U N T I V O

2. OPTATIVO

+ F U T U R O

(-) NO F U T U R O + P R E S E N T E

(-) P R E T E R I T O

+ P R E S E N T E Í AORISTO

Xe;tt(0|J,EV XÍ7I(01J.EV

XeÍ(J(o|xcv

Xeíttojjev

¿XsÍTtouev eXÍTtoixEV

§ 169.—La oposición aspectual simple presente/aoristo, que se interfiere con las demás oposiciones del sistema de tiempos y mo­dos, no se realiza en la posición de tiempo futuro.

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Page 103: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

La explicación en el plano del significado (exigida en § 57, 4.°) parece evidente y es semejante a la que hemos ya admitido para los modos (§ 145, cf. §§ 172­176): cuando se considera en el futuro un contenido verbal, interesa sólo la noción verbal en sí, sin de­

terminar sus caracteres aspectuales, ya que dicho contenido verbal dista aún de su reahzación.

El archimorfema es en esta posición independiente de los mor­

femas respectivos de presente y de aoristo: fut. φανοϋμαι, pero pres. φαίνομαι, aor. έφάνην ; fut. λήσομαι, pero pres. λανθάνω, aor. έλα­

èov . En ciertas formas aparece alguna relación formal con el pre­

sente: fut. έξω y pres. έχω, fut. λείψω y pres. λείπω. En otras for­

mas la semejanza se establece con el aoristo: fut. σχήσω y aor. έσχον, fut. φανήσομαι y aor. έφάνην.

§ 170.—Conviene llamar la atención sobre el hecho de que los intentos de establecer una oposición aspectual presente/aoristo dentro del futuro descansan sobre una base formal: la semejanza del tema de futuro con el tema de presente o de aoristo, a la que hemos aludido en § 169. Ahora bien, la existencia de la oposición exige la presencia de los dos términos bien diferenciados también en el plano del significante, circunstancia que, por ejemplo, en φανοϋμαι/φανήσομαι sólo se da en los siglos V­IV a. C. · Pero, ade­

más, esta base formal es ilusoria: φανοϋμαι no tiene parecido con el tema de presente φαίνομαι (que históricamente es una formación con ­io­) más que con el aoristo. En φανοϋμαι tenemos, pues, un "archimorfema" independiente de los morfemas de presente y de aoristo. En futuro Ιξω, λείψω, la coincidencia es casual, producida por tener el presente el vocalismo e que también tiene el futuro (cf. πείσομαι de πάσχω). En cuanto a φανήσομαι y σχήσω, si han de ser consideradas como formaciones sobre el tema de aoristo (lo cual, al menos para σχήσω, no es tan claro) hay que tener en cuenta que el aoristo es el término no caracterizado de la oposición neutralizada y que, por consiguiente, su aparición como arohimorfema es un fenó­

meno previsto que encajaría en el tipo­2 de neutralización (§ 54): el aoristo aparece en la posición de neutralización en virtud de su valor neutro. Lo mismo hay que decir del pretendido valor "aorístico" del futuro medio­pasivo en ­θήσομαι por oposición al futuro en ­σομαι.

El método empírico, que se Umita a operar sólo con sentidos de "parole", no permite llegar a ningún resultado seguro. Véanse las contradicciones puestas de manifiesto por J. Wackernagel', que, lo mismo que Schwyzer * no admite la existencia en el futuro de va­

lores aspectuales de presente o de aoristo.

(*) La independencia del significado del futuro es también visible en al­gunos casos de supletivismo, como fut. βψομαι frente a pres. όράω y aor. είδον (nótese que el perfecto βπωπα, que es neutro en cuanto a duración y puntualidad, está formado sobre el mismo semantema que el futuro); fut. οϊσομαι frente a pres. φέρω y aor. ήνεγκον.

(·) Vid. Wackernagel, Vorlesungen I p. 202 s. (·) Ibidem. (·) Gr. Gram. II p. 264 s.

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Page 104: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

§ 171.—La conclusión es evidente: e n l a p o s i c i ó n d e t i e m p o f u t u r o h a y n e u t r a l i z a c i ó n p e r f e c t a d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o . La oposición no existe en absoluto. El "archimorfema" (tema de fu­

turo) es independiente de los morfemas de uno y otro término (tema de presente y tema de aoristo).

§ 172.—Un tipo distinto de neutralización de la oposición as­

pectual presente/aoristo es el que existe en la posición de modo (subjuntivo y optativo), al menos en la lengua homérica y en la koiné, donde P. Chantraine y, antes, J. Humbert han podido com­

probar un gran predominio del tema de aoristo Limitándonos al estudio minucioso realizado por Chantraine en

Homero, nos encontramos con un estado de cosas que puede resu­

mirse así: En los verbos de sentido "déterminé", los modos están forma­

dos exclusivamente sobre el tema de aoristo o, si no sucede así, el tema de presente aparece rarísimamente y siempre está justificado por una intención expresiva: άκούση, άκούσαι, γένηται, γένοιτο, παύση, παύσειε, μιγήης, μιγείην (pero el subj. pres. de Β 232 está motivado por el interés en describir la acción subrayando su desarrollo: ήέ γυναίκα νέην ϊνα μίσγεαι έν φιλότητι 'pour goûter l'amour dans ses bras'). Por el contrario, en los verbos propiamente "duratifs" (re­

produzco la terminología de Chantraine) el tema de presente desem­

peña un papel esencial en los modos: el subjuntivo y el optativo de ειμί 'ser' y de εΐμι 'ir' están ampliamente atestiguados; en la conju­

gación de φέρω, φέρη y φέροι son frecuentes y sólo se encuentran 6 ejemplos de aor. ένείκω y ένείκαι; lo mismo ocurre en πρήσσω en el giro formulario πρήσσησιν όδοϊο (γ 476), πρήσσωμεν όδοϊο (Ω 264, ο 47, 219) y διαπρήσσωσι κέλευθον φ 213), que significa 'caminar', εΰδω 'dormir', que no tiene tema de aoristo; igualmente son muy frecuentes los presentes de subj. y opt. de μένω 'permanecer', en tanto que del aoristo sólo se atestiguan Γ 52 μείνειας y Θ 536 μείνη en el sentido "déterminé" de 'hacer frente'. La causa de este predo­

minio del tema de aoristo la explica Chantraine fácilmentei "Il est naturel, lorsque l'on envisage dans l'avenir une action ou un état de choses que l'on veut ou que l'on souhaite voir se produire, que la notion verbale soit considérée en elle­même et que l'on n'ait pas en vue le procès qui aboutit à cette réalisation."

§ 173.—Tres puntos pueden quedar ya definitivamente esta­

blecidos: 1.° La neutralización es imperfecta (no se reahza siempre, cf. § 55). 2° Es del tipo 4, mixto: el archimorfema es el del término caracterizado (presente) o el del término no caracterizado (aoristo), según sea la naturaleza del semantema. 3.° La causa determinante no es una incompatibilidad del valor de la unidad de posición de

(') P. Chantraine. "Remarques sur les rapports entre les modes et les aspects en grec", BSL 40, 1939, p. 69 ss., que desarrolla para la koiné (con datos de E. Mayser, Gramm. der griech. Papyri der Ptolomàerzeit II) y aplica a la lengua homérica ideas de J. Humbert, Link I, 1938, p. 21 ss.

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Page 105: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

neutralización con el de uno de los términos de la oposición neu­

tralizable, sino una incompatibilidad (sólo relativa) con la oposi­

ción entera, cuya distinción o es imposible ρ carece de interés en la posición de modo.

§ 174.—Precisando más lo expuesto en § 173: Cuando el semantema es del tipo transformativo ( ~ "determiné"

de Chantraine grosso modo), el aoristo aparece como archimorfema porque en él el valor neutro es fundamental, hasta el punto de que el valor puntual (finitivo) carece de reheve y es difícilmente sepa­

rable del valor neutro: como vimos § 133 se destaca siempre la trans­

formación en sí. Cuando el semantema es del tipo no­transformativo, el aoristo

es evitado como archimorfema, porque el valor puntual (initivo) es un valor netamente aspectual y precisamente se trata de no notar valores aspectuales. El uso del tema de presente como archi­

morfema se justifica porque su valor durativo está ya impHcito en el carácter no­transformativo del semantema. Ésto es claro en el caso de μένω descrito más arriba, cuyo sentido "permanecer' es no­transformativo y en el cual el aor. μείντ) y μείνειας presentan un valor netamente aspectual (puntual initivo: Θ 535 s. ε'ί κ'έμον εγχος μείνϊ) έπερχόμενον 'si resiste' = 'comienza a permanecer firme'). Lo mismo en πρήσσω όδοϊο 'caminar', también claramente no­trans­

formativo. Por lo demás, el archimorfema de tema de presente se expUca por sí solo en aquellos verbos que carecen de tema de aoristo, como είμι 'ir' o εΰδω 'dormir', cualquiera que sea la naturaleza del semantema. Sin duda, la misma exphcación es váhda para la apa­

rición en los modos del tema de presente de είμί 'ser' (no­transfor­

mativo) y tal vez para la de φέρω 'llevar, producir' (transformativo), ya que, no pudiendo ser considerado el supletivismo (fenómeno de vocabulario) como equivalente en principio a las oposiciones mor­

fológicas, είμί y φέρω son, en realidad, formas aisladas. La prueba es que, por ejemplo, junto al subjuntivo y optativo de είμί, el aor. de subjuntivo y optativo γέ^/ηταt, γένοιτο están abundantísimamente atestiguados (cf. infra §§ 192­194). Si no hay neutrahzación, no hay oposición: la neutralización es, en efecto, un criterio funcional seguro para establecer una oposición.

§ 175.—A los hechos descritos por Chantraine nos interesa aña­

dir uno más. Del verbo no­transformativo momentáneo άστράπτω 'relampaguear' (cf. § 143) sólo se atestigua en Homero el subjun­

tivo presente άστράπτη (Κ 5). Sin embargo, el archimorfema que se esperaría sería el aoristo, el cual, en virtud de su valor puntual (momentáneo), no modificaría el carácter puntual del semantema. El subjuntivo presente de Κ 5 tiene, en efecto, una clara motiva­

ción expresiva en un símil: ώς δ' δτ'αν άστράτιτη πόσις "Ηρης ήϋκόμοιο, τεύχων ή πολύν δμβρον άθέσφατον ήέ χάλαζαν ή νιφετόν . . . La falta del aoristo άστράψη, άστράψαι no prueba evidentemente nada, pues de un testimonio único no se puede sentar ninguna conclusión es­

tadística.

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Page 106: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

§ 176.—Resumiendo lo expuesto §§ 172-175: e n l a p o s i ­c i ó n d e m o d o (subjuntivo y optativo) h a y n e u t r a l i z a ^ c i ó n i m p e r f e c t a d e l t i p o m i x t o d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o . El archimorfema está re­presentado por el morfema del término no-caracterizado (tema de aoristo) o por el término caracterizado (tema de presente) según el sentido transformativo o no-transformativo de los semantemas^ verbales en que se reahza.

El número considerablemente superior de semantemas trans­formativos es lo que puede justificar que se hable, en términos generales, de un predominio del aoristo en los modos.

§ 177.—Con esto llegamos ya al problema capital: la neutrali­zación de la oposición aspectual presente/aoristo en la posición de tiempo presente, cuya solución nos permitirá determinar el valor aspectual del p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o .

Por no aplicar el método adecuado se ha hecho tradicional-mente un planteamiento falso del problema: dando por seguro y evidente que el presente de indicativo, por estar formado sobre el tema de presente, tenía el valor aspectual propio de este tema, se ha buscado únicamente la explicación para el hecho de que el ao­risto no exista en el tiempo presente.

Tal posición descansa, además, sobre una base empírica in­exacta: el pretendido valor durativo del presente de indicativo. No sólo en el presente histórico, como veremos, esta forma no tiene valor durativo, sino que en el mismo presente actual el valor aspectual de esta unidad del sistema es n e u t r o , como comprobaremos más adelante, confirmando así el postulado teórico enunciado §§ 52 y 56 sobre el carácter n e u t r o de todo archi­valor, en una oposición morfológica neutralizada.

§ 178.-r-Por lo que hace a la causa determinante de la neu­trahzación, señalemos que Holt haciendo el planteamiento tra­dicional de la cuestión, interpreta el hecho de que el aoristo sólo aparezca en pretérito partiendo de un sistema aspectual de 3 tér­minos (positivo : perfecto — negativo : presente — neutro : aoristo) y de un sistema temporal también de 3 términos (positivo : futuro o "prospectif" — negativo : pretérito o "improspectif" — neutro : pre­sente o "neutrospectif"). Según Holt, el valor del aoristo es neutro en cuanto a la expresión del término del proceso; para que se pueda determinar que el término no se encuentra ni antes ni después del proceso, puesto que es imposible hablar de un término aplicado a un proceso futuro (.?), el proceso debe ser situado en el pretérito, si ha de ser considerado como realizado, o en el presente. Ahora bien—argumenta Holt—, puesto que el presente ("neutrospectif") es neutro en cuanto a la diferencia entre futuro ("prospectif") y pre­térito ("improspectif"), el presente presenta un carácter demasiado indeciso para que se pueda encerrar en él un término del proceso.

(») Eludes p . 45.

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Page 107: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

Esta argumentación estructural no convence ni aun juzgada desde el propio sistema de Holt. Si el aoristo es indiferente a la noción de término del proceso, no hay razón para que sea incom­

patible con ninguno de los tres tiempos (el carácter neutro, la indi­

ferenciación aspectual, es posible en cualquier posición) y menos en el tiempo presente, que también es temporalmente neutro, según Holt, y que, por tanto, no debería repugnar a la realización de ninguna de las tres categorías aspectuales. Por consiguiente, no sólo la falta de un aoristo en el tiempo presente queda inexplicada por Holt, sino que esa misma no existencia prueba la inexactitud de su interpretación funcional ^

§ 179.—Dentro también de la línea tradicional, se ha dado como causa de la no existencia de un aoristo en el tiempo presente la imposibilidad de expresar como presente un contenido verbal pun­

tual. Así E. Koschmieder · considera que "acciones carentes de ex­

tensión temporal no pueden ser presentes" en el sentido que re­

gistramos § 156, puesto que no admiten el puente que conduce del pasado al futuro.

Ultimamente Kurt von Fritz » recuerda la famosa paradoja de Dionisio Crono "cuando señalaba que nunca podemos decir verda­

deramente 'la pelota toca el techo', sino solamente 'la pelota tocó el techo', pues mientras lo decimos, la pelota ha dejado de tocar ei techo" *.

§ 180.—Tal explicación es evidente y ha de ser considerada como la causa que condiciona la neutrahzación.

Efectivamente, en la percepción y expresión del presente inter­

vienen 3 factores, que han de ser tenidos en cuenta: 1.° El "yo" de la conciencia psicológica se desplaza a lo largo

del tiempo acompañando a los procesos que percibe. 2.° En un punto dado de esa Unea del tiempo, el presente no

es un punto solo (ni siquiera subjetivamente considerado), sino una cierta extensión de tiempo ("tiempo de presencia psíquica" o "psychische Prasenszeit" : no una sola campanada del reloj, sino

( ) No obstante, Holt, Études p. 18, contiene una observación interesante, aunque hecha de un modo incidental: ". . . le thème de présent, lequel doit in­diquer, au temps de présent, un procès 'aoristique' aussi bien qu'un procès" ^duratif, parce qu'il n'existe aucune forme pour le procès aoristique regardé dans le présent; c'est le cas pour des verbes comme εϊμι 'aller', νέομαι "re­tourner'". La admisión por Holt de presentes momentáneos (a propósito de κράζω p. 29: "au présent le procès de faire un cri ou un mugissement désigne qu'on fait un seul cri ou un seul mugissement") muestra que Holt no ha adver­tido bien la neutralización como fenómeno del plano del significado.

{») E. Koschmieder, Zeitbezug und Sprache, 1929, p. 21. Cf. también E. Her­mann, Nachrichten Gottingen, phil.­hist. Kl., 1943, p. 594.

(») Word 5, 1949, p. 194. (*) Von Fritz, sin dar la cita de Dionisio Crono, se expresa asi: "we can

never truthfully say 'the ball touches the ceiling' but only 'the ball touched the ceiling*; for, while we say it, the ball does not touch the ceiling any lon­ger". Sin duda, von Fritz alude a Doxographi Graeci p. 320 b 5 Diels (proce­dente de Estobeo Ecloge I 19) Διόδωρος 6 Κρόνος κεκινησθαι μέν τι, κινεϊσθαι 8έ μηδέν.

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Page 108: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

tres o cuatro o cinco), como un puente extenso tendido entre el pretérito y el futuro.

3.° Se tarda un cierto tiempo (aunque breve, sí mayor que la du­

ración objetiva de la acción momentánea) en formarse en nuestra con­

ciencia la noción verbal y en dar expresión lingüística a esa noción. Se comprende, pues, que en el p r e s e n t e a c t u a l (§ 156),

que representa el valor propio del presente en su realización propia y más natural, no puedan ser expresados contenidos verbales mo­

mentáneos. § 181.—Esta es la razón de que el tema de aoristo, que, en vir­

tud de su valor negativo, expresa un contenido verbal momentá­

neo (aoristo puntual : momentáneo, initivo o finitivo), no se realice en el tiempo presente y aparezca siempre como pretérito en la di­

mensión temporal. Una clara ilustración de esto es el tipo de aoristo mal llamado

aor. pro praes. abundantemente atestiguado en el diálogo por la razón evidente de que en la conversación se da generalmente el presente actual simultáneo a los acontecimientos.

En los ejemplos de 2.» persona, la acción expresada pertenece claramente al pasado en la conciencia psicológica del que habla, que es la 1.» persona. Por ello los ejemplos no son muy significa­

tivos: X 15 (Aquiles a Apolo, que le ha distanciado de los muros de Troya) έβλαψάς μ'έκάεργε, Sófocles Ai. 270 τζως τοϋτ' έλεξιχς; ού κάτοιδ' δπως λέγεις. Los ejemplos de 1.» persona no permiten dudar sobre la realidad del fenómeno que estudiamos: Sófocles Ph. 1314 ήσθην πατέρα τόν άμόν εύλογοϋντά σε. Esquilo Choeph. 887 ot ' γώ. ξυνηκα τοδπος έξ αινιγμάτων, Eurípides Cycl. 101 χαίρειν προσεϊπα πρώτα τόν γεραίτατον, 266 ss. άπώμοσ' . . . μή τά σ'έξοδαν έγώ ξένοισι χρήματα, Aristófanes Eq. 696 ήσθην άπειλαϊς, έγέλασα ψολοκομπίαις.

Según Hermann S se trata de aoristos "ingresivos". Pero lo cierto es que tenemos tanto aoristos initivos (έγέλασα de un no­

transformativo γελάω) como finitivos (ξυνήκα, άπώμοσα, προσεϊπα). que pueden ser tal vez momentáneos por la pecuharidad de los se­

mantemas transformativos estudiada § 128. En rigor, no se puede hablar de un uso de aoristo pro praesente ',

pues no es Ucito enjuiciar los hechos griegos desde el punto de vista de su traducción a las lenguas modernas. El tipo έγέλασα es tem­

poralmente un pretérito normal, teniendo en cuenta que son preté­

ritos los contenidos verbales anteriores al presente psicológico, sin que importe para su expresión gramatical como tales el tiempo transcurrido. No tiene, pues, fundamento hablar (en la perspectiva diacrónica) de pérdida del significado pretérito del aoristo ni atri­

buir este tipo a un antiquísimo uso intemporal del aoristo». Senci­

{') Art. cit. p. 608. (») Cf. Schwyzer, Gr. Gram. II p. 285: "quasi­prasentische Verwendnng". (») Así Schwyzer, Gr. Gram. II p. 285, que rechaza la otra posibilidad que

citamos.

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Page 109: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

llámente este empleo del aoristo es consustancial con su vaio puntual.

En conclusión: l a n e u t r a l i z a c i ó n d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o e n l a p o s i c i ó n d e t i e m p o p r e s e n t e e s t á c o n d i c i o n a d a p o r l a i m ­p o s i b i l i d a d d e q u e e l a o r i s t o s e r e a l i c e e n e l t i e m p o p r e s e n t e .

§ 182.—Esta misma incompatibilidad entre aoristo y tiempo presente explica que el archimorfema no esté representado por el morfema del término no-caracterizado, que es el tema de aoristo, sino por el del término caracterizado, que es el tema de presente.

Se trata, por consiguiente, de una m o t i v a c i ó n n e g a t i v a d e l a r c h i m o r f e m a . El tema de presente aparece como ar­chimorfema no por expresar la duración (valor positivo), ya que el archivalor siempre es neutro, sino por no expresar la momentaneidad (valor negativo, propio del tema de aoristo).

L a n e u t r a l i z a c i ó n e x i s t e n t e e n e l p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o e s p e r f e c t a (no conoce excepciones) y p e r t e n e c e a l t i p o 3 (de los establecidos § 54).

§ 183.—En la comprobación empírica del valor neutro del pre­sente de indicativo es de suma importancia distinguir el presente actual (en el cual la presencia, real y objetiva, es dada por la si­multaneidad de los acontecimientos con el acto de su expresión lingüística) de las otras realizaciones psicológicas del presente (en las cuales el contenido verbal es representado al "yo" de la conciencia psicológica). En el presente actual, en el que el hablante va perci­biendo las acciones verbales que expresa, hay una r e p r e s e n ­t a c i ó n e n v i v e n c i a que necesariamente incluye la dura­ción. En los usos intemporales del presente puede haber una r e p r e s e n t a c i ó n d e c o n j u n t o de la acción verbal, no necesariamente en vivencia, del fluir de los fenómenos que acuden al "yo" a impulsos de una imaginación excitada .

De aquí se deduce una importante consecuencia metodológica. El sentido durativo (o bien conativo o iterativo, que son realiza­ciones del durativo) de un presente actual no prueba que el valor de "langue" del presente de indicativo sea durativo, puesto que esta noción de insistencia en la duración puede proceder de esa cualidad psicológica de la noción de presente. Por la misma razón es de es­perar que en las reahzaciones no actuales del presente el valor neutro aparezca con más nitidez, ya que en la representación de conjunto de la acción verbal se puede considerar ésta bien en un punto, bien en su duración, bien haciendo abstracción de toda cua­lidad aspectual.

(') Corresponde a E. Hermann, art. cit. p. 601 ss., el haber fijado estos conceptos. Diferimos de Hermann en que no limitamos por principio la repre­sentación en vivencia ("Erlebnisschau") al tiempo presente; para Hermann todos los contenidos verbales aparecen al "yo" en representación de conjunto ("Gesamtschau"). Cf. § 186 a propósito del praesens pro futuro.

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§ 184.—Efectivamente, se pueden citar casos en que el pre­

sente actual aparece con un claro sentido durativo. Así π 432 s. τοϋ νυν οίκον άτιμον έδεις ('estás comiendo'), μνάίγ ('estás pretendiendo') δε γυναίκα, παϊδά τ'άποκτείνεις (conativo: 'estás intentando matar'). Aristófanes Nub. 224 s. (Estrepsíades:) πρώτον μέν 6 τι δρ^ς ('estás haciendo'), άντιβολώ, κάτειπέ μοι :: (Sócrates:) άεροβατώ και περι­

φρονώ τον ήλιον ('estoy andando por el aire y especulando sobre el sol'). Isócrates VI 12 ταύτην (sc. τήν δόξαν) πείθουσιν (conativo: 'persuadere student') ύμας άποβαλεϊν. Teocrito I 135 (habla Dafnis, que se despide de la vida) Δάφνις έπεί θνφτκει 'está muriendo'.

Pero en el mismo presente actual se pueden citar ejemplos en los cuales no hay insistencia en la idea de duración, si bien ésta esté implicada en la noción temporal de presente. En el citado pasaje de Aristófanes Nub. 224 s. sería un error manifiesto traducir άντιβολώ ('yo te suplico') por 'yo te estoy suplicando'. Ninguna insistencia en la duración hay ibidem 133 τίς έσθ' ó κόψας τήν θύραν; '¿quién es el que ha llamado a la puerta?'.

El valor neutro del presente de indicativo explica que desta­

quen los elementos semánticos secundarios procedentes del seman­

tema, de la situación, del contexto, como fenómenos de "parole". Así en ψ 230 (Penelope a Ulises) νϋν . . . πείθεις δή μοι θυμόν

'ahora ya me convences' resalta la transformación en sí expresada por el semantema, sin calificación aspectual, es decir, sin ser ca­

racterizada como durativa (caso de πείθουσιν conativo en el pasaje de Isócrates c\id¡.ao supra) ni como puntual (en cuyo caso sería έπεισας conforme a lo expuesto en § 181). Igualmente en o 260 ¿> φίλ', έπεί σε θύοντα κιχάνω τώδ' ένΙ χώρφ 'pues que te encuentro, etc.', mas en ningún modo 'te estoy encontrando'. Similar es Aristófa­

nes Fax 423 s. πρώτον δέ σοι δώρον δίδωμι τήνδ' (sc. χρυσίδα) 'te re­

galo esta copa de oro'. El presente όράω no expresa la acción de 'contemplar', 'ver' de

un modo durativo, sino neutro. Elio explica que en determinadas situaciones aparezca όράω donde un aoristo εϊδον estaría aspectual­

mente justificado. En Ω 352 ss. τύν δ' έξ άγχιμόλοιο ίδών έφράσσατο κήρυξ Έρμείαν, ποτΙ δέ Πρίαμον φάτο φώνησέν τε' «φράζεο, Δαρδα­

νίδη" φραδέος νόου έργα τέτυκται. άνδρ' όρόω, τάχα δ'άμμε διαρραΐσεσ­

θαι όΐω (nótese ίδών όρόω) y en Jenofonte Anab. I 8, 26 καθορ^ βασιλέα . . . ειπών «τον άνδρα όρώ» ιετο έπ'αύτόν (nótese pres. hist, καθορςί ~ όρώ), el presente όράω es considerado como equivalente a aor. είδον por Schwyzer S siguiendo a Rodenbusch *, lo cual no es exacto, ya que el presente no puede ser un puntuad. Pero tam­

poco es admisible la traducción por 'estoy viendo', adjudicando a la forma un valor durativo, como propone Meltzer», puesto que no hay insistencia alguna en el desarrollo de la contemplación. En ambos pasajes lo único que destaca es el 'ver', el 'divisar', el 'repa­

id) Gr. Gram. II p, 259.

(η IF 22, 1907, p . 405. (3) / ; · " 12, 1904, p. 354 s., especialmente 356.

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rar en' pura y simplemente, que sólo es explicable por el valor a s ­

pectual neutro del presente de indicativo. En efecto, si el valor as­

pectual del presente de indicativo en el sistema de la "langue" fuera durativo, sería imposible la existencia en la "parole" de pre­

sentes con sentido "puntual" (Schwyzer habla de "rein konfektiver Gebrauch griechischer Prásentien"), ya que durativo y puntual son nociones contradictorias, de tal modo que una no puede resultar de la realización de la otra. Es decir, ni siquiera habría apariencia de sentido "puntual" (en realidad, es un sentido neutro en el que destaca la consecución de la acción de 'ver').

§ 185.—Que el presente de indicativo no tiene valor durativo es confirmado por una importante observación. Según Blass­De­

brunner el uso conativo es menos frecuente en el presente de in­

dicativo que en el imperfecto. Dada la mayor frecuencia del pre­

sente de indicativo, sería de esperar el fenómeno contrario. Esta observación, que es aphcable a todo el griego antiguo*, deriva del hecho de que el presente de indicativo no tiene valor durativo en el sistema de la "langue".

§ 186.—Pasamos ahora a las realizaciones intemporales del pre­

sente de indicativo. Propio de la naturaleza del presente general es expresar una

noción verbal en sí, en abstracto, sin notación de puntos de vista aspectuales. Una sentencia como Hesíodo fr. 272 R. δώρα θεούς πείθει no indica más que la acción desnuda de 'persuadir', que, por ser un semantema transformativo, destaca la consecución de la trans­

formación. Lo mismo se ha de observar de ά χεΙρ τάν χείρα νίπτει 'una mano lava a la otra'.

En lo referente al presente pro futuro, el pasaje de Pindaro 01. V i l i 41 ss. Ιννεπε . . . τέρας ευθύς 'Απόλλων* Πέργαμος άμφΐ τεαϊς, ήρως, χερος έργασίαις άλίσκεται ('es tomada' ~ 'será tomada')" ώς έμοί φάσμα λέγει Κρονίδα no es evidentemente de sentido durativo, ya que resalta la noción pura y simple de 'conquistar'. En el oráculo deifico de Heródoto VII 140, 2 οδτε γαρ ή κεφαλή μένει έμπεδον ούτε το σώμα, οΰτε πόδες νέατοι οΰτ' ών χέρες, οΰτε τι μέσσης λείπεται, άλλ' άζηλα πέλει' κατά γάρ μιν έρείπει τιΰρ τε κριΐ οξύς "Αρης el hecho de que aparezcan μένει y πέλει, verbos de estado (desconocidos del presente histórico) invita a admitir una representación en viven­

cia: la profetisa ve y vive los acontecimientos que anuncia. De ser así el sentido durativo de μένει y de ττέλει, procedería no sólo del ca­

rácter no­transformativo del semantema, sino también de esa viven­

cia durativa de los fenómenosre presentados por la imaginación. Tal suposición parece confirmada por el sentido claramente durativo de κατά μιν έρείπει ττϋρ τε καΐ οξύς "Αρης, Συριηγενές άρμα διώκων.

(·) Grammatik des neutestamentlichen Griechisch,, 1949, p. 143 s. {«) Vid., en efecto, los pocos ejemplos recogidos en Kühner­Gerth, Aus­

führliche Grammatik der griech. Sprache ^ II 1 p. 140 (muchos de ellos insegu­ros), y en Stahl, Kritisch­historiche Syntax des griech. Verbums in der Mass. Zeit p. 88 s., frente a la abundancia de imperfectos.

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Para el presente histórico remitimos al capítulo X, donde se trata por extenso de la cuestión de su aspecto. Por ahora señalemos que varios tratadistas le han atribuido un aspecto puntual ^ sin advertir que este sentido es contradictorio con el durativo que asignan por lo demás al presente de indicativo. Esto sólo bastaría para aseguramos de que el valor del presente de indicativo no puede ser el durativo del tema de presente.

§ 187.—En conclusión: No sólo consideraciones funcionales y psicológicas, sino también

el examen atento de los textos conducen a establecer que e 1 p r e s e n t e d e i n d i c a t i v o e s u n a u n i d a d d e v a l o r n e u t r o , i n d i f e r e n c i a d o , e n c u a n t o a l a o p o s i ­c i ó n a s p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o .

§ 188.—El presente de indicativo presenta un notable parale­lismo con el perfecto de indicativo, que admite las mismas realiza­ciones temporales en cuanto presente que es (§§ 156-160). El per­fecto es neutro en cuanto a la expresión de la duración o puntua­lidad de la noción que expresa ("contenido verbal después de su término"): no existe una oposición de ese tipo en su interior (§ 83) . Esto sirve de confirmación de la parte central de nuestra tesis: no es necesario que las formas que expresan el tiempo presente ten­gan un valor aspectual durativo.

§ 189.—De lo expuesto se deriva un interesante corolario: E 1 p e r f e c t o d e i n d i c a t i v o y e l p r e s e n t e d e i n d i c a ­t i v o s o n u n i d a d e s q u e c o n s t i t u y e n u n a o p o s i ­c i ó n s i m p l e , es decir, que se oponen directamente únicamente en lo referente a una noción básica. En efecto, no se oponen tem­poralmente, puesto que ambas son presentes. Por otra parte, ya observamos que en el sistema aspectual

perfecto presente / aoristo

el perfecto se opone al archivalor de la oposición presente/aoristo (§§ 45, 91). Este archivalor es precisamente el expresado por el pre­sente de indicativo, por estar en él neutralizada la oposición. Así resulta que perfecto y presente de indicativo sólo se oponen en cuanto a la noción básica de "consideración del contenido verbal después de su término", expresada positivamente por el perfecto.

Excursus sobre el valor aspectual de (pr¡\LÍ, é<pr¡w.

§ 190.—Lo que ha podido justificar en cierto modo el asignar tradicionalmente al presente de indicativo un valor durativo es el

(') Brugmann-Thumb, Blass-Debrunner, Schwyzer, Hermann, Brunel (la» referencias en § 250 notas). Blass Debrunner, op. cit. p. 144, son los únicos en observar cierta anomalia: "die Aktionsart wird t r o t z der präsentischea. Form meist punktuell bleiben" (espaciado por mí).

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hecho de que otras formas del mismo tema de presente (por ej era­

dlo, el imperfecto) poseen un indudable valor durativo. Por consi­

guiente, si se establece mediante un examen objetivo de los textos que en un verbo determinado tal valor durativo no existe en el imperfecto (y en las otras formas del tema de presente), habrá que concluir que el presente de indicativo no tiene valor durativo. Tal es el caso dé φημί.

Como es sabido, este presente tiene" a su lado un pretérito imper­

fecto έφην, que resulta no tener aspecto definido, si se examinan los textos sin ideas preconcebidas. Desde luego, nadie ha podido reconocer en έφην un sentido durativo único. Pero tampoco es aceptable el sentido puntual que le asigna Mutzbauer pues no es visible una insistencia en la momentaneidad de la acción de 'decir', ni en el punto inicial ('comenzó a decir') ni en el final ('ter­

minó de decir', 'logró decir'), aparte de que, si fuera puntual, el tema φη­ no formaría un presente de indicativo, pues el tiempo presente es incompatible con la noción de momentaneidad. El valor aorístico que corrientemente se le atribuye (Brugmann que señala el hecho de que X 280 ήτοι έφης γε aparece en un contexto de aoris­

tos; Wackernagel», que aduce el lema de los pitagóricos αυτός έφα 'él lo dijo', 'magister dixit'; A. Svensson *, A. Debrunner ») ha de ser entendido no como puntual, sino como neutro. Como afirma Schwyzer ·, έφην no tiene aspecto. Un detallado examen de los textos puede encontrarse en la reciente monografía de H. Fournier sobre los verbos de "decir" en griego antiguo Con un proceder típicamente empírico, Fournier establece un aspecto aorístico de έφην, φάτο en fórmulas de referencia y en incisos y un aspecto durativo cuando rige infinitivo (así A 396 s. πολλάκι γάρ σεο . . . άκουσα ευχόμενης δτ' έφησθα . . .), ambigüedad de sentidos de "parole" que sólo es explicable si el valor de "langue" es neutro. De aquí se sigue que no hay base en el pretérito έφην (ni en las otras formas del tema) para asignar a φημί un valor durativo, aun admitiendo que no existiese en el presente la neutrahzación estudiada.

§ 191.—Una formación derivada, positivamente caracterizada para la expresión del aspecto durativo (cf. §§ sobre el sufijo ­σκ­), es φάσκειν, de la que Homero sólo conoce el imperfecto έφοισκον, φάσκον. Las otras formas de este tema son áticas y aparecen fre­

cuentemente en tragedia y comedia. Pero es muy significativo que del presente de indicativo φάσκω, ­εις no existan testimonios segu­

( 1 ) Die Grundlagen der griech. Tempuslehre II, 1909, p. 149. (») Brugmann, Grundriss ^ II 3 p. 747. (3) Vorlesungen l p. 173. (*) A. Svensson, Ziim Gebrauch der erzählenden Tempora im Griechischen,

1930, p. 64. (ä) Ciotta 25, 1937, p. 73 ss., 276. {·) Gr. Gram. II p. 261. (') Les verbes "dire" en grec ancien, 1946, p. 18 ss.

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ros anteriores al siglo III a. C. ·. Evidentemente, la creación de φάσκειν obedeció a lá necesidad de disponer de un durativo en aque­

llas posiciones en que ello era posible (pretérito, modos, formas no­

minales). Si no se formó el presente φάσκω, ­εις, fué porque el pre­

sente de indicativo, por ser posición de neutralización obligada, no admitía otro valor aspectual que el neutro, y para este aspecto neutro ya existía el antiguo presente φημί, φης. Por lo demás, sería interesante investigar si, lo mismo que έφασκον responde a la nece­

sidad de crear un durativo, la creación de έφησα (testimonios desde s. V ») responde a la de disponer de un puntual; la verdad es que, por el sentido del semantema, tal determinación parece imposible.

Excursus sobre el valor aspectual de ειμί, ήν.

§ 192.—La gramática tradicional enseña la existencia de un supletivismo pres. είναι, aor. γενέσθαι. Pero hay serios motivos para poner en duda el que esta oposición de vocabulario (que es lo que se llama supletivismo) sea exactamente equivalente a una oposición morfológica presente/aoristo (del tipo βασιλεύειν/βασιλεϋσαι o λείττειν/ λιπεϊν). Primeramente notemos que si el mencionado supletivismo fuese auténtico, no existiría al lado del aor. γενέσθαι un presente γίγνεσθαι formado sobre el mismo semantema conforme a una opo­

sición morfológica gramatical (cf. pres. τίκτειν/aor. τεκεϊν). En se­

gundo lugar, perteneciendo είναι a un semantema no­transforma­

tivo, el valor del aoristo γενέσθαι, perteneciente a un semantema transformativo, no se realiza precisamente como se esperaría en un auténtico aoristo de είναι. En efecto, de είναι se esperaría en el aoristo un sentido puntual ingresivo 'llegar a ser', 'devenir', que efectivamente es expresado por γενέσθαι; pero el valor neutro de γενέσθαι, que expresa la noción verbal transformativa de 'devenir' con indiferencia a la expresión de la duración, no es el valor neutro que se esperaría en un aoristo de είναι, el cual debería expresar la noción verbal no­transformativa de 'ser' con indiferencia a la ex­

presión de la duración (como el tipo έβασίλευσε τρ. έτη). No hay, por consiguiente, en είναι/γενέσθαι una oposición de valores aspec­

tuales igual a la de presente/aoristo. Esta operación morfológica es de naturaleza simple, en tanto que εΤναι/γενέσθαι es una oposición compleja: en ella hay una oposición de vocabulario entre los dos semantemas (no­transformativo/transformativo) y en el interior del

( ) La observación se encuentra en Liddell­Scott,. En Esquines, Epistw­lae XI 11 (aticistas, del s. II p. C , según Schwegler) φάσκουσι γάρ 8εϊν es varia lectio en una crux (φάσκοντάς 8εϊν es conjetura de Markland, recogida por Blass en el texto, que sugiere aceptar la otra varia lectio φάσκειν supliendo < ακούω γάρ τινας 8εΐν > φάσκειν). En Alexis fr. 146,4 Kock φάσκομεν es conjetura dudosa por πάσχομεν. Por fin, en Iseo VI 16 εϊ τις . . . φάσκει Reiske y Wysen, seguidos por otros editores, conjeturan φάσκοι, aunque φάσκει puede ser conser­vado. Ejemplos seguros pertenecen ya al s. III a. C. Vid. también Fournier, op. cit. p. 37.

(>) Cf. H. Fournier, op. cit. p. 36.

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término transformativo hay una oposición morfológica pres. γίγνεσ­

θαι/aor. γενέσθαι. Así, por su estructura, el sistema

εϊναι γίγνεσθαι/γενέσθαι

es comparable al sistema tipo η

dit estudiado § 45.

El semantema de εϊναι, en cuyo interior no se establece la oposi­

ción morfológica presente/aoristo, se encuentra aislado. Se opone, pues, al archivalor neutro de la oposición presente/aoristo esta­

blecida en el otro término dé la oposición de vocabulario. Esta con­

sideración funcional sería suficiente para asegurar que είναι (en todas las posiciones en que se realiza) es neutro en cuanto a la opo­

sición aspectual presente/aoristo. Lo mismo que φημί, si είμί ha sido incluido entre los temas de

píesente (cuyo valor aspectual es durativo), ha sido por formar un presente de indicativo, tiempo del que carece el tema de aoristo. Pero esta clasificación puramente formal no exige que είναι tenga el valor durativo del tema de presente, pues el presente de indica­

tivo tiene valor aspectual neutro y la única condición necesaria para que im tema se reahce en la posición de tiempo presente es que su valor no sea puntual.

§ 193.—Los textos confirman la conclusión funcional a que hemos llegado.

Por ejemplo, en el pretérito, que es una posición en la que se rea­

liza con toda claridad la oposición aspectual presente/aoristo, ήν presenta una obvia indiferencia a la expresión de la duración. Inte­

resante es el pasaje de Heródoto I 6 , 1 Κροίσος ήν Λυδος μέν γένος, τταϊς δέ Άλυάττεω, τύραννος δέ έθνέων τών εντός "Αλυος ποταμού, δς . . . έξίει (presente neutro habitual) . . . ές­τον Εδξεινον καλεόμενον πόντον. 6, 2 οδτος ó Κροίσος . . . τούς μέν κατεστρέψατο . . . , τούς δέ φίλους προσεποιήσατο. κατεστρέψατο μέν . . . , φίλους δέ προσεποιήσα­

το . . . 6, 3 προ δέ της Κροίσου αρχής πάντες Έλληνες ήσαν ελεύθεροι... . ού κατιχστροφή έγένετο τών πολίων . . . 7 , 1 ή δέ ήγεμονίη οδτω περι­

ήλθε . . . 7 , 2 ήν Κανδαύλης, τον οί Έλληνες Μορσίλον όνομάζουσι (pres. neutro habitual) τύραννος Σαρδίων, απόγονος δέ Αλκαίου τοΰ Ήρακλέος. "Αγρών μέν γαρ . •. . πρώτος . . . βασιλεύς έγένετο Σαρδίων, Κανδαύλης δέ . . . ΰστατος. 7, 3 οί δέ πρότερον "Αγρωνος βασίλευσαντες (aoristo neutro) ταύτης της χώρης ήσαν απόγονοι Αυδοϋ του "Ατυος άπ'δτευ δ δήμος Λύδιος εκλήθη ó πας οΰτος. Los imperfectos 6, 1 ήν, 6 , 3 ήσαν, 7, 3 ήσαν se encuentran en un contexto de aoristos neu­

tros que presentan los hechos en sí, escuetamente, sin cahficación aspectual. Si bien Creso fué hdio durante toda su vida, Κροίσος ήν Λυδος μέν γένος expresa el hecho en sí, sin insistir ni contemplar su duración. La misma observación vale, por ejemplo, para Aris­

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tófanes Ach. 45 ss. τίς άγορεύειν βούλεται; :: έγώ :: τίς ών; :: Άμφίθεος. Ρ. Chantraine ' observa que en Homero "ήν est proche de l'aoriste" (cf. § 194). Decisivo es que ήεν aparezca en 0 274 con valor intem­

poral junto a aoristos gnómicos, cuyo valor aspectual siempre es neutro según veremos § 274; puesto que el griego no conoce un im­

perfecto intemporal, el uso intemporal de ήν (no explicable psicoló­

gicamente como en § 164) demuestra que el valor aspectual de ήν no puede ser durativo; es necesario que sea neutro.

§ 194.—Una forma especialmente caracterizada para expresar la duración es el imperfecto έσκον (Homero, Heródoto, Alceo), pa­

ralelo, por consiguiente, a (Ε­)φάσκον. Chantraine * estudia una serie de pasajes homéricos en que έσκε es Claramente durativo, en opo­

sición a ήν, casi aorístico. Así ξ 222 τοϊος Ια έν πολέμφ" έργον δέ μοι ού φίλον έσκεν 'voilà ce que je me suis montré au combat (como neutro, equivalente a un aoristo "factivo"): mais je n'avais pas du goût pour le travail des champs' (Chantraine). i 508 ίσκε τις ένθά­

δε μάντις άνήρ ήΟς τε μέγας τε 'vivía aquí' (habitual, resultante del durativo). La forma έσκον, positivamente durativa, no se realiza en el presente de indicativo, aspectualmente neutro. El parale­

lismo con (έ­)φάσκον es, pues, exacto en el estado de lengua de Ho­

mero y de Heródoto. En ático no pervivió ni proliferò έσκον: sin duda, el sentido durativo del semantema hacía menos necesaria la creación de formas durativas en είμί que en el no durativo φημί.

(·) P. Chantraine, Grammaire homérique 1 p. 321. («) Ibidem p. 320 s.

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CAPITULO VIII

LA CUESTIÓN DE LAS OPOSICIONES ASPECTUALES EN EL INTERIOR DEL TEMA DE PRESENTE

§ 195.—Las diversas formaciones de presentes del griego (y de las lenguas indoeuropeas en general) han sido interpretadas desde Delbrück ' como la expresión de nociones especiales de naturaleza aspectual. Así, por ejemplo, Brugmann­Thumb · pretenden que los presentes con sufijo ­σκ­ son "terminativos" y que los formados his­

tóricamente con ­i­ son "cursivos" (v. gr. κλαίω, χαίρω, βάλλω, βάζω, μαίνομαι). Estas teorías—en las que hay mucho de hipotético— están formuladas con un punto de vista genético, que nos dispensa de toda discusión, ya que nosotros abordamos el problema del valor aspectual de estas formaciones de presente con un punto de vista puramente sincrónico, al tratar de establecer las oposiciones signi­

ficativas en que se estructura el sistema verbal del griego antiguo dentro de los Hmites cronológicos que fijamos'.

§ 196.—Los hngüistas franceses han abordado este problema con un criterio histórico y estático, tratando de demostrar que las oposiciones entre presente simple y presente derivado en el plano del significante (v. gr. πεύθομαι/ττυνθάνομαι, μένω/μίμνω, άνύω/άνύτω) corresponden en el plano del significado a una oposición aspectual "indéterminé/déterminé" que—entendiendo por "determiné" que el acto indicado por el verbo llega a su término—sería equivalente a la que Meillet * intentó establecer entre verbo simple y verbo com­

puesto con preverbio ». Se ha reprochado a Meillet el haber alterado la definición de

esa oposición existente en eslavo (equivalente en reahdad a: abs­

tracto "los peces nadan "/concreto "ahí nada [ante mis ojos] un gran pez") para luego aplicar al griego ese par de conceptos opues­

( 1 ) B. Delbrück. Vergi. Synt. II p. 16 ss. (') Brugmann­Thumb, Gr. Gram ^. p. 542 a. Cf. la breve visión panorámica

del problema en Schwyzer, Gr. Gram. II p. 260. (') Naturalmente, no negamos el interés de la consideración histórica;

pero ésta debe operar con los resultados obtenidos en el análisis estático. («) Aperfu, p. 209 ss. (·) Prévôt intentó extender esta oposición al aoristo ­6I )V/ ­Y¡V, sobre lo

cual vid. cap. IX.

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tos de "con término" y "sin término" Si en la lingüística histórico-comparativa ese proceder puede ser objeto de polémica, desde nues­tro punto de vista, prescindiendo de toda referencia al eslavo, lo único que nos interesa saber es si efectivamente las mencionadas oposiciones de significantes en el presente corresponden a la pre­tendida oposición de significados.

A. Debrunner se muestra escéptico en principio en cuanto a la realidad de esa oposición por la diversidad de medios formales que se atribuyen a su expresión Esta variedad de significantes no tiene en sí nada de extraño, si se tiene en cuenta el principio sen­tado en § 19 y los 7 medios distintos con que cuenta el alemán, por ejemplo, para la expresión del plural.

§ 197.—Más importancia tiene la imprecisión del concepto de "determiné", que señala el mismo Debrunner » y a la que volvere­mos a referirnos § 237 a propósito de los aoristos en -TJV y -6TJV. Brunei, por ejemplo, al tratar de los compuestos, incluye dentro del concepto de "determiné" la acción verbal cuyo término es tomado en consideración *, pero también el resultado de la acción ».

Conviene precisar: la noción expresada sólo puede ser una en el término caracterizado (y el "determiné" es considerado como tal). O mejor: la noción básica que está en juego ha de ser una, puesto que, según establecimos § 19, a una sola oposición de signi­ficantes no puede corresponder más de una oposición de significa­dos. Por otra parte, una simple consideración estructural muestra del modo más claro que la noción básica de la oposición que se establece en el interior del tema de presente no puede ser la de resultado de la acción (o más exactamente la de contenido verbal después de su término, que en los semantemas transformativos se reahza como de resultado de la acción). Esta es, en efecto, expre­sada por el perfecto y, en virtud de la ley de la no identidad de las oposiciones que se interfieren (§ 40), no puede tener función distin­tiva en el interior del presente ni del aoristo, que se oponen juntos como término no caracterizado al término caracterizado que es el perfecto ·.

(>) Vid. A. Debrunner, IF 58, 1942, p. 286 s. Cf. J. Brunei, BSL 42. 1946, p. 58 s.

(») A. Debrunner, ibidem p. 286: "das Vertrauen wird nicht stärker, wenn man liest, mit was für verschiedenen Mitteln diese Determination nach Brunei ausgedrückt wird".

(») Ibidem. (*) L'aspect verbal et l'emploi des préverbes en grec, particulièrement en

attigue. 1939, p. 3. (») Op. cit. p. 16. Brunei pretende hallar la prueba en Platón Prot. 344 C-D,

donde xaraßaXXcu 'abattre' es explicado por xetfxevov icoiñ 'rendre gisant'. Sin embargo, el pasaje de Platón no permite tal conclusión: xetjxsvov TTOITJAAI indica la acción de 'derribar', no su resultado. Cf. también H. Fournier, Les verbes "dire" en grec ancien, Í9í6, p. 2: "ETPRJTAI 'c'est fixé, prescrit' est déter­miné". Si ETP7)Tai expresa un resultado es porque es perfecto.

(·) Con una consideración semejante argüímos contra la tesis de Prévôt sobre el aoristo en -TJV § 236.

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§ 198.—En cuanto al examen de los textos, que siempre corre el peligro de ser subjetivo y, por tanto, arbitrario, una considera­

ción metodológica parece obvia: puesto que los diversos temas de presente han sido tradicionalmente considerados como una sola unidad de significado, el onus probandi recae sobre quien intenta romper esa unidad estableciendo oposiciones aspectuales en su in­

terior. Es decir, entre dos interpretaciones posibles, será preferible la que mantenga la unidad aspectual del tema de presente.

I.—El tipo μίμνω/μένω.

§ 199.—En un conocido trabajo, J. Vendryes ' reunió los pre­

sentes temáticos provistos de redupUcación: τίκτω, γίγνομαι, πίτιτω, ΐζω, ένίσπω, νίσσομαι, ϊσχω, μίμνω, ΐάχω e ίάλλω (este último, ade­

más, es históricamente una formación con sufijo). Schwyzer' in­

cluye en este tipo ϊλλω, ίαύω y tal vez μίσγω. De todos eUos limita­

mos nuestra indagación a los que coexisten en griego con un pre­

sente no reduphcado, de suerte que entre ellos hay una oposición de significantes. Quedan, por tanto, excluidos todos menos 3 . Sobre νίσσομαι es difícil decidir: se discute sobre si genéticamente es un futuro » o un presente reduphcado «. En perspectiva pura­

mente sincrónica no es seguro que un aedo homérico sintiera el par νίσσομαι/νέομαι como proporcional a μίμνω/μένω. La cuestión se com­

plica con el sentido futuro que frecuentemente tienen ambos pre­

sentes. Una norma de prudencia aconseja, por ello, prescindir de νίσσομαι.

Por consiguiente, sólo los pares μίμνω/μένω e Ϊσχω/Ιχω pueden ser objeto de estudio sincrónico.

§ 200.—El valor del tipo ϊσχω, μίμνω ha sido variamente defi­

nido. J. Vendryes » sostiene que ϊσχω, como μίμνω, "insiste particu­

lièrement sur le point de départ de l'action" (otros, como τίκτω, γίγνομαι, sobre el término final) y concluye que tenían valor "per­

fectivo" o "puntual". Para μίμνω la insistencia en el punto de partida parece bien pro­

bada por los ejemplos homéricos que aduce Vendryes. Mientras que μένω significa fundamentalmente 'je suis en état d'arrêt ou d'at­

tente' (aplicado al combate: 'résister, tenir bon'), μίμνω significa 'je me mets à rester, je m'arrête' (aphcado al combate: 'affronter

( 1 ) "Le type thématique à redoublement eu indoeuropéen" RPh 20, 1918, p. 117 ss.

(') Schwyzer, Gr. Gram. I p. 690. (») Así Meillet, BSL 27, 1927, p. 230, y también Chantraine, Gram. homé­

rique p. 441 .(*) Así últimamente Schwyzer, loc. cit., que hace notar que, según las ins­

cripciones jónicas, es ν&ιομαι (no νίσσομαι), lo que confirmaría que el grupo ­νσ­ es reciente y que ha sufrido ­el tratamiento de πδκϊα.

(') Art. cit. Vendryes entiende por tal un valor incluso puntual momentá­neo. Cf. también Meillet­Vendryes, Traité de Grarnm. comparée des langues classiques „ 1948. p. 235. Siguen a Vendryes F. Specht, KZ 62, 1934, p. 49, y J. Brunei, BSL 42. 1946, p. 65 s.

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l'ennemi, s'apprêter à la parade ou à la riposte'): así P 721 μίμνομεν οξύν "Αρηα παρ' άλλήλοισι μένοντες. Para ϊσχω los pasajes homéricos aducidos por Vendryes distan de ser probativos de esa insistencia sobre el punto inicial, ya que en todos ellos ϊσχειν no indica el co­

mienzo de έχειν, sino έχειν con cierta intensidad, 'retener' ». Por otra parte, valor puramente puntual en estos presentes es

inadmisible «; la noción de puntuahdad es contradictoria con la noción de aspecto durativo expresada por el tema de presente. Presentes meramente puntuales no existen (un semantema pun­

tual se reahza como iterativo) y, además, no existirían en presente de indicativo, ya que el tiempo presente es incompatible con el aspecto puntual (§ 180).

Señalemos, además, que Vendryes no intenta exphcar por qué en ese valor "perfectivo" (que ordinaria y naturalmente se refiere al término final) es posible que, como en ϊσχω y en μίμνω, la for­

mación consista en el punto inicial ». § 201.—A. Debrunner * admite que los presentes reduplicados,

en general, tienen valor "iterativo" o "intensivo". Que presentes de semantemas transformativos, como διδάσκω, γιγνώσκω, aparezcan con sentido iterativo, no es más que el resultado de una reahzación del valor durativo del tema de presente; no es, pues, base para

(*) En efecto: en 8 557 s. ( ^ ε 14 s. /­« ρ 143 s.) Καλυψοϋς, ή μιν (sc. Όδυσσήα) άνάγκγι Ισχει es 'retiene', 'continúa teniendo' (no 'comienza a tener'); lo mismo en Τ 139 ή Ά χ ι λ ή ' ϊσχωσι καΐ ούκ είώσι μάχεσθαι, en Ε 812 δέος μ' ίσχει, Ν 223 s. πάντες γαρ έπιστάμεθα πτολεμίζειν, οΰτε τινά δέος ϊσχει, Ε 817 οδτε •τί με δέος Ισχει άκήριον (cf. γ 123 σέβας μ'ϊχει) y en Ε 90 οΰτ' άρα έρκεα ϊσχει (sc. ποταμόν). En cuanto a O 456 s. ϊσχειν . . . ίππους, no es 'comenzar a suje­tar', 'detener', sino 'retener', 'seguir teniendo' los caballos que en el verso 455 ya ha detenido Polidamante.

(») A decir verdad, no está suficientemente claro lo que Vendryes en­tiende por puntual. En su memoria "Sur la valeur des présents grecs en ­άνω", Festschrift Wackernagel, 1923, p. 265 ss. = Choix d'études linguistiques et celti­ques, 1952, p. 138 ss. (por donde cito), dice p. 139: "Les présents de ce type sont, en effet, des ponctuels [subrayado por Vendryes], c'e'st à dire que, tout en indi­quant le développement d'un procès—ce qui est la valeur propre du présent— ils impliquent la considération spéciale d'un moment du procès: ce sont des présents ingressifs ('je me mets à...'), ou plus rarement, des présents terminatifs ('j'aboutis à...)". Esta concepción, que hace compatible el valor durativo del presente con la expresión del término inicial o final, no está de acuerdo con la expresada p. 144: "le présent en ­άνω présente, par opposition au présent sim­ple, une sorte de rétrécissement de la durée. Ce n'est plus l'action continue qui est considérée, c'est un point du développement de l'action, tenu pour important, et généralement le point initial... Terminatif et ingressif sont tous deux des as­pects ponctuels, opposés au duratif qui est l'aspect habituel du présent simple". Esta última es la concepción con que en realidad opera Vendryes y que, por elle, nos hemos detenido a examinar en el texto.

(») Sin duda, Chantraine advirtió esta incongruencia y, por ello, en su Morphologie historique du grec, 1947, p. 247 s., sólo piensa en el término final «A μένω 'rester' s'oppose μίμνω 'rester jusqu'au bout, attendre, attendre debout'».

(*) Mélanges Boisacq I, 1937, p. 261 ss. En realidad, Debrunner trata especialmente del tipo γιγνώσκω, siguiendo a W. Porzig, IF. 45,1.927, p. 152 ss. Pero él mismo lo aplica .al tipo μίμνω en IF 58, 1942, p. 286. Cf. también en el mismo sentido Schwyzer (­Debrunner), Gr. Gram. II p. 260.

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atribuir valor iterativo a la reduplicación (ni al sufijo). En cuanto al valor intensivo (que parece ser entendido como noción derivada de la de iteración), es una noción muy subjetiva que sólo puede admitirse en última instancia y no en todos los ejemplos. Notemos que Debrunner estudia el problema con un criterio histórico­

genético. § 202.—J. Holt , que hace de estas oposiciones internas

tema de presente un tipo de aspecto especial ("aspect dérivatif", frente al sistema de perfecto, presente y aoristo, que sería "aspect flexionnel") operando únicamente en el plano del significante y apoyándose en la pretendida diferencia de los morfemas cree que ϊσχω y μίμνω "présentent l'idée que le procès indiqué par eux ne cédera jamais, ϊσχω peut être traduit 'je tiens et je ne lâcherai ja­

mais' et μίμνω 'je reste et je ne partirai jamais' ". Unas líneas más arriba. Holt opina que "le sens de μίμνω est 'demeurer' etc elui de μένω 'rester' ", en lo cual no se advierte diferencia alguna de sentido.

Para establecer su teoría, Holt parte de una crítica de la inter­

pretación de Vendryes, en la que estima que la definición de este tipo como "déterminé" es inadmisible, pues en su análisis estruc­

tural la indicación del término es la noción básica del sistema ter­

nario perfecto­presente­aoristo y precisamente el presente ha sido definido en ese sistema como la indicación del proceso verbal sin su término. De aquí concluye Holt que la definición de Vendryes sería sólo adecuada dentro del aoristo o del perfecto. En rea­

lidad, esta crítica de la interpretación de Vendryes por ­Holt, basada en criterios estructurales, descansa sobre premisas inadmi­

sibles: el análisis estructural de Holt, comprobadamente erróneo (§§ 84,111) .

En lo referente a la propia interpretación de Holt señalemos: 1.° La interpretación del valor de ϊσχω y μίμνω está predeterminada por su análisis estructural precedente, mas no se basa en un exa­

men atento de los textos. 2.° El valor que Holt atribuye a ϊσχω y μίμνω no es compatible con muchos pasajes en que estos presentes no significan 'retener siempre' o 'permanecer siempre' (vid. § 203 ,1) . 3.° No es lícito aducir para probar el valor de indiferencia del tér­

mino "negativo" έχω el aoristo έσχεν del pasaje Γ 16 ss., por la simple razón de que la oposición ϊσχω/εχω es interior del tema de presente.

§ 203.—Examinando los textos, encontramos en ϊσχω (usado

( 1 ) Études p. 34 rs. ( ) El proceder de Holt es injustificado por dos razones: 1.» Las oposi­

ciones han de definirse en el plano del significado, ya que varios significantes pueden ser portadores de un mismo significado. 2.» No se puede afirmar que la reduplicación o la sufij ación en los temas de presente sean de naturaleza distinta que la reduplicación en el aoristo o en el perfecto o la sufijación con ­σα ­θην en el aoristo o con ­κα en el perfecto. Lo único que justificaría la distin­ción es la interferencia de las oposiciones, a condición de comprobar que sus nociones básicas son diferentes.

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•desde Homero en todo el griego) y en μίμνω (verbo poético usado en Homero y la poesía dependiente de él) dos sentidos muy claros:

1.° Insistencia en el punto inicial, como v i o Vendryes. Además de Ρ 721 (§ 200) citemos: Ζ 431 (Andromaca a Héctor:) άλλ' άγε νυν έλέαιρε καΙ αύτοϋ μίμν'έπί ττύργω 'arrête­toi ici sur la tour, ne va pas plus loin' (Vendryes) == 'comienza a μένειν'.—De ϊσχω los siguientes ejemplos son transparentes: Heródoto I 6 2 , 1 έξ Έρετρίης δέ όρμη­

θέντες (Pisístrato y los suyos) δια ενδεκάτου Ιτεος άπίκοντο οπίσω, καΐ πρώτον της Αττικής ϊσχουσι Μαραθώνα, 'conquistan'='comienzan a tener', no 'están', 'tienen' ( ~ 62, 2 ώς έσχε Μαραθώνα 'había conquistado Maratón'). V 41, 3 ή δέ ώς έτεκε Δωριέα ίθέως ϊσχει Λεωνίδην καΐ μετά τοϋτον Ιθέως ϊσχει Κλεόμβροτον, donde ϊσχει indica claramente la adquisición, el comienzo de έχειν. También en ω 54 (Néstor:) ϊσχεσθ', Άργεϊοι, μή φεύγετε 'conteneos', 'deteneos' (cf. 49

ύπο δέ τρόμος έλλαβε πάντας Αχαιούς). Pindaro Pyth. XI 29 ϊσχει τε γαρ δλβος ού μείονα φθόνον 'la fehcidad atrae una envidia no menor'"

2.° Otros pasajes no pueden interpretarse según 1.°: Así Β 295 s. ήμϊν δ' εϊνατός έστι περιτροπέων ένιαυτός ένθάδε μιμνόντεσσι. "ϊσχειν e n cualquiera de los ejemplos registrados en § 201 n. 1. Con segu­

ridad hay que ver en este grupo un sentido intensivo, enfático; V. gr., en μιμνόντεσσι de Β 296. Vendryes observa que hablando de respeto Homero dice γ 123 σέβας μ'έχει, pero que hablando de miedo emplea E 812 δέος μ' ϊσχει y que en Δ 302 ϊτπτους έχέμεν los caballos están quietos, mientras que en O 456 ϊσχειν ϊττπους los caballos están desbocados. Otras veces el matiz era, sin duda, cuestión de índole muy subjetiva: M 133 (δρύες) αϊ τ' άνεμον μίμνουσι καί ύετον ήματα πάντα, pero en O 620 (πέτρη) ή τε μένει λιγέων άνεμων λαιψηρά κέλευθα.

§ 204.—Α partir de estos datos, que son datos de "parole", hemos de establecer el sistema de la "langue".

Una consideración funcional puede sernos útil. El valor de ϊσχω y de μίμνω destacará especialmente en el presente de indicativo, que en el sistema de la "langue" tiene valor neutro en cuanto a la expresión de la duración, en aquellos usos de los que está excluida en la "parole" la duración dada por la presencia actual (§ 186). Tal es el caso del presente histórico. De μίμνω, atestiguado sobre todo en Homero, que no conoce el presente histórico, no tengo re­

gistrado ningún ejemplo. Pero como hilo conductor puede bastar ϊσχω en los dos pasajes de Heródoto (citados § 203, 1.°), en los que aparece como presente histórico. Además, V 92 β 1 ταύτην, Βακχια­

δέων γάρ ουδείς ήθελε γήμαι, ϊσχει Ήετίων ó 'Εχεκράτεος 'la toma por esposa'. Es, pues, claro que estos presentes de indicativo tienen el sentido ingresivo de 'comenzar a tener'.

Ahora bien, teniendo en cuenta que ϊσχω y μίμνω son seman­

temas no­transformativos y que, según § 1.31, el sentido ingresivo puede ser una realización de la noción de término de la acción—que

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en este tipo de semantemas es siempre el inicial—, podemos admi­

tir—a reserva de la debida comprobación—qtie el valor de "lan­

gue" del tipo ϊσχω, μίμνω comprende la expresión del término de la acción verbal.

§ 205.—En efecto, en las posiciones en que el tema de presente presenta su valor aspectual de expresión de la duración (e incluso en el presente de indicativo cuando, v. gr., su empleo como actual le comunica en la "parole" un sentido de duración), ϊσχω y μίμνω expresan la acción verbal considerada en su término y en su dura­

ción. En representación gráfica:

Así μίμνειν significa 'comenzar a μένειν y continuar en la acción de μένειν': Ρ 720 s. al το πάρος περ μίμνομεν (impf.) όξύν "Αρηα παρ' άλλήλοισι μένοντες, en que μένοντες no hace más que subrayar pleo­

nàsticamente la duración posterior al término inicial expresada ya por μίμνειν.

"Ισχειν significa propiamente 'comenzar a έχειν y continuar en la acción de Ιχειν'. Un ejemplo significativo es, sin duda. Pla­

tón Theaet. 198 A ήν «ν βούληται τών επιστημών θηρεύειν καΐ λαβόντα ϊσχειν 'adquirir y conservar', en que λαβόντα subraya pleonàstica­

mente el momento inicial de έχειν expresado por ϊσχειν. El sentido del tipo 'comenzar a tener y continuar teniendo' con

que se realizan estas dos formaciones en las formas con valor o sen­

tido durativo envuelve un énfasis evidente, que explica perfecta­

mente bien el frecuente s e n t i d o i n t e n s i v o de las dos, que hemos registrado en § 203, 2.° Este fenómeno tiene un luminoso paralelo en los llamados perfectos intensivos, conforme a la inter­

pretación que hemos dado § 107 ^ Resulta, por consiguiente, que l o s s e n t i d o s c o n q u e

a p a r e c e n ϊσχω y μίμνω s o n r e a l i z a c i o n e s , e n l a s d i f e r e n t e s p o s i c i o n e s d e l t ema'* , d e p r e s e n t e , d e u n ú n i c o v a l o r d e " l a n g u e " : c o n s i d e r a c i ó n d e l a a c c i ó n v e r b a l c o n s u t é r m i n o .

§ 206.—Esta unidad de valor conduce a admitir que ϊσχω y μίμνω son el término caracterizado de la oposición, como parece natural a primera vista, ya que en el plano del significante y en el del significado contienen la adición de un elemento nuevo caracte­

rizador respecto a los presentes radicales Ιχω y μένω. Estos, como término no caracterizado, han d? presentar un

valor negativo: la acción no considerada con su término—para lo que no es necesario aducir ejemplos—y un valor neutro de indife­

rencia a la noción básica (expresada positivamente por el término caracterizado), que en ciertas condiciones de la "parole" le per­

(>) Esta identidad de sentidos en la "parole" (los valores de "langue" son distintos) puede explicar la no existencia de perfectos antiguos de ίχω y de μένω; ϊσχηκα y μεμένηκα son del s. IV a. C. (cf. § 96).

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mitirá ser utilizado en lugar del término caracterizado, cuando no interese notar positivamente la noción de éste. Así Λ 269 s. ώς δ'δτ'αν ώδίνουσαν έχη βέλος οξύ γυναίκα, δριμύ, τό τε προίεΐσι μογοσ­

τόκοι Είλείθυιαι (donde objetivamente se esperaría, además, la ex­

presión del momento inicial en que el βέλος penetra), λ 219 σάρκας τε καΐ όστέα ίνες έχουσιν (donde ϊσχουσι 'retienen' expresaría positiva­

mente la idea del esfuerzo). Esquilo Eum. 677 μένω δ'άκουσαι πώς άγων κριθήσεται. También O 620 (πέτρη) . . . μένει κτλ. (citado § 203, 2.°).

§ 207.—Que la noción básica de la oposición no es la simple expresión (puíitual) del término lo prueba el hecho de que se rea­

hce dentro del tema de presente durativo, noción contradictoria con la de puntuahdad. La noción básica de la oposición ha de ser, pues, definida como la expresión de la acción verbal con su término. Cuando la acción verbal es expresada en su duración, ϊσχειν y μίμνειν destacan por igual el término inicial y la duración. Cuando la dura­

ción no es expresada (caso del presente de indicativo, cuando la reahzación en la "parole" no le provee de duración), lo que destaca únicamente es el comienzo de la acción.

§ 208.—Esto explica bien por qué esta oposición no se realiza en el aoristo ni en el perfecto. Ni uno ni otro expresan la duración. Si se realizara esta oposición en el aoristo, sólo destacaría el tér­

mino (inicial en los dos verbos en cuestión), que ya es expresado por el simple aoristo; como los dos términos de la oposición expre­

sarían la misma noción, ambos se confundirían en el plano del sig­

nificado y la oposición no existiría. Un razonamiento análogo es aplicable al perfecto.

No obstante, conviene llamar la atención sobre el hecho de que la noción básica de estos presentes reduplicados ("acción con su término") es sustancialmente diferente de la del perfecto ("acción después de su término"): en semantemas transformativos, la del perfecto se realiza como "resultado de la acción", en tanto que la de estos presentes sé reahzaría como "acción con su término final"; en los semantemas no­transformativos, la coincidencia sería apa­

rente (cf. § 205 n.). § 209.—En conclusión: E l t i p o μίμνω/μένω c o n s t i t u y e u n a o p o s i c i ó n

c u y a n o c i ó n b á s i c a e s l a e x p r e s i ó n d e l c o n t e ­

n i d o v e r b a l c o n s u t é r m i n o , μίμνω e s e l t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o d e l a o p o s i c i ó n .

Esta oposición ha de ser considerada como oposición gramatical en el sentido explicado § 22: es estrictamente proporcional a ϊσχω/ ίχω. Es, evidentemente, una oposición de muy poco rendimiento. De ahí su tendencia a desaparecer: en la lengua de la prosa ya sólo existe ϊσχω/έχω, que, siendo una oposición aislada (no proporcional), ha de ser clasificada como oposición de vocabulario.

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2 . — E l tipo πυνθάνομαι/πεύθομαι.

§ 210.—Al estudio dei valor aspectual de los presentes griegos en ­άνω ha dedicado también Vendryes un estudio en el que llega a la conclusión de que tales formaciones presentan la acción no en su desarrollo—valor propio de los presentes no derivados—, sino en un punto, bien el inicial, bien el final.

A (¿ferencia de lo que ocurre en el tipo μίμνω/μένω, este tipo en ­άνω fué una formación viva a lo largo de toda la historia dei griego antiguo: un presente πανθάνω (por πάσχω) se atestigua por vez primera en el Etymologicum Magnum.

Vendryes construye su tesis sobre dos argumentos principales; según el primero, el imperfecto de estos presentes en ­άνω tendría valor de aoristo; el segundo consiste en el examen de los casos en que al lado de un presente de este tipo existe un presente simple con valor durativo. Examinemos uno tras otro ambos argumentos.

§ 211.—Sobre la existencia de pretéritos de presentes en ­άνω con valor de aoristos (que Vendryes entiende como puntual) es oportuno recordar las prevenciones metódicas hechas sobre la sub­

jetividad de la elección de un tema de presente o de un tema de aoristo para notar un mismo proceso de la realidad objetiva. En A 24 ούκ Άτρεΐδη ήνδανε θυμφ 'cela ne plut pas à l'Atride', una traducción por imperfecto es igualmente posible. En Κ 372 έγχος άφηκεν, εκών 8'ήμάρτ«νε φωτός, donde la asociación del aoristo άφηκεν no prueba nada, el adjetivo εκών 'intencionadamente' revela el sentido conativo del imperfecto, que no es sino una reahzación del valor durativo (§ 142). Lo mismo vale para χ 330 ίτ' αοιδός άλύσκανε κήρα μέλαιναν, que, según el propio Vendryes, "marque l'effort". En ξ 230 ss. είνάκις άνδράσιν άρξα καί ώκυτιόροισι νέεσσιν άνδρας ές αλλοδαπούς, καί μοι μάλα τύγχανε πολλά" τών έξαιρεύμην (¡imperfecto!) μενοεικέα, πολλά δ'όπίσσω λάγχανον, tanto έτύγχανεν ("qui a un sens nettement ponctuel", según V.), como λάγχανον son claramente iterativos: en cada una de las 9 expediciones se hacía la distribución del botín '; ahora bien, el sentido iterativo no es un mero compromiso entre el puntual y el durativo, como pretende V.,

(*j "Sur la valeur des présents grecs en ­άνω" Festschrift Wackernagel, 1923, p. 265 ss. = Choix d'études linguistiques et celtiques, 1952, p. 138 ss., por donde citamos. Β. Delbrück, Vergi. Synt. II p. 57 s., había pensado, siguiendo a Thurneysen, en un aspecto próximo al de perfecto, en lo que no ha sido se­guido. F. B. J. Kuiper, Die indogermanischen Nasalpràsentia, 1937, p. 203 ss., se suma a Vendryes. A. Debrunner, IF 58, 1942, p. 287, escéptico en general en cuanto a estas distinciones aspectuales, se muestra propicio a aceptar que los presentes en ­άνω tienen un valor aspectual semejante, si no igual, al que pretende Vendryes. J. Brunel, BSL 42, 1946, p. 65, siguiendo la tesis de Ven­dryes, admite que en algún caso como άλυσκάνω, Ισχάνω e ίζάνω el sufijo ­άνω "ne paraît nullement permettre d'insister d'avantage sur le résultat du pro­cès, mais plutôt noter une situation durable".

(») En la prestigiosa traducción de L. Segala, Obras completas de Homero, Barcelona 1927, Montaner y Simón, p. 417, este pasaje es así: "Ya antes que los aqueos pusieran el pie en Troya, había capitaneado nueve veces hombres

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sino que en estos casos ha de ser exphcado simplemente como una realización del imperfecto en semantemas transformativos, sin ne­

cesidad de que sean puntuales (§ 143). Vendryes admite el valor durativo en algunos pasajes como Ψ 741 s. Ιξ δ'άρα μέτρα χάνδανεν.

Los textos, como se ve, no autorizan a admitir un valor puntual, ni ingresivo ni terminativo, para presentes como λαγχάνω, άμαρτάνω, τυγχάνω que no tienen a su lado un presente simple con el cual formen pareja. Este examen puramente empírico ha permitido con­

firmar la estructura del sistema de aspectos, anteriormente esta­

blecida. § 212.—En los presentes en ­άνω que forman pares con presen­

tes no derivados, el pretendido valor puntual no es más claro. Examinemos algunos ejemplos: — άζάνομαι/άζομαι: Hesíodo Theog. 98 s. εί γάρ τις καΐ πένθος εχων

νεοκηδέϊ θυμφ άζηται 'si quelqu'un se désèche de chagrin'. En hymn. hom. Aphrod. 269 ss. άλλ' δτε κεν δή Μοϊρα παρεστήκη θανάτοιο, άζάνεται μέν πρώτον έπΙ χθονί δένδρεα καλά, φλοιός δ'άμφιπεριφθνύ­

θει, πίπτουσι δ'άπ' δζοι, τών δέ θ'όμοϋ ψυχή λείπει φάος ήελίοιο, la traducción ingresiva de άζάνεται 'je me mets à sécher' no está jus­

tificada por nada. En francés, J. Humbert traduce: " . . . on les voit sécher sur le sol ces beaux arbres; l'écorce dépérit tout autour du tronc et les branches tombent" ». La acción de άζάνεται 'se secan' (transformativa) es descrita con más precisión en el verso siguiente. El final, la muerte, es referida en el v. 273; pero de esto no se puede inferir sentido ingresivo para άζάνεται.

— έρυγγάνω/έρεύγομαι: en Eurípides Cycl. 523 (el Cíclope:) έρυγ­

γάνω γοϋν αυτόν ήδέως έγώ, el presente έρυγγάνω no es 'je me mets à vomir', sino un presente durativo: después de que Ulises le ha dicho que Baco (="vino" en el equívoco) es el dios más grande para disfrutar de la vida (522 μέγιστος άνθρώποισιν εις τέρψιν βίου), el Cíclope responde: "Al menos yo lo estoy eruc­

tando con mucho gusto." •— έρυκάνω/έρύκω: en κ 429 Εύρύλοχος δέ μοι οιος έρύκανε πάντας

εταίρους no está claro que έρύκανε sea "un imparfait à valeur ponctuelle". Simplemente, Euríloco 'retenía' a sus camaradas, les 'impedía' (con idea durativa de esfuerzo) ir al palacio de Circe. El sentido durativo es bien visible en α 198 s. χαλεποί δέ μιν άνδρες Ιχουσιν άγριοι, οί που κεινον έρυκανόωσ' άέκοντα (nótese άέκοντα 'contra su voluntad').

— κευθάνω/κεύθω: el hapax έκεύθανον de Γ 453 ού μέν γάρ φιλότητί γ' έκεύθανον εϊ τις ϊδοιτο 'si alguien lo hubiera visto, yo no lo

y naves de ligero andar contra extranjeras gentes, y todas las cosas l l e g a ­b a η a mis manos en gran abundancia. De ellas me reservaba las más agra­dables y luego me t o c a b a n muchas por suerte".

{*) Τεύχω significa 'hacer, fabricar'; τυγχάνω estaba aislado. (») Homère, Hymnes, 1937, Col. Bude. Segala: "sécanse primero los hermo­

sos árboles sobre la tierra, marchítase la corteza alrededor del tronco, caen las ramas".

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hubiera ocultado', como transformativo, es equivalente al sim­

ple κεύθω, también transformativo, 'ocultar' I 313 δς χ'έτερον μέν κεύθγ) ένΙ φρεσΙν, άλλο δέ εϊτητ). Los pasajes, a decir verdad, n o son muy claros. Pero si se admite para κεύθω el sentido no­tfans­

formativo de 'tener oculto', como pretende Vendryes, esa misma traducción es aplicable a κευθάνω ».

— αύξάνω/αδξω: en Esquilo Pers. 754 ss. λέγουσι . . . πατρφον δλβον ουδέν αύξάνειν, Vendryes ve en αύξάνειν un ingresivo: Jerjes ni siquiera tomó la iniciativa para aumentar la potencia de su pa­

dre. En realidad, siendo αυξάνω un transformativo, lo mismo que αδξω, el presente αύξάνειν durativo se realiza como conativo "no intentaba aumentar", interpretación simple y natural. Brunel, que se adhiere a la tesis de Vendryes *, traduce Aristó­

fanes Vesp. 637 s. ώστ'Ιγωγ' ηύξανόμην άκούων 'de sorte que je me sentáis grandir à l'entendre', como un imperfecto claramente durativo en el que todo valor puntual sería ilusorio.

— ττυνθάνομαι/πεύθομαι: ninguna diferencia de sentido aspectual se aprecia entre α 156 s. αύτάρ Τηλέμαχος προσέφη γλαυκώπιν Ά θ ή ­

νην, άγχι σχών κεφαλήν ίνα μή πευθοίαθ' οί άλλοι 'para que no se enteraran los demás' y β 314 s. νϋνδ'δτε δή μέγας είμΙ και άλλων μΰθον άκούων ττύνθανομαι, claramente durativo, del semantema transformativo 'enterarse', 'informarse'. Todo esto invita a ver un imperfecto durativo en ν 256 τιυνθανόμην Ιθάκης γε καΐ έν Κρήτη εύρείη, que está fuera de todo contexto claro y que nada impide entender como durativo (frente a Vendryes, que ve en él un puntual). En conclusión: el examen atento y sin prejuicio de los textos no

permite captar ninguna diferencia aspectual entre los presentes en ­άνω y los presentes simples correspondientes.

§ 213.—Que los textos no permitan establecer un valor pun­

tual en presentes aislados como λαγχάνω o άμαρτάνω se exphca bien por la estructura del sistema. Si ήμάρτανε fuera puntual, no sólo sería incapaz de formar un presente de indicativo, sino que, ade­

más, no se distinguiría del aoristo ήμαρτε. En tal caso no habría oposición de significados y no sería posible la existencia de un puntual ni de un durativo.

§ 214.—Si existiera una oposición ττυνθάνομαι/πεύθομαι, no hay duda de que ττυνθάνομαι sería el término caracterizado (como tal está implícito en Vendryes). Ahora bien, la inmensa mayoría de los presentes simples a los que se opone un presente en ­άνω » pertenecen a semantemas transformativos; sólo unos pocos son de semantemas no­transformativos: κλάζω 'chillar' (κλαγγάνω Sófo­

cles, ­αίνω Esquilo; sobre el semantema vid. § 94), έρύκω (έρυκάνω § 212; la noción verbal de 'retener' es no­transformativa, ya que

O Notemos que έκεύθανον, frente a κυνθάνω de Hesiquio y frente al tipo corriente con infijo, es sospechoso. Se ha intentado enmendarlo en Ικευθον Sv.

(·) L'aspect verbal etc. p. 6 s. (») Pueden verse en Schwyzer, Gr. Gram. I p. 699 s.

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cuando cesa, no deja resultado; έρύκω carece, en efecto, de per­

fecto) Κ Sin duda, en un verbo transformativo, en el que destaca por sí

sola en algunas posiciones la noción de la transformación final ·, es difícil analizar la noción de término final estableciendo una dife­

rencia, por ejemplo, entre πεύθομαι y τιυνθάνομαι. Por ello los pre­

sentes en ­άνω formados sobre semantemas no­transformativos per­

mitirán comprobar la supuesta existencia de una noción de tér­

mino, ya que ésta se realizará en ellos como de término inicial. En Sófocles fr. 959, 4 Pearson (Νύση) δπου τίς δρνις ούχΙ κλαγγάνει; descriptivo, nada se opone a ver en κλαγγάνει un presente pura­

mente durativo; antes bien, tal traducción es necesaria». En Es­

íjuilo Eum. 131 s. δναρ διώκεις θήρα, κλαγγαίνεις δ'άπερ κύων μέριμναν οδποτ' έκλείπων 7:όνου 'en sueños persigues a la bestia y chillas como un perro...', el sentido puramente durativo de κλαγγαίνεις está fuera de duda. Observemos que siendo ambos ejemplos presentes de indicativo, neutros en cuanto al aspecto, la noción de término hubiera podido reahzarse netamente (cf. § 184). En cuanto aέρuκάvω y ­ανάω (variante épica), los dos pasajes homéricos citados § 212 (los otros testimonios son ya de la época imperial), no permiten ver otra cosa que durativos.

§ 215.—La conclusión a que llegamos es clara: N o h a y b a s e p a r a e s t a b l e c e r u n a o p o s i c i ó n

d e s i g n i f i c a d o s e n l a o p o s i c i ó n d e s i g n i f i c a n ­

t e s d e l t i p o τιυνθάνομαι/πεύθομαι. Esta conclusión es corroborada por la formación de un presente

como πανθάνω (tardío, § 210) realizada sobre el aoristo έπαθον. Esta observación, que es válida para la mayoría del tipo ­άνω (tanto formaciones aisladas λαγχάνω/έλαχον como en pares antiguos ττυνθά­

νομαι/έπυθόμην O modernos φυγγάνω desde Esquilo/Ιφυγον, έρυγγάνω ático, Hipócrates /ήρυγον también ático, κυνθάνω Hesiquio/&tueov Homero, πανθάνω Etym. M. /Ιπαθον, δαγκάνω Herodiano/Ιδακον), re­

vela que el sufijo ­άνω era sentido simplemente como un medio de formar temas de presente (término caracterizado) sobre temas de aoristo (término no caracterizado).

La identidad de significado entre presente derivado y presente simple exphca que la lengua tendiese a conservar sólo uno de ellos: V. gr. ττυνθάνομαι, λανθάνω. Esta eliminación sería difícil de compren­

der si τυυνθάνομαι/πεύθομαι hubiera sido una oposición aspectual, ya que, dada la gran vitahdad del tipo ­άνω hasta tiempos tardíos y los numerosos pares existentes, la oposición tendría un gran rendimiento.

(') El presente euSávet en Llcofrón Alexandra 1354 es corregido por Kin­kel en ¿vSaúsi, tomado del Etymologicum Magnum.

(') La existencia de ingresivos en este tipo de semantemas es imposible. (») Pearson ad loc.: "Nysa resounds with the voices of all kinds of singing

birds". No se trata, pues, de un ingresivo. En Ichneutae 308 jtXayYáEvsi es seguro; pero el pasaje carece de contexto, por estar mutilado el papiro, y no permite análisis aspectual.

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Que el tipo en ­άνω no se diferenciaba aspectualmente del pre­

sente simple correspondiente, lo confirma ίσχάνω (desde Homero), que presenta los mismos sentidos establecidos para ϊσχω: es ingre­

sivo en Apolonio Rodio I 901 s. τύνη δ'έμέθεν πέρι θυμόν άρείω ϊσχανβ, pero es intensivo 'retener' en Ξ 387 δέος Ϊσχάνει άνδρας, hymn..horn. Dionys. 13 τον δ'ούκ ϊσχανε δεσμά.

* * *

3.—Sobre el valor aspectual de los presentes en ­θω, ­τω, ­κω, κτλ.

§ 216.—Los lingüistas franceses, continuando la línea iniciada por Vendryes en los dos tipos que ya hemos estudiado y en el 4 (§§ 220 ss.), han tratado de descubrir un valor aspectual "déter­

miné" en una serie de tipos de presente formados con sufijos cons­

tituidos por una oclusiva ^ En los pares atestiguados, que son los que pueden ser conside­

rados en nuestro estudio sincrónico, la pretendida diferencia no resulta fácil de establecer.

Así, de στένω 'gemir', no­transformativo (muy claro aspectual­

mente en Sófocles Ai. 674 s. δεινών δ'άημα τινευμάτων έκοίμισε στέ­

νοντα ττόντον) el derivado στενάχω · no presenta diferencia de sen­

tido aspectual (Sófocles El. 141 άεΐ στενάχουσα διόλλυσαι), a pesar de que sería bien visible la noción ingresiva que resultaría de la supuesta noción de término.

En άνύτω/άνύω no existe tampoco una oposición tal. Brunel* pretende que άνύω significa 'se dépêcher', 'darse prisa', frente al cual άνύτω significaría 'achever', 'terminar, acabar'. No obstante, άνύω, que desde antiguo tiene el sentido de 'terminar', conserva en ático ese valor, incluso en frases como Aristófanes Plut. 413 άλλ'άνυε πράττων έν γέ τι 'acaba de una vez y haz cualquier cosa' *. Muy claro es Demóstenes X X Ï 104 ώς δ'ούδέν ήνυε τούτοις . . . 'y como no obtenía nada con eso', donde el sentido 'apresurarse', 'darse prisa', sería absurdo. Notemos, además, que el semantema 'darse prisa' sería no­transformativo y que, por tanto, άνύτω debería ser no ter­

minativo, sino ingresivo (o acaso intensivo). Άρύω 'sacar agua' equivale completamente a άρύτω (ático y

άρυτήμενοι en Alceo fr. 100 Diehl , ) . § 217.—Los pares del tipo τε>ϊέθω/τελέω, que han sido primero

estudiados por Chantraine presentan empleos que invitan a refle­

(*) Así P. Chantraine, "Les verbes grecs en ­θω" Mélanges Vendryes, 1925, p. 93 ss., Α. MeUlet, "A propos de έρύκω, τμήγω, κτλ" BSL 26,1925, p. 1 ss. y "Grec ϊρχομαι" MSL 23, 1929, p. 249 ss. Cf. J. Brunei, L'aspect verbal etc. p. 4 ss., BSL 42, 1946, p. 58 ss.

(') Evidentemente ­αχ­ es una mera variante combinatoria de ­χ­, lo mismo que ­εθ­ (τελέθω) y ­αθ­ (άμυνάθω) lo son de ­Θ­.

(») Brunei, L'aspect verbal etc. p. 4 s. («) Van Daele en la edición de Coulon, en Bude, traduce: "mais finis­en de

faire au moins quelque chose". (·) Art. cit.

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xionar. Por ejemplo, en Esquilo Sept. 433 φλέγει δέ λαμπάς διά χερών ώπλισμένη 'une torche flambante orne sa main', φλέγει es claramente durativo; en Σ 210 s. άμα δ'ήελίω καταδύντι πυρσοί τε φλεγέθουσι έπήτριμοι, ύψόσε δ'αύγή γίγνεται 'al ponerse el sol, las­

antorchas se encienden' (ingresivo), si bien no está excluida la po­

sibihdad de entenderlo como simplemente durativo 'arden' (con­

fróntese § 124, 7 sobre el aparente sentido ingresivo de έ'κειντο y otros). En otros casos no se capta ninguna diferencia de sentido aspectual si se aplica rigurosamente—como es necesario—la noción de terminativo. Β 52 ol μέν έκήρυσσον, τοί δ' ήγείροντο μάλ'ώκα 'se reunían de prisa' equivale aspectualmente a Β 303 s. δτ'ές Αυλίδα νήες Αχαιών ήγερέθοντο 'cuando acudían a Aulls a reunirse las naves de los Aqueos', donde es innecesario traducir 'estaban reunidas' (nótese ές Αυλίδα, indicando movimiento), con un valor que en rea­

lidad corresponde al perfecto. Esta misma observación es aplicable a I 467 πολλοί δέ σύες θαλέθοντες αλοιφή 'florecientes de grasa', como durativo.

§ 218.—Con razones convincentes E. Benveniste ' ha demos­

trado que los presentes en ­θω son intransitivos y de valor medio en cuanto a la voz, con o sin desinencias medias; los presentes sim­

ples correspondientes son transitivos o intransitivos. Las oposicio­

nes son claras: τελέω 'reahzar, acabar'/τελέθω 'ser realizado'; φλέγω generalmente transitivo 'quemar', 'hacer arder'/φλεγέθω 'arder'; θάλλω 'crecer'/θαλέθω 'estar en flor'; άγείρω 'reunir'/ήγερέθομαι, siempre en voz media, 'reunirse' ». Ahora bien, esta oposición no es de naturaleza aspectual.

§ 219.—Ν o p a r e c e , p u e s , h a b e r b a s e s e g u r a p a r a e s t a b l e c e r u n a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l e n l o s p a r e s d e p r e s e n t e s d e l t i p o στένω/στενάχω, τελέω/ τελέθω, κτλ.

* * *

4·—Sobre el valor aspectual de los presentes en ­σκω y de los pretéritos llamados "iterativos" jónicos.

§ 220.—El sufijo ­σκω (del que ­ίσκω ha de ser considerado como mera variante combinatoria), al que Vendryes atribuye tam­

bién valor puntual incoativo », aparece en varios tipos de oposi­

ciones. En uno de ellos ­σκω (solo o acompañado de reduplicación) sirve

para caracterizar al presente en el plano del significante frente a un aoristo no caracterizado (de acuerdo, por lo demás, con la es­

tructura de la oposición en el plano del significado): γι­γνώ­σκω (epirota γνώ­σκω) frente a aor. έ'γνων, pres. εύρίσκω/aor. εδρον.

( 1 ) Origines de la formation de noms en i.­e. I, 1935, p. 193 ss. (») La traducción 'être rassemblé', que toma Benveniste de Chantraine,

no es exigida por los textos. P) Mélanges S. Lévi p. 177 (citado por el mismo Vendryes, Choix... p. 140).

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pres. λάσκω (* λακ­σκω): aor. έλακον. Como el presente es único, sin ninguna oposición en su interior, su valor no puede ser otro que el puramente durativo, conforme también a lo que hemos establecido empíricamente para los presentes aislados en ­άνω (§ 211). Estas oposiciones son inutilizables para determinar en pura sincronía el posible valor aspectual del sufijo ­σκω.

§ 221.—Si el sufijo ­σκω tiene un valor aspectual especial, éste ha de resultar visible en pares como γηράσκω/γηράω. Los pares de este tipo son pocos. A γηράσκω/γηράω hay que sumar ήβάσκω/ήβάω, γενειάσκω/γενειάω y στερίσκω στερίσκομαι/στερέω στέρομαι

El estudio de γηράσκω/γηράω es sumamente instructivo. El pre­

sente γηράω es una creación del s. IV a. C , cuyo primer testimonio es Jenofonte Cyr. IV 1, 15 ήν μέν τοίνυν, έπεί εύτυχουμεν, σωφρόνως διαφυλάττωμεν αυτήν, ϊσως δυναίμεθ'άν ακινδύνως εύδαιμονοϋντες γηράν. ΕΙ sentido transformativo de 'envejecer' que tiene en este pasaje es el que también aparece en los otros testimonios: Aristóteles Eth. Nicom. 1135 Β 1 ούθέν οΰθ'έκούσιον οΰτ' άκούσιόν έστιν, οίον το γηράν ή άποθνήσκειν. Menandro fr. 481, 14 Kock κακώς τε γηρών ενδεής του γίγνεται. Idem Γνώμαι μονόστιχοι (FCG Meineke IV ρ. 340 ss.) 608 καλόν το γηραν, άλλ'ύπεργηραν κακόν 'bueno es llegar a viejo, pero malo es hacerse demasiado viejo' (cf. 283 καλόν τό γηράν και τό μή γηραν πάλιν). Por el contrario, el sufijado γηράσκω existe desde Homero, con el mismo sentido transformativo de 'en­

vejecer': Ρ 324 s. δς o'i παρά πατρι γέροντι κηρύσσων γήρασκε. Solón fr. 22 Diehl 3 γηράσκω δ'αΐεί πολλά διδασκόμενος. Esquilo Pr. 981 γηράσκων χρόνος. Jenofonte De vect. I 4 ού μόνον δέ κρατεί τοις έπ' ένιαυτόν θάλλουσί τε καΐ γηράσκουσιν, άλλα καΐ άΐδια αγαθά έχει ή χώρα.

Jenofonte, pues, emplea ambos presentes sin diferencia ninguna de sentido. Podemos afirmar, a la vista de los textos, que no existe ninguna oposición aspectual en el par γηράσκω/γηράω. Para que γηράσκω 'envejecer' pudiera ser considerado como 'determiné' in­

gresivo, sería necesario que γηράω fuese un no­transformativo indi­

cando el estado de 'ser viejo' (no obstante lo cual, γηράσκω sería frecuentemente, no ingresivo, sino intensivo de estado, cf. § 205). Por consiguiente, γηράσκω es, cuando existe solo, un presente pu­

ramente durativo de un semantema transformativo; cuando se crea γηράω, éste es simplemente un sinónimo de γηράσκω, que con­

tinúa existiendo. § 222.—El sufijado γενειάσκω 'echar barba', transformativo, es

una creación del s. IV: Platón Symp. 181 D ού γάρ έροκτι παίδων άλλ'έπειδάν ήδη άρχωνται νουν Ί'σχειν, τοΰτο δέ πλησιάζει τ φ γενειάσ­

κειν. También Jenofonte Cyr. IV 6, 5. El simple γενειάω presenta el mismo sentido 'echar barba' transformativo en Hipócrates De na­

tura fueri 20 (VII ρ. 508 Littré) όκόσοι δέ ευνούχοι παίδες έόντες γίνονται, δια τοϋτο ούτε ήβώσιν οΰτε γενειώσιν, λείοι τε γίνονται δλοι.

( ) Cf. Schwyzer, Gy. Gram. I ρ. 708 ss.

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'Cf. t a m b i é n J e n o f o n t e Anab. II 6, 2 8 . Teocr i to X I V 2 8 είς άνδρα γενειων y Aris tó fanes Eccl. 145 ή μοι μή γενειάν κρεϊττον ήν.

Ε η ήβάσκω/ήβάω la cues t ión es aún m á s clara. J u n t o a ήβάω que se a t e s t i g u a desde H o m e r o c o n los dos s e n t i d o s de ' l legar a la j u ­

v e n t u d ' (Hipócra te s De natura pueri 20 , c i t a d o supra) y 'ser j o v e n ' , ' t ener vigor' , ήβάσκω presenta los dos m i s m o s sent idos : H i p ó c r a ­

t e s Aphorismi I I I 2 8 ( IV p . 5 0 0 Littré) δσα . . . μή άπολυθή περί το ήβάσκειν ' l legar a la j u v e n t u d ' . E n Eur íp ides Ale. 1085 νΰν δ'έθ'ήβά­

σκει κακόν ' aún el m a l es tá rec iente ' ( lectura de Galeno p . 4 1 9 , a c e p ­

t a d a por Murray, por e j e m p l o ) . P o r s u parte , στερίσκω 'pr ivar de' no se diferencia a s p e c t u a l ­

m e n t e de στέρομαι n i de στερέω. Así, T u c í d i d e s I I 4 3 , 1 καί τήν πόλιν της σφετέρας αρετής άξιοΰντες στερίσκειν. 4 9 , 8 ές αιδοϊα καί ές άκρας ^(εϊρας καί πόδας, και π ο λ λ ο ί στερισκόμενοι τούτων διέφευγαν n o difiere por s u s e n t i d o a s p e c t u a l de P l a t ó n Leg. 9 4 8 A και εάν μέν ó φεύγων ά λ φ , στερέσθω της αρχής και του τάφου και τών άλλων . . . τιμών. 9 5 8 Ε μήτε ζών μήτε τις αποθανών στερείτω τόν ζώντα ημών.

§ 2 2 3 . — P o r cons igu iente , ni e n γηράσκω/γηράω, ni e n γενειάσκω/ γενειάω ο ήβάσκω/ήβάω ( cuya formac ión a t r i b u y e Schwryzer a la ana log ía del primero) , ni e n στερίσκω, ­ομαι/στερέω, στέρομαι se adv ier te n i n g u n a diferencia aspec tua l .

E l v a l o r d e l s u f i j o ­σκω e n e l t i p o ήβάσκω/ήβάω e s e l p u r a m e n t e d u r a t i v o d e l t e m a d e p r e s e n t e . N o h a y o p o s i c i ó n d e s i g n i f i c a d o s .

§ 2 2 4 . — D e φημί h a y u n a formac ión c o n sufijo φάσκειν, que en H o m e r o só lo aparece e n el pretér i to , pero q u e e n át i co es p r o v i s t o

. de m o d o s y de formas n o m i n a l e s , s a l v o de l presente de i n d i c a t i v o , de l cua l t o d a v í a e n e l s. I V fa l tan t e s t i m o n i o s seguros . D e είμί e x i s t e en H o m e r o , H e r ó d o t o y Alceo (ήσκ'[ε] fr. 47 , 12 D i e h l a) u n pretér i to suf i jado έσκον, έ'σκε. A m b o s t e m a s , s e g ú n v i m o s §§ 1 9 1 , 194 , t i enen va lor d u r a t i v o , lo que v i m o s conf i rmado por el h e c h o de que e v i t a n e l presente de i n d i c a t i v o . D i c h o va lor d u r a t i v o e s t á de acuerdo con el que § 2 2 3 h e m o s es tab l ec ido para los presente s e n ­σκω.

§ 2 2 5 . — E l sufijo en cues t i ón aparece f ina lmente en los l l ama­

dos "i terat ivos" jónicos , que aparecen f r e c u e n t e m e n t e e n H o m e r o y en H e r ó d o t o , t a m b i é n e s t á n representados e n H i p o n a c t e y , s in d u d a por i m i t a c i ó n de l e p o s , e n la l e n g u a de var ios géneros p o é t i ­

cos pos thomér icos . Como es s a b i d o , e s t o s "i terat ivos" e s t á n f o r m a d o s sobre imper fec tos y aoris tos , q u e c o e x i s t e n con el los , y se c a r a c t e ­

rizan a d e m á s por la fa l ta de a u m e n t o ». E n lo que concierne a s u va lor aspec tua l , el va lor "i terat ivo"

que corr ientemente se les atr ibye n o p u e d e ser a d m i t i d o s in ser s o m e t i d o antes a u n a a d e c u a d a c o m p r o b a c i ó n . Más arriba (§ 143) ,

(») Sobre estos "iterativos" vid. Schwyzer, Gr. Gram. I p. 710 ss., con bibliografía. Además, Chantraine, Gramm. homérique I p. 318 ss.

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en efecto, hemos visto cómo el sentido iterativo de ciertos temas de presente no puede ser considerado como valor de "langue", sino que es simplemente una realización de "parole" del valor durativo en semantemas momentáneos (transformativos o no) y en seman­

temas transformativos. Es necesario, por consiguiente, que estu­

diemos si los "iterativos" jónicos pueden también anahzarse como simples durativos, lo cual estarla de acuerdo con el valor que ya hemos establecido para los temas de presente en ­σκω, sufijo idén­

tico—al menos considerado sincrónicamente—al de los pretéritos jónicos en ­σκον.

§ 226.—Verifiquemos el pretendido valor iterativo. De semantemas momentáneos, como άστράτττω, no parecen exis­

tir pretéritos en ­σκον. Si existieran, su sentido iterativo podría ser considerado una realización del valor durativo.

Que en un semantema transformativo un pretérito en ­σκον presente sentido iterativo, no prueba valor iterativo, ya que en este tipo de semantemas el sentido iterativo puede resultar del valor durativo. E3 el caso de υφαίνεσκεν 'tejía' y άλλύεσκεν 'desha­

cía' en la descripción de la astucia de Penèlope: β 104 s. ένθα καί ήματίη μέν υφαίνεσκεν μέγαν Ίστόν, νύκτας δ'άλλύεσκεν, έπεί δαΐδας παραθεϊτο.

La comprobación decisiva se efectúa en los semantemas no­trans­

formativos, en los cuales el sentido iterativo no puede resultar de una reahzación del valor durativo. Si el valor de los pretéritos en ­σκον es iterativo, habrá de aparecer forzosamente siempre en este tipo de semantemas. Pues bien, en pretéritos de verbos claramente no­transformativos el sentido es puramente durativo. Así en la ocasión concreta, no repetida ni habitual, narrada en ε 82 ss. άλλ' δ γ' έπ' άκτης κλαϊε καθήμενος . . . πόντον έπ' άτρύγετον δερκέσκετο δάκρυα λείβων. Έρμείαν δ'έρέεινε Καλυψώ κτλ. 'tenía la mirada fija en el mar' (para δέρκομαι vid. § 94). Lo mismo en E 703 έξενάριξαν ... 707 s. 'Ορέσβιον αίολομίτρην, δς ρ' έν "Υλη ναίεσκε μέγα πλούτοιο μεμηλώς, donde ναϊε sería equivalente (cf, οίκέω no­transformativo § 131). En φ 40 s. (se. τόξον) άλλ' αύτοΰ μνήμα ξείνοιο φίλοιο κέσκετ' ένΙ μεγάροισι, φόρει δέ μιν ής επί γαίης con κέσκετο = κείετο. Los ejem­

plos podrían multiplicarse. Por el contrario, si un pretérito en ­σκον de un verbo trans­

formativo aparece con un sentido puramente durativo, mas no iterativo, es lícito concluir que el valor de estas formaciones no es iterativo, sino durativo. Efectivamente, v. gr., φθινύθεσκε tiene un sentido claramente durativo en A 491 s. (se. Άχιλλεύς) φθινύθεσκε φίλον κήρ αύθι μένων 'se consumía lentamente'. Igualmente en θ 272 ό δέ μιν σάκεϊ κρύπτασκε φαεινφ, en una descripción de un combate, κρύπτασκε 'le protegió' no es una acción iterativa, sino única.

§ 227.—El sentido iterativo es realmente frecuente, resultante unas veces del semantema y otras veces del contexto (αίεί, πολλάκις, οπότε, άλλοτε μέν . . . , δτε δέ) y confirmado siempre por la situa­

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ción. Así Heródoto IV 42, 3 όρμηθέντες ών oí Φοίνικες έκ της Ερυθρής θαλάσσης έπλεον τήν νοτίην θάλασσαν δκως δέ γίνοιτο φθινόπωρον, προσ­

ίσχοντες άν σπείρεσκον (transformativo: 'sembraban') τήν γήν, ίνα εκάστοτε τής Αιβύης πλέοντες γινοίατο, καΐ μένεσκον τον άμητον (nó­

tese δκως γίνοιτο, αν iterativum, εκάστοτε). Como es natural, los pretéritos en ­σκον formados sobre aoristos, precisamente siempre de verbos transformativos, eran especialmente aptos para esta rea­

lización como iterativos, sentido que parece siempre admisible. Por ejemplo, frente al aor. στη o Ι'δε (destacando el término de la transformación, sean puntuales o neutros) las formaciones στάσκε, Ι'δεσκε realizaban su valor dvirativo como una repetición de trans­

formaciones, apoyándose además en el contexto. Así Σ 159 s. άλλοτ' έπαίξασκε κατά μόθον, άλλοτε δ'αδτε στάσκε μέγα ίάχων 'unas veces se precipitaba . . . , otras veces se erguía . . . ' (nótese άλλοτε . . . άλλοτε . . . ). Β 271 ώδε δέ τις ειπεσκε ίδών ές πλησίον άλλον.

§ 228.—Resumiendo lo expuesto §§ 225­227: L o s p r e t é r i ­

t o s j ó n i c o s e n ­σκον t i e n e n v a l o r d e " l a n g u e " d u ­

r a t i v o . Este valor durativo se realiza frecuentemente, pero no siempre, con sentido iterativo en la "parole". Así, pues, en nada se diferencian de imperfectos corrientes.

§ 229.—La limitación de estas formaciones durativas a la po­

sición de tiempo pretérito, evitando el tiempo presente y todas las posiciones de modos y formas nominales, es una característica que estos pretéritos tienen en común con (έ­)φασκον y έσκον.

La explicación de su ausencia del presente de indicativo es la misma que la ya dada para el mismo fenómeno en hom. (έ­)φασκον y έ'σκον : por expresar positivamente la duración, estas formaciones en ­σκ­ evitan el presente de indicativo, necesariamente neutro (§§ 191, 194, 224). En cuanto a los modos, recordemos que son po­

siciones neutrahzables en las que se tiende a evitar la notación de valores aspectuales. De ahí probablemente que no haya formaciones modales ni nominales correspondientes a estos pretéritos durativos en ­σκον.

§ 230.—Esta interpretación de la ausencia del presente de in­

dicativo de estas formaciones en ­σκον, suministra una explicación verosímil de otro fenómeno, hasta ahora enigmático: l a c a r e n ­

c i a d e a u m e n t o propia de estos pretéritos. El aumento, en un estado de lengua en que caracterizaba siempre los significantes de pretérito, podía ser omitido en estas formaciones que evitaban el presente y se situaban siempre en pretérito. Su uso, no obstante, no estaba radicalmente excluido: junto a φάσκον, έφασκον está bien atestiguado en Homero y no hay razón para separar una formación de otra »; por otra parte, ήσκε en Alceo puede haber sido en el ori­

ginal autógrafo bien έσκε, bien ήσκε ». § 231.—Concluyendo lo expuesto §§ 220­230:

(>) Contra K. Brugmann, IF 13, 1902, p. 268 n. 1. (») Es interesante una observación diacrònica. Las formaciones más i'e­

cientes en que el sufijo presentaba un valor durativo más vigoroso evitan el

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Page 135: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

T o d a s l a s f o r m a c i o n e s c o n s u f i j o ­<TX­ t i e n e n u n v a l o r c l a r a m e n t e d u r a t i v o . N o c o n s t i t u ­

y e n u n t é r m i n o d e o p o s i c i ó n a s p e c t u a l e n e l i n t e r i o r d e l t e m a d e p r e s e n t e .

§ 232.—La indagación sincrónica llevada a cabo en el presente capítulo ha dado como resultado:

S o l a m e n t e e l t i p o (ií[ivco/[xévw c o n s t i t u y e u n a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l e n e l i n t e r i o r d e l t e m a d e p r e s e n t e .

L a s o t r a s f o r m a c i o n e s e s p e c i a l e s d e l t e m a d e p r e s e n t e c a r e c e n d e v a l o r a s p e c t u a l p r o p i o .

presente de indicativo (los "iterativos" jónicos en ­σκον, hom. ίφασκον, con siderados como creaciones nuevas del griego, a los que probablemente hay que sumar ϊσκον a pesar de lat. escH). Las formaciones más antiguas (ευρίσκω κτλ.) no lo evitan ya. La misma evolución se aprecia en φάσκειν, cuyos ejem­plos de presente de indicativo son bastante tardíos (§ 191). La carencia de aumento es explicable sólo en lina época en que este morfema es un signo de pretérito, lo que probablemente supone una cronología reciente para estas formaciones.

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Page 136: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

CAPITULO I X

LA CUESTIÓN DEL VALOR ASPECTUAL DE LOS AORISTOS EN ­ην Y ­θην.

§ 233.—Después de examinar en el capítulo precedente el pro­

blema del valor aspectual especial de ciertos tipos de presente, nos enfrentamos ahora con una cuestión semejante dentro del tema de aoristo.

Partiendo de identificaciones comparativas, A. Prévôt » ha tra­

tado de demostrar que en la oposición de significantes έμίχ&ην/έμίγην hay la expresión de una oposición de significados del tipo "déter­

miné'V'indéterminé", definiendo "déterminé" = "valeur d'état". Prévôt, cuya tesis no parece haber encontrado aprobación sin

reservas ni entre los mismos hngüistas franceses ha consagrado gran parte de su monografía a la tarea de comprobar por vía em­

pírica en los textos la diferencia de valor aspectual postulada teó­

ricamente entre el tipo en ­ην y el tipo en ­θην, estudiándola preci­

samente en aquellos verbos que están provistos de las dos forma­

ciones. § 234.—Renunciando a examinar los argumentos comparativos

que puedan ser aducidos de tal teoría, consideramos únicamente el problema en pura perspectiva sincrónica, conforme al método que nos hemos fijado desde un principio. Por ello, comenzamos con el análisis de los pares de aoristos, en los que precisamente Prévôt ve el apoyo fundamental de su teoría.

En el par έκάην/έκαύθην, el aoristo, según Prévôt ' , insiste no

O L'aoriste grec en ­θην, 1935. El punto de partida está constituido por el análisis del elemento ­η­ en Meillet, Introduction à l'étude comparative des langues indoeuropéenes , p. 209, y por la definición del elemento ­θ­ en los pre­sentes comp "déterminé" por Chantraine, Mélanges Vendryes p. 105. La hipó­tesis de que en ­θην está dicho elemento figura ya en Meillet­Vendryes, Traité i p. 215. Prévôt ha tratado de fundamentarla.

O E. Benveniste, Origines, 1935, p. 188 ss., especialmente p. 196 s., ha demostrado que el sufijo ­Θ­ tiene valor de estado (cf. § 218). J. Brunel, BSL 42, 1946, p. 59 s.I sigue a Benveniste. Meillet­Vendryes, Traité j p. 229, se muestra indeciso. Chantraine, Morphologie p. 184 ss.., no hace mención del pretendido valor "déterminé" de ­θην.

(») P. 25 ss.

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Page 137: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

sobre el hecho de 'quemarse, arder', sino sobre el estado que sucede al proceso; el aoristo έκαύθην, por el contrario, indicaría la acción de 'incendiarse', 'prendre feu'. En realidad, los ejemplos no prue­

ban esa pretendida diferencia: I 211 ss. πϋρ δέ Μενοιτιάδης δαΐεν μέγα, ίσόθεος φως. αύτάρ έπεί κατά ττΰρ έκάη καΐ φλόξ έμαράνθη, άνθρακιήν στορέσας όβελούς έφύπερθε τάνυσσε . . . N o se puede preten­

der que έκάη indique estado. En ττϋρ έκάη καΐ φλόξ έμαράνθη hay­

una sinonimia muy clara. Ambos son aoristos que indican la reali­

zación completa de los procesos de κατακαίειν y μαραίνειν. Por otra parte, después de que el fuego ardió completamente y se consumió la llama, ¿qué estado del ττΰρ puede resultar? Las mismas conside­

raciones invalidan los ejemplos de Heródoto citados por Prévôt, todos ellos compuestos con κατα­.

En έτάφην/έθάφθην ·, Prévôt pretende también que ετάφη insiste sobre la noción de estado aduciendo: Heródoto II 81,2 ουδέ γάρ τούτων τών οργίων μετέχοντα βσιόν έστι έν είρινέοισι εϊμασι θαφθήναι. Tucídides III "58,4 αποβλέψατε γαρ ές πατέρων τών υμετέρων θήκας, ους άποθανόντας ύπο Μήδων και ταφέντας έν τη ημετέρα έτιμώμεν. Prévôt comenta: "Le voisinage de θήκας garantit dans cet exemple la valeur d'état de ταφέντας". En realidad, la idea, de sepulcro (θήκη) es totalmente superflua tratándose de la acción de enterrar. La coordinación de άποθανόντας . . . ταφέντας podría ser utilizada para probar la tesis contraria: nadie ha sustentado que αποθανόντες in­

dique un estado, a pesar de que los αποθανόντες quedan en el es­

tado de muertos. Con idéntico razonamiento se podría intentar demostrar que θαφθήναι del pasaje de Heródoto expresa un estado: se indican, en efecto, incluso los vestidos con los que permanecen enterrados (la negación ουδέ no afecta a esta cuestión).

En έπάγην/έττήχθην " resalta bien la violencia infhgida a los tex­

tos. Comentando anticipadamente que έπάγην es usado cuando una flecha que ha penetrado en el cuerpo permanece fija en un órgano, de acuerdo con el pretendido valor de estado de los aoristos en ­ην. Prévôt cita: E 615 s. τόν ρα κατά ζωστήρα βάλεν Τελαμώνιος Αίας, νεαίρη δ'έν γαστρι πάγη δολιχόσκιον εγχος y Δ 527 s. τόν δέ Θόας Αιτωλός άπεσσύμενον βάλε δουρί στέρνον υπέρ μαζοϊο, πάγη δ'έν πνευ­

μόνι χαλκός, oponiéndolos a Θ 297 s. οκτώ δή προέηκα τανυγλώχινας όιστούς, πάντες δ'έν χροί ττηχθεν άρηϊθόων αίζηών τοϋτον δ'ού δύναμαι βαλέειν κύνα λυσσητήρα, que Ρ. comenta "il a touché le bût". En rea­

hdad, ambos empleos son idénticos: έν γαστρί ~ έν πνευμόνι ~ έν χροΐ. No hay base para pensar que en Θ 298 las flechas permane­

cieron clavadas, ni para sostener que en πάγη de los otros dos ejemplos la forma verbal expresa positivamente el estado resul­

tante. En­ήλλάγην/ήλλάχθην » no se ve justificación ninguna para dis­

tinguir el sentido de, v. gr., Aristófanes Plut. 316 s. άλλ'εϊά νυν

(») P. 32 s. (·) P. 36 s. («) P. 50 s.

1 3 8 -

Page 138: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

τών σκωμμάτων άπαλλαγέντες ήδη υμεϊς έπ' άλλ' εϊδος τρέπεσθ' del sentido de Eurípides Hipp. 725 ss. έγώ δέ Κύπριν, ήπερ έξόλλυσί με, ψυχής άπαλλαχθεϊσα τηδ' έν ήμερα τέρψω, donde incluso se podría sostener que άπαλλαχθεϊσα tiene un valor de estado explicado por τέρψω.

Nuestro análisis podría aplicarse a todos los ejemplos aducidos por Prévot. Mas los casos que hemos citado pueden considerarse suficientes para concluir que l o s t e x t o s n o o f r e c e n b a s e p a r a a s i g n a r a l o s a o r i s t o s e n ­ην u n v a l o r d e e s t a d o n i p e r m i t e n c a p t a r n i n g u n a d i f e r e n ­

c i a a s p e c t u a l e n t r e e l t i p o e n ­θην y e l t i p o e η ­ην.

§ 235.—Prévot ha sido víctima de la insuficiencia del puro método empírico para establecer valores de las formas (§ 65). De la situación, que se presenta como un sentido global y que es un fe­

nómeno de "parole", Prévot ha extraído los elementos conceptua­

les que necesitaba para apoyar su teoría. Operando siempre con aoristos transformativos (puntuales o simplemente neutros, con­

fróntense §§ 242­243), Prévot introduce subrepticiamente la con­

sideración de resultado de la acción, que sigue en la realidad ex­

terna a la acción expresada por el aoristo. A decir verdad, este método conduciría a la misma conclusión con cualquier aoristo de verbo transformativo. Por ejemplo, en el pasaje citado de Tucí­

dides III 58,4 αποθανόντες, lo mismo que ταφέντας, indican una acción ('morir', 'ser enterrado'), que en la realidad externa es se­

guida de un estado ('estar muerto' 'estar enterrado'); ¿por qué no afirmar también que el aor. άττέθανον tiene valor de estado? Las interpretaciones de Prévot son una muestra de lo que a toda costa es necesario evitar: hacer decir a los textos lo que el investigador se ha propuesto a priori.

El camino a seguir dentro del método empírico es más bien el inverso. Puesto que la gramática tradicional, procedente de los mismos griegos, no considera como dos unidades distintas en el plano del significado las formaciones en ­θην y en ­ην, el onus pro­

bandi pesa (como en § 198) sobre quien pretende descubrir una oposición de significado entre ambas formaciones. Por consiguiente, el primer paso debió de ser tratar de demostrar que los sentidos con que aparecen los aoristos en ­θην o los en ­ην, o ambos a la vez, son irreductibles al valor asignado al tema de aoristo en general. Sólo después de haber realizado esa labor y en el caso de haber llegado a un resultado positivo, se podría intentar una definición aspectual especial de los dos tipos juntos y de cada uno en particular.

§ 236.—El pretendido valor de estado que Prévot quiere atri­

buir a los aoristos en ­ην obliga a hacer una observación estructu­

ral. Si en reahdad en ­ην/­θην hay una oposición de valores aspec­

tuales, no puede haber un término que exprese el estado resultante, ya que la expresión de esta noción (acción después de su término en verbos transformativos) es propia del perfecto. Según la ley de

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]a no identidad de las oposiciones que se cruzan (§ 40, invocada ya a propósito de los presentes especiales en § 197), en ninguna otra oposición del sistema se puede expresar la noción de estado re­sultante

§ 237.·—Esta observación nos conduce a otra. La oposición "déterminé/"indéterminé" es definida en principio como "acción con su término"/"acción sin su término" (cL § 196). La noción de estado es de naturaleza distinta: v. gr., la acción de Taçîjvai 'ser enterrado', sea considerada con su término o sea considerada sin su término, no tiene nada que ver con el estado. Prévôt identifica, como hemos indicado, "indéterminé" = "valeur d'état", lo cual es inadmisible. Otros, por el contrario (§ 197), consideran la expre­sión del estado como propia del aspecto "déterminé". Esta am­bigüedad o vacilación es la mejor confirmación de que la noción de estado es de naturaleza diferente de las de "con término" o "sin término".

§ 238.—Al abordar el problema por nuestra cuenta para tratar de captar la realidad lingüística, que escapó al intento de Prévôt, una prevención puede ser conveniente:

La cuestión se refiere únicamente al valor aspectual de las dos formaciones en -7¡v y en -67)v. No debe imphcarse en este problema de aspecto el del valor intransitivo, medio o pasivo de uno u otro tipo en determinados empleos o en determinadas épocas o autores. El método adecuado sería determinar la estructura de cada oposi­ción (voz, aspecto) por separado y estudiar luego las relaciones mutuas de las oposiciones que se interfieren. En nuestro caso, las categorías de voz media y voz pasiva quedan fuera del objeto pro­puesto. Tratamos solamente del problema de aspecto

§ 239.—De l a s f o r m a c i o n e s e n -6v)v, que desde Ho­mero están bien representadas en toda la historia del griego antiguo, todos los ejemplos se dejan clasificar en aoristos neu­tros y puntuales, que son los dos valores propios del tema de aoristo.

{») Cf. una objeción similar de \ . Debrunner, PhW 1935, p. 854. Por su parte, J. Brunei, BSL 42, 1946, p. 60, obstinado en ver alguna diferencia as­pectual entre -YJV y -Qr¡v, da una nueva fórmula sumamente artificiosa: "L'ao­riste en -6TJV s'oppose en tant qu'aoriste au présent, l'aoriste en -Y¡V en tant qu'ao­riste aussi au parfait, ce qui revient à dire qu'il exprime avant tout l'état, mais d'une manière ponctuelle, abstraite si l'on préfère, ou parfois avec une nuance ingressive." Como se ve, Brunei trata de salvar varios elementos de la defini­ción de Prévôt de -7)V como aoristo con valor de estado; pero expresar el estado de manera puntual parece ser un concepto carente de contenido real; el per­fecto, además, no expresa el estado como durativo ($ 83). La estructura del sistema exige que el aoristo en ambas formaciones se oponga al presente y al perfecto.

{") Por lo demás, es difícil establecer sobre una base científicamente se­gura la separación entre valor medio y valor pasivo. Vid. las interesantes ob­servaciones de E. Wistrand, Über das Passivum, 1941, p. 18 ss., que demues­tran la posibilidad de interpretar como medias acciones no queridas por el sujeto: A 191 í) Soupl T U T C I Ç PXIQ¡XEVOI; Iqi. Cf. fr. se blesser, esp. herirse, fr. il s'est tué en automobile, esp. se mató en un automóvil.

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El valor p u n t u a l realizado como i n i t i v o es obvio en los ejemplos siguientes, todos ellos realizados sobre semantemas no­transformativos conforme a § 131: — Ιρασθαι, έρασθαι'estar enamorado', 'amar'/έρασθήναι 'enamorarse':

Heródoto I 8 , 1 οδτος δή ών ó Κανδαύλης (precede una genealo­

gía de C.) ήράσθτ) της έωυτοΰ γυναικός, έρασθεις δέ ένόμιζε οί είναι γυναίκα πολλον πασέων καλλίστην.

— έπίστασθαι 'saber'/έπιστηθήναι 'comenzar a saber', 'aprender': Jenofonte Oecon. II 11 έμέ δέ πώς τινί τούτων οιει άν έπιστηθηναι χρήσθαι, φ τήν αρχήν ουδέν πώποτ' έγένετο τούτων; '¿cómo crees que yo, que nunca tuve ninguna de estas cosas, puedo aprender a utilizar alguna de ellas?'.

— ήδεσθαι 'estar alegre' (cf. § 136)/ήσ0ήναι 'alegrarse': Heródoto I 27,5 κάρτα τε ήσθηναι Κροϊσον τω έπιλόγ<ο 'mucho se alegró Creso . . .' Sobre el valor puntual de ήσθην no permite dudar su empleo en el tipo έγέλασα, que exige el valor puntual del aoristo: Sófocles Ph. 1314 ήσθην ('me alegro') πατέρα τον άμον εύλογοΰντά σε. Aris­

tófanes Eq. 696 ήσθην άπειλαϊς, έγέλασα^|/ολοκομπιαις. — ναίειν 'habitar'/νασθηναι 'establecerse': α 119 άλλ' ó μέν αυτόθι

(se. έν Πλευρώνι και αίπεινη Καλυδώνι) μεϊνε, πατήρ δ'έμος "Αργεί νάσθη 'fué a habitar a Argos, se estableció en Argos'.

— οίεσθαι 'pensar', 'cΓeer'/ò•t•σθηvαι οίηθηναι 'darse cuenta', 'caer en la cuenta': I 453 πατήρ δ'έμός αύτίκ' όϊσθείς πολλά κατηρατο 'mi padre en cuanto se enteró . . .' § 240.—El valor p u n t u a l realizado como f i n i t i v o ocur­

rre en los semantemas verbales transformativos (§ 130). Como ya exphcamos, en el aoristo de estos verbos es sumamente deUcado de distinguir el valor puntual del valor neutro, porque en éste la aten­

ción psicológica es atraída por el punto en que se reahza la trans­

formación total. A pesar de ello, hay ejemplos que pueden conside­

rarse como puntuales. Así ττήχθεν de Θ 298 estudiado § 234. Puntual es, sin duda, φάανθεν en A 199 s. θάμβησεν δ' Άχιλεύς (puntual ini­

tivo), μετά δ'έτράπετ', αύτίκα δ'έγνω (puntual finitivo?) Παλλάδ' 'Αθη­

ναίην, δεινώ δέ οί δσσε φάανθεν 'y sus ojos lanzaron un destello' (φαί­

νομαι 'aparecer' es transformativo). Pero, como acabamos de decir, la mayoría de los aoristos en ­θην formados sobre verbos transfor­

mativos (muy superiores en número a los formados sobre verbos no­transformativos) no permiten distinguir bien el valor puntual del valor neutro: θαφθήναι, μιχθηναι, δμηθηναι, όρμηθήναι, etc.

§ 241.—Por esa misma razón los ejemplos seguros de valor n e u t r o son suministrados por las formaciones hechas sobre verbos no­transformativos: — δινεϊν 'dar vueltas' Σ 494 κοϋροι δ'όρχηστηρες έδίνεον/δινηθήναι

'idem' (sin noción de duración expresada positivamente): X 165 ώς τώ τρις Πριάμοιο πόλιν πέρι δινηθήτην.

— βούλεσθαι 'querer'/βουληθηναι 'idem': Sófocles El. 1100 τί δ'έξερευ­

ν^ς καΐ τί βουληθείς πάρει; ( ~ βουλόμενος, que podría utilizarse notando expresamente la duración).

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— έρϊσθαι (cf. § 239) / έρασθήναι 'idem': Aristófanes Nub. 1076 s.: ήμαρτες, ήράσθης, έμοίχευσάς τι, κ^τ' ελήφθης" άπόλωλας, αδύνατος γάρ ει λέγειν (los 3 aoristos son neutros, "tactivos", registran el hecho desnudo). § 242.—En l a s f o r m a c i o n e s e n ­ην, que desde Ho­

mero aparecen en número reducido y muestran escasa vitalidad, se observa un hecho importante: n o e x i s t e n a o r i s t o s p u n t u a l e s i n i t i v o s , lo cual equivale a decir que los ao­

ristos en ­ην no están formados sobre semantemas no­transforma­

tivos. En efecto, la lista completa de estos aoristos en ­ην (confeccio­

nada con ayuda del índice de la monografía de Prévôt) muestra que todos pertenecen a semantemas transformativos.

De los 86 registrados hay 83 en los cuales el carácter transfor­

mativo del semantema no ofrece dudas: 1. άγγελήναι / ά­^^έλλειν 'anunciar'.

'romper'. 'borrar' (αλείφειν 'untar'), 'cambiar', 'arrebatar', 'bañar', 'teñir', 'levantar', 'dañar', 'mojar', 'tragado' » 'tallar'. 'rayar' 'escribir', 'morder', 'domar',

'ense­

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

10. 11. 12. 13. 14. 15.

αγήναι έξ­αλιφήναι άλλα­j^vai άρπαγήναι βαφή ναι βαστα­^ήναι βλαφήναι βραχήναι

/ άγνύναι / έξ­αλείφειν / άλλάσσειν / άρπάζειν / βάπτειν / βαστάζειν / βλάπτειν / βρέχειν

Part, άνα­βροχέν λ 586 γλυφήναι / γλύφειν γραφήναι / γράφειν δακήναι / δακνειν δαμήναι / δαμνάναι

16. 17.

18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28.

vencer . Sa^vaí 'aprender'/ SiSáoxeffOai ' idem''(act . SiSáoxsiv

ñar'). Sap^vaí» / Sépeiv 'desollar'. Si­ex­Su7Jvai Hipócrates, formación nueva por ­8ovai/S¿eiv 'su­

mergirse'. áXíívaí / eíXeiv 'replegarse'. J uy vaí / í^eufvúvaí 'uncir' Ta(p7)vai / 6á7tTeiv 'enterrar'. 6ep9ivai sólo hom. subj. 6epéw/9épeaGai 'calentarse'. θλιβήναι / θλίβειν δια­τρυφήναι / θρύπτειν καηναι καρήναι κλαττήναι κλίνη ναι κοττήναι

/ καίειν / κείρειν / κλέπτειν / κλίνειν / κόπτειν

'aplastar', 'romper', 'quemar', 'cortar', 'robar', 'inclinar'. 'golpear', cortar', 'forjar'.

( 1 ) "Semble appartenir à un groupe qui comprend l'aoriste sigmatique ­PpoÇete 'avaler'", Chantraine, Gramm. homérique 1 p. 401.

— 1 4 2 —

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29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43.

44. 45. 46.

47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57.

κρυφήναι, κρυβήναι / κρύπτειν 'ocultar'. κτανηναι συλ­λεγηναι δια­λεγηναι λιτιηναι sólo 3.» pi. aor. ind. hom. λίπεν/λείπειν 'abandonar'. έκ­λαπήναι μανήναι έκ­μ«γηναι μιγηναι νυγήναι άν­οιγηναι όρυγηναι άνα­παλήναι παήναι άνα­παρήναι

vesar'. παγηναι πλακήναι πληγή ναι

πλήττειν 'asustar'. πνιγηναι πταρήναι πτυήναι ραφήναι ραγήναι ρ·.φήναι σατϊήναι

σκαφήναι σκετιήναι σμυγηναι σπαρήναι

κτεινειν συλ­λέγειν δια­λέγεσθαι

'matar', 'reunir', 'dialogar' '

έκ­λέπειν μαίνομαι έκ­μάσσειν μειγνύναι νύσσειν άν­οιγνύναι όρύσσειν άνα­πάλλειν παύεσθαι

sólo part.

πήγνυσθαι πλέκειν πλήσσειν

ττνιγειν πτάρνυσθαι τιτύειν

ράτυτειν

ρηγνύναι ρίτιτειν

σήπεσθαι σκάτιτω

σκέπτομαι σμύχειν σπείρειν

'pelar', 'mondar', 'enloquecer', 'moldear', 'modelar', 'mezclar', 'golpear', 'herir', 'abrir', 'cavar', 'sacudir' K 'cesar'.

­Ttapeí? Heródoto /.­Treípeiv 'atra­

clavarse', 'helarse', 'solidificarse', trenzar'. golpear'; at. èx­7tXay^vai de ex­

ahogar', estornudar' » escupir' * coser', romper', arrojar', podrirse', cavar'. considerar', 'ver', consumir al fuego', sembrar'.

(1) Más tardío que διαλεχθήναι, διαλεγήναι aparece en Aristóteles y en inscripciones. El sentido transformativo del verbo está garantizado por el per­fecto pasivo Lisias IX 5 κάμοί μέν τά προειρημένα ^ιείλεκτο έπΙ TJ) Φίλιου τραπέζγι Ίο que acabo de decir ya estaba tratado en la mesa de Filios'. Cf. tam­bién de λέγω perf. εϊρηται..

(') Sólo en Estrabón Geogr. VIII 6, 21 Πήγασαν . . . πτηνον ϊππον έκ τοϋ τραχήλου τοϋ Μηδούσης άναπαλέντα, claramente transformativo, equivalente a una construcción activa άναπάλλειν ϊππον con acusativo de resultado.

(') Πτάρνυσθαι 'estornudar' está usado con un sentido claramente trans­formativo: Hipócrates Epidem. V 14 ( = V p. 214 Littré) έκταίφ δέ αίμα έρρύη έκ τών ρινών πταρέντι 'el sexto dia un estornudo le produce una hemorragia nasal', Aristóteles Probi. 887 Β 35 δια τί πταρέντες καΐ οΰρήσαντες φρίττουσιν '¿por qué el estornudar y el orinar les produce escalofríos?'

(*) En Hipócrates Epidem. II 4 ( = V p. 106 Littré) πτύαλα πολλά καταρχάς πτυέντα ανθηρά, la expresión equivale a una construcción activa πτύειν πτύαλα con acusativo de resultado (como ποιεϊν τι) e implica carácter transformativo del semantema (cf. § 90, 1.°). Esta conclusión es corroborada por otro pasaje del mismo Hipócrates De morbis I 29 ( = VI p. 198 Littré) ήν γαρ μή πτυσθη, σκληρότερος τε γίνεται ό πλεύμων καΐ συναυαίνεται καΐ τον άνθρωπον άπόλλυσι 'pues, si no escupe, se le endurece y se le seca el pulmón'.

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58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81.

­σταγήναι σταλήναι στερήναι στραφήναι συρήναι σφαγηναι σφαλήναι ταγηναι ταρτΐηναι τερσηναι τακήναι τμαγηναι τραττηναι τραφηναι τριβήναι τυττηναι τυφήναι φανηναι φθαρήναι φλεγηναι φραγή ναι φρυγηναι φυρήναι

στάζειν στέλλειν στερεϊν στρέφειν σύρειν σφάζειν σφάλλειν τάσσειν τέρπειν τέρσεσθαι τήκειν τμήγειν τρέπειν τρέφειν τρίβειν τύπτειν τύφειν φαίνεσθαι φθείρειν φλεγειν φράσσειν φρύγειν

'destilar'. 'enviar'. 'privar'. 'retorcer'. 'arrastrar'. 'degollar'. 'hacer caer'. 'ordenar'. 'distraer', 'hartar'. 'secarse'. 'fundir', 'derretir'. 'cortar', 'separar'. 'hacer girar', 'dirigir'. 'alimentar'. 'triturar'. 'golpear' 'marcar'. "ahumar'. 'aparecer'. 'destruir'. 'quemar'. 'apretar a uno contra otro', 'asar', 'diluir'. φυρειν

φυηναι Hipócrates, Aristóteles, Teofrasto, formación nueva por φϋναι / φύεσθαι 'nacer', 'crecer'.

82. χαρήναι / χαίρειν 'alegrarse'. 83. χυήναι Hesiquio / χεϊν 'verter'. 84. ψυχήναι / ψύχειν 'enfriar'.

Los 3 restantes son δρακείς, ρυήναι y σβήναι. De ellos ρυήναι (ρεϊν 'fluir'), atestiguado ya en Homero (γ 455) y

frecuente en ático, no puede ser considerado como perteneciente a este tipo, ya que se trata de una raíz disilábica con vocalismo ­δ en la segunda sílaba, representado por ­η en jónico­ático: Epidauro έξερρυα, Cahmna subj. έ[γ]ρυαι».

El aor. σβήναι 'apagarse' de σβεννύναι tampoco pertenece a este tipo morfológico, ya que ­y¡­ forma parte de la raíz ». Por consi­

guiente, ρυήναι y σβήναι son formalmente comparables a στήναι, βήναι.

El participio δρακείς sólo se atestigua en Pindaro Nem. VII 3 s. δνευ σέθεν ού φάος, ού μέλαιναν δρακέντες εύφρόναν, donde se esperaría δράκοντες. En el mismo Pindaro 01. II 43 existe el paralelo de έριτυέντε por ­όντι. Es probable que ni una ni otra forma pertenezcan al tipo morfológico de aoristos en ­ην ». Puesto que έριπείς por su sen­

tido transformativo no repugna a ser un aoristo ­ην, es muy verosí­

mil que δρακείς sea una formación artificiosa de la lengua poética ( 1 ) Vid. E. Schwyzer, Gr. Gram. I p. 743. (η Ibidem η. 1. (') Hipótesis genéticas en Schwyzer, Gr. Gram. I p. 759 n. 3.

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pindàrica por δρακών, basada en la analogía de pares como έριπών: έριπείς, έτραφον: έτράφην.

§ 243.—Por tratarse de semantemas transformativos, la distin­

ción entre valor neutro y valor puntual finitivo es sumamente difí­

cil en estos aoristos en ­ην. Valor n e u t r o tiene ταφέντας de Tucídides III 58,4 y άπαλλαγέν­

τες de Aristófanes Plut. 316 s. (§ 234). Visible es ese valor en Ψ 545 τά φρονέων δτι oí βλάβεν ('habían sido dañados*: hecho desnudo) άρματα καί ταχέ' ί'ππω y Ω 420 s. σύν δ'Ιλκεα πάντα μέμυκεν όσα'ετύτνη ('cuantas llagas había recibido': hecho desnudo).

El valor p u n t u a l f i n i t i v o , si bien más difícil de ase­

gurar, parece que es el de πάγη Δ 528 y E 616 (§ 234). La prueba decisiva sería suministrada por la aparición de aoristos en ­ην en el tipo έγέλασα (§ 181), en el cual no parecen existir.

Si hubiera que definir el tipo en ­ην como puramente neutro en cuanto a la expresión del aspecto durativo o puntual, se explicaría bien el uso del mismo elemento ­η­, carente de valor aspectual especial, en la formación de temas de perfecto y de futuro.

§ 244.—El probable valor exclusivamente neutro del aoristo en ­ην frente al neutro y puntual de ­θην, no justificaría la tesis de Prévot de una oposición entre ­θην "déterminé" y ­ην "indéterminé", entendido como "sin término", es decir, no como "valor de esta­

do" (§ 236), ni como "durativo" (que no puede existir fuera del tema de presente, en virtud de la ley de la no identidad de las opo­

siciones que se cruzan § 40, y que, además, no es la noción opuesta a la de "con término" § 118). Tal oposición considera las forma­

ciones en ­θην como término caracterizado por la notación del tér­

mino de la acción, initivo o finitivo. Ello conduce al absurdo de que ­θην, el término caracterizado, exprese no sólo la noción de término que corresponde al valor positivo que le sería propio, sino también la noción de sin término (es decir, nuestro valor neutro, comprobado § 241); por otra parte, ­ην habría de expresar la indi­

ferencia a la noción de término (pudiendo ser empleado cuando el término existe, pero no interesa su expresión) y, además, el valor negativo de sin término, que en realidad no expresa y que incluso es incompatible con el sentido transformativo de los semantemas en que se realiza.

R e s u l t a , pues, i n a d m i s i b l e l a e x i s t e n c i a d e u n a o p o s i c i ó n d e v a l o r e s a s p e c t u a l e s c o n r e ­

f e r e n c i a a l a n o c i ó n d e t é r m i n o e n t r e e l t i p o e η ­θην y e l t i p o e n ­ην.

§ 245.—Por el contrario, el análisis que hemos llevado a cabo nos conduce a sostener que l o s v a l o r e s d e " l a n g u e " d e l t e m a d e a o r i s t o e x p l i c a n b i e n l o s s e n t i ­

d o s c o n q u e a p a r e c e n l a s f o r m a c i o n e s e n ­θην y e n ­ην..

E n t r e a m b o s t i p o s e x i s t e s ó l o u n a d i f e r e n ­

c i a d e r e a l i z a c i ó n ( " p a r o l e " ) :

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Page 145: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

E l t i p o e n -TQV s e r e a l i z a ú n i c a m e n t e e n l o s v e r b o s t r a n s f o r m a t i v o s .

E l t i p o e n -6riv n o c o n o c e e s a l i m i t a c i ó n ^ L a p e r f e c t a u n i d a d d e l t e m a d e a o r i s t o e n e l

p l a n o d e l s i g n i f i c a d o q u e d a c o n f i r m a d a .

(») ha, diferencia "-yjv ist terminativ, effektiv, konstatierend / -9j¡v erzäh­lend, Ingressiv", que insinúa A. Debrunner, PhW 1935 p. 855, no corresponde bien a la realidad. Como hemos visto, -BKJV no sólo es "ingresivo", sino tam­bién "terminativo" ( ~ "efectivo"). Por lo demás, "narrativo" ("erzählend") y "constativo" ("konstatierend") caen dentro de nuestro valor "neutro" y, por consiguiente, no constituyen una diferencia.

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CAPITULO Χ

EL ASPECTO DEL PRESENTE HISTÓRICO

§ 246.—Fundamentalmente, el presente histórico resulta de una realización psicológica de la noción de tiempo presente, según hemos visto § 160. Acciones verbales pretéritas en la realidad ex­

terna aparecen como presentes al "yo" en la visión subjetiva de esa realidad. /

No obstante, el problema no se reduce a eso. Diversos autores que han tratado de este punto de la gramática griega han hecho depender de uno u otro modo el fenómeno del presente histórico de cuestiones de aspecto. De ahí la necesidad de que nosotros tam­

bién examinemos el problema. § 247.—Atendemos primero a l a mera descripción de los hechos Generalmente se distinguen dos tipos de presente histórico: Uno es el presente histórico " e x p r e s i v o " (o "dramá­

tico"). En él adquieren relieve momentos nuevos y decisivos de una serie de acontecimientos pretéritos expresada gramatical­

mente en tiempo pretérito. De este modo la narración resulta vivi­

ficada. Los textos que se pueden aducir en favor de esta interpre­

tación estihstica son numerosos. Clásico es el episodio de Candau­

les, Ródope y Giges en Heródoto I 10, 1­2: "Candaules, cuando le pareció (έδόκεε) que era la hora de acostarse, llevó (ήγαγε) a Giges a la alcoba y a continuación llegó (παρήν) su esposa. Giges estuvo contemplándola (έθηεϊτο) . . . y cuando, al dirigirse ella al lecho, se encontró a sus espaldas (κατά νώτου έγένετο), Giges, saliendo a hur­

tadillas de su escondite, se dirigía hacia fuera (έχώρεε έξω). Mas ella le ve ( έ π 0 ρ qt ) según salía. Enterada por su marido de lo ocu­

rrido, no gritó (οΰτε άνέβωσε) . . . fingió (οΰτε έδοξε) no haberse dado cuenta, abrigando el propósito de vengarse de Candaules". Igual­

mente visible es este efecto del presente histórico en el relato de la batalla de Anfípohs en Tucídides V 10, 7 ss. "Cleáridas atacaba (έπεφέρετο) . . . Sucedió (ξυνέβη) que se produjo el pánico entre los atenienses . . . y su ala izquierda, deshecha al momento, huía (έφευγε). Brásidas . . . , al acudir al ala derecha, es herido (τιτρώσκεται); los

O Schwyzer, Gr. Gram. II p. 271 ss., con bibliografía.

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atenienses no se dan cuenta (ούκ αισθάνονται) de que lia caído al suelo, y los espartanos que estaban a su lado recogiéndole le re­

tiraron (άτιήνεγκαν). El ala derecha de los atenienses permanecía firme (έμενε). Cleón huyendo, pues no tenía intención de resistir (διενοεϊτο), muere (αποθνήσκει) a manos del peltasta Mircinias . . . 10, 11: Los espartanos llevaron (έσεκόμισαν) a Brásidas aún con vida a la ciudad. Brásidas se dio cuenta (ήσθετο) de la victoria de los suyos y poco después murió (έτελεύτησεν). También Jenofonte Anab. III 2, 7­9: "comenzó a hablar así (ήρχετο): . . . y según decía esto, uno estornuda (πτάρνυται). Entonces los soldados, al oír el es­

tornudo, todos a una arrodillándose adoraron (προσεκύνησαν) a Dios y Jenofonte dijo (είπε): . . ."

§ 248.—En el otro tipo de presente histórico, en el " i n e x ­

p r e s i v o " (tabulare, "registrador"), que coexiste con el tipo anterior, la acción verbal aparece como un hecho escueto. Los ejem­

plos son abundantes, también en los historiadores: Eurípides Bacch. 1 s. ήκω (pres. actual) . . . Διόνυσος δν τίκτει ποθ' ή Κάδμου κόρη. Jenofonte Anab. 1 1 , 1 Δαρείου καί Παρυσάτιδος γίγνονται παϊδες δύο. Α este tipo hay que asignar seguramente los presentes que repiten (a veces con más detalles) un hecho ya narrado (por tanto, no nue­

vo) en aoristo neutro: Heródoto I X 63, 2 ώς δε Μαρδόνιος απέθανε ... 64, 2 αποθνήσκει δέ Μαρδόνιος υπό Άριμνήστου. Tucídides VIII 106,1 ναυς μέν . . . έλαβον . . . 106, 3 ναϋς μέντοι λάμβάνουσι.

K'urt von Fritz, en un estudio reciente señala los primeros ejem­

.plos de este tipo en Ferécides de Siro, el más antiguo de los pro­

sistas griegos conocidos (s. VI a. C ) . Así fr. 2 Diels­Kranz αύ>τω ποιεϋσιν τά οίκία πολλά τε καί μεγάλα, έπεί δέ ταϋταέξετέλεσαν πάντα ..., έπεί δή πάντα έτοιμα γίγνεται, τόν γάμον ποιεϋσιν. κάπειδή τρίτη ήμερα γίγνεται τ φ γάμω, τότε Ζάς ποιεϊ φάρος μέγα τε και καλόν και έν αύτω ποικίλλει Γήν και Ώγηνόν καί τά 'ίίγηνοΰ δώματα. Como se ve, el fragmento es un relato seguido en presentes. También opina von Fritz que en el comienzo de la Anabasis de Jenofonte no sólo Δ. κ. Π. παίδες γίγνονται δύο, sino también los siguientes son de este tipo inexpresivo: I 1­4: γίγνονται . . . ήσθένει . . . ύπώπτευε . . . έβούλε­

το . . . ετύγχανε . . . μεταπέμπεται . . . αναβαίνει . . . άνέβη . . . έτελεύτη­

σε . . . κατέστη . . . διαβάλλει . . . è δέ πείθεται καΐ συλλαμβάνει Κΰρον ώς άποκτενών. ή δέ μήτηρ έξαιτησαμένη αυτόν άποτιέμπει πάλιν έπΙ τήν αρχήν, ó δ'ώς άτιηλθε κινδυνεύσας και ατιμασθείς βουλεύεται δπως ...

Por su parte, Eriksson ' trata de reducir—sin convencer—todos los presentes históricos al primero de los dos tipos. Para él, el pre­

sente histórico introduce súbitamente en la narración un punto importante para la marcha de los acontecimientos.

§ 249.—Es importante tener en cuenta que la función expre­

(") "The so­called historical present in early Greek" Word 5, 1949, p. 186 ss. (·) Das Praesens historicum in der nachklass. griech. Historiographie,

1943, p. 1 ss. Esta monografía contiene en el capítulo titulado "Zum Gebrauch des Praesens hist, im klass. Griechisch", p. 1­24, un detenido estudio sobre la cuestión.

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siva del primero de los dos tipos es un hecho estihstico, de tal modo que su empleo depende siempre—incluso en un mismo autor—de razones puramente subjetivas.

Por esto carece de fundamento la objeción de H. Koller» con­

tra la mencionada expresividad del presente histórico. Koller re­

conoce que en ciertos pasajes, como en el episodio de Candaules citado § 247, el presente histórico coincide con el punto de máximo interés. Mas Koller, que sólo opera con ejemplos de Heródoto, sos­

tiene que los pocos ejemplos de presentes históricos que encuen­

tra (1 por cada 3 ó más páginas de Teubner) no aparecen en situa­

ción dramática. Por ejemplo—arguye Koller—, en el mismo epi­

sodio de Candaules y Giges de Heródoto I 12 καί μιν έγχειρίδιον δοϋσα κατακρύπτει ύπο τήν αυτήν θύρην, καί μετά ταϋτα . . . άποκτείνας αυτόν έσχε τήν γυναίκα καΐ τήν βασιλείην Γύγης el punto culminante, la consecución del reino y de la esposa de Candaules por Giges, es expresado con un aoristo (έ'σχε). Koller acumula ejemplos de συγκα­

λέεται, άγγέλλει, πέμπει, αποστέλλει, διδοϊ, γαμέει y considera que es incomprensible que en los presentes históricos con negación (v. gr.: Heródoto 1117 ó δέ "Αρπαγος . . . ού τρέπεται έπΙ ψευδέα όδόν . . . άλλα λέγει) pueda ser vivificada una acción que no llegó a ocurrir.

Si se tiene en cuenta la naturaleza subjetiva del empleo del presente histórico expresivo, las objeciones de KoUer se desvane­

cen. En el citado pasaje del episodio de Candaules y Giges, objeti­

vamente Heródoto hubiera escrito κατέκρυψε (o, más improbable, κατέκρυπτε) y έσχε. Pero subjetivamente Heródoto, con el sentido narrativo de los primeros logógrafos, encuentra pintoresca e inte­

resante la ocultación de Giges detrás de la puerta, astucia que, a decir verdad, decide la muerte de Candaules; la obtención de la esposa y del reino (έσχε) no tiene ya nada de interesante ni de ines­

perado, porque es su consecuencia natural. En cuanto al presente histórico con negación, apenas es necesario que digamos que la no realización de una acción esperada puede ser interesante y pinto­

resca. Eriksson » llama la atención acertadamente sobre el énfasis de la negación en el presente histórico en pasajes como Tucídi­

des I I 8 3 , 1 τό δ'έκ τής Κορίνθου . . . ναυτικόν, δ έδει παραγενέσθαι. . . , ού παραγίγνεται, άλλ' ήναγκάσθησαν . . . ναυμαχήσαι. Finalmente no­

temos que συγκαλέεται, άγγέλλει, ττέμπει, αποστέλλει, διδοϊ, γαμέει, suelen ser del tipo inexpresivo.

§ 250.—La función estilística del presente histórico del tipo expresivo, consistente en presentar acciones nuevas, inesperadas, decisivas, ha conducido a varios gramáticos a estudiar el aspecto del presente histórico.

Un primer grupo, sin preocupaciones teóricas, concluye del exa­

men de los textos que el presente histórico tiene sentido puntual.

(») "Praesens historicum und erzählendes Imperfekt" Museum Helveticum 8, 1951, ρ. 66 ss.

Π Op. cit. ρ. 19.

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S e g ú n B r u g m a n n ­ T h u m b », el presente his tór ico aparece unas v e c e s en lugar del imperfec to , pero otras e n lugar de l aoris to . B l a s s ­

D e b r u n n e r ' e s t i m a n q u e s u a s p e c t o es casi s iempre p u n t u a l . S c h w y ­

z e r ' parece admit i r t a m b i é n ese va lor ("confect ivo" e n s u t e r m i n o ­

logía) . I g u a l piensa E . H e r m a n n * . P o r s u parte , J. B r u n e i ' no v a ­

cila, tras el e x a m e n de algún t e x t o y de c iertos h e c h o s es tad í s t i ­

cos (cf. § 2 5 4 , 3 ) e n definir c o m o p u n t u a l e l a s p e c t o del presente histór ico .

§ 2 5 1 . — K . v o n F r i t z » e n t i e n d e la func ión est i l í s t ica del pre­

sen te e x p r e s i v o — y , con ello, s u a s p e c t o — d e un m o d o m u y dife­

rente . "Des igna el m o m e n t o c u l m i n a n t e de u n a narración, un s u ­

ceso que deja s in respiración, u n m o m e n t o t a n sorprendente que e l t i e m p o parece detenerse ("t ime s e e m s t o s t a n d st i l l") . E v i d e n t e ­

m e n t e , pues , el t i e m p o presente e n e s t o s casos n o prec ip i ta al lec­

tor e n la rápida suces ión de los a c o n t e c i m i e n t o s , s ino que, por e l contrar io , le h a c e pararse ("makes h i m pause") . A l m i s m o t i e m p o , al detener la atenc ión del l ec tor y fijarla e n el m o m e n t o dec i s ivo de la acc ión , hace que es te m o m e n t o d e s t a q u e a nte los ojos c o n t o d o s sus deta l les . E s lo que , c u a n d o sucede e n u n g r a d o inferior, los franceses l l a m a n ' t ab leau ' ". E s o b v i o q u e la in terpre tac ión de v o n Fr i tz e s t á d e t e r m i n a d a por un a priori: e s u n i n t e n t o de pre­

servar el pre tend ido aspec to d u r a t i v o del presente d e i n d i c a t i v o . N o o b s t a n t e , el lo n o parece ser o b s t á c u l o para que e n otro lugar ' v o n Fritz cal i f ique de m o m e n t á n e o al presente his tór ico ("mo­

m e n t a r y present") , e n lo cual , a decir v e r d a d , h a y c ier ta inco ­

herencia . § 2 5 2 . — H . Kol ler se diferencia de los d e m á s e n que h a cons i ­

derado el p r o b l e m a del presente his tór ico b a j o u n á n g u l o v i sua l e x c l u s i v a m e n t e aspec tua l '.

Koller , [a) n e g a n d o que el presente his tór ico s i rva para d e s t a ­

car u n a acc ión i m p o r t a n t e de la narración, (i)) sos t iene que los pre­

s e n t e s histór icos t i enen a s p e c t o "incept ivo" (v. gr.: λείπω, Κατα­

λείπω, π έ μ π ω , ά π ο έκ άντι­πέμπω, φεύγω, άπο έκ κατα­φεύγω, ϊσχω, κατ­ίσχω, δίδωμι, άπο παρα προ­δίδωμι , ϊσταμαι, άπικνέομαι). Ιο q u e resultaría conf irmado por la observac ión de que (c) no e x i s t e pre­

sente histórico de verbos "durat ivos" ( como εχω., βασιλεύω), c u y o presente n o es "incept ive" . A h o r a bien , (d) el aoristo es "perfec­

t i v o " en los verbos que t i enen presente histórico (έλιπον, έφυγον, έστην) y (e) ú n i c a m e n t e es "incept ivo" e n los raros verbos dura­

t i v o s (έσχον, έβασίλευσα). Kol ler c o n c l u y e que (/) el presente his ­

tór ico suple en aquel los verbos la fa l ta de un aoris to " i n c e p t i v o "

(') Gr. Gram., p. 556. (^) Grammatik des neutestamentlichen Griechisch ^ p. 144. [•>) Gr. Gram. II p . 258; cf. 271 n. 1. («) Nachrichten Gottingen, phil.-hist. Kl., 1943, p. 633.

L'aspect verbal etc. p. 272. C) Art. cit. p. 196. (') Art. cit. p. 197. (') Art. cit. p. 63 ss., especialmente p. 75 s.

— ISO —

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y que (g) en Homero, donde no existe el'presente histórico, la defi­

ciencia es suphda por el imperfecto "inceptivo". § 253.—La ingeniosa tesis de Koller, resumida en el esquema

precedente, merece un análisis detenido. Vayamos por partes: a) En § 249 ya demostramos que era inadinisible esta pos­

tura radical de Koller. b) Koller opera con un concepto falso de aspecto "inceptivo".

Presentes, históricos o no, como λείπει, ϊσταται, δίδοκτι, άπικνέεται, no indican el comienzo de la acción verbal. Están formados sobre semantemas transformativos, en los cuales sólo puede destacar el momento mismo (final) de la transformación; v. gr. en Heró­

doto IV 143,1 ένθεΰτεν δέ αυτός μέν διέβη τησι νηυσΐ ές τήν Άσίην, λείπει δέ στρατηγόν . . . el pres. λείπει no indica el comienzo de la acción de λείπειν, sino la acción en sí, de la que resalta el punto final. Que en άπικνέομαι el preverbio άπο­ pruebe el sentido ingresivo, es in­

admisible. . Koller es desorientado precisamente por el carácter ex­

presivo del presente histórico: tomando un punto de vista externo a la acción de cada verbo, define como ingresivo el presente histó­

rico, porque introduce en la narración un elemento nuevo, inespe­

perado, decisivo, en la serie de acontecimientos relatada: un pre­

sente histórico señala a veces el comienzo de una serie de acciones. Pero para el aspecto verbal, el punto de vista con que se ha de definir el sentido de una forma, no es externo, sino interno. La fija­

ción de los conceptos de "initivo" ( = "inceptivo", "ingresivo", etc.) y "finitivo" ( = "perfectivo", "efectivo", etc.) que dimos §§ 115­116 evita toda ambigüedad en el uso de estos términos y elimina toda peligrosa imprecisión.

c) Que de verbos "durativos" como έχω, βασιλεύω no haya pre­

sente histórico, es cierto sólo parcialmente (cf. § 255). Por lo demás, sorprende que Koller clasifique como durativos verbos como εργά­

ζομαι, ττνίγω, φθείρω que en nada difieren de ποιέω, κτείνω. d y e) Resultan admisibles si se tiene en cuenta lo observado

para b: que λείπω etc. son transformativos y que, por tanto, en el aoristo destaca el punto final de la transformación.

/) Es una conclusión inadmisible porque se apoya en α y 6, que son falsas. Paradójicamente, resulta que el presente histórico es de la misma naturaleza ingresiva o perfectiva que el aoristo del mismo verbo: λείπει ~ έλιπε; βασιλεύει (cf. § 262) ~ έβασίλευσε 'co­

menzar a reinar'. g) Se basa en el mismo concepto falso de "ingresivo" que hemos

analizado a propósito de b. En el tipo Ζ 196 ss. έτεκε . . . έτεκε . . . , Ίτητόλοχος δ'έμέ τίκτε . . . , el impf. τίκτε no indica el comienzo de la acción de τίκτειν. Que el resultado (έμέ) se prolongue hasta el pre­

sente en que existe, no permite definir τίκτε como ingresivo. En § 139 vimos que se trataba de una realización especial del aspecto durativo del imperfecto.

§ 254.—Que el presente histórico no tiene valor durativo es cosa que resulta obvia por las consideraciones siguientes:

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1.· U n a s imple rev i s ión de t o d o s los e j e m p l o s c i t a d o s , así c o m o de los regis trados e n cua lqu ier t r a t a d o o monograf ía , m u e s t r a que n i n g ú n presente his tór ico cont i ene u n a in s i s t enc ia espec ia l e n e l desarrol lo de la acc ión , a u n q u e é s t a o b j e t i v a m e n t e p o s e a u n a durac ión percibida . P o r e j e m p l o , e n T u c í d i d e s I I I 109 , 2 σπένδονται (t ipo expres ivo ) , s in t ener s e n t i d o p u n t u a l , t a m p o c o lo t i e n e d u r a ­

t i v o . Feréc ides de Siro fr. 2 D i e l s ­ K r a n z ποιεϋσιν . . . ποιε ϊ ( t ipo "inexpresivo") no ins i s ten t a m p o c o en la durac ión de la acc ión . I g u a l observac ión para J e n o f o n t e Anab. 1 1 , 1 ss . διαβάλλε ι . . . βου­

λεύεται. A n t e s bien , e l va lor d u r a t i v o r e p u g n a c l a r a m e n t e a m u c h o s e jemplos e n que el s e n t i d o es p u n t u a l o ^wasí ­puntual . Así e n Tuc íd ides V 10 , 7 ss . τιτρώσκεται n o s ignif ica ' e s tá s i e n d o her ido ' (ni c o m o s i m p l e m e n t e d u r a t i v o , ni c o m o i t erat ivo) y αποθνήσκει n o es ' e s tá muriendo ' . E n J e n o f o n t e Anab. I I I 2 , 9 πτάρνυται n o e s ' e s tá d a n d o u n e s t o r n u d o ' ( c o m o durat ivo ) , ni ' e s tá d a n d o es tor ­

n u d o s ' ( como i t era t ivo ) . 2 .a L a observac ión empír ica p r e c e d e n t e es c o n f i r m a d a p o r

otra. Eriksson · o b s e r v a que el presente his tór i co n o aparece n u n c a con s e n t i d o c o n a t i v o . A h o r a bien , es te s e n t i d o c o n a t i v o ser ía de esperar con frecuencia e n los v e r b o s t r a n s f o r m a t i v o s , si el va lor del presente his tór ico fuese el d u r a t i v o (cf. § 142) .

3.» J. B r u n e l " h a p o d i d o probar e s t a d í s t i c a m e n t e u n a afini­

d a d del presente his tór ico c o n el aoris to e n l o referente al e m p l e o de preverbios . E n el Aiax de Sófoc les , el 1 8 % de l o s presente s n o his tór icos aparece con preverb io (44 c o m p u e s t o s frente a 191 s i m ­

ples); en el discurso V I I de Lis ias el porcenta je es del 16 % (9 c o m ­

p u e s t o s frente a 4 5 s imples ) . P o r e l contrar io , e l 4 5 % de l o s pre­

s e n t e s histór icos del Aiax s o n c o m p u e s t o s (9 frente a 11 s imples ) ; e n el m i s m o Lisias (discursos I , I I I , X I I ) el porcenta je es del "74 % (23 c o m p u e s t o s frente a 8 s i m p l e s ) . — E s t o s porcenta je s de v e r b o s c o m p u e s t o s en el presente his tór ico se a p r o x i m a n a los de c o m ­

p u e s t o s en el aoris to d e i n d i c a t i v o , q u e s o n del 3 7 % e n e l Aiax (50 c o m p u e s t o s frente a 8 5 s imples) y del 67 % e n Lis ias V I I (23 c o m p u e s t o s frente a 11 s imples ) . Se di s tanc ian c o n s i d e r a b l e m e n t e del imperfec to , del cual e n e l Aiax só lo el 2 0 % (11 c o m p u e s t o s frente a 4 3 s imples) y en Lisias V I I el 2 5 % (12 c o m p u e s t o s frente a 3 5 s imples) l l evan p r e v e r b i o . — L a e s t a d í s t i c a pres en ta los h e c h o s en bruto . Sin neces idad de precisar la de l i cada cues t i ón del v a l o r aspec tua l de los preverbios y s in decidir sobre la p e r t e n e n c i a d e c a d a presente his tór ico a u n o de los d o s t i p o s , l a s cifras m u e s t r a n que el presente his tór ico n o t i ene el va lor a s p e c t u a l d u r a t i v o del imperfec to , s ino que presen ta c ierta af in idad c o n el aoris to .

P o r cons igu iente , e l p r e s e n t e h i s t ó r i c o n o t i e n e v a l o r d u r a t i v o .

(') Op. cit. p. 14. Eriksson está en un error al atribuir a Wackernagel, Vorlesungen I p. 165, la opinión contraria: Wackernagel se refiere al presente de indicativo, sin especificar que trate del presente histórico.

(») L'aspect verbal etc. p. 260 ss. y 273 s.

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§ 255.—Con la cuestión del aspecto del presente histórico está íntimamente relacionada la de los tipos de verbos que admiten el presente histórico.

Es sabido que el presente histórico no existe en verbos de es­

tado Verbos como ειμί 'ser', κεϊμαι 'yacer', no aparecen nunca en el presente histórico.

Una ojeada a las listas de verbos en presente histórico que dan Eriksson ' y Koller ' es suficiente para convencer de que funda­

mentalmente pertenecen al tipo que nosotros denominamos trans­

formativo: ϊσταμαι, φεύγω, έρχομαι, πίπτω, φαίνεται, τυγχάνω 'obte­

ner', ευρίσκω, άμαρτάνω, τρέπω, λαμβάνω, όράω 'ver*, ττυνθάνομαι, κτείνω, δίδωμι, τίθημι, πείθω, γίγνομαι, ποιέω, τίκτω, γαμέω, κτλ.

Los no­transformativos, si bien son raros, no están excluidos del presente histórico. El comienzo de la Anabasis de Jenofonte (ci­

tado § 248) ofrece πείθεται. Iseo V 13 επειδή . . . ούκέτι ήμας δύναται έξαπαταν, πείθει Μενέξενον contiene δύναμαι no­transformativo. De φοιταν 'frecuentar', no­transformativo, hay Sófocles OR Í2b5 (en un contexto pretérito) φοιτ^ * γάρ ήμας έγχος έξαιτών πορεϊν. ΕΙ Marmar Parium muestra βασιλεύει (A 49, 58, 61, 72, etc.) y κυριεύει (Β 17). Es importante notar que todos estos verbos no­transfor­

mativos no indican un estado pasivo (como είμί, κεϊμαι), sino más bien una actividad.

§ 256.—Finalmente registremos la existencia de un perfecto his­

tórico paralelo al presente histórico (el perfecto es temporalmente equivalente a un presente). Stahl» da como ejemplo seguro Es­

quilo Choeph. (en un contexto de pretéritos 527 έδοξεν, 531 προσέσχε) 535 s. ή δ' έξ ύπνου κέκλαγενέπτοημένη. πολλοί δ'άνήθον . . . λαμπτήρες. Schwyzer · da Jenofonte Hell. VII 1, 41 (después de pretéritos 40 υπέστησαν . . . άπεκρίναντο . . . έτιηκολούθησαν . . . διελύθη). Αύθις δ' Επαμεινώνδας, βουληθείς τούς Αχαιούς προσαγαγέσθαι, δπως μάλλον σφίσι καΐ οί Άρκάδες και οΐ άλλοι σύμμαχοι προσέχοιεν τον νουν, έγνωκε στρατευτέον είναι έπί τήν Άχαιαν '. Por su valor, el perfecto es afín a los presentes no­transformativos. Y el solo hecho de que exista un perfecto histórico, en tanto que los verbos de estado no apare­

cen en presente histórico, confirma el resultado a que llegamos § 100: el valor del perfecto no es expresar el estado (generalmente resul­

tante de una acción), sino el contenido verbal después de su término.

(») Vid., V . gr., Schwyzer, Gr. Gram. II p. 271. (») Op. cit. p. 15 ss. (») Art. cit. p. 89 ss. (·) Brunel, L'aspect verbal etc. p. 271, acepta la enmienda φοίτα (L. Rous­

sel, REG 44, 1931, p. 3) arguyendo que serla el único ejemplo de verbo "dura­tivo" en presente histórico, lo cual no es exacto, como prueban otros ejemplos que aducimos.

(») Kritische historische Syntax des griech. Verbums p. 116, 3. (·) Gr. Gram. II p. 287. (') έγνωκε στρατευτέον es la lectura que dan los códices. Está apoyada

por los presentes históricos que siguen: πείθει . . . καταλαμβάνει . . . ύπερβαίνουσι y es lectio difficilior respecto a la enmienda έγνω έκστρατευτέον propuesta por Hertlein.

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§ 257.—Sobre el pretendido valor puntual del presente histórico observamos:

1.° En los textos, si bien el sentido puntual es frecuente en el presente histórico expresivo, hay también ejemplos de este tipo expresivo en los que el sentido puntual es inadmisible. Así Heró­

doto II 115, 2­4 είρώτα τόν Άλέξανδρον ó Πρωτεύς . . . ó δέ . . . κατέ­

λεξε καΐ . . . άττηγήσατο . . . μετά δέ ó Πρωτεύς είρώτα αυτόν . . . ήλεγχον . . . τέλος δέ δή σφι λόγον τόνδε έ κ φ α ί ν ε ι ó Π. λέγων δ τ ι . . . Tucídides III 109, 2 νεκρούς μέν άπέδοσαν καΐ τροπαϊον αύτοι έστησαν καί . . . άνείλοντο. άναχώρησιν δέ έκ του προφανούς ούκ έσπείσαντο άπασι, κρύφα δέ . . . σπένδονται Μαντινευσι και Μενεδαιφ καί τοις άλλοις άρ­

χουσι. . . άποχωρεϊν κατά τάχος. Los ejemplos podrían multiplicarse. 2.° En los textos, el presente histórico inexpresivo casi nunca

admite sentido puntual. Tal sentido repugna, en efecto, a ποιεϋ­

σιν . . . γίγνεται. . . ποιεϊ de Ferécides de Siro fr. 2 Diels­Kranz, a διαβάλλει y βουλεύεται de Jenofonte Anab. I 1 ,1 , a φοίτα de Sófo­

cles OR 1255, a δύναται de Iseo V 13. 3.° Perteneciendo los presentes históricos en su mayoría a ver­

bos transformativos, el sentido puntual que se suele atribuir al pre­

sente histórico no exige que su valor sea puntual, ya que en los semantemas transformativos el punto final de la transformación destaca por sí solo cuando el valor de la forma es simplemente neu­

tro (cf. § 133). Cuando no se trata de acciones momentáneas, fre­

cuentemente no se aprecia insistencia especial en el punto final. 4.° Si el valor del presente histórico fuera el puntual, se realiza­

ría forzosamente siempre como puntual initivo en los verbos no­

transformativos. La realidad es que, por ejemplo, en φοιτ^ y δύναται no se puede hablar de sentido initivo (§ 255).

5.° Brunel ha pretendido ver en el hecho estadístico de la afi­

nidad del presente histórico con el aoristo de indicativo en cuanto a empleo de preverbios una prueba del aspecto puntual de aquél. Tal conclusión sería admisible si el aoristo fuera únicamente pun­

tual. Dado que el aoristo, además del valor puntual, posee el valor neutro, la citada estadística demuestra únicamente que el presente histórico no es durativo (§ 254, 3).

El p r e s e n t e h i s t ó r i c o , pues, n o t i e n e v a l o r p u n t u a l .

§ 258.—Si el valor aspectual del presente histórico no es dura­

tivo ni puntual, hay que concluir que e l v a l o r a s p e c t u a l d e l p r e s e n t e h i s t ó r i c o e s n e u t r o .

Neutro es, en efecto, el valor de "langue" del presente de indi­

cativo. El valor de "langue" de una unidad del sistema es inherente a la forma y no puede alterarse en ninguna de sus reahzaciones, que son fenómenos de "parole"; el presente histórico es, como sa­

bemos, una realización psicológica de la noción de tiempo presente propia del presente de indicativo.

Con este valor neutro está, además, de acuerdo el uso del per­

fecto de indicativo como presente histórico: como establecimos

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Page 154: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

§ 83, el perfecto es neutro en cuanto a la oposición aspectual pre­

sente/aoristo. Empíricamente, por consiguiente, Brugmann­Thumb (§ 250) estaban en lo cierto al afirmar que el presente histórico unas veces era usado en lugar de un imperfecto y otras en lugar de un aoristo.

§ 259.—Este valor neutro corresponde bien al sentido puntual que generalmente presenta el presente histórico. Expresa la acción en sí desnuda de calificaciones aspectuales, como se puede apreciar en la mayoría de los ejemplos.

El sentido puntual, que a veces parece admisible, resulta de una reahzación de ese valor neutro en el contexto o en la situación. Interesante es el pasaje de Platón Lach 183 D­184 A " D e Estesi­

leo vale la pena contar cómo le resultó (απέβη) la invención de la guadaña atada a la lanza. Durante el combate, la guadaña se pren­

dió (ένέσχετο) en los aparejos del navio enemigo y se sujetó (άντε­

λάβετο). Estesileo tiraba (είλκεν) de ella queriendo soltarla y no podía (ούχ' οίος τ' ήν). Un navio estaba pasando de largo (παρήει) al otro. Mientras tanto, él corría a lo largo (παρέθει) de la nave aga­

rrando la lanza. Mas cuando la nave enemiga ganaba ya la delan­

tera (παρημείβετο) y le arrastraba a él (έπέσπα), que tenía cogida la lanza, fué dejando resbalar (ήφίει) la lanza por su mano, hasta que se agarró (άντέλαβετο) a su extremo... y, tirando alguien una pie­

dra . . . cerca de sus pies, suelta la lanza (άφίεται)". La acción de soltar la lanza es en este caso objetivamente puntual. El contexto, la situación, precisan el valor neutro de la forma reahzándolo con sentido puntual.

§ 260.—Queda por examinar la cuestión de la naturaleza de la realización psicológica que está en la base del presente histó­

rico (cf. §§ 183, 186): ¿hay en el presente histórico una representa­

ción en vivencia ("Erlebnisschau"), mediante la cual una imagi­

nación excitada haría pasar ante el "yo" el desarrollo de la acción * o una representación de conjunto ("Gesamtschau") de la acción verbal?

La falta de realizaciones claramente durativas en los dos tipos de presentes históricos (§ 254) y la no existencia de presentes histó­

ricos de verbos de estado (§ 255) excluye la posibilidad de que en el presente histórico griego haya una representación en vivencia.

Por consiguiente, e n e l p r e s e n t e h i s t ó r i c o — tanto en el expresivo como en el inexpresivo — h a y s i e m p r e u n a r e p r e s e n t a c i ó n d e c o n j u n t o d e l a a c c i ó n v e r b a l " .

§ 261.—Por lo expuesto hasta aquí se llega a la conclusión de

( ) Citado por Bruñe!, L'aspect verbal etc. p. 272. { ) Así piensa, como varios otros gramáticos, W. Havers, Handbuch der

erklärenden Syntax, 1931, p. 153: "Die Erinnerung an Selbsterlebtes (?) kann wieder so lebhalft vor die Seele des Redenden treten, das e r d e n V o r g a n g g l e i c h s a m v o n n e u e m e r l e b t " (espaciado por mi).

(») Notemos que este resultado conduce a rechazar la interpretación de K. von Fritz § 251.

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que n i e n e l a s p e c t o n i e n e l m e c a n i s m o p s i c o l ó ­

g i c o s e o b s e r v a u n a d i f e r e n c i a s u s t a n c i a l e n ­

t r e l o s d o s t i p o s d e p r e s e n t e h i s t ó r i c o e s t a b l e ­

c i d o s p o r l a d e s c r i p c i ó n e m p í r i c a . § 262.—La diferencia entre los dos tipos es de orden puramente

estiUstico. He aquí la interpretación que nos parece más funda­

mentada. Como observamos § 157, la posición natural, ingenua, del ha­

blante es la de situarse psicológicamente de cara a los aconteci­

mientos que narra, desinteresándose de su situación en el tiempo. En principio, la expresión con el presente de indicativo de una

acción objetivamente pretérita significa únicamente que se pres­

cinde de la notación—y quizá de la percepción—de la distancia temporal. Así, en el pasaje de Ferécides de Siro, en el comienzo de la Anabasis, en Eurípides Bacch. 1 s. (§ 248), hay únicamente un no tener en cuenta la distancia temporal, un situarse ingenuamente­

de cara a los acontecimientos que se narran, sin buscar efecto ex­

presivo de ninguna clase. Cuando un relato transcurre expresado gramaticalmente en pre­

térito, es decir, con la notación expresa de la distancia temporal, una acción interesante del relato atrae la atención y hace que el hablante (o, naturalmente, el que escribe) adopte la postura natu­

ral e ingenua de situarse de cara al acontecimiento, sin sentir la dis­

tancia temporal. La acción expresada en presente de indicativo adquiere por ello mayor relieve, destaca más. Así έπορ^ de Heró­

doto I 10 1­2, σπένδονται de Tucídides III 109, 2. Frecuentemente, pero no necesariamente, la acción que de este modo atrae el inte­

rés es nueva, inesperada, súbita: de ahí que el presente neutro apa­

rezca en numerosos pasajes con un sentido puntual, generalmente momentáneo. Ejemplos de ello son el ya citado έπορςί de Heró­

doto I 10, 1­2, τιτρώσκεται y αποθνήσκει de Tucídides V 10, 7 ss., πτάρνυται de Jenofonte Anab. III 2, 7­9.

Si, después de un primer presente que ha resultado expresivo, el hablante continúa en la posición psicológica ingenua de estar de cara a los acontecimientos, esto es, si sigue expresándose en presente, los nuevos presentes pueden resultar también expresivos, si la acción o acciones que expresan siguen siendo en sí interesan­

tes (caso de Tucídides I 136­138, 2, donde una serie de 14 presen­

tes históricos, algunos consecutivos, refieren la huida de Temísto­

cles), o bien pueden carecer de expresividad (caso de Heródoto I 98, 2 έκέλευε αυτούς οικία τε . . . οίκοδομήσαι καΐ κρατϋναι αυτόν δορυφόροισι. ποιεϋσι δή (expresivo; nótese δή llamando la atención) ταϋτα oí Μήδοι' οίκοδομέουσί τε . . . οίκία . . . καΐ δορυφόρους αύτφ έπιτρέπουσι (inexpresivos) . . . καταλέξασθαι.

La expresividad o inexpresividad de un presente histórico—tal como se entiende la expresividad en las descripciones empíricas— depende, pues, del contexto y de' la situación. Pero l i n g ü í s ­

t i c a y p s i c o l ó g i c a m e n t e e l p r e s e n t e h i s t ó r i c o

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e s u n o . De esto deriva la dificultad de clasificar los presentes históricos como expresivos o como inexpresivos. En Jenofonte Anab. I, 1,1 ss. γίγνονται es claramente inexpresivo; pero en algu­

nos que siguen la decisión es difícil. Incluso en el Μ armor Parium, a pesar de su carácter analítico puramente registrador, la duda está permitida en algún caso. Así en A 49 Jacoby άφ' οΰ Σιμωνίδης ó Σιμωνίδου f πάττπος τοϋ ποιητοΰ, ποιητής ών και αυτός, ένίκησεν Άθήνησιν καΐ Δαρείος τελευτ^, Ξέρξης δέ ó υιός βασιλεύει, έτη κτλ. (489/488 a. C) . Objetivamente la muerte de Darío y la subida de Jerjes al trono son hechos interesantes por la trascendencia que tuvieron para los griegos. Más claro es Β 17 άφ'ού [Ν]ικοκρέων έτε­

λεύτησεν και Πτολεμαίος κυριεύει τής νήσου έτη κτλ. (311/10 a. C.) (311/310): Ptolemeo se apodera de la misma isla de Paros, en la que se grabó la crónica epigráfica ». Notemos de paso que el valor neutro del presente en los no­transformativos βασιλεύει, κυριεύει se realiza como puntual initivo (de acuerdo con el principio estable­

cido § 131) por la acción del contexto y de la situación; el hecho de reinar o de ser dueño no es objeto de datación; la tabla cronológica se refiere a sus comienzos respectivos.

§ 263.—El análisis que hemos llevado a cabo ha puesto en nues­

tras manos resultados que permiten comprender funcionalmente el fenómeno curioso que es el presente histórico.

S u v a l o r a s p e c t u a l e s n e u t r o : es el valor del pre­

sente de indicativo en el sistema. Su sentido temporal deriva de una realización psicológica del valor temporal del presente.

El fenómeno del presente histórico es perfectamente natural en un sistema verbal dotado de una categoría gramatical de tiempo presente distinta de la de tiempo pretérito ». La existencia del presente histórico nó es una reliquia ni un fenómeno propio de un sistema verbal imperfecto, defectuoso (contra H. Koller') . Ni tam­

poco la causa de su falta en Homero puede radicar en el sistema verbal, que es el mismo en Homero que en Heródoto o Tucídides en lo que concierne a los factores que afectan al presente histórico (contra K. von Fritz ·), sino que obedece a razones puramente esti­

lísticas (§ 161).

(>) K. von Fritz, art. cit. p. 200. vacila en su apreciación. Según él, los presentes históricos del Marmor Parium pertenecen técnicamente al tipo que llamamos "expresivo", puesto que generalmente están rodeados de aoristos; pero por su efecto están más estrechamente emparentados con el tipo encon­trado en Ferécides o Jenofonte.

(») Sobre la espontaneidad y naturalidad con que se produce el presente histórico vid. R. Heinze. Streitberg­Festgabe, 1924, p. 123. y W. Havers. Hb. der erkl. Synt., 1931, p. 153 s.

(') Art. cit. p. 76: "Das Praesens historicum ist also eigentlich ein Relikt, das nicht in eine Sprache mit vollausgebautem Tempussystem passt".

(*) Art. cit. p. 196 s.

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CAPITULO XI

EL ASPECTO DEL AORISTO "GENERAL"

§ 264.—Para la expresión de un contenido verbal de un modo general, fuera de toda relación temporal, el griego antiguo contaba con dos medios.

Uno era el uso del presente intemporal, que no es sino una rea­

lización psicológica en la "parole" del valor del presente en el sis­

tema de tiempos de la "langue", según vimos ya. Es el tipo ó μή δαρείς άνθρωπος ού παιδεύεται.

Otro era el uso de formas de indicativo provistas de desinen­

cias secundarias. Por constituir el término no caracterizado de la oposición temporal presente/pretérito y por ser ésta a su vez tér­

mino no caracterizado de la oposición futuro/presente­pretérito, estas formas de pretérito poseen en la "langue" un valor neutro, de indiferencia a toda distinción temporal. De ahí su empleo en ex­

presiones intemporales. Es el tipo παθών δέ τε νήπιος έγνω. § 265.—La estructura del sistema haría esperar la existencia

de un aoristo intemporal, de un imperfecto intemporal y de un pluscuamperfecto intemporal, ya que en este valor intemporal sólo están en juego las oposiciones temporales. En realidad, sólo existe el aoristo intemporal, que denominamos aoristo "general". Por con­

siguiente, el primer problema que se nos plantea es el de explicar la falta del imperfecto intemporal y del pluscuamperfecto in­

temporal. Pero este problema está indisolublemente ligado a la cuestión

central de este capítulo, a saber, la determinación del aspecto del aoristo general, ya que, por ser la lengua un conjunto orgánico, lo uno no puede menos de estar relacionado con lo otro.

§ 266.—Los resultados obtenidos § 135 en la definición funcio­

nal del significado aspectual del aoristo nos permiten concretar el planteamiento del problema. En cuanto término no caracterizado de la oposición aspectual presente/aoristo, el aoristo posee un sig­

nificado que abarca dos valores: puntual {reaUzado como momen­

táneo, initivo y finitivo) y neutro, de indiferencia a la notación de la duración. Como el significado de un término de una oposición es el mismo en todas las posiciones en que se reahza esa oposición,

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se trata de saber si el aoristo "general" presenta esos dos valores o sólo uno de ellos y, en este último caso, de precisar cuál de los dos es el que aparece.

§ 267.—H. Meitzer », que no v i o en el aoristo general, sino un empleo intemporal, le asignaba el valor "confectivo" del aoristo en general ("Ausdruck des Abschlusses der Handlung"); admitía la existencia de aoristos ingresivos (como έχάρη en Γ 23 ss. ώς τε λέων έχάρη μεγάλω έπΙ σώματι κύρσας πεινάων μάλα γάρ τε κατεσθίει, εϊπερ άν αυτόν σεύωνται ταχέες τε κύνες θαλεροί τ'αίζηοί) y, por otra parte, la de aoristos "constativos" (como en Γ 33 ss. ώς δ'δτε τις τε δράκοντα ίδών παλίνορσος άπέστη ουρεος έν βήσσης, ύπό τε τρόμος έλλαβε γυϊα, άψ δ'άνεχώρησεν, ωχρός τέ μιν εϊλε παρειάς). Wackerna­

gel ' es de opinión que el aoristo general está empleado con aspecto "efectivo" o "ingresivo", mientras que en el presente (o en el per­

fecto) se expresa un estado ("das Zuständhche", entendido en sen­

tido ampho: así κατεσθίει del símil de Γ 23 ss.). Para E. Hermann», el aoristo general expresa, como el tema de aoristo en general, el comienzo o el final de la acción; en apoyo de ello presenta como ejemplos los aoristos de los símiles Γ 23 ss. y 33 ss. recién citados.

§ 268.—Como nuestro examen §§ 115­117 puso de manifiesto la insuficiencia y subjetividad de las definiciones usuales del as­

pecto "ingresivo" ( = "inceptivo", "incoativo", etc.) y "termina­

tivo" ( = "confectivo", "perfectivo", "efectivo") de las formas ver­

bales, el problema debe ser estudiado de nuevo, empezando por el análisis mismo de los textos. En efecto, todos los aoristos gnómi­

cos de los símiles homéricos recién citados (έχάρη, άττέστκ), Ιλλαβε, άνεχώρησεν, εϊλε) pertenecen a semantemas transformativos ("ale­

grarse", "apartarse", "apoderarse", "retirarse", "coger") y, por tanto, el examen meramente empírico no permite, salvo condicio­

nes especiales •, determinar si son aoristos con valor aspectual neu­

tro o puntual finitivo, según vimos § 133. La existencia de aoristos gnómicos puntuales sólo puede ser determinada con seguridad en los semantemas no­transformativos, en los cuales el valor puntual initivo no se confunde con el valor neutro.

§ 269.—Anahcemos, pues, desde este punto de vista los aoris­

tos generales que, de diversas procedencias desde Homero hasta el s. IV a. C , cita Schwyzer» clasificándolos bajo distintas rú­

(») IF 17, 1904, p. 244 s. (») Vorlesungen I p. 180. (») Nachrichten Gottingen, phil.­hist. Kl., 1948, p. 634 s. La definición de

Hermann se complica con su compleja clasificación de "categorías" aspectuales, sobre lo cual vid. § 76. Véase una bibliografía completa sobre la cuestión en Schvfyzer, Gr. Gram. II p. 285 ss.

(«) .Por ejemplo, en el tipo lireiOov . . . ÍTreíaa (§ 130), que no he encon­trado en los aoristos generales.

(') Gr. Gram. II p. 282 ss., apartados 6 a 9. Del apartado 5 (aoristos que designan, según Schwyzer, "ein einmalig gedachtes Ereignis") algunos ejem­plos han de ser considerados como aoristos intemporales. Todos son, por lo demás, también de verbos transformativos.

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bricas. Se observará que, salvo los tres casos que estudiamos § 270, todos pertenecen a semantemas transformativos.

a) Aoristo de indicativo en situaciones típicas de Scliwyzer: X 490 ss. κοτύλην τις τυτθον έπέσχε (§ 270) . . . έδιηνε (bis) . . . έκ

δαιτύος έστυφέλιξε. Ν 729 ss. έδωκε . . . έσάωσε . . . άνέγνω. ζ 185 έκλυον. Hesíodo Theog. 81 ss. κατέπαυσεν. Semónides fr. 1, 18 Diehla άψαντο. Idem fr. 7, 49 έδέξατο. Heródoto III 82, 3 απέβη. Platón Resp. 566 E ήλευθέρωσε . . . διένειμε. I 502 ss. ώνησαν . . . έκλυον. Ω 335 έκλυες. Eurípides Med. 245 έπαυσε. Fragmenta iambica adespota 29 Diehla κατέπιεν. Tucídides I 84, 2 άνεπείσθημεν. Platón Phaedo 113 D διεδικάσαντο. Demóstenes X X I I I 206 έτιμήσατε. Δ 440 ss. έστήριξε. Ρ 177 άφείλετο. Σ 108 ss. έφέηκε. Ξ 217 έκλεψε. η 216 S. έκέλευσεν. λ 201 έξείλετο. ξ 63 έδωκεν. δ 356 ήνυσεν. ξ 463 ss. έφέηκε . . . άνηκε . . . προέηκεν. 6) Aoristo de indicativo para acontecimientos típicos de

Schwyzer. Τ 93 s. κατά δ'οδν έτερον γε πέδησε. Heródoto II 96, 2 έν ών έπάκτωσαν. Idem IV 60, 2 περί ών έβαλε. Hipócrates De morbis 1 15 διΌδν έφθειρε. Ibidem I 18 διΌδν έφθειρε. Ibidem I 14 διΌδν εφθάρησαν. Epicarmo fr. 124 Kaibel γλυκύν γ' έπ'ών έπίομες οϊνον. Heródoto I 132, 2 έθηκε ών. Idem I 194, 4 άπ'ών έκήρυξαν 'expulsan'. Idem II 4 7 , 1 άπ'ών έβαψε έωυτόν. Idem II 39, 2 άπ' ών έδοντο. Idem II 85, 1 κατ'ών έπλάσατο τήν κεφαλήν ττηλφ. Hipócrates De morbis II 51 άπ'οδν ώλετο. Ibidem I 21 διΌδν εφθάρησαν. Epicarmo fr. 35, 6 Kaibel κάπ'ών ήχθόμαν. Teognis 661 ss. έγεντο . . . καί τε πενιχρός άνήρ αϊψα μάλ' έπλού-

τησε (§ 270) και δς μάλα πολλά τ^παται έξαπίνης άπό γ'οδν ώλεσε νυκτΐ μιη. και . . . ήμαρτε . . . έσπετο . . . έλαχεν.

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Page 160: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

c) Aoristo de indicativo en símiles, especialmente homéricos, de Schwyzer.

Ρ 53 ss. έξέστρεψε . . . έξετάνυσσε. Π 352 ss. έττέχραον . . . διέτμαγεν. Ε 902 συνέπηξεν. Γ 33 ss. άτιέστη . . . έλλαβε . . . άνεχώρησεν . . . εϊλε. Ν 389 ss. ήρι,πε . . . έξέταμον. Ε 597 ss. άνά τ'έδραμ' ' όπίσσω. Α 548 ss. έσσεύαντο . . . έβη. Ο 271 ss. έσσεύαντο . . . είρύσατ' (§ 270) . . . έφάνη . . . (έην § 277) . . .

άττέτραπε. d) Aoristo gnómico, en sentencias, de Schwyzer. A 218 έκλυον. Ρ 98 s. κυλίσθη. Σ 309 κατέκτα. Hesíodo Op. 344 s. γείτονες αζωστοι Ικιον, ζώσαντο δέ ττηοί. Υ 198 έγνω. Hesíodo Op. 218 έγνω. Sófocles Ant. 1352 έδίδαξαν. I 320 κάτθανε. Teognis 329 εΐλεν. Pindaro 01. XII 10 έπεσεν. Ibidem VII 31 παρέπλαγξαν. Tucídides V 103,1 καθεϊλεν. Isócrates I 6 άνήλωσεν . . . έμάρανε . . . ώφέλησεν . . . έβλαψε . . .

έκόσμησε . . . έπεσκότησεν. Tucídides III 4 5 , 1 ήλθεν. Κ 224 ένόησεν. Teognis 500 έδειξε. § 270.—De los 94 ejemplos de aoristos generales que, proce­

dentes de diversas épocas, dialectos y autores, hemos registrado en el § 269, sólo 3 pertenecen a verbos no­transformativos:

X 494 κοτύλην τις τυτθον έτιέσχε χείλεσσι 'acerca', 'pone sobre los labios' (cf. el mismo sentido en I 489 οϊνον έπισχών, π 444 έπέσχε οϊνον έρυθρόν, Χ 83 τοι μαζον έπέσχον, siempre en aoristo; los dos aoristos de indicativo citados soii temporales pretéritos) es un pun­

tual initivo de επέχω 'tener sobre': ρ 409 ss. θρήνυν . . . φ ρ' έπεχεν λιπαρούς πόδας 'el escabel sobre el que tenía sus pies'.

Teognis 663 καί τε πενιχρός άνήρ αϊψα μάλ' έπλούτησε de πλουτέω 'ser rico', es un aoristo puntual initivo (nótese αϊψα μάλα).

O 271 ss. oí δ'ώς τ'ή έλαφον κεραον ή άγριον αϊγα έσσεύαντο κύνες τε καΐ άνέρες άγροιώται" τον μέν τ' ήλίβατος πέτρη καί δάσκιος ΰλη είρύσατ' ούδ'άρα τέ σφι κιχήμεναι αϊσιμον ήεν. ΕΙ aoristo gene­

ral είρύσατο de είρύω 'proteger', no­transformativo, tiene valor neutro.

Resulta, pues, que e 1 97 % (89/92) d e l o s a o r i s t o s g e ­

(') άνα­τρέχω 'retroceder' es transformativo.

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n e r a l e s e s t á n f o r m a d o s s o b r e s e m a n t e m a s t r a n s ­

f o r m a t i v o s . § 271.—Estudiemos ahora desde este mismo punto de vista los

presentes intemporales. Un repertorio extenso y cómodo de los mis­

mos lo tenemos en las Γνώμαι μονόστιχοι de Menandro (FCG Meineke IV p. 340 SS.Ì. Operamos con las 564 primeras y prescindimos de los Supplementa I, II y III , qué contienen desde la 565 hasta la 758).

Sólo tomamos en consideración las que están en presente de indicativo. Hemos eliminado, pues, las que adoptan la forma de un precepto en imperativo, de una posibilidad en optativo, de un fu­

turo generalizador, etc. No son tenidas tampoco en cuenta las ora­

ciones nominales, en las que posiblemente habría que sobrentender el presente de indicativo de είμί. También eliminamos las frecuentes sentencias con una forma del presente de indicativo de είμί, a pesar de que este verbo es de naturaleza no­transformativa. He aquí el inventario.

Presentes generales formados sobre semantemas transformativos: 6 φέρει βλάβην, 11 άγει, 14 άγει, 15 βλάπτονται, 21 έκφεύγει, 22 ποιεϊ, 26 γνωρίζεται, 27 άπόλλυται, 29 σώζει, 31 μαλάσσεται, 41 πάντας ήμερους τελεϊ, 42 βόσκουσι, 43 γιγνώσκομεν, 55 θηρεύεται, 67 γίγνεται, 71 βλάπτει, 83 φέρει, 89 τ ί κ τ ε ι . . . κομίζεται, 91 έρχεται. 100 δίδωσιν, 106 βουλεύεται, 111 προστρίβεται, 112 γίγνεται, 123 ξυλεύεται, 134 γίγ­

νεται, 140 φέρει, 141 διδοϊ, 149 αύξεται, 150 γίγνεται, 156 παύει, 158 ­όμολογεϊ, 170 έπιλανθάνονται, 176 γίγνεται, 180 φαίνεται, 181 δλ­

λυται, 184 φύεται, 195 πυρπολεί, 203 διαστρέφει, 215 ψαύει, 217 τίκτει, 223 μαρτυρεί, 224 δίδωσι, 227 ποιεϊ, 228 λέγει, 234 δρςί, 237 ποιεϊ. 242 παρίσταται, 25iύπεpπηδqi, 252 παρίσταται, 276 κρίνει, 286 φύεται, 291 φέρει, 294 κολάζεται, 301 φέρει, 303 φέρουσι, 305 κτώμεθ', 314 διοι­

κεϊ, 316 τίκτουσιν, 323 λυπεϊ, 337 διδάσκει, 347 γηράσκει. 368 γίγνεται, κρίνεται, 385 αναπαύει, ποιεϊ, 393 τιτρώσκει, 404 περιφέρει, 415 βου­

λεύεται, 420 αναγκάζει, 422 παιδεύεται, 424 ποιεϊς, 425 αποθνήσκει, 428 δίδωσιν, άφαιρεϊται, 429 αναγκάζει, 430 έξαμαρτάνει, 431 έπιχειρεϊ, 446 ποιεϊ, 449 γίγνεται, 455 ποιεϊ, 459 φέρει, 460 τρέφει, 466 ανατρέ­

πει, 483 γίγνεται, 485 προσκοπεϊ, 490 λέγω, 491 έρχεται, 494 γίγνεται, 496 φέρει, 500 ευρίσκει, 511 ευρίσκεται, 514 ποιεϊ, 518 άλίσκεται. 524 γίγνεται, 536 αναλίσκεται, 538 ανοίγει, 539 κομίζει, κομίζεται, 541 γίγνεται, 542 τιτρώσκεται, 543 νίπτει, 545 άμαυροϊ, άγει, 547 λανθά­

νει, 553 λυμαίνεται. Presentes generales formados sobre semantemas no­transforma­

tivos: 1 δεϊ, 7 έχει, 10 άμνημονεϊ, 19 δυστυχεϊ, 28 μισεϊ, 38 ήδομεν. 51 μοχθεϊ, 52 έχει. 64 βουλόμεθα, δυνάμεθα, 65 βιοϊ, 69 βροτοϊς πάσιν άποθανεϊν οφείλεται, 78 ζής, 87 βούλεται, 96 δεϊ, 108 γελ^ί, 109 δια­

φέρει, 115 δεϊ, 120 δύναται, 125 δεϊ, 136 έπίσταται, 139 δεϊ, 157 δεϊ, 163 κακώς φρονοϋσι, 169 κρατεϊ, 171 μισοϋσι, 189 ζώμεν, 190 ζώμεν, θέλομεν, δυνάμεθα, 200 ζώμεν, 211 δεϊ, 213 κρατεϊ, 221 πρέπει, 226 χωρεϊ, 236 θέλομεν, δυνάμεθα, 250 εύτυχεϊ, 265 έχει, 280 δεϊ, 281 ίσχύει, 282 χρή, 292 έχει, 306 εύτυχεϊ, 328 δεϊ, 332 μισώ, 340

­ ι63 ­

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έχει, 344 δει bis, 349 μένει, 350 υπηρετεί, 351 έχει, 352 μισώ, 360 μισώ, 366 συμφέρει, 371 έχει, 375 πρέπει, 376 νικ^, 380 δει, 392 συμ­

φέρει, 403 έχει, 409 ισχύει, 410 ισχύει, 412 έπίσταται, 424 νοεϊς, βλέπει, 425 φιλουσιν, 426 έχει, 427 εμποδίζει, 435 χρή, 437 έχει, 438 βλέπει, 447 εύτυχοϋσιν, φρονοΰσιν, 451 έχει, 458 ανέχεται, 462 συμμαχεί, 464 έχω, 468 ζής, 470 δεϊ, 480 χρή, 481 νοεϊς, 484 πρέπει, 489 έχει, 497 νομίζομεν, 501 δρ^, 513 ήδονται, 528 φιλεΐ, 530 διαφέρει, 534 δεϊ, 554 μισεϊ.

§ 272.—La misma compilación de γνώμαι de Menandro presenta 8 ejemplos de aoristo general ("gnómico" concretamente) Todos pertenecen a verbos transformativos:

205 ήγαγεν, 320 έφυ, 357 έτυχε γενναίου φίλου, 439 έπαύσατο, 443 άπώλεσεν, 487 ευρέθη, 495 ώρθωσεν, 517 έφυ.

Εη resumen: Sin contar los 91 presentes de είμί, l o s ρ r e ­

s e n t e s g e n e r a l e s p e r t e n e c e n e n u n 54 % (107 ejem­

plos) a s e m a n t e m a s t r a n s f o r m a t i v o s y e n u n 4 6 % (89 ejemplos) a s e m a n t e m a s n o ­ t r a n s f o r m a t i v o s .

Los aoristos generales pertenecen en un 100 % a semantemas transformativos, lo que coincide sustancialmente con el 97 % es­

tablecido § 270. § 273.—Para la interpretación de estos datos es importante

tener en cuenta: 1.° El presente de indicativo que, realizado como presente ge­

neral, coexiste con el aoristo general, tiene un valor aspectual neu­

tro indiferente a la expresión de la duración y de la puntualidad (§ 186).

2.° La formación de los aoristos generales sobre verbos trans­

formativos no permite asegurar la existencia de un valor pun­

tual", sino que inclina a admitir en principio un valor neutro: en ninguno de los numerosos ejemplos estudiados se advierte una insistencia clara en la momentaneidad del proceso ni en su punto final.

§ 274.—Dado que el presente general es neutro y que no exis­

ten pruebas de aoristos generales con valor puntual más que para 2 casos (§ 270), es lícito establecer que e l a o r i s t o g e n e r a l e s f u n d a m e n t a l m e n t e n e u t r o e n c u a n t o a l a s ­

p e c t o . O, formulado de otro modo: E n l a p o s i c i ó n d e t i e m p o

n e u t r o h a y n e u t r a l i z a c i ó n d e l a o p o s i c i ó n a s ­

p e c t u a l p r e s e n t e / a o r i s t o . Paralelamente a la neutralización de esa oposición aspectual

en la posición de modo (§§ 172­176), podemos definir esta neutra­

lización como una n e u t r a l i z a c i ó n i m p e r f e c t a , si bien se reahza en un 98 % de los casos, y establecer una c a u s a d e ­

(*) 411 Ούπώποτ' έδήλωσα πολυτελή νεκρόν, con ούπώποτε 'nunca hasta ahora' generalizador; es un aoristo pretérito de experiencia.

(·) De los tres casos de aoristo general de verbos no­transformativos, dos (έπέσχε y έπλούτησε) son puntuales initivos; el otro (είρύσατο) es neutro.

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t e r m i n a n t e s i m i l a r : cuando se considera un contenido verbal en abstracto, en general, interesa la noción verbal en sí, pura, desprovista de calificaciones aspectuales.

§ 275.—Como a r c h i m o r f e m a aparece el del aoristo en los semantemas transformativos, porque en ellos el valor puntual (finitivo) del aoristo carece de relieve y es difícilmente separable del valor neutro: destaca siempre la transformación en sí (§ 174).

En los semantemas no­transformativos el aoristo es evitado como archimorfema, porque aquí su valor puntual (realizado como initivo) destaca fuertemente y precisamente se trata de no notar valores aspectuales. Paralelamente a lo que ocurre en la neutrali­

zación en la posición de modo, en estos semantemas no­transfor­

mativos sería de esperar el uso de la forma durativa correspon­

diente, ya que, por estar imphcito ese valor durativo en el carác­

ter no­transformativo del semantema (salvo cuando son momen­

táneos), no modificaría sensiblemente el sentido de éste con la no­

tación de valores aspectuales especiales (así el puntual initivo). Esto es, se esperaría en griego la existencia de un imperfecto gene­

ral reahzado en semantemas no­transformativos. Si tal imperfecto no existe, es debido a que en indicativo existía un presente general que poseía una gran ventaja sobre el imperfecto: la de ser aspectual­

mente neutro, excluyendo por completo toda notación aspectual, mientras que el imperfecto sería siempre positivamente durativo.

§ 276.—En virtud de su valor aspectual exclusivamente neutro, el presente de indicativo general admitía cualquier tipo de seman­

temas, transformativos o no­transformativos, como hemos obser­

vado § 272. Que el presente general no es usado por un (hipotético) valor du­

rativo resulta claro: 1.° En sentencias como la de Ν 730 s. άλλφ μέν γαρ δώκε θεός

πολεμήϊα έργα. . . . άλλ<)) δ'έν στήθεσσι τιθει νόον εύρύοπα Ζεύς έσθλόν, donde Ε. Hermann ' reconoce no comprender el motivo de la elec­

ción de aoristo y presente en έδωκε y τιθεϊ (ambos son transformati­

vos). La misma observación se puede hacer en Teognis 499 s. èv Ttopi μέν χρυσόν τε καί αργυρον ϊδριες άνδρες γινώσκουσ', ανδρός δ'οΐνος έδειξε νόον. Εη έλέφας μυός ούκ άλεγίζει (no­transformativo) el sentido durativo procede del semantema, mas no de la forma (no hay insistencia ni contemplación ninguna de la duración). Lo mismo en κείται del símil Δ 141 ss. o en βρύει 'está cargado' de Ρ 53 ss. En este último símil el sentido durativo de τρέφει έρνος άνήρ έριθηλές es dado por el contexto y por el mismo sentido de τρέφει (transfor­

mación no rápida), pero no es valor expresado por la forma gra­

matical. 2.° En el uso del perfecto (que temporalmente es un presente)

con sentido general: Π 384 ώς δ'ύπο λαίλαπι πασα κελαινή βέβριθε χθων ήματ' όπωρινώ. Η 4 ss. ώς δέ θεός ναύττισιν έελδομένοισιν έδωκεν

Nachrichten Gottingen, phil. hist. Kl., 1943, p. 635.

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οδρον. . . καμάτ({) δ'ύπό γυϊα λέλυνται. Ο también επιχώριοι οδρον ϊσασιν. ΕΙ perfecto, que en estos semantemas transformativos nota un estado, es neutro en lo concerniente a la notación de la duración de ese estado (§ 83).

§ 277.—Interesante en extremo es la presencia del "imperfecto" ήεν en medio de aoristos generales en símiles como O 271 ss. έσσεύαντο, . . . είρύσατ', ούδ'άρα τέ σφι κιχήμεναι αϊσιμον ήεν. . . . έφάνη . . . άττέ­

τραπε. . . Lejos de implicar la existencia de un imperfecto general, prueba el carácter aspectual neutro de los aoristos y confirma el valor aspectual también neutro de ήν, que establecimos §§ 192­194.

§ 278.—La falta de un pluscuamperfecto general es, sin duda, debida a la existencia del perfecto general, aspectualmente equiva­

lente, motivado psicológicamente y apoyado por el presente gene­

ral, extraordinariamente frecuente. En la antinomia entre valores de "langue" y realizaciones de

"parole" para la expresión intemporal, de que tratamos § 166, se observa un claro predominio de las realizaciones psicológicas (tiempo de presente general) sobre la utilización del valor neutro del sistema temporal de la "langue" (pretérito). La causa de este predominio es obvia: las realizaciones del tiempo presente como presente gene­

ral obedecen a factores humanos universéiles, psicológicos y supra­

lingüísticos. § 279.—El valor aspectual fundamentalmente neutro del aoristo

general confirma que este aoristo ha de ser separado del aoristo de anterioridad inmediata del tipo έγέλασα, que § 181 hemos interpre­

tado como exclusivamente puntual. En efecto, a diferencia de lo que ocurre en el aoristo general, en el tipo έγέλασα están abundan­

temente representados los semantemas no­transformativos. En el escaso número de ejemplos que da Schwyzer ' de este tipo se en­

cuentran: Sófocles Ph. 1314 ήσθην πατέρα τον άμόν εύλογοϋντά σε. Eurípides Suj>pl. 1161 έκλαυσα τύδε κλύων έπος. Idem El. 248 φμωξ' (acaso puntual momentáneo). Aristófanes Eq. 696 ήσθην άπειλαϊς, έγέλοισα ψολοκομπίαις.

(») Gr. Gram. II p. 282. Como indicamos § 165 nota, Schwyzer reduce el aoristo general a aoristo de la anterioridad inmediata.

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RECAPITULACIÓN

Cuando trata de determinar las nociones expresadas por las formas gramaticales, la lingüística (concretamente: la sintaxis con­

cebida en sentido amplio) se enfrenta con un problema capital. Del conjunto de sentido de una frase ¿qué nociones son las expresa­

das por cada una de las formas? Esto es, es necesario separar el valor de cada forma gramatical de las nociones que pertenecen a los elementos léxicos utilizados y de las que son aportadas por el contexto, por la situación, por la intervención del factor psico­

lógico. Desde los tiempos de los neogramáticos existen análisis satis­

factorios de la intervención de la psicología en el acto de la palabra. Pero la separación de los demás elementos apenas ha progresado. En la perspectiva histórico­genética aplicada a este problema desde entonces se ha tratado de descubrir el significado primitivo de una forma indoeuropea ("Grundbedeutung") y de expücar por él los usos ("Gebrauchsweisen") conocidos en las distintas lenguas de la famiha. Pero si una forma presenta cierta complejidad, este pro­

grama ha resultado irrealizable: no se contaba con un método para, dentro de una misma lengua y prescindiendo de toda construcción histórica, distinguir lo que es valor de una forma ("Bedeutung") de los sentidos que pueden considerarse derivados o simplemente ad­

heridos ("Gebräuche"). Situada frente a este problema, cuando el significado primitivo no resultaba visible, la hngüística histórica tomaba uno de estos dos caminos: o se limitaba a establecer corres­

pondencias en los usos de Una forma en las distintas lenguas empa­

rentadas, renunciando a establecer la "Gnmdbedeutung"; o bien operaba sobre los textos con un método empírico inventariando usos para después extraer un significado común a todos, si es que ello era posible, o para dar la prioridad a uno de ellos, lo que con fre­

cuencia ha dependido del arbitrio de cada hngüista. En reahdad, este método puramente empírico es inviable. ¿Cómo incluir en una definición de este tipo el aoristo puntual y el aoristo "factivo" que puede designar una acción que dura: έβασίλευσα τριάκοντα έτη? Casi 80 años de investigación gramatical no han logrado, con estos mé­

todos, dar definiciones satisfactorias de las diferentes categorías aspectuales del verbo griego.

1 6 7 —

Page 166: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

Intentar, en pura consideración estática, resolver el problema de la determinación del valor de una forma gramatical presupone la admisión de la concepción saussuriana de la lengua como sistema orgánico, al menos como hipótesis de trabajo ("Arbeitshypothese"), ya que no puede admitirse comò científico el método consistente en asignar a una categoría gramatical un valor cualquiera de entre los inventariados en los textos. Por el contrario, si la lengua es un sis­tema, con su estructura y sus leyes propias, el valor de una catego­ría gramatical dependerá del que resulte admisible para cada una de las otras categorías del sistema; un error cometido al establecer el valor de una categoría repercutirá en el sistema entero y será, por ello, más fácil de descubrir. Es decir, esta concepción sistemoló-gica de la lengua ofrece la única posibihdad científica de establecer el significado de una forma gramatical, siempre a reserva de veri­ficar ese significado mediante una comprobación completa, consis­tente en interpretar a partir de él t o d o s los usos de la forma como realizaciones del significado establecido. Este proceder no debe entenderse como exclusivamente deductivo. En nuestro es­tudio, la teoría sistemológica y la interpretación del sistema de as­pectos y tiempos del verbo griego se han desarrollado orgánica­mente. Unas veces la teoría ha iluminado los datos y otras veces han sido éstos los que han vivificado la teoría, estimulando su des­arrollo. El descubrimiento del valor aspectual neutro del presente de indicativo es una muestra de lo que decimos: fué presentido teó­ricamente, comprobado en los textos y, finalmente, provocó un des­arrollo más completo de la teoría de la neutralización de las oposi­ciones morfológicas expuesta §§ 50-59.

Una vez obtenida la adecuada comprobación, el análisis fun­cional no puede ser concebido como un método descriptivo pura­mente externo. El establecimiento de la estructura del sistema gramatical dado, la determinación de los valores de sus categorías y la interpretación de los sentidos especiales como productos de la realización de esos valores, equivalen a una formulación expresa, en el plano iluminado de la conciencia, del pensamiento lingüístico inconsciente, que ha estructurado el sistema dehmitando campos, fijando diferencias, seleccionando nociones, estableciendo oposicio­nes. Tal es, en sustancia, el objeto de todo análisis lógico, psicoló­gico o hngüístico: pasar lo inconsciente o subconsciente al plano de la conciencia.

Operando constantemente sobre los textos, el análisis psicoló­gico y la aphcación de ciertos criterios funcionales—reducidos en número y notables por su simplicidad—nos han permitido siempre ehminar o al menos reducir considerablemente la subjetividad y arbitrariedad de todo examen meramente empírico.

Fundamental, por cuanto que nos ha permitido separar las no­ciones pertenecientes a los elementos léxicos o semantemas, es la clasificación de los semantemas verbales en t r a n s f o r m a t i ­v o s y n o - t r a n s f o r m a t i v o s , surgida espontánea y natu-

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raímente en el estudio del perfecto. Esta distinción ha ido reve­

lando su carácter básico a medida que progresaba el análisis y ha contribuido a sus resultados finales en medida tan decisiva como el descubrimiento y comprobación del valor aspectual neutro del presente de indicativo.

He aquí un índice de los resultados concretos más importantes de nuestro análisis:

En el tema de perfecto, el tipo normal τέθνηκε y el llamado "intensivo" δέδορκε han podido ser reducidos sin violencia a una clara unidad de significado definido como "expresión de la acción verbal después de su término".

Se precisan los conceptos de aspecto "ingresivo" y "efectivo" ("initivo" y "finitivo", respectivamente, en nuestra terminología), utilizados con notoria ambigüedad hasta ahora, y se determina la relación en que están con la naturaleza del semantema verbal: la noción de aspecto "initivo" sólo se da en los semantemas verbales no­transformativos; la de "finitivo", únicamente en los transforma­

tivos. Se demuestra que en el tema de aoristo coexisten el valor pun­

tual y el valor neutro ( = "factivo", "complexivo", "constativo", etcétera). Ambos, igualmente justificados, constituyen el signifi­

cado del aoristo, definido no en sí, sino por oposición con el tema de presente, de valor durativo.

Se demuestra también, en la teoría y en los textos, que el valor aspectual del presente de indicativo es neutro en cuanto a la dife­

rencia entre tema de aoristo y tema de presente. El sentido dura­

tivo que en ocasiones posee este tiempo resulta de la noción psicoló­

gica de tiempo presente. Estos hechos van hgados a la explicación de la falta de un aoristo en el tiempo presente y a la interpretación del llamado aoristo pro pr aesente (tipo έγέλασα).

Dentro del tema de presente, sólo resulta admisible la existen­

cia de la oposición aspectual de presente reduplicado/presente sim­

ple (tipo μίμνω/μένω), equivalente a "acción verbal con su término"/ "acción verbal en su término". Los pretéritos "iterativos" jónicos son por su valor verdaderos imperfectos.

Dentro del tema de aoristo, es inadmisible la existencia de la oposición aspectual entre los tipos ­ην/­θην. La diferencia entre ambas formaciones consiste sólo en la limitación del aoristo en ­ην a los semantemas transformativos.

Los diversos usos temporales del presente de indicativo surgen (excepto en algún caso de presente pro futuro) de diferentes rea­

hzaciones psicológicas de la noción de tiempo presente. Por el con­

trario, el sentido intemporal del aoristo general es auténtico valor del sistema, el cual, junto con el valor corriente de tiempo preté­

rito, se justifica por oposición con el tiempo presente. El estudio del presente histórico conduce a establecer un solo

tipo aspectual y también un solo tipo en cuanto a intervención de factores psicológicos. Su valor aspectual es neutro, que es precisa­

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mente el valor del presente de indicativo en general y que explica el sentido puntual que suele atribuirse al presente histórico.

El análisis del aoristo general conduce a definirle como aspec­tualmente neutro (uno de los valores del tema de aoristo). Neutro es también el presente general que coexiste con este aoristo. Así se llega a explicar la no existencia en griego de un imperfecto y de un pluscuamperfecto generales.

En estas líneas finales es oportuno insistir sobre el hecho de que la adopción de uñ tipo de consideración exclusivamente sincrónica no procede de un desinterés por los problemas históricos, sino que deriva de una exigencia metodológica: el análisis sincrónico debe necesariamente preceder a toda interpretación histórica. Creemos que los resultados obtenidos en nuestro estudio deben ser la base de partida para trazar la historia ulterior del sistema y para las reconstrucciones genéticas que se intenten.

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A) INDICE ANALITICO DE MATERIAS

A n á l i s i s e s t r u c t u r a l de un sistema morfológico: concepto (33) y método (33 ss.).

a n t i n o m i a entre valores de "lan­gue" y realizaciones de "parole" en la expresión intemporal (100, 166).

a o r i s t o : — t e m a a s p e c t u a l constitu­ye con el tema de presente un bloque que, como término no caracterizado, se opone al tema de perfecto, término caracterizado (45 s.). El empleo de aor. pro perf, es una realización del valor neutro en cuanto a la noción de perfecto, propio del tema de aoris­to como término no caracterizado (46).—Es el término no caracteri­zado de la oposición presente/aoris­to (89) y contiene en cuanto tal un valor negativo (aoristo puntual) y un valor neutro (aoristo neutro, factivo, constativo, complexivo) (79 ss., 84). El aoristo puntual se realiza como momentáneo en los semantemas momentáneos y, en ciertos casos, en los semantemas transformativos (79 s.); como finitivo en los seman­temas transformativos (80) y como initivo en los semantemas no trans­formativos (81). El aoristo neutro es irreductible al aoristo "confecti­vo" (6g s.); se distingue difícilmente del aoristo puntual en los semante­mas transformativos (82 s.). Aoristo "iterativo" es una realización en el contexto del valor del aoristo (88 s.).—Formaciones en -if¡v y -6i¡v (137 ss.). Crítica de la tesis de Pré­vôt (137 ss.). Los textos no permiten captar ninguna diferencia aspectual entre el tipo en -rjv y el tipo en -BTIV (T39). Las formaciones en -OTJV pre­sentan tanto aoristos puntuales (initivos y finitivos) como neutros (140 ss.); las en -ii¡v desconocen los aoristos puntuales initivos (142). En­tre los dos tipos no hay una oposi­ción estructural-funcional de valores aspectuales (145); la diferencia en­

tre ambos es únicamente de realiza­ción: el tipo en -njv se realiza sola­mente en semantemas transforma­tivos (142 ss., 146); el tipo en -%rft no conoce esa limitación (140 ss., 146). — i n d i c a t i v o a o r i s t o (vid también s. 'pretérito'): El llamado aor. pro praes. del tipo ¿yíXccaa es un.puntual pretérito que no puede ser expresado como presente porque la noción de tiempo presente excluye la momentaneidad (107 s.).—El aoristo general, o gnómico en sen­tido amplio, en cuanto al tiempo, resulta del valor neutro del preté­rito, término no caracterizado de la oposición temporal presente/pre-térito (99 s.). Aspecto (159 ss.); con­currencia del presente general (159); el 97 % de los ejemplos de aoristo general pertenecen a semantemas transformativos (160 ss., 162 s.); por el contrario, de los ejemplos de pre­sente general el 54 % pertenecen a semantemas transformativos y el 46 % a no-transformativos (163 s,); el aoristo general es fundamental­mente neutro en cuanto al aspecto (164); por su naturaleza es distinto e independiente del aor, pro paes. del tipo ¿YéXotoa (166).—El aor. pro fut. se explica en unos casos como realización psicológica del aoristo pretérito (93) y en otros como resul­tado de la realización del valor neu­tro del pretérito (93 s.).

a r c h i m o r f e m a de una oposición neutralizada (26).

a r c h i v a l o r neutro del archimor­fema (26).

a s p e c t o : Pretendida subjetividad u objetividad de la noción de as­pecto verbal (40 ss.). Toda noción gramatical es siempre subjetiva (40 ss., 42).

C a t e g o r í a g r a m a t i c a 1 : (12); sentido dado a este término por la escuela de Copenhague (22 n. 2).

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c o i n c i d e n c i a : Distinta de la neutralización (29).

c o m p a r a c i ó n con otras lenguas: Licita para ilustrar, no para iden­tificar a priori unidades lingüísti­cas (34 s.).

c o n a t i v o : Realización del valor durativo del tema de presente (q. v.); raro en el presente de indicativo, lo cual se explica por el valor aspectual neutro de esa forma ( i io ) .

c o n f e c t i v o : Vid. finitivo. c o n m u t a c i ó n : Aplicada para la

identificación de las unidades de un sistema morfológico (33).

D e s i n e n c i a s personales secun­darias: Usadas en lugar de las prima­rias: explicación funcional (100).— La génesis de éstas en indoeuropeo confirma la estructura de la opo­sición temporal presente/pretérito (100 n. 2).

" d e t e r m i n é " (opuesto a "indé-terminé"): Noción (117 s.); impreci­sión en el uso de este término (118, 140).

d i c o t o m í a s en un sistema mor­fológico: (20).

E f e c t i v o : Vid. finitivo. e s t a d o d e l e n g u a del griego

antiguo estudiado: Desde los poe­mas homéricos hasta ca. s. III a. C. (35).

e s t r u c t u r a f u n c i o n a l de un sistema (5).

e s t r u c t u r a l i s m o = funciona­lismo (5).

F i n i t i v o ( = perfectivo, confectivo, efectivo, terminativo): Fijación del concepto (73, 80 n.).

f u n c i o n a l i s m o ' » ' estructuralis-' mo (5).

f u t u r o : Presenta un valor único, como térnúno caracterizado de la oposición temporal futuro/presente-pretérito (94); los tipos de fui. pro praet., pro praes. y gnómico son rea­lizaciones psicológicas de la noción de futuro (92). Tipo épico p-fjacro, SiiosTO (91 n. i).—Indiferenciado en cuanto a la oposición aspectual presente/aoristo (102).

H a b l a : Trad. esp. de "parole" (4 n. 2).

I m p e r f e c t o : Vid. presente (tema aspectual). El imperf. pro praes. es

una realización psicológica del pre­térito (98 s.).—No existencia de un imperfecto gnómico o general: in­terpretación (165).

i m p l i c a c i ó n , según Hjelmslev (32)·

i n c e p t i v o : Vid. initivo. i n c o a t i v o : Vid. initivo. i n g r e s i v o : Vid. initivo. i n i t i v o ( = inceptivo, incoativo,

ingresivo): Fijación del concepto (73, 80 n.).

i t e r a t i v o : Realización del valor durativo del tema de presente (78, 88); realización del valor del aoristo en un contexto (88 s.); realización del valor del perfecto en semante­mas no-transformativos (63).—Pre­téritos iterativos jónicos (132 ss.): vid. presente (tema aspectual); ca­rencia de aumento: hipótesis para explicarla (134).

" L a n g u e " : (opuesto a "parole") = = Lo perteneciente al sistema de signos de la lengua =^ La lengua co­lectiva obtenida por abstracción a partir de las diversas hablas indivi­duales (4 s.).

l e n g u a : Trad. esp. de "langue" (4 n. 2).

l e y d e Z i p f - T r u b e t z k o y : Inaplicable a las oposiciones signi­ficativas (8).

M é t o d o e m p í r i c o : Insuficiente para definir el valor de las categorías morfológicas (36).

m o d o s (subjuntivo y optativo): In­diferentes en cierto grado a la opo­sición aspectual presente/aoristo (89, 103).—Constituyen una oposición gradual, a la que se opone privati­vamente el indicativo como el no-modo (15).

m o r f e m a : (12). N e u t r a l i z a c i ó n : De oposiciones

morfológicas (25 ss.); perfecta e im­perfecta (28); coincidencia (29).— Neutralización de la oposición as­pectual presente/aoristo: en la posi­ción de tiempo futuro (101 ss.); en la posición de modo (89, 103 ss.); en la posición de tiempo presente (105 ss.); en la posición de tiempo neutro (164).

n o c i ó n b á s i c a : (12). Subjeti­vidad de toda noción lingüística

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(4o); carece de interés la cuestión del mayor o menor grado de subjetivi­

dad de una noción básica (40 s.), n o c i ó n p e r t i n e n t e : (11).

n o ­ t r a n s f o r m a t i v o : Vid. se­mantema.

O p o s i c i ó n s i g n i f i c a t i v a : definición (10 s.). No existe oposi­ción de significados sin la corres­pondiente oposición de significan­tes, pero puede exitir una diferencia de significantes sin la correspon­diente oposición de significados (11). Oposición gramatical = op. propor­cional, op. de vocabulario = op. ais­lada ( u ) . Op. morfológicas (12); sim­ples y complejas (12 s.); solamente privativas y graduales (15 s.). Ley de la no identidad de las oposicio­nes morfológicas que se interfieren (19). Op. neutralizables {25).—Rea­lidad lingüística de las oposiciones (24 s.).—Op. aspectual perfecto/ presente­aoristo (45 ss.); presente/ aoristo (67 ss.). Op. temporal futuro/ presente­pretérito (91 ss.); presente/ pretérito (95 ss.). Op. aspectual {zí|jiV(ú/iiévo> en el interior del tema de presente (119 ss.). Pretendida oposición aspectual en el interior del tema de presente en los tipos 7ruv6á­vo|xai (125), ­6w, ­Ttií, ­K<O, XTX (129) y ­oxtû (130 ss.). Pretendida oposi­ción aspectual en el interior del tema de aoristo entré el tipo en ­Qr¡v y el tipo en ­i)v (137 ss.).

" P a r o l e " : (opuesto a "langue") Producto de la realización del valor de los signos del sistema en el acto de la palabra =^ habla individual (4 s.).—Los datos para el análisis (los textos) son datos de "parole": es necesario separar la noción del semantema, el sentido de la situa­ción y del contexto, la acción del factor psicológico (37 ss.).

p e r f e c t i v o : Vid finitivo. p e r f e c t o ;

— t e m a a s p e c t u a l : término caracterizado, opuesto al bloque pre­sente­aoristo, que es el término no­caracterizado (45 s.). Son nociones no pertinentes én época posthomé­rica el que el estado resultante sea inherente al sujeto o al objeto (47). Es indiferente a la expresión de la duración (47). El valor del tema de perfecto es la expresión del conte­

nido verbal después de su término (62), no la expresión del estado (60), lo que es confirmado por la existen­cia de un perfecto histórico (153). El perfecto "anómalo" del tipo δέδορκα (49 ss.) es irreductible al perfecto "normal" (51) y resulta de la realización del valor del perfecto en los semantemas no­transformati­vos (62); los sentidos intensivo e ite­rativo de ese mismo tipo son tam­bién realizaciones en la "parole" (63 s.).—El nuevo perfecto de ante­rioridad es asegurado para verbos no­transformativos en el s. IV a. C. (58 n. 2, 59).

— i n d i c a t i v o p e r f e c t o : Perfecto histórico (153). Perfecto general (165 s.).

p l u s c u a m p e r f e c t o : el plus­cuamperfecto enfático, retórico o praegnans es una realización psico­lógica del valor aspectual del tema de perfecto (48). Interpretación de la no existencia de un pluscuamper­fecto general (166).

p o s i c i ó n d e n e u t r a l i z a c i ó n : concepto (25).

p r e s e n t e : — t e m a a s p e c t u a l : Junto con el aoristo constituye un bloque que se opone al perfecto como tér­mino no­caracterizado (45 s.). El praes. pro perf. es una realización del valor neutro del presente como no caracterizado frente a la noción de perfecto (46).—Definiendo el va­lor del tema de presente como dura­tivo, es el término caracterizado de la oposición presente/aoristo (79, 89). La noción de infectivo, como opuesta a la de confectivo, no es idéntica a la de durativo (75). Rea­lizaciones del valor durativo (85 ss.); el sentido conativo es una realiza­ción (87 s.), y también el sentido iterativo (88). El presente de indi­cativo es inutilizable para estable­cer el valor aspectual del tema de presente (72).

— t i e m p o : El bloque presente­pretérito se opone como término no caracterizado al futuro (94).—El pre­sente es el término caracterizado de la oposición temporal presente/pre­térito (100). Análisis psicológico de la noción de tiempo presente {96, 106).

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— i n d i c a t i v o p r e s e n t e : Presente actual (95 s., 107) y habi­tual (96). Los presentes general, pro­fético y retórico son realizaciones psicológicas de la noción de tiempo presente (97). En el praes. pro fut. del tipo είμι, νέομαι es insuficiente la explicación por el aspecto "confec­tivo" (93); se trata de una realiza­ción del valor neutro del bloque pre­sente­pretérito frente al futuro (93 s.) Otros tipos de praes. pro fut. son rea­lizaciones psicológicas (93).—Valor aspectual neutro del presente de indicativo en cuanto a la distinción presente/aoristo (105 ss., i i i ) ; este valor neutro se reaflza en el presente actual con sentido durativo, cona­tivo, iterativo, y también con sen­tido neutro (109 s.); el uso conativo del presente de indicativo es menos frecuente que el del imperfecto, lo cual se explica por el valor aspectual neutro de aquél ( i io) . Constituye una oposición simple con el perfecto de indicativo, también neutro en cuanto a la oposición presente/aoris­to. Del tema durativo φΐχσκε­ el presente de indicativo φάσκω es de creación reciente (s. III a. C.) por resistencia a ser neutro (112 s.). Aspecto también neutro del presente general ( i io) , del presente pro fut. ( n o ) y del presente histórico (111).— El presente general, que concurre con el aoristo general (159), no es durativo, sino neutro (165 s.); está formado tanto sobre semantemas transformativos (54 %) como sobre no­transformativos (46 %) (163 s.)_.— El presente histórico es, en cuanto al tiempo, una realización psicoló­gica de la noción de tiempo presente (97 s.). Aspecto (147 ss.). Tipos "ex­presivo" o "dramático" (147 s.) e "inexpresivo" o tabulare (148): sub­jetividad de su empleo (149). Crítica de la teoría de H. Koller sobre el aspecto inceptivo del presente histó­rico (150 ss.). No tiene valor dura­tivo (151 s.), ni puntual (154); no existe en verbos de estado y predo­minan los verbos transformativos sobre los no­transformativos, que son raros (153). Valor aspectual neu­tro del presente histórico (154 s.), confirmado por la existencia de un perfecto histórico (154 s.) y reali­zado frecuentemente con sentido puntual por el contexto (155). Falta

en Homero por razones puramente estilísticas (157). El presente histó­rico es lingüísticamente uno: el tipo "expresivo" y el "inexpresivo", difí­ciles de separar, son resultado de realizaciones en contextos (155 ss.).

p r e t é r i t o : El bloque presente­pretérito se opone como término no caracterizado al futuro (94). El pre­térito es el término no caracterizado de la oposición presente/pretérito (100). Valor aspectual neutro de los pretéritos Í ^ T J V ( I I I ss.) y (113 ss.). Vid. también s. aoristo, imperfecto, pluscuamperfecto.

R e p r e s e n t a c i ó n : En vivencia (108) y de conjunto (108). En el pre­

sente histórico hay siempre repre­

sentación de conjunto (155).

S e m a n t e m a ; Concepto (12). La noción del semantema debe ser separada en el análisis de un sistema morfológico (37). Semantemas trans­formativos y semantemas no­trans­formativos (53): respectivamente, sólo término final o sólo término inicial (74). Semantemas momentá­neos y durativos (74).

s e n t i d o : Opuesto a valor (11).

s i g n i f i c a d o : (4).

s i g n i f i c a n t e : ' (4).

s i n c r e t i s m o : Según Hjelmslev Ozi­

s i s t e m a : (5). s i t u a c i ó n : Factor que interviene

en la realización del valor de una forma (37).

s u p l e t i v i s m o : Inexistente en Elvat/Yevéo6at (113 s.).

s u s t a n c i a : Necesidad de operar con la sustancia semántica o nocio­

nes de significación (21 s.).

T e r m i n a t i v o : Vid. finitivo. t é r m i n o : T. de una oposición

=f= unidad del sistema (20). T. carac­terizado y no caracterizado (6). Im­posibilidad absoluta de identificar el término caracterizado en el plano del significante (7). El t. caracteri­zado de una oposición morfológica posee un único valor positivo (17); el no caracterizado posee juntamente un valor negativo y un valor neutro

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(17). L e y d e l a n o r e v e r s i b i l i d a d d e los t é r m i n o s (19).

t i e m p o : P r e t e n d i d a o b j e t i v i d a d o s u b j e t i v i d a d d e l a n o c i ó n d e t i e m p o g r a m a t i c a l (40 ss . ) .

t r a n s f o r m a t i v o : V i d . s e m a n » t e m a .

U n i d a d d e l s i s t e m a : ^ t é r m i ­n o d e u n a o p o s i c i ó n (20).

V a l o r : D i s t i n t o d e s e n t i d o (11) . V a l o r p o s i t i v o d e l t é r m i n o c a r a c t e ­r i z a d o (17); v a l o r n e g a t i v o y v a l o r n e u t r o d e l t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o (17 s .) .

B) INDICE DE PASAJES ESTUDIADOS

Adespota iambica fr. 29 Dieh l8 : i6 i . Alceo fr. 4 7 , 12 D i e h l , : 132; 100: 129 . Alex is fr. 146, 4 K o c k : 114 . A n a c r e o n t e fr. 8 D i e h l , : 8 1 . A p o l o n i o R o d i o I 901 s.: 129; I V

19: 59 . A r i s t ó f a n e s Ach. 45 s s . : 114 s.; 1222 s s . :

86; Av. 1520 s.: 56 ; Eccles. 1 4 5 : 132; Eq. 2 8 7 : 56 ; 696 : 107, 1 4 1 , 166; 892 : 57; 1017 : 57 ; 1057 : 5 6 ; Lys. 859: 49 ; Nub. 133 : 109; 224 s.: 109; 1076 s.: 142; 13S6: 5 6 ; Pax 2 9 1 : 5 6 n . ; 423 s.: 109; PÍMt. 3 1 6 s . : 138 s.; 316 s.: 145; 4 1 3 : 129; 722 : 56 ; Vesp. 637 s.: 127; i r . 6 3 5 K o c k : 59 .

A r i s t ó t e l e s Eth. Nicom. 1123 A 2 7 : 9 2 ; J135 B i : 1 3 1 ; 1173 A 3 4 - 1 1 7 3 B 4 : 85 ; Hist. Anim. 521 A 2 8 : 5 8 ; Probi. 887 B 3 5 : 143 n . 3 .

A r q u í l o c o fr. 60 , 4 D i e h l , : 54 n . , 5 5 . A t e n e o 4 0 9 C: 64 n . 1. Carmina popularía í r . 32 , i D i e h l , : 4 6 . D e m ó s t e n e s I V 30 : 59 n . ; X V I I I 259 :

8 3 ; 3 2 1 : 5 8 ; X X I 104: 129; X X I I l 206 : 1 6 1 .

D i n a r c o I I 14: 59 n . Dionis io C r o n o , Doxographi Graeci

p . 320 b 5 Die l s { = E s t o b e o Eclo-ge I 19): 106 n . 4 .

E h a n o De natura animalium X V I 1 1 : 9 2 .

E p i c a r m o í r . 3 5 , 6 K a i b e l : 1 6 1 ; 124: 1 6 1 .

E p i c t e t o Dissert. I 1, 3 1 : 8 2 . E s q u i l o Ag. 125 ss . : 9 7 ; 126: 9 3 ; 1310:

57 ; Choeph. 535 s s . : 153 ; 887 : 107; Eum. 131 s.: 128; 322 : 56 ; 677 : 124; Pers. 754 s s . : 127; Pr. 9 8 1 : 1 3 1 ; Sept. 4 3 3 : 130; Suppl. 5 7 0 : 5 8 .

[ E s q u i n e s ] Epist. X I 1 1 : 113 . E s t r a b ó n Geogr. V I H 6, 2 1 : 143 n . 2 .

E u r í p i d e s Ale. 1085 : 132; Andr. 3 8 1 : 9 7 ; 1022 : 6 0 ; 1022 s s . 56 ; 1 0 7 6 : 9 2 ; Bacch. 1 s.: 148 , 156; Cycl. l o i : 107; 2 6 6 s s . : 107; 5 2 3 : 126: El. 2 4 8 : 166; Heracl(idae) 3 8 1 s.: 4 6 ; Hipp. 725 s s . : 139; lA 817 : 9 3 ; IT 1289 : 5 5 ; Mtd. 2 4 5 : 8 2 , 1 6 1 ; 1 1 6 3 : 55 n . 2 ; Or. 9 4 1 : 9 7 ; Suppl. 1 1 6 1 : 166; Tro. ^291 s s . : 5 6 ; 1 2 9 1 : 6 0 .

F e r é c i d e s d e S i r ó í r . 2 D i e l s - K r a n z : 148 , 152, 154, 156.

H e r ó d o t o I i , i : 8 1 ; I 6, i - 7 ,3 : 114; 8 , 1 : 1 4 1 ; 10, 1-2: 156, 147; 12 : 149 ; 12, 2 : 8 1 ; 2 7 , 5 : 5 8 , 1 4 1 ; 6 2 , 1; 122 ; 6 2 , 2 : 122 : 9 8 , 2 : 156 ; 117: 149; 126 , 6: 57 ; 132 . 2 : 1 6 1 ; 173 ,5 : 9 2 : 194 .4 : 1 6 1 ; I I 3 9 , 2 : 1 6 1 ; 4 7 , 1 : 9 9 , 1 6 1 ; 8 1 , 2 : 138 ; 8 5 , i : 1 6 1 ; 9 6 , 2 : 1 6 1 ; 115 , 2 s s . : 154; 137, i : 8 1 ; I I I 82 , 3 : 1 6 1 ; I V 14, 3 : 4 7 ; 4 2 , 3 : 134 ; 6 0 , 2 : 1 6 1 ; 143 , 1: 1 5 1 ; 190: 4 6 ; V 2 8 , 1 : 8 1 ; 4 1 , 3 : 1 2 2 ; 92 P i : 122; V I I 1 4 0 , 2 : l i o ; 164, i : 54 n . ; V I H 6 4 , 1: 8 0 , 87 ; 102, 2 : 9 3 ; I X 6 3 , 2 : 148 . s

H e r o n d a s V I I 4 7 : 9 3 . H e s í o d o Op. 1 1 : 9 8 ; 2 1 8 : 9 9 , 159 . 1 6 2 ;

240 : 9 9 ; 344 s.: 162; Theog. 8 1 s s . : 1 6 1 ; 9 8 s.: 126; fr. 272 R z a c h : 9 7 . u o -

H i p ó c r a t e s Aphorismi I I I 2 8 : 132; Epidem. I I 4 : 143 n . 4 ; V 14: 143 n . 3 ; De morbis I 14: 1 6 1 ; I 15 : 1 6 1 ; I 18 : 1 6 1 ; I 2 1 : i 6 i ; I 2 9 : 143 ; I I 5 1 : 1 6 1 ; De natura fuer. 20 : 1 3 1 , 132.

H o m e r o Ilias A 2 s.: 82; 24 : 125 ; 3 7 : 54 n . ; 111 s.: 56 , 6 3 ; 113 : 6 0 ; 199 s.: 141 ; 2 1 8 : 9 9 , 162; 3 1 7 : 82 ; 3 9 6 s.: 7 8 , 8 8 , 112; 4 3 7 s s . : 8 8 ; 491 s . : 133 ; B 5 2 : 130; 9 0 : 5 7 ; 100 s s . : 86 ; 106: 79 n . ; 139 s . : 7 5 ; 150 s.: 5 5 n . 4 ; 257 : 49 ; 2 6 4 : 5 1 ; 2 7 1 : 134: 2 9 5 s . : 122; 3 0 3 s.: 130; 3 5 3 : 78 ; 4 6 2 : 5 7 ; 6 1 4 : 57 ; 7 8 5 : 85 ; r 23 s.: 9 9 s., 1 6 0 ;

— —

Page 176: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

33 ss.: i6o, 162; 52: 103; 97 s.: 93 340ss.:56; 439: 81; 453:126; A 141 s. 99, 165; 160 ss.: 93; 302: 122; 324 s. 58; 440 ss.: i6i; 527 s.: 138; 528 145; E 90: 120 n. i; 167: 54 n.; 290 s. 84; 364 s . 85; 366: 79; 472: 46 597 ss.: 162; 615 s.: 138; 616: 145 703 ss.: 133; 812: 120 n. I , 122; 817 120 n. i; 902: 162; Z 196 ss.: 86 s. 151; 431: 122; 495: 55 s.; H 4 ss. 165; 113 s.: 57; 118 s.: 83; 127 s.: 56 189 ss.: 55 n. 4; 213: 54 n.; 290 s. 92; 303 ss.: 86; 0 272: 133; 297 s. 138; 298: 141; 535 s.: 104; 536: 103 I 211 ss.: 138; 313: 127; 320: 162 371: 56; 448: 87; 453: 141; 467; 130 489: 162; 502 ss.: i6t; K 5: 104; 77 s. 78. 88; 188 s.: 48; 224: 162; 372 125; A 168: 56; 191:140 n. 2; 269 s. 124; 548 ss.: 162; M 133: 122; 237 s. 58; N 223 s.: 120 n. i; 371: 54 n. 389: 162; 450 ss.: 86; 729: i6r: 730 s. 165; S 119: 141; 217: 161; 387: 129 O 90: 55; 128: 49, 97; 271 ss.: 99 162, i66; 274: 115; 315: 88; 436 s. 120 n. I , 122; 620: 122, 124; n 7: 57 65; 352 ss.: 162; 384: 97, 165; 429 s. 56; P 53 ss.: 162, 165; 98 s.: 162 175·· 57: 177: 161; 264: 96; 324 s.

131; 720 S.: 123; 721: 120, 122 S 108 ss.: i6i; 159 s.: 134; 210 s. 130; 309: 162; 494: 141; T 93 s.: 161 T 139: 120 n. i ; 198: 162; O 263 88; X 15: 107; 83: 162; 95: 56; 142 57; 165: 141; 2i6: 56; 280: 112 362: 81; 490 ss.: 161; 494: 162 Y n o s.: 57; 539: 87; 545: 145 íi 264: 103; 335: 161; 352 ss.: 109 420 s.: 145; 547: 87; 743: 87.

Odyssea a 156 s.: 127; 198 s.: 126; 334: 82; p 104 s.: 133; 213: 103; 275: 56; 314 s.: 127; Y 93 ss.: 46; 123: 120 n. i ; 122; 291 s.: 98; 455: 144; 471: 57; 476: 103; 8 356: 161; 552 s.: 47; 557 3 · : 120 n. i ; 585: 82; e 14 s.: 120 n. i; 60: 57; 69: 57; 82 ss.: 133; í 106: 56 s.; 149: 95; 185: 161; 206: 56; Y) 216 s.: 161; t 210: 57; 508: 115; X 27: 82; 201: 57; 429: 126; X 201: i6i; 219: 124; 222: 57; 322 ss.: 87; 324: 87; (i 85: 57; 103: 57; V 256: 127; 281: 78; 5 63: 161; 104: 57; 222: 115; 230 ss.: 125; 463 ss.: 161; 512 s.: 92; o 10: 55; 47: 103; 219: 103; 260: 109; 7c 71 s.: 58; 424: 87; 432 s.: 109; 444: 162; p 143 s.: 120 n. i; 409 ss.: 162; T 446: 56; o 45: 58; 9 40 s.: 133; 94 ss.: 55 n. 4; X 330: 125; ({( 230: 109; <o 6 s.: 57; 54: 122.

Parva Ilias fr. i, i Kinkel: 96.

Hymn. hom. Aphrod. 269 ss.: 126; hymn. hom. Dionys. 13: 129; hymn. hom. Herm. 28: 55 n. 2; hymn. hom. Pan. 33: 59.

I\nscriptiones'\ G[raecae] 2 II/III 1612, 206 ss.: 80.

Iseo I i: 82; V 13: 153 s.; VI i6: 114. Isócrates I 6: 162; VI 12: 109. Jenofonte Anab. I i: 153, 148, 152,

154, 156 s.; 1-4: 148; 8, 26: 109; 8, 27: 78; II 6, 28: 132; HI 2, 7-9: 148, 156; 2,9: 152; V 3, 7: 46; Oyn. III 9: 56; Cyr. IV i, 15: 131; 6,5: 131; V 2,9: 59; 5. 22: 77. 80. 87; De vect. I 4: 131; Hell. I i, 27: 46; VII I , 41: 153; VII 2, 9: 48; 2, 9: 57. 65; finis: 46; Mem. I 2, 61: 88; III 5, 26: 46; Oecon. II 11: 141.

[Jenofonte] Ath. Resp. III 11: 88.

Licofrón Alexandra 1354: 128 n. Lisias I, III, VII: 152; IX 5: 143 n. i;

XII: 152; XII 4: 85; XXIV 6: 92.

Luciano Dial. mort. I i: 64 n. i ; Prom. 14: 83 s.

Marmor Parium A 49 Jacoby: 153, 157; 58: 153; 61: 153; 72: 153; B 17: 153. 157·

Menandro fr. 481, 14 Kock: 131; fr. 879; 56; r v&iULi ( l o v ó a T i x o i

(FCG Meineke IV p. 340 ss.) 1-554: 163 s.; 283: 131; 422: 97; 550: 58; 608: 1)U

N[óvum} T[estamentum] Mateo 4,12: 38; 6, 11: 88; 8, 15 ss.: 78; 8, 31: 38; 21,27: 38; Marcos i , 14: 38; i , 31: 78; 5, 12: 38; 9, 31: 97; I I , 33:38; Lucas 4, 39 ss.: 78; 8, 32: 38; 11, 3: 88; 20,7: 38; Acta Apost. 14,23: 64 n. I .

Plndaro 01. II 43: 144; III 24 s.: 53; VII 31: 162; VIII: 41 ss.: n o ; XII 10: 162; Pyth. XI 29: 122; Nem. V 50: 57; VII 3 s.: 144.

Platón Apol. 18 C: 89: 24 D: 59; 30 A: 87; 30 B-C: 49; 31 B: 64 n. i; Lach. 178: 64 n. i; 183 D-184 A: 155; Leg. 765 A: 58; 948 A: 132; 958 E; 132; Phaedo 113 D: 82, i6i; Phaedr. 231 D: 81; Prot. 317 A: 80; 338 A: 92; Resp. 566 E: 82, 161; Soph. 228 A: 57; Symp. 181 D: 131; Theaet. 198 A: 123.

Querobosco In Theodosium II 79: 64 n. I .

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Page 177: Martín Ruipérez,Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Salamanca 1954

Safo fr. I Diehlj: 92.

Semónides fr. i, 18 Diehl,: 161; 7, 49: 161; 7, 65: 96.

Sófocles Aiax: 72, 152; 20; 96; 270: 107; 403: 83; 674 s.: 129; Ant. 1246: 58; 1352: 162; El. 141: 129; 347: 46 n. 3; n o o : 141; i i o i : 58; OC 117: 99; 681: 57; OR 80: 55 n. i; 454: 56; 959: 55; 1255: 153 s.; 1265: 59; 1489 ss.: 57; Ph. 121: 97; 258 s.: 57; 1021: 56; 1314: 107, 141, 166; fr. 476 Pearson: 59; 578: 77, 79. 80; 959, 4: 128.

Solón fr. 22 Diehlj: 131.

Teócrito I 135: 95 s., 109; V 78: 93 106 s.: 93; XIV 28: 132.

Teognis 329: 162; 499 s.: 165; 500: 162; 661 ss.: 161; 663: 162.

Tucídides I 1,1: 46, 82; 65,1: 88; 84, 2: 161:136, 1 - 1 3 8 , 2 : 1 5 6 ; 144, 1:96; II 5, 7: 87; 13, 7: 98; 31, 2: 58 n. 2; 43, 1: 132; 49, 8: 132; 83,1: 149; III 22,5: 78; 45, i: 162; 49, 2: 87; 51, 2: 88; 58, 4: 138 s., 145; 109, 2: 152, 154, 156; IV 47, i: 48; V 5, 1: 46; 10, 7 ss.: 147. 152, 156; 103; i : 162; VI 91, 3: 93, 97; VIII 106.1: 148.

Xenophon, Vid. Jenofonte.