este mesMarina García

LLo padece muchas personas pero no todas le dan la importancia que tiene. El dolor de espalda es un problema muy común que suele comenzar durante la infancia y permanecer, e incluso volverse crónico, a lo largo de los años. Prevenirlo o hacer que desaparezca está en nuestras manos.

El dolor de espalda es el problema mé-dico más frecuente después del resfriado común. Según sus características se puede diferenciar entre dolor agudo y crónico. El primero es el que aparece de repente y puede ser pasajero o permanecer varias horas, mientras que el crónico surge poco a poco y dura más tiempo, en ocasiones, incluso años. Una dolencia aguda, si no se trata adecuadamente, suele desencade-nar en un problema crónico que puede molestar más o menos pero no termina de desaparecer, por eso es tan importante localizarlo y tratarlo a tiempo.

Niños y adolescentesAunque, en un principio, por su edad,

no deberían presentar ningún tipo de do-lencia, un gran número de escolares se quejan de la espalda. Diversos estudios de-muestran que hasta los nueve años la pre-valencia es muy baja, pero según se acercan a los 15 ya es similar a la de los adultos.

Son un grupo de riesgo porque durante el desarrollo los músculos no están prepa-rados para soportar el peso de la mochila, que, en algunos casos, es excesivo. A su vez, les afecta:6 El estilo de vida sedentario. Con-lleva una falta de fuerza muscular. Las molestias de espalda normalmente tienen su origen en los músculos, por eso un

el de la población española se

queja de la espalda. Casi el 42 por ciento de los niños menores de 11 años sufren esta

dolencia, porcentaje que aumenta hasta el 51 en niños y el 69 en niñas entre 13 y 15 años. El

problema se agrava cuando se incorporan a la vida laboral. En España, las lumbalgias suponen el cinco por ciento de los incapacidades laborales y el 4,8 por

ciento de las jornadas laborales perdidas.

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¿Por qué le dejas vivir contigo?Dolor de espalda

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mal desarrollo de estos pueden desen-cadenar dolor.6 Sobreesfuerzo. Además de llevar la mochila mal colocada (en un solo hombro o demasiado caída), tienen que portar un peso excesivo. Un niño de 40 kilos no de-bería transportar mochilas de más de 4-6 kilos, sin embargo, un tercio de los escola-res soportan una carga superior. A su vez, deberían utilizar sillas y pupitres de altura regulable.6 Realizar ejercicio físico de forma inapropiada. Un entrenamiento mal realizado puede provocar desequilibrios en la musculatura.

Personas mayoresEl 90 por ciento de los mayores de 65

años presentan dolor de espalda, un pro-blema que se va agravando según pasan los años. Las principales causas son:6 Pérdida de masa muscular. Con la edad los tejidos y los músculos se atrofian. Al tener poca fuerza en la zona de la espal-da y la abdominal, aumenta la probabili-dad de que se contracture y sobrecargue la musculatura. Además, la columna ver-tebral está menos protegida.6 Sedentarismo. Si para cualquier persona es contraproducente, para los an-cianos lo es más. La inactividad provoca una falta de equilibrio en la postura y en el movimiento. 6 Reposo total. Acelera la atrofia mus-cular y agrava la osteoporosis.

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Embarazadas, un grupo de riesgo

Durante los nueve meses de embarazo, hasta el 30 por ciento de las mujeres padecen dolor lumbar o ciática. La hiperlordosis es la postura

que suelen adoptar las embarazas arqueándose hacia atrás usando la espalda para mantener el equilibrio. Esto obliga a la zona lumbar a

hacer un sobreesfuerzo. Además de la hiperlordosis, existen otros factores que influyen en la aparición del dolor de espalda:

v La musculatura abdominal ayuda a que la espalda se mantenga recta, pero durante el embarazo el abdomen se relaja para que crezca el

útero en los últimos meses de embarazo. Este hecho lo acusa la espalda.

v La falta de fuerza en los glúteos impide que estos estabilicen la pelvis y la columna lumbar. Si durante la gestación la musculatura glútea

es débil, no tiene la capacidad suficiente para estabilizar la articulación sacro-ílica provocando dolor en la zona lumbar y en las nalgas.

v Muchas mujeres deben guardar reposo en esta etapa y otras adoptan esta aptitud porque se sienten más cansadas. Sin embargo,

las embarazadas deben realizar ejercicios especiales para evitar la sobrecarga muscular y evitar el sedentarismo.

v El aumento de peso provoca que la zona lumbar tengan que trabajar más, sobre todo si hay debilidad abdominal, de glúteos y de los

músculos de la espalda.

AdultosHasta hace relativamente pocos años,

se pensaba que el dolor de espalda era consecuencia de los sobreesfuerzos o las alteraciones en la estructura de la columna vertebral, pero se ha demostrado que, en la mayoría de los casos, no es así. Algunas de las causas más habituales son:6 Manejar cargas con un peso superior al que se puede coger y realizando movi-mientos inadecuados.6 Mantener posturas incorrectas durante periodos prolongados de tiempo. Además, quien permanece muchas horas sentado somete al disco intervertebral a una pre-sión que puede provocar fisuras, contrac-turas e incluso una hernia discal.6 Tener debilidad de la musculatura ab-dominal y de la espalda por la falta de ejercicio físico.6 Presentar sobrepeso, que implica una carga extra sobre el disco inter-vertebral.6 Manifestar estrés e insatisfac-ción laboral.6 Sufrir un bajo estado de ánimo, aptitud poco sociable o seguir tra-tamientos pasivos.

Adelántate al problemaLa prevención es la primera “solu-

ción” ante el dolor de espalda. Así, José Santos, secretario general del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, resalta esta afirmación dando

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especial importancia a la adopción de buenos hábitos desde la infancia. “Hay que enseñar a la gente cómo debe utilizar su cuerpo para no da-ñarse. Es fundamental comenzar con esta educación desde los niños, porque son quienes aprenden más rápido y lo adoptarán como algo normal a lo largo de los años; en cambio, a los adultos es más com-plicado cambiarles de costumbres”.

Mantenerse en reposo no es bene-ficioso para la espalda, ya que conlleva una pérdida de densidad ósea y masa muscular. Por eso, los especialistas lo primero que recomiendan es la práctica de algún ejercicio físico. “Para evitar e incluso tratar los dolores de espalda, la persona debe mantenerse activa realizando algún deporte adecua-da a sus condiciones y edad”, acon-seja José Santos.

Un plan de ejercicios específico dismi-nuye el riesgo de que aparezca, empeore o persista el dolor lumbar e incluso ayuda a que desaparezca más rápidamente. Esto se debe a que una musculatura potente y equilibrada mejora la estabilidad y el funcionamiento de la columna vertebral. También es importante fortalecer la zona abdominal porque interviene en el mante-nimiento de la postura.

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La osteopatía es una práctica paramédica que se basa en que todos los sistemas del cuerpo trabajan conjuntamente, están relacionados y, por tanto, un trastorno en uno de ellos puede afectar al funcionamiento de otros. María Cristina Parareda, presidenta del Registro de los Osteópatas de España, explica que “la os-teopatía busca en la globalidad de la persona los posibles desequilibrios que han provocado el dolor de espalda y los trata en función del problema detectado”. Aunque es una técnica muy eficaz, cuando se presenta una patología severa el paciente es remitido al especialista. Por ello, la osteopatía puede considerarse un tratamiento único o un apoyo para otros.

La osteopatía, un trabajo conjunto

Es hora de buscar una soluciónNormalmente el dolor de espalda no se

presenta en la zona afectada, sino que se expande a otras partes del cuerpo. “En el 80 por ciento de los casos, la causa no se atribuye a una lesión específica. De hecho, en un paciente podemos detectar altera-ciones generalizadas en toda la columna pero sólo aquejarse el dolor en un sector”, explica el Dr. Manuel Alejandro Guzmán,

portavoz de la Sociedad Española de Reu-matología.

Por este motivo, los diagnósticos deben basarse en la historia clínica del paciente y en la exploración física. Si a raíz de estos, existe algún signo de alarma pueden ser necesarias pruebas radiológicas, neurofi-siológicas, potenciales evocados (recoge actividad eléctrica de los nervios) u otras más o menos complejas para descartar

Desde la infancia

Es necesario enseñar a los

más pequeños buenos hábi-

tos posturales y de ejercicio

físico que mantendrán

toda su vida.

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infecciones, enfermedades reumáticas inflamatorias o incluso tumores.

El dolor lumbar, el más comúnEl dolor que más afecta a la población

es el lumbar. Esta zona es muy vulnerable y está constantemente sometida a esfuer-zos físicos, actitudes posturales incorrectas, traumatismos, etcétera. Suele empezar a afectar a la población de entre 20 y 30 años y agravarse durante las épocas labora-les. Afortunadamente pocas veces provoca incapacidad, ya que el 90-95 por ciento de los casos mejoran en menos de un mes.

En la mayoría de los casos, las moles-tias desaparecen con un tratamiento mé-dico sin necesidad de entrar en quirófano. Dependiendo de los síntomas se indicará:6 Fármacos: los más utilizados son los calmantes, los antiinflamatorios no esteroi-des y los relajantes musculares. Con ellos se pretende mitigar el dolor, la contractura y la inflamación. Los fármacos son una te-rapia eficaz a corto plazo, pero sólo deben tomarse bajo prescripción médica. Un abuso puede empeorar el problema.6 Estimulación eléctrica transcu-tánea (TENS): esta técnica disminuye el dolor impidiendo que se activen las células nerviosas que lo provocan.

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Nuestro especialista nos explica las pautas que debe llevar un médico para tratar el problema:➊ Completar el examen físico y el historial médico. Cuando llega a la consulta un paciente con lumbalgia, se realiza un historial clínico y un examen físico para determinar si el dolor es de causa inespecífica o se debe a un problema grave. También se deben estudiar factores psicológicos o sociales que podrían re-trasar la recuperación.➋ No abusar a las pruebas de imagen. Por regla general, el paciente con dolor lumbar inespecífico no debería someterse a pruebas de imagen u otras herramientas diagnósticas. No con-tribuyen a que el afectado evolucione mejor. ➌ Cuándo hacer una resonancia. Si el afectado presenta un déficit neurológico grave o progresivo, sí debería someterse a un

TAC o, preferiblemente, una resonancia magnética. También deben pasar por el escáner aquellos pacientes en los que el exa-men físico haya sugerido alguna enfermedad subyacente.➍ Reexaminar lumbalgias y ciáticas persistentes. Si la lumbalgia dura más de un mes y hay indicios de radiculopatía (una hernia discal que comprime una raíz nerviosa) o estenosis espinal (un estrechamiento del canal por el que pasa la médula), es hora de plantearse otro tratamiento. ➎ Informar al paciente. El médico deberá informar sobre la previsible evolución, la conveniencia de mantenerse activo y al-gunas sencillas medidas que puede poner en práctica el paciente (los llamados autocuidados). Leer libros educativos sobre el pro-blema, utilizar un colchón de firmeza media o la aplicación de calor son algunos de los trucos que mejoran estos dolores.

Preguntamos al expertoDr. Manuel Alejandro Guzmán

Portavoz de la Sociedad Española de Reumatología

“Leer libros educativos, usar un colchón de firmeza media o la aplicación de calor son algunos trucos que mejoran estos dolores”

Descarta otros problemas Los dolores de espalda pueden ser el reflejo de que otra parte de nuestro organismo no funciona bien. Sus síntomas son diferentes a los que provocan una anomalía vertebral, de ligamentos o de cualquier otra estructura del aparato locomotor. Enfermedades cardíacas, pulmonares, del estómago, pélvicas y diferentes infecciones pueden producir dolor en el cuello, la espal-da o en la zona lumbar.

El ejercicio es

fundamental para

tener una muscula-

tura equilibrada

y potente

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En el día a día

Acostado. Se debe evitar dormir boca a bajo. La mejor forma es boca arriba, pero si no te resulta cómoda, puedes hacerlo ligera-mente de costado flexionando la cadera y una rodilla, y mante-niendo la otra estirada. El cuello debe mantenerse en el eje de la columna dorsal como cuando se está de pie.

6 Infiltraciones: son inyecciones de anestésicos y/o antiinflamatorios en la zo-na dolorida. Se pueden aplicar en distintas partes del cuerpo y consiguen reducir la molestia y la inflamación.6 Corsés y cinturones lumbares: se utilizan para ayudar a la espalda a sopor-tar la posición de la columna lumbar con el fin de que la musculatura de la zona trabaje menos.

6 Fisioterapia: aunque la mayoría de la población la relaciona con los masajes te-rapéuticos, la fisioterapia utiliza otras téc-nicas. Pueden aplicar calor y frío, la elec-tricidad, el agua, el movimiento, aparatos de electroterapia, estiramientos e incluso el láser. En los últimos años, estos especialis-tas también utilizan la acupuntura.6 Cirugía: en los dolores lumbares cró-nicos, los tratamientos no quirúrgicos son

más eficaces en la mayoría de los casos. De hecho, una intervención quirúrgica mal indicada tiene altas probabilidades de que salga mal y de provocar una incapacidad crónica. Sin embargo, en los últimos años la cirugía es más selectiva y sólo se utiliza en casos muy específicos.6 Ejercicio físico: no sólo es una medi-da de prevención, también se recomienda como tratamiento.

El ejercicio es

fundamental para

tener una muscula-

tura equilibrada

y potente

Con peso. El peso debe colocarse cerca del cuerpo y levantarlo sólo hasta la altura del pecho. Para cogerlo, debemos aga-charnos doblando las rodillas, con la es-palda recta, la cabeza levantada y con los pies un poco separadas. A continuación, hay que levantarse estirando las piernas y sin doblar la espalda o arqueándola ligeramente hacia atrás. Si es mucho peso, se puede andar flexionando un poco las rodillas, pero nunca inclinarse con las pier-nas estiradas.

Sentado. Los pies deben estar completa-mente apoyados en el suelo, y mantener las rodillas al mismo nivel o por encima de las ca-deras. El respaldo de la silla debe respetar las curvaturas normales de la espalda y sujetar el arco lumbar. Si se trabaja con ordenador, la pantalla debe estar situada a unos 45 centímetros de dis-tancia, frente a los ojos y a su altura, o ligera-mente por debajo. El teclado tiene que estar bajo para evitar que se levanten los hombros; y las muñecas y antebrazos rectos alineados con el teclado.

Para evitar el dolor de espalda existe un amplio abanico de medidas y estrategias. Los especialistas recomiendan ciertas normas de higiene postural y ergonomía:

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Tareas cotidianas. Al planchar, la tabla debe llegar a la altura del ombligo. Se recomienda mantener un pie en alto, alternándolo con el otro cada cierto tiempo. Presiona la plancha contra la tabla con el brazo y no con tu propio peso. La fregona y el cepillo tienen que tener la longitud suficiente para que no tengamos que inclinarnos, y se deben coger manteniendo las manos entre el pecho y la cadera. El utensilio debe estar lo más cerca posible de los pies y sólo se tienen que mover los brazos, no la cintura. La columna vertebral tiene que estar siempre vertical. Si necesitamos agacharnos, se debe hacer do-blando y apoyando una de las rodillas en el suelo.

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