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SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 098, D.F. ORIENTE LA LEGITIMACIÓN DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN EL CONTEXTO NEOLIBERAL. EL CASO DE LAS ESCUELAS SECUNDARIAS EN MÉXICO DURANTE EL GOBIERNO DE VICENTE FOX QUESADA (2000 2006) T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN EDUCACIÓN CON CAMPO EN PLANEACIÓN EDUCATIVA P R E S E N T A: MARÍA DE LA PAZ TERRONES MARTÍNEZ DIRECTOR DE TESIS: DR. ALBERTO ESCAMILLA CADENA MÉXICO, D.F. 2010

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  • SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

    UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

    UNIDAD 098, D.F. ORIENTE

    LA LEGITIMACIÓN DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN EL CONTEXTO NEOLIBERAL. EL CASO DE LAS ESCUELAS SECUNDARIAS EN MÉXICO

    DURANTE EL GOBIERNO DE VICENTE FOX QUESADA (2000 – 2006)

    T E S I S

    QUE PARA OBTENER EL GRADO DE

    MAESTRÍA EN EDUCACIÓN CON CAMPO EN PLANEACIÓN EDUCATIVA

    P R E S E N T A:

    MARÍA DE LA PAZ TERRONES MARTÍNEZ

    DIRECTOR DE TESIS: DR. ALBERTO ESCAMILLA CADENA

    MÉXICO, D.F. 2010

  • Agradecimiento

    A mis lectores y asesor:

    Dr. Enrique Cuna Pérez,

    Dr. Luis Reyes García y

    Dr. Alberto Escamilla Cadena

    por sus consejos, enseñanzas y

    cuestionamientos que me permitieron

    enriquecer este trabajo.

    A la vida por permitirme coincidir

    en este espacio y tiempo para

    iniciar y concluir un proceso

    académico arduo, en momentos

    tortuoso plagado de

    enormes dudas.

  • Para mi dúo dinámico,

    héroes de mi historia:

    Centli y Tonatiuh.

  • “Cuando creíamos que teníamos

    todas la respuestas, de pronto,

    cambiaron todas las preguntas”

    Mario Benedetti

    “La utopía está en el horizonte.

    Camino dos pasos, ella se aleja

    dos pasos y el horizonte se

    recorre diez pasos más allá.

    ¿Entonces para que sirve

    la utopía?

    Para eso, sirve para caminar”

    Eduardo Galeana

  • ÍNDICE Págs.

    INTRODUCCIÓN………………………….………………………………....…………..….….. 1

    CAPÍTULO PRIMERO

    ESTADO, EDUCACIÓN Y EVALUACIÓN EN EL CONTEXTO NEOLIBERA………………………………………………………………….…………..……… 8

    1.1 El Estado de bienestar……………………………………………………….……....…... 8

    Del liberalismo económico a la Teoría de Keynes (8) Función y desarrollo del Estado del bienestar (13) Génesis, desarrollo y legitimidad del Estado educador (16)

    1.2 El Estado Neoliberal……………………………………………………........................ 23

    La crisis del Estado del bienestar (23) Antecedentes y premisas del Estado neoliberal (25) América Latina: neoliberalismo y educación (31)

    1.3 Crisis y neoliberalismo: escenario contemporáneo de la educación en México………………………..………………………………………...…..…………….…...... 37

    Las crisis económicas en México: 1976–1994 (37) El neoliberalismo y su expresión en las políticas públicas mexicanas (44) La evaluación: instrumento de intervención estatal (48)

    CAPÍTULO SEGUNDO

    HACIA LA CARACTERIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA……………….... 57

    2.1 El Estado Evaluador…………………………………………………..………….……... 57

    EL Estado evaluador estadounidense y la implementación de la actividad evaluativa (57) El contexto norteamericano (59) La evaluación y los enfoques administrativos oficialistas (62) La actividad evaluativa en el contexto latinoamericano (64)

    2.2 La evaluación educativa. Algunas definiciones……………….……………………… 67

    Evaluación (67) Calidad (71) Características teóricas de la evaluación educativa (76) Algunas perspectivas teóricas de la evaluación (77)

    2.3 La evaluación en los sistemas educativos……………………………………….……. 80

    Breve recorrido por las evaluaciones y sus finalidades (80) Los propósitos de la evaluación (82) Acreditación y/o certificación (83) Ordenamiento para la selección (84) Toma de decisiones de mejora ―blandas‖ (85) Toma de decisiones ―duras‖ (86)

  • Establecimiento de incentivos para individuos o instituciones (86) Rendición de cuentas y responsabilización (87)

    CAPÍTULO TERCERO

    LA EVALUACIÓN EDUCATIVA DEL SISTEMA BÁSICO EN MÉXICO

    (2000–2006)……………………………………………………………………..............….…. 89

    3.1 Origen y desarrollo del sistema nacional de evaluación educativa en México: del contexto a los discursos………………………………….…...……………………………... 90

    El contexto: de ―los años felices‖ al ―oscurantismo tecnológico‖ (90) Instancias y actividades evaluadoras del Sistema Educativo Mexicano (93) Los discursos. Democracia y neoliberalismo: dos proyectos contrapuestos (98) Agenda educativa latinoamericana (103)

    3.2 Calidad y sistema de evaluación de la educación secundaria en el gobierno de Vicente Fox Quezada (2000–2006)………………………………………....................…. 106

    Vicente Fox y su proclamada ―revolución educativa‖ (107) El INEE: elemento clave del gobierno de Vicente Fox para evaluar la calidad del sistema educativo mexicano (114)

    3.3 Resultado que arrojan las evaluaciones del INEE de las escuelas secundarias en México……………………………………..................................................................…… 119

    La escuela secundaria y la evaluación de la calidad educativa (119) Sistema de indicadores del contexto socioeducativo del INEE: los datos duros (123)

    CAPÍTULO CUARTO

    LA LEGITIMIDAD DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA EN EL DISCURSO DEL GOBIERNO DE VICENTE FOX……………………………………………..…………..…. 135

    4.1 La legitimidad de la evaluación educativa…………………………....………….….. 136

    4.2 La evaluación como práctica política y el discurso educativo en el proyecto de Vicente Fox………………………………………………………...….………………...…… 148

    Conclusiones……………………………………………………….…….………………… 164

    Fuentes de consulta…………………………………………………..…...…………..….. 168

    Siglario………………………………………………………...……………..…………....… 182

  • 1

    INTRODUCCIÓN

    En la década de los años setenta se organizó lo que se llamó el Consenso de

    Washington donde se establecieron las recomendaciones económicas que debía seguir

    América Latina para reemplazar el agotado modelo de sustitución de importaciones. El

    Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encargaron cambios

    sustanciales al Estado, el cual debía intervenir menos en los asuntos del mercado

    ajustando el presupuesto, destinado a los sectores sociales: salud, vivienda, educación,

    entre otros.

    Las reformas se encaminaron a descentralizar y centralizar. Paradójicamente en el caso

    de la educación se descentralizan los mecanismos de financiamiento y gestión del

    sistema, pero se centralizó el control pedagógico a través de la evaluación que ―…se

    convierte en el instrumento de intervención directa del Estado en los procesos

    educativos‖.1

    En México, a principios de los ochenta, se establecen las bases del modelo neoliberal y

    los cambios al sistema educativo, principalmente en educación básica. Se introduce por

    primera vez en el discurso el concepto de calidad. En el discurso neoliberal la

    educación pública evidencia ineficiencia, baja calidad y pobre productividad debido a la

    masificación del sistema, por lo anterior propone el cambio, la modernización y el

    control de la calidad. El instrumento que se cree elevará dicha calidad es la evaluación

    educativa, aquella que mide y evalúa al sistema en su conjunto a partir de los

    resultados de los exámenes aplicados a los alumnos, en nuestro caso de secundaria.

    En la secundaria se cimienta gran parte de lo que seremos o no de adultos y como

    sociedad, además, es el último eslabón de la educación básica y punto de partida para

    los estudios de nivel superior. Es este nivel educativo el que en la última década ha sido

    cuestionado por los resultados tan pobres de las pruebas estandarizadas, a demás de

    1 Coll Lebedeff, Tatiana. ―El INEE y su dilema: evaluar para cuantificar y clasificar o para evaluar y formar‖, en

    Navarro Gallegos, César (coord.). La mala educación en tiempos de la derecha. Política y proyectos educativos del

    gobierno de Vicente Fox, México, UPN/Miguel Ángel Porrúa, 2005, p. 49.

  • 2

    discutirse las reformas que a los planes y programas de estudio se han llevado a cabo y

    que no han resultado en el mejoramiento de los aprendizajes y competencias de los

    estudiantes. Se ha observado que el bajo aprovechamiento, la deserción, la

    reprobación y la eficiencia terminal muestran un panorama poco halagüeño que es

    necesario revertir e investigar.

    A partir de 1995 se aplican en México pruebas internacionales por parte de diversos

    organismos como el Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y en Ciencias

    (TIMSS, por sus siglas en inglés) coordinado por la Asociación Internacional para la

    Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, por sus siglas en inglés); el estudio

    realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la

    Educación (LLECE) ordenado por la Organización de las Naciones Unidas para la

    Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas es inglés) y la Oficina

    Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC), así como las del

    Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés)

    establecido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

    y pruebas nacionales como el Instrumento para el Diagnóstico de Alumnos de Nuevo

    Ingreso a la Secundaria (IDANIS); la Evaluación de la Educación Primaria (EVEP); la

    Evaluación de Estándares Nacionales (EEN), Centro Nacional de Evaluación para la

    Educación Superior (CENEVAL) y Carrera Magisterial (CM). Se agregan a partir del

    2003 las del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y en últimas

    fechas las de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares

    (ENLACE).

    Por su parte, el INEE, se crea con la finalidad de proporcionar información válida y

    confiable sobre el logro del aprendizaje que están obteniendo los estudiantes a partir de

    los aprendizajes básicos (comprensión lectora y matemáticas) que ayude a la toma de

    decisiones destinadas a mejorar la calidad del sistema educativo del país. Los

    resultados de las primeras evaluaciones no se dan a conocer y a partir del 2000 los

    resultados tan bajos del aprendizaje escolar son tanto una oportunidad para evidenciar

    la crisis de la educación pública como justificación para introducir cambios al sistema de

  • 3

    educación básica, que ha traído aparejada una serie de problemáticas que deterioran

    aún más la calidad educativa.

    Ante el contexto descrito cabe plantearse la siguiente problemática: ¿cómo utiliza el

    Estado neoliberal las evaluaciones de los logros educativos del sistema básico para

    legitimar prácticas discursivas que favorecen de manera preferencial los intereses de

    determinados grupos sociales en detrimento de las amplias mayorías? La hipótesis que

    se sustenta en esta investigación y contesta el planteamiento anterior es la siguiente: El

    Estado utiliza las evaluaciones de los logros educativos para afianzar un discurso que

    legitime las políticas educativas tendientes a reducir la responsabilidad económica del

    gobierno y acrecentar la intervención financiera, administrativa, técnico-pedagógica e

    ideológica de los grupos de poder, con el consenso de aquellos actores que se verán

    directamente afectados con su aplicación.

    De la afirmación anterior se desprende el siguiente objetivo general: analizar las

    fuentes, niveles y procesos de legitimación que el Estado implementa a través de la

    evaluación para dar continuidad a su política educativa y coherencia a su discurso.

    En los últimos tiempos la discusión sobre la naturaleza de la política educativa se ha

    abordado desde dos rutas de interpretación, análisis y aplicación. Una de ellas es el

    enfoque de la sociología o pedagogía crítica, cuyo sustento teórico incorpora conceptos

    y categorías del materialismo histórico dialéctico, y la otra, representada por la teoría

    anglosajona de las políticas públicas, apoyada en un cientificismo objetivo, racional e

    instrumentalista. Es el primero de estos enfoques a través del cual la presente

    investigación analiza ―La legitimación de la evaluación educativa en el contexto

    neoliberal: el caso de las escuelas secundarias en México durante el gobierno de

    Vicente Fox Quesada (2000–2006)‖.

    La elección de este enfoque permite entender que la evaluación no sólo es una práctica

    pedagógica, sino sobre todo una práctica política que se circunscribe a una formación

    social dada en el tiempo y el espacio, producto de la intervención del individuo, que

    construye cotidianamente el porvenir por medio de la praxis social. En esta

  • 4

    transformación histórica no intervienen hombres aislados: la construyen grupos cuyos

    diversos y antagónicos intereses dan origen a la dinámica social. Lo anterior se expresa

    en la presencia de una variedad de posiciones políticas ante el quehacer del hombre,

    mismas que se organizan bajo la forma de un proyecto político, donde cada uno de

    esos grupos o clases sociales manifiestan lo que pretende hacer respecto a la sociedad

    en su conjunto.

    Dentro de la formación social se encuentra una serie de mecanismos que permiten la

    producción y reproducción de la organización existente, donde los criterios de dirección

    y desarrollo del conjunto social son dictados por la acción hegemónica de una clase,

    atendiendo a sus necesidades y la de los grupos subalternos. En esta reproducción

    encontramos la presencia de acciones económicas, políticas, ideológicas, morales,

    religiosas, culturales, educativas, etcétera, que utilizan desde recursos conocidos e

    inmediatos hasta los más ocultos y subliminales.

    Este trabajo sigue un proceso de investigación cualitativo empleando técnicas

    documentales para la recopilación de la información tanto directas (documentos

    oficiales, declaraciones, entrevistas, publicación de textos de los principales actores

    sociales) como indirectas (análisis de libros, notas de periódico, ensayos, páginas de

    Internet, etcétera). Si bien la búsqueda, en un mayor porcentaje se basó en

    interpretaciones y análisis, también se hizo uso, cuando fue necesario, de datos

    cuantitativos. A demás se hizo una revisión crítica de los antecedentes teóricos y

    empíricos del problema desde dos ámbitos: el internacional (Red Iberoamericana de

    Investigación sobre cambio y Eficiencia Escolar [RINACE]; UNESCO; Programa de

    Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe [PREALC]; el Grupo

    de Trabajo de Evaluación y Estándares [GTEE]; Red de Revistas Científicas de

    América Latina y el Caribe [RedALyC]; OCDE, Banco Iberoamericano de Desarrollo

    [BID] y FMI) y el nacional (Centro de Estudios sobre la Universidad [CESU];

    Subsecretaria de Educación Básica [SEB]; INEE; CENEVAL, Universidad Autónoma

    Metropolitana [UAM]; Revista Mexicana de Investigación Educativa [RMIE];

  • 5

    Observatorio Ciudadano de la Educación [OCE] y la Universidad Nacional Autónoma de

    México [UNAM]).

    A la investigación anterior se suma la lectura y análisis de teóricos como Michael

    Foucault, Antonio Gramsci, Nicos Poulantzas, Ernest R. House, Jacques Delors, Pedro

    Ravela, José Luis Coraggio, Adriana Puiggrós, Fernando Reimers, Juan Carlos

    Tedesco, Alejandro Tiana, Sylvia Shmeikes, Margarita Zorrilla Fierro, Felipe Martínez

    Rizo, Ángel Díaz Barriga, Pablo Latapí, Etelvina Sandoval, Carlos Muñoz Izquierdo,

    entre otros que sirvieron para esclarecer aquello que existe en la realidad y sólo puede

    ser visto con claridad cuando se está en un plano teórico-abstracto y se baja a un plano

    práctico-concreto.

    La presente investigación se estructura en cuatro capítulos. En el primero, se

    recapitulan las teorías económicas que permiten definir las principales características y

    funciones del Estado, tanto de bienestar (interventor) como neoliberal (mínimo). Se

    reflexiona sobre cómo concibe cada uno la educación y los mecanismos que emplean

    para a través de ellos legitimar un proyecto político. Se examinan las fuentes y

    procesos que refuerzan su discurso, valores, lenguajes, culturas, símbolos que

    permiten armar un cuerpo teórico que sustituya la visión del mundo que mejor ayude a

    los propósitos de la clase en el poder. El apartado también describe la génesis,

    desarrollo y crisis del Estado del bienestar que origina la aparición del modelo

    económico neoliberal. El marco anterior sirve para introducir el contexto de la formación

    social mexicana de finales de los años setentas y principios de los noventa, donde la

    evaluación educativa se presenta incipientemente en nuestro país como un instrumento

    de intervención estatal en el sistema educativo.

    El segundo capítulo hace una caracterización de la evaluación educativa partiendo de

    sus antecedentes, el Estado evaluador estadounidense que décadas después va a

    influir en los sistemas educacionales latinoamericanos. En este apartado se definen los

    principales conceptos que se ligan a la evaluación, sus finalidades y algunas

    perspectivas teóricas.

  • 6

    El tercer capítulo, y después de un análisis contextual de la evaluación en

    Latinoamérica, se hace una vinculación temporal de la evaluación educativa del sistema

    básico en México durante el gobierno de Vicente Fox (2000–2006). Este apartado

    realiza una triangulación entre el contexto, el discurso gubernamental y la agenda

    educativa latinoamericana que va trastocando toda la región desde finales de la década

    de los ochentas y de la cual México no está al margen. En este espacio se introduce

    información cuantitativa que el INEE ha arrojado a partir de la aplicación de sus

    Exámenes de la Calidad y el Logro Educativo (EXCALE). La pretensión es identificar el

    manejo que de los datos hacen aquellos que pretenden legitimar una reforma o política

    educativa. Se comparan resultados del logro educativo de alumnos de nivel secundaria

    entre los años 2003 y 2005 y se complementa la información con el análisis que del

    contexto la misma institución realiza, paralelamente al Instituto Nacional de Estadística,

    Geografía e Informática (INEGI) y el Consejo Nacional de Población (CONAPO).

    Por su parte, el cuarto capítulo da cuenta de cómo va legitimando el Estado neoliberal

    las prácticas evaluativas que favorecen de manera preferencial los intereses educativos

    de determinados grupos sociales en detrimento de las amplios sectores de la población.

    Conceptos como hegemonía, coerción, consenso, ideología, poder, fuerzas

    productivas, relaciones sociales, legitimidad, van tomando cuerpo y nos proporcionan

    un marco teórico que nos permite identificar en la formación social mexicana de

    principios de siglo XXI los símbolos, representaciones, valores, lenguaje, cuerpo teórico

    y prácticas sociales del discurso que enuncia la clase gobernante para introducir en el

    ámbito educativo la evaluación del sistema para mantener el consenso y la aceptación

    de su proyecto económico, político y social.

    Finalmente en las conclusiones se presentan propuestas que permiten visualizar los

    requerimientos que la evaluación educativa tiene que poseer para evitar que ésta sólo

    excluya, seleccione o discrimine al grueso de la población. Recordemos que evaluar no

    es medir, sino contar con un instrumento que permita conocer lo que se enseña y

    aprende. La evaluación, por sí misma, no resolverá los problemas sólo los señalará,

    sirviendo entonces ésta como un instrumento para determinar ciertas acciones o

  • 7

    decisiones que impactaran en el mejoramiento del sistema educativo. La evaluación

    educativa no tendrá sentido si no tiene consecuencias sobre la realidad evaluada.

    Investigar, analizar y proponer líneas de acción que pueden ser fruto de este trabajo

    justificaron en gran medida su realización. Además este trabajo pretende contribuir a

    incrementar el acervo que sobre el tema se tiene, ya que son insuficientes y dispersos

    los trabajos centrados en uno de los elementos que más comprometen en la actualidad

    a la educación en México: la evaluación educativa. Es importante entender cuál es el

    significado de los resultados de las evaluaciones y cómo sus resultados tienen impacto

    en la opinión pública, en los sectores escolares y en las políticas educativas que hoy en

    día se trazan con el fin de desacreditar a la educación básica pública.

  • 8

    CAPÍTULO PRIMERO

    ESTADO, EDUCACIÓN Y EVALUACIÓN EN EL CONTEXTO NEOLIBERAL

    “El único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley”

    Aristóteles

    En este capítulo presentamos en principio algunas de las ideas que sustentaron las

    escuelas económicas clásica, neoclásica y keynesiana que dieron origen al Estado de

    bienestar. Dicho Estado no sólo se sustentó en teorías económicas, sino también en

    supuestos políticos y sociales que legitimaron su permanencia y actuación. La

    educación, en ese sentido, consolidó desde las aulas la conciencia colectiva de la

    población, a través de la intervención estatal y el establecimiento de instituciones que

    tienen su génesis en el proyecto liberal de la Revolución francesa. Se pensó a la

    escuela, como una institución legitimadora del Estado que permitió entre otras cosas

    confirmar la clase social, imponer una cultura y concepción del mundo desde arriba.

    En este apartado también se analiza cómo el excesivo intervencionismo estatal en

    Latinoamérica hace crisis en la década de los setentas, propiciando el impulso de un

    ―Programa de Ajuste Estructural‖ encaminado a establecer un modelo económico

    neoliberal que pretende legitimarse a través del discurso político. El discurso en el

    campo educativo se dirige a desacreditar a las instituciones públicas y los agentes

    sociales que directamente intervienen (profesores y alumnos). Finalmente, este primer

    capítulo ensambla el contexto de la crisis económica y el discurso propio del

    neoliberalismo, con los escenarios contemporáneos de la educación en México y su

    expresión en la evaluación.

    1.1 El Estado de bienestar

    Del liberalismo económico a la Teoría de Keynes

    El conjunto de procesos que han transformado el espacio económico, político y social

    en los últimos años nos da un marco en el que se hace factible destacar las

  • 9

    dimensiones centrales del fenómeno estatal. Entre tales notas no es difícil apuntar

    como principio de articulación, para identificar las características y funciones del

    Estado, la quiebra de la concepción tradicional que lo hacía agente autónomo y

    racional.

    Desde el Leviatán de Thomas Hobbes (1651) hasta el Minotauro de Bertrand de

    Jouvenel (1945), las metáforas que intentaban expresar el carácter del Estado remitían,

    de un modo u otro, a una instancia separada, con principios de acción y decisión

    propios; aun en las formulaciones más tajantes de Karl Marx (1818), que veía en él un

    instrumento de explotación de la clase oprimida o una suerte de comité ejecutivo de la

    burguesía, encontramos un cuerpo unitario. El espacio nacional era el ámbito preciso

    de la dominación: la soberanía, anhelada o denunciada, era el sustento irremplazable

    de la noción misma del Estado.

    Lo antes expuesto, nos permite entender que la nueva estructura de poder internacional

    que pone en jaque la idea clásica de soberanía estatal es la condición original para

    deslindar las pautas que rigen los Estados contemporáneos. A esto se unen por

    supuesto, las nuevas tendencias económicas y su expresión política, así como los

    cambios en la percepción social del Estado en particular y de lo político en general.

    Resulta un hecho que la relación internacional de poder interviene de manera decisiva

    en la configuración del Estado, definiendo sus características y funciones.

    Desde la economía se identifican las doctrinas y teorías que sustentan la perspectiva de

    un Estado pequeño con funciones mínimas y aquellas doctrinas económicas

    intervencionistas: ―Las doctrinas económicas intervencionistas se distinguen por el

    grado, el tipo y la naturaleza de la intervención estatal…‖.2 Es precisamente, esta

    última, la que nos preocupa descifrar, sin embargo, metodológicamente partimos de los

    fundamentos teóricos que sustentaron en su momento la perspectiva de un Estado

    mínimo.

    2 Vázquez Sánchez, Jorge. ―Neoliberalismo y Estado benefactor. El caso mexicano‖, en Aportes, México, BUAP, Año

    X, número 30, Septiembre-Diciembre de 2005, p. 52.

  • 10

    En la Francia de finales del siglo XIX y al menos todo el siglo XX, se siguió la

    perspectiva de un Estado mínimo. La escuela clásica que incluyó a ingleses, franceses

    y alemanes tenía como principal preocupación entender la mejor forma en que una

    nación podía incrementar su riqueza. En ese sentido, Adam Smith (1723–1790) fue el

    teórico que le dio cuerpo a esta inquietud. En su texto La riqueza de las naciones, Smith

    estableció las obligaciones y funciones del Estado. En relación a las primeras, señaló la

    defensa del exterior, la administración interna de justicia y el mantenimiento de obras y

    establecimientos públicos de un prohibitivo costo para los particulares. En relación a las

    segundas, las reducía a la intervención mínima. La intervención del Estado, decía,

    frustra los procesos de la vida, libertad y propiedad que son las condiciones para que

    cada individuo haga el mejor uso de sus recursos y contribuya a maximizar el bienestar

    total.

    Para Smith, a un Estado con funciones mínimas le corresponde un gasto público

    pequeño cuya estructura debe estar ligada a la estructura de los ingresos impositivos a

    través del principio del beneficio recibido.3 Este principio funciona como un freno

    automático a las demandas de bienes públicos que hacen los individuos, ya que se

    sabe que aquel que se beneficie de un programa público deberá contribuir directamente

    con el financiamiento de ese programa. Esa forma de funcionar se conoce como

    economía de mercado, donde productores y consumidores coordinan sus planes

    interactuando en el mercado, en tal situación las personas dependen unas de otras

    interactuando entre sí.4

    Además de Smith otros economistas clásicos proporcionaron argumentos diversos para

    defender la libertad de las relaciones económicas privadas.5 Destacan Jeremías

    Bentham (1748–1832) quién abogó por la educación y la salud pública para las masas;

    Thomas Robert Malthus (1766–1834) que introdujo al análisis económico el tema de la

    3 Smith, Adam. La Riqueza de las Naciones, 4ª ed., España, Alianza, 2004, 812 pp.

    4 Al respecto el premio novel de economía Amartya Sen, señaló que nadie como Adam Smith había explicado la

    dependencia que en una economía tienen las personas.

    5 Vázquez Sánchez, Jorge. Op. cit., p. 53.

  • 11

    población; David Ricardo (1722–1832) expuso su Teoría del valor del trabajo en donde

    afirmó que éste es el principal determinante del valor; John Stuart Mill (1806–1873)

    aunque defensor del laissez faire6 aceptó la intervención del Estado en ciertos ámbitos,

    por ejemplo, la educación elemental y por último Frédéric Bastiat (1801–1850) quien sin

    hacer grandes aportaciones al campo de la teoría, fue capaz de lanzar un movimiento a

    favor de una política económica concreta haciendo un análisis a partir de la ley.

    En general los autores del liberalismo clásico se caracterizaron por proporcionar

    argumentos diversos para defender la libertad de las relaciones económicas y privadas,

    defendiendo a su vez la innecesaria intervención estatal, a no ser para garantizar los

    derechos naturales de la vida, la libertad y la propiedad, tan necesarios para preservar

    los incentivos a la asignación eficiente de los recursos. Empleando la lógica deductiva,

    explicaron el comportamiento de los seres humanos bajo suposiciones derivadas de la

    observación acerca de la naturaleza humana, con lo que su razonamiento resultó

    demasiado abstracto.

    El pensamiento del liberalismo clásico prevaleció un siglo aproximadamente, pero en su

    interior se fue gestando la idea de que el Estado debía corregir algunas fallas del

    mercado y preservar la estabilidad del crecimiento económico. Esta idea, por demás

    conservadora, fue sostenida por los intelectuales de la escuela neoclásica, llamada así

    porque amalgamó las viejas doctrinas clásicas y el enfoque marginalista.7 Los

    neoclásicos, preferían que operaran los mercados competitivos a que hubiese una

    intervención pública. Defendían los bajos impuestos, el ahorro en el gasto público y los

    presupuestos equilibrados.

    6 El francés Vincent de Gournay fue quien expresó su convicción de no intervención del Estado de la siguiente

    manera: ―Laissez faire et laissez passer, le monde va de luiméme‖ (Dejar hacer y dejar pasar, el mundo va por si

    mismo). Tomado del texto de Vázquez Sánchez, Jorge. Op. cit., p. 54.

    7 Entre los pensadores clásicos y neoclásicos se ubicaron los marginalistas, que estructuran la determinación del

    valor y los precios a partir del comportamiento del consumidor. Esta escuela quedó representada por: Gossen

    Jevons, Marie Ésprit León Walras, Kart Menger, Friedrich von Wieser y Eugen von Bohm Bawerk, entre los más

    destacados.

    http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761569851/Valor.html

  • 12

    A los neoclásicos no les preocupa la causa de la riqueza, explican que la desigual

    distribución de ésta y de los ingresos se debe en gran medida a los distintos grados de

    inteligencia, talento, energía y ambición de las personas. Por lo tanto, el éxito de cada

    individuo dependerá de sus características individuales, y no de que se beneficien de

    ventajas excepcionales en el sentido que hablaba Marx. En las sociedades capitalistas,

    la economía neoclásica es la doctrina predominante a la hora de explicar la formación

    de los precios y el origen de los ingresos.

    El principal representante de la escuela neoclásica fue Alfred Marshall (1842–1924)

    considerado el padre de la economía moderna. Sus ideas fueron plasmadas en su obra

    Principios de economía publicada en la última década del siglo XIX. En su libro

    explicaba la demanda a partir del principio de utilidad marginal, y la oferta a partir del

    costo marginal (costo de producir la última unidad). En los mercados competitivos, las

    preferencias de los consumidores hacia los bienes más baratos y la de los productores

    hacia los más caros, se ajustarían para alcanzar un nivel de equilibrio. Ese precio de

    equilibrio sería aquel que hiciera coincidir la cantidad que los compradores quieren

    comprar con la que los productores desean vender. Este equilibrio también se

    alcanzaría en los mercados de dinero y de trabajo.

    El modelo económico neoclásico fue insuficiente para dar respuesta a las fallas del

    mercado que a la postre ocasionaron el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929. La

    crisis financiera que se desató, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo,

    permitió el desarrollo de la teoría keynesiana.8 Los postulados sustentados por dicha

    teoría hacen referencia a la situación de equilibrio con desempleo involuntario y la

    necesidad de intervención del Estado a través de la política fiscal para compensar la

    insuficiencia de demanda.9

    8 La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero es considerada la obra cumbre de John Maynard Keynes

    con la que dio una respuesta definitiva a la grave depresión desatada en las primeras décadas del siglo XX.

    9 Para analizar la diferencia existente entre la concepción marxista de la reproducción y los agregados keynesianos

    del ingreso nacional neto, se sugiere la lectura del capítulo ―Comparabilidad con los agregados Keynesianos‖, en

    Sweezy, Paul M. Teoría del desarrollo capitalista, tr. Hernán Laborde, 12ª reimp., México, FCE, 1984, pp. 403–406.

  • 13

    Tras vencer las resistencias conservadoras de la ortodoxia liberal, la ―revolución

    keynesiana‖ fue penetrando en el mundo académico y en las políticas económicas de

    los países. Su influencia se acentuó sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial

    (1939–1945) cuando se extendió como un nuevo dogma, determinando las políticas

    económicas de todo el mundo occidental durante más de tres décadas de crecimiento

    sostenido. Los partidos conservadores y liberales se sumaron a esta política capaz de

    devolver la estabilidad al sistema capitalista después de los sobresaltos del periodo de

    entre guerras e incluso los socialdemócratas la aceptaron con entusiasmo, en la medida

    en que justificaba la intervención del Estado en la economía y el crecimiento del sector

    público.10

    Función y desarrollo del Estado del bienestar

    Al término de la Segunda Guerra Mundial aparece un cambio en la naturaleza de las

    funciones del Estado. A las aportaciones de John Maynard Keynes (1883–1946) y

    Arthur Cecil Pigou (1877-1959)11 basadas en que el Estado debe corregir los fallos del

    mercado, se suma la garantía de asignar eficiente y adecuadamente la distribución de

    los recursos al grueso de la población. De ahí que al modelo keynesiano de

    intervención estatal se le reconozca como un importante antecedente del Estado del

    bienestar.

    El Estado del bienestar (Welfame State) fue adoptado entre 1950 y 1980 (aunque las

    observaciones de un cambio en el entendimiento sobre el Estado son mucho más

    antiguas) con diferentes variantes por la mayoría de los países industrializados de

    10 Puelles Benítez, Manuel. ―Estado y educación en las sociedades europeas‖, en Revista Iberoamericana de

    Educación, núm. 1, (Enero–Abril), 1993, pp. 1-7.

    11 Pigou fue economista discípulo de Marshall. Es conocido por sus aportaciones a las teorías del bienestar

    económico y por el desarrollo del llamado efecto Pigou, donde estudia las consecuencias que una variación del nivel

    de precios tiene sobre la demanda del consumo privado mediante el cambio que se produce en la riqueza de la renta

    real de los consumidores. Escribió el libro Riqueza y bienestar en 1912, que amplió considerablemente y volvió a

    publicar con el título La economía del bienestar en 1920.

    http://es.wikipedia.org/wiki/1877http://es.wikipedia.org/wiki/1959

  • 14

    occidente.12 Se caracterizó por pretender respetar la libertad del mercado

    paralelamente a la libertad individual ya que optó por regular la defensa de los intereses

    públicos, incluso sobre el propio mercado.13 Se puede decir, que el Estado del bienestar

    ―…se sustenta en el éxito de una cadena de eventos, que vinculados, llevan al

    bienestar de las personas a través de la obtención de un empleo para la gran mayoría

    de la población. Pero el éxito del modelo depende de ciertas condiciones políticas:

    fuerza laboral con alto poder de negociación, seguridad social previsora de conflictos,

    política anticíclica y política de integración mundial avalada por los diferentes sectores

    sociales‖.14

    Para Javier Torres la función de incluir a todos y regular directa e indirectamente las

    aspiraciones de la población se sustenta en la opinión pública, ya que parte del

    supuesto de que todo lo que se deduzca a favor del ciudadano repercutirá en su

    bienestar. Mediante la evolución del Welfame State tanto la apertura como la restricción

    se convierte en un problema permanente de la política.15

    En este sentido, el Estado del bienestar no sólo interviene en las cuestiones políticas,

    sino también sociales y económicas responsabilizándose de la plena ocupación, de

    brindar a toda la población un sistema de seguridad social y la generación de un alto

    nivel de consumo y la garantía de un nivel mínimo incluso para los más desfavorecidos.

    Su estrategia para llegar a beneficiar al mayor número de individuos es posicionarse en

    dos dimensiones una estática y otra dinámica.

    Enrique Contreras cita a Gosta Esping–Andersen para señalar las dimensiones

    anteriores. La dimensión estática –dice- se relaciona con la definición de las funciones o

    sectores contemplados en su concepto de seguridad social, que se traduce en la

    construcción de redes sociales de seguridad para los individuos y sus familias. La

    12 Jorge Vázquez Sánchez nos refiere que en los años cincuentas en América Latina el Estado del bienestar tomó

    las denominaciones de economía mixta y de capitalismo de Estado.

    13 Vázquez Sánchez, Jorge. Op. cit., p. 57.

    14 Ibidem, p. 57.

    15 Torres Nafarrate, Javier. Luhman: la política como sistema, México, UI/FCPyS/UNAM/FCE, 2004, pp. 394–395.

  • 15

    dimensión dinámica -en cambio- tiende al aseguramiento del logro del proceso de

    movilidad vertical ascendente tanto para una generación como para varias

    generaciones. El Estado por consiguiente adquiere el compromiso público para ampliar

    dinámicamente el acceso a oportunidades de vida y optimizar las capacidades

    ciudadanas de la autoconfianza.16

    Si bien las dimensiones del Estado no pueden separarse, lo mismo sucede con sus

    funciones las cuáles son clasificadas por Guy Stading de la siguiente forma:

    1. Abatimiento de la pobreza.

    2. Prevención de la pobreza.

    3. Preservación de la solidaridad social.

    4. Provisión de la seguridad social.

    5. Redistribución del ingreso.

    6. Promoción de la movilidad laboral y

    7. Promoción de la reestructuración y la productividad de la economía y del

    mercado de trabajo.

    Por su parte Esping–Andersen considera como componentes integrales del bienestar

    las cuestiones del empleo, los salarios, las alianzas de clase, la negociación por

    conflictos de interés y la regulación macroeconómica.17

    Encontramos también que Antonio Ruezca señala que las funciones del Estado

    moderno, sea del tipo que sea, obedecen a la realización de reformas políticas e

    intervenciones activas directas en la vida económica, de acuerdo al modelo del Estado

    desarrollado. Este tipo de Estado debe propiciar tanto el desarrollo estructural como el

    desarrollo social, procurando los servicios de atención, ampliar el consumo, regular los

    intereses encontrados, y reforzar el proyecto político. En las palabras de Ruezca ―…el

    16 Contreras Suárez, Enrique. ―Reflexiones en torno a los retos que enfrentan actualmente los Estados de bienestar

    en el mundo‖, en Acta Sociológica, México, FCPyS/UNAM, núm. 28–29, Enero–Agosto 2000, p. 22.

    17 Tanto las funciones señaladas en el texto por Guy Stading, como los componentes de Esping–Andersen se citan

    en el trabajo de Contreras Suárez, Enrique. Op. cit., p. 22.

  • 16

    correcto funcionamiento del Estado de bienestar reportaría ventajas no sustituyendo al

    modelo capitalista, sino complementándolo‖.18 La posición de Ruezca difiere en mucho

    del carácter crítico y liberador del marxismo que tiene su fuerza en las luchas de masas

    contra el capital y el Estado: ―…sólo estos procesos reales podrán transformar la crisis

    del capital en una crisis del capitalismo y en una nueva victoria del marxismo vivo‖.19

    Génesis, desarrollo y legitimidad del Estado educador

    La génesis del Estado educador (de bienestar) se sitúa en la Edad Moderna precursora

    de cambios sociales importantes. En la última década del siglo XVIII Francia inicia un

    movimiento a favor de una instrucción común a todos los ciudadanos: laica, gratuita y

    obligatoria.20 El proceso de resistencia y deliberación que provocó la Revolución

    Francesa desencadenó la confrontación de dos modelos educativos: el liberal o dual y

    el jacobino o social ―…que originaron la antítesis entre las tendencias que ven la

    educación como instrumento de control social y las que consideran factores de

    emancipación y cambio social‖.21

    El proyecto liberal o dual fue defendido por los ilustrados franceses encabezados por

    Jean–Jacques Rousseau (1712–1778) y Denis Diderot (1713–1784) los que defendían

    la idea de una educación que formara a la infancia y a la juventud en el modelo

    nacional, homogéneo, de acuerdo a las necesidades de la sociedad y no de acuerdo a

    los intereses de la Iglesia. Cuando los ilustrados piensan en la educación nacional sólo

    la conciben como elemental, no popular. Corresponde a los jacobinos (revolucionarios

    franceses) el mérito de haber elaborado la idea de la educación para todos. Para

    Puelles Benítez entre estas corrientes que difieren en puntos medulares, sí va a existir

    18 Ruezca Barba, Antonio. ―Estado, seguridad social y marginalidad‖, en Centro Interamericano de Seguridad Social,

    México, Serie de Estudios 4, núm. 8, 1994, p. 216.

    19 Brunhoff, Suzanne de. ―Teoría del Estado y Teoría del poder en Marx‖, en Aricó, José (comp.). Discutir el Estado.

    Posiciones frente a una tesis de Louis Althusser, México, Folios Ediciones, 1982, p. 157.

    20 La Revolución francesa supuso la formulación y el intento de llevar a la práctica una serie de reformas que no se

    llegaron a consolidar hasta muchos años después, abriendo el camino al Estado de bienestar.

    21 Puelles Benítez, Manuel. Op. cit., p. 1.

  • 17

    un punto en común: el nuevo sistema educativo debe ser un sistema público, es decir,

    abierto a todos, atento a las necesidades de la sociedad, organizado y controlado por el

    Estado.22

    La revolución y la Ilustración en la Francia del siglo XVIII, fueron el contexto en el cual

    se discutió el nivel de intervención que el Estado debía tener en la educación para

    garantizar su legalidad. John Locke (1632–1704), por ejemplo, partiendo de la misma

    concepción de Hobbes concluye que los hombres decidieron constituirse en sociedad

    política para garantizar sus derechos, derechos que se consideran ahora naturales,

    esto es, inherentes a la naturaleza de la persona humana, derechos que no se estiman

    enajenados en modo alguno por el famoso contrato social. De esta manera el Estado

    aparece como una organización política nacida para garantizar los derechos del

    hombre, naturales, inalienables, imprescriptibles y anteriores al mismo nacimiento del

    Estado.23

    Desde esta perspectiva, esta nueva clase de Estado, surgida como antítesis del Estado

    absoluto, va a ser concebida como un puro artificio, como un mecanismo que se opone

    a la verdadera realidad que es la sociedad. Es decir, mientras que en el Antiguo

    Régimen el Estado se confunde con la sociedad, la representa y actúa por ella, ahora la

    sociedad se independiza del Estado afirmando la primacía de lo privado ante lo público.

    Para moralizar el Estado, para limitar su poder, para evitar el abuso del poder político

    se van a alzar los derechos naturales del hombre como límite infranqueable a ese poder

    y se va a acotar un espacio (el mercado) donde el Estado no puede intervenir.24

    Norberto Bobbio ha señalado con especial agudeza cómo el Estado y la sociedad van a

    ser considerados como realidades abiertamente distintas y contrapuestas: de un lado,

    el Estado, pensado como un régimen de relaciones de poder entre gobernantes y

    gobernados, por tanto como un ámbito de relaciones entre desiguales, de otro lado, la

    22 Ibidem, pp. 5–8.

    23 Porkrovski, V. S. (et. al.). Historia de las ideas políticas, México, Grijalbo, 1996, pp. 186–188.

    24 Bobbio, Norberto. Estado, gobierno, sociedad. Contribución a una teoría general de la política, Barcelona, Plaza y

    Janés, 1987, [s. p.].

  • 18

    sociedad, conceptuada como un ámbito de relaciones entre iguales, de esta forma, el

    Estado aparece como una esfera de poder que se ocupa de las instituciones políticas

    que regulan la convivencia, mientras que la sociedad se contrapone como una esfera

    privada que se ocupa de la riqueza de las naciones.25

    Toda esta construcción teórica se impone a finales del siglo XIX y principios del XX.

    Ahora bien, dentro de esta concepción podría esperarse que el nuevo Estado limitase

    su intervención al mínimo también en educación, como lo estableció para la

    construcción del mismo, sin embargo, esto no sucedió. Al contrario el Estado intervino

    en proporciones desconocidas, la principal razón: la nacionalización de los bienes de la

    Iglesia.

    Antes de la desamortización la Iglesia era la encargada de asistir la caridad y la

    educación; al no tener más recursos los abandona a su suerte y es entonces que el

    Estado toma esa responsabilidad. Jacobinos y liberales se enfrascan en una lucha por

    imponer sus ideas. Los primeros defienden la postura de una instrucción para todos,

    antecedente de los derechos sociales, los segundos, una educación en donde el

    individuo sea un elemento que posibilite el desarrollo y la acumulación de la riqueza en

    el capitalismo. El proyecto que prevaleció casi un siglo fue el liberal.

    En dicho proyecto la educación fue concebida como un factor de integración política y

    de control social. El Estado impulsó y creó los sistemas educativos nacionales

    asignándoles múltiples funciones públicas: como elemento de aculturación (asimilación

    de las culturas de los inmigrantes y la integración de éstos en un cultural unificada);

    como factor de consolidación (la imposición de una sola lengua en todo el territorio);

    como unificadora de la conciencia colectiva (se construye su identidad); como

    transmisora de valores (de acuerdo a la clase dirigente). Entre las funciones que se le

    asignaron a la educación quizá la más importante fue la que permitió construir una

    identidad nacional, principalmente porque se estaba conformando aún el Estado nación.

    25 Según la tesis central de La Riqueza de las Naciones, escrita por Adam Smith, la clave del bienestar social está

    en el crecimiento económico, que se potencia a través de la división del trabajo, a su vez, que se amplía la extensión

    de los mercados y por ende la especialización.

  • 19

    Con el Estado liberal aparece el sistema educativo en sentido estricto, esto es, ―…un

    conjunto de instituciones diferenciadas, de ámbito nacional, destinadas a la educación

    formal, cuyo control e inspección corresponde al Estado y cuyos elementos y procesos

    están relacionados entre sí‖.26 De esta forma los fines de la educación son

    determinados por los representantes de la nación no como un derecho, sino como una

    necesidad para legitimar al nuevo Estado. La concepción de la educación como un

    derecho y no como una necesidad fue postulada al término de la Gran Guerra con lo

    que dio inicio una política de servicios públicos centrada en satisfacer las necesidades

    básicas de los habitantes de la nación. Es desde esta perspectiva que se consolida el

    Estado de bienestar.

    El Estado de bienestar se sustenta no sólo por teorías económicas, sino también por

    supuestos políticos y sociales que legitiman su permanencia y actuación. ¿Cómo

    legitimó el Estado su intervención a través de la educación? Ralph Miliband desarrolla

    en el capítulo VII y VIII de su libro El Estado en la sociedad capitalista el análisis de las

    ―fuentes de legitimación‖ usadas por el Estado interventor para mantener su

    hegemonía. Estas fuentes son: los partidos políticos, los grandes medios de

    comunicación y la educación.27 Precisamente de ésta última es de la que hablaremos a

    continuación.

    Miliband, considera que las instituciones de educación juegan un papel importante

    ―…como agentes legitimadores en y para sus sociedades‖.28 Pero no hay que olvidar,

    dice el autor, que la educación se mueve en dos planos: el adoctrinamiento político

    (estricto, explícito y partidista) y de “sociabilización política” (general e implícito). En el

    primer caso los profesores muestran en su gran mayoría una neutralidad política que en

    las últimas décadas del siglo XX es cuestionable. En cuanto a la “sociabilización

    política” es un hecho que las escuelas no pueden alejarse de ese ejercicio que puede

    26 Puelles Benítez, Manuel. Op. cit., p. 10.

    27 Miliband, Ralph. El Estado en la sociedad capitalista, 10ª ed., México, Siglo XXI, 1980, Cap. VII y VIII, pp. 173–

    254.

    28 Ibidem, p. 230.

  • 20

    ser consciente o inconsciente, contribuyendo así a mantener el orden social y político

    predominante.

    El grado en que se introyecta la “sociabilización política” es básicamente el grado de la

    escala social a la que pertenece el alumno. Entre más cerca de la cúspide, más

    compromiso con la función de adoctrinamiento y una mayor sumisión: ―Hoy como ayer,

    las escuelas de la élite, deliberadamente, procuran inculcar en sus educandos una

    filosofía conservadora cuyos temas siguen siendo los de la tradición y una concepción

    muy estrecha del significado de la democracia, por no hablar de una acusada hostilidad

    en contra de las ideas y de las finalidades socialistas‖.29

    Las escuelas de la élite no sólo fueron concebidas como agentes de adoctrinamiento,

    sino también como modelos para otras escuelas (las de los trabajadores, las ―comunes

    y corrientes‖). Esa forma de pensar el sistema escolar recibió gran apoyo del Estado,

    porque legitimaba el orden social que él estableció desde arriba. Miliband analiza tres

    niveles en los que se presenta el proceso de legitimación: la confirmación de clase, la

    imposición cultural y la concepción del mundo.30

    Los tres niveles citados se relacionan entre sí y están dirigidos a la clase trabajadora,

    pues es ésta el sostén del modelo económico que se sirve del proletariado para

    acumular su capital y con ello potenciar su hegemonía. El primer nivel, la confirmación

    de clase hace referencia al destino y posición que los hijos de los trabajadores deberán

    tener en su edad adulta: el de asalariados poco calificados. Miliband sostiene que la

    escuela ―…conspira para crear la impresión… de que las desventajas sociales son en

    verdad consecuencia de una incapacidad personal, innata, dada por Dios e

    insuperable‖.31 Empleando palabras de Pierre Bourdieu y Jean Claude Passeron,

    Miliband transcribe: ―…la autoridad legitimadora de la escuela puede aumentar las

    desigualdades sociales, ya que las clases más pobres, muy conscientes de su destino y

    29 Ibidem, p. 231.

    30 Ibidem, pp. 232–235. 31 Ibidem p. 232.

  • 21

    muy inconcientes de los caminos por donde se realiza, contribuyen a la realización‖.32

    En conclusión, se les educa para creer que su condición es resultado del destino, no del

    sistema social.

    El segundo nivel, la imposición cultural, refuerza valores, lenguaje y cultura de la

    burguesía. Al no nacer el sistema educativo de la comunidad se le imponen valores

    desde arriba, de tal forma que se piense que el tener un rango superior en la escala

    social acredita lo que se ha de inculcar: ―El objetivo es ‗integrar‘ al niño de la clase

    trabajadora en la sociedad dada. A los ‗listos‘ se les ayuda a preparar su escapatoria de

    la clase obrera; al resto se le ayuda a aceptar su subordinación‖.33

    El tercer nivel, la concepción del mundo, es al parecer el que tiene una connotación

    política e ideológica más fuerte en el proceso de legitimación del Estado. El sistema no

    sólo inculca ciertos valores, sino arma un cuerpo teórico que sostenga la visión del

    mundo que mejor ayude a sus propósitos. Se articulan ―principios esenciales‖ y ―valores

    fundamentales‖ que guíen la conciencia del grueso de la población. Lanzan mensajes

    que concuerdan con el orden social y económico predominante preparando la

    aceptación de sus instituciones y valores. Miliband lo asienta así: ―Tal vez, no siempre

    induzcan las escuelas la aceptación del sistema de poder predominante; pero sí la

    enseñan… en todos los sistemas educativos, centralizados o no, quienes se encargan

    de nombrar maestros y directivos procuran por lo común no contratar maestros, y

    menos aún directores, que puedan ser muy agudos, ‗controvertidos‘… con ideas

    subversivas‖.34

    Finalmente podemos señalar que la educación en el Estado de Bienestar vivió, con

    variaciones en intensidad y velocidad en los diferentes países, un proceso fabril, en el

    que los alumnos pasan de grado en grado en un modelo casi único con un maestro que

    habla y unos alumnos que escuchan, repetido en miles de grupos reunidos en escuelas,

    32 Ibidem.

    33 Ibidem, pp. 233–234.

    34 Ibidem, p. 2.

  • 22

    que produjo la necesidad de contratar cientos de miles de maestros, supervisores,

    administradores y ayudantes y de construir una infraestructura para alojarlos.35

    Bajo el bosquejo de la fábrica se desarrollaron procesos repetitivos de organización

    piramidal y jerarquización del personal. Paralelamente se gestó la Teoría del Capital

    Humano. En los países en donde se iniciaron procesos de industrialización y

    diversificación de la economía, la educación fue adquiriendo mayor importancia por su

    contribución a la formación de la fuerza de trabajo. El término capital humano inventado

    por Theodore William Schultz (1902–1998)36 y popularizado por Gary Stanley Becker

    (1851–1914),37 reviste múltiples facetas en la literatura económica y abarca diferentes

    tipos de inversión (salud, alimentación, recursos humanos, educación), en las teorías de

    crecimiento y desarrollo económico basadas en la posesión de los seres humanos.

    En la literatura económica sobre capital humano, generalmente se pone mayor énfasis

    en la educación y se suele distinguir tres fases distintas a lo largo de la vida para

    acumular capital humano por parte de un individuo: el adquirido en el hogar, el

    acumulado por experiencia o sobre el terreno, y el adquirido en la educación formal.

    Estos tres tipos de capital humano tienen como efecto incrementar la productividad

    económica de los individuos y, por consiguiente, la producción de las naciones.

    De acuerdo con la teoría del capital humano, la educación es fuente de crecimiento y de

    bienestar. Definido como el conjunto de conocimientos y de competencias que poseen

    los individuos, el capital humano ha venido ocupando un lugar privilegiado dentro de la

    35 Díaz de Cossío, Roger. ―Los retos educativos del siglo XXI‖, en Solana, Fernando (comp.). Educación en el siglo

    XXI, México, Limusa, 1999, pp. 127–148.

    36 Theodore William Schultz es un economista estadounidense que obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1979,

    compartido con Arthur Lewis, por su investigación pionera en el desarrollo económico con atención particular a los

    problemas de los países en desarrollo. Dio gran importancia en un proceso de desarrollo racional a lo que él definió

    como capital humano.

    37 El libro más famoso y leído del profesor Becker es Human Capital (1964), en el que desarrolla las bases teóricas

    para las decisiones humanas de inversión en educación, aprendizaje profesional, migración y salud. En 1992 le fue

    otorgado el premio Nobel de Economía, el segundo consecutivo concedido a un miembro de la Universidad de

    Chicago.

    http://www.eumed.net/cursecon/economistas/lewis.htm

  • 23

    literatura económica: en la mayoría de las veces es objeto de análisis en conferencias

    mundiales, por ejemplo, en La Conferencia Mundial sobre la Educación para Todos,

    efectuada en 1990 en Jomtien, Tailandia, y en La Quinta Conferencia Internacional

    sobre la Educación de los Adultos, llevada a cabo del 14 al 18 de julio de 1997 en

    Hamburgo, Alemania. Asimismo, el papel del capital humano se encuentra en

    innumerables foros, por ejemplo, el Foro Mundial sobre la Educación llevado a cabo en

    Dakar (2000) en donde asistieron más de 1000 participantes de 164 países entre

    docentes, ministros, universitarios, dirigentes de organizaciones internacionales,

    políticos, economistas, etcétera.38

    Finalmente cabe mencionar que en todos los países donde el Estado de bienestar tiene

    el encargo de administrar el sistema educativo ha visto crecer sus pirámides de

    alumnos, maestros y burocracias, engendrando una serie de problemas, tales como la

    saturación de grupos, la baja calidad de la educación, la deserción el bajo

    aprovechamiento, entre otros que el sistema intentará resolver con nuevos proyectos

    educativos que se van instalando en la última década del siglo XX.

    1.2 El Estado Neoliberal

    La crisis del Estado del bienestar

    Como se mencionó en el apartado que antecede, el Estado de bienestar, según la

    perspectiva neoclásica, justifica su intervención para neutralizar los fallos del mercado y

    para mantener la estabilidad del crecimiento económico. Sin embargo, su orientación

    benefactora siguió dependiendo del comportamiento cíclico de la producción, lo que

    provocó, según Jorge Vázquez, a mediados de los años setenta del siglo pasado, una

    crisis que puso en tela de juicio la viabilidad histórica del Estado de bienestar. 39

    38 Ossenbach Sauter, Gabriela. ―Estado y Educación en América Latina a partir de su independencia (siglo XIX y

    XX)‖, en Revista Iberoamericana de Educación, núm. 1, Enero–Abril, 1993, pp. 26–29.

    39 Vázquez Sánchez, Jorge. Op. cit., pp. 60–61.

  • 24

    La crisis se manifestó en diferentes rublos: 1º económico: debido a la caída de la tasa

    de beneficio. Los procesos de acumulación rápida de capital, de las décadas anteriores,

    se vieron reducidos ante la incapacidad del Estado para poder mantener e impulsar la

    producción de un mercado nacional, cada vez más condicionado por la globalización, y

    que requería un mayor volumen de recursos para poder incidir en el mismo; 2º social:

    incremento de los gastos de protección social y de carácter asistencial, derivadas de la

    nueva situación demográfica que se produjo por la caída de la natalidad y el aumento

    de la esperanza de vida; 3º organizativa: como consecuencia del final del taylorismo,40

    como proceso y forma de organización del trabajo, a causa de la influencia que las

    nuevas tecnologías tuvieron en el sistema productivo y distributivo, y su repercusión en

    la estructura ocupacional; 4º política: debido a la crisis financiera del Estado, que no

    dispone de los recursos suficientes para hacer frente a las exigencias del mundo

    empresarial, que demanda una política económica que garantice beneficios, hay una

    sobrecarga de demandas ciudadanas que reclaman una ampliación de las coberturas

    de bienestar y las instituciones ven rebasadas su capacidad de respuesta,

    especialmente en los momentos regresivos del ciclo económico, a fin de disminuir sus

    efectos en los niveles de protección y calidad de vida; y 5º ideológicas: al producirse

    una deslegitimación del orden político establecido, en la manera en que el Estado deja

    de responder a las expectativas y demandas de los distintos grupos de presión, y de la

    población en general.

    Todo ello, ha supuesto que los Estados de las sociedades occidentales avanzadas

    hayan tenido que desarrollar, durante los últimos años, una política económica basada

    en inversiones públicas y bonificaciones fiscales, con el fin de garantizar, en primer

    lugar, los beneficios empresariales y posibilitar los procesos de acumulación de capital,

    y contribuir de esta manera a reactivar la economía; en segundo lugar, fomentar el

    empleo, por medio de exenciones fiscales o de subvenciones, y evitar la destrucción

    40 El deseo de aprovechar al máximo el potencial productivo de la industria llevó al ingeniero norteamericano

    Frederick W. Taylor (1856- 1915) a realizar un estudio minucioso de las tareas fabriles. Su objetivo era eliminar los

    movimientos inútiles y establecer por medio de cronómetros el tiempo necesario para realizar cada tarea específica.

    A este método se le llamó Organización Científico del Trabajo o Taylorismo.

  • 25

    masiva de puestos de trabajo, derivada de los ajustes y reconversiones industriales; y,

    por último, posibilitar unos niveles de ingresos, que permitan el mantenimiento del

    consumo interior, contribuyendo a dinamizar el mercado y a reactivar la economía,

    especialmente en los momentos recesivos del ciclo.

    Pero, a su vez, han tenido que desarrollar, una política social y asistencial, cada vez

    más amplia, para hacer frente a la desigualdad y marginalidad que el mismo mercado

    ha ido creando. Una política social, por medio de la cual se desarrollan los derechos

    ciudadanos reconocidos en las Constituciones de los distintos Estados democráticos, y

    que afectan a áreas sociales, generadoras de bienestar y seguridad, como son la

    educación, sanidad, pensiones, vivienda... Y también una política asistencial dirigida

    hacia aquellos grupos que se ven más afectados en sus niveles de bienestar por las

    fluctuaciones del mercado, y por la falta de recursos materiales y personales.41

    La política prioritaria de generación de empleo, que constituyó el eje central de las

    políticas de bienestar hasta mediados de los años setenta, se ve supeditada a las

    exigencias monetarias y al funcionamiento del libre mercado, que como resultado del

    desarrollo de la tecnología de la información, ha adquirido una dimensión sin límites, y

    los intercambios se producen a escala mundial, dando origen a un movimiento

    vertiginoso de intercambios de capital, mercancías y personas.

    Antecedentes y premisas del Estado neoliberal

    En 1973, en el contexto de un aumento sostenido de los precios del petróleo,42 se

    produjo una crisis global del sistema capitalista. El diagnóstico neoliberal sobre esta

    crisis, en lo general, fue que se debió a la excesiva intervención del Estado, su abultado

    nivel de gasto orientado a la consecución de los fines económicos y sociales y al 41 Hernández Chávez, Guillermo (et. al.). El Estado como objeto económico. Los límites del intervencionismo,

    México, UAMI, 1992, pp. 124–125.

    42 En la década de los años setenta se presentaron dos shocks petroleros el de 1972–1974 y el de 1979–1980.

    Estos dos eventos agravaron la inflación y la recesión económica en los países importadores de crudo, entre los que

    se encontraban los veintiséis países miembros de la OCDE. De acuerdo con Roberto Solomon el fenómeno

    característico de la época fue la estanflación, una combinación de inflación y crecimiento lento.

  • 26

    enorme poder de los sindicatos.43 En su libro Libertad de elegir (1980) Milton Friedman

    (1912–2006) ve en la explicación básica de las crisis del mundo capitalista avanzado la

    existencia de un supragobierno sobre el que se sustenta un gran centralismo, una

    excesiva burocratización y una enorme reglamentación, fenómenos todos ellos, que

    limitan la libertad de elegir de los individuos.44

    En el mismo texto señala que la excesiva regulación fue la expresión de la fuerza de

    movimientos que se opusieron al progreso generado por el capitalismo. La excesiva

    regulación ha cargado altos costos a las actividades privadas, lo que ha obstaculizado

    su sano desarrollo y su expansión. Friedman también plantea que el intento por

    fomentar la igualdad originó un Estado grande y poderoso, capaz de limitar la libertad

    de elección de los individuos. Lamentablemente la persecución de la igualdad y las

    restricciones a la libertad son inconsistentes. El Estado debe garantizar la libertad de

    elegir, para ello sus únicas funciones deben ser brindar protección interna y externa,

    mantener un sistema de justicia como sustento de los contratos y la propiedad;

    organizar el financiamiento para la producción privada de bienes públicos y brindar

    cuidado social a los que carecen de capacidad para asumir responsabilidades.

    Como respuesta a la creciente crisis del Estado interventor surge el proyecto neoliberal

    que reivindicando la perspectiva clásica en contraposición del neoclasismo. Sus

    estrategias básicas son la privatización y la instrumentación de un Estado con funciones

    mínimas. El neoliberalismo surge con la sociedad de Mont Pelerin,45 organizada durante

    la reunión a la que el economista austriaco Friedrich Von Hayek (1899–1992)46 convocó

    43 Gentili, Pablo. ―El Consenso de Washington y la crisis de la educación en América Latina‖, en Álvarez–Uría,

    Fernando (comp.). Neoliberalismo versus democracia, España, La Piqueta, 1998, (Genealogía del poder núm. 29),

    pp. 105–111.

    44 Friedman, Milton. Libertad de Elegir. Hacia un nuevo liberalismo económico, Barcelona, Orbis, 1983.

    45 La sociedad Mont Pelerin rechazó la visión del Estado socialista–comunista que se había implementado en Rusia

    en 1917 y después de la Segunda Guerra Mundial en Europa del Este, en China Continental, en África, en Asia y en

    Cuba.

    46 Friedrich Von Hayek desarrolló la teoría de las crisis y sostuvo tesis contrarias al intervencionismo del Estado en

    la gestión económica y en favor del liberalismo capitalista. En 1974 compartió con Gunnar Myrdal (1898–1987),

  • 27

    y a la cual acudieron otros ideólogos entre los que destacan Karl Popper (1902–1994),

    Friedman,47 Ludwig von Mises (1881–1973) y Walter Lippmann (1889–1992). Esta

    sociedad se declaró enemiga de todos los formatos de organización económica en los

    que el Estado asumía algún grado de intervención. Por ello se opusieron rotundamente

    a la propuesta intervencionista de Keynes. Su crítica y su rechazo alcanzaron al Estado

    benefactor que se desarrolló en los países de Europa Occidental después de la

    Segunda Guerra Mundial.48

    El neoliberalismo trata de ignorar todas las influencias que dieron origen, y han

    consolidado, a la corriente neoclásica iniciada por Marshall. El enfoque teórico de

    pensadores como Hayek y Friedman49 pertenece a la tradición individualista de

    interpretación social.50 En su perspectiva, los verdaderos liberales sustentan la

    imposibilidad de prever las consecuencias de las acciones individuales y por tanto,

    economista sueco, el premio Nobel de Economía. Entre sus obras más conocidas pueden citarse: Teoría monetaria y

    de la coyuntura (1929), Precio y producción (1931), Teoría monetaria y ciclo comercial (1933), Nacionalismo

    monetario y estabilidad internacional (1937), Ganancias, intereses e inversión (1939), La teoría pura del capital

    (1941), Camino de servidumbre (1944) su obra más famosa y discutida por su defensa del capitalismo en oposición

    al socialismo, Individualismo y orden económico (1948) y La contrarrevolución de la ciencia (1952).

    47 Milton Friedman considerado uno de los más grandes economistas del siglo XX, recibió multitud de honores,

    incluido el Premio Nobel de Economía (1976). Entre sus obras cabe destacar Una teoría de la función del consumo

    (1957), Historia monetaria de los Estados Unidos, 1867-1960 (1963), Teoría de los precios (1976) y varias obras

    divulgativas escritas en colaboración con su mujer (Capitalismo y libertad, 1962; Libertad de elegir, 1980).

    48 Durán, Víctor Manuel. ―Estado Social de Derecho, Democracia y Participación‖, en RELUITA,

    www.Utal.orgmovimien.11e.htm (Consultado 14/IX/07)

    49La relación de Friedman y Hayek fue antigua, va desde que trabajaron juntos durante muchos años en la

    Universidad de Chicago, sin embargo, entre ambos pensadores existía una gran diferencia metodológica. Para

    Hayek la ciencia debía sustentarse en el rigor del razonamiento, por ello llegó a despreciar el uso del método

    matemático. Por el contrario, Friedman, sustentó su trabajo en los modelos matemáticos y el análisis estadístico.

    Esas discrepancias impidieron el reconocimiento y apoyos mutuos.

    50El individualismo es una teoría de la sociedad que sostiene que las instituciones humanas pueden desarrollarse

    sin una mente directa o plan deliberado. Esta teoría fue establecida en general por los economistas clásicos. La

    teoría opuesta es la teoría dirigida, colectivista o racionalista, que cree que la sociedad se realizará de una forma

    más perfecta mediante la dirección central y la planificación, debido a que el hombre puede discernir y organizar el

    interés público. Otros términos utilizados para referirse a estas dos teorías han sido evolucionismo y constructivismo

    respectivamente, como origen de las instituciones humanas.

    http://www.utal.orgmovimien.11e.htm/

  • 28

    creen que es inútil cualquier intento de reconstruir la sociedad de acuerdo a un plan o

    modelo racional. Más bien ―…fincan sus premisas en ciertas ideas–fuerza que definen

    dicho paradigma‖.51

    Ideas–fuerza que son propias de una ortodoxia original que se remonta a 1947 cuando

    se establece como tesis básica que el mercado constituye el mejor instrumento, el más

    eficaz para la asignación de recursos y la satisfacción de necesidades. Un mecanismo

    de autorregulación que conduciría al óptimo social y que, por ello, resultaría

    intrínsecamente superior. Por eso, dicha ortodoxia exaltó, durante tres décadas, las

    virtudes de un Estado mínimo e impugnó vivamente al Estado de bienestar y, en

    general, al Estado como dispositivo de redistribución en beneficio de las clases

    desfavorecidas.

    El mercado como regulador de los procesos económicos y el Estado con funciones

    mínimas, según Ana María Ezcurra, fueron la base del neoliberalismo originario que

    planteó una agenda política con cuatro ideas-fuerza clave: 1) la promoción de un

    máximo de crecimiento económico (de libre mercado) como objetivo prioritario; 2)

    aumento de la tasa de ganancia del capital privado; 3) reducción de los costos

    salariales y por consiguiente una merma en la fuerza de trabajo y 4) auspicio de una

    firme contención del gasto público social.52

    La propuesta neoliberal se implantó por primera vez en Inglaterra, en mayo de 1979,

    con Margaret Thatcher: ―…Thatcher hizo campaña sobre una plataforma de

    desregulación, privatización y reducción del poder de los sindicatos, además de

    políticas monetarias y fiscales estrictas… Como dijo Nigel Lawson, su segundo ministro

    de Hacienda, el objetivo fue introducir una cultura empresarial en el Reino Unido‖.53

    Poco después, el neoliberalismo se estableció en los Estados Unidos, cuando en enero

    51 Ezcurra, Ana María. ¿Qué es el neoliberalismo? Evolución y límites de un modelo excluyente, Buenos Aires,

    Ideas, 1998, p. 14.

    52 Ibidem, pp. 41–43.

    53 Solomon, Robert. Dinero en Marcha. La revolución de las finanzas internacionales a partir de 1980, tr. Daniel

    Zadunaisky, Argentina, Granica, 2000, p. 21.

  • 29

    de 1981 Ronald Reagan (1911–2004) asumió la Presidencia de ese país: ―Al igual que

    Thatcher –su espíritu gemelo–, quería reducir la intervención del gobierno, eliminar la

    inflación y aplicar la desregulación…‖54

    La etapa neoliberal que se inicia con Thatcher y Reagan es conocida como etapa

    estatal y vivió dos cambios fundamentales. Primero, se fijan los parámetros de un

    programa de política económica relativamente uniforme y de alcance mundial (llamado

    Ajuste Estructural). Segundo, el neoliberalismo se articula con el pensamiento

    neoconservador. Es decir, se desencadenó un proceso de reorganización ideológica tan

    intenso que dio lugar a dos novedades centrales: a) ensamble del ideario neoliberal con

    valores democráticos, típicamente neoconservadores, consolidando un proyecto de

    sociedad integral que abarca el terreno político y económico y b) voluntad

    internacionalista que incitó la expansión mundial para lograr una homogeneización de

    alcance planetario. Integración y universalidad son las bases del programa neoliberal–

    conservador.55

    Neoliberalismo, o Estado neoliberal, son términos empleados para designar a un nuevo

    tipo de Estado que surgió en las últimas dos décadas del siglo XX. Los gobiernos

    neoliberales, recordemos, proponen nociones de mercados abiertos y tratados de libre

    comercio, reducción del sector público y disminución del intervencionismo estatal en la

    economía y en la regulación del mercado. Para Carlos Alberto Torres las premisas del

    Estado neoliberal pueden sintetizarse como sigue: ―En términos de racionalidad política,

    los Estados neoliberales constituyen una amalgama de teorías y grupos de intereses

    54 Ibidem, p. 22.

    55 Ana María Ezcurra señala que el neoconservadurismo–liberal constituye un proyecto, y no la expresión necesaria

    de determinaciones históricas inexorables. Un proyecto cuya propagación mundial es incitada, básicamente, por

    ciertas estructuras políticas. En particular, por aparatos estatales: los Estados del capitalismo avanzado y, sobre

    todo, el de Estados Unidos de América (EE.UU.), por sí mismo (a través de su estrategia exterior) y, también, por

    medio de instituciones económico–financieras internacionales (BM, FMI, Banco Iberoamericano de Desarrollo [BID],

    etcétera).

  • 30

    vinculados a la economía de la oferta y monetaristas, sectores preocupados por el

    déficit fiscal, a cuya superación subordinan toda la política económica‖.56

    Las premisas de reestructuración económica y ajuste estructural son compatibles con el

    modelo neoliberal ya que implican reducción del gasto público; reducción de los

    programas que son considerados gasto público y no inversión; venta de las empresas

    estatales, paraestatales o de participación estatal y mecanismos de desregulación para

    evitar el intervencionismo estatal en el mundo de los negocios. Junto con eso, se

    propone la disminución de la participación financiera del Estado en el suministro de

    servicios sociales (incluyendo educación, salud, pensiones y jubilación, transporte

    público y vivienda popular) y su subsiguiente transferencia al sector privado

    (privatización).

    La noción de lo privado (y de las privatizaciones) es glorificada como parte de un

    mercado libre, con total confianza en la eficacia de la competencia, ―…donde las

    actividades del sector público o estatal son percibidas como ineficientes, improductivas,

    antieconómicas y como un desperdicio social, mientras que el sector privado es visto

    como eficiente, efectivo, productivo, pudiendo responder, por su naturaleza menos

    burocrática, con mayor rapidez y prontitud a las transformaciones que ocurren en el

    mundo moderno‖.57 Sin embargo, no se pretende privatizar todo y dejar sin

    funcionamiento los programas asistenciales, más bien, por motivos prácticos, se

    diferencian aquellos programas que ―…pacifican áreas conflictivas y explosivas en

    materia de políticas públicas‖.58 En el caso de nuestro país, esas políticas implementan

    becas y programas compensatorios para aligerar la carga de los sectores marginados

    de la población y así evitar manifestaciones de descontento que pondrían en evidencia

    las verdaderas intensiones del gran capital.

    56 Torres, Carlos Alberto. ―Estado, privatización y política educacional. Elementos para una crítica del

    neoliberalismo‖, en Valero, Ricardo (coord.). Globalidad. Una mirada alternativa, México, Porrúa, 1999, pp. 168–169.

    57 Ibidem, p. 170–171.

    58 Ibidem, 171.

  • 31

    América Latina: neoliberalismo y educación

    En América Latina el neoliberalismo ha constituido la respuesta al desgaste de los

    modelos intervencionistas que surgieron y permanecieron vigentes desde la década de

    los años cincuentas. Primero fue Chile en 1983, país en donde los Chicagos Boys

    dirigidos por Milton Friedman implementaron el modelo neoliberal; le siguió Bolivia, país

    en el que se aplicó la política neoliberal (1985) durante el gobierno de Víctor Paz

    Estenssoro. En 1990 Carlos Salinas de Gortari fue reconocido, incluso por Margaret

    Thatcher, por la escrupulosa aplicación de las recetas ortodoxas neoliberales en

    México. También se puede completar la lista con Argentina, durante la presidencia de

    Carlos Saúl Menem (1989), Venezuela, bajo el Gobierno de Carlos Andrés Pérez

    (1989), Perú durante el mandato de Alberto Fujimori (1989) y Brasil, con Fernando

    Collor de Melo (1989).59

    En Latinoamérica el neoliberalismo ha tomado la forma de Programas de Ajuste

    Estructural, recomendados y supervisados por el FMI y el BM, como condición para

    proporcionar la ayuda necesaria ante las crisis en las que se han visto envuelto los

    países latinoamericanos: ―…consistentes en un conjunto de políticas destinadas a

    terminar con los Estados de bienestar latinoamericano de mediados del siglo XX. Para

    ello, se recomiendan, el achicamiento del Estado, la privatización de las empresas y

    sectores públicos, la liberación de los mercados, especialmente el mercado externo, la

    eliminación de las políticas sociales, la privatización de la seguridad social, el

    incremento de la recaudación tributaria mediante impuestos indirectos, la reforma del

    mercado laboral y del Sistema educativo‖.60 Carlos Alberto Torres coincide con Vázquez

    Sánchez y agrega que en el programa estructural se puede observar que se establecen

    políticas que ―…buscan liberar el intercambio internacional, reducir cualquier distorsión

    en la estructura de precios, terminar con las políticas de proteccionismo y

    59 El liberalismo extremo o fundamentalista de mercado se ha convertido en el paradigma dominante en el mundo y,

    en América Latina ha sido tal su penetración, que en muchos de estos países los estudiosos consideran que las

    políticas neoliberales son insustituibles, olvidando que el tema del papel del Estado en la vida económica es un tema

    relevante, no resuelto.

    60 Vázquez Sánchez, Jorge. Op. cit., p. 63.

  • 32

    consecuentemente, facilitar el predominio del mercado en las economías

    latinoamericanas‖.61

    El proyecto neoliberal62 se ha difundido lentamente en casi todos los países

    latinoamericanos. Su racionalidad se cristalizó durante los años ochenta a partir de la

    aplicación de un conjunto de reformas orientadas a garantizar un riguroso programa de

    ajuste y regulación económico.63 Las reformas propuestas fueron adoptadas por las

    élites políticas y económicas locales, como solución única a las problemáticas

    financieras, legitimando su incorporación a través del discurso64 que los organismos

    internacionales les marcaron.

    En el ámbito educativo, el discurso inicial tuvo que ver con el señalamiento de que los

    sistemas educativos enfrentaban una crisis de eficiencia, eficacia y productividad,

    resultado de las políticas intervencionistas del Estado que priorizaron cantidad por

    calidad: se construyó una escuela pública, gratuita de baja calidad, señalaron los

    intelectuales bancomundialistas. De ahí que para la década de los noventa, los

    neoliberales, siguieron ocupándose de diagnosticar la condición en que se encontraban

    los sistemas educativos en América Latina, señalando como culpables de la crisis, no

    sólo al modelo de Estado del bienestar, sino también a los sindicatos y a la sociedad.

    61 Torres, Carlos Alberto. Op. cit., p. 169.

    62 Para el argentino Pablo Gentili el neoliberalismo constituye un proyecto hegemónico. Esto es, una alternativa

    dominante a la crisis del capitalismo contemporáneo mediante la cual se pretende llevar a cabo un profundo proceso

    de reestructuración material y simbólica de nuestras sociedades.

    63 Los principales organismos financieros internacionales propusieron las siguientes reformas económicas: disciplina

    fiscal; mantenimiento de tasas de cambio competitivas; redefinición de las prioridades del gasto público; reforma

    tributaria; liberalización del sector financiero y comercial; atracción de inversión de capital extranjero; privatización de

    empresas estatales; desregulación de la economía, entre otras. Dichos cambios se sustentaron en el llamado

    Consenso de Washington que no sólo tuvo que ver con el ajuste económico, sino también con reformas educativas

    que se impulsaron.

    64 Cuando en el texto se emplea la palabra discurso estamos haciendo referencia a lo que Michel Foucault define

    como prácticas discursivas haciendo referencia a las reglas por las cuales se forman los discursos, las reglas que

    gobiernan lo que puede ser dicho y lo que debe permanecer callado, quién puede hablar con autoridad y quién debe

    escuchar. (Foucault, Michel. El orden del discurso, tr. Alberto González, 4ª ed., España, Fabula Tusquets, 2008, 76

    pp.)

  • 33

    Responsabilizaron al Estado, por un lado, por vincularse con los sindicatos que impiden

    la modernización y reforma educativa y, por otro, al fomentar la pereza colectiva que

    desplazó la ética individualista caracterizada por la educación meritocrática, por una

    ética del menor esfuerzo, poco competitiva y de bajo rendimiento, convirtiendo al

    individuo en irresponsable e incompetente.65

    Como se observa, la argumentación neoliberal enfatiza que debe desconfiarse de la

    capacidad del gobierno y de la sociedad para mejorar la calidad de la educación. La

    mejora vendrá, dicen, cuando ―…cada uno haga lo que tiene que hacer y reconozca la

    responsabilidad que ha tenido con relación a la crisis de calidad de las escuelas‖.66 Por

    ello, proponen como uno de los principales objetivos del cambio y la modernización,

    establecer mecanismos estatales de control de calidad. Este objetivo materializa los

    principios éticos del mérito y la competencia, evaluando al sistema, a las