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Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega: “La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 1

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Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 1

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 2

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

NOSOTROS. Volumen II

4ª Entrega:

LA TIERRA, ESCUELA DE APRENDIZAJE

DEL ALMA

Ashtar Ashgram

Dictado por Mª Rosa Miranda Marín

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 3

Nº Registro Propiedad Intelectual de Andalucía: 20 15 99 90 03

33 87 9

Nº Expediente: GR 124 15

Portada y contraportada: Encarni Puertas Ruiz.

Transcrito por Isabel de Haro Oriola

Agradeceremos que colaboréis con nosotros en difundir este

comunicado a todos los contactos que consideréis oportunos.

Gracias por vuestra cooperación.

Regresar al Origen.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 4

Introducción

Una vez más, nos complace abrir este trabajo, en su

segundo Volumen, estando muy satisfechos de la acogida que

está teniendo entre nuestros lectores.

Sólo recordaros que, en la lectura de estas entregas, van

códigos entre sus líneas, según consejo de los Hermanos

Mayores, con la intención de que sea integrada de la forma

más óptima.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 5

Queremos hacer una observación a nuestros lectores. Es

sabido que este libro está dictado por diferentes Entidades. Son

un grupo que, bajo nuestro punto de vista y por llamarlo de

alguna manera, está coordinado por el Comandante General

Asthar Ashgram.

Conforme llevamos a cabo el dictado, comprobamos

situaciones nuevas, en el trabajo que nos ocupa, que

reconocemos al hacer la revisión del mismo. Por ejemplo,

cuando hay cambios de alguna de las Entidades, notamos

diferentes expresiones, palabras o nivel de contundencia en su

exposición. En otras ocasiones, se manifiesta una gran ternura,

bondad y calma. En otros momentos, muy especiales, el

dictado es tan directo que incluso se habla en tercera persona.

En estos casos, hemos entrecomillado y puesto en cursiva para

destacarlo.

Al mismo tiempo, queremos reivindicar la importancia de

hacer una lectura lenta y profunda, debido a que el nivel de

transmisión energética que estamos recibiendo, cada vez es

más elevado y aunque tratamos por todos los medios de

hacerlo sencillo y comprensible, en la mayoría de los casos,

hemos tenido que retroceder sobre él varias veces, para

encontrar el significado exacto que nos estaban transmitiendo.

Es por eso que recomendamos que la lectura que se haga de

estos escritos sea diferente y muy responsable de lo que se está

recibiendo, entendiendo que es el Alma la protagonista que

está recibiendo la enseñanza y no la personalidad que la está

decodificando.

Al igual que para vosotros, todo esto es nuevo también

para nosotros. En cada uno de los capítulos, de las entregas,

vamos descubriendo un universo de posibilidades, que

desconocíamos en la entrega anterior.

En este segundo Volumen, que vais a disfrutar, fusionamos

el trabajo de la Tierra, como escuela de aprendizaje con la

importancia de conseguir una Humanidad libre y, cómo no, el

trabajo de hacerlo a través del Alma, enamorándonos de Ella.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 6

Como anticipo, os diré que la Tierra es la escuela más

apropiada, al mismo tiempo que la más densa, para nuestro

desarrollo. Precisamente por su densidad y grado de exigencia,

es la que nos hace evolucionar de forma más rápida.

Lo que puede ser un dato relevante, que nos asustaría,

pasa a ser la mejor oportunidad de desarrollo. Por lo tanto,

como escuela de aprendizaje, veréis que se compara a una

universidad, donde todo es igual, manifestando así las Leyes en

la Tierra.

El problema empieza cuando, en esa universidad,

quienes la dirigen, en lugar de aplicar leyes que beneficien a

los que allí asisten, se dedican a crearlas para favorecer a los

que la dirigen. Obviamente los beneficios no están equilibrados

en cuanto a los recursos que reciben; pero eso va unido a la

imperiosa necesidad de entender que somos una Humanidad

esclava. Una esclavitud que se inició en los primeros albores de

la Humanidad, donde no hubo nadie que tuviera la capacidad

intelectual, ni la inteligencia espiritual, para poder observar que

se nos estaba esclavizando.

Esta esclavitud ha seguido siglo tras siglo y cada vez nos

hemos acomodado más a servir, sin importarnos a quien lo

hacíamos ni qué se nos requería.

Desde ahora, hemos de caminar con una única

bandera: Conseguir una Humanidad Libre. Y ¿Qué significa

esto? Conseguir una Humanidad de Almas despiertas. No

importa si somos un millón, tres o cinco millones; lo importante

será que los que queden estén despiertos, porque ellos tendrán

que continuar el trabajo, AYUDANDO a aquellos que no hayan

despertado.

Pero no podemos hacer ese trabajo. Aún no estamos

preparados para llevarlo a cabo. Nadie nos ha explicado las

normas. No hay manual de instrucciones. Sin embargo, no nos

preocupemos, porque tenemos un aliado que está dispuesto a

hacer todo lo posible para ayudarnos y para que hagamos

todo lo que nos sea posible.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 7

Este aliado se llama Alma, que representa a nuestro

Hermano Mayor, el cual representa a la vez nuestro

Espíritu. Y cuando empiezo a conocer su calidad

energética, su autenticidad espiritual, su origen y

procedencia, y cómo no, su idea creadora, entonces,

sólo entonces, soy capaz de iniciar el trabajo.

El Alma está esperando que todo lo que el Ser ha creado,

el Espíritu, se manifieste aquí y ahora con todo su esplendor

para que Ella, a través de mi intelecto, pueda materializar el

deseo de la Mente Universal.

Por otra parte, también se nos sugiere, y yo me añado a

ello a nivel individual por experiencia, que hay puntos desde las

primeras entregas, que no deben ser tomadas como una simple

lectura. Se aconseja profundizar, estudiar, porque desde su

entendimiento y manifestación en la experiencia, es donde

verdaderamente existirá la integración de esas Leyes. Por

consiguiente, un buen trabajo sería leer o escuchar una o mil

veces, las que hagan falta, apuntando o haciendo hincapié en

aquellos puntos que más nos hagan resonar, porque serán esos

los que a nuestra Alma le despiertan el interés por entender.

Nunca perdáis de vista que nuestra Alma está

ensombrecida, a raíz de tantas informaciones falsas que

le hemos dado y que ella ha creído, con todo su

esplendor, que le facilitábamos lo mejor, sin saber ni

sospechar que lo que estaba recibiendo era pura y

llanamente los resultados de la manifestación del ego, el

cual no tiene interés en ascender ni en despertar, sólo en

mantener su sitio, su control y conseguir complacer a los

sentidos. Repito, no paséis por alto dedicarle más tiempo

a algunos párrafos, porque en lecturas posteriores,

vuestra Alma os mandará señales para que repitáis esos

trabajos de lectura y comprensión para su instauración.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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La evolución es un viaje y, como decía antes, no hay

manual de instrucciones, pero sí unas pautas a seguir, todas

basadas en el Conocimiento adecuado, justo y necesario. No

por mucho conocimiento vamos a ser mejores, ya que, si no

estamos preparados para recibirlo, es como si no existiera.

Solo me queda desearos un buen viaje entre estas

páginas, una buena reflexión y que la guardéis en vuestro

equipaje y, cómo no, que sea sólo un billete de ida porque la

vuelta A ESTE ESTADO DE CONSCIENCIA YA NO ES POSIBLE.

Os doy el abrazo más humilde pero más grandioso, que

puede mi Alma expresar desde este corazón en servicio.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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Nosotros y el Planeta Tierra

La Tierra es la perfecta escuela que nuestra Alma

necesita. Está llena de situaciones y experiencias en la

materia, todas ellas capaces de hacernos vibrar hasta lo

más alto o sucumbir hasta lo más profundo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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La Tierra puede convertirse en un lugar paradisiaco para

disfrute de nuestro ego, o en una verdadera biblioteca

de conocimiento para enriquecimiento de nuestra Alma.

La Tierra puede ser el cielo manifestado aquí, o el infierno

traído desde el astral más denso.

No hay un lugar en el Universo creado con mayor

logística y mejor proyección que nuestro Planeta, donde

toda experimentación tiene su lugar. Ya que, si fuéramos

capaces de comprender que cada experiencia es única

que no hay dos iguales, y aunque lo sean en apariencia

no lo son en proceso, nos daríamos cuenta de la

envergadura que ha tenido la creación de este proyecto

para nuestro despertar.

Quiero decir, cada experiencia es el resultado de otras

miles que se han experimentado y que han hecho posible

la que en este momento estamos viviendo. Por eso,

somos seres únicos viviendo esta aventura, que no ha sido

diseñada y de ahí que exista el libre albedrío. Formamos

parte de un entramado energético, que es la muestra

fehaciente de cómo funciona la propia mecánica del

Universo.

Pensemos en cien individuos viviendo hoy la misma

experiencia, en el mismo instante. Ninguno de ellos

tendrá una copia exacta a la suya. Para llegar a la

experiencia, habrán recorrido caminos diferentes. Este es

el proceso individual de cada uno, regido por la Ley de

Causa y Efecto e interactuando con todas las Leyes del

Universo, donde cualquier circunstancia puede ser

transmutada, donde cualquier emoción puede

quedarse atrapada en sus redes y, al mismo tiempo,

encontrar la mejor salida para su purificación y

neutralización.

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“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 11

La tierra es el habitáculo ideal para las memorias

celulares que nos habitan. Es el lugar apropiado para que

las alimentemos, las cuidemos y las honremos hasta el

momento clave, en que estemos en el proceso de

Evolución adecuado, para poder transformar su energía

comprendiendo que nos pertenece.

La Tierra es aquel lugar donde todos nosotros, algunos

voluntariamente, otros por recomendación, hemos

decidido estar y poder experimentar lo mejor en nuestro

proceso, entendiendo la raíz de las causas que hemos

generado.

La Tierra es la cuna de nuestra desdicha, pero también es

el cielo que nos da la posibilidad de encontrarlo. En la

Tierra se encuentra lo máximo y lo mínimo, lo maravilloso

y lo horrible, lo abundante y lo miserable, la expansión y

la contracción, la salud y la enfermedad, el amor y el

odio, la pasión y la indiferencia, la guerra y la paz, el

hambre y la saciedad.

En la Tierra se encuentra la posibilidad de tener éxito y la

dignidad del fracaso. Aquí es donde podemos

experimentar todo tipo de sentimientos, con la relación

de unos entre otros. Es en la Tierra donde los vínculos

pueden ser afines o contrarios. En pocas palabras y

concluyendo, es la escuela perfecta para nuestro

aprendizaje.

Podríamos decir que es el mejor lugar para experimentar

el ego y para experimentar la renuncia. Tenemos todas las

herramientas a nuestro alcance, para creer que somos aquello

que no somos. Y al mismo tiempo, si sabemos buscar,

tendremos a nuestro alcance todas las herramientas, para

saber cuáles son nuestros orígenes.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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Tenemos también la posibilidad de seguir nuestras

intuiciones, sintiéndonos libres de todo lo que nos confunde y

nos indica lo que no somos y aun así seguimos creyéndolo.

Tenemos la opción de vivir como nosotros decidamos, sin

acatar órdenes del exterior ni de sistemas que, aun habiéndolos

creado nosotros, no satisfacen nuestras necesidades.

Y a pesar de todo esto, no somos libres, porque nuestras

Almas que son el símbolo de la libertad plena como

representantes de nuestro Espíritu, están viviendo actuaciones

que no son nada más que las consecuencias de nuestro

conocimiento mal adquirido y mal interpretado.

No obstante a todo lo expuesto, como entidades en

desarrollo, nos debemos al plano Universal y éste nos indica que

todo lo que hagamos, tiene que ir encaminado hacia una

mejora constante del Universo al que pertenecemos. Quiero

decir, tal y como el Planeta está funcionando, no está

ofreciendo los recursos adecuados que por su calidad ha

venido a prestar. Más bien se ha convertido en un contenedor

de desechos, donde todo lo que consideramos no

aprovechable es entregado al mismo, sin ningún tipo de

vacilación y con la seguridad de que se depositan donde

corresponden. Bien lejos queda la buena intención, basada en

la ignorancia de desconocer las consecuencias de nuestra

actuación. Es la ignorancia innata en nosotros la que nos hace

actuar de forma equivocada.

La Tierra no tiene por qué limpiar nuestros deshechos.

Somos nosotros los que deberíamos utilizar unas coordenadas

apropiadas de actuación, para que los desechos que

vertiéramos a nuestro Planeta fueran inocuos, inofensivos y, por

supuesto, no dañinos para nosotros mismos y para Él.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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Esta escuela de aprendizaje, la Tierra, no ha cuestionado

a nivel de Planeta, en ningún momento, cuáles serían los

resultados que su aceptación del plan le iba a traer. Ella

siempre ha sido consciente del trabajo que iba a realizar y para

su evolución y por el amor que profesa al Universo, lo aceptó,

lo acepta y lo seguirá aceptando hasta el final del servicio. El

Alma, que ocupa este Planeta, es una entidad muy

evolucionada, la cual ha sido merecedora de sostener todo

nuestro Karma, todo nuestro mal hacer y por supuesto, nuestra

mala condición como humanos.

Somos seres obligados a desarrollar nuestra espiritualidad

aquí y eso empieza por cuidar, antes que nada, la casa que

nos ha sido entregada. Vamos camino de una regeneración de

nuestros sistemas, de una renovación de nuestra forma de vida

y, sobre todo, vamos camino de un despertar del

Conocimiento, que durante tantos cientos de años nos ha sido

ocultado.

A estas alturas, bajo ningún concepto, debemos permitir

que el engaño siga ocupando las primeras filas de nuestra

motivación de vida. Debemos intentar, por todos los medios, no

callar los engaños, sino descubrir las verdades y esas verdades

están dentro de nosotros.

La escuela mejor planificada del Universo; la escuela más

disciplinada del Universo y la escuela en la cual las Leyes se

manifiestan con una rotundidad tremenda y a una velocidad

precisa. Todo el que viene a esta escuela tiene urgencia. Se

creó para que, cuando hubiera atascos en nuestros procesos,

pudiéramos experimentar situaciones, en las cuales de forma

precisa y rápida desatascáramos la problemática.

En su hermosura, está nuestro proceso.

En su integridad, está nuestro desarrollo y

En su abundancia, está nuestra existencia.

Pero lo más importante,

En su humildad, está su sabiduría y ejemplo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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En esta escuela se están desarrollando los

acontecimientos de la forma más sutil, para que todo aquello

que durante tantos siglos se ha ido macerando de forma

equivocada, aparezca rotundamente para ser purificado.

Todo lo que se le ha entregado al Planeta Tierra como

deshechos que no le pertenecen, llegará un momento en que

serán expulsados al exterior, por la propia reacción del cuerpo

de Gaia. El polvo que lo ocupa será sacudido, por acciones

violentas que tendremos que soportar. Sólo a través de la

transformación, podrá el Planeta evolucionar y en

consecuencia, nosotros.

Los vertidos a los mares considerando,

equivocadamente, que era el sitio apropiado para hacerlo,

serán purificados y devueltos a sus orígenes por el propio mar,

sólo así aprenderemos la lección y así también será

transformado el error cometido.

El fuego que hemos creado en el corazón de Gaia, no

tardará mucho en mostrarse. Su corazón ha latido fuertemente,

dando aviso de que la tensión estaba subiendo. La vida que

corre por sus venas, el oxígeno que respira por sus árboles, la

vida que despide por su suelo, está en peligro y lo está porque

nosotros, creedores de que somos sus dueños y podemos hacer

con ella lo que se nos antoje, hemos olvidado lo más

importante, el Planeta Tierra está sirviendo a la Humanidad,

pero es libre y en esa libertad reivindicará sus derechos, cosa

que nosotros, cobardes e ignorantes células que habitan en él,

no somos capaces de reconocerlo en nuestra actuación.

Me levanto y saludo dulcemente desde mi corazón,

sintiendo el arrepentimiento por todos mis hermanos, sintiendo

la tristeza de lo que se está acercando, por el dolor que ya en

estos momentos estoy sintiendo bajo mis pies y en mi corazón.

A pesar de que las lluvias torrenciales en estos momentos

están a la orden del día, a pesar de que el mar ya está dando

muestras de su incomodidad… Posiblemente siempre han

existido estos fenómenos naturales, pero creo que nunca han

sido manifestados tan periódicamente y de forma tan evidente

como en estos últimos tiempos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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Crecida del Ebro. Imágenes tomadas de Google 3 marzo 2015.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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(Imágenes tomadas de Google imágenes con fecha 13 enero 2015)

No sólo hemos lastimado al Planeta, hemos permitido que

gobiernos y sistemas nos indiquen cómo hay que vivir y hemos

aceptado su pregón, sin analizar siquiera si era correcto para

nosotros, o si era lo que queríamos o necesitábamos.

Sencillamente lo aceptábamos. Ahora estamos perdiendo

casas, propiedades, coches, lo estamos perdiendo todo,

porque en realidad nunca fue nuestro. Entonces por qué nos

duele.

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“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 17

Deberíamos hacer una observación sobre el “micro” y el

“macro” que siempre componemos. El “macro” en este caso

es la Tierra y el “micro” somos nosotros.

Si en nuestro corazón habita el fuego en exceso, nos

produce bloqueos energéticos cardiovasculares.

El exceso o la escasez en la calidad del líquido de nuestro

cuerpo, produce problemas renales, también en bloqueos

energéticos.

El viento y las tormentas que en todo momento azotan al

Planeta, tratando de equilibrar a los elementos, es una muestra

grafica de cómo, esos mismos elementos, funcionan en el

“micro”, que somos nosotros, para mantener el equilibrio.

El fuego, el aire, la tierra y el agua luchan entre sí dentro

de nosotros, para mostrar un equilibrio que no pueden

conseguir, porque en el “macro” no existe.

Queda claro que si lo de fuera, es lo de dentro, lo que

estamos viendo fuera, está dentro de nosotros. Por lo tanto, sólo

caben dos acciones:

1. Ya que no podemos cambiar lo de fuera para mejorar lo

de dentro, porque lo que hay en el exterior está tan

deteriorado que es imposible remediarlo, tal vez

podamos no empeorarlo.

2. Si mejoramos nuestro interior, tendremos posibilidades de

cambiar el entorno y así el “micro” y el “macro”

funcionarán como uno solo y en armonía.

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“No sois cobardes. Deberíais entenderlo como que sois

entidades con mucho desconocimiento, por olvido, y no

recordabais cómo funcionaba esto y por supuesto os ha

venido muy grande este cambio.

Digamos que no habéis utilizado el potencial con el que

veníais apoyados. Ha sido como un barco a la deriva, que

deja que los vientos le lleven hacia donde ellos se dirijan, ni

tan siquiera había un plan en vuestras vidas. Todo lo que se

ha hecho, ha sido realizado desde el mundo del deseo y del

placer. El mundo que da satisfacción a la forma. Os han

dicho lo que tenéis que comer, comprar, vestir, hacer en

vuestro tiempo de ocio, a quién tenéis que votar, a quiénes

necesitáis… Y vosotros lo habéis aceptado.

En consecuencia, os habéis permitido depender de unos

sistemas que os han quitado la libre decisión de poder elegir.

Funcionáis como autómatas, eso es lo que están haciendo

de vosotros. El Hombre, en su ambición, no ha previsto nada

su futuro. Se ha limitado a preverlo, en función de tener más

ambición y así camináis todos. Salís de un lugar, en donde

habéis llegado por la ambición, y os colocáis en otro donde

también tendréis que acceder a él por la pura elección de

ambicionar.

Cuando decimos que el planeta Tierra es libre, es porque su

Alma, la que ocupa este maravilloso ser vivo, eligió la forma

y la manera de evolucionar sirviéndonos a nosotros, a la

Humanidad y cómo, no al propio Universo. En su proceso,

sabía que iba a pasar por todo lo que ha pasado una y

tantas veces y por lo que una vez más pasará.

Sin embargo, es libre, porque lo eligió primero para su propia

Evolución y porque no depende de nada superior que le

obligue a actuar, fue su propia voluntad.

Ella, esa entidad, se manifiesta tan solo y son las Leyes que

violáis en la Tierra, las que la Humanidad infringe, las que le

repercuten de forma directa. ¿Y qué va a ocurrir…? Que de

forma más directa, os repercutirá también a vosotros.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

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Cabría entender, si es que estáis en posición de hacerlo…,

hasta qué punto somos responsables, como entidades

universales, de lo que está por devenir en este Planeta,

como parte del Universo.

La verdad es que somos responsables de todo aquello que

generamos en el Universo, toda acción, a través de

cualquiera de las formas. Continuamente se crean las

situaciones que van a aparecer instantes después, al mismo

tiempo que experimentamos las consecuencias de las

acciones, que momentos antes hemos creado. En el mundo

de la materia, todo es ACCION Y REACCIÓN.

Esa acción que tan negligente manejáis, es a la vez el

nacimiento y el promotor de una reacción. No es lo mismo

que reactivo.

La reacción no tiene por qué estar involucrada una persona.

En la reacción puede existir tan solo una situación y, al existir,

ya va a afectar al entorno. Por lo tanto, todo ejerce una

reacción y otra y otra… En fin vemos las reacciones como

una cadena de situaciones enlazadas y al final…. Aparece

la repercusión de todo eso….

Ahí está LA HUMANIDAD DEL PLANETA viviendo y

experimentado la repercusión de sus malas acciones, así

como el no haber tratado de solucionar las primeras

reacciones… Esto lleva a que, en la actualidad, la

repercusión de dichas situaciones, estén verdaderamente

en un estado muy crítico y ¿Cuáles van a ser las acciones a

tomar, después de experimentar vosotros las repercusiones?

Sencillamente decisiones desde la desesperación y el

miedo. No habéis pensado en ningún momento que ibais a

tener que pasar cuentas de vuestras locuras por la ambición,

siempre os interesaba más vuestro propio bienestar que el

bienestar ajeno y global y en eso estaba incluido vuestro

Planeta.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 20

La cantidad de basura y residuos tóxicos que se han

depositado sobre su piel… Basura nuclear enterrada en

grandes bunkers para protegeros de su malignidad… Sin

tomar conciencia de que se estaba enterrando en la piel de

un ser vivo…

Claro que habrá una reacción a todos estos actos, claro que

tienen un calificativo, a nivel Universal, los encontramos

rápido: Cambios climáticos, trastornos en la superficie del

Planeta, como consecuencia de la necesidad de liberarse

de toda la negatividad que lo ocupa. En cuanto al Universo,

es la necesidad de llegar al fin de ciclo conocedores de

aceptar las repercusiones de nuestras actuaciones, para

poder así mantener el equilibrio universal… Una vez más esto

os demuestra que sólo existimos para servir al Universo y a su

equilibrio.

A nivel de la Tierra, no se permite oír ni escuchar nada de lo

que se les está avisando… El Universo a través de sus

Jerarquías y todos los encargados de vuestra protección, os

viene informando… Sin embargo, el tiempo se acerca.

Los tiempos en que este Planeta pasará factura de todo

cuanto se le ha hecho y que no ha ido en línea con los

Principios Universales y sus Leyes, se están acercando.

Máxime cuando esa Alma, a través de su cuerpo material,

SOLO HA ESTADO DANDO, SOLO HA ESTADO MANIFESTANDO

AMOR Y PROTECCION… Este cuerpo ha intentado, por todos

los medios, tratar de proteger la supervivencia. Ha sido un

trabajo muy duro y cuanto más daño se le ha infringido, más

amor ha manifestado. Es así como el Universo nos muestra la

Unidad”

Siempre que toco estos temas, me reitero en entender

que, nuestro propio cuerpo, ya muestra ese amor incondicional

del que tanto nos hablan en estos libros los HERMANOS

MAYORES.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 21

Cuando escribo lo que me van transmitiendo, lo que

quieren decir, no toco los pronombres y mucho menos los

capítulos, porque hay partes en las que me integran y hay otras,

en donde hablan exclusivamente desde el lugar en el que se

encuentran y al que pertenezco.

De todas formas queda claro que todo lo que se expone

es supervisado y dictado por ese gran Hermano Mayor

ASHGRAM, que, perteneciendo al grupo de Voluntarios que

llegaron a la Tierra, hace tantos cientos de millones de años,

todavía están esperando que alguien les cubra en su

responsabilidad de protección y puedan volver a casa. LA

CASA QUE LES ESTÁ ESPERANDO, desde el momento en que

partieron hacia nuestra ubicación, con el propósito

exclusivamente de servir al Universo y a sus Hermanos menores

a encontrar la vía para entrar en el Universo, de un nivel

superior. Ese campo de energía al que pertenezco y al que le

honro con todo el éxito de este trabajo.

Por eso no creo que seamos cobardes. Ser cobardes, es

una REACCION a un ataque y nadie en el Universo, ni la propia

Tierra nos calificará de cobardes… Sólo somos seres en proceso

de Evolución y, en esos aciertos y errores, es donde creamos la

combustión para alimentar al ORIGEN y así seguir creando

ideas que puedan servirnos y alimentarnos en la expansión del

Universo.

Lo único que pasa es que es tanta la información, que no

hemos querido ver durante tantas vidas, que ahora nos resulta

muy difícil poderla ordenar e integrar continuamente. Por eso,

se nos recomienda tanto que reflexionemos y razonemos. Si lo

hacemos, nos daremos cuenta que las preguntas que

hacemos, ya conocemos las respuestas… ¿O NO?

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 22

La Tierra, Escuela de Aprendizaje

En esta escuela de aprendizaje nos apegamos a los

vínculos familiares, para poder así intentar paliar el

sentimiento de soledad que todos tenemos. Sin darnos

cuenta de que, a pesar de tener una familia muy extensa,

estamos solos. Cuando hemos de experimentar algo,

estamos solos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 23

Es una sensación de separación que habita en nosotros

desde el nacimiento, fue allí cuando perdimos la noción de

quienes éramos y, aún en estos días, deambulamos por las

calles de nuestra manifestación de vida, buscando no sabemos

qué, pero luchando por estar en alguna parte y obtener alguna

cosa.

Somos como un cuadro anónimo, en donde en algún

rincón se nos aparcó y tratamos que, a través de los siglos,

personas y personas que lo admiran, nos descubran.

Dices que “con el nacimiento perdimos la noción de quiénes

éramos” ¿Quieres decir que durante el embarazo, cuando

estamos en el útero de nuestra madre, aún tenemos

consciencia de quienes somos y es nuestra Alma la que dirige?

No exactamente.

Cada vez que desencarnamos, por la inercia de la

mecánica de las Leyes, nos atrae la vibración a la que nuestra

Alma ha llegado, entonces es cuando volvemos a reencarnar

en esos lugares, donde apropiadamente podremos

experimentar desde el punto donde nos quedamos.

Lo que ocurre es que el Ser, el Alma, a través del cuerpo

y la mente cuando está en el útero de la madre, está activada

para el recuerdo, aunque no puede hacer nada para saltarse

alguna parte del proceso.

No podéis olvidar que sois una Consciencia Grupal de

pequeñas Almas, que se reúnen para constituir un campo de

experimentación. Cada una de las partes minúsculas de

vuestro cuerpo, llámese átomo, molécula, célula, etc., está

constituido por un Alma en proceso de Evolución y cuando

desencarnamos, esas Almas son atraídas por otras más

evolucionadas, en cuyo cuerpo van a poder experimentar otra

vida más. Esto ocurre también en el Planeta Tierra. Es el mismo

proceso a nivel vegetal… o en los peces del mar… todo tiene

que evolucionar. Nada en el Universo se paraliza, si llega a ese

punto, desaparece. Es el movimiento de la fuerza Circular, la

que lo hace existir y moverse y, a través de la Energía Etérica

conectarse con el Todo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 24

Supongamos que cuando desencarnamos, nos dirigimos

a ese lugar donde vamos a llevar a cabo el recuento de

nuestras acciones positivas, y tendremos que preparar el ajuste

de las negativas, para seguir procesando la Evolución en ellas…

Por la Ley de la Atracción Vibracional, acudirán otras Almas

que necesitarán ese tipo de cuerpo y experiencia para

evolucionar… Ahí se cumple otro Principio más de los Principios

Universales, EL AMOR. Permitimos a estas Almas, coexistir con

nosotros en este nuevo mundo que constituirá nuestro cuerpo,

con el fin de que puedan experimentar, a través nuestro, su

propia Evolución.

“Esto es lo que Gaia hizo con vosotros… Ahora os toca a

vosotros devolver todo lo que habéis tomado sin

perteneceros y sanar todo lo que habéis enfermado, con

vuestras malas acciones de irresponsabilidad e

ignorancia.

Vuestras células, nunca os perjudicarían, si lo hacen es

porque habéis generado un desequilibrio y lo manifiestan

a través de una enfermedad, ya que es la única forma

que tienen de mostraros que os habéis desequilibrado…

Y eso también traerá una reacción en cadena, ya que

todo vuestro entorno se va a desnivelar. Y ahí es cuando

la célula Tierra termina enfermando, y para reequilibrarse

debe llevar a cabo una serie de movimientos

energéticos, que le permitan compensarlo.”

Cuando estamos en el útero de nuestra madre,

recordamos esa Consciencia a la que pertenecemos, a la que

pertenece todo lo que existe. Pero… el Alma no puede traer

ese recuerdo, porque precisamente es esa realidad la que

tiene que recordar de forma consciente, por eso estamos aquí.

Con este fin, por la noche, nuestra Alma marcha y

trabaja; trabaja con todo aquello que le es pedido y sugerido

restablecer, pero una vez vuelve al cuerpo, a ese cuerpo que

habita como vehículo de aprendizaje en la Tierra, ya olvida…

Sólo el despertar de la Consciencia permanecerá… Y es a

través de ese despertar que recordaremos todo esto.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 25

Es muy importante nunca olvidar “LA BRILLANTEZ DE

ACEPTAR NO SABER NADA”, porque cuando uno entiende

quién es y cuál es el proceso, entonces amigos míos,

Nos damos cuenta de que, mientras queremos recordar

lo que estamos aprendiendo, se nos escapa captar lo

que estamos recibiendo.

Es el Alma quien tiene que recordar, lo otro es un mental

que está acostumbrado a guardar información, para sacarla

más tarde y demostrar que sabe mucho y tiene mucho

conocimiento. Pero el Alma… viene de un lugar donde:

El Conocimiento no está separado de Ella.

El Conocimiento es Ella.

El Conocimiento forma parte de su existir, por lo tanto no

necesita mostrarlo como protagonismo.

Su Conocimiento se traducirá en sabiduría y marcará la

calidad del Alma.

Creo que con esta explicación ha quedado todo más claro.

No tenemos escapatoria, tenemos que experimentar

todo lo que nosotros mismos hemos creado. Nuestra Alma

acordó con otras manifestar el Plan aquí en la Tierra y por

supuesto, aceptó también vivir su parte de responsabilidad con

el Planeta. Cuando creó su diseño, también creó el lugar donde

llevarlo a cabo y eso nos hace ser responsables de esta amada

Tierra en la que vivimos.

Cuando apoyamos una votación, o a algún sistema, o a

algún político, deberíamos siempre ver las líneas que ofrecen

de protección del Planeta y de nosotros mismos, porque solo

una persona que proteja a la Tierra, será capaz de cuidar

nuestro bienestar. Solo una persona que anteponga los

intereses del Planeta y de la Humanidad a los suyos propios, será

capaz de prestar atención a los intereses humanos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 26

Es entonces, cuando la escuela de aprendizaje

funcionará. Lo veo de esta forma: El día que una universidad ya

no tenga alumnos a los que atender, porque todos habrán

acabado su carrera y no haya listas de espera pendientes,

seguramente su función habrá terminado.

Esta escuela de aprendizaje nunca va a terminar. En el

Planeta siempre existirán otros mundos, que necesitarán la

ayuda de tener un lugar donde poder transmutar la energía

negativa de sus actuaciones. Aunque también estoy segura de

que llegará un día en que el Planeta Tierra ya no servirá para

esos objetivos, porque habrá subido su vibración y necesitará

vivir a su nivel otras experiencias más adecuadas.

Deberíamos, en todo momento, materializar nuestro

compromiso con el Planeta y así hacernos uno con Él. Tal vez

de esa forma podamos salvarnos de las consecuencias que nos

esperan. Siempre digo que un arrepentimiento a tiempo, es

mejor que un desconocimiento eterno. Por consiguiente, se

merece una extensa reflexión este lugar que nos ha sido dado

para la experimentación.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 27

¿El Alma de Gaia se ofreció voluntariamente para que en ella

pudiéramos transmutar la energía negativa de nuestras

actuaciones? Supongo que sería consciente de las

repercusiones que acarrearían esas transmutaciones y

actuaciones hacia ella…

Tal y como lo explicaba anteriormente, Gaia no tuvo

reparo en aceptar el proceso, aunque doloroso. Sí era

consciente de las repercusiones, mucho más de lo que

creemos, tan consciente como lo fuimos nosotros al elegir venir

aquí, para darle vida a un Planeta a punto de morir y generar

experiencia con la que alimentar al propio UNIVERSO.

Aun sabiéndolo es mucho más poderoso el sentimiento

universal del AMOR, un sentimiento que para nada

manifestamos aquí y ni tan siquiera deberíamos llamarlo amor.

Cuando oigo a las personas hablar sobre el amor…. Y lo

que les genera, les digo ¿Qué tipo de amor manifestamos aquí?

Y ¿A quién? Y ¿Por qué?

El hombre aquí, tiene tantas memorias y experiencias que

limpiar, que posiblemente nunca sea capaz de manifestar el

amor en 3 D.

Veréis, el amor es un Principio Universal y tiene, cómo no,

una serie de Leyes que lo componen. Es la cualidad energética

más importante en la creación y no es en la materia, con la

dualidad polarizada que manifestamos, donde mejor se puede

hablar sobre sus cualidades.

Pero, obviamente, manifestamos ya la voluntad de existir

por amor. Pero aquí todavía, por amor matamos, odiamos,

peleamos enjuiciamos controlamos y cómo no, todo aquello

que en lugar de beneficiarnos nos perjudica.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 28

Lo importante de todo esto, es que tengamos un deseo

claro, y por supuesto una motivación correcta hacia todas

nuestras actuaciones; ni tan siquiera una voluntad, ya que

también estaría impregnada y llevaría implícito todo lo

adquirido a través de nuestras experiencias, que formarían la

personalidad manifestada, de querer llegar a existir como una

entidad amorosa. Sólo el grado que hayamos adquirido en

nuestro proceso de Evolución será lo que nos hará manifestar el

amor incondicional. Esto es lo que nunca se nos va a poder

borrar. Esto es lo que sigue conectado a nuestra Divinidad

eternamente, nuestra genética cósmica, nuestra parte

reactiva sobre el Universo y que atravesará siempre toda la

ciencia ficción, que creamos de forma absurda e ignorante en

nuestro mundo individual y, en consecuencia, en el colectivo.

Queremos una pareja y deseamos ser felices con ella y

suponemos amarla… Y os digo y veréis la diferencia ¿Es el

mismo sentimiento que tenéis cuando habéis hecho una obra

de buena voluntad con alguien, o habéis facilitado felicidad a

una persona que la necesitaba, o bien os entregan a vuestro

hijo que ha nacido de un deseo de ser padres? NO,

rotundamente NO, hay una diferencia muy notable.

Desde el Principio Universal de aceptar nuestra

ignorancia y con plena humildad, PARA QUE LA ABUNDANCIA

DEL CONOCIMIENTO DEL UNIVERSO, NO ENCUENTRE TRABAS Y

NOS SEA MANIFESTADA, es donde verdaderamente

conseguimos nuestro equilibrio y armonía con el Universo.

Los parámetros del amor, aquí en el Planeta, no son

comparables con los del amor en el Universo. En el Planeta, nos

esforzamos por mostrarlo, en el Universo, SOMOS AMOR. Es

nuestra cualidad. No podemos ser nada sin él. Podríamos decir

que nuestro trabajo, lo que hemos decidido venir a hacer aquí,

es precisamente bajar ese AMOR a la Tierra.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 29

Cuando os estoy dictando, cuando os estoy escribiendo,

cuando me dirijo a vosotros en la sala de Conferencias de este

lugar, no podéis imaginaros lo plena que me siento, el gran

amor que en esos momentos se siente, es la conexión con el

amor del que procedemos.

No hay nada que me detenga. La fuerza se recupera y

siento que soy capaz de avanzar, sin ningún tipo de

necesidad de que exista una motivación. Te conviertes

en esa motivación, eres la motivación, vives para la

motivación, amas esa motivación y ¿Cuál es? SERVIR,

SERVIR, SERVIR, a quién o a qué… A algo tan sencillo

como a nosotros mismos y lo que un día decidimos venir

a hacer aquí, como parte unificada del Universo.

La mecánica del Universo y su inercia juegan un papel

hermoso, en referencia a nuestro aprendizaje. Necesitan un

lugar para manifestar sus Leyes y la Tierra, nuestro amado

Planeta, se presta de una forma completa y entregada a que,

a través de ella, experimentemos la Ley de Causa y Efecto.

El mundo de la materia, a través de sus escuelas de

aprendizaje, nos permite la Evolución hasta vibraciones muy

sutiles. No por equivocación, en este mismo paisaje, han

ascendido muchísimos seres humanos que, tras ofrecer su

servicio a la Humanidad en el plano físico, han decidido

continuar prestándolo en el plano energético y siguen en el

campo áurico del Planeta y en dimensiones superiores,

trabajando para ayudarnos, a nivel etérico, a conseguir nuestra

libertad. Esa libertad a través de la cual podremos liberar

también al Planeta.

Como decía Einstein “Todos somos ignorantes pero en

diferentes cosas”. Quiere decir que, cuando seamos

coherentes y consecuentes con las Leyes, automáticamente la

Tierra dejará de ser útil en este proceso, pero mientras en el

Universo existan seres en proceso de Evolución, seguirán

necesitando escuelas de aprendizaje como la Tierra.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 30

¿Qué temario de estudios se sigue?

En todas las escuelas existe un temario único. Esta

escuela, la Tierra, es la única que no tiene uno solo, sino que

cada temario representa a cada uno de nosotros, con el

proceso de Evolución en el que estamos sumergidos. Y lo más

curioso es que, entre nosotros, existen licenciados, doctorados,

diplomados y por supuesto con niveles de educación más

básica y estamos condenados a entendernos los unos con los

otros, porque a veces el licenciado está en el nivel de Evolución

más bajo y el que tiene el nivel de educación más básico, es el

doctorado más alto en el Universo.

Es por eso que os remito a la Entrega del Alma vuelve a

Casa: “La brillantez de aceptar no saber nada”. Si fuéramos

capaces de relacionarnos los unos con los otros, sin la

necesidad de mostrar tanta importancia a lo que

aparentemente somos y hacemos, tal vez nos daríamos cuenta

de que somos capaces de llegar a límites inimaginables de

Sabiduría… Con la única premisa de aceptar no saber nada.

Si fuéramos capaces de mostrar esa mínima muestra de

humildad, ante todo lo que nos rodea y la curiosidad de

aprender cada día algo nuevo, tal vez descubriríamos que la

Tierra para nosotros, es una gran biblioteca inagotable de

sabiduría, a la cual hemos menospreciado y no hemos sabido

darle la importancia que merece.

Si algún día existiéramos en este Planeta sin ningún tipo

de peligro al acecho, nos daríamos cuenta de que solo con lo

que nos ofrece, seríamos capaces de existir. Entonces… ¿Por

qué hemos creado este mundo falso, de ideología, parámetros,

falsas creencias, apariencias absurdas… si a fin de cuentas

somos todos iguales, asistiendo a la misma escuela, a recoger

nuestro certificado individual?

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 31

No es necesario lamentarse, lo hecho, hecho está, pero

si a través de estas líneas consigo de alguna manera expresaros

la posibilidad de cambio, el estímulo de llevarlo a cabo y sobre

todo el argumento necesario, para liberar a la Humanidad de

sus propios códigos equivocados, ya me sentiré satisfecha. Lo

demás corre de vuestra cuenta.

Debemos planificar un futuro y si hacemos caso de las

Leyes no hay que proyectar lo que no existe, sino que hay

que crear un presente estable, para que en

consecuencia, nos traiga el futuro apropiado. Entonces

vamos a crear la necesidad de un mundo mejor, pero no

a largo plazo, voy a ser capaz de instaurarlo ahora mismo

aquí en mi presente, en mi vida y en mí mismo.

Así que, repito e interiorizo:

Deseo y decido vivir abiertamente todo lo que siempre

he anhelado, teniendo como prioridad el servicio a la

Humanidad y ayudar a todos los que me rodean,

empezando por los más cercanos a mí. Eso implica que

ellos lo permitan.

Deseo dedicarme al trabajo que siempre he decidido

hacer, a pesar de que económicamente no me aporte

los recursos tan ambiciosos como el que estoy llevando a

cabo. Siempre que ello no suponga abandonar mis

responsabilidades.

Deseo mostrar todas mis buenas cualidades y mis

virtudes, para que todo el que me rodee vea y quiera

compartir conmigo las suyas. Siempre que el de enfrente

quiera hacerlo.

Deseo decir abiertamente todo lo que pienso, sin

preocuparme de perder amistades o no agradar a los

que me rodean, aunque eso suponga que me

abandonen. Siempre que sea dicho desde la coherencia

y la flexibilidad.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 32

Deseo amar todo lo que está fuera de mí, con la misma

intensidad con que yo me amo, sin prioridades,

entendiendo que todo lo que mis sentidos ven, tocan y

oyen forma parte de lo que soy, toco y hablo. Siempre

que exista alguien que me escuche.

Deseo transmitir y enseñar la verdad del Universo, a todo

aquel que en su proceso de Evolución, la mecánica

coloque delante de mí, para que pueda dejar la realidad

en la que vive y empezar a existir en una superior. Siempre

que me lo esté permitiendo y solicitando.

Deseo un mundo mejor para todos los habitantes de este

Planeta. Pero es más, deseo un mundo mejor para todo

el Universo y que cada mañana cuando abra los ojos, mi

Alma se despierte con la misma ilusión de cambio que

manifiesto en estos momentos aquí y ahora. Desde aquí

creo el futuro que deseo para mí y todos mis hermanos.

¿Cómo se desarrolla el temario en cada uno de nosotros?

En una universidad, los alumnos siguen un temario

unificado, con los objetivos de los resultados que se quieren

obtener. En esta escuela, el alumno trae su propio temario y lo

ofrece a la universidad, con el fin de que su docencia, o sea las

Leyes del Universo manifiesten en todo momento las aulas,

posibilidades, asignaturas… que son necesarias aprobar. El

temario de cada alumno es único, está específicamente

elaborado por el Alma y solo tiene que trabajar aquellas

asignaturas que le quedan pendientes. Y para ello tiene que

interactuar con las asignaturas de los demás, que le rodean.

El temario específico que venimos a manifestar, va

determinado por todas las situaciones que claramente el Alma

tiene que resolver en esta vida. En su resolución, el Alma

evolucionará en función de los resultados obtenidos y por

supuesto tendrá la oportunidad, bajo el libre albedrío, de

resolver o seguir arrastrando esos registros que debe rectificar

hacia otra vida.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 33

El temario en cuestión está lleno de registros de memorias

celulares, que el Alma trae en su subconsciente desde los

principios de su experimentación en la materia. Esos

registros deben ser reconocidos, entendidos y

aceptados, para poder así liberarlos y transformar su

energía.

¿De ahí la importancia de reconocer, entender y aceptar, para

que en la próxima vida podamos avanzar a partir de lo que ya

hemos trabajado?

Por supuesto, es entonces cuando, desde la conciencia

del saber, desde el punto de entender y desde el momento de

reconocer, estamos preparando nuestras vidas futuras.

La Elevación que hayamos conseguido, una vez

experimentado, se ve siempre determinada entre un

desencarne y otro, entre una posibilidad de manifestar otra

experiencia, de poder participar por más tiempo en la matrix.

Esta escuela de aprendizaje, os he explicado en muchas

ocasiones, es muy difícil porque somos precursores en nuestros

mundos universales, como entidades que están llevando a

cabo un experimento.

Si avanzamos en el proceso, desde querer por todos los

medios, que lo nuestro sea determinado aquí en este momento

y sólo focalizamos la actuación en esta vida, automáticamente

nos encontraremos que nada de lo que hemos aprendido

servirá de mucho, porque nosotros no podemos trabajar sólo

para este momento, el Universo lo engloba todo y cuando

resolvemos, estamos llevando a cabo un proceso completo y

único que no tiene tiempos ni espacios. Esto es una misión

elegida sin precedentes. Estamos en la ubicación más densa

del Universo. Es por eso que debemos despertar por todo lo que

somos, no para ser más felices en esta vida, sino para conseguir

la felicidad eterna.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 34

“A partir de este conocimiento que estáis recibiendo, ya

debéis tener otra perspectiva de vuestra Evolución. Ya no

sois vosotros y el Universo, vosotros y el Planeta, vosotros y

la vida… Pasáis a tener la posibilidad de ser solo

NOSOTROS y desde el nosotros, podéis interactuar en

todo y para todo. ¿No os dais cuenta? En este momento

del proceso, acabamos de despertar a NOSOTROS

MISMOS y os acabáis de dar cuenta de que no existe

nada fuera de vosotros, entonces… ¿Por qué sufrir tanto?

En el Universo no se diseña nada. El Universo

automáticamente crea el diseño, porque Él es el diseño.

Entonces, esas situaciones que se presentan en la Escuela

de aprendizaje la Tierra, son el propio diseño,

manifestándose según las necesidades que tengáis. “

No hay un diseño adecuándose a cada uno de nosotros,

es el diseño, que es diferente. El diseño que, a través de la

propia mecánica y de su funcionamiento, materializa esas

situaciones para que las desarrollemos. Lógicamente, cada

uno de nosotros creará automáticamente, al conjunto, al

unísono con esa mecánica, las situaciones que para su propio

temario se le requieren.

Digamos una persona que decide en esta vida ser

médico; es porque trae una necesidad de pasar por unos

temarios, en donde necesitará manifestar la medicina. No hay

un diseño que baja para que él sea médico, sino que la propia

mecánica le planteará las situaciones adecuadas, sin una

creación, sino simplemente se desarrollan y se materializan para

que esa persona pueda llegar a ejercer como médico. Esa

misma persona, si hubiera bajado con la necesidad de

manifestarse como pintor o artista, por la propia mecánica,

hubiera gestionado al unísono, con el plan que él trae, la

materialización de las situaciones que le favorecieran ser pintor.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 35

Por lo tanto, es absurdo que creamos que hay un plan

que nos predetermina para lo que tenemos que hacer. Lo que

hay es una asignatura que resolver, un temario que cubrir, y la

propia mecánica, que somos nosotros, la vamos gestionando.

Con lo cual, lo de un plan predeterminado hasta cierto punto

tiene su razón de ser, sin bien hay que entenderlo en la medida

que le corresponde.

No nos olvidemos nunca que no existe nada físicamente.

Que todo es virtual y lo creamos desde nuestro propio campo

mental. Entonces, en el momento en que la persona decide

que necesita bajar a ser pintor, ya está creando esa realidad.

No hay un diseño que bajar y se pone en marcha. No es

como un ordenador, que nosotros actuaremos según el

programa que se nos solicite. No, actuaremos según el

programa que hemos requerido, programa que hemos

creado nosotros. Somos nuestros propios arquitectos y

construimos nuestro propio plan. Esto tiene que quedar

muy claro.

Es como si al desencarnar, llegáis a un lugar específico

donde os es asignado un mentor que, tras estudiar vuestro

programa de Evolución, os sugiere que tal vez deberíais

trasladaros a otra universidad o a otra ciudad, e incluso

manifestar una experiencia dentro de la creatividad, para lo

cual os recomienda que seáis pintor. En ese momento,

asumimos el papel y, una vez asumido, atraemos hacia nosotros

todas las energías pensamiento, que vibran y resuenan con mi

propio diseño, que para ellas también es necesario

experimentar por afinidad de frecuencia y se crea el diseño. Y

mi Alma es acompañada por todos los millones de Almas en

proceso de Evolución, que van a compartir mi pequeña

humanidad en este cuerpo físico, convirtiéndome en una nave

espacial para todas esas Almas, de la misma manera que la

Tierra es la nave espacial, donde sus células habitan y somos

nosotros los que tenemos que mirar para que ese cuerpo físico,

esa nave, funcione adecuadamente, al igual que hacen las

células en nuestro cuerpo físico.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 36

Con lo cual he elegido mi plan, mi diseño, por sugerencia

de los constructores de los diseños y se me ofrece, a través de

la mecánica, por inercia, vivir todas aquellas experiencias que

necesito atraer a mi vida. En el momento en que yo decido que

tengo que experimentar el arte y la belleza y exteriorizarlo hacia

mi entorno, estoy atrayendo todas las posibilidades físicas y

materiales para crear el diseño. Por eso, el creer que hay un

plan predeterminado es muy relativo, porque, en función de mi

proceso de Evolución, continuamente puede estar sufriendo

variaciones para ajustarse mejor o peor, siempre bajo la Ley del

Libre Albedrío. Nadie me dirá nunca lo que tengo que hacer. Es

el Libre Albedrío el que me permitirá adaptarme o detenerme

en mi proceso de Evolución. Por lo tanto es vital adquirir el

conocimiento adecuado.

Y, evidentemente, al hilo de la pregunta que has hecho,

al final sí estamos trabajando para un futuro, ya lo he dicho

anteriormente. No podemos pensar nunca que estamos

trabajando para esta vida únicamente. Trabajamos para un

futuro, y cuando volvamos, volveremos justo en el nivel de

evolución/temario cubierto, que hayamos conseguido realizar.

Si hemos llegado hasta el segundo grado, vendremos con él. Si

hemos conseguido llegar al séptimo, vendremos con él. Todo

va en función del temario que hayamos superado.

Por consiguiente, la escuela de aprendizaje ha sido

diseñada específicamente para nosotros. En ella podemos

manifestar todos los problemas que tenemos que resolver. Por

ejemplo, trabajaremos el ego, las memorias celulares, las

pérdidas económicas, las personales, las frustraciones, los

abandonos, los rechazos, los egoísmos, las vanidades… Todas

aquellas cuestiones que no traíamos de fábrica y que han sido

poco a poco adquiridas, a raíz de nuestra ignorancia, para

poder así manifestar algún día el equilibrio.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 37

Sólo estoy hablando de las cuestiones negativas, pero en

esta escuela que es la Tierra, también las hay positivas muy

agradables. Tenemos la posibilidad de amarnos los unos a los

otros, de entendernos, de ayudarnos, de enseñar al

necesitado, aprendemos a ser padres, a ser hermanos, a ser

hijos, a estar solos o acompañados, a ser tolerantes, flexibles, a

relativizar, entendiendo que nada es tan grave… No me

negaréis que es una gran carrera y que vale la pena inscribirse

en ella, ya que al final conseguimos ser mejores seres humanos

o incluso llegar a serlo, si nunca lo hemos sido.

¿Y qué finalidad tiene esta escuela?

Esta escuela tiene como finalidad la Evolución de las

Almas, es su principal objetivo. Los específicos irán relacionados

con el temario que cada uno traiga, que irá diseñado por los

deseos del Alma, la cual nos habrá dado pistas para que, en un

momento determinado, podamos conocerlos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 38

En esta vida hemos aprendido que el número de Alma

que traemos, es el día de nacimiento y que el número de

destino, es la suma de toda la fecha de nacimiento. Pues bien,

con esa fecha de nacimiento y ese destino, el Alma es capaz

de mostrar, a través de ella, lo que hemos venido a hacer y cuál

es su deseo. Pero solo cuando estemos preparados para

entenderlo, seremos capaces de saberlo.

En todos los miles de vidas vividas, el Alma siempre ha

hecho el mismo diseño, pero sólo en ésta, vosotros que

me estáis leyendo, habéis adquirido la Evolución

necesaria para entenderlo.

El Alma viene a esta escuela con un cuerpo que ha

confeccionado, de acuerdo con sus necesidades y para ello

ha usado la genética. Un padre y una madre, que aportan la

otra parte del diseño.

Es evidente que un Alma no puede crear un cuerpo con

dificultades de motricidad y sin libertad de movimiento, si su

programa se supone que es viajar continuamente. Pero tal vez,

adquirirá una genética potencialmente económica y estable

para que, a pesar de esa dificultad, el Alma pueda tener

facilidades para sus traslados. No hay ni un punto en el diseño

que sea descuidado. Esto equivale a decir que el Universo no

comete errores, es matemático, lógico, resolutivo y cómo no,

coherente. No actúa al azar, hay una mecánica implacable,

producida por las Leyes, que el más mínimo detalle se mueve a

través de ellas.

A esto tenemos que añadirle que el Alma decide qué tipo

de registros celulares va a liberar en esta vida y conecta con las

causas originales, con las consecuencias apropiadas, así como

con otros programas creados por otras Almas que, en un

conjunto, pueden llevar a cabo la realización del diseño.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 39

No olvidemos nunca que el libre albedrío siempre estará

presente. Eso quiere decir que, aun a pesar del diseño que el

Alma trae, podemos o no realizar el programa, dependerá

siempre de la fuerza y la impresión que tengan las memorias

celulares, las cuales a veces se convierten en las regentes de

los programas. Quiero decir, que si una persona trae en su

diseño trabajar la cólera, dicha memoria continuamente

aparecerá en su programa, para que sea liberada y

transmutada. Sin embargo, no olvidemos que la propia

mecánica y su inercia, provocará constantes situaciones,

alrededor de otros programas que también tendrán que liberar

esa memoria y eso llevará a un enfrentamiento de energías,

que si no disponemos del conocimiento necesario, es muy

probable que no consigamos liberarlo. Eso implica que

habremos tenido el libre albedrío, para hacer el trabajo o bien

nos ha faltado conocimiento para reconocerlo, pero siempre

seremos “libres” para seguir avanzando.

Y pongo entre comillas “libres”, porque a estas alturas

comprenderéis que:

- Ninguno de nosotros es libre;

- Somos el resumen de un montón de memorias celulares

que traemos para liberar en nuestro programa;

- Que estamos vinculados a los de otras Almas que nos

rodean;

- Que pertenecemos a la manifestación de la mecánica

de las Leyes del Universo, que implacablemente va a

provocar con su inercia que las situaciones de

experimentación no cesen.

Esa implacable inercia, sólo nos permitirá ser libres del

sufrimiento, en el momento en que seamos capaces de

dirigir nuestro diseño, teniendo en cuenta quienes somos,

comprendiendo lo que hacemos aquí y por supuesto

aceptando que, tal vez, seamos algo que no es lo que

aparentamos, sino algo tan sublime que hasta se escapa de

las palabras para explicarlo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 40

Por eso, es muy importante que entendamos lo que

verdaderamente significa conseguir una Humanidad libre. Sólo

desde esa Humanidad libre, seremos capaces de entendernos,

de ser dignos seres vivos en el Universo y, por supuesto, capaces

de que el Origen nos oiga. No tendremos que dar gritos

desgarradores para que alguien nos escuche, porque solo

desde nuestra libertad, como seres universales, habremos

adquirido el derecho a manifestar lo que sea necesario.

En toda mi trayectoria y con las diferentes religiones y

filosofías que he conocido y vivido, he podido observar la gran

inclinación a pedirle a Dios, sea cual sea su calificativo, así

como adorar, venerar, trabajar siempre para una energía

superior que consideramos como nuestra creadora. Amigos

míos, una vez hemos entendido que somos UNO en el Universo,

que soy una parte de ese Dios y que Él me tiene a mí como

parte suya, ¿Qué sentido tiene que me arrodille en una iglesia

o templo, ante esas entidades que somos nosotros mismos a

pedirles que nos concedan cosas que, precisamente, no las

tenemos porque hemos venido a experimentar esa carencia

porque a todos, en la Unidad, nos hace falta para poder

eliminarla en el Universo?

Dicho de forma más fácil, cuando nos arrodillamos ante

una imagen de piedra, todavía existimos en la ignorancia de

no reconocer que ese creador no está fuera, sino dentro y en

el momento en que me arrodillo ante esa imagen de piedra,

estoy manifestando en mí la separación, no la Unificación. Y la

separación forma parte del otro partido de la oposición, que

ocupa el Universo. Esa fuerza opositora que siempre luchará

para que no seamos Uno y que nos creamos seres olvidados por

el Universo y vivamos en separación.

Es muy importante que estemos posicionados y actuemos

con coherencia.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 41

La conclusión de por qué venimos a esta escuela, queda

clara cuando se entiende que es la escuela más densa en el

Universo para manifestar la experiencia, aun a pesar del

sufrimiento que conlleva este plano.

Tengo que deciros que las Entidades Estelares, nuestras

otras Almas hermanas, si tienen que experimentar prefieren

hacerlo aquí, porque saben que cuando la Evolución se

manifiesta en esta escuela, al trasladarnos a otros planos, es

una gran garantía de conocimiento y Evolución el que

tenemos, por el solo hecho de mencionar que hemos sido

formados en el plan de la Tierra.

No es fácil venir a esta escuela, tenemos que entrar a

través de recomendaciones de la gran Hermandad Blanca. Los

Maestros de los Registros Akáshicos son los que determinan en

qué escuela podemos formarnos mejor, son nuestros tutores y

mentores. Ellos aconsejan claramente, según la situación

evolutiva de cada uno, cual es la escuela mejor adaptada a

sus necesidades.

Como caso anecdótico, podría hablaros de qué hago yo

en la Tierra. Procedo de la raza humanoide de la Constelación

Leo. Viví unas situaciones que no aprobé y se determinó que la

mejor escuela para mi experimentación y Evolución era

retroceder a la Tierra. Como comprenderéis, en esta vida he

puesto todos mis recursos y conocimientos al servicio del

momento actual, con la esperanza de haber llevado a cabo el

trabajo que se me encomendó de forma impecable ¿Y cuál

fue el trabajo? Manifestar el Cielo en la Tierra, que equivale a

manifestar lo que soy en esencia, un 5, de conexión etérica, el

cual decide en destino, en este momento, manifestar su otro 5

aquí en la Tierra, con lo cual me convierto en un 5 espiritual y en

un 5 material…

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 42

¿Y cuáles son los objetivos? Ayudar, servir, transmitir,

enseñar, pero sobre todo mediar. Mediar entre partes aquí en

la Tierra, hasta que sea capaz de volver a mediar entre mundos

de donde vine. Entré en el curso de la Atlántida, terminé allí mi

graduación y desde esa época voy pasando aula por aula

hasta el final de los ciclos, donde nos encontramos. Espero que

algún día los que leáis esto, tengáis la Consciencia apropiada

para encontrarnos y poder disfrutar del trabajo realizado.

El día en que nos graduemos en esta escuela, serán esos

mismos mentores los que, según el proceso, nos van a sugerir a

nivel álmico donde debemos trasladarnos. Por consiguiente

esto confirma que la libertad no existe.

La libertad de la que habla el Universo, se define de forma

muy concreta en anular todos los fantasmas y espejismos

que, a nivel mental creamos, para sencillamente caminar

vestidos con el traje del Amor entre todas las Almas que

manifestamos este Plan Global Humanitario. Será

entonces cuando tal vez tengamos la oportunidad de

volver al Origen, a nuestra Casa. Esa Casa a la que

pertenecemos como raza y que verdaderamente tanto

echamos de menos.

Es por eso que aquí manifestamos tanta ambición e

insatisfacción, porque nuestras células guardan el

recuerdo de lo que un día fuimos y que por ignorancia y

ambición dejamos de ser.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 43

Por favor, amplía “La libertad de la que habla el Universo, se

define de forma muy concreta en anular todos los fantasmas y

espejismos que, a nivel mental creamos…”

Cuando decimos que el Universo es libre, que allí no existe

la esclavitud y cuanto más sutiles los planos, más perfectos. Allí

no hay una obligación de llevar a cabo nada, porque en

realidad en el Universo, en niveles superiores, nadie tiene por

qué ser dirigido. Sabe, por Evolución y su inercia, y por auto-

convencimiento del conocimiento que posee, en el cual se ha

convertido, dónde tiene que estar, lo que tiene que hacer y lo

que tiene que dar, es ahí donde existen las Confederaciones

para ayudar en todo momento, a través de los mundos, a que

la energía siempre esté equilibrada.

Entonces, la libertad se entiende allí como la no

esclavitud. No existe la libertad, porque tampoco existe la

esclavitud. Es un estado. Un estado que se manifiesta en función

de lo que yo deseo hacer, porque tengo claro qué es lo que

tengo que hacer. No existe la “no libertad”, porque yo tengo

que hacer esto o aquello, porque no tengo otra cosa. No tengo

necesidad, no hay deseo, en consecuencia la acción fluye por

sí misma.

La esclavitud nace en el preciso momento en que los

deseos marcan lo que yo quiero hacer. Si lo que yo quiero

hacer va regido por unos deseos humanos, no existe la libertad.

Pero en el Universo no hay deseo. En el Universo todo es limpio,

puro y perfecto. Entonces, no puede haber esclavitud. La

libertad “ES”. Es un estado. Igual que el amor, la humildad, la

compasión. Comparar nuestras calificaciones humanas,

terrenales, con las calificaciones del Universo, es un poco difícil

y absurdo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 44

¿Cómo interactúan las Almas y el Planeta?

El Planeta interactúa con las Almas a nivel kármico.

Participa con el fin de favorecer las situaciones, por las cuales

una persona puede purificar el Karma. Por ejemplo, si ha venido

a manifestar hambruna y miseria, el Planeta favorece que haya

espacios donde esa Alma pueda experimentarlo. Pero al mismo

tiempo, debemos tener en cuenta que esos espacios han sido

creados porque las otras Almas, las que dirigen el Planeta, han

permitido que existieran, porque si no ¿Dónde

experimentarían?

Con lo cual os dais cuenta de que no somos libres. La

única libertad que existe es aceptar que lo que estamos

viviendo es lo correcto. Y una vez aceptado,

abandonaremos el sufrimiento y, al dejar de sufrir,

adquiriremos calma y con ella adquiriremos la paz,

quedando así entendido que la falta de libertad sólo

existe en nuestra mente, como conjunto de

condicionamientos erróneos.

No existe la libertad, ni la esclavitud, sólo existe “estar y

ser”. En esta escuela tienen que haber unos espacios para

poder experimentar la hambruna y otros para experimentar el

derroche, porque tanto uno como otro deben tener la

tendencia al equilibrio y es la meta que debemos llegar a

conseguir.

No sabría explicar de otra forma algo tan abstracto como

es el Universo. Intento poner ejemplos muy materiales, en la

confianza de que aun siendo materiales puedan ser

espiritualizados. Nunca olvidemos que lo que “Es arriba es

abajo” y da igual el nombre que le concedamos, pero la

reflexión sería la misma.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 45

“La falta de libertad sólo existe en nuestra mente, como

conjunto de condicionamientos erróneos” ¿Podrías explicarlo?

Porque la mayoría de las personas nos quejamos de los límites

que nos vienen de fuera.

Al hilo de lo que estaba diciendo antes, nosotros aquí nos

sentimos libres cuando decimos: “Me voy a comprar el coche

de color azul”; “Voy a comprar una casa y a conseguir una

hipoteca”; “Voy a tener un hijo”; “Voy a casarme con esta

persona…”; “Ahora no quiero hacer esto, porque no me

apetece”; “Abandono este trabajo porque no me satisface…”.

Esto no es libertad. Porque tendríamos que remontarnos a

mucho más atrás, y darnos cuenta ¿Por qué ha salido ese

trabajo? Ese trabajo nace de la repercusión de una serie de

acciones, que han creado reacciones y han dejado unas

memorias registradas. Por lo tanto, me sale ese trabajo de pintor

porque está en el pacto, porque mi proceso me obliga a serlo.

Por lo tanto, ahí ya no soy pintor por libertad, soy pintor porque

en mi proceso he de serlo. Es algo que tengo que experimentar.

Segundo, si tenemos consciencia de que somos el fruto y

la recogida de:

Todas nuestras experiencias;

Todas nuestras reflexiones, correctas o incorrectas;

Todos nuestros procesos, equivocados o no;

Todas las inacabadas experiencias;

El paquete de resultados;

Obviamente, cuando mañana me levante y me ponga

a desayunar, yo no estoy en la libertad.

Voy a desayunar, en función de mis creencias;

Voy a comer lo que me apetece, en función de mis

deseos;

Voy a tomar la consciencia de lo que estoy comiendo en

función de mi propio desarrollo espiritual y, lógicamente,

Voy a poder comer más o menos, en función del

karma que he traído, de la abundancia que me asista.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 46

Por lo tanto, en eso tan simple como es un desayuno, se

ve perfectamente, aceptado y demostrado, que no existe la

libertad.

Diferente es el libre albedrío. El libre albedrío es, que

saliendo de esa no libertad que tenemos aquí, mal entendida

libertad, podemos elegir lo que queremos hacer.

Quiere decir, si las situaciones me traen un devenir de

acontecimientos, que yo, por mi crecimiento espiritual,

considero que no son correctos, tengo el libre albedrío de

actuar o no. El libre albedrío de, determinadamente,

sugerir, o bien, dejar de vivir esa experiencia. Éste es el

libre albedrío. Yo elijo lo que puedo vivir, o no. Y eso irá en

función del temario que haya cubierto en esa escuela.

¿Por qué la mayoría de las personas nos quejamos de los límites

que vienen del afuera?

En primer lugar, las cosas nos vienen del afuera, tú lo has

dicho. No son nuestras.

En segundo lugar, por esa no libertad, que creemos que

es libertad.

Y en tercer lugar, porque no sabemos dónde estamos. Ni

quiénes somos. Ni por qué estamos aquí. Porque en el momento

que tu aceptas quién eres, por qué estás aquí, qué estás

haciendo aquí, desaparecen los límites.

Eres un ser multidimensional, que estás haciendo un

trabajo temporal. Ya no hay límites. Puedes utilizar toda esa

multidimensionalidad para perder la temporalidad también del

trabajo. Pero si tú te das cuenta, o tú observas que hay límites,

de alguna manera es porque tú estás limitado. Porque tú

todavía no entiendes quién eres, qué haces aquí y por qué

estás aquí.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 47

¿Existen otras escuelas en otros planetas?

Sí, porque de la misma forma que aquí existen tantas

realidades, estoy segura de que existen otras como la nuestra.

Yo de momento puedo hablaros de la escuela de la que

procedo, la civilización humanoide de la Constelación Leo, la

cual está en el futuro, en civilizaciones superiores. Claro está, allí

también hay escuelas, pero cuando se trata de un proceso de

Evolución muy rápido, la Tierra es el mejor, porque es el lugar

más denso. Por eso os he explicado la dificultad que tenemos

en comunicarnos con dimensiones superiores. Entonces ¿Cómo

podemos pensar que Dios nos escucha?

Dios no puede escucharnos. Imposible. ¿Acaso vosotros

podéis escuchar a las hormigas? Por eso es importante que

entendamos el funcionamiento de la mecánica. Somos Dios

aún en el lugar más denso, sólo que no lo hemos desarrollado.

En este fin de ciclo estamos teniendo la posibilidad de

materializarlo, a nuestra medida y consecuente nivel. Nos ha

llegado el momento de empezar a entender quién es Dios y

quiénes somos nosotros y si lo entendemos, es cuando será

posible el cambio de la Humanidad, porque dejaremos de ver

a Dios fuera de nosotros, para empezar a sentirnos responsables

en nuestras actuaciones y así entender que somos una parte

de Dios, caminando en la Tierra… Y aquí expongo una

reflexión…

¿Haría Dios a la Tierra lo que le hacemos nosotros? ¿El que

crea un objeto lo destruye? Mejor ejemplo: ¿Nos construimos

una casa para luego destruirla, nos compramos un coche para

tirarlo por un barranco? De la misma forma el Universo nos crea

y nosotros nos destruimos. El coche no tiene voluntad para

tirarse al barranco, la casa no tiene fuerza para autodestruirse,

ambos necesitan energías externas e impulsos desde fuera.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 48

Nosotros no somos ni el coche ni la casa, tenemos

voluntad, conocimiento y entendimiento y sabemos que a todo

eso lo rige el amor. Entonces ¿Por qué nos estamos destruyendo

nosotros mismos?, No estamos atendiendo nuestros

pensamientos, no cuidamos nuestra alimentación, no

cuidamos el medio ambiente ni al Planeta en todo su

contenido, pero nos permitimos ambicionar mayor bienestar,

cuando somos nosotros mismos los que lo hemos destruido…

Hablar de otras escuelas sería como pasar por alto que,

el propio Universo, ya es una escuela general, pero de grado

superior, en donde lo que aquí somos, pobres humanoides,

destrozándonos los unos a los otros por conseguir riquezas y

méritos que no nos corresponden y que son fruto de un

espejismo, en otros niveles muy superiores, de forma

ascendente poco a poco y con entendimiento, podemos

encontrarnos Maestros Ascendidos, Comandantes de Flotas,

Ángeles… Todos estamos aprendiendo a ser el Origen.

Este sería el objetivo principal de todo el Universo,

evolucionar para llegar a convertirnos en el Origen y

continuar expandiendo el Universo. Y os recomiendo que

paréis ahí y no tratéis de imaginar la continuación de lo

que explico, porque nuestro sistema mental y cerebral no

está preparado para concentrarse tan profundamente

en su comprensión y podríamos dañarlo.

¿Ésta es la más densa, la más especializada?

Como he dicho antes, esta es la más densa, no la más

especializada, sino la más densa a nivel de que se trabaja con

lo más bajo de la materia. El simple ego, la ambición, la

ignorancia, son las asignaturas principales a superar, para

poder seguir transitando por los mundos del Universo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 49

Podríamos decir que aquí estamos todos manejando el

primer chakra, superviviendo en medio de memorias, falsas

creencias y de una matrix creada precisamente para la

confusión y el desarrollo de la insatisfacción ¿Acaso hay algo

más triste que esto? Sí, hay algo más triste, no querer aceptarlo.

Si nuestra realidad ya es triste, cuando no la aceptamos lo es

doblemente, porque estamos aún muy lejos de poder

entenderla.

Aparentemente nos resulta triste, porque no satisface

nuestros sentidos, no complace los deseos, si no que para

obtener cualquier cosa hay que luchar y de forma permanente

hasta conseguirlo. Esto es lo que ha hecho pensar que la vida

es una lucha y que esta escuela es una verdadera lucha, para

conseguir algo y sobrevivir después de conseguirlo.

Y esto no es cierto, el Planeta Tierra es hermoso, su plan

es hermoso, las Almas que habitamos en él somos

hermosas, nuestro diseño es mágico, pertenecemos a un

entramado al que todos estamos comunicados, no

podemos sentirnos solos… El único problema es que no lo

sabemos y vivimos reaccionando ante todas esas

memorias que seguimos generando, desde la ignorancia,

y registrando día tras día en nuestro subconsciente. Si

fuéramos capaces de manejar este barco, dejando que

las velas SE MUEVAN al ritmo del viento, o lo que es mejor

dejando que las experiencias aparezcan, según sea su

momento y sin provocarlas nosotros, en la mayoría de los

casos, estaríamos viviendo una experiencia lineal,

bastante acorde con lo que se espera de nosotros.

En el espacio en la naturaleza donde me encuentro, el

equipo con el que trabajo está entregado a explicar una y mil

veces, lo importante de la superación de esos espejismos, sólo

allí podemos colocar el ancla de nuestro barco y empezar a

trabajar en la Tierra. El día que lo consigamos y hayamos

entendido cual es la función que debemos desempeñar,

seremos capaces de volver a izar las velas y subirnos al barco,

pero esta vez la dirección la pondremos nosotros y el viento nos

favorecerá para llegar cuanto antes.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 50

Recuerdo un maestro tibetano, que un día me explicó:

“Un buen maestro, un buen transmisor, (añado yo,

porque otra cosa importante es que en esta escuela, no

hay maestros, todos somos maestros de todos), continuo:

Era aquel que sabía inventar ejemplos, que podían

parecer reales, para que una mente imaginaria, que

estaba escuchando, lo entendiera en su sabiduría

universal”.

Quería decir que un buen maestro, cuando transmitía su

mensaje, tenía que saber llegar al nivel evolutivo de la mente

que lo escuchaba y ponerle un ejemplo que esa mente pudiera

recibir, filtrar e integrar. Es por eso que creo, que hoy ha sido

para mí un gran reto poder hablar de la escuela Tierra, con un

ejemplo detrás de otro y a la espera de que cualquier duda

que se os presente, si está en mi mano ayudaros y contestarla.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 51

¿Quién viene a la Tierra, por qué y

para qué?

Podemos entrar más a fondo en los motivos específicos

que nos traen a este Planeta. Esos motivos siempre son

evoluciones muy rápidas. Es decir puede darse el caso de

un Alma, que tiene que hacer una Evolución muy precisa

y concreta, porque es necesaria para el UNIVERSO.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 52

Nunca olvidemos que el Plan Global Universal tiene

mucho que ver en el diseño individual de las Almas, porque el

Universo trabaja siempre para la totalidad. Entonces, las Almas,

a veces, tienen necesidades muy urgentes y aprovechan este

tipo de planetas para manifestar su plan de forma muy radical

y evidente.

De hecho en nuestro propio Planeta, podemos ver

grandes Maestros que han venido a materializar programas

muy específicos. Estos Maestros, aparte de su propio diseño al

encarnar como humano, también su trabajo les sirve para su

propia Evolución. Estos son los Maestros Ascendidos que, desde

Esferas Superiores, están vinculados a nuestro proceso y antes

han tenido que experimentar aquí el suyo. Y una vez hecho,

deciden quedarse cerca del Planeta y de sus Almas para seguir

ayudando al Plan, a materializar sus objetivos y asegurarse de

que no sean interrumpidos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 53

Por otra parte, hay otro tipo de Almas que tienen todos

los méritos para venir a este Planeta a despertar su Consciencia

y traen un gran Karma que purificar, y este es el lugar ideal para

eso. Existe tanta densidad, que es como un supermercado de

problemas y obstáculos al que podemos acceder y elegir en

qué campo queremos desarrollarlos.

Este es también un Planeta donde muchas Almas entran

en la rueda de las reencarnaciones y no consiguen salir de ella.

Esto es fruto del velo de la ignorancia que lo cubre. Las Almas

durante todo el ciclo deben ser muy sutiles y avispadas, para

reconocer los caminos que las pueden llevar al autodesarrollo.

Sin embargo, la manifestación del deseo y la ambición es tan

clara y evidente, que son pocas las que consiguen hacer caso

omiso de ellos y sucumben ante la seducción de esos

espejismos.

Entonces entran en la rueda de las reencarnaciones, en

sanscrito Samsara y posiblemente permanezcan ciclos y ciclos,

hasta que poseen algo de despertar y una Evolución

consecuente para descubrir el camino.

El momento actual de fin de ciclo, en el que nos

encontramos es muy importante, porque ante eso no hay

nada que pueda ser confuso. El final siempre es la

revelación de la acumulación de todo el ciclo. Por lo

tanto el que durante 26.000 años no ha podido ver, en

estos momentos tendrá la posibilidad, si lo desea, de

hacerlo. Y no me refiero a ver con los ojos físicos, sino a

ver desde el Alma, desde el corazón, entendiendo que lo

que se nos manifiesta en estos momentos es el verdadero

cambio de ciclo y también el cambio cuántico. Sube el

Conocimiento, sube la Vibración y sube el nivel Evolutivo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 54

¿Qué es el cambio de Vibración?

Desde el Universo, cuando se nos ve, se nos conoce por

un tipo de energía. Aquí en 3D nos reconocemos por el físico,

en el Universo lo hacemos por el color, el sonido y la Vibración,

que es la frecuencia del nivel Evolutivo. Ese nivel Evolutivo es

como nuestro DNI cósmico, ante él no hace falta interrogatorio,

cualquier entidad estelar nos puede identificar rápidamente.

El nivel de Vibración es el resultado de las experiencias

que hemos vivido y que han producido un grado más en

nuestro proceso Evolutivo. Ese proceso, a su vez, produce una

Vibración la cual es intransferible y es a través de ella que

atraemos o rechazamos todo lo que no es afín a nosotros.

Esa Vibración nos permite recibir todo el magnetismo

adecuado para seguir caminando, y no me refiero en la Tierra,

sino caminando en el gran Universo al que pertenecemos. Para

el Universo, no somos un humanoide de la Tierra, somos una

entidad experimentando en ella.

Por consiguiente, imaginaros el grado de Evolución que

tenemos, cuando vivimos en la Tierra y creemos que

somos lo único que existe. Atender bien a este

comentario ¿Qué nivel de Evolución nos espera, cuando

todavía marcamos diferencias en cuanto a lo que

sentimos por los seres humanos que nos rodean y no

forman parte de nuestro cuadro familiar y personal?

Todavía no hemos comprendido que no hay diferencia

entre mi hermano y el vecino de enfrente, esto forma

parte de nuestro conocimiento y Evolución, cuando

entendemos que ese hermano es otra Alma que por

necesidad ha venido a experimentar este papel y no hay

diferencia con el vecino de la casa de enfrente. Lo único

que nos diferencia es que tendremos más posibilidades

de experimentación con el hermano que con el vecino,

porque en el transcurso de las vidas pasadas habremos

creado las causas con el hermano, para manifestar aquí

las consecuencias, no con el vecino. El también tendrá su

propio hermano.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 55

En el Universo nos ven por nuestro nivel de Elevación. La

Elevación es verdaderamente el grado cósmico que tienes. Y

eso no sube y baja, como la Vibración. Podrás no llegar, o

quedarte siempre ahí, pero la Elevación no desciende. La

Vibración cambiará en función de la situación que estés

experimentando.

Lo que tienes es el libre albedrío de elegir las cosas que

vives y que conoces y que te harán permanecer en un estado

de Vibración apropiado. O sea, por derecho y por obligación

cósmica, como seres universales que somos, tenemos la

obligación de respetar las actitudes. Entonces, aunque no

sepamos el grado de Elevación que tenemos, éste se

manifiesta en el proceso de elegir si es correcta una cosa o no.

En ese momento, yo elijo porque mi Elevación me lo permite.

Porque el proceso de Evolución, me ha llevado a un grado en

donde yo soy capaz de discernirlo. Si hago algo incorrecto

porque no lo veo, es porque mi nivel de Evolución todavía no lo

ha procesado. Por eso a veces hay situaciones que las vivimos

en un momento, no estamos preparados, no las vemos, y

después aparecen otra vez y las realizamos.

La Vibración, queda claro, es algo que se adquiere en

función de la situación que estás viviendo.

La Elevación es el resultado de haber experimentado.

O sea, la Vibración es oscilante. Tú puedes estar ahora

polarizada en un sitio, en una Vibración adecuada y después

polarizada en lo contrario, lo totalmente opuesto. Y la Elevación

es siempre ascendente. Tú no puedes elevarte y luego

descender, no hay una contrapartida. Son palabras, matices y

conceptos que tienen que quedar muy claros.

Me gustaría aprovechar este punto para hacer un

resumen.

Por ejemplo, ¿Qué es el proceso? Es la acción de

experimentar para materializar una Evolución.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 56

¿Qué es la Evolución? Es el resultado de los grados de

experiencia que se han ido viviendo. Y, lógicamente, los

resultados que se han conseguido.

La Vibración está en todo el proceso de Evolución. Tú

puedes tener una diferente Vibración en el inicio, en el medio y

en el final. Todo proceso de Evolución lleva implícito su nivel de

Vibración, en cada experiencia. Por lo tanto no tiene nada que

ver con la Elevación.

La Elevación será el resultado de todos los procesos de

Evolución, sus Vibraciones y experiencias materializadas, que

habrán generado un grado, una posibilidad de Ascensión, de

Elevación, para esa Alma.

Cuando digo que desde el Universo nos ven por color y

sonido, nos ven por la EVOLUCIÓN, por el grado que tenemos.

Según nuestra Elevación van a ver un tipo de calidad. Y según

la Vibración en la que estemos, verán otra. Porque la Vibración

estará como en una luz intermitente, que cambiará de color,

por decirlo de alguna forma y la Elevación será un color total

en nuestra entidad.

Frente a las situaciones que vivimos, según como

elegimos vivirlas, será nuestra Vibración. Si eliges vivir una

situación con enfado, la Vibración será baja. Si eliges vivirla con

compasión y flexibilidad, tu Vibración se mantendrá. Pero si

manifiestas una intención de bondad, de amor y de

transformación, evidentemente la Vibración será más elevada.

Por eso es tan importante que analicemos todo lo que

hacemos, todo lo que decimos, todo lo que pensamos.

La frecuencia es la posibilidad de que hablemos de algo

y nos entendamos. No tiene nada que ver con la Vibración. Yo

puedo estar hablándote de un barco y tú entenderme; y tú

tener una vibración y yo otra. Pero en nuestro proceso de

Evolución el barco ya ha entrado.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 57

La Elevación es otra historia. La Elevación es ¿Cómo he

procesado yo integrar ese barco, o esa experiencia? Eso es lo

que me hace subir la Vibración y eso es lo que me manifiesta

un grado de Elevación cuando desencarno, o cuando, en

determinados momentos, de diferentes vidas, en el acumule de

sus conceptualizaciones y en su grado de resumir todas esas

experiencias, se ha alcanzado un grado de Elevación superior.

Y entonces yo asciendo como categoría cósmica.

Para el Universo no hay diferencias, son diferentes

procesos de experimentación, pero todos somos iguales.

Actuará igual con un ser que promulgue una guerra, que con

otro que potencie la paz, porque son dos Almas idénticas en

diferentes momentos del proceso de Evolución. El final será el

mismo. Si estamos viviendo un mundo de paz, es porque antes

hemos vivido un mundo de guerra.

Me atrevería a decir que, si pusiéramos un poco más de

interés, no en comprender porque eso va con nuestro

proceso de Evolución, sino en aceptar que hay una

mínima posibilidad de que esto sea cierto, estoy segura

de que la mecánica del Universo desplegaría sus alas

frente a nosotros y nos mostraría un montón de

situaciones a nuestro alrededor, mediante las cuales

podríamos terminar de aceptar no solo que es posible,

sino que es real.

En el Universo existe la magia. De hecho es el único lugar

donde existe, y la magia es ver como la mecánica

funciona sin que nadie mueva sus hilos.

¿Saldremos de aquí alguna vez? ¿Cómo lo haremos?

Creo que algún día nos licenciaremos, o en el mejor de

los casos sacaremos el doctorado, todo dependerá de nuestro

proceso, de nuestro esfuerzo y de nuestro nivel de

entendimiento.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 58

La escuela de aprendizaje durará hasta que hayamos

conseguido la Evolución adecuada. Hasta que no pasemos las

asignaturas, aprendamos a amar de forma incondicional, que

es la base de todo, empezando por nosotros mismos y a todos

por igual, entonces, seguramente, seremos destinados a otro

rincón del Universo para instaurar lo que hemos aprendido.

Salir de aquí es una mera ilusión por el momento, aunque

estar en los tiempos finales y tener el privilegio de vivirlos, es una

de las mejores cosas que nos han podido pasar. No es que sea

una ilusión imposible de conseguir, es que no podemos caer en

la ambición de querer salir por querer tener una vida mejor.

Hemos de llegar a conseguir un estado en el cual seamos felices

y estemos a gusto en cualquiera de las situaciones y

ubicaciones donde nos encontremos.

Nuestro Universo tiene que estar en todas las partes

donde nosotros estemos. Solo la experiencia es la que

cambia. En realidad es nuestra parte material la que

identifica y fragmenta las ideas, porque en lo que se

refiere a nuestra parte espiritual, nuestra Alma, hará su

proceso en nombre del Espíritu esté donde esté y haga lo

que haga.

Vivimos una vida llena de fragmentaciones, todas

nuestras actuaciones están originadas desde cualquier parte

dividida de nosotros. Nunca llegamos a ser algo sin observarlo,

todo va relacionado con la mente y es esa mente la que nos

produce el sufrimiento y no nos permite en ningún momento

adquirir el reconocimiento de la nada.

Sí, decididamente saldremos de aquí, lo que no puedo

garantizaros es cuando. No olvidéis la rueda de las

reencarnaciones y la ignorancia. Si no la disolvemos y

adquirimos la sabiduría innata en nosotros, lógicamente

seguiremos girando en esa rueda sin ningún objetivo claro y sin

intención de abandonarla, ya que no sabremos tan siquiera

que se puede abandonar.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 59

En cuanto al cómo, será de forma natural, por proceso

evolutivo. Llegará un momento que, con la misma mecánica,

nos trasladaremos a niveles superiores. Es por eso que repito

tanto la importancia de tomar Consciencia de todos nuestros

actos, de todos nuestros pensamientos, de todas nuestras

palabras y, cómo no, de todas nuestras obligaciones como

partes del Universo, aprendiendo a vivir con los derechos que

ello nos confiere.

Cada uno utilizará una vía diferente, sin que sea mejor ni

peor, será la suya, será la única e intransferible vía posible para

su Evolución. No podemos focalizar nuestra atención en querer

salir de aquí, una vez que conocemos donde estamos. Una de

las aulas a la que tenemos que asistir es, precisamente, aceptar

vivir aquí con todo lo que conlleva. De esa forma, la salida será

natural y a su debido tiempo, de lo contrario la propia

resistencia nos va a hacer permanecer aquí eternamente.

Dices que vivimos una vida fragmentada y que es nuestra

mente la que nos impide el reconocimiento de la nada.

¿Podrías ampliar estos conceptos?

A nuestro alrededor hay nueve realidades.

Experimentamos en nueve partes a la vez. Entonces, cuando

digo que la vida es fragmentada, me refiero concretamente a

que yo vivo en el pasado, en el presente y en el futuro, y en

ocho realidades más al mismo tiempo, experimentando. Pero

además, lo que somos en realidad no existe, como físico, como

sólido. Somos un conjunto de entramados energéticos que, al

unirse, constituyen el cuerpo sólido que vemos.

De la misma forma, todo lo que nos rodea no es sólido.

Los átomos y la energía de lo que están constituidos, son lo que

le dan la forma a través de la idea que tenemos de eso.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 60

Es como una mente colectiva que crea la pantalla del

ordenador, por ejemplo, y todos vemos la misma imagen,

porque estamos conectados. Pero en realidad, esa pantalla es

una cosa, yo soy otra, tú eres otra, mi idea es una cosa, tu idea

es otra. Quiere decir que todos los fragmentos juntos que somos

construyen la pantalla. Nuestra vida no es una vida, como

nosotros la establecemos. Es una serie de fragmentos que la

constituyen. Y a eso, le tenemos que añadir la interacción que

hay en las nueve realidades. Todo lo que nosotros, en otros

contextos, estemos ejerciendo, repercutirá en este.

Por lo tanto, el tener la Consciencia de que estoy aquí y

ahora, y que no es mi única realidad, hace que cuando yo

actúe desde aquí, lo haga con la responsabilidad completa de

que en ocho REALIDADES MÁS, COMO LA MÍA, YO ESTOY

MANIFESTANDO Y EXPERIMENTADO MI VIDA.

¿Podríamos recuperar al Planeta y sus recursos?

Este Planeta y todos tienen su propio Plan. Nosotros lo

único que podemos recuperar es la actitud ante él. Donde

hemos fallado, debemos rectificar, no por el Planeta en sí,

porque él asumió su papel cuando hizo su diseño, si no por

nosotros mismos, ya que cambiando nuestra actitud le

favoreceremos a él. Pero, además, estaremos elevando

nuestra Frecuencia y en consecuencia nos iremos acercando

a ser cada vez más uno con el Todo.

Recuperar al Planeta será muy difícil, pero si cambiamos

la actitud posiblemente el deterioro y el daño que hemos

llevado a cabo, a pesar de ser irreversible en muchos de los

casos, le permitiría una vida más larga, correspondiente a

nuestra estancia en este plano.

Sin embargo no olvidéis que el Planeta Tierra ha vivido

esta situación en otros momentos y no ha muerto, porque lo que

está muerto no existe y su Alma ha seguido estando en el lugar

que le fue destinado, sólo ha transformado la forma de

manifestación. Y después de una destrucción, ha venido una

nueva creación y esta vez, deberíamos demostrar que somos

seres conscientes de verdad y acompañar al Planeta en su

agonía, hasta la manifestación de su enfermedad.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 61

Será después de la transmutación de la misma, que

volverá a resurgir, para empezar una nueva etapa en la

Evolución de esta raza humanoide, a la que pertenecemos por

ahora y en ella volverán a empezar de cero, una vez más,

aquellos que no han querido ACEPTAR LA BRILLANTEZ DE NO

SABER NADA, prefiriendo permanecer en la ignorancia de creer

que lo saben todo y que son dueños y regentes de su vida,

anulando así el poder universal de manifestar su Alma.

¿Pueden ayudarnos desde Esferas Superiores? Si es así ¿Qué

tipo de ayuda nos pueden prestar?

Sí, pero con la autorización de las Altas Jerarquías que

dirigen el Plan. En el Universo, nadie puede tomar iniciativas sin

haberlas autorizado previamente. Y la ayuda nunca es

individual, debe ser una ayuda que repercuta en lo global.

La ayuda siempre va a ir focalizada al beneficio global.

Esto quiere decir que el Universo nunca ayuda a nivel personal,

pero si esa persona está trabajando por la Humanidad y sus

actuaciones son correctas, la ayuda automáticamente le llega,

porque se supone que no está pidiendo para él mismo, sino está

solicitando ayuda para llevar a cabo algo para el Plan Global.

Es por eso que, párrafos anteriores, comentábamos que

era absurdo pedir al Universo que nos ayude a conseguir un

coche o a que nos entre dinero, para pagar una hipoteca o

cualquier petición de este tipo, porque esas llamadas nunca

vanan a ser oídas y si alguna vez se cumple, será más por el

poder de creación que tenemos y en la necesidad de

obtenerlo que estaremos manifestando lo que necesitamos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 62

¿Cómo hay que entender la

Ley del Karma?

Uno de los puntos importantes en esta querida escuela

que es la Tierra, es precisamente el tema de los niños. Las

preguntas siempre serían las mismas ¿Qué es un bebé y

cómo hay que recibirlo; qué pasa con el aborto y qué

piensa el Universo sobre él; estamos cumpliendo con las

Leyes o estamos infringiéndolas al abortar?...

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 63

El Universo no se define, ni nunca lo hará, porque en su

mecánica no cabe el juicio hacia una actuación. Es el

resultado de dicha actuación la que produce una causa, que

a la vez traerá otra consecuencia. Esto es lo que llamarían en

el budismo la Ley del Karma y lo que, en las propias Leyes del

Universo, se denomina la Ley de Causa y Efecto.

Entrar en el aborto, pasándonos por alto esta Ley, no me

parecería lo más adecuado, y es por eso que voy a iniciar una

explicación resumida, sobre cuál es la participación del

Universo en cuanto al aborto.

Como decía anteriormente, el Universo no se manifiesta

en determinar si es o no correcto, no funciona así y tiene su

sentido. Cómo va a manifestarse sobre una acción que, según

su intención, podrá calificarse de una u otra manera. No sólo

en el aborto, esta mecánica se extiende a toda actuación en

el Universo y sobre todo en el mundo de la materia. En un caso

puede parecer un aborto condenable y el mismo aborto, con

diferentes circunstancias, puede ser una acción incluso

justificada.

El aborto tiene diferentes connotaciones. A veces es la

propia madre o el entorno los que no desean a ese bebé. No

es un Karma del bebé, ahí los responsables son los padres. En

este caso la madre, es su responsabilidad.

Utilizamos el aborto para introducir el apartado de la Ley

del Karma, de la Ley de Causa y Efecto.

Me quedo con algunas pautas que, en mis 25 años de

práctica budista y con una enseñanza muy cercana al Dalai

Lama, entendí de forma muy evidente, ya que tuve ocasión de

experimentar en mí misma, cómo funcionaba la Ley de Causa

y Efecto, que es el Karma.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 64

El Karma es una palabra sánscrita, que en el mundo

oriental determina precisamente a las Leyes del Universo,

refiriéndonos concretamente a la de Causa y Efecto. El Karma

no puede ser negativo o positivo. Siempre es consecuencia de

una acción. Por eso, es tan importante, como hemos visto en

apartados anteriores, tener muy clara la acción reacción,

porque a veces es en la propia acción de respuesta cuando el

Karma aparece. Me encuentro reaccionando como causa de

otra consecuencia, que vendrá más tarde.

Esto nos hace entender que el Karma es acción. Lo único

que hay que hacer es tratar de disolverlo, purificándolo, con la

mejor actitud que seamos capaces de manifestar. Reitero, si

hablamos desde el mundo oriental, lo llamaremos Karma, si

hablamos desde la Metafísica, lo llamaremos la Ley de Causa y

Efecto.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 65

Cuando conocemos las Leyes, nos damos cuenta de que

la única llave que existe para no infringirlas es el conocimiento

de las mismas y tener el entendimiento para aplicarlas en la

vida cotidiana. No obstante, tienen también su protección,

para no sufrir demasiado su infracción. El Alma, en este caso la

mente, en el mundo oriental, tiene que estar continuamente

tratando de protegerse de esas acciones, que no nos

permitirían abandonar el Samsara (Rueda de las

encarnaciones).

Igual que las Leyes tienen sus protecciones, el Karma

también la tiene. Y a esas Leyes y a su conocimiento que nos

protegen, se las compara, en el mundo oriental, con el Dharma.

Cuanto mejor Dharma materialicemos, mejores consecuencias

crearemos. Cuanto más conozcamos las causas del sufrimiento,

a través de la filosofía oriental, como Budha las transmitió,

menos sufriremos acciones producidas por ese Karma.

Digamos que el Dharma compensa cualquier acción

negativa, que se haya cometido en exceso, YA QUE ES UN

ESTADO DE PROTECCION. HACER EL BIEN NOS PROTEGE DEL MAL

QUE HEMOS HECHO.

El Karma, Ley de Causa y Efecto, aparece cuando una

acción se convierte en algo habitual. Porque, lógicamente,

existe una energía acumulativa sobre ella. Aquí entendemos

que también se valora en cantidad la intensidad de la acción.

A veces una consecuencia puede ser fruto de muchas

acciones repetitivas, en un ámbito habitual, o bien una sola

acción muy intensa en un único escenario, PORQUE LA ACCIÓN

EN SÍ REUNE TODOS LOS REQUISITOS PARA MANIFESTARSE EN ESE

MOMENTO. El resultado es asombroso, puede ser el mismo, sin

embargo las causas y la acumulación de puntos negativos son

diferentes. Para una situación ha habido que crear muchísimas

acciones, mientras que para otra con una sola, pero muy

intensa, ha sido suficiente.

Recuerdo una vez, que sentada frente a un gran maestro

tibetano, e inquiriendo preguntas constantes, como siempre he

acostumbrado hacer, me invitó a sentarme frente a él y

empezó a explicar algo tan bonito como lo siguiente:

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 66

El Karma es como una flor que tiene que florecer. Para

que lo haga, necesita una tierra adecuada, una luz

apropiada, una nutrición suficiente y, cómo no, un

cuidado. Digamos que la tierra adecuada, se refiere

precisamente a la escuela de aprendizaje que es la

Tierra. Ella goza de todos los ingredientes necesarios para

que cualquier Karma, del tipo que sea y del nivel que sea,

se pueda manifestar.

Esa flor necesitará una luz, que se la ofrece el sol. Al mismo

tiempo, le permitirá descansar cuando él se ponga.

Nosotros, comparándonos con el Karma y la flor,

necesitamos la luz apropiada que nos ofrecen las Leyes

del Universo, para que seamos capaces de gestionar esa

actuación. Dichas Leyes se manifiestan en dos

parámetros, ni mejor ni peor, sencillamente se polarizan

hacia un lado o hacia otro, en función de la inercia de

nuestras actuaciones. Somos nosotros los que marcamos

el ritmo, y de la misma forma, los que gestionamos su luz

o su oscuridad.

Es ahí cuando el Karma se manifiesta como un péndulo

hacia un lado u otro, sin que sea ni mejor ni peor, sino lo

coherente con la causa que se ha creado. Será nuestra

forma de interpretarlo y vivirlo, lo que le va a dar la

intensidad de gravedad y de dolor, ya que si lo vivimos

con naturalidad, fluiremos con las actuaciones sin entrar

en ellas.

La nutrición en la flor, será el abono que queramos

ofrecer a la Tierra para que, a través de ella, llegue a lo

más importante, el corazón de la planta. Y desde él,

enviará los recursos necesarios para que muestre el color

más hermoso, la frescura más notoria y, cómo no, que

dure el máximo de tiempo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 67

En cuanto a nosotros, los nutrientes serán, a nivel

espiritual, todos los conocimientos que tenemos a la vista

y los cuales nos pueden dirigir sin pérdida de tiempo a los

objetivos, que debemos alcanzar para manifestar nuestra

luz universal. Dependerá de cómo queramos dirigir esos

nutrientes/conocimientos. Porque si los dirigimos para

nuestro bien, tendrán una consecuencia y si los

destinamos para el bien global, tendrán otra.

Cuando nosotros ofrecemos nuestro proceso al bien

global, automáticamente, la inercia de la mecánica

hace que nuestro proceso individual se fusione con el

global, y la intención que hemos puesto aligera todas las

consecuencias desagradables que hayamos generado.

Es decir que en el Servicio, la Fe y la Entrega existe de

forma sutil una herramienta que “compensa”, en la

mayoría de los casos, las causas menos agradables.

Y. concretamente podríamos aquí mencionar, la Ley de

la Compensación. De alguna manera, una planta

cuando se estropea, aparece de forma “fortuita” alguien

que se da cuenta de que necesita nutrientes, agua o

cualquier otra cosa. Y ¿Por qué aparece? Porque en su

destino, la flor ha sido colocada en un lugar donde su

visión es accesible para el hombre.

Podemos hacer otra exposición. Imaginaros a un hombre

que saca de su alforja un montón de semillas y las esparce

sobre una tierra. Habrá la que caerá encima de una piedra,

pasará un pájaro y se la comerá. A continuación habrá otra, a

la que el riego no le llegará. Y posteriormente habrá otra que,

tapada por una hoja seca, que pesa más que ella, no le llegará

la luz necesaria. Y de todas ellas, habrá algunas que habrán

caído en tierra fértil, con los nutrientes apropiados y recibiendo

la luz del padre Sol y el descanso de la hermana Luna. Como

podéis ver, las propias semillas hacen el mismo proceso que

nosotros. El hombre sólo es el mecánico que las esparce. El

Universo sólo es la mecánica que las mueve. Y cada uno de

nosotros manifestaremos nuestro Plan. Las semillas que no

crecerán, es porque su proceso de Evolución aún no lo permite.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 68

Y antes de continuar, me atrevo a haceros una reflexión

muy importante que siento en estos momentos: ¿Os dais cuenta

de que para llegar a ser los que estáis leyendo este escrito y los

que lo estamos dictando y escribiendo, hemos tenido que

pasar por un largo proceso para llegar a semillas y otro más

largo para llegar a ser hombres?... Esto es verdaderamente un

gran motivo de reflexión, para tomar Consciencia de lo que

somos y la responsabilidad que tenemos de manifestarlo.

Siguiendo con la exposición anterior. El cuidado de esa

flor, estaría a cargo de los encargados de cuidarla, que

deben podarla, quitarle las malas hierbas, etc. ¿Acaso no

tenemos unos Hermanos Mayores que, desde hace

cientos de años, no paran de podarnos, guiarnos,

dirigirnos, enseñarnos todo lo necesario, para poder un

día caminar por la Tierra erguidos como la flor, mostrando

nuestro aroma, luz, conocimiento, vibración y sobre todo,

manifestando el Cielo en la Tierra, para que todo aquel

que vea esa flor, que somos nosotros, exclame ¡Mira qué

maravilla! ¡Esta persona es un verdadero milagro del

Universo!? Mientras no lleguemos a ese punto, seremos

sencillamente esclavos de la oscuridad y no habremos

manifestado lo que hemos venido a hacer aquí.

Sigamos con el punto del Dharma al que nos referíamos.

El Dharma o Ley de Evolución (Conocimiento de las Leyes), nos

permite que, una vez entendido o entendidas, podamos

compensar esas consecuencias. Quiere decir que cuando uno

es consciente de algo negativo llevado a cabo, si fuéramos

verdaderamente inteligentes a nivel espiritual, sabríamos cómo

crear la acción, que en este caso sería la causa, para que

dichos efectos no se repitieran más.

La mecánica funciona así. Deberíamos convertirnos en

mecánicos cuánticos y tal vez lleguemos a serlo todos, con el

fin de aprender a gestionar las causas y los efectos.

Recordando continuamente que en el Universo no existe un

tiempo lineal, que el pasado, presente, futuro se encuentran en

el mismo sitio, en la misma ubicación.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 69

Por eso, si soy capaz de entender la consecuencia de

una causa en el pasado, al estar todo en el presente, si

cambio el presente, estaré alterando el pasado.

Seguramente esta forma de entender, al principio sea

difícil de integrar, pero os garantizo que vuestra Alma lo tiene

integrado, solo que está esperando pequeñas muestras e

indicios, para empezar a recordar.

Por lo tanto, para valorar hasta qué punto el aborto no es

reconocido por el Universo, es porque la intención quedará

grabada y eso es lo que persistirá. El mero hecho de abortar,

será una acción con su efecto, pero la intención quedará

inscrita en el Registro Universal, como un Alma que ha

asesinado a otra Alma, siempre que haya sido esa la intención.

Porque en otros ámbitos, podría darse el caso de que ese

aborto haya sido necesario para poder ayudar a otras Almas.

Esto es muy complejo y en el Universo, exceptuando las Leyes,

no podemos determinar exactamente cómo se valoran estos

temas, porque siempre irán acompañados de la intenciones,

las connotaciones, las repercusiones kármicas, las valoraciones

espirituales, barajadas todas por una mecánica que no atiende

a ninguna reflexión, que no sea sus propias Leyes, que son

tajantes a la vez que flexibles, por ellas mismas.

Por ejemplo, imaginaros que una persona ha venido a ser

asesinada y antes de bajar ha tenido que buscar al asesino y

crear con él un pacto. Por consiguiente ¿Bajo qué ley vamos a

culpar al asesino? Él ha servido al proceso de Evolución del

asesinado. Entonces el Universo no puede juzgarlo. Juzgará la

intención del por qué ha sido asesino, juzgará las emociones y

lo colateral que haya creado al llevarlo a cabo, lo cual habrá

generado otra vez causas y consecuencias.

Otro ejemplo. Tendrán que existir líderes que dirijan la

guerra y podrán ser de dos tipos: Almas que entregan su servicio

para que otras puedan experimentar esas situaciones, o bien

Almas que se han degenerado muchísimo, cayendo en el

proceso involutivo del eliminar procesos de otras Almas.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 70

Es por eso tan importante que no caigamos en la

tentación de ser rígidos con las Leyes, lo que hemos de ser es

coherentes, cumplirlas según lo que podamos entender y no

juzgar a nadie por lo que haga, porque no estamos en

disposición de entender aún los procesos de las Almas. Sólo

estamos preparados para juzgar nuestros conocimientos y si

seguimos fieles a ellos, nunca nos equivocaremos.

No he querido interrumpir tu exposición. Pero, tengo la

impresión de que la Ley de Causa Efecto es una de las más

importantes e influyentes en nuestro proceso de Evolución. Si

fuéramos, en cada momento, conscientes de ella, todo sería

distinto. Creo que la podríamos vincular con otras muchas

Leyes. ¿No?

En primer lugar, no es una de las más importantes, es que

no existe la Evolución si no hay causa y efecto. En el Universo

toda acción repercute en otra. Por lo tanto, no es que sea una

de las más importantes, es que es vital. Si no hubiera la Ley de

Causa y Efecto, el Universo no funcionaría. Todas las leyes están

vinculadas entre sí.

Cuando la Ley de Causa y Efecto se manifiesta, se

manifiesta la de la Compensación, la del Orden, la de la

Libertad, la del Derecho, la de la Responsabilidad, la de

la Consciencia, la de la Abundancia, la de la Escasez…

Porque cada acción irá manifestando las Leyes, para

que se pueda manifestar la experiencia.

Entonces, es un error pensar que una Ley es más

importante que otra.

Lo importante es entender que, en cada momento,

habrá una Ley que será la ejecutora de la experiencia, pero

más importante, no. Porque vuelvo a repetirte, cada vez que

hay una acción, arrastra en sí, la manifestación de varias Leyes.

Cuando hay una repercusión de la reacción, abarcará en sí

otra manifestación de muchas Leyes.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 71

Por lo tanto, no van nunca por separado. No es como

aquí en la Tierra. Por eso la consideras una de las más

importantes. Porque en nuestras legislaciones, hay unas leyes

más importantes que otras, pero en el Universo no. En el Universo

una Ley no puede existir sin las otras.

Y actúan todas entre sí al unísono, al mismo tiempo,

porque en realidad, sólo hay una Ley en el Universo, un Principio

Universal, que es el AMOR. Y la Ley de Causa y Efecto, como

todas las demás, se basa en el Principio Universal del Amor. Son

representaciones, en diferentes ámbitos, de esa Ley o Principio

Universal.

Causa y Efecto nace precisamente por la atracción (una

cosa atrae a la otra) y la atrae desde el amor. La Ley de la

Atracción pertenece al Principio del AMOR. Como la del

Rechazo, la de la Fricción, la de la Fusión, la de la Unión.

Entonces, no pueden ir separadas. Como, así mismo,

pertenecerá al Principio de la Voluntad, del Péndulo. Porque las

Leyes son de alguna forma fragmentos de los Principios. Pero,

para que nazcan cien Leyes, tienen que tener unos Principios

que las hacen crearse. Entonces, no pueden desvincularse.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 72

¿Qué se nos requiere?

Ser conscientes del Plan Divino, de su importancia, así

como de los cambios en los que estamos involucrados,

tanto a nivel personal como colectivamente, es lo único

que se nos sugiere debemos aportar al cambio hacia la

Nueva Raza de los Hombres. LO QUE ESTAMOS

EXPERIMENTANDO ES LA MECÁNICA DE LAS LEYES DEL

UNIVERSO y conocerla nos puede permitir vivirlo de otra

forma, con mayor equilibrio y, cómo no, mayor

Consciencia de su funcionamiento.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 73

Muchos de nosotros sabemos que es verdaderamente

necesario llevar a cabo un cambio. Nada en el exterior está

feliz, satisfecho, todo está a disgusto. Vemos a las personas

taciturnas, sin saber cómo solucionar sus problemas, sin saber

cómo arreglar sus relaciones, sin saber cómo hacerle

comprender a sus parientes que nuestra conducta es la

apropiada para llevar a cabo el cambio… Cuántos de nosotros

hemos perdido relaciones y hasta incluso personas, familiares,

por no estar de acuerdo con lo que se nos ha requerido para

vivir.

Y podemos hablar también de enfermedades, nunca se

han visto tantos casos de diagnósticos de cáncer, así como

enfermedades autoinmunes y cómo no, enfermedades

producidas por virus… que nadie conoce, o que habían ya sido

erradicados de nuestros habituales casos, que se conocían

como epidemias puntuales.

¿A qué se debe que estemos parados y taciturnos?

Por el peso de nuestra densidad/negatividad. Es como

que el Alma, de entrada, ya no tiene autonomía. La hemos

confundido tanto que el Alma, en sí, ya no dirige nada, excepto

cuando empezamos a despertar, que le vamos, poco a poco,

permitiendo ser ella.

Después, nuestra pesadez. Cuando una persona está

pesada, lo que está cargado es su campo mental. Cuando una

persona está confusa, no existe en sí misma, es su campo

mental el que está confuso. Y lo está, precisamente, por la

cantidad de densidad, de conceptos equivocados, de

reacciones negativas, emociones encontradas, que

experimentamos.

Esa falta de bienestar, esa falta de calma, esa falta de

claridad produce ese estado taciturno y parado. Y, mientras no

seamos capaces de sacudirnos todas esas negatividades y

toda esa confusión, seguiremos parados y taciturnos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 74

Por eso nos recuerdan tanto que, en este importante

momento que estamos viviendo de fin de ciclo, no terminamos

de entenderlo y es precisamente porque ahora convergen

todas las actuaciones buenas y malas en un punto concreto.

Con el fin de que lo malo lo podamos rectificar y lo bueno lo

sigamos manteniendo.

¿La pérdida de amistades, de familiares se puede derivar del

cambio de Vibración?

No. La pérdida de amistades, a veces, es más por una

falta de frecuencias afines. O sea, tú ya no puedes hablar de

ciertas cosas, el otro ya no entiende las que hablas, entonces

lo primero que se estropea es la Frecuencia. Ya no se entienden

esas dos personas. Y claro, evidentemente, no se entienden

porque hay una Vibración diferente. Más que una Vibración, un

proceso de Evolución diferente.

El Universo no nos requiere, el Universo solo nos explica sus

Leyes, cómo funcionan y nos aconseja que usemos la

coherencia en utilizarlas y aplicarlas, ya que es de la única

forma que nuestra vida cambiará y nuestra raza podrá llevar a

cabo la Evolución, para la que se ha estado preparando.

Podemos afirmar que todo esto que nos rodea y que es

causante de tantas y tantas muertes, sean enfermedades,

catástrofes naturales o bien accidentes del tipo que sea, tal vez

es un posible reciclado de la raza… No es la primera vez que

ocurre. El Universo, por su propio equilibrio debe funcionar así y

nosotros, mejor dicho nuestras Almas, debemos aprovechar

estas circunstancias para nuestra propia Evolución.

¿Por qué hay tantas enfermedades?

El cuerpo en sí no está en un estado sólido, como unidad.

Es un entramado de campos de energía, que producen una

manifestación sólida a nuestra vista, nuestro entendimiento.

Todo está por partes. No es un cuerpo, sino un entramado de

líneas energéticas, que todas, al unirse, constituyen los átomos,

las moléculas… Y, evidentemente, nosotros vemos un cuerpo.

Pero en el mundo anti materia podríamos atravesarlo, porque

no existe como cuerpo sólido, sino como materia.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 75

Cuando en ese entramado energético, que está

constituido por una unidad trina, por un positivo, un negativo y

un neutral, hay un desequilibrio en alguna de las partes y no se

está en el neutral, evidentemente ese bloqueo energético se

tiene que reequilibrar. Y para eso se manifiesta a través del

estado sólido, porque es la única forma que tiene de revelar el

error de actuación.

La enfermedad, para nuestro entramado energético, es

como una luz que se enciende en un punto determinado, para

que analicemos y reflexionemos la polaridad en la que estamos

viviendo. Si estamos viviendo ya sea en una polaridad positiva

como negativa, son excesos, tenemos que llegar a conseguir el

estado neutral. Ese es el estado de la perfección. Entonces, tan

malo es estar polarizado en lo positivo, como estarlo en lo

negativo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 76

Queda claro entonces que la enfermedad es un

desequilibrio energético, producido por ese entramado que

constituimos todos y que se manifiesta en una imagen sólida

que es el cuerpo.

Esto es una filosofía muy abstracta de la enfermedad.

Pero ¿Qué produce el desequilibrio? Lo produce la

utilización de los conceptos erróneos, el registro de las

memorias celulares mal experimentadas, mal vivenciadas, mal

integradas, y cómo no, un proceso kármico que tengamos que

experimentar. Digamos entonces que el entramado, que utiliza

la manifestación sólida, el cuerpo, nos ofrece las posibilidades

que tenemos de cara a las experiencias y a la rectificación de

los resultados.

¿Por qué hay curaciones espontáneas? ¿Por qué está muriendo

tanta gente y por qué este reciclado?

Las curaciones espontáneas, y remitiéndome a lo ya

explicado, surgen porque en un momento dado, la persona se

coloca en esa parte neutral, por un momento, por un año, o

por una temporada. Nunca es definitiva. Por eso se llama

espontánea.

Cuando aparece de la nada, es porque la persona, por

el proceso kármico, por limpieza, o liberación de registros

celulares o, incluso sencillamente, porque en una reflexión ha

tomado conciencia de que estaba polarizada

equivocadamente, rectifica. Y es así de sencillo. Cuando

rectifica, se coloca en el punto neutral. Pero si eso no se ha

hecho desde el entendimiento claro, más tarde o más

temprano, volverá a polarizarse.

Una curación en esta vida, no manifiesta una curación

eterna. Manifiesta una espontánea. Y aunque la medicina

oficial le da ese nombre, porque es de la única forma en que

puede explicar esa curación, esa remisión de la enfermedad, a

nivel Cósmico o Universal también es una curación

espontánea, pero no tiene por qué ser permanente.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 77

¿Por qué aparecen tantas enfermedades raras? Porque

es un final de ciclo y arrastramos las memorias colectivas e

individuales de todo él y nos están saliendo ahora para

transformarlas. Y, lógicamente, tendrán que salir con las

memorias y los registros que en esos momentos estaban en

vigor.

Por eso también muere tanta gente, porque es un final de

ciclo. Y hay una previsión en el plan personal de que tiene que

venir aquí y morir, porque tienen una posibilidad de Evolucionar

muy rápida.

En este momento de reciclado, habrá gente que tendrá

que irse porque se le ha acabado el plazo de estar en esta

escuela y no han evolucionado lo que debían. Habrá otros que

se tienen que ir, porque ya han conseguido ese punto de

Evolución, mediante el cual pueden abandonar la Tierra. Y otros

que, por necesidades obvias del guion, tendrán que

permanecer aquí y, de alguna manera, enseñar a los que van

a venir detrás, como hemos hecho nosotros en los principios. Y

seguir su Evolución.

Por eso hay nueve realidades paralelas en marcha,

aunque todo está en el mismo sitio. También es necesario que

entendamos que la mente es tridimensional y no funciona al

cien por cien. Entonces, es un poco difícil de entender. Puede

que nosotros no lo entendamos, pero nuestra Alma sí.

¿Cómo puede nuestra personalidad abandonar el control?

¿Qué es la personalidad? Le estamos dando una

identidad continuamente. Y ¿Quién es nuestra personalidad?

No es nadie. La hemos creado a través del mental, con su

dualidad y según en la polaridad que estemos siempre

intentará controlar de una u otra forma, ya que necesitamos un

motor impulsor contrario, para que nos propulse a lo que

tenemos que hacer.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 78

Si, por ejemplo, tú no tienes una personalidad que sea

perezosa, no vas a poder trabajar ser una persona activa. Si tú

no tienes una personalidad torpe, no vas a poder impulsarte a

trabajar para ser un poquito más inteligente.

La personalidad no existe. Nos preguntamos ¿Por qué la

personalidad…? Y, lo curioso, es que cuando hablamos de ella,

entendemos que está fuera de nosotros.

La personalidad sólo es el baúl, que recoge todas las

experiencias que nosotros hemos vivido. Y dentro de ese baúl,

habrá más o menos basura, habrá experiencias positivas y

negativas. Aunque la personalidad, por su calidad, siempre

sacará las negativas. No va a recordarte que eres un ser de luz.

La personalidad te va a recordar continuamente que eres un

fracasado, porque ahí es donde ella controla.

Tú no eres la personalidad, eres la Consciencia y sabes

que ese sentimiento de que eres un fracasado no es tuyo,

es de tu personalidad. Entonces, de ti depende que

quieras que la personalidad tenga su identidad, o la dejes

como algo que es un reflejo de lo que tú has

experimentado. Esa es la libertad que tenemos aquí, el

libre albedrío. Elegir claramente cómo quiero vivir. Y yo no

quiero hacer caso de mi personalidad. Yo quiero hacer

caso de lo que yo sé como Consciencia que existe.

Digamos que la personalidad es la herramienta que

tengo para manifestar lo que debo de hacer. Y es la que me

va a poner los obstáculos para que yo los salte. Es una

herramienta que tengo para trabajar. Por lo tanto…

¡Bienvenida personalidad!, sea cual sea la polaridad en la que

se encuentre.

Y seguimos preguntándonos… ¿Dónde está la

personalidad? ¿Por qué la mente?... No existe nada de todo

esto. Lo único que existe es la Consciencia pura. Todo lo demás,

son trajes que le hemos puesto. Y ella no es eso. No puede vivir

con ellos, tiene que sacudirse. Y es ahí, donde a veces, aparece

la enfermedad, para que la Consciencia pura se pueda

manifestar. Porque está en peligro el Alma.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 79

A veces, cuando la Consciencia pura ve que el Alma

está en peligro, acude a ayudar y entonces hay una

llamada de atención de la Divinidad, para que la

personalidad se dé cuenta de que está arriesgando la

vida. Y es cuando la personalidad ve que ha fracasado,

se retira a un lado, para que la Consciencia se manifieste.

Por eso esa frase que digo siempre: “Desde la conciencia

elegimos y desde la Consciencia transformamos”. Cuando mi

personalidad se retira, porque ha visto el fracaso, aparece mi

Consciencia pura, que nunca ha dejado de estar ahí, pero

hasta que la personalidad no se retira, no se la puede ver.

¿Qué quiere decir que las Almas quieren trabajar?

Es algo tan sencillo como que: ¡Basta ya de

personalidades! Ya nos toca, por todos los medios, permitirle al

Alma que se manifieste. Vuelvo a lo de antes, cuando la

personalidad se retira porque ha fracasado, el Alma empieza a

trabajar.

Es necesario que nuestros intelectos comprendan eso y

abandonen el control, para que las Almas se expresen

libremente.

Almas que deben volver en otras condiciones, porque las

que han traído en este momento no han podido o no han

sabido evolucionar y adaptarse a la situación global de

transformación planetaria.

Almas que tal vez, no han comprendido y su cuerpo ha

sido muy castigado, decidiendo volver y crear otro

cuerpo más adaptado a las nuevas energías.

Almas que, tal vez deseosas de trabajar, saben

que deben partir y que el pacto que habían traído para

experimentar en este plano ya ha sido materializado,

por lo que van en busca de otro camino en el cual

puedan seguir experimentando y evolucionando.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 80

Almas a las que las Leyes del Universo han dispuesto, por

compensación, que pueden abandonar este Planeta, ya

que su misión ha terminado.

Almas que deben volver con códigos diferentes, para

aportar su ayuda a la nueva raza. Al nuevo pueblo que

se está preparando.

Almas que, conociendo lo que se avecina, quieren

experimentarlo con el fin de purificar a través de la

experimentación.

Este listado sería interminable, verdaderamente las

posibilidades del Universo, en cuanto a oportunidades para

avanzar, son interminables como sus Leyes. Es una mecánica en

la que un movimiento desencadena otro y éste a su vez otro, y

ahí se manifiestan las Leyes de Correspondencia, de

Compensación, de Atracción, de Rechazo, de Coherencia y

claro, unidas, forman Principios los cuales son inalterables.

¡¡No paro de enamorarme de este Universo al que

pertenezco!! Lo amo como parte de mí, porque yo soy

parte de Él. Lo amo porque me enseña todo lo que

necesito para estar bien.

Viví mi vida desconociendo todo esto, hasta que mi

propio destino me abrió a la sabiduría de lo que estaba

esperándome, ahora no podría vivir fuera de este

Conocimiento. Por eso entiendo que cuando alguien se acerca

a mí, con la intención de tirar la toalla, sienta compasión por

ese hermano que, en realidad, lo que le ha ocurrido no es que

esté cansado, es que no ha comprendido.

Estudiar al Universo, enfocando este estudio hacia la

Evolución de la Humanidad; analizándolo hacia la

comprensión de nuestras raíces y orígenes, es hermoso,

majestuoso, despliega delante nuestro toda su grandeza y no

puedes más que, humildemente, mostrarle el amor que sientes

hacia sus actos, hacia sus muestras de equilibrio y

complementariedad, hacia lo sublime de su amor a nosotros,

de su Amor incondicional.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 81

Porque no hay castigo ni premio, hay solo coherencia y

correspondencia, para mantener el equilibrio y que podamos

seguir disfrutando de la Energía de la Vida. El estudio del

Universo nos permite aprender nuestra composición y por qué

somos “eso”.

¿Cómo sentir amor hacia el UNIVERSO?

¿Y qué es lo que siento por el Universo? … ¿Acaso

desprecio el oxígeno que respiro? ¿Desprecio la comida y el

alimento que tomo? ¿Desprecio disfrutar y ser feliz con las

experiencias que estoy teniendo?

Sentir amor por el Universo no está fuera de nosotros. El

Universo somos todos. Yo no puedo sentir amor por el Universo,

yo soy el Universo. Tengo que amarme y estaré amando al

Universo.

Como yo soy el Universo y el Universo soy yo, todo lo que

pasa en Él, pasa en mí.

La forma de responder a esta pregunta es… Existiendo. Y

¿Cómo se existe? Conociendo y entendiendo, para

poder SER ¿El qué? Un ser de Amor. Un ser de Luz. Somos

uno, el Universo y yo. Si yo amara al Universo lo estaría

sacando de lo que yo soy.

En pocas palabras, no puedo apartar a nada ni a nadie

del Universo, porque es todo una amalgama de Amor.

Por lo tanto no hay que amarlo, es que ya lo amamos, sin

decirlo. Somos eso.

¿A que tú no te quitarías la vida? No, porque te amas.

Tampoco el Universo te la va a quitar, porque te ama. Porque

tú y el Universo, el Universo y tú sois la vida. La vida no es nazco

el día tal y muero el día tal. La vida es: Existo, experimento, soy

consciente…soy Consciencia. Y a la Consciencia no la puedo

separar del Universo, porque el Universo es Consciencia pura.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 82

He conocido personas importantes en mi vida, grandes

personajes, unos con mayor trasfondo espiritual y otros con

menos, pero ahora, ahora me arrepiento tan profundamente

de haberlos juzgado, de no haber sabido lo que hoy sé, porque

hubiera sentido más compasión por ellos. Hubiera sentido más

amor, por la confusión que sufrían. Porque ellos no son

diferentes a mí y tal vez yo, no, tal vez no, seguro, que en

algunas ocasiones, también he actuado con toda la seguridad

en la que creía estar y me habré equivocado. Su Evolución, es

mi Evolución. Cuando este principio se entiende, sus Leyes se

manifiestan en una virtud hermosa, LA HUMILDAD.

A veces he tenido que separarme de ciertas personas,

que no han podido fluir con mi libertad de Alma, personas que

han tratado de dominar mi conducta y esa amada libertad,

que traigo heredada del Universo y manifestada en mis

códigos. Identidad que, cuando venimos a este plano, traemos

en nuestra fecha de nacimiento para que nunca olvidemos

nuestros orígenes.

Somos seres universales, con códigos de identificación

con una esencia original, la cual nos identifica nuestro trabajo

a realizar en la Tierra, en esta escuela a la que hemos decidido

ingresar temporalmente.

¿Cómo evitar juzgar a otros?

Me remitiría otra vez a la Consciencia.

Si yo soy la misma Consciencia que el que está en frente

de mí ¿Por qué lo voy a juzgar?

Si yo tengo el conocimiento de saber que hay un proceso

de Evolución, ahí tengo la respuesta.

Si tengo el entendimiento de comprender lo que es un

proceso de Evolución, más clara está aún la respuesta.

Y si yo manifiesto el Amor, ¿Para qué lo voy a juzgar? Si sé

que está experimentando el fruto de su proceso.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 83

Entonces, ¿Por qué hay que dejar de criticar y juzgar?

Porque estamos criticando y juzgando algo que no existe como

tal. No estamos juzgando un artículo de una legislación,

estamos juzgando una actuación de una persona, actuación

que está declarada y predeterminada. Estamos viendo una de

las muchas posibilidades que tiene esa persona de

experimentarla. No puede hacer otra cosa. Tenemos que ver lo

que experimenta, sin juicio, y permitirle que lo viva, y ya está.

Esto es estar en línea con el Universo. Y esto es ser Consciencia

pura.

¿Cuál es la diferencia entre adaptación y resignación?

Esta pregunta es muy interesante.

Yo me adapto cuando comprendo, conozco y soy.

Entonces yo me adapto a cualquier situación, porque sé que

yo no soy eso. Yo soy Consciencia y sé que eso tengo que

atravesarlo lo mejor posible.

Por ejemplo: He perdido el coche... Muy bien, me adapto

a que lo he perdido, porque yo no soy el coche, sólo está ahí

para que yo lo utilice.

Adaptarse es un trabajo. Resignarse es una cobardía, no

hay trabajo, prefiero no profundizar y bueno… “Las cosas son

como son”. No. ¿Hay resignación o hay adaptación? Hay que

valorarlo. Porque la adaptación estará en el lado positivo y la

resignación estará en el lado negativo.

Porque resignarse ¿Ante qué? ¿Con qué? ¿Con qué

conocimiento? No hay ninguno. Como dicen muchas personas:

“Me resigno”, “Dios ha querido que sea así”. No. Dios no ha

querido nada. No hay ningún señor arriba que determine lo que

tenemos que vivir. Lo que lo ha determinado ha sido tu

conducta, que es diferente. Tú eres Dios ahí. Por lo tanto, la

resignación es más fruto de la ignorancia que del

conocimiento.

La resignación es no comprender, mientras que la

adaptación es entender.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 84

¿Puedes hablarnos de la humildad?

La Humildad es un don que llevamos implícito en nuestro

carácter de seres multidimensionales, de la misma forma que

nuestro ADN. Es un ADN extraterrestre, lo aceptemos o no, no

tardaremos mucho en comprobarlo físicamente.

Muchos de nosotros hemos aceptado venir a la Tierra y

manifestar desde aquí la propia Evolución y desarrollo desde el

principio. Pero algunos de nosotros nos integramos en este

proceso global en otros momentos específicos, como puede

ser mi caso, en donde ingresé hace 13.000 años, en el segundo

hundimiento de la Atlántida y ya ingresé en esta escuela, con

un nivel de evolución predeterminada. El hecho de que lo

recuerde, y vuelvo a repetir que recordar en este plano no es a

nivel de memoria, sino que es un recuerdo de sentimiento, de

repente uno sabe que es eso y cuando se abre a ese recuerdo,

de forma mágica, se manifiesta la sabiduría que trae.

Por eso insisto tanto en que debemos abandonar la

soberbia y manifestar la humildad, con el fin de que fluya el

recuerdo en nosotros. O mejor dicho que seamos capaces de

manifestar el sentimiento universal de quiénes somos.

La Humildad, es una característica del Universo. En planos

Superiores, no existe como Don, ni mucho menos como actitud.

El Universo ES TODO ESO. Es en los planos materiales donde la

Humildad se traduce en diferentes lecturas: Sumisión, servilismo,

etc. etc.

Normalmente la Humildad se manifiesta por un expreso

deseo de ayudar. La Humildad es siempre una actitud que está

exenta de soberbia y vanidad. Cada uno de nosotros

cargamos con una larga lista de experiencias, mejores y peores

que han colaborado en que aquí y ahora manifieste la

personalidad que traigo a expresar. Sin embargo mi Alma

nunca va a crear nada que pueda perjudicarme, ya que yo

soy el fiel sirviente de ella. Lo único que ha creado ha sido un

conjunto de energías que tienen que funcionar y ayudar a

evolucionar a esa Alma con el fin de servirle en todo lo que

necesite.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 85

El Alma requiere de un vehículo para andar por este

plano, necesita un cuerpo que exprese sus deseos e

inquietudes y ahí aparece el conjunto de todos nuestros

cuerpos para poder expresar y tener la posibilidad de ayudar a

bajar el Cielo a la Tierra. Único Objetivo a realizar por el Alma

en este Planeta. SU EVOLUCIÓN, su propia Evolución hace que

el mecanismo de funcionamiento de los cuerpos que

acompañan a este vehículo, ofrezcan un panorama diferente

en cada uno de nosotros.

Deberíamos estar ausentes de soberbia y vanidad,

cuando comprendemos que solo estamos sirviendo a un Plan

Pre-establecido y que todas las cosas que aparentamos,

mostramos y experimentamos no son reales. Es decir, no nos

pertenecen, corresponden al Plan de esa Alma que está

experimentando, a través nuestro, para el Cabezal que no

puede manifestarse en la materia y necesita evolucionar a

través de ella. No olvidemos nunca que somos el Terminal y en

todo momento debemos tener presente que trabajamos para

nuestro Espíritu, manifestado en el Universo a través de todos los

planos y dimensiones.

Hemos de comprender que la soberbia carece de

fundamento. Creer que sabemos algo, o incluso todo, carece

aún más de base, ya que por mucho que sepamos, siempre

será lo que el Alma pueda recordar. Nunca estará el grado de

creencia apropiado a lo que el Alma ES.

Cuando estoy en la Humildad, conozco mis propias

limitaciones y no me excedo en las expectativas sobre mí y

sobre las situaciones que manejo. Cuando estoy en la

Humildad, acepto todo lo que me llega. Acepto todo aquello

que se acerca a mí y es bien recibido todo lo que experimento.

Porque tengo muy claro que lo que pienso de mí, no es real.

Todo en mi debe estar en una actitud de apertura y

aceptación, sabiendo que pasa a través de mí, pero no es mío.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 86

Cuando se está en la Humildad, no veo a nadie inferior ni

superior a mí, sé que todos estamos experimentando el mismo

proceso global, pero cada uno en el que su Alma le tiene

preparado. Cuando estamos en esa actitud, no juzgamos,

porque cada uno de nosotros ha experimentado cosas

negativas y positivas de forma diferente y eso ha creado

nuestra personalidad. Ante lo cual, amigos míos, habrá muchas

percepciones diferentes con respecto al comportamiento

humilde o bien algo ostentoso de una persona. Siempre estará

valorado de acuerdo a las creencias que cada uno habrá

obtenido según sus propias experiencias, por lo tanto el juicio

nunca será neutral.

Cuando miramos alrededor y a todos los que allí se

mueven, no podemos evitar el juicio y para hacerlo solo

contamos con nuestra memoria del recuerdo o bien con

nuestras memorias celulares que, a través del subconsciente,

nuestra Alma permite que afloren para que terminemos el

trabajo.

Venimos a representar una “especie social” y como tal,

están las personas que han decidido vivir su verdadera

realización y ni la sociedad ni la moda les preocupa. Se pasan

horas y horas, trabajando, estudiando, buscando más y más

profundizar en las verdades del Universo y de nuestra propia

Evolución y cuando consiguen ese momento de comprensión,

lo primero que hacen es desear compartirlo con los seres más

queridos ¿Quiénes son? Pues nada más que nuestros familiares

y ¿Qué ocurre?... Pues que, curiosamente son las personas que

menos nos apoyan, a no ser que lo que hayamos conseguido

nos ensalce a nivel social, de lo cual van a sentirse orgullosos.

Pero si por el contrario es una Verdad interior, un Principio

comprendido… entonces, queda lejos que nos escuchen.

El Universo sí es ecuánime y humilde, o mejor dicho el

Universo ES TODO ESO. Todo lo que realizamos en este plano, es

debido a que el Universo lo es. Todo lo que reconocemos en la

Tierra, nace de un Universo que lo tiene incorporado. Todo el

esquema que vivimos aquí sobre las Leyes, ya está realizado en

Esferas Superiores. Todo y además todo lo que imaginemos, ya

existe. Concretando: Ninguna idea de la que nos llega, ni

ningún descubrimiento, pasa por ser nuestro.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 87

Nuestros Cabezales continuamente están enviando

ideas a la Humanidad, para que nos demos cuenta del rol que

estamos representando, pero el hombre en su soberbia, piensa

que todo es nuevo y suyo, que no existe ningún Cabezal que lo

envíe.

A veces estamos dictando y están con nosotros 3 o 4

entidades, su propia energía, genera lo que estoy escribiendo

en estos momentos. Siento en cada instante quién es el que

apoya y guía el trabajo. Nunca interfieren…

En algunas religiones, la Humildad, la determinan como

la diferencia con la Jerarquía Divina… Entonces, como Dios es

Superior, nosotros debemos ser humildes y entender y aceptar

que EL esté por encima de nosotros. ¡¡¡Esto no es Humildad!!!

¡¡¡Esto es pura ignorancia del mundo al que pertenecemos!!!

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 88

Entonces la actitud de Humildad, queda claramente

ilustrada que se manifiesta cuando una persona entiende, que

no es superior a nadie y que todos somos iguales…Esto es este

plano…Y, además con respecto al Universo, sabemos que ser

Humilde implica trasladar esas creencias a nuestros Hermanos

Superiores y a sus comportamientos, que son puro ejemplo de

lo que en realidad somos y no lo reconocemos. Seguimos

engañados por este mundo de ilusión.

Aún no hemos tocado el tema de la envidia ¿Por qué surge?

La envidia forma parte del Principio del Amor. Para

envidiar, tengo que desear y amar algo que el otro tiene.

Pero lo hago de forma distorsionada, utilizando otras

connotaciones del Principio del Amor, que no son más

que la distorsión del auténtico y verdadero Amor.

Digamos que la envidia es una emoción deformada de

la voluntad que yo tengo por hacer algo y el ver que otra

persona lo ha conseguido, me hace envidiar, me hace desear

tener lo que ella tiene.

Relacionar la envidia con la avaricia no es correcto, a

veces no hay avaricia, hay sencillamente inseguridades, falta

de reconocimiento de uno mismo, del Ser y determinadas

cuestiones que hacen que, cuando vea a alguien que ha

conseguido algo que tengo voluntad de tener, envidie no

tenerlo yo. Hasta ahí la distorsión es aceptable y permisible.

Cuando esa distorsión de envidia me hace girar mis

principios hacia: Deseo lo que él tiene y voy a luchar para

conseguirlo, no por mis medios, sino quitándoselo, es cuando

evidentemente, estoy distorsionando el sentimiento de

voluntad que tengo de conseguir algo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 89

Hemos de dejar claro que la envidia no puede existir de

una forma sana, como mucha gente dice. No. El que siente

envidia es desconocimiento de saber que lo que el otro tiene,

también lo puede tener él, si sabe crearlo. Porque cuando lo

envidio y esa envidia trae a la situación una serie de

connotaciones y se convierte en algo muy dañino y negativo,

no sólo me perjudico yo, sino que también perjudico al entorno.

Deja claro pues que, cuando tenemos voluntad por

conseguir algo, estamos en lo correcto. Pero cuando esa

voluntad no se manifiesta y vemos a alguien que lo ha

conseguido, automáticamente entramos en un sentido de

desvalorización y decimos ¡Qué suerte tiene! Y, a veces, según

de lo que se trate, pensamos conseguirlo a fuerza de quitárselo

a él, como puede ser un puesto de trabajo, una pareja…

Por avaricia podemos llegar a generar envidia. Digamos

que son una serie de memorias que, en un momento dado se

manifiestan en el día a día, a través de la voluntad de tener

cosas. La voluntad de tener no es mala, pero cuando el tenerlas

nace de una ambición desmesurada, automáticamente esa

voluntad se ha distorsionado. Para mí la envidia o la avaricia no

son malas ni buenas. Lo malo es no ser consciente de ellas.

Para poder trabajar la envidia, hay que remontarse a la

falsa imagen de las apariencias, que es lo que hay soterrado.

Creemos que todo lo que vemos, es la realidad. Entendemos

que cuando una persona está delante de nosotros y ocurre

algo, pensamos que eso es lo que tiene que ocurrir y nos

agarramos a una serie de articulaciones de la propia Mecánica

que es falsa. La Mecánica tiene que pasar de una situación a

otra y en esa transición crea, a veces, situaciones que sólo

pasan, pero no se establecen, para crear otras con causa y

efecto, que sí tendremos que trascender.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 90

Todo esto está en las emociones que surgen cuando

ocurre algo y me gustaría tenerlo… Y siempre estamos en el

mundo de las apariencias, que es creado dentro de las

condiciones de causas que hacemos y que producen unas

situaciones físicas ante nosotros, pero que carecen de realidad.

Dejamos que nuestras emociones, unas u otras, se

manifiesten de una forma desvirtuada y descontrolada, en

función de las apariencias que creemos tener. ¿Por qué digo

que son falsas las apariencias? Porque una misma situación,

varias personas la van a vivir de diferente manera, en función

de sus criterios, principios, consecuencias y cómo no, sus

ambiciones, envidias, voluntades, inquietudes…

Cuando aparece la envidia es porque hay una falsa

apariencia que se muestra ante nosotros. Creemos que una

persona tiene “eso” y si ella lo tiene, yo también lo puedo tener.

Y se nos olvida totalmente el proceso por el cual llegamos a

obtener las cosas.

¿Cuál es ese proceso?

Es el auto reconocimiento de nuestras posibilidades;

El reconocimiento de las Leyes;

El conocimiento de estar en el sitio apropiado para

experimentar lo que estamos viviendo y eso hace que se

nos olvide que, aquello que vive esa persona, le

corresponde y quizás a nosotros no y envidiándolo lo

único que vamos a hacer es atraer más de lo que ya

tenemos y si es escasez atraeremos más aún.

Porque hasta que no comprendamos que esa apariencia

no es lo que estamos determinando y entendamos la situación,

seguirá mostrándose delante, hasta que hayamos sido

capaces de discernir dónde está la realidad que se nos

muestra.

Es la memoria de ambición.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 91

No obstante hay grados en la envidia, unos más graves que

otros ¿No?

Es lo mismo, es ambición. Nos movemos por ambición y

perdemos el norte de las falsas apariencias. Solo hay que ver

que aquello que nos hace levantar la ambición es falso, es una

situación creada por la circunstancias de esa persona.

Imagínate un mural de 3D y nosotros somos una mota de

pintura, una pequeña ramita de un árbol y esperamos que

alguien que mire el mural, vea esa ramita. Es un escenario y

esperamos que llegue el momento en que la ramita se

manifieste.

Mientras estamos ambicionando cosas de otros, estamos

viviendo realidades falsas a nuestro alrededor, porque la única

y auténtica realidad que hay es la nuestra y tiene que ser

humildemente reconocida y aceptada.

Puedo decir: Qué bien lo que le ha pasado, qué

contenta estoy de que sea feliz… Yo no estoy envidiando nada,

reconozco que me alegro de lo que ha conseguido. Pero si

digo: Qué suerte has tenido que te han dado esto… Ambiciono

el bienestar que él tiene y pierdo de vista el mío propio.

Me aferro a una realidad falsa que no me tiene que

importar. Es falsa para mí, porque no es mi realidad. Su realidad

tiene unas connotaciones, que yo no voy a poder vivir nunca.

Tengo otras totalmente diferentes a las suyas.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 92

Y todo eso va a en función de la cantidad de yoes que

hace la personalidad. Según mis principios y criterios y mis

Consciencias despiertas de lo que yo soy aquí, voy a tener

muchas personalidades, muchos egos. Uno pero manifestado

de muchas formas. La ambición es una de esas

manifestaciones, es siempre tener abierto el deseo de tener

más. No puedo tener ambición, si no tengo voluntad.

Yo he sido creada con Voluntad, Sabiduría y Amor. Tengo

que manifestar la Voluntad Divina, pero nadie me obliga y sólo

puedo manifestar voluntad que puede polarizarse hacia uno u

otro lado.

Cuando estoy viviendo con todos esos yoes, cuando veo

lo que le ha pasado a alguien, saca mi personalidad una parte

que es su ego y manifiesta la gana de tener eso. Pero es una

realidad falsa, porque no tengo esas necesidades, ni traigo

quizás destino para tenerlas, pero lo que estoy envidiando no

es lo que tiene, sino el bienestar que siente cuando lo tiene. Esa

es la falsa apariencia. Decimos qué suerte que le ha tocado la

lotería, pero en realidad lo que envidiamos es qué suerte que

ya no tendrá que luchar por dinero. Decimos qué suerte que ya

tiene pareja, pero lo que envidiamos es que ya no va a estar

solo. Qué suerte que se ha curado, pero lo que envidiamos es

que no va a morir. En realidad el Alma lo siente, que es lo que

cuenta, siempre son sentimientos de bienestar, nunca de

materia.

Si yo envidio hay dos fases: La parte material que envidia

lo que la falsa apariencia le da. Pero hay que profundizar y

darnos cuenta de que en realidad lo que envidiamos es el

bienestar que eso le va a producir.

Por lo tanto es una falsa apariencia, una falsa situación.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 93

La conclusión de todo esto es fácil y a la vez, compleja.

Cuando no somos conscientes, humildemente, de lo que somos

y queremos conseguir las cosas, especialmente porque

creemos que somos más de lo que somos, automáticamente

estamos en la ambición. Conseguimos ayudar a los demás,

cuando humildemente aceptamos que somos los demás.

Cuando creemos que vamos a salvar a alguien, o a sanar a

alguien, o a trabajar con alguien, estamos en la soberbia y

¿Qué diferencia hay entre la ambición, la soberbia o la

envidia? Ninguna, es pura ignorancia.

¿Dónde está la clave de todo eso? En la humildad. Ya os

dije que es el pasaje de vuelta a casa, porque sólo cuando una

persona es humilde, es capaz de bajar a los infiernos y no

quemarse. Con la soberbia se le pegará todo. Solo desde la

humildad nos podremos acercar a todos, para transmitir y, aun

con eso, la gente nos envidiará pero lo que envidiará será

nuestra paz, nuestra humidad, nuestra falta de protagonismo,

la no necesidad de dar más de lo que somos. Y esto no se

puede comprar, es algo que se desarrolla.

Cuando nos envidian tenemos muchos beneficios y

posibilidades de trabajo. Una, trascender la envidia, no

enganchándome a ella y salir defendiéndome. Y la otra, es

aceptar que ya estoy ofreciendo algo de lo que soy. Y cuanto

más me envidien, más tengo que mostrar la humildad, porque

es con la única herramienta que la voy a poder trascender.

Cuando me envidian es un dardo que me tiran, pero si lo

recibo desde la disculpa, el perdón, la aceptación de entender

que no sabe… y practicando la humildad, nos puede servir de

escudo.

No hay una lección para dejar la envidia, la hay para

aprender a ser humilde y si lo soy me da igual que me envidien,

no me levantan ninguna memoria.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 94

Me gustaría hacer una aclaración. Desde que ha

empezado el dictado de este libro, todas las preguntas que han

llegado van buscando técnicas y no las hay, no hay métodos,

no hay nada que nos pueda sacar de ninguna de las

situaciones negativas que tenemos que vivir.

La única clave, para que podamos salir de todas las

emociones negativas y las podamos transformar en

sentimientos, es que cuando aparezca la emoción

negativa de mi personalidad, la baje a mi corazón y se

convierta en sentimiento. Es la aceptación de que yo no

soy nada de lo que creo ser, que ya soy lo que soy, y no

hay nada que cambiar, sólo hay que desarrollar y

aceptar.

Me moriré explicando que no hay técnica, sino que hay

que aceptar que soy bueno, humilde, no imponiéndomelo sino

siéndolo, porque si soy humilde, soy el rey del Universo. Si soy

soberbio, soy el rey de los infiernos. Ser humilde me va a liberar

de miedos, rencores, temores, envidias de los demás… No hay

otra forma. Tenemos la posibilidad de entender, desde la forma

más sencilla, que somos seres que sólo estamos aquí de paso.

Todo lo que somos aquí no es real, hemos de caminar, comer,

relacionarnos, hablar, explicar… sin ser eso. Somos otra cosa.

Por tanto, no podemos tener envidia de algo que no existe.

Yo puedo envidiar tu paz, tu calma y si envidio eso, ya no

es negativo, porque estoy deseando y pidiendo tenerlas. Es una

envidia negativa cuando envidio tu falsa apariencia, lo que tú

eres aquí, que no existe. Pero seguimos sin entender que no

existimos como entidades materiales y seguimos sufriendo,

seguimos creyendo que controlamos los proyectos que

hacemos, cuando ya están hechos y sólo tenemos la

posibilidad de bajarlos, si actuamos con humildad.

No tenemos que dar, sólo estar ahí, para que los demás

saquen lo que son, para que despierten lo que son. Pero no

puedo hablarle a una hormiga igual que a un elefante, tengo

que saber hablarle a ambos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 95

Desde ese punto de vista, no hay nada que tengamos

que trabajar. Sólo estar pendientes de cumplir con lo real, no

con lo falso, que es todo lo que el mundo de las apariencias nos

va a dar. Es algo tan sencillo como caminar por la Tierra,

mostrando quienes somos,

No esperando nada y todo nos será dado;

No haciendo planes y todo será planificado;

No moviendo nada y todo será movido para nosotros;

No proyectando nada y todo será proyectado para

nosotros.

Ellos están continuamente ayudando.

“Si supierais hasta qué punto sois capaces de manifestar

una relación con lo Divino, mediante la cual no tendríais

ninguna necesidad de crear, porque ya está todo

creado y dejando de creer en esas falsas apariencias,

conseguiríais que lo real se manifestara. Entonces es

cuando veríais a una imagen y no lo que representa

físicamente, sino lo que es interiormente en realidad.

Pero preferís seguir basándoos en las apariencias y seguir

preguntando que es la envidia, la soberbia, la humildad.

La humildad es lo que sois, no sois otra cosa. Estáis hechos

de Amor Divino, de la Energía madre y sois los hijos de esa

unión. La Energía se unió en el Universo con el

Conocimiento, para crear un movimiento y alimentar al

propio Universo. Sois la nutrición del Cosmos. No necesitáis

una falsa apariencia. Sois incapaces de caminar a través

de aquí, tratando de trascender todas las situaciones,

sabiendo que no sois eso. Y seguís insistiendo en querer

controlarlas y que bailen a vuestro ritmo. Tenéis que

caminar entre los hombres, sabiendo que solo sois Luz

transformando tinieblas.

Y en cuanto a la envidia, cuando seáis capaces de

caminar como Luz, ¿Dónde ha quedado la envidia?

Cada una de las cuestiones negativas que preguntáis son

las mismas.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 96

Nunca vais a poder erradicar lo negativo, tendréis que

potenciar lo positivo.

Nunca vais a poder obviar la envidia, forma parte de 3D,

pero sí podréis ampliar la generosidad.

Nunca vais a poder erradicar el mal pensamiento, tiene

que estar para que cree la combustión que necesita el

Universo y para que tengáis oportunidades de purificar.

Solo podréis potenciar la Luz y no debéis preguntar, cómo

erradico la envidia, sino cómo potencio el Amor, esa es

la clave”.

¿Y qué hacer cuando nos envidien y nos “lancen dardos”?

Los dardos ni te rozarán. Cuando explico que si estamos

en el sitio apropiado nada nos hará daño, significa eso

precisamente. Yo confío en que si me tuviera que pasar algo,

me pasará, porque está predestinado, porque es bueno para

el Universo. Cómo lo explico. Tienes libre albedrío de creer que

las cosas que te pasan son porque eres malo, o también,

porque es bueno para el Universo.

Cuando se tiene un grado de conocimiento especial y

entendido, lógicamente, desde un trabajo hecho, uno sabe

que todo lo que pasa beneficia al Universo, sea bueno o malo.

Entonces,

¿Por qué te va a dar un dardo y te va a hacer daño?,

¿Por qué vas a ver que viene un dardo?,

¿Por qué existe el dardo?,

¿Y por qué crees que existe?

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 97

Porque tú lo crees. Pero si verdaderamente ni das pie a

creer y no te impones no creer, porque justo en el no querer

creer, también estoy creyendo. Para que diga que una cosa no

existe, automáticamente es porque elijo no creer; en

consecuencia, no me planteo que exista. Si no me lo planteo,

la cuestión desaparece.

Ayer le decía a una persona, cuando el entorno me

molesta, no puedo cambiarlo, pero si lo ignoro me daré

cuenta, con el tiempo, que mi entorno se disuelve y

desaparece. Es un problema de aceptación. El entorno

no soy yo, es la consecuencia de todo lo que me rodea

¿Por qué voy a identificar que el dardo va a por mí?

Porque quiero hacerlo. Pero si sé que el entorno no soy

yo, que solo soy yo y mis consecuencias y si soy capaz de

limpiar todo lo que no me gusta de mí, sin tratar de buscar

en el afuera las causas, sino en mí, automáticamente el

entorno no me va a encontrar, porque no me involucro

con él.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 98

Claro, esto no es una técnica, es un nivel de

entendimiento. Yo no soy vosotros, yo no tengo por qué tener

miedo de deciros las cosas, porque no soy vosotros. Yo tengo la

obligación conmigo de decirlas, porque no puedo verlas y

callarme, ya que si después os veo mal, me diré pude decir algo

para que su entorno mejorara. Si me callo, no estoy

colaborando neutralmente, estoy involucrada con el entorno.

Pero además si tomo Consciencia, decido y elijo no decir nada

¿Hasta qué punto es eso adecuado? Tengo que decir y

además entendiendo que no estoy tocando el entorno, solo

estoy diciendo: Por ejemplo, ponle agua a las flores porque

están en el entorno. Pero no decir: Ponle agua a mis flores. No,

no es mi entorno.

Cuando soy capaz de mirar el afuera de forma neutral,

sabiendo que yo no lo soy, que solo estoy experimentándolo

porque necesito un campo de acción para moverme, pero yo

no lo soy, entonces el entorno no me afecta y es cuando puedo

jugar y crear lo que quiera porque entonces está a mi

disposición. Es energía mental y creativa.

Pero si voy al entorno con miedos, controlando,

creándome una falsa ilusión de que voy a hacer o dejar de

hacer, ya no está fuera de mí, ya soy parte de él. Y ¿Qué

ocurre? Que el entorno tiene su propia identidad y tratará de

involucrarme. Pero si muevo solo lo que siento, mis sentimientos

de que estoy bien aquí y el entorno no me cambia y sigo

estando en mi sitio, automáticamente no me afectará.

Y a pesar de eso, tendré que trabajarlo porque no es fácil

vivir en un entorno sin ser él. No es fácil, porque estamos

acostumbrados a adaptarlo a nuestros deseos. En el momento

en que renunciemos a querer cambiarlo y dejarlo como está,

automáticamente el entorno se pone a nuestra disposición. Ya

no hay control, se somete y se pone a nuestros pies.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 99

En realidad no tengo nada con el entorno, soy diferente

y él ya no me identifica como a los demás, que lo intentan

controlar. Es algo energético. Siempre os diré que el mundo se

mueve por energía. Ese entorno me considerará una energía

superior y, sabido es que la energía seguirá siempre al

pensamiento. Si yo soy el entorno, mi energía y el pensamiento

estarán involucrados y habrá una lucha constante. Pero si yo

pienso que estoy en mí, en mi ser, en mi centro, y que el entorno

sólo se manifiesta pero yo no entro, siendo mi energía y

pensamiento sólo uno, automáticamente mis pensamientos

estarán aquí, mi energía estará aquí y no lucharé con él.

No me separaré de él, sino que atravesaré a través de él,

entendiendo que es una falsa apariencia, que no es mía. Lo

único que es mío, de verdad, es el sentimiento que pongo

cuando experimento algo. Ahí lo hago mío.

¿Cómo entro?: Y digo… Le ha tocado la lotería, que bien

está… ¡Ya he entrado! Porque ahí ya genero pensamiento,

emoción, consecuencia, reacción. Pero si yo paso y le ha

tocado la lotería y sólo digo: Bien, ¡me alegro! y no manifiesto

ningún pensamiento al respecto, no va a haber acción, ni

reacción, ni consecuencia. Porque además ¡Qué más da lo

que yo sienta! Será algo que no corresponde a la otra persona,

es algo que es mío. Cuando entro, se me va a hacer

desagradable atravesar las memorias que acabo de levantar

al manifestar mis emociones. ¿Y cuáles pueden ser esas

memorias? De escasez, de abandono, de fracaso…

Por eso digo siempre, que es tan importante que estemos

en el corazón, en el Alma, porque estando ahí no nos puede

hacer daño nada. ¿Es posible no juzgar? Sí, es posible. La mente

sigue al pensamiento y según el pensamiento que generemos,

aparecerá la memoria que está esperando para ser liberada.

Con lo cual ¿Existe la envidia?, ¿Existe la soberbia?,

¿Existe la ambición? Son sencillamente emociones concedidas

a ciertos pensamientos, que le hemos dado identidad. Las

hemos asumido y hemos creado unos criterios falsos, unas

creencias falsas y vivimos una realidad montada, por nosotros,

que no existe.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 100

Hemos de llegar a ser entidades espirituales que no

sintamos nada, que solo seamos y eso se consigue

sencillamente siendo, porque ahí es donde el Alma se

manifiesta. Siendo la Consciencia Universal, lo demás no existe.

Si hace diez años nos hubieran dicho que la personalidad

no existía… Nos hubiéramos alarmado, porque creíamos que

éramos nosotros. Ahora nos dicen la personalidad no existe, la

habéis creado vosotros, porque creéis que necesitáis todo eso

que os muestra.

En el momento en que empecéis a comprender que no

existís como personalidades, sino como seres,

automáticamente dejáis de estar en falsas apariencias y

cada vez necesitáis menos el interactuar con el entorno.

Estáis en él, pero en el que sabéis que podéis estar y no

os arrastra.

Es bueno que veamos cosas impactantes y que no nos

afecten, porque si ves eso y te afecta, seguramente estarás

levantando memorias. Debes llegar a entender que no eres

eso, que eso es materia, no existe, es una idea que ha tomado

forma, virtualmente, con energía, para materializar algo que se

tiene que experimentar. Dentro de toda esa imagen hay seres

que han hecho su proceso y ésta es la escuela de aprendizaje,

nos guste o no. Habrá holocaustos durante toda la historia,

conocidos o desconocidos y hechos de forma oculta y seguirá

habiendo reciclado de la raza, porque esta es la escuela de

aprendizaje, la Tierra, y nosotros conseguiremos estar menos en

todos esos escenarios, en función de la realidad que nos

creemos, no como una falsa realidad, sino abandonando las

falsas apariencias que nos muestra el escenario.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 101

Somos una pequeña rama del cuadro y siempre lo

seremos, no el cuadro entero. La pequeña ramita sólo estará

esperando que alguien la vea y diga qué color tiene. Ese es el

trabajo. Somos ramas del Universo y no hemos venido a este

escenario para que se nos vea como únicos protagonistas, sino

para estar ocupando el espacio del cuadro entero y manifestar

la belleza al pleno. Siempre con humildad, sin querer ser el

tronco, porque cuando me toque serlo, vendré como tronco.

Ahora llevaré la ramita con toda mi dignidad. Y el Universo

entero se dará cuenta de que estoy mostrando en esa

pequeña ramita, toda la grandeza y majestuosidad que Él

tiene. Y en esa pequeña muestra de lo que Él es, el Universo,

voy a ser capaz de crear el más grande de los planes para su

beneficio. Teniendo constancia continuamente de que el

Universo y yo somos uno.

La importancia que tiene dejar de querer controlar el entorno y

cambiarlo… Atravesar el entorno sin que te afecte…

Ya has comprendido que no existe, que es la visión que

le das en función de las creencias y todo lo que has

adquirido. Si quieres cambiar el entorno, luego tendrás

que adaptarte al entorno cambiado… Es mejor que se

manifieste y decir: Lo observo, pero no soy él.

Cuando dejas de quererlo controlar, se disuelve,

desaparece. Y entonces todo fluye… Todo se soluciona,

porque ya no quieres cambiar nada.

Eres responsable del entorno, no eres el entorno. Pero no

lo quieras cambiar, sino ofrece sugerencias, muestra posibles

señales de mejora, enseña las Leyes del Universo, no órdenes,

no manipules… No pretendas que se adapten a lo que tú

quieres.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 102

Si tenemos la humildad de entender que somos sólo la

ramita del árbol, podremos atravesar el entorno a la espera de

ver dónde se requiere nuestra visión. Falta agua en las flores,

oye ponle agua; oye manda los correos, llama a fulanito… Eso

no es cambiar el entorno. Cambiarlo es pensar que tengo la

verdad y que tú vas a hacer lo que yo quiera, porque creo que

eso es lo correcto. No. En el entorno está todo lo material que

gestionamos.

Dar ayuda cuando nos la pidan no es tema del entorno,

sino de nuestra misión, porque todo ser humano ha venido a

ayudar y tendremos que aprender a sacarlo desde lo que

nosotros somos. Tampoco consiste en dictaminar lo que deben

hacer y exigir que lo hagan porque están necesitados. Nunca

tienes que hacer esto. Entiéndelo bien, nunca.

Cada día me cuestiono más la ayuda, porque antes

creía que la ayuda era responder a todo el que la pedía. Ahora

la cuestiono, porque pienso que nunca ayudamos a nadie.

El concepto de ayuda nace del ego, nace del “me están

necesitando”… Yo creo que la ayuda es decir: Estoy ahí y si

alguien me necesita, vendrá. Al mismo tiempo habrá

situaciones en las que no necesitaré que me pregunten, sabré

que el entorno tiene hambre, que le falta ropa, que ha perdido

algo, que manifiesta dolor… Esto es ayuda, pero en

necesidades, no jugar a los salvadores de vida, atendiendo a

los que por ejemplo tienen problemas con la pareja, con el

dinero…

Esto no es ayudar, es entrar en el entorno y meternos en

el fango y empezar a dar ideas absurdas, porque el dinero

tampoco existe. Hay que comprender que cuando una pareja

tiene un problema, son situaciones de ambos y no pueden

solucionarlo, porque no están en un proceso de Evolución

adecuado, para poder entender lo que ocurre y como Almas

en proceso, debemos ofrecer el máximo respeto hacia su

propia Evolución individual y de pareja.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 103

Cuando una pareja tiene problemas, repito, y se acercan

a pedir ayuda a una tercera persona, con el fin de que les

ayude en su desequilibrio en la relación, ya no son dos personas

que ignoran el proceso, sino que son tres. Normalmente, la

tercera persona escuchará a la pareja, diciéndoles lo que

deben hacer y sin comprender que, tal vez, es eso lo que han

venido a vivir, porque no hay conocimiento de las Leyes.

Sin embargo, las personas que de alguna manera, por

destino, se encuentran ante otras personas que tienen

problemas, sea de pareja, economía o de cualquier otro tipo,

deberían manifestar siempre esa ayuda que se les brinda, para

trabajar desde la sabiduría del Universo, explicándoles tan sólo

cómo funciona la mecánica de las Leyes, porque eso es

precisamente lo que hemos venido a hacer.

Pensar que podemos ayudar a cualquier persona, es

permanecer en la ignorancia… Mientras que si transmitimos la

mecánica y las Leyes que la dirigen, posiblemente podremos

ayudar a desarrollar un gran potencial positivo que sí les va a

ayudar, porque cada vez que de nuestros labios salen

transmisiones de las Leyes, las estamos mostrando a la

Humanidad y esa es la verdadera ayuda que hemos venido a

prestar.

Para mí, la ayuda es ver que ha pasado algo y que

verdaderamente hay personas que tienen hambre, entonces

hago de comer y les doy, porque están viviendo lo que les toca

vivir. No podemos hacer una cruzada para salvar el hambre del

mundo, tiene que haber hambruna igual que la parte de

derroche, ese es el equilibrio. La escuela del Planeta que debe

tener todo tipo de aulas y asignaturas. Sería absurdo que la

escuela de aprendizaje lo tuviera todo perfecto, que no

hubiera hambre, ni sed, ni religiones, todo un solo corazón y una

sola Consciencia.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 104

Entonces ¿Dónde está el aprendizaje? Por eso se ha

creado otra Tierra, con nuestros pensamientos positivos y por la

Ley de que la energía sigue al pensamiento. Con esos

pensamientos positivos, estamos creando una nueva Tierra

paralela, donde los que sean capaces de alcanzar el nivel que

corresponde a ese plano, pasarán y aquí se quedarán aquellos

que no han conseguido superar el aprendizaje y entender lo

que tienen que entender. En consecuencia deberán repetir el

curso, curso que durará, en un principio, otros 26.000 años más.

Tenemos que relativizar el entorno, porque el día en que

tengamos que ir a la otra Tierra, no podremos estar involucrados

con él y ahí va todo: Apegos, familias, materia…

Cuanto más solos estemos, más contentos tenemos que

estar, porque estamos preparando la transición. Cuando veo,

en estos últimos tiempos, de la manera en que me llega las

personas, ya no tengo que explicar lo que viene, ya vienen y

me lo cuentan ellos y yo digo: Cómo puede ser que el entorno…

Porque el entorno está tomando Consciencia y como yo no

estoy involucrada con el entorno, no me ven y me lo cuentan y

yo tengo que decir: Muy bien y qué más… Como no estoy

involucrada en el entorno, no tengo la obligación de contarlo,

ya lo hice en su momento para que hiciera su trabajo.

Si no podéis entender que todo es energía, si os sorprende

conocer la mecánica del Universo, más os sorprenderá

entender que somos energías, no existe la apariencia que

vemos. Lo que vemos son puras energías moviéndose, la del

control, la del miedo… Lo único que hacemos es trascender a

través de la energía, sin convertirnos en ella, sólo pasando, sin

imposición, naturalmente, fluyendo, reconociendo que no

somos nada, riéndonos de nosotros, entendiendo que somos

unos pobres infelices, que nos creemos que nos comemos el

mundo y en realidad se nos come a nosotros.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 105

Hasta que en un punto decimos: ¡Basta ya!, aquí hemos

llegado, yo voy a comerme mi mundo, no el mundo. Y mi

mundo es disfrutar lo que estoy experimentando aquí, para

después poder explicar lo que he sentido y diga: Esto que he

experimentado en este plano, es lo más grande en mi vida.

Cuando me vaya a otro lugar, diré: Yo creía que había

experimentado lo más grande y “lo más grande es ahora”.

Esto es la Evolución, experimentar lo más grande

continuamente, no vivir en el pasado, lo que fui, lo que tuve…

y vivir soñando que van a llegar tiempos mejores. Esto que

vivimos en este momento es lo más grande que podemos

experimentar en la vida, porque estamos tocando la esencia

de lo que somos y dentro de cinco minutos, también, será lo

más grande que podamos tener en la vida, porque no hay falsa

apariencia. Y cuando salgamos de aquí, podemos seguir

siendo lo más grande que experimentemos en la vida, si en

nosotros todo es natural.

Y si la persona que tenemos al lado a veces no está en

ese fluir, no pasa nada seguimos experimentando lo más

grande de nuestra vida, porque él es nuestro entorno y tenemos

que aceptar que quizás él o ella no está donde nosotros.

Sabemos que estamos experimentando lo más grande

de la vida, porque estamos tocando el Ser, la Esencia, lo que

somos y eso nadie nos lo puede cambiar y mucho menos un

entorno… Nuestro Ser, sin olvidarnos que aquí sólo hemos

venido a manifestarlo hacia los demás dentro de un cuerpo.

Para mí, no hay nada en el Universo más grande que esto.

Y debe permanecer en vuestro corazón, porque es lo más

grande que vais a experimentar en este mundo, el Ser. No

podéis olvidarlo.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 106

¿Crees que la Humanidad será capaz de hacer el cambio?

Toda la Humanidad no. Porque precisamente el cambio

necesita a una parte de la Humanidad y que desaparezca la

otra.

Digamos que el cambio está implícito en el devenir de

todos los cambios. Entonces, el cambio global es un conjunto

de pequeños cambios y todo aquel que no fluya con ellos, que

no se adapte, no podrá pasar. No todos están en el mismo nivel

de Vibración, ni de Elevación y mucho menos, de Proceso.

Habrá mucha gente que tendrá que experimentar el cambio,

pero no necesariamente, integrarlo. Es diferente. Estará el que

va a experimentar todos los cambios, pero después volverá al

punto cero, porque en su proceso de Evolución no ha habido

suficiente conocimiento, ni entendimiento para integrarlo.

Después estará para el que verdaderamente vendrá el

cambio y para él será lo que ya está viviendo, porque ya tiene

más que aceptado que el cambio está en su vida y que él es

el cambio.

Y lógicamente después estará el que nunca se ha

preocupado por el cambio y éste automáticamente saltará al

nivel cero.

¿Dices que no toda la Humanidad va a pasar el cambio?

Exactamente. Es imposible que toda la Humanidad viva

y experimente el mismo cambio. Es una cuestión de mecánica

universal. Seguiremos viviendo todos los niveles necesarios para

la Evolución y aunque todos experimentarán el cambio, no

habrá dos almas experimentando el mismo. La nueva raza

debe tener menos población, porque los recursos de la Tierra

están súper explotados y hay que mantener un equilibrio entre

quién se va a quedar en el Planeta y sus recursos.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 107

Habrá otro grupo que manifestará el cambio pasando a

niveles superiores de Consciencia. Esto es lo que popularmente

se está llamando “la Ascensión”. Y éstos tendrán otro grupo en

ellos, que tal vez por su propia Evolución, decidirán permanecer

en la Tierra para ayudar a todo el grupo que empezará de cero.

¿Qué es la Consciencia Grupal a la que te refieres

constantemente?

Veréis, cuando se me indicó que había llegado el

momento de transmitir ese mensaje, alrededor de mediados

del 2012, tuve que dejar que mis paquetes de información, que

iban entrando, me mostraran qué era esencialmente lo que

tenía que revelar.

La CONSCIENCIA GRUPAL no es formar un grupo en su

esencia material, sino un estado al que debemos acceder para

materializar nuestro Plan. La mayoría de nosotros, creemos que

llevar a cabo la Consciencia Grupal es hacer un grupo. No

amigos míos, no. Si hiciéramos eso, y con esa energía,

estaríamos en el mismo lugar y Evolución de la antigua energía.

La Consciencia Grupal es entender que formamos parte

de una Red Global Humanitaria, planetaria primero y después

universal.

¿Cómo entender lo que es una CONSCIENCIA

UNIVERSAL, si no entendemos lo que es una Consciencia

planetaria y anteriormente una Consciencia grupal, por

pequeño que sea el grupo? Es un trabajo de red. Pero,

indiscutiblemente, hay un inicio, donde hay dos personas, ya

tenemos la intención de llegar a los cometidos que la

Consciencia Grupal conlleva.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 108

En primer lugar, hemos de diferenciar entre las dos

palabras conciencia y consciencia, de la misma forma en que

lo hicimos con el hombre y el ser humano. Acordaros que el

hombre está todavía en un proceso de separación, de lucha,

de competencia por conseguir un buen puesto, un buen lugar

y, cómo no, acaparar bienes, todo fruto de la ambición. El ser

humano sin embargo necesita compartir, repartir y trabajar por

el bienestar común. Nunca le preocupará su propia felicidad,

porque sabe que al estar en esa frecuencia, se producirá

automáticamente.

Con conciencia y consciencia ocurre lo mismo. La

conciencia es el parámetro que nos marca cuando una

actuación está hecha bien o mal, según nuestra ética. Es lo que

nuestros principios (ahora sabemos que son memorias celulares

y Evolución), nos permiten gestionar en nuestra individualidad

como hombre. La Consciencia es cuando un hombre ha

despertado. Cuando comprende, según el conocimiento que

ha adquirido, que ese es el único camino hacia la

universalidad, a pesar de que nos encontremos ubicados en el

parvulario del Universo y, por favor, os lo digo con cariño… Las

experiencias que vivimos aquí como raza hombre, son las más

básicas, ahí es donde nace nuestra Evolución.

La Evolución es la consecuencia de nuestro proceso

individual, es el resultado al que llegamos después de

haber integrado la experiencia y no necesariamente es

cuando estamos despiertos. La Evolución siempre está en

marcha, nunca se para, hasta los seres más primarios y

básicos, son seres en Evolución.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 109

Para que lo entendáis, no hay diferencia en el proceso

entre una piedra o un perro; o un perro y un hombre; o incluso

la piedra y el hombre. Lógicamente son diferentes partes del

proceso, pero todos los seres vivientes estamos destinados a

alcanzar la Elevación a través de la Evolución… Y solo a través

de la materia, podemos experimentar. Ahí, tenemos todas las

herramientas, todo lo que sentimos por la emoción hasta llegar

a lo físico, es materia. No os olvidéis que nos encontramos en un

plano material. Por consiguiente nuestro objetivo principal será

la relación con la materia.

Trato, os lo prometo, de hacer estos escritos sencillos y

comprensibles, ya que los momentos en los que nos

encontramos son así de veloces y hemos de buscar las maneras

más fáciles que podamos entender y así, EVOLUCIONAR.

Por lo tanto una vez comprendido este punto, nos damos

cuenta de que los grupos a nivel de la Tierra, solo nos van a

aportar la práctica en la materia, de desear el bienestar

común, de que despertemos la Consciencia o sigamos viviendo

en grupo como comunidad. Ya es cuestión del proceso de

Evolución de cada uno.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 110

Es muy importante que entendamos qué es la

Consciencia Grupal para darnos cuenta que no estamos

integrándonos en “un grupo”, sino en el único grupo que existe,

“la Humanidad”. De nosotros depende el nivel de compromiso

con ello. Sin embargo, no podemos esperar beneficios de

pertenecer a “ese grupo”, más que nuestro crecimiento y la

participación en el cambio de la Humanidad, a la que

pertenecemos en estos momentos.

Así pues, todo el que persista e insista en permanecer en

su individualidad, lo siento mucho pero solo hay dos vertientes,

o no ha despertado todavía, o sigue anclado a la materia, lo

cual es lo mismo. Solo cuando aportamos todo lo que tenemos

a nivel humano, para el bien común, entonces es cuando

verdaderamente estamos en la CONSCIENCIA GRUPAL.

¿Qué aportamos como humanos a la Consciencia Grupal?

La Consciencia Grupal en sí no se manifiesta de una

forma clara, sino en los resultados del funcionamiento de la

misma. Quiero decir, podemos estar haciendo un trabajo de

Consciencia Grupal sin pertenecer a ningún grupo, es un

estado de Consciencia que se adquiere cuando el

conocimiento recibido, se ha integrado y observamos desde

nuestros nuevos criterios, que formamos parte de una

civilización a la que nos vemos moral, universal y kármicamente

destinados a participar en ella, para poder de alguna manera

aportar nuestro granito de arena a su manifestación.

La Conciencia Grupal es la propia Humanidad. En este

momento que hablamos de la Tierra, la Consciencia Grupal es

la civilización de la Tierra, la Humanidad que la compone y

claro está nosotros aportamos todo lo que somos, como seres

individuales y entidades en proceso de Evolución.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 111

Es un error creer que para pertenecer a la Consciencia

Grupal Humanitaria tenemos que ser miembros de algún grupo.

Es un estado de Consciencia, repito, es una energía colectiva,

es un nivel de vibración, que se genera a raíz de que cada uno,

individualmente, vaya manifestando su propio derecho a

mostrar su universalidad. No podemos pensar que para

pertenecer a la Consciencia Grupal tenemos que encontrar a

un grupo de personas que piensen igual, que actúen igual, que

tengan los mismos criterios que nosotros, conceptos,

educación… No es así. Tengo que ser responsable de mi propio

proceso de Evolución y es en el conjunto de muchos procesos

que se generará el estado de Consciencia, donde la Grupal

Humanitaria se va a manifestar.

De alguna manera, intenta la Humanidad desde los

orígenes de su principio de expansión en este Planeta,

manifestar esa Consciencia Grupal. Es un error pensar que

tenemos que ser una gran mayoría, para manifestarla. No es

necesario. Teniendo claro que cada uno tiene que mostrar ese

nivel de Vibración, el resto corre por parte de la mecánica del

Universo.

Tenemos que pensar que estamos instaurando la

Consciencia Grupal verdadera, la que va a existir de verdad,

cuando estemos en el punto adecuado de gestionar el cambio

global humanitario y que está esperando por los que seamos

capaces de manifestarlo.

Todos los que hayamos despertado, todos los que hayan

sido capaces de pasar ese proceso de evaluación, serán

trasladados a ese otro Planeta, la Tierra paralela, donde se

manifestará el verdadero cambio.

¿Qué quedará en este Planeta? Todos aquellos que aún

no han sabido discernir, ni entender cómo a nivel individual se

podía llegar a crear esa Consciencia Grupal.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 112

Evidentemente será una separación de dos campos de

energía. El de la Unificación y el de la separación. Aquí en este

Planeta, va a quedar todo aquel que no haya sabido

manifestar ninguno de los conceptos que durante siglos se nos

están dando. En ese otro Planeta, el que estamos creando con

nuestras acciones y pensamientos, a nivel mental como se nos

enseña en el Universo, irán todos los que hayan entendido que

forman parte de la Humanidad. A los que ya no les importe

decir yo y acepten decir nosotros. Eso será la Consciencia

Grupal. El día que abandonemos el yo para decir nosotros, será

el momento en el cual se habrá manifestado.

Es por eso tan importante que no perdamos el tiempo, ni

nos dejemos arrastrar creyendo que, mientras estemos aquí

vamos a poder engañar a las energías del Universo haciéndoles

creer que por llevar una vida ecológica, sana y tratando de vivir

en el campo, la Consciencia Grupal se ha instaurado. Sólo se

puede establecer en el momento en que yo acepto que formo

parte de un gran colectivo. Dejo mi individualidad para serlo y

olvido y renuncio totalmente a mi personalidad, para poder

entregar todo lo que soy, como entidad cósmica, al futuro de

la Humanidad y a su Elevación.

¿Entonces podemos actuar como Consciencia Grupal en

nuestra vida cotidiana, como trabajador, madre, padre…?

Por supuesto. Es un estado de Consciencia. Yo despierto

por la mañana y no soy un nombre y apellidos, sino que soy la

Consciencia Universal y formo parte de ella y en estos

momentos estoy manifestando el Plan en la Tierra.

Por lo tanto para ser la Consciencia Grupal, no tengo que

estar, sino ser consciente tan solo de quien soy y a qué

pertenezco. Cuando lo sé, automáticamente estoy viviendo

dentro de la Consciencia Universal, que, en este momento, es

la Humanidad.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 113

Y todo lo que se dice sobre la renuncia… ¿A qué debemos

renunciar para vivir en Consciencia Grupal?

Solo tenemos que renunciar al yo, al ego, a la materia, a

la personalidad en su conjunto, para dejar paso a lo único que

realmente somos que es nuestra espiritualidad.

El problema de la Humanidad, de lo que está ocurriendo

en este Planeta, es que la gente entiende que la espiritualidad

se puede materializar y quiere llevar el mundo espiritual a su

materia, a su forma de vida, llevar todo lo que les parece, que

deben cambiar en su materia, con espiritualidad y no es así.

En realidad lo que hay que hacer es espiritualizar la

materia. Por ejemplo: No es lo mismo ir a ver una película de

violencia, acción y sin ningún sentido, que ir a ver una donde

haya un mensaje esclarecedor, con el que mi Alma se pueda

alimentar. Eso se llama espiritualizar la materia. Es buscar

actividades en mi tiempo de ocio, en mi familia, en lo que me

rodea, que enriquezca mi materia espiritualmente. No puedo

coger la espiritualidad y desear que se adapte a mi materia. O

sea, puedo haber hecho cursos, aprendido técnicas, incluso

puedo haber estudiado las Leyes del Universo, saber cómo

funciona y después ponerme a dar unos cursos, especulando,

porque considero que como yo soy espiritual y he aprendido a

serlo, ahora voy a cobrar para que otros lo aprendan también.

Si para aprender las Leyes del Universo he tenido que

abonar una cantidad de dinero, no he recibido las auténticas.

¿Comprendes? Las auténticas no se pueden dar a cambio de

dinero, porque no se nos está dando algo nuevo. Se nos da la

verdad de lo que somos, que es el Universo. Nadie puede

hacernos pagar, para que nos digan lo que somos. Sin

embargo, si estamos utilizando los encuentros, los talleres, para

esparcir ese conocimiento que somos nosotros, estamos

actuando en Consciencia Grupal, sufragando los gastos para

poder así mantener el sostenimiento del lugar, de las

actividades… Nunca por las enseñanzas.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 114

Nadie nos invita a renunciar a nada. Nadie nos incita a

que entreguemos lo que tenemos, porque en realidad lo que

pensamos que tenemos, tampoco nos pertenece. Lo único que

trajimos a la Tierra en el momento de nacer es lo que nos

pertenece y eso, amigos míos, se llama Evolución. Por lo tanto

como la Evolución es intransferible, lo único a lo que

renunciamos es a lo que el propio Plan y nuestra Evolución, nos

ha permitido disfrutar y tener. Cuando nos vayamos,

volveremos a abandonarlo todo, para llevarnos tan solo nuestra

Evolución. Así que ¿Por qué cuestionar tanto, por qué

desconfiar tanto, por qué defender tanto algo que no nos

pertenece?

Los que aún estéis ahí, deberíais volver a leer mis escritos

anteriores. Os daríais cuenta de que es un tema de falta de

libertad y si no somos libres y tenemos miedo a perder lo único

que tenemos material… ¿De qué estamos hablando?

No obstante, como mi compromiso con la Humanidad y

el Plan Divino, nunca desfallece, aquí estoy, tratando una vez

más de materializar el entendimiento de algo que solo se

puede comprender experimentando. Lo demás sería

convenceros de lo que tenéis que hacer y no voy a ser yo quien

dificulte la actuación de vuestro libre albedrío.

La Consciencia Grupal no sigue a nadie. Diferente es que

tengamos ciertas personas que nos transmitan información, con

el único objetivo de que la experimentemos y una vez

integrada, lo hagamos llegar al resto de personas que nos

rodean. Nuestro ejemplo es nuestra Consciencia Grupal.

Nuestro ejemplo, son los resultados. Nuestro ejemplo es su

bienestar. Por lo tanto, antes de haceros cualquier pregunta o

tener alguna duda sobre lo que significa la Consciencia Grupal,

plantearos la pregunta de si todavía estáis en la parte de ser UN

HOMBRE, o bien ya habéis trascendido en las característica de

él y os habéis convertido en verdaderos SERES HUMANOS.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 115

A lo único que aspiramos, los que vivimos en Consciencia

Grupal Humanitaria, es a saber que hemos de conseguir, que

las Leyes del Universo, se apliquen aquí en la Tierra. Hemos de

conseguir que nuestras actuaciones estén en equilibrio con sus

objetivos y solo así, amigos míos, conseguiremos “Bajar el Cielo

a la Tierra”.

Existiremos como partes de las Leyes del Universo,

caminando por este Planeta y así seremos el orgullo de la

verdadera Consciencia Grupal a la que pertenecemos, “EL

UNIVERSO”.

¿Qué piensan de nosotros en esferas superiores cuando nos ven

tan despistados? ¿Te desesperas cuando no entendemos?

Quizás hubo un tiempo en que sí. Ahora entiendo que van

a existir dos Tierras y las dos van a estar vivas. Es lógico que,

verdaderamente, tiene que haber Humanidad para ambos

Planetas.

En el Universo hay una Ley, la del Respeto, que es muy

importante. En Esferas Superiores sólo respetan, nadie valora, ni

juzga, sólo respetan que hagamos el proceso según nuestras

posibilidades. La desesperación forma parte del control, de

querer de alguna manera que el de enfrente cambie. Una vez

más estaremos imponiendo la espiritualidad en la materia y eso

no es. No podemos cambiar la materia como nosotros

queramos. Tendrá que ser como esté prescrito que se tenga

que hacer.

A veces desespera más cuando una persona hace una

pregunta y la vuelve a hacer y la vuelve a hacer… Y entonces

la persona que transmite la enseñanza, llega un momento en

que dice: Esto no cambia, siempre hacen la misma pregunta.

Pero ¿Acaso nosotros no hacemos lo mismo con las Esferas

Superiores? Llevan 2.200 años diciendo lo mismo. Vino Budha,

Jesús, avatares… Todos han dado el mismo mensaje, despertar,

elevarnos, abandonar la personalidad, el ego… y no se han

desesperado, siguen informándonos y dándonos aliento y

esperando pacientemente que decidamos cuando vamos a

dar el gran salto.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 116

Por lo tanto, no cabe pensar qué es lo que piensan de

nosotros. Cabe más bien decir: Que ejemplo nos dan, no se

desesperan, aun a pesar de lo reincidentes que somos en

cometer los mismos errores… Porque precisamente, en estos

momentos, estamos cometiendo un error muy encallado y

¿Qué error es? Pues es tan fácil como pensar en que “esto no

va conmigo”.

Va a pasar algo pero… Van a suceder acontecimientos

pero yo estoy fuera…

Esos acontecimientos que van a suceder ¿Dónde van a

ser? En mi entorno, en mi realidad. Por lo tanto estoy dentro de

ellos.

Pero para el ser humano, sigue siendo así: …Van a

suceder acontecimientos… Siendo yo y los acontecimientos y

ya los estamos teniendo, viviendo… Nos damos cuenta de

cómo el clima está haciendo los primeros destrozos, si queremos

llamarlo así, porque los podemos llamar reequilibrios y aún

seguimos diciendo que está pasando algo, pero no decimos

que nos está pasando a nosotros.

Ese es el mayor error que comete la Humanidad, se cree

fuera de lo que está pasando.

¿Cómo actuar con coherencia?

Es muy difícil, porque cuando te diriges a una persona y

piensas, esta persona es católica, sueca, española,

musulmana, siria, libanesa, francesa… en esos momentos,

estamos separando a la Humanidad.

Somos una sola Humanidad. Es muy difícil que podamos

unificar todo eso. Es muy difícil que el francés deje de serlo, que

el americano deje de serlo…Es difícil que el hombre o la mujer

dejen de serlo, para entender que sólo son Almas en proceso

de Evolución. Es muy difícil. Es casi imposible.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 117

¿Y no sabremos, al menos, adaptarnos a la situación que se nos

presente?

Cada uno lo hará en función del proceso de Evolución

que tenga. No lo harán igual Almas viejas, que sean de distinta

categoría que un Alma muy joven. Y tampoco lo hará igual

aquella Alma que haya venido a participar en la ayuda para el

proceso de cambio de final de ciclo. No perdamos nunca de

vista que esto es una lucha de Almas, son ellas las que están

trabajando. Por eso la gente está tan insatisfecha, porque las

Almas quieren trabajar, ya han dado la cara y no se lo

permitimos.

Las Almas ya han empezado a recordar la energía del

Conocimiento y no están dispuestas a vivir lo que están viviendo

y ahí es donde las personalidades se están enfrentando a sus

Almas y tienen más agresividad que nunca, porque la

polaridad es ahí donde entra. ¿En qué parte estoy polarizado?

En esa me voy a manifestar, porque es tan peligroso estar muy

polarizado en la negativa como en la positiva, ninguna de las

dos es correcta. O sea, una persona puede estar polarizada en

ser muy agresiva y otra en ser muy permisiva. Ninguna de las

dos es buena.

Ahora es una retroalimentación en la Humanidad. Las

situaciones que se están viviendo están siendo

retroalimentadas por ambas polaridades. Estamos en el mundo

de Acuario y tenemos que adquirir la libertad, y pasará por

entender que somos Uno, no partes separadas del Todo,

SOMOS UNO CON EL TODO y mientras haya fronteras, culturas,

religiones, políticas, países, guerras, diferencias sociales… no

habrá Humanidad, ni Consciencia Grupal. Por lo tanto, cada

día es más difícil.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 118

¿Por qué nos resistimos al cambio?

Desde pequeñitos nos han inculcado, la creencia de que

para ser felices hemos de tener estabilidad y además esa

creencia siempre ha ido encaminada hacia una

seguridad económica, lo cual solo se consigue

trabajando duro y obteniendo todo aquello que se

supone nos va a hacer felices. Como una casa propia, un

coche, crear una familia propia también y, cómo no, si

podemos tener nuestra propia empresa, ya somos dignos

de ser considerados como que hemos alcanzado el

éxito… Sin embargo, la estabilidad promete otras

condiciones… Y todas esas creencias terminan siendo

una efímera ilusión, a la que no todo el mundo puede

acceder y considerarse afortunado si ha podido

obtenerla.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 119

¿Qué es lo que nos hace diferentes a unos de otros en el

ámbito de conseguir las cosas? Nuestra Evolución individual.

Analicemos. Compramos una casa, con dinero de un

banco que, hasta después de los años en que hayamos

firmado la hipoteca, será el único dueño del inmueble. Nosotros

todos los meses debemos tener ese importe para ingresar en la

cuenta de la entidad. Posteriormente, vamos adquiriendo

coches que el propio mercado, antes a veces, de que

hayamos pagado a la financiera o al banco el crédito personal

que se nos ha concedido para ese coche, nos anima a que lo

entreguemos y compremos otro modelo más nuevo, y así a

veces nunca terminamos de abonar un coche.

Lo mismo pasa con la casa… la familia y los hijos… En la

mayoría de los casos, para poder mantener ese ritmo, al que

añadimos el apartamento de verano, o en su defecto las

multipropiedades, compradas con ahorros, o bien alquileres de

apartamentos… En fin, no acabaríamos de enumerar en la

cantidad de situaciones que lo entendido como “estabilidad”

nos hace sostener, ya que lo único que nos tranquiliza, y

suponemos que nos da estabilidad, es sencillamente un sueldo

fijo, algún ingreso que tengamos la seguridad de que es para

siempre… y que así podremos vivir tranquilos, abonando todas

las deudas mensualmente que hemos contraído.

No podemos olvidar que no hay nada seguro en esta

experiencia en la que estamos viviendo. Y mucho menos nada

que salga de los principios cíclicos en los que dicha experiencia

se manifiesta. Me refiero a los ciclos de contracción y expansión

que representamos, en función de nuestras actuaciones,

dentro de esos mismos ciclos, claro está.

Es imposible hablar de LA RESISTENCIA AL CAMBIO si no

hablamos propiamente de él, del cambio, tema que sale,

vuelve a salir, y seguirá saliendo porque evidentemente, EL

CAMBIO ES LA VIDA.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 120

De acuerdo con esto último, ese tipo de estabilidad, no

es fiable, al menos para calificar lo que necesitamos como

“estabilidad”. Seguramente alguno de vosotros dirá: “Claro

pero hay otros tipos de estabilidad…”. Sí, lo hay pero cuando

uno vive por encima de sus posibilidades, todos los tipos que

queráis mencionar se quedan fuera del patrón de lo que

significa “vivir con estabilidad”.

Por ejemplo, ¿Cómo puedo tener estabilidad emocional,

si para mantener la económica estoy trabajando más horas de

las precisas, para tener cubiertos mis gastos generados?

Otro ejemplo, estabilidad sentimental ¿Cómo puedo

disfrutar de ella, si no dispongo de tiempo para dedicarle a mi

compañero/a, tiempo para compartir con ella y como padres

con nuestros hijos, lo que se supone tenemos que aportar a su

educación?

¿Dónde estará mi estabilidad psíquica si trabajo más

horas de las habituales y no descanso, no disfruto, no tengo

tiempo para alimentar mis necesidades humanas? Estoy metido

en un tiovivo de obligaciones del cual no puedo apearme.

Ahora viene mi reflexión. En el nuevo Hombre, en la nueva

Humanidad, nada de lo que estamos haciendo ahora puede

funcionar. Ninguno de nosotros es feliz, solo aquellos que creen

que, al no fallarles la economía, lo tienen todo. En este nuevo

período en el que está entrando la Humanidad, no caben estas

actitudes.

Vivimos por encima de nuestras necesidades. Hemos

pasado de tener lo necesario a necesitar todo lo que no

tenemos.

La única estabilidad en la que podemos confiar, y que

cuando se adquiere ya no hay vuelta atrás, es en la estabilidad

espiritual. (No estoy hablando de religión, estoy hablando de

nuestra parte espiritual, de nuestra Alma).

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 121

Me estoy refiriendo verdaderamente a que no estamos

desarrollando el potencial de lo QUE SOMOS, ni mucho menos

de QUIÉNES SOMOS; por no decir que no sabemos DE DÓNDE

VENIMOS y en consecuencia no conseguimos averiguar HACIA

DÓNDE VAMOS.

Somos entidades cósmicas que estamos viviendo un

diseño creado para la expansión del Universo. La pena es que

hemos llegado a creer que estamos dirigiendo nuestro proceso

y son las propias fuerzas de las Leyes del Universo las que, sin

mediar palabra, nos ofrecen su mecánica y nosotros

respondemos en función del proceso de Evolución que hemos

adquirido.

Sólo conociendo las Leyes del Universo al que

pertenecemos como seres individuales, como Humanidad y

como Planeta, podemos aprender a gestionar lo que

consideramos es vivir con la estabilidad completa. Con calma,

paz y con la seguridad de que nada nos faltará.

Cuando tenemos un cambio delante de nuestros ojos, es

esa mecánica la que nos muestra que ha llegado el momento

de dejar lo aprendido para conocer lo nuevo, sin entrar en

juicios. A veces es algo con efectos negativos, que puede

traernos algo más agradable y otras son efectos positivos que

aún nos aportan mejores situaciones. Nunca debemos

negarnos a un CAMBIO

En el Universo el cambio es la vida. Solo desde el cambio

constante la Vida se manifiesta. Para estudiar las Leyes del

Universo no es necesario pertenecer a ninguna religión, ni

filosofía. Precisamente su estudio sale de todo lo establecido

por el Hombre y comienza por poner en práctica las únicas

Leyes que debemos cumplir.

Rompe con todo lo establecido y nos ofrece un cambio

que solo depende de nosotros mismos, sin tener que esperar

que desde fuera se nos indique el nivel de Elevación que

debemos conseguir. Solo el resultado de su aplicación en la

vida cotidiana, nos irá marcando en qué grado y cómo nos

estamos involucrando en nuestra propia realidad de QUIÉNES

SOMOS.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 122

Hay tres etapas muy claras en un CAMBIO.

La primera es la que NO CONOCE. Cuando no

conocemos, evidentemente, el cambio se hace dolorosísimo,

ya que desconocemos exactamente de donde viene lo que se

nos acaba de presentar. Desconocemos las posibilidades que

nos está ofreciendo eso que parece tan sumamente diferente

a lo que nosotros teníamos adquirido ya como hábito y

concepto, así como creencia, o bien por una pura y simple

memoria celular ya registrada en nuestra biología.

No amigos míos, el Cambio en sí, nace de unas Leyes que

rigen al Universo y a las cuales pertenecemos y somos

responsables de vivir en armonía con ellas. Solo en esa línea

podemos asimilar los cambios.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 123

Por lo tanto al que no conoce, le es muy doloroso. Si no

sabe que existen unas Leyes, que su violación produce dolor y

sufrimiento y que son las Leyes del Origen, al que pertenecemos

y que estamos aquí para cumplirlas y enseñar a cumplirlas. Esa

persona que no conoce, tendrá muchas dificultades de

adaptación al cambio. Por no decir, que al no comprender el

por qué ese cambio es necesario, tenderá a querer llevarlo a

cabo, sin entender, solo desde el control y sencillamente

disparará una conducta de lucha, para controlar y cambiar

esa situación, pasando de la energía bondadosa de la

aceptación, a la energía “peligrosa” del enfado y del control.

Nos polarizamos en la negatividad y tal vez, solo tal vez,

después de mucho esfuerzo, consigamos demostrar que

“…nosotros llevábamos razón…”, como si a alguien en el

Universo le importara nuestra razón, ¿Qué razón? ¿La razón

basada en todo ese saco de memorias y creencias falsas, que

llevamos a cuestas en nuestro subconsciente, esperando que

un día nos apetezca soltarlas? Memorias de rigidez, de

intolerancia, de conflictos de inferioridad, pensando que todos

los que nos rodean son superiores a nosotros y que estamos

sometidos a sus órdenes. Eso se llama ignorancia,

desconocimiento. Por eso el cambio, para esas personas,

dignas de compasión, es muy doloroso.

Cuán fácil nos lo pone en el Universo, cuando nos ofrece

el Conocimiento, para que al fin, dejemos y abandonemos el

mundo del sufrimiento.

El Dolor no podremos eliminarlo, porque siempre

corresponderá a la Ley de la Evolución y a la de la Purificación.

Pero una vez superado el dolor, solo queda el sufrimiento y eso,

amigos míos, es opcional.

Cuando comprendo, cambio. Cambio todo lo que yo

era, para empezar a ser lo que el Universo me tiene reservado

y ahí me convierto en YO CONSCIENCIA SUPREMA Y ÚNICA

CON EL UNIVERSO.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 124

Sin Conocimiento ¿La necesidad de cambio nos puede llegar a

través de una enfermedad grave, una pérdida personal,

económica…?

En primer lugar, la persona cuando le llega una

enfermedad es porque el Alma tiene ya el Conocimiento. La

enfermedad tiene varios aspectos y uno de ellos es que el Alma

no puede continuar más en la ignorancia y quiere manifestar su

trabajo. Cuando la persona, en su personalidad, no manifiesta

el cambio, el Alma no tiene más solución que revelar su

descontento y desagravio en el propio cuerpo. Porque, a fin de

cuentas, es su cuerpo, le pertenece, lo ha elegido, lo ha

creado, no va separado de ella. Y lo ha creado para servirla,

no para que haga lo que quiera.

Hay otro momento, en que se manifiesta una

enfermedad y la persona no posee el conocimiento claro para

entenderla. No importa, la enfermedad seguirá haciendo su

proceso y seguirá sirviendo al Plan, al Plan de purificación de las

Leyes que ha infringido esa Alma, a través de su cuerpo. Por

consiguiente, aunque no exista el conocimiento, existirá la

necesidad de transformación.

Cuando una persona tiene una enfermedad, es una

oportunidad que el Alma está reclamando, para poder ser

como tiene que ser. La personalidad es la que ensucia el canal

de los chakras. Los desarreglos y desequilibrios en la

personalidad, son los que bloquean la energía del canal

central, que es el que alimenta todos los centros de poder de

nuestro cuerpo. Acordaros, que cada uno de los chakras va

relacionado con un cuerpo. Por lo tanto si estoy desequilibrado

en un cuerpo, mi Alma está limitada en las herramientas que ha

creado, ya sean emocionales, mentales, espirituales,

energéticas, etéricas, astrales… Ha creado todos esos cuerpos

para que le sirvan y poder manifestar el Cielo en la Tierra.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 125

Por consiguiente, cuando aparece una enfermedad hay

que ser muy feliz, porque es una llamada de atención para que

me revise dónde estoy bloqueado. Si la persona en ese

momento en lugar de aceptar el proceso, empieza a tratar a

la enfermedad como un enemigo, en lugar de una parte

estabilizadora, que viene a remendar lo que se ha

desequilibrado, en ese momento yo estoy resistiéndome al

cambio. Porque si la enfermedad la vivo de forma abierta,

aceptándola y entendiendo que forma parte de mi cambio,

automáticamente, dejo las resistencias y fluye la energía sin

ningún tipo de obstáculo.

En realidad no habría que tener resistencias. Cerraría

diciendo: ¿Hacia qué me resisto? ¿Quién es el que se resiste?

Todo queda en la personalidad. El Alma no se resiste a nada.

La pregunta final es ¿Por qué me resisto y a qué me

resisto? A mí mismo, a la personalidad, no a lo que soy en

realidad. Quizás se entendería, si explicara que cuando

presento una resistencia, la presento a mi propia Dualidad. Hay

una parte de mí que quiere y hay otra que no quiere. El Alma

no entra ahí. Por lo tanto es un enfrentamiento entre mi propia

personalidad, no entre la personalidad y el Alma, que no tiene

nada que ver, sólo está esperando que le dejen el terreno libre

para mostrarse.

El Alma vive los conflictos que le muestro, pero ella por sí

misma no los hace. O sea, el que realiza un acto terrorista, no

es el Alma, es la personalidad, los egos, los conceptos, los

fanatismos, las memorias celulares, toda la basura que

acumulamos como personalidad. Esa es verdaderamente la

parte que tenemos que limpiar. Las Almas sufrirán ese ataque,

cuando no puedan seguir su proceso de Evolución. Por eso ¿Por

qué nos resistimos?

La segunda parte sería ¿A qué nos resistimos? A cedernos

a nosotros mismos el poder de no resistirnos. Es así. La

personalidad tiene dos funciones: ¿Me resisto o entrego mi

poder y no lo hago?, ¿Por qué me resisto?, ¿Entrego mi poder

a resistirme?

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 126

Pero si es que no existo como personalidad. Entonces…

¿A qué me resisto? Todo es mentira en la personalidad, estamos

viviendo una película de ciencia ficción, creyéndonos que

somos lo que la personalidad muestra. No existimos, existe solo

el Alma, lo demás es un escenario creado con nuestros

conceptos y criterios, creencias, religiones, educación, culturas,

memorias genéticas, individuales… No existimos. Lo que existe

es la Consciencia Universal y ella está en el Alma.

Todo es Consciencia Universal, todo. El aire, los árboles…

La Consciencia es una energía. Somos Consciencia pura. Por

tanto, la personalidad es Consciencia pero no pura. Sin

embargo, el Alma si es pura, porque es la representación del

Espíritu. Y mientras nos resistamos, no vamos a poder manifestar

la Consciencia pura que es el Alma.

Imaginemos que ha llegado un momento en que el Alma

ha decidido encarnarse aquí y ha dicho: ¿Cómo voy a

manejarme en medio de la Humanidad? Para estar en 3D hace

falta:

Un cuerpo físico, que debe estar conectado conmigo.

Entonces, le daré un chakra, un centro de poder.

Además voy a crear un cuerpo emocional, que me va a

generar la consecuencia del sentimiento, porque el Alma

tiene sentimientos, la personalidad tiene emociones.

Perfecto, con el cuerpo emocional ya soy capaz de

reaccionar a mis sentimientos, de forma buena o mala.

Voy a crear un cuerpo mental, para poder razonar qué

tipo de emoción me interesa gestionar de acuerdo al

sentimiento.

Voy a crear un cuerpo astral para cuando quiera salir,

que pueda hacerlo con la energía de este cuerpo físico

y hacer lo que debo fuera, sin perder el vínculo que me

corresponde.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 127

Y cada uno de esos cuerpos está vinculado con los

demás y con el Alma. Y ¿Qué ocurre? Que el cuerpo mental ha

creído que él es el rey. El emocional ha creído que él es el que

dirige. El astral ha creído que puede entrar y salir cuando

quiera… Nadie ha tomado en cuenta que hay un Alma, que es

la directora de la fiesta.

Nuestro mental, en lugar de permitir al Alma que se

manifieste, ha creado su personalidad, en función de todo lo

experimentado y no lo ha permitido. Y ha llegado un momento

en que el Alma no puede hacer nada, porque está tan

sumamente encerrada en el caparazón de creencias

absurdas, en un subconsciente lleno de memorias, ideas

preconcebidas, culturales, familiares… que tiene que romper

todas esas corazas, para poder manifestarse. Y ahí empieza el

verdadero reto.

El verdadero reto es que, con el conocimiento y

entendiendo que la mente es una herramienta del Alma,

no es la realidad que yo vivo, tengo que aprender a

utilizar la mente en cuestiones correctas.

Si entiendo, a través del conocimiento, que la emoción

es la consecuencia del sentimiento, cuando tenga una

emoción utilizaré mi mente para ver en qué tipo de

sentimiento me estoy gestionando.

Cuando a través del conocimiento entiendo que todos

mis cuerpos estás vinculados a través de los chakras, para

que el Alma pueda manifestar lo mejor que tiene,

automáticamente, recupera su poder.

La mente está haciendo su trabajo, la emoción el suyo y

así todos los cuerpos. Entonces yo soy una entidad de Luz, en

un cuerpo físico terrenal, viviendo en una Humanidad, pero

conectada con mi cielo, conectada a lo que verdaderamente

soy, que es mi Espíritu. El Alma es una franquicia del Espíritu, me

gusta este símil. Si el Alma trabaja bien, es porque el Espíritu está

siempre preparado para instruirla. Si lo hace mal, una de dos o

está desconectada de su Espíritu o no le funcionan los

empleados, en este caso los cuerpos que le acompañan.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 128

Pero ¿Por qué el Alma no ordena a esos cuerpos, que son sus

herramientas?

Lo hace, por eso viene una enfermedad… Son sus

herramientas pero se han ido ensuciando. El Alma se ha

confundido. Han sido tantas experiencias absurdas e

incoherentes, que ha llegado a pensar que lo que le muestran

sus cuerpos es lo cierto y se ha confundido. Y ahora el Alma está

recuperando su sitio, a través de recordar. Por eso, “Volver a

Casa” no es un estado físico, sino vuelvo a ser lo que yo soy,

vuelvo a ser un Alma en condiciones.

Entonces… ¿Es mejor ser un Alma joven que vieja? Porque

cuando es más joven tiene menos experiencias mal vividas, un

Alma vieja…

Pero el Alma vieja también tiene muchas bien vividas y

tiene muchas posibilidades de rectificarlas por la experiencia.

Por eso un Alma joven tiene más riesgos de cometer errores. Un

Alma vieja los cometerá, pero los corregirá más rápidamente.

Continuando con el cambio, ahora entramos en el “NO

PUEDO” ¡Diosssss quiero, pero no puedo! Pues claro que no

puede, las memorias lo limitan. Ese individuo no puede hacer el

cambio, si no acepta primero el Conocimiento y comprende

que nada de lo que dice, hace, piensa, oye, es real. Que todo

es fruto de la personalidad adquirida que, amigos míos, nos

lleva por la senda del sufrimiento. El Samsara, al que se refería

nuestro amado Buda y que, desde el momento en que se

iluminó, no paró de transmitir en las Cuatro Nobles Verdades,

qué había que crear, para salir del sufrimiento.

No puedo hacer un cambio, si lo hago sufriendo. El

sufrimiento me copará toda la capacidad que mi pobre

cuerpo humano, templo que mi Alma, tiene para sobrevivir. Por

eso, todo aquello que nos supone sufrimiento y esfuerzo, no es

adecuadamente correcto para el cambio.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 129

Cuando conseguimos conocer, comprender y sobre

todo aceptar, nos damos cuenta de que es amable el cambio.

Es intuitivo, directo y nos está ofreciendo una oportunidad de

dar una vuelta a nuestra vida y a sus experiencias, para

desarrollar percepciones nuevas sobre ella.

Y aquí nos encontramos que, a veces, es tal nuestra

memoria y creencia, y está tan arraigada, que NO QUEREMOS

hacerlo y ahí entramos en el miedo. Ese hermano que nos lleva

siempre la delantera, tratando de evitar que suframos y al que

le hemos dado el protagonismo de nuestra vida. En este punto

es cuando pensamos que la culpa y las causas siempre están

fuera de nosotros.

Y es maravilloso lo que supone soltar el equipaje sobrante.

Es cuando, después de hacerlo, decimos “SI, SE PUEDE” Pues

claro que se puede, solo hay que intentarlo y veréis.

Por lo tanto:

- Si conozco, tengo ya el argumento para el cambio.

- Si puedo, es porque he liberado mis falsas creencias.

- Y si a pesar de eso NO QUIERO, entonces estoy pactando

vivir encadenado a la densidad, eternamente, porque a

cada una de mis encarnaciones la precede, el cambio.

Eso a lo que llamamos muerte y que solo nos brinda la

oportunidad de romper con las estructuras y empezar de

cero.

Vale la pena esforzarse en conocer y aprender a llevar a

cabo todos los cambios que se nos presenten, porque en

cada uno de ellos, la VIDA, a lo que llamamos vida, nos

muestra la posibilidad de mejorar.

No hay nadie que después de un cambio diga que está

peor que antes.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 130

Creo que lo mejor es que nos esforcemos, sin dolor y que

tratemos de llevar a cabo un CAMBIO. Por eso os aconsejo, que

lo probéis y contéis con nosotros si os parece oportuno.

Desde el principio de la Humanidad, hemos estado

viviendo, ciclo tras ciclo, a las órdenes de todo aquello que

estaba fuera de nosotros y que el universo mental, dual y

totalmente polarizado nos ha ido mostrando, creyendo en todo

momento que el exterior pensaba en nuestro bien. A estas

alturas ya estamos siendo los protagonistas de nuestras

actuaciones y cómo no, de nuestras decisiones.

No podemos eludir más nuestra responsabilidad ante

nuestro propio proceso y el de las civilizaciones venideras, de

las cuales seguiremos formando parte.

Comprender estos puntos, hace que entendamos

también que no estamos hablando de un cambio de 24 horas,

sino de la puesta en marcha de una nueva conciencia y

Consciencia que apoyen a la Nueva Humanidad. Al mismo

tiempo que los pasos que estemos dando en este parte del

camino, en esta vida, indiscutiblemente estarán preparando

nuestros pasos futuros de las vidas siguientes.

Ahora si puedo responderos, el por qué nos resistimos al

cambio. Nos resistimos al cambio, porque no conocemos la

NATURALEZA DE LA MENTE y mucho menos cómo funciona y

somos esclavos de nuestras memorias celulares, de nuestros

registros equivocados y de todo lo que hemos adquirido como

cierto y de lo cual empezamos a dudar.

Y hasta que no llegamos a ese punto, de aceptación e

integración, el inicio del cambio sí supone sufrimiento, por el

enfrentamiento a las memorias, a los registros…

Creo que el cambio, el momento de cambio del que

hablas, no existe. Creo que es un proceso. Lo único que existe

es la elección. Hay un momento en que uno decide, ya está

bien. Y en ese “ya está bien” está atrayendo hacia sí mismo, las

energías de cambio.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 131

La pregunta quedaría más clara si dijéramos: ¿Por qué

cuando empezamos a hacer el cambio todo es doloroso,

sufrimiento, perdemos cosas…?

Imaginemos que en la franquicia hay dos socios al 50%.

Los dos han sido formados por el mismo Espíritu, por la misma

empresa original, pero los dos quieren ser gerentes. Entonces

cuando uno hace algo, el otro quiere hacer más, para que la

empresa principal vea sus méritos. ¿Qué ocurre entonces? Que

hay una parte en nuestro proceso, que es la densidad,

oscuridad, nuestra sombra, y hay otra parte que es la Luz.

Ninguna es mejor que la otra, las dos son necesarias, pero

una, la Luz, no lucha, sólo está. La oscuridad para mantenerse

tiene que luchar y, cuando ve que pierde escaños, empieza a

luchar muchísimo y en esa lucha quiere limitar la personalidad

del cuerpo que ocupa. ¿Por qué la quiere limitar? Porque sabe

que pierde un sitio, sabe que pierde un lugar, sabe que ya se

ha acabado dirigir a través de la mente, sabe que ya no hay

lugar para esos juegos y entonces cuanto más ve que se la

desplaza, más intenta luchar por su espacio. Y cuanto más

lucha, más potencia a la Luz.

Cuando acepté el trabajo que me encomendaron, sabía

que mi única labor era dejarme fluir y aceptar el cambio que

se ponía delante de mí, sin ningún tipo de resistencia. Eso es lo

que estoy haciendo, al ofrecer con humildad mi colaboración

en él, difundir la verdad de quiénes somos y porqué estamos

aquí, cumpliendo así con mi humilde parte en el Proceso Global

de Cambio de la Humanidad.

Por eso os digo, daros la oportunidad, permitiros la NO

RESISTENCIA y fluir con el Universo, no de palabra sino de hecho.

Aceptar los cambios como parte de nuestro fluir en las Leyes

Universales, en su mecánica y en su desarrollo, para un Planeta

mejor y una Humanidad más evolucionada.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 132

- Vivir para el Planeta, no es vivir con el Universo, solo es

una parte.

- Vivir para nuestra estabilidad, no es vivir por la estabilidad

humana, solo es una mínima parte.

- Vivir creyendo que vivir es un esfuerzo, no es Vivir.

- Todo lo que es esfuerzo no es Evolución, es purificación

de lo no comprendido.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 133

Conclusión

“Creo que lo más hermoso, sencillo, completo, y sublime

que podríamos decir es “Gracias Universo y a todos los

que lo componemos, por permitirnos manifestar aquí y

ahora todo lo que somos. No hay cambio, no existe, son

estados de Consciencia, es proceso de Evolución, pero

evidentemente si no existiera todo eso, el Universo estaría

muerto. La vida del Universo es precisamente el cambio,

la muerte”.

Permitirme con todo el cariño que os tengo, que os regale

una experiencia, que para mí ha sido sencillamente

magistral. “Relativizar todo lo que experimentamos,

dignifica, suaviza y disuelve todo sufrimiento”.

Mª Rosa Miranda Marín: Entre el Cielo y la Tierra, Nosotros. Vol. II. 4ª Entrega:

“La Tierra escuela de aprendizaje del Alma” 134

Índice

Introducción 4

Nosotros y el Planeta Tierra 9

La Tierra, escuela de aprendizaje 22

¿Quién viene a la Tierra, por qué y para qué? 51

¿Cómo hay que entender la Ley del Karma? 62

¿Qué se nos requiere? 72

¿Por qué nos resistimos al cambio? 118

Conclusión 133