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3 CURSO Educación e inclusión, hacia una educación de calidad con equidad
Módulo 6 Interculturalidad
y atención a la diversidad
Unidad 1 Contexto regional y local. Una realidad
multiétnica
Autor: Francisco Sapón Orellana Readecuación: Mara Alvarez y Tania Zepeda Diseño de gráficas e insumos: Armando Mayorga
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN PARA LA FORMACIÓN DE FORMADORES
CON ÉNFASIS EN EDUCACIÓN PRIMARIA
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
2 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
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Índice
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN PARA LA FORMACIÓN DE FORMADORES
CON ÉNFASIS EN EL NIVEL PRIMARIO .......................................................................................3
CURSO 3: EDUCACIÓN E INCLUSIÓN, HACIA UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD CON EQUIDAD ..............3
Módulo 6: Interculturalidad y atención a la diversidad ............................................................................ 3
Unidad 1: Contexto regional y local. Una realidad multiétnica, pluricultural y multilingüe .....3
Descripción de la Unidad 1 ......................................................................................................................3
1. Introducción ...........................................................................................................................................4
2. La cultura y sus definiciones ..............................................................................................................5
a. Etnicidad ........................................................................................................................................................... 5
b. Cultura y diversidad cultural ...................................................................................................................... 8
c. Lenguaje y diversidad lingüística ............................................................................................................ 11
3. La diversidad latinoamericana en cifras ........................................................................................ 14
a. Contexto mundial ........................................................................................................................................ 14
b. Contexto latinoamericano ......................................................................................................................... 17
c. Contexto centroamericano ........................................................................................................................ 19
4. Características de los pueblos indígenas de Guatemala ............................................................. 22
a. Datos generales ............................................................................................................................................. 22
b. Pueblo maya ................................................................................................................................................. 26
c. Pueblos garífuna y xinka ............................................................................................................................ 28
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
3 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN PARA LA FORMACIÓN DE FORMADORES
CON ÉNFASIS EN EL NIVEL PRIMARIO
CURSO 3: EDUCACIÓN E INCLUSIÓN, HACIA UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD CON EQUIDAD
Módulo 6: Interculturalidad y atención a la diversidad
Unidad 1: Contexto regional y local. Una realidad multiétnica, pluricultural y multilingüe
Descripción de la Unidad 1
La primera Unidad ofrece datos estadísticos sobre las diversas culturas, etnias e idiomas en
Latinoamérica, con énfasis en Guatemala. Asimismo, presenta las características de los tres
pueblos indígenas del país, a saber, maya, xinka y garífuna. Al concluir la Unidad se espera que
el estudiante sea capaz de exponer una visión sintética del carácter multiétnico, pluricultural y
multilingüe de la nación.
Unidad 1
Contexto regional y local: una realidad
multiétnica, pluricultural y multilingüe
1. Introducción
2. La cultura y sus
definiciones
3. La diversidad
latinoamericana en cifras
4. Características de pueblos
indígenas de Guatemala
a. Etnicidad
b. Cultura y diversidad cultural
c. Lenguaje y diversidad lingüística
a. Contexto mundial
b. Contexto latinoamericano
c. Contexto centroamericano
a. Datos generales
b. Pueblo maya
c. Pueblos garífuna y xinka
Figura 1: Descripción de la Unidad
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
4 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
1. Introducción
De acuerdo con Skutnanbb-Kangas, Maffi & Harmon (2003), el carácter distintivo de la cultura y
la lengua ha constituido los fundamentos sobre los cuales las sociedades humanas han
establecido sus propias identidades. En ese sentido, pensamos en “nosotros” como hablantes de
determinadas lenguas y nos adherimos a ciertas religiones, costumbres, valores y visiones del
mundo que nos parecen obvias. De esa cuenta, las sociedades se han relacionado entre sí a partir
de estas u otras características distintivas. Cuando los individuos hablan la misma lengua y
poseen iguales creencias, se sienten parte de un “nosotros”. En esa lógica, a quienes hablan otras
lenguas y tienen diferentes costumbres y creencias, se les considera “otros”.
Tan solo en los 21 países de América Latina hay al menos 522 pueblos indígenas. Según los
censos oficiales publicados entre 2000 y 2008, la población indígena entre la Patagonia y el norte
de México asciende a 28 858 580, lo cual representa al 6% del total de habitantes en la región
(479 824 248). En total, hablan 420 lenguas distintas, de las cuales 103 son idiomas
transfronterizos que se utilizan en dos o más países (el 24.5 %). En suma, esta región cuenta con
la mayor riqueza de familias lingüísticas en el mundo (Sichra [ed.], 2009).
En Guatemala, cuyo territorio es de 108 889 km², habitan cuatro pueblos y se reconocen
veinticinco comunidades lingüísticas. La lengua franca es el castellano, y también se habla xinka,
garífuna y veintidós idiomas que pertenecen a la familia lingüística maya: achi, akateko,
awakateko, chalchiteko, ch’orti’, chuj, itza’, ixil, jakalteco (popti), kaqchikel, k’iche’, mam,
mopan, poqomam, poqomchi’, q’anjob’al, q’eqchi’, sakapulteko, sipakapense, tektiteko, tz’utujil
y uspanteko. La realidad lingüística del país es variada y presenta una gran dispersión de los
idiomas, por lo cual su mapa lingüístico figura como un mosaico de lenguas, con fronteras
lingüísticas bien marcadas (Verdugo, 2009).
Para facilitar la comprensión de este contexto, la Unidad 1 consta de cuatro ejes temáticos: el
primero comprende una serie definiciones sobre etnia, cultura y lengua. El segundo, datos
cuantitativos sobre la diversidad cultural en América Latina; inicia desde una visión general, para
luego enfocarse en Suramérica y Centroamérica, con énfasis en Guatemala. El tercero,
finalmente, ofrece un repaso de las valoraciones sobre tal diversidad, con base en tres categorías
(visiones coloniales, visiones republicanas y visiones indígenas).
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2. La cultura y sus definiciones
En este apartado se exponen conceptos fundamentales para abordar la diversidad étnico-cultural
y su relación con la educación en Guatemala, en el siguiente orden: etnicidad, cultura, diversidad
cultural, lenguaje y diversidad lingüística.
a. Etnicidad
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2005), la
primera vez que se registra el uso del término “etnicidad” es en 1953, por parte del sociólogo
David Reisman, aunque el término “étnico” es mucho más antiguo y se deriva de la voz griega
ethnos, la cual a su vez se deriva del término ethnicus (originalmente, “pagano”). En inglés, el
término fue empleado con tal significado desde la mitad del siglo XIV hasta la mitad del siglo
XIX, cuando gradualmente se utilizó para referirse a características raciales. En los Estados
Unidos, alrededor de la Segunda Guerra Mundial, el concepto “étnico” se utilizó para referirse a
los judíos, italianos e irlandeses, entre otras poblaciones consideradas inferiores a los grupos
dominantes, de ascendencia británica. Desde la década de 1960, tanto los términos “étnico”
como “etnicidad” fueron acuñados por la antropología social anglosajona. No obstante, ambos
tienen múltiples acepciones, de modo que no siempre se definen con claridad al ser utilizadas. En
todo caso, hay un cierto consenso en que la etnicidad tiene que ver con la clasificación de las
poblaciones y las relaciones entre grupos.
Según el PNUD, en el ámbito de la antropología social, “etnicidad” se refiere a aquellos aspectos
de las relaciones entre grupos que se consideran a sí mismos, y son considerados por otros, como
culturalmente distintivos. Aunque el discurso relativo a la etnicidad tiende a concentrarse en
unidades subnacionales o en minorías, las mayorías y los grupos dominantes no son unidades
menos “étnicas”. Igualmente, hay un cierto consenso en que los “grupos étnicos” suelen
presentar, aunque en diversos grados, lo siguientes rasgos característicos:
Un nombre propio, que identifica y expresa la “esencia” de la comunidad que denomina.
Un mito acerca de la existencia de un ancestro común, e incluye la idea de un origen
común, en tiempo y lugar, que le da al grupo un sentido de parentesco y de pertenencia a
“una familia mayor”.
Una memoria histórica compartida, o memorias compartidas de un pasado común,
incluyendo héroes, eventos y su conmemoración.
Uno o más elementos de una cultura común, que no necesita ser especificada pero que
incluye generalmente a la religión, las costumbres, las tradiciones y el idioma.
Un vínculo con una tierra natal/ancestral, aunque no necesariamente implica ocupación
física; es suficiente la conciencia del vínculo simbólico con ella.
Un sentido de solidaridad de parte, cuando menos, de algunos segmentos de su población.
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6 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Como se expone en la misma fuente, los enfoques basados en la etnicidad enfatizan las
relaciones entre grupos y plantean que la causa de las diferencias socialmente reconocidas no
radica en la cultura, sino en la identidad que se crea a partir de las relaciones con otros grupos.
De esta cuenta, las relaciones “étnicas” surgen de la identificación con un colectivo con el que se
comparte un origen, manifestado en unos rasgos culturales o raciales, en oposición a otros con
los que no se comparte.
Si bien las categorías étnicas presuponen diferencias culturales, no puede suponerse una simple
relación de paridad entre las unidades étnicas, y las similitudes y diferencias culturales. Los
rasgos que se toman en cuenta no son la suma de las diferencias “objetivas”, sino solamente
aquellos que los actores mismos consideran significativos. Algunos rasgos culturales son
utilizados por los actores como emblemas de diferencia, mientras que otros son pasados por alto
y, en algunas relaciones, hay diferencias radicales que son desdeñadas. Así pues, relaciones
étnicas, en vez de hacer desaparecer las diferencias culturales entre los grupos, hace que se
refuercen, porque ciertos elementos culturales ejercen como catalizadores de la diferencia, y
cambian conforme cambian las relaciones y el contexto en que se dan. El grupo existe por su
contraste con el otro, contraste que se expresa en los marcadores culturales –por ejemplo, la
vestimenta o el idioma–.
Tras el surgimiento del capitalismo y del Estado moderno, la etnicidad y el referente de
diferencia y diversidad que ofrece, entra en conflicto con el requerimiento de los Estados, de
base nacional. Ello, porque requerían que todo ciudadano se integrara, en unidad y
homogeneidad, a ese proyecto de sociedad. Así, emergieron conflictos en varios Estados cuya
composición étnica era diversa. A esto suma que el colonialismo haya trazado fronteras y
constituido Estados sin tomar en cuenta las identidades étnicas; el que la etnicidad
frecuentemente haya constituido un referente de los conflictos sobre la distribución de los
recursos; y el que en algunos Estados se haya empleado ideologías racistas para excluir a ciertos
grupos con base el color de la piel, la cultura o estereotipos físicos.
Un nombre propio, que
identifica y expresa la
“esencia” de la comunidad
que domina.
Un mito acerca de la
existencia de un ancestro
común, e incluye la idea de
un origen común, en tiempo
y lugar, que le da al grupo
un sentido de parentesco y
de pertenencia a “una
familia mayor”.
Una memoria histórica
compartida, o memorias
compartidas de un pasado
común, incluyendo héroes,
eventos y su
conmemoración.
Uno o más elementos de
una cultura común, que no
necesita ser especificada
pero que incluye
generalmente a la religión,
las costumbres y
tradiciones y el idioma.
Un vínculo con una tierra
natal/ancestral, aunque no
necesariamente implica
ocupación física; es
suficiente la conciencia del
vínculo simbólico con ella.
Un sentido de solidaridad
de parte, cuando menos, de
algunos segmentos de su
población.
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Los “grupos étnicos”
suelen presentar, aunque
en grados diversos, seis
rasgos característicos:
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Para más detalles sobre el uso y evolución del concepto, puede visitar los siguientes enlaces:
El debate contemporáneo en torno al concepto de etnicidad
Diversidad étnico-cultural: la ciudadanía en un Estado plural
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8 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
b. Cultura y diversidad cultural
Según Cortés & Martínez (1992), el término “cultura” proviene del latín cultus, una forma del
verbo colere, que inicialmente significaba “cultivar”. A su vez, el significado de cultus se
relacionaba con el estado de un campo cultivado. En tanto que el cultivo de un campo precisa de
un constante esfuerzo, el sustantivo cultus adquirió, por una parte, el significado de “cuidado” y
llegó a significar “culto”, en el sentido religioso. Asimismo, llegó a considerarse “culto” a todo
ser humano que “cultivase” su espíritu, al considerar el espíritu como un campo. Sin embargo, a
partir de los siglos XVII y XVIII, el término se amplió y desde entonces designa a aquello que el
ser humano añade a la naturaleza, sea en sí mismo (cultivo de su espíritu), sea en otros objetos,
tales como utensilios, herramientas, procesos técnicos, etc., (de donde surge la idea de “bienes
culturales” o de “cultura material”), de manera que la cultura se entiende como la intervención
consciente del ser humano frente a la naturaleza. A la fecha, en síntesis, el término se puede
definir como aquella información transmitida entre miembros de una especie, por aprendizaje
social; es decir, por imitación, educación, enseñanza o asimilación.
Se trata, pues, del conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos, que caracterizan a una sociedad o a un grupo social; el cual abarca, además de las artes
y las letras, modos de vida, derechos fundamentales del ser humano, sistemas de valores,
tradiciones y creencias (Kutukdjian & Corbett, 2009). Es una elaboración comunitaria, a través
de la cual los individuos se reconocen, autorrepresentan y asignan significaciones comunes al
mundo que los rodea; cuyas fuentes, tradicionalmente, se encuentran en ámbitos históricos o
espaciales precisos o en áreas geográficas específicas marcadas por la presencia de pueblos o
etnias, una historia política o creencias religiosas compartidas (Montiel, 2010).
La Cultura es una elaboración
comunitaria, a través de la cual los
individuos:
Se reconocen
Se autorrepresentan
Asignan
significaciones
comunes al mundo
Además de lo señalado, como precisan Kutukdjian y Corbett (2009), el concepto “cultura” tiene
dos significados, los cuales, aunque diferentes, son complementarios. En primer lugar, la cultura
es la diversidad creativa plasmada en las “culturas” concretas, con sus tradiciones y expresiones
materiales e inmateriales únicas. En segundo lugar, la cultura (en singular) alude al impulso
creativo que se halla en el origen de tal diversidad de “culturas”. Estos significados, uno que se
toma a sí mismo como referente y otro que se transciende, son indisociables y constituyen la
clave de la fructífera interacción de todos los pueblos en el contexto de la mundialización.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
9 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
De esta cuenta, como señala el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD,2005),
una cultura siempre está marcada por la historia que la precede. Se transformará según cambian
las condiciones de vida, por cambios tecnológicos, políticos o sociales, o nuevos procesos
migratorios de gran magnitud, como lo fue en su momento la emigración rural-urbana y en la
actualidad, las migraciones a los Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo. La cultura,
entonces, se forma de una combinación de elementos, como el idioma, la vestimenta y las
costumbres, a partir del contacto con otros grupos: aquello que era la cultura de los pobladores
de lo que ahora es Guatemala provenía de una matriz maya, la cual a su vez era parte de un
entorno mesoamericano, en esos momentos dominado políticamente por los nahuas. Del mismo
modo, las formas culturales de los españoles, entonces reconocidos como “castellanos”, eran una
mezcla que surgía desde unas raíces celtas e íberas, las cuales habían sido unificadas por los
romanos y después los visigodos, y a los que se habían unido elementos árabes, judíos y de la
Europa medieval cristiana.
Como señalan Kutukdjian & Corbett (2009), la mezcla de culturas a lo largo de la historia se ha
manifestado en diversas formas y prácticas culturales, desde los intercambios e importaciones
culturales (las rutas de la seda) hasta las imposiciones de valores culturales por medio de la
guerra, la conquista y el colonialismo. No obstante, incluso en el caso extremo de la esclavitud,
se producen intercambios que, a través de ciertos procesos concretos de aculturación inversa, son
asimilados por la cultura dominante. En nuestros días, el reconocimiento de la universalidad de
los derechos humanos permite pensar en auténticos intercambios culturales, en condiciones de
igualdad.
Según la misma fuente, un término íntimamente asociado a la cultura es el de “diversidad
cultural”, el cual señala un hecho innegable mundial. Existe una gran variedad de culturas que es
posible distinguir rápidamente a partir de observaciones etnográficas, aun cuando los límites que
marcan las lindes de una cultura específica sean más difíciles de determinar de lo que parece a
primera vista. Ahora bien, los discursos sobre esta se han asociado con significados tan diversos
como cambiantes. Hay quienes comprenden la diversidad cultural como algo intrínsecamente
positivo –en tanto que se refiere a un intercambio de la riqueza inherente a cada cultura del
mundo–, mientras que otros asumen las diferencias culturales como la causa de numerosos
conflictos, en tanto que invisibilizan los elementos comunes a todos los seres humanos.
En el contexto guatemalteco se pueden identificar dos enfoques fundamentales sobre la
diversidad cultural: la “ladinización” y la “interculturalidad”. De acuerdo con el PNUD (2005),
el primer enfoque propone castellanizar a los indígenas, para incorporarlos a la nación. El
segundo, en cambio, reconoce las diferencias y pretende promover relaciones armónicas para
desarrollar fórmulas de convivencia entre diferentes grupos culturales. Como se analizará en la
siguiente Unidad de este Módulo, en la interculturalidad subyace la idea de aceptar que ninguna
cultura es intrínsecamente superior a otra.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
10 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
A modo de síntesis, en el siguiente gráfico se resumen tres ideas fundamentales para este curso:
La cultura
El concepto “cultura” tiene dos significados. Por un lado, se refiere a la diversidad
creativa plasmada en las “culturas” concretas, con sus tradiciones y expresiones
materiales e inmateriales únicas. Por el otro, alude al impulso creativo que se halla en el
origen de tal diversidad de “culturas”.
La cultura se forma de una combinación de elementos, como el idioma, la vestimenta y
las costumbres, a partir del contacto con otros grupos: lo que era la cultura de los
pobladores de lo que ahora es Guatemala provenía de una matriz maya, la cual a su vez
era parte de un entorno mesoamericano, en esos momentos dominado políticamente por
los nahuas.
El término “ diversidad cultural ” ala un hecho innegable a nivel mundial: existencia de
una gran variedad de culturas ,que se puede distinguir rápidamente a partir de
observaciones etnográficas.
Para más detalles sobre el desarrollo del concepto, consulte los enlaces sugeridos:
Culturas y lenguas: la impronta cultural en la interpretación lingüística
Invertir en la diversidad cultural y el diálogo intercultural
Guatemala multicultural, (pp. 33-37, Culturas e interculturalidad en Guatemala)
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11 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
c. Lenguaje y diversidad lingüística
De acuerdo con Galdames, Walqui y Gustafson (2011), es a través del lenguaje y del idioma que
los seres humanos aprendemos a ser participantes del mundo social al cual pertenecemos, a
valorar, y a decidir qué es bonito, feo, deseable, prohibido o rechazable. A quién se le llama
mamá, a quién papá, hermano, qué significan las palabras casa, hogar y tierra. Por eso asociamos
nuestra lengua con nuestra identidad: somos nuestro idioma, y el vínculo que se establece entre
lo que decimos, cómo lo decimos y quiénes somos es inseparable. Según el Acuerdo sobre
Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, el idioma es uno de los pilares sobre los cuales se
sostiene la cultura, siendo en particular el vehículo de la adquisición y transmisión de la
cosmovisión indígena, en sus conocimientos y valores culturales.
La diversidad lingüística refleja la adaptación creativa de los grupos humanos a los cambios en
su entorno físico y social. Por lo tanto, las lenguas no son solamente un medio de comunicación,
sino que representan la estructura misma de las expresiones culturales y son portadoras de
identidad, valores y concepciones del mundo (Kutukdjian & Corbett, 2009). De ahí que todos los
idiomas que se hablan en Guatemala merezcan igual respeto. Si bien entre las lenguas existen
semejanzas y diferencias, todas poseen los mismos elementos básicos: las habladas tienen
sonidos, palabras, categorías gramaticales y oraciones. Las diferencias estriban en la forma en
que decimos las cosas, la manera en que nuestras lenguas utilizan los elementos básicos posibles,
así como la influencia de los diferentes entornos biológicos y sociales. Las diversas lenguas han
desarrollado vocabularios distintos para expresar tales diferencias. No es de esperar que las
lenguas del desierto del Sáhara posean docenas de palabras para designar a los distintos tipos de
nieve o renos, o que haya una multitud de palabras para nombrar a los diversos tipos de arena y
camellos en las lenguas del Polo Norte. Si en ocasiones se dice que las lenguas son el "ADN de
las culturas", es porque han codificado el conocimiento cultural que cada uno de los pueblos han
heredado de sus antepasados, y porque cada generación enriquece tal legado (Skutnanbb-Kangas,
Maffi, & Harmon, 2003).
Ahora bien, aunque se trate de conceptos vinculados a nuestra cotidianidad, con frecuencia son
empleados arbitrariamente. En concreto, como señala Alvar (2007), las nociones de lengua,
dialecto y habla, frecuentemente, se emplean con imprecisión. Según este autor, la primera se
refiere al sistema lingüístico del que se vale una comunidad de hablantes. La segunda, a su vez,
alude a las peculiaridades expresivas propias de una región determinada, de modo que se trata de
peculiaridades regionales dentro de la lengua común. La tercera, en cambio, es un sistema de
signos desgajado de una lengua común, viva o desaparecida; normalmente con una concreta
limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación frente a otros de origen común.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
12 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Zecchetto (2008), del mismo modo, señala con base en las distinciones de Saussure que el
lenguaje es una institución humana, pero sin ninguna relación natural con su objeto; es decir, que
es un puro consenso social que se demuestra dada la variedad de lenguas existentes. De esa
cuenta, el habla es el lenguaje en acción, es la ejecución individual de cada hablante. La lengua,
por lo tanto, es la estructura, el mecanismo, los códigos referenciales que utilizan los individuos
para hablar, sin los cuales no sería posible el habla. La lengua es la parte social del lenguaje,
exterior al individuo, que solo existe en virtud de una especie de contrato entre los individuos de
una comunidad. A diferencia del habla, la lengua es un objeto que se puede estudiar de forma
separada; incluso si una lengua se considera muerta, podemos asimilarnos perfectamente su
organismo lingüístico. En suma, todos los que hablan cierto idioma (por ejemplo, español,
quiché o inglés), tienen en común una lengua, es decir, un sistema. Sin embargo, tal lengua se
manifiesta de diferentes modos en los actos del habla.
El término lengua se refiere a la
estructura, al mecanismo, a los
códigos referenciales que utilizan
los individuos para hablar y a la
parte social lenguaje.
Es exterior al individuo, que solo
existe en virtud de una especie
de contrato entre los individuos
de una comunidad.
El habla es el lenguaje en
acción, es la ejecución individual
de cada hablante.
Todos los que hablan cierto
idioma tienen en común una
lengua, es decir, un sistema.
HablaLengua
Los términos lengua e idioma se
pueden considerar como
sinónimos, y su uso es correcto
para referirse a cada uno de los
idiomas del mundo. Sin embargo,
en el contexto guatemalteco, se ha
extendido la incorrecta
incomprensión de las lenguas
indígenas como inferiores al idioma
español.
Además de las anteriores, también existen otras confusiones que conviene reflexionar, sobre todo
respecto a las lenguas indígenas. Según el Colectivo por la revitalización de la ciencia maya
(2013), en el contexto guatemalteco, los términos dialectos o lenguas han sido tipificados como
inferiores a un idioma. En tal sentido, subrayan que si bien los términos lengua e idioma se
pueden considerar sinónimos, y aunque su uso sea correcto para referirse a cada uno de los
idiomas del mundo, se debe rechazar el uso de “lengua” cuando no exprese su significado
exacto, a saber: expresión verbal o sistema de comunicación propio de un pueblo. Es decir,
cuando no se refiera al sistema lingüístico considerado en su estructura, con todas sus reglas y
estructuras gramaticales. Ello, porque en el país es usual escuchar que alguien se refiera a los
idiomas mayas como “lenguas”, con la intención de desvalorizarlos o enfatizar una supuesta
inferioridad respecto al español.
De acuerdo con Bokova (2011, 2012), todas las lenguas están vinculadas entre sí por sus
orígenes y los préstamos que se hacen unas a otras, pero cada una es una fuente única de sentido
para comprender, escribir y expresar la realidad. En consecuencia, la pérdida de un idioma
constituye un empobrecimiento para la humanidad, pues cada idioma entraña un patrimonio
cultural que amplía nuestra diversidad creadora. Algunas lenguas de pueblos indígenas, por
ejemplo, entrañan conocimientos sobre la biodiversidad o la gestión de los ecosistemas
específicos.
Para concluir esta sección, con base en el ya citado informe del PNUD (2005), conviene acotar
que la identificación de lo lingüístico con lo étnico se debe a la importancia del sentido
unificador, colectivo, que tiene el idioma en la identidad básica y en otras expresiones de la vida
social. Sin embargo, entre los pueblos indígenas existe una diversidad que no siempre tiene que
ver estrictamente con lo étnico. Las diferentes formas de vida, adaptación al medio y rasgos
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
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socioculturales también pueden llegar a formar grupos, dentro de un pueblo. A continuación un
ejemplo del pueblo maya, que cuenta con veintidós comunidades lingüísticas, como se expone
más adelante. Los mames, quichés y kaqchikeles que habitan la costa sur, independientemente de
sus diferencias lingüísticas, comparten formas de inserción ocupacional que los diferencian de
los mismos pueblos en el altiplano, los cuales no son migrantes temporales. Del mismo modo,
los quichés de Cunén comparten con los ixiles de Nebaj un entorno ambiental que no comparten
con los quichés de Quetzaltenango.
Opcional
Para más detalles sobre el desarrollo del concepto, consulte los siguientes enlaces:
Hacia los conceptos de lengua, dialecto y hablas
Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, con motivo del Día
Internacional de la Lengua Materna, 2011
Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, con motivo del Día
Internacional de la Lengua Materna, 2012
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3. La diversidad latinoamericana en cifras
A lo largo de esta sección, se presentan datos cuantitativos sobre la diversidad cultural y
lingüística en América Latina. Primero, se ofrece una visión general del subcontinente, luego se
exponen las características de Centroamérica y, finalmente, las de Guatemala.
A modo de introducción, vea el vídeo Los idiomas sí que cuentan.
a. Contexto mundial
La necesidad de analizar la diversidad no es producto de un discurso sesgado sobre la realidad,
sino que es un hecho palpable, tal como enfatizan Chapela y Ahuja (2006). En el mundo hay más
de 220 países y casi todos son tanto multilingües como multiculturales, es decir, casi todos están
formados por poblaciones con diferentes lenguas y que viven de acuerdo con sus culturas,
frecuentemente milenarias. A lo largo del planeta, hay cerca de cinco mil culturas y alrededor de
seis mil lenguas.
Según datos de la Secretaría del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones
Indígenas (2009), los pueblos indígenas representan la mayor parte de la diversidad cultural del
mundo, aunque constituyen una minoría numérica. En el planeta hay aproximadamente 370
millones de personas indígenas, distribuidas en unas 5 000 culturas, que ocupan el 20 % de la
superficie terrestre y representan el 5 % de la población mundial. Dado que esos pueblos han
quedado excluidos de los procesos de adopción de decisiones y de los marcos normativos de los
Estados nación, y a que han sido objeto de procesos de dominación y discriminación,
erróneamente se ha considerado que sus culturas son inferiores, primitivas, intrascendentes,
como se verá más adelante en este curso.
Según datos recopilados por Sichra (2009), en África se reportan actualmente cerca de 2000
lenguas. En Asia del Sur, alrededor de mil quinientas lenguas. En Nueva Guinea, unas 1 000. En
América Latina, 420. El Informe Mundial sobre la Diversidad Cultural de la Unesco (Kutukdjian
& Corbett, 2009) precisa que la mitad de las lenguas vivas que existen actualmente en el mundo,
entre 6 000 y 8 000, son habladas por menos de 10 000 personas y cada dos semanas desaparece
una de ellas. Cerca del 97 % de la población mundial habla el 4 % de los idiomas, mientras que
solo un 3 % habla el 96 % restante. De mantenerse esta tendencia, cerca del 90 % de los idiomas
actuales podría desaparecer en los próximos 100 años (Foro Permanente de las Naciones Unidas
para las Cuestiones Indígenas, 2009).
Del total de lenguas a la fecha, alrededor del 43 % está en peligro de extinción, de acuerdo con el
Atlas de las Lenguas del Mundo en Peligro (Moseley, 2010). De ese 43 %, el 3.85 % están
extintas desde 1950, tal como se muestra en el siguiente gráfico sobre la vitalidad de las lenguas
del mundo. A continuación algunos detalles sobre la nomenclatura empleada. Este atlas cataloga
como vulnerables a las lenguas que son habladas por la mayoría de los niños de la comunidad
lingüística, pero cuyo uso puede estar restringido a determinados ámbitos (el hogar familiar, por
ejemplo). Clasifica en peligro a aquellas que no son aprendidas desde la infancia, en el hogar.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
15 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Considera como seriamente en peligro a las que son usadas únicamente por los abuelos y
bisabuelos, de modo que los miembros de la generación parental, aunque pueden comprenderla,
no la hablan entre sí, ni con sus hijos. Finalmente, cataloga como en situación crítica a las
lenguas cuyos únicos hablantes son los abuelos y bisabuelos, pero que las usan parcialmente y
con escasa frecuencia.
Ffuente: Moseley (2010).
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
16 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Según el mismo informe de Unesco (Kutukdjian & Corbett, 2009), muchas comunidades
lingüísticas se han dispersado a lo largo del mundo, como consecuencia de las migraciones, la
expansión colonial, los desplazamientos de refugiados o la movilidad profesional. Tan solo entre
1860 y 1920, se estima que emigraron a los Estados Unidos al menos 30 millones de personas.
En 2006, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
contabilizó unos 14.3 millones de refugiados en el mundo. Hacia fines del decenio de 1990, 1.5
millones de mujeres asiáticas trabajaban fuera de sus países.
Figura 7: Flujos de trabajadores migrantes. Fuente: Simon, 1995; Unesco, 1998; CNRS-Universidad de Poitiers, Migrinter; Agence
France Presse, Reuters y Philippe Rekacewicz (Le Monde Diplomatique). Actualizado en diciembre de 2005. (Kutukdjian & Corbett,
2009).
Para más detalles sobre la diversidad de idiomas y pueblos indígenas a nivel mundial, consulte
los enlaces:
Resumen de la situación de los pueblos indígenas del mundo
Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
17 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
b. Contexto latinoamericano
En este apartado se resumen los contenidos del Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en
América Latina, según el cual hay 522 pueblos indígenas en dicha región. En sus páginas,
literalmente, se lee:
La sistematización de información oficial realizada con ocasión de la elaboración del
Atlas en DVD arroja un total de 522 pueblos in enas en m rica atina tros
re istros an cuenta e rupos etnolin sticos (Barie 2005). Cruzando información
oficial con la que ofrecen los estudios incluidos en este volumen, podemos llegar hasta
659 en América Latina y cuatro más en países del Caribe insular, lo que nos lleva a un
total de 663. Sin embargo, cabe precisar que, así como resulta hoy difícil discernir quién
es o no indígena, no resulta más sencillo establecer qué debemos entender por pueblo
indígena.
Por su parte, en su recuento poblacional indígena, el Fondo Indígena opta por referirse
a la existencia de 626 etnias, cuando identifica la población indígena en sus países
miembros […] Es posible que la iferencia entre la cifra que reco e el tlas en DVD y la
del Fondo Indígena se deba al cálculo realizado: si se toma en cuenta a los pueblos
transfronterizos como una sola entidad, es obvio que el número disminuye
sustancialmente, pero si se toma ca a componente “nacional” e ca a uno e estos
pueblos, y no como una entidad supranacional, el número aumenta. Así, por ejemplo, si a
los quechuas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina se los considera un
solo pueblo, hay que restar cinco pueblos del total obtenido de la suma de pueblos que
habitan en cada país. Si, por el contrario, se suma el número de pueblos indígenas que
habita en cada país, la suma asciende entonces hasta 663 (Sichra, ed., 2009:60).
Según el citado atlas, en América Latina hay 420 lenguas indígenas en uso, 103 de las cuales son
transfronterizas (24.5 %), es decir, que se hablan en más de un país de la región. Es, por ejemplo,
el caso del quechua en la cita anterior. Del total, casi un quinto de los pueblos ha dejado de
hablar una lengua indígena, de modo que emplean únicamente el castellano o el portugués. Al
respecto, en la publicación se afirma:
Es muy revelador que la mayor pérdida lingüística tenga lugar en las áreas de primer
contacto con los colonizadores (costa noreste de Brasil, Andes norte de Colombia) y
donde se originaron las relaciones más tempranas entre indígenas y estados. Por otra
parte, la existencia e “pueblos sin len ua in ena” tambi n es resulta o el proceso
sociopolítico por el cual poblaciones se redescubren como pueblo indígena
(reetnización), después de haber estado desestructurados por siglos, o establecen una
nueva identidad (etnogénesis) que no se basa necesariamente en la memoria histórica
sino que surge por divisiones internas o también por la transformación cultural (Sichra,
ed., 2009:60).
Conviene tener presente que los datos citados en este atlas hacen las veces de marcos de
referencia, de modo que no pretenden constituir afirmaciones categóricas o cifras definitivas
sobre la diversidad de la región. Ello, porque los datos estadísticos oficiales resultan, todavía y a
menudo, poco confiables, tanto en lo que se refiere a la población indígena como a las lenguas
originarias. Tras dividir el área en según sus características geoculturales, la publicación ofrece
la siguiente tabla sobre la cantidad de pueblos indígenas, cuya población asciende a unos
29 464 000 habitantes. Si bien en principio se han identificado 522 pueblos, mediante esta
división la cifra asciende a 665, dados los siguientes escenarios. Por un lado, un país puede
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
18 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
pertenecer a más de un área geocultural. Eso ocurre, por ejemplo, en Belice, Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica, con pueblos que pertenecen tanto a Mesoamérica o Baja
Centroamérica y también al Caribe continental. Lo mismo sucede con Ecuador y Perú, con
presencia en la Amazonía y en los Andes; y con México, con pueblos en Mesoamérica y en
Oasisamérica. Por el otro, Un mismo pueblo puede tener presencia en más de un área. Es el caso
del quechua, con población en la Amazonía y en los Andes, o el guaraní, en el Chaco y la zona
oriental del Paraguay.
ÁREA GEOCULTURAL
CANTIDAD DE
PUEBLOS
INDÍGENAS
CANTIDAD DE
PAÍSES
INVOLUCRADOS
POBLACIÓN
INDÍGENA
ESTIMADA
Amazonía 316 9 1 400 000
Mesoamérica 77 3 12 500 000
Orinoquía 41 2 300 000
Andes 36 7 11 500 000
Chaco ampliado 35 4 500 000
Caribe continental 31 8 1 250 000
Baja Centroamérica 21 5 1 000 000
Oasisamérica 18 2 250 000
Llanuras Costeras del Pacífico 9 2 55 000
Patagonia 9 2 300 000
Isla de Pascua 1 1 4 500
Caribe Insular 4 4 5 500
Otras regiones no presentadas por separado
en el Atlas
67 3 400 000
Total 665 23 29 464 000
Fuente: Sichra (2009:65).
Con base en esta división ilustrativa, en el atlas se concluye que el área geocultural de mayor
diversidad étnica es la Amazonía, con 316 pueblos indígenas. Le siguen Mesoamérica,
Orinoquía, Andes y Chaco ampliado. Las áreas con menor presencia de pueblos, en cambio, son
la Llanura Costera del Pacífico, la Patagonia y la Isla de Pascua. Mesoamérica y los Andes son
las áreas geoculturales más pobladas, en tanto que Orinoquía y la Amazonía son las que menos
población indígena registran.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
19 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
En cuanto a la distribución de la población indígena por país, el atlas concluye que la presencia
indígena varía mucho de un Estado a otro. En un polo de la diversidad étnica se encuentran
Bolivia, Guatemala y Belice, pues se trata de países en los cuales los indígenas representan
porcentajes relativamente altos de la población total. En el otro extremo, se ubican El Salvador,
Costa Rica, Brasil, Paraguay, Venezuela y Argentina, en tanto países con bajo porcentaje de
población indígena. A continuación, la tabla del continuo de diversidad étnico-poblacional.
Más de 60 % 59-20 % 19-10 % 9-6 % 5-3 % 2-0.2 %
Bolivia Guatemala Belice Honduras Colombia Argentina
Guyana Nicaragua Chile Brasil
México Ecuador Costa Rica
Panamá Uruguay El Salvador
Perú Venezuela Guyana
Francesa
Paraguay
Surinam
Fuente: Sichra (2009:67).
Para más detalles sobre la diversidad de idiomas y pueblos indígenas a nivel mundial, consulte:
Definición de pueblos indígenas, según el atlas y convenios internacionales
Reseña de la discusión académica sobre la definición de pueblos indígenas
Introducción, Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina, tomo I
Países
c. Contexto centroamericano
De acuerdo con el Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina, grosso modo,
el istmo centroamericano comprende 7 países, 10 fronteras políticas y casi 35 millones de
habitantes. En una extensión de 533 000 km2 se asientan sociedades multiculturales y
multilingües, que albergan a grupos indígenas, afrocaribeños, mestizos y blancos. Si bien, a nivel
general, el índice de alfabetización es alto en Costa Rica y Panamá, respecto al resto de la región,
la población indígena tiene porcentajes bastante menores que la no indígena (diferencias de 15 %
y 30 %, respectivamente). En Nicaragua, en cambio, se observan menores diferencias entre
ambos grupos, aunque destaca un nivel general de alfabetización bajo.
De acuerdo con esta publicación, las lenguas y culturas del istmo se extienden desde Yucatán y
Chiapas, en México, hasta el archipiélago de Kuna Yala, en Panamá. Su presencia es masiva en
los altiplanos y las tierras bajas de Petén, en Guatemala, y se va dispersando al descender hacia
Honduras, El Salvador y Nicaragua. Dada su proximidad con Guatemala, a continuación se
ofrece un resumen de los datos publicados sobre los países de esta región:
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
20 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Una encuesta hecha el 2001 detectó 67 comunidades, en las cuales se observaba la persistencia de
rasgos y prácticas culturales indígenas. El estudio también identificó tres pueblos: Nahua/Pipil, Lenca y
Cacaopera. Las lenguas lenca y cacaopera no sobreviven en términos lingüísticos; mientras que la
lengua nahua o pipil es hablada por algunos ancianos y solo en familia.
En estos dos países confluyen pueblos y culturas en forma mucho más marcada que en el resto del
área. En Honduras, los garífunas se extienden a lo largo de la costa caribeña, hasta la desembocadura
del río Sico o Tinto, distribuidos en 43 pueblos. En las islas de la Bahía habitan grupos afrocaribeños,
hablantes de creole de base inglesa. Los pueblos Lenca y el pueblo Tolupán o Xicaque están
distribuidos en 28 tribus, en los municipios de Yoro, Olanchito, Victoria, Negrito, Yorito, Orica y Morazán;
la mayoría de ellos ya no habla una lengua indígena.
En Costa Rica existen 22, pertenecientes a los pueblos Maleku, Cabécar, Bribri, Térraba, Boruca,
Guaymí, Huetar y Chorotega. Estos dos últimos pueblos muestran un grado tan fuerte de aculturación
que se los puede considerar como campesinos de tradición indígena. En Panamá, los pueblos han
emprendido luchas para que el Estado reconozca comarcas indígenas. A la fecha, hay cinco: Kuna
Yala, Emberá-Wounaan, Madungandi, Ngöbe-Buglé y Wargandi, establecidas mediante leyes que
fueron promulgadas entre 1938 y 2000. Entre otras, aún falta definir la comarca Teribe-Naso, en estudio
desde 1977, y las tierras de los bribris, en la frontera con Costa Rica.
El Salvador
Honduras y
Nicaragua
Costa Rica y
Panamá
El Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina divide a la región
centroamericana en dos áreas: Mesoamérica y Baja Centroamérica (Sichra, 2009). La primera
comprende parte de México y de Centroamérica (la costa del Pacífico de Guatemala, Honduras,
El Salvador, Nicaragua y Nicoya, en Costa Rica). La segunda incluye el Atlántico de Honduras,
Nicaragua, Costa Rica y Panamá. En el área de Baja Centroamérica, tal como se muestra en la
siguiente gráfica, hay 1045 769 indígenas (4.42 % de la población total). Ello, sin tomar en
cuenta a la población afrodescendiente de Costa Rica y Panamá. Nótese que los datos sobre
Guatemala se expondrán en el siguiente apartado.
PAÍSES POBLACIÓN
TOTAL
POBLACIÓN
INDÍGENA
SEGÚN CENSOS
PORCENTAJE DE
POBLACIÓN
INDÍGENA
SEGÚN CENSOS
%
POBLACIÓN
INDÍGENA
SEGÚN OTRAS
FUENTES
PORCENTAJE DE
POBLACIÓN
INDÍGENA
SEGÚN OTRAS
FUENTES %
REFERENCIAS Y
OBSERVACIONES
Costa Rica 3 810 179 63 876 1.7 * El Salvador 5 744 113 1 488 0.2 550 000 9.57 ** Honduras 6 076 885 427 943 7.04 840 000-
1 050 000
12.0-15.0 ***
Nicaragua 5 142 098 292 244 5.68 534 300 10.39 Panamá 2 839 177 285 231 10.03 285 000 10.03 * Total
población
Baja
Centroamérica
23 162 452 1 045 769 4.42
Fuente: Sichra (2009:741).
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
21 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Respecto a la cantidad de lenguas indígenas y sus hablantes, sin tomar en cuenta las de
Guatemala, el atlas identifica las siguientes: familia Jicaque, la familia Misumalpa, la estirpe
Chibcha, la familia Chocó, la familia Yuto-nahua, la familia Maya, la familia Arawak y la
familia Lenca. La que cuenta con un mayor número de miembros y está distribuida de manera
más amplia en el área, en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Panamá, es la familia Chibcha.
Entre las lenguas vivas, aquellas que poseen el mayor número de hablantes son el miskitu (125
000 o más), el guaymí (alrededor de 112 000) y el kuna (50 000 o más). A continuación una tabla
al respecto, recuperada del Proyecto PROLIBCA.
PAÍS LENGUA FAMILIA NÚMERO DE
HABITANTES
El Salvador pipil Yuto-nahua 20
Honduras ch’orti’ Maya 10
lenca Lenca 10
garífuna Arawak 40 000
miskitu Misumalpa 29 000
pech Chibcha 1 000
sumu Misumalpa 700
tol Jicaque 350
Nicaragua miskitu Misumalpa 154 000
sumu Misumalpa 6 700
rama Chibcha 24
Costa Rica boruca Chibcha Extinto
bribri Chibcha 11 000
cabécar Chibcha 9 000
guatuso Chibcha 350
teribe Chibcha 5
buglére Chibcha 1.000
guaymí Chibcha 2 500
Panamá buglére Chibcha 2 500
emberá Chocó 35 000
guaymí Chibcha 150 000
kuna Chibcha 65 000
teribe Chibcha 3 000
waunana Chocó 3 000
Fuente: Sichra (2009:748).
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
22 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Para más detalles sobre la diversidad de idiomas y pueblos indígenas en el mundo, consulte los
siguientes enlaces:
Datos sobre los pueblos indígenas en Costa Rica
Los pueblos indígenas de Honduras
Pueblos indígenas en Panamá
4. Características de los pueblos indígenas de Guatemala
A través de esta sección, se expone información sobre los pueblos indígenas de Guatemala. En el
primer segmento, datos generales; en el segundo, sobre el maya; en el tercero, sobre los pueblos
xinka y garífuna.
a. Datos generales
Guatemala, junto a México, se ubica en el área mesoamericana, según la división geocultural
empleada por el Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina y expuesta en los
apartados anteriores. Tal región es una de las pocas en el mundo que ha dado origen a una
civilización por completo original, en cuanto a su tecnología, escritura, formas de organización
social y cosmovisión. A la fecha, en estos dos países se concentra prácticamente la totalidad de la
población indígena mesoamericana (99%). A continuación, dado el carácter del curso,
únicamente se presentarán los datos que atañen al país centroamericano, en cuyos 108 889 km²
de territorio habitan tres pueblos, con veinticinco comunidades lingüísticas. Se trata de los
pueblos xinka, garífuna y maya, último que consta de veintidós comunidades lingüísticas: achi,
akateka, awakateka, chalchiteka, ch’orti’, chuj, itza’, ixil, jakalteca (popti), kaqchikel, k’iche’,
mam, mopan, poqomam, poqomchi’, q’anjob’al, q’eqchi’, sakapulteka, sipakapense, tektiteko,
tz’utujil y uspanteko (Sichra, ed., 2009).
Según datos del XI Censo Nacional de Población y VI de Habitación, 4 710 440 de los 11 237
196 de habitantes del país se identifican a sí mismos como xinkas, garinagu o mayas. El pueblo
más numeroso es el maya, con unos 4 411 964 de integrantes. De acuerdo con el censo, los
garinagu ascienden a 5 040 y los xinkas a 16 000. Sin embargo, el Parlamento del Pueblo Xinka
de Guatemala sostiene que la población xinkali ronda las 164 613 personas (Sichra, ed., 2009). A
continuación se presenta el mapa lingüístico del país, elaborado por el Colectivo por la
Revitalización de la Ciencia maya (2013:11). Como puede observarse, la división político-
administrativa del país no coincide con la distribución de estas comunidades.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
23 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
La lengua que primordialmente se utiliza para llevar a cabo la mayoría de las actividades
educativas, económicas, políticas y sociales en Guatemala es el español o castellano, lo cual es
una gran desventaja comunicativa interétnica para quienes no lo dominan (Sichra, ed., 2009).
Esta situación ha favorecido las desigualdades, en tanto que durante años incluso se ha
minusvalorado a las lenguas indígenas como herramientas para el aprendizaje (Giuliani, 2008).
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
24 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
En consecuencia, se observa una fuerte tendencia hacia la transición al castellano y son pocos los
contextos en los que los idiomas indígenas se consideran dominantes (Galdames, Walqui &
Gustafson, 2008). De ahí que, según el Atlas de las Lenguas del Mundo en Peligro (Moseley,
2010), las lenguas indígenas de Guatemala se encuentren en peligro de extinción, aunque en
diferentes grados:
Nombre Número de hablantes Grado de amenaza
Itza' 1 094 En situación crítica
Xinka 1 283
Mopan 2 455 Seriamente en peligro
Ch'orti' 11 734 En peligro
Jakalteco o popti' 34 038
Poqomam 11 273
Sakapulteko 6 973
Sipakapense 5 687
Tektiteko 1 144
Tz'utujil 63 237
Achi 82 640 Vulnerable
Akateko 35 763
Awakateko 9 613
Chuj 59 048
Garífuna 3 564
Ixil 83 574
K'iche' 890 596
Kaqchikel 444 954
Mam 477 717
Poqomchi' 92 941
Q'anjob'al 139 830
Q'eqchi' 716 101
Uspanteko 3 971
Fuente: Moseley (2010).
De acuerdo con el PNUD (2005), la población indígena del país habita, sobre todo, en 12 de los
22 departamentos de la división administrativo-territorial del país. Si bien se concentra en el
altiplano central, en el noroccidente y en la región norte, se distribuye en todo el territorio
nacional. En los departamentos de Totonicapán, Sololá, Alta Verapaz, Quiché y Chimaltenango,
hay porcentajes de población indígena entre el 75 % y 100 %. En Huehuetenango, Baja Verapaz,
Quetzaltenango y Suchitepéquez, de entre el 50 % y el 75 % de la población total.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
25 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
En Sacatepéquez, San Marcos y Petén, de entre el 25 % y el 50 %. En el departamento de
Guatemala, el cual tiene la mayor concentración urbana de todo el país, únicamente el 13.5 % de
la población se autoidentificó como indígena en el último censo (343 000 habitantes). Desde una
perspectiva municipal, en 139 municipios del país (42 % del total) se registra menos de un 2 0%
de población indígena. En 122 (37 %), en cambio, supera el 80 %.
Además de quienes se identifican como indígenas y de los extranjeros, el resto de la población se
identifica como “no indígena” o ladino, término utilizado por el Estado liberal para clasificar
bajo un denominador a la población que no podía calificar como indígena. En cierta medida,
Guatemala no difiere de la mayor parte de países del mundo, que son ampliamente diversos en
orígenes, composición y combinaciones étnicas. No obstante, su caso es particular respecto a la
persistencia de grupos originarios y al modo en que, a partir de las últimas décadas, se ha
reconocido oficialmente la existencia de tal diversidad (PNUD, 2005).
Para consultar más detalles sobre los pueblos mayas, puede consultar los siguientes enlaces:
Características sociodemográficas de la población indígena en Guatemala, pp. 858-864,
Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina, tomo 2
Definición de pueblos indígenas
Breve reseña de los pueblos indígenas, en español, mam y quiché
Diversidad lingüística, (p. 23, Interculturalidad y mediación pedagógica intercultural)
Las lenguas de Guatemala, (pp. 13-31, Culturas e interculturalidad en Guatemala)
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
26 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
b. Pueblo maya
En Guatemala se hablan cinco ramas idiomáticas mayas, a saber: yukateka, tzeltal mayor,
q'anjob'al mayor, mam y k'iche' mayor. Estas se derivan del protomaya, hablado quizás hace más
de 5 000 años a lo largo de la región mesoamericana, según el método glotocronológico utilizado
por Kaufman, tal como se muestra en la siguiente ilustración del atlas. Esta técnica se refiere a la
evolución de las lenguas (glotos: lengua; cronos: tiempo; y logos: tratado o estudio) y es
empleada por los lingüistas para analizar palabras específicas de los idiomas (Richards, 2003).
WASTEKA WASTEKO
YUKATEKA YUKATEKO
TZELTAL
MAYOR CH’OL
TZELTAL
wasteko
chikomuselteko
1. yukateko
2. lakandón
3. itza
4. mopan
5. ch’orti’
ch’olti’
6. ch’ol
7. chontal
8. tzotzil
9. tzeltal
OCCIDENTAL
Q’ANJOB’AL
MAYOR CHUJ
Q’ANJOB’AL
10. tojolab’al
11. chuj
12. q’anjob’al
13. akateko
14. jakalteko
15. mocho’
16. muchu’
17. mam
18. tekiteko
MAMMAMORIENTAL
19. awakateko
20. ixil
IXIL
K’ICHE’
MAYOR 21. q’eqchi’
22. uspanteko
23. sipakapense
24. sakapulteko
K’ICHE
25. achi
26. k’iche’
27. kaqchikel
28. tz’utujil
29. poqoman
30. poqomchi’
POQOM
PR
OT
OM
AY
ADIVISIÓN RAMA GRUPO IDIOMA
Fuente: Sichra, ed., (2009:861).
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
27 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Cada uno de estos idiomas cuenta con una amplia diversidad de dialectos, al punto que algunas
comunidades lingüísticas presentan un dialecto por cada municipio en el que habitan. El mam,
por ejemplo, es uno de los que ostenta más variaciones internas, pues tiene al menos 686 000
hablantes dispersos en 56 municipios (England, 1990). Ahora bien, tal variedad lingüística
subraya a la vez la unidad cultural de este pueblo. Los mayas no solo comparten nexos
lingüísticos (a nivel fonémico, morfológico, léxico, sintáctico y pragmático), sino que tienen en
común significativo rasgos culturales, tales como un sistema de cómputo del tiempo compuesto
por varios ciclos (entre ellos el cholq’ij, ab’, choltun y b’ak’tun) y el cultivo del maíz y de otros
productos agrícolas relacionados con el último, entre ellos la calabaza, el frijol de enredo y el
camote (Sichra, ed., 2009:860).
De acuerdo con la cosmovisión (maya na’oj) o visión del mundo del pueblo maya, toda la
naturaleza se encuentra integrada, ordenada e interrelacionada, de modo que cada ser se
complementa y completa a los demás (García, Curruchiche, & Taquirá, 2009). Según Aj Xol
Ch'ok (2008), son al menos ocho sus aspectos más significativos:
Todo es sagrado. El maíz es la base de la vida. Todo tiene Winaqil o es Winaq, término que
refiere a la vida, imagen, corazón y espíritu que comparten todos los seres vivos del universo.
Todo tiene vida. Todo lo que existe en el sagrado Kaj Ulew (universo) está vivo y cumple una
función por la cual se le ha dado esa existencia. Todo tiene Rajawal, madre y padre. Todo
necesita alimentarse y sustentarse. Todo es parte de cada ser que existe. Todo tiene un lenguaje.
A cada situación, a cada ser vivo, a cada actividad, a cada instrumento se le debe hablar
respetuosamente, todo tiene un discurso.
El sistema de numeración de este pueblo es vigesimal; por tanto, los numerales básicos son de
cero a diecinueve. Conciben el tiempo de forma no lineal, como un registro sincronizado por
ciclos que tienden a repetirse, a modo de espiral ascendente. Entre otras cosas, este pueblo afirma
que los consejos y la ayuda mutua, a través de la vida comunitaria, son imprescindibles para
alcanzar la felicidad, la cual más que individual debe ser colectiva (Colectivo por la
revitalización de la ciencia maya, 2013).
4,411,964
Personas se
autoidentifican como
mayas en el territorio
nacional, según el
Censo de 2002Est
ad
ísti
cas
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
28 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Para consultar más detalles sobre los pueblos indígenas de Guatemala, consulte los siguientes
enlaces:
Cultura maya, (pp. 38-53, Culturas e interculturalidad en Guatemala)
Cultura maya, (pp. 21-22, Interculturalidad y mediación pedagógica intercultural)
El pueblo maya, (p. 855, Atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina,
tomo 2)
Wayeb’: otra transición en el tiempo Maya
c. Pueblos garífuna y xinka
Los primeros garífunas (garinagu) en Guatemala se asentaron en la bahía de Amatique, en la
costa Atlántica, a principios del siglo XIX, procedentes de Honduras (Guoron, 2009). Su cultura
data de inicios del siglo XVII, en la isla de San Vicente, Antillas Menores, a raíz de del
asentamiento de un grupo de africanos, que eran transportados en un barco negrero portugués,
rumbo a Brasil. Tras refugiarse en la isla, iniciaron un proceso de mestizaje con el pueblo Caribe,
originario del continente. A partir de 1980, se presentan formalmente como comunidad
lingüística garífuna, que abarca regiones de la costa atlántica del istmo centroamericano, de
Belice a Nicaragua, aunque con mayor concentración en Honduras. En Guatemala, radican sobre
todo en Livingston y Puerto Barrios, Izabal. Según el censo de 2002, la población garífuna
comprende 5 040 personas (Sichra, ed., 2009).
El idioma garífuna contemporáneo consta de un 45 % de palabras en arawako, 25 % en kalina o
caribe, 15 % de francés y 10 % de origen inglés. El otro 5 % lo constituyen vocablos técnicos del
castellano, específicamente para los hablantes de Honduras y Guatemala. En garífuna existen
expresiones de uso exclusivo entre los varones y entre las mujeres, a partir de vocablos de origen
caribe y arawako (Sichra, ed., 2009). Su cultura, grosso modo, deriva de la tradición cultural
circuncaribe, cuya ascendencia incluye tanto la filiación caribe-arawak como la africana. A
diferencia de los mayas, organizan sus prácticas sociales alrededor del cultivo de la yuca. Su
música, danza y oralidad expresan sus raíces africanas; del mismo modo que el culto a sus
ancestros, el cual constituye un referente de importancia en la construcción de su identidad étnica
(Guoron, 2009).
El Pueblo Xinka, expone Guoron (2009), con base en una fuente del siglo XIX, proviene de
México. Probablemente se extendieron desde el río Suchiate hasta Ipala, y desde el valle de
Guatemala hasta el Pacífico. De acuerdo con el censo de 2002, al menos 16 000 personas se
identifican como xinkas, en la zona suroriente de Guatemala. En los departamentos de esa región
(Santa Rosa, Jutiapa, Jalapa), se estima que hay una concentración de población indígena de
entre el 0.8 % y 7.5 %. Se reconoce la presencia lingüística de su lengua desde la época de la
conquista española, en 1524, como xinka popoluca. En 1920, Kirkberth sugirió que, junto con el
lenca, el xinka está relacionado con las familias Maya, Chibcha y Yuto-nahua. Edward Sapir, en
1920, consideró que podría ser parte de la familia Penuti. En 1958, Otto Stoll la clasificó en la
familia Azoqueana; en 1974, Kaufman lo hizo en la familia Mixe-zoque.
M6: Interculturalidad y atención a la diversidad. Contexto regional y local. Una realidad multiétnica
29 C3: Educación e inclusión: Hacia una educación de calidad con equidad.
Como se indicó en la visión general de los pueblos indígenas de Guatemala, se trata de una
lengua fuertemente amenazada, aunque a la fecha está inmersa en proceso de revitalización. Si
bien hay quienes no dominan tal idioma, se identifican culturalmente como xinkas. Según datos
de su parlamento, la población de este pueblo supera las 164 000 personas (Sichra, ed., 2009).
5 040
Personas se
autoidentifican como
garífunas en el
territorio nacional,
según el Censo de
2002Est
ad
ísti
cas
16 000
Personas se
autoidentifican como
xinkas en el territorio
nacional, según el
Censo de 2002Est
ad
ísti
cas
Para consultar más detalles sobre los pueblos indígenas de Guatemala, diríjase a los siguientes
enlaces:
Cultura garífuna, (pp. 64-67, Culturas e interculturalidad en Guatemala)
Idioma y cultura xinca
Cultura xinca, (pp. 18-19, Interculturalidad y mediación pedagógica intercultural)
Cultura garífuna, (pp. 16-18, Interculturalidad y mediación pedagógica intercultural)