luis paz: historia general del alto perú hoy bolivia (1919)

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  1. 1. i
  2. 2. V'c
  3. 3. HISTORIA GENERAL DEL ALTO PER HOY BOLIVIA POR I^i^j-i^ lE^^L^z;^ LOS ORGENES, EL DESCUBRI- MIENTO, LA CONQUISTA Y LA COLONIA. TOMO I IMPB:;iSrTil "BOIyIYiLR'
  4. 4. mil ii)||ii||iiii:"imiiimiii>""iii|ii""ii|i"ii|ii ^(fl||||ll'|llH(i'^|^Kl"'Wl|||l#""''^llll"^!ll"''"'^i|ll|tl"""'
  5. 5. - 6 Sealando las dificultades con que tiene que luchar el historiador, Macaulay dice as: Escribir la historia convenientemente, es decir, hacer sumarios de los despa- chos y estrados de los discursos, repetir la dosis de^ ep- tetos encomisticos o indignados, dibujar por medio de anttesis los retratos de los grandes hombres hasta poner en relieve cuantas virtudes y vicios contradictorios se com- binaban en ellos, son todas cosas muy fciles. Pero ser realmente un verdadero historiador es quiz la ms rara de las distinciones intelectuales. Hay muchas obras cien- tfiaas que son absolutamente perfectas en su gnero. Hay poemas que nos inclinan a declararlos sin defectos, o marcados solo por algunas manchas que desaparecen bajo el brillo general de su belleza. Hay discursos, mu- chos discursos de Demstenes particularmente, en que se ra imposible cambiar una sola palabra sin imperfeccio- narlos. Pero no conocemos un solo libro de historia que se acerque a la historia tal como concebimos que debie- ra ser, y que no se desve grandem.ente ya a la derecha, ya a la izquierda de la linea exacta que debera ser su verdadero camino. . ^ i Al principiar nuestro trabajo, nos hemos citado los conceptos que dejamos copiados, de la primera autoridad intelectual de nuestra patria, en cuyas doctrinas y ense- anzas hemos tratado siempre de inspirarnos, y de una grande autoridad cientfica universal, no para caer en el desaliento, que ms de una vez ha querido dominarnos en nuestros estudios, sostenidos con perseveraticia duran- te largos aos, sino para declarar que no pretendemos el mrito de la originalidad de introducir en nuestra histo- ria una forma que le fuera desconocida; solo nos propo- nemos escribir una historia general de Solivia, como pri- mera tentativa de su gnero que no la han querido em- prender hasta hoy, en su conjunto, nuestros historiado- res y pubhcistas, a los que hemos estudiado con esmera- da proligidad, para formar un extenso bosquejo de la historia nacional, aspirando a que sea sobrepujado por trabajos superiores y que sirva de estmulo a nuestros go- bernantes y hombres de letras, II Carecemos de una historia patria, escriba monseor Taborga en 1890: por extrao que parezca es lo cierto. Corts escribi un Ensayo, qu ni ese ttulo merece. Los
  6. 6. Apuntes, debidos a la pluma de Urcullo, aun que aprecia- bles como los de un contemporneo de los sucesos que refiere, adems de contraerse slo a la guerra de la inde- pendencia, tienen lagunas y no pocas inexactitudes, fue- ra de la incorreccin del lenguaje. No carecen de ese defecto y tienen otros muchos, las Memorias de Snchez de Velasco que permanecen inditas (1). Sin embargo y apesar de la incontestable inferioridad de instrucin, Sn- chez de Velasco se presenta con mejores dotes para his- toriador que Urcullo. . La fecunda laboriosidad del seor Luis Mariano Guzmn nos ha dotado de una Historia de Solivia, que aun que metdica y clara, es solo un compendio adecua- do a la enseanza. No se ha remontado el seor Guz- mn a las fuentes histricas, limitndose su trabajo a copiar a Urcullo y Cortes. En este juicio ha omitido monseor Taborga, el mas prolijo investigador de nuestros historiadores, la mencin del importante Estudio Histrico de Solivia por Ramn Soto- mayor Valds, as como de tantos otros opsculos y com- pendios apreciables, destinados a la enseanza. ^ Es evidente que carecemos de una historia patria. La historia de Bolivia est en el perodo de su formacin y es digno de aplauso todo esfuerzo que se encamine a ese objeto. i Grande mrito tienen los Apuntes para la historia de la revolucin del Alto Per por Urcullo, publicados en 1855, ocultando el autor su nombre bajo el pseudni- mo de