BIBLIOTECA DEL NISO MEXICANO

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MEXICOMacox HEBKANOS.-PRIM.EEA DEL Raox I.

1901

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Propledad ezelusiva do Lossenores Maucci Hermanos.

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Los Voluntarios del Bajio

Para que se comprenda bien hasta qué pun-to huho heroismo entre los mexicanos en ladesastrosa campaña de 1847, en esa campañade la cual quedan en el alma de los buenosmexicanos, solemnes memorias, voy at referirahora a mis dignos amigos que me leen, unepisodio hermosIsimo y lieno de esa fu guran-te luz que se llama del amor patrio...

Voy a describiros, lectorcitos ninos, misbuenos mexicanos, 10 que en una ocasión re•firiO un antiguo veterano, que era un viejecimllo reuinätico, agobiado por la edad y los ma-

4les... Habia 1)e1'tta1ecido a los ejercitus mcxi-canos que soportaron tantas pnvanones enlas batalla.s del Norte!

Old, oid... amigos mios, Como se expresabaaquel anciano cubierto de cicatrices, ten iblo-roso y contuovido por las misznas sublitnesfrases de su relato...

Old, pues, amiguitos leetores:

***

Priniero voy a tener que hablar a his queinc escuchan, a los jovenes qULY U nbtvi;t :wiana. su patria v se creen capaces de ir a cumba-tir y dar su vida por esa deidad Suprema; pn-mero tengo que decr1es que me perkionen...que me perdonen, pues voy a enipezar ha-blando de ese hombre siniestro y fatal, de esasilneta lüguhre y endemoniada, pan sleinpremaldita en los anales de la Historia: idel hom-bre abominable y horrendo que se liania San-ta Ana!",

Por qué castigo de la Providencia ci cielohizo desplomar sobre la nacion mexwana unsér tan nefasto y tétrico como el de ese mons-tnioso canalla que vendio su honra y se en-tregO como una oveja... en las tinieblas de lasmás afrentosas humUlaciones... oh si por qué

FI

5east ign de I)ios tuvirnos los mexicanos que te-ncr &n nuestra historia Ia silueta de ese tiranov traidor, dv ese Santa Ana?

;SOIo a la Providejieja infinita debe toea.rresolver en 1() in inenso este enigmal...

HaIii;t (jile culitortuarse con Jos heel,(-)s Vlas 'luras prueba que stuvo sornetida nues-tnt i uerida patria... i Belldigamos al Señor )sepa inns ser fuert's, arnantes v sal)ios sercPac('?1 1€ I leva r In i flsigne bandera augusta& la Patria!

OffiAdvlantp con liii relaeiOn:

***

IA Is tJV(i tos nortearnencanos avai izabandel Norte hacm ci Interior, pero reci i'ic'ndoterril,Ies ohstáculos v lluvias de rnuert('... !4)Senrilligos iban niareando (letrás de ellos tinaI' l l e! Ia c' 'ntinua. de cadávere6. -. ca(huveres.., yhas ca(laveres!..

El presidente Santa Ana en Mexico se Ic-v:tntn ciIi lingido patriotismo.., y ya va deaqul pant aiM.., los que le odiahan se le sue.birvan.., ')tros aelaman it nuevos gencrales...en fin, aquello parecia ci misrno infierno portanto desorden... ;Y pensar que ci ünico hornebre que hubiera entonces podido hacer la, paz;

C

no quiso levantarse en toda La dignidad de su.rnando y todo el heroismo de su corazOn dernexicano!

;Qué pocos, qué pocos son los herOieos go-bernantes que en el instante marcado por eldestino O por la providencia saben lanzarserumbo a la glorial...

Santa Ana lanzó proclamas infarnes Ilaman-do a todos los rnexicanos al combate. i Y eraninfames porque sin saber, ni estar a in altura

7de un gran jefe, queria ser ci caudillo de losregirnientos quo fueran a contener las invaslo-nes treinendas (IC las legiones norteamenca-nas!...

d' qué past)?... En el Estado de San LuisPotosi, en el de Guanajuato y aün en Quereta-ro v otros de la ironteni nurte se recibieroncon alegria las proclaiiias del presidente mo-mentáneo Santa Ana.

1Con cuãnto entusiasnu) se exaltaba ad po-bre pueblo, sin ilustrarlo, sin indicarle las eau-sas de aquella guerra, sin que pudiese saberni la iuás leve signihoariun... nada!

I asi tueroii Iiegafl(ifl voluntarios del Nortey del interior, de lUs colonias del Norte y delSur...

En niontones iban Ilegando los voluntariosque irian a combatir muy pronto contra losejércitos del Norte.

Se improvisaron por todas partes, legionesde patriotts... todos podianios servir en aque-lbs cuttrpos... por todas partes ibarnos cantan-do aquellas antiguas eanciones que tanto usa-ban nuestros coin paneros,

ccPorque habéis de saber, continuó el vieje-cub, habejs de saber que nunca entre tan-tos que éramos voluntarios nunca SC supo que

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la victoria fuese completa para el mexicano...Sin embargo todos nos deciamos... nos de-

ciamos... jAdelante!... A.de1ante!... 1A luchar!Al general Santa Ana le encantaban esos

entusiasmos de las tropas sernidesnudas queiban, than tristes, tristes a veces, moribundasde sed antes de la batalla...

Solo como ya os dije, solo cuando el recuer-do de la patria liegaba a nuestros pechos, soloentonces teniamos alguna esperanzaL..

9Yo, continuO, diciendo el narrador de esta

luminoss, epopeya de Ia guerra de 1847, yome meorpore bien pronto allá en San LuisPotosi, al regimiento de hüsares voluntarios,que debia alcauzar al ejército inexicano quemarchaba A forzadas marchas hacia Monte-rre.y, con ci objeto de impedir que Ins fuertesdivisicnies, regirnientos, artillerias V escuadro-nes se (lirigleran eonio una avalaneha formi-dable sobre ]as tropas nacionales!

Mi regirniento corriO a unirse con el grue-so del ejtrcito del general Santa Ana... corriOsin de.tencrse, haciéndose jornadas espantosasde veinte leguas al dia, sin pan, sin agua... Esverdad, no hay exageraciôn en esto, amigui-tos mios.

Veinte leguas, veinte leguas al diii Sc CO-rrian, irnpulsada la tropa por la divina excita-ciOn del amor patrio... espoleadas por Ia su-

grenia cOlera de liegar a tiempo, por ci ansiae poder ser Utiles y combatir dolante de los

feroces enernigos extranjeros... delante de lospotentes horn brazos de recias espaldas, cabe-liens y barbas rubias y bajo cejas arnarillen-tas, ojos grandes y azuies!

jYa que tenlainos que monr de hambre, desed 6 de fatiga a la mitad de los carnirios; yaque de cualquier manera habiamos de sucum.

10bir en medio de ins Ilanuras o on la cüspidede his inontafias entre ins asl)erezas do Ins sie-rras solitarias. no seria mci or nmrir de frenteal contrario, (lerranlando su sangre, l)aflfldOSen sangre los dos, entonando el mismo rezo aDios, V ci in isi un rrcuerdt) a la pat nat.

SOlo asi pod rel S V(Jfl1 pFt dcr porque Ins de-nodados hijos de los ranchos V haciendas, delos puebh 's y villas del hen nun l3aj in ', sOloasi po(ireis coniprender qUt: esos habitantesde los ilamados dcl interior (1k, iLl Re1)UbliCase lanzaran a! COtI hate contra fa invasion delNorte!

Va las trupas q uc ci)! ii ponian ci eéFcitO delgeneral Santa Ann ha bian partido, V nosotrosque nos reunitnos ninclio fills tarde tuvirnosla audacia de seguiry i galope, a gait pe hastailegar ii iuv cc rca de ellos, ; 1 ! si, Ii tl1os, delos que yn ihan a luchar contra ins enemigOsdel Norte!

\li coronel era un Vic jo ['Li1IIWSiIi() ( jue ha-bia vendido todos sus ranchos v ganados paraformar aquel escuadu'on del qut vo forrnahaparte... En el camino, al vmprender ins mar-chas 0 poco antes de algüti corn Ibate que tu-viéramos quc lihrar contra las iuerzas invaso-ras, nos arengaba, iniuxidkndunos todaviamñs valor y abriegaciOn por la patria, 1wcin-

11donos e()mprender que los hombres que miie-ren en los campos de batalla defendiendo elsut1u qe nOS sirvio de primer sostén, son re-cibidos en ci ciclo, ante el gran .Justo Divino,eon una sonrisa que hace parpadear dc ale-griti al niisino Sol!...

Con Iágrimas en los ojus nuestro valientecoronel nos liablaba de Jos antiguos heroesxnexioaIlc)s; 1105 liucja recordar Ias mtis subli-invs liazañas v vvocaba sleinpre en iiuestrai111agi1Ia(ion ins tiguras de Morelos, Guerrero,Bra vu, Moreno, Matamoros, Allende y Aba-solo!

iS segulaiflos, seguiamos caminando, cami-naiido, par llcgar zi unirnos Con ci ejércitodel ejemplar Santa Arm!

AdelanteL. Adelante! gritaba entu-siasiiiado nuestro coronel, aquel vahente delreginiiento de Hósares voluntarios>>.

;Pohre N, triste escuadrón de hñsarcs, quepronto Was a sucumbir derrainando a tusbravos I iios en los desiertos de Coahuila!

Pobre escuadrOn de hUsares voluntarios,que igiiorada N, tumba iban it cavartelos enenilgos de Ia patria y de La libertad.

Cuändo saliinos de San Luis Potosi, québnllante espectaculo ci de nuestros quinientos

12caballos, con nuestras lujosas R rnsillas , u-pios, alegres entonces, haciendo resonar sa-bles y machetes contra el hierro de los u;tn-bos, los barbuquejos. O carrilleras sujeaU(IQnuestros cascos originates, se ni iclia rro se indorados... brillando la phita de las Eoriiiturasprofusas que parecian como soles de corazas..,en fin... aquel escuadrOn voluntano forniadoespontanearnente por los hijos de los can iposdel Bajio, aquella legiOn de goretes inagnilicosde hombres de los campos, presentaba tincuadro marcial y epico ilimo de tin y esplen-didez!

1 Que alegre tue aquella mañana del mes deFebrero de 1847 1 ... Ya no volverian otras, yano tornarlan en muchos años tristIsimas yamargas!...

Después fueron viniendo las jornadas iris-tIsimas; los dl as sin rancho; las etapas sin 10rraje para las nobles bestias; las noches demareha silenciosa a través de las vastas Ilanu-ras sin un solo charco de agua... 1 oh! 1SinaguaL. i Sin, agual...

18La desespenLciOIl se apodero de aquel gru-

po de 'voluntanos que iban a buscar dignamuerte O hermosa victoria combatiendo eon-tra, los enemigos de la patria.

jDOnde estaban los enemigos?oHasta cuándo se combatiria?i Y no haber aguaL.. 1Ni &irnentos, ni forra-

jes!... Pero... Y ci agua?... iEl agua es la vida;es ci cielo; es Ia gloria; es el paraiso pan unatropa sedienta, jadeante por el sol y el can-sanejo!... 1y no haber águal...

Lomprendeis cuantas arnarguras, cuantasrebeliones y heroismos hubo algUn tiempo,una eternidad, mientras ilegaba ci momentodel corn bate?

Pero ese-combate no venial Nuestro escua-drOn me encontrando la huella de cadáveres,heridos, inoribundee, restos de carros, ruedas,cureñas, harapos, trepas, girones de faldas,ca-scos de hotel las, trozos de cazuela.s y jarros,cernzas y carbones.

1Ena el rastro de saugre, carbon y harro quedejaha entre fangos yharapos (vivos o iner-

14tes) ci ejército, el pobre, el tristisimo v admi-rable ejército del general, presidente de la Re-püblica!

Respetemos a los valientes, a los inagni-ficos de aquel ejército desaparecido... ;Respetopara todos ellos!...

** :

1Qu6 horrendas siguieron las jornadas! tFe-mamas que <echar> pie a tierra para aliviardel peso nuestro a los caballos, y ask canfiná-bamos, tristisimos, sechentos v silenciosarnen-te furiosos, siguiendo la huella de los cadáve-res que dejaba la columna del ejrcito del ge-neral Santa AnaL.. 1Atroz situaciOn!...

Al dia siguiente, despues de que nadie clii-rante cuarenta horas habia bebido, contem-plamos allá en ci horizonte un ojo de agua...1oh, frescor!.., loh, delielal... i1bamos a beber!jTodos apresuramos el paso para ilegar pron-to!... Mas, cuál no seria nuestro horror y dts-ahento cuando un capitan hizo detener a los

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(11 I it H I UI 'i:t tIlt )S U' 14 lai it Lt ina , exrla-

mando:A.trás!... ;Atrñs!...Flasta niañana nos re-

unimos con el ejército del excelentisimo pre-sidente y general Santa Ana pan atacar in-mediatainente... El necesita nuestro escua-drón... i Qu6 Ileguen bien los caballos!... Es laorden de que..1 c ininguno de nosotros tome

16agua hasta que beba a tisfacciOn toda la Ca-balladaL. jMás vale que reviente un hombrequeno un caballo! dice e1 general Santa Ant...1Ya lo sabéi&...*

V ask lo cumplitnos, amigos mios, asi. Liengamos ante el aguaje... y bebieron nuestroscaballos, dejándonos el lodo que tuvimos quechupar... Y carninarnos, hasta que por fin nosbatimos dos dias después en la Angostura,donde el escuadrOn de hñsares voluntarios delBajio hizn terribles cargas con sus lanzas, ma-chetes v caballos...

De aqneilos quinientos hombres no queda-mos sino quince!...

1 Terrible batallal...

Barcelona--Imp. d. is Casa Editorisi Maucci