los siglos xix y xx estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

11
II Informe de lectura “Cambio y conflicto social en chile 1880-1920 Obras: 1) Obra: El mundo de las casa de lata. La vida en la pampa salitrera 1.a) Autor: Sergio Gonzales 1.b) Editorial: Taurus, 1.c) Edición: Aguilar Chilena 1.d) Ciudad: Santiago 1.e) Año: 2006 2) Obra: Historia de la infancia del Chile republicano (1810-2010) 2.a) Autor: Jorge Rojas 2.b) Editorial: DESCONOCIDA 2.c) Edición: DESCONOCIDA 2.d) Ciudad: Santiago

Upload: valentina-sofia-hernandez-bloch

Post on 29-Jul-2015

55 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

II Informe de lectura“Cambio y conflicto social en chile 1880-1920

Obras:

1) Obra: El mundo de las casa de lata. La vida en la pampa salitrera

1.a) Autor: Sergio Gonzales

1.b) Editorial: Taurus,

1.c) Edición: Aguilar Chilena

1.d) Ciudad: Santiago

1.e) Año: 2006

2) Obra: Historia de la infancia del Chile republicano (1810-2010)

2.a) Autor: Jorge Rojas

2.b) Editorial: DESCONOCIDA

2.c) Edición: DESCONOCIDA

2.d) Ciudad: Santiago

2.e) Año:2010

Page 2: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

3) Obra: Continuidad, cambio y reacción

3.a) Autor: Diana Veneros

3.b) Editorial: Universidad de Santiago

3.c) Edición: DESCONOCIDA

3.d) Ciudad: Santiago

3.e) Año: 1997

Bibliografía anexa:

http://estudioycomprensiondelasociedad.bligoo.com/content/view/52644/LA-CUESTION-SOCIAL-EN-CHILE-1880-1920.html

Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación. El proceso de modernización decimonónica, involucró tres aspectos fundamentales: El primero, habla de una expansión del capitalismo, el segundo, trata la modificación de la estructura social y el tercero, abarca el surgimiento y el desarrollo de la “cuestión” social.

Los procesos de expansión capitalista que aquí mencionaremos, son dos : En un primer ciclo, Chile basó su economía en la explotación del mineral de la plata, de la mina de Chañarcillo y en la venta de productos agropecuarios y de manufacturas, como trigo y harinas, hacia los mercados de California y Australia. En el segundo ciclo, (hacia los albores del siglo XIX), comenzó a extraerse y exportarse el salitre.

Yo me acotaré al período de 1880 a 1930, donde se abarca este segundo ciclo -el del salitre-, que tuvo injerencia en importantes transformaciones sociales, económicas y políticas.

a) Estructura social y nuevos actores sociales

Durante este período la actividad industrial produce grandes concentraciones de trabajadores, y ello deriva en una manifiesta migración campesina. La población rural desciende drásticamente hacia fines del siglo XIX. Además, comienza el desarraigo de la tierra en el sector patronal. Los dueños de fundo deciden vivir la mayor parte de su tiempo en Santiago, y sólo en tiempos de cosecha visitan sus tierras. Este éxodo genera nuevos estratos sociales. El empresario, el minero y el banquero; muchos de ellos, de origen extranjero, se colocan a la misma altura social que el terrateniente. De allí que se hable del

Page 3: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

nacimiento de una nueva clase social: la oligarquía Plutocrática. La habitual sobriedad de mediados de siglo, da paso al lujo y la ostentación.

Por otro lado, se ubica el proletariado urbano, que, atraído por mejores expectativas económicas, ha emigrado del campo hacia la ciudad, a los puertos y a las minas.

En este panorama social, no aparece todavía, con caracteres definidos, la clase media. Se insinúa su presencia en los sectores educacionales, en los primeros egresados de la universidad, y en los círculos de intelectuales y escritores. Este hecho, dio paso, paulatinamente, a quienes la oligarquía denominó como “siúticos”: una clase media ilustrada, basada en ideales laicos y liberales de la época.

b) Niños: (basado en texto “Historia de la infancia del Chile republicano (1810-2010)”-Jorge Rojas)Como ya dijimos, a finales del siglo XIX, hubo una serie de transformaciones que afectaron a todos los estratos sociales. La sensación que esto produjo, hizo visibles nuevas problemáticas; entre ellas, la realidad de los niños concentró una atención especial.

De este modo, el concepto de modernización y progreso –propio de aquella época–, se contrastaba con la serie de miserias que incluso las revistas ilustradas comenzaron a mostrar.

Fue así como se develó–y comenzó a combatir– la mortalidad infantil, se empezó a tomar conciencia de la condición de pobreza en que vivían muchas familias, que, debido a las migraciones y otros factores, vivían en las calles, e incluso, se empezaron a criticar ciertos tipos de trabajo infantil , además de apelar a la educación pública como una garantía de que los pobres podían cambiar su condición social.

Para luchar contra esta situación, hacia fines del siglo XIX, se expandieron las obras filantrópicas, con una clase alta que entregaba recursos a instituciones benéficas, hospitales, asilos, etc, para cuidar de los “desprotegidos”.

Por otra parte, en el ámbito laboral era común la contratación de mano de obra infantil; que, si se desarrollaba en una fábrica, no se asociaba a factores de riesgo, sino, más bien, exaltaba la disciplina, calificación y constancia. Muy por

Page 4: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

el contrario, cuando el trabajo se ejercía en la calle, se relacionaba con la delincuencia, la insalubridad y la inmoralidad. Todo esto generó, que, en vez de abolir éstas prácticas, se creara una legislación y una reglamentación para el trabajo infantil.

En el ámbito de la educación, la educación primaria, se fortaleció en las primeras décadas del siglo XX; de este modo, se estableció la obligatoriedad de ésta, bajo la dirección del Estado y el municipio. Se dictó también que sería gratuita y que debía acoger a hombres y mujeres. Es menester mencionar que el Estado no se hacía cargo de la alimentación, vestuario o calzado de los niños. Hecho que, probablemente tuvo una injerencia en la cantidad de niños matriculados, que era mucho mayor que la que realmente asistían a clases.

En cuanto a la mortalidad infantil, a partir de la década de 1880, se avanzó en la institucionalidad sanitaria. Para esto, se promulgó la Ley de Policía Sanitaria y se creó el Consejo Superior de Higiene Pública. En 1887, se reglamentó la vacunación de los recién nacido y en 1888, se inauguró el instituto de vacuna animal, con esto, se inició un sistema más expedito para combatir la viruela. Pese a todos estos esfuerzos, los índices de mortalidad infantil se mantuvieron extremadamente altos. Las autoridades y los profesionales, atribuyeron este hecho a la crisis moral, la ignorancia del pueblo, la injusticia social y la inoperancia del liberalismo. Pero, en concreto la sífilis de los bebés en gestación, era la enfermedad más común que causaba malformaciones, atrofias y muerte prematura.

Chile tenía uno de los índices más elevados de mortalidad en el mundo .En contraparte a este hecho, las cifras de natalidad, eras también altísimas, marcadamente superiores a las de algunos países europeos.

C ) Mujeres (basado en texto ”Continuidad, cambio y reacción”-Diana Veneros)

Alrededor de 1850, existía un modelo de femineidad relacionado con el ideal femenino de Rosseau, donde se exaltaban la maternidad y la domesticidad . De este modo, se configuraron dos esferas en que se desenvolvían, por un lado, los hombre, y por otro las mujeres: la privada y la pública respectivamente.

Page 5: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

La mujer, considerada frágil y carente de autoprotección –consecuencia del Darwinismo social–, hizo que en el imaginario colectivo se le configurara como el “sexo débil”.

Luego de la gran guerra, se generaron cambios en Europa EEUU y Latinoamérica, todos ellos, asociados fundamentalmente al acceso de las mujeres a la educación y al mundo laboral.

Así, entre 1900 y 1930, hubo una lenta transformación en el perfil físico y moral de las mujeres chilenas, que abarcaba los distintos estratos socioeconómicos.

Hubo una revolución general en los usos y costumbres; entre los usos, se empezó a usar maquillaje, faldas cortas, se liberaron de los corsets, etc. En cuanto a las costumbres , varió la entretención y la sociabilidad; en esto, el cine tuvo una fuerte impacto ambivalente en todas las clases sociales, ya que, por un lado, era un elemento propiciador de conductas liberales, y por el otro, reforzaba la imagen tradicional de modelo femenino.

En la cultura popular, el Jazz, el Charleston y el tango fueron ritmos que permitieron a hombres y mujeres una nueva expresión de su sexualidad.

Frente a todas estas transformaciones, la iglesia, los hombres y algunas mujeres, se opusieron rotundamente. En 1926, se creó la “archicofradía de madres Cristianas”, que intentaba combatir esta renovación.

Hacia la segunda década del siglo XX, un segmento de mujeres aristócratas chilenas ampliaron su rol social.

Se crearon dos corrientes feministas: una laica, y otra religiosa.

En el partido feminista religioso, existió ambigüedad con respecto a la mujer: Por un lado, tenían un discurso que aspiraba a la igualdad intelectual, el desarrollo profesional y su responsabilidad cívica y social; sin embargo, reconocían al hombre como una autoridad por sobre ellas mismas.

En tanto, el Partido Cívico Femenino (laico), buscaba liberar de las restricciones impuestas por el código civil al status de la mujer. Buscaban una mayor participación cívica, y la capacitación de las mujeres para mayor independencia laboral.

Es menester mencionar que ambos partidos buscaban una reivindicación de la mujer, desde una posición que no era rupturista.

Page 6: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

d) Trabajadores (basado en texto “El mundo de las casa de lata. La vida en la pampa salitrera”- Sergio Gonzales)

Los primeros sondeos en el mundo del salitre, comenzaron a realizarse en los inicios del siglo XIX y las primeras exportaciones, en los años treinta, abarcando desde Pisagua hasta Tal tal.

Los pampinos, eran gente inmigrante; ya sea de otras localidades de Chile, o extranjeros, que pasaban a ser los “enganchados”. El campamento salitrero era un lugar donde siempre existía gente en tránsito; los obreros se mudaban de una oficina a otra, ya que, a veces, éstas solían cerrar temporalmente, cuando sufrían una crisis económica o según la propia planificación salitrera. Es así como podemos decir que el pampino era un hombre libre, que se mudaba sin mayores contemplaciones. Todo esto, exigía que los pampinos no tuvieran una familia extendida, ya que, en su mayoría, o eran solteros, o no vivían alejados de sus padres, tios, etc.

Por otra parte, es menester mencionar que en la pampa existía una ausencia de Estado. Lo que generó que la educación y la justicia fueran proporcionadas por ellos mismos, quienes, para balancear el desequilibrio de poder, crearon sociedades de resistencia y socorros mutuos, compraron imprentas, organizaron huelgas, y crearon cofradías que les permitieron contactarse con la tierra, vírgenes y santos patronos.

Los trabajadores vivían en chozas de costras, que es un material intermedio entre el terreno superficial y el caliche salitrero. Esta muralla les permitía una buena aislación de los violentos cambios de temperatura entre el día y la noche. Luego llegaron las construcciones “modernas”, que eran planchas de zinc que se enfriaban y calentaban muy rápidamente.

El campamento tenía un perímetro muy definido, donde los administradores podían intervenir en todos los ámbitos de la vida del minero: incluso en las relaciones familiares. A los trabajadores se les pagaba con fichas, que sólo podían ser canjeadas en la pulpería de su oficina salitrera. La pulpería imponía los precios que estimaba convenientes. Los vendedores que venían de afuera de la oficina salitrera, debían pedir autorización para vender sus productos, así como también lo debían hacer las compañías de teatro, y todas las instituciones que no estuvieran manejadas por la administración de las oficinas salitreras.

Los trabajadores del salitre conocieron la miseria en la crisis de los años treinta. Ahí, tuvieron que comer porotos crudos, vivir en conventillos, convivir con los piojos y soportar humillaciones, para, finalmente, volver al campo o a sus lugares de procedencia.

Page 7: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

CONFLICTO SOCIAL

Hacia finales del siglo XIX, se acumularon una serie de elementos que dieron como resultado la “cuestión social”. Estos factores fueron la incipiente industrialización y proceso de urbanización, una clase dirigente que no consideraba las necesidades de la gente más pobre, y una clase trabajadora que decidió alzar su voz para que el Estado Oligarquico escuchara sus peticiones.

Fue así como se crearon los MOVIMIENTOS SOCIALES, que involucraron no sólo a los trabajadores, sino que a todo el país, con una serie de escritos, ensayos, tesis de grado y artículos de prensa que analizaba las causas y las alternativas de solución a sus quejas.

De este modo, surgieron tres grandes corrientes:

La del mundo conservador-católico, a partir de la Encíclica Rerum Novarum, consideró que la cuestión social era el resultado de una crisis moral que desvirtuó el rol protector y dirigente de las elites. Se enfocaba en la idea de educar a los pobres, entregarles justicia y socorro.

Para la corriente liberal laica, vinculada al Partido Radical y a los intelectuales de clase media, la cuestión social, fue la consecuencia de un conflicto de clases, que se vio dañada por una falta de desarrollo económico, la explotación laboral, la falta de ayuda estatal hacia los pobres y la inflación. Es por esto, que se designaba al Estado como responsable de regular el sistema de libre Mercado, para que se asegurara el progreso de todos los sectores sociales.

La tercera corriente fue la socialista, conformada por los trabajadores. Para ellos, los problemas sociales eran una derivación de la presencia del Estado liberal y el sistema capitalista, donde la solución no se hallaba en el resguardarse bajo el alero de la elite, sino que en la acción de los propios trabajadores.

Conclusiones:

Creo que hoy en día, gracias a todas las penurias y miserias que ocurrieron con la población en el siglo XIX y XX, existe una mayor conciencia en cuanto a las carencias y necesidades de los estratos más bajos. Sin embargo, creo que esto no es suficiente para lograr estar entre los países desarrollados: no basta con tener hospitales gratis, colegio gratis, o legislaciones para los trabajadores. Hace falta ser más rigurosos en cuanto a la calidad de los servicios que se entregan a la gente más pobre. Al igual que en los siglos XIX Y XX, la desigualdad que existe en nuestro país es enorme; los colegios

Page 8: Los siglos XIX y XX estuvieron marcados por una serie de procesos de transformación

fiscales, siguen, en su mayoría, entregando una mala educación, los trabajadores de las minas siguen laburando en malas condiciones –pudimos comprobarlo el año pasado, con los 33 mineros que se quedaron atrapados en la mina “San José”– , las mujeres, siguen teniendo que luchar por hacerse un espacio en el mundo laboral, para que se les entreguen los mismos sueldos que a los hombres. Creo que es importante que Chile tenga memoria, para que no se sigan repitiendo los patrones de malestar en las clases bajas. Luego de la lectura de todos los textos, me quedo con sensaciones encontradas; ya que, por un lado, veo que hemos avanzado bastante, en cuanto a políticas sociales, pero por otro, creo que, por los mismos antecedentes de nuestra historia –que ya repasamos en estos textos–, va a ser muy difícil derribar las brechas sociales y la gran desigualdad existente. El arribismo en nuestra sociedad es gigante, hasta hoy en día existen los “siúticos” de las clases medias; todavía, la mayoría de los empresarios siguen enceguecidos con hacer dinero, sin interesarse por sus trabajadores; y esto, sumado a muchas otra debilidades, hacen que como país no podamos emprender.