los proyectos de participación público privada · los proyectos de participación público...
TRANSCRIPT
0
Mayo 2018
Los Proyectos de Participación Público Privada Riesgos futuros y ventajas circunstanciales
1
INDICE
INDICE 1
INTRODUCCIÓN 2
¿QUÉ SON LOS PPP? 2
LOS PPP EN LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL 2
ATRACCIÓN DE CAPITALES EXTERNOS PARA OBRAS DE INFRAESTRUCTURA 3
LOS PPP COLABORAN A REDUCIR EL DÉFICIT FISCAL DE HOY 3
INCENTIVOS A TERMINAR LA OBRA LO ANTES POSIBLE 4
OBRAS MUCHO MÁS CARAS 4
LAS GARANTÍAS DEL ESTADO 5
RENEGOCIACIONES COSTOSAS 5
COSTOS EXTRA DE LOS CONTRATOS 5
EL ESQUEMA DE LOS PPP EN ARGENTINA 6
LA MIRADA DEL GOBIERNO 6
LOS PPP EN PROCESO 7
EL PPP DE OBRAS VIALES PARA ENTENDER EL MECANISMO 7
¿POR QUÉ EL GOBIERNO APUESTA POR LOS PPP? 9
CONCLUSIONES: LOS PPP IMPLICAN COMPLICACIONES EN PRESENTE Y
RIESGOS A FUTURO 11
2
Introducción
Actualmente está en plena discusión la adopción de Proyectos de Participación
Público Privada como mecanismo para la realización de obra pública en
nuestro país. A pesar de que estos proyectos han sido cuestionados por sus
malos resultados en los distintos países que lo adoptaron, el gobierno le pone
un importante énfasis. Esto se debe a que los PPP permitirían aliviar las
cuentas fiscales y atraer dólares. Sin embargo, varios de los problemas salieron
rápidamente a la luz a partir del lanzamiento de la primera licitación y, más aún,
con el empeoramiento de la situación internacional. En el actual contexto
económico, la discusión internacional y analizar los peligros del esquema se
tornan cada vez más relevantes.
¿Qué son los PPP?
Los Proyectos de Participación Público Privada (PPP) son una forma novedosa
de realizar obra pública. Estos proyectos pueden abarcar desde la construcción
de una ruta hasta la realización de un hospital y su funcionamiento por un
período de tiempo.
En la forma tradicional, la obra pública es licitada por el Estado, quien va
pagando por adelantado en efectivo por cada una de sus etapas realizadas. A
medida que avanza la obra, la empresa constructora va recibiendo el dinero.
Las firmas adjudicatarias pueden subcontratar a otras empresas para realizar
cuestiones específicas y pedir readecuaciones de precio si los costos suben
por arriba de cierto umbral.
Los PPP tienen como particularidad que la empresa constructora es quien pone
los fondos iniciales para la realización del proyecto. Usualmente, la empresa
debe buscar financiamiento en el mercado. El Estado paga en el futuro,
comprometiéndose por 10, 20 o 30 años mediante la emisión de deuda.
Los PPP en la experiencia internacional
El primer gobierno en implementar los Proyectos de Participación Público
Privada fue el de Margaret Thatcher hace más de 30 años. A lo largo de los
años, su uso se extendió a todo el mundo. Mientras que en un principio se
utilizaron únicamente para obras viales, en los últimos años se aplicaron a la
construcción de vías férreas, escuelas, cárceles, hospitales, y otros.
3
Los resultados que tuvo la implementación de los PPP fueron controversiales.
Los contratos implican incrementar el costo de cada obra, con el beneficio de
pagarlas a plazo. A su vez, el Estado debe encargarse de mitigar el riesgo de
los inversionistas, de modo que haya interesados en participar en los proyectos
licitados. La consecuencia es una presión sobre las cuentas públicas futuras y
la posibilidad de que el Estado se haga cargo en caso de situaciones adversas.
En relación a esto último, la historia de los PPP denota que las probabilidades
de renegociar los contratos son importantes, lo que también ascendería el costo
final de la obra a realizar.
Existe una amplia bibliografía que plantea los puntos positivos y negativos de
estos esquemas. Veamos algunos de estos puntos.
ATRACCIÓN DE CAPITALES EXTERNOS PARA
OBRAS DE INFRAESTRUCTURA1
Los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, BID, CAF) son los
grandes promotores de los Proyectos de Participación Público Privada. Su
principal punto es que permiten utilizar el financiamiento privado para
mejorar la infraestructura pública. Esto sería necesario ya que la inversión
en este ítem respecto al PIB es baja. El Banco Mundial resalta que de estos
contratos se podría aprender de las firmas que vengan al país a realizar obra
pública. Del nexo entre las empresas extranjeras y nacionales podrían
producirse procesos de transferencia tecnológica, donde las segundas
aprendan de las primeras, aumentando la productividad del país.
LOS PPP COLABORAN A REDUCIR EL DÉFICIT
FISCAL DE HOY
Los PPP plantean distintas formas de pago y en todas ellas el Estado no
desembolsa recursos en el presente, sino que se compromete, mediante deuda
o cesión de derechos, a pagar en años posteriores. Esto permite continuar
gastando en obra pública sin que su correlato se pueda ver en los gastos de
capital, sino en el pago de deuda más intereses en el futuro. Adicionalmente,
en algunos esquemas, el pago de la obra es complementado con la cesión de
impuestos, tasas o tierras.
Al fin y al cabo, el esquema implica un compromiso mayor de las cuentas
públicas futuras (dado que disminuye la recaudación y/o incrementa el gasto
por el pago de deuda) y/o un aumento en las tarifas o alícuotas con asignación
1 Esta sección fue realizada destacando los puntos esgrimidos por la Oficina de Auditoria Nacional de United Kindom (enero 2018), David Hall de la Public Service International Research Unit de la Universidad de Greenwich: “¿Por qué las Asociaciones Público Privadas no funcionan? (2014) y el Comunicado de Prensa N° 4 del Banco Mundial: “Las APP son cruciales para mejorar la calidad de la infraestructura en América Latina” (Mayo 2017).
4
específica que deba pagar la población. Por ejemplo, la construcción,
administración y mantenimiento de un hospital o una escuela pública podría
quedar a cargo de una empresa privada. En el caso de una autopista, quien
posea su administración recibiría fondos por peaje de parte de los usuarios, la
concesión de posibles emprendimientos a los costados de las rutas y los pagos
directos desde el Estado.
INCENTIVOS A TERMINAR LA OBRA LO ANTES
POSIBLE
En algunos casos de PPP, el constructor recibe los fondos del Estado recién
cuando el total de la obra está terminada. Por lo tanto, cuanto antes el privado
pueda finalizar la obra, antes cobra. Asimismo, en los casos en que parte de
los ingresos de la empresa privada provengan de peajes o tasas relacionadas
con la explotación de la infraestructura derivada del proyecto, también habrá
un incentivo a terminar rápidamente la obra. En el caso argentino, como
veremos, esta situación se ve aplacada porque el Estado realiza pagos
intermedios por etapas y, por lo tanto, este incentivo se acota.
OBRAS MUCHO MÁS CARAS
Muchos de sus detractores critican a los PPP por los altos costos
respecto a la obra pública tradicional. Esto se debe a distintas razones.
En primer lugar, el financiamiento que consigue el privado es más caro que el
que suele obtener el sector público. Por ejemplo, un estudio realizado para
Inglaterra en 2010, detalla que el costo privado del financiamiento era entre 2%
y 3,75% mayor al del Estado en ese momento. En el caso argentino existen
sobrados ejemplos.
En segundo lugar, dado que el contrato por PPP implica que el privado se
compromete a recibir pagos denominados en deuda pública, el precio de la
obra contiene todas las eventualidades y riesgos vinculados con esa deuda
(riesgo de default, riesgo de devaluación, etc.). Este precio es mucho mayor en
los países periféricos que en los centrales, en particular en Argentina en estos
momentos.
En tercer lugar, en los casos en que los proyectos se financian por medio de
ingresos extra (impuestos con asignación específica, peajes, etc.), el precio
también debe reflejar los riesgos tomados por el privado a la hora de realizar
una obra que, finalmente, va a terminar pagándose con eventos futuros, dentro
de los cuales están, por ejemplo, el caudal de automóviles, el precio del gasoil,
etc. Dado que esos ingresos son difíciles de estimar y hay elevada
incertidumbre, este plus reflejado en el precio se agrega a los ya mencionados.
5
LAS GARANTÍAS DEL ESTADO
Los riesgos recién mencionados no sólo impactan en el precio de la obra sino
también en las garantías que debe otorgar el Estado. Dado que una parte
importante de la obra está en moneda internacional (i.e. en dólares), el riesgo
de que el Estado no pueda pagar esa deuda suele ser cubiertos por garantías
internacionales otorgadas por entidades financieras de renombre mundial y por
organismos internacionales de crédito.
Las garantías muchas veces implican que el Estado posea una cuenta con
fondos disponibles de un monto importante para que, en el caso que ocurra
algún problema, el privado pueda cobrar inmediatamente. Estas garantías no
son gratuitas, existen de distintos tipos, e incrementan el costo que asume el
Estado en relación a la obra pública tradicional. Asimismo, en muchos casos
se incluye la posibilidad de ir a Cortes Internacionales como el CIADI, lo cual
pone a parte importante del gasto de capital del Estado en una discusión que
termina definiéndose en el exterior (de igual manera que fueron las
privatizaciones en los años 90).
RENEGOCIACIONES COSTOSAS
Vinculado a las garantías y los reclamos por incumplimiento de parte de los
contratos, en la experiencia internacional gran parte de contratos PPP fueron
sujetos de renegociaciones, que implicaron elevados costos y dificultades
para llevar adelante las obras. Al ser contratos que se extienden por una
cantidad elevada de años, hay condicionalidades objetivas del sector público,
lo cual lleva a tener que renegociar las condiciones de los proyectos.
Por un lado, puede que el contrato inicial ya no otorgue los beneficios pautados
inicialmente para el privado, lo cual lleva a la generación de nuevas condiciones
que afectan al Estado y favorecen al privado. Por otro, también puede suceder
que el Estado identifique que cierta obra, como un hospital, debe ser de alta
complejidad y no de media como se creía inicialmente. Esto también lleva a
una renegociación e incrementa los costos finales de las obras.
El documento de Hall identifica que la renegociación de contratos en beneficio
del contratista privado es un condimento común de los PPP. Por ejemplo, hasta
2014, 3 de cada 4 obras viales en Chile y Colombia habían tenido
renegociaciones con aumentos de costos que iban del 20% al 140%.
COSTOS EXTRA DE LOS CONTRATOS
En algunos casos el Estado debe pagar por asesores externos que colaboren
a perfeccionar los complejos mecanismos fijados en los contratos, así como
también auditorias, manejo y administración de las cuentas y fideicomisos que
implican mayores costos que los contenidos en la obra pública tradicional.
6
Pros Contras
Aprovechamiento del financiamiento privado para obras de infraestructura
La obra es mucho más costosa
Posible “transferencia tecnológica” de empresas extranjeras
Déficit fiscal encubierto. Aumento de deuda y/o caída de la recaudación futura
Para los gobiernos, caída del déficit fiscal hoy
Demasiadas garantías por parte del Estado. Elevados riesgos vinculados a devaluación, aumento del costo de financiamiento, etc.
En algunos casos, incentivos de terminar la obra lo antes posible
Solución de controversias en cortes internacionales, afectando la soberanía
Supuesta aplicación de know how del sector privado
Muchas renegociaciones. Contratos muy largos
Elevados gastos en auditorias, manejo y gestión de cuentas y fideicomisos
El esquema de los PPP en Argentina
El gobierno anunció que, vía los PPP, aumentaría el gasto en
infraestructura un 50% en términos reales en 2018.
LA MIRADA DEL GOBIERNO
Bajo la premisa de la ineficiencia y los elevados costos de la obra pública en
Argentina, vinculados a la corrupción, los sobreprecios pagados por el Estado
y los elevados tiempos de finalización de las grandes obras encaradas por los
distintos gobiernos en la historia, el macrismo eligió potenciar los Proyectos de
Participación Público-Privada.
El gobierno realza la importancia que tiene atraer grandes capitales
internacionales que podrían terminar con varias de las dificultades históricas de
nuestro país. La brecha de productividad de la Argentina está explicada en
7
parte por los problemas de infraestructura y la falta de inversiones privadas en
ese rubro.
Los PPP permitirían dar las condiciones necesarias para atraer esos capitales
y, dado que serían más eficientes que el Estado, permitirían bajar el costo de
la obra pública. Asimismo, los PPP, mediante un entramado de fideicomisos,
dotarían de mayor transparencia a la gestión de la obra pública. Mediante el
control externo, las auditorias y los contratos prefijados y monitoreados desde
el exterior, los PPP tendrían una mayor transparencia que los pagos realizados
directamente por el gobierno a las empresas constructoras.
LOS PPP EN PROCESO
En noviembre de 2016 se aprobó el marco para los PPP mediante la Ley
23.728. Las primeras licitaciones fueron lanzadas en 2018. El paquete de obras
totaliza un monto de U$S 30.000 millones, que involucra obras que pueden
nuclearse en cuatro grandes áreas: Viales, Energía y Minería, Agua,
Saneamiento y Vivienda, y Educación, Salud y Justicia. Hasta el momento se
ha avanzado únicamente en las viales. La primera parte del proyecto de Red
de Autopistas y Rutas Seguras (RARS) incluye realizar obras y mantenimiento
en 1.494 km de rutas, 810 km de autopistas y obras especiales en 252 km en
las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En la mayoría de los casos
se trata de conversión de rutas en autopistas o en “rutas seguras”, lo que
implica realizar varias obras. Al finalizar las obras, se inicia el cobro mediante
la contraprestación por el uso. La inversión es de U$S 6.035 millones en los
primeros cuatro años y U$S 2.023 millones desde el año 5 al 15, por
mantenimiento y repavimentación de las rutas.
Además, se está terminando de diseñar el contrato PPP para la Etapa I de la
Red de Expresos Regionales, un proyecto que busca dinamizar el tránsito de
personas en la Ciudad de Buenos Aires mediante la interconectividad de las
distintas líneas de tren en el centro porteño.
El resto de las obras pautadas, que incluyen recambio de luminarias LED,
realización de trazas de energía eléctrica, acueductos, plantas depuradoras y
potabilizadoras de agua, hospitales, cárceles y viviendas aún no han sido
detallados por fuera de una breve descripción en la página web de la
subsecretaría de PPP.
EL PPP DE OBRAS VIALES PARA ENTENDER EL
MECANISMO
En las últimas semanas se comenzó a definir la ingeniería de los PPP para las
obras viales que estarían próximas a adjudicarse, lo cual nos sirve para
ejemplificar los mecanismos de este tipo de contratos.
8
El Estado constituyó un Fideicomiso PPP para todos los proyectos, compuesto
por dos préstamos internacionales de parte del Banco Mundial y el BID, que
funcionará de garantía frente a situaciones de litigiosidad o default por parte
del Estado. Además, constituyó un Fideicomiso PPP RARS (Red de Autopistas
y Rutas Seguras), compuesto por los ingresos por peajes y parte del
impuesto a los combustibles, entre otros. Es decir que el fideicomiso se
nutrirá mes a mes de esta recaudación.
Comenzada la obra, el Fideicomiso PPP RARS emitirá TPI’s en dólares (Títulos
de Pago por Inversión) por cada etapa concluida y TPD’s en pesos (Titulos de
Pago por Disponibilidad) por la administración y mantenimiento de la misma,
ya sea una ruta, terminal de trenes, cárcel u hospital2. Entonces, El Estado, en
lugar de pagar en efectivo, pagaría la obra por medio de los TPI’s, es decir, con
deuda a 15 años a pagarse en cuotas semestrales.
Para comprender más fácilmente esta ingeniería financiera, podemos decir que
estamos ante un mecanismo que habilita al Estado a endeudarse contra la
realización de una obra. En las grandes obras, el Estado se endeuda en el
mercado y luego licita una obra. Al final del período, tenía la obra y pagaba su
deuda más el interés. Ahora, se busca firmar un solo contrato por la obra y el
financiamiento, por lo tanto, la empresa constructora es quien debe buscar
el financiamiento.
Mediante los TPI’s, las empresas constructoras tienen un instrumento -un
“pagaré” a 15 años- que se puede vender en el mercado. De esta forma, el
adjudicatario de la obra puede buscar financiamiento a medida que finaliza
cada etapa de la obra, no sólo en los bancos sino también en la Bolsa mediante
la venta de los TPIs.
Dado que los TPI’s están en dólares, mediante este mecanismo se podría
incrementar el endeudamiento externo del país mediante “títulos de obra
pública” y aumentar los ingresos de moneda extranjera al país en el corto plazo.
Esto se debe a que los adjudicatarios tomarán deuda en dólares para realizar
obra pública, cuyos gastos están mayormente nominados en pesos, como la
mano de obra y algunos insumos.
Ahora bien, dado que los TPIs van a cotizar en el mercado, la cantidad de títulos
que va a terminar emitiendo el Estado no está fijada en un primer momento.
Por ejemplo, si el valor de los TPI disminuye, puede pasar que la deuda total
emitida por el Estado puede ser mayor a la prevista inicialmente, dado que esos
“pagarés” cayeron de precio. Asimismo, al crearse un mercado de TPIs
comenzará a haber productos financieros atados a estos “papeles” y, por lo
tanto, especulación sobre su valor, lo cual dificultará seguramente el
cumplimiento de los objetivos planteados por los PPP inicialmente, en particular
en un entorno macroeconómico inestable como el actual. Este, tal vez sea uno
de los puntos más cuestionables de la ingeniería planteada en los PPP.
2 En la nota nos focalizaremos sobre la construcción de las obras, sin hacer foco en el mecanismo de concesión por la administración y mantenimiento de la nueva infraestructura construida.
9
Asimismo, como en cualquier deuda, la garantía es un factor fundamental.
En este caso, el pago de los TPI se garantizaría mediante los fondos existentes
en el Fideicomiso PPP y PPP RARS, provenientes de impuestos específicos
(como los de combustibles) y por préstamos de organismos internacionales del
Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. Asimismo, a diferencia
de la obra pública tradicional, los PPP habilitan la solución de controversias
respecto a los contratos en las cortes internacionales, lo cual implica poner
en cuestionamiento la soberanía del Estado en la obra pública realizada
mediante este mecanismo.
¿Por qué el gobierno apuesta por los PPP?
En la actual coyuntura actual, el gobierno pone le pone centralidad a los
PPP. Las razones más importantes están en que constituirían una fuente de
dólares para la economía y, a la vez, permitirían reducir el déficit fiscal,
morigerando el efecto sobre la economía real de los recortes anunciados de los
gastos de capital. Dos cuestiones muy importantes para la actual
administración.
Respecto al primer punto, el gobierno está sufriendo una fuerte inestabilidad en
el mercado cambiario cuyo origen central está en el elevado de déficit de
Cuenta Corriente. El creciente rojo comercial, el elevado gasto en turismo
exterior, la remisión de utilidades de las empresas al exterior y el creciente pago
de intereses de la deuda externa explican este resultado, que difícilmente en el
corto plazo pueda resolverse. El gobierno necesita divisas y los PPP podrían
facilitarlas.
El cambio en el contexto internacional, sumado a la desregulación del mercado
y malas decisiones del gobierno, implicaron un aumento en la incertidumbre
que presionó sobre el dólar y la sostenibilidad de mediano plazo. En este
El esquema de PPP argentino se asienta sobre el supuesto de la baja
eficiencia del Estado a la hora de realizar obra pública y estima que el
sector privado lo hará mejor, a pesar de la mala experiencia argentina
cuando la gestión de los servicios públicos quedaron en manos privadas.
De la descripción de los PPP en Argentina surge claramente que se trata
de un endeudamiento, el cual, si bien es realizado por el privado, su
pagador de última instancia es el Estado. A fin de lograr el interés de las
empresas en este mecanismo de licitación de obra pública, asume la
mayoría de los riesgos intrínsecos que este tipo de contratos posee, los
cuales se vuelven más importantes dado el contexto económico del país.
La determinación de emitir TPI’s a medida que las obras avanzan sin tener
en cuenta el costo de financiamiento que pueden tener en el futuro parece
riesgoso en un país cuyo costo de financiamiento es alto y volátil.
10
escenario el riesgo país comenzó a crecer, lo cual implica un aumento del costo
de financiamiento no sólo del Estado sino también de las empresas argentinas.
De hecho, desde el gobierno se explicita esta dificultad y se pone de manifiesto
en la imposibilidad de seguir saliendo al mercado de capitales internacional,
cuestión que no sucede desde enero de este año (cuando lograron colocar una
parte importante de la deuda externa pautada para todo el año).
En este contexto, los PPP resultan fuertemente afectados.
Por un lado, en los últimos días se disparó el riesgo país y, por lo tanto, el costo
de financiamiento para los bonos argentinos en el mercado. Además, las
empresas argentinas encuentran dificultades de financiarse en el exterior y de
lograrlo, será a los mayores valores del último tiempo. Si tenemos en cuenta
que el pagador final de los contratos PPP es el Estado Argentino, el crédito se
encarecerá al ritmo del riesgo país. Esta elevación del costo de
financiamiento se traslada directamente al costo de la obra planteado en
las licitaciones, poniendo en evidencia uno de los mayores problemas
que ya tenía el esquema. Paralelamente, la inestabilidad macroeconómica, en
la que tanto el dólar como la inflación y la tasa de interés resultan difíciles de
prever, genera en las empresas comportamientos de mayor protección frente a
los riesgos, por lo que muchos proyectos serán postergados.
Respecto al segundo punto, los PPP son utilizados por el gobierno para sacar
del gasto público las obras que se realizarán mediante este mecanismo.
Inicialmente, el gobierno buscaba reducir el déficit fiscal primario al 3,2% en
2018 luego de un resultado del 3,9% el año pasado. Realizado parte del
acomodamiento tarifario, la prosecución de este objetivo comienza a depender
de otros factores, entre ellos los gastos de capital. Los mismos representaron
casi un 10% del gasto total en 2017. A fines de abril, Dujovne anunció el recorte
de $30.000 millones en los gastos de capital, para alcanzar la nueva meta de
2,7% del PIB. Por lo tanto, en 2018 los gastos de capital se mantendrían
constantes en $180.000 millones, implicando un fuerte ajuste en términos
reales. Las negociaciones con el FMI implicarán una mayor presión sobre
el gasto público, por lo que el futuro no resulta muy promisorio.
En este marco, la apuesta por los PPP no solamente implica la posibilidad de
atraer dólares para una economía cada vez más complicada, sino también
compensar el efecto del ajuste de la obra pública directamente realizada por el
Estado. Dado que la construcción resulta muy sensible a la obra pública, el
fracaso en los PPP tendría un impacto negativo sobre la actividad y el empleo.
La política de los PPP resulta central para el gobierno por dos razones. En
primer lugar, porque le permite tener mayores dólares a un esquema que
muestra un constante déficit externo. En segundo lugar, porque permite
reducir el rojo fiscal, lo cual comienza a ser más importante por las
negociaciones con el FMI. Sin embargo, en el actual escenario y de
continuarse por mucho tiempo, es esperable que muchos de los
proyectos planteados pierdan sentido, por lo que su concreción corre
peligro.
11
Conclusiones: Los PPP implican complicaciones en presente y riesgos a futuro
En una economía cada vez más vulnerable a los shocks externos, la decisión
de adoptar este tipo de esquemas se vuelve doblemente riesgosa. A las
complicaciones que presentaron los PPP cuando se aplicaron en distintos
países y podrían replicarse aquí, se suman riesgos locales.
Al firmar un contrato, el Estado Argentino se compromete a pagar
semestralmente el endeudamiento que consiga el sector privado en el
momento en que este último termine cada una de las etapas. Actualmente, el
costo de financiamiento es demasiado alto y no hay perspectivas de que
disminuya en el corto plazo. De este modo, los PPPs se vuelve una pesada
carga para el Estado, lo cual se puede ver tanto en el precio que va a terminar
pagando la obra como en el costo final del financiamiento.
Además, la volatilidad externa a la que está expuesta Argentina implica que la
ecuación económica-financiera de las firmas para realizar las obras sufra
fuertes cambios, más aún en contratos de hasta 20 años de duración. El sector
privado sólo aceptará ingresar en estos esquemas si el Estado le garantiza
cubrirlo de todos los riegos existentes, lo que implica costos altos. El hecho de
que en varios medios se afirme que los PPP costarían más de 3 veces en
comparación con una obra tradicional no resulta alocado.
A esto se suma que, en el caso de que la negociación con el privado salga mal
o el proyecto termine resultando demasiado costoso, Argentina podría terminar
con una obra sin terminar y con una gran deuda a pagar discutida en juzgados
en el extranjero.
El plan de Argentina con los PPP no muestra una búsqueda clara de mejora de
la infraestructura para la generación de dólares sino más bien un abanico
amplio de proyectos a realizar mediante este mecanismo. En relación con esto
último, el propio Banco Mundial detalla que “la región deberá superar la
impresión generalizada de que las APP (PPP) no son más que un instrumento
para enfrentar las restricciones fiscales”. Si allí hubiera incorporado a las
restricciones externas, parecería que le está hablando directamente a los
funcionarios a cargo de instaurar a los PPP en Argentina.
Entonces, cabe preguntarse si los PPP traen verdaderas ventajas dados
los elevados riesgos que se corren por parte del Estado. La dependencia
de los planes de infraestructura gubernamental en este contexto parece
por demás arriesgado. Tanto por las dificultades de su concreción en el
actual entorno macroeconómico así como el elevado precio que debe
pagarse para que las obras puedan llevarse adelante.
12