los olores de la esperanza (perú)
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Los olores de la esperanza Publicado en La VANGUARDIA, 23.01.07
Antes de emprender a finales de mes mi vuelta a Brasil, estoy conociendo uno
de sus vecinos andinos, el Perú, que comparte con otros países
latinoamericanos gran parte de los recursos naturales y minerales del planeta.
Recursos que parecen cobrar una tímida pero decidida nueva dimensión en el
año del Informe Stern sobre el impacto ya en medida irreparable del cambio
climático publicado por Nick Stern, el Director de los servicios económicos del
gobierno británico y antiguo economista del Banco Mundial. Año también del
estreno mundial de la película “Una verdad inconveniente”, rejuveneciendo al
derrotado Al Gore y con una inesperada repercusión internacional.
Los paisajes de la sierra peruana (Cuzco y Puno) nos trasladan fácilmente a
épocas olvidadas. En la actualidad Cuzco pasa por ser la ciudad más antigua
del continente americano y la capital arqueológica de América del Sur. Lima no
obstante tiene poco de "antiguo" anclado en un tiempo perdido. Como Bogotá y
Quito, a pesar de sus evidentes diferencias, son capitales en búsqueda de una
modernidad que no parece tan lejana. Las desigualdades se dibujan en los
mapas, y existen barrios como Barranco o Miraflores que albergan todo tipo de
comodidades y una amplia oferta de ocio y bienestar y otros que apenas tienen
por donde caminar, a menudo sin las condiciones necesarias para la higiene
personal y colectiva. Mario Vargas Llosa, escritor que en 1990 perdió las
elecciones en Perú contra Fujimori, época marcada por el empleo de la
violencia de Estado contra el irracional terrorismo de Sendero Luminoso, decía
que, antes que verse, la pobreza se "huele". Una pobreza de la que, comenta
en uno sus artículos recientes, el mundo no podrá cerrar la "nariz" como está
cerrando los ojos. El autor nos recuerda que según el último informe de la ONU
“Más allá de la escasez: poder, pobreza y la crisis mundial del agua”, un tercio
de la población mundial no sabe lo que es un inodoro.
Perú es un país en auge, rozando un crecimiento del 9,6% en el último
semestre de 2006 y entre los cinco primeros exportadores mundiales. Un
verdadero boom económico que se ve cuestionado por las desigualdades
territoriales y la falta de capacidad del Estado y las regiones para aprovechar el
momento de “vacas gordas”, como insiste uno de los politólogos peruanos del
periódico El Comercio .Carlos Fernández. El desarrollo de las vías de
comunicación, favoreciendo las zonas turísticas y vinculando las zonas
alejadas con el “mercado”, parecen ser apuestas para un gobierno criticado
cuando se cumplen seis meses de mandato de Alan García que parece
empeñado en priorizar un referéndum tildado de inconstitucional para legalizar
la pena de muerte contra terroristas y violadores.
El turismo, en regiones como el Valle Sagrado en Cuzco o poblaciones como
Aguas Calientes a laderas del monte de Machu Picchu, “montaña vieja”, es la
primera de las actividades económicas. “La humanidad rinde homenaje a los
diestros hijos del Inti que edificaron Machu Picchu, monumento esplendoroso
signo de la cultura americana”. Así reza el letrero a la entrada del yacimiento de
Machu Picchu que puede convertirse el 7 de julio de 2007 en una de las 7
maravillas del mundo durante la declaración de Lisboa. Como si de una
construcción de papel se tratara, los Incas (en quechua “inkas”) construyeron
una verdadera ciudadela protegida por las montañas. Allí se encontraron
construcciones técnicamente perfectas para obtener calendarios, baños
ceremoniales, tumbas y casas residenciales. Todo, en absoluta piedra
trabajada. Seguramente esa cultura, a veces menospreciada y olvidada, se
hubiese reído, y con razón, de esa remanencia de orgullo por el cemento del
que gozan algunas de nuestras sociedades más "modernas".
Recuerdo el debate iniciado por el diplomático brasileño y ex-gobernador del
distrito federal, Cristovam Buarque, cuando un universitario americano le
preguntó sobre la necesidad de “internacionalizar” lugares como el Amazonas o
Machu Picchu que son Patrimonio de la Humanidad para “protegerlos” y
“preservarlos”. El político brasileño apuntó que no dejaba de ser curioso:
“pídale a un francés que hagamos internacional la Tour Eiffel, o a los
americanos que internacionalicemos su arsenal nuclear pues bien han sido
capaces de utilizarlo y poner en peligro el futuro de la humanidad. No es la
propiedad que destruye lugares como estos, especialmente en los países
menos desarrollados. Pídanles que internacionalicemos la lucha contra la
pobreza, que internacionalicemos todos los niños que no van a la escuela sin
importar de donde vienen. Como humanista, acepto defender la
internacionalización del mundo. Pero en tanto el mundo me trate como
brasilero (o peruano, boliviano, africano…) lucharé para que la Amazonia sea
nuestra.”
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