los japonesees que se quedaron en méxico en el siglo xvii acerca de un samurai en guadalajara

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  XI CO Y L A CU E N C A DE L P AC Í F I CO vol. 6, núm. 18 / enero – abril de 2003 10 ección especial S Los japoneses que se quedaron en México en el siglo XVII. Acerca de un samurai en Guadalajara 1  Eikichi Hay ashiya* * Ex Embajador de Japón en España. aponeses en Guadalajara Hace cerca de 20 años, cuando por segunda ocasión me encontraba en servicio diplomático en España, leí en un número de la  R e v i s t a d e I n d ia s  un artículo titulado “Japoneses en Guadalajara: ‘blancos de honor’ durante el seiscientos mexicano”, escrito por el señor Thomas Calvo, del Instituto de Estudios Mexicanos en Perpignan. Fue realmente sorprendente y emocionante saber, por este artículo, que entre 1624 y 1642 había en Guadalajara unos cuatro o cinco japoneses que no sólo dejaron huellas de su existencia sino que también, por lo menos dos de ellos, desarrollaron intensas actividades empresariales que destacaron en la sociedad tapatía (uno de ellos hasta fue sepultado en la catedral). Éste es, sin duda, un caso singular de la historia de los japoneses en el extranjero. Según este interesante estudio del profesor Calvo, hay varios documentos en distintos archivos de Guadalajara (el Archivo de Instrumentos Públicos, el Archivo Municipal, el Archivo del Sagrario Metropolitano, etcétera), que señalan la presencia de un grupo de japoneses en el mencionado período. El primer documento en que aparece un  japonés en Nueva Galicia data de febrero de 1624, y dice textualmente: “un Japón que estaba y está en el dicho pueblo 2  que abrá cuatro años que se bautizó [...]”. El segundo documento, siguiendo el orden cronológico, de noviembre de 1631, menciona a una persona nombrada Juan Antón, “de nación Japón, que compró la libertad de un negrillo de don Juan J  Vizcaíno por una suma de cien pesos, haciendo de padrino”. Sigue un tercer documento, de mayo de 1634, o “carta de compañía”, que firma un mercader activo de Guadalajara con “Luis de Encío, de nación Japón, estante de esta ciudad”. La carta la firman ambos contratantes, y el señor Encío, al lado de su firma en letras romanas, la pone además en caracteres  japoneses. Otro documento, de 1641, menciona a Juan de Páez, de Japón, como uno de los acreedores del señor don Nicolás de Castrejón. Por último, hay una partida de defunción de un tal Agustín López de Cruz “de nación Japón”, fechada el 29 de mayo de 1642, muerto en el hospital del Señor Santo Miguel en Guadalajara . El albacea de su t estamento fue el ya mencionado Luis de Encío.  Así pue s, los citados cua tr o nom bres hispánicos llevan la anotación de “nación Japón” o de origen japonés, y por ello podemos saber su procedencia; de no ser así, no nos llamaría la atención. El profesor Calvo, haciendo uso de los documentos que encontró, relata en casi doce páginas los pasos que siguieron estos japoneses llegados a Guadalajara, y aclara la interesante vida llevada en particular por Luis de Encío y su yerno Juan de Páez. Calvo llega a la conclusión de que estos japoneses formaban un grupo o pequeña colonia, cuyo núcleo era Luis de Encío. Entre estas personas, la que me despertó particularmente el interés fue el señor Luis de Encío, considerado el núcleo del grupo, quien al lado de su firma escribió en caracteres fonéticos japoneses hiragana “ruisudeincio” y, como si esto no bastara, añadió los caracteres

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En el siglo XVII una embajada parte del Japón feudal con el rumbo de España, a su paso por la Nueva España, algunos de los integrantes decidirán quedarse en tierras novohispanas. El artículo narra el destino de éstos al quedarse en Guadalajara.

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  • MXICO Y LA CUENCA DEL PACFICOvol . 6 , nm. 18 / enero abri l de 200310

    eccin especialS

    Los japoneses que se quedaron en Mxico en el sigloXVII. Acerca de un samurai en Guadalajara1

    Eikichi Hayashiya*

    * Ex Embajador de Japn en Espaa.

    aponeses en Guadalajara

    Hace cerca de 20 aos, cuando porsegunda ocasin me encontraba en serviciodiplomtico en Espaa, le en un nmero de laRevista de Indias un artculo tituladoJaponeses en Guadalajara: blancos de honordurante el seiscientos mexicano, escrito porel seor Thomas Calvo, del Instituto deEstudios Mexicanos en Perpignan.

    Fue realmente sorprendente yemocionante saber, por este artculo, que entre1624 y 1642 haba en Guadalajara unos cuatroo cinco japoneses que no slo dejaron huellasde su existencia sino que tambin, por lo menosdos de ellos, desarrollaron intensas actividadesempresariales que destacaron en la sociedadtapata (uno de ellos hasta fue sepultado en lacatedral). ste es, sin duda, un caso singularde la historia de los japoneses en el extranjero.

    Segn este interesante estudio delprofesor Calvo, hay varios documentos endistintos archivos de Guadalajara (el Archivode Instrumentos Pblicos, el ArchivoMunicipal, el Archivo del SagrarioMetropolitano, etctera), que sealan lapresencia de un grupo de japoneses en elmencionado perodo.

    El primer documento en que aparece unjapons en Nueva Galicia data de febrero de1624, y dice textualmente: un Japn queestaba y est en el dicho pueblo2 que abrcuatro aos que se bautiz [...]. El segundodocumento, siguiendo el orden cronolgico, denoviembre de 1631, menciona a una personanombrada Juan Antn, de nacin Japn, quecompr la libertad de un negrillo de don Juan

    J Vizcano por una suma de cien pesos, haciendode padrino.Sigue un tercer documento, de mayo de

    1634, o carta de compaa, que firma unmercader activo de Guadalajara con Luis deEnco, de nacin Japn, estante de estaciudad. La carta la firman ambos contratantes,y el seor Enco, al lado de su firma en letrasromanas, la pone adems en caracteresjaponeses.

    Otro documento, de 1641, menciona aJuan de Pez, de Japn, como uno de losacreedores del seor don Nicols de Castrejn.Por ltimo, hay una partida de defuncin deun tal Agustn Lpez de Cruz de nacinJapn, fechada el 29 de mayo de 1642, muertoen el hospital del Seor Santo Miguel enGuadalajara. El albacea de su testamento fueel ya mencionado Luis de Enco.

    As pues, los citados cuatro nombreshispnicos llevan la anotacin de nacinJapn o de origen japons, y por ello podemossaber su procedencia; de no ser as, no nosllamara la atencin. El profesor Calvo,haciendo uso de los documentos que encontr,relata en casi doce pginas los pasos quesiguieron estos japoneses llegados aGuadalajara, y aclara la interesante vidallevada en particular por Luis de Enco y suyerno Juan de Pez. Calvo llega a la conclusinde que estos japoneses formaban un grupo opequea colonia, cuyo ncleo era Luis deEnco.

    Entre estas personas, la que me despertparticularmente el inters fue el seor Luisde Enco, considerado el ncleo del grupo,quien al lado de su firma escribi en caracteresfonticos japoneses hiragana ruisudeincio y,como si esto no bastara, aadi los caracteres

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    ideogrficos kanji correspondientes al apellidojapons, que puede leerse como Fukuchi paraEnco y el nombre de Soemon, Teramon oUemon [la primera letra es un poco difcil deleer, para Luis (de)]. De suerte que pudimossaber su nombre y apellido originales delJapn. Luis de Enco era, pues, japons contoda seguridad, y acaso pudiramos saber msde l investigando en dicho pas.

    Quin fue Luis de Enco?

    En el otoo de 1984 regres a Japn conaquella firma, aquellos caracteres y aquellafoto que acompaaban a ese artculo que habaledo, firmemente grabados en mi memoria.Me jubil del servicio diplomtico, y Luis deEnco me segua dandovueltas en la cabeza.

    Me di a pensar queaquel seor Enco yallevara algn tiempoestablecido en Guadalajara,que a lo mejor tendranostalgia por su patria, queno podra contenerse y quedeseaba identificarse nosolo como japons de origensino tambin comoindividuo de cierta posicinsocial en Japn.

    En realidad, el hechode llevar apellido propio,colocaba a Enco fuera de lacapa de simples plebeyos, oen una familia distinguidade su pueblo, ya queentonces la clase plebeya nosola llevar apellido. Laterminacin emon en sunombre (Soemon) es unapelativo muy usual de lossamuris, o de las personasde cierta categora.

    Not, asimismo, que Enco transcribi suapellido espaol en hiragana no como enco (cone) sino como inco (con i), fenmeno fontico

    en un japons de la regin norte, que sueledecir In... cuando el comn de los japonesesdice En..., segn un dialectlogo, por causaclimatolgica. Esto me ofreci algo as como lapunta de un hilo para empezar a buscar a esteEnco en los papeles relativos a las relacionesentre Mxico y Japn del siglo XVII y en lascrnicas relacionadas con la parte nortea delJapn.

    Habrn llegado a la Nueva Espaa estosjaponeses merced al naufragio de algn barcojapons, como insina el profesor Calvo?Naufragados?

    Efectivamente, en el Pacfico hay unacorriente llamada kuroshio, que sale del norte

    de las Islas Filipinas, subepor las costas de las islasjaponesas y alrededor de los40 grados de latitud norte serene con otra corriente,oyashio, que viene del nortey se dirige al nordeste.Precisamente, eldescubrimiento de estacorriente hizo posible eltornaviaje de los galeones deManila. Por lo tanto, podradarse la posibilidad de quealgunos japoneses, sinquererlo y por casualidad,hubieran naufragado yllegado a la costa de BajaCalifornia antes que losespaoles. Desde luego, estaposibilidad no puededescartarse totalmente.

    Sin embargo, todos loscasos de naufragioregistrados por la historia sehallan en el siglo XIX;adems, los nufragos sonsalvados por otros barcos enalta mar, lo cual significaque no era probable llegarpor causa de naufragio y por

    las propias fuerzas a la costa de Baja California.Si esto era as en el siglo XIX, ms lo sera enlos siglos XVI y XVII.

    Manila, desde lallegada de losespaoles, fue

    cobrandoimportancia y pronto

    se convirti en uncentro de

    concentracin depersonas y productos

    del Oriente. A esavilla, desde la

    segunda mitad delsiglo XVI, o sea, antes

    del arribo deLegazpi, ya entraban

    algunos barcosjaponeses, como

    Legazpi informa aFelipe II en 1567

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    eccin especialSEn aquellos tiempos, en el Mar del Norte,

    con barcos pequeos, sin suficientepreparacin y sin prevencin del viento y lamarea, era difcil continuar sano y salvo el viajedurante meses.

    Dejaremos a un lado esta posibilidad ybuscaremos otra fuente.

    Galeones de Manila?

    Entonces, habra la posibilidad de que estosjaponeses hubieran viajado en los galeones deManila?

    Como se sabe, desde 1565 hubo ya unalnea naviera, llamada galeones de Manila onaos de China, de servicio regular entreMxico y el Oriente. Esta lnea cruzaba elPacfico, concretamente, haca la travesa entreManila y Acapulco hasta 1810, en varios viajesal principio o, por lo menos, en uno (ms tardecada ao), desempeando un papel muyimportante entre Mxico y el Oriente.

    Estos galeones no tocaban puertosjaponeses, aunque se dieron contados casos dearribo a costas japonesas a causa de naufragios.

    Manila, desde la llegada de los espaoles,fue cobrando importancia y pronto se convirtien un centro de concentracin de personas yproductos del Oriente. A esa villa, desde lasegunda mitad del siglo XVI, o sea, antes delarribo de Legazpi, ya entraban algunos barcosjaponeses, como Legazpi informa a Felipe IIen 1567. Y segn el informe de Martn Goiti(1570), residan all unos veinte japoneses antesde que los espaoles constituyeranformalmente la ciudad. En las ltimas dcadasdel siglo XVI, parece que aument bastante lapoblacin japonesa, hasta contarse en susltimos aos entre 400 y 1 000 personas.

    Entrado el siglo XVII, debido a las dosbatallas de Osaka (1614 y 1615), y a partir delas medidas tomadas contra la propagacin delcristianismo, llegaron a Manila algunosguerreros perdidos o expulsados, entre los quese cont el famoso samurai Takayama Ukon.

    Podra ser que algunos de ellos hubieranabordado los galeones? Puede ser. Adems, en1586, en el galen Santa Ana, que fue tomadopor el pirata Cavindish, haba dos japoneses aquienes pusieron los nombres de Cristbal yCosmo. Al principio no era permitido llevarpasajeros extranjeros en estos galeones.Quizs embarcaron clandestinamente, lo cualun samurai no hubiera hecho. Vamos a buscarotro camino.

    Dos misiones japonesas

    Tenemos que recordar que la historia registralos viajes ocenicos de dos misiones japonesasen buques construidos en Japn que zarparonen las primeras dcadas del siglo XVII.Efectivamente, en 1610 el primer grupo dejaponeses arrib a la Nueva Espaaaprovechando el viaje de retorno a Mxico dedon Rodrigo de Vivero, gobernador interino delas Islas Filipinas. Vivero haba naufragado encosta japonesa, y el Shogun Ieyasu le ofreci,para que continuara su viaje de regreso, unbuque construido en Japn. Este Ieyasu,deseoso de establecer contacto con lasautoridades de la Nueva Espaa, tuvo variasentrevistas con los misioneros espaoles, ysolicit concretamente a Rodrigo de Vivero elenvo de tcnicos mineros. Se sabe que unos23 japoneses encabezados por Tanaka Shosukeembarcaron con Vivero.

    Contados documentos quedan en Japnsobre este viaje de Tanaka Shosuke, del cualse sabe muy poco. Segn ltimos estudios,parece que Tanaka fue un pudiente mercaderde metales establecido en Kioto. Fue a laNueva Espaa con el consentimiento o, msbien, por indicacin del Shogunato deTokugawa para conocer la tcnica del beneficiode la plata y efectuar el trfico comercial. Elobjetivo principal del barco fue facilitar elregreso de Rodrigo de Vivero, y TanakaShosuke con sus acompaantes aprovecharonla ocasin. El virreinato confisc este barcoante el temor de que los japoneses aprendieranla tcnica de la navegacin. Tanaka regres aJapn en 1611 utilizando el barco preparadopor el virreinato a fin de enviar a Sebastin

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    Vizcano para que explorara las islas ricas enoro y plata que, segn crean los espaoles, sehallaban cerca del norte de las islas japonesas,y para que al mismo tiempo transmitiera alShogunato de Tokugawa el sentimiento degratitud del virreinato por las facilidadesdadas para el regreso de Rodrigo de Vivero.

    Sebastin Vizcano fue un destacadopersonaje en la Nueva Espaa, a donde llegde joven, y por orden del virrey Velazcoexplor Baja California en 1604. Fue tambincomandante de jefe de la flota para las Filipinasy comisionado para la antedicha exploracinde 1611 y 1612.

    El segundo grupo de japoneses que arriba la Nueva Espaa fue la Misin de Hasekura,enviada en 1613 por el seor feudal Date. Fuela primera misin japonesa a Madrid y Roma,a travs de la Nueva Espaa, cruzando elPacfico. El barco utilizado fue construido enOkachi en un ro cerca de Ishinomaki o enTsukinoura, de donde zarp. Se llamabaMutsumaru, pero recibi el nombre de SanJuan Bautista. Esta misin es bastanteconocida y no me ocupar aqu ms de ella. Slomencionar que estuvo compuesta de 140japoneses, nada menos, encabezados porHasekura Rokuemon, samurai de no muy altorango (sueldo de 600 koku) al servicio de Date.A este feudo pertenecan de 20 a 30acompaantes, diez eran vasallos directos delsuperintendente naviero del Shogunato ycerca de cien eran mercaderes llegados dediversas provincias del Japn. Iban, aparte,Sebastin Vizcano, que regresaba con 40tripulantes del barco espaol averiado, y FrayLuis de Sotelo, en calidad de gua.

    Hasekura, con su compaa, lleg aAcapulco en enero de 1614; despus pas a laciudad de Mxico y continu su viaje haciaMadrid y Roma con una veintena deacompaantes; en agosto de 1617 regres deEuropa a Mxico para zarpar rumbo a Manilaen abril de 1618.

    As, Hasekura y su squito cercanoestuvieron en Mxico un ao en total, dividido

    en los dos perodos de cinco y siete meses.Algunos de los japoneses que no loacompaaron a Europa regresaron a Japn enel mismo barco y otros permanecieron enMxico cuatro aos y dos meses, esperando elretorno de Hasekura a la Nueva Espaa.

    Diario de Chimalpain

    Ante la falta de documentos en Japn quearrojen luz sobre la permanencia en Mxico deestas misiones, no se sabe por la fuentejaponesa cmo llegaron a Mxico, quhicieron, cmo fueron tratados y dems. Dellibro del italiano Scipione Amati, quienacompa a Hasekura entre Madrid y Roma,no se consideramuy fidedigno lo que dicesobre la permanencia de esta misin en Mxico.

    Sin embargo, gracias al estudio de uneminente historiador mexicano, sabemos deuna curiosa crnica escrita por un noble aztecaen su propio idioma natal, llamadoChimalpain, formalmente Domingo Franciscode San Anton Muon Cuahtlehuanitzin. Esteseor, nacido en 1579 en Amecameca, de la an-tigua provincia de Chalco, descenda de lanobleza nativa de esa regin, se educ desdepequeo en el convento del pueblo y en laciudad de Mxico, donde se dedic aquehaceres religiosos en la iglesia de SanAntonio Abad. Fue muy aficionado a la historiano slo de su propio pueblo natal, sino tambinde todo Mxico indgena. Empez a escribir alos 31 aos de edad y dej sus diferenteshistorias originales, como l mismo las llam,en ocho relaciones, ms un diario en que anotahechos salientes ocurridos de 1577 a octubrede 1615. Estos escritos, en su mayora, anestn sin traducir e inditos. La partetraducida del nhuatl al espaol se debe a donMiguel Len Portilla; fue publicada en 1992, ycon el permiso del autor, antes de supublicacin la parte que hace referencia a losjaponeses la traduje en 1975 al idioma japons.

    Es interesante que en este diario lasreferencias a las visitas de dos gruposjaponeses ocuparan un espacio muy importantecada ao con descripciones minuciosas. Las

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    eccin especialSvisitas de la gente del otro lado del Pacficoconstituiran seguramente grandesacontecimientos para el pueblo en general.Adems, la descripcin del joven noble aztecaest llena de simpata por estos gruposorientales. Me parece que su mirada hacia estagente de extraa indumentaria y de diferentescostumbres es muy clida y afectuosa. Seraque l sinti cierto parentesco con ella?

    La primera de estas referencias comienzaen febrero de 1610, y la ltima, el 23 de octubrede 1614. As, las crnicas cubren el grupo deTanaka Shosuke desde su llegada a Mxicohasta su salida, y el de Hasekura desde sullegada a Mxico hasta su partida para Espaa.

    Estas referencias hechas por un testigopresencial nos enteran por primera vez demuchas cosas que se ignoraban, sobre todo encuanto al trato recibido, manera de vestir yactuar y la estancia de algunos japoneses en laNueva Espaa al regresar las misiones a supatria.

    Por este diario sabemos que TanakaShosuke, comerciante y mercader, fueconsiderado y tratado como un embajador ynegociador del intercambio comercial entreJapn y la Nueva Espaa.

    A travs de la descripcin de los atavosque al parecer mucho llamaron la atencindel pblico se sabe que aquellos japonesesllevaban espada al cinto, cosa no permitida amercaderes generalmente.

    La observacin del calzado y del peinadoes muy interesante. Por la descripcin delpeinado podemos suponer la presencia debastantes jvenes. Sobre el grupo de Hasekura,el autor menciona que entr en la ciudad el 4de marzo de 1614, desfilando con lanzasprimero y todo lo que se sola llevar enceremonias como sta.

    Lo ms interesante para nosotros es queel Chimalpain menciona que del primer grupo(el de Tanaka) se quedaron en Mxico tresindividuos, y algunos (sin citar nmero) del

    grupo de Hasekura. Es la nica crnica dondese refiere que hubo japoneses que se quedaronen Mxico tanto de la misin de Tanaka comode la de Hasekura.

    Citar las anotaciones de las tres fechasde este diario. Est la referente a la salida delprimer grupo el 7 de marzo de 1611, que dicetextualmente: Hoy lunes, 7 de marzo de 1611,ao es cuando sale de aqu a Mxico, comienzasu viaje Sebastin Vizcano, vecino de Mxicoque haba hecho general, para ir a la China. Escuando llevan a personas del Japn. A su ladose hizo saber al noble de Japn cuyo nombreera don Alonso, el cual ya se alababa comoespaol, as regresa ya a su casa. Aqu sedespoj de todo aquello que haba trado, suatavos, slo as vino a cambiarse aqu enMxico y as estuvo durante dos meses aqu.Regresaron a su casa 17. Fueron dejados aquen Mxico tres.

    La segunda anotacin es sobre la misinde Hasekura, con fecha del 29 de marzo de1614, referente a la salida de parte del grupoque se qued, sin acompaar al viaje paraMadrid y Roma. Dice: [...] As se va, solo dividea sus servidores: a unos japoneses los llev, aotros aqu los dej, para que aqu nosencontrramos con ellos, los comerciantesrealizaran ventas con ellos [...].

    La tercera anotacin, tambin sobre elmismo grupo que se qued en Mxico, es del14 de octubre de 1614: Este da comenzaronalgunas personas del Japn a irse de sus casasdel Japn. Estuvieron viviendo cuatro aos.Algunos aqu fueron dejados. Se afanaron,vendieron aqu los productos que haban tradodel Japn.

    Por la primera referencia, sabemos quedel grupo de Tanaka se quedaron tres enMxico; por la segunda y tercera sabemos quealgunos permanecieron aqu desde el 16 deoctubre de 1614, aunque no sabemos hastacundo. No hay ninguna informacin posterior,ya que este diario termina en 1615.

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    Regresaran todos al Japn junto conHasekura, que parti de Acapulco en abril de1618, tras el viaje por Europa? A este respectono dice nada la fuente mexicana, pero hay unacarta de Hasekura mismo, escrita en Manilacon fecha 22 de junio de 1618, dirigida a su hijoKanzaburo. Es sta la nica carta de Hasekuraque se queda; dice entre otras cosas: Hemosllegado todos los de la casa bien de salud. Lostres, Seihachi, Ichinosuke y Daisuke seescaparon, corrieron en Nueva Espaa.

    La mejor prueba es que se quedaron enMxico por lo menos tres de los dependientesdirectos de Hasekura. No habra ms?Aunque de momento no tenemos mstestimonio, no sera natural pensar que s loshubo?

    Creo no ser demasiado iluso en suponerque el grupo de japoneses que vivieron enGuadalajara fueron miembros de la misin deHasekura.

    De dnde sera Fukuchi Soemon?

    Ahora vamos a buscar al seor Luis de Enco,o sea, Fukuchi Soemon, entre los miembros dela misin Hasekura.

    Lamentablemente no existe la listacompleta de la misin Hasekura, ni la de laspersonas que embarcaron en San Juan Bautistapara la Nueva Espaa. Slo tenemos una listaelaborada posteriormente, sacada de lasdiversas crnicas, con los nombres de las 28personas que lo acompaaron. En esta listatampoco encontramos el nombre de FukuchiSoemon. Eso quiere decir que en las diversascrnicas relacionadas, no aparece ninguno contal nombre en la misin Hasekura.

    Casualmente, en los primeros das defebrero de 1993 se me invit a dar unaconferencia en Sendai, capital de la Provinciade Miyagi, que fue la sede del seor feudalDate. Aprovech la oportunidad y solicit alauditorio la colaboracin para buscar la familiaque tuviese este apellido en la Provincia deMiyagi.

    El resultado fue muy favorable. Graciasal peridico Kahoku Shimpo, que public mipeticin, recib varias informaciones.

    Una de ellas fue sobre un readenominada Fukuchi (o Fukudji, segn lapronunciacin local) dentro de la villa deKahoku, departamento de Momou. Se sita a60 km al nordeste de Sendai y a 10 km al nortede Ishi-no-maki, la segunda ciudad de estaprovincia e importante puerto pesquero.

    Fukuchi se encuentra al lado sur del roKitagami, uno de los ros ms largos de estazona montaosa, y no muy lejos de la baha deOppa, donde el Kitagami desemboca alPacfico.

    En esta rea de Fukuchi huboantiguamente un puerto fluvial llamadoYokokawa, muy animado, de manera especialen los siglos XVI y XVII. Desde Fukuchi,pasando una montaas, se puede llegarfcilmente a Okachi, uno de tantos ros de estazona, ideal, segn dicen, para la construccinnaviera.

    Un da de verano tuve el gusto decaminar por Fukuchi. Amablemente meacompa el seor Sato Kenichi, director delMuseo de Sendai e historiador. Es un rea muytranquila, lejos de los ruidos urbanos, queconserva an los encantos de las provincias deantao. Por la zona, cubierta toda de espesoverdor, corre lenta y suavemente la abundanteagua del Kitagami, cantada en varias cancionespopulares. Nada pasa por all, a no ser lanchaspesqueras de shijimi (almejas pequeitas), quese deslizan perezosas en medio de loscaaverales mecidos por la brisa en ambasriberas.

    Desde la orilla del norte se ve a la orillaopuesta una colina llamada Yawatayama,donde estuvo el castillo Tsuri-no-o, cuyas basesde estructura en ruinas permiten imaginar lamagnitud que se dice debe haber tenido. Penssubir a ver de cerca estas ruinas, pero me loimpidi el tupido bosque que se ha tragado elsendero. Dicen que desde ellas se puede

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    observar toda la baha de Oppa, y darsefcilmente cuenta de su importanciaestratgica. Quin ocupara este castillo?

    Segn me ha contado el historiador localShito Masataka, descendiente de la familiaShito, quien vive justamente en la falda de lacolina, la ocupacin de este castillo registrbastantes cambios de seores feudales debidoa las luchas continuas en el siglo XVI. En lascrnicas del mismo siglo aparece unYamanouchi Samanosuke, que adopt despusel apellido Fukuchi, tomando el nombre de lazona. Cerca se ven las ruinas de otro castillollamado Tateyama-dyo, tambin de bastanteimportancia; entre los seores que lo ocuparonse halla un Fukuchoi Samanosuke, que puedeser la misma persona que ocup el castilloTsuri-no-o. As que ya tenemos la familiaFukuchi.

    Este Fukuchi (Yamanouchi) Samanosukefue un importante lugarteniente de Shuto, quepele con la familia Kasai, poderoso seor deIshinomaki (batalla de Eisei,1515). La familiaShuto fue derrotada y aniquilada, y sulugarteniente Fukuchi, sometido a las rdenesde Kasai.

    Nada placentera haba sido la vida de lafamilia Fukuchi: Samanosuke y su hijo, comovasallo de Kasai, acabaron por revelarse, juntocon otro conspirador, contra Kasai en 1565(batalla de Eiroku).

    La familia Fukuchi no tuvo suerte, fuederrotada y Kasai le quit su territorio delpueblo Fukuchi. La familia Fukuchi fuedividida y esparcida en esta zona. Sin embargo,la prosperidad de Kasai tampoco fue duradera:en 1591 fue aniquilada por Date Masamune encumplimiento de rdenes de ToyotomiHideyoshi. (El XVI es, en la historia de Japn,el siglo de las guerras internas.)

    Por otra parte, en la crnica de losvasallos del feudo de Date del siglo XVII,Tohan-shiko (tercer tomo), aparece FukuchiUkon como nico vasallo de Date con esteapellido y como descendiente de Fukuchi

    Samanosuke, quien, dice la crnica, fuedependiente de la familia Kasai con residenciaen el pueblo de Fukuchi, nombre tomadooriginalmente del apellido Yama-no-uchi. Suhijo Hikoemon se qued sin seor debido a laderrota de la familia Kasai (en 1591).

    As, Fukuchi Hikoemon fue vasallo deKasai hasta 1590, y debido a su derrota, desdeesa fecha se qued sin dueo. Sin embargo, enla crnica del siglo XVII aparece nuevamenteel nombre de Fukuchi con la noticia del nietode Fukuchi Samanosuke. Seguramentealgunos de la familia Fukuchi los tom Datepara vasallos.

    Dice la crnica que Ukon, hijo deHikoemon, fue ayudante de Date Munetaka,hijo de Date Masamune, y siguiendo la muertede su amo, se sacrific el 7 de septiembre de1626.

    Ukon tena entonces 33 aos, yMasamune lamentando su fallecimientoadjudic a su hijo Kanzaemon, de tres aos deedad, un sueldo de 50 kohan, y el derecho decargo de Daibanshi guardin mayor parasus descendientes.

    Con estos datos, ya sabemos sobre lasuerte de tres generaciones de la familiaFukuchi: Samanosuke, Hikoemon y Ukon.Segn las crnicas de vasallos de Date, a partirdel siglo XVI, el nico vasallo de apellidoFukuchi pertenece a la familia de Samanosuke(que hubo de tener seis hijos y dos hijas, dosde los cuales habran sido vasallos directos deDate). Si nuestro Fukuchi es del feudo de Date,es casi seguro que este Soemon pertenece aesta familia Fukuchi, pudiendo ser uno detantos nietos de Samanosuke.

    Aunque no aparece en ningn documentojapons que alguien de esta familia Fukuchihaya ido en el viaje de Hasekura, ni menos quese haya quedado en Mxico, podramospensar o imaginar que aquel Luis de Enco,Fukuchi Soemon, perteneci a esta familia? Lavida de la familia Fukuchi, otrora duea de ungran castillo, sufri dos reveses fatales en el

    eccin especialS

  • MXICO Y LA CUENCA DEL PACFICOvol . 6 , nm. 18 / enero abri l de 2003 17

    siglo XVII. Con el derrocamiento de Kasai sele aliger al fin el peso, y consigui la simpatade los vasallos inmediatos de Date Masamune.As, Fukuchi Hikoemon, hijo de Samanosuke,fue tomado para vasallo de Date. Este Dateempez a realizar contactos con los espaoles,y su primer encuentro casual con SebastinVizcano fue el 24 de junio de 1611, en Edo.Fukuchi Ukon tendra entonces 18 aos deedad, considerando que a la edad de 33 aosse sacrific, como ya lo mencion, a la muertedel hijo de Date Masamune en 1626.

    El nombre de nuestro Fukuchi Soemonno se encuentra en la genealoga de la familiaFukuchi, que pudimos revisar gracias a losesfuerzos de Shito; si perteneci a ella, hubierasido ms o menos de la edad de su primo Ukono, supongamos, dos aos menor, de suerte quedesde el punto de vista de la mayora de edad(que entonces era de 15 aos), bien pudoparticipar oficialmente junto con sus cercanosen el viaje a la Nueva Espaa. No es extraoque lograra la simpata del embajadorSebastin Vizcano durante la travesa por elPacfico. O conocera a ste en Okachi, tancerca de su pueblo natal, en el tiempo de laconstruccin del buque San Juan Bautista?

    Es bien sabido que Sebastin Vizcano fueencomendero de los pueblos de Avalo, y puedeque haya invitado personalmente a FukuchiSoemon a ir a la Nueva Espaa, e inclusive aquedarse en Guadalajara. En relacin con esto,el profesor Calvo ya se fija en cierta relacincon Sebastin Vizcano, al decir: por lo menosuno de estos japoneses queda claramentevinculado con la familia Vizcano.

    Vizcano, a pesar de su insatisfaccin conel resultado de su misin y con la demora desu partida de Japn, adems de no simpatizarcon la misin de Hasekura en la que habaobservado la intencin e inters personal defray Luis de Sotelo, no creo que profesaraantipata a los japoneses, por los hechos de queen el buque de ida a Japn sentaba en su mesaa Tanaka Shosuke, y porque en su informe lomenciona con todo elogio.

    Sera demasiado imaginar que Vizcano,habiendo encontrado en Japn, o en su viajede regreso, a un excelente joven samurai, quisodarle las facilidades necesarias para que sequedara con sus amigos cercanos a los pueblosque l tena bajo la encomienda?

    Desgraciadamente, Vizcano ya estababastante enfermo cuando volvi a Mxico;falleci en Acapulco en 1615 sin ver el felizasentamiento del grupo japons.

    Sea como sea, lo cierto es que estepequeo grupo de japoneses se incorporarona la sociedad en un tiempo relativamente corto.Esto se debe a su gran capacidad deadaptacin, como lo indica el profesor Calvo,pero considero que mucho les favoreci aquelsentimiento de hospitalidad que haba en lasociedad colonial de entonces. El profesorCalvo tambin seala la tolerancia en estasociedad colonial, nacida al encuentro de variosmundos: el americano, aadir yo, de origenOriental, y el europeo, y la ausencia dexenofobia como una caracterstica delseiscientos mexicano.

    Si la generosidad y flexibilidaddistinguieron a aquella sociedad colonialmexicana, estas cualidades han sido heredadasde generacin en generacin hasta hoy en daen este pas. Justamente estas cualidades sonlas que se necesitan en este mundo, donde porsu falta, en mucha partes persisten luchas yconflictos que apenan y entristecen.

    Notas

    1 Conferencia impartida en el auditorio AdalbertoNavarro Snchez, del Centro Universitario de CienciasSociales y Humanidades de la Universidad deGuadalajara, el 13 de septiembre de 2002.

    2 Ahuacatln, en la parte sudeste del estado de Nayarit.

    Los japoneses que se quedaron en Mxico en el siglo XVII. Acerca de un samurai en Guadalajara