7/25/2019 Los Hombres de Negro Tesla

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Los Hombres de Negro hacen una Visita

Por el verano de 1997, Alfrey haba terminado de leer todo el contenido de las cuatro cajas, yestaba listo para comenzar a escanear los papeles hacia discos de computadora. Alfrey estuvo unpoco ms que sorprendido que las voluminosas notas y diarios no contenan ningn dibujo omodelo. No fue hasta ms tarde que Alfrey descubri que Tesla detestaba ilustrar sus ideas,

debido al hecho que sus propios modelos mentalesera todo que el requera para construir susinventos.

Alfrey tambin not que los diarios de Tesla estaban a menudo incompletos. Haba numerososhuecos consistentes de das, meses y aun aos. Alfrey conjetur que otros diarios podran existiren alguna parte, escondidos, ya sea por el gobierno o por ignorancia en bodegas y ticosolvidados.

Por todas estas brechas, Alfrey comenz a hacer investigaciones en Internet, esperando queotros pudieran tener informacin adicional respecto a estas secciones faltantes. Estasinvestigaciones, obviamente atrajeron la atencin de aquellos que tambin estaban interesadosen los diarios perdidos. Alguien que quisiera mantener esos diarios perdidos para siempre.

En septiembre de 1997, Alfrey estaba en casa continuando su investigacin mientras su esposa ehijos se haban ido a Manhattan por el da. Como Alfrey recuerda, el telfono son y quien llamse identific a s mismo como Jay Kowski, quien estaba interesado en Tesla y los papeles queAlfrey haba descubierto.

Alfrey haba hablado con la persona por solamente unos cuantos minutos cuando de repente lalnea se qued muerta. Casi inmediatamente son el timbre de la puerta, recuerda Alfrey.Cuando fui a atender la puerta, ya la encontr abierta y tres hombres estaban parados en elvestbulo.Antes de que Alfrey pudiera hablar, el hombre ms cercano lo abord por su nombre de pila.La puerta estaba abierta, John, espero que no te importe que entramos.Los tres hombres estaban todos vestidos en idnticos trajes negros de ejecutivos, con camisasblancas y corbatas negras.Parecan empresarios de pompas fnebres, dijo Alfrey.

Sin embargo, Alfrey saba que no eran empleados de pompas fnebres o que simplementellegaban para una conversacin amistosa. El hombre que primero habl continu abordando aAlfrey por su nombre de pila:Como si me conociera personalmente o algo as. Pero yo nunca haba visto a estos homb resantes en toda mi vida. Tema que pudieran ser criminales. Haba un cierto aire de amenazaalrededor de estos tres hombres, que jams antes o despus he experimentado. Los otros dos hombres permanecieron cerca de la puerta y nunca hablaron. Sus ojospermanecieron fijos en Alfrey a travs de la experiencia entera.Entendemos que usted tiene en su posesin algunas viejas cajas y papeles, dijo el primerhombre. Estaramos muy interesados en comprarlos de usted.

Es que realmente no estn a la venta, contest Alfrey. De todas formas, Cmo es que sabenacerca de ellos?

El primer hombre se ri.Nosotros sabemos mucho acerca de usted y sus papeles. No le pertenecen, pero estaramos

dispuestos a pagarle por su preocupacin. No tienen ninguna utilidad para usted y, de hecho,usted podra estar en muchos problemas por tenerlos, en primer lugar.Para entonces, Alfrey comprendi que los hombres no le estaban pidiendo comprar sus cajas, loestaban demandando. El entendi lo que queran decir por negocioy esto lo asust.

El primer hombre se movi ahora lentamente ms cerca de Alfrey, hablando de una maneradeliberadamente lenta. El cuidadosamente dijo cada palabra, de modo que Alfrey entendieraperfectamente donde estaba parado.

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De nada le sirve saber", dijo el hombre. "Vamos a conseguir esas cajas sin importar lo que ustedhaga. Usted no puede detenernos. Sera mucho ms fcil para usted y su familia si simplementenos da lo que queremos. Hay gente que ha desaparecido para siempre por mucho menos queesto. Odiara que esto le sucediera a usted, as u esposa o sus hijos. El hombre ahora estaba parado directamente frente a Alfrey, sus oscuros ojos fijos y fros. Casipareca que tenan alguna clase de poder hipntico sobre Alfrey, mientras el estaba parado all,incapaz de hablar.

Repentinamente, los tres extraos hombres se voltearon en unsono y caminaron hacia afuera porla puerta frontal. Nada ms fue dicho, no era necesario. Alfrey comprendi claramente sumensaje. El deba entregar las cajas, sus investigaciones, aun su inters en Tesla si querapermanecer ileso.

Fue como si Alfrey estuviera saliendo de un trance, el realiz que haba sucedido y corri haciafuera de la puerta a enfrentar a los hombres. Pero no se vean por ninguna parte. No habavehculo en la calzada y la calle estaba completamente vaca. De hecho, todo el vecindarioestaba extraamente quieto. Aun los pjaros se haban silenciado. Era como si el mundoestuviera haciendo una pausa por un momento, y luego continuara como si nada hubierasucedido.

Alfrey corri nuevamente hacia adentro de la casa y cerr las puertas con llave. El entonces fue asu estudio, donde mantena las cajas y la computadora. El cuarto estaba ubicado en la parte deatrs de la casa y no tena entrada separada hacia el exterior. Obviamente no era necesario,porque las cuatro cajas junto con los papeles que contenan en su interior y los discos decomputadora haban desaparecido.

Era obvio que los tres hombres fueron solamente una distraccin mientras alguien ms,silenciosamente entr a la casa y saque el estudio, quitando todo lo que tena que vercon Nikola Tesla. Esto inclua libros separados y artculos de revistas que Alfrey habacoleccionado mientras estaba investigando en la material.

Peor aun, no solo faltaban sus papeles, pero tambin el disco duro de su computadora haba sidocompletamente borrado. Todo lo que tena en el, incluyendo asuntos no relacionados con Tesla

fue destruido.

Toda la evidencia que el tena sobre Tesla y sus diarios perdidos se haban ido ahora parasiempre. Alfrey se neg a hablar acerca de este atemorizante incidente durante varios meses. Elno le dijo a nadie lo que haba sucedido, ni siquiera a su esposa. Era como si estuviese en unestado de shock mental que nublaba perpetuamente su mente.

Lentamente, el comenz a regaar sus sentidos y a recordar los detalles de ese da. El recordque los tres hombres iban vestidos exactamente iguales, eran casi de la misma altura, y los trestenan un corte de cabello corto con flequillos de extraa apariencia, cubriendo sus frentes.

Los tres hombres tenan una piel bronceada que no se vea natural. Casi como si hubiesen usadoun bronceador envasado que colorea la piel a caf oscuro. A excepcin de estas peculiaridades,los hombres parecan ser normales. No se lo ocurri a Alfrey que podran ser otra cosa de lo queaparentaban. No fue sino hasta despus, cuando estaba relatando esta extraa historia, quealguien coment sobre los Hombres de Negro.

Alfrey nunca haba odo hablar de los Hombres de Negro. El haba odo acerca de la pelcula,pero no haba hecho la conexin. Despus de investigar un poco y leer varios libros escritospor John KeelyComandante X, Alfrey estaba seguro que haba recibido una visita delos Hombres de Negro, o por lo menos alguien que quera parecerse a los Hombres de Negro.

Aqu es donde termina la extraa historia de Dale Alfrey. Todo lo que el haba hecho, que tena

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conexin con Nikola Tesla le haba sido quitado. Afortunadamente, debido a las horas que pasleyendo los libros de Tesla, retuvo con buena memoria su contenido. No un recuerdo perfecto,pero suficiente para relatar en este libro.

Alfrey se pregunta si sus cajas eran las ltimas de las pertenencias faltantes de Tesla. O podranotras todava permanecer olvidadas en alguna parte, esperando ser redescubiertas.