1.–Caminamos hacia el sol esperando la verdad, la mentira, la opresión cuando vengas cesarán.

LLEGARÁ CON LA LUZ LA ESPERADA LIBER-TAD. (Bis)

Te esperamos, Tú vendrás a librarnos del temor; la alegría la amistad, son ya signos de tu amor

6.– Te conocimos, Señor, al partir el pan;

tú nos conoces, Señor, al partir el pan.

Andando por el camino te tropeza-mos, Señor, te hiciste el encontra-dizo, nos diste conversación. Ten-ían tus palabras fuerza de vida y amor, ponían esperanza y fuego en el corazón.

Llegando a la encrucijada, Tú pro-seguías, Señor; te dimos nuestra posada, techo, comida y calor; sen-tados como amigos a compartir el cenar, allí te conocimos al repartir-nos el pan.

5.- Señor, Tú buscas mi amor,

Señor, Tú quieres mi amistad;

aunque yo me aleje de Ti,

Tú me esperas, Señor...

Está la noche silenciosa,

buscando hambrienta la luz;

así mi alma te espera,

no te retrases, Señor".

2.– GLORIA Jauna gure Jainkoa, Bedeinkatua Zu! Zeru lurren Egile, Bedeinkatua Zu! Guztien Salbatzaile, Bedeinkatua Zu! Gure Jabe zarata, Bedeinkatua Zu! Gure Jabe zarata, Bedeinkatua Zu!

3.– Respuesta al salmo

Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor

CANTOS / ABESTIAK

4.- SANTU, SANTU, SANTUA,

DIREN GUZTIEN JAINKO JAUNA..

ZERU LURRAK BETERIK DAUZKA

ZURE DIZTIRAK.

HOSANNA ZERU GOIENETAN.

BEDEINKATUA JAUNAREN IZENE-

AN DATORRENA.

HOSANNA ZERU GOIENETAN

TU ERES EL DIOS QUE NOS SALVA

LA LUZ QUE NOS ILUMINA

//LA MANO QUE NOS SOSTIENE

Y ELTECHO QUE NOS COBIJA// Bis

Te damos gracias, Señor,

te damos gracias, Señor.

DOMINGO 32 DEL TIEMPO ORDINARIO

10 DE NOVIEMBRE 2013ko AZAROAREN 13a

No es Dios de muertos, sino de vivos

Ez da hilen Jainkoa, biziena baizik

(LUCAS 20,38)

El Dios de Jesucristo es el Dios de la vida, la temporal y la eter-

na. Quizá, la terrena no sea más que el trasunto de aquella, quizá

sean dos fases de la misma... las ciencias nunca conseguirán ex-

plicárnoslo del todo. Quizá solo sea cuestión de vivir con la esperan-

za puesta en la fe en la resurrección, y con la caridad armada para

servir las vidas de quienes tropiezan tanto con el sufrimiento.

Javier Prat Cambra

EVANGELIO según San Lucas 20, 27-38

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, de-jando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descen-dencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el pri-mero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casa-dos con ella». Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muer-tos, sino de vivos; porque para él todos están vivos».

Palabra del Señor. / Jaunak esana

Nos encontramos hoy casi con una “broma” de Jesús ante esos señores

que se imaginan el cielo como si fuese este mundo: ¡Qué lío organizan con los

sietes hermanos y la señora!.

Esto nos pasa por imaginarnos lo que es inimaginable, por ejemplo, la

eternidad. Nos imaginamos cruzados de brazos sin hacer otra cosa que contem-

plarle a Dios toda la eternidad... ¡menudo rollo, sin hacer nada y embobados...!.

Otras veces nos lo imaginamos con angelitos rubios, tocando el arpa sentados

en una nube..

¿Cómo nos imaginamos “el más allá”, el “cielo”...?.

Todo eso son imaginaciones: “no se casarán, dice Jesús, pues ya no pue-

den morir...”, etc. Jesús “desmitifica el cielo”. El “cielo” es, en realidad, el

cumplimiento de todo lo que necesitamos para ser felices: amor, alegría, cono-

cimiento de todo lo que no sabemos... O, en negativo, la desaparición definiti-

va de toda guerra, injusticia, dolor, miseria...

(Concluimos, rezando juntos):

GRACIAS, DIOS DE LA VIDA,

por llamarnos a la vida y a todas sus posibilidades; por amarnos y criarnos con nuestros padres, con amor sencillo y comprometido; por abrirnos al amor en la familia, en el grupo, en la comunidad; por hacernos capaces de trabajar, de amar y servir con el gozo de hacerlo en comunidad. GRACIAS, DIOS DE LA VIDA,

por ser nuestro Padre, ahora y siempre. AMEN.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Con la confianza puesta en un Dios de Vida, que reclama vida, y vida en abundancia, oremos.

1.- Por la Iglesia, para que alce con fuerza su voz proféti-ca en defensa de la vida, allí donde está seriamente amena-zada, roguemos al Señor.

2.- Por los responsables políticos, para que promuevan incansablemente una vida más humana y digna, roguemos

al Señor.

3. Por quienes sufren y lo pasan mal, para que no cedan al desaliento y encuentren ayuda, roguemos al Señor.

4.– Por nuestra Unidad Pastoral, para que las acciones pastorales, que nos programamos, se fundamenten en nuestra fe en Jesucristo Resucitado, roguemos al Señor.

5.– Por nosotros, para que se nos conceda la gracia de creer en un Dios de vivos, roguemos al Señor.