LA PALABRA

8. Oración de iluminación. (Anc. Fernando Morales)

9. Lectura de la Palabra.

Est. 7.1-6, 9-10, 9.20-22; Salmo 124; Stg. 5.13-20; Mr. 9.38-50

10. Exposición de la Palabra. (Obr. Saúl López).

(Reflexión y meditación en silencio)

Himno No. 306. Oh, Jesús, tú me diste perdón.

11. Afirmación de fe. Catecismo de Heidelberg, P. 127

P. 195. ¿Cuál es la sexta súplica de la oración del Señor (Padrenuestro)?

R. No nos metas en tentación, más líbranos del mal; es decir, dado que nosotros mismos no podríamos subsistir un solo instante, y dado que, nuestros enemigos mortales como son: Satanás, el mundo y nuestra pro-pia carne, nos hacen continua guerra; dígnate sostenernos y fortificarnos por la potencia de tu Espíritu Santo, para que podamos resistirles vale-rosamente, y no sucumbamos en ese combate espiritual, hasta que lo-gremos finalmente la victoria.

Jn. 15:5; Sal. 103:14; 1 Pe. 5:8; Ef. 6:12; Jn. 15:19; Ro. 7:23; Gá. 5:17; Mt. 26:41; Mr. 13:33; 1 Tes. 3:13, 5:23.

LA ACCIÓN DE GRACIAS

12. Acciones de gracias y súplicas.

13. Llamado al Ofertorio.

Cuántos beneficios hemos recibido del Señor. El nos lo ha dado todo por amor de su nombre.

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las co-sas? (Ro 8.32)

Porque Dios ama al dador alegre, cantando te ofrendamos.

Himno No. 443 Traigamos contentos.

14. Consagración. (Fabio Bernal)

LA COMISIÓN Y LA BENDICIÓN

15. Himno de clausura. No. 455 Padre, protégenos.

16. Bendición Pastoral (Obr. Saúl López).

Dirige: Jorge Salazar, Elaboró: Amado Petrikowski

2 7 d e s e p t i e m b r e

X V I I I d o m i n g o d e p e n t e c o s t é s

Una iglesia Reformada

para la gloria de Dios

I g l e s i a n a c i o n a l

p r e s b i t e r i a n a d e M é x i c o

L A N U E V A J E R U S A L É N

IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA

LA NUEVA JERUSALÉN

Registro constitutivo SGAR/126/93

Calle Mexicali No. 160, Col

Revolución. Tel 1755704.

inp.lanuevajerusalen@gmail.com

LA REUNIÓN

Iglesia La Nueva Jerusalén, a causa de esa verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre: La gracia, la misericordia y la paz de Dios el Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estarán con nosotros en verdad y en amor. (2 Jn. 1.2-3 NVI)

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

1. Llamamiento a la adoración.

El Señor dice: Yo siempre estoy de su lado, cuando el mundo se levanta contra ustedes. ¡Bendito sea el Señor que no nos dejó caer en sus fauces! (Sal. 124.6 RVC) Nos dice también: clamen a mí cuando estén afligidos, y canten alaban-zas cuando estén contentos. Oremos y adoremos a nuestro Señor como pueblo suyo rescatado con poder.

2. Himno de adoración No. 433 A la Trinidad

3. Oración de Invocación.

Señor, Padre nuestro, invocamos tu bendito nombre:

Nos reunimos para cantarte porque estamos contentos, también oramos en medio de nuestra aflicción y confesaremos nuestros pecados.

Al reunirnos hoy, lo hacemos en tu Santo nombre, y confiamos en que te encontrarás con nosotros al reconocer tu presencia

Espíritu Santo nuestro sé nuestro constante Consolador en nues-tras vidas.

Al reunirnos hoy, te damos la bienvenida a ti, Dios, para que nos hables y nos declares tu voluntad perfecta para cada uno de noso-tros, tus hijos.

4. Confesión de pecados.

Santo Dios, debemos confesar con dolor nuestra rebelión.

Confesamos que nos ha faltado fe, que no hacemos volver a los que se han apartado de la verdad ni hecho volver al pecador de su camino. A veces no ofrecemos ayuda al necesitado. Perdónanos porque no hemos sido sal buena.

Perdónanos, es nuestra oración a ti.

(Oración personal en silencio)

L I T U R G I A

Himno No. 670 Es bienaventurado aquel.

5. Seguridad de perdón y palabras de gracia.

Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.

Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño. (Sal 32.1-2 NVI)

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Jn. 1.9)

Gracias Señor por tu hijo Jesucristo, quien por su obra, fuimos perdonados. Amén.

6. Saludo de la paz.

Si el Señor nos ha perdonado tantas y tan grandes ofensas, cómo no perdonaremos a nuestros hermanos que nos han ofendido.

Vivamos en paz entre nosotros y tengamos sal en nosotros mis-mos. No seamos de tropiezo a nuestros hermanos, cada uno co-mo pequeños que creen en Jesucristo.

Con el perdón salvemos de la muerte a nuestro hermano y cubramos multitud de pecados.

Damos testimonio a nuestros amigos y visitantes de la unidad que Cris-to nos da, porque tenemos un solo Dios y una sola fe.

(Se dan las bienvenidas)

Himno 404 Un mandamiento nuevo os doy.

7. Himnos de alabanza.

¿Hay alguien entre ustedes, que esté afligido? Que ore a Dios. ¿Alguno de ustedes está de buen humor? Que cante alabanzas. (Stg. 5.13 RVC)

Roguemos y cantemos al Señor, por nuestra ayuda viene de Él, creador del cielo y de la tierra.

Confirma y acrecienta, nuestra humilde fe; tuyos somos y tuyos seremos. Amén.

Himno No. 324 ¡Señor, bendito seas!

Himno No. 422 Eres mi protector.