límites y posibilidades en la formación de...

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97 NÓMADAS LA FORMACION DE INVESTIGADORES EN LA ACCION INVESTIGATIVA: LA EXPERIENCIA DEL CINEP (1972-1997) Fernán E. González * Aunque el CINEP, como tal, no tiene entre sus funciones directas la formación acadØmica y prÆctica de investigadores, sin embargo en la prÆc- tica investigativa ha ido configurando un estilo de trabajo que lo ha cons- tituido en una escuela de investigadores. AdemÆs, conviene aclarar que el CINEP no se dedica exclusivamente a la investigación acadØmica, sino que combina la investigación teórica con la aplicada y con las actividades educativas y organizativas para colaborar en la bœsqueda de una nueva Colombia, mÆs democrÆtica y pluralista, donde los conflictos y tensiones se resuelvan mediante el diÆlogo entre posiciones diferentes, en un Æmbi- to pœblico, que hace referencia a la interrelación positiva entre una socie- dad civil fuerte y un Estado igualmente fortalecido. Como recuerdo de todos los esfuerzos encaminados a hacer realidad estos principios, este ar- tículo quiere recoger esas experiencias como un homenaje a los investiga- dores que han ido construyendo este proyecto colectivo del CINEP a tra- vØs de estos primeros 25 aæos 1 . * Subdirector general y director de programas del CINEP, al cual ha estado vinculado durante 25 aæos como investigador en historia y ciencias políticas. Estudió Filosofía y Letras y Teolo- gía (Universidad Javeriana) como pregrado, Ciencia Política como posgrado (Universidad de los Andes) y realizó estudios doctorales en la Universidad de California, Berkeley. Actual- mente es profesor en los Andes, ha enseæado tambiØn en el Externado de Colombia, Univer- sidad Nacional (BogotÆ y Medellín), Universidad Javeriana (facultades eclesiÆsticas y Cali) y en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (París).

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97NÓMADAS

LA FORMACION DEINVESTIGADORES EN

LA ACCIONINVESTIGATIVA:

LA EXPERIENCIA DELCINEP (1972-1997)

Fernán E. González *

Aunque el CINEP, como tal, no tiene entre sus funciones directas laformación académica y práctica de investigadores, sin embargo en la prác-tica investigativa ha ido configurando un estilo de trabajo que lo ha cons-tituido en una escuela de investigadores. Además, conviene aclarar que elCINEP no se dedica exclusivamente a la investigación académica, sinoque combina la investigación teórica con la aplicada y con las actividadeseducativas y organizativas para colaborar en la búsqueda de una nuevaColombia, más democrática y pluralista, donde los conflictos y tensionesse resuelvan mediante el diálogo entre posiciones diferentes, en un ámbi-to público, que hace referencia a la interrelación positiva entre una socie-dad civil fuerte y un Estado igualmente fortalecido. Como recuerdo detodos los esfuerzos encaminados a hacer realidad estos principios, este ar-tículo quiere recoger esas experiencias como un homenaje a los investiga-dores que han ido construyendo este proyecto colectivo del CINEP a tra-vés de estos primeros 25 años1 .

* Subdirector general y director de programas del CINEP, al cual ha estado vinculado durante25 años como investigador en historia y ciencias políticas. Estudió Filosofía y Letras y Teolo-gía (Universidad Javeriana) como pregrado, Ciencia Política como posgrado (Universidad delos Andes) y realizó estudios doctorales en la Universidad de California, Berkeley. Actual-mente es profesor en los Andes, ha enseñado también en el Externado de Colombia, Univer-sidad Nacional (Bogotá y Medellín), Universidad Javeriana (facultades eclesiásticas y Cali) yen la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (París).

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Un poco de prehistoria

Hace 25 años, el 30 de mayo de1972, el Ministerio de Justicia reco-nocía la personería jurídica a la fun-dación Centro de Investigación yAcción Social, CIAS, como entidadque presentaba como objetivo �latransformación de las mentalidades yestructuras de la sociedad colombianaen un sentido de mayor justicia social,por medio de la investigación, la do-cencia y la acción, integradas e inspi-radas en una visión cristiana del hom-bre�2 . El 8 de octubrede 1976 se acepta ofi-cialmente la enmien-da que modificaba elnombre de CIAS porel de CINEP, Centrode Investigación yEducación Popular,que el equipo de en-tonces consideraba querepresentaba mejor laorientación de las ac-tividades que se pre-tendían llevar a cabo.

Sin embargo, losorígenes más remotosde la institución se re-montan a 1944, cuan-do el episcopadocolombiano empezó a organizar laCoordinación Nacional de AcciónSocial, cuyas labores se concentraronfundamentalmente en la formaciónde dirigentes y asesoría a organizacio-nes como la UTC (Unión de traba-jadores de Colombia), FANAL(Federación Agraria Nacional),UCONAL (Unión Cooperativa Na-cional), la JTC (Juventud Trabaja-dora Colombiana), etc. En los añossesenta, se produce otro paso en estaprehistoria, cuando la Compañía deJesús dedicó a varios jesuitas a espe-cializarse en materias socioeconómi-cas y políticas en varias universidades

del exterior. De esos años son las pri-meras publicaciones del CIAS, querecogían tesis de grado de sus miem-bros, investigaciones propias del cen-tro y trabajos de análisis que buscabanapoyar el análisis sociológico y deevaluación pastoral en que estabanempeñados los jesuitas colombianosentre 1967 y 19703 .

En la realización de este surveyjesuítico, dirigido por GustavoJiménez y Francisco Zuluaga, colabo-raron varios de los futuros miembros

del CIAS-CINEP, como AlejandroAngulo, que acababa de graduarse enSociología en Berkeley y CésarVallejo, que terminaba su maestría deeconomía en los Andes. Como auxi-liares en la sistematización de las en-cuestas realizadas entonces trabajaronvarios estudiantes jesuitas de esa épo-ca como Francisco de Roux, MarioCalderón, Javier Sanín, OscarBorrero, Luis Bernardo Peña, Augus-to Acosta y el autor de este artículo.Este estilo de colaboración va a mar-car una de las características del fu-turo CINEP: la formación deinvestigadores en y a través de la pro-

pia acción investigativa. De esta ma-nera, la mayoría de los investigado-res y educadores que han pasado porel CINEP deben buena parte de suformación académica al trabajo y ala reflexión interna dentro del pro-pio CINEP.

Otro momento importante en laprehistoria del CINEP es la relacióncon el IDES, Instituto de Doctrina yEstudios Sociales, creado en 1968 porla Conferencia Episcopal Colombia-na, cuya dirección y administración

fue confiada al CIAShasta 1971, cuando elSecretariado Nacio-nal de Pastoral Socialdel episcopado asumióla responsabilidad to-tal del instituto. En elIDES fue importantela presencia del jesui-ta francés Pierre Bigo(director del IDESentre 1968 y 1970),que venía del Centrode Acción Popular deParís y había dirigidoel ILADES (Santiagode Chile) y elIBRADES (Río deJaneiro), cuyas laboreseran similares a las del

IDES. Lo mismo que la labor de Al-berto Jiménez Cadena como directorejecutivo del instituto y el apoyo delos entonces jesuitas Mario Calderóny Rodolfo Ramón de Roux. Otros co-laboradores de entonces fueron JairoMorales Nieto, experto entonces encooperativismo, que llegaría luego aser uno de los mejores conocedoresdel agro latinoamericano, ahora con-sultor de Naciones Unidas; el econo-mista inglés Michael Mc Cormack;el filósofo y educador Luis IgnacioMorales, la socióloga ClemenciaChiappe y la economista JuanitaUribe. En esos años se iniciaba como

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periodista Oscar Jaramillo, �TeófiloEscribano�, con sus columnas en ELTIEMPO y EL PAIS.

Precisamente los comienzos delCIAS-CINEP propiamente dicho sedeben a la diferencia de criterios en-tre los miembros del CIAS y los obis-pos de entonces sobre el enfoque dela formación de los llamados agentesde pastoral social. Los obispos pen-saban que se debían formar clérigos ylaicos para trabajar en la pastoral so-cial de las diócesis, mientras que losjesuitas pensaban en crear agentes decambio social, que transformaran lasestructuras socioeconó-micas y políticas. Poresta diversidad mani-fiesta de enfoques, el 9de noviembre de 1971la Compañía de Jesúsrenuncia al conveniocon el episcopado y elCIAS empieza a existircomo grupo autónomo.Este punto de divergen-cia marcaría profunda-mente la identidad in-terna del entoncesCIAS, que se reflejaríaluego en su actividadinvestigativa y educati-va, que se iría a mover en una líneacada vez más pluralista y secular, nadaconfesional. Lo que llevaría a rela-ciones más fluidas con el mundo aca-démico y universitario, acompañadaspor algunos conflictos con el mundoeclesiástico.

El nuevo contexto delos años sesenta

Por otra parte, la diversidad deenfoques reflejaba igualmente unadiversa percepción de la coyunturapor la que entonces atravesaba el país.En el final de los sesenta y principios

jerarcas frente a las opciones radicalesde los primeros. De ahí la tendenciade los contestatarios a sobrevaloraracríticamente los aportes del marxis-mo, presentados generalmente en suversión más simplista, lo mismo quelos análisis provenientes de la izquier-da. Este contexto de mutuas incom-prensiones y malentendidos enmarcala aparición de Camilo Torres y delos grupos sacerdotales de Golconday SAL (Sacerdotes para AméricaLatina). Muchas de las dificultadesantes descritas entre jesuitas y obis-pos se debían a la cercanía de ciertosalumnos y profesores del IDES a al-

gunos miembros deGolconda y a la simpa-tía por la figura un tan-to mitologizada deCamilo Torres.

Hacia labúsqueda deuna difícilidentidad

En ese momento deruptura, se pensó en lanecesidad de una reo-rientación del trabajosocial de los jesuitas: en

1971, el grupo de jesuitas del CIASestuvo de acuerdo en que su princi-pal acción debería ser una reflexiónoperativa y eficaz, que inspirara la ac-ción transformadora de la sociedad ypusiera las ciencias sociales al servi-cio de la encarnación de su visión fi-losófica y teológica en la situaciónnacional. En términos políticos yeconómicos, el grupo de los jesuitasdel CIAS consideraba que su papelpodría consistir en hacer ver en quépodría residir concretamente el so-cialismo abierto y democrático, im-pulsado entonces por AntonioGarcía, en el contexto del país, a laluz de la inspiración cristiana.

de los setenta, Colombia estaba cam-biando aceleradamente en sus con-diciones internas y empezaba a salirde su tradicional aislamiento intelec-tual para encontrarse invadido portodas las corrientes del pensamientomundial. Todo esto produjo una rá-pida secularización de las capas me-dias y altas de la sociedad colombianay una profunda crisis de los marcosculturales e institucionales que expre-saban la vida del país.

Por su parte, la Iglesia católicacolombiana estaba asimilando difícil-mente las enseñanzas del Vaticano II

y de los documentos del CELAM enMedellín, cuya diferente lectura pro-dujo una profunda división dentro delas Iglesias latinoamericana y colom-biana. Esto presentaba un problemaadicional: la jerarquía y clero no po-seían un instrumental teórico que lespermitiera entender y asimilar posi-tivamente los cambios que estabanocurriendo en la sociedad colombia-na, de manera que pudieran reaccio-nar creativamente frente a los nuevosretos que implicaban. Este descon-cierto explica la radicalización de lossectores clericales contestatarios, �loscuras rebeldes� de los sesenta, lo mis-mo que la incomprensión de los

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Pero no todo el equipo del CIASestaba de acuerdo con esta opción,como aparece en las discusiones so-bre el asunto, que trataban de mos-trar su complejidad para superar laadhesión meramente ideológica, aun-que había cierto consenso sobre la ne-cesidad de una reforma radical en lasestructuras socioeconómicas, políti-cas, religiosas y educativas.

En este énfasis sobre la necesidadde mayor complejidad en la discusiónsobre el tema se destacaba el econo-mista alemán Hermann Mohr, direc-tor de investigacionesdel CIAS, cuyo análi-sis sobre la situacióneconómica del país estárecogido en su libroEconomía colombia-na: una estructura encrisis. Análisis del pro-ceso reciente y perspec-tivas (1972). En tornoa este trabajo se reunióun grupo de colabora-dores, amigos y alum-nos de Mohr, quepreludian al futuroequipo económico delCIAS-CINEP, acom-pañados por otros es-tudiantes y jóvenesprofesionales: JairoMorales, Fabio HernánGómez, María LuisaChiappe, Francisco DeRoux, Armando Gandini y AugustoAcosta.

Las primerasinvestigaciones:Clientelismo yempresascomunitarias rurales

Paralelamente a esta discusión, secomenzaban a demarcar ya las líneas

de investigación que iban a señalarla evolución posterior del equipo: elacercamiento a la lógica interna delos sectores informales y campesinosde la economía y el análisis de la po-lítica desde la perspectiva socio-cultural y la mirada histórica de largoplazo.

Así, para implementar la líneaque tenía como prioridad la organi-zación de base se escoge el conceptode empresa comunitaria, como poloarticulador de la investigación con laacción. Por ello, desde 1972 se ini-

cia una investigación sobre empresascomunitarias campesinas, en plenoauge de la ANUC, lo que iba a re-percutir en el interior del equipo ymarcaría su evolución posterior. Secomienza evaluando las empresascomunitarias existentes para analizarlas posibilidades del nuevo modeloen diversas regiones del país.

Por otra parte, se empezaba a di-señar una investigación sobre los

valores políticos del pueblo colom-biano, para buscar responder a sutradicional apatía política y las ca-rencias ideológicas y organizativas delos partidos tradicionales. En formu-laciones posteriores se fue precisan-do el tema, hasta que en junio de1974 se presentó el diseño definitivodel estudio, que ligaba la apatía y elcomportamiento de los partidostradicionales con la tradición cultu-ral del clientelismo, siempre en rela-ción con la estructura social del agrocolombiano.

Este entonces nove-doso enfoque marcó unnuevo rumbo en el equi-po, cuya coordinaciónestaba a cargo del antro-pólogo Néstor MirandaOntaneda y del que ha-cían parte AlejandroReyes, Jorge Valenzuela,Eloísa Vasco y el autorde este artículo. Los re-sultados de esta investi-gación pionera sobre eltema del clientelismoaparecieron en diferen-tes tipos de publicacio-nes del CIAS-CINEP:la parte más teórica ehistórica apareció enControversia, �Cliente-lismo, democracia o po-der popular�, de NéstorMiranda y Fernán Gon-

zález en 1976, y �Constituyente I:Consolidación del Estado nacional�(1977). Los estudios de caso sobreSucre, Boyacá y Tolima se publicaronen 1978, en forma de libros: Latifun-dio y poder político, de AlejandroReyes Posada, Clientelismo y mini-fundio, de Eloísa Vasco y Producciónarrocera y clientelismo, de JorgeValenzuela. Estos libros fueron com-plementados por el de Germán Neirasobre economía campesina, que se

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basaba en las teorías de AlexanderChayanov.

El acercamiento alsector informal

Otra línea de análisis que va acaracterizar el enfoque investigativodel CINEP es el acercamiento a lalógica interna del llamado �sectorinformal� de la economía, que se ini-cia desde 1974, con elprograma de empresascomunitarias urbanas,que se aproxima al aná-lisis del sector informaldesde una perspectiva decambio social radical: sepensaba entonces que laorganización económicacomunitaria podría lle-var a la superación delsistema capitalista. Elapoyo a la creación delas empresas estabaacompañado de acti-vidades de formación,formal o informal (ad-ministración, concienti-zación sobre la realidadeconómica y política,sindicalismo, cooperati-vismo y organizaciónbarrial). El programa lo-gró establecer 8 empre-sas productoras, que be-neficiaban a 200 trabajadores delllamado sector atrasado de la econo-mía. Pero más allá de estos benefi-ciados, el equipo logró un acerca-miento más complejo al tema de lallamada economía informal, al des-cubrir los complejos entrela-zamientos y relaciones que tenía conla economía considerada formal.Así, se terminó concluyendo que lapolítica económica para sistemasautogestionarios tiene que articu-larse globalmente con todo un sec-

tor de la economía, que tenga inci-dencias globales en el nivel regio-nal y/o industrial.

En la misma línea, en 1978, serealizó una encuesta en profundidadsobre 100 pequeñas empresas de cin-co ramas productivas con el fin deestudiar las relaciones de produccióndentro del sector informal de la eco-nomía, lo mismo que las formas desu articulación con el sector moder-

no. Con esta información y la expe-riencia de las empresas comunitarias,Ernesto Parra analiza varios de losrasgos del sector informal y concluyeque es imposible que las empresasinformales acumulen capital puestoque trasladan necesariamente sus ex-cedentes al sector moderno. A partirde la información recogida en ambasexperiencias investigativas, BernardoBotero y Jorge Iván González ela-boraron sus tesis de maestría en laUniversidad de los Andes, en admi-

nistración de empresas y economía,respectivamente. Jorge Iván Gonzálezse había vinculado al CINEP, juntocon Gabriel Garrido, desde que eranestudiantes de pregrado, como asis-tentes en una investigación sobre laUTC, que coordinaba entonces Ma-nuel Uribe.

Esta experiencia investigativa so-bre el sector informal fue aprovecha-da ulteriormente, en 1979, para que

el CINEP elaborarauna consultoría para elPMUR (Programamóvil urbano y ruraldel SENA-Holanda)sobre el papel del sec-tor informal en el de-sarrollo global de laeconomía informal.La consultoría fue rea-lizada por FernandoRojas Hurtado, AliciaEugenia Silva Nigrinisy Gilberto GómezArango. En las etapasiniciales de discusiónteórica colaboraronLuis Ignacio Aguilar,Jorge Salazar, JorgeIván González yGabriel Garrido ; losdos últimos contribu-yeron también en fa-ses diversas de larecopilación y siste-

matización de la información.

En un momento de reflexión ul-terior, en 1991, Francisco de Roux yBernardo Botero recogen y analizanel sentido de su experiencia en lasempresas comunitarias, que conside-raban insertas dentro de un intentoserio de preparar la transición a unanueva sociedad. Tal vez por esto, lasempresas comunitarias resultaron sos-pechosas de subversión durante la olarepresiva de 1979 y algunos de sus

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miembros fueron perseguidos, acusa-dos de pertenecer al M-19. Por ello,se resolvió desvincular el experimen-to del CINEP y crear en 1981 unanueva entidad, CORFAS (Corpora-ción Fondo de Apoyo de EmpresasAsociativas), para aprovechar la ex-periencia acumulada.

En esa reflexión posterior, muyautocrítica, se concluye como falsoel supuesto de que la experiencia deproducción comunita-ria desarrollaba casiautomáticamente unosvalores colectivos con-trarios a los imperantesen una empresa capita-lista. Una experienciamicro no podía quebrarvalores vigentes en elconjunto de la socie-dad: la interpretaciónde la realidad social queexpresaban los trabaja-dores de las empresascomunitarias no hacíasino reproducir una rea-lidad deformada por losvalores dominantes enla sociedad.

Por otra parte, en1995 Francisco deRoux termina, en undocumento sobre la si-tuación de los traba-jadores populares enuna economía abierta,invitando a abandonarlos mitos de los años se-senta y setenta, quellevaron a soñar en ám-bitos productivos alter-nativos, que no sesometerían a la lógica del sector mo-derno capitalista por moverse en unalógica de resistencia, al margen delmercado, que anunciaba profética-mente un mundo autogestionado,

desinteresado y austeramente autosu-ficiente. Y señala la necesidad de mi-rar a los sectores populares como in-sertos, desventajosamente, en latotalidad de la economía, que fun-ciona como un continuum, de natu-raleza dinámica, un universo de cir-cuitos de producción e intercambiode bienes y servicios.

Pero, además de las lecciones so-bre el llamado sector informal y sus

relaciones con el conjunto de la eco-nomía, el proyecto de empresas co-munitarias urbanas aportó en elCINEP una importante discusióninterdisciplinar sobre el concepto de

investigación-acción participativa.Así, en 1978 Guillermo Hoyos co-laboró, desde la epistemología, conErnesto Parra, Francisco de Roux eIsabel Aguirrezábal, para una re-flexión sobre la lógica de este tipode investigación. La línea de re-flexión epistemológica en CienciasSociales era impulsada en el CINEPpor Guillermo Hoyos, cuyo esfuerzocristalizó en varios seminarios nacio-nales e internacionales en torno a

las relaciones entreepistemología y políti-ca, la crítica al positi-vismo en cienciassociales y el sujetocomo objeto de lasciencias sociales. Enesos seminarios, reali-zados en colaboracióncon CLACSO, COL-CIENCIAS, la Fun-dación FriederichNaumann y la Socie-dad Colombiana deEpistemología, partici-paron Guillermo Ho-yos, Carlos Federici,Jesús Alberto Valencia,Luis Enrique Orozco,Clemencia Chiappe,Aracely de Tezanos,Luis Alberto Restrepo,Salomón Kalmanovitz,Fernando Rojas, Al-fredo Molano, CarlosAlberto Uribe y ElíasSevilla, entre otros.Además, los semina-rios de nivel latino-americano contaroncon la participación deFranz Hinkelammert,Angel Flisfich, Augus-

to Serrano, Luis Silva Santiesteban,Jean Paul Margot, Rigoberto Lanz,Félix Gustavo Schuster, José ArthurGianotti, Francisco Miró Quesada,Carlos Strasser, Guillermo Rocha-

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brún Silva y René Antonio Mayor-ga, ente otros.

Los seminarios dediscusión interna

El intercambio y reflexión inter-disciplinares sobre las experienciasdel equipo va a ser otro rasgo ca-racterístico de la investigación y for-mación de investigadores en elCINEP. Los programas internos de se-minarios, tanto de todo el CINEPcomo de cada uno de los respectivosequipos, resultaron ser un métodoexcelente de formación de inves-tigadores. Algunos delos temas fueron lalectura comentada encomún (�una lectura in-genua�, según algunos),de El Capital de Marx,el análisis de la coyun-tura del país en lo eco-nómico, social y políticoy la cuestión del desarro-llo urbano. Además, setenían seminarios inter-nos de los equipos, paradiscutir sus respectivastemáticas4 .

En el seminario detres años (1976-1979)sobre la lectura de Marx, dirigido porGuillermo Hoyos, confluyeron mu-chos investigadores internos y exter-nos al CINEP, como Luis AlbertoRestrepo, Fernando Rojas Hurtado,Víctor Manuel Moncayo, Luis En-rique Orozco, José Fernando Ocam-po. Esta reflexión sobre las categoríasmarxistas de pensamiento culmina-ría en un número especial de la re-vista Controversia, con ocasión delcentenario de la muerte de Marx, enel que participaron Víctor M.Moncayo, Rubén Jaramillo, Luis Al-berto Restrepo, Isaac Illich, Guiller-

mo Hoyos, Fernando Rojas y Fran-cisco de Roux.

En la recopilación de las actas delseminario interno, colabora comoasistente de investigación MauricioArchila, que realizó también la com-pilación e introducción del libro querecoge los debates realizados en elCINEP sobre la temática Estado yCapital, en torno a las ponencias delprofesor inglés John Holloway.Archila se vincularía luego a la in-vestigación sobre los orígenes del sin-dicalismo, enfatizando los aspectos decultura e identidad obrera. Esta in-vestigación estaba vinculada al apo-

yo del trabajo de educación sindicaly trabajo popular, que insistía en lanecesidad de recuperar la memoriahistórica de la clase obrera. En esalínea, en 1986 Archila recopilaría lasvisiones teóricas del marxismo sobreel sindicalismo y haría un balance delas huelgas durante la presidencia deLópez Michelsen. Después de sus es-tudios doctorales en el exterior,Archila publicaría algunos avancesde la información y reflexión reali-zadas para su tesis. Controversia pu-blicará sus estudios sobre Barranquillay el río (1987), la cultura radical de

Barrancabermeja (1986) y la memo-ria obrera en Bogotá y Medellín(1989), que constituyen el preámbu-lo de su obra sobre identidad obrera,que recoge su tesis doctoral, publica-da por el CINEP en 1991.

El final de los setenta:problemas campesinos,análisis coyunturales yderechos humanos

En 1979, ante la crisis interna yel reflujo de la organización campe-sina, el departamento de TrabajoRural resolvió reorientar su labor ha-

cia el fortalecimientode la organización debase y el campo educa-tivo. Sin embargo, secontinúa con cierta la-bor investigativa: entre1978 y 1979, SalomónKalmanovitz, Alejan-dro Reyes y DianaMedrano realizaron unestudio sobre Transna-cionales y Agroin-dustrias, que mostrabacómo se estaba confi-gurando una nueva di-visión internacional dela producción alimen-taria, que se reflejaba

en un cambio de estrategias agrariasdel Estado colombiano. Este proyec-to hacía parte de un estudio de nivellatinoamericano, realizado conjunta-mente con el CETRAL de París, di-rigido por Gonzalo Arroyo, sobre ladegradación de las capas populares ylos derechos humanos en AméricaLatina.

También se publicaron en 1979los resultados de una investigaciónsobre el papel de la producciónparcelaria dentro de las formacionessociales capitalistas. En 1984, Alicia

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medios audiovisuales para reforzar eltrabajo de educación popular en estecampo. Además del trabajo educa-tivo con comunidades urbanas yrurales, se inició un proyecto de in-vestigación sobre la interpretaciónde la información transmitida porlos medios masivos de comunica-ción. Este equipo estaba compuestopor Jaime Heredia, Pedro Santana,Vanessa Marmetini y HernandoMartínez Pardo. Esta metodología seaplicó a la información de prensa so-bre las alzasdel costo devida, de la ga-solina y eltransporte. Entre1982 y 1984, la ac-tividad del equipoderivó hacia el estu-dio de lo popular

en los medios masivos, lo mismo queal estudio del impacto de la televi-sión en la formación de opinión pú-blica. Esta línea de reflexión einvestigación conduciría a una in-vestigación sobre el lenguaje de latelenovela en Colombia, realizadapor Clemencia Rodríguez y PatriciaTéllez, publicada en 1989.

A partir de las labores del equi-po rural, en 1979 se empieza en elCINEP la reflexión sobre la proble-mática de derechos humanos, conuna ponencia sobre conflictos rura-les y derechos humanos en Colom-bia, elaborada conjuntamente entreAlejandro Reyes, Orlando Fals Bor-da, Apolinar Díaz Callejas y AdolfoTriana, para un seminario interna-cional. Otro de los primeros avan-ces del CINEP en esta materia fueuna reflexión conjunta de Alejan-dro Angulo y Guillermo Hoyos, con

Pierre de Charentenay yGabriel Ignacio Rodrí-guez, en 1980.

Hacia el usoalternativo delderecho

La línea de derechos hu-manos, que iba a caracterizar el

trabajo posterior del CINEP, tam-bién aparece ya en el trabajo del

Consultorio Jurídico, que se llama-ría más tarde CENDEP, Centro deDefensa Popular, liderado por Car-los Vasco. Ahí se genera tambiénotra línea de investigación, que seabre por esos años, relativa al �dere-cho alternativo� y la reflexión so-bre el uso político del derecho: allado del trabajo práctico se realiza-ban reuniones mensuales de evalua-ción y reflexión y se adelantaba unainvestigación sobre el papel de la le-gislación de Estado de sitio en el pro-ceso represivo de esos años. Estacombinación de trabajo práctico ju-rídico con reflexión teórica constitu-ye un buen ejemplo de construccióngrupal de conocimiento y de forma-ción de abogados-investigadores apartir de una práctica concreta, quepretendía usar el derecho en favordel cambio social.

Eugenia Silva realizaría una investi-gación sobre las condiciones labora-les de las mujeres floristas y de lasempleadas domésticas, con la cola-boración de Consuelo Corredor yMireya León como asistentes de in-vestigación.

En 1981 se inicia un trabajo concampesinos fiqueros de Santander yun análisis histórico de la ANUC,Asociación Nacional de UsuariosCampesinos. Además, la ayuda dela Fundación Ford permitió alCINEP publicar una serie de ensa-yos sobre la problemática campesi-na, que permitirían revitalizar el in-terés por los problemas rurales. Conuna introducción de William Ra-mírez, Darío Fajardo, Absalón Ma-chado, Piedad Gómez, María Cris-tina Salazar, León Zamosc y PilarGaitán, ofrecerían unabuena visión de conjun-to sobre los problemascampesinos. La reacti-vación del interés poreste tema se hizopatente en el trabajoinvestigativo de LeónZamosc, Cristina Escobar,Silvia Rivera, Juan Gui-llermo Gaviria y DianaMedrano, cuyos resulta-dos produjeron la mejorvisión de conjunto que seha producido en el país so-bre la historia de la ANUC.En esta investigación, se evi-dencia el proceso de forma-ción de jóvenes investigadores, reciéngraduados, que se vinculan a un pro-ceso con colegas más experimenta-dos, para luego salir a realizar estu-dios de posgrado en el exterior.

A partir de enero de 1979, seconfiguró un equipo de trabajo en

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Esta línea encontraba cierta re-sistencia en otros miembros del equi-po, que, desde una perspectiva másteórica, inspirada en la Escuela de laderivación lógica del capital, nega-ban al derecho la posibilidad de esteuso alternativo. Esta visión contra-ria a la alternativa estaba representa-da por los escritos de Víctor ManuelMoncayo y Fernando Rojas Hurta-do. La confrontación de las dos líneasprodujo un interesante seminario so-bre teoría crítica del derecho, dondese revisaron textos clásicos (Pashu-kanis, Stucka, Edelman), confronta-dos con autores más modernos (comoFoucault, Deleuze y los hermanosBasaglia) y los autores clásicos que sedebatían en el CINEP de entonces(Marx, Rosdolski, Kant y Hegel). Lamayoría de los jóvenes integrantes deeste equipo (Juan Jaramillo, GermánPalacios, Eduardo Rodríguez, LuisJavier Orjuela, Olga Lucía Gaitán,

Los años ochenta:Observatorio político,el trabajo urbano y losservicios públicos

Parte de las reflexiones sobre elestado de sitio aparecieron publica-das en 1981 y 1983 por parte de va-rios abogados que iniciaban entoncessu carrera como investigadores y queserían luego muy conocidos por laopinión: el futuro vicefiscal AdolfoSalamanca, con José Luis Aramburo,y Gustavo Gallón Giraldo, hoy di-rector de la Comisión Colombianade Juristas. Gustavo Gallón se habíavinculado al CINEP para realizar unobservatorio sobre las relaciones en-tre los militares y el Estado colom-biano, y el seguimiento de laevolución del Estado colombiano,particularmente las relaciones entreejecutivo y legislativo. Esas investi-gaciones aparecieron publicadas en-tre 1982 y 1984, en varios númerosde la revista Controversia, y otros ma-teriales inéditos, como el análisis dela actividad del Congreso, en térmi-nos del paso �De la función legislati-va a la función legitimadora�,realizado en 1981. En ControversiaNo. 105, realizada en 1982 con la co-laboración de Germán Palacios y Mi-guel Rozo, se presentan los cambiosde las relaciones entre Estado,gremios económicos y trabajadorescomo ampliación de la concertaciónentre ellos. Años más tarde, Gallónretomará esta perspectiva para expli-car la política económica entre 1980y 1985. Ya en 1991, a propósito de ladiscusión de la Constituyente, pro-dujo una propuesta de modificacióna la legislación de Estado de sitio.

Al equipo del observatorio polí-tico estuvieron vinculados comoasistentes de investigación Nancy Va-llejo, Germán Palacios, Luis JavierOrjuela, María Emma Wills y Gon-

Víctor Manuel Uribe, LeopoldoMúnera) viajó luego a continuar es-tudios de posgrado en universidadesdel exterior, lo que, junto con loscambios de perspectivas en derechoshumanos y en el uso alternativo delderecho, significó el desplazamientoteórico del CINEP hacia corrientesconsideradas eclécticas por la orto-doxia marxista.

Recientemente, en 1995, Cami-lo Borrero ha recogido la experien-cia de estos años de trabajo en materiade derecho, que se ha prolongado através de una investigación sobre elacceso de las masas populares a la jus-ticia, que realiza el CINEP con otrasONGs. Por parte del CINEP traba-jan en ella el mismo Borrero, con elantropólogo Andrés Salcedo, con elapoyo de otros miembros del CINEPvinculados a la Escuela de derechoshumanos y al trabajo barrial.

Trabajos para el Canal de Panamá. M. Fernando de Lesseps

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zalo De Francisco. Las contribucio-nes de este equipo al seguimiento dela coyuntura política se reflejan enlas revistas Panorama y Qué pasó, conlas cuales el CINEP quería hacer lle-gar sus planteamientos a un públicomás amplio, que son el antecedentede Cien días vistos por el CINEP,cuya fundación y orientación inicialestuvieron también a cargo de Gus-tavo Gallón. A través de la discusióncolectiva de los artículos sobre la co-yuntura se trató de crear una me-todología de análisis, en torno a lacual se fue creando un equipo deanalistas, compuesto por Camilo Cas-tellanos, Julián Vargas, RicardoVargas, Eduardo Matyas, Elsa Blair,Fabio Sandoval, Francisco Reyes,entre otros.

Otra iniciativa importante surgi-da a partir de este observatorio polí-tico fue el Coloquio sobreAlternativas Populares en Colombia,en 1987, organizado por GustavoGallón, con la colaboración delP.Horacio Arango, hoy provincial delos jesuitas colombianos, con el apo-yo de la fundación Participar, elIEPRI de la Universidad Nacional yel Centro Colombiano de EstudiosEuropeos. El evento, que contó conla presencia de 110 participantes bus-caba hacer un balance de �la incon-formidad popular en Colombia�, quese reflejó en un arco iris de posicio-nes y de información supremamentevalioso para el futuro historiador quequiera entender los años sesenta ysetenta en Colombia.

A partir del trabajo directo en losbarrios populares, en 1983 se empe-zó a recopilar información sobre po-líticas estatales de vivienda urbana,proyectos de reforma urbana, meca-nismos de control del precio del sue-lo y legislación urbana en general. Yse inicia entonces un grupo informal

de trabajo como instancia de consul-ta para una investigación sobre esaspolíticas. Componían ese grupoHernando Clavijo (Externado deColombia), Samuel Jaramillo(CEDE-UNIANDES), Adolfo Iz-quierdo (CIDER-UNIANDES),Santiago Fandiño y Carlos Zorro(SENA-CIID), Jorge Enrique Vargas(Planeación Nacional), Diego Yepes(Planeación Distrital), FranciscoReyes (Dimensión educativa),Angela Guzmán (Universidad Na-cional), Rodrigo Quintero (FEDE-VIVIENDA) y Víctor M.Moncayo(CINEP), entre otros. Con el apoyode COLCIENCIAS, se creó enton-ces un equipo de investigación sobrelas políticas estatales en torno a lavivienda popular, que se presentaba�íntimamente ligada con las activi-dades educativas�. El equipo estabacoordinado por Hernando Clavijo ycompuesto por Samuel Jaramillo, Ja-vier Giraldo y Santiago Camargo.

La producción de este equipo serefleja en las revistas de esos años(1982-1987), dedicadas al barrio po-pular, a los UPAC y la autocons-trucción, las reivindicaciones urbanasy los movimientos cívicos urbanos, aveces vistos en relación con el desa-rrollo regional. Desde una perspecti-va más ortodoxamente marxista,aparecen los libros de Víctor ManuelMoncayo sobre las relaciones entreespacialidad capitalista y políticas ur-banas del Estado. Con una perspec-tiva más pluralista e interdisciplinarse realizaron varios seminarios de dis-cusión sobre la problemática urbanaactual en Colombia y el problema dela vivienda popular. Más reciente-mente, en los noventa, se retoma latemática urbana desde la perspectivade la descentralización y la construc-ción de democracia local: MauricioKatz, Vicente Zamudio, Marta C.García y Natalia Paredes emprenden

el seguimiento de la descentralizaciónelectoral, fiscal y en salud.

Vinculada al trabajo urbano,aparece también en esos años (1983-1990) la reflexión sobre los movi-mientos cívicos y populares, que escontemplada desde perspectivas di-versas por Fernando Rojas Hurtado,Marta Cecilia García y Beltrina Cortecon Camilo González Posso. Un in-tento de análisis sobre los movimien-tos sociales ante la crisis enSuramérica fue realizado en 1986 poreste equipo, que publicó, además, unbalance de los movimientos cívicosen Colombia; se publicó en 1985 unbalance de los movimientos popula-res en Colombia, que recogía con-tribuciones de Fernando RojasHurtado, Camilo González Posso,Santiago Camargo, Mauricio Rome-ro, Carlos Salgado y LeopoldoMúnera.

También relacionada con el tra-bajo urbano surge la investigación so-bre servicios públicos domiciliarios,que van a marcar mucho la historiaulterior del CINEP. La reflexión so-bre el problema de los servicios públi-cos se inicia desde 1985 con unosestudios introductorios de FernandoRojas Hurtado y Jorge Iván González,seguidos por un trabajo posterior deLuis Mauricio Cuervo, en 1989, quelideraría la investigación de un equipodedicado al tema. Así, en 1989, LuisMauricio Cuervo, Samuel Jaramillo yJorge Iván González unirían sus esfuer-zos para producir una reflexión, tantoteórica general como sectorial, sobrelos servicios públicos domiciliariosurbanos. Y en 1990, Samuel Jaramilloy Oscar Alfonso publicarían un ba-lance de las realizaciones y limitacio-nes del acueducto y alcantarillado enBogotá. Y en 1991, el equipo, com-puesto por Luis Mauricio Cuervo,Samuel Jaramillo, Oscar Alfonso,

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María Mercedes Maldonado, PedroIgnacio Bernal y Rubén Jaramillo pu-blicaron un informe sobre el serviciodel agua en el país. Además, en 1991el equipo publicaría informes sobre losservicios de acueducto y alcantarilla-do en Barranquilla yBarrancabermeja. Fi-nalmente, en 1992Luis Mauricio Cuervoharía un balance his-tórico del servicio deluz eléctrica mientrasque Samuel Jaramillorealizaría en 1995 unahistoria de los servi-cios públicos enColombia.

Lareactivaciónde lainvestigaciónmacroestructural

Desde 1983, sur-ge en el CINEP unintento de compac-tar el grupo de inves-tigadores en torno ala reflexión común yel debate público delos grandes temasnacionales. Este gru-po, l iderado porFrancisco de Roux,se congregó tanto entorno a la discusióninterna sobre los te-mas que cada inves-tigador desarrollaba,como alrededor dedebates públicos y talleres popula-res, realizados generalmente en lasede del CINEP. Para preparar es-tos debates, cada investigador debe-ría preparar un documentoocasional, que debería discutirse

previamente con los demás inves-tigadores del equipo. Este funcio-namiento produjo 17 documentosocasionales durante 1983, variosmateriales para la revista Contro-versia y acercó al equipo a una con-

cepción más común de los proble-mas, produciendo una reactivacióndel interés por la investigaciónmacroestructural sobre los grandestemas nacionales.

Así, entre 1981 y 1986 Moncayoy Rojas analizaron el informe Bird-Wiesner, y los problemas tributarios;Francisco de Roux se dedicó al estu-dio de los problemas del empleo y des-empleo urbanos; Luis Jorge Garay

hacía sus primerosacercamientos al pro-blema de la deuda co-lombiana, mientrasque Fernando Tenjo seencargaba del estudiode la crisis financieray Salomón Kalmano-vitz se ocupaba de ana-lizar la recesión de en-tonces. El autor deestas líneas se ocupa-ba del caudillismolatinoamericano, elpensamiento de Bolí-var, las relacionesIglesia-Estado en elsiglo pasado y las con-tradicciones entreclientelismo y descen-tralización tributaria.

Además, en 1986el equipo realizó unanálisis de conjuntosobre el plan de desa-rrollo del gobiernoBetancur y algunos desus miembros (Kalma-novitz, De Roux,Garay) participaroncon otros académicos(Gabriel Misas, JoséAntonio Ocampo,Eduardo Lora y otros)y algunos personajesde la vida nacional enun debate sobre la

deuda externa colombiana. En elequipo colaboraban también algu-nos jóvenes investigadores comoCarlos Salgado y Luis Javier Orjue-la. Salgado se inicia en el CINEPcomo asistente de investigación de

Anfiteatro de Santafé de Bogotá, S. XIX

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Salomón Kalmanovitz, que estabaredactando entonces su texto de Eco-nomía y Nación, publicado en 1985.Esta conformación del equipo,interdisciplinar e intergeneracional,es otra experiencia de formación yeducación continuada en la inves-tigación.

Un análisis académicoa partir del trabajo deArmero

Otro trabajo in-vestigativo a partir dela acción organizativafue el realizado porRosario Saavedra, queaprovechó la expe-riencia de participardurante cinco años(1985-1989) en elprograma de recons-trucción dirigido a lossobrevivientes de Ar-mero, para allegar,desde una mirada so-ciológica, mucha in-formación sobre elmanejo de desastres.Una vez terminado elproceso de reconstruc-ción, Rosario Saave-dra decidió aprovecharla experiencia acumu-lada para realizar unatesis de doctorado enel Instituto de AltosEstudios de la Univer-sidad de París, bajo ladirección de Chris-tian Gros y Franciscode Roux. Los estudiosen París le permitie-ron un toma de dis-tancia frente a laexperiencia. De esta manera, la te-sis resultante, que tomó como suje-to de la investigación a los distintos

actores sociales, fue considerada porlos jurados como un aporte al análi-sis del modelo social que surge comoreacción a la catástrofe, cuyo fun-cionamiento refleja bastante lo queera la sociedad antes del drama deArmero. También permitió acercar-se críticamente al proceso de recons-trucción del área, publicado en 1996por el CINEP, mostrando cómo laspolíticas adoptadas para la reinser-ción respondían a un esquema demodernización que no tenía encuenta a las víctimas como sujetos

sociales. Además, los jurados seña-laron la originalidad de los aportesde la tesis y su utilidad para la ac-

ción de ONGs en situaciones dedesastre y riesgo.

Un acercamientodesde el largo plazo alas violencias y alnarcocultivo

A partir del Programa por la Pazde los jesuitas colombianos, se fueviendo la necesidad de una inves-tigación y reflexión que diera sen-

tido a las actividades enpro de la búsqueda depaz e i luminara losfenómenos de las vio-lencias colombianasdesde una perspectivamacroestructural y delargo plazo. Así, a co-mienzos de 1988 seconstituyó un equipointerdisciplinar paraanalizar las condicionesobjetivas y subjetivasde las violencias, queterminó siendo coordi-nado por Fernán Gon-zález, y estaba compues-to inicialmente por loshistoriadores FabioZambrano y Fabio Ló-pez, la economistaConsuelo Corredor, laabogada María TeresaGarcés, la comunica-dora social AmparoCadavid y el filósofoDarío Restrepo. Luegose vincularon al equipola antropóloga MaríaVictoria Uribe, el so-ciólogo José Jairo Gon-zález, la socióloga ElsaBlair, el politólogo

Mauricio García Durán y el econo-mista Mauricio Romero.

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Las hipótesis iniciales, que reco-gían la discusión previa del grupooriginal de participantes, fueron re-cogidas por Fernán González en undocumento ocasional, de agosto de1988, que se convertiría en una es-pecie de matriz de los diferentessubproyectos de la investigación. Enese documento ya aparecían concep-tos como fragmentación y priva-tización del poder, precariedad delEstado, debilidad de la Sociedad ci-vil y cultura de la intolerancia, quemarcarían el desarrollo de lostrabajos ulteriores. En ese proceso,la confronta-ción de hipó-tesis e informesparciales decada uno de losmiembros delequipo y la dis-cusión de los au-tores que sehabían referidoal tema de laviolencia, fuecreando un es-pacio de acerca-miento comúnal tema, que res-petaba las ini-ciativas y dife-rentes enfoquesde las discipli-nas de cada in-vestigador, pero que iba creando unaespecie de escuela de pensamiento yde investigación, en la que todos losinvestigadores, viejos y jóvenes,aprendíamos los unos de los otros.

Este intercambio se vio reforza-do por la necesidad, impuesta por lasagencias financiadoras, de escribiruna revista que fuera divulgando pau-latinamente los resultados parcialesde la investigación. Se fundó así larevista Análisis. Conflicto social y Vio-lencia en Colombia, de la que apare-

cieron 5 números, entre 1988y 1992,dentro de la serie de documentos oca-sionales del CINEP. También se con-tribuyó con varios números de la re-vista Controversia, entre 1989 y1990, dedicados a los problemas agra-rio, colonización, configuración po-lítico-jurídica del país, cultura polí-tica, modelos de desarrollo etc, comotrasfondo de las violencias. Los re-sultados de la investigación, recogi-dos en la colección Sociedad y Con-flicto del CINEP, publicada entre1992 y 1993, ilustran la metodologíadel acercamiento al fenómeno de las

violencias: un acercamiento globalmacroeconómico e histórico-culturalde largo plazo, se ve complementadocon varios estudios de caso de regio-nes particularmente violentas (Su-mapaz, Magdalena Medio, zonaesmeraldífera de Boyacá, Bajo Cauca,Medellín) y una mirada global a lasrelaciones con las fuerzas armadas ya los procesos de paz, para desembo-car luego en una mirada másglobalizante. Además, este proyectode investigación hizo parte de un pro-yecto más global, de carácter compa-

rativo de nivel latinoamericano,liderado por la APEP, AsociaciónPeruana de Estudios e Investigaciónpara la Paz.

En este libro aparece la colabo-ración de Ricardo Vargas y JackelineBarragán,�Economía y Violencia delnarcotráfico en Colombia: 1981-1991�, junto con la de Darío Betan-cur y Martha García, �Narcotráficoe historia de la mafia colombiana�.La colaboración de Vargas y Barragánes uno de los primeros productos deuna línea de investigación que se

iniciaba desde1992, con unamirada interdis-ciplinar para pro-ducir pautas paraunas políticas decooperación téc-nica frente alproblema de ladroga en Colom-bia. Después deconcluida estaprimera fase, seempezó a diseñaruna investiga-ción sobre lasrelaciones entreviolencia y nar-cotráfico y el im-pacto cultural delnarcocultivo en

las regiones afectadas.

En las diversas fases de este pro-yecto, liderado por Ricardo Vargas,estuvieron vinculadas a su equipoMaría Victoria Rivera, Marta LilianaHerrera, Nancy Ramírez y XimenaUseche. Resultados parciales de esteequipo han ido apareciendo en li-bros publicados en 1994 y 1995, concontribuciones de Salomón Kalma-novitz sobre aspectos macroeco-nómicos, Rodrigo Uprimny sobrerelaciones del fenómeno con el ré-

Tomado del Papel Periódico Ilustrado, Bogotá

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gimen político y la política crimi-nal, María V. Rivera sobre cultivosalternativos, de Ricardo Vargas yJackeline Barragán sobre el impactoregional del cultivo de la amapola yFrancisco de Roux sobre el proble-ma de la ética. Además, entre 1995y 1997, se han producido artículosdiversos sobre el tema, en que se re-laciona el auge del narcocultivo conel marco macroestructural o las di-ferencias en la política internacio-nal frente al tema.

Nuevamente el sectorinformal pero dentrodel conjunto de laeconomía

Aprovechando la informaciónrecogida a través del proyecto educa-tivo sobre calidad de vida, en el quecolaboraban Francisco de Roux, Jor-ge Iván González y Diva Botero, jun-to con el balance acumulado en elCINEP sobre el papel del sector in-formal en el conjunto de la econo-mía, se empieza a reestructurar laintervención del CINEP en las eco-nomías populares partiendo de losmecanismos de mercado como unhecho dado, a partir del cual debenpensarse las economías populares.Este proyecto de intervención socialestuvo acompañado por un proyectode investigación, que se lleva a cabodesde 1995 hasta hoy, acerca de lamanera como estos sectores se inser-tan en los circuitos económicos,como necesario punto de partida dela aceleración de las economías lo-cales de vecindarios o barrios pobres,que les permitiera pasar de una eco-nomía de subsistencia a una econo-mía de acumulación sostenible. Laaplicación de la propuesta de los cir-cuitos económicos al sector de laconstrucción fue explorada por Car-los Enrique Ramírez, entonces asis-

tente de la investigación, como tesisde grado en 1995.

Este acercamiento novedoso alllamado sector informal en una pers-pectiva integrada, no dualista, es re-forzado por las investigacionesmacroeconómicas del equipo delCINEP que se dedica al análisis depolíticas y alternativas de desarrollo,a partir de 1995. Así, el esfuerzo porreflexionar sobre el modelo de desa-rrollo vigente en Colombia, el im-pacto de la inflación sobre lossalarios, el deterioro del gasto social,los enfoques sobre la pobreza, sirvende marco general de los trabajos pi-lotos para la búsqueda de modelos deintervención económica del CINEP,tanto urbanos como rurales. Así, lainvestigación sobre las condicionesmacroestructurales del país en el ac-tual proceso de globalización seconvierte en apoyo a las prácticaseducativas y organizativas que buscangenerar alternativas viables para eldesarrollo sostenible e integral de laseconomías populares.

Hacia el fortalecimientode las relaciones entreEstado y Sociedad civil

El trabajo de reflexión sobre lacrisis política casi permanente delpaís fue llevando al equipo a la nece-sidad de replantearse el problema entérminos de relaciones entre Estadoy Sociedad, para contribuir a la cons-trucción de un espacio público de re-solución de los conflictos, que pasapor la democratización y moderniza-ción del Estado. Por eso, desde 1994se conformó un equipo coordinadoinicialmente por Fernán González, ycompuesto, además, por Ana MaríaBejarano, Mauricio Archila y HelenaUseche, que pretendían acercarse alas transformaciones recientes de las

relaciones entre Estado y Sociedadcivil desde cuatro vertientes comple-mentarias entre sí: el análisis históri-co, estructural y coyuntural, en losniveles macro y micro, complemen-tado con el seguimiento de los movi-mientos sociales. Los resultadosparciales de esta investigación, dis-cutidos en los seminarios internos delequipo, han ido alimentando la se-gunda época de la Revista Contro-versia, que renace en 1995. Así, AnaMaría Bejarano invitaba a repensarlas relaciones entre Estado y Socie-dad civil de manera más positiva ymostraba cómo, a partir del FrenteNacional, se había fortalecido el Es-tado de manera selectiva, mientrasMauricio Archila ofrecía un balancesobre la movilización social bajo elFrente Nacional y Helena Useche in-terpretaba su microanálisis barrial entérminos de inserción periférica.

Posteriormente, este equipo sevio reforzado por un grupo más juve-nil de investigadores, que inició, jun-to con el departamento de Cienciapolítica de la Universidad de losAndes y la Fundación EVALUAR,un análisis del papel de las ONGs enel fortalecimiento de la Sociedad ci-vil. Este equipo estaba conformadopor Renata Segura, Adriana Posadae Ingrid Bolívar5 . Como es usual, ladinámica de encuentro de investiga-dores experimentados con juveniles,evidenciada en las discusiones teóri-cas y lecturas comunes de los semina-rios internos, resultó muy provechosapara todas las partes.

Conclusión: haciauna estrategiaexplícita de formaciónde investigadores

La reflexión sobre la experienciade las investigaciones realizadas du-

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rante estos 25 años y la manera comose han ido vinculando a ellas inves-tigadores jóvenes, recién egresados dela universidad, ha ido consolidandoun estilo de trabajo de formación enel CINEP. Ese estilo parte de la pro-pia acción investigativa, confrontadacon los enfoques teóricos pertinentes,así provengan de vertientes teóricasdiversas, junto con la discusión co-mún de los aportes e informes par-ciales de cada investigador, novel oexperimentado. La discusión de losavances y los seminarios teóricos re-lativos a cada tema son parte obliga-do de la formación continuada de losinvestigadores del CINEP, por expe-rimentados que sean.

Así, el principio central de lacapacitación es tomar como punto departida las actividades investigativasque cada miembro del equipo estárealizando, para confrontarlas en ladiscusión con el resto del equipo yenriquecerlas con las perspectivasteóricas de los demás en seminariosinternos frecuentes. El reclutamien-to de jóvenes asistentes de investiga-ción, salidos casi siempre de los

alumnos universitarios más notables,aporta sangre e ideas nuevas a losequipos. Además, estos investigado-res jóvenes tienen la oportunidad deexperimentar y profundizar lo apren-dido de manera abstracta en las au-las, a través de una investigaciónconcreta. Generalmente, estos inves-tigadores realizan posteriormente es-tudios de posgrado en el exterior, paralos cuales se trata de apoyarlos de lamejor manera posible, ayudándolesa conseguir becas o apoyos naciona-les o internacionales. Actualmente,los investigadores recién egresados dela universidad tienen la oportunidadde contar con la posibilidad de unatutoría por parte de uno de los inves-tigadores experimentados del CINEPen las áreas principales en que el cen-tro desarrolla actividades: política,paz, economía, educación y cultura.En ese sentido, el CINEP se asumecomo una escuela de formación prác-tica de investigadores, donde profe-sionales recién graduados tienen laoportunidad de perfeccionar y pro-fundizar sus conocimientos, refinarsus capacidades y especializarse enáreas de mutuo interés.

Citas

1 El autor ofrece excusas por cualquier erroru omisión, pues, al intentar rescatar estahistoria, se ha percatado de que su me-moria no es tan buena como creía y deque los archivos antiguos del CINEP ado-lecen de algunas deficiencias.

2 Ministerio de Justicia, resolución No.1960 de 1972.

3 Desgraciadamente, las limitaciones de es-pacio de este artículo obligaron al autor asuprimir la extensa bibliografía que reco-ge la experiencia investigativa del CINEPdurante estos 25 años.

4 Con relación a la investigación sobreclientelismo, el autor de este artículo debeconfesar y agradecer la experiencia de lec-tura, reflexión y discusión de textos bá-sicos, informes parciales y finales, lleva-das a cabo en los seminarios internos delequipo, bajo la dirección de NéstorMiranda Ontaneda, que constituyeronparte importante de su formación comoinvestigador.

5 Ingrid Bolívar, Adriana Posada y RenataSegura. �El papel de las ONG en la So-ciedad civil: la construcción de lo públi-co�, en: Controversia, No. 170, 1997.