lic003 iv dios (teología iv)
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Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor”
Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores y Justicia. Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas
Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4
Facultad de Altos Estudios Teológicos Profesionales
TEOLOGIA BÍBLICA IV
(´EH YEH ´SER ÉH YEH)(´EH YEH ´SER ÉH YEH)(´EH YEH ´SER ÉH YEH)(´EH YEH ´SER ÉH YEH) “YO SOY EL QUE SOY”“YO SOY EL QUE SOY”“YO SOY EL QUE SOY”“YO SOY EL QUE SOY”
Facilitada y Orientada por la Dra. PHD Rosa De Belizario
www.ministeriodiosesamor.net.ve
Correo: [email protected]
Telf.: (0424)-848.52.17; (0281)-277.23.93
APÓSTOLES DR. CARLOS BELIZARIO Y DRA. ROSA DE BELIZARIO DIRECTORES GENERALES
LIC003-IV-DIOS (TEOLOGIA IV)
Nombre y Apellido: __________________________ Telf.:___________________
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CONTENIDO
Introducción…………………………..………………………………………………………………………………………………4
I. Su existencia………………………………………………………………………………….…….……………….5
II. Su Naturaleza…………………………………………………………………………………..……………………6
III. Su Carácter………………………………………………………………….…………………………………………7
IV. Su Voluntad…………………………………………………………………………………………………..………8
V. Su Subsistencia……………………………………………………………………………………….…..………..9
VI. Su paternidad………………………………………………………………………………………………………10
VII. Nombres Básicos…………………………………………………………………………………………….……11
VIII. La Revelación de Moisés…………………………………………………..…………………………….…..15
La interpretación de éxodo 6.2-4…………………………………………………………….16
IX. . Otros nombres que contienen el o Jehová………………………………………………………...17
X. La Doctrina de Dios………………………………………………..………………………………………..….19
La Teoría de la emanación ene varias formas…………………..………………………19
La Teoría de la evolución…………………………………………………………….…………..19
XI. La Creación del Mundo Espiritual………………………………………………………………..……….20
XII. La existencia de los ángeles………………………………………………………………………………….24
La Naturaleza de los ángeles………………………………………………..………………….25
El número y la organización de los ángeles………………………...……………………27
El servicio de los ángeles………………………………….……………………………….……..30
Los ángeles malos………………………………………………………………………………..….31
Actividad sugerida………………………………………………………………………………………………………………..33
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INTRODUCCION
Dios existe y puede ser conocido. Estas dos afirmaciones forman la fase y la inspiración de todas
las religiones. La primera es una afirmación de fe, la segunda de la experiencia. Como la
existencia de Dios no está sujeta a demostración científica, debe ser un postulado de la fe; y
dado que Dios desciende toda su creación, sólo podemos conocerlo en la medida en que se
revela a sí mismo. La religión cristiana se distingue en que afirma que se puede conocer a Dios
como Dios personal solamente en la revelación que de sí mismo hace en las escrituras. La Biblia
no fue escrita para probar que Dios existe, sino para revelarlo por medio de sus actos, por ello la
revelación Bíblica de Dios es de naturaleza progresiva, y alcanza su plenitud en Jesucristo, su
Hijo. A la luz de su propia revelación en las escrituras, tenemos varias afirmaciones acerca de
Dios.
El Contenido de la siguiente investigación se Compone: 1) Introducción, 2) Su existencia, 3) Su
Naturaleza, 3) Su Carácter, 4) Su voluntad, 5) Su Subsistencia, 6) Su paternidad, 7) Nombres
básicos, 8) La Revelación de Moisés, 9) La Doctrina de Dios, 10) La Creación del Mundo
Espiritual, 11) La existencia de los ángeles, 12) Actividad sugerida y 13) Bibliografía.
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I. SU EXISTENCIA
Dios existe por sí mismo. Su creación depende de él pero él es completamente independiente
de la creación. No solo tiene vida, sino que sustenta la vida de su universo, y tiene en sí mismo
la fuente de esa vida.
Este misterio de la existencia de Dios le fue revelado a Moisés en épocas muy tempranas en la
historia bíblica, cuando, en el desierto de Orbe, se encontró con Dios en forma de fuego en una
zarza (Ex. 3.2). Lo distintivo de aquel fenómeno fue la zarza ardía en fuego,... y... no se consumía
(Ex. 3.2). Para moisés esto debe haber significado que el fuego era independiente del medio
ambiente que se auto alimentaba. Tal es Dios en su ser esencial: es completamente
independiente del medio o ambiente en que se desea hacerse conocer. Esta cualidad del ser de
Dios probablemente encuentra expresión en su nombre personal YAHVÉH y en su propia
afirmación Yo soy el que soy, es decir "Yo soy el que tiene ser dentro de sí mismo" (Ex. 3.14).
Esta percepción se insinúa en la visión que Isaías tuvo de Dios: "... Dios eterno es Jehová, el cual
creó los confines de la tierra. No desfallece, ni se fatiga con cansancio. Él da esfuerzo al
cansando, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas (Is. 40.28-29). Él es el Dador, y todas
sus criaturas son los receptores. Cristo dio su más clara expresión a este misterio cuando dijo:
Porque como el padre tiene vida en sí mismo, ha sí también ha dado al hijo el tener vida en sí
mismo (Jn 5.26). Esto hace de la independencia de la vida una cualidad distintiva de la deidad.
En toda la escritura Dios se revela como la fuente de todo lo que existe, animado e inanimado,
Creador y Dador de la vida, el único que tiene vida en sí mismo.
II. SU NATURALEZA
En su -naturaleza Dios es Espíritu puro. Muy al principio de su revelación como autor del
universo creado, se representa a Dios como el Espíritu que produjo la luz en medio de las
tinieblas y el orden en medio del caos (Gn. 1.2-3).A la mujer samaritana Cristo le hizo la
siguiente revelación acerca de Dios como Objeto de nuestra adoración: «Dios es Espíritu; y los
que le adoraran en espíritu y en verdad es necesario que adoren (Jn. 4.24). Entre estas dos
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afirmaciones tenemos frecuentes referencias a la naturaleza de Dios como Espíritu puro y
Espíritu divino. Se le llama Padre de [os Espíritus (Hc. 12.9), y frecuentemente se usa la
combinación «Espíritu del Dios vivo.
A este respecto debemos distinguir entre Dios y sus criaturas que son espirituales. Cuando
decimos que Dios es Espíritu puro lo hacemos para poner de manifiesto que no es parcialmente
espíritu y parcialmente Cuerpo, como es el caso del hombre. Es espíritu simple sin forma ni
partes, razón por la cual no tiene forma física. Cuando la Biblia dice que Dios tiene ojos, oídos,
manos y pies, lo hace en un intento de transmitir la idea de que está dotada de las facultades
que corresponde a dichos órganos porque si no habláremos de Dios en términos físicos no
podríamos hablar de Él de ninguna manera. Por cierto que esto no sugiere ninguna
imperfección en Dios. El Espíritu no es una forma limitada o restringida de existencia, sino la
unidad perfecta del ser.
Cuando que Dios es Espíritu infinito, nos encontramos completamente fuera del alcance de
nuestra experiencia, ya que nosotros estamos limitados con respecto al tiempo y el espacio,
como así también con respeto al conocimiento y el poder. Dios es esencialmente ilimitado, y
cada elemento de su naturaleza es ilimitado. Llamamos a su infinitud con respecto al tiempo
eternidad, con respecto al espacio omnipresencia, con respecto al conocimiento omnisciencia, y
con respecto al poder omnipotencia.
Su infinitud significa también que Dios trasciende todo su universo. Pone de manifiesto su
independencia de todas sus criaturas como espíritu auto existente. No está limitado por lo que
llamamos la naturaleza, sino infinitamente exaltado por encima de ella. Incluso aquellos pasajes
de la escritura que dan realce a su manifestación local y temporal también nos muestra su
exaltación y omnipotencia ante el mundo como Ser eterno, Creador y Juez soberano (d. Is.
40.12-17).
Al mismo tiempo la infinitud de Dios expresa su inmanencia. Con ello Queremos hacer
referencia a su presencia en todo lo creado y su poder dentro de su creación. No se mantiene
apartado del mundo, como simple espectador de la obra de sus manos. Está en todo, lo
orgánico y los inorgánico, y actúa desde adentro hacia fuera, desde el centro de cada átomo, y
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desde las más recónditas fuentes del pensamiento, la vida y el sentimiento, como una continua
secuencia de causa y efecto.
En pasajes como Is. 57 y Hch. 1 tenemos una expresión de la trascendencia y la inmanencia de
Dios. En el primero vemos su trascendencia en la expresión "el alto y sublime, el que habita la
eternidad cuyo nombré es el santo, y su inmanencia en cuanto habita... con el quebrantado y
humilde de espíritu" (ls. 57.15). En el segundo pasaje pablo se dirige a los atenienses afirmando
la trascendencia del Dios que hizo el mundo y todas las cosas que él hay, siendo Señor del cielo
y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de
hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da al todos vida y aliento y todas las
cosas", y luego afirma su inmanencia como el no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en
él vivimos, y nos movemos, y somos (Hdl.17.24, 28).
III. SU CARÁCTER
Dios es personal. Cuando decimos esto afirmamos que Dios es racional, que tiene conciencia de
sí mismo, que se autodetermina, que es un agente moral inteligente. Como mente suprema es
el origen de toda la racionalidad en el universo. Dado que las criaturas racionales creadas por
Dios poseen carácter propio e independiente, Dios debe poseer un carácter que sea divino tanto
en su trascendencia como en su inmanencia.
El AT nos revela un Dios personal en función de su propio auto revelación y de las relaciones
entre sus criaturas y él, Y el NT muestra caramente que Cristo Hablaba con Dios en términos que
sólo resultan significativos en una relación de persona a persona. Po." ello debemos habla." de
ciertas, cualidades mentales y morales de Dios en la forma en que lo hacernos de carácter
humano. Se ha tratado de clasificar los atributos divinos bajo títulos como mentales y morales o
comunicables e incomunicables, o relacionados y no relacionados. Aparentemente la escritura
no apoya ninguno de estos tipos de clasificaciones y, de todos modos, Dios es infinitamente más
grande que la suma de todos sus atributos. Para nosotros los nombres de Dios son designación
de sus atributos, y resulta significativo que sus nombres aparecen en el contexto de las
necesidades de su pueblo. Po." lo tanto, parecería más acorde con la revelación bíblica tratar
cada atributo como una manifestación de Dios en la situación humana que la hizo necesaria:
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compasión en presencia del sufrimiento, paciencia y tolerancia ante aquello que merece
castigo, gracia en presencia de la culpa, misericordia frente a la penitencia, todo lo cual sugiere
que los atributos de Dios, designan la relación en la cual se brinda a quienes lo necesitan. En ello
encontramos la indudable verdad de que Dios en toda la plenitud de su naturaleza se encuentra
en cada uno de sus atributos, de modo nunca hay más de un atributo que de otro, nunca más
amor que justicia, o misericordia que rectitud. Si existe un atributo de Dios que lo comprende
todo y se encuentra en todo, ese atributo es su santidad, rasgo que caracteriza todos los otros
atributos divinos: su amor es santo, su compasión es santa, su sabiduría es santa.
IV. SU VOLUNTAD
Dios es soberano. Esto significa que prepara sus propios planes y los lleva a cabo en su propio
momento y a su manera. Es simplemente una expresión de su inteligencia, su poder y su
sabiduría supremos. Significa que la voluntad de Dios no es arbin"a1ia, sino que actúan en
completa a1monía en su carácter. Es la expresión de su poder y su bondad, por lo que es la
meta final de toda la existencia.
Debemos hacer, sin embargo una distinción entre la voluntad de Dios que prescribe lo que
debemos hacer nosotros, y la voluntad por la cual determina lo que el mismo ha de hacer. Los
teólogos distinguen entre la voluntad decretiva de Dios, por de la cual decreta todo lo que va a
pasar, y su voluntad preceptiva, por medida de la cual asigna a sus criaturas los deberes que les
corresponden. La voluntad decretiva de Dios siempre se cumple, mientras que a veces se
desobedece su voluntad preceptiva.
Cuando consideramos el imperio soberano de la voluntad divina como la base ultima de todo lo
que acontece, ya sea activamente, haciendo que ocurra o pasivamente permitido que suceda
reconoce la distinción entre voluntad activa de Dios y su voluntad pennisiva. Por lo tanto
debemos atribuir la entrada del pecado en el universo en la voluntad permisiva de Dios, ya que
el pecado es una contradicción de su santidad y su bondad. Hay así una esfera en la que
predomina la voluntad de Dios, y una en la que el hombre tiene libertad para actuar. La Biblia
nos muestra ambas en acción. La nota predomina en el AT es la que expresa Nabucodonosor.
"'00 él hace según su voluntad en el ejercito del cielo y en los habitantes de la tierra y no hay
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quien detenga su mano y le diga: ¿Qué haces?' (Dn. 4.35). En el NT encontramos un
impresionante ejemplo de la voluntad divina resistida por el descrecimiento del hombre,
cuando Cristo vio la expresión a su grito de dolor ante la actitud de Jerusalén: «Cuántas veces
quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste" (Mt.
23.37). Sin embargo la soberanía de Dios nos asegura que un día todo se rectificara a fin de que
contribuya a su propósito eterno y que finalmente será contestada la petición de Cristo:
"HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. En verdad que no podemos
reconciliar la soberanía de Dios con la responsabilidad del hombre por no entendemos la
naturaleza del conocimiento divino, y por qué nos falta la compresión de todas las leyes que
gobiernan la conducta humana. En la Biblia que toda la vida se vive según la voluntad de Dios
quien lo sostiene, 'en quien vivimos, y nos movemos y tenemos nuestro sed", y, de la misma
manera en que el ave es libre en el aire y el pez en el mar, el hombre encuentra su verdadera
libertad en la voluntad de Dios que los creo para él.
V. SU SUBSISTENCIA
En su vida esencial de Dios es una comunión, esta es quizás la revelación suprema de Dios que
nos ofrecen las escrituras que la vida de Dios es, eternamente y dentro de sí mismo una
comunión de tres personas iguales y a la vez perfectamente distinguibles entre sí: el Padre, el
Hijo y el Espíritu. Y que en su relación con su creación moral Dios lo estaba extendiendo esa
comunión que esencialmente es propia de sí mismo. Quizás se pueda inferir este de la orden
divina que expresa la libertad deliberada de crear el nombre a nuestra imagen conforme a
nuestras semejanzas", que fue expresión de la voluntad de Dios, no solamente de revelase
como comunión, sino también de abrir esa vida de comunión a las criaturas morales que hizo a
su imagen y las que doto para que las disfrutaran, sí bien es cierto que por el pecado del
hombre perdió su capacidad de gozar de esa comunión esta, también es cierto que Dios quiso
que fuera posible devolvérsela. En efecto, se ha observado que probablemente fue ese el
supremo fin de la redención, la revelación de Dios entres personas actuando en áreas de
nuestra resta restauración con amor electivo que nos reclama con amor redentor que nos
emancipaba, y con amor regenerador que nos recreaba por la comunión con Él.
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VI. SU PATERNIDAD
Como Dios es persona puede tener relaciones personales, la más cercana y tierna de las cuales
es la del padre. Es la designación más común que empleaba Cristo para Dios, y en la teología de
la reserva especialmente para la primera persona de la Trinidad. En las escrituras hay cuatro
tipos de relaciones en las cuales se aplica a Dios el Término Padre. Ésta la paternidad creadora.
La relación fundamental entre Dios y el hombre que creo a su propia imagen encuentra su más
completa y adecuada ilustración en la relación natural que comprende el don de la vida. Al
llamar a su pueblo a la fidelidad a Dios y a la consideración del prójimo, Malaquías pregunta ¿No
tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios-?" (Mal. 2.10). Isaías,
cuando pide a Dios que no abandone a su pueblo, exclama: "Ahora pues, Jehová tu eres nuestro
Padre; nosotros barro y tu el que nos formaste" (ls.64.8) Pero es más particularmente en lo que
hace a la naturaleza espiritual del hombre que se afirma en esta relación. En Hc. Se llama a Dios
Padre de los Espíritus (12.9) y en Num. "Dios de los espíritus de toda carne" (16.22). Cuando
Pablo predicó desde el Monte de Marte, utilizo este argumento para hacer comprender la
irracionalidad del hombre racional cuando adora ídolos de madera y piedra y cita al poeta Amto
("POI' que linaje suyo somos") para indicar que el hombre es criatura de Dios. Por lo tanto el
hombre como criatura es la contrapartida de la paternidad general de Dios. Sin el Padre creador
no habría raza ni familia humana.
Está la paternidad teocrática, que es la relación entre Dios y el pueblo de su pacto, Israel. Como
esta es más bien una relación colectiva y no personal, Ismael como pueblo del pacto en la
Criatura de Dios, y se la intimó a reconocer y responder a esa relación filial: "Si, pues, yo soy
Padre, ¿dónde está mi honra? (Mat. 1.6). Pero como la relación del pacto era redentora en su
significado espiritual, podemos considerarla como anticipación de la revelación
neotestamenta.ria de la paternidad divina.
Luego está la paternidad generativa, que pertenece exclusivamente a la segunda persona de la
Trinidad, designada como Hijo de Dios e Hijo Único. Por lo tanto es única, y no se aplica a
ninguna otra criatura. Mie tras estuvo en la tierra Cristo habló con la mayor frecuencia de esta
relación, que esa peculiarmente suya. Dios era su Padre por generación eterna, lo que expresa
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una relación esencial e intemporal, que trasciende nuestra comprensión. Es significativo que
Jesús, cuando enseñaba a los doce, nunca empleó la expresión "'Nuestro Padre" como algo
común a él y a sus discípulos. En el mensaje de la resurrección por medio de María indicó dos
relaciones diferentes: "Mi Padre, y vuestro Padre (Jn.20.17), pero ambas partes de la afirmación
están relacionadas de tal manera que una se convierte en el fundamento de la otra. Su
condición de Hijo, aunque en un nivel totalmente único, constituía la base para la condición filial
de sus discípulos.
También tenemos la paternidad adoptiva que es la relación redentora que pertenece a todos los
creyentes y en el contexto de la redacción se le considera en dos aspectos en el de su relación
en Cristo y en el de la obra regeneradora del Espíritu Santo en ellos. Esta relación con Dios es
básica para todos los creyentes como les recuerda Pablo a los cristianos de Galacia Pues todos
sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (Gá. 3.26). En esta unión viva con Cristo, se los adopta
en la familia de Dios y se convierten en objeto de la obra regeneradora del Espíritu Santo que
les otorga la naturaleza de hijos: uno es el aspecto objetivo, el otro es el subjetivo. Debido a su
nueva condición (justificación) y Relación (adopción) con Dios Padre en Cristo, llegan a ser
coherederos de la naturaleza divina, y nacen en el seno de la familia de Dios. Juan lo aclaró
perfectamente en el capítulo inicia! De su evangelio:"Mas a todos los que recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad (autoridad) de ser hechos hijos Dios; los cuales 1110 son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" (Jn.
1.13). y así reciben todos los privilegios que corresponden a esa relación filial. La secuencia
natural es, por lo tanto: "Y sí hijos, también herederos" (Ro. 8.17).
La enseñanza de Cristo sobre la paternidad de Dios; claramente restringe la relación al pueblo
creyente. En ningún caso vemos que considere que esta relación exista entre Dios y los que no
creen. No solo no nos da ningún indicio de una paternidad redentora de Dios para todos los
hombres, sino que les dice elocuentemente a los judíos que lo criticaban: "Vosotros sois de
vuestro padre el diablo" (Jn. 8.44). Si bien esta relación de Padre el NT ROS muestra los aspectos
más tiernos del carácter de Dios, su amor, su fidelidad, y su cuidado, también nos muestra
responsabilidad de manifestar a Dios la reverenda, la confianza, y la obediencia amorosa que los
hijos deben manifestar hacia sus padres. Cristo nos enseñó a orar no solamente a "Nuestro
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Padre sino a Padre nuestro que estás en los cielos, inculcándonos de esta manera reverenda y
humildad. DIOS, NOMBRES DE. En la consideración de los diversos nombres, títulos,
descripciones de Dios en el AT hay tres términos de importancia básica: el, lohim, y Yahvéh
(Jehová). Es necesario comprender desde el principio el significado de cada uno de ellos por sí
solo, y las relaciones que existen entre ellos.
VII. NOMBRES BASICOS
A. ÉL
"El Dios" de las vss. Cast., tiene cognados en onr.as lenguas semíticas, y significa Dios
en el sentido más amplio, verdadero o falso incluso una imagen tratada como Dios (Gn.
35.2). Debido a este carácter general se lo asocia frecuentemente con un predicado o
adjetivo determinativos Por ejemplo, en Dt. 5.9 (vp) leemos: "Yo soy Señor (Yahvéh) tu
Dios (Iohím), Dios (él) celoso," o en Gn. 31.13: "el Dios (él) de Bet-el" En las tablillas de
Ras Shamra sin embargo Él es nombre propio, el nombre del "Dios alto" cananeo cuyo
hijo era Baal. El plural se traduce "dioses" (pero vease Inf.). Pueden ser meras
imágenes, "de madera y piedra" (Dt. 4.28), o los seres imaginarios que ellas
representan (Dt. 12.2).
B. ELYON, ÉL ELYON
El elyon, el "Dios altísimo", era el titulo de Dios como lo adoraba Melquisedec (vease
inf.). Elyon se encuentra en números 24.16 y en otras partes. En salmo 7.17 se
encuentra en combinación con Yahvéll y en el Sal. 18.13 en paralelo. Véase tamb. Dn.
7.22, 25 para el plural armo Elyolním; en otras palies en el arm. De Daniel el
equivalente del heb. Elyón es iIIaya (p. Ej. 4.17; 7.25).
C. ELOHIM
Si bien se trata de una forma plural (Iohim), elohim puede considerarse como singular,
en cuyo caso significa la deidad única y suprema, y en las vss. Cast. Se traduce "Dios".
Considerado gramaticalmente es un sustantivo común, y transmite la noción de todo lo
que pertenece al concepto de deidad, en contraste con el hombre (Nm. 23.19) y otros
seres creados. Es adecuado para referencias cósmicas y mundiales (Gn. 1.1), porque
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hay sólo Dios supremo y verdadero, y se trata de una persona; se acerca a la naturaleza
de un hombre propio, sin perder su cualidad abstracta y conceptual.
D. ELOAH
Esta palabra (loah) es forma singular de elohim, y tiene el mismo significado que el. En
el AT se encuentra principalmente en poesía (p. Ej.Dt. 32.15, 17; es muy frecuente en
Job). La forma aramea correspondiente es Iah.
E. JEHOVÁ
El vocablo heb. Yahvéh se traduce generalmente Jehová en VRV2 y "Señor" en VP. El
primero se originó de la siguiente manera. El texto heb. Original no tenia vocales, con
el tiempo se consideró que el "tetragrámaton" YHWH era demasiado sagrado para
que se lo pronunciara; de modo que al leer se lo sustituía por donay ("mi Señor"'), y
las vocales de esta palabra fueron combinadas con las consonantes YHWH para hacer
"Jehová", forma que se comprueba por primera vez a comienzos de s.XII d. C.
La pronunciación de Hahvéh está indicada por transliteraciones griegas del nombre en
la literatura cristiana primitiva, en la forma iaoue (Clemente de Alejandría o iabe
(Teodoreto; ya para entonces la b gr. Tenía la pronunciación de y labiodental). Es
indudable que el nombre está relacionado con el heb. Haya, "ser", o más bien con una
variante más antigua de la raíz hawa. No se lo debe considerar, empero, como un
aspecto imperfectivo del verbo; la conjugación Hifil, a la que únicamente podría
asignársele una forma así, no está disponible para este verbo; y el imperfectivo de la
conjugación QaI no podría tener la vocal a en la primera suaba. Yahvéh debería
considerarse como un simple sustantivo, en el que la raíz hwh esta procedida por el
preformativo y. Véase L Koehler y W.
Baumgartner, Lexicon in Veteris Testamenti Libros, 1958, pp. 368s; tambo L. Koehler,
Vom Hebraischen Lexicon, 1950,pp. 17s. Estrictamente hablando, yahvéh es el único
"nombre" de Dios. En Gn. Donde quieroaque la palabroasem ("nombre") está
asociada con el ser divino, ese nombre es Yahvéh. Cuando Abraham o Isaac edificaban
un altar, leemos: "Invocó el nombre de Jehová" (Gn. 12.8; 13.4; 26.25).
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En particular, Yahveh era el Dios de los patriarcas y leemos acerca de Yahvéh el Dios
(Elohim) de Abraham, y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, hombre del que Elohim
dice "esté es mi nombre para siempre" (Ex. 3.15). Yahvéh, por lo tanto en contraste
con Elohim, es un nombre propio el nombre de una persona aunqt,leesa persona sea
divina. Como tal tiene su propio marco ideológico; presenta a Dios como persona y así
lo pone en relación con otras personalidades, personalidades humanas. Acerca a Dios
al hombre y él habla con los patriarcas con amigos.
Un estudio de la palabra "nombre en el AT revela todo lo que significa en hebreo. El
nombre no es un mero rótulo, sino que es significativo de la verdadera personalidad
de aquel a quien pertenece. Puede derivarse de las circunstancias de su nacimiento
(Gn. 5.29), o reflejar su carácter (Gn, 27.36), y cuando una persona otorga su
"nombre" a algo, o a otra persona, ese algo o esa persona que da bajo su protección e
influencia.
F. YAHVEH ELOHIM
Estas dos palabras aparecen combinadas en el relato de Gn. 2.4-324, aunque "Elohim"
se usa solo en el coloquio entre Eva y la serpiente. Si el relato relativo al Edén estaba
vinculado con un original sumerio pudo haber sido llevado de VI' por Abraham, y de
este modo sería posible dar cuenta del uso diferente en estos dos capítulos, por
contraste con los capítulos precedentes y siguientes.
G. LA RELACION ENTRE EL, ELOHIM Y YAHVEH
Estamos ahora en posición de considerar la forma en que estas tres palabras
concuerdan o difieren en su uso. Mientras hay ocasiones en que cualquiera de las tres
podría usarse para Dios, no son de ningún modo idénticas o intercambiables. En el
relato de Gn. 14, ahora considerado por muchos como un cuadro acertado de la
situación a comienzos del 2° milenio a.C., leemos que Abraham se encontró con
Melquisedec, sacerdote de él élyón, "el Dios altísimo". Aquí tenemos el "nombre" o
título de Melquisedec para la deidad que adoraba.
15
Sería decididamente erróneo sustituir Elohim" o "Yahveh" por élyón, (Gn. 14.18).
Melquisedec bendice a Abraham en el nombre de él élyón, "creador de los cielos y de
la tierra", equiparando así a el elyon con el Dios supremo (14.19-20). El rey de
Sodoma ofrece a Abraham un obsequio, que él rechaza, levantando su mano a
Yahveh, él élyón, "creador de los cielos y de la tierra" (14.22). Lo que quiere decir es
que él también adora al Dios Supremo el mismo Dios (por cuanto hay un solo) pero
que lo conoce por el nombre de "Yahvéh". (la XX y PS omiten Yahvéh en Gn.14.22)
Para citar un segundo ejemplo, en Gn. 27.20 Jacob engaña a su padre con las
palabras, "porque Jehová (Yahvéh) tu Dios (elohim) hizo que la encontrase delante de
mí". Si intercambiamos "Yahvéh y "Elohim'" la expresión pierde sentido. Yahvéh es el
nombre por el cual su padre adora al Dios supremo (Elohim).
VIII. LA REVELACION DE MOISES
La revelación hecha a Moisés ante la zarza que ardía es uno de los incidentes más notables y
convincentes en el relato bíblico. Después de las palabras iníciales Dios se presenta a sí mismo
de esta manera: "Yo soy el Dios (Elohim) de tu Padre" (Ex. 3.6). Esto de inmediato supone que
Moisés sabría el nombre del Dios de su padre. Cuando Dios anuncia su propósito de liberar a
Israel por manos de Moisés este último se muestra poco dispuesto, y comienza a poner excusas.
Dice Moisés: Si ellos me preguntasen: ¿Cuál (mah) es su nombre? ¿Qué le responderé? (Ex.
3.13). La forma normal de preguntar por un nombre es usar el pronombre mí; usar mah invita
una repuesta que va más allá, y que inquiere acerca del significado o la sustancia del nombre.
Esto ayuda a explicar la repuesta, a saber, "YO SOY EL QUE SOy' (élyeh ser élyéh). Y él dijo: "Así
dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros" (Ex.3.14). Por ello Moisés no tenía
porque pensar que Dios estaba anunciando un nombre, y además no se lo denomina "nombre";
no es más que el significado intrinseco del nombre que Moisés ya conocía. Tenemos aquí un
juego de palabras "Yahvéh", se interpreta por élyeh M. Buber traduce "Seré como seré" y lo
explica como una promesa del poder y la perdurable presencia de Dios con ellos en el proceso
16
que Dios con ello en el proceso de liberación (moisés, pp.39- 55). Qué esta puede ser la
intención de dichas palabras, que en castellano resulta enigmáticas, la demuestra lo que sigue:
Jehová el Dios de vuestros padres el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha
enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre" (y. 15). El contenido pleno del nombre
viene primero; el nombre mismo viene luego.
La Interpretación De Éxodo 6.2-4
Después del regreso de Moisés a Egipto Yahvéh le da mayores instrucciones sobre cómo tratar a
Faraón y a su propio pueblo: "Yo Soy Jehová", dice, "Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob
como Dios Omnipotente (él sádday), más en mi nombre Jehová no medí a conocer a ellos» (Ex.
6.3).
La revelación anterior, a los patriarcas, se refería a promesas que correspondían a un futuro
distante; suponía que debían tener la seguridad de que él Yahvéh, era un Dios (él) competente
(un posible significado de sádday) para cumplidas. La revelación en la zarza fue más grande y
más íntima; Allí el poder y la presencia inmediatos y continuos de Dios estaban con ellos,
incorporado en el nombre familia." de Yahvéh. En lo sucesivo, las palabras "Yo Soy Jehová
Nuestro Dios" Éxodo 6.7" les proporcionan toda la certidumbre que necesitan en cuanto a su
propósito, su presencia, y su poder.
Para la auto revelación de Dios a los patriarcas como Dios Todo Poderoso (él yádday), iniciando
o reafirmando su pacto con ellos, sf Gn. 17.1., 35.11; 48.3, pasajes que como Éxodo 6.1-6, se
asigna al narrador sacerdotal en la hipótesis documentaria predominante.
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IX. OTROS NOMBRES QUE CONTIENEN EL O JEHOVA
a. EL OLAM
En Berseba Abraham plantó un tamal"isco, "e invocó allí el nombre de Yahvéh" ÉL OLAM
(Gn. 21.3). Aquí "Yahvéh" es el nombre y la descripción sigue El Dios Eterno». F.M. Cross, ha
llamado la atención a la forma original de este nombre: ÉL dhu-olami, Dios cíe la Eternidad
(cf. W.F. Alb.ight en BO 17, 1960,P.242).
b. EL-ELOBE-ISRAEL
Jacob al llegar a Siquem, compró un pedazo de tierra, levantó un altar y lo llamó
el*lohéYi'sra* el (Gn.33.20), "Dios (*el) es el Dios (*Iohim) de Israel". De este modo
conmemora el reciente encuentro con el ángel en el lugar Israel (p'ni *EI rostro de Dios",
Gn. 33.30). Así acepta el nombre Israel como suyo y por ello rinde culto a Dios.
c. Jehová - Jireh
En Gn.22, cuando el ángel del Señor señaló un carnero como sustituto de Isaac, Abraham
llamó a el lugar Yahweh yir'eh "Jehová Provee" (ww.8.14).
d. Jehová nissi
De un modo algo semejante después de la derrota de los amalecitas, Moisés erigió un altar
y lo llamó Yahweh-nissi, "Jehová es mi Bandera" (ex. 17.15). Estos no obstante no son
nombre de Dios sino modos de conmemorar acontecimientos.
e. Jehová Shalom
Este es el nombre dado por Gedeón al altar que erigió en Ofra, JahwehSalom, "El Señor es
Paz" (Juez. 6.24).
f. Jehová - tsidkenú
Este es el nombre por el que será conocido el Mesías, Yahweh-sidgenú, "Jehová Justicia
Nuestra" (Jer. 23.6;33.16), en contraste con él último rey de Judá, que fue portador indigno
del nombre Sedequías (sidqiyabú" Yahvéh es justicia').
18
g. Jenova - Shammah
Este es el nombre dado a la ciudad de la visión de Ezequial, Yahweh sammá, "Jehová está
allí" (Ez. 48.35).
h. Jehová de los Ejércitos
A diferencia de los nombres anteriores, Yahweh sba Ot, "Jehová de los ejércitos", es un
título divino. No aparece en el Pentateuco; aparece primeramente en 1 S. 1.3 como el título
con el cual Dios era adorado en Silo. Lo usó David al desafiar a los filisteos (1 S. 17.45); y
David volvió a usarlo como culminación de un glorioso canto de victoria (Sal, 24.10). Es
común en los profetas (88 veces en Jeremías) y se usa para exhibir a Yahvéh como Salvador
y Protector de su pueblo en todo momento (Sal. 46.7,11). Los "ejércitos" pueden haber sido
originalmente los de Israel como en 1 SI7.45, pero en fecha temprana la expresión llegó a
comprender a todos los poderes celestiales, listos para cumplir el mandato del Señor.
i. Jehová Dios de Israel
Este título (Yahweh *Iohé Yisra'el) se encuentra ya en el cántico de Débora (Jue. 5.3), y los
profetas lo usan con frecuencia (p. Ej. Is. 17.6; Sof. 2.9). Sigue a la serie "el Dios de
Abraham, de Isaac, y de Jacob". En el Sal. 59.5 ("Tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de
Israel") está combinado con el título anterior.
j. Santo de Israel
Este título (qedós Yísra'el) es uno de los favoritos en Isaías (29 vences: 1.4, etc.), tanto en
las primeras como en las ultimas palies del libro, como también en Jeremías y Salmos. Algo
parecido a este título es "el Fuerte de Israel" (abir Yisra'el, Is. 1.24, etc.); también "la Gloria
(victOlia) de Israel" (nesah Yisra'el, lS. 15.29) usado por Samuel.
k. Anciano de Días
l. Esta es la descripción (arm. 'attiq yómim) dada por Daniel, quien describe a Dios en su trono
de juicio juzgando a los grandes imperios mundiales (Dn. 7.9, 13, 22). Alterna con el título
de Altísimo" (arm. iIIayá, elyonin, vv. 18,22,25,27
19
X. LA DOCTRINA DE DIOS
1) LA TEORIA DE LA EMANACION EN VARIAS FORMAS
Esta teoría afirma que el mundo es una necesaria emanación del Ser Divino. De acuerdo
con ella Dios y el mundo son esencialmente uno, siendo el segundo la manifestación
fenoménica del primero. La idea de emanación es característica de todas las teorías
panteístas, aunque no siempre la presentan en la misma forma. Aquí, de nuevo, debemos
registrar algunas objeciones. (a) Este concepto del origen del mundo tácitamente niega la
infinidad y la trascendencia de Dios aplicándole el principio de evolución, de crecimiento y
progreso, el cual caracteriza solamente lo finito y lo imperfecto, e identifica a Dios con el
mundo. De esta manera todos los objetos visibles se convierten solamente en
manifestaciones transitorias de una esencia que existe por sí misma, inconsciente e
impersonal, a la que se debe llamar Dios, naturaleza, o el Absoluto. (b) Despoja a Dios de su
soberanía al privarle de su poder de propia determinación en relación con el mundo. Dios
queda reducido a un mero fondo oculto del cual necesariamente emanan las criaturas, y el
cual determina el movimiento de ellas por medio de una inflexible necesidad de la
naturaleza. Al mismo tiempo esta teoría quita a todas las criaturas racionales su relativa
independencia o su libertad y su carácter moral. (c) También compromete la santidad die
Dios en un asunto muy serio. Hace responsable a Dios de todo lo que acontece en el
mundo, tanto lo malo como lo bueno. Esta es, por consiguiente, una consecuencia muy
grave de esta teoría, consecuencia de la que los panteístas nunca han podido escapar.
2) LA TEORIA DE LA EVOLUCIÓN
Algunas veces se habla de 13 teorías de la evolución como si pudiera ser un sustituto de la
doctrina de la creación. Sin embargo, esto es manifiestamente un error. Con toda seguridad no
puede ser un sustituto de la creación en el sentido de un origen absoluto, puesto que presupone
algo que evoluciona, y esto, en última instancia, tendrá que ser o eterno o creado, de manera
que, después de todo, el evolucionista tiene que escoger entre la teoría de la eternidad de la
materia y la doctrina de la creación. En el mejor de los casos, se le consideraría útil como
sustituto de lo que se llama creación secundaria, por medio de la cual, a la materia ya existente
20
se le da una forma definitiva. (a) Algunos evolucionistas, como por ejemplo, Haekel, creen en la
eternidad de la materia, y atribuyen el origen de la vida a la generación espontánea. Pero la
creencia en la eternidad de la materia, es no sólo decididamente anticristiana y hasta atea, sino
que, generalmente, también está desacreditada. La idea de que la materia, contiene energía
como su universal e inseparable propiedad, y que ésta es suficiente del todo para la explicación
del mundo encuentra ya muy poca aceptación en los círculos científicos. Se siente que un
universo material, compuesto de partes finitas (átomos, electrones, ete.). No puede por sí
mismo ser infinito; y que todo aquello que está sujeto a un constante cambio no puede ser
eterno. Además se ha venido haciendo cada vez más claro, que la materia ciega, o la energía no
pueden ser el origen de la vida y de la personalidad, ni de la inteligencia y el libre albedrío. Y la
idea de la generación espontánea es una pura hipótesis no sólo sin comprobación sino también
prácticamente gastada. La ley general de la naturaleza parece que es: "omne vivum e vivo" o "ex
vivo". (b) Otros evolucionistas abogan por lo que llaman evolución teísta. Esta postula la
existencia de Dios a espaldas del universo, en el cual Dios trabaja, siguiendo por regla las
inalterables leyes de la naturaleza, J' por medio de fuerzas físicas únicamente, pero en algunos
casos por medio de directa y milagrosa intervención, por ejemplo, en el caso del comienzo
absoluto, el principio de la vida y el principio de la existencia racional y moral. A esta opinión con
frecuencia se le ha llamado sarcásticamente "teería sustituto". En verdad se parece a la niña
asustada que invoca a Dios a intervalos periódicos para que auxilie a la naturaleza a fin de que
ésta salve los abismos que la niña ve abrirse a sus pies. No es ni la doctrina bíblica de la creación,
ni una teoría de la evolución consistente, porque la evolución se define como "una serie de
cambios gradualmente progresivos efectuados por medio de' fuerzas residentes" (Le Conté). De
hecho, evolución teísta, es una contradicción de términos. Es tan destructiva de la doctrina
bíblica de la creación, como es la evolución naturalista, y haciendo que intervenga la actividad
creativa de Dios una y otra vez, nulifica también la hipótesis, evolucionista. Además de estos dos
conceptos también debemos mencionar la evolución creativa de Bergson y la evolución
emergente de C. Lloyd Morgan. La primera es pamteísta vitalista, teoría que envuelve la
negación de la personalidad de Dios, y la última llega finalmente a la conclusión de que no puede
explicar sus llamadas emergencias sin afirmar parcialmente un último factor que debe llamarse
"Dios".
21
XI. LA CREACION DEL MUNDO ESPIRITUAL
A. LA DOCTRINA DE LOS ANGELES EN LA HISTORIA
Desde los meros principios de la era cristiana se encuentrall1 evidencias claras de la
creencia en la existencia de los ángeles. Unos eran reconocidos como buenos y otros como
malos. Los primeros eran tenidos en alta estima como seres personales de un orden elevado;
dotados de libertad moral; empleados en el gozoso servicio de Dios y ocupados por El para
ministrar al bienestar de los hombres, Según algunos de los primitivos Padres de la Iglesia tenían
cuerpos delicadamente etéreos. La convicción general era que los ángeles fueron creados
buenos; pero que algunos abusaron de su libertad y cayeron apartándose de Dios. Satanás, que
originalmente fue un ángel dé rango eminente, era considerado como el jefe de ellos. La
call1sade su caída fue orgullo y la pecaminosa ambición en tanto que la caída de sus
subordinados se atribuía a la lujuria con que se sintieron atraídos por las hijas de los hombres.
Este concepto se fundaba en la interpretación que comúnmente se daba entonces a Gen. 6:2.
Aliado de la idea general de que los ángeles buenos ministraban las necesidades y al bienestar
de los creyentes, algunos acariciaban la noción específica de que los ángeles servían como
guardianes para personas e iglesias individuales. Las calamidades de varias clases, como
enfermedades, accidentes y pérdidas, se atribuían frecuentemente a la perniciosa influencia de
los malos espíritus. La idea de una jerarquía angélica ya había hecho su aparición (Cemente de
Alejandría), pero no se consideraba correcto adorar a ninguno de los ángeles.
A medida que el tiempo pasaba seguía considerándose a los ángeles como espíritus
bienaventurados, superiores a los hombres en conocimiento, y libres de los impedimentos de
los toscos cuerpos materiales. Aunque algunos todavía les atribuían finos cuerpos etéreos se
hacía cada vez más grande la incertidumbre acerca de que poseyeran tales cuerpos. Aquellos
que todavía se aferraban a la idea de que fueran corpóreos, lo hacían, según parece, para
sostener la verdad de que los ángeles estaban sujetos a limitaciones espaciales. Dionisio e
Areopagita dividían los ángeles en tres clases: La primera consistía de Tronos Querubines y
Serafines; la segunda de Poderes, Dominios y Potestades; y la tercera, de Principados,
Arcángeles y ángeles. La primera clase se representaba gozando de la más estrecha
comunicación con Dios; la segunda, como iluminada por la primera; y la tercera como iluminada
22
por la segunda. Esta clasificación fue adoptada por varios escritores posteriores. Agustín insistía
en el hecho de que los ángeles buenos habían sido recompensados por su obediencia, con el
don de perseverancia, la cual llevaba consigo la seguridad de que jamás caerían. El orgullo
todavía se consideraba como la causa de la caída de Satanás; pero la idea de que el resto de los
ángeles cayó como resultado de su lujuria por las hijas de los hombres, aunque todavía era
sostenida por algunos, iba desapareciendo, gradualmente, bajo la influencia de un mejor
exégesis de Gen. 6:2. Una influencia benéfica se atribuía a los Ángeles que no habían caídos
mientras que a los caídos se les consideraba como corruptores de los corazones humanos que
los estimulaban a la herejía y que engendraban dolencias y calamidades. Las tendencias
politeístas de muchos de los convertidos al cristianismo fomentaron la inclinación de adorar a
los Ángeles. Tal adoración fue formalmente condenada por un Concilio que se reunió en
Laodicea en el siglo IV.
Durante la Edad Media quedaban todavía algunos que se inclinaban a aceptar que los ángeles
tenían cuerpos etéreos; pero la opinión predominante los consideraba incorpóreos. Las
apariciones angélicas se explicaban dando por hecho que en tales casos los ángeles adoptaban
formas corporales, temporalmente, para entregar las revelaciones que se les encomendaban.
Entre los escolásticos se presentó una variedad de puntos para debate. En cuanto al tiempo de
la creación de los ángeles la opinión dominante era que fueron creados al mismo tiempo que el
universo material. En tanto que algunos sostenían que los ángeles fueron creados en estado de
gracia, la opinión más común era que habían sido creados en un estado de perfección natural.
Había muy poca diferencia de opinión en cuanto a la pregunta de que si se puede decir que los
ángeles ocupan un lugar en el espacio. La respuesta que se acostumbra dar a esta pregunta era
afirmativa, aunque se indicaba que su presencia en el espacio no es circunscriptiva sino
definitiva, puesto que solamente los cuerpos pueden estar en el espacio circunscriptivamente.
Mientras todos los escolásticos convenían en que el conocimiento de los ángeles es limitado, los
tomistas y los escotistas, diferían considerablemente respecto a la naturaleza de este
conocimiento. Todos admitían que los ángeles recibían conocimiento infuso al tiempo de su
creación; pero Tomás de Aquino negaba, y Duns Escoto afirmaba que los ángeles bien podrían
adquirir nuevos conocimientos por medio de su propia actividad intelectual. El primero sostenía
que el conocimiento de los ángeles es puramente intuitivo; pero el último aseguraba que
23
también podía ser discursivo. La existencia de los ángeles de la guarda encontró muy grande
aceptación durante la Edad Media.
El período de la Reforma no trajo nada nuevo respecto a la doctrina de los ángeles. Tanto Lutero
como Calvino tuvieron un vívido concepto de su ministerio y particularmente de la presencia y
poder de Satanás. Calvino afirmaba el hecho de que Satán está bajo el control divino y que
aunque algunas veces es el instrumento de Dios, sólo puede trabajar dentro de límites
prescritos. Generalmente, los teólogos protestantes consideraban a los ángeles como seres
espirituales puros, aunque Zanchius y Grotius se refieren todavía a ellos considerándolos con
sus cuerpos etéreos. En cuanto al trabajo de los ángeles buenos la opinión general era que su
tarea especial es servir a los herederos de la salvación. No había, sin embargo, un acuerdo
general respecto a la existencia de los ángeles guardianes. Algunos: apoyaban este concepto;
otros se oponían a él, y todavía otros rehusaban pronunciarse en favor o en contra.
Nuestra confesión Belga dice en su artículo XII, que trata de la creación: "Dios también creó a los
ángeles buenos para que fueran sus mensajeros y sirvieran a sus elegidos; algunos de estos
ángeles buenos cayeron de su excelencia en la que Dios los creó yendo a la eterna perdición; y
los otros, por la gracia de Dios, han permanecido firmes y continúan en su primitivo estado. Los
demonios y los malos espíritus son tan depravados que se han hecho enemigos de Dios y de
toda4 cosa buena y lo son con toda la fuerza de su poder, como asesinos que conspiran para
ruina de la Iglesia y de cada uno de sus miembros, para que por medio de sus malvados
estratagemas la destruyan del todo; y por tanto debido a su propia iniquidad están condenados
a eterna perdición, y diariamente esperan sus horribles tormentos".
Hasta el tiempo presente los católico romanos, generalmente, consideran a los ángeles como
espíritus puros en tanto que algunos protestantes, como Emmons, Ebrard, Kurtz, Delitzsch, y
otros, aun les adjudican cierta clase especial de cuerpos. Pero todavía la gran mayoría de
protestantes adoptan la opinión contraria, Swedemborg sostiene que los ángeles fueron
originalmente hombres y que existen en forma corporal. La posición que ocupan en el mundo
angelical depende de su vida en este mundo. Los racionalistas del siglo XVIII negaban
audazmente la existencia de los ángeles y explicaban lo que la Biblia enseña acerca de ellos
como una forma de adaptación. Algunos teólogos modernos y anchos consideran digna de
24
conservar la idea fundamental expresada en la doctrina de los ángeles. Encuentran en ella una
representación simbólica del cuidado protector y de la ayuda de Dios.
XII. LA EXISTENCIA DE LOS ANGELES
Todas las religiones reconocen la existencia de un mundo espiritual. Sus mitologías hablan de
dioses, semidioses, espíritus, demonios~ genios, héroes, etc. Entre los persas, especialmente,
fue donde la doctrina de los ángeles se desarrolló y muchos eruditos críticos aseguran que los
judíos derivaron su angelogía, de los persas; pero esta teoría no está probada, y para decir lo
menos posible acerca de ella, es muy dudosa. No puede ciertamente armonizarse con la palabra
de Dios, en la que los ángeles aparecen desde el mero principio. Además, algunos grandes
eruditos que han estudiado el asunto en forma especial, llegaron a la conclusión de que la
angelogía persa se derivó de la que estaba en boga entre los hebreos. La Iglesia cristiana
siempre ha creído en la existencia de los ángeles; pero en la moderna teología ancha esta
creencia ha sido desechada, aunque todavía considera la teoría angélica como útil, puesto que
imprime sobre nosotros "el poder viviente de Dios en la historia de la redención, su providencia
especialísima para su pueblo y especialmente para los 'pequeñitos'" 1 Aunque hombres de la
talla de Lebnitz, WoIff, Kant y Schleiermacher, admitieron la posibilidad de la existencia de un
mundo angelical, y algunos de ellos hasta trataron de probarlo mediante argumentación
racional, es del todo evidente que la filosofía no puede probar ni desaprobar la existencia de los
ángeles. Por lo mismo, dejándola, nos volvemos a la Escritura, la cual no hace un intento
deliberado de probar la existencia de los ángeles, sino que la admite por completo, y en sus
libros históricos repetidamente nos presenta a los ángeles en acción. Ninguno de los que se
inclinan ante la autoridad de la palabra de Dios puede dudar de la existencia de los ángeles.
25
La Naturaleza De Los Angeles
Bajo este título hay varios puntos que considerar.
1. A DIFERENCIA DE DIOS, LOS ANGELES SON SERES CREADOS. La creación de los ángeles
ha sido negada en algunas ocasiones. Pero está claramente enseñada en las Escrituras. No es
cierto que aquellos pasajes que hablan de la creación del ejército del cielo (Gén. 2: 1; Sal. 33:6;
Neh. 9:6) se refieran a la creación de los ángeles más bien que a la creación del ejército de
estrellas; pero el Sal. 148: 7,5, Y Col, 1: 16 sí hablan claramente de la creación de los ángeles
(compárese 1 Reyes 22:19; Sal. 103:20, 21). El tiempo de su creación no puede fijarse con
exactitud. La opinión de algunos basada en Job 38: 7 de que fueron creados antes de todas las
demás cosas, realmente no encuentra apoyo en la Escritura. Hasta donde sabemos, ninguna
obra creativa precedió a la creación de los cielos y de la tierra. El pasaje de Job 38: 7 enseña,
realmente, en forma poética que los ángeles estuvieron presentes en la fundación del mundo,
así como también las estrellas; pero no que ellos existieron antes de la primitiva creación de los
cielos y de la tierra. La idea de que la creación de los cielos se hizo totalmente en el primer día y
que la creación de los ángeles fue simplemente una parte del trabajo de ese día, es también una
hipótesis sin base, aunque el hecho de que la declaración de Gén. 1: 2 se aplica nada más a la
tierra parecería favorecerla. Posiblemente la creación de los cielos no se completó en un solo
momento como tampoco la de la tierra. La única afirmación segura parece ser la de que fueron
creados antes del séptimo día. Esto es, cuando menos, lo que se deduce de pasajes como Gén.
2: 1; Ex. 20: 11; Job 38: 7; Neh, 9: 4.
2. SON SERES ESPIRITUALES E INCORPOREOS. Esto ha sido siempre disputado. Los judíos
y muchos de los primitivos padres de la Iglesia les adjudicaron cuerpos aéreos o de fuego; pero
la Iglesia de la Edad Media llegó a la conclusión de que son seres espirituales puros. Sin
embargo, aun después de eso, algunos teólogos catolicorromanos, y hasta luteranos y
reformados les atribuyeron cierta corporeidad, más sutil y pura. Consideraron la idea de una
naturaleza puramente espiritual e incorpórea como metafísicamente inconcebible y también
(Lomo incompatible con la concepción de una criatura. También apelaron al hecho de que los
26
ángeles están sujetos a limitaciones espaciales, se mueven de un lugar a otro, y algunas veces
fueron vistos por los hombres. Pero todos estos argumentos están más que contrabalanceados
por las afirmaciones explícitas de la Escritura en el sentido de que los ángeles son pneúmata.
(Espíritus) Mat. 8:16; 12:45; Luc. 7:21; 8:2; 11:26; Hech. 19:12; Ef. 6: 12; Heb. 1: 14. No tienen
carne ni hueso, Luc. 24: 39, no se casan, Mat. 22: 30. Pueden estar presentes en gran número
dentro de un espacio muy limitado Luc. 8:30, y son invisibles, Col. 1:16. Pasajes como Sal. 104:4
(compárese Heb. 1: 7); Mat, 22: 30; y 1 Coro 11: 10, no prueban la corporeidad de los ángeles.
Tampoco se prueba por las descripciones simbólicas de ángeles en la profecía de Ezequiel y en
el libro de Apocalipsis, ni por sus apariciones en formas corporales, aunque es difícil decir si los
cuerpos que tomaron en ciertas ocasiones fueron reales o solamente aparentes. Es claro, sin
embargo, que son criaturas, y por tanto finitas y limitadas, aunque guarden una relación más
libre, en cuanto al tiempo y el espacio, que los hombres. No podemos adjudicarles un ubi
repletivum, ni un ubi circuscriptivum, sino solamente' un ubi definitivum. No pueden estar
simultáneamente en dos o más lugares.
3. SON SERES RACIONALES, MORALES E INMORTALES. Esto significa que son seres
personales, dotados de inteligencia y voluntad. El hecho de que son seres inteligentes se
deduciría de inmediato del hecho de que so espíritus. Pero también está enseñado
explícitamente en la Escritura, TI Sam. 14: 20; Mat. 24: 36; Ef. 3: 10; 1 Pedro 1: 12, TI Pedro 2:
11, Aunque no son omniscientes, SOIl superiores a los hombres en conocimiento Mat. 24: 36.
Además poseen naturaleza moral y, por tanto, se encuentran bajo obligación moral; son
recompensados por la obediencia y castigados por la desobediencia. La Biblia habla de los
ángeles que permanecieron leales como "ángeles santos", Mat. 25: 31; Marc. 8: 38; Luc. 9: 26;
Hech. 10: 22; Apoc. 14: 10, y describe a los que cayeron, como mentirosos y pecadores, Jo. 8:
44, 1 Jn. 3: 8-10. Los ángeles buenos también son inmortales en el sentido de que no están
sujetos a la muerte. Refiriéndose a esto se dice que los santos en el cielo son como ellos, Luc.
20: 35, 36. Además de todo esto, se les adjudica gran poder, forman el ejército de Dios, un
ejército de héroes poderosos, siempre listos para ejecutar las órdenes del Señor, Sal. 103: 20;
Col. 1: 16;Ef. 1:21; 3:10; Heb. 1:14; y los ángeles malos forman el ejército de Satanás inclinados
a destruir el trabajo del Señor, Luc. 11:21; TI Tes. 2:9; 1 Pedro 5:8.
27
4. SON PARCIALMENTE BUENOS Y PARCIALMENTE MALOS. La biblia proporciona muy
poca información respecto al estado original de los ángeles. Leemos, sin embargo, que al
terminar Dios su trabajo creativo, vio todo lo que había hecho y he aquí que era muy bueno.
Además, Jn. 8: 44; II Pedro 2: 4 y Judas 6 presuponen una buena condición original de todos los
ángeles Los ángeles buenos se llaman elegidos en 1 Tim. 5: 21. Recibieron, evidentemente, en
adición a la gracia con que todos los ángeles fueron dotados, y que fue suficiente para hacerlos
capaces de retener su posición, una gracia especial de perseverancia por medio de la cual
fueron confirmados en su posición. Ha habido una gran cantidad de inútiles especulaciones
acerca del tiempo y carácter de la caída de los ángeles. La teología protestante, sin embargo, se
ha satisfecho, generalmente, con el conocimiento de que los ángeles buenos retuvieron su
estado original, fueron confirmados en su posición y ahora son incapaces de pecar. No
solamente se les llama ángeles santos, sino también ángeles de luz, II Corintios 11: 14. Siempre
contemplan la faz de Dios .Mat. 18: 10, son nuestro ejemplo en hacer la voluntad de Dios. Mat.
6: 10, y poseen vida inmortal, Luc. 20:36.
El Número Y La Organización De Los Ángeles
1. SU NÚMERO. La Biblia no contiene información respecto al número de los ángeles pero
indica muy claramente que constituyen un ejército poderoso. Repetidamente se le llama el
ejército del cielo, o de Dios, y este término por sí mismo señala a un número de grande
proporción. En Deut. 33: 2 leemos que "Jehová vino de Sinaí. . . de entre diez millares de
santos", y en el Sal. 6S: 17 el poeta canta, "Los carros de Dios se cuentan por veintenas de
millares de millones; el Señor viene del Sinaí a su santuario". En respuesta a la pregunta de Jesús
dirigida a un espíritu inmundo la respuesta fue, "me llamo legión porque somos muchos", Marc,
5: 9, 15. La legión romana no era siempre igual sino que 'variaba de 3000 a 6000 soldados. En
Gethsemaní Jesús dijo cuando la tropa vino a tomarle prisilmero, "acaso piensas que no puedo
ahora orar a mi Padre, y que El me daría más de doce legiones de ángeles?" Mat. 26: 53 y,
finalmente, leemos en Apoc. 5: 11, "y miré y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y
de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones." Atendiendo a
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todos estos datos es perfectamente seguro decir que los ángeles constituyen una compañía
innumerable, un ejército poderoso. No forman un organismo como la humanidad, porque son
espíritus que no se casan ni nacen uno del otro. Su número completo fue creado en el principio;
no ha habido aumento en sus filas.
2. SUS ÓRDENES. Aunque los ángeles no constituyen un organismo, sin embargo, es
evidente que tienen alguna organización. Esto se colige del hecho de que al lado del nombre
general "ángel", la Biblia usa ciertos nombres específicos para indicar diferentes clases de
ángeles. El nombre "ángel", por medio del cual, generalmente, designamos los espíritus
superiores, no es un nomen natural en la Escritura, sino un nomen officii. La palabra hebrea mal'
ak simplemente significa mensajero, y sirve para designar a alguno, enviado por hombres, Job 1:
14; 1 Sama 11: 3, o por Dios, Bageo 1: 13; Mat. 2: 7; 3: 1. El término griego aggelos también se
aplica frecuentemente a los hombres, Mat. 11:10; Marc. 1:2; Luc. 7:24; 9:51; Gál. 4:14. No hay
en la Escritura un nombre general y distintivo para todos los Seres espirituales.
Se les llama hijos de Dios, Job 1: 6; 2: 1; Sal. 29: 1; 89: 6, es;¡píritus, Beb. 1:14, santos, Sal. 89:5,
7; Zac. 14:5; Dan. 8:13, vigilantes, Dan. 4:13, 17, 24. Sin embargo, ha)' varios nombres
específicos que indican diferentes clases de ángeles.
a. Querubines. Los querubines se mencionan repetidamente en la Escritura. Guardan la
entrada al paraíso, Gén. 3: 24, contemplan el propiciato, Ex. 25: 18; Sal. 80:1; 99:1; Is. 37: 16;
Beb. 9:5 y sostienen el carro en el que Dios desciende a la tierra, 11 Sama 22: 11, Sal. 18: 10. En
Ezequiel 1 y en Apocalipsis 4, están representados en diversas formas como seres vivientes.
Estas representaciones simbólicas sirven sencillamente para expresar su extraordinario poder y
majestad. Más que otras criaturas fueron destinados los querubines para revelar el poder, la
majestad, y la gloria de Dios, para resguardar la majestad de Dios en el Jardín de Edén, en el
tabernáculo, en el templo y en el descenso de Dios a la tierra.
b. Serafines. Una clase parecida de ángeles son los serafines que se mencionan solamente
en Is. 6: 2, 6. También se les representa simbólicamente en forma humana, pero con seis alas,
dos que cubren su faz, dos que cubren sus pies y dos para ejecutar rápidamente los mandatos
del Señor. A diferencia de los querubines permanecen alrededor del trono como siervos del Rey
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Celestial, cantan sus alabanzas, y están siempre listos para ejecutar sus órdenes. En tanto que
los querubines se muestran poderosos, los serafines deben reconocerse como los más nobles de
todos los ángeles. Mientras los primeros resguardan la santidad de Dios, los segundos sirven a
los fines de la reconciliación, y preparan a los hombres de esta manera para que se acerquen
debidamente a Dios.
c. Principados, Poderes, Tronos y Dominios. Además de los dos precedentes órdenes la
Biblia habla de ciertas clases de ángeles, que ocupan puestos de autoridad en el mundo
angelical, nombrándolos como archai y exousiai (principados y poderes), Ef. 3: 10; Col. 2: 10,
thronoi (tronos), Col. 1: 16, kureotetoi (Dominios), Ef, Ef. 1: 21; Col. 1: 16, y dunameis (poderes),
Ef. 1: 21, 1 Pedro 3: 22. Esta, designaciones no indican diferentes clases de ángeles, sino
simplemente diferencias de rango o de dignidad entre ellos.
d. Gabriel y Miguel. A distinción de todos los otros ángeles a éstos dos e les menciona por
nombre. Gabriel aparece en Dan. 8: 16; 9: 21; Luc. 1: 19,26. La gran mayoría de comentadores lo
reconocen como un ángel creado pero algunos de ellos niegan que el nombre Gabriel sea
nombre propio y lo consideran como nombre común, que significa hombre de Dios, un
sinónimo de ángel; pero esta es una posición insostenible.2 Algunos de los comentadores
primitivos y otros de los más recientes ven en Gabriel un ser increado, y algunos hasta sugieren
que debe ser la tercera persona de la Santa Trinidad, y que Miguel debe ser la segunda. Pert)
una simple lectura de los pasajes mencionados muestra la imposibilidad de esta interpretación.
Gabriel puede ser uno de los siete ángeles que se dice que permanecen delante de Dios en
Apoc. 8:2 (compárese Luc. 1: 19). Parece que su tarea especial ha sido mediar en las
revelaciones divinas e interpretarlas. El nombre Miguel (significa literalmente "quién es Dios")
ha sido interpretado como una designación de la segunda persona de la Trinidad. Pero esto no
es más sostenible que la identificación de Gabriel con el Espíritu Santo. Miguel se menciona en
Dan. 10: 13, 21; Judas 9; Apoc. 12: 7. Atendiendo al hecho de que se le llama "el arcángel" en
Judas 9, y a la expresión usada en Apoc. 12: 7 parecería que ocupa un sitio importante entre los
ángeles. Los pasajes de Daniel también señalan el hecho de que Miguel es un príncipe entre los
ángeles. Vemos en él al valiente guerrero que libra las batallas de Jehová en contra de los
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enemigos de Israel y de los malos poderes del mundo de los espíritus. No es imposible que el
título "arcángel" también se aplique a Gabriel y a otros cuantos ángeles.
El Servicio De Los Ángeles
Podemos distinguir entre el servicio ordinario. Esj:e consiste ante todo en alabar a Dios día y
noche, Job 38: 7; Is. 6; Sal. 103: 20; 148: 2; Apoc. 5: 11. La Escritura da la impresión de que
hacen esto audiblemente, como en el nacimiento de Cristo, aunque no podemos formarnos
ninguna idea del lenguaje y del canto de los ángeles, Desde la entrada del pecado al mundo han
sido envi: Adospara servir a los que son herederos de la salvación, Beb. 1: 14. Se regocijan en la
conversión del pecador, Luc. 15: 10; velan sobre los creyentes, Sal. 34: 7; 91: 11; protegen a los
pequeñitos, Mat. 18: 10; están presentes en la Iglesia, 1 Coro 11: 10; 1 Tim. 5: 21; aprenden de
ella las multiformes riquezas de la gracia de Dios, Ef. 3: 10; 1 Pedro 1: 12, y conducen a los
creyentes al seno de Abraham, Luc. 16: 22. La idea de que algunos de ellos sirven de guardas a
creyentes individuales no encuentra base en la Escritura. La declaración en Mat. 18: 10 es
demasiado general para probar el punto, aunque parece indicar que hay un grupo de ángeles
que están particularmente encargados del cuidado de los pequeñitos. Tampoco se prueba por lo
que dice en Hech. 12:: 15, puesto que este pasaje únicamente demuestra que hasta entre los
discípulos había algunos que en aquel remoto principio creían en ángeles guardianes.
Su EXTRAORDINARIO SERVICIO
El servicio extraordinario de los ángeles se hizo necesario a causa de la caída del hombre y
constituye uno de los elementos importantes en la revelación especial de Dios. Con frecuencia
mediar en las revelaciones especiales de Dios; comunican bendiciones a su pueblo, ejecutan
juicios sobre sus enemigos. Su actividad es más prominente en los grandes momentos críticos
de la economía de la salvación, como en los días de los patriarcas, la época de la entrega de la
ley, el periodo de la ley el período de la deportación y el de la restauración, y en el nacimiento,
la resurrección y la ascensión del Señor. Cuando se cierra el período de la revelación especial de
Dios el servicio extraordinario de los ángeles cesa, y solamente recomenzará hasta el regreso
del Señor.
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Los Angeles Malos
1. SU ORIGEN. Además de los ángeles buenos también hay ángeles malos que se deleitan
en oponerse a Dios y en combatir su obra. Aunque también ellos son criaturas de Dios, no
fueron criados como ángeles malos: Dios todo lo que había creado y todo ello era muy bueno,
Gén. 1: 31. Hay de pasajes en la Escritura, de los que claramente se deduce que algunos de 1c
ángeles no retuvieron su posición original, sino que cayeron del estado e que fueron creados, II
Pedro 2: 4; Judas 6. El pecado especial de estos ángeles no ha sido revelado pero generalmente
se ha pensado que consiste en que se exaltaron en contra de Dios, y aspiraron a la suprema
autoridad Si esta ambición jugó una parte importante en la vida de Satanás y lo llevo hasta su
derrumbe, eso explicaría desde luego por qué tentó al hombre en este punto particular, y
procuró seducirlo para lograr su destrucción apelando a una posible y parecida ambición del
hombre. Algunos de los primitivos padres de la Iglesia establecían distinción entre Satanás y los
demonios subordinados a él, al explicar la causa de su caída. La de Satanás estuvo fundada en el
orgullo; pero la de los que integraron la más numerosa raída en el mundo angelical se fundó en
la lujuria carnal, Gén. 6: 2. Esa interpretación de Gén. 6: 2 fue sin embargo gradualmente
desechada durante la Edad Media. En vista de esto es muy sorprendente encontrar que varios
de los comentadores modernos están repitiendo la idea al interpretar II Pedro 2: 4 y Judas 6, por
ejemplo, Meyer, Alford, Mayor, Wohlenberg. Sin embargo, esta es una explicación contraria a la
naturaleza espiritual de los ángeles, y al hecho de que como se deduce de Mat. 22: 30 no hay
vida sexual entre los ángeles. Además, siguiendo esta explicación tendríamos que admitir una
doble caída en el mundo angelical; primero la caída de Satanás y después, considerablemente
más tarde, la caída de la que resultó el ejército de diablos que ahora sirven a Satanás. Parece ser
mucho más aceptable que Satanás arrastró a los otros juntamente con él en su caída.
2. Su JEFE. Satanás aparece en la Escritura como el jefe reconocido de os ángeles caídos,
Fue originalmente, según parece, uno de los más poderosos príncipes del mundo angelical, y se
convirtió en guía de los que se revelaron y cayeron de la comunión con Dios. El nombre
"Satanás" lo señala como "el adversario", no principalmente del hombre, sino de Dios. Atacó a
Adán como la corona de la obra de Dios, opera destrucción y por eso se le llama Apolión (el
destructor) y asalta a Jesús cuando éste inicia la obra de restauración. Después de la entrada del
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pecado en el mundo él se hace Diablo (el acusador), porque acusa continuamente al pueblo, de
Dios, Apoc. 12: 10. Se le presenta en la Escritura como el originador del pecado, Gén. 3: 1, 4; Jn.
8:44; n Coro 11:3; 1 Jn. 3:8; Apoc. 12:9; 20:2, 10, y aparece como jefe reconocido de los caídos,
Mat. 25: 41; 9: 34; Ef. 2: 2. Sigue siendo jefe de los ejércitos angelicales que arrastró con él en su
caída, y los emplea en hacer resistencia desesperada contra Cristo y su reino. Repetidamente
también se le llama "el príncipe de este" (no, "del") mundo, Jn. 12: 31; 14:30; 16:11, aun el dios
de este mundo", II Coro 4: 4. Esto no significa que él tenga el control del mundo puesto que Dios
lo tiene, y El ha entregado toda autoridad a Cristo; pero esto sirve para dar idea de que Satanás
tiene el control de este mundo malo, el mundo que, éticamente, está muy separado de Dios.
Esto se indica claramente en Ef. 2: 2, en donde se le llama "el príncipe de los poderes del aire,
del espíritu que obra en los hijos de desobediencia". Es súper humano, pero no divino; tiene
grande poder, pero no es omnipotente; ejerce influencia en grande a la vez que en restringida
escala, Mat 12: 29 Apoc. 20: 2, y está destinado a ser arrojado en el abismo.
3. SU ACTIVIDAD. Así como los ángeles buenos, también los ángeles malos poseen poder
sobrehumano, pero el uso que hacen con él contrasta tristemente con el de los ángeles buenos.
Mientras éstos alaban perennemente a Dios, libran sus batallas y le sirven fielmente, los malos
como poderes de las tinieblas están inclinados a maldecir a Dios, a batallar en contra de Él y de
su Ungido, y a destruir la obra divina. Están en constante rebelión contra Dios, tratan de cegar y
extraviar aun a los elegidos, y estimulan a los pecadores en su maldad. Pero son espíritus
perdidos y sin esperanza. Están encadenados ya al infierno y al abismo de las tinieblas, y aunque
no están todavía limitados a un lugar, sin embargo, como dice Calvino, llevan arrastrando sus
cadenas por dondequiera que van, II Pedro 2: 4; Judas 6.
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República Bolivariana de Venezuela
Instituto Bíblico Teológico
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Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores, Justicia y Paz.
Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas
Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4
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Carrera: Eclesiástica Bíblica.
Grado Teológico: Licenciatura en Teología Bíblica.
Código: 003-IV- DIOS.
Recomendaciones Para el Éxito en el Estudio
1) Tenga su cuaderno(s), de las diferentes Materias que usted debe de Estudiar, Analizar y
tener Control Práctico, Veraz e Inteligente.
2) Usted debe Escribir las respuestas realizadas en el Cuestionario con su puño y letra,
legible y entendible.
3) Investigue las palabras, términos y conceptos que usted no comprenda. Esto lo hará
más diestro y veraz en la profesión digna y loable que usted ha elegido en Dios.
4) El cuaderno es Individual, y será supervisado por su profesor. Esto dará prueba que
usted está Investigando y Estudiando al máximo.
5) El cuaderno de estudios debe estar forrado, en condición higiénica y presentable.
6) Las Diapositivas Power Point deben ser enviadas al correo
[email protected] destinado para organizar cada una de las
investigaciones que serán asignada a lo largo de los estudios realizados.
7) El Equipo que se va a conformar, debe delegar una materia donde el grupo se
especializará en esa materia exclusivamente, No dejando de leer y tener un panorama
de estudio de las otras materias. Es decir, cada integrante del grupo se encargará
específicamente de una materia. Pregunte a su coordinador delegado o pregunte sólo
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vía texto al 0424-848.52.17/ 0424-853.65.86 especificando su Núcleo, Grado Teológico y
el periodo de estudio en el que se encuentra.
8) Traiga su Distintivo con su nombre en grande, tamaño ¼ de hoja carta, con su
respectivo alfiler y su nombre escrito con marcador negro punta gruesa.
9) No se aceptan cheques, los pagos del semestre serán en efectivo o depósitos en las
cuentas rectorales. Banco de Venezuela (Corriente) Nro. 0102-0418-65-0000025221 o
Banesco (Ahorro) Nro. 0134-0262-11-2622022195 a Nombre de Carlos Belizario.
10) Debe ser usted un analista, un poeta y un expositor en su materia. No aceptamos el
memorismo ni el caletre, pero si las exposiciones e intervenciones con rigor Bíblico,
Teológico, Filosófico, Cultural y Científico.
11) Los Nombres, palabras y frases No comprendidas en internet en páginas cristianas de
respeto y de confianza deben ser investigadas.
12) Baje su material de estudio a través de nuestra página web:
www.ministeriodiosesamor.net.ve (sección Recursos/ Biblioteca).
13) Consulte sus calificaciones por nuestra página web (sección Novedades/ Evaluación).
14) Su Tesis sólo será empastada después de discutida, analizada y aprobada por el jurado.
Son 3 Tesis, una para el Rectorado, una para su Profesor y una para la Iglesia a la que
usted pertenece.
15) El Equipo de Tesis No puede exceder la cantidad de 5 integrantes.
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Cuestionario
1. ¿Quién es Dios? Explique Bíblica y Teológicamente
Explique su existencia
Explique su Naturaleza
Explique su Carácter
Explique su Voluntad
Explique su Paternidad
2. Enumere los nombres de Dios. ¿Cuál es el significado de cada nombre?
3. Explique la Revelación de Moisés, y ¿Cuál es su significado actual?
4. Interprete el Libro Éxodo 6:2, 3
5. Investigue los atributos morales de Dios
6. Es correcto decir que Dios puede hacer todo en virtud de su Omnipotencia?
7. ¿Qué significa el Poder de Dios?
8. Realice una Presentación Power Point de la Materia, y enviarla vía correo electrónico a:
[email protected] debe identificar la presentación con la Descripción:
(Grado Teológico-Nombre de la Presentación-Estudiante-Núcleo-Director). La
Presentación Debe ser de entre 7 y 12 Láminas, Las Diapositivas deben llevar Titulo,
Subtítulos, Frases Importantes e Imágenes relacionas con el tema).
9. REÚNANSE con su Equipo De Estudios Teológicos, (E.T.) tome data de teléfonos sea
Entusiasta, Motivador y Deléguense los puntos a Desarrollar, Discutan, Analicen y
lleguen a la cumbre de la Efectividad
¡¡¡Éxitos al 1000%!!! _____________________________________________________________________________
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