Libros,detergente ymermelada

POR: LEONARDO LOPEZ LUJAN

omingo por la mañana.En el supermercado losclasemedieros inician sudescanso de una semanaextenuante. Se apresurana proveerse, como cada sép-

timo día, de lo necesario para llenaralacenas y refrigeradores.

La división sexual del trabajo orga-niza las compras: las mujeres atraviesanlos pasillos con sus carritos en busca delatas de sopa. Los jefes de familia sedirigen a la sección discos o a las mesasde libros. Allí, portadas atractivas, pocashojas y letras grandes; lomos de vinil contítulos dorados, con cuya compra por me-tro se decoraría cualquier pared ho-gareña.

La idea de experimentar los mismosgoces de los habitantes dominicales delos supermercados me llevó a visitar va-rios almacenes capitalinos. Mi intenciónera conocer el arquetipo del clasemedieroal que los dueños de supermercadosorien-tan a sus clientes.

DEn cada una de las mesas se exhiben

las últimas novedades: las novelas delas series televisivas, los guiones de laspelículas taquilleras y las recientes obrasde los autores más populares del año.Escritores de profundas concepcionescomo Roger Staubach y Chepina Peralta,de trascendentes ideas y elevada culturacomo Og Mandino y Alfredo Lamont nosenseñan en sus millonarias ediciones unaforma muy especial de triunfar en la vida.En efecto, un 7% de los libros queel super-mercado pone en venta instruyen al lectorcon fáciles recetas de éxito personal, comométodos para adquirir una bella figura.un control mental o un triunfo en losnegocios.

¿Por qué soy tímido? ,¿ Gámovestirsepara verse mejor?, ¿Por qué hay temoral éxito? y Las mejores recetas de miprograma de televisión son sólo algunostítulos cuyo atento estudio evitará queel individuo de clase media sea rechaza-do en su casa, en su trabajo, en la sociedad.Loable labor llevan a cabo libros como

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El método Silva de control mental quesegún se nos explica en la contraportada"es un sistema de meditación dinámicapara el hombre moderno que vive enmedio de las tensiones, el ritmo aceleradode la actividad, la dispersión mental yuna serie de malos hábitos que ha desa-rrollado la civilización occidental delúltimo tercio de este siglo".

Así, las frustraciones del claseme-diero quedan borradas. Fugaces triunfosimaginarios lo convierten en El vendedormás grande del mundo o Toda una mujer.

La pareja clasemediera puede igual-mente resolver sus fracasos sexuales. Estan sencillo como adquirir un manual defórmulas orientales o un ejemplar conlos nuevos sistemas empleados por mé-dicos daneses. Pero cuando persisten lasmolestias, existen otros caminos. El 6%de los libros son verdaderas historiasrománticas que sumergirán al ama decasa en mundos de idilios masoquistaso, en su defecto, en ámbitos en los que"se debaten en enconada lucha una serie

de sentimientos hostiles y de inconfesa-bles pasiones", eliminando los más álgidosmalestares. Las lecturas masculinas nose quedan atrás (5%). Una extensa varie-dad de temas pornográficos satisfacenlos gustos de los más exigentes. Hay desdeel tipo Suspensex, "un vocablo inventadopor el autor comprensible en varios idio-mas y que seguro se internacional izarápara designar un peculiar género de sus-penso", hasta otros más sofisticados querecomiendan su lectura "únicamente apersonas de amplio criterio". Sin embar-go los temas varoniles llegan a un puntoexcelso en la prolífica obra de XavieraHollander. "Lejos de la imagen conven-cional, Xaviera es intelectual, distingui-da". Una página, un párrafo al azar puedeilustrar estas cualidades de la autora:

"Paul se sentía extrañamente exi-tado por la adquisición de mi trasero

y perdió el control de sí mismo. Teníaun ritmo que realmente hacía que melastimara y me dejó terriblementeadolorida"

Después de todo, la innegable culturahistórica de nuestra heroína, parte desu refinada intelectualidad, puede que-dar comprobada:

"Saqué un poco de vaselina -paraentonces me estaba sintiendo yacomo una Florence Nightingalelujuriosa- y los dejé bien lubrica-cados, diciéndole a Sherry que serelajara por completo".

Pasando a temas de menor erudicción,nos encontramos ante un acervo de nove-las de aventuras bélicas y de "alto espio-naje". Son aproximadamente un 6% deltotal. Portadas como la del lihro Sobrelas águilas, que muestra una feroz avede rapiña con alas desplegadas, sendos

retratos del Sha y de Khomeini, y unportafolios encadenado y atiborrado debilletes, nos invitan a una inquietantelectura.

Son realmente atractivas las narra-ciones de "venganza por honor", los sor-prendentes complots "para destruir ados superpotencias" o historias talescomo las de "una aristocrática familiarusa que se debate en medio de un mundode guerra".

Junto a esta categoría ubicaríamostodas aquellas novelas históricas o biográ-ficas (20%) que de una manera u otra nosrelatan amenamente el desempeño delos personajes "universales" tan difun-didos por el Canal 8. Vidas ejemplarescomo las de la princesa Sisy, Raúl Velascoy el multimillonario Onassis pueden en·contrarse con gran facilidad.

Otro tipo de libros llevan de la manoal inquieto, al inconforme, a la consecu-ción de grandes empresas. Nuevamentenos encontramos ante fórmulas básicasque le permiten al clasemediero "reali-zarse", que lo transforman en "un hombrediferente". Sus intereses son canalizadoshacia la salvación del mundo; sólo lologrará penetrando en los complejosmísticos, las filosofías orientales, laparaciencia, la magia, los ovnis, el ocul-tismo y el naturismo (14%). El alma deun ferviente lector podrá identificarsecon la de un ser privilegiado si memorizalas máximas de Gibrán Jalil Gibrán, cu-yas esencias destilan melcocha. Es facti-ble que aprenda cien menús con apio,soya, que sienta vibraciones magnéticas,contemple el aura de su mascota, o hablecon su tatarabuelo. Y ya en la onda orien-tal, aunque con menos elevación de espíri-tu, se instruya en romperle la crisma con"chacos" a los malechores.

No hay que olvidar que el dueño de

los supermercados piensa en todo. Debepertrechar a sus clientes contra losprincipales enemigos de nuestros tiem-pos. Muchos de los libros que vende,hablan de los daños que causan al hombrelas ideologías-exóticas-diferentes-a-nuestra-idiosincracia-y-Ios-regímenes-totalitarios. Los jóvenes, como lo puedeser el hijo de usted, son capaces de meta-morfosearse: "Era un pacífico estudiante.... ahora es un violento terrorista dis-puesto a matar y morir". Porque ustedes vigilante compre un libro que ayudea la unidad indestructible de su familiae inculque como padre los preceptos de lacorrecta ética cristiana (6%). Por elloaparecen al lado verídicas narracionesde muchachitas problema (13%). Susaberraciones educativas alertan al padreparanoico de una amenaza latente: su hijapodría estar expuesta a las drogas, alalcohol y a las terribles relaciones sexua-

les prematrimoniales... ah, y al sata-nismo.

Los libros de supermercado vanconformando la personalidad del indi-viduo modelo. Ya pocas serían las caren-cias en la biblioteca de un clasemedierobien adiestrado. Pero no puede prescin-dir de la mayor parte de los títulos ex-puestos. Una biblioteca digna debe estarbien surtida. Un hombre consciente dela realidad en la que vive está obligadoa tener un conocimiento pragmático depolítica y economía. No podían faltar (4%)los libros que facultan al individuo paradiscutir aspectos polémicos en el inter-medio de una confrontación futbolística.Quintas y sextas ediciones lo ponen al díade lo "negro del negro" y del "último granfraude". Hallamos "compromisos cons-titucionales" y complejas ideas de poli-tólogos y economistas de la altura de LuisPazos.

¿Qué hacen entonces, perdidos entrelas mesas, algunas obras de Borges, Neru-da o Fuentes, Golding, Elizondo y enocasiones Marx? Cumplen una funciónsemejante a la del Canal 8 dentro deTelevisa; justifican la existencia y danvalidez al discurso ideológico. Con esostítulos nadie podrá hablar ya de parcia-lidad empresarial.

De paso, los libros-sorpresa: librosde CONACYT, de la UNAM, del INAH,que muchas veces se anunciaron agota-dos. Las grandes instituciones se liberande sus burocráticos recargos de bodegaen las mesas del supermercado. No esextraño que los libros se vendan a preciosirrisorios, y que los' títulos sean tan apro-piados para el público dominguero comoAlgunas consideraciones sobre las pin-turas enconchadas o Análisis tipológicode artefactos.

[Enhcrabuena. alacena llena!.

Medio Siglo 3/4Contenido

o Introducción 2 O ¿Y por qué Granada? 29O Editorial 3 Por: Regino Diaz GonzálezO Semblanzas 4 O El cambio en la Argentina 31O Los orígenes de la crisis económica 6 Por: Miguel Angel Cardella

Por: Mónica Speckman O La idea de historia en Kant 33O La conspiración de los cien mil 9 Por: Manuel Begné Guerra

Por: Renato González M. y P. PiccatoO Homenaje a la Constitución Política O Libros, detergente y mermelada 35

de 1917 17 Por: Leonardo López Luján

Por: José de Jesús Román Esquivel O Laberintos 38O El derecho a la naturaleza 19 Por: Luis Javier Beltrán

Por: Víctor Alfonso Maldonado O La ciudad mágica 40O La contaminación del ecologismo 22 Por: Jorge Ibargüengoitia

Por: Alfredo López L. e Isabel O Continuidad de los parques 42Ramírez O. Por: Julio Cortázar

O Aborto: ¿Etica o Religión? 24 O Tres mujeres poetas 43Por: Alfonso Gaxiola Alcántar Por: Cristina Medina, Gloria

O ¿Y si aborto? .. 25 Maldonado Anso y María LunaPor: Miguel González Compeán O "De nada sirvió" 46

O El reto de la Industria Por: Alberto Begné GuerraCinematográfica 26 O El portafolio de los intocables 47Por: Federico Millán del Portillo Por: Juan Lezodia

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Seguimos trabajando, aquí la muestra.aunque en este caso por CaYSaNajenasa nuestra ooluniad. un poco fuera detiempo.

Dadas las condiciones económicas delpais que no dejaron de tocarnos, nONhemos oisto en la necesidad de editardos número.~ de Medio Siglo en unsolo ejemplar. Por razones de tiempo!Jcosto h ubiese «ido má.~ dificil emitirel número 3 y después el 4, así que,para eritar lo pesado que significaríaeditar este ejemplar con el contenidode un número más el del otro, hemosseleccionado especialmente el mate-rial =cada articulo=, por lo que este3 !J 4 de Medio Siglo alcanza unaimportancia fundamental no sóloparu los d irecticos, miembros delcounejo y colaboradores, sino, y sobretodo, para los lectores, por la t rasceu-deucio. !J calidad; como "El aborto"tenia que, especialmente. se trata des-de dos d ist iuio» }JU ntos de vista, paratuu pliar la poeibilidad. de crítica deI/'stede.~.

Importante también es señalar el hechode homenajear -siendo importantemostrar un pequeño texto=, la obrade tlo« escritores importantes en di«-ti uto« ámbiio«: Jorge Ibargüen(Joitia!JJulio Cortázar.

Además de artículos COI/lO: ¿Y por quéGranada", Los orígenes de la crisiseconómica, en polit icá !J economía,así COIIW Libros, detergente y mer-melada, El derecho a la naturaleza,La contaminación del ecologismo, ar-ticuto« con uuu¡ distintos puntos de¡'ista sobre el medio ambiente .lI.~uuso

Introduccióno abuso; la éntrevista con el directorde los Estudios Churubusco y su opi-nión sobre el cine en México. La sec-ción defotoqrafia, poesía y cuento, conjóvenes de nuevas ideas e interesantesformas de hacer arte en su ramo.

Queda, asimismo, abierta la invitaciónpara que ustedes, los lectores, parti-

cipen activamente en esta labor, yasea por medio de la crítica, o a travésde sus trabajos.

Nuevamente les manifestamos el gustoque nos daría recibir sus colabora-ciones, pues sólo así podremos seguirsuperando este canal de expresiónjurenil. que es de todos ustedes.

Consejo Editorial

DirectorioDirección generalAlberto Begné GuerraRegino Díaz GonzálezMiguel González Compeán

Consejo EditorialLeonardo López LujánFederico Millán del PortilloLeopoldo Moranchel PocatenaPablo PiccatoJosé de Jesús Román EsquivelRenato González MelloCarlos Brokmann

ColaboradoresGabriel Figueroa Flores/ Juan (Iván)Gonzátez de León/ Jaime Casillas/ Ma-nuel Begné Guerra/ Carlos Marcovich/Miguel González Avelar/ Fernando y JoséAlberto Areán/ Juan Tonda/ Daniela Mi-chel/ Pablo Escalante/ Edgar Ladrón deGuevara/ Gabriel Orozco/ Mónica Speck-man/ Víctor Alfonso Maldonado/ AlfredoLópez Luján/ Isabel Ramírez Ochoa/

Alfonso Gaxiola Alcántar/ Miguel AngelCardella/ María Luna/ Gloria MaldonadoAnso/ Cristina Medina/

Diseño y ProducciónCésar de la Reguera

FotografíaSalvador Guil'liem

Viñetas y PinturaHugo Herrerías Guerra

Participaciones aMedio Siglo/Miguel González CompeánCerrada de Francisco Sosa NQ 16Coyoacán04000, México,

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