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1 77 PARA MAYOR GLORIA DE DIOS IMPRIMATUR: +RAFAEL BELLO RUIZ ARZOBISPO DE ACAPULCO, GRO. VOCAL DE LA CEAL PARA EL M.R.C.C.E.S.

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PARA MAYOR GLORIA DE DIOS

IMPRIMATUR:

+RAFAEL BELLO RUIZARZOBISPO DE ACAPULCO, GRO.

VOCAL DE LA CEAL PARAEL M.R.C.C.E.S.

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Jesús Resusitó para dar elEspíritu

Autor

Excmo. Mons. Carlos Talavera Ramírez

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I N D I C E

1. Jesús resucitó para dar el Esíritu 2

2. El Espíritu Santo en el Corazón de Jesús 7

3. Al morir Jesús nos entrega su Espíritu 13

4. El Espíritu Santo en la Resureccion de Jesús 19

5. Jesús es el Hombre Nuevo 24

6. Jesús obediente y libre 29

7. El Sagrado Corazón de Jesús 34

8. Jesús se da en la Eucarístia 39

9. Cristo es Rey y vendrá de nuevo 44

10. Dichoso el que no se escandalice de mi 50

11. La obra de Dios es que creais en aquel que Él ha enviado 55

12. Se cree con el corazón 60

13. Si no creéis que yo soy 65

14. Tú das testimonio de ti mismo 70

15. ¿Como podeis creer vosotros? 75

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1: Jesús resucitó paradar el Espíritu

Objetivo:Apreciaremos la obra salvadora que Jesús realizóen su pasión–obra que nos limpió del pecado y nosdio el Espíritu Santo y valoraremos el costo quepara Jesús tuvo darnos el Espíritu Santo.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Merece el hombre que Dios le dé el Espíritu Santo?2. ¿Cuál fue la primera vez que Jesús dio el Espíritu Santo a los discípulos?3. ¿Por qué dice la Escritura que el Espíritu Santo es ‘la Promesa del Padre’?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.Jesús dio el Espíritu el día de su resurrección.“Al atardecer de aquel día –de la resurrección–, el primero de la semana, estandocerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban losdiscípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz sea con vosotros».Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de veral Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me enviótambién yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:«Recibid el EspírituSanto. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se losretengáis, les quedan retenidos.» (Jn 20,19-23).El Evangelista San Juan nos hace ver que Jesús, apenas encontró reunidos a losApóstoles –menos Tomas–, el mismo día de la resurrección se apresuró a darles elfruto de su pasión y de su paso a la nueva vida de resucitado: les dio el EspírituSanto para su Iglesia.Con el gesto de soplar Jesús dio el Espíritu Santo a sus discípulos. El soplo es elsigno del Espíritu (spiritus significa soplo). Se puede decir que Jesús tenía urgenciade “soplar” sobre los que serán las columnas y fundamentos de su Iglesia. Sepuede también decir que Jesús resucitó precisamente para eso, para “soplar”sobre todos los hombres. Así empezó a ser realidad lo que Juan Bautista habíarecibido de Dios acerca del Mesías: “Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu yse queda sobre Él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo” (Jn 1,33).El Espíritu es dado para perdonar los pecados.Jesús resucitado es el pleno portador del Espíritu Santo. Al principio de su misiónJesús recibió el Espíritu en su humanidad para cumplir su misión y para que loshombres tuviéramos el ejemplo de cómo vivir la vida en el Espíritu. Pero yaresucitado, Jesús posee el Espíritu Santo en plenitud en su misión final de darlo alos hombres.

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El don del Espíritu Santo es para pecadores redimidos por Jesús: para ellos Jesússufrió su pasión y su muerte y para ellos alcanzó el poder de llenarlos del EspírituSanto. La Encarnación había sido realizada por el Espíritu Santo precisamente conel fin de liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y para “destruir lasobras del diablo”; por eso, al final de la obra de Jesús en la tierra, el don delEspíritu a los hombres se da junto con el poder a sus ministros de conceder elperdón de los pecados, es decir, de realizar la destrucción del poder del pecadosobre los hombres, la de devolver al hombre su relación de ‘hijo’ con el Padre quelo llama a la vida, mediante la acción del Espíritu, ‘dador de vida’.El Espíritu es dado como fuente de vida nueva.La vida nueva que da el Espíritu que nos ganó Jesús resucitado es la ‘vida en elEspíritu’, es decir, la vida guiada por Él. El hombre aprende a vivir con el Espírituy a realizar las obras que el pide y experimenta la novedad de la libertad y de laparticipación continua en las relaciones con las personas divinas.La vida nueva es también la comunidad cristiana, que empieza en las relacionesentre pocos y que se realiza plenamente en la Iglesia Universal. Es la vida delCuerpo de Cristo, del Resucitado, que comunica esa nueva realidad a los hombres.La vida nueva en la comunidad que es la Iglesia está llena de carismas, distribuidosentre todos sus miembros por el mismo Espíritu Santo, según le place. Medianteesos carismas, Él da a los bautizados una misión personal dentro de la Iglesia parala realización de la vida comunitaria; y de la combinación y la mutua interaccióndel ejercicio responsable de estos carismas, el Espíritu Santo va haciendo eldesarrollo y el perfeccionamiento de todo el Cuerpo de Cristo.Jesús dio el Espíritu Santo a sus discípulos el día de la resurrección como lasprimicias de su obediencia total al Padre, como los primeros frutos de su trabajopor la realización plena de los hombres, para que todos podamos llegar a lasantidad que es nuestra plenitud humana.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 20,19-23

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Puedes descubrir en la narración evangélica el amor de Jesús a sus discípulosy a su Iglesia?2. ¿Percibes el gran deseo de Jesús de darte a ti y a todos los hombres el EspírituSanto?3. ¿Aprecias todos los bienes que Jesús te da al concederte el Espíritu Santo?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.La misma tarde de la resurrección, Jesús se apareció a todos sus discípulos –menos Tomás– para darles junto con un saludo que los llenaba de su paz, el dondel Espíritu Santo. Parecería que Jesús tenía una cierta prisa por darles a susdiscípulos el fruto de su pasión y muerte, más aún, el fruto último de su misión enla tierra, ya que la Encarnación y la vida de Jesús fue necesaria para que nosotrostuviéramos el Espíritu Santo.Este primer don del Espíritu lo hizo Jesús mediante un ‘soplo’. ‘Soplo’ –o viento–en latín y en hebreo se dice con la palabra ‘espíritu’. Jesús resucitó para dar elEspíritu Santo, para soplar el soplo de la vida a todos los hombres. Al dar elEspíritu a sus discípulos Jesús les da la vida nueva, la propia del Reino de Dios. Ylo primero que Jesús da por medio de y con el Espíritu Santo es el poder deperdonar los pecados, de liberar a los hombres de la esclavitud del pecado; poreso en adelante el perdón de los pecados estará ligado al Espíritu Santo.Y también, el don del Espíritu Santo es dado a los Apóstoles como el principio dela vida de verdaderos hijos de Dios, es también la nueva experiencia de la libertadverdadera y de la vida comunitaria de la Iglesia.La vida de la Iglesia es una nueva experiencia humana de convivencia. En la Iglesia,cuando sus miembros se esfuerzan por vivir cada día más a fondo la vida delEspíritu, experimentan que los lazos de unión no son ya los del encuentro deegoísmos, sino el juego de responsabilidades verdaderas, que brotan de los carismas,que recibe cada uno en su bautismo, y tienen como fundamento el verdaderoamor entre los hombres. Así la Iglesia se convierte en “el signo e instrumento dela íntima unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí”.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Hch 1,1-8 Jesús resucitado enviará su Espíritu para que los

Apóstoles sean testigos.Día 2 Rm 8,1-4 La ley del Espíritu que da la vida nos libera de la ley

del pecado.Día 3 Lc 24,44-49 Jesús debió padecer y resucitar para que enviara ‘la

Promesa del Padre’.Día 4 Hch 2,22-36 Fue necesaria la vida, pasión, muerte y resurrección

de Jesús para que enviara el Espíritu.Día 5 Hch 5,21b-32 Jesús resucitado concede el perdón de los pecados y

da el Espíritu Santo.Día 6 Hch 10,34-48 El don del Espíritu corrobora el testimonio que da de

Jesús muerto y resucitado.Día 7 Ga 4,1-7 Rescatados por la muerte y resurrección de Jesús se

nos da el Espíritu Santo.

11. MEMORIZA:“EXALTADO POR LA DIESTRA DE DIOS, HA RECIBIDO DEL PADRE EL ESPÍRITU SANTO PROMETIDO Y HA

DERRAMADO LO QUE VEIS Y OÍS” (Hch 2,33)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“RECIBID EL ESPÍRITU SANTO” (Jn 20,22)

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2: El Espíritu Santo enel Corazón de Jesús.

Objetivo:Conoceremos lo que hace el Espíritu Santo en elCorazón de Jesús y nos uniremos a este Corazóndivino para aprender de El, en el Espíritu, a sermansos y humildes de corazón.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Para qué recibió Jesús el Espíritu Santo en su bautismo?2. ¿Jesús, que es el Hijo de Dios, necesita al Espíritu Santo?3. ¿Hizo algo el Espíritu Santo en el corazón de Jesús?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.El Espíritu Santo, que cubrió con su sombra a la Virgen María es el autor delcorazón de carne de Jesús, Hijo de Dios hecho hombre. El mismo Espíritu Santoacompañó a Jesús en todas las acciones de su vida en la tierra, en su muerte, en suresurrección y en su ascensión a la diestra del Padre.El día de su bautismo en el río Jordán, Jesús recibió el Espíritu Santo. Comoverdadero hombre, en todo igual a nosotros menos en el pecado, Jesús fueenriquecido en su vida con la presencia del Espíritu Santo y tuvo la preciosaexperiencia de la acción del Espíritu Santo en su vida. Esa vida, llena del EspírituSanto, es la experiencia más plena de ser hombre. Por eso Jesús la vivió cabalmentey nos dio así la muestra de lo que es ser hombre pleno.Jesús no tuvo ningún temor ni puso algún obstáculo para recibir al Espíritu Santo.La venida del Espíritu Santo a Jesús fue en plenitud, fue total, y por eso “en Él residetoda la Plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2,9). Así Jesús llegó a ser Templodel Espíritu Santo y nunca dejó de serlo. Su vida siempre estuvo llena de la felicidadque trae el Espíritu, como nos lo da a conocer el Evangelio: “En aquel momento sellenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo” (Lc 10,21).Esto nos hace ver que todo lo que Jesús hizo después de haber recibido el EspírituSanto fue una colaboración dócil y total con el Espíritu Santo, que estaba en elfondo de su ser y de su voluntad y que el Espíritu Santo era el que le mostraba loque el Padre quería y lo que el Padre hacía (cf. Jn 5,19).El Espíritu Santo actúa en el Corazón de Jesús.La obra principal del Espíritu Santo en el hombre es llenarlo de lo que Él es: laCaridad. Por el Espíritu Santo, el Corazón de Jesús es ‘horno ardiente de caridad’.En lo más profundo del Corazón de Jesús está el mismo Espíritu Santo haciendoque ese corazón humano sea capaz de amar con el mismo amor de Dios. El amorcon que el Verbo eterno ama al Padre es el Espíritu Santo. Y con ese mismo amorJesús ama a los hombres y se entrega por ellos.

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El Espíritu Santo hace que la humanidad de Jesús, por su docilidad a Él, estéplenamente consciente de ser el Hijo de Dios, de ser uno con el Padre (Jn 10,30)y de tener la experiencia de ser el hombre pleno. También le da la certeza de quetodo hombre necesita unirse a Él que es el Camino, la Verdad y la Vida. Laexperiencia continua que Jesús tuvo del Espíritu Santo hizo que en el corazón deJesús estén ‘ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia’ (Col 2,3).Podemos decir que de modo especial el Espíritu Santo modeló en Jesús sussentimientos: humildad, cariño, respeto, benignidad, paciencia, mansedumbre, almismo tiempo que su ira, energía, decisión, virilidad, valentía y decisión firme parallevar a cabo la obra del Padre. Es así como San Pablo nos exhorta: “Tened entrevosotros los mismos sentimientos que Cristo. El cual, siendo de condición divina no retuvoávidamente ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición desiervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y sehumilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz”. (Flp 2,5-8)El hombre que permanece en diálogo continuo con el Espíritu Santo llega a tenernecesidad de ser obediente en todo al Espíritu que vive en él. Así fue como Jesús‘aprendió (o experimentó) la obediencia” (Hb 5,8) y llegó a ser “obediente hasta lamuerte y muerte de cruz”.Por el Espíritu Jesús se nos da a nosotros.De este Jesús, de su Corazón lleno del Espíritu Santo, es de donde recibimos todobien. “De su plenitud hemos recibido todos” (Jn 1,16).Del Corazón de Jesús, de su decisión de hacer plenamente la voluntad del Padrey de su amor ardiente a todos los hombres, es de donde recibimos todos losbienes. Ese Corazón humano y divino de Jesús, lleno del Espíritu Santo tiene laexperiencia de lo que es ser hombre pleno y, consiguientemente, ve la lejanía enque estamos los hombres de esa meta a la que Dios nos ha destinado. Por esoJesús quiso y luchó fuertemente, por dar gloria a su Padre y, al mismo tiempo, poralcanzar para nosotros el don del Espíritu Santo. Por el inmenso amor del Corazónde Jesús a los hombres, decidió vivir y morir, resucitar y subir a los cielos, paradarnos a todos los hombres la experiencia mayor del hombre en esta tierra, quees poseer el don del Espíritu Santo. Y para lograr para nosotros este don, Élmismo quiso ser nuestra reconciliación con el Padre (cf. Rm 5,11) y nuestra paz(Ef 2,14).Para nosotros, por tanto, en Jesús tenemos “ocultos todos los tesoros de la sabiduríay de la ciencia”.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios. Lc 4,14-30

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Cómo le hablas a Jesús que afirma que tiene al Espíritu Santo y por

eso hace el bien a todos?2. ¿Tienes conciencia de que el bien que Jesús hace lo realiza en la fuerza

del Espíritu Santo?3. ¿Has pedido a Jesús que te enseñe a vivir lleno del Espíritu Santo y a

obedecerlo hasta la muerte?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.El Espíritu Santo es el autor del Corazón físico de Jesús; es también el que dirige elCorazón de Jesús, es decir, sus decisiones libres y sus sentimientos. Todas las accionesde Jesús fueron hechas en perfecta unión con el Espíritu Santo: nunca en suCorazón hubo algún conflicto entre lo que el Espíritu Santo le pedía y lo que Jesúsdecidía hacer.Jesús recibió al Espíritu Santo el día en que fue bautizado en el Jordán. Desdeentonces el Espíritu Santo tomó posesión del Corazón de Jesús, lo llenó de gozo yempezó a vivir la gran dignidad humana que todos estamos llamados a experimentar:la de ser llenos del Espíritu Santo. Jesús no tuvo miedo ni puso ningún obstáculopara recibir el Espíritu Santo; siempre vivió atento para oír al Espíritu Santo y entodo momento fue dócil a sus llamados. Y de tal manera permaneció unido alEspíritu Santo que en Él habita la plenitud de la divinidad corporalmente.La obra del Espíritu Santo en Jesús consistió en comunicarle lo que el Espíritu da:el amor con el que Dios ama. Con ese amor Jesús ama al Padre y a los hombres.También el Espíritu hace que en Jesús “estén todos los tesoros de la sabiduría y de laciencia” y de modo especial lo dotó de los sentimientos de los que está lleno elCorazón de Jesús. Así le dio la fortaleza para ser “obediente hasta la muerte y muertede cruz” (Hb 5,8). El mismo Espíritu Santo, con su amor a los hombres, viviósiempre decidido a hacer todo lo necesario para que los hombres fuéramos llenosdel Espíritu Santo. Para nosotros el Corazón de Jesús es la fuente de donde nosvienen todos los tesoros que Dios quiere darnos.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Hch 10,34-48 Jesús fue lleno del Espíritu Santo y con Él realizó

toda su obra.Día 2 Lc 4,14-30 Jesús tiene conciencia de que el Espíritu Santo lo guía

para realizar las obras del Reino.Día 3 Hb 9,11-18 Por el Espíritu Jesús se entregó a la muerte para

purificarnos de nuestras culpas.Día 4 Flp 2,5-8 El Espíritu Santo producirá en nosotros los mismos

sentimientos que hay en Cristo Jesús.Día 5 Col 2,9-15 En el Espíritu, Cristo nos da todos los bienes que el

Padre tiene dispuestos para los hombres.Día 6 Lc 11,9-20 El Espíritu Santo es “el dedo de Dios” con el que

Jesúsexpulsa a los demonios.

Día 7 Rm 1,1-7 Jesús fue constituido Hijo de Dios en el Espíritu Santo.

11. MEMORIZA:“EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR A LOS POBRES LA

BUENA NUEVA, ME HA ENVIADO A PROCLAMAR LA LIBERACIÓN A LOS CAUTIVOS Y LA VISTA A LOS

CIEGOS, PARA DAR LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS”. (Lc 4,18)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“AQUEL SOBRE QUIEN VEAS QUE BAJA EL ESPÍRITU Y SE QUEDA SOBRE ÉL, ESE ES EL QUE BAUTIZA CON

ESPÍRITU SANTO” (JN 1,33)

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3: Al morir Jesús nosentrega su Espíritu

Objetivo:Conoceremos que el don del Espíritu Santo noslo alcanzó Jesús con su muerte. Acogeremos estedon que tanto ha costado a Jesús.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Pensamos los católicos durante el Viernes Santo en el don del Espíritu

Santo?2. ¿Conoce la gente cuánto ha costado a Jesús regalarnos el don del

Espíritu Santo?3. ¿Cómo sabemos que Jesús nos dio su Espíritu Santo al morir?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.Jesús prometió dar el Espíritu Santo después de ser glorificado.Jesús fue a Jerusalén a la fiesta de las Tiendas y durante los días de la fiesta tuvodiscusiones con los judíos sobre su propio origen. También les anunció su próximapartida de este mundo. Pero “el último día de la fiesta, el más solemne”, dio a conocerel sentido que tuvieron su origen y su muerte. Y este anuncio lo hizo de modoespecial, a gritos, para que todos lo oyeran:“«Si alguno tiene sed, venga a mí y beba el que crea en mí», como dice la Escritura: de suseno correrán ríos de agua viva” (Jn 7,37-38).Con estas palabras Jesús nos invitó a ir a Él para apagar en Él mismo nuestra sed.El es la fuente del agua viva, Él tiene lo que satisface las necesidades fundamentalesde nuestra existencia: la paz interior, la felicidad profunda y la permanencia enestos bienes.El ‘agua viva’ que Él nos ofrece significa el Espíritu Santo. Así lo explica el Evangeliode San Juan, que a continuación nos dice: “Esto lo decía refiriéndose al Espíritu Santoque iban a recibir los que creyeran en Él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesúsno había sido glorificado”. (Jn 7,39).El ‘agua viva’ que nos ofrece Jesús es el Espíritu Santo. Él es el que colma los másprofundos deseos y necesidades de nuestro ser, al modo como el agua naturalsatisface una de las necesidades corporales más fundamentales del hombre. EnJesús está esa agua viva; Jesús es el que nos da el Espíritu, es “el que bautiza en elEspíritu Santo” (Jn 1,33).Al morir, Jesús entregó su espíritu.“Sabiendo Jesús que todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura,dice: «Tengo sed». Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama dehisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuandotomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregóel espíritu” (Jn 19,28-30).

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Cuando Jesús había cumplido toda su misión en la tierra, para que se cumpliera laEscritura hizo saber que tenía sed. Esa sed fue el símbolo de la sed que todos losseres humanos tenemos siempre: la sed de Dios, que es lo único que nos satisfaceplenamente. Para la sed de Jesús, los hombres le ofrecimos vinagre; pero una vezque Jesús bebió el vinagre, Él nos dio el agua viva que sacia nuestra sed, nos dio elEspíritu Santo.Así, pues, el último ‘soplo’ de vida de Jesús fue también el ‘Soplo del Espíritu dadorde vida’. El mismo Espíritu Santo, que Jesús había recibido de su Padre el día de subautismo en el Jordán para iniciar su misión, Él lo entrega, terminada su misión,con su último aliento de vida, a los que le creen.Jesús entregó su espíritu, su alma humana, al Padre, es decir, murió. Y también, enese mismo momento, nos entregó, de parte del Padre, su Espíritu Santo. La muertede Jesús en la Cruz es el principio de la venida del Espíritu a los hombres, es elcumplimiento de la promesa del Padre. Por eso el mismo día de la resurrecciónJesús dio a los Apóstoles el Espíritu Santo juntamente con el poder de perdonarlos pecados. El Espíritu Santo y el perdón de los pecados son el fruto de la muertede Jesús.También así lo enseña San Pedro.El día de Pentecostés, cuando vino el Espíritu Santo sobre los primeros miembrosde la Iglesia, Pedro salió a la calle donde se había reunido mucha gente para verqué estaba pasando y les explicó: “Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, ...vosotros le matasteis clavándole en la cruz .... A este Jesús Dios le resucitó; de lo cualtodos nosotros somos testigos. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre elEspíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís” (Hch 2,22-33).Pedro nos enseña así, que la venida del Hijo de Dios a la tierra, su vida, susmilagros, su pasión, su muerte, su resurrección y su ascensión a los cielos, todoesto, tiene una finalidad clara: dar a los hombres el don del Espíritu Santo, prometidopor el Padre. Por eso San Atanasio escribió: “El Verbo ha asumido la carne paraque nosotros pudiéramos recibir el Espíritu Santo; Dios se ha hecho portador dela carne para que el hombre pueda ser portador del Espíritu”.“¿Cuál es la finalidad de los sufrimientos de Cristo, de sus enseñanzas y de susacciones? Si se lo considera en relación a nosotros, no es otra cosa que la venidadel Espíritu Santo sobre la Iglesia”. Así escribe un gran teólogo.Por eso Jesús había dicho a sus Apóstoles: “Os conviene que yo me vaya; porque si nome voy no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy os lo enviaré” (Jn 16,7).Agradezcamos al Señor Jesús todo los sufrimientos que tuvo que soportar paradarnos su Espíritu Santo y apreciemos el gran don que Jesús nos entregó al morir.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 19,28-30

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5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Has pensado en el costo que ha tenido que para Jesús ha tenido el don

del Espíritu Santo?2. ¿Puedes ver ahora la importancia que para Dios tiene darnos el Espíritu

Santo?3. ¿Qué amor y qué respeto darás en adelante al Espíritu Santo?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN. Jesús había prometido (Jn 7,37-38) dar el ‘agua viva’ a los que tuvieran sed ycreyeran. Esta agua viva es el Espíritu Santo. Y el mismo evangelista San Juan diceen el versículo 39 que “aún no había Espíritu pues todavía Jesús no había sido glorificado”.Es decir, el don del Espíritu no había sido entregado a los hombres porque eranecesaria primero la muerte, la resurrección y la glorificación de Jesús.El Evangelio de San Juan nos narra muy brevemente la muerte de Jesús con estaspalabras: “inclinando la cabeza entregó el espíritu” (Jn 19,30). Así el último ‘soplo’(espíritu) que Jesús dio en su vida mortal fue el ‘Soplo del Espíritu que da la vida’para todos los que le creyeran.Por eso el mismo día de la resurrección, Jesús comunicó el Espíritu Santo a susapóstoles y junto con Él les dio también el poder de perdonar los pecados. Ambosregalos son fruto de su muerte en la Cruz.San Pedro enseñó el día de Pentecostés que Jesús fue un hombre elegido por Dios,que fue entregado a la muerte, pero Dios lo resucitó y lo glorificó y así recibió elEspíritu Santo prometido para que lo derramara sobre todos los hombres. Estaenseñanza nos hace ver la grandísima importancia que tiene para Dios darnos elEspíritu Santo: fue necesaria la encarnación del Hijo de Dios, la vida de Jesús enesta tierra, su predicación y sus milagros, su pasión y su muerte, su resurrección yascensión al cielo, para que nosotros pudiéramos tener el don del Espíritu Santo.Para nosotros también debe ser el regalo más importante en nuestra existencia.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Rm 6,3-11 Bautizados en la muerte de Jesús hemos recibido la

vida nueva que nos da el EspírituDía 2 Jn 1,31-34 Jesús es ‘el que bautiza en el Espíritu’ porque el nos

lo ganó con su muerte.Día 3 Hb 2,10-15 Jesús tuvo que sufrir la muerte para dar a

loshombres el Espíritu de la libertad.Día 4 Jn 20,19-23 Terminada su pasión, después de su sepultura, Jesús

resucita y da el Espíritu a los discípulos.Día 5 Jn 19,28-30 Jesús entrega su espíritu cuando muere.Día 6 Hb 10,11-18 Con su sacrificio en la Cruz, Jesús nos adquirió la

Nueva Alianza, que es el Espíritu Santo.Día 7 Hch 2,14-36 La muerte de Jesús fue necesaria para que

recibiéramos el don del Espíritu.

11. MEMORIZA:“INCLINANDO LA CABEZA ENTREGÓ EL ESPÍRITU” (Jn 19,30)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“CUANTOS FUIMOS BAUTIZADOS EN CRISTO JESÚS, FUIMOS BAUTIZADOS EN SU MUERTE” (Rm 6,3)

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4: El Espíritu Santoen la Resurrección de Jesús.

Objetivo:Conoceremos cuál fue el papel del EspírituSanto en la resurrección de Jesús y viviremos enla esperanza de nuestra resurrección.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Quién resucitó a Jesús de entre los muertos?2. ¿Cómo fue que Jesús resucitado entró al Cenáculo con las puertas cerradas?3. ¿Qué hizo el Espíritu Santo en la resurrección de Jesús?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.Cómo fue la Resurrección.Al morir Jesús se separaron su cuerpo y su alma. En esto consiste la muerte. Sucuerpo y su alma, separadamente permanecieron unidos a la Persona Divina delVerbo Eterno, Hijo de Dios. La Resurrección unió de nuevo el cuerpo y el alma deJesús, pero no para volver a la vida anterior, terrenal y temporal, sino a una vidanueva, que está fuera del tiempo y del espacio.Lo que vieron los discípulos era un verdadero hombre, no un fantasma: CuandoJesús se apareció a los discípulos, que quedaron “sobresaltados y asustados”, les dijo“Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo” (Lc24,39). Y después pidió algo de comer.El cuerpo de Jesús era el mismo que tuvo en esta vida; por eso Jesús les mostróque tenía las llagas que le dejaron los clavos en las manos y en los pies y la lanzaen su costado.Pero ese cuerpo glorioso tenía nuevas propiedades: no está en el tiempo ni en elespacio, puede hacerse presente a voluntad donde quiere y cuando quiere, porqueya no pertenece a esta tierra sino sólo al Padre. Por eso Jesús aparece como leparece bien hacerlo: como jardinero, o como caminante, o de alguna otra formaen el lago de Galilea o en el Cenáculo. El cuerpo de Jesús resucitado se llenó delpoder del Espíritu Santo.La Resurrección es obra de la Trinidad.La obra de la Resurrección es una obra divina, obra de la Trinidad. En ella tomanparte las tres Personas Divinas, cada una de ellas con su propia originalidad.

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El Padre resucitó a su Hijo “librándole de los dolores del Hades (la muerte), pues noera posible que quedase bajo su dominio” (Hch 2,24). Así el Padre realizó la obramaravillosa de introducir la humanidad de Jesús, con su cuerpo, en la Trinidad: lanaturaleza humana ya está en el trono de Dios. Así el Padre da su amor al hombre,que es “la única creatura sobre la tierra a la que Dios ama por sí misma”.El Hijo de Dios, por su parte, resucitó con el poder que Él mismo tenía, en unióncon el Padre y con el Espíritu Santo. Él había dicho: “Me ama el Padre porque doy mivida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poderpara darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre”(Jn 10,17-18). Al resucitar, Jesús se nos revela como “Hijo de Dios con poder, según elEspíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos” (Rm 1,4).El Espíritu Santo volvió a la vida a Jesús: “Y si el Espíritu de Aquel que resucitó aJesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre losmuertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita envosotros” (Rm 8,11). El Espíritu Santo, por tanto resucitó a Jesús y nos resucitará anosotros.San Pablo enseña que Jesucristo está vivo por el poder de Dios, manifestado porel Espíritu Santo. Para él, Jesús “fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivopor la fuerza vida”: de Dios” (2 Co 13,4).El Espíritu Santo también nos resucitará.La vida nueva que ya poseemos es ya una participación en la vida de Jesúsresucitado: es nuestra vida ‘en el Espíritu’. Esta participación será completada conla resurrección de nuestros cuerpos a la vida eterna con Cristo.En Cristo, dice San Pablo, “también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, elEvangelio de vuestra salvación, y creído también en Él, fuisteis sellados con el EspírituSanto de la Promesa, que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de suposesión, para alabanza de su gloria” (Ef 1,13-14). El Espíritu Santo nos ha sido dadocomo “arras”, es decir, como “un adelanto” de nuestra resurrección y de todanuestra herencia. El Espíritu Santo es en nosotros como “un sello” que nos marcay aparta para “el día de la redención” ( Ef 4,30).Resurrección es vida nueva. Y el Espíritu Santo es “Señor y dador de vida.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Mc 16,1-8.

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Qué te ha dado Jesús con su resurrección de entre los muertos?2. ¿Qué experimentas ante la resurrección de Jesús: miedo, indiferencia, gusto,fuerza?3. ¿Pides al Espíritu Santo que te dé a conocer mejor el misterio de la Resurrecciónde Jesús?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.El cuerpo y el alma de Jesús se separaron cuando murió en la Cruz. Esa separaciónse da en toda muerte. Pero ese cuerpo y esa alma pertenecían al Hijo de Dios. Lanaturaleza divina no se divide, sino que es una siempre y permaneció unida alcuerpo y al alma de Jesús separadamente. Cuando Dios hizo la resurrección sevolvieron a unir ese cuerpo y esa alma.Pero esa vuelta a la vida ya no fue una vuelta a este mundo, como había hechoJesús con Lázaro, con el hijo de la viuda de Naim y con la hija de Jairo. Jesúsresucitó a una vida que ya no pertenece a esta tierra: es una vida que está más alládel tiempo y del espacio. Pero esto no quiere decir que no tenía un cuerpoverdadero, ya que Jesús les hizo ver a los Apóstoles que los espíritus no tienencarne y huesos como Él. Tampoco podemos decir que Jesús resucitó con otrocuerpo, porque Jesús les mostró las llagas de sus manos, de sus pies y de sucostado. Era su mismo cuerpo; pero era un cuerpo glorioso.La resurrección fue obra de la Santísima Trinidad: el Padre resucitó a su Hijo y lohizo entrar en su gloria; la naturaleza humana de Jesús entró con su cuerpo alseno de la Trinidad, donde nuestra naturaleza humana tiene ya su lugar. El Hijoresucitó por su poder “para volver a tomar” la vida que había entregado. Y elEspíritu Santo fue el poder de Dios que llevó a cabo esa obra maravillosa eimportante para Dios y para la humanidad.El Espíritu Santo también nos resucitará a nosotros que ya participamos de la vidade Jesús resucitado. El mismo Espíritu Santo nos ha dado esa vida y Él mismo es ‘eladelanto’, la prenda, las arras, de nuestra resurrección y de todos los bienes queDios tiene dispuestos para todos los que le aman.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Flp 2,6-11 Dios resucitó a Jesús y lo constituyó Señor.Día 2 1 P 1,3-12 Por la resurrección de Jesús tenemos vida incorrup

tible que será revelada plenamente.Día 3 Jn 20,1-10 La resurrección de Cristo revelada a Pedro y a Juan por la fe.Día 4 Flp 3,7-11 El poder de la resurrección de Jesús,Día 5 2 Co 4,7-15 Dios resucitó a Jesús y también nos resucitará a nosotros.Día 6 Ef 1,15-23 El triunfo y la supremacía de Jesús por su resurrección.Día 7 Lc 24,44-49 “Así está escrito que el Cristo padeciera y resucita

para de entre los muertos al tercer día”

11. MEMORIZA:“DIOS LE RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS, Y NOSOTROS SOMOS TESTIGOS DE ELLO” (Hch 3,15)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“¡ES VERDAD! ¡EL SEÑOR HA RESUCITADO Y SE HA APARECIDO A SIMÓN!” (Lc 24,34)

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5:Jesús es el Hombre Nuevo

Objetivo:Veremos por qué Jesús es el Hombre nuevo ydecidiremos vivir conforme al modelo del Hombreque es El mismo, que es libre y obediente al Padre.

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c1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. Tiene la gente dificultades en aceptar que Jesús es hombre?2. ¿Qué piensa la gente cuando decimos que Jesús es “el hombre nuevo”?3. ¿Por qué Jesús es “el hombre nuevo”?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.La Sagrada Escritura habla de Jesús como “el nuevo Adán”, el “hombre nuevo”.“Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente; el último Adán, espíritu que da vida (1Co 15,45). El “último Adán” significa “el hombre definitivo”. El “primer hombre”,era sólo como un esbozo del hombre definitivo, que es Jesús.El primer hombre fue creado por Dios conforme a la ‘idea’ que Dios tiene delhombre, como el escultor que tiene en su mente la figura que después va a sacarde una piedra. Esa imagen perfecta del hombre que Dios tenía era la de un hombresin pecado: “Él nos eligió en Cristo, antes de la fundación del mundo, para ser santos einmaculados en su presencia, en el amor”. (Ef 1,4).Ese hombre nuevo que es Jesús, no es un hombre con otras cosas nuevas añadidas,sino un hombre que es plenamente “imagen y semejanza de Dios”, que es santo. Elhombre nuevo es una naturaleza humana, pero también una vocación, es lo queestá llamado a ser mediante el ejercicio de su libertad en obediencia a Dios. LosPadres de la Iglesia (los predicadores y escritores de los primeros siglos de laIglesia) decían que el hombre nace “a imagen de Dios”; pero que el hombre sehace “a semejanza de Dios” a través de su vida mediante la obediencia a la voluntadde Dios.Jesús nos enseña en su persona quiénes estamos llamados a ser; se convierte asíen nuestro modelo para que, en plena libertad, con nuestro esfuerzo obediente alPadre, nos hagamos conforme al modelo que es Jesús. Si los Padres de la Iglesiadecían: “Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciese Dios” también podemosdecir que “Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera hombre”, para queaprendiera a ser auténtico hombre.“En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del VerboEncarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, esdecir, Cristo nuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación delPadre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre” (VaticanoII. Gaudium et Spes 22).

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Algunos Padres de la Iglesia decían que Jesús es el hombre modelo conforme alcual fue creado Adán; pero que éste y todos nosotros, por el pecado, hemos caídode la altísima dignidad a la que fuimos llamados ya desde el principio. Dice SanIreneo: “Hizo al hombre a imagen de Dios. La imagen de Dios es el Hijo, a imagendel cual fue hecho el hombre”.El proyecto con que Dios hizo al hombre es Jesús. El hombre se hace hombre encuanto se une a Jesús y se transforma en Él. Sabemos que el Hijo de Dios se hizohombre y que es en todo igual a nosotros “excepto el pecado”. Esta frase noquiere decir que Jesús no es hombre completo y que le falta el pecado, sino que anosotros nos sobra lo que no tiene Jesús: el pecado, que en nosotros es un añadido,no es algo que tengamos por naturaleza. Jesús es verdadero hombre precisamenteporque no tiene pecado. Cuando seamos “santos e inmaculados” seremos comoJesús, hombres plenos.A Jesús por tanto no tenemos que medirlo como nuestra medida de hombres,sino, al contrario, nosotros tenemos que medirnos con Jesús para poder llegar asu medida. No pensemos que somos hombres sólo con lo que hemos llegado aser; tengamos siempre presente que necesitamos llegar a ser una sola cosa conJesús para llegar a ser hombres. Quien no aspira a la santidad de Jesús no aspiraa ser hombre en plenitud. ¡Muchos son los hombres que no saben hasta dondetienen que llegar!

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Hb 7,26-28

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. Exprésale a Jesús el gozo de conocer al único hombre que es plenamente

hombre.2. ¿Has decidido con firmeza llegar a ser hombre pleno, a semejanza de

Jesús?3. ¿Confías en que Él puede y quiere ayudarte a ser hombre pleno?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.El primer hombre fue Adán; el “último Adán” es Jesús. El primer Adán está dañadopor el pecado y perdió la semejanza con Dios, el último Adán es en todo semejanteal primero, excepto en el pecado; en Él es plena la semejanza con Dios.Dios tenía una “idea” clara del hombre cuando lo creó: lo creo bueno y “a suimagen y semejanza”; lo creo santo. Y si Adán perdió esa semejanza, Jesús no tuvoporque encarnarse tomando una naturaleza que no fuera conforme a lo que Dioshabía querido que fuera. Él tuvo una naturaleza humana completa, con todo loque Dios dio al hombre cuando lo creó; pero no asumió nada de lo que el“mentiroso” puso encima del hombre y que el hombre hizo suyo. Si Jesús participóde nuestras debilidades, no participó de nuestras culpas.Al tomar una naturaleza humana completa y limpia, Jesús nos enseña a ser hombres;por eso podemos decir que Dios se hizo hombre para enseñarnos a ser hombres.Jesús, el hombre nuevo, sólo tiene de nuevo el no tener pecado; o, mejor dicho, lopropio del hombre nuevo es ser santo. Eso es lo que el hombre está llamado a ser.Verdaderamente el hombre no se entiende a sí mismo sino en el Verbo hechohombre: al revelarnos al Padre, nos revela también qué es el hombre.Algunos Padres dijeron que Dios creó al hombre a su imagen y esta imagen esJesús. Por tanto, Dios hizo al hombre conforme al modelo que nos da en Jesús.Jesús es el modelo de hombre. Él, el hombre nuevo, es el modelo del hombre.Tenemos que llegar a ser conformes a Él. No tenemos que pedirle a Jesús que seahombre con todo lo que tenemos, también nuestro pecado, sino, por el contrario,nosotros tenemos que pedirle que nos ayude a ser lo que Él es.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Col 1,15-20 Jesús es el primero en todo.Día 2 Rm 8,28-39 Destinados a reproducir la imagen de su Hijo, a quien

entregamos nuestro ser.Día 3 Hb 1,1-3 Jesús es “heredero de todo”.Día 4 Jn 1,1-14 Jesús es la Palabra hecha carne.Día 5 Hch 3,1-16 “Por la fe en su nombre este mismo nombre ha

restablecido a éste”Día 6 Mt 4,18-22 Llegamos a ser hombres plenos siguiendo a Jesús.Día 7 Col 2,6-15 “Vosotros alcanzáis la plenitud en Él”

11. MEMORIZA:“EN EL RESIDE TODA LA PLENITUD DE LA DIVINIDAD CORPORALMENTE” (Col 2,9)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“DE SU PLENITUD HEMOS RECIBIDO TODOS” (Jn 1,16)

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6: Jesús obediente y libre.

Objetivo:Nos acercaremos a conocer el alma de Jesús quenos enseña cómo la verdadera libertad se vive enobediencia y cómo ambas virtudes nos llevan a laplenitud humana.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿La obediencia nos quita libertad?2. ¿Puede la obediencia hacernos libres?3. ¿Sólo los obedientes saben lo que es vivir la libertad?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.EL ‘HOMBRE VIEJO’ Y EL ‘HOMBRE NUEVO’.El hombre viejo, el hombre que todos conocemos y que llevamos dentro, desdenuestro nacimiento, cree que se hace mejor hombre haciéndose más independiente.El mundo incita a cada hombre a tener su propio proyecto de vida, a hacerse unestilo propio de ser y actuar, a proponerse sus propias metas, a proponerse suspropios ideales y a buscar sus personajes modelos y en todo esto buscar supropia gloria.Jesús, el hombre nuevo, tiene características propias, que son diferentes de las del‘hombre viejo’. Él, el verdadero modelo de todo hombre que viene a este mundo,tiene los criterios del ‘hombre viejo’. Pero cuando Él muestrar las diferencias quetiene el hombre viejo de hoy, Jesús no lo rechaza, sino que lo invita a seguir elbuen modelo. Jesús rechaza los criterios, pero no al ‘hombre viejo’. Jesús vino parahacer nuev o al hombre viejo.El contraste entre el hombre viejo y el hombre se ve por los frutos que ambos hanproducido: “En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueronconstituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidosjustos” (Rm 5,19). El hombre viejo está separado de Dios por la desobediencia.En cambio el hombre, nuevo que es Jesús, “no hace nada por si mismo” ni para sugloria. Está totalmente puesto en la voluntad de su Padre, no se pertenece a símismo, sino a otro que es mayor que Él, su Padre que lo envió al mundo. “Cuandohayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada pormi cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me haenviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada aÉl”. (Jn 8,27-30)El ‘primer hombre’ quiso ‘ser como dios’, no quiso ser criatura del único Dios. Ysu rebeldía nos sumió en la falsedad y en la esclavitud. El ‘hombre nuevo’ vive congran alegría en plena y total dependencia de su Padre, y no considera que él tengaque buscarse un ideal de vida distinto, sino que finca su felicidad haciendo aquellopara lo que fue creado.Jesús vive juntas la obediencia y la libertad.

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“El que es”, el Hijo de Dios, es obediente. El ser del hombre se mide por sudependencia y obediencia respecto al Padre, nuestro Creador.No son los grandes proyectos, ni los poderes de este mundo lo que va a cambiarel rumbo de la historia. La obediencia del hombre es la fuerza de Dios para aplicarla salvación a los hombres y a la sociedad. Buena parte de los católicos tiene quecambiar de manera de creer en su propio poder y en su autonomía personalcomo fuente de salvación. El hombre no se salva por su gran inteligencia, ni porsus capacidades técnicas, ni por sus conocimientos psicológicos, sino por suobediencia, con la que le cree a Dios y hace la voluntad del Padre.Para quien es esclavo del pecado obedecer es ir en contra de sus deseos y esviolentar su inclinación; para quien es libre del pecado, obedecer a Dios, evitar elmal y hacer el bien es la manera de ser libre. El que hace lo que se le antoja esesclavo; quien hace lo que Dios quiere es libre y sabe ejercitar su libertad.La libertad se da en la obediencia; en cambio, la desobediencia produce esclavitud.“Donde está el Espíritu del Señor ya no se está seducido por el placer de pecar, yesto es libertad; donde no está este Espíritu se está seducido por el placer depecar, y esto es esclavitud”, dice San Agustín.Las personas libres saben obedecer; y los que son obedientes crecen en libertady la fortalecen. Jesús fue obediente a su Padre; no fue esclavo, sino libre; así nosenseñó en qué consiste la libertad y cómo se hace uso de ella. La enseñanza deJesús es la verdad, no así las enseñanzas del mundo.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Flp 2,5-11

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Aceptas la voluntad de Dios con toda libertad, aun cuando no te

agrade, a ejemplo de Jesús?2. ¿Has experimentado el gusto interior de obedecer a Dios, aun en

cosas que no te gustan?3. ¿Estamos dispuestos a acompañar a Jesús en el camino de la obedien

cia?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.Oímos constantemente que cada hombre tiene que forjarse su propio destino,que tenemos que ser “a nuestra manera”. Cada uno debe tener su ‘proyecto devida’ y con él tratar de superar a los demás. Jesús, en cambio, no se propusoningún plan, sino que vino “a hacer la voluntad de su Padre”. El Padre tenía parasu Hijo una misión muy clara y muy concreta.También para nosotros Dios tiene una misión muy concreta. Esta misión la tenemosque ir descubriendo a lo largo de nuestra vida, como la Virgen María, que no supodesde el principio todo lo que iba a ser y hacer como Madre de Dios.El ‘hombre viejo’ es el que está esclavizado a sus propios planes, que la mayorparte de las veces son frustrantes. Los planes de Adán, que no quiso ser lo queDios lo había hecho, sino que quería ser ‘como Dios’ nos condujeron a la esclavitudque padece toda la humanidad; en cambio, la obediencia de Jesús, ‘el hombrenuevo’, nos conduce a la verdadera libertad en la obediencia.Quienes son esclavos del pecado consideran que la libertad consiste en dar riendasuelta a sus esclavitudes; quienes en cambio están libres de la seducción del placerdel pecado, saben que ejercitan su libertad realizando el bien y en ello encuentransu felicidad.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Jn 10,17-18 Jesús libremente, sin ser forzado, fue a su pasión en

obediencia al Padre.Día 2 Jn 8,31-36 Jesús es quien devuelve al hombre la libertad.Día 3 Hb 5,8 Jesús en libertad y en obediencia fue a su pasión y

su muerteDía 4 Mt 26,36-46 “No sea como yo quiero, sino como Tú”.Día 5 Jn 8,25-30 Jesús hace siempre lo que agrada al Padre.Día 6 Rm 6,15-23 La salvación y la perfección del hombre están unidas

a la obediencia.Día 7 Hb 10,1-18 El sacrificio de Jesús fue hecho libremente y en

obediencia al Padre.

11. MEMORIZA:“NO SEA LO QUE YO QUIERO, SINO LO QUE QUIERAS TÚ” (Mc 14,36)

12. REPITE FRECUENTEMENTE: “ENSÉÑAME A CUMPLIR TU VOLUNTAD, PORQUE TÚ ERES MI DIOS” (Sal 143,10)

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7: El Sagrado corazón de Jesús

Objetivo:Apreciaremos el corazón de Jesús, nosacercaremos a El para conocer mejor al Señor ypara llenarnos de su amor misericordioso.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Qué importancia le da la gente al “Sagrado Corazón”?2. ¿Qué relación tienes con el Corazón de Jesús?3. ¿Qué has aprendido acerca del Corazón de Jesús?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.Moisés sentía necesidad de conocer a Dios y de contar con su presencia en eltrabajo de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Y dijo un día a Yahveh:“«Déjame ver, por favor, tu gloria» Él le contestó: «Yo haré pasar ante tus ojos toda mibondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahveh; pues hago gracia a quien hagogracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia» Y añadió: «Pero mi rostro nopodrás verlo, porque no puede verme el hombre y seguir viviendo»” (Ex 33,18).Y también después, muchos al orar mostraban su deseo ardiente de conocer aDios y usaban las mismas palabras: “ver el rostro”; y estas palabras significaban lapresencia viva de Yahveh, su ‘mirada’ que se cruza con la mirada de la criatura, lailumina y la alivia. Indica la persona misma de Dios. “Escucha, Yahveh, mi voz queclama, ¡tenme piedad, respóndeme! Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro». Sí, Yahveh,tu rostro busco: No me ocultes tu rostro” (Sal 27 [26] 7). Y en otro lugar: “Tiene mialma sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ir a ver el rostro de Dios?” (Sal 42 [41]3).Cuando el hombre quiere ver el rostro de Dios, Él le hace ver su bondad y sumisericordia, le deja conocer su nombre (que indica lo que Él es). Así el hombreentra en contacto con Dios y trata con Él y, en cierto modo, así el hombre sacia sused de Dios. “Pero mi rostro no se puede ver” (Ex 33,23).Ahora, en el Nuevo Testamento, teniendo a Jesús, Dios-hombre, podemos acercarnosa Él y entrar en contacto con Él. El “rostro” era una palabra símbolo, porque sesabía que Dios no tiene rostro. Pero Jesús no sólo tiene rostro, sino también tienealgo que para nosotros es un símbolo mejor de lo que es la persona: ‘el corazón’.Nosotros hablamos del corazón de una persona para calificar lo que es la per-sona: “de buen corazón” o “de mal corazón”, “de corazón ardiente” o de corazónfrío”, etcétera. El corazón nos indica el modo de ser de la persona y nos describelo más profundo de ella.

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Y cuando hablamos del “corazón de Jesús” hablamos de un corazón de carne,como el nuestro. Y sabemos que el corazón de Jesús tiene sentimientos comonosotros los tenemos. Y su modo de ser nos hace saber quién es Él y cómo es paranosotros. Y no hablamos del corazón de un Jesús histórico, que vivió hace dos milaños pero que ya no vive ahora; hablamos del corazón de un Jesús vivo que ahoramismo está latiendo y que tiene sentimientos hacia nosotros.Jesús resucitado y glorificado tiene un corazón resucitado y glorificado y ahoramismo está “intercediendo por nosotros”. El corazón de Jesús no sólo es un corazóntraspasado por una lanza, es ese mismo corazón pero resucitado, vivo y glorificado.Es también el corazón de Aquel a quien “se ha dado todo poder en el cielo y en latierra”, el corazón del Señor, que es Dios, en quien podemos conocer a Dios (“elque me ha visto a mí ha visto al Padre” [Jn 14,9] ).En el “corazón de Jesús” podemos, pues, entrar en contacto con Dios y conocerlo,conocer en la persona de Jesús la persona del Padre, en la bondad y misericordiade Jesús que perdona a la pecadora y tiene compasión de los que tienen hambre,que es firme en la verdad y en la obediencia al Padre y que tiene una atención ycomprensión para los que buscan seguirlo, aunque sean incapaces de hacerlo.Acerquémonos confiados al corazón de Jesús; meditando el Evangelio aprendamosa conocer el corazón del Señor; hallemos en Él la verdad de quien ha querido serverdadero amigo; vivamos en diálogo confiado con ese corazón y, sobre todo,crezcamos en el conocimiento de Dios en el trato íntimo con el corazón de Jesús.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 13,21-30

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Nos atrevemos, como San Juan, a recostarnos en el pecho del Señor

para hablarle?2. ¿Nos esforzamos por encontrar en el Evangelio los rasgos del Cora

zón del Señor Jesús?3. ¿Dejamos al Corazón de Jesús esperando nuestro diario diálogo con

Él?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.Los hombres siempre han querido conocer a Dios, verlo y conversar con Él.Moisés, el que hablaba a Dios como un amigo, pidió a Dios que “le dejara ver sugloria”. Dios le contestó que le mostraría su bondad y que pronunciaría su nombreante él, pero que no podría ver su rostro: “Mi rostro no se puede ver”.Ahora, después de que el Hijo de Dios se hizo hombre, el que es “imagen de Diosinvisible” (Col 1,15), pueden los humanos acudir a Dios y encontrar, además de surostro, un símbolo que todos entendemos, el corazón humano de Jesús. Paranosotros, el corazón es el lugar donde radica lo más profundo de nuestro ser: allíes donde podemos determinar cómo es la persona, qué piensa, qué sentimientostiene, qué decisiones toma. Todo esto lo podemos conocer acerca de Dios poniendonuestra atención al Corazón de Jesús, mediante la lectura del Evangelio. En losEvangelios se nos describe a Jesús, su vida, su pensamiento, sus sentimientos, susreacciones ante las diversas circunstancias, su modo de hablar, sus actitudes y lafirmeza de sus decisiones para realizar la voluntad de su Padre, así como el granamor por el bien verdadero de los hombres.Al leer los Evangelios no sólo hablamos de lo que Jesús ‘fue’ hace 2,000 años, sino,sabiendo que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hb 13,8), sabemos queJesús, que está vivo ahora, resucitado y glorificado tiene también un corazón humanovivo, resucitado y glorificado y que “está continuamente intercediendo pornosotros”.La vida cristiana, cuando madura, se convierte en una vida de conversación con-tinua, amigable, confiada, sincera y gozosa con el Corazón de Jesús “en el cual estánocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia” (Col 2,3). En el Corazón deJesús es posible fiarnos de manera absoluta y total; en él podemos conocer y tratara Dios. Jesús nos reveló su corazón para que acudamos a Él con plena confianza.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Flp 2,5-11 Los sentimientos del Corazón de Jesús.Día 2 Rm 15,1-13 Vivir conforme al Corazón de Jesús.Día 3 Ef 2,1-10 La sobreabundante riqueza de la gracia de Dios en Cristo Jesús.Día 4 Ef 3,14-21 Conocer el amor del Corazón de Jesús.Día 5 Col 1,24-29 El Misterio escondido desde siglos es Cristo entre nosotros.Día 6 Col 2,1-15 Vivir enraizados y edificados en Cristo Jesús.Día 7 Ap 1,1-20 “No temas, soy yo, el Primero y el Último, el que vive”.

11. MEMORIZA:“TENED ENTRE VOSOTROS LOS MISMOS SENTIMIENTOS QUE CRISTO” (Flp 2,5)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO.

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8: Jesús se da en la Eucarístia

Objetivo:Conoceremos mejor la Eucaristía y nosacercaremos a ella con más clara conciencia delamor de Jesús por nosotros.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Qué cree la gente que es la Eucaristía?2. Si creemos en la presencia de Jesús en la Eucaristía ¿qué tenemos quehacer ante ella?3. ¿Qué piensa la gente de la comunión?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.La celebración del “Misterio de Nuestra FeLa Eucaristía es el misterio del CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO que aparecencomo pan y como vino. Jesús, en la última cena tomó pan y dijo tomad y comedesto es mi Cuerpo. Y después tomó una copa de vino y dijo: Tomad y bebed, estees el cáliz de mi sangre, que será derramada por vosotros. Haced esto en memoriamía”.Sólo la fe nos hace posible saber que eso que vemos como pan y sabe a pan no espan sino el Cuerpo de Cristo; y sólo la fe nos permite estar ciertos de que lo queparece vino y sabe a vino es la Sangre de Cristo. Este cambio del pan en Cuerpode Cristo y del vino en Sangre de Cristo lo realiza Jesús cuando el sacerdote repitelas mismas palabras que Él dijo en la última cena, cuando instituyó la con Jesús, elHijo de Dios hecho hombre, crucificado, resucitado, glorificado y dador del EspírituSanto: allí Cristo actúa sobre nosotros y allí Él nos escucha y entra en contactocon nosotros.La Eucaristía es “Memorial de la Pascua”.“Memorial” en la vida de la Iglesia no quiere decir sólo un simple recuerdo, sinoun recuerdo que hace presente lo que se recuerda. Cuando celebramos la Eucaristíarecordamos y hacemos real, pero incruenta (sin derramar sangre), la Pasión deCristo. “Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el queCristo, nuestra Pascua, fue inmolado, se realiza la obra de nuestra redención”(Vaticano II. Lumen Gentium 3). “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristíason, pues, un único sacrificio”. (CATIC 1367)La Pasión de Jesús se prolonga por todos los siglos, hasta la vuelta del Señor. Demodo que cuando asistimos a Misa, tenemos presente, ante nuestros ojos de la fe,a Jesús en el Calvario, que, crucificado, entrega su vida por nuestra salvación. Poresto en cada Misa, después de la “consagración” decimos: “Anunciamos tu muerte,proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús”. La Misa es la gran oportunidadpara ponernos al pie de Jesús y recibir de Él los frutos de su Pasión.

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La Eucaristía es “Verdadera Comida”.Jesús, al dejarnos su Cuerpo y su Sangre en los signos del pan y del vino, nos da aconocer que él es nuestro alimento, se nos da como comida que nos fortalece ynos da salud. Él es entonces para nosotros fuente de vida, es la Vida que se noscomunica y crece vigorosa dentro de nosotros.Por eso es importante asistir a Misa y comulgar. Quien va a Misa y no comulga escomo quien va a un banquete y se queda mirando comer a los demás. Por esotambién es importante comulgar muy frecuentemente: quienes comulgan todoslos días mantienen vigorosa la vida de Cristo en sí mismos, son personas quemejor pueden pensar como Jesús, conocer su voluntad y hacer las obras de Dios..Como Jesús se da en alimento a todos los cristianos, la Eucaristía también significay realiza la comunión de los hombres en la vida de Dios que se nos da en ella. Laverdadera unión de los cristianos la hacemos con la Comunión en el Cuerpo y laSangre de Cristo.La Eucaristía es Presencia Real de Jesús.Nuestro Redentor dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamentesu Cuerpo. Por eso la Iglesia nos enseña que por la consagración del pan y delvino se opera el cambio de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpode Cristo y de toda la substancia del vino en la substancia de su Sangre”. Lapresencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración ydura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo enteroen cada una de sus partes, de manera que la fracción del pan no divide a Cristo.Por esta razón la Iglesia venera al Señor Jesús presente en la Eucaristía depositadaen el Sagrario o expuesta solemnemente en la Custodia; alienta que se haganvisitas al Santísimo Sacramento, organiza Congresos Eucarísticos y Jubileos de 40horas de adoración al Señor Jesús. Por eso también cuida que no se pierda ningunapartícula del pan eucarístico.Jesús nos espera en el Sagrario y en conversación sencilla, franca y comprensiva,llena de amor y de misericordia, nos da vida cuando vamos a visitarlo. Allí Él nossana, nos ilumina, nos fortalece y establece con nosotros un diálogo que siemprenos hace madurar como seres humanos.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 6,55-66

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿De veras aceptamos que Jesús está realmente presente en la Eucaristía y anteella nos portamos con Él como con un ser vivo, a quien hay que respetar, venerar,amar y tratar con confianza?2. ¿Crees que Jesús experimenta con nosotros la misma pena que sintió con susdiscípulos que no le creyeron y lo abandonaron?3. ¿Ejercitas tu fe cada vez que te acercas a un sagrario?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.Jesús en la última cena tomó pan y dijo “Tomad, comed, este es mi Cuerpo” (Mt26,26) y después tomó un cáliz lleno de vino y dijo: “Esta copa es la Nueva Alianzaen mi Sangre, que es derramada por vosotros” (Lc 22,20). Sólo la fe puede darnos lacerteza de que bajo las apariencias de pan y de vino está Jesús vivo.La Eucaristía es el “memorial” de la Pascua, es decir, de la pasión, muere, sepultura,resurrección y glorificación de Jesús. Con la nueva Pascua Jesús nos redimió. LaEucaristía es un “memorial” de todo esto: no es un simple ‘recordatorio’ de laPascua, es un hacerla presente cuando celebramos la Eucaristía. “Cada vez quecoméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga”. (1Co 11,26).“Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida” (Jn 6,55). La Eucaristíaes alimento que sana y fortalece la vida de Dios en el hombre. Por eso es muyimportante que al ir a Misa comamos dignamente el Cuerpo y la Sangre de Jesús.La Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Jesús realiza la comunión entre nosotroslos que comemos del mismo pan y bebemos del mismo cáliz.La presencia de Jesús bajo las especies de pan y de vino dura hasta que el pan y elvino dejan de ser pan y vino. Por eso la Iglesia pone a la adoración y veneraciónel Cuerpo de Cristo en los Sagrarios, en las exposiciones solemnes que hace en lasCustodias, en las procesiones con el Santísimo Sacramento, en los Jubileos de 40horas, en los Congresos Eucarísticos y en muchas otras formas y ocasiones, animandoa los fieles a que hagan visitas a Jesús en el Sagrario.

9. CANTO.

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10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Jn 6,55-58 La verdad acerca de la Eucaristía nos la enseñó

Jesús mismo.Día 2 Jn 6,60-66 Sólo la Fe nos permite ver a Jesús bajo las

apariencias de pan y de vino.Día 3 Jn 6,52-54 El Cuerpo de Jesús y su Sangre dan vida.Día 4 Jn 6,47-51 Este pan es para que quien coma de él no muera.Día 5 1 Co 11,23-34 Hay que comer el Cuerpo del Señor con todo respeto

y dignidad.Día 6 Jn 6,32-36 Jesús es el pan que da la vida al mundo.Día 7 Jn 6,67-71 Creerle a Jesús junto con Pedro.

11. MEMORIZA:“EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, TIENE VIDA ETERNA Y YO LO RESUCITARÉ EL ÚLTIMNO

DÍA” (JN 6,54)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“QUIEN COME Y BEBE SIN DISCERNIR EL CUERPO COME Y BEBE SU PROPIO CASTIGO”(1 Co 11,29)

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9: Cristo es Rey y vendrá de nuevo

Objetivo:Decidiremos prepararnos para recibir con gustoy con grande confianza la venida del Señor Jesús.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONAL.Expondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Qué imagina la gente acerca de la segunda venida de Cristo?2. ¿Experimentas miedo o alegría por la venida de Cristo?3. ¿Cómo te estás preparando para la segunda venida de Cristo?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.El día en que Jesús “fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios” (Mc 16,19)entró definitivamente en la gloria: el que salió del Padre volvió al Padre para todala eternidad. “Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos”(Rm 14,9).Cristo es ReyJesús elevado al cielo participa en su humanidad del poder y de la autoridad deDios. El es Señor, “me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18).Todo ha sido sometido a Jesús: las cosas, los vivientes, los hombres, los espíritus. Ypor tanto también las vidas y la historia de los hombres. Todo, absolutamentetodo, es para el Señor Jesús, que por nosotros murió y resucitó. “A Él se le dioimperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es unimperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás” (Dn 7,14)Jesús, que es dueño de los hombres y autor de la creación, respeta la libertad delos hombres porque su reino es un reino de libertad. Él no dispone de los hombresde manera arbitraria, deja siempre que todos sean sus súbditos libremente.El es también Cabeza de la Iglesia; elevado al cielo, permanece y reina en la tierraen ella dando la Redención a quienes la buscan. “El final de la historia ha llegadoya a nosotros y la renovación del mundo está ya decidida de manera irrevocable,e incluso de alguna manera real, está ya por anticipado en este mundo. La Iglesia,en efecto, ya en la tierra, se caracteriza por una verdadera santidad, aunque todavíaimperfecta” (LG 48). El Reino de Cristo está ya presente en la Iglesia, aunquetodavía es objeto de los ataques del poder del mal. Estamos aún en el tiempo de lalucha en que cada uno tiene que apropiarse la redención mientras es tentadopara seguir las obras de las tinieblas, aunque éstas ya están vencidas en su raíz.Por eso la Iglesia pide con ardor, con grande y viva esperanza y con absolutaconfianza: “Ven, Señor Jesús” (Ap 22,20).

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El tiempo presente es el tiempo del Espíritu y del testimonio: “recibiréis el EspírituSanto, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea ySamaria, y hasta los confines de la tierra”.(Hch 1,8). Es el momento de anunciar lasalvación que está en Cristo Jesús y de apropiárnosla, precisamente en medio delas luchas y pruebas que son la gran oportunidad que tenemos para confesarnuestra adhesión plena al Señor Jesús.La venida del Señor.La Iglesia tiene que pasar una prueba final que hará que muchos se enfríen en lafe. Jesús lo había anunciado: “Cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobrela tierra? (Lc 18,8). Esta prueba se presentará como una impostura religiosa quehará creer a los hombres que ella les dará la solución a todos sus problemasrenunciando a la verdad: “Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse elHombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva elnombre de Dios y proclamar que él mismo es Dios o es objeto de culto, hasta el extremode sentarse él mismo en el Santuario de Dios” (2 Te 2,3-4).El Reino no se realizará por el crecimiento de la Iglesia que culmine con un triunfohistórico, sino por el triunfo de Dios sobre el último esfuerzo del mal. Este triunfode Dios sobre el mal será el Juicio Final después de que desaparezca este mundo.“Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sóloel Padre” (Mt 24,36).“Ha de venir a juzgar a vivos y muertos”.El juicio que hará Jesús se refiere a la fe en su Palabra, en su Amor y en la graciade la salvación, que se manifiestan en el amor al prójimo. El que cree en Jesúsacepta y vive su Palabra, vive en el Espíritu del Amor y va haciendo suya lasalvación a lo largo de su vida y todo esto lo manifiesta amando al prójimo. “El quecree en Él, no es juzgado; pero el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en elNombre del Hijo único de Dios.” (Jn 3,18).En el juicio aparecerá claramente si nos asemejamos y somos de Jesús, o si no nosparecemos a Él ni somos suyos. Nuestras obras serán las que digan la verdad denosotros mismos. El Juicio Final nos invita a la entrega confiada a Jesús y a suEspíritu que nos hace amar al prójimo.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 12,47-50

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Tomas en serio el hecho de que tus obras son las que dicen qué eres?2. ¿Ves claramente cómo en el Juicio aparecerá claro si amamos a los demáscomo Jesús los ama?3. ¿Valoras la importancia de vivir la fe en esta vida para asemejarnos a Jesús en elJuicio Final?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.Jesús subió al cielo después de haber llevado a cabo la obra que el Padre le habíaencomendado de realizar la salvación de los hombres. “Está sentado a la derechadel Padre”, es decir, Él como hombre participa del poder y del dominio de Diossobre toda la creación.Allí, en su gloria, es el Señor de todo, porque todo existe por él y para Él. Él es eldueño de todo lo que existe, de los espíritus y de los vivientes de carne, de losanimales y de las cosas materiales, pero sobre todo de los hombres, porque noscreó para Él y nos redimió con su sangre: ¡suyos somos!El es Cabeza de la Iglesia y por eso ella es santa, aunque imperfecta. Ella es la queva estableciendo el Reino de Cristo, que todavía no es pleno. Ella tiene aún quevivir en la lucha, en el trabajo de tener que decidir continuamente su pertenenciaCristo y por tanto, apropiándose a diario la salvación que Jesús le ofrece. Por esoaún tiene que vivir la Iglesia en el sufrimiento y en la lucha; por eso también laIglesia dice en todo momento y llena de esperanza “Ven, Señor Jesús” (Ap 2,20). Eltiempo presente es, por tanto, el tiempo del Espíritu Santo y del testimonio, comoJesús lo anunció al subir al cielo.La Iglesia tiene que pasar por una prueba final: “al crecer cada vez más la iniquidad,la caridad de la mayoría se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin se salvará” (Mt24,12-13). El ataque del Adversario de Dios engañará a los hombres y les harácreer que él es la solución a todos sus problemas. Pero la llegada del Reino deDios no consistirá en un triunfo histórico de la Iglesia, sino en el triunfo final deDios sobre el mal, mediante el Juicio Final. “Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada,ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Mt 24,36). Por eso no hay quedar crédito ninguno a quienes van diciendo que ya viene pronto ese día. Sabemosque viene en cualquier momento, pero no sabemos que ya esté próximo.

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Este Juicio Final pondrá en claro de quién somos, nos hará ver a quién hemosservido, cuánto estamos identificados con Jesús. De modo especial hará ver la feque hayamos tenido en su Palabra, en su Amor y en la gracia de la salvación. Y estolo sabremos con la demostración del amor que hayamos tenido al prójimo.El Juicio Final es una nueva invitación a vivir entregados a Jesús, en docilidad alEspíritu Santo que es el amor de Dios que nos alienta y da fuerza para amar anuestro prójimo y que nos resucitará el último día.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Rm 14,7-9 La subida del Señor a los cielos fue para ser el Señor

de todos.Día 2 1 Co 15,12-28 Cristo someterá a Sí todas las cosas y al final el

someterá todo al Padre.Día 3 Mt 25,31-46 El Juicio Final será sobre el amor con que hayamos

amado a los demás.Día 4 1 Jn 4,15-21 En la plenitud del amor está la confianza para el día

del Juicio.Día 5 Mt 25,26-28 No creer a los que dicen que ya viene el Señor, porque

nadie sabe cuándo vendrá.Día 6 Mt 25,1-13 Ser prudentes y esperar despiertos la venida del

Señor.Día 7 2 Ts 2,3-17 Esperar con confianza el día de la venida del Señor

a quien hemos amado en esta vida.

11. MEMORIZA:“SOY REY, PARA ESTO HE NACIDO Y PARA ESTO HE VENIDO AL MUNDO: PARA DAR TESTIMONIO DE LA

VERDAD” (Jn 18,37)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“CRISTO MURIÓ Y VOLVIÓ A LA VIDA PARA ESO, PARA SER SEÑOR DE MUERTOS Y VIVOS”.(Rm 14,9)

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10: Dichoso el queno se escandalice de mi

Objetivo:Nos pondremos frente a la necesidad dedefinirnos ante Cristo, dándole fe o negándosela.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Qué significa ‘escandalizar’ o ‘escandalizarse’?2. ¿Qué escándalos puede causar Jesús.3. La gente de nuestro tiempo ¿qué escándalos recibe ante Jesús?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.Los escándalos que da Jesús.En el tiempo de Jesús hubo mucha gente que tuvo dificultad para creer que “elhijo del carpintero” era el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y decían claramente larazón: “De dónde le viene esto? Y ¡qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esosmilagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano deSantiago? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa deél”.(Mc 6,3). Escándalo es una acción que provoca que se piense mal o se haga elmal; es una desvergüenza. También hoy hay gente que se escandaliza de que unhombre llamado Jesús sea creído como Dios.Pero también entre nosotros hay quienes se escandalizan porque Jesús, el Hijo deDios, es hombre verdadero. Se escandalizarían si vieran a Jesús enardecido y llenodel celo por la casa de Dios, sacando a los vendedores y a los animales del templo.Ellos quisieran encontrar a un Jesús, Dios, que no se opusiera a quienes venden enel templo ‘para poder comer’. También se escandalizarían de ver a Jesús invitado acomer con los ladrones y los pecadores, o hablando a solas con la mujer samaritana.¿Cómo un Dios tan limpio puede estar en contacto con esa gente? Así también seescandalizarían quienes no quisieran ver a un Jesús que criticara la política (elmodo como conducen las cosas los gobernantes), o el proceder de los sacerdotesy de los que conocen las Escrituras Sagradas. ¿Cómo un Dios, que es ‘manso yhumilde de corazón’ va a hacer esas reprensiones? Y esto también les produce‘escándalo’.Nadie puede evitar definirse ante Jesús.En realidad las ideas que nos hacemos de Dios, de lo que Dios hace y del modocomo lo hace, nos impiden ver a Dios en un hombre y a un hombre que es Dios;además, el hecho tan singular de que Jesús es a la vez Dios y hombre, nos poneante el caso único ante el cual tenemos que definirnos: o le creemos o no lecreemos. Y la decisión que tomemos ante Él marcará toda nuestra vida.

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Claro que todos tenemos que buscar ‘razones’ para definirnos. Pero las ‘razones’no bastan para dar fe; la fe no se da sólo porque haya ‘razones’. No podemos teneruna sola razón que nos diga que Jesús es Dios, porque Dios no cabe en nuestracabeza. Y no podemos tener una sola razón para decir que Dios se hizo hombre yque piensa, habla, trabaja, siente, reacciona, quiere, odia (el mal), sufre, se entristecey muere como hombre. Por encima de las ‘razones’ tendremos que definirnoscomo creyentes o no creyentes.Podemos decir que todos tenemos que pasar por la época de los “escándalos”ante Jesús, tiempos en que no lo comprendemos suficientemente; pero no estasetapas tienen que pasar para dar lugar a la fe.Las bases firmes de nuestra fe: el Espíritu Santo y la Iglesia.Para creer contamos con dos bases únicamente: el Espíritu Santo y la Iglesia. Jesúsdijo con toda claridad: “dará testimonio de mí (el Espíritu Santo). Pero tambiénvosotros daréis testimonio.” (Jn 15,26-27). El Espíritu Santo y los miembros de laIglesia que nos dan testimonio son las dos condiciones que nos hacen posiblenuestra entrega de fe a Jesús. Nuestra fe es el asentimiento libre al Espíritu y a laIglesia que nos dan testimonio de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.Nuestra fe no puede reducirse a decir ‘sí’ a quienes nos han hablado de Jesús; esla aceptación de Alguien a quien quiero conocer por la fe que le doy. No creemospor ser ‘vencidos’ (convencidos) por la fuerza de una verdad, aceptamos un nuevomodo de vivir, confiados y entregados libremente a un hombre, igual a nosotrospero superior a nosotros. Ante Jesús sólo podemos decidir vivir con Él y como Él,o sin Él y contra Él.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios. Mt 11,1-6.

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Qué actitud tomas ante las obras de Jesús ante los ciegos, cojos, leprosos ymuertos?2. ¿Por qué sigues, o por qué no sigues a Jesús?3. ¿Te escandaliza Jesús, ese hombre que es Dios , o ese Dios que es hombre?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.En tiempos de Jesús mucha gente se escandalizó de que un hombre común ycorriente fuera proclamado el Mesías, el Hijo de Dios Altísimo. También en nuestrotiempo hay quienes no pueden aceptar que un hombre pueda ser proclamadoHijo de Dios: el hombre está muy abajo y Dios está muy arriba.También hay otros que no pueden aceptar que Dios se haya hecho ‘verdadero’hombre, que piense, razone, ame, decida y actúe, como hombre: Dios está muyarriba y el hombre está muy abajo; Dios tiene una conducta muy elevada, elhombre la tiene muy baja.Esas ideas que tenemos acerca de Dios y del hombre, nuestros pensamientosacerca de lo que es Dios y de lo que Él hace y de cómo lo hace, nos impiden llegara conocer a Dios que quiso hacerse hombre y que ni por eso dejó de ser Dios nitampoco encuentra alguna dificultad en darse a conocer a través de su naturalezade hombre.Las ‘razones’ que tenemos para creer nos las presenta Jesús mismo que hace lasobras del Padre; pero aún ellas no nos ‘convencen’ como para que podemosinclinar nuestra inteligencia ante Jesús. Por encima de las razones está nuestralibre decisión de entregarnos a ese hombre-Dios que nos llama a una vida nueva.Aceptar a ese hombre con quien vivir esa vida nueva, decir ese sí a la nuevaexperiencia de vivir con Él y conforme a su modo de vivir, eso es lo que nos pidela fe en el Hijo de Dios. Entonces experimentaremos la grandeza de ese hombreque ‘hace las obras del Padre’ y que es, a la vez, uno de tantos. Entonces sabremoscómo nosotros podemos participar de esa misma vida suya, llena de Dios yplenamente humana; así ‘comprenderemos’ el amor que Dios es y que nos tiene,porque somos ‘la única creatura sobre la tierra a la que Dios ama por sí misma’

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Lc 2,22-35 Jesús vino “para caída y elevación de muchos”, según

se definan ante Él.Día 2 Jn 1,1-14 Unos recibieron a Jesús y otros no.Día 3 Jn 7,25-36 Los que no le creen buscan una razón; pero sólo

Jesús sabe de dónde viene.Día 4 1 Jn 1,1-4 El testimonio de la Iglesia sigue siendo el de dar a

conocer que Jesús da vida..Día 5 Jn 15,18-27 El odio del mundo y el testimonio del Espíritu.Día 6 Jn 7,40-52 Los que creen, creen a sus palabras, no a las razones.Día 7 Mt 11,1-6 Jesús declara felices a los que no se escandalicen en Él.

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11. MEMORIZA:“PARA UN JUICIO HE VENIDO A ESTE MUNDO: PARA QUE LOS QUE NO VEN, VEAN; Y LOS QUE VEN SE

VUELVAN CIEGOS” (Jn 9,39)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“EL QUE NO ESTÁ CONMIGO ESTÁ CONTRA MÍ” (Mt 12,30)

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11: “La obra de Dios es quecreais en aquel que Él ha enviado”

Objetivo:Apreciaremos el don de creer en Jesús sin haberlovisto y ejercitaremos constantemente la fe en sudivinidad, que nos ha sido dada como un preciosodon.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondrémos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. Cuando la gente dice que tiene fe ¿en qué quiere decir que cree?2. ¿Quiénes son los que creen en Jesús?3. ¿Cómo se puede vivir la fe en Jesús?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.“Estas -señales- han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios,y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Jn 20,31). “Os he escrito estas cosas alos que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vidaeterna” (1 Jn 5,13). Los que creen que Jesús es Dios tienen vida eterna: ésta es laimportancia que San Juan da a la fe en Jesús.Esto quiere también decir que quien no cree no tiene vida, está muerto. “El que creeen el Hijo tiene vida eterna; el que rehusa creer en el Hijo, no verá la vida” (Jn 3,36). Olo que es lo mismo, está en el pecado fundamental, que consiste en no creer:“Cuando –el Consolador- venga ... convencerá al mundo en lo referente al pecado, ...porque no creen en mí”(Jn 16,8-9).Creer es una gracia, pero no creer es, entonces, una desgracia: “El que cree en Él, noes juzgado (condenado); pero el que no cree, ya está juzgado (condenado) porque no hacreído en el Nombre del Hijo único de Dios” (Jn 3,18). Nadie pues en la humanidadpuede eximirse de esta decisión fundamental de definirse ante Jesús, el Hijo deDios vivo: cada uno tiene que elegir, tarde o temprano, cuando Dios se lo pida,entre creer en Jesucristo, o no creerle.La fe en Cristo Jesús, Hijo de Dios, vino a establecer una división profundísima enla humanidad entre los que creen y los que no creen: “Para un juicio he venido a estemundo: para que los que no ven vean; y los que ven, se vuelvan ciegos” (Jn 9,39). Es lamás honda de todas las divisiones que hay en la humanidad y es tan radical quepermanecerá hasta la eternidad.

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El Evangelio de San Juan, en especial, nos va diciendo quiénes creyeron en el yquiénes no le creyeron. En Caná sus discípulos creyeron en Él (Jn 2,11). En Samaria“fueron muchos más los que creyeron por sus palabras” (Jn 4,41).Los que creen que ese hombre llamado Jesús, es verdaderamente el Hijo único deDios, creen, consiguientemente, que la humanidad no es únicamente lo que vemosen el hombre y lo que conocemos por la experiencia, por la historia y por otrasciencias; ellos creen también que, en Jesús, todos los hombres estamos, de algunamanera, unidos a Dios porque Jesús, que es hombre, es también Dios. Creer enque Jesús es Dios es también creer que los hombres estamos unidos a Dios. Poreso, cuando Dios nos revela que ese hombre Jesús es Dios nos revela también queel hombre no es cualquier criatura, sino que es una criatura muy especial, “laúnica criatura sobre la tierra a la que Dios ama por sí misma”.“El que no cree está condenado” (Jn 3,18) porque no acepta la verdad de lo que esJesús y consiguientemente no acepta lo que es él mismo. El hombre no se entiendea sí mismo y se pierde en las tinieblas de su propio desconocimiento cuando noacepta que Jesús es Dios.Como si San Juan nos hiciera en su Evangelio un último llamado a creer, nos poneal final un precioso ejemplo, el del Apóstol Santo Tomás.Este Apóstol, que había dicho a los otros apóstoles que habían visto a Jesúsresucitado: “si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en elagujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”(Jn 20,25), cuandoocho días después vio a Jesús que le dijo: “Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; traetu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente” (Jn 20,27),correspondió a la gracia y dijo: “Señor mío y Dios mío” (Jn20,28). Tomás, que vio aJesús resucitado, no sólo creyó que había resucitado, sino, sobre todo, creyó queJesús era Dios. Jesús le respondió: “Porque me has visto has creído. Dichosos los que nohan visto y han creído” (Jn 20,28). Esta advertencia de Jesús es para todos nosotros.El quiere nuestra dicha llamándonos a creer que Él es el Mesías, el Hijo de Diosvivo.Apreciemos la gracia de creer que Jesús es nuestro Dios y vivamos ciertos de queDios se hizo hombre por amor a nosotros.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios. Jn 6,26-30

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

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6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Qué actitudes tienes ante Jesús: no le crees, lo aceptas como aquel si no teimportara, le crees con resignación, o le crees con el gusto de saber que Él esDios.2. El Espíritu da testimonio dentro de ti. ¿Lo dejas que te dé testimonio y loaceptas con gusto?3. ¿Consideras una tristeza o un gusto el tener que creer sin haber visto a Jesús?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.San Juan escribió su Evangelio para que creamos y para que creyendo tengamosvida eterna. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, el que rehusa creer no verála vida” (Jn ). De tal manera es importante para los hombres creer en Jesucristo,que si no creen ya están juzgados (es decir condenados), por no haber creído enel nombre del Hijo de Dios.Jesús vino al mundo para que los hombres creyeran en Él y así tuvieran vidaeterna. Ante Él los hombres tienen que definirse, y por eso se dividen en dosgrupos: los que le creen y los que no le creen. Esta división es la más profunda quehay entre los hombres y además perdurará hasta la eternidad.Quienes creen que Jesús, que es hombre, es también Dios, creen, desde luego, queDios se ha unido a la humanidad entera al unirse en la naturaleza humana deJesús. Los que creen en Jesús creen también en la profundidad de la dignidad delhombre, que no posee tal dignidad sólo por ser inteligente y libre, sino porqueDios se ha unido en cierto modo a cada hombre.San Juan, al final de su Evangelio nos invita a creer poniéndonos el ejemplo delApóstol Santo Tomás que, no habiendo creído en la Resurrección de Jesús, ochodías después, cuando Jesús lo invitó a ver sus llagas y a meter su mano en sucostado, creyó no sólo en la Resurrección, sino también en que Jesús es Dios, y lohizo diciéndole “Señor mío y Dios mío”.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 1 Jn 5,1-12 “Quien no cree a Dios le hace mentiroso”Día 2 Hch 13,16-41La justificación que no da el cumplimiento de la ley

se obtiene por la fe en Jesús.Día 3 Jn 12,37-50 “El que cree en Mi cree en Aquél que me ha enviado”Día 4 Jn 11,1-27 “Yo soy la resurrección y la vida ... ¿crees esto?”Día 5 Jn 6,41-65 “Nadie puede venir a Mi si no se lo concede elPadre”Día 6 Jn 5,19-30 Lo que hace el Padre lo hace el Hijo, las obras del

Padre son las del Hijo.Día Jn 3,5-21 “Si al deciros cosas de la tierra no creéis ¿cómo

vais a creer si os digo cosas del cielo”

11. MEMORIZA:“LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ PORQUE SUS OBRAS EERAN MALAS”(Jn 3,19)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:NO LO CONFESABAN “PORQUE PREFIRIERON LA GLORIA DE LOS HOMBRES A LA GLORIA DE DIOS”(Jn 12-43)

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12: Se cree con el Corazón

Objetivo:Con libertad decidiremos de corazón dar fe aJesús, el Hijo de Dios, nuestro salvador.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Qué entendemos por ‘el corazón’ y por ‘la inteligencia’? ¿Para qué nos sirvecada una?2. Cuando dices ‘creo que va a llover’ ¿expresas lo que te dice tu inteligencia otu imaginación?3. Cuándo dices ‘creo en Dios’ ¿qué quieres decir?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.El Corazón y la BocaSan Pablo nos dice una frase clave para entender la fe: “Con el corazón se cree paraconseguir la justicia y con la boca se confiesa para conseguir la salvación”. (Rm 10,10).En la primera parte de la frase, la justicia de que habla este texto es la justicia conla que Dios es justo, la justicia que nos hace justos, la vida misma de Dios ennosotros; esa se alcanza con la fe que brota del corazón. En la segunda parte senos deja ver que expresamos nuestra fe diciendo con la boca lo que hay ennuestro pensamiento; y la confesión de este pensamiento, en el que está la fe recta,es la que nos alcanza la salvación.Siempre es necesario que nuestra fe sea recta. Es decir, siempre tenemos queconocer bien lo que cree la Iglesia Católica para poder obtener la salvación. Poreso es importante que siempre estemos estudiando nuestra fe y que nuestraconstancia en el catecismo nos vaya aclarando cada día más nuestra fe. De estamanera podremos dar razón de nuestra fe a quienes aún no la conocen bien o aaquellas personas que nos la atacan.Pero las verdades de fe, (es decir, la fe que se cree), dichas por sí solas con la boca,no nos dan la justificación ni la salvación, es decir, no nos dan la vida de Dios. Haypersonas dicen con la boca lo mismo que dice la fe católica, pero no creen; ytambién hay personas que conocen bien la doctrina de la fe, saben lo que creen loscatólicos, lo dicen bien, pero no creen.Para tener la vida de Dios y para salvarse es necesario creer con el corazón. Esto eslo que nos enseña esa frase de San Pablo. Y ‘con el corazón’ quiere decir con laparte más honda de cada uno de nosotros. El corazón es el centro de las decisionesde cada persona, es aquello que nos permite escoger, entregarnos, elegir.

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La fe del Corazón.La fe procede del corazón, es el primer acto que hacemos cuando creemos: setrata de una elección, una decisión y una entrega. Desde luego, esta decisión seexpresa con palabras y estas palabras expresan ideas y conceptos; pero la fe quenos salva y nos justifica es la fe que damos con el corazón. Por eso, cuando se nospregunta: “¿crees?” no tenemos escapatoria. No se nos pregunta qué sabemos,sino qué decidimos de nuestra vida ante Jesús.Esta es la fe que con frecuencia pedía Jesús: “¿Crees en el Hijo del hombre?” (Jn 9.35);“¿Crees esto?”, le dijo Jesús a María, hermana de Lázaro, antes de resucitarlo. AJesús le gustaba sacar del corazón de la gente el grito: “¡Sí, Señor, yo creo!”.Cuando alguien, con palabras o sin ellas, le dice así al Señor, en y desde el fondodel corazón, es cuando Dios le da vida eterna. “El que cree tiene vida eterna” (Jn6,47). Y si este grito es una actitud continuada por toda la vida, entonces tenemosla vida de fe. La fe es lo único que nos hace entrar en contacto con Dios.Por otra parte, viviendo ya la fe que recibimos en el bautismo, los cristianos nopodemos conformarnos con ‘saber’ que ‘recibimos la fe’ y que por eso “ya tenemosfe”; la fe no se tiene como algo que se guarda en una cajita de seguridad, esnecesario que frecuentemente le digamos a Jesús, desde el fondo del corazón: “Sí,Señor, yo creo”.Cuando decimos este “Sí, creo Señor” Dios se nos da a conocer, nos dejacontemplarlo, hace que de alguna manera lo percibamos y estemos cerca de Él.San Juan nos dice esto de varias maneras: “Nosotros creemos y sabemos” (Jn 6,69);“Hemos visto su gloria” (Jn 1,14); y “Hemos contemplado al Verbo de la Vida” (1 Jn 1,1).La fe nos abre el corazón de Dios.Todo ser humano tiene que dar una respuesta a la pregunta “¿crees?”. Los que nohan conocido a Jesús durante su vida mortal, recibirán de Dios alguna gracia paraaceptarlo libremente.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios. Jn 9,1-38

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE EL SEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. En lugar de darle fe a Jesús, buscas, como los judíos, ‘razones’ o ‘explicaciones’para no creer?2. Cuando Dios te pide que le creas, ¿le dices desde el fondo de tu corazón: “Sí,Señor, yo creo”?3. Compara la felicidad del ciego que cree con el disgusto de los judíos que nocreyeron.

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7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.San Pablo nos enseña que “Con el corazón se cree para conseguir la justicia y con laboca se confiesa para conseguir la salvación”. (Rm 10,10). Con esto nos quiere decirque es necesario que ‘confesar’ con la boca nuestra fe, pero que “creemos” con elcorazón. El corazón es el centro de nuestras elecciones, de nuestras decisiones yde nuestra entrega. Nadie puede ‘entregarse’ a otro libremente, si no es por supropia decisión.Por eso, muchas personas que conocen las verdades de la fe y que no han decididocon su corazón entregarse al Señor Jesús, no tienen fe, aunque se digan católicas.El cristiano es un hombre ‘entregado consciente y libremente a Cristo por lafe”.Cuando el hombre se entrega libremente a Dios es cuando Dios puede darletodos los bienes que tiene para él. El primero y más grande de estos bienes es Sumisma vida divina. ¡Sólo el que cree tiene vida eterna! La fe es absolutamentenecesaria para que el hombre tenga la vida divina.Jesús pidió constantemente a la gente esta fe. Incluso a veces parecía que negabalas cosas a quienes se las pedían; pero lo hacía para hacer crecer su fe (leer Mt15,22-28).Los cristianos no podemos conformarnos con haber recibido la fe. La fe nos fuedada para que viviéramos con ella y de ella. Así como hay personas muy inteligentesque no saben nada porque nunca han usado su inteligencia, así hay personas quehan recibido la fe pero poco o nada la ejercitan. Y Dios nos da su vida divina noporque hayamos recibido de Él el don de la fe, sino por el ejercicio que hagamosde ella.El ejercicio constante de la fe nos hace tener “vida de fe”. Quien vive la fe, es decir,quien vive entregado plenamente a Dios, tiene la garantía de vivir su misma vidadivina, de tenerlo siempre ‘como compañero’ que da sentido a su existencia, alegrasus acciones y le da luz y fuerza para hacer las cosas según Dios.

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Jn 11,17-26 Jesús le pide a María que crea.Día 2 Hch 26,1-29 Pablo narra los hechos de su vida y pide al rey Agripa

que crea a los profetas.Día 3 2 P 1,1-11 La fe es preciosa, nos da muchos bienes y hay que

vivir responsablemente.Día 4 1 P 1,3-9 La fe tiene que ser probada para que crezca.Día 5 Hb 10,32-39 Aún en las dificultades tenemos que mantener firmes

en la fe.Día 6 2 Tm 1,6-14 “Sé bien en quién tengo puesta mi fe”.Día 7 1 Ts 5,1-11 La fe nos lleva a vivir con Jesús, ya sea que estemos

velando, ya durmiendo.

11. MEMORIZA:“EN VERDAD, EN VERDAD OS DIGO: EL QUE CREE TIENE VIDA ETERNA” (Jn 6,47)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“CREO, AYUDA A MI POCA FE” (Mc 9,24)

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13: Si no creéis que yo soy

Objetivo:Descubriremos que Jesús nos pide fe en sudivinidad y con decisión le daremos nuestra fe.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Es posible conocer a Jesús y no creer que es Dios? ¿Por qué?2. ¿Podría la gente tratar con un hombre pensando que trata con Dios?3. ¿Tiene Jesús algo de especial que permita ver que es Dios?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.YO SOYJesús tuvo una discusión con los judíos que le preguntaban “¿Quién eres tú?”, perono querían aceptar sus respuestas ni, mucho menos, reconocerlo. Jesús les dio larespuesta clave que sin embargo no causó en ellos más que rechazo: “Yo soy dearriba, vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréisen vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados” (Jn8,24).Las palabras “Yo Soy” son el nombre divino que Dios dio a Moisés. Moisés, undía en que pastoreaba el ganado de su suegro, escuchó la voz de Dios le ordenó:“Ve, yo te envío al Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto. DijoMoisés a Dios: ¿Quién soy yo para ir al Faraón y sacar de Egipto a los israelitas? ... Si voya los israelitas y les digo: ‘el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros’ cuandome pregunten ‘¿Cuál es su nombre?’, ¿qué les responderé? Dijo Dios a Moisés: Yo soy elque soy. Y añadió: «Asi dirás a los israelitas: ‘Yo Soy me ha enviado a vosotros»” (Ex3,10).Estas dos palabras son el nombre de Dios, el nombre que Dios quiso dar a Moiséspara que lo identificáramos; significan que Dios es el único que es, Él es el queexiste. Esto quiere decir que Dios es algo distinto del hombre el cual recibe suser de Dios, y que Dios no recibe el ser de nadie, sino que es el único existente.Esto quiere decir también que Dios seguirá siendo un misterio para el hombre,porque no logrará comprenderlo. También significa que el Dios de Israel es elúnico y verdadero Dios.JESUS es “YO SOY”.Cuando Jesús se aplica a sí mismo las palabras Yo Soy se confiesa como el únicoSalvador, como Dios que salva, exactamente lo que significa su nombre “Jesús”:Yahvé salva. Los judíos esperaban al Salvador y ese Salvador era Él; pero su ceguerales impedía aceptar que Él era el único Salvador.

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Jesús, que vino a revelarnos al Padre, nos lo da a conocer en su humanidad; perono nos quita el misterio que es Dios, sino que Él mismo se nos presenta como unmisterio. Muchos de los judíos de aquel tiempo y muchos hombres en la actualidadtienen dificultad en aceptar que Jesús es Dios porque ven en él sólo a un hombre,maravilloso y especial, pero sólo un hombre. Los hombres no podemosacostumbrarnos a ver un hombre y a tratarlo como persona divina.LA NECESIDAD DE LA FERealmente no es posible para el hombre darse cuenta de que Jesús es Dios. Sudivinidad siempre permanecerá oculta, no se puede ver, no se puede sentir nitocar. Pero la realidad de su vida, el modo como hace las cosas, la sabiduría de suspalabras y de sus acciones, el poder necesario para hacer lo que hizo, nos dan unindicio de que en Él hay algo especial, que puede acercarnos a la realidad de Jesús,que es Dios y que es hombre.San Agustín escribió unos renglones preciosos que nos ayudan a entender lo quequiere Jesús de nosotros: “Creo que el Señor Jesucristo, diciendo: ‘Si no creéis queYo Soy’, no ha querido decirnos otra cosa sino esto: ‘Sí. Si no creéis que yo soyDios, moriréis en vuestros pecados’. Gracias sean dadas a Dios porque dijo ‘si nocreéis’ y no dijo, en cambio, ‘si no comprendéis’. Si no comprendes, la fe te libera”.Comprender es muchas veces difícil y en no pocas ocasiones imposible; perocreer no es difícil para quien está dispuesto a decir ‘sí’ a quien sabe lo que dice yenseña con desinterés y con amor, a Jesús que nos enseña la verdad para darnosvida. Creer sólo es difícil para el soberbio.

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 8,12-30

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE ELSEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Estás dispuesto a admitir tu incapacidad de comprender a Jesús hombre-Diosy de pedirle que te dé fe para creerle?2. ¿Te das cuenta de la importancia que tiene no ‘morir en nuestros pecados’?3. ¿Puedes prometer con verdad ejercitar diariamente tu fe en que ‘Jesús es Dios’?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.‘YO SOY’ fueron las palabras que Dios dio a Moisés para revelarle su nombre. Leordenó que dijera a los israelitas que ‘Yo soy’ lo enviaba para liberarlos. ‘YO SOY’significa que Dios es el que es, el que existe sin que nadie le haya dado la existencia.Todos los demás seres tienen el ser porque Dios se lo ha dado. Esto tambiénquiere decir que Dios es el único y verdadero Dios.Cuando Jesús dice de sí mismo “Si no creéis que Yo Soy” está proclamando que esDios, que Él es el único Salvador, el prometido que todo Israel estaba esperando,el que había de venir. Él mismo también nos revela que Dios es su propio Padre.Jesús nos revela al Padre a través de su humanidad, pero al mismo tiempo nos dejaa su divinidad en el misterio. Y esto es así porque los misterios nos son inaccesibles;nuestro entendimiento no está hecho para comprenderlos. Por eso Dios le da alhombre el don de la fe; cuando con docilidad el hombre reconoce su incapacidadpara entender misterios Dios hace que el hombre los viva y en ello obtiene lasriquezas de la limpieza del pecado y de la presencia y habitación de Dios en supropio ser.A Dios no podemos decirle: ‘si no te comprendo te rechazo’. Siempre tendremosque decirle: ‘¡no te comprendo, pero te creo! Este don libre de nuestra inteligenciaes lo que Dios nos pide para darnos la plenitud de su vida.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Ap 1,1-8 Jesús es “el que es, el que era y el que será

[o vendrá].Día 2 Jn 10,22-39 Jesús fue acusado ‘blasfemo’ por haber dicho que

es ‘Hijo de Dios’.Día 3 Jn 8,25-30 Sabemos que Jesús es “Yo Soy” porque ha sido

levantado en la cruz.Día 4 Jn 7,25-36 Jesús hace saber que saben de dónde viene Él y

que quien cree lo acepta.Día 5 1 Jn 5,1-13 Quien acepta el testimonio de Dios cree que Dios

nos ha dado vida en su Hijo.Día 6 Hch 13,32-43 Por la fe en Jesús se obtiene el perdón de los

pecados.Día 7 Jn 12,37-50 Quien cree a Jesús cree al Padre.

11. MEMORIZA:“SI NO CREÉIS QUE YO SOY, MORIRÉIS EN VUESTROS PECADOS” ( Jn 8,24)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“YO, LA LUZ, HE VENIDO AL MUNDO PARA QUE TODO EL QUE CREA EN MÍ NO SIGA EN LAS TINIEBLAS”(Jn 12,46)

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14: “Tú das testimonio de ti mismo”

Objetivo:Apreciaremos el valor que tiene el testimonio queJesús nos da de sí mismo y le agradeceremos sutestimonio y el del Padre.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿Conoces gente que no crea que Jesús es Dios?2. Según ellos, ¿por qué no creen que Jesús venga de Dios?3. ¿Qué razones tenemos para decir que Jesús es el Hijo de Dios?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.El Testimonio válido en la Antigua LeyEn la Antigua Ley estaba escrito que para hacer un juicio era necesario quehubiera al menos dos testigos y mejor tres; no era válido el testimonio de un solotestigo. (Cf. Dt 19.15)Es evidente que un solo testigo puede mentir, pero dos o tresfácilmente pueden coincidir y disentir entre sí.Los judíos que discutían con Jesús acerca de quién era Él, le decían, conforme a suley: “Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale” (Jn 8,13). Jesús respondió:“Aunque yo dé testimonio de mí mismo mi testimonio vale porque sé de dónde he venidoy a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy” (Jn 8,14). Losjudíos sólo juzgaban por lo que veían, por lo que aparecía; pero “en la carne noven resplandecer la gloria del Hijo de Dios”, dijo San Agustín. Jesús no tiene en latierra a nadie que dé testimonio de quién es Él.¿Cómo era posible que alguien diera testimonio de Jesús si sólo él viene del Padrey Él es el primero que va al Padre? Nadie podía, ni puede ahora, decir que Jesús noviene del Padre porque nadie ha venido del Padre, excepto Él. Si en unaconversación alguien dice que viene de un lugar que ninguno de los presentesconoce, todo lo que él diga no podrá ser rebatido por otra persona, porque éstano conoce lo que él conoce. Ante lo que él diga lo único que se puede hacer esprestarle fe o negarle fe; pero no habrá razones válidas para afirmar o para negarlo que él dice.El “Otro” que da testimonio de JesúsEs claro que una persona que da testimonio de sí misma puede engañar a losdemás. Por eso Jesús responde: “Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y tambiénel que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí” (Jn 8,18).Ante esta respuesta tan verdadera los judíos, que no podían ver a su Padre, lepreguntaron: “Dónde está tu padre?”, y Jesús respondió exponiendo la realidad: “Nome conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí conoceríais también a mi Padre”(Jn 8,19).

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Con este diálogo Jesús nos hace saber que los hombres no pueden ni podránnunca aceptar el origen de Jesús basándose solamente en las razones humanas oen los razonamientos y leyes de los hombres. Para conocer a Jesús es necesariodarle libremente el asentimiento de nuestra propia fe. Cuando le hemos dado fe aJesús es cuando llegamos a conocerlo, a Él y también al Padre. Entonces podemostener dentro de nosotros mismos el testimonio de Jesús y del Padre. Estos testimoniosson los que nos dan la certeza de que Jesús es el Hijo de Dios y de que ha venidode junto al Padre y de que va al Padre.El hombre cree con frecuencia que es verdadero únicamente lo que cabe dentrode su modo de entender o dentro de sus leyes o costumbres. Para éstos es falso loque está fuera de esos moldes. Es algo así como si alguien pensara que sólo existelo que alcanzara a ver a la luz de un cerillo.Para tener la certeza que nos da la Palabra de Dios que nos revela tantas cosas, esnecesaria la humildad que nos permite aceptar lo que de otra manera no nospuede revelar Dios. Él se nos revela en Jesús; pero la certeza de que lo revelado esverdad sólo la tienen quienes le creen.Jesús es “la luz del mundo” (Jn 8,12); es Él quien puede dar al hombre el poder dever más allá de su inteligencia y de sus reglas, leyes o costumbres. Pero para quereciba este poder de ver es necesario que el hombre abra el corazón para recibirel regalo de la visión. Para que el ojo pueda ver necesita estar sano: tener dentrode sí la capacidad de ver. Por más luz que haya, ésta no podrá ser vista por un ojociego. Jesús es Dios; pero esto sólo pueden saberlo los que le creen a Jesús.Todo esto nos demuestra la necesidad de dejar entrar en nosotros esa capacidadde ver que es la fe. ¡La fe es necesaria para liberarse del pecado!

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios.Jn 8,12-19

5. SILEN1CIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE EL SEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Gozas de que Jesús te dé testimonio de sí mismo, o te sientes defraudado?2. ¿Buscas y recibes con gusto el testimonio que el Padre nos da de su Hijo Jesús?3. ¿Te muestras agradecido al Padre y a Jesús por el testimonio que te dan en tucorazón?

7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

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8. RESUMEN.El testimonio era aceptado en la ley antigua si era presentado al menos por dostestigos. No era aceptado si sólo lo daba uno solo. Pero en el caso de Jesús nadiemás puede dar testimonio porque nadie conoce lo que Jesús conoce. El es el queviene a revelarnos al Padre ¿cómo podría algún otro dar testimonio de que Élviene, o no viene, del Padre? Por eso el testimonio de Jesús solo es válido.Pero, además, hay ‘otro’ que da testimonio de Jesús, y es el testimonio más válidoentre todos: es el testimonio de su Padre. Pero tampoco este testimonio lo puedenentender los hombres porque no conocen al Padre, que Jesús viene a revelar a losque le creen.Para conocer a Jesús es necesario dar libremente nuestra aceptación a la palabraque Jesús nos da cuando nos habla de sí mismo: Él sabe quién es, de dónde vieney adónde va. Creerle es la fuente de nuestra certeza. Cuando nosotros no conocemosalgún lugar y alguien nos cuenta lo que sabe de él, nos fiamos de su palabra y lecreemos lo que nos dice; ésta es la manera de hacernos tener certeza de las cosasque no hemos visto. La fe se realiza sólo en la humildad y sólo los humildes lleganal conocimiento de Dios y de su enviado Jesucristo por la fe en su palabra recibidaen humildad.

9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Jn 1,1-9,15 Juan Bautista da testimonio de la luz que es Jesús.Día 2 Jn 1,19-28 Juan testifica que Jesús es alguien muy digno y

superior a todos.Día 3 Jn 1,29-34 El testimonio del Espíritu Santo acerca de Jesús. (Ver

también Jn 15,26-27)Día 4 Jn 3,11-22 El testimonio de Jesús nos habla de ‘cosas del cielo’

que nadie más conoce.Día 5 Jn 3,25-36 ‘El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz’Día 6 Jn 5,30-35 Jesús no busca testimonio de hombres.Día 7 Jn 5,36-46 El Padre da testimonio de Jesús por las obras del

Padre que Jesús hace.

11. MEMORIZA:“LAS OBRAS QUE EL PADRE ME HA ENCOMENDADO LLEVAR A CABO ... DAN TETIMONIO DE MÍ” (Jn5,36)

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“NOSOTROS HABLAMOS DE LO QUE SABEMOS Y DAMOS TESTIMONIO DE LO QUE HEMOS VISTO” (Jn3,11)

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15: ¿Como podeis creer vosotros?

Objetivo:Reconoceremos que el enemigo de la fe es elpecado de soberbia y buscaremos libre ydecididamente la humildad en nuestro trato conDios.

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1. REVISIÓN DEL TRABAJO PERSONALExpondremos cómo cumplimos el trabajo personal durante la semana y qué experienciastuvimos al cumplirlo.

2. PARTIR DE LA EXPERIENCIA Y REVIVIRLA.Hablaremos voluntariamente de nuestras experiencias.1. ¿A qué crees que se deba que haya personas que no tienen fe?2. ¿Cómo se puede ayudar a los incrédulos para que encuentren a Jesús?3. ¿Es la fe un regalo o es un esfuerzo del hombre?

3. DOCTRINA O CONTENIDO DEL TEMA.Lectura participada y comentada. cada uno de nosotros leerá en voz alta un párrafo y alfinal haremos comentarios.EL VERDADERO ENEMIGO DE LA FE.Si para poder salvarnos necesitamos la fe, ¿Por qué algunos no tienen fe? Si la fe esun don de Dios, ¿podemos decir que Dios no les da la fe a todos?Así como para poder ver la luz necesitamos tener ojos, así el hombre necesita fepara poder creer y conocer a Jesús. Las personas que no tienen ojos o los tienendañados generalmente han nacido con un defecto; también pueden algunas causasexternas haber provocado la ceguera.Respecto a la fe, es necesario tener en cuenta tres cosas:· En primer lugar, no traemos la fe con nosotros al nacer; pero Dios, “que quiereque todos los hombres se salven y lleguen a” (itm 2:4 ) no niega el don de la fe a nadie;· Dios no ciega a nadie, sino que, cuando el hombre rechaza la luz, lo deja seguirel camino oscuro que ha elegido, en el que no está el que es la luz. San Pablo dice“Como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios asu mente insensata para que hicieran lo que no conviene” (Rm 1,28).· No hay cosas externas que estorben a Dios para darnos la fe. Nadie puedeimpedir a Dios realizar su obra.· Hay sin embargo un cierto misterio detrás de los casos de ausencia de fe, quenos deben poner en guardia para que ejercitemos siempre con generosidad la ferecibida y para que alcancemos el don de la fe para quienes no creen.Los que aún no reciben la predicación del Evangelio tienen en la naturaleza manerasde llegar a un primer conocimiento de Dios que prepara para recibir el llamadode Dios a la fe.Pero también hay personas que en realidad tienen el don de la fe, pero no loejercitan. Y ésta es la manera más común de ser y vivir de quienes dicen que notienen fe.Esta falta de ejercicio del don de la fe se debe principalmente a dos causas: lapereza para ponerla en práctica o a soberbia que inmoviliza. Ambas causasproducen la ‘negación’ de la fe, nos impiden ‘dar fe’ a lo que Dios nos revela.

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Podemos, por tanto, decir con San Pablo que “si todavía nuestro Evangelio estávelado, lo está para los que se pierden, para los incrédulos cuyo entendimiento cegó el diosde este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de la gloria deCristo, que es imagen de Dios” (2 Co 4,3-4)Quien de veras ciega al hombre es el dios de este mundo, el que engaña a loshombres desde el principio, el que invita a no creer a Dios, como lo hizo con Evay Adán.“Buscáis la gloria unos de otros”El “dios de este mundo”, que menciona San Pablo, es el Diablo, que trabaja siemprecon engaño, llevando a los hombres por otros lados y por caminos que en aparienciano afectan en nada la fe. Pero Jesús aclaró esto diciendo a los judíos que noquerían creer: “¿Cómo podéis creer vosotros que aceptáis gloria unos de otros, y nobuscáis la gloria que viene del único Dios? (Jn 5,44). Buscar la gloria de uno mismo esquerer ser aceptado o alabado por los demás. Así pasó a algunos judíos de los quedice San Juan: “Aún entre los magistrados muchos creyeron en Él; pero, por los fariseos,no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga, porque prefirieron la gloria de loshombres a la gloria de Dios.” (Jn 12,43). Quien está preocupado por sentirse importante o por quedar bien ante los demásno podrá creer a Dios. Para creer se necesita “inclinarse ante Dios”, someter lapropia inteligencia y el propio deseo de ser estimado a la verdad que Dios nosrevela. Para creer es necesaria la humildad. Jesús es el Hijo de Dios que sehumilló hasta hacerse hombre; el hombre que puede creerle es el que se humillaa sí mismo ante la grandeza del misterio del Hijo de Dios hecho hombre.Y junto con la soberbia, también son obstáculo para la fe los demás pecados a losque nos invita el dios de este mundo. La vida apegada a lo material va produciendoceguera en los corazones.“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8)

4. ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS.Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios. Jn 5, 31-47

5. SILENCIO Y REFLEXIÓN.Dejemos que la palabra de Dios nos transforme. guardaremos silencio durante algunosminutos para acoger en nuestro interior la palabra de Dios.

6. COMPARAR NUESTRA REALIDAD CON LO QUE NOS PIDE EL SEÑOR.Contestaremos voluntariamente a las siguientes preguntas:1. ¿Haces más caso al que viene en su propio nombre a hablar de ‘novedades’,que a Jesús que viene a nosotros ‘enviado por el Padre’?2. ¿Buscas “la gloria que viene del único Dios”, o más bien buscas el aprecio delos otros?3. ¿Aceptas más fácilmente el testimonio de los hombres que el de Dios cuandose trata de Jesús?

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7. ORACIÓN COMUNITARIA.Haremos entre todos una oración comunitaria alabando y dando gracias al Señor que congran amor a los hombres da su Espíritu Santo en primer lugar a sus Apóstoles.

8. RESUMEN.Para salvarnos necesitamos creer; para creer necesitamos el don de la fe; la fe esun don divino. ¿Podemos entonces decir que los que no creen no tienen el don deDios para creer?.Aunque siempre hay un misterio detrás de la no creencia y de la falta de fe, enmuchísimos casos podemos más bien hablar de personas que tienen el don de lafe, pero no la practican. La fe no es una cosa ya hecha y terminada que se nosentrega para que la guardemos o la luzcamos; es ante todo una capacidad queDios nos da para que la ejercitemos responsablemente y con ella librementevayamos apropiándonos de la salvación y finalmente la alcancemos.Dios, “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de laverdad” (1 Tm 2,4), no niega a nadie el don de la fe; tampoco Dios ciega a nadiepara que no vea la verdad. Más bien los que no creen no han sabido ejercitar sufe (en muchos casos por pereza) o han preferido la oscuridad del pensamientohumano a la luz esplendorosa de la fe; y a estos Dios los deja en lo que hanescogido libremente; pero Dios no los ha condenado a la oscuridad.El verdadero enemigo de la fe es el pecado, y esto desde el principio de lahumanidad. La pereza y la soberbia son dos pecados que obstaculizan seriamentela fe. La pereza que nos impide acercarnos a Dios, oírlo, escucharlo y creerle; sonlas personas que no van a Misa, ni leen la Palabra de Dios en la Biblia, ni hacenoración. La soberbia es la de quienes sienten vergüenza de escuchar a Dios (estosson los que buscan la gloria unos de los otros) y que, para no ser menospreciadoso excluidos, prefieren que los demás no sepan que cree en Jesús, o la de quienescreen que con su inteligencia van a comprender mejor la verdad de Dios y delhombre.La auténtica y correcta actitud ante Dios que nos revela a su Hijo es la humildad.Ésta pone al hombre en la verdad y le da la verdadera paz. La humildad da laseguridad del bien y de la verdad, ella nos hace percibir la belleza que hay en Diosque nos descubre la verdad y nos da la paz que trae el bien. Ella nos limpia elcorazón de las falsedades y nos concede la pureza del corazón, para “ver a Dios”.(Mt 5,8).

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9. CANTO.

10. LEE, MEDITA Y ACTÚA.Día 1 Mt 21,28-32 Para poder creer es necesario convertirse.Día 2 1 Ts 2,1-6 Para vivir cristianamente es necesario no buscar la

gloria que viene de los hombres.Día 3 Col 3,18-24 Servir al Señor, no buscar el favor de los hombres.Día 4 Ef 6,5-9 Vivir el evangelio buscando agradar sólo a Dios.Día 5 Lc 24,13-32 Los discípulos fueron “tardos para creer” por sus ideas

acerca del Mesías.Día 6 2 Ts 2,7-12 Poder seductor del “mentiroso” para inducirnos

a no creer.Día 7 Jn 9,39-41 Los que viven según el mundo son ciegos para lo

que Dios revela.

11. MEMORIZA:“¡CÓMO PODÉIS CREER VOSOTROS QUE BUSCÁIS LA GLOIRA UNOS DE LOS OTROS?” (Jn 5,44).

12. REPITE FRECUENTEMENTE:“BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS” (Mt 5,8)

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