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Libro VI Genealogía Del Gesto

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Libro VIGenealogía Del Gesto

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Genealogía del Gesto Flores en Vida

Gesto “Final” Julio 25 de 2019

Guión “Final” de Gesto Flores en Vida

Actor 1: Hugo.

Actriz 2: Haio 1 y Si.

Actor 3: Haio 2 y ayudante salto de fe.

Actor 4: Muerto con máscara y Haio 3.

Actor 5: Gata, ayudante salto de fe y Haio 4.

Actor 6: Haio 5.

Actriz: Vira y Haio 6.

Cómplice 1: Sonido.

Cómplice 2: Mujer del Cigarrillo.

Materiales:

Sombrilla

Zurriagos (2).

Hojas secas.

Antorchas (5).

Soportes para antorchas (3).

Encendedor.

Cigarrillo.

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Linternas Led (4).

Luz de piscina led inalámbrica multicolor.

Lata de pintura negra en aerosol.

Transmisor FM portátil.

Pintura Flourescente.

Hacha.

Parlantes (3).

Linternas para casco de bicicleta (5).

Pares de canicas grandes de color blanco (2 pares).

Gabardinas (5).

Pantalones (4).

Camisas negras (4).

Sombreros negros iguales (4).

Tocado para Si (1).

Tocado para Gata (1).

Vestuario para Gata.

Máscara de persona muerta (Alpho).

Máscaras de Haio (7).

Un hombre con una sombrilla abierta la cual des-pide luz hacia su portador espera al público.

Hombre Dirigiéndose al público: Buenas tar-des respetado público, mi nombre es Hugo Alberto

Rodríguez Quiroga y los invito a que me ayuden en tres cosas muy importantes para mí; la primera es

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por favor sintonicen en sus celulares la emisora 87.5 (en caso de que no tengan audífonos les puedo prestar los míos) Saca y le brinda al público unos audífonos.

Una vez hecho esto por parte del público Hugo vuelve a hablar.

“Lo segundo que les pido es que por favor se preparen y busquen estar lo mejor dispuestos para nuestra larga caminata…”

“Lo tercero es que por favor traten de seguirme en lo posible ya que el camino es algo laberíntico y no quiero que ninguno de ustedes se pierda en el viaje…”

Ejecuta una secuencia de calentamiento con el público para disponerse a caminar.

Entre el público hay un cómplice que tiene entre sus manos un transmisor FM portátil, con una apli-cación de mezcla de sonido en vivo, reproducirá una entrevista (la cual se encuentra al final de este apartado) y la alternará con diferentes efec-tos de sonido y música según lo que esté pasando en la acción.

Hugo camina hasta la cima de las pequeñas mon-tañas y observa el paisaje que está por delante, disponiendo la sombrilla de tal manera que deje ver al público lo que él está viendo. En el fondo se puede ver a Haio tratando de terminar un escri-to en pintura sobre un camino. Al verse descubier-to emprende la huida.

A través de la emisora de radio se escucha la propaganda de radio recuerdos.

Baja la pequeña colina y explora el espacio, aprovechando la luz de su sombrilla apunta al piso para dejar ver lo que se estaba escribiendo.

En el camino se puede leer “Estos no son mis ojos”. La última palabra está incompleta.

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Hugo agarra una lata de pintura que reposa al lado del camino y termina de escribir la última

palabra.

Hugo se pone de pie haciendo el gesto de escuchar algo a lo lejos y apaga la luz de su sombrilla.

Junto a un árbol una luz se prende y un cuerpo cae mientras Haio, quien estaba junto a él y quien

había prendido la luz, se aleja corriendo.

Hugo vuelve a prender la luz de su sombrilla y se va acercando a la escena que acaba de verse.

En el piso reposa un cuerpo con una máscara y en su mano sostiene un par de ojos. Hugo toma los

ojos y se los guarda en el bolsillo para luego continuar su camino.

Hugo explora con la luz la corteza de los árbo-les en busca de algo. Se recuesta en uno de ellos

y mira en una dirección determinada apagando la luz.

A unos cuantos metros se ilumina un espacio don-de aparece una presencia, esta tiene un tocado y

despide luz de diversas partes del cuerpo, sostie-ne entre sus manos un par de zurriagos que hace

sonar blandiéndolos con fuerza.

La imagen dura un par de minutos y la luz se apaga, por lo cual Hugo vuelve a prender la suya.

Durante la anterior imagen Hugo aprovechó para hacer su primer y sutil cambio de vestuario.

Hugo continúa su camino y en la distancia se ve a Haio cruzando entre dos edificios.

En el sonido se escucha una voz que interrumpe la entrevista que dice “Atrás”. Hugo gira para ver el camino recorrido y se ve a Haio cruzando entre

los árboles.

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La voz vuelve a sonar y Hugo gira nuevamen-te en dirección a donde se dirigía inicialmente y se vuelve a ver a Haio cruzando para desaparecer atrás de un edificio.

Ahí es a donde se dirige Hugo, no sin antes se-guir revisando la corteza de los árboles, gracias a la luz se descubren inscripciones y huellas en estos.

Al llegar a la construcción, una vez más y gra-cias a la luz se descubren otros textos, Hugo re-corre la construcción develando en su totalidad la inscripción. Al llegar al final de ésta, se en-cuentra intempestivamente con Haio quien lo tira al piso para salir corriendo nuevamente.

Hugo se recupera y va en dirección al lugar don-de huyó Haio.

Dirige su mirada a un árbol talado y hace el gesto de querer escuchar. Hugo se recuesta en él cambiando el color de la luz para develar un dise-ño pintado sobre este árbol, el cual consiste en la cabeza de una serpiente.

A unos cuantos metros, una luz se prende y un Haio hace una secuencia de nacimiento, que al ter-minarla sale corriendo para desaparecer. Mientras tanto Hugo aprovecha para hacer otro pequeño cam-bio de vestuario.

Hugo sale en su búsqueda, desde donde desapa-reció Haio, aparece una figura (Si) semidesnuda, lleva un tocado hecho de telas de diez metros que se arrastran, va atravesando un camino. En una de sus manos porta un hacha que arroja al lado de un árbol talado. En cuanto lo anterior ocurre, Haio sale detrás de un árbol y agarra el hacha para golpear tres veces dicho árbol, lo cual se corres-ponde con tres gritos, para luego salir corriendo nuevamente.

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Una vez Si termina de cruzar, Hugo atraviesa el camino para observar de cerca el hacha que quedó

clavada.

Se sigue avanzando un poco más y se ven árboles iluminados de donde proceden sonidos el sonido del

radio esta vez se interrumpe para dejar escuchar el que circunda el espacio.

Hugo aprovecha para hacer otro pequeño cambio de vestuario allí.

Luego de ver que el público escuchó lo que había en ese espacio, Hugo continúa su camino.

Descubre otros textos y siluetas en una pared al hacer el cambio de luz de su sombrilla y luego de

dirige a la orilla de otro camino.

Una presencia con un manto rojo cruza el camino con un caballo, una vez lo hace Hugo cruza la vía.

Hugo entra a una cueva y en el momento que lo hace dos presencias hacen una secuencia de contac-

to de carácter romántico.

Hugo sale por el costado contrario de la cueva y aprovecha para ponerse las últimas partes de su

vestuario.

Una vez se termina el contacto, Hugo aparece completamente vestido de Haio conservando todavía

su sombrilla, va a donde lo espera una mujer, ésta saca un cigarrillo y lo prende con un encendedor,

intercambiándolo por la sombrilla.

Haio (Hugo) continúa su camino y se encuentra con una antorcha apagada la cual prende con el en-

cendedor recién adquirido.

Sigue su camino hasta encontrarse con un muro, apoya la antorcha en un soporte que está sobre el

muro y sube a la parte superior de él.

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Hace el salto de fe, Dos o tres ayudantes reci-ben con sus brazos al Actor que cae, éste una vez es recibido sale lo más rápido posible al centro de la estructura de piedras mientras los ayudantes rodean el muro por el lado donde no se encuentra el público para unirse a éste.

El cómplice (el cual se muestra como el verda-dero Hugo) del sonido agarra la antorcha y sigue revisando el muro. Lo rodea y se encuentra con una persona sentada pidiendo limosna con un sombrero, Hugo saca de su bolsillo un par de ojos y los de-posita en el sombrero.

Hugo continúa su camino hacia un círculo de piedras.

En el círculo de piedras se ve que cada una está iluminada con un velón o antorcha, en el centro hay unos muebles escenificando una cabina de pro-grama radial o de entrevista de programa de tele-visión viejo.

Hugo deja la antorcha en una de las piedras y se acerca a una mesa central, prende un dispositivo y en los audífonos se escucha la carta de Haio.

Hugo se sienta y dirige la mirada a una carrete-ra externa viendo como Haio se aleja por esta.

Uno de los cómplices va apagando una por una las luces.

Texto entrevista

“Periodista

Entrevistado

Un cordial saludo a nuestra amable radio escu-cha, les damos la bienvenida a nuestro programa

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“Al filo de la noche”. Hoy tengo el placer de anunciarles a nuestro especial invitado, el cual

nos viene a compartir un descubrimiento que asegu-ra dejará a más de uno con la boca abierta. Pero

dejemos que él mismo se presente ¡bienvenido!

Muy buenas noches, mi nombre es Efraín Solano y es un placer estar aquí compartiendo con ustedes

en este espacio.

Pero cuéntenos ¿quién es Efraín Solano?

Bueno yo soy artista plástico egresado de (in-terferencia) y actualmente me desempeño como maes-tro de planta en dicha universidad en la facultad de artes, cargo que ocupo desde hace alrededor de diez años, y que alterno con trabajos de campo en donde me centro en investigar el tema de la plás-tica y la naturaleza y de cómo esta es la primera

y principal productora de arte.

Interesante… ¿y nos podría contar en qué consis-te esa idea?

Bueno es un tema bastante complejo que se me hace difícil explicar en unas pocas palabras, pero

digamos que mi postura es que el artista es sim-plemente un estudiante de las cosas que operan en el caos aparente de la naturaleza buscando de una

u otra manera esa múltiple y posiblemente inagota-ble capacidad que tiene la naturaleza de producir, recrear, reconfigurar e inclusive hasta de montar, esto no es algo yo me haya inventado me baso prin-

cipalmente en los ensayos de…

Bueno perdóneme que lo interrumpa, pero creo que aburriríamos a nuestros queridos oyentes entran-

do en tecnicismos, además que la razón por la que usted está aquí no es para hablar de su trabajo

académico ¿o sí?

No efectivamente no, y aunque tendría algo que ver, aclaro que es algo que se sale de mi campo de

estudio, aprovecho para agradecer la oportunidad que me dan sus micrófonos para compartirlo.

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Bueno pero cuénteme ¿Quién es Haio?

(Risas) Bueno le confieso que me agarró con la guardia abajo con esa pregunta, me imaginaba algo de contexto antes de hablar de ello (Silencio) Haio es el personaje o más bien un ser cuya histo-ria data de miles o inclusive me atrevería a decir de millones de años atrás en la historia humana.

Bueno (ríe por lo bajo de manera irónica) con razón nos aseguraba tras micrófonos que lo que nos viene a contar va a ser difícil de creer...

Si, la realidad es que usted está en todo su de-recho de no creerme, yo la verdad no me lo creí al principio.

Pero pongamos a la audiencia en contexto, cuén-tenos su historia.

Si, como le iba diciendo una de las labores a las que me dedico es a la del trabajo de campo, esto en realidad no es sólo por mis intereses aca-démicos, sino por la búsqueda y posterior investi-gación sobre ciertas ruinas.

Verá, de mi abuelo heredé unos manuscritos que hablaban de algo había encontrado, junto a esto había un material que al parecer era el estudio insipiente de una lengua hecha a base de ideogra-mas. Luego de compararla con otras lenguas que utilizan ese mismo sistema me di cuenta que aque-llo me era totalmente desconocido.

¿Ideogramas se refiere a?

Símbolos que más que representar una letra de un alfabeto representa una idea o un concepto, pasa en algunas lenguas antiguas y modernas de Asia.

Es decir no era Chino, Japonés o de ningún otro idioma por el estilo…

Exacto no era Mandarín ni Japonés ni egipcio ni nada que se le pareciera…

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¿Y entonces que era?

Algo totalmente desconocido como le digo, algo que de lo que mi abuelo se percató y descubrió.

¿Un nuevo idioma? O mejor dicho ¿Un idioma que no se había descubierto?

Al parecer al principio fue eso, pero después fue mucho más según pudo constatar mi abuelo.

Queda más que claro que el verdadero descubri-dor de lo que nos está contando es su abuelo, pero

siendo así ¿Por qué es hasta ahora que esto se quiere llevar a la luz?

Bueno creo que usted entenderá, mi abuelo no era un hombre de academia, no con eso quiero decir que no fuera inteligente, todo lo contrario, no habría

hecho lo que hizo si no hubiera sido un hombre brillante, pero eso no le quitaba lo desconfiado, entonces como sabía que había encontrado las rui-nas de algo y ese algo parecía ser importante no

quiso hablarle a mucha gente al respecto por temor a que lo tomaran por loco o peor aún lo dejaran

al margen de la búsqueda de todo lo que prometía aquello.

Unas ruinas, fue eso a lo que lo condujo el pri-mer descubrimiento de…

Unas piedras planas que contenían los ideogramas de los que le hablaba.

Eso lo supo por…

Unos apuntes de él.

Y con respecto a las razones para guardárselo ¿Fue eso lo que le dijo su abuelo?

No, en realidad nunca me habló al respecto, pero me guío por lo que decía a veces con res-

pecto a los oportunistas, por su carácter y por

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ciertas anotaciones que tenía en el archivo que le comento.

Pero volvamos a la historia, me decía que eran unos manuscritos y apuntes sobre una lengua desco-nocida hechos por su abuelo y del posterior descu-brimiento de unas ruinas, pero siendo más especí-ficos ¿Qué se decía en dichos apuntes?

Bueno era de todo un poco, en el caso de la len-gua eran como ideas gramaticales y el significado de ciertos ideogramas, en los manuscritos se ha-blaba de lo que posiblemente trataba el grueso del texto original, un diario de campo con los reco-rridos y las ubicaciones de los hallazgos y los detalles de estos: bocetos, dibujos e inclusive ilustraciones de lo que se imaginaba mi abuelo ha-bían sido en el pasado aquellas ruinas.

Y me imagino que usted retomó donde su abuelo había dejado.

Efectivamente, pero eso no fue tan rápido o fácil como se imaginará, verá yo nunca es que hubiera sido muy aficionado a las excursiones, fue después de haberme hecho profesional que le agarré cari-ño a la exploración, mientras tanto lo que hacía era revisar o retomar de vez en cuando la lectura de esos textos, por momentos con incredulidad y en otros con genuina curiosidad.

¿Y llegó a hablar con su abuelo al respecto? ¿Qué le decía? ¿O ya estaba muerto para cuando usted tuvo acceso al material?

Como le acabo de decir lo heredé, él ya estaba muerto.

(Risas) Disculpe, entiendo ¿Alguna teoría del por qué le delegó esos papeles?

(Silencio) la verdad es que no…

¿Y su abuela? ¿Seguía viva? ¿Pudo hablar con ella u otro familiar o amigo cercano sobre el tema?

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No.

¿Por qué?

(Silencio) Cosas de la vida….

Bueno nos deja con la incógnita como seguro a muchos de nuestros oyentes, pero bueno, decía que en ese tiempo se dedicaba por épocas a repasar lo

que dejó su abuelo, ¿Cuándo y cómo fue que por fin encontró los vestigios de lo que me habla?

Fue poco después de haber entrado como profesor de la universidad. Mire yo la verdad hubiera que-

rido haberlo hecho antes pero justo al salir de mi pregrado inicié el proyecto de tener una familia, quién es actualmente mi esposa había quedado em-

barazada poco antes de graduarme y bueno usted se imaginará que no podía andar por ahí jugando al

explorador cuando tenía una bebé en camino.

Sí, había aprovechado algún momento libre para acercarme al lugar del que hablaba mi abuelo, pero

el tiempo nunca me dio para profundizar en ello.

Ya fue una vez con la estabilidad que me dio el trabajo académico y el apoyo de ciertas personas que me mandé de cabeza a encontrar alguna pista concreta, ya para ese entonces el trabajo sobre

los manuscritos estaba algo adelantado gracias a la ayuda de algunos amigos, se corrigieron algunas cosas y otras se completaron, entonces cuando fi-nalmente emprendí las búsqueda ya había mucho más

en lo cual apoyarme.

En realidad fue en cuestión de meses lo que tar-dé en encontrar de lo que hablaba mi abuelo, no le niego que hubo frustración de haber desperdiciado tanto tiempo sin buscar, porque la verdad es que

no están muy lejos de aquí y tampoco el acceso es que sea muy complejo.

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¿Muy cerca de aquí?

Si.

¿Y es posible que nos dé información más detallada?

Para quienes me deseen ayudar de seguro habrá más información, por ahora prefiero no extenderme en el asunto.

¿Bueno y cuando habla del apoyo de ciertas personas a quienes se refiere?

La verdad es que eso tampoco quisiera divulgarlo ahora.

Para alguien que quiere hablar de un descubri-miento déjeme decirle que nos la está poniendo di-fícil, pero bueno ¿y qué era lo que había en esas ruinas exactamente?

Diversos objetos: tablas en piedra escritas con este lenguaje del que le he hablado, materiales en metal desde armas hasta utensilios de la vida diaria, grabados, de hecho me sorprendió el grado de detalle con el que estaban hechos porque uno se imaginaría que fueran algo cercano a un jeroglífi-co, pero no, podían dar cuenta de lo que trataban con facilidad.

¿Y de qué trataban?

Bueno era de todo un poco, la guerra, la vida diaria, la flora, la religión, incluso habían ma-pas cosa que me sorprendió muchísimo viendo las escalas que manejaban.

¿Qué eran?

De todo el planeta…

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Pero sin lugar a dudas lo que más me sorprendió fue la fauna que allí se describía, en un princi-

pio pensaba que se trataban de animales mitoló-gicos como suele suceder, creo yo, en cualquier sistema de creencias religioso, pero al articu-

lar aquellos dibujos con lo que me había dejado mi abuelo entendí que efectivamente se trataban de animales que por lo menos para esa civilización

eran reales.

Traté de encontrar los textos que había trans-crito mi abuelo pero de eso solo hallé lo que

estaba en los grabados, lo otro seguramente se lo habría llevado a otro lugar para transcribirlo.

Ya fue con el tiempo y los varios viajes que hice a ese lugar que me di cuenta que gran parte de lo que faltaba en la historia y que no alcanzó a co-

piar mi abuelo, se encontraba allí.

¿Y ahí es donde aparece Haio verdad, de él es que trata la historia verdad?

Efectivamente…

Pero no nos adelantemos otra vez, más o menos lo que me está diciendo es que usted descubrió los

restos de una suerte de Atlántida…

Yo no lo pondría en esos términos, verá, los Atlantes hasta donde yo tengo entendido son la po-

sibilidad sobre una de las muchas civilizaciones que habitaban este mundo, sin embargo de lo que

habla todo esto que le cuento es de todo un mun-do, que sí, por supuesto es a través de la mirada

de una civilización, pero como le digo el grado de detalle e información que allí se encuentra dan

cuenta de escalas planetarias…

Es decir que esa civilización llamémosla at-lantes o no, tenía conocimiento de todo el mundo

¿verdad?

Le repito que yo no los llamaría atlantes porque además me atrevería a decir que son mucho más an-

tiguos que ellos.

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Por otro lado, sí, según lo que he podido ver y examinar con todo y mi ignorancia en ciertos temas es posible que esta civilización conociera en su totalidad los confines del mundo…

¿Los confines de este mundo?

Si y no, ellos le llamaban Ánima, un mundo con un solo y vasto continente rodeado de océano.

(Risa irónica) ¿El mundo donde vive Haio?

Exacto.

Bueno ¿Y entonces cuál es su teoría? ¿Quiénes cree que son estos hombres que escribieron sobré esa Ánima y llegaron a la cima de aquella monta-ña? porque seamos francos y su cara me dice que me está dando más información de la que quiere, no pudieron haber bajado del cielo ¿o sí?

(Silencio) No es “esa Ánima” es “ese mundo lla-mado Ánima” y con respecto a su pregunta, no, no creo que hayan bajado del cielo, creo más bien que emergieron de las profundidades del subsuelo.

¿Es decir?

Mire, lamento decir que yo no sé mucho de geo-logía, he leído muy poco y admito que ha sido por todo lo que he tenido en frente de mis narices, y eso ya es demasiado trabajo para una sola perso-na, lo que sí le puedo decir es que estas monta-ñas que vemos ahora cientos de miles de años antes o inclusive millones de años atrás estaban en las profundidades del océano, y previamente me atreve-ría a decir formaban parte de una geografía sobre la cual habitan hombres.

¿Me está diciendo que esas ruinas sobrevivieron por millones de años pasando de estar en una planicie al fondo del mar para terminar en la cima de una montaña prácticamente intactas?

Yo no he dicho que intactas.

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(Con voz de exasperación) Vamos a una pausa mu-sical y ya volvemos con “Al filo de la noche”

Regresamos aquí al lado del profesor y artista Efraín Solano. Nos estaba contando de su hallazgo y de la conjetura que nace de él. Pero bueno vol-

vamos al principio profesor Efraín ¿Quién es Haio?

Cómo le he dicho Haio es (distorsión del sonido por varios segundos o minutos)

¿Y eso que usted me dice…

Está en mi traducción.

¿Y usted cree que dicho personaje fue real? ¿Qué lo que se narra en esa historia realmente si

sucedió?

La verdad es que lo que yo opine o crea no impor-ta, sólo invito a quién me quiera ayudar de manera genuina a que lo vea con sus propios ojos, será el tiempo el que espero termine dando las respuestas.

¿Pero debe tener pruebas de alguna índole no? No estaría dedicándole tanto trabajo si no creyera en

lo que encontró.

Las ruinas no se moverán de su lugar, de hecho ya he encontrado las primeras piedras de su panteón, están casi intactas, de los diez tengo a (distor-

sión de sonido) pero si alguien quiere pruebas aquí mismo sin tener que hacer el viaje conmigo,

le puedo demostrar al menos que aquél lenguaje es verás porque cumple la ley de Zipf.

¿Perdón la ley de qué?

De Zipf es una ley que utiliza la matemática o más bien las estadisti…

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Mejor no entremos en esos temas, nos queda poco tiempo y de seguro nuestra radio escucha quiere saber más sobre lo que nos está contando… ¿Cuando dice que busca ayuda me imagino se refiere a la del tipo financiero verdad?

Lamento admitir que sí, sin embargo el trabajo de otras personas es más que bienvenido, pero en estos proyectos es necesario o casi que urgente el aporte de dinero…

Ya han escuchado amable público, quien quiera ayudar o patrocinar al profesor Efraín se puede aproximar a…

Dejaré mis datos aquí en la emisora para quién se quiera acercar y preguntar por mí, también se pueden acercar a la Universidad (ruido) a la fa-cultad de artes y con gusto los atenderé.

Una pregunta un poco incómoda: ¿No teme que su reputación como académico se vea afectada por esto que nos dice?

Tal vez lo bueno del arte es que a la verdad la llamamos como tal y a la mentira: ficción…

(Risa por lo bajo irónica) Una última pregunta ¿Cómo le gustaría ser recordado? ¿Cómo el artista? ¿El docente? ¿El investigador? ¿El multimillona-rio? (irónico)

Entiendo su pregunta y la verdad no me es extra-ña, todo esto lo hago porque quiero que mis hijos me recuerden con orgullo, si lo que hice cambia el mundo o lo deja como está, o si es trascendental para pocos o para muchos no me preocupa en exceso, lo que si me importa es que ellos sepan que siem-pre quise hablar con la verdad, que mi trabajo lo hice de manera honesta y sin miedo a lo que otros pensaran, que todo esto, inclusive esta entrevista tiene un significado para mí porque lo hago pen-sando en ellos, que dentro lo poco o lo mucho que les pueda dejar a nivel material les puedo dejar el testimonio de mis acciones y de que hice mi

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mejor esfuerzo para encontrar la verdad y para ser un buen padre, para ser alguien íntegro y honesto

dispuesto a quererlos con toda el alma… pero bueno ¿Qué padre no lo haría? Si mi…

Sí (Interrumpiendo) “¿Qué padre no lo haría?” pero bueno amables radio escuchas ahí lo tienen

Efraín Solano, el docente, el artista, el investi-gador, el padre de familia… pero sobre todo el so-ñador, hasta una próxima ocasión y nos veremos “Al

filo de la noche””

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Penúltimo Gesto.

Reparto:

Actor 1

Actor 2

Actor 3

Ayudante Principal

Cómplices salto de fe (2 a 3)

Cómplice piedra de Si

Cómplice muerto con máscara

Cómplice fumador

Materiales:

Sombreros negros idénticos (al menos 3)

Juego de pantalón y camisa negro(al menos 3)

Gabardina negra (al menos 3)

Zurriagos (de 16 en adelante)

Garrote para combate (1)

Luces de navidad portátiles color ámbar (las su-ficientes para describir una silueta humana y aco-plar a una camisa de los actores.)

Báculos para la luz (2)

Luces de cabeza para actores (3)

Puntura carmesí.

Linternas o luces led para acoplar a los báculos.

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Fotografías familiares.

Colbón o pegante para fotografías.

Cinta.

Celulares o reproductores de sonido para insta-lar en zonas del recorrido.

Parlantes portátiles con buena potencia (2)

Jaula opaca para llevar uno de los parlantes.

Celular u otro dispositivo para reproducir la música en parlantes (2)

Máscaras para personaje masculino y para perso-naje femenino.

Máscara para Gata.

Un hombre bajo un farol completamente vesti-do de negro, con gabardina, sombrero y una másca-

ra de mallas con una linterna de minero en la boca espera al público. En una de sus manos porta una jaula de pájaro y en la otra tiene un báculo con

linternas acopladas.

El actor 1 quién es el que interpreta a este per-sonaje tiene bajo la jaula un parlante inalámbrico

conectado vía Bluetooth a un celular, una vez el público se va acercando el actor pone a correr el

audio proveniente del teléfono.

Sonido proveniente de la jaula con objetos so-noros disonantes de fondo para un texto el cual

dice:

“Lo primero fue la aparición de dos legajos y un libro de dibujos que encontré en el archivo

olvidado de mi abuelo, uno de los dos manuscritos estaba escrito con una simbología que nunca antes

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había visto, mientras que el otro era un libro de notas a medio terminar que evidentemente hablaba del primero.”

Cada párrafo se edita de tal manera que se repi-ta una vez mientras suena la música de fondo.

El actor inicia a caminar iluminando todo lo que hay a su paso.

“El proceso de traducción al parecer era inci-piente y se notaba en gran medida el desconoci-miento de la mayoría del vocabulario y la gramáti-ca de aquélla extraña lengua.”

Se detiene sobre el primer lugar alto que en-cuentre e ilumina el piso que hay en el paisaje.

En el piso hay diversas siluetas humanas pin-tadas en negro simulando personas muertas por calcinación.

El Actor 1 sigue su camino por entre árboles, además del sonido proveniente del parlante en la jaula hay otros dispositivos que generan sonido en el recorrido.

Dentro de los árboles suena un texto:

“Si Haio sigue allí afuera, recorriendo los es-pacios que seguramente habrá caminado innumerables veces, espero que te encuentre y te hable, a dife-rencia de mí estoy seguro de que él te profesará cariño y respeto, desde que naciste lo creí y aho-ra lo sigo haciendo.”

El Actor 1 sigue su camino, ilumina un rincón oculto en la arquitectura.

Aparece un cúmulo de prendas de vestir apilada todas manchadas de sangre.

Sonido proveniente de la jaula: “No pude resis-tir el sumergirme en la lectura de los textos, por años guardé el material para mí solo e inclusive

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intenté de manera patética continuar con la deco-dificación de aquél material.”

Actor 1 continúa su camino.

“Sólo años después fue que decidí de una vez por todas resolver el enigma.”

Actor 1 ilumina otro rincón de la arquitectura.

Aparecen un conjunto de zurriagos clavados en el suelo simulando un cementerio de soldados caídos

en batalla.

Continúa su camino el Actor, cada vez que se encuentre con un cruce de una vía sea vehicular o peatonal el actor se detendrá para ver a cada

lado, se sugiere que en estas vías aparezcan otros actores cruzando caracterizados de los seres o los

animales de la novela.

Sonido de la Jaula: “Sólo pude encontrar otro manuscrito que hacía referencia a los otros tres

folios que tenía en mi poder.”

El actor ilumina un tronco de un árbol talado. En la superficie talada se ve sangre que se derra-

ma sobre el resto del árbol.

“Aquél cuarto manuscrito hablaba de la proceden-cia del otro material, el territorio en donde se

encontró la fuente original no estaba muy lejos de la ciudad.”

Actor sigue su marcha e ilumina otro árbol. Una silueta delineada con luces de navidad de un hom-

bre sentado sobre el árbol se devela.

“Ahora que lo pienso agradezco aquellos años de carencia e imposibilidad porque me permitieron

adentrarme en el libro.”

Actor sigue su marcha.

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Sonido proveniente de un árbol: “No te terminé de conocer del todo hija, siempre pensé que eras terca, voluntariosa, en exceso sensible y desor-denada… Nunca entendí tu dolor, tu pérdida, estu-viste sola, demasiado… Perdóname, nunca fui capaz de decirlo a nadie y tal vez nunca lo haga, muy a pesar mío aquello también lo aprendiste, así que te lo escribo por si algún día encuentras esto: te amo Elizabeth espero tengas una larga y feliz vida.”

Actor sigue su camino.

Sonido proveniente de la jaula: “Tuve que de-cir muchas mentiras, tantas que en algún momento temí ir a la cárcel. Mis estudiantes creían que eran de mi autoría, los directivos de la universi-dad que era trabajo de mis estudiantes, los veci-nos de aquella geografía que éramos ingenieros y constructores pagados por importantes y peligrosos terratenientes.”

Actor se adentra en una cueva e ilumina su inte-rior. Aparecen en el interior palabras referentes a Haio y series de fotos familiares.

Sonido proveniente de la jaula: “Después de tan-tos años los había encontrado, los diez dioses re-posaban escondidos en el interior de la montaña, a pocos kilómetros de donde asumo mi abuelo encontró el primer códice.

Actor continúa su camino.

“Nunca le comenté a nadie aquello por dos razones

“La primera es que creo firmemente en lo que di-cen aquellos libros, la segunda es porque no so-portaría que me arrebataran aquello que tanto he aprendido a amar.”

“A veces cuando camino por la calle o por los rincones de esta nación busco entre la gente los ojos de Haio, a veces sueño o inclusive presien-to que su mirada está sobre mí, exigiéndome que

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abandone mi silencio, y otras me despierto en las noches temiendo que vendrá por mí demandándome lo

totalmente contrario.

El sonido se acaba en la jaula y el Actor 1 lle-ga a un muro que comienza a iluminar de a pocos,

sobre el muro está Actor 2 exactamente igual a Actor 1 de pie, una vez es iluminado abre los bra-zos y se arroja de espaldas al otro lado del muro.

Acción del salto de fe.

Actor 1 sigue iluminando el muro y da la vuelta a este para iluminar su otra cara, aparecen pala-

bras sobre Haio y Ánima en su superficie.

Actor 1 ilumina a unos cuantos metros en el horizonte al centro de la estructura de piedras

donde otra luz se prende, Actor 3 es quién prende la luz proveniente de un báculo exactamente igual

al que posee Actor 1 apuntando al público. Actor 3 también está caracterizado de la misma manera que los otros dos actores. Actor 1 apaga su luz y se

retira.

Una vez el público va a adentrarse en la estruc-tura de piedras, Actor 3 pone a reproducir un ar-chivo de audio de un celular conectado a un par-lante debajo de un sillón que se encuentra en el

centro de las estructuras de piedra.

Sonido de proveniente del parlante de las pie-dras: “Haio había nacido en las profundidades del océano siendo llevado por una serpiente hasta la costa más cercana, costa que, dicho sea de paso,

quedaba recorriendo un cuarto de la extensión del mundo, su portadora, de proporciones gigantescas, pereció a causa del agotamiento que dicha empre-sa le significó. El recién nacido, y, a pesar de verse solo y desamparado, no profirió llanto al-

guno… para los de su especie dicha posibilidad no existía.”

Actor 3 apunta/prende una luz sobre el suelo donde se encuentra en posición fetal el Actor 2.

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Actor 2 hace solo de danza simulando un naci-miento o de despertar utilizando movimientos mono articulares hasta quedar completamente de pie recostado en una piedra. La música que suena son objetos sonoros de agua y viento que se van acumu-lando junto con armonías de manera electrónica que van sumándose.

Silencio a nivel sonoro. Actor 3 se acerca a la piedra de Hi, una luz sobre la piedra aparece ma-nipulada por el Actor 1.

“Haio emprendió su peregrinaje justo cuando el último rayo de sol se ocultaba en el horizonte.”

La luz se oculta tras la piedra mientras Actor 2 se oculta a su vez en el mismo lugar. Actor 1 sale corriendo a máxima velocidad rodeando la estructu-ra de piedras.

Actor 2 apaga la luz que le delega Actor 1.

Actor 3 va iluminando cada piedra conforme se van nombrando.

“En el panteón de Ánima (Aquella era la forma en la que llamaban esos hombres a la tierra) exis-tían diez deidades: Hi dios/diosa protectora del conocimiento y los hombres, Si diosa del agua y la luna, Gata el dios rebelde del fuego y el sol, Quegu diosa de la muerte, Nem dios de la fiesta, la alegría y el engaño, Quen dios de la guerra, portador del lenguaje y los ritos, Fu el dios de los pasajes, el tiempo, lo subterráneo y el que lleva a los muertos al otro mundo, Ecu diosa de los animales y la vegetación, Cu diosa de la me-dicina y la enfermedad,, y Fihi el todo, el conte-nedor, la voluntad…”

.

“Llamó por primera vez a Si Actor 1 se ocul-ta tras la primera piedra que encuentra mientras Actor 2 se desplaza a la piedra de Fu para vestir-se la máscara de Vira una vez aparece este texto y

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de todos aquellos dioses y diosas a los que había llamado fue ella quién lo obligó no a hablar con

su mente sino con sus labios.

—Para llevar tan poco en este mundo agotas tus favores muy pronto…

—Sé que mi vida es corta, muy corta como para hacerla aún más ahorrando algo que tal vez nunca

más podré gastar…— decía Haio.

—Derrocha entonces tus favores, tu vida será lo justamente breve y lo suficientemente larga para

que lamentes las dos cosas…”

Actor 3 Alumbra la piedra de Si. Un cómplice femenino se pone de pié haciendo que su sombra se

proyecte sobre la piedra mientras el anterior tex-to es dicho.

“Se encontró con ellos justo cuando iba a inter-narse en un grupo compacto de árboles…”

Actor 3 hace Gesto del Arquero apuntando a las diferentes personas del público, cómplice mien-

tras todo esto sucede se pone una máscara y espe-ra a ser apuntado por el Actor 3, el actor 3 hace

el gesto de disparar el arco cuando encuentra a la persona con la máscara el cómplice cae muerto y es

despojado de la máscara por Actor 1 que vuelve a aparecer.

Actor 1 se pone la máscara y se esconde tras la piedra de Fu, Actor 2 sale caracterizado de vira de la misma piedra, Actor 1 sale al encuentro de Actor 2 haciendo secuencia de contacto los pará-

metros serían inicialmente acariciar con la luz de la boca por parte de Actor 2 y luego de que este

le prenda la luz de la boca a Actor 1 se juegue a un monstruo bicéfalo tratando de proyectar la luz

hacia afuera sonido en off con el texto:

Espero me perdones. Espero que decidas con sa-biduría. Espero tengas una corta vida: asesi-

no… Espero estés convencido de lo que quieres…

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Espero tus logros sean grandes y tu integridad alta. Espero que ese hijo tuyo no haya sobrevivi-do. Espero aquella diferencia termine salvando a muchos de la Nación Libre. Espero que no lo di-gas en serio. Espero mi abuela no esté entrando en la edad senil. Espero te cuides mucho, hermana mía. Espero luego de estos años no hayas olvidado como recorrer las montañas. Espero esto sea su-ficiente para que escuchen mi consejo. Espero te exijas lo suficiente. Espero su estadía en nues-tra hermosa ciudad la encuentre agradable Vira de Irá ¿QUIÉN ES VIRA? Espero celebren con nosotros la gloria de Bac. Espero no olvides tú con quien hablas. Espero no corras peligro y la gloria esté de tu lado. Espero elija con sabiduría el día de su partida. Espero los dioses sepan ver mi devo-ción a ellos. Espero se queden para la llegada de nuestro nuevo Cique. Espero tome esto como un gesto de nuestra parte para evitar cualquier es-tupidez. Espero regrese sin contratiempos. Espero tenga un buen descanso príncipe. Espero te bañes todos los días y a toda hora, así al menos no vas a apestar. Espero nazca tan fuerte como lo merece nuestra estirpe. ¡Espero nos podamos volver a ver! Espero tome la decisión más sensata y acepte nues-tro trato. Espero mi nación no lamente la decisión que su Cique ha tomado. Espero los dioses perdo-nen nuestros actos. Espero no echen todo a perder. Espero me perdones… silencio… Espero que decidas con sabiduría una vez llegues a tu destino, perdó-name, nunca quise hacerte daño te deseo una larga y feliz vida amada hija.”

Los Actores del contacto se ocultan tras la pie-dra de Cu.

Mientras suena el siguiente texto Actor 3 se va cambiando ante el público caracterizándose de Gata.

Ayudante principal enfoca la luz central a Actor 3 mientras se cambia y va recogiendo la ropa que va dejando en el piso para llevarla a donde se encuentra Actor 2, además de darle un par de

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canicas. Vuelve a su lugar y manipula la luz cen-tral conforme se va desplazando Actor 3.

“¿Serán los dioses lo suficientemente vani-dosos para tener que recordarles a los hombres

ante quién se deben inclinar? ¿Buscarán sacrifi-cios entonces para sentirse realmente venerados? ¿Y si son ellos mismos su propio sacrificio? ¿Si los dioses se encarnan para morir y de tal mane-

ra la adoración se convierte en algo parecido a la masturbación?

¿Será entonces que la muerte para los dioses es un distractor? ¿Un juego? ¿Una hipocresía? ¿Qué

necesitan entonces los dioses? ¿Contarse a sí mismos una historia como los niños pequeños antes de dormir? ¿Dormirán los dioses cuando encarnan?

¿Despertarán? ¿Seremos el sueño de un dios que aburrido de observar se vuelve protagonista de

su propia creación? ¿Será tal vez que los dioses aparecen en el mundo para enmendar un error de

escritura? ¿Se desharán de las personas, los animales o los objetos de este mundo como el

carpintero retira la viruta de un soplido? Y de ser así ¿por qué entonces Gata no recurre a este

simple gesto para deshacerse de la viruta que recorre el mundo? ¿Acaso la creación de los dioses será una disposición de un equilibrio tan precario

que su soplido la derrumbaría? ¿Será Gata o será el cuerpo que Haio ve ante él un simple parpa-

deo del poder de un dios?” Actor 3 se termina de cambiar.

Coreografía de combate con bastones entre Actor 1 y Actor 3, con música de cuerdas de fondo.

Durante el combate Actor 2 se desplaza al centro de la estructura ya cambiado.

El combate acaba con el triunfo de Gata y poste-rior perdón de este hacia su rival.

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“No volverás a ver a Alpho en tu vida amada Vira, Actor 2 se ilumina a sí mismo mostrándose ante el público la próxima vez que nos encontremos habré aprendido a verte con los ojos que son tan míos y que tanto me sirven a pesar de ser tan torpes, no arderé te lo prometo, lo sabrás todo y espero me perdones, y de no ser así procuraré que tu vida y la mía sean largas para que termines haciéndo-lo, aprenderás a amarme porque quién soy me hace más cercano a ti, no perteneces a los humanos y te engañas al pensar que debes amarlos, aprenderás a abandonar y cuando lo hagas será el momento en el que podamos estar juntos en paz, yo sin arrepenti-mientos y tú sin miedos…”

Actor 2 crea la ilusión de quitarse los ojos utilizando las canicas y depositándolas en el sombrero.

“Haio siguió su tranquilo caminar mientras ahora sus pálidos ojos resurgían a la superficie, estos comenzaron a despedir pequeñas lágrimas no solo a razón del reencuentro con la débil brisa que lle-vaba el polvo, la primera mitad de su propósito se había cumplido.“

“Así, fuera de sí mismo Haio presenció la llega-da del eclipse, las hogueras se alzaron y el fue-go refulgente iluminó la oscuridad, pero esta vez no había dios que lo custodiara, así que, viéndose libre, el fuego abandonó a sus guardianes y saltó por los aires.

Actor 2 se separa de la luz y comienza a caminar entre el público.

Otro cómplice entre el púbico comienza a fumar un cigarrillo.

Actor dos encuentra al fumador y con la luz de su boca hace una contraluz con el humo. Actor 3 se va retirando de la escena para ocultarse tras una piedra.

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“Fue así que una a una todas las ciudades de Ánima ardieron…”

Actor 2 se retira de la estructura de piedras por la vía más lejana

Actor 1 luego de haber estado quieto en todo ese tiempo luego de ser derrotado, va a la silla del centro y encuentra una carta la cual estaba dis-puesta desde el principio, se quita la máscara y

dispone la luz para poder leer la carta en voz alta la cual dice:

“Carta a Hugo

Eres un patético cazador de fantasmas, no, en realidad ni siquiera eres un cazador, eres un vendedor de humo, un inventor de espectros

defectuosos.

Tu vida es aburrida y el mundo un caldo de tra-gedias, ambos sabemos eso, cambias la muerte y la

destrucción de la realidad por una que se ajuste a los términos de tu fantasía, y es que no tienes el coraje de mirar el horror, mucho menos de crearlo.

Y si, en ese mundo, defectuoso y limitado es que me encierras por el simple hecho de que no tuve la

oportunidad de estar en el tuyo.

¿Lo hubiera hecho mejor que tú? La pregunta es retórica por supuesto, ambos sabemos que los hijos

menores somos superiores.

¿Y qué estás haciendo ahora? ¿Intentar vivir dos vidas a cambio de una por demás mediocre? ¿Acaso

crees que lo que haces ahora recupera el saldo en rojo que te han proporcionado todos estos años, minutos y segundos de total y absoluta apatía?

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¿Y cuál es acaso tu idea de justicia? ¿Cuál es tu noción de retribución? ¿En realidad pretendes dar un regalo? ¿Un tributo? ¿O simplemente es un ejercicio para lavar tu conciencia? ¿Cuánto tiempo te queda a su lado? Ni siquiera eres capaz de aprovechar los pocos minutos que ella se desvive por darte entre trabajo y trabajo.

Te escribo en forma de preguntas, como a ti te gusta, como crees que te fluye, y tal vez si sea así, una pregunta abre una puerta, plantea una po-sibilidad… una afirmación… un compromiso.

“Te amo” “yo soy” “yo hago” “yo fui”… frases que de seguro tiemblan al salir de ti.

Me pregunto, siguiendo el estilo de esta carta, ¿Quién de los dos es más un espectro? ¿Yo por te-nerme que conformar pidiendo cuerpos prestados? ¿O tú que me persigues y en el fondo ansías ser como yo?

No tengo el deber de vivir una vida, no tengo la urgencia de cumplir un destino, ya lo hice, atra-vesé ese umbral en el que abandoné lo que se su-pone que debía ser, ese umbral que tú cómodamente observas desde el lado de la puerta equivocado.

Te quisiera decir hasta nunca, pero es eviden-te que esto no es negociable, seremos un par de fantasmas recorriendo en el peor de los casos el tiempo, soñarás conmigo y extrañaras la época en la que recorría los caminos y los cielos de Ánima, algún día en medio del desespero que acostumbra a disfrazarse de inspiración querrás volver a hablar de mí.

Hazlo, será un gusto volver a aparecer en tus páginas, sin embargo lo que está afuera será lo interesante, no sabes cuantas veces te has encon-trado con los ojos pálidos que aseguras ante ti mismo no existen.

Una última cosa… no me gustó mucho que me la quitaras, eso no hacía parte del plan, si te la

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llevaste a donde tú estás o si por casualidad te la llegas a encontrar dile esto: “Perdóname, gra-

cias, te amo…”

Afectuosamente tú hermano:

Haio Fo.”

Actor 1 apaga la Luz.

A partir de este punto los materiales y las per-sonas requeridas van disminuyendo, es por ello que

la lista de elementos no se enuncia. Igualmente algunas acciones ya se han descrito, razón por la

cual sólo se sugerirán por el nombre que se les ha dado.

Gesto Penúltimo.

Actor 1 inicia bajo el segundo poste de luz del costado occidental de la plaza Che

Personaje vestido con máscara gabar-dina y capucha, en la mano derecha lle-

va un báculo de luz y en la izquierda una suerte de bolsa de fique con algo redondo

adentro.

Un prolongado silencio mientras se em-prende el camino.

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Todo el texto a continuación se escu-cha mientras se hace el recorrido hasta el círculo de piedras.

Voz en off: “Te voy a contar una historia:

Creerás que el hombre lleva poco tiempo en este mundo, y que por ello los dioses aún no nos han abandonado, como un niño que crece y que necesita en los primeros años el cuidado de los adultos, sin embar-go esta no es la realidad. El hombre ha estado en este lugar por muchísimo tiem-po, tanto que no podríamos hacer ahora la cuenta de los años y las historias que estos contienen. Creerás también que el hombre con los años se ha hecho más sabio pero te volverías a equivocar.

Mucho tiempo antes, su sabiduría era tan grande que todo lo que sabemos ahora se-ría un grano de arena en el desierto de su conocimiento.

“Aquellos hombres antiguos fueron los maestros del acero, como nosotros, apren-dieron a darle forma, pero pronto el nivel de elaboración de sus creaciones fueron muy superiores a todo de lo que hoy nos podríamos enorgullecer, tanto en lo grande como en lo pequeño. No solo eso, hicieron del acero algo mucho más fuerte, ligero y tan dúctil como la arcilla.”

“Gracias a ello estos hombres conquis-taron el mundo. Recorrían sus grandes ca-minos, atravesaban las profundidades del

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agua o surcaban el cielo. Todo ello mon-tados en animales de acero. Y con esto no

quiero decir en bestias acorazadas como lo son nuestros caballos en tiempos de gue-rra, sino en animales hechos enteramente de metal; más rápidos, más fuertes, más

resistentes y sobre todo… más obedientes.”

“No sería de extrañar que en ese mundo dominado por el acero los hombres ambicio-naran ir más lejos, lo cual lograron yendo a lugares donde el agua, el aire o la tie-rra no existían, como tampoco que gracias

a ello, y envalentonado por sus logros, el hombre quisiera someter al mismo hombre.”

“Entonces nació la guerra en el mundo del acero, y como seguramente te imagina-rás, la muerte que hemos experimentado en nuestras batallas palidecería en compara-

ción del choque de tan poderosos humanos.”

“Fueron tiempos de guerra y los cadáve-res cubrían los océanos y envenenaban la

tierra, pero a todo ello el hombre sobre-vivió, y una nueva era de esplendor nació.

Ahora el acero ya no era un cascarón va-cío, el acero ahora tenía un espíritu.”

“El acero entonces se volvió un hijo del hombre, luego pasó a ser un hermano y al

final se convirtió en su padre… uno no tan benévolo. El metal fue el amo del mundo y en un mundo sin dioses su reinado fue

incontestable.”

“El acero se multiplicó y prosperó. Aquél tuvo hijos a su vez, no obstante en

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la cúspide de su inteligencia y esplendor, el acero se dio cuenta que la mejor forma de gobernar era siendo uno, y así fue que se hizo unidad devorándose a sus hijos.”

“Y el mundo conoció la paz, como el ace-ro la soledad.”

“Y cómo un dios único y aburrido deci-dió ir más lejos que las mismas estrellas, el acero dejó el mundo y así luego de un tiempo incalculable, fueron devueltos al cielo y la tierra los humanos que junto con los dioses habían regresado.” “El acero regresó entonces de la mano de Gata, sostenía su cabeza con una de sus manazas; en cuanto los hombres se acer-caron a recibirlo, él, como tributo, la aplastó hasta que aquello fue una masa in-forme “Aquí les traigo nuevamente el ace-ro, cuídense de él y no olviden.””

“Tu abuelo fué el primero en enterarse de la muerte de su esposa, de ahí en ade-lante tu estirpe cayó como moscas… Poco tiempo después la casualidad le hizo una revelación…

En este punto se debió haber llegado al círculo de piedras.

“Le escuché a tu abuelo decir que no tenía idea clara de lo que acababa de

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encontrar pero que le emocionaba todo lo que prometía.”

“Haio había nacido en las profundidades del océa-no siendo llevado por una serpiente hasta la costa más cercana, costa que, dicho sea de paso, quedaba

recorriendo un cuarto de la extensión del mundo, su portadora, de proporciones gigantescas, pereció a causa del agotamiento que dicha empresa le sig-

nificó. El recién nacido, y, a pesar de verse solo y desamparado, no profirió llanto alguno… Para los

de su especie dicha posibilidad no existía.”

Actor 2 realiza solo bajo la cenital se escucha “The last man” (Mansell, 2006) se acerca a la pie-

dra de Hi y se esconde tras ella mientras recibe el báculo y lo apaga.

“Haio emprendió su peregrinaje justo cuando el último rayo de sol se ocultaba en el horizonte.”

“En el panteón de Ánima (Aquella era la forma en la que llamaban esos hombres a la tierra) exis-

tían diez deidades: Hi dios/diosa protectora del conocimiento y los hombres; Si diosa del agua y

la luna; Gata el dios rebelde del fuego y el sol; Quegu diosa de la muerte; Nem dios de la fiesta, la alegría y el engaño; Quen dios de la guerra,

portador del lenguaje y los ritos; Fu el dios de los pasajes, el tiempo, lo subterráneo y el que lleva a los muertos al otro mundo; Ecu diosa de

los animales y la vegetación; Cu diosa de la me-dicina y la enfermedad; y Fihi el todo, el conte-

nedor, la voluntad…”

Actor 1 manipula luz de la silla va apuntando según va pasando el texto.

“Llamó por primera vez a Si Actor 2 camina hasta la piedra de Cu con el báculo apagado y de todos…”

Alumbra la piedra de Si. El cómplice se pone de pie haciendo que su sombra se proyecte sobre la

piedra.

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“Se encontró con ellos justo cuando iba a inter-narse en un grupo compacto de árboles…”

Actor 1 hace gesto del Arquero. El cómplice cae muerto y es despojado de la máscara.

Actor 2 contacto (Sonido texto de Espero…)

Sonido en off “¿Serán los dioses…” Actor 1 hace transformación a Gata.

Combate Suena “Holy Dread!” (Mansell, Holy Dread!, 2006) Actor 2 escondido se pone las mallas en el rostro.

Actor 2 se pone en el centro y se viste como el personaje.

Sonido en off: No volverás a ver a Alpho en tu vida amada Vira, la próxima vez que nos encontre-mos habré aprendido a verte con los ojos que son tan míos y que tanto me sirven a pesar de ser tan torpes. No arderé te lo prometo, lo sabrás todo y espero me perdones, y de no ser así, procuraré que tu vida y la mía sean largas para que termines ha-ciéndolo, aprenderás a amarme porque quién soy me hace más cercano a ti, no perteneces a los humanos y te engañas al pensar que debes amarlos; apren-derás a abandonar y cuando lo hagas será el momen-to en el que podamos estar juntos en paz, yo sin arrepentimientos y tú sin miedos…

Actor 2 hace gesto de quitarse los ojos.

“Haio siguió su tranquilo caminar mientras ahora sus pálidos ojos resurgían a la superficie, estos comenzaron a despedir pequeñas lágrimas, no solo a razón del reencuentro con la débil brisa que lle-vaba el polvo, la primera mitad de su propósito se había cumplido “

“Así, fuera de sí mismo Haio presenció la llega-da del eclipse, las hogueras se alzaron y el fuego

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refulgente iluminó la oscuridad, pero esta vez no había dios que lo custodiara, así que, viéndose

libre, el fuego abandonó a sus guardianes y saltó por los aires.”

Actor 3 hace el gesto del fumador

“Fue así que una a una todas las ciudades de Ánima ardieron…”

Gesto antepenúltimo

Inicio en el Edificio de Diseño Gráfico

Hugo vestuario: Completamente de negro, gabar-dina, sombrero, báculo de luz, máscara plana y

blanca.

Hugo (de alguna manera lo dice): Tengo una pre-gunta ¿alguien sabe mi nombre?

Caminando por entre los edificios el báculo de luz muestra las siluetas de los hombres caídos en

el primer encuentro con Haio.

A lo lejos se prende otro báculo y una figura exactamente igual al primero aparece.

Camina

Ilumina un conjunto de espadas clavadas en el suelo.

Una cama distendida llena de sangre.

Aparece un tercer hombre igual.

Camina.

Una coraza con una flecha clavada en el costado.

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Una silueta de un muerto sobre un árbol cortado en fuego.

Ilumina el muro con la palabra “nacimiento”.

Una sala instalada en medio de las piedras, Hugo prende una lámpara en medio de la sala.

Sonido en Off: Fui el primero en enterarme de la muerte de mi abuela, de ahí en adelante nuestra estirpe cayó como moscas… poco tiempo después la casualidad me hizo una revelación…

Sólo de piso con el parámetro de nacimiento.

Hugo abre un cajón y saca un libro cuya portada dice: Flores en Vida.

Sonido en Off: en uno de sus diarios mi abuelo escribía: “Aun no tengo idea clara de lo que aca-bo de encontrar pero me emociona descubrir todo lo que promete.

“En otra parte decía “Haio al parecer había cru-zado el desierto con ayuda de Hi…””

“¿Quién es Haio?”

Secuencia de danza en sombra de combate.

La máscara blanca de la persona que hace la se-cuencia es recubierta por otra máscara que simu-la a Alpho. Esta máscara puede ser recogida desde el suelo o sacada de otro hombre que simula estar muerto.

Se encuentra con Vira y hacen secuencia de amor.

Voz en off: ¿Serán los dioses lo suficientemente vanidosos para tener que recordarles a los hombres

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ante quién se deben inclinar? ¿Buscarán sacrifi-cios entonces para sentirse realmente venerados? ¿Y si son ellos mismos su propio sacrificio? ¿Si los dioses se encarnan para morir y de tal mane-

ra la adoración se convierte en algo parecido a la masturbación?

“¿Será entonces que la muerte para los dioses es un distractor? ¿Un juego? ¿Una hipocresía? ¿Qué

necesitan entonces los dioses? ¿Contarse a sí mismos una historia como los niños pequeños antes de dormir? ¿Dormirán los dioses cuando encarnan?

¿Despertarán? ¿Seremos el sueño de un dios que aburrido de observar se vuelve protagonista de

su propia creación? ¿Será tal vez que los dioses aparecen en el mundo para enmendar un error de

escritura? ¿Se desharán de las personas, los animales o los objetos de este mundo como el

carpintero retira la viruta de un soplido? Y de ser así ¿por qué entonces Gata no recurre a este

simple gesto para deshacerse de la viruta que recorre el mundo? ¿Acaso la creación de los dioses será una disposición de un equilibrio tan precario

que su soplido la derrumbaría? ¿Será Gata o será el cuerpo que Haio ve ante él un simple parpadeo

del poder de un dios?”

El anterior texto se dice/reproduce mientras el hombre del centro se acerca a otro igual con un

tocado de un dios, una vez se encuentran se hace un gesto de golpe y de posterior derrota.

Voz en off: En el panteón de Ánima (Aquella era la forma en la que llamaban esos hombres a la tie-rra) existían diez deidades: Hi dios/diosa protec-tora del conocimiento y los hombres, Si diosa del agua y la luna, Gata el dios rebelde del fuego y el sol, Quegu diosa de la muerte, Nem dios de la fiesta, la alegría y el engaño, Quen dios de la

guerra, portador del lenguaje y los ritos, Fu el dios de los pasajes, el tiempo, lo subterráneo y

el que lleva a los muertos al otro mundo, Ecu dio-sa de los animales y la vegetación, Cu diosa de

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la medicina y la enfermedad,, y Fihi el todo, el contenedor, la voluntad...

Todo esto se va diciendo mientras una a una se van prendiendo las luces en forma de trigramas en las piedras.

Voz en off: “Llamó por primera vez a Si y de to-dos aquellos dioses y diosas a los que había lla-mado fue ella quién lo obligó no a hablar con su mente sino con sus labios.

-Para llevar tan poco en este mundo agotas tus favores muy pronto…

-Sé que mi vida es corta, muy corta como para hacerla aún más ahorrando algo que tal vez nunca más podré gastar… -Decía Haio.

-Derrocha entonces tus favores, tu vida será lo justamente breve y lo suficientemente larga para que lamentes las dos cosas…”

¿Quién es Haio?”

El anterior texto se dice mientras sólo queda prendida la luz de la piedra de Si.

Voz en Off (de una voz hasta ahora no descubier-ta): No te terminé de conocer del todo hija, siem-pre pensé que eras terca, voluntariosa, en exceso sensible y desordenada… Nunca entendí tu dolor, tu pérdida, estuviste sola, demasiado… Perdóname, nunca fui capaz de decirlo a nadie y tal vez nunca lo haga, muy a pesar mío aquello también lo apren-diste, así que te lo escribo por si algún día en-cuentras esto: te amo Elizabeth espero tengas una larga y feliz vida. Sonido del Espero.

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Alguien del público escupe sangre y “cae muer-to” recostado sobre la piedra de Gata la cual está

iluminada.

Voz en off: Todo en Arag le molestaba a Haio, los caminos fangosos, una niebla densa y apestosa

que recorría las calles de su capital, los rostros desdentados de la gente y la abundancia de pordio-

seros que llegaban a la ciudad buscando cobijo.

“Haio veía a los perros gigantes enjaulados y se sentía tentado a hacerlos presa de la ira para au-mentar el caos que estaba por venir, algunos ele-mares arrastraban grandes carretas y muchos sol-dados cabalgaban en aves gigantes patrullando la

inmensidad de Adir.”

“Aquella parte del continente era diversa y el hecho de que hubiera retomado sus habituales ves-

timentas no sorprendía a nadie, incluso le dio risa al cruzarse con personas de atuendo parecido

al suyo.”

“Adir tenía cierto olor nauseabundo, y, a di-ferencia de Irá, el agua era escaza por aquella

zona, para nuestro personaje era sumamente curio-so ver que la capital de la nación más podero-

sa de Ánima fuera más parecida a un barrizal que a un albergue ideal para la realeza, ni siquiera

las construcciones y castillos de tamaño imponente que abundaban en aquella población lo disuadían de

aquella idea.”

Mientras se hace una secuencia de baile de pare-ja en forma irónica con el cómplice “muerto” suena

Waltz No. 2 de Shostakovic (Shostakovich, 2012):

“Odiaba el hecho de haber faltado a su prome-sa, Prim no había sabido tan bien como su anterior

víctima, por unos días se había obsesionado por encontrar una explicación a ello y llegó a la con-clusión que se debía a lo aparatoso del accidente, cuando el águila se precipitó a tierra y el hombre

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estrelló su cráneo con una gran piedra, a Haio le costó encontrar un ojo, de seguro aquello que ha-bía rodeado a dicho órgano, fuera barro, sesos, pelo o piel, le había impregnado un sabor bastante diferente al primero que había comido.”

“El primer corte fue recibido por el alarido de todos los animales de Ánima, el segundo hizo que el océano se estremeciera mientras que el tercero y definitivo sumió en el silencio aquél bosque.”

“Quenem detuvo intempestivamente la marcha de su caballo y arreglándoselas para no caer controló al animal lo mejor que pudo, viviría unos días más para cruzar la frontera, pero el veneno de la fle-cha haría imposible que se salvara.”

“Lo que encontró en el interior fue tan espan-toso que el hombre estuvo a punto de desmayarse, tanto el rey como sus guardias reposaban en el suelo envueltos en charcos de sangre.”

“Los pulgares del que pretendía ser otro encon-traron la tráquea del Chegue y con la facilidad de lo que sería aplastar a un insecto esta crujió, el hombre tardó unos cuantos segundos en morir mien-tras su rostro de pánico por un momento hicieron sentir en evidencia a Haio.”

““¿Quién diría que los que están a punto de mo-rir son capaces de desenmascararme?””

“De un momento a otro el castigo cesó y el dios se llevó una mano al cuello.”

“La cuerda de su arco vibraba extrañando la fle-cha que acababa de abandonarla, la tráquea de uno de los arqueros fue atravesada con la facilidad de una hoja seca y el cuerpo inerte del hombre colgó de un estribo mucho después de que el caballo se encabritara.”

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Hugo se quita la máscara y vuelve a prender la lámpara de la sala, un sobre con una carta está

bajo esta y lee en voz alta.

Espacio para la carta.

Voz en off: Vira volvió su mirada a Haio y luego de un momento acercó su rostro al de él para darle

un último beso.

“Lentamente se retiró y le dedicó una última mi-rada de ternura mientras acariciaba su semblante.”

“Fue entonces que tomó la mano de Fu, quién la ayudó a levantar para llevarla a un viaje que no

conducía a lago alguno.”

Mientras está la voz en off, Hugo se levanta y descubre lo que hay debajo en el gran cajón, saca el cuerpo de una mujer y la recuesta sobre su re-

gazo mientras suena una música.

Hugo apaga la luz.