Eneida IV

Por Jorge Mudarra Sancho.

Dido, reina de Cartago, está enamorada de Eneas; ésta le pide consejo a su hermana Ana. La hermana le dice que demuestre su amor y que deje de lado la promesa de fidelidad que hizo a su difunto esposo

• Dido sigue el consejo de su hermana pero no se atreve a demostrar su amor. Todas las noches había un banquete en el que Eneas era el invitado especial y al final éste contaba algunas de sus aventuras.

• Mientras, la diosa Juno planeaba dejar a Eneas y a Dido resguardados en una cueva por la lluvia y así hacer que surgiera la proposición de matrimonio.

• Asi ocurrió y la noticia de matrimonio se extendió por el reino y llego a oídos de Yarbas, el cual se quejó ante Júpiter del matrimonio, ya que él amaba a Dido.

• Júpiter, que deseaba que Eneas cumpliera su destino y fundara la ciudad de Roma, envió a Mercurio a advertir a Eneas.

• Eneas formó una flota secreta para partir de inmediato. Dido se enteró y suplicó a su amado que se quedara, pero éste se negó.

Dido tristemente rechazada se desmayó y sus siervos la tuvieron que consolar. Dido envió a su hermana a hablar con Eneas pero no sirvió de nada.

• Dido mandó a su hermana construir una especie de altar donde pondría objetos de Eneas para después destruirlos y así olvidarlo.

• Mercurio volvió a aparecerse a Eneas mientras dormía en la popa de su barco. Eneas partió hacia su destino dejando a Dido.

• Dido se despertó y vio la costa vacía, ella empezó a maldecir a Eneas y a golpearse el pecho.

• Seguidamente Dido fue al altar y tras coger una espada se la clavó en el pecho.

• Juno, apiadándose del sufrimiento de Dido, manda a Iris a por el alma de Dido. Y fin.

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