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Rafael FreijeiroTRANSCRIPT
RAFAEL FREIJEIRO
RAFAEL FREIJEIRO OCTUBRE DE 1958, VIGO
Experimentador incansable, temperamental e intuitivo, Freijeiro apuesta por la total libertad en la
investigación de las formas y de los colores; por un lenguaje actual. Su carácter inquieto le ha
llevado del lápiz hasta el acrílico, pasando por las ceras, óleos y acuarelas.
Freijeiro pinta por puro sentimiento, lejos de influencias conscientes, por instinto creador. Frente
al perogrullo y las manchas, la limpia ejecución, la luz y un soporte imprescindible, el dibujo. Su
pintura, fantástica y onírica, es reflejo de las miserias y pasiones humanas, reflejo que forma parte
de su propia experiencia vital, en una visión sarcástica y preocupada que la convierte en única.
Sonia Sebastian
Directora del Teatro de Cámara Cervantes
Madrid 2009
Apuntes de Realidad
1
Marina Real. Acrilico sobre papel prensa
Ría de Vigo acrílico sobre papel prensa
Marina Real. Acrilico sobre papel prensa
Para quienes desconozcan la obra de Rafael Freijeiro,
una advertencia inicial: estamos ante uno de los
pintores más dotados e importantes del panorama
artístico actual.
En un catálogo general de su producción como éste,
era ineludible reservar un espacio a esos trabajos
que no han tenido la oportunidad de desarrollarse
de manera autónoma y exponerse públicamente. Es
el caso de cuatro líneas de producción figurativa que
pueden deslindarse fácilmente bien por su técnica
o referencias históricas, bien por su temática y que
o se han mantenido como meros apuntes o ensayos
de estudio o como obra creada para un ámbito
fundamentalmente privado.
OTROS AFLUYENTES
En Canal acrílico sobre papel_62 x 122
Tortura acrílico sobre tabla_47 x 93
Por un lado, tenemos lo que denomino la obra de raíz
barroca, una serie de cuadros de corte realista donde
predomina una visión más lúgubre y recargada de la
imagen (paleta de marrones, ocres, crudos y leves
tintes rojos; uso del claroscuro; cuerpos lacerados;
bodegón con referencias del S XVII; etc.) y que también
revela influencias de Constable, Lucien Freud o
Solana. En unos casos son obras perfectamente
acabadas, como El Torturado o El Niño, imbuidas de
una gran fuerza expresiva y capacidad evocadora,
y descarnadas como los cuadros de Freud, aunque
con un tratamiento del color diferenciado, más
español, si nos atenemos a un registro histórico de
esta tradición pictórica. En otros casos son más bien
ensayos y experimentos con técnicas o temáticas
clásicas, si bien modificados por la introducción de
recursos poco utilizados. Es el caso de un bodegón
aparentemente escolástico (si se nos permite lo
forzado de esta palabra en este caso) en el que el
soporte, una tabla de madera alargada dispuesta
horizontalmente, le permite jugar con la mirada del
espectador, introduciendo el soporte en el propio
cuadro: siguiendo la orientación de la tabla, la fruta
se dispone sobre una mesa que no es más que la
combinación de una línea pintada y la propia veta
de la tabla; un juego visual en el que aprovecha las
posibilidades del material para construir la imagen.
Plutonia acrílico sobre tabla_71 x 122
Bodegón acrílico sobre papel prensa
Una segunda línea de trabajo se enraíza en el
expresionismo de vanguardia, especialmente en la
tradición alemana (el grupo Die Brücke: Kirchner,
Schmidt- Rottluff, Heckel…), pero su temática no es
la más propia de este movimiento, si no que se trata
más bien de un reaprovechamiento de recursos,
técnicas y combinaciones cromáticas aplicadas
fundamentalmente al bodegón. Las pinceladas
suelen ser nerviosas y ondulantes y la imagen se
compone de trazos, desapareciendo completamente
el dibujo o la línea, tan característica de su
producción más conocida. El color es más sobrio,
menos luminoso. Y no hay un espacio definido que
acoja el motivo principal. Una faceta casi totalmente
desconocida de Freijeiro es el retrato y, por lo que
se infiere de las obras de pequeño formato que
se acumulan en su estudio, quizás permanezca
injustamente desaprovechada, pues demuestra
una capacidad inusual para conseguir plasmar un
rostro con apenas una ligera expresión de los ojos
o un simple gesto facial. No hay una homogeneidad
técnica en estas obras que seguramente responden a
ensayos y estudios vinculados al desarrollo de otras
exposiciones y obras conocidas; es decir, algo así
como un trabajo de fondo de perfeccionamiento de
una técnica concreta que aplicará en las sucesivas
exposiciones. Pero lo evidente es que, sea cual sea el
medio, los retratos son piezas acabadas y logradas,
brillantes por la capacidad que muestran para
plasmar al personaje.
Camilo José Cela acrílico sobre papel
Pancho Cossio acrílico sobre papel
Mateos acrílico sobre papel prensa
Paco Umbral acrílico sobre papel prensa
Calle Colón, Vigo acrílico sobre papelNew York siglo pasado acrílico sobre papel prensa
Ria de Vigo principios de siglo acrílico sobre papel prensaMarina acrílico sobre papel
Paseo de Alfonso, Vigo acrílico sobre papel
Calle Colón, Vigo acrílico sobre papel
Finalmente, aunque no han sido mostrados en
una exposición particular, los paisajes marítimos
construidos como fotografías en blanco y negro sí han
tenido cierta difusión en circuitos privados y se han
consolidado como una línea de producción autónoma
a la altura del resto de su obra conocida. Se trata de
estampas de la Ría de Vigo, vistas casi todas de la
relación entre la ciudad y el mar, sus contradicciones
y necesidades mutuas, el paisaje marítimo construido
por el hombre. Imágenes en las que el color queda
reducido a negro, gris y blanco, falsas postales
históricas o la fusión entre una imagen evocada y la
realidad paisajística actual. Retratos históricos de la
fachada de la ciudad o del estado actual de la ría.
La conclusión evidente es que, a pesar de todo lo que
ha producido hasta la fecha y de todas las variantes
y afluentes que ha ido explorando, Freijeiro aún
conserva la posibilidad de desarrollar nuevos trabajos
con los que sorprender al espectador y desafiarle a
intentar reducirlo a una etiqueta, movimiento, grupo
o estilo.
J. Costa Magalhaes
Londres acrílico sobre papel prensa
Muros acrílico sobre papel prensa
Marina acrílico sobre papel prensa
Muros acrílico sobre papel prensaMarina Gallega acrílico sobre papel prensa
Club Naútico de Vigo acrílico sobre papel
Catedral de Santiago acrílico sobre papel prensa
Ferrol acrílico sobre papel prensa
2Drama Lúdico
Plutonia acrílico sobre tabla_93 x 50
Mucho más que un mero juego. El artista ha razonado,
buceado en su memoria de gustador absorbente, desde
los vitrales del gótico al expresionismo germánico,
entre irónico y cáustico a veces, pasando por el realismo
lirizado de Léger a la quintaesencia lírica de Matisse.
Siendo, como es, tan personal, tan por completo
inconfundible, Rafael Freijeiro tiene reminiscencias plásticas
casi múltiples. Y esto es bueno. Otra cosa, claro, sería que
se asemejara a uno en concreto, pues en arte, como decía
Eugenio d’Ors, todo lo que no es tradición es plagio.
Esa línea como temblorosa, pero firme al fin, lo que
ya es paradójico silueteada, estructura, conforma a
sus seres deliberadamente elementalizados, que no
elementales, y los sumerge en un ámbito peculiar que
nos acerca al “comic”, si bien de modo engañador, pues
aunque todo parezca ingenuo en el arte de este vigués
llamado a ser importante, nada lo es al fin, que hay
mucha reflexión y todo un complejo mundo de ideas, de
sentimientos, que Freijeiro ha sintetizado para llegar a
la pura plasticidad entre ingenuista y caricaturizante.
Más que expresionista, es un neo barroco, tan de nuestro
tiempo, pero mucho menos fugaz, que Andy Warholl,
porque en el americano no hay otra cosa que pura
superficialidad, fugacidad del cartel presuntamente
trascendido, mientras que en el gallego, junto a la
crítica social, está la insobornable ternura.
Sin título acrílico sobre lienzo
Freijeiro ama a sus criaturas. Convive con ellas. Forman
parte de su mundo lírico, vagamente referencial, un
punto onírico. Y es que el pintor, aunque parta de la
realidad, de la anécdota, sabe elevarla a categoría.
El espectador se siente contemplado, escrutado,
horadado casi por las miradas de sus criaturas
alucinadas y alucinantes, que habitan en espacios
como tapices, con algo de mundo oriental en un
mundo realmente dramático y babélico, abigarrado,
masificado, del que se evaden para levitar, aunque
parezca que pesen, que tienen densidad, como acaecía
con Chagall, otra de sus lejanas referencias.
Qué pintura más compleja, más elaborada, más
razonada, pese a que el resultado sea deliberadamente
sinóptico. Qué paleta tan escueta, con carmines,
azules, verdes, negros.
Dejadme ser, como Freijeiro, un hombre niño que
transforma en encanto inefable cualquier realidad vulgar.
Si os gusta su pintura en una primera contemplación,
dudad de vuestro juicio, porque ésta es una expresión
plástica honda, de muy sopesadas razones, de muchas y
bien ordenadas ideas, aunque sencilla semeje. De ahí que
sea preciso dialogar con ella en calma y dilatadamente,
para gozarla en toda su verdad.
Si Torres García levantara la cabeza diría que valió la
pena inventar el constructivismo para que Freijeiro
lo imbuyera de sentimiento. Si Otto Dix o Grozt
retornaran de su Alemania de entreguerras dirían que
la paz del 45 sirvió para algo, porque en el extremo
de Europa, allí donde se presiente el Finisterre, un
gallego entre razonante y angélico supo internalizar
sus mensajes y devolverlos en melodía acordada, mi
bemol sostenido, con el muralismo revolucionario
mejicano a la espalda y acaso, ¿por qué no?, al son
de una muiñeira, que es danza de espíritu de quien
trabaja y juega. Y es que lo lúdico anega a lo dramático,
para ser el arte personal de Rafael Freijeiro.
Francisco Pablos
Real Academia de Bellas Artes
Vigo. 1996
El delegado acrílico sobre tablex
Hay en Freijeiro un sosegado relato en voz baja de los
descubrimientos y visicitudes de la vida cotidiana, quizá
irónico, tal vez extrovertido, narrado con una grafía
fluida tout court y un color ardiente, palpable, sensual.
El ojo de este válido artista español conserva la gracia
de la inocencia y la mansedumbre melancólica -por
su aparente luminosidad cromática- de un observador
atento y con la fuerza de captar cuanto se mueve en su
entorno, crítico sutil de los acontecimientos humanos
que el artista encasilla en la memoria dejando madurar
dentro de las múltiples sensaciones conservadas,
eligiendo los colores del recuerdo, el orden compositivo
e inventivo de las masas y volúmenes antes de plasmar
cualquier relato.
Las imágenes gráficas marcan un recorrido interno,
casi en voz baja, versiones ideográficas concebidas
en el archivo de la memoria, en una aparente
inestable topografía y fragmentación de los conflictos
interiores, de nuevos convencionalismos de formas,
de percepciones líricas y de metáforas alimentadas
de una sorprendente pasión cromática.
Al ver las obras de Freijeiro, ejecutadas por bloques,
por series de planos con márgenes netos, sin
volatilizarse la unión o el ajuste, en los cuales los
colores se entrelazan por inercia, como las muescas
o las cristaleras movidos por la necesidad estructural
de subrayar y evidenciar, más que rellenar espacios.
Maternidad sur acrílico sobre tela_130 x 60
Se advierte al instante el hecho de encontrarse frente
a un artista muy válido, provisto culturalmente de
las lecciones de los grandes maestros, indemne de
cualquier retórica, que prefiere una textura gráfica de
tamaño capilar, delicadísima, que condensa los valores
de la pasta cromática (en gran parte colores acrílicos) sin
mortificar jamás la robustez y la frescura expresiva.
El repertorio formal de Freijeiro se desata con un
amor descubierto en la luz, en la representación
extremadamente poética de la realidad que lo
circunda, una representación que definiría autónoma,
no encasillable en esta o aquella corriente o
movimiento artístico, en cuanto este artista español
no busca patentes de novedades fuera de su historia,
sino que abre, más bien, con su producción y con la
honestidad de su trabajo, un umbral neto del infinito
a la provisionalidad de la vida y de la historia del
hombre, buscando la verdad de un orden interior y
recreando “la realidad del mundo en la novedad de
su sentimiento” en una llave cromática libre y plena
en la que los golpes de su corazón están siempre en
armonía con la ejecución de cualquier pintura.
Lello Spinelli
“Pensiero e Arte”
Bari. Italia 96
Camiño a Ningures acrílico sobre aglomerado
Pinceles, lápices de colores, pintura,, libros, revistas y
periódicos atrasados, pinceladas por las paredes, su
gata observándolo todo, la luz de la tarde entrando
por las amplias ventanas, Freijeiro pintando, y yo muy
quieto, en silencio, meditando tranquilo en una antigua
silla de madera delante de una buena cantidad de su
obra y llenándome de emoción cada segundo. Como
un mosaico, en las paredes moraba obra de juventud
(algunas tintas espléndidas, estudios de vanguardia)
junto a primeros pasos en su estilo ya consolidado,
piezas de corte realista (entre el expresionismo
alemán y los clásicos españoles), dibujos a lápiz,
ceras, retratos rotos por la luz, autorretratos, marinas
y paisajes... Una obra variada como una búsqueda
incesante; alguien que anda caminos y experimenta
espacios múltiples , que no se escudan en lo fácil, en la
supuesta pieza de arte exaltada por esnobistas que ven
lo que no existe, o por especuladores que elevan por
interés a fabricantes de pintura. Pound lo condenaba
así “con usura la linea se hincha”. Él es una excepción,
Freijeiro la lleva la contraria y consigue engrandecerlo
con maestría. Todas son obras de meditada impronta,
sólidas, coherentes; desde sus abstractos de los que
ya hablé (y con los que ya disfruté), hasta ese realismo
expresionista impactante (una niña doliente, un hombre
torturado, el dolor de ese bebé pidiendo una comida
con la cabeza sostenida por las manos de su madre:
el hambre de África, ¡qué sensibilidad!, no necesita
explicación) pasando por la conclusión de su estilo
tan terriblemente expresivo, sobrecogedor (reparen
en obras como “¡Mamá!”, “Terrible aceptación” o
“Maternidad Sur”).
Pero sobre todos una pieza: “Camiño a ningures”. En
mi ya larga vida, he caminado museos, he asistido
a numerosas exposiciones y he vivido cuadros. Se
agolpan en mi cabeza imágenes: “San Jerónimo”
de El Greco, un Cristo crucificado de Velazquez, sus
meninas, pinturas negras de Goya, “Saturno devorado
por sus hijos”, cuadros de Turner. El Bosco (delicioso
“Jardín de las delicias”) “La planchadora” de Picasso,
Rembrandt, los maestros franceses impresionistas,
Sorolla con ellos; recuerdo más recientemente
pasear por el Guggenhein de Bilbao y asombrarme
delante de un apunte de Giacometti; veo obras de
Egon Schile, la cara de un tío de Solana... ¡la locura!.
Con alguna obra de estos autores me he llegado a
emocionar del mismo modo que me he emocionado
con este “Camiño a ningures” de Freijeiro. Durante
el tiempo que permanecí observándolo recorrí la
distancia que hay entre la serenidad de los versos de
Bai Juyi hasta la tristeza desgarradora de “El niño
Staton” de Lorca (“Staton, hijo mío, Staton/ a las doce
de la noche el cancer salía por los pasillos...”).
Únicamente una figura, un cuerpo humano que bien
podría ser un negro africano caminando el hambre
o la esencia de cualquiera de nosotros: el espíritu
occidental directo a ninguna parte.
Su dureza es... absoluta y quizás sólo podría ubicarlo,
más que definirlo, o mejor para definirlo, pues el arte
de Freijeiro se resume en las obras que permanecen
en su estudio, pero hacia el exterior habría que
situarlo entre Lucien Freud (esa imagen de carne
perecedera sobre una cama de madera vieja) y el
feroz Picasso del GUERNIKA.
No se trata de una obra sencilla sino de la mejor
muestra de esencialismo, el mismo esencialismo que
llevó al impresionismo, a la abstracción de la pintura
expresionista, y que, quizás, en Freijeiro, en su obra, y
en especial en este cuadro, halle un nuevo camino.
Podría haber sido Borges quien opinase que todas
las grandes obras pictóricas son la misma y todas
a la vez; sin duda “Camiño a ningures” de Freijeiro
entra dentro de esta categoría.
J. Costa Magalhaes
Agosto - 98
Camino deIda acrílico sobre tela
Naturaleza muerta acrílico sobre tela
La partida acrílico sobre cartón
Borrico acrílico sobre cartón
Es a mi? acrílico sobre tela_90 x 65
Borrico acrílico sobre cartón
Es a mi? acrílico sobre tela_90 x 65
La Nuit acrílico sobre tablex_134,5 x 126,5
Patio de guerra acrílico sobre tela_130 x 60
Embrujo acrílico sobre tela_116 x 71
El estadio acrílico sobre tabla_93 x 50
Bailaora acrílico sobre lienzo_116 x 81
El niño de las rosas acrílico sobre lienzo_107 x 82
El científico acrílico sobre lienzo
Familia acrílico sobre lienzo
Parto Musical acrílico sobre tela_92 x 65
En buenas manos acrílico sobre tela_92 x 65
Inmigrante acrílico sobre tela_100 x 65
Envidia acrílico sobre lienzo_100 x 73
Teatro acrílico sobre lienzo
Éxodo acrílico sobre lienzo
Terrible aceptación acrílico sobre lienzo_100 x 73
Somalia acrílico sobre tablex_124 x 122
Copulación asistida acrílico sobre tela_100 x 70
3Paréntesis .Pegada propia
La búsqueda de un arte propio, no como simple
vehículo de diferenciación sino como verdadera
representación de un modo interior diferenciado,
llevó con los años a Freijeiro a edificar su propia
pintura sobre la base de la innovación, alejándose de
las tendencias de la seudo-tradición vanguardista o
de la “sensación esteta” para avanzar por el sendero
escurridizo del personalismo. Su obra pictórica,
intimamente ligada con el neobarroquismo (como F.
Pablos lo bautizó) azota en el primer contacto la vista
de los que conocían el trabajo del pintor y llena los
ojos de sorpresa de quienes lo descubren, en ambos
casos no por un premeditado afán de asombro, sino
por resultado de una conciencia individual.
Las nuevas composiciones son de una clara búsqueda
del individuo en los dos planos que el pintor entiende
que se divide: Exterior-Interior.
Las texturas, que evocan minerales o metales,
se llenan de brillos y se modelan en formaciones
urbanizantes o en detalles físicos da nuestra sociedad
que a pesar de lo asombrosas que puedan resultar
muestran un mundo en descomposición tapado por
la faz de la apariencia. De inmediato imágenes como
las de Blade Runner, de Ridley Scott, donde la ciudad
se mueve en la nocturnidad, el caos y la podredumbre,
nos vienen a la mente para relacionarnos las obras
con las visiones paisajísticas de El Greco o las
descompuestas figuras de El GUERNIKA de Picasso.
Pero Freijeiro lo vuelve sutil, ecléctico, como tapado
por un velo (apariencia) que viene a suavizar nuestro
plano exterior, uniformado por la sociedad actual que
intenta hacer desaparecer el otro plano, el interior,
y anular así al individuo. El plano interior aparece
cargado de matices y vida, en compleja conexión
metafísica con el cosmos, la naturaleza, aunque por
momentos tiende a desaparecer en señal inequívoca
de muerte interna.
Sin título acrílico sobre tabla
Freijeiro viene a luchar contra el “mal uso” de los
principios básicos de las sociedades occidentales
que convierten al ser humano en un “ser-número”, y
aboga por la distinción nietzscheniana del apolineo y
del dionisíaco como composición básica de todo ser
humano así como la expresión metafórica de este:
una nueva perspectiva para una nueva pintura.
J. Costa Magalhaes
Salgo de la galería Espacio para el Arte de Caja
Madrid en la que expone un artista gallego singular,
Rafael Freijeiro. Los aficionados a la pintura no deben
perderse la independencia indeclinable de este pintor,
su retina deslumbrada, la maestría en el oficio, el
espontáneo expresionismo abstracto, el nihilismo que
informa sus creaciones como un desafío a la oscura
penumbra del más allá. La lluvia, el mar bronco, las
costas de la vida y de la muerte, el fragor del verde han
hecho de Galicia paisaje de la tierra y del alma para
escritores y artistas. Rafael Freijeiro, con una larga
cosecha de éxitos a sus espaldas, regresa a Madrid.
Luis María Anson
Real Academia Española
Madrid 2006
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
“Siempre los mismos principios, inamovibles pero
flexibles, en la base de sus obras. Siempre el mismo
afán por obtener conclusiones de la contraposición,
de la tensión entre elementos opuestos. Siempre la
paradoja. Freijeiro crea su obra como consecuencia de
esta dialéctica, en la que él es su propio interlocutor,
y se somete a un proceso de transigencias entre sus
plásticas, hasta hallarse de nuevo uno.”
J. Costa Magalhaes
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
Sin título acrílico sobre tabla
4El paisaje ensamblado en la memoria poética
Sin título acrílico sobre papel de prensa
El artista que investiga, que indaga posibles nuevos
caminos a partir de referencias, de sensaciones
y hallazgos nunca tan inesperados como pueda
suponerse, es evidente que evoluciona y eleva a la
categoría de su arte. Y este es el caso de Rafael
Freijeiro, cuya exposición es de una sorprendente
novedad y de una belleza casi inefable.
Respecto de la actual, al menos dos etapas
precedentes dicen de la constante búsqueda de este
artista vigués que ya cuenta, y de manera notable,
en el panorama de la plástica gallega actual,
sin necesidad de radicalizaciones, manifiestos o
adhesiones a vanguardias más o menos efímeras.
Comenzó en una expresión tangente con el “pop”
norteamericano, aunque cargado de ironía y ternura,
que al fin lo hacían muy nuestro. Le sucedieron sus
primeros ensayos sobre papel impreso; utilizando
periódicos como fondo de sus ejercicios cromáticos,
de paleta entonada y mancha leve, casi fugaz, de
ascendencia romántica. Y como consecuencia de
ambas, llega ahora a estas delicias informalistas, de
lineas, colores, fragmentos que se ensamblan, para
darnos una pintura consecuente, que es actual y es
tradicional a un tiempo. Es decir, después de haber
digerido, y muy bien, todo lo que su sensibilidad voraz
le hizo aprehender.
Verdes, blancos, carmines, azules, en polígonos
caprichosos, que se relacionan o estructuran.
insinuaciones formales que no llegan a concretarse.
Alardes de paleta dominados por la feliz orquestación
que el pintor sabe imprimir a sus intenciones. Todo
ello es un resultado cabal, consecuente, y no una
casualidad feliz. La exposición demuestra que hay un
creador consciente, que ejercita variaciones sobre un
mismo tema ideal, en formatos muy diferentes, para
expresarse a gusto. Levemente, sin insistencias. Pura
delicia lírica, evanescente y hasta onírica, aunque
sin convulsiones de rango surrealista. Porque en el
pintor hay, también, un poeta, que dice con el color
sentimientos, sensaciones, estados de ánimo.
Con el secreto a voces de observar, experimentar,
trabajar y destruir lo no cuajado, se llega a
pintura tan hermosa, tan personal. Felicidades
a Freijeiro y gracias por el hermoso espectáculo
que su obra constituye.
Francisco Pablos
Real Academia de Bellas Artes
FREIJEIRO, LIRISMO ONÍRICO
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
Sin título acrílico sobre papel de prensa
5De Freijeiro a Freijeiro
El arte se ha transformado en algo vano y banal,
hueco, donde lo ingenioso o sorprendente es el
canon y la reiteración y la colocación han acabado
por agotar y aburrir. Esto ha convertido a artistas
como Freijeiro en verdaderos innovadores. Sus obras
siempre han pretendido la belleza en si misma, aun
en aquellas en las que introduce elementos críticos.
Su preocupación se centra en lo visual, en la figura,
en el color y, en consecuencia, en el significado: lo
que la obra dice o enuncia.
Esta exposición es continuadora de la celebrada
hace unos meses en el CFV (Club Financiero de Vigo)
la cual abrió un nuevo ciclo dentro de su producción
y se caracterizó, al igual que la actual, por una
extraordinaria y homogénea calidad. Pero este nuevo
ciclo no significa un cambio de estilo en el autor,
sino una nueva forma en la que se ha transfigurado
la filosofía pictórica de Freijeiro. Los rasgos que
definen su pintura siguen siendo los mismos hoy
que en el ciclo que se cerró con la exposición en
Caixavigo en 1998. Hay, pues, un estilo subyacente
e invariado sobre el que se desarrollan y explotan
diversas formas artísticas.
Pocos son hoy los pintores capaces de reducir los
objetos a sus rasgos esenciales, captar la figura
con los mínimos trazos o pinceladas de color, o de
resumir la figura humana en unas pocas líneas y
golpes de luz. La calidad de este pintor se observa
en los detalles y sutilezas con los que trabaja y
en la dificultad de hacer sencillo aquello que es
enormemente complejo. Para ejecutar cualquiera
de las obras que nos muestra en esta exposición
es necesario poseer una mano precisa a la par que
brillante. Es un pintor radical, innovador e incluso
provocador dentro del arte actual, pero no por una
pretenciosa voluntad innovadora, sino por su afán
clásico y por su anhelo de belleza. El arte actual
ha derivado bien hacia la mera decoración, bien
hacia el puro conceptualismo. La preocupación
es que la obra combine con el color del sogfá del
salón, o que exprese la metafísica del tiempo en la
nada o preocupaciones pseudofilosóficomorales,
en realidad moralinas, acerca de la sociedad y el
individuo, es decir, naderías.
NOTAS SOBRE UNA NUEVA FORMA
Sin título acrílico sobre papel prensa_20 x 31
Venecia acrílico sobre papel prensa_40 x 60
así como el simbolismo, pero el sentido del humor
y los elementos críticos siguen presentes, aunque
enfocados hacia lo íntimo. Ha vuelto su interés
hacia el sujeto eliminando las circunstancias, su
entorno. Ha querido alcanzar lo Bello y no incidir en
lo sobrecogedor, lo dramático o lo terrible. Sigue,
por ello, presente una sutil influencia filosófica de
Matisse matizada ahora, en los bodegones, por Goya
y Morandi: estatismo e intimidad. Esta e otra novedad
interesante, la presencia de la quietud, frente al
dinamismo de las composiciones precedentes
permite intuir una perspectiva diferente dl pintor
hacia el objeto y lo trascendente a éste; quizás, un
estado interior distinto, más sosegado.
Descontextualización, concreción, quietud, espacio
y volumen, caracterizan esta nueva forma asentada
en una filosofía pictórica que no ha variado, sino
que solamente se ha transfigurado. Es otra forma
más en que se nos presenta, porque lo que ustedes
quizás no conozcan es que , en su estudio, nuevas
apariencias se agolpan y la próxima puede ser otra
indagación en lo actual u otra transformación.
J. Costa Magalhaes
Galicia, 2002
Respecto al ciclo anterior, subsiste la infinita variedad
cromática, pero, ahora, con hegemonía de las
tonalidades oscurecidas, principalmente frías aún con
excepciones en las cuales los colores cálidos también
han sido apagados. Tampoco aparece la línea negra en
el dibujo. Esta forma exige que sea blanca o grisácea,
o, incluso que se diluya completamente, para que la
mezcal de colores, las gradaciones cromáticas y las
pinceladas blancas puedan dar volumen a las figuras;
consigue así una impresión escultórica en los cuadros
que los aproxima obras anteriores, como “Camiño a
Ningures”. La aplicación plana del color, que acercaba
la forma a la vidriera y al PopArt, ha sido substituida por
la mezcla y la superposición lo cual introduce matices
de luz, volumen y con ello la noción del espacio, la
profundidad, que sólo muy veladamente aparecía en
formas anteriores. También el predominio de figuras
solitarias, y concretadas por el formato pequeño de los
cuadros, es una característica que aparece en obras
anteriores y en piezas que aún no han visto la luz o
que han sido adquiridas por coleccionistas privados.
Los cuadros se han llenado de abstracciones:
algunos objetos simplemente se insinúan – persiste
el esencialismo visual y el esquemátismo- o, incluso,
están, únicamente, porque queremos encontrarlos.
Se ha diluido toda la ironía y la crítica hacia lo externo,
Sin título acrílico sobre papel prensa_31 x 40
“Acaece que Freijeiro se ha adueñado, con visión de
ave rapaz, de los amaneceres otoñales de la orografía
gallega, internalizándolos desde los ojos de su alma.
Con esa visión y el dominio de su oficio de pintor, en ya
largo ejercicio, consigue esta obra delicada y firme,
transparente y rotunda. Una pintura de nuestro tiempo
sin tiempo concretable, ya que ha asimilado una larga
tradición que la conduce al clasicismo perdurable.”
Francisco Pablos
Real Academia Gallega de Bellas Artes
Ellas acrílico sobre papel prensa_60 x 80
Sin título acrílico sobre papel prensa_29 x 41
Puski acrílico sobre papel prensa_60 x 80
Puski acrílico sobre papel prensa_60 x 80
Sin título acrílico sobre papel prensa_31 x 40
Uvas acrílico sobre papel prensa_20 x 31
Sin título acrílico sobre papel prensa_20 x 31
Sin título acrílico sobre papel prensa_20 x 31
Sin título acrílico sobre papel prensa_40 x 60
6Trágica Belleza
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_90 x 122
para adentrar sus pinceles en nuevos ensayos como
poemas del amor incierto. Hay algo de elegía, de canto
ecológico por el dolor, en sus lienzos, que se dividen
en dos zonas. En una los desperdicios, los desechos,
la escombrería y la contaminación que amenazan a
todos; en la otra, la naturaleza agredida que resiste, a
punto de ser ahogada, asfixiada. Es el caos junto a la
serenidad. Explosión formal del color, trágica belleza,
zarandeadas formas, bronco nihilismo, deslumbrada
retina, indeclinable independencia, fronteras de la
vida y de la muerte, todo está en la pintura de Rafael
Freijeiro, el artista que ha diseccionado el cadáver del
tiempo que vivimos. Hay algo en sus cuadros de oro
ignoto, de azul mágico juanramoniano, que se esponja
bajo la agresiva cobrería de los colores altivos,
mientras el cenit se va rompiendo de hoja en hoja, de
mancha en mancha, de color en color trocado, sobre la
altivez de una paleta que acaricia con el pensamiento.
Luis María Anson
Real Academia Española
El Cultural. Madrid 2007
Es uno de los pintores españoles más interesantes
de los últimos años. Lo de menos son sus éxitos,
tan reiterados. Lo de más es su independencia, su
calidad plástica. Mario Antolín lo destacaba en su gran
Diccionario. Su exposición en Feima, en la madrileña
calle de Fernando el Santo, me ha impresionado. La
última obra de Rafael Freijeiro tiene algo de erizante.
De aliento sugeridor. Es una tremenda meditación
galopante. Ha superado el expresionismo abstracto
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_94 x 122
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 64
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 64
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 64
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_90 x 122
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_122 x 90
Sin título acrílico sobre tabla y papel prensa_90 x 122
7Futuro Imperfecto
fotográfica y la revisión última del acrílico. Así que
la imagen final no depende de la exclusiva mano del
artista, sino, también, de condicionantes externos
aceptados, aleatorios y variables en cada caso a los
que el pintor se somete como límites infinitos por los
que transitar como ser fronterizo.
En primer lugar, hay una primera selección del objeto
(una plancha de metal, madera o cualquier otro
material) al que dedica un primer estudio de su textura,
tamaño, vetas de color, incluso la cara que escogerá,
etc.; sobre este objeto realiza un primer trabajo de
énfasis y ocultamiento: una primera capa de pintura
realza lo más interesante (las manchas, rugosidades o
imágenes que quiere destacar); terminado este primer
proceso y en condiciones de luz y atmósfera diferentes
en cada caso, toma una fotografía del resultado que
montará sobre un soporte apropiado; finalmente,
trabaja de nuevo con acrílico sobre la fotografía, hasta
que la imagen queda fijada conforme a sí misma, a sus
propias naturaleza y condiciones. Cómo determinar
entonces si figuración o abstracción.
No sabríamos decir si, en su última exposición (Futuro
Imperfecto, Club Financiero de Vigo, marzo de 2008)
Freijeiro se nos viste de pintor abstracto o figurativo.
Quizás lo más acertado sea no empezar por ahí, sino
olvidarnos de esa separación y dejar que la obra
penetre en nosotros sin prejuicios, sin filtros que
empañen nuestra mirada o tamicen la información
conforme a unos esquemas preconcebidos. Sea lo uno
o lo otro, lo cierto es que lo importante radica en la
ambigüedad y el proceso. Una obra que no se puede
clasificar conforme a los esquemas tradicionales
exige una interpretación propia que la desvele tal
como es y que explique cómo dice lo que dice, y un
esfuerzo del espectador por participar de la obra y
completarla, ser parte de ella, valga la redundancia.
El proceso de composición es determinante. Lo que
aparentemente no es otra cosa que pintura es en
realidad el resultado de una secuencia de pasos en la
que se combinan materiales de deshecho, fotografía
y pintura acrílica. La imagen resultante abarca las
consecuencias del material previo, el azar, la mirada
del pintor, las determinaciones de una cámara
UN PROCESO POR FINALIZAR
Sin título técnica mixta_40 x 50
La imagen será siempre mestiza, ni una cosa ni
la otra. Color nada más, en realidad. Si plana o
tridimensional, si referencial o no, si paisaje real o
mental, si imagen o idea, si metáfora o símbolo no
es más que un intento reduccionista y una traición a
su propio sentido y creación. Su verdadero sentido
es su propio proceso, las condiciones variables y
completamente individualizadas de su producción.
Cómo juzgar conforme a su estado definitivo cuando
éste es la consecuencia de un desarrollo en cierto
grado azaroso y coherente consigo mismo. Buscar
explicaciones a lo que es fuerza pictórica en sí misma,
presencia del color y expresividad visual carece de
lógica o es un intento desesperado por traducir en
palabras lo que la imagen dice sin necesidad de
traductores ni mediadores de ninguna clase. Lo
apropiado es vaciarse y contemplar a la espera de que
nuestra propia mente conforme un tejido narrativo y
referencial entorno a la obra, aguardar el momento de
revelación o, más acertadamente, el momento en que
cerremos el proceso creativo con nuestras propias
aportaciones.
Roseline C. Ashtree
Berlín 2008
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
Sin título técnica mixta
English
RAFAEL FREIJEIRO OCTOBER 1958, VIGO
Intuitive, temperamental and a tireless experimenter, Freijeiro is committed to total
freedom when researching forms and colours as he seeks a current language. His
restless character has driven him from the pencil to acrylic, after experimenting with
wax, oils and watercolours.
Freijeiro paints through pure feeling, far from conscious influences, by his creative instinct.
Compared to the truth and spots, there is clean execution, light and an essential medium,
drawing. His fantasy and dreamlike painting reflects human passions and miseries, a
reflection that forms part of his own life experience, in a sarcastic and concerned vision
that makes it unique.
Sonia Sebastian
Director of the Cervantes Camara Theatre
Madrid 2009
English
For those of you who do not know the work of Rafael
Freijeiro, an initial warning: he is one of the most gifted
and important painters on the current art scene.
In a general catalogue of his work such as this, a
space had to be reserved for those works that have
not had the opportunity to be developed in their own
right and be displayed in public. That is the case of
four figurative production lines that may be easily
demarcated either by their technique or historical
references, or by their subject matter and that have
either remained just as notes or studio tests or as
works created for a fundamentally private sphere.
Apuntes de Realidad1OTHER INFLUENCES
For those of you who do not know the work of Rafael
Freijeiro, an initial warning: he is one of the most gifted
and important painters on the current art scene.
In a general catalogue of his work such as this, a
space had to be reserved for those works that have
not had the opportunity to be developed in their own
right and be displayed in public. That is the case of
four figurative production lines that may be easily
demarcated either by their technique or historical
references, or by their subject matter and that have
either remained just as notes or studio tests or as
works created for a fundamentally private sphere.
On the one hand, we have what I call the work with
Baroque roots, a series of realistic paintings when a
more gloomy and over-ornate vision predominates of
the image (palette of browns, ochres, raw and light
reddish hues; the use of light and shade; lacerated
bodies; still-life with 17th century references; etc.) and
which also reflects the influence of Constable, Lucien
Freud or Solana. In some cases, they are perfectly
finished works, such as El Torturado (Tortured) or El
Niño (The Boy), steeped with great expressive force and
an evocative capacity, and gaunt like Freud’s painting,
even if with a different, more Spanish, colour treatment,
if we put this pictorial tradition in terms of history. In
other cases, they are rather tests and experiments with
traditional techniques or subject matter, even though
they are modified by the introduction of resources that
are not frequently used. That is the case of an apparently
scholarly still-life (if we can use the farfetchedness of
this word in this case) where the support, a long wooden
board arranged horizontally, allows him to play with the
glance of the viewer, and the support becomes part of
the picture itself: following the direction of the board, the
fruit is arranged on a table that is only the combination
of a painted line and the grain of the board itself; a visual
game where the possibilities of the material are used to
build the picture.
English
A second work line is rooted in the avant-garde
expressionism, particularly in the German tradition
(the Die Brücke group: Kirchner, Schmidt- Rottluff,
Heckel…), but its subject matter is not the typical of that
movement, as it is a re-use of resources, techniques
and colour combinations fundamentally applied to
the still-life. The brush strokes are usually nervous
and undulating and the picture is made up of strokes,
with the drawing or the line, that is so characteristic of
his best known production, disappearing completely.
The colour is more sober, less luminous. And there
is no defined space for the main motif. The portrait is
a side that is almost unknown of Freijeiro and from
what can be seen from the small works piled up in
his studio, it may be unjustly ignored, as it shows an
unusual capacity to capture a face with barely a light
expression of the eyes or a simple facial gesture.
There is no technical uniformity in these works that
are surely tests and studies linked to the development
of other exhibitions uniformity in these works that are
surely tests and studies linked to the development of
other exhibitions and known works; that is, something
like a background work to perfect a specific technique
that he will apply in successive exhibitions. But
what is obvious is that, irrespective of the medium,
the portraits are finished and successful pictures,
brilliant for their capacity to capture character.
Finally, even though they have not been displayed
in a specific exhibition, the sea-scapes constructed
as black and white photographs have enjoyed some
fame in private circuits and have been consolidated
as a production line in their own right on a par with
the rest of his known work. They are prints of the Ría
de Vigo estuary, views that are about the relationship
between the city and the sea, its contradictions
and mutual necessities, the maritime landscape
constructed by man. Pictures where the colour is
reduced to black, grey and white, false historical post
cards or the merger between an evoked picture and
the current landscape reality. Historical portraits of the
façade of the city or the current state of the estuary.
The obvious conclusion is that, despite everything
that has occurred so far and all the varieties and
influences that he has been exploring, Freijeiro still
retains the possibility of developing new works to
surprise the audience and challenge it to try to reduce
him to a label, a movement, group or style.
J. Costa Magalhaes.
English
Much more than a mere game. The artist has reasoned,
plunged into his memory where he has stored everything
he has absorbed, from the Gothic stained glass windows
to Germanic expressionism, sometimes ironic and
caustic, and not forgetting the deterministic realism of
Léger to Matisse’s lyrical quintessence.
Being, as he is, so personal, so completely
unmistakable, Rafael Freijeiro has nearly multiple
plastic reminiscences. And that is good. Another
thing, of course, would be that his work resembled
one specifically, as in art, as Eugenio d’Ors, everything
that is not tradition is plagiarism.
Drama Lúdico2 That trembling line, but firm at the end, what is already a
silhouetted paradox, a structure, shapes his deliberately
elementalized beings, that are not elemental, and
submerges them in an unusual atmosphere that brings
us to the “comic”, even if a deceitful way, as, although
everything seems naive in the art of this man from Vigo
called on to be important, nothing is when all said and done.
There is a great deal of reflection and a complex world of
ideas, of feelings, that Freijeiro has synthesized to achieve
pure plasticity between ingenious and caricaturising.
More than expressionist, he is neo-Baroque, so of
our time, but much less fleeting than Andy Warhol,
because in the American there is nothing more than
pure superficiality, brevity of the presumably pervading
poster, while there is incorruptible tenderness, along
with social criticism, in the Galician artist.
Freijeiro loves his creatures. He lives with them.
They form part of his lyrical world, which is vaguely
many and well ordered ideas, even though it may seem
simple. You therefore need to dialogue with it calmly
and extensively, in order to enjoy it in its whole truth.
If Torres García were here, he would say that it was worth
inventing constructivism for Freijeiro to fill it with feeling.
If Otto Dix or Grozt returned from their Germany between
the two wars, they would say that the peace reached in
45 was worthwhile, because at the far tip of Europe, near
to Finisterre, a reasoning yet angelic Galician was able to
internalise their messages and return them in the agreed
melody, a sustained E flat, with Mexican revolutionary
muralism behind him and perhaps, why not, to the
sound of a muiñeira folk dance, which is the dance of the
people who work and play. The ludic then drowns out the
dramatic to become the personal art of Rafael Freijeiro.
Francisco Pablos
Royal Fine Arts Academy
Vigo. 1996
referential, with a dreamlike quality. And this painter,
even though he starts from reality, from the anecdote,
knows how turn it into something exceptional. The
viewer feels contemplated, scrutinised, almost as if the
gazes of his fantastic and fantasy creatures, which live
in spaces as wall-hangings, are boring through them.
There is something of the oriental in a truly dramatic,
disorderly, colourful, overcrowded world, from which
the creatures escape to levitate, even though it seems
that they are heavy, that they have density, just like in
the work of Chagall, another of his distant references.
Such complex, worked, reasoned painting, even though
the result is deliberately synoptic. Such a succinct
palette, with crimsons, blues, greens, blacks.
Let me be, like Freijeiro, a child-man that transforms a
vulgar reality into an indescribable charm. If you like his
painting at first glance, question your opinion, as this is
a deep plastic expression of highly pondered reasons, of
English
Freijeiro provides a peaceful, serene account of the
discoveries and ups and downs of day-to-day life. The
account is perhaps ironic, perhaps extrovert, but is
always narrated with tout court fluid graphics and
sensual, palpable, burning colours.
The eye of this worthy Spanish artist preserves the
grace of innocence and melancholic meekness – due
to its apparent chromatic luminosity – of an attentive
observer and cleverly captures whatever is moving
around him. The artist files this subtle criticism of
human events away in his memory where it is left to
mature among the multiple sensations stored away
there, and then chooses the colours from memory,
the inventive and compositive order of the masses and
volumes before beginning work on any tale.
Graphic images mark an internal, almost whispered,
journey through ideographic versions stored in the
memory file, in an apparently unstable topography
and fragmentation of internal conflicts, of new form
conventionalisms, of lyrical perceptions and metaphors
fed by a surprising chromatic passion.
When you see the works of Freijeiro, produced by blocks,
by series of blueprints with clear margins, without
volatilising the union or the adjustment, where colours
merge by inertia, like grooves or display cabinets
moved by the structural need to stress and highlight,
rather than filling in spaces. You immediately discover a
worthy artist, who has culturally learned from the great
masters, yet free of any rhetoric, who prefers a hair’s
breath graphic texture, delicatism, who condenses the
values of the chromatic paste (mainly acrylic
colours) without ever smiting the strength and
expressive freshness.
Freijeiro’s formal repertoire is unleashed with a love
discovered in light, in the extremely poetic representation
of the surrounding reality, a representation that would
be defined as independent, not pigeonholed in this or
that artistic movement or current. This Spanish artist
does not search for new patents outside its history,
but rather his production and with honesty in his work
establishes a clear threshold between the infinite and
the temporariness of life and the history of man. He
seeks the internal truth and recreates “the reality of
the world in the novelty of its feeling” in a free and full
chromatic key where the beats of his heart are always
in harmony with the execution of any painting.
Lello Spinelli
“Pensiero e Arte” Bari. Italy 96
English
Paréntesis. Pegada propia3
The search for one’s own art, not merely as vehicle to
stand out but rather as a real depiction of a different
internal way of seeing things, has led Freijeiro
over the years to build his painting on the base of
innovation, moving away from the pseudo-tradition
avant-garde or “aesthetic sensation” trends, and
along the elusive path of personalism. His pictorial
work, that was previously closely linked to the neo
Baroque (as F. Pablos called it), strikes the people
who knew the work of the painter and surprises
the people who discover it, in both cases not by a
premeditated fervour of bewilderment, but rather as
the result of an individual conscience.
The new compositions are a clear search of the
individual at the two levels in which the painter believes
it is divided: External-Internal.
The textures, which evoke minerals or metals, are
filled with brightness and are modelled on urbanized
formations or on physical details of our society.
However astounding they may appear, they show a
world that is breaking down whi9le covered by the mask
of appearance. Recent images, such as those of Blade
Runner, by Ridley Scott, where the city transforms into
nocturnal, chaos and decay, come to mind to relate
the works with the landscape visions of El Greco or
the decomposed figures of Picasso’s EL GUERNIKA.
Yet Freijeiro makes them subtle, eclectic, as if covered
by a veil (appearance) that softens our external level,
standardised by today’s society that tries to make the
other level, the internal, disappear and thus negate
the individual. The internal level appears loaded with
nuances and life, in complex metaphysical connections
with the cosmos, nature. However, it tends to disappear
at times in the unequivocal signal of internal death.
Freijerio fights against the “bad use” of the basic
principles of western societies, which convert the
human being into a “number-being” and advocates
for the Nietzsche distinction of the Apollonian and
the Dyonisan as the basic composition of any human
being, together with its metaphorical expression: a new
perspective for a new painting.
J. Costa Magalhaes
English
I left the Espacio gallery for the Arte de Caja Madrid
where an unusual Galician artist, Rafael Freijeiro, was
exhibiting. Art lovers must not miss the unbending
independence of this painter, his dazzled retina,
his mastery of his trade, the spontaneous abstract
expressionism; the nihilism turns his creations into a
challenge to the darkness of the beyond. The rain, the
wild seas, the coasts of life and death, the clamour of the
green have turned Galicia into the landscape of the land
and soul for writers and artists. Rafael Freijeiro, with a
long list of successes behind him, returns to Madrid.
Luis María Anson
Spanish Royal Academy
Madrid 2006
“Always the same immovable but flexible principles as
the basis of his works. Always the same desire to obtain
conclusions from the juxtaposition, from the tension
between opposite elements. Always the paradox. Freijeiro
creates his work as the consequences of this dialectics,
where he is his own spokesman and forbearingly works on,
until he finds a new one.”
J. Costa Magalhaes
English
El paisaje ensamblado en la memoria poética4
The artist who investigates, who probes possible paths
from references, sensations and findings that are
never as unexpected as may be first thought, obviously
evolves and excels in his art. And this is the case of
Rafael Freijeiro, whose exhibition is a surprising
novelty and with a nearly fleeting beauty.
With respect to this one, at least two previous stages
point towards the constant search of this artist
from Vigo who has already made his mark, and in a
notable way, on the Galician art scene, without need
for radicalization, manifestos or joining more or less
ephemeral avant-garde trends. He began with a tangent
expression with American pop, although loaded
with irony and tenderness, which made it typically
ours. This was followed with his attempts on printed
paper; using newspapers as the background to
his chromatic exercises, with an almost fleeting
palette in tones and light speckles, showing a
Romantic influence. And as a result of both, he
has now arrived at these informal delights, with
lines, colours, fragments that come together, to
give us a coherent painting, which is both modern
and traditional. That is to say, after he had clearly
taken on board, everything his voracious sensitivity
made him learn.
FREIJEIRO, DREAMY LYRICISM
Greens, whites, crimsons, blues, in fickle polygons,
that are related or structured. Formal insinuations
that do not materialise. Palette displays dominated
by the happy orchestration that the painter knows
how to print on his intentions. And the outcome
is accomplished, coherent and not just a happy
coincidence. The exhibition shows that there is a
knowing creator, who experiments with variations
on a single ideal subject, in very different formats,
to express himself as he wishes. Lightly, not
insisting. Pure lyrical delicacy, that is evanescent
and even dream-like, although with surrealist
type convulsions.
Because there is also a poet in the painter, who
expresses feelings, sensations, moods with colour.
With the open secret of observing, experimenting,
working and destroying what does not take, he
achieves such beautiful, such personal painting.
Congratulations to Freijeiro and thanks for the
stunning show of his work.
Francisco Pablos
Royal Fine Arts Academy
English
They are few painters today who are capable of
reducing objects to their bare essentials, capturing
the figure using the minimum of lines or colour brush
strokes, or summarising the human figure with just
a few lines and the effects of the light. The quality of
this painter can be seen in the details and subtleties
with which he works and how he achieves the difficult
task of turning the hugely complex into something
simple. A precise and brilliant hand is needed to
execute any of the works in this exhibition. He is an
innovative, radical and even provocative painter in the
current art scene. Yet, this is not due to a pretentious
desire to be innovative, but rather to his thirst for the
De Freijeiro a Freijeiro5 classical and to his desire for beauty. Today’s art has
moved either towards mere decoration or towards
pure conceptualism. The concern is whether the piece
of art goes with the colour of the sofa in the lounge, or
it expresses the metaphysics of time in nothingness or
pseudo-philosophical-moral worries in false realities,
about society and the individual, in other words,
trifles. Art has become something vain and banal,
empty, where the ingenious or surprising is the canon
and where repetition and placement have ended up
worn out and boring. This has turned artists such as
Freijeiro into true innovators. His works have always
sought the beauty within, even in those where critical
elements are introduced. He focuses on the visual, on
the figure, on colour and, therefore, on the meaning:
what the works says or expresses.
This exhibition is a continuation of the one held at
the CFV (Club Financiero de Vigo) a few months ago,
which marked the start of a new cycle within his
NOTES ON A NEW FORM
artistic career and was characterised, in the same way
as the present one, by an extraordinary and uniform
quality. Yet this new cycle does not mean a change
of style of the artist, but rather a new way in which
Freijeiro’s pictorial philosophy has metamorphosed.
The features that define his painting continue to still
be the same today as in the cycle that ended with
the exhibition at Caixavigo in 1998. There is, then,
an underlying and unchanging style that is used to
develop and exploit different artistic forms.
Compared to the previous cycle, the infinite variety
of colours remains, but, now, with a dominance of
darker, mainly cold shades, yet with exceptions where
the warm colours are also duller. The black line does
not appear in the drawing. This form requires that it is
white or greyish, or even that it is completely diluted
so that the mescal of colours, the chromatic shades
and the white brush strokes can give volume to the
figures; and thus achieve a sculpture-like feeling to
the paintings that are similar to previous works, such
as “Camiño a Ningures” (Path to Ningures). The flat
application of colour, which brought the form to stained
glass windows and to Pop Art, has been replaced by
mixture and overlaying. This introduces light nuances,
volume and therefore the notion of space, depth, which
only appeared in previous forms in an indirect way. The
predominance of solitary figures, and materialised by
the small format of the pictures, is a characteristic that
appeared in previous works and items that still have not
been shown or which have been purchased by private
collectors. The paintings are full of abstractions: some
objects are simply hinted at – the visual essentialism
and the schematics persist – or, they are there,
merely, because we want to find them. All the irony
and outer criticism has been diluted, together with the
symbolism, but the sense of humour and the critical
elements remain present, even though they are focused
towards the intimate. His interest has returned to the
subject and the circumstances, its environment, have
English
been eliminated. He sought to achieve the Beauty and
not focus on the shocking, the dramatic or the terrible.
A subtle philosophical influence of Matisse continues
to be present, with a hint now of Goya and Morandi in
the still-lifes: immobility and intimacy. This, along with
another interesting novelty, the presence of serenity,
compared to the dynamics of previous compositions,
allows a different perspective of the painter towards
the object and its importance to be sensed; perhaps a
different, more peaceful inner state.
Decontextualisation, preciseness, tranquillity, space
and volume characterise this new form based on a
pictorial philosophy that has not varied, but rather has
only been transformed. It is yet another form in which
he reveals himself, because what you may not know is
that, in his studio, new appearances crowd in and the
next one may be another investigation into the current
or another transformation.
J. Costa Magalhaes.
Galicia, 2002.
“It transpires that Freijero has become a master,
from a bird of prey’s view, of the autumn dawns of
the Galician countryside, which he has internalised
from the eyes of his soul. Thanks to this view and his
well-established mastery of his trade as a painter,
he achieves this emphatic, transparent, firm and
delicate works. A painter of our time yet timeless, as
he has assimilated a long tradition that takes him to
enduring classicism.”
Francisco Pablos
Galician Royal Fine Arts Academy
English
He is one of the most interesting Spanish painters
of recent years. Not merely because of his
repeated successes. What is more important is
his independence, the quality of his work. Mario
Antolín highlighted this in his great Dictionary. His
exhibition at Feima, in Calle de Fernando el Santo
(Madrid), impressed me. The latest work of Rafael
Freijeiro has something bristly about it. Suggestive
in fact. It is a tremendous fast-moving meditation.
Trágica Belleza6
He has overcome the abstract expressionism to set
off with his brushes on new routes as if they were
uncertain love poems. There is a hint of lyrical poetry,
of an ecological lament, on his canvases, which are
divided into two areas. One depicts the waste, the
rejects, the rubble and the pollution that threaten all
of us. The other, nature under attack that resists, to
the point of being drowned, suffocated. It is chaos
next to serenity. Formal explosion of colour, tragic
is breaking from page to page, from spot to spot,
from colour to bartered colour, on the haughtiness of
a pallet that caresses thought.
Luis María Anson
Spanish Royal Academy
El Cultural. Madrid 2007
beauty, sifted forms, wild nihilism, dazzled retina,
unbending independence, frontiers of life and death
are all in Rafael Freijeiro’s painting, the artist who has
dissected the corpse of the time we live in. There is
something in his paintings of unknown gold, of Juan
Ramonic magical blue, which absorbs the aggressive
copper work of the haughty colours, while the climax
English
Futuro Imperfecto7
At his last exhibition (Futuro Imperfecto (Imperfect
Future), Club Financiero de Vigo, March 2008), we
did not really know whether Freijeiro was an abstract
or figurative painter. It might be better not to start
there, but rather forget that separation and allow the
work to enter us without prejudices, without filters
that fog our vision or sieve the information according
to preconceived lines. In either case, it is true that
what is important lies in ambiguity and the process.
A work that cannot be classified along traditional
lines requires its own interpretation that reveals it as
it is and which explains how it says what it says. And
the effort by the viewer to take part in the work and
complete it, be part of it, is worth the redundancy. The
composition process is crucial. What apparently is just
painting is in reality the result of a sequence of steps
where shattered materials, photography and acrylic
painting are combined. The resulting image tackles
the consequences of the prior material, randomness,
the look of the painter, the determinations of a
photographic camera and final checking of the acrylic.
Thus, the final image does not depend on the exclusive
hand of the artist, but also on the variable, random
and accepted external conditioning factors in each
case to which the painter is subjected with infinite
limits that he crosses to be a pioneer. First of all, the
object (a metal board, wood or any other material) is
selected and he starts off by studying its texture, size,
veins of colour, even the face hidden in it, and so on.
This object is then used for a first work of emphasis
and concealment: an initial layer of paint brings out
the most interesting (the stains, roughness or images
that he wants to highlight); once this first process is
AN UNFINISHED PROCESS
words what the image says without needing any type
of translators or mediators. The right think is to blank
your mind and contemplate while waiting as your own
mind shapes a referential and narrative fabric around
the works, await the moment of revelation or, more
correctly, the moment where we close the creative
process with our own contributions.
Roseline C. Ashtree.
completed and in different light and atmospheric
conditions in each case, he takes a photo of the result
that he will mount on an appropriate medium; finally,
he again works with acrylic on the photograph, until
the image is set according to how it is, its own nature
and conditions. How can you then tell if it is figuration
or abstraction. The image will always be a crossbreed.
In reality, nothing more than colour. If it is flat or three
dimensional, if it is referential or not, if it is a real or
mental landscape, if an image or idea, if a metaphor
or symbol, it is no more that a reductionist attempt
and a treason to its own meaning and creation. Its real
meaning is its own process, the variable and completely
individualised conditions of its own production. How
can you judge according to its final state when that is
the consequence of a development that is random to
a certain degree and coherent with itself. Looking for
explanation for what is a pictorial strength in itself,
presence of the colour and visual expressivity, is not
logical and is a desperate attempt to translate into
English
· Orense Provincial Museum
· A Solaiña-Piloño Museum, Pontevedra
· Tui Diocesan Museum, Pontevedra
· Dos Crivos Museum, Portugal
· Dos Castros Museum, Portugal
· Galician Centre, Madrid
· Caixanova Collection, Vigo
· Galician House, Madrid
· Cámara de Valença, Potugal
· Pontevedra Provincial Council
· Caja Madrid, Madrid
· Feima Foundation, Madrid
· Club Financiero, Vigo
· Mayeusis Music Conservatory, Vigo
· Celta de Vigo Foundation
· Sporting Club Casino, La Coruña
· Confederación de Empresarios, Vigo
HIS WORKS ARE HUNG AT
BIOGRAPHY
Rafael Freijeiro was born in Vigo in 1958.
He began drawing at a very young age
encouraged by his father, an artist by
vocation, a skilled draughtsman and poet.
He considers himself to be self-taught.
The Vigo Arte Xoven Galega exhibition
drove him to continue painting when he
was selected from among a large number
of participants. Immediately afterwards,
he joined the Assi collective, a group of
young artists from the old neighbourhood
of Vigo, with whom he put on his first
individual exhibition in 1992.
He has exhibited at more than 100 venues
over his indefinable career.
Prizewinner of the Honour Medal of the
BMW Painting Awards 2009.
· Nigrán Town Council, Vigo
· Verín Town Council, Orense
· La Coruña City Council
· Popular University, Vigo
· Santiago University
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Olga Vila. tel.: +34 629 224 619
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Paula Román. tel.: 19 173 022 093
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Santa Engracia 135 28003 MADRID
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· Museo dos Crivos, Portugal
· Museo dos Castros, Portugal
· Centro Gallego, Madrid
· Colección Caixanova, Vigo
· Casa de Galicia, Madrid
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· Caja Madrid, Madrid
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· Club Financiero, Vigo
· Conservatorio de Música Mayeusis, Vigo
· Fundación Celta de Vigo
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· Confederación de Empresarios, Vigo
OBRAS EN
BIOGRAFÍA
Rafael Freijeiro nace en Vigo en 1958.
Comienza a dibujar a muy temprana
edad alentado por su padre, persona de
acusado espíritu artístico, buen dibujante
y poeta. Se considera autodidacta.
La muestra Arte Xoven Galega de Vigo le
sirvió de impulso para seguir pintando al
ser seleccionado entre un gran número
de participantes. Inmediatamente
después se une al colectivo Assi, grupo
de artistas jóvenes del barrio antiguo
vigués, con el que lleva a cabo su primera
exposición individual en 1992.
A esta exposición le siguen más de 100
muestras realizadas a lo largo de su
incatalogable carrera.
En 2009 recibe la medalla de honor del
premio de pintura BMW.
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