libro de alvaro (aplicaciones)

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PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADA Coordinadores JOSÉ LUIS ALVARO ALICIA GARRIDO JOSÉ RAMÓN TORREGROSA McGraw-Hill MADRID. BUENOS AIRES. CARACAS. GUATEMALA. LISBOA. MEXICO NUEVA YORK. PANAMA • SAN JUAN. SANTAFE DE BOGOTA • SANTIAGO. SAO PAULO AUCKLAND. HAMBURGO. LONDRES. MILAN • MONTREAL. NUEVA DELHI • PARIS SAN FRANCISCO. SIDNEY • SINGAPUR • STo LOUIS • TOKIO. TORONTO

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PSICOLOGA SOCIAL APLICADACoordinadoresJOS LUIS ALVARO ALICIA GARRIDO JOS RAMN TORREGROSA

McGraw-HillMADRID. BUENOS AIRES. CARACAS. GUATEMALA. LISBOA. MEXICO NUEVA YORK. PANAMA SAN JUAN. SANTAFE DE BOGOTA SANTIAGO. SAO PAULO AUCKLAND. HAMBURGO. LONDRES. MILAN MONTREAL. NUEVA DELHI PARIS SAN FRANCISCO. SIDNEY SINGAPUR STo LOUIS TOKIO. TORONTO

cultura LibrePSICOLOGIA SOCIAL APLICADA No est pennitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de ninguna fonna o por cualquier medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

DERECHOS RESERVADOS 1996, respecto a la primera edicin en espaol, por McGRAW-HILLlINTERAMERICANA DE ESPAA, S. A. Edificio Valrealty, l.a planta Basauri, 17, 28023 Aravaca (Madrid)ISBN: S4-4SI-O?OS-X Depsito lesal: M. 33.926-1996 Editora: Isabel Capella Cubierta: Estudio F. Piuela Compuesto por: Puntographic, S. L. Impreso por: Impresos y Revistas, S. A. (IMPRESA) IMPRESO EN ESPAA - PRINTED IN SPAIN

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PROLOGO.............................................................................................................. RELACION DE AUTORES

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PRIMERA PARTE MARCO HISTORICO, CONCEPTUAL y METODOLOGICO1. La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo his-

trico Amalio Blanco y Luis de la CorteLa fuerza emancipatoria de la racionalidad cientfica Los lmites de la aplicacin Aplicacin y relevancia El nivel terico de las aplicaciones A modo de conclusin Bibliografia Lecturas complementarias

3 4 13 23 28 33 34 36

2. Concepciones del apIcar Jos Ramn Torregrosalutroduccin: sobre la produccin y usos del saber social............................ Razn mecnica y razn social: de Hobbes a Kurt Lewin A modo de conclusin Bibliografia Lecturas complementarias

3940 44 54 55 56

3. Aspectos metodolgicos de la Psicologa Social Aplicada Toms Ibez y Lupicinio IiguezLa Psicologia Social Aplicada: el entramado teoria-prctica-realidad Formas de investigacin, caractersticas de la Psicologia Social Aplicada..

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ContenIdo

Una propuesta metodolgica para la Psicologia Social Aplicada Elementos de conclusin Bibliografia Lecturas complementarias

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SEGUNDA PARTE APLICACIONES DE LA PSICOLOGA SOCIAL4. Psicologa Socal del trabajo ..,...................................................................... Josep M. a Blanch Introduccin Economa y experiencia humana La cosmovisin industrialista El horizonte postindustrial Bibliografia Lecturas complementarias 5. Psicologa Socal del desempleo Alicia Garrido Introduccin Caractersticas de la investigacin psicosocial sobre el desempleo Las consecuencias psicosociales del desempleo Estudios sobre la prediccin del xito en el mercado laboral....................... Conclusiones que pueden extraerse de la investigacin psicosocial sobre el desempleo '" Implicaciones para la intervencin.................................................................. Bibliografia Lecturas complementarias 6. Psicologa Socal de las Organizaciones Josep M. a Peir Introduccin .. Concepto de organizacin y diversidad de formas organizativas en la so. ciedad actual :..:............... La conducta organizacional Hacia una articulacin de la conducta individual y colectiva en las organizaciones Principales componentes de los sistemas organizados y sus interdependencias Paradigma racional vs. paradigma poltico y sus implicaciones para la investigacin e intervencin organizacionaI................................................ 85 86 86 93 102 114 118 12 l 122 123 125 143 144 145 147 153 155 156 159 164 172 178 183

Contenido

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Algunas implicaciones para la formacin y la intervencin profesional: los roles del psiclogo organizacional Bibliografia Lecturas complementarias 7. Psicosociologa de las relaciones nternacionales Sagrario Ramrez y Jos Ramn Torregrosa Introduccin El paradigma realista en el estudio de las relaciones internacionales El lugar de la Psicologa Social en las relaciones internacionales Conclusiones Bibliografia Lecturas complementarias 8. Pscologa Poltca Florencio Jimnez Breve bosquejo histrico Definicin, enfoques y tcnicas de investigacin de la Psicologia Poltica ,............... Algunas cuestiones sobre el presente y el futuro de la Psicologia Poltica............................................................................................................. Bibliografia Lecturas complementarias 9. Psicologia Social Jurdica Jorge Sobral Introduccin Sobre delincuencia y delincuentes Sobre los testigos visuales: su fiabilidad y credibilidad Sobre aquellos que toman la decisin Sobre percepciones y reacciones ante la delincuencia Sobre la crcel y la psicologa Sobre las vctimas y su rescate del olvido Algunos comentarios finales Bibliografia Lecturas complementarias 10. Psicologa Social de los procesos migratorios y relaciones intergrupales Joelle Ana Bergere Introduccin Teoras de las razas........................................................................................

186 191 196 199 200 201 203 213 214 217 219 220 232 241 250 251 253 254 255 258 260 262 263 264 266 267 268

269 270 272

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ContenidoTeoras de las relaciones interraciales e intertnicas Conclusiones Bibliografia Lecturas complementarias 11. Psicologa Social de los prejuicios Angel Rodriguez Introduccin: los prejuicios como problema Perspectivas tericas sobre el origen de los prejuicios Una cuestin pendiente: la naturalidad del prejuicio, o del pesimismo antropolgico ,........................ Epilogo: prejuicios, racismo e inmigracin en Espaa Bibliografia Lecturas complementarias 12. Pscologia Social de la educacin Anastasia Ovejero Introduccin Por qu defiendo un enfoque psicosocial en educacin Psicologia Educativa: la lenta pero progresiva marcha desde el enfoque individualista hacia el psicosocial Psicologia Educativa y Psicologa Social: una simbiosis inexcusable de la que nace la Psicologa Social de la educacin Psicologia Social de la educacin: definicin y breve recorrido histrico.. Contenidos y principales hitos histricos Psicologa Social de la educacin: una perspectiva critica y emancipatoria. El atisbo de un futuro esperanzador Conclusin Bbliografia _.......................................... Lecturas complementarias 280 290 291 293 295 296 297 309 311 313 315 317 318 319 321 324 327 330 334 337 340 342 348 351 352 354 358 361 367 369 371 379

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13. Psicologa Social de la salud Jess Rodriguez y Jos A. GarcaLa Pscologia Social de la salud Un nuevo concepto de salud La promocin de la salud y la prevencin de la enfermedad El proceso de enfermedad Relacin entre el profesional de la salud y el enfermo Poltica sanitaria y mejora del sistema de cuidado de la salud Bibliografia Lecturas complementarias

Contenido

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14. Psicologa Social de la salud mental Jos Luis Alvaro y Dario PezIntroduccin: concepto y medicin de la salud mental............................... Modelos tericos en el estudio de la salud mental....................................... Factores sociales y salud mental................................................................... Estrs psicosocial y salud mental _.......... Salud mental e intervencin psicolgica o social........................................ Conclusiones Bibliografa Lecturas complementarias

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15. Psicologa Social Ambiental. Ideas y contextos de intervencin Jos Antonio Corraliza y M. a Angeles GilmartnIntroduccin Intervencin y conocimiento: lo bsico y lo aplicado en la Psicologa Ambiental La intervencin ambiental: La discusin sobre los fines y los medios La Psicologa Ambiental y los problemas ambientales La crisis ecolgica y la Psicologa Ambiental............................................. Una propuesta de agenda para el psiclogo ambiental................................ Conclusin Bibliografa Lecturas complementarias

16. Psicologa Social del ocio y el tiempo libre Frederic Munn y Nuria CodinaEl ocio, un modo de comportarse en el tiempo Del ocio al tiempo libre Aplicaciones en la investigacin Nuevas manifestaciones del ocio Intervencin psicosocial Bibliografa Lecturas complementarias

TERCERA PARTE POLITICAS PUBLICAS, EVALUACION DE PROGRAMAS, APLICACION E INTERVENCION17. Psicologia Social y polticas pblicas Andrs Rodrguez y Carmen ArdidIntroduccin El marco institucional

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Contenido

De la tradicin juridica a la influencia psicosocial...................................... De la racionalidad tcnica a la negociacin poltica o a la discrecionaldad negociada El contexto.de emergencia: la influencia del entorno Establecimiento de metas Las metas, la legitimidad de intereses y la importancia de la negociacin Las polticas pblicas: eficacia y eficiencia El rediseo de estrategias Los mecanismos de control................................... La necesidad de mu1tidisciplnariedad Bibliografia ,................................................................... Lecturas complementaras

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18. Evaluacin de programas y Psicologa Social.......................................... Enrique Rebolloso y Jos Francisco MoralesIntroduccin Concepto y mbitos de la evaluacin de programas La actividad evaluadora Un ejemplo de actividad evaluadora: la sala de urgencias Aportaciones reales y potenciales de la Psicologa Social a la evaluacin de programas Bibliografia Lecturas complementaras

19. Problemas de aplicacin e intervencin en Psicologa Social................ Nydza Correa y Josefina ZaiterIntroduccin Psicologia Social Aplicada o aplicaciones de la Psicologia Social............ Los debates sobre la aplicacin de la Psicologia Social en Amrica Latina Conclusiones Bibliografa Lecturas complementarias

INDICE ANALITICO

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Los psiclogos sociales a menudo nos preguntamos sobre la aplicabilidad de nuestros conocimientos. Este libro pone a disposicin de los estudiantes de Ciencias Sociales, en general, y ms particularmente de los profesionales y estudiantes de Psicologa Social, los elementos con los que considerar su prctica profesional. Esperamos que este texto contribuya a hacer comprensible la utilidad de la Psicologa Social para reflexionar sobre los problemas sociales y contribuir desde ese conocimiento a su resolucin. Esta dimensin pragmtica del conocimiento justifica, en 'Si misma, un texto de estas caractersticas. Asimismo, decantar la mirada hacia diversos campos y contextos de aplicacin de nuestro conocimiento constituye un ejercicio importante de reflexin conceptual y terica sobre nuestra disciplina y sobre la imprescindible necesidad de no parcelacin del conocimiento; ficticia parcelacin que no se corresponde con lbs problemas sociales y psicolgicos planteados en las sociedades contemporneas. Si diversas son las formas en que se ha constituido la Psicologia Social, tambin son diversas las maneras en que entendemos su aplicacin. Es por eso que este libro no tiene una lectura unidireccional de esa dimensin aplicada de la Psicologia Social. Los editores del mismo fuimos conscientes de que la reflexin que nos proponamos llevar a cabo sobre la aplicacin de nuestros conocimientos debia ser una tarea colectiva. Seran diferentes psiclogos sociales quienes, desde su experiencia en distintos campos aplicados, nos informasen de su visin de la Psicologa Social y sus aplicaciones. Ha sido nuestra intencin ofrecer una imagen no monoltca del rea, propiciando, de esta forma, la reflexin y el debate sobre la Psicologa Socal desde su dimensin aplicada. As, los dferentes captulos que conforman este volumen son un reflejo de una Psicologa Social (aplcada) en la que confluyen deas y tradcones tericas y metodolgicas diversas y, a veces, contrapuestas. Slo nos resta agradecer la colaboracn de todos los psiclogos sociales que participan en este libro.

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RELACION

DE

AUTORES

Alvaro, Jos Luis; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de Madrid. Ardid, Carmen; Departamento de Psicologa Social y Metodologa de las Ciencias del Comportamiento. Universidad de Granada. Bergere, Joelle; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de Madrid. Blanch, Josep Ma ; Departamento de Psicologa de la Salud. Unversidad Autnoma de Barcelona. Blanco, Amalio; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Universidad Autnoma de Madrid. Codina, Nuria; Departamento de Psicologa Social. Universidad de Barcelona. Corraliza, Jos Antonio Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Universidad Autnoma de; Madrid. Correa, Nydza; Departamento de Psicologa. Universidad de Puerto Rico De la Corte, Luis; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Unversidad Autnoma de Madrid Garca, Jos A.; Departamento de Psicologa de la Salud. Universdad de Alicante. Garrido, Alica; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de Madrid. Gilmartn, Ma Angeles; Departamento de Psicologa Social y Metodologa. Universidad Autnoma de Madrid. Ibez, Toms; Departamento de Psicologa Social de la Salud. Universidad Autnoma de Barcelona. Iiguez, Lupicnio; Departamento de Psicologa Social de la Salud. Universidad Autnoma de Barcelona. Jimnez, Florenco; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de Madrid. Morales, Francsco; Departamento de Psicologa Social. Universidad Nacional de Educacin a Distancia. Munn, Frederic; Departamento de Psicologa Social. Universidad de Barcelona. Ovejero, Anastasio; Departamento de Psicologa. Universdad de Oviedo. xiii

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Psicologa Social Aplicada

Pez, Daro; Departamento de Psicologia Social. Universidad del Pas Vasco. Peir, Jos Mara; Departamento de Metodologia, Psicobiologa y Psicologa Social. Universidad de Valencia Ramrez, Sagrario; Departamento de Psicologia Social. Universidad Complutense de Madrid. Rebolloso, Enrque; Departamento de Psicologia Social. Universidad de Almeria. Rodrguez, Andrs; Departamento de Psicologa Social y Metodologa de las Ciencias del Comportamiento. Universidad de Granada. Rodrguez, Angel; Departamento de Psiquiatra y Psicologia Social. Universidad de Murcia. Rodrguez, Jess; Departamento de Psicologia de la Salud. Universidad de Alicante. Sobral, Jorge; Departamento de Psicologia Social y Bsica. Universidad de Santiago de Compostela. Torregrosa, Jos Ramn; Departamento de Psicologa Social. Universidad Complutense de Madrid. Zater, Josefina; Facultad de Humanidades. Universidad Autnoma de Santo Domingo.

PRIMERA PARTE

MARCO HISTORICO, CONCEPTUAL y METODOLOGICO

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oAMALlO BLANCO

LUIS DE LA CORTE

La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histricoLa fuerza emancipatoria de la racionalidad cientfica Los lmites de la aplicacin Aplicacin y relevancia El nivel terico de las aplicaciones A modo de conclusin Bibliografia Lecturas complementarias

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PsicoJogra Social Aplicada

Uno de los episodios probablemente ms singulares en la biografia de George Herbert Mead, es la corta aventura europea que inicia en 1888 con el decidido propsito de especializarse en Psicologia Fisiolgica. En un estudio indispensable para conocer el pensamiento de Mead, Hans Joas (1985) ha desvelado algunos de los motivos por los que este episodio resulta decisivo. Lo es, en primer lugar, por las razones que le condujeron a tal decisin (un cierto hastio por el tratamiento especulativo y un tanto huero que la filosofia utilizaba a la hora de abordar la realidad), por el objetivo que persegua (dotarse de los fundamentos bsicos para una investigacin de corte emprica y socialmente comprometida) y por la filosofia en la que se enmarcaba dicha decisin (la conviccin de que slo por medio de ese modelo de investigacin se podra llegar al conocimiento cientfico). De especulaciones tericas vacuas y de dogmas ajenos a la realidad circundante, haba tenido racin ms que suficiente durante sus aos de formacin en el distinguido Oberlin Co/lege. Era un demcrata convencido y un reformista incondicionalmente implicado en los problemas sociales del Chicago de comienzos de siglo en el que le toc vivir, desde los derechos de las mujeres hasta la reforma del cdigo penal juvenil. Si traemos a colacin la figura de Mead no es slo como muestra inequivoca de reconocimiento a su decisiva aportacin a la Psicologa Social, sino como apoyo a la hiptesis que queremos desarrollar a lo largo de este captulo: no es posible historiar la Psicologa Social Aplicada al margen de la Psicologa Social.

LA FUERZA EMANCIPATORIA DE LA RACIONALIDAD CIENTIFICALa hiptesis que maneja Joas (1985), es que uno de los supuestos sobre los que se alza la produccin terica de Mead es su inquebrantable confianza en la capacidademancipatoria de la racionalidad cientfica, en las perspectivas que se ofrecan desde el desarrollo tcnico y en el significado de la praxis social y la accin instrumental: Este esfuerzo lo podemos encontrar en cada una de las fases de la produccin cientfica de cf.1ead,'Vero ocuparon una parte importante de su atencin en los ltimos diez aos' de su vida. En este perodo, Mead se dedic a establecer una relacin entre su teora de la intersubjetividad y la constitucin de la ciencia natura! (Joas, 1985, p. 146). Esta es, por tanto, una de las claves para entender su aventura europea y lo es, de manera mucho ms decisiva, para comprender su produccin terica en el campo de la Psicologa Social, una produccin de la que hemos dado cuenta en algn otro momento (Huertas, Blanco y de la Corte, 1994) y que se encuentra precedida y va seguida, sigue advirtiendo Joas (1985, p. 23), por el propsito de elaborar una teora cientifica de la educacin. La bsqueda de una solucin racional a los problemas sociales, la ciencia como el instrumento por excelencia para el control inteligente del ambiente fisico y social y la conviccin en la fuerza emancipatoria de la racionalidad cientfica son las claves de la teora de Mead. Es decir, la aplicacin como base de una de las

La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo hIstrico

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teoras ms enjundiosas, ms complejas y con uno de los mayores niveles de abstraccin en el campo de la Psicalogia Social. Con ello, Mead no hace sino seguir las pautas marcadas por una ciencia social que desde sus primeros momentos anduvo marcada por la clara y ntida idea de compromiso. Podemos incluso aventurar algo ms: la idea de emancipacin e incluso de liberacin forma parte de la razn de ser de la ciencia social. Se trata, adems, de un compromiso que tiene como protagonistas a las personas concretas, en su calidad de componentes de las estructuras sociales y participes de la cultura, y muestra una evidente preocupacin por su salud, por su bienestar, por su felicidad, por su libertad y por las diversas formas que va adquiriendo su conciencia. Saint-Simon, Comte, Tocqueville, Marx, Durkheim, Tonnies, etc., fueron, sobre todo, pensadores que maquinaron complejas teoras de largo alcance con el claro propsito de que pudieran servir como instrumento de liberacin y emancipacin de determinadas condiciones sociales, politicas y econmicas que entendian perjudiciales para la salud fisica, psicolgica y moral de los ciudadanos. Comte intenta negociar la conciliacin entre el orden y el progreso (el orden, escribe en el Discurso sobre el espiritu positivo, constituye la condicin fundamental del progreso, y el progreso se convierte en elfin necesario del orden). Se trata de dos condiciones indivisibles e imperosas para cualquier sistema politico que quiera zafarse del estado teolgico y metafisico, y remiten a dos cualidades tipica y diferencialmente humanas: a la socialidad y a la racionalidad, a la comunidad y a la razn, a la tradicin y al cambio; en una palabra: a lo permanente y a lo variable. Al vacio especulativo de la metafisica y de la teologia, Comte contrapone una nueva filosofia volcada en el cambio, en el progreso, en la mejora de las diversas condiciones de la existencia humana: "Segn su naturaleza absoluta y, por tanto, esencialmente inmvil, la metafisica y la teologa no podran experimentar un verdadero progreso, es decir, un avance continuo hacia un fin determinado (oo.). En el aspecto ms sistemtico, la nueva filosofia asigna directamente, como destino necesario, a nuestra existencia entera, a la vez personal y social, el mejoramiento continuo, no solo de nuestra condicin, sino tambin, y sobre todo, de nuestra naturaleza, tanto como lo permita, en todos los aspectos, la totalidad de las leyes reales, exteriores e interiores (Comte 1844/1985, p. 77). Progreso, avance, cambio, mejoramiento: no deben plantearse demasiadas dudas respecto a la vocacin aplicada de la produccin terica de Comte. Reorganizar la sociedad: ese fue el reto del espiritu positivo, esa es la meta de la ciencia social, ese fue el objetivo de dos de sus ms cualificados protagonistas: Saint-Simon y Comte. De hecho, apunta Ren Konig, uno de los ms cualificados estudiosos de Comte, el positivismo es una ciencia de fundamentacin, es decir, una ciencia que facilita los medios para la reordenacin de la sociedad en el sentido de una praxis social. En una palabra, la filosofia positiva mantiene un inevitable compromiso con el cambio social; junto a ste, la previsin, la utilidad y la deduccin como integrantes del espiritu fundacional de la Ciencia Social: asi, escribir en el Discurso sobre el espritu positi-

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Psicologla Social Apilcada

va, el verdadero espiritu positivo consiste, ante todo, en ver para prever, en estudiar lo que es a fin de concluir de ello lo que ser, segn el dogma general de las leyes naturales (Comte, 1844/1985, p. 31-32). Pero esta capacdad predictiva, indispensable para proceder a la reorganizacn que se le atribuye al espiritu positivo, requiere de la reflexin terica, del trabajo especulativo, de la conceptualizacin:

Toda operacin humana completa, desde la ms simple a la ms complicada, ejecutada por un solo individuo o por varios de ellos, se compone inevitablemente de dos partes, o dicho en otros trminos, da lugar a dos tipos de consideraciones: una terica y otra prctica; una conceptual y otra ejecutiva. La primera precede necesariamente a la segunda y la dirige. En otras palabras: no hay jams accin sin especulacn>' (Comte, 1854, p. 66). Una muy prematura postura en el campo de las Ciencias Sociales (el texto data de 1822) que aboga claramente por la necesaria convergenca entre lo bsico y lo aplicado, por una complementacin entre una y otra vertiente del conocimiento, por la necesidad de tener en cuenta ambos aspectos a fin de dotar de solidez y solvencia a la Ciencia Social. Y por si hubiera alguna duda, apostilla: No se puede hacer nada slido y esencial en cuanto a la parte prctica mientras que no se haya establecido la parte terica o, al menos, mientras no se encuentre muy avanzada,) (Comte, 1854, p. 69). Teorizar no deja de ser una forma de apostar por la mejora de la sociedad: Mas, por el hecho de que nos propongamos estudiar ante todo la realidad, no se deduce que renunciemos a mejorarla: estimaramos que nuestras investigaciones no merecerian la pena si no hubieran de tener ms que un inters especulativo. Si separamos con cuidado los problemas tericos de los problemas prcticos, no es para abandonar estos ltimos: es, por el contrario, para ponernos en estado de resolverlos mejof)'. Asi se pronunca otro de los grandes protagonistas de la Ciencia Social, Emile Durkheim (1893/1982, p. 41), en La divisin del trabajo social, una obra que puede ser considerada como uno de los textos bsicos de la teoria social y, por consiguiente, perfectamente merecedor de actuar como marco de referencia incuestionable para un psiclogo social. Sirva este escueto recordatorio (el lector interesado puede encontrar en la obra de Robert Nisbet, 1969, un excelente material de apoyo) para dejar apuntada la idea del compromiso,. la sensibilidad y la vocacin emancpatoria de una Cienca Social que nace claramente alejada de dicotomas y dualismos poco afortunados y que hace acto de presenca como consecuencia de los acontecimientos derivados de la quiebra moral, poltica, econmica y social del orden medieval.

La Psicologfs Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico

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Quizs sea este el momento de recordar que en el campo de la Psicologa Social se han manejado hiptesis parecidas. Lo hizo Allport en el que ha pasado a convertirse en un incombustible captulo del Handbook: La Psicologa Social inici su florecimiento inmediatamente despus de la Primera Guerra Mundial. Este evento, seguido de la expansin del comunismo, por la gran depresin de los aos treinta, por la llegada al poder de Hitler, el genocidio de los judos, las revueltas raciales, la Segunda Guerra Mundial y la amenaza atmica estimularon todas las ramas de la Ciencia Social. Un reto especial se le present a la Psicologa Socia! (Allport, 1968, p. 2). Lo ha hecho Robert Zajonc (1967) en una muestra de contextualizacin histrica que se ha negado muchas veces a los psicolgos sociales experimentales y, ms recientemente, hemos recurrido a esta misma idea para aventurar la hiptesis (Blanco, 1993) de que la Psicologa Social se gesta en la confluencia de dos acontecimientos: la rebelin contra un individualismo que haba dominado la escena poltica, religiosa y filosfica desde finales del siglo XIII hasta Kant, y los convulsos acontecimientos que se derivaron de las revoluciones polticas, econmicas y tecnolgicas que azotaron Europa desde finales del siglo XVIII. En este mismo sentido, Jones (1985) ha destacado el hecho de que la Psicologa Social, ms que cualesquiera otra disciplina, ha quedado siempre afectada por el medio social circundante y aduce como prueba los siguientes hechos: a) en Estados Unidos la emergencia de la Psicologa Socal est estrechamente asociada a universidades en mbitos metropolitanos (Columbia, Yale, Harvard y Michigan); b) las universidades ubicadas en reas ms tradicionales, las regiones del sureste norteamericano, eran ms propensas a departamentos de Psicologa especialmente vinculados al modelo de ciencia pura; c) la amalgama y mezcolanza cultural, all donde eran ms frecuentes los conflictos interraciales, el prejuicio, la desviacin y las diferencias actitudinales, fue el contexto ms propicio para la aparicin de la Psicologa Social: una Psicologia Social rural, concluye Jones (1985, p. 53), es una contradiccin en los trminos. No resulta dficl seguir rastreando en la Pscologa, y en la Psicologa Social ms en particular, la huella de una preocupacin social que se aborda desde la unidad de la teora y la prctica en el desempeo cientifico. Vayan como prueba, dos ejemplosseeros.

Lev S. Vygotsky, sin ir ms lejos, maneja las dos siguientes hptess a la hora de hablar de una ciencia general: a) todo concepto abstracto posee un determinado sedimento en la realidad concreta; a cualquier concepto, son sus palabras textuales (Vygotski, 1927/1991, p. 279), aunque se trate del ms abstracto, le corresponde cierto grado de realidad, y b) a su vez, todo hecho emprico encerra ya una abstraccin primara; dicho en otros trminos, el material de que se sirve la ciencia no es un material pura, sino un material mediado, elaborado: El propio acto de denominar un hecho mediante la palabra supone superponerle un concepto, el de destacar de l una de sus facetas significa interpretarlo

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Psicologfa Social Aplicada

asimilndolo a la categora de los fenmenos reconocid~ ante~iormente por la experiencia. Cualquier palabra es ya una teora, como observaron.hace tiempo los lingistas y mostr perfectamente A.A. Potebni (Vygotski, 1927/1991, p.28l). Desde el primer momento, Vygoiski se muestra como un critico impenitente del conductismo, de la reflexologia, de la gestalt, de las corrientes idealistas, y desde las primeras lineas del que fuera su primer artculo aboga claramente por la urgente necesidad de un viraje: los mtodos de investigacin reflexolgica, escribe textualmente, han llegado ahora a un punto de inflexin en su desarrollo y han acabado por justificar sobradamente la existencia de una verdadera crisis en la ciencia psicolgica. Esta ser una de las preocupaciones tercas tan insistente que desembocar en la que es su obra epistemolgica por excelencia: El significado histrico de la crisis en Psicologa. Se trata de una crisis cuyo origen se remonta a una polmica en la que tambin terci, y de manera importante como tendremos oportunidad de ver, Kurt Lewin: la incomprensible distancia que media entre la Psicologa Acadmica y la Psicologia Aplicada. De una manera mucho ms concreta y textual (Vygostki, 1927/1991, p. 355), el desarrollo de la Psicologa Aplicada, en toda su amplitud. es la principal fuerza motriz de la crisis en su ltima fase, habida cuenta del protagonismo que sta ha adquirido y las expectativas que despierta; una reflexin que a los psiclogos sociales nos recuerda no poco a aquella que tanta tinta hizo correr durante la dcada de los setenta: La actitud de la Psicologia Acadmica hacia la Aplicada sgue siendo medio despectiva, como hacia una ciencia semiexacta. No cabe discutir que no todo marcha ben en ese sector de la Psicologa, pero para un observador que se site por encima de tales problemas, es decir, para el metodlogo, no cabe la menor duda de que la Psicologa Aplicada desempea hoy el papel protagonista en el desarrollo de nuestra ciencia: en ella est representado todo lo que hay en Psicologia de progresivo, de sano, todo lo que encierra el germen del futuro; es ella la que ofrece mejores trabajos metodolgicos. Slo estudiando este rea podemos hacernos una idea de la significacin de lo que est sucediendo y de las posibilidades de la psicologa real (Vygotski, 1927/1991, p. 356). Vygostki sustenta su postura sobre los tres siguientes hechos: l. En una direccin contraria a la que habia apuntado Comte (primero la teora, despus la prctica), la nueva psicologa altera el que haba sido el orden previo: ahora es la prctica la que se erige en el juez supremo de la teora, la que dejlne los criterios de verdad, la que dicta cmo construir los conceptos y.cmo formular las leyes. Como princpio constructivo de la ciencia, es la prctica la que posibilita la reflexin epistemolgica y, todava ms, es en la prctica donde emergen las contradicciones metodolgicas ya que es en ese terreno donde nicamente

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2.

La Psicologa Social Aplicada: algunos matices sobre su desarrollo histrico

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3. 4.

pueden hallar solucin, donde esas discusiones dejan de ser estriles y donde aparecen resultados. Dentro de la Psicologia es en la Psicotecnia donde acabapor concretarse toda la fuerza de la apl icacin y de donde arranca el vigor de la nueva Psicologa. Resulta un hecho extraordinariamente paradjico que sea esa Psicologa de verano, ligera y efmera, la nica capaz de generar una metodologia frrea, es decir, de provocar la reflexin epistemolgica. Hay una metodologia proveniente de la psicotecnia, una filosofa de la prctca que resulta imprescindible para alcanzar el vePdadero significado de la crisis. Hasta tal punto que: Por muy insignificante que sea el valor prctico y terico de la escala de medicin de Binet o de otras pruebas psicotcnicas, por malo que sea en si el test, sin embargo, su valor como idea, como principio metodolgico, como tarea, como perspectiva, es enorme. Las ms complejas contradicciones de la metodologia psicolgica se llevan al terreno de la prctica, porque slo alli pueden hallar solucin. En este terreno las discusiones dejan de ser estriles y se llega a resultados (Vygotski, 1927/1991, p. 357).

Kurt Lewin, por su parte, no seria menos explcito (aunque si un punto ms exquisito al negarse a anteponer uno de los dos extremos) a la hora de manejar la paridad de ambos conceptos, lo bsico y lo aplicado; de hecho, uno de los principios que sustentan su epistemologa comparada lleva un marchamo muy parecido al de Vygotski: carece de sentido la contraposicin entre la teoria y la praxis, entte lo bsico y lo aplicado: ambos son momentos de un mismo proceso. De hecho, la postura epistemolgica de Kurt Lewin no es sino un intento de mediar entre perspectivas tericas llenas de antagonismo, entre posiciones que haban hecho de la diferencia su razn de ser epistemolgica. El ejemplo quizs ms claro se nos ofrece en la filosofa con que define el Centro de )n'vestigacin de Dinmica de Grupos: . El Centro proyecta utilizar cualquiera de los mtodos psicolgicos, sociolgicos o antropolgcos cualitativos o cuantitativos que sean necesarios para la investigacin. Sin embargo, el inters metodolgico ms importante es el desarrollo de experimentos de grupo y, especialmente, experimentos de cambio. Dichos experimentOs pueden llevarse a cabo tanto en ellahoratorio como en el campo (Lewin, 1947, p. 10). La planificacin del Centro es un claro ejemplo de la peligrosa falacia que entraa la diferencia entre una supuesta Psicologa Social de naturaleza bsica y otra de talante ms aplicado. Asi se recoge del resumen que hacamos en algn otro momento (Blanco, 1988, p. 258): l. El estudio de la vida del grupo debe superar el mero nivel descriptivo: deben ser investigadas las condiciones de la vida del grupo, lasfuerzas que ocasionan el cambio y aquellas que son resistentes a l.

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Psico/ogla Social Aplicada

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La investigacin no debe centrarse en la investigacin exclusiva de aspectos particulares de la vida del grupo: todos y cada uno de sus aspectos deben ser tomados en consideracin. El Centro pretende utilizar cualesquiera de los mtodos cualitativos o cuantitativos que la Psicologa, la Antropologa o la Sociologa han desarrollado. Sin embargo, el inters metodolgico principal se cifra en el desarrollo de experimentos llevados a cabo en el laboratorio y en la calle. Es de trascendental importancia que el desarrollo de conceptos y teoras se realice simultneametlte o incluso por delante de la recogida de datos. La Ciencia Social slo podr avanzar en la medida en que se logre una compenetracin entre teora y experimentacin. Los estrechos lazos entre la Investigacin social y la realidad social constituyen una de las razones por las que se debe prestar especial atencin a los prerrequisitos prcticos de los experimentos de campo y a las condiciones bajo las que la investigacin social puede conducimos a una aplicacin prctica. Nos podemos preguntar si esta interrelacin entre la Ciencia Social Terica y las necesidades prcticas de la sociedad no va en detrimento del nivel cientfico. Los psiclogos slo han reconocido la necesidad de la teora recientemente y el estudioso de la vida grupal debe ser consciente de este peligro y del todava ms dramtico de convertirse en sbdito y servidor de intereses particulares.

Como es bien sabido, las actividades concretas de investigacin a las que se dedic el Centro fueron las cinco siguientes:

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Productividad grupal. Relaciones intergrupales en las que se definieron, a su vez, una serie de proyectos de investigacin sobre temas tales como el origen de las actitudes de discriminacin, el papel de. la escuela pblica en el desarrollo de actitudes tolerantes, relaciones interraciales en la escuela pblica, efecto de la identificacin grupal sobre las relaciones intergrupales. Ni ms ni menos que la Action Research (ver en la Revista de Psicologia Social, 1988, p. 213-255, el Tema de Discusin dedicado precisamente a la Investigacin-Accin). La investigacin necesitada de prctica social puede ser caracterizada como investigacin hacia la gerencia o hacia la ingeniera social. Se trata de una investigacin-accin, una investigacin comparativa sobre las condiciones y los efectos de diversas formas de accin social, una investigacin que desemboca en la accin social. La investigacin que no produce ms que libros, no es suficiente (Lewin, 1948, p. 202-203).

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Comunicacin y percepcin en la vida social como medio de conocer las maneras en que se conduce la influencia dentro y entre los grupos por medio de canales formales e informales de comunicacin.

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Ecologa grupal. Anlisis tericos preferentemente centrados en los conceptos de equilibrio social, diferenciacin grupal, interdependencia y estructura grupal. De hecho, y precisamente como culminacin de sus reflexiones en torno a la relacin entre la Psicologa Social Terica y Aplicada, haba escrito hacia 1944: En el campo de la dinmica de grupos, ms que en ningn otro mbito psicolgico, estn unidas metodolgicamente la teora y la prctica de manera que, manejadas con habilidad, pueden proporcionar respuestas a los problemas tericos y, ,al mismo tiempo, intensificar ese enfoque racional a nuestros problemas sociales prcticos, que es uno de los requerimientos bsicos para su solucin (Lewin, 1978, p. 162).

Si la estrecha relacin entre lo bsico y lo aplicado es una excusa para la reflexin epistemolgica, tambin forma parte de sus ideas sobre la naturaleza cientfica de la Psicologa en general y de la Social ms en particular. Una de las razones para poder concederle a la Psicologa Social el marchamo de cientfica es precisamente el hecho de que lo metodolgico y lo aplicado son dos caras dellnamisma moneda (los otros argumentos, nada despreciables desde el punto de vsta terico, hacen referencia a fenmenos tan centrales en la teora lewinana como los de atmsfera social, equilibrio cuasiestacionario, grupos sociales naturales, etc.). Por 10 que respecta al primero de ellos, el de la Psicologa Social Terica y Aplicada, Lewin maneja los siguientes argumentos: l. 2. Cuanto ms importantes son los problemas tericos que intenta estudiar el psiclogo social, ms probable es que tras de ellos haya cuestiones prcticas. En el mbito de los grupos, los problemas metodolgicos estn entrelazados con los llamados problemas aplicados hasta el punto de que: An los experimentos diseados para resolver problemas tericos presu, ponen la estrecha cooperacin entre el investigador y el practicante, un suficiente poder del experimentador y el reconocimiento de que cualquier investigacin en grupos es, en cierto grado, una accin social (Lewin, 1978, p.161). 3. Existe una estrecha relacin entre la Psicologa Cientfica y la vida, una relacin que Lewin maneja desde su estudio de las etapas en el desarrollo de las ciencias: todas las ciencias se han iniciado cOn una etapa protocientifica, urgidas por la solucin de algn problema prctico. Los ejemplos que el propio autor esgrime son los siguientes: el inicio de las teoras filosficas estuvo muy asociado a la retrica poltica; es bien conocida, asimismo, la relacin entre la matemtica egipcia y griega con la navegacin y con la arquitectura,

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Psicologfa Social Aplicada

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o la que en su momento existi entre la quimica y la alquimia.lEI desarrollo de la estructura conceptual de las ciencias tiene su punto de partida en la vida prctica, escribir Lewini en algn otro momento. Las necesidades prcticas conducen a desarrollos tericos de los que acaba por nutrirse su solucin y de donde, a su vez, la teoria recibe nuevos impulsos y nuevas energias en una relacin de permanente retroalimentacin. Carece de sentido el debilitamiento o merma de lo terico como consecuencia de tener que tratar con grupos naturales. De hecho: La ms grande desventaja de la Psicologia Aplicada ha sido el hecho de que, sin auxilio, terico adecuado, tuvo que seguir el costoso, ineficaz y limitado mtodo de ensayo y error. Muchos psiclogos que hoy trabajan en un campo aplicado son agudamente conscientes de la necesidad de estrecha cooperacin entre la Psicologia Terica y la Aplicada. Esto puede conseguirse en psicologia, como en la fisica, si el terico no mira hacia los problemas aplicados con aversin erudita o con temor a los problemas sociales, y si el psiclogo aplicado comprende que no hay nada tan prctico como una buena teoria (Lewin, 1978, p. 161).

Finalmente, la propia concepcin que Lewin tiene de las disciplinas cienlificas como jurisdicciones de problemas ms que como agrupacin de materiales (temas) y su postura concreta respecto a la naturaleza de la Psicologia social no es sino reflejo de su posicin epistemolgica, de esa postura en la que no tiene cabida ese artificio diferencial entre lo bsico y lo aplicado. El progreso de la Psicologia Social eS dependiente de la superacin de ciertas dificultades entre las que Lewin (l978,p. 131) menciona las siguientes: a) la integracin de vastas reas de hechos y aspectos muy diversos: el desarrollo de un lenguaje cientifico (conceptos) adecuado para tratar hechos culturales, histricos, sociolgicos, psicolgicos y fisicos (la interdisciplinariedad de nuevo) sobre un fundamento comn; b) el tratamiento de estos hechos sobre la base de su interdependencia (la filosofia galileana); e) el manejo de problemas tanto histricos como sistemticos; d) el manejo de problemas relacionados tanto con los grupos como con los individuos; e) manejo de objetos de cualquier dimensin, desde lo reducido de un grupo a la amplitud de una nacin, y j) el estudio de problemas de atmsfera (la amistad, la presin, etc.); todo ello procurando encontrar el modo de ubicar los asuntos de dimensiones grandes dentro de un marco en el que sea posible emplear las tcnicas de experimentacin (una prematura formulacin de la Experimenting Society. Todo ello, claro est, sin contar sus trabajos sobre la racionalizacin de la empresa agricola con ayuda de la Psicologa Aplicada (1919), o el ya ms conocido, La socializacin del sistema taylorista (1920), sus Investigaciones sobre la industria textil (1928), su ponencia Solucin de un conflicto crnico en la industria, presentada en el n Congreso de Psicoterapia Breve (1944) o los ms conocidos sobre el cambio de hbitos alimenticios como consecuencia de la decisin de grupo (Decisin de grupo y cambio social), por mencionar tan slo unos pocos.

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LOS LIMITES DE LA APLlCACIONLa aplicacin forma parte constitutiva de la Psicologa como ciencia, es uno de los elementos que la definen, la caracterizan y la legitiman, y es, finalmente, lo que motiva a miles de jvenes a adentrarse en sus recovecos tericos. Ladd lo record en 1894 en la primera alocucin presidencial de la APA, lo volvera a hacer al ao siguiente Cattell, lo recordara casi setenta aos despus Miller: promover el bienestar humano, en su vertiente individual y social, es el marco de referencia en el que se mueve la Psicologa como ciencia. Pero para ello slo hay un camino: el desarrollo de teoras que nos acerqueP a los arcanos del comportamiento humano, tanto al normal como al patolgico (lo primero que hay que promocionar, dir Miller, es el bienestar de la propia Psicologa haciendo de ella una ciencia cada vez ms rigurosa). Ese era el propsito de Galton cuando en 1884 crea su laboratorio antropomtrico, el de Cattell cuando hacia 1890 publica los primeros resultados de la aplicacin de sus tests mentales y el de Witmer cuando en 1896 crea en la Universidad de Pennsylvania un programa especificamente dirigido a dar respuesta psicolgica y prestar ayuda a los escolares con severos problemas de aprendizaje. Y qu fue el Army Alpha Test construido por los psiclogos durante la l' Guerra Mundial o el General Classification Test de la 11' Guerra Mundial aplicado a ms de nueve millones de personas, sino una muestra del inters que la Psicologa se plantea en un determinado momento? Los mandatos y recomendaciones para el ejercicio de una prctica socialmente relevante dirigida a la mejora de la vida humana se encuentran presentes y perfectamente visibles en las declaraciones institucionales de la APA e incluso en la institucin de la Psicologa como disciplina cientfica (Morawski y Goldstein, 1985, p. 276)); la utilizacin del conocimiento psicolgico no slo para el gobierno de los individuos, sino de la propia sociedad ha constituido una aspiracin nada disimulada en algunos grandes modelos y la confianza en el psiclogo como agente de cambio ha formado parte, quiz de manera'algo utpica (quiz de esa utopia desarmada a la que alude el ttulo del libro de Jorge Castaeda), de los modelos de Psicologa Comunitaria desarrollados en Amrica Latina. Por ello, la cuestin de si la Psicologa en general, y especialmente la Psicologa Social, es aplicable, es una pregunta llena de retrica huera y ajena al devenir hist, rico y terico de la disciplina. Retomamos la hiptesis que preside el captulo (no hay otra manera de historiar la Psicologa Social Aplicada que historiando la Psicologa Social) para aadirle un argumento ms: Est en la propia naturaleza de la Psicologa Socal el ser aplicable. Muchos procesos esencales estudiados por los psiclogos sociales (comunicacin, negociacin, relaciones intergrupales, persuasn, etc.) estn institucionalizados en diferentes reas de la vida social, organizacional y poltica. Por esta razn, ofrecen buenas oportunidades a los psiclogos sociales para aplicar su conocimiento, a la vez que contribuyen a perfeccionar la propa Psicologa Socal permitindole estudiar estos fenmenos en escenarios de la vida real>. (Stephenson, 1990, p. 398).

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Sin entrar en los contenidos del prximo captulo, esta hiptesis pde sin duda recordar que por Psicologia Social entendemos un punto de vista y una perspectva singular desde la que se aborda el estudio de una amplia gama de temas, especialmente de aquellos en los que se entrecruza lo social, lo histrco, lo psicolgico y lo biolgco. Desde la ya conocida hiptesis de la ampliacin del objeto formulada por Lewin, la Psicologa Social se nos presenta en la actualidad alejada de las caractersticas territoriales (definicin de una disciplina por la distintividad de los objetos de los que se ocupa) que la definieron en sus primeros momentos y ms cerca de esa concepcin de la ciencia como una jurisdiccin de problemas y de conceptos (tambin sta es una idea tomada de la epistemologia comparada de Lewin). A la Psicologa Social la hacen distintiva las herramientas conceptuales y metodolgicas que ha ido desarrollando para abordar una cada vez ms amplia y compleja gama de temas. No es el estudio de un determinado tpico lo que distingue a la Psicologia Social de la Antropologia, sino estudiarlo de una determinada manera y con ayuda de unos determinados conceptos. Exactamente en estos mismos trminos, cabe hablar de la Psicologia Social Aplicada como de un manera de aproximarse a la realidad de las diversas vertientes y ,...manifestaciones del comportamiento social humano caracterizada por: a) manejo de \ las teoras y/o de la metodologa psicosocial. Extensin de la metodologa psicosocial y extensin de la teora psicosocial (Morales, 1982); b) abordaje de asuntos de la vida cotidiana que interesan al hombre de la calle, en el sentido que a esta denominacin le da Fritz Heider; c) anlisis de las hiptesis en los escenarios reales de la vida diaria, y d) perspectiva interdisciplinar. Si se cumplen estos requisitos, tendremos asegurada la sensibilidad por los problemas sociales (nos la irrliJondr el hombre de la calle), la dimensin socio-poltica (una cuestin ineludible) y los resultados aplicables; las consideraciones prcticas de que habla Oskamp (1984) las va a requerir este hombre comn o la institucin para quien se trabaje y de ellas se extraer el nivel de utilidad social. Como los esquemas proporcionados por la cultura, segn la propuesta de Clifford Geertz, los elaborados por la Psicologia Social funcionan como modelos de la reali dad cuya utilidad consiste en proporcionar una representacin comprensiva de ella y como modelos para en tanto que nos permiten manipular la realidad a la que aluden , en el mismo sentido que una teoria hidralica resulta til para construir un dique, por tomar unb de los ejemplos de Geertz. Las teorias psicosociales resultan tiles tanto, para comprender o representamos determinados fenmenos como para tratar de influir sobre ellos provocndolos, cambindolos o interrumpindolos. En este sentido, y en mayor o menor medida, todas las teoras psicosociales son, al mismo tiempo y sin excepciones, modelos de y modelos para. La comprensin de un problema no es sino el primer paso para su solucin o, como dijera Leonardo Da Vinci, la teoria il capitana e la pratica sano il solda ti. Partiendo de estas consideraciones resulta de todo punto de vista injustificado calificar de trivial e insensible a una teora psicosocal porque no resuelva el tema del desempleo, de la adiccin a las drogas de diseo o de la violencia en los estadios de , ftbol. Hay que tener cuidado con las expectativas irreales respecto el valor potencial que puede tener para la sociedad la investigacin en Cencias Sociales (lones, 1985).

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Dentro de un modelo ms o menos ideal de Ciencia Social, dice Stephenson (1990, p. 403), la Psicologia Social aparece esencialmente interesada por los problemas sociales y ha desarrollado teorias capaces de aadir una dimensin caracterstica a la discusin de estos pro/llemas., Esta, llega a decir, es la motivacin que subyace a algunos de los descubrimientos ms importantes de la Psicologa Social como los de Sherif, Tajfel, Milgram, Stouffer, Moscovici, etc. Y termna: Las teorias desarrolladas como respuesta a problemas sociales capacita a la Psicologa Social para estar en primera fila en los debates dentro de disciplinas aplicadas como la medicina, las relaciones laborales y la educacin, averiguando qu es lo que deberia hacerse para resolver los problemas sociales (Stephenson, 1990, p. 403). En esta misma direccin, el Persona/ity and Social Psychology Bulletin dedic en 1990 un nmero monogrfico a ilustrar el valor de la investigacin bsica. En opinin de Russell Fazio, resulta pertinente el intento porque: La investigacin bsica nos informa acerca de cmo debemos enmarcar conceptualmente los temas prcticos, sobre las variables criticas que pueden estar operando en un determinado mbito y sobre cmo esas variables pueden estar interactuando para producir un determinado resultado (Fazio, 1990, p. 5). La docena de articulos incluidos en este monogrfico pasan revista a teoras muy arraigadas en la tradici psicosocial (a la teoria de la atribucin de Heider, a la teoria de procesamiento de informacin social de Feshbach, a los esquemas del selfelaborados por Markus, a la teora de la comparacin social de Festinger, al concepto de inoculacin social, a la influencia social normativa e informativa, etc.), para abordar temas tales como la conducta agresiva en los nios, las relaciones de noviazgo y matrimonio, la depresin, la eficacia de la terapia cognitiva, el estrs y los mecanismos de afrontamiento, las decisiones judiciales, la conservacin de la energia, la prevencin de la adiccin al tabaco en adolescentes y el fomento de conductas sexuales seguras frente al SIDA. La opinin de Omoto y Snyder puede ser ilustrativa de la tnica que predomina en este nmero monogrfico: Desde nuestro punto de vista, el estudio que hemos presentado evidencia la utilidad de la teoria y de la investigacin bsica como guia de investigaciones sobre temas de relevancia y preocupacin social. Hemos examinado varias teoras psicolgicas y la investigacin generada por ellas y, guiados por nuestro concepto respecto al proceso de voluntariado, estas teoras han mostrado su utilidad para ayudamos a la comprensin de los roles de los voluntarios en la respuesta que la sociedad da al SIDA. Como ejemplo, nos hemos centrado en la aproximacin funcional al estudio de las actitudes y de la nfluencia social y hemos discutido algunas partes de nuestra propia investigacin que demuestran su relevancia en el proceso de voluntariado (Omoto y Snyder, 1990, p. 161).

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Psicologa Social Aplicada

En este mismo sentido, Pez el al. (1992, p. 108) mencionan las siete lineas de investigacin que Turner ha defendido haber sido capaces de extender con xito al mundo real los resultados de sus investigaciones: a) la relacin existente, la temperatura ambiente y la violencia colectiva que llev a cabo Baron en 1978; b) los resultados de Baum sobre la relacin entre hacinamiento y prdida de control; c) la relacin entre grado de exposicin a los medios y conducta de voto; d) la relacin entre procesos cognitivo-afectivos y conducta; e) los efectos de la semejanza en la formacin de amistades en adolescentes; f) el funcionamiento de los estereotipos; g) la emergencia espontnea del concepto de yo en funcin de la saliencia. No estaria muy de acuerdo con la propuesta que venimos haciendo y con las pruebas que estamos aportando John Reich (1981) quien, en un capitulo ampliamente citado, ha intentado demostrar que la aplicacin ha ocupado un lugar muy secundario en el transcurso de la peripecia histrica de nuestra disciplina. Desde su punto de vista (Reich, 1981, p. 46), tres son los temas que dominan la historia de la Psicologia Social: a) los intereses y preocupaciones tericas y aplicadas han estado siempre presentes a lo largo de la historia de las Ciencias Sociales; b) hasta fechas recientes, sin embargo, la orientacin aplicada ha ocupado un lugar secundario; c) la igualdad entre ambas orientaciones slo ha tenido lugar en los ltimos aos y como consecuencia de la presin desde dentro y desde fuera de la propia disciplina. Partiendo de estas premisas, las dos ltimas ms que dudosas, Reich procede a un anlisis de la evolucin histrica de la disciplina que, pese al eco que sigue teniendo en la bibliografia psicosocial, adolece de algunas deficiencias llamativas que queremos resaltar: l. Se trata, en primer lugar, de un estudio escasamente documentado. Un solo ejemplo: cuando cita la vertiente aplicada de Lewin, echa mano de la obra de Marrow en vez de tomar directamente al propio autor. Establece, como punto de partida, una divisin entre teoras, mtodos y aplicaciones, insostenible desde cualquier perspectiva que no sea la ms pura y elementalmente didctica tan slo para la primera clase de los alumnos de un primer curso de universidad. Esta divisin le obliga a ubicar a los autores en compartimentos estancos, lo que acaba por resolverse no sin decisiones controvertidas: a) Likert y Thurstone, por ejemplo, slo aparecen en el apartado de la metodologa cuando podrian hacerlo en cualesquiera de los tres, especialmente en el de las aplicacones; b) Lewin aparece primero en la teoria, despus lo hace en el apartado de las aplicaciones y cuando en el comentario del periodo de postguerra se hace referencia al Centro de Dinmica de Grupos, se dicen cosas que sencillamente no se ajustan a la realidad de los hechos (la investigacin gravit exclusivamente sobre los mbitos acadmicos, us prcticamente slo mtodos de laboratorio y estuvo dominada por cuestiones no aplicadas) y que resultarian muy fciles de contrastar echando mano de un par de artculos; c) a la teoria de Lewn, a su influencia y a su magisterio, le concede un lugar absolutamente marginal en el desarrollo de la Psicologa Social. Le concede al periodo de la guerra un fuerte impulso aplicado, pero defiende que, como la mayora de los acadmicos trabajaban para el gobierno, no hubo

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desarrollos tericos (Reich, 1981, p. 52), como si las teorias estuvieran prendidas a la silla de los despachos de las universidades. Define la aplicacin desde una perspectiva exclusivamente temtica, como un territorio claramente diferenciado de la teoria y de la metodologa y llega a defender que durante las dcadas de los 50 y de los 60 logr su punto ms alto la perspectiva terico/experimental y de laboratorio de la Psicologa Social, el dominio de la orientacin de ciencia pura. El argumento que utiliza no puede ser intelectualmente ms desolador: una revisin de los contenidos incluidos en el Journal of Abnormal and Social Psychology, dice, nos da como resultado temas tan propios de una Psicologia Social pura y alejada de la aplicacin como la ansiedad, el autoritarismo y otros procesos de personalidad, los procesos de comunicacin, estructura del grupo y liderazgo.

Se trata de una visin relativamente usual entre quienes todavia se instalan en esa suerte de dualismo de eficaz, el/la ingeniero/a se nutre del conocimiento cientfico para articular con pericia los medios que permiten alcanzar las finalidades prcticas que se le encomiendan. De forma parecida, el/la investigador/a mdico revela los secretos de la enfermedad y el/la mdico de consulta aplica ese saber para curar a sus enfermos/as. La Psicologa Social Aplicada se basa fundamentalmente en ese modelo. El/la psiclogo/a social orientado/a hacia la aplicacin es una mezcla de ingeniero/a socia! y de mdico de lo socia!. Existe una dependencia funcional clara entre el/la investigador/a puro y el/la experto/a en aplicaciones. Exceptuando quizs la action research de Lewin, no cabe duda de que la dependencia de la prctica respecto a la teora constituye una representacin con profundas races. Muchos/as psiclogos/as sociales aceptarian sin reservas la opinin de Cartwright segn la cual: en Psicologa Social la teora hace mucho ms que desarrollar el conocimiento, tambin proporciona el tipo de comprensin indispensable para resolver problemas sociales (Cartwright, 1978). Si el/la de la disciplina. En este sentido encontramos, en primer lugar, una creciente valoracin de las identidades nacionales y de los procesos actitudinales y cognitivos relacionados con ellas como motivaciones subyacentes en las conductas de poltica exterior. Especficamente, y en consonancia con la predominante perspectiva estatocntrica de las relaciones internacionales, la identificacin con un estado-nacin se presenta como un sustrato psicosociolgico cuya vinculacin al desarrollo poltico, social y econmico de las relaciones internacionales no puede soslayarse. El estudio de estos procesos identitarios se caracteriza por la complejidad de factores intervinientes en ellos. Slo en el plano subjetivo-simblico, la identificacin con un estado-nacin implica toda una serie de mecanismos cognitivos, emocionales y evaluativos que vieren siendo ya objeto de estudio de la Psicologa Social desde sus primeros desarrollos acadmcos, aunque con demasiada frecuencia estas aportaciones parciales se han situado en rbitas demasiado desconectadas de las dems Ciencias Sociales. Pero adems, la visin estatocntrica sigue imponindose como explicacin dominante de fenmenos que,per se, traspasan las fronteras restringidas de los estados-nacin. Tal es el caso de la globalizacin, supranacionalsmo y multiculturalismo, cada vez ms presentes en la bibliografia especializada. Paradjicamente, y en segundo lugar, las relaciones internacionales estn ofreciendo enfoques analticos que tienen en comn el enmascaramiento psicolgico -bajo la forma de actitudes etnocntricas, racistas, etc., sustentadas por actores nacionales respecto a otros que aparecen como

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extranjeros- de fenmenos de naturaleza especficamente poltico-estructural y transnacional (la divisin del mundo en estructuras de produccin e intercambio desiguales). En tercer lugar, la irrupcin de la sociologia en las relaciones internacionales ha supuesto una redefinicin de su objeto de estudio ms all del plano institucional (estados, corporaciones, organizaciones internacionales, clases, etc.) para incluir la dimensin interactiva de los actores grupales y personales no slo en tanto que representantes de esos mbitos sino, de modo ms general, en tanto que participantes del contexto internacional en la medida en que desarrollan conductas y actitudes internacionalmente orientadas. En este sentido, las relaciones internacionales se caracterizan por ser un tipo de relacin social particularmente vivo y cambiante del que participa todo el conjunto social. Ms all de los actores sociales visibles (en este caso, y paradigmticamente, los estados-nacin personalizados en sus representantes polticos, econmicos, militares, culturales...), cualquier actuacin en el plano internacional precisa de un cierto respaldo popular (nacional) para ser llevada a cabo con xito. Las relaciones internacionales son, por ltimo, el resultado de un complejo entramado de interacciones sociales en las que estn presentes estrategias de negociacin, cooperacin e influencia sobre las que es posible la intervencin. De hecho, para los cientficos sociales el campo de las relaciones internacionales se revela como un rea de estudios cuya potencial dimensin aplicada es paradigmtica. En el caso particular de la Psicologia Social, la parcela de intervencin se centra en los procesos psicolgicos presentes en los distintos mbitos de interaccin social implicados tales como actitudes, percepciones y opiniones en relacin con la propia nacin y las dems y con los conacionales y los extranjeros, y, entre estos ltimos, los significativos (superiores e inferiores, aliados o rivales) y los no significativos (histrica, geogrfica y coyunturalmente irrelevantes). Para que esta intervencin sea eficaz, es fundamenta! una ubicacin adecuada de los procesos psicolgicos en el contexto poltico, econmico y social que les corresponde en las relaciones internacionales.

EL PARADIGMA REALISTA EN EL ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALESLas relaciones internacionales como disciplina cientifica o rea de conocimiento diferenciada son un producto del binomio ciencia-realidad, o, con otras palabras, un conjunto de concepciones tericas y de herramientas metodolgicas diversas paradigmticamente instaladas en una contradiccin entre su objetivo potencial (contribuir a la comprensin de su objeto de estudio) y su desarrollo de hecho (apegado desde su origen y mediatizada su razn de ser por la realidad empirica que estudian). Como seala acertadamente Giddens (1985, p. 257), antes de dar su nombre a la disciplina acadmica, las relaciones internacionales eran tanto una descripcin de la realidad como un conjunto de ideas aplicadas reflexivamente para ayudar a la constitucin de esas condiciones polticas descritas. Asi, desde un principio, el predominio de la perspectiva realista sobre las perspectivas idealistas como enfoque de partida para el anlsis de las relaciones internacio-

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Psicologla Social Aplicada

nales van a condicionar de forma fundamental el desarrollo de la disciplina. Histricamente, la doctrina del equilibrio de poder era ya el antecedente del concepto y de la prctica de las relaciones internacionales, de las que posteriormente se convertiria en parte fundamental. Estos sesgos van ms all de las servidumbres derivadas del intento de satisfaccin de las exigencias positivistas de una disciplina que, en ltima instancia, se ha decantado por un individualismo que afecta tanto a sus intentos de explicacin (en trminos de elecciones racionales) como a sus intentos de comprensin (en trminos de elecciones razonadas) de su objeto de estudio (Hollis y Smith, 1991). Por encima de estas consideraciones epistemolgicas se alza toda una filosofia acerca de la naturaleza humana, sustentada en el pesimismo antropolgico de autores como Maquiavelo o Hobbes, frente a quienes sostienen concepciones ms optimistas enraizadas en la filosofa cognitiva de Kant y la filosofa poltica de Rousseau. En primer lugar, como sealan, no sin razn, algunos de los principales representantes de esta corriente, el realismo poltico, con sus limitaciones y contradicciones, sigue siendo el paradigma dominante de las relaciones internacionales y su desplazamiento por parte de otros paradigmas resulta difcil mientras el poder siga siendo considerado el concepto central de la ciencia poltica (Schwarzenberger, 1951; Morgenthau, 1960; Taylor, 1978; etc.). Semejante afirmacin podria hacerse extensible sin grandes objeciones a la sociologia y en buena medida, como veremos, a la Psicologia Social. Pero ms all de esta vaga concepcin del poder, o desde esta concepcin llevada a sus ltimas consecuencias, la perspectiva realista ser difcilmente reemplazada en la medida en que ha colocado a las relaciones internacionales en un proceso de permanente retroalimentacin con su propia realidad objeto de estudio. Frente a la dimensin de cambio de las concepciones idealistas de la sociedad internacional, el realismo lleva aparejado, en s mismo, la idea de estabilidad. Algunos de nuestros expertos ms insignes son claros al respecto:( ... ) en trminos de divulgacin, en palabras de entendimiento, el realismo po-

ltico es una especulacin terica al servicio prctico de la renovacin del concepto de gran potencia y de su contenido hegemnico (Mesa, 1979: p. 12).El realismo poltico constituye, en ltima instancia, en los Estados Unidos, una ideologa que mira al mantenimiento de la posicin preponderante de ese pas en los asuntos internacionales, por lo que es un instrumento utilizado tanto

en los medios universitarios, consciente o inconscientemente, como en los gubernamentales, para afirmar y justificar una determinada poltica exteriom (Arenal, 1994: p. 152).

En segundo lugar, el cruce entre ideologia y empiria que ha caracterizado desde sus origenes las relaciones internacionales ha dado lugar a una visin estatocntrica muy difcil de superar en muchos sentidos. Por un lado, incluso para quienes defienden una visin globalista de las relaciones internacionales es difcil restar protagonismo a los actores nacionales. Pero, adems, e independientemente de la importancia

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concedida a los estados y sus representantes, hay un considerable acuerdo respecto a la dificultad de superacin, en el plano de la prctica, del planteamiento nacionalista de las relaciones internacionales. Los procesos de supranacionalizacin y de mundiaIizacin estn poniendo de manifiesto estas paradojas que no slo se plasman en los problemas de integracin supraestatal (vase Haas, 1964; Taylor, 1983; Mlinar, 1992; Swaan, 1995; etc.) sino que constituyen, en si mismas, una caracteristica endmica de las relaciones internacionales desde el momento en que la globalizacin es, desde sus origenes, un proceso dependiente del poder estatal o, ms exactamente, del poder de determinados estados (Merle, 1976; Smith, 1992; etc.). En ltima instancia, es imposible separar el mbito nacional del internacional. Por otro lado, y sin embargo, no podemos obviar el hecho de que las estructuras socioeconmicas y los problemas sociales y polticos derivados de ellas exigen cada vez ms la adopcin de nuevas perspectivas analticas de las relaciones internacionales al margen del tradicional marco de los estados-naciones. Al fenmeno de la globaIizacin hay que aadir una creciente pluralidad etnocultural en en el seno de los estados nacionales occidentales. Este reto, si se realiza exitosamente, podria cuestionar seriamente la pervivencia del nacionalismo cultural que sirve de soporte simblico a los estados, con consecuencias inmediatas en los contenidos subjetivos tradicionales de las relaciones internacionales. Sin embargo, es interesante sealar que, de forma inversa al tradicional predominio del anlisis poltico y estructural de las relaciones internacionales, estamos asistiendo a un encapsulamiento analtico de la problemtica interracial e intercultural en el plano psicosociolgico. Asi, la proliferacin de estudios sobre prejuicio etnorracial, xenofobia, etc. (y sus desarrollos, en el plano aplicado, como campaas preventivas), no va acompaada por el surgimiento de otro tipo de anlisis que, atendiendo a los niveles econmico y estructural, podran tal vez ser ms tiles para la comprensin de estos fenmenos, ms all de explicaciones restringidas al mbito de las dinmicas intergrupales.

EL LUGAR DE LA PSICOLOGIA SOCIAL EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES El lugar de la subjetividad en las relaciones internacionales: las demandas de la disciplinaEl desarrollo de las relaciones internacionales como rea de conocimiento especifico no se entenderia sin referencia a las dos guerras mundiales que impulsaron, en gran medida, su configuracin y su expansin acadmicas. Por otra parte, un rea de estudios como sta, tradicional y mayoritariamente volcada en el anlisis de las relaciones interestatales y con la dimensin de poder como elemento central, tiene en el fenmeno de la guerra uno de sus temas centrales. El inters por este fenmeno, implcitamente conectado con reflexiones filosficas y psicolgicas en tomo a la naturaleza humana, ha dejado con frecuencia en los principales ensayos sobre esta ma-

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tera interrogantes abiertos acerca de cuestiones como las motivaciones psicolgicas para la guerra y la paz, que nos remiten a temticas tipicas de la Psicologa Social como el carcter innato o cultural de la agresividad, las dimensiones irracional y racional de actitudes como el prejuicio, o la naturaleza normal o patolgica del autoritarismo. Asimismo, la mencin de mecanismos psicosociolgicos como el liderazgo, la cohesin grupal, los procesos de influencia, etc., ha aparecido a menudo como anotacin marginal en los manuales clsicos. A partir de la irrupcin de la sociologia en las relaciones internacionales esta presencia ha sido cada vez ms frecuente y consistente. Ya en los aos cincuenta, en un momento en que todava el realismo politico no haba empezado a tener respuestas fuertes desde la sociologia, Waltz estableci en su estudio sobre las causas de la guerra una distincin entre tres niveles de anlisis de las relaciones internacionales que incluia, junto con el sistema internacional y el estado y la sociedad, el nivel individual. Este ltimo requerira, segn expresa textualmente este autor, la intervencin de psiclogos generales y psiclogos sociales (Waltz, 1950: cit. porViotti y Kauppi, 1993, pp. 13-14). La eleccin de un nivel de anlisis especfico establecera, en definitiva, qu aspectos se van a ver y qu aspectos se van a dejar de ver, y marcarian el nfasis en diferentes tipos de actores y de procesos. Independientemente del hincapi de nivel elegido, las relaciones internacionales mantendran su nexo disciplinar en la perspectiva estatocntrica mayoritariamente adoptada:Es bastante tpica de todos estos niveles de anlisis la tendencia a explicar la conducta poltica internacional de los estados -la variable dependiente. El Estado, en otras palabras, suele ser la unidad de anlisis, y la explicacin de su conducta implicara tomar en consideracin factores de todos estos niveles de

anlisis. (Viotti y Kauppi, 1993, p. 14) Adems de esta consideracin multicausal e interdisciplinar de las relaciones internacionales, son frecuentes las referencias de politlogos, historiadores y, particularmente, de socilogos especializados en esta materia sobre la importancia de losfactores subjetivos en las relaciones internacionales. En unos casos, encontramos opor-

tunas sugerencias acerca de la necesidad de analizar determinados factores psicosociolgicos que aparecen, ya lejos de cualquier ambigedad, claramente identificados y tipificados. Aunque no se entre en el anlisis pormenorizado de estos factores, el plano psicosociolgico se presenta formando parte de un marco analtico en el que se ubica de forma concreta. Tal es el caso de socilogos de la relevancia de Manning, quien destaca la importancia de 10 que l mismo denomina el mapa psicosociolgico del mundo y seala acertadamente la triple composicin (instrumental, evaluativa y emocional) de un mapa que es, en ltima instancia, actitudinal:Lo que da su cualidad a las relaciones interestatales no slo puede entenderse en trminos de los intereses de individuos o grupos, sino de las ideas colectivamente sostenidas y de las emociones colectivamente sentidas. (Manning, 1975, p.85).

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En otros casos, el hueco vacio de la Psicologa Social es cubierto de alguna manera desde otras reas. A modo de muestra ilustrativa nos referiremos someramente a las contribuciones de figuras tan significativas como Karl W. Deutsch, Evan Luard y Marcel Merle. Deutsch (1953, 1966, 1968) centra su anlisis de las relaciones internacionales en el estudio de las comunicaciones sociales como indicadores del grado de integracin nacional e internacional en un intento de establecer las condiciones bsicas para la paz entre las naciones. La teora de la comunicacin de este autor contempla, por cierto, una doble perspectiva intra-intergrupal de las relaciones internacionales de incontestable relevancia para la Psicologia Social. Luard (1976) enfoca las relaciones internacionales desde una perspectiva sociolgica en la que la Psicologa Social ocupa un lugar central. Los escritos de este autor ---, concebido como los factores que influyen en el comportamiento de los actores. Entre estos factores, concede una relevancia especial a la funcin de lo que l denomina representaciones (sic) en la vida poltica. Estas representaciones aparecen englobadas tambin bajo los rtulos ms generales de creencias e