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okò

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Captulo ISiempre haba tenido deseos de morir. Era una idea recurrente. Me pasaba todos los das. La muerte significaba para m el fin del dolor, el fin del hasto, el fin del aburrimiento.Los das no tenan nada de especiales, aunque cada da fuera diferente, pasaran cosas diferentes, no eran especiales, nosotros los hombres siempre le damos valores a muchas cosas aunque estas en realidad carezcan de valor. Por ejemplo una piedra, es una piedra, no tiene ningn valor, no hay nada de especial en ella. Pero si un nio de cuatro aos le regalara esa piedra a su padre como si fuera la cosa ms grandiosa, esa piedra tendra ms valor que muchas cosas que tiene el padre; tal vez el sentimiento es el que le del valor a las cosas.O no s, tal vez sea la utilidad. Una piedra me puede servir como martillo o para otra cualquier estupidez. Entonces, si es verdad que la utilidad le da valor a las cosas u cualquier otro elemento existente, las personas siempre estn buscando ser tiles. La utilidad significaba la vala del individuo.La sociedad siempre te exige productividad, pro actividad. Tal vez eso explica el miedo constante al fracaso. Que se explicara en el miedo a no ser tiles, en ser nada.Vea a veces a mis compaeros de universidad preocupados. Me acercaba de vez en cuando a ellos - siempre haba tenido esa curiosidad tremenda en las preocupaciones por los dems, no por que necesariamente podra solucionarlos, sino simplemente saber que le preocupaba a ellos-. Algunas de estas preocupaciones estaban ligadas con el principio de utilidad. Ellos se quedaban pensando si terminando la carrera seran contratados, o si se desempaaran bien en sus trabajos. Este miedo, haca que ellos se sintieran desconfiados de si mismos. (En esta sociedad implantada por el mundo empresarial, exige que encajes, si no encajas no eres util, no sirves, eres nadie, eres nada; tenas que ser parte del sistema).Ser valorado es una necesidad humana, tal vez equivaldra a ser querido, a ser importante. El hombre no quiere reconocer que no es especial, no es importante; le da miedo.Al fin al cabo el hombre existe, como cualquier cosa que se encuentra en este mundo, el que seamos conscientes era una simple casualidad de millones de aos de evolucin, nuestra existencia es una insignificancia. Existamos, igual que un perro, una roca, o una mierda. Solo estbamos en el mundo sin ningn tipo propsito.

Capitulo IIComo les deca; en realidad no hay nada de especial en los das. Nosotros le otorgamos ese valor segn las cosas que nos van pasando.Esta verdad haba intrigado mi vida, la haba hecho ms deprimente. Pero mi desgracia no tuvo origen en tan noble verdad. Creo que desde que nac ya era totalmente desgraciado, creo que en realidad todos los somos. Cuando nacemos, nos vemos arrojados a un mundo vil, lleno de sufrimientos y eso es lo que nos hace desgraciados.Claro que a veces somos desgraciados alegres; existen dos clases de personas alegres en este mundo: los idiotas o ingenuos y los que saben que el mundo es una mierda y lo aceptan con sabidura e indiferencia. Es ms, estoy seguro que somos esas clases de personas en ocasiones. Imagnense una persona enamorada, ah tenemos un idiota contento, capaz de arriesgar su vida e integridad por otro; y cuando todo acaba se da cuenta lo idiota que fue y se convierte en miserable, desgraciado. Hay que tener agallas para enfrentar esto y jugar de nuevo con estos aspectos de la vida. Cuando uno trata con sabidura el amor, dejas de ser un idiota.Yo siempre haba sido de esos idiotas, buscando amor, mendigando por l, buscando el valor de mi individualidad en otra persona. Todo amor, deca Platn, nace de una carencia, de una necesidad; se ama lo que no se tiene, pero se le ama porque se le necesita.Eso empez manifestarse en m, pero a mediados de mi adolescencia, aunque Freud pensara que el origen de esta bsqueda deba estar en mi niez.Desde los recuerdos ms tempranos de mi niez, me caracterice por ser un nio muy retrado, tmido casi no hablaba con nadie. Estudiaba en un colegio particular junto a mi hermana Maritza que era dos aos mayor que yo. Cuando mi padre perdi su trabajo, tuvimos que dejar aquel colegio. As que nuestro padre nos instalo en colegio del estado.En las tardes de recreo me pasaba sentado en el portn de salida, no jugaba con los dems chicos, siempre estaba ah, entretenido, mirando hacia afuera extraando a mi madre. Fue la primera vez que me hice consciente de mi melancola, algo que me iba acompaar toda mi vida.No era el ms brillante de la clase, ni mucho menos destacaba por mi alta sociabilidad, por lo tanto ningn bicho se me acercaba. Tampoco tena dinero; ms tarde comprendera que el dinero puede atraer a muchas personas, hasta las indeseables. As que me pase mi vida escolar entre zapatos viejos y ropa rehusada por falta econmica de mis padres. Lo que indicara tal vez, mi mal gusto al escoger mi ropa y tal vez tambin mi extravagancia. Siempre me quede anhelando la compaa, mi bajo nivel de sociabilidad, hizo que tal vez anhelara la compaa y que la soledad me resultar insoportable.