li 1 iarry hohemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/.../md19580105-008.pdfpe,os, es que los nuestros...

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e, .I: flnal de la Copa Davlø del . pesente ao no aólo ba . .. COnçtitufo un triunfo ro. tundo del equipo australiano .que ha venido a confirmar su su. pemacfa mundial, sino que, ade iás la ha afirmado por mucho rnnpo. Australia y E1ados Uni dos ban confiado su reprisenta.. eMii en jugadores jóvenes, en Verdaderas esperanzas de su te. .*I$ nacional, y el cotejo ha veni ü a demostrar con una claridad . .. . diMana, que la joven promoción antraliana vale ya hoy lo que k$ mejores jugadores de su pafs. Antes de disputarse la gran fnal de Melbourne ,los técnicos . dci mundo entero creyeron que las fuerzas andarían muy nivela das, precisamente por descono cerse el real valer de los cojnpo nentes de ambos equipos. Esto explica la sorpresa que causó la fácil irictoçia conseguida por Aus Icélla. . 1 0 de la calidad de sus raquetazos. . Por esto nuestros jugadores, . lesde hace seis o siete años, son - losque están más en forma» O de todos los tenistas del mundo.» . . . Hemos visto a Lew Hoad, art- . tiguo jugador de rugby, entre- . narse en Roland—Garros, junto . a corredores de medio fondo del . Stade Français». . Ashley Cooper ha sido quien . . .la expuesto perfectamente el . n4todo australiano, diciéndonos: «Filera del periodo de las com . peticiones, me entreno en el te- nis dos horas a.l día, cinco días por semana. Voy, además, al . . gimnasio, tres -días por semana, para hacer milaculos y adquirir - soltura. Estas sesiones suelen ser de hora y media. Cuand ha- . ce mal tiempo, dejo en casa la raqueta y me dedico a correr a paso gimnástico. intercalando . algunos esprints, durante tres . . cuartos de hora y, de vez en cuando, acostumbro a tomar par- . te en algún partido de fútbol nustraliano.» . Se ha acusado a Harry Hop mali de ser una especie de in . quisidor con SUS PUPIlOS. Desde luego, habría mucho que decir . . . de lá dracorniana disciplina que impne a SUS JugadoreS duran- no es una simple distracción. No conocemos ningún jugador aus traliano para el cual el tenis no sea, en definitiva, otra cosa més que, un modo de progresar so- cialmente, un sistema de conse guir una vida mas holgada, al- guna veces, escala la glotis y, desde ‘luego, asegurarse el bien- estar material. Asi mirado el asunto, tiene su explicación. El reciptamiento de campeo- nes, en Australia, es esencial- mente popular. De origen modes to, Hoad y Roscwald, ‘por ejem- jilo, jugaron sus primeros cam peonatos a la eda(i de nueve años. En Sidney, de donde am- Pos son oriundos, y en donde ci clima es tan suave que se poe- de jugar lucias las lardes des- 1)UéS de conier. hay 1M()O pistas (le tenis pat-a una poblacion de L3t)O000 almas. Las cuotas son absurdamente bai-atas. a rededor de cuati-ocieri tas pesetas al año. Muchos de los clubs facilitan las raquetas a los Principiantes y casi todos entregan las pelotas gratis. Con todo lo dc1io, es fácil com prender que en Sidney se juega a1 tenis como en Baviera a -los lIDIOS. OS padres son los prime- OS entrenadores de los lujos. LOS campeones locales se . gan de entrenar a los que des’ tocan en carla generación y. ti-as una serie de ollininatorias, se selecciona la flor y liSta de los bogadores y pasa al redil de Ha. . rey l-lopmari. Prócticamente, las grandes ca- cas de artículos pal-a deportes (Donlop . Slazengei-, etc.), han tornado c-omouna obligación ase- gurar buenas rcmuneraciones a los aspirantes a. campeones. y Iris campr’ones australianos, que son en definitiva sus rucio- Hoad ha sufrida un accidente muscular que ‘e ha obligado a llevar durante más de dos mesas un corsé de plástico, no pUdien do esta temporadá lucir sus ex- * cepcionales cualidades. Podrá ile gara jestacarse en Wimbledon, pero no sepu.ede asegurar. Pero, pase lo que pase, su cesión ya está asegurada. Contrariamente a todo lo pro. visto, la final de Rolanct—Garros se ‘jugó este año siñ australin nos. Pero las fuerzas colectiva€ de los hombres de Harry Hop. iuuan es tal, qué no pueden te- mer ningún «challenger» en el plan mundial. Ashley Cooper, de velhte .afes, vai en cabeza de la nueva proo ción. Campeón de Australia, se- mifinalista en Roland—Garros, será, de aquí a’ unas tesnpora das, un nuevo Trahert. Va seguido por Neale 11”raeor, de Mervyn Rose, gran jugador de dobles, efl parecidas condi clones a Hopman, . pero susce tibie de conseguir. tin puesto en el equipo australiano de la Co. pa. Despu4s viene una cohorte de futuros campeones, de los cuales ninguno tiene más de veintidós años: Anderson, Emer Fon, Gibson y Woodcock. Para terminar, los dos favoritos del cancerbero: Bob Mark. de 19 aiioi y Rod Laver. de 18. Pero jugédores como Candy y Howe, que hicieron temblar a los me- jores tenistas del mundo, no fi- pulan entre losiunfos que llopman pued boner sobre el ta pete rosa o verde de las pistas de tenis. Sea bueno o malo el año, Hop. man está en disposición de co- locar cinco de sus homb»es en- lee los diez mejores tenistas del Harry Hopmari (entregado ej tenis en cuerpo y alma) ha te- nido memorables agarradas con todos y cada uno de sus jugado. res. Con Rose, cuando éste per. dió, en 1931, sus dos juegos del «Chailenge Recudo. Tanibién con Rose, cuando decidió -hacer tods las atournées» en compa. fila de su esposa, lo que condujo a Hopman a eliminarlo sistemá. ticamente de todos los equipos australianos oficiales y de sus clasificaciones. Con Rosewald, que, saturado de entrenamiento, tuvo el coraje de decírselo. Con Hoad, cuando, el 18 de junio, vispera de la apertura de los Campeonatos de Wimbledon, en 193$ contrajo matrimonio con la dulce Jennifer Staley, virtuosa jugadora australiana. No ha si- do posible olvidar las absurdas Secamente. llopman ha decía- seenas a que dieron lugar estos rado por su cuenta: eaponsales. El vieja Hopman, du rente todo el tiempo que duró el Campeonato, permaneció péga do a los talones de Lew Hoad. tna sola vez le autorizó para que pasara una hora en las ha- bitaciones de su joven esposa. Al tabo de los sesenta minutos, rigurosamente cronometrados,, fué en persona a llamar a la puerta de- Jennifer, volviendo a tomai’ al campeón por su cuco- ta hásta el final del torneo. o a-- : 1 IARRY a a - HO Una exclusiva. : LI Illunbo Deportivo Fr uar7lorii;idi;? si di3€xni que pagn por 8ile its Ittipor-. tantas. Es, tm14n ,1a resistén c1e Unpúblieo ø.t1ew me- inori, ¿e un p1biico para el cual ej tenIs era tih déporte e clase». El triunfo austra1ian ha íbierto 1e eamps de tenj atodo el mudc; ha si4e1 htjo • . del rnérc*nte u1tramarnos, trenamiento at1t1co, pera. des. vencedor erz Wimbledon; es el d luego, ftié el primer cenipeóri gesto. :nakarado. dé• Hóad, al cte tenis que Dasó largss horas pie de la tribuna real, lo en. en: et gimnasio, que hacia día- dares de chulo de Mervn Rose xiarncnte un recorrido ,de varios u1óinetros campo a trviesa imponiéndose un entrenaniento que o hubiera despreciado un as del atletismo moderno. }arry Hopman, e inastre de tos Ugai1ores australianee, k. ha dicho: «Fueron los Ñdtna de Sedg. man Los que Indujeron a los yenes austraflanos a Llaree ms de su preparación atlética que w foilador degrandes ases de laraqueta 1 mundo. Posee los tres mejoesa çonjuntos de parejas existentes: Hóad Fraser, Cooper An derson y Rose Candy. Lo cual no es, por lo visto, su. ficiente para que le veamos di. Isujar la mas leve sonrisa en sus finos labios de luombre autoIj tarjo, y tampoco le conduce a suavizar Sos puritanos princi. pios. «La disciplina Impuesta por Hopman, dificulto demasiado ml vida privada», dice Hoad. Al rehusar los treinta millones que. Jack Kramer le ofreció en t6 para pasúse a profesional, Haad desapovech6 la oportu ailad de realizar el gran ncgo. fará otra vez esta océslón? do de su vida. ¿Se le preseli «La gran diferencia entre nuestros jugadores y los euro- pe,os, es que los nuestros traba jan de firme y pueden perder facultades por cosas que no son perjudiciales a los jóvenes que no han de mantenerse en foi. ma .» Al,.día siguiente al de las fi- ndles de Wimbledon, Hoad se separ6 de Hopxnan. Sólo se pone bajo su férula en la época de l&Copa Davis, para la «Challen ge Round». En el rango de coses peijuí. ciales a sus jugadores, lIarrr I’lopman ha debido de clasificar e servicio militar. Rosewal, Cooper y Fraser han tenido que ser reedúcados de nuevo por haber sufrido, ras- pectivamente, 1(1 años antes, Una.. . erupción de urticaria, por «manifiesta debilidad d sus oía- vijas» y porvarices. , I:n Australia .1:11111 111-1111 II U II 11111111! 1 . . el tet,js:ño,’es un-deporte de - “clase”, si no - . Lewis Road y Harry llopman. Una gran parte de la historia - un deporte popular moderuadtenjsa:straHano, famoso El secreto deHopman: 1 1 Lo decía todo el mundo al re- greso de los Juegos Olímpicos: Los-australianos son jóvenes, son dinámicos y fuertes. Pero no resúltan divertidos, en abso luto,» : NÓ; no són divertidos estas es- finges del tenis, estos Buster J&ton cje la raqueta. Pero son en1iabiadarneñte fuertes. scIe hace diez años dominan e.teñi mundial. No han acapa ra tódos los títulos, no han os- tentado, siempre la ‘Copa Davis, pero sts repreentantes han lu chado en todos los torneos, en . todos los campeonatos. Y su pro. , . Ñnda energía es de tal índóle . que hemos visto con frecuencia jugadores australl:nos de déci. sobre las pistas de ,cCenter t la temporada de los ca,npeo mo lugar, ox 1 r a os e Couxt», los golpes de leñdÓr iiatos;. peró se ie debe también 3nufl ia es. de Neal Fraser, dejando Clavados hacer justicia; jamás ha forza Han hecho del tenis moderno en el sitio a los mejores jugado- do a un jugador a entrenarse ‘un deporte para atletas, un jue- res et1ropeos. - fuera de la base de su resisten- go para hombres tristes y fuer- El. triunfo del tenis australia- cia, todos los jugadores aus tos. Han echado de las pistas, m debe sobre todo, a haber tralianos SO han someudo por a golpes de raqueta, a los ultl. conseguido establecer ciérto pa. popa voluntad a esta vida mo nios virtuosos: Drobny, Patty, rangón entre el tenis y los gran• naca! de intensidad atlética, con Larsen, que hadan del juego un le deportes atléticos Es ej fuerza de voluntad que no verdadero poema, han sido ba- triunfo de la potencia física, del puede dejar de sorprendernos. tidos por la prosa ontundente ,ntrenamiOnto intenso y de la Lo haecn con gusto? Esto ya no de los australianos. . tuerza técnicamentO encauzada. es tan seguro. Por esto el mundo los admi- Quiaá Frank Sedgman no fué ra, pero no los aprecia. primer tenista del mundo que . Esta falta de simpatía es, o- creyó en la necesidad de un en- ‘Una dIscip’na- dracóniani y una preparación afMtica intensiva Su aspecto, desilusionado, has- tiado y aburrido. dice bien a las claras que el tenis, para ellos, res agentes de propaganda. No siendo estos estipendios añadí- dos a oti-os devengados de un trabajo propiamente dicho, fue- ra del tenis, ‘resulta que todos los tenistas autralianos son ju gadores profesionales, camuflo- doe de «amateurss. Cuando me- noS lo son los jugadores de la Copa Da vis. En virtud de su estudiada po- lítica de conservación de la Co- ¡a Davis, los australianos han vigilado siempre cukladosamen te el paso a pi-ofesionales de sus campeones. Ej «visa» no les ha siclo dado a Sedgmart y Mac Gregor, hasta la plena madurez de Lew lload y }(enneth Rose- wald. Asimismo, Rosewald no ha podido pasar a profesional en compañia de su pareja, liex llartwlg, hasta despues de la confirmación de’ Neale F’raser. ITOAD PASARA A PROFESTO. NAL DESPIJES DE VtMBLE DON, St VENCE Sabemos, ahora, que ¡Toad, a su vez, ha obtenido su «permiso de pase». Ha centrado toda su 1 emporada en los campeona tos de Wimbledon, y cuando venza en Londres. si lo consigue, de. jará el campo amateur para aceptar la ofertO que le ha he- elio Ki-amei’, director de los ter. fleos profesionales. Pero jos éenicos creen que 1-Toad ha ei-racio el golpe; rehu si5 el año pasado 30 millones por- que sus directores australianos habían hecho en su honor un »gran esfuerzo», porque sus con- tratos amateurs le aseguraban saneados ingresos y porque creía obtener este año de Kramer un contrato más interesante que el que le ofreció en el i6. Pero He aqn una demostración del duro enti enamiento a qu. Hopinan somete a sus alusnr.os Lewis lioad s.irante una .esión de cult ura física, etctúa este ejentcío con ur peso de más de veinte ha- s cubre la- espalda jiara foiialeeor- sus breses con rtpt*das flejoues y al nilasno rienipo hacer - Irabajai’ loe músculos lumbares Tres jóvenes estrellas del tenis australiano. En la parte alta, Ashley Cooper, jugador comple tísirne, de rápidos reflejos y de juego muy vivo, caraetérísticas muy parecidas a las del norte. americano Trever :-: En el’cen tro, Nenia Gibson, posee un drive y un revés potentísimos, se dice que sus brazos y sus piernas son la clave de sus viC toLla» :-: En la parte baja, Mal Andersen, el más joven de los nuevos valores, de temporamen to muy combativo y ‘dotada de una inteligencia pcoo eoaM

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Page 1: LI 1 IARRY HOhemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/.../MD19580105-008.pdfpe,os, es que los nuestros traba jan de firme y pueden perder facultades por cosas que no son perjudiciales

e,

.I: flnal de la Copa Davlø del. pesente ao no aólo ba

. .. COnçtitufo un triunfo ro.tundo del equipo australiano.que ha venido a confirmar su su.pemacfa mundial, • sino que, adeiás la ha afirmado por muchornnpo. Australia y E1ados Unidos ban confiado su reprisenta.. eMii en jugadores jóvenes, enVerdaderas esperanzas de su te. .*I$ nacional, y el cotejo ha veniü a demostrar con una claridad

...

.

diMana, que la joven promociónantraliana vale ya hoy lo quek$ mejores jugadores de su pafs.

Antes de disputarse la granfnal de Melbourne ,los técnicos

. dci mundo entero creyeron quelas fuerzas andarían muy niveladas, precisamente por desconocerse el real valer de los cojnponentes de ambos equipos. Estoexplica la sorpresa que causó la fácil irictoçia conseguida por AusIcélla.

. 1 • 0

de la calidad de sus raquetazos.. Por esto nuestros jugadores,

. lesde hace seis o siete años, son- los que están más en forma»

O de todos los tenistas del mundo.». . . Hemos visto a Lew Hoad, art-

. tiguo jugador de rugby, entre-. narse en Roland—Garros, junto

. a corredores de medio fondo del

. Stade Français».. Ashley Cooper ha sido quien

. . .la expuesto perfectamente el. n4todo australiano, diciéndonos:

«Filera del periodo de las com. peticiones, me entreno en el te-

nis dos horas a.l día, cinco díaspor semana. Voy, además, al. . gimnasio, tres -días por semana,para hacer milaculos y adquirir

- soltura. Estas sesiones suelenser de hora y media. Cuand ha-

. ce mal tiempo, dejo en casa laraqueta y me dedico a correr apaso gimnástico. intercalando

. algunos esprints, durante tres . . cuartos de hora y, de vez en

cuando, acostumbro a tomar par-. te en algún partido de fútbol

nustraliano.». Se ha acusado a Harry Hopmali de ser una especie de in

. quisidor con SUS PUPIlOS. Desdeluego, habría mucho que decir. . . de lá dracorniana disciplina queimpne a SUS JugadoreS duran-

no es una simple distracción. Noconocemos ningún jugador australiano para el cual el tenis nosea, en definitiva, otra cosa mésque, un modo de progresar so-cialmente, un sistema de conseguir una vida mas holgada, al-guna veces, escala la glotis y,desde ‘luego, asegurarse el bien-estar material. Asi mirado elasunto, tiene su explicación.

El reciptamiento de campeo-nes, en Australia, es esencial-mente popular. De origen modesto, Hoad y Roscwald, ‘por ejem-jilo, jugaron sus primeros campeonatos a la eda(i de nueveaños. En Sidney, de donde am-Pos son oriundos, y en dondeci clima es tan suave que se poe-de jugar lucias las lardes des-1)UéS de conier. hay 1M()O pistas(le tenis pat-a una poblacion deL3t)O000 almas.

Las cuotas son absurdamentebai-atas. a rededor de cuati-ocieritas pesetas al año. Muchos delos clubs facilitan las raquetasa los Principiantes y casi todosentregan las pelotas gratis.

Con todo lo dc1io, es fácil comprender que en Sidney se juegaa1 tenis como en Baviera a -loslIDIOS. OS padres son los prime- OS entrenadores de los lujos.

LOS campeones locales se. gan de entrenar a los que des’

tocan en carla generación y. ti-asuna serie de ollininatorias, seselecciona la flor y liSta de losbogadores y pasa al redil de Ha.

. rey l-lopmari.Prócticamente, las grandes ca-

cas de artículos pal-a deportes(Donlop . Slazengei-, etc.), hantornado c-omo una obligación ase-gurar buenas rcmuneraciones alos aspirantes a. campeones. y,á Iris campr’ones australianos,que son en definitiva sus rucio-

Hoad ha sufrida un accidentemuscular que ‘e ha obligado allevar durante más de dos mesasun corsé de plástico, no pUdiendo esta temporadá lucir sus ex-* cepcionales cualidades. Podrá ilegara jestacarse en Wimbledon,pero no sepu.ede asegurar.

Pero, pase lo que pase, su cesión ya está asegurada.

Contrariamente a todo lo pro.visto, la final de Rolanct—Garrosse ‘jugó este año siñ australinnos. Pero las fuerzas colectiva€de los hombres de Harry Hop.iuuan es tal, qué no pueden te-mer ningún «challenger» en elplan mundial.

Ashley Cooper, de velhte .afes,vai en cabeza de la nueva prooción. Campeón de Australia, se-mifinalista en Roland—Garros,será, de aquí a’ unas tesnporadas, un nuevo Trahert.

Va seguido por Neale 11”raeor,de Mervyn Rose, gran jugadorde dobles, efl parecidas condiclones a Hopman, . pero suscetibie de conseguir. tin puesto enel equipo australiano de la Co.pa. Despu4s viene una cohortede futuros campeones, de loscuales ninguno tiene más deveintidós años: Anderson, EmerFon, Gibson y Woodcock. Paraterminar, los dos favoritos delcancerbero: Bob Mark. de 19aiioi y Rod Laver. de 18. Perojugédores como Candy y Howe,que hicieron temblar a los me-jores tenistas del mundo, no fi-pulan entre losiunfos quellopman pued boner sobre el tapete rosa o verde de las pistasde tenis.

Sea bueno o malo el año, Hop.man está en disposición de co-locar cinco de sus homb»es en-lee los diez mejores tenistas del

Harry Hopmari (entregado ejtenis en cuerpo y alma) ha te-nido memorables agarradas contodos y cada uno de sus jugado.res. Con Rose, cuando éste per. ‘

dió, en 1931, sus dos juegos del«Chailenge — Recudo. Tanibiéncon Rose, cuando decidió -hacertods las atournées» en compa.fila de su esposa, lo que condujoa Hopman a eliminarlo sistemá.ticamente de todos los ‘ equiposaustralianos oficiales y de susclasificaciones. Con Rosewald,que, saturado de entrenamiento,tuvo el coraje de decírselo. ConHoad, cuando, el 18 de junio,vispera de la apertura de losCampeonatos de Wimbledon, en193$ contrajo matrimonio con ladulce Jennifer Staley, virtuosajugadora australiana. No ha si-do posible olvidar las absurdas • Secamente. llopman ha decía-seenas a que dieron lugar estos rado por su cuenta:eaponsales. El vieja Hopman, durente todo el tiempo que duróel Campeonato, permaneció pégado a los talones de Lew Hoad.tna sola vez le autorizó paraque pasara una hora en las ha-bitaciones de su joven esposa.Al tabo de los sesenta minutos,rigurosamente cronometrados,,fué en persona a llamar a lapuerta de- Jennifer, volviendo atomai’ al campeón por su cuco-ta hásta el final del torneo.

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HOUna exclusiva. : LI Illunbo Deportivo

Fr uar7lorii;idi;? si di3€xni

que pagn por 8ile its Ittipor-.tantas. Es, tm14n ,1a resisténc1e Unpúblieo ø.t1ew me-inori, ¿e un • p1biico para elcual ej tenIs era tih déporte e

clase». El triunfo austra1ianha íbierto 1e eamps de tenj atodo el mudc; ha si4e1 htjo • . del rnérc*nte u1tramarnos, trenamiento at1t1co, pera. des.vencedor erz Wimbledon; es el d luego, ftié el primer cenipeórigesto. :nakarado. dé• Hóad, al cte tenis que Dasó largss horaspie de la tribuna real, lo en. en: et gimnasio, que hacia día-dares de chulo de Mervn Rose xiarncnte un recorrido ,de varios

u1óinetros campo a trviesaimponiéndose un entrenanientoque o hubiera despreciado unas del atletismo moderno.

}arry Hopman, e inastre detos Ugai1ores australianee, k. hadicho:

«Fueron los Ñdtna de Sedg. man Los que Indujeron a los jóyenes austraflanos a Llaree msde su preparación atlética que

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foilador de grandes ases de la raqueta

1 mundo. Posee los tres mejoesaçonjuntos de parejas existentes:Hóad — Fraser, Cooper — Anderson y Rose — Candy.

Lo cual no es, por lo visto, su.ficiente para que le veamos di.Isujar la mas leve sonrisa en susfinos labios de luombre autoIjtarjo, y tampoco le conduce asuavizar Sos puritanos princi.pios.

«La disciplina Impuesta porHopman, dificulto demasiado mlvida privada», dice Hoad.

Al rehusar los treinta millonesque. Jack Kramer le ofreció ent6 para pasúse a profesional,

Haad desapovech6 la oportuailad de realizar el gran ncgo.fará otra vez esta océslón?do de su vida. ¿Se le preseli

«La gran diferencia entrenuestros jugadores y los euro-pe,os, es que los nuestros trabajan de firme y pueden perderfacultades por cosas que no sonperjudiciales a los jóvenes queno han de mantenerse en foi.ma . »

Al,.día siguiente al de las fi-ndles de Wimbledon, Hoad sesepar6 de Hopxnan. Sólo se ponebajo su férula en la época del&Copa Davis, para la «Challenge Round».

En el rango de coses peijuí.ciales a sus jugadores, lIarrrI’lopman ha debido de clasificare servicio militar.

Rosewal, Cooper y Fraserhan tenido que ser reedúcadosde nuevo por haber sufrido, ras-pectivamente, 1(1 años antes,Una.. . erupción de urticaria, por«manifiesta debilidad d sus oía-vijas» y porvarices. ,

I:n Australia.1:11111 111-1111 II U II 11111111! 1

. . el tet,js:ño,’es un-deporte de -

“clase”, si no- . Lewis Road y Harry llopman. Una gran parte de la historia

- un deporte popular moderuadtenjsa:straHano, famoso

El secreto deHopman:

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Lo decía todo el mundo al re-greso de los Juegos Olímpicos:

Los-australianos son jóvenes,son dinámicos y fuertes. Perono resúltan divertidos, en absoluto,» :

NÓ; no són divertidos estas es-finges del tenis, estos BusterJ&ton cje la raqueta. Pero sonen1iabiadarneñte fuertes.

scIe hace diez años dominane.teñi mundial. No han acapara tódos los títulos, no han os-tentado, siempre la ‘Copa Davis, pero sts repreentantes han luchado en todos los torneos, en .

todos los campeonatos. Y su pro. • , .Ñnda energía es de tal índóle .

que hemos visto con • frecuencia jugadores australl:nos de déci. sobre las pistas de ,cCenter t la temporada de los ca,npeomo lugar, ox 1 r a os e Couxt», los golpes de leñdÓr iiatos;. peró se ie debe también3nufl ia es. de Neal Fraser, dejando Clavados hacer justicia; jamás ha forza

Han hecho del tenis moderno en el sitio a los mejores jugado- do a un jugador a entrenarse‘un deporte para atletas, un jue- res et1ropeos. - ‘ fuera de la base de su resisten-go para hombres tristes y fuer- El. triunfo del tenis australia- cia, todos los jugadores austos. Han echado de las pistas, m debe sobre todo, a haber tralianos SO han someudo pora golpes de raqueta, a los ultl. conseguido establecer ciérto pa. popa voluntad a esta vida monios virtuosos: Drobny, Patty, rangón entre el tenis y los gran• naca! de intensidad atlética, conLarsen, que hadan del juego un le deportes atléticos Es ej fuerza de voluntad que noverdadero poema, han sido ba- triunfo de la potencia física, del puede dejar de sorprendernos.tidos por la prosa ontundente ,ntrenamiOnto intenso y de la Lo haecn con gusto? Esto ya node los australianos. . tuerza técnicamentO encauzada. es tan seguro.

Por esto el mundo los admi- Quiaá Frank Sedgman no fuéra, pero no los aprecia. primer tenista del mundo que. Esta falta de simpatía es, o- creyó en la necesidad de un en-

‘Una dIscip’na- dracóniani y unapreparación afMtica intensiva

Su aspecto, desilusionado, has-tiado y aburrido. dice bien a lasclaras que el tenis, para ellos,

res agentes de propaganda. Nosiendo estos estipendios añadí-dos a oti-os devengados de untrabajo propiamente dicho, fue-ra del tenis, ‘resulta que todoslos tenistas autralianos son jugadores profesionales, camuflo-doe de «amateurss. Cuando me-noS lo son los jugadores de laCopa Da vis.

En virtud de su estudiada po-lítica de conservación de la Co-¡a • Davis, los australianos hanvigilado siempre cukladosamente el paso a pi-ofesionales de suscampeones. Ej «visa» no les hasiclo dado a Sedgmart y MacGregor, hasta la plena madurezde Lew lload y }(enneth Rose-wald. Asimismo, Rosewald noha podido pasar a profesional encompañia de su pareja, liexllartwlg, hasta despues de laconfirmación de’ Neale F’raser.

ITOAD PASARA A PROFESTO.NAL DESPIJES DE VtMBLE

DON, St VENCE

Sabemos, ahora, que ¡Toad, asu vez, ha obtenido su «permisode pase». Ha centrado toda su1 emporada en los campeona tosde Wimbledon, y cuando venzaen Londres. si lo consigue, de.jará el campo amateur paraaceptar la ofertO que le ha he-elio Ki-amei’, director de los ter.fleos profesionales.

Pero jos éenicos creen que1-Toad ha ei-racio el golpe; rehusi5 el año pasado 30 millones por-que sus directores australianoshabían hecho en su honor un»gran esfuerzo», porque sus con-tratos amateurs le asegurabansaneados ingresos y porque creíaobtener este año de Kramer uncontrato más interesante que elque le ofreció en el i6. Pero

He aqn una demostración del duro enti enamiento a qu. Hopinan somete a sus alusnr.os Lewislioad s.irante una .esión de cult ura física, etctúa este ejentcío con ur peso de más de veinteha- s cubre la- espalda jiara foiialeeor- sus breses con rtpt*das flejoues y al nilasno rienipo hacer

- Irabajai’ loe músculos lumbares

Tres jóvenes estrellas del tenisaustraliano. En la parte alta,Ashley Cooper, jugador comple

tísirne, de rápidos reflejos y dejuego muy vivo, caraetérísticasmuy parecidas a las del norte.americano Trever :-: En el’centro, Nenia Gibson, posee undrive y un revés potentísimos,se dice que sus brazos y suspiernas son la clave de sus viC

toLla» :-: En la parte baja, MalAndersen, el más joven de losnuevos valores, de temporamento muy combativo y ‘dotada deuna inteligencia pcoo eoaM