leyenda, otros

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Leyenda de la Sucia Al ser Trujillo una ciudad antigua - la primer capital de Honduras fundada en 1525 - no podía quedar esta excluida del mágico influjo que como un velo de misterio, arrojan los siglos sobre el pasado de las ciudades viejas, que con el continuo galopar de los años acaba por convertirse en una combinación de historia, mito y... leyenda. Consecuencia de ello es que después no sabemos el punto de separación de ninguno de estos, y al final acaban los tres confundiendose en uno solo: o el mito y la leyenda se vuelven historia o la historia se vuelve mito y leyenda ¿Y es que en realidad importa saber cual es cual? Desde muy temprano en mi vida quedó mi imaginación irremediablemente cautivada en las redes del intrigante misterio de la fantasiosa leyenda; de lo que mi inolvidable abuelo, que Dios tenga en el cielo, puede con toda legitimidad, reclamar derechos de "autor". De la boca de aquel adorable viejo, oí las primeras "historias" de lo que pasó a ser para mi, el jardín florido y fértil del "folklore" de mi pueblo querido. Entre los enigmas de la vida que temprano descifré, está el de que el mito, la leyenda y la realidad son lo mismo. ¿O estaré yo desafiando algo indesafiable con mi prosaica aseveración? Yo creo que todo depende de como cada uno de nosotros quiere ver las cosas. Todo depende de nuestra propia imaginación. Desde entonces hice un compromiso conmigo mismo. En ese compromiso le prometí a Trujillo que algún día plasmaría en tinta y papel, aquellas historietas y cumpliendo con mi promesa, la que sigue es una de ellas... En el pueblo de Trujillo desde los años de 1800 era y aún es hoy, muy común oír relatos de apariciones de La Sucia; para algunos Siguanaba. Gran cantidad de trujillanos aseguran haberla visto, generalmente en los ríos de las afueras de la ciudad, por supuesto. La señora esa tiene varias formas y aspectos. Unos la han visto como una anciana desgreñada y andrajosa, con solo dos o tres dientes que sobresalen de sus arrugados labios; con enmarañado pelo y floja vestimenta que contribuyen en gran manera a su tétrico aspecto fantasmal. Otros la han visto como una mujer elegante vestida con ropas de antaño, con un rostro desfigurado por lo que parece ser una enfermedad o cortadas de arma pun- zante. Esta es la versión de La Sucia que mi abuelo juraba haber visto o que, por lo menos, creyó haber visto. Nunca estuvo seguro. En las afueras de Trujillo y entre los escombros de un convento destruido por las llamas de un incendio, vivio por muchos años La Sucia. Nada más que en este caso, todos sabiamos quien era La Sucia. Esta era Challita la loca que había hecho de aquellas viejas ruinas su hogar. Enajenada por a saber que extraños sortilegios, Challita vivia en su propio mundo apartada de todos. Mantenida por unos vecinos piadosos vivio en aquella desolación los últimos años de su vida. Por las noches se le veia en las lunas llenas deambular por los alrededores de aquellas ruinas; su figura andrajosa y

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Page 1: Leyenda, otros

Leyenda de la Sucia

Al ser Trujillo una ciudad antigua - la primer capital de Honduras fundada en 1525 - no podía

quedar esta excluida del mágico influjo que como un velo de misterio, arrojan los siglos sobre el

pasado de las ciudades viejas, que con el continuo galopar de los años acaba por convertirse en

una combinación de historia, mito y... leyenda. Consecuencia de ello es que después no sabemos

el punto de separación de ninguno de estos, y al final acaban los tres confundiendose en uno solo:

o el mito y la leyenda se vuelven historia o la historia se vuelve mito y leyenda ¿Y es que en

realidad importa saber cual es cual? Desde muy temprano en mi vida quedó mi imaginación

irremediablemente cautivada en las redes del intrigante misterio de la fantasiosa leyenda; de lo

que mi inolvidable abuelo, que Dios tenga en el cielo, puede con toda legitimidad, reclamar

derechos de "autor". De la boca de aquel adorable viejo, oí las primeras "historias" de lo que pasó

a ser para mi, el jardín florido y fértil del "folklore" de mi pueblo querido. Entre los enigmas de la

vida que temprano descifré, está el de que el mito, la leyenda y la realidad son lo mismo. ¿O estaré

yo desafiando algo indesafiable con mi prosaica aseveración? Yo creo que todo depende de como

cada uno de nosotros quiere ver las cosas. Todo depende de nuestra propia imaginación. Desde

entonces hice un compromiso conmigo mismo. En ese compromiso le prometí a Trujillo que algún

día plasmaría en tinta y papel, aquellas historietas y cumpliendo con mi promesa, la que sigue es

una de ellas... En el pueblo de Trujillo desde los años de 1800 era y aún es hoy, muy común oír

relatos de apariciones de La Sucia; para algunos Siguanaba. Gran cantidad de trujillanos aseguran

haberla visto, generalmente en los ríos de las afueras de la ciudad, por supuesto. La señora esa

tiene varias formas y aspectos. Unos la han visto como una anciana desgreñada y andrajosa, con

solo dos o tres dientes que sobresalen de sus arrugados labios; con enmarañado pelo y floja

vestimenta que contribuyen en gran manera a su tétrico aspecto fantasmal. Otros la han visto

como una mujer elegante vestida con ropas de antaño, con un rostro desfigurado por lo que

parece ser una enfermedad o cortadas de arma pun- zante. Esta es la versión de La Sucia que mi

abuelo juraba haber visto o que, por lo menos, creyó haber visto. Nunca estuvo seguro. En las

afueras de Trujillo y entre los escombros de un convento destruido por las llamas de un incendio,

vivio por muchos años La Sucia. Nada más que en este caso, todos sabiamos quien era La Sucia.

Esta era Challita la loca que había hecho de aquellas viejas ruinas su hogar. Enajenada por a saber

que extraños sortilegios, Challita vivia en su propio mundo apartada de todos. Mantenida por unos

vecinos piadosos vivio en aquella desolación los últimos años de su vida. Por las noches se le veia

en las lunas llenas deambular por los alrededores de aquellas ruinas; su figura andrajosa y

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desgreñada proyectada contra la brillante luna, se parecia no solo a La Sucia sino que a una alma

en pena. Los rumores se habían propagado de que Challita era bruja. Nunca me atrevi a pasar solo

por aquellas ruinas; le tenia terror a Challita la que en realidad tenia el aspecto de una bruja. En

una fresca madrugada de luna llena, mientras mi abuelo se dirigía a la hacienda de su padre

situada en Silín, en las afueras de Trujillo, a supervisar el ordeño de ese día, en el lomo de su

avispado macho y acompañado de su perro pastor alemán, al no más cruzar el río, el mulo al igual

que el perro, comenzaron a mostrar señas de estar atemorizados, por algo o alguien que solo ellos

podían ver u olfatear adelante del camino en la noche oscura. Ante los rebuznos inquietantes de

su bestia mular rehusando a avanzar, y el aullar de su obviamente aterrorizado can, el que

contribuía con su aparente cobardía a empeorar la situación, al tratar insistentemente de

refugiarse debajo del mulo en que su amo cabalgaba, mi abuelo comenzó a preocuparse, creyendo

que se trataba de algún hambriento jaguar, que andaba merodeando en busca de presa por

aquellas latitudes en aquellas deshoras de la mañana. No pudiendo resistir el perro más el terror

que se había apoderado de el, de repente, decía mi abuelo, dio marcha atrás y en un momento

desapareció de su vista. Azuzando al azorado mulo con sus espuelas, pudo mi abuelo a duras

penas avanzar por el camino oscuro semialumbrado por los tenues rayos de una luna llena. Al

llegar a una vuelta del carril que conducía al trecho final de la hacienda, decia mi abuelo, que en

frente estaba parada una mujer vestida elegantemente de blanco, de la que a espaldas de la luna

solo pudo adivinar la forma de un rostro sombrío rodeado de una larga cabellera. Enfurecido mi

abuelo por lo que consideraba una indiscreción de la mujer aquella, que andaba a esas raras horas

de la madrugada por aquellos lugares, le habló... - ¿Quien diablos sos vos? - ¿No estás viendo que

este macho me va a matar? -. Sin responderle la mujer permaneció quieta por unos segundos y

después, dice mi abuelo, que le respondio... - ¿Que hora es, Jacobo? Aunque mi abuelo sabia la

hora aproximada porque solo momentos antes, al cruzar el río había oído las campanadas de las

cuatro de la mañana de la iglesia de Trujillo, no le respondió y al contrario la conminó a apartarse

para darle pasada al macho que a duras penas había logrado contener hasta ese momento. - Yo sé

que hora es. Son las cuatro - Respondió la mujer. - Y si sabes que hora es... ¿por qué estás

jodiendo preguntando babosadas? - Le contesto mi abuelo. - ¿"Como sabes mi nombre"? - "Si

queres hablar conmigo", le dijo mi abuelo, "esperame aquí mañana que voy a venir en una bestia

mansa". - Bueno, - le contestó la misteriosa dama, - Aquí te espero mañana -. Al mismo tiempo

que pronunciaba estas palabras, decía mi abuelo, la mujer cruzó al otro lado de la valla de alambre

que separaba el carril del potrero, sin darle la espalda y sin agacharse ni hacer ningún movimiento

Page 3: Leyenda, otros

que delatara su aprehensión por la presencia de la cerca de peligroso alambre de púa. Cuando se

encontraba del otro lado de la cerca, irrumpió en una estrepitosa y diabólica carcajada que le heló

la sangre en las venas a mi abuelo. Fue hasta en ese momento en que enteramente se percató,

decía mi abuelo, de la extraña apariencia de aquella mujer, que se le erizaron los pelos de la

cabeza y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. En preparación para el supuesto encuentro del

día siguiente, mi abuelo todavía dudoso de que aquella mujer estuviera relacionada con un

espanto, y que más bien era alguna de sus "amigas" tratando de azorarlo, se puso de acuerdo con

el mayordomo de la hacienda, para que este, al siguiente día, se fuera por el otro lado del potrero,

y tratara de sorprender a la mujer por detrás. Al otro día y esta vez cabalgando en un macho viejo

y manso, al llegar al mismo sitio del día anterior, esperó en vano a la mujer que nunca se apareció.

Mi abuelo, hasta el día de su muerte nunca estuvo totalmente convencido de que aquel incidente

había tenido algo que ver con lo sobrenatural y mucho menos con la tal Sucia. El siempre creyó

que se trataba de alguna amante desdeñada que quería vengarse de él, haciendole pasar un mal

rato. Sin embargo, yo y todos los que escucharon el relato, sabíamos de quien se trataba. Se

trataba nada más ni menos, que de la merita Sucia.

Page 4: Leyenda, otros

Polache "Hablo español"

Ando acabado y medio golpeado de tanto guaro,

Encachimbado de estar siempre hule, por enculado,

Ando con filo triste cachuda ya dias no me harto

Dormi en el bote por que la chepa, me habia choteado,

No tengo chamba y hasta en los burrunches ando zampado,

Estoy tan salado que hasta los chuchos se mean en mis callos.

Por ahi nos vidrios pa los yunai voy desmangado

La pinceleada va estar bien yuca pero no hay clavo

Sere torcido pero hecho riata y a todo le hago

Por la marmaja me vale charra ir me mojado

(X2)Si tengo leche y me pongo buzo en el otro lado

Vuelvo pintoso y hasta algun cheto le hago el mandado

ayayayayayayayayayayayaya Polache !!!!

Por ser tan maule de llegada la planche

Estop rai der me grito un chele y me azzore

Me hize el de a peso y a pura lija conteste:

Guas cockin men? samanam bich, yo no hablo ingles

Guas cockin men? samanam bich, yo no hablo ingles

(coro 2 veces)

Yo hablo español hablo español

Page 5: Leyenda, otros

hablo español a lo catracho pero español

Yo soy catracho y lo que quiero es irme a hartar

cuatro baleadas y si me invitan a algun tamal

con los aleros del barrio sali pal patio

armar una potra, jugar pelota

lo que yo quiero es regresar rolear pintear

como catracho voy a hablar

(coro 2 veces)

Yo hablo español hablo español

hablo español a lo catracho pero español

Page 6: Leyenda, otros

BOMBAS SOLAS"

I II III

Cuanta naranja madura Desde lejos he venido Las mujeres de este tiempo

cuanto limón por el suelo rodando como una tusa son como el café molido

cuanta muchacha bonita solo por venirte a ver apenas tienen quince años

cuanto haragán sin dinero. niña ojitos de guatusa. y ya quieren marido.

IV V VI

El Chile para que pique La varita de San Antonio La mujer que ama a dos hombres

debe ser bien colorado yo no se cuando florece, no es tonta sino entendida

el amor para que dure la vergüenza de los hombres si una vela se le apaga

debe ser disimulado. yo no se cuando aparece. la otra le queda encendida.

VII VIII IX

Desde que te vi venir Ayer pase por tu casa El hombre para ser hombre

le dije a mi corazon me tiraste una tortilla dos cosas debe tener

que bonita piedrecilla no lo quise recoger buen machete y buen sombrero

para darme un tropezón. creyendo que era tu tía. y dos caites pa'correr.

X XI XII

Aquí te traigo niñita Los hombres de hoy en día Los muchachos de hoy en día

esta ramita de albahaca son pura fantasía se retuercen como alambre

no te la traje mas grande con el cigarro en la mano ellos dicen que es piquete

porque me la comió y la cartera vacía. y es que andan muertos de hambre.

una vaca.

XIII XIV XV

Ayer me dijiste que hoy Pan, Pan Las muchachas de este tiempo

hoy me dices que mañana queso son como blancos quesos

cuando me digas que si que seria el amor pintaditas de la cara

ya no voy a tener ganas. si no hubiera el beso. y chorreadas del pescuezo.

XVI XVII XVIII

Las muchachas de Progreso Las muchachas de este tiempo A la orilla de un camino

no les gusta dar un beso no saben ni cocinar estaba un macho comiendo

en cambio las de San Pedro pero díganles de bailar y en cada suspiro decía

hasta estiran el pescuezo. todas se van a brincar. que gordo me estoy poniendo.

XXII XXIII XXIV

El clavel que tu me diste Quien te puso Petenera Dicen que lo negro es luto

en la noche de Asunción no te supo poner nombre pero es pura falsedad

no fue clavel sino clavo tu deberías llamarte porque los besos mas ricos

que clavo mi corazon. la perdición de los hombres. se dan en la oscuridad.

XXV XXVI XXVII

En la nave del amor La mas linda y bella rosa Del cielo cayo una rosa

el novio es el piloto nos espina sin querer en el aire se hizo palma

la novia es el capitán asi es la mujer celosa si supieras amorcito

los hijos el terremoto que todo lo hecha a perder. que te quiero con el alma.

y la suegra el HURACAN.

XXVIII IXXX XXX

En lagrimas de mujer Los ríos y las quebradas Una pitaya madura

y en el canto de sirena derecho se van al mar es tu boquita jugosa,

nunca deberian creer nosotros somos cascadas escucha linda criatura

porque no vale la pena. que iremos hasta el altar. yo ando buscando esposa.